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Capitulo

Muestreo, almacenamiento, conservación y tratamiento de muestras

Mónica Iglesias
Departamento de Química Analítica. Facultad de Ciencias. Universitat de Girona. Campus de
Montilivi. 17071 Girona.
Correo: monica.iglesias@udg.es

Manuela Hidalgo
Departamento de Química Analítica. Facultad de Ciencias. Universitat de Girona. Campus de
Montilivi. 17071 Girona.
Correo: manuela.hidalgo@udg.es

Roberto Rodríguez
Departamento de Química Analítica. Facultad de Ciencias. Universitat de Girona. Campus de
Montilivi. 17071 Girona.
Correo: roberto.rodriguez@udg.es

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1. INTRODUCCIÓN

Para conseguir resultados óptimos y extrapolables a las condiciones de campo, la muestra


analizada debe ser representativa del medio investigado. En consecuencia, son muy
importantes los pasos previos al análisis de las muestras en el laboratorio: su toma,
conservación y preparación. La mejor manera de detectar los procesos y mecanismos de
circulación de contaminantes en el medio ambiente es la toma de muestras para su análisis y
medida de la concentración de estos en el medio y sus ecosistemas. La presencia y
acumulación de los contaminantes puede estar en el medio hídrico (masas de aguas
continentales y oceánicas), en la matriz de los medios porosos (suelos, residuos, rocas) y en
organismos vivos (plantas y animales) que en ellos se desarrollan.

El flujo y transporte de contaminantes en el medio ambiente se desarrolla por medio del flujo
de agua superficial y subterránea, movimiento de las masas de aire y en menor medida por el
movimiento y migración de los animales. Es de señalar que el agua es el principal y más
importante medio de transporte y migración de los contaminantes. La circulación del agua se
desarrolla por los cursos de aguas superficiales que pueden ser permanentes o transitorios y
por el medio poroso (suelos, residuos, rocas).

Considerando lo anteriormente expuesto los objetivos de este capitulo se centran en los


diferentes métodos de toma, tratamiento, preparación y conservación de muestras de líquidos
y sólidos para el posterior análisis en el laboratorio (de contaminantes orgánicos e
inorgánicos), y los problemas, limitaciones y desventajas asociados. Los métodos y técnicas
que se presentan y analizan en los siguientes apartados no pretenden ser intensivos ni
exhaustivos. Durante el desarrollo del mismo se hará hincapié en los más usuales y en
aquellos aspectos que consideramos son muy importantes para obtener unos resultados
aceptables del problema a resolver.

A lo largo del capitulo se discutirán las distintas técnicas de toma de muestras, el transporte,
el almacenamiento y el análisis en la ZNS y

1.1. Material necesario para realizar el muestreo

Existen numerosas guías y protocolos desarrollados para llevar a cabo la preparación de un


muestreo de campo (ISO, 1992, ASTM, 2005, EPA, 2005). En esos manuales o normas esta
establecido un conjunto de aspectos que hay que cumplir en función del tipo de muestreo a
realizar. En este apartado haremos referencia a una serie de materiales que consideramos
básico a la hora de realizar un muestreo y que actualmente se encuentran disponibles en le
mercado. Se recomienda que al preparar una campaña de campo se confeccione una lista con
todo el material que se necesita para realizar el mismo. Entre los materiales indispensables se
encuentran los que se relacionan a continuación:

Una base topográfica de acuerdo a la escala de los trabajos


Un medidor portátil de pH, Eh, oxígeno disuelto, conductividad y temperatura
Envases para muestras líquidas y sólidas (botellas, bolsas, tomamuestras, etc.)
Filtros
Cinta métrica
Pala
Pico

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Material de protección (guantes, trajes impermeables)

Anteriormente en el capitulo uno donde se analizaron las propiedades y características de los


residuos minero-metalúrgicos hemos comprobado que estos pueden estar saturados o no. Si
están saturados en el medio hay dos fases (líquido y sólidos) y si esta no saturado hay tres
fases (líquidos, sólidos y gases). El muestreo de cada una de estas fases requiere de técnicas y
métodos adecuados para garantizar muestras representativas del medio o área estudiada. A
continuación analizaremos los aspectos más significativos de cada uno de estos métodos
haciendo referencia a la literatura especializada en cada caso, con el objetivo de dar el punto
de partida para aquellos profesionales que deseen profundizar aun más en el tema.

2. MUESTRO DE LA FASE LÍQUIDA

En la literatura científica existe un gran número de protocolos donde se establece


estrictamente los pasos a seguir en el desarrollo de un muestro de los diferentes tipos de agua
existentes en la naturaleza y las aguas residuales (ISO, 1992, ASTM, 2005, EPA, 2005). En
nuestro caso destacaremos en los diferentes aspectos que no se deben de pasar por alto para
lograr un muestreo representativo y que permita obtener unos resultados aceptables en
función de los objetivos planteados.

2.1. Toma de la muestra y medidas in situ

Deben de tomarse siempre un número de muestras que permita el poder cumplir el objetivo
del muestreo. Por ejemplo si se estudia la contaminación de aguas superficiales por metales
normalmente se toma una muestra para medir componentes mayoritarios y otra para metales.
En todos los casos las muestras deben de ser filtradas. El filtro establecido por la normativa de
aguas a nivel internacional es con un diámetro de poros de 0.45 micras (ISO, 1992, EPA,
1990, 2005, ASTM, 2005). En el caso de metales siempre se deben de acidificar la muestra
para evitar el precipitado de estos en el recipiente donde se almacena la muestra. Si se desea
realizar un análisis de orgánicos se ha de tomar una tercera muestra teniendo en cuenta que
estas muestras deben de almacenarse en recipientes de color ámbar para evitar el efecto de la
luz.

Al realizar la toma de cualquier tipo de muestra en estado líquido es extraordinariamente


importante la realización de una serie de medidas in situ:

- el pH,
- la temperatura,
- la conductividad eléctrica,
- potencial redox (Eh)
- oxígeno disuelto.

Los parámetros anteriormente señalados nos brindan información de las condiciones del
medio y del posible estado y forma geoquímica en que se encuentran los diferentes
contaminantes. Estos parámetros deben de ser medidos nuevamente en el laboratorio para
comprobar posibles variaciones. La existencia de variaciones significativas nos indica que han
tenido lugar determinados procesos físico-químicos o biológicos en la muestra almacenada y
que hay que tener en cuenta en la interpretación y análisis de los resultados. Hay que valorar
si estos cambios invalidan la muestra para el objetivo que fue tomada inicialmente.

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2.2. Embase para las muestras y volumen de la muestra

Los envases para muestras de agua pueden ser de plástico o de vidrio. El uso más común son
las botellas de plásticos pues son más manejables y la posibilidad de rotura es muy inferior. El
volumen necesario de agua para la realización de los iones mayoritarios y las características
fundamentales es de 50 cc. Al tomar la muestra se realiza su filtrado y almacenamiento. Para
evitar el escape de los gases y posibles cambios en el interior de la botella deben de estar bien
cerradas y completamente llenas. En el caso de metales se ha de tomar un duplicado de la
muestra y acidificar. Normalmente la acidificación se realiza con ácido nítrico hasta que el pH
es inferior a 2. Es aconsejable en el caso de la toma de muestras realizar uno o dos enjuagues
de la botella con la misma agua que se va a muestrear.

El desarrollo de un muestreo para el análisis de cualquier tipo de contaminantes orgánicos


(para todos los tipos de muestras líquidas en general) las muestras deben ser tomadas y
transferidas a recipientes de vidrio marrón con tapón de teflón. Debe evitarse el uso de corcho
y de la mayoría de plásticos para impedir una posible adsorción y contaminación por éstos.
En el caso de que se puedan utilizar material reciclado para la toma de muestras de
contaminantes orgánico se debe seguir un proceso de limpieza de los recipientes. En esencia
se debería incluir su limpieza con ácido crómico y sucesivos enjuagues con agua destilada,
acetona y finalmente con hexano libre de contaminantes. Si el vidrio está muy contaminado se
debe calentar a 400°C en una estufa durante 15-30 minutos (EPA, 1971, ASTM, 2005, EPA,
2005).

2.3. Identificación de las muestras

Al realizar cualquier tipo de muestreo en especial las muestras de agua conviene realizar una
ficha o tarjeta en nuestra libreta de campo donde se describen los principales aspectos de esta
muestra. Entre las características que consideramos son necesarias se encuentran:

1. identificación (numero o nombre, debe ser representativo del área de estudio lo que
evita confusiones)
2. fecha y hora de la toma
3. nombre del que toma la muestra
4. toponimia
5. coordenadas geográficas
6. esquema de lugar de acceso
7. tipo de punto de agua (manantial, pozo, galería minera, balsa de lodos, escombrera,
lago, mar, corta minera, punto de vertido de aguas residuales, etc.)
8. modo o método usado en la toma de la muestra
9. caudal
10. color y aspecto del agua
11. valores de los parámetros medido in situ
12. observaciones

2.4. Representatividad de las muestras: número y frecuencia de muestreo

La representatividad de una muestra es muy variable y depende del tipo de estudio que se
desee realizar y de las condiciones del área de estudio. Normalmente la escala de los trabajos
y los recursos económicos condicionan el número de muestras a tomar.

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2.5. Condiciones de envío, transporte y almacenamiento

En todos los casos de muestras liquidas durante el periodo que dura el muestreo y al ser
transportadas al laboratorio deben de estar en condición refrigerada, normalmente la mayoría
de los protocolos establecen entre 4 grados centígrados y temperatura de congelación (ISO,
1992, ASTM, 2005, EPA, 2005). Durante el transporte conviene evitar cambios de
temperatura, vibraciones y agitación de los recipientes. Es recomendable que el análisis de las
muestras se realice lo antes posible.

A continuación en los siguientes apartados analizaremos aquellos aspectos que no son


generales para todas las muestras de la fase líquida y que hay que tener en cuenta para
garantizar una adecuada representatividad de las muestras en función del medio en que se
realice el muestreo y del tipo de agua.

2.6. Muestro de aguas superficiales

En el caso de las muestras de aguas tomadas en causes superficiales hay que tener presente
que estas se caracterizan por una gran variación espacio temporal. Las fluctuaciones de la
composición química son muy rápidas y en la mayoría de los casos una función del caudal.
Para obtener valores representativos es necesario la realización de muestras muy frecuentes e
incluso en rios con grandes caudales puede llegar a ser un muestreo diario. Normalmente para
obtener un muestreo representativo se realizan muestras compuestas que pueden ser de varios
días o de diferentes horas o semanales. Ante eventos de contaminación se puede realizar
incluso muestreo en continuo. En ríos de gran profundidad pueden tomarse muestras a
diferentes niveles. Es de señalar que existen tomamuestras automáticos que se instalan y son
capaces de tomar muestras compuestas de aguas y de sedimentos en suspensión. El periodo o
frecuencia de muestreo depende de la programación que se realice. Actualmente en ríos y
lagos que se utilizan su agua para el abastecimiento a la población se realiza un monitoreo en
continuo de muchas de las propiedades físico-químicas, este control permiten detectar los
cambios en la composición del agua y con ello evitar problemas de contaminación en las
plantas de tratamiento y potabilización del agua. Al tomar la muestra se han de realizar las
medidas in situ de los parámetros relacionadas en el apartado 2.1.

Figura---.

2.7. Muestreo de aguas subterráneas

El muestreo de las aguas subterráneas puede realizarse en pozos o en manantiales. El muestro


de manantiales al ser un agua que corre continuamente es representativo del agua del acuífero.
En este caso conviene medir el caudal y anotarlo en la ficha de muestreo. En el caso de que el
muestro se realice en pozos se pueden dar dos condiciones: I) el pozo en que se tomara la
muestra tiene bomba o II) el pozo es abandonado y sin bomba.

Si el pozo tiene bomba instalada el muestro se realiza cómodamente, solo es necesario poner
en funcionamiento la bomba y se ha de esperar el tiempo suficiente para que el volumen de
agua que hay en el interior del pozo y en las tuberías haya sido remplazado por agua nueva. Si
se conoce la profundidad y diámetro del pozo se puede hacer un simple cálculo del volumen
almacenado en su interior, se recomienda esperar un poco más de tiempo que el que nos de el

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calculo. El proceso de bombeo es necesario pues el agua almacenada en el interior del pozo
puede haber cambiado las condiciones redox, tener material en suspensión debido al
derrumbe de las paredes, material y metales debido a la corrosión de la instalación,
concentración de sales por evaporación, la temperatura puede diferir notablemente de la del
acuífero y ser representativa de la estación del año. Cuando se realiza un bombeo se obtiene la
mejor muestra posible, y generalmente esta es una mezcla del agua contenida en el medio
poroso. Tanto en los pozos como en los manantiales se han de realizar las medidas in situ de
los parámetros relacionadas en el apartado 2.1.
Cuando se realiza el muestro del agua en el interior del pozo y se desean tomar muestras a
diferentes profundidades se utilizan tomamuestras especializados para ese fin. En la Figura --,
se puede ver un toma muestra de los que se pueden utilizar en el muestreo de aguas
subterráneas en pozo.

Figura---.

2.8. Muestreo del agua de lluvia

En el caso del agua de lluvia la variabilidad espacio temporal es muy grande y esta
condicionada por muchos factores climáticos. Es de gran utilidad en los estudios de
contaminación atmosférica. De ser posible se puede combinar el muestreo de la deposición
húmeda que es la que acompaña la lluvia y la deposición seca que tiene lugar en los periodos
de seca. De ser posible se han de realizar las medidas in situ de los parámetros relacionadas en
el apartado 2.1. Conocer la composición del agua de lluvia es de gran utilidad en los estudios
de recarga y origen de las aguas superficiales y subterráneas.

2.9. Muestreo de lixiviados, drenajes de vertederos, cortas y minas inundadas

En el caso del drenaje de minas las muestras al estar en movimiento son representativas de las
aguas subterráneas existentes en la zona. En las cortas mineras y minas inundadas es
necesario tener en cuenta que en estas existe generalmente estratificación de las aguas por lo
que es necesario la realización de un muestreo adecuado a diferentes profundidades (Articulo
de Younger). En todos los casos se han de realizar las medidas in situ de los parámetros
relacionadas en el apartado 2.1. En los drenes de lixiviados se caracterizan por una gran
cantidad de material en suspensión por lo que es aconsejable además de las muestras filtradas
para los análisis correspondientes (mayoritarios, orgánicos, metales, etc.), tomar una muestra
en condiciones naturales sin filtrar por si resulta interesante poder analizar el material solidó
contenido en la muestra.

Figura---.

2.10. Muestreo del agua intersticial

Es ampliamente conocido que la infiltración y flujo y transporte de contaminante que


acompañan sus lixiviados hacia la zona saturada es una característica de muchos de los
depósitos de residuos (urbanos, industriales y mineros). Este aspecto de la infiltración de
lixiviados es típico de las diferentes balsas o escombreras de residuos existente en las zonas
mineras, sobre todo en las zonas de minería antigua (antes de 1980), donde no existían
legislación ambiental para el almacenamiento de los residuos minero-metalúrgicos. Una de las
mejores maneras de conocer las características de la contaminación es mediante muestreo del
agua que se infiltra. Consecuentemente, una de las actividades más importantes del estudio

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del movimiento de contaminantes en la zona no saturada (ZNS) es la fase de muestreo en el
campo que permita obtener y analizar la composición del agua intersticial (solución acuosa)
del medio poroso que transporta en solución o suspensión los diferentes contaminantes.

Tradicionalmente se han utilizado dos métodos para evaluar el movimiento del agua y de los
contaminantes en el medio poroso:

I)- De forma directa: mediante la aplicación de succión con cápsulas de cerámica del fluido
que se infiltra en el terreno, o
II)- Indirecto: a través de ensayos destructivos en la muestra del medio porosos que permitan
dilucidar la composición del agua intersticial.

Ambos métodos presentan ventajas e inconvenientes ligados principalmente a su complejidad


y al tipo de análisis que se desee realizar. La selección de uno u otro depende del tipo de
análisis que se quiera realizar; en la práctica, su uso no es excluyente puesto que de forma casi
sistemática suelen utilizarse las dos con el objeto de obtener el máximo de información a lo
largo del perfil de la ZNS.
Debe puntualizarse, que cada método muestrea una fracción distinta del agua intersticial. Los
lisímetros de succión representan el agua de circulación rápida a través del terreno (agua libre
o gravitacional), mientras que los ensayos destructivos analizan además agua de mayor
tiempo de residencia y en consecuencia más mineralizada.

A pesar de que la toma de muestras mediante lisímetros de succión, o a través de la solución


del medio poroso es un metodo sencillo y han sido técnicas de uso frecuente en estudios
agronómicos y edafológicos, existen varios problemas o inconvenientes asociados a la
obtención del agua intersticial:

1- No siempre se obtiene un volumen de agua suficientemente grande para realizar


determinaciones de compuestos orgánicos y en muchos casos, es insuficiente incluso
para compuestos inorgánicos.
2- Cuando el medio poroso es especialmente duro o cuando se trata de profundidades
superiores a tres metros. En estos casos se requiere el empleo de metodología más
sofisticada, como la proporcionada por la mecánica del suelo (Figura--, tabla--), para
obtener resultados representativos del medio estudiado.

El muestreo destructivo es más laborioso y normalmente irrepetible, además de presentar


entre otros, el problema asociado a la obtención de muestras inalteradas en medio no saturado
cuando se alcanzan profundidades en las cuales es necesario utilizar fluidos de perforación.

Figura---.

Métodos directos

Obtención del agua intersticial del medio poroso mediante cápsulas de succión

En las ultimas tres décadas se viene utilizando de forma más o menos habitual para el
muestreo del agua intersticial en la ZNS del suelo los tomamuestras de succión, especialmente
los de cápsula porosa, también llamados lisímetros (Figura 1). El tomamuestras está

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constituido por un tubo de PVC o teflón de longitud acabado por un material poroso
compuesto generalmente por cerámicas, de PTFE (politetrafluoroetileno) o de otros
materiales (Everett el al., 1988, Kobold, 2005). Dichos tomamuestras se introducen en el
terreno mediante diversos procedimientos ampliamente detallados en los manuales les de las
distintas casas suministradoras (http://www.kobold.com, http://www.soilmoisture.com).

La capsula de succión tiene un funcionamiento similar al de los tensiómetros (Ver Capitulo ),


se basa en el supuesto de que al ser instalado en el terreno la cápsula constituyen una
extensión de los poros del medio poroso con lo que el agua intersticial del terreno está
sometida a la misma presión a la que están sometidos los poros de la cápsula. Si se produce el
vacío en el tomamuestras se origina un gradiente de presión, produciendo un flujo de agua
desde el medio poroso donde esta instalado hacia el interior del tubo a través de los poros de
la cápsula. El agua es extraída del tubo generalmente mediante bombas manuales (Figura 1).

El movimiento de la solución acuosa en el medio poroso hacia el interior del tomamuestras


depende de la conductividad hidráulica, del valor de la succión existente y del vacío creado en
el interior del tubo. En general, la succión producida por los equipos existentes en el mercado
oscila entre 50 y 85 centibares. Se ha de señalar que la succión depende entre otros, de la
litología del medio poroso y su composición, este dato puede presentar un rango de variación
muy importante de un material otro e incluso en un mismo material debido a la
heterogeneidad geológica que les caraxcteriza.

CC
TDR

Tn

Figura . a) Foto de una parcela experimental donde se puede ver la instalación en el terreno de
las capsulas de cerámicas (CC), los tensiómetros (Tn) para medir la succión y los tubos para
la instalación de la sonda de medida de la humedad (TDR).

La solución acuosa recogido en el interior del tubo suele tener un volumen muy variable. El
tiempo necesario para recoger el volumen de agua deseado puede oscilar entre horas, días y
varios meses, en función del medio poroso muestreado, de que este se encuentre en su
capacidad de campo o no y evidentemente, de la recarga existente en la zona considerada. La
recarga o infiltración de agua es debido a la lluvia, riego o nuevos vertidos en el caso de los
residuos mineros. Un ejemplo concreto del volumen de agua que puede ser colectado por las

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capsulas no los brindan los datos disponibles en el área del Maresme (Barcelona), donde la
zona no saturada del medio poroso esta compuesta por granito alterado ("sauló"), este
volumen oscilan entre 0,2 y 0,8 1 de volumen de agua acumulada en su interior durante los
periodos más húmedos al aplicar una succión de 60 centibares sobre el medio poroso
(Guimera, 1992).

El tomar muestras con las capsula de succión hemos podido ver que es bastante simple, pero
hay que tener en cuenta algunos aspectos que hemos de resaltar:
- lo relacionado con la actividad del agua muestreada, debido al tiempo de residencia en
la cápsulas y a las posibles discontinuidades generadas en la instalación de los
tomamuestras, que pueden dar lugar a flujo preferencial;
- al originar un cambio del sistema de drenaje, dada la succión creada;
- la colmatación de los poros de la cápsula y las limitaciones y restricciones asociadas a
su funcionamiento e implantación sobre el terreno,
- su utilización a profundidades elevadas, puede presentar problemas para la extracción
del agua al necesitar suministrar una gran presión de aire.
- el escaso volumen obtenido en la mayor parte de los casos, restringe la posibilidad de
realizar determinados tipos de análisis químicos, como por ejemplo, determinaciones
de compuestos orgánicos.

a) b) c)

Figura 1. Esquema de un lísimetro para la toma de muestra del agua intersticial in situ a)
partes del lísimetro, b) instalación en el terreno y c) extracción del agua del interior del tubo
con una bomba manual (Modificado de Candela, 1993).

Métodos indirectos

Existen diversos métodos de extracción del agua intersticial del medio poroso con mayor o
menor precisión y complejidad. Los métodos usualmente utilizados para la obtención del agua
intersticial se basan en las siguientes técnicas (Rodríguez y Manzano, 1987):

-Centrifugado
-Desplazamiento mediante líquidos inmiscibles
-Extracción al gas
-Compactación mecánica
-Lixiviado
-Dilución

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Su aplicabilidad es función del material investigado y complejidad que su uso conlleva.

Centrifugado

Una muestra de suelo o residuo dispuesta en un tubo cerrado se somete a centrifugado hasta
obtener una cantidad de agua necesaria para su análisis químico. Puede ser realizado sin
líquidos desplazantes en muestras arcillosas con elevado contenido en agua, que son
sometidas a centrifugación inferior a dos horas para evitar fraccionamiento químico. Cuando
se trata de materiales no consolidados, se realiza con líquidos desplazantes inertes. Éstos se
introducen en tubos de ensayo junto con el residuo o suelo del que se pretende extraer el agua
intersticial. Este tratamiento suele ser idóneo solamente para compuestos inorgánicos.

Desplazamiento con líquido inmiscible

El agua intersticial es sustituida en el medio poroso (suelo, roca, residuo) por un líquido
inmiscible con agua. El líquido es depositado en la superficie de la muestra sobre el que se ha
colocado un filtro. El líquido es forzado a entrar en la muestra mediante un pistón hidráulico ó
aplicando un gas a presión (Whelan y Barron, 1980). Su uso plantea los problemas derivados
de: evitar circulación preferente por los laterales de la cámara del fluido desplazante y,
eliminar las zonas de las muestras alteradas por el fluido de la perforación.

Es aconsejable utilizar ésteres con alto peso molecular y bajas impurezas que no alteren la
solución a extraer. Con este tipo de extracción, al usarse valores de presión más bajos, hay
menos probabilidad de alteración de la muestra. Presiones excesivas podrían extraer líquido
de constitución de las fases minerales presentes en el material estudiado.

Extracción mediante gas

Para desplazar el agua intersticial alojada en los poros de la muestra, se utiliza el paso de un
gas inerte (nornalmente nitrógeno) a través del medio poroso, con una humedad relativamente
elevada. El método se basa en la propiedad de las membranas de celulosa y de ciertas placas
porosas de soportar elevadas presiones de gas, estando saturadas de agua, sin dejar pasar el
gas. La expulsión se realiza mediante una prensa con filtro con válvula de gas. El gas es
suministrado a partir de un tanque o extraído mediante vacío o través de la muestra de suelo.
Es aconsejable utilizar esta técnica cuando los terrenos no están demasiado consolidados.

Compactación mecánica

Puede realizarse a baja y alta presión, según se trate de sedimentos recientes o consolidados.
La compactación se obtiene mediante aplicación de una determinada presión con un gato
hidráulico. Algunos ejemplos de cámaras de compactación se muestran en los artículos de
Manheim (1974) e Iyer (1990), donde además se cita la posibilidad de que la presión
modifique el equilibrio sólido-1íquido. Así, en algunos trabajos se ha observado alteración en
soluciones procedentes de arcillas cuando se les somete a presiones superiores a 600
atmósferas. Iyer (1990) concluye que para muestras que exijan gran compactación es
preferible utilizar otros métodos.

Lixiviado

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Este tipo de ensayo se utiliza normalmente para residuos o suelos con una determinada
composición del agua intersticial o para evaluar la capacidad de lixiviar determinados
compuestos químicos.

El residuo o suelo se seca en estufa o con aire y se mezcla con una cantidad conocida de agua
destilada. La suspensión se lleva a ebullición, se deja enfriar y se filtra. Una vez filtrada la
suspensión se analizan las distintas soluciones.

Dilución

Es el método utilizado por excelencia para la obtención de compuestos orgánicos e


inorgánicos. Cuando se trata de analizar los compuestos inorgánicos, el procedimiento
consiste en tomar una muestra inalterada del medio poroso de un determinado peso, que se
introduce en la estufa ose seca al aire, y añadir agua destilada en una proporción conocida
(entre 1: 1 y 1:5 dependiendo de la concentración esperada). El tratamiento de los compuestos
orgánicos se discutirá posteriormente.

Cuando se trata de compuestos inorgánicos, prácticamente no se requiere preparación de


muestras y pretratamiento. Tan sólo para algún tipo de compuestos inorgánicos y algunos
elementos menores es necesario digerir las muestras con el objeto de destruir la materia
orgánica, desadsorber y solubilizar metales. La suspensión se somete agitación y se la deja
reposar posteriormente durante algún tiempo. El agua para el análisis se extrae mediante
filtrado y centrifugado. A posteriori se calcula la concentración del agua intersticial una vez
conocida la humedad inicial y la proporción de la dilución.

El método asume que todas las sales presentes en el agua intersticial precipitan durante el
proceso de secado de la muestra y se redisuelven cuando se añade el agua destilada, hecho
que no es del todo cierto para determinados compuestos. Además, puede presentar el
problema de que la composición de la solución obtenida esté alterada por la ruptura del
equilibrio fase sólida-fase líquida durante la agitación, por lo que se pueden producir
disoluciones de partículas minerales. Por otro lado, los cambios producidos en la composición
iónica del agua extraída no son lineales y dependen del sedimento, temperatura, tiempo de
dilución y proporción en que ésta se produce (Manheim, 1974; Iyer, 1990).

Tabla 2. Síntesis de los métodos usuales de extracción del agua intersticial del medio poroso.
Método Medio poroso Observaciones
Dilución No definida Se obtienen resultados con sobrevaloración de
la concentración.
La relación entre el contenido de sales y
liquido no es proporcional
Lixiviado No definida Utilización d ensayos batch
Centrifugado Arenas y limos La mayor parte de las centrifugas existentes
no son eficientes
Desplazamiento con líquidos inmiscibles Arenosos
Limosos
Extracción al gas Arenosos
Limosos
Compactación a baja presión Arenosos La composición del agua intersticial puede
(materiales poco consolidados) Limosos depender de la magnitud de la presión
Compactación a alta presión (materiales Arcillas
muy consolidados) Margas

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Cuando se trata de compuestos orgánicos, una vez que se dispone de una muestra inalterada,
el proceso en general se divide en los siguientes pasos: extracción, separación de los
contaminantes de los extractantes (Cleanup) y análisis e identificación del compuesto
orgánico. Por lo que respecta a los procedimientos de extracción en suelos y al extractante a
utilizar, dependen del compuesto orgánico que se analiza, siendo la elección de éste tal vez el
punto más crítico, como se refleja en el gran número de artículos publicados en revistas
especializadas. Al igual que en el caso de los inorgánicos, normalmente se utilizan disolventes
orgánicos para obtener una solución sólido/líquido que se somete a agitación, se centrifuga y
filtra.

3. Muestreo de la fase sólida

3.1. Procedimientos de muestreo

Es evidente que el mejor tipo de muestreo que se puede realizar para obtener la distribución
vertical de los diversos contaminantes en el terreno es el continuo. Se debe evitar la toma de
muestras con barrenas o sondas helicoidales, porque éstas proporcionan muestras
representativas, es decir, muestras que sólo permiten identificar y definir el medio poroso, a
diferencia de las inalteradas que tratan de conservar las condiciones originales del medio
poroso (mantienen el peso específico natural y las características mecánicas).
Cuando se realizan investigaciones del medio no saturado en terrenos un poco duros, es difícil
pasar de una determinada profundidad sin utilizar fluidos de perforación. Por ello, uno de los
problemas todavía no resueltos en los estudios del medio no saturado es como evitar la
alteración de las muestras por dichos fluidos. Hasta el momento, se conocen los experimentos
basados en el uso de tensoactivos (que no mojan el terreno) para evitar que las muestras
alteren su estado de saturación. Si bien este procedimiento puede ser útil en estudios de
mecánica del medio poroso, es discutible su utilización para el análisis de transporte de
contaminantes.

3.2. Toma de muestras inalteradas de materiales sólidos

Hay que señalar que no existe el tomamuestra universal satisfactorio para todos los tipos de
medio porosos, y generalmente se acepta que la mayoría de los tomamuestras producen
deformaciones plásticas, cizallamiento y deformación debido a fricción interna en las
muestras (Alonso, 1976). Según Aitchinson (en Shofield, 1987), los tomamuestras con
resultados más satisfactorios en estudios hidrológicos son los que se relacionan en la tabla 1:

En general, estos tomamuestras son aptos para pequeñas profundidades, pero cuando se debe
acceder a zonas profundas o bien debido ala presencia de terrenos duros se deben usar
sistemas de rotación (wire line, tubos dobles y triples); además del problema asociado a los
fluidos y mencionado anteriormente, la fricción originada produce calor, que puede afectar,
entre otros, al contenido de agua de las muestras.

En algunos casos, en la toma de muestras inalteradas se utilizan anillos (tomamuestras) de


dimensiones conocidas que permiten deducir las características físicas del medio poroso
(humedad, densidad, porosidad, etc.).

Figura--. Anillo tomamuestra.

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Tabla 1. Tomamuestras más satisfactorios para distintas condiciones del medio poroso (suelo
o residuo) a muestrear.
Material Condición del medio poroso Tipo de tomamuestras
Plasticidad Textura
Medios Arcillas, Limos Muy blando Pistón
porosos
cohesivos Arcillas-arenosas Blando De pared delgada
(plásticos) Arcillas-arenosas Duros-rígidos
Arenas-arcillosas Firme-rogidos
Medios Arena fina-media Seca ó Húmeda De pared delgada
porosos no Saturada
cohesivos Arenas gruesas Ninguno es
(plásticos) Gravas satisfactorio del todo

Figura --. Ejemplo de tomamuestras.

Respecto a la manipulación de muestras de medio poroso en terrenos cohesivos, la práctica


habitual es utilizar recipientes de tapas de goma o plástico parafinado, bolsas de plástico,
papel de aluminio o recipientes herméticos de metal. Posteriormente, se almacenan en cámara
húmeda (a 20°C y cerca de la saturación) o a temperatura y humedad ambiental. Cuando se
trata de muestras de medio poroso destinadas a la realización de análisis de compuestos
orgánicos, éstas se secan al aire, se tamizan y congelan hasta su análisis (evitando en todo

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momento el contacto con plástico o goma). Hay que destacar que durante el secado de la
muestra pueden producirse pérdidas de volátiles y que el almacenamiento a 4 °C la mayor
parte de las veces reduce la actividad microbiana y, en consecuencia, la degradación química.
En relación con el medio poroso no saturado, debe destacarse el hecho de que la presión de
vapor de equilibrio del agua varía poco con la succión: un medio poroso no saturado estará
dispuesto a perder agua incluso en ambientes no muy alejados de la saturación.

En algunos casos, y especialmente cuando los sondeos son a rotación, para la conservación de
las muestras inalteradas se utilizan camisas de protección de zinc o de polivinilo. En estos
casos se aconseja efectuar ensayos previos en laboratorio para detectar la posibilidad de
adsorción en las camisas del orgánico a controlar. A partir de este momento, las muestras
están aptas para la obtención de los parámetros físicos que caracterizan al medio poroso, o
bien para la extracción del agua intersticial y de cálculo habitual en mecánica del suelo o
agronomía.

Los parámetros físicos a determinar para deducir los valores de concentración del agua en el
terreno son, fundamentalmente, el contenido en humedad y la densidad natural. El análisis de
componentes químicos se hace la mayoría de las veces sobre una muestra secada en estufa,
expresándose su contenido en porcentaje de peso seco. En consecuencia, los valores de
concentración obtenidos en base a la muestra seca deben ser necesariamente transformados a
su estado de humedad inicial.

El contenido de humedad en el medio poroso es un parámetro importante al controlar el nivel


de oxígeno en éste. El agua es necesaria para los microorganismos y cuando el 10-20% de la
porosidad está rellena con gas se crean condiciones anaerobias; la mayor parte de las bacterias
pueden tolerar potenciales de succión de 5 bares y en casos excepcionales pueden llegar a
sobrevivir a 80 bares. La forma tradicional de medida consiste en introducir la muestra en
estufa durante una hora a la temperatura de 103-105°C. Su expresión en forma volumétrica se
calcula a partir de los datos obtenidos de la densidad.

La densidad natural influye de forma más o menos directa en la difusión de un determinado


contaminante en el medio poroso. El efecto indirecto es el de alterar la porosidad y las
propiedades de la interfaz. En general, el incremento de la densidad disminuye el coeficiente
de difusión; este aspecto es especialmente importante para aquellos componentes de elevada
difusión en la fase vapor, pues el aumento de la densidad disminuye la porosidad por aire en
el medio poroso.

Con el objeto de controlar el transporte de contaminantes en el medio no saturado, son


necesarias otro tipo de determinaciones analíticas de forma simultánea a las determinaciones
de parámetros físicos en laboratorio. Si bien no se discutirán detalladamente, entre ellas hay
que destacar los análisis de materia orgánica, determinación de la cantidad y tipo de arcillas
en la muestra y el cálculo de la capacidad de intercambio iónico y reactividad de las
superficies. Además de las características geoquímicas del medio poroso.

El contenido de carbono orgánico en el medio poroso controla la adsorción de solutos


orgánicos no polares cuando el contenido es superior al 0,1 % del peso total. Uno de los
mayores problemas no resuelto en algunas metodologías es la eliminación del carbono
inorgánico para que no entre en el cómputo del carbono total. Se debe aclarar que las técnicas

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habituales de determinación del carbono orgánico por calcinación no son aconsejables al
proporcionar el carbono total y no discriminar entre el orgánico e inorgánico.

Los métodos más utilizados para determinar la adsorción de componentes orgánicos en el


medio poroso son: técnica batch, columnas de suelo y cromatografía de suelos en capa fina.
De todos ellos el que goza de mayor aceptación es el primero, debido a su bajo coste y
sencillez de realización. Su mayor desventaja es la disminución potencial de la concentración
de la solución adsorbida cuando se produce volatilización y descomposición durante la fase
de equilibrado. Estas pérdidas tienen como consecuencia una sobrevaloración de la cantidad
adsorbida.

Ambos métodos presentan ventajas e inconvenientes ligados principalmente a su complejidad


y al tipo de análisis que se desee realizar. La selección de uno u otro depende del tipo de
análisis que se quiera realizar; en la práctica, su uso no es excluyente puesto que de forma casi
sistemática suelen utilizarse las dos con el objeto de obtener el máximo de información a lo
largo del perfil de la ZNS.
Debe puntualizarse, que cada método muestrea una fracción distinta del agua intersticial. Los
lisímetros de succión representan el agua de circulación rápida a través del terreno (agua libre
o gravitacional), mientras que los ensayos destructivos analizan además agua de mayor
tiempo de residencia y en consecuencia más mineralizada.

A pesar de que la toma de muestras mediante lisímetros de succión, o a través de la solución


del medio poroso, han sido técnicas de uso frecuente en estudios agronómicos y edafológicos,
existen varios problemas asociados a la obtención del agua intersticial, en particular cuando el
medio poroso es especialmente duro o cuando se trata de profundidades superiores a tres
metros. En estos casos se requiere el empleo de metodología más sofisticada, como la
proporcionada por la mecánica del suelo (Figura--, tabla--), para obtener resultados
representativos del medio estudiado.

Aunque el muestreo con lisímetros de succión es relativamente cómodo y sencillo, presenta


un inconveniente fundamental: no siempre se obtiene un volumen de agua suficientemente
grande para realizar determinaciones de compuestos orgánicos y en muchos casos, es
insuficiente incluso para compuestos inorgánicos. El muestreo destructivo es más laborioso y
normalmente irrepetible, además de presentar entre otros, el problema asociado a la obtención
de muestras inalteradas en medio no saturado cuando se alcanzan profundidades en las cuales
es necesario utilizar fluidos de perforación.

A lo largo de esta presentación se discutirán las distintas técnicas de toma de muestras, el


transporte, el almacenamiento y el análisis de contaminantes orgánicos e inorgánicos en la
ZNS y los problemas asociados.

Figura---.

3.1. Muestreo de los residuos sólidos

Figura---.

15
3.2. Muestreo de las eflorescencias (minerales neoformados) y precipitados.

En el caso de los minerales neoformados que aparecen asociado a los residuos mineros es
importante tener en cuanta que estas muestras requieren de un almacenamiento adecuado,
pues cambio en las condiciones de humedad pueden afectar la composición de este tipo de
minerales, los cuales en ocasiones son muy inestables. En la Figura --, se aprecia unas
imágenes de este tipo de minerales, que normalmente son eflorescencias de diferentes tipos de
sulfatos.

Figura . eflorescencias de sulfato: a) hidratado, b) deshidratado.

3.3. Muestreo de partículas en suspensión en la atmósfera.

4. Muestreo de los gases

El muestreo de gases puede realizarce mediante la realización de vació en el medio poroso.

Figura---.

5. Muestro de organismos vivos

5.1. Muestreo de Plantas

Las muestras en planta se realizan de las diferentes partes que componen esta, raíz, tallo y
hoja. En el caso de la toma de muestras de plantas estas deben ser representativas de la zona
de estudio. Normalmente conjuntamente con la toma de la planta se realiza el muestro del
perfil edáfico lo que permite establecer una relación entre la concentración de los diferentes
elementos en el suelo o residuo contaminado y la concentración en la planta. Es importante
saber que muchas actúan como indicadoras de la contaminación. Además, es importante su
estudio para poder establecer las posibles medidas de restauración y rehabilitación de las
zonas afectadas.

Figura---.

5.2. Muestro de animales

En el caso del muestreo de animales este se puede realizar para el estudio de diferentes
especies. En el caso de los seres humanos se toman muestra representativa de los diferentes
ambientes y medios de trabajo existentes en un complejo minero-metalúrgico. El muestreo
puede ser desde muestras de sangre (La Oroya), como muestras de orina (Armienta) como
muestreo y análisis de restos de cadáveres (Articulo de Cartagena).

Figura---.

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En el caso de los animales se realiza un muestreo representativo de los ecosistemas existentes
en el área de estudio. En la Figura --, se representan los resultado de un estudio de diferentes
especies de animales en el medio marino. Se puede apreciar la presencia de la concentración
de diferentes metales pesados en cada una de estas especies.

Es de señalar que al igual que en las plantas en muestreo en animales puede realizarse de las
diferentes partes que conforman el cuerpo.

Figura---.

Cuando se trata de compuestos orgánicos, el problema reside en la obtención en cápsulas de


un volumen lo suficientemente grande que permita su análisis en laboratorio

En el caso de extracción de solución del medio poroso, uno de los mayores inconvenientes es
conseguir muestras inalteradas, realizar una correcta manipulación de ellas y extracción fiable
de los componentes para que sean representativos de las condiciones naturales en el terreno.

CONSERVACIÓN DE LAS MUESTRAS

El desarrollo creciente de técnicas analíticas que permiten la determinación de analitos a nivel


de trazas (de 100 a 0.01 mg/Kg) y ultra-trazas (inferior a 0.01 mg/Kg) ha magnificado la
importancia de un buen muestreo y ha puesto de manifiesto el punto crítico que representa el
almacenamiento en el procedimiento analítico global. Diversos artículos científicos han
reportado la perdida de cantidades significativas de analitos a niveles traza en el proceso de
almacenamiento de las muestras y han estudiado los mecanismos y el comportamiento de las
distintas especies químicas en el interior de contenedores de diferentes maeriales durante el
período de almacenamiento (Campbell et al. 1985, Subramanian et al. 1978, King et al 1974,
Sekaly et al 1999). Así, las variaciones en las concentraciones observadas se atribuyen
mayoritariamente a procesos de volatilización, precipitación, a la actividad de los micro-
organismos, cambios en el estado de oxidación (particularmente perjudicial en estudios de
especiación) y, los mas importantes, procesos de porción (Heninger and Potin-Gautier 1997).

Las perdidas de analito en los procesos de almacenamiento pueden tener lugar sea cual sea la
forma física de la muestra pero obviamente la interacción del analito con el contenedor es
mayor cuando la muestra es líquida que cuando es sólida. Diferentes autores (Moody 1983,
Massee and Maessen 1981), han clasificado los factores que influyen en las perdidas por
adsorción en 4 categorías:

1) El analito en si mismo, su forma química y la concentración


2) Características del medio en el que se encuentra: pH, salinidad, presencia de agentes
complejantes, micro-organismos, etc
3) Las propiedades del contenedor como su composición química y la rugosidad de la
superficie.
4) Factores externos como la temperatura, el tiempo de contacto, accesibilidad de la luz,
etc.

A la hora de almacenar una muestra hay que tener en cuenta las propiedades de esta y su
estabilidad para elegir:

17
- Las condiciones más adecuadas de temperatura (no solo la máxima sino también la
mínima), humedad, presencia o ausencia de luz, adición de aditivos, etc.
- El tipo de contenedor donde va a ser almacenada. La naturaleza de los contenedores
se puede clasificar en tres grandes grupos: polímeros orgánicos, cerámicos inorgánicos y
metálicos.

Es de señalar que en lo que respecta a las especies inorgánicas, al ser una técnica muy
habitual, la documentación es exhaustiva (Wood, 1976; USGS, 1979; Claasen, 1982; Coleto y
Maestro, 1987, ASTM, 2005, EPA, 2005, etc.).

Cuando se trata de compuestos orgánicos, cuya concentración en el agua muestreada puede


ser muy baja, los métodos a utilizar en su determinación son complejos y, en algunos casos
poco eficientes. En los apartados siguientes primeramente se trataran los compuestos
inorgánicos y posteriormente los orgánicos. En ambos casos se repasarán brevemente aquellos
aspectos a considerar y se remite al lector a las referencias citadas en el texto donde podrá
ampliar en profundidad estos aspectos.

Conservación de muestras para el análisis de analitos inorgánicos

Para el análisis de metales de nivel de trazas habitualmente se recomienda trabajar con


contenedores de polímeros orgánicos hidrofóbicos aunque también en estos se pueden
producir pérdidas que se cree que son debidas a intercambios iónicos en la superficie del
polímero. Esta presunción coincide con el hecho de que fuerzas iónicas elevadas normalmente
disminuyen las pérdidas por adsorción en la superficie de los contenedores. La mayoría de los
estudios (Struempler, 1973, Smith 1973) sugieren el uso de ácidos para prevenir las perdidas
por adsorción aunque también se emplean agentes quelatantes (Hoyle and Atkinson 1979), así
como ligandos (Shendrikar et al., 1976).

En el caso de estudios de especiación la conservación de la muestra es aún más crítica pues


cualquier tratamiento utilizado puede alterar los resultados de esta; es decir, antes del
muestreo la muestra esta en equilibrio con el medio que la envuelve, cuando la muestra es
tomada y almacenada la relación con el medio se rompe y, inevitablemente se producen
variaciones que afectan al pH, la temperatura, el potencial redox, la presión, etc y que pueden
modificar la especiación de la muestra. Todos los estudios coinciden en el hecho de que lo
mejor es trabajar con muestras frescas (sin necesidad de almacenamiento) pero esto no
siempre es posible (Bordas and Bourg 1998).

Para estudios a corto plazo un almacenamiento húmedo a 4ºC preserva la integridad de la


muestra si se conserva menos de dos semanas (el enfriamiento reduce las modificaciones
debidas a la actividad microbiológica, así como la reactividad química, es decir minimiza la
posibilidad de descomposición). Para estudios a largo plazo se recomienda secar y/o congelar
las muestras, aunque algunos estudios muestran una alteración en la especiación de algunos
metales cuando las muestras han sido congeladas.
Además, para muestras anóxicas hay que tener en cuenta la preservación de estas del contacto
con el oxígeno atmosférico.

Conservación de muestras para el análisis de analitos orgánicos

18
El análisis de muestras ambientales para la determinación de contaminantes orgánicos
generalmente implica llevar a cabo procedimientos complicados que incluyen varias etapas.
Estas etapas conducen finalmente al uso de un método cromatográfico con un detector
apropiado. La calidad del resultado generado, sin embargo, no dependerá simplemente del
instrumento utilizado, sino fundamentalmente de las etapas previas, que incluyen la estrategia
de la toma de muestra y conservación de la misma, el pretratamiento de la muestra, las
técnicas de extracción utilizadas y, si es necesario, la limpieza (cleanup) de los extractos y/o
preconcentración. A lo largo de este proceso se deben tomar precauciones para evitar pérdidas
y alteraciones del analito y contaminaciones. Estos aspectos cobran una importancia mayor a
medida que disminuye la concentración del compuesto a determinar.

En la mayoría de los casos no es posible realizar los análisis inmediatamente después de la


toma de muestras por lo que será necesario garantizar una conservación adecuada de las
mismas. El tiempo máximo de almacenamiento indicado por las diferentes agencias (EPA,
ISO) oscila entre los 7 y 28 días, dependiendo del tipo de compuesto.

La naturaleza y el tipo de recipiente són importante. Se recomienda utilizar contenedores de


vidrio debido a que en los recipientes de plástico puede producirse la lixiviación de
monómeros y aditivos orgánicos empleados en su fabricación (ej. ftalatos) y que pueden
provocar interferencias en el análisis posterior. Es también aconsejable que los recipientes
sean de vidrio ámbar ya que muchos compuestos orgánicos son fotodegradables, por lo que
las muestras se deben almacenar en la oscuridad. El recipiente ha de ser llenado
completamente, de esta forma se minimiza la posible oxidación del analito y su pérdida en el
caso de compuestos con cierta volatilidad. Obviamente se han de extremar las precauciones
en lo que se refiere a la limpieza de los recipientes, que ha de ser exhaustiva. En el caso de
toma de muestras de agua se indica no aclarar previamente la botella con la muestra.

Las muestras se deben conservar refrigeradas con el fin de reducir la actividad microbiana que
pueda ocasionar degradación de los analitos. Las pérdidas por volatilidad también se
minimizan en estas condiciones. Habitualmente las muestras de agua se almacenan a 4ºC en
botellas de vidrio completamente llenas, mientras que las muestras de suelos, sedimentos o
residuos pueden ser conservadas congeladas a 18 ºC.

TRATAMIENTO DE LAS MUESTRAS EN EL LABORATORIO

Pretratamiento de las muestras

El pretratamiento de las muestras es el paso intermedio entre la toma de muestra y el


tratamiento, es decir incluye las operaciones previas antes de iniciar los procesos de
preparación de la muestra para el análisis. Antes de iniciar el tratamiento, pues, se deberá
comprobar si es necesario un pretratamiento.

El pretratamiento viene condicionado por las características de la muestra sobre todo por su
estado físico, es decir, si es sólida, líquida o gaseosa; habitualmente en muestras gaseosas
interesa una especie contenida en el gas y no el gas en si, en este caso normalmente se retiene
de forma física o química la especie de interés sobre un soporte sólido o líquido.

Los pretratamientos suelen ser necesarios en muestras sólidas e incluye procesos de:
- lavado,

19
- secado y
- trituración.

Los procesos de lavado se llevan a cabo para eliminar la posible contaminación de la


superficie de la muestra. Los líquidos más habituales de lavado son: agua, tensoactivos y
disolventes orgánicos como cloroformo, alcoholes, tetrahidorfurano, etc.

Normalmente en la naturaleza las muestras siempre presentan un cierto grado de humedad. Al


tomar una muestra y almacenarla para su transporte en el laboratorio el contenido de humedad
puede variar según las condiciones ambientales y puede dar lugar a alteraciones de la muestra.
El proceso de secado se puede llevar a cabo en estufa o por liofilización. En el caso de secado
en estufa es importante tener en cuenta la presencia de analitos volátiles, en el proceso de
liofilización las perdidas suelen ser menos importantes.

La trituración de las muestras suele ser necesaria en muestras de tamaño relativamente


grande para asegurar la homogeneidad y representatividad de la submuestra que va a ser
tomada para el análisis. Hay gran variedad de sistemas de trituración que se clasifican según
la forma en que se trate la muestra:
- Manual
- Automática
- La trituración de muestras duras se puede llevar a cabo de forma manual (martillo,
mortero) o automática. En este último caso existen diversos equipos diseñados para tal fin:
trituradores de mandíbula, de rodillo, de cono, molinos de bolas, etc. En cualquier caso, es
importante tener en cuenta que sólo será posible triturar una muestra utilizando un material
más duro que ella.
- La trituración de muestras blandas se suele hacer mediante un elemento cortante y
también puede hacerse de manera manual (cuchillo, bisturí) o automática (picadora, molinillo
café).

Sean cuales sean las características de la muestra y el sistema de trituración elegido, deberá
elegirse cuidadosamente el material utilizado para el proceso de trituración con el fin de
minimizar las posibles contaminaciones, así pues es de gran importancia conocer la
composición de los materiales utilizados en la instrumentación a fin de evitar la presencia de
componentes que van a querer ser analizados en la muestra. La descripción de los distintos
equipos de trituración, así como la composición de los materiales empleados en estos se
detalla en el libro "Toma y tratamiento de muestra (Camara et al.,2002).

Tratamiento de la muestra para el análisis de analitos inorgánicos

La mayoría de las técnicas analíticas utilizadas para la determinación de analitos inorgánicos


requiere disponer de la muestra en disolución, muy pocas son capaces de permitir llevar a
cabo el análisis directo en muestras sólidas (fluorescencia de rayos X, ablación por láser,
absorción infrarroja, etc.) En cualquier caso deberá hacerse un tratamiento adecuado de la
muestra para su correcto análisis.

Hay que resaltar que el tratamiento de una misma muestra será totalmente distinto cuando se
pretenda la determinación del contenido total de un metal o del contenido de las diferentes
especies que este puede presentar (especiación), en este último caso el tratamiento de la

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muestra tendrá que garantizar la conservación de la forma química de las especies cosa que,
sobre todo en muestras sólidas, complica considerablemente dicho tratamiento.

Tipos de muestras

El tratamiento de la muestra, de la misma forma que el pretratamiento, viene condicionado


principalmente por el estado físico de la muestra. Como ya se ha dicho, en el análisis de gases
normalmente interesa una especie contenida en el gas, la cual se retiene de forma física o
química sobre un soporte sólido o líquido.
En cuanto a las muestras líquidas, estas pueden ser:
- Acuosas homogéneas, con lo que el tratamiento de la muestra es mínimo (en algunos
casos una simple dilución)
- Con partículas en suspensión, en tal caso será necesaria la separación de dichas
partículas por filtración o centrifugación o bien su disolución (para una determinación
conjunta).
- Con materia orgánica, se hará necesario un proceso de mineralización para destruir
dicha materia orgánica.

En cuanto a las muestras sólidas según las necesidades analíticas podemos hablar de
disolución completa de la muestra, cuando se pretende determinar el contenido total de analito
en la misma, o de extracción o lixiviación, cuando queremos evaluar el contenido de algún
analito asociado de determinada manera al sólido. En realidad existen técnicas de disolución
de analitos con un determinado tratamiento (extracción única) o técnicas más elaboradas de
extracción secuencial para determinar las distintas fracciones de analito, desde la más móvil y
disponible hasta la más retenida y por lo tanto menos disponible.
Clasificación de los métodos de digestión

La digestión es un proceso de preparación de muestras que debe cumplir los siguientes


requisitos (Rosell, 999):
- Convertir cualquier muestra sólida o líquida en una solución acuosa, eliminando cualquier
partícula.
- Destruir la materia orgánica.
- No añadir interferencias a las muestras.
Algunas veces este proceso es muy simple y otras, debido a las características de la muestra,
se complica considerablemente.
Este proceso puede llevarse a cabo de distintas maneras:
- Disolución por vía húmeda con o sin reacción química
- Mineralización por vía seca (con posterior disolución por vía húmeda).
- Descomposición por fusión (con posterior disolución por vía húmeda).

Disolución por vía húmeda

Disolución por vía húmeda sin reacción química

Algunos sólidos se disuelven sin necesidad de ningún tipo de reacción química. Algunos
compuestos inorgánicos se disocian i/o ionizan solo al ponerse en contacto con el disolvente,
para estos compuestos el agua o las disoluciones reguladoras son los disolventes más

21
utilizados. Este proceso puede llevarse a cabo en frío o en caliente (dado que como es sabido
la temperatura aumenta la solubilidad de la mayoría de compuestos).

Disolución por vía húmeda con reacción química


Muchas substancias no se disuelven sin reacción química; para la disolución de estas
habitualmente se utilizan ácidos. Los mecanismos de reacción que pueden tener lugar para
favorecer la disolución de los sólidos mediante ácidos son procesos ácido-base, rédox y/o de
complejación.

Ácidos utilizados para la disolución de sólidos con reacción química:


-Ácido nítrico (HNO3): Probablemente el más utilizado, es el mejor disolvente de la mayoría
de los metales, aunque no es útil para disolver metales nobles (solo Pd y Ag). Es oxidante.
-Ácido clorhídrico (HCl): Se utiliza par disolver hidróxidos, óxidos, carbonatos y peróxidos.
Es un ácido ligeramente reductor y con carácter complejante. Produce la precipitación del
cloruro de plata, plomo y mercurio. Favorece la formación de interferencias en ICP-MS por
formación de especies poliatómicas con Cl.
- Ácido perclórico (HClO4): Potente agente oxidante que destruye la materia orgánica con
violencia (explosivo), por lo que se recomienda no utilizar nunca solo (mezclado con nítrico
y/o sulfúrico). Al igual que el HCl favorece la formación de interferencias espectrales en ICP-
MS.
-Ácido sulfúrico (H2SO4): Menos utilizado que los anteriores. Produce la precipitación de los
sulfatos de Ca, Sr, Ba y Pb. Es un ácido oxidante (solo cuando está concentrado). Puede
introducir interferencias espectrales en el análisis por ICP-MS.
-Ácido fluorhídrico (HF): Es un ácido débil, altamente complejante. Es el único capaz de
disolver la sílice y algunos silicatos. Generalmente se usa mezclado con otros ácidos. Su
empleo requiere eliminar el exceso de ácido pues puede dañar la instrumentación de vidrio.
Este ácido debe manipularse con especial precaución dado que puede producir quemaduras
importantes. No debe utilizarse nunca vidrio en contacto con este ácido.

Mezclas de ácidos:
- Complejante + oxidante
- Agua regia. Mescla de HCl:HNO3 3:1. Al mezclar ambos ácidos tiene lugar la reacción:
3 HCl + HNO3 → NOCl + Cl2 + 2 H2O (1)
Produce compuestos inestables y altamente oxidantes, lo que en presencia de cloruros
(complejantes) posibilita la disolución de los metales nobles y de un gran número de metales
en matrices complejas.

- Mezcla de ácidos y otros agentes:


- Mezcla de ácidos con electrolitos y catalizadores, para aumentar el punto de
ebullición así como la cinética de la reacción.
- Mezcla de ácidos con agentes oxidantes: (H2O2, Br2, etc.) para aumentar el poder
oxidante. Se utiliza fundamentalmente para tratar muestras orgánicas o con contenido
de materia orgánica.
- Mezcla de ácidos con agentes complejantes: (citratos, tartratos, etc.), en lugar de
añadir un ácido complejante.

Las disoluciones con reacción química se pueden llevar a cabo, en algunas ocasiones, a
temperatura ambiente, aunque generalmente se recomienda favorecer la reacción y disolución
mediante un calentamiento.

22
Formas de llevar a cabo la disolución por vía húmeda.
- Según como se haga el ataque:
- En recipiente abierto: normalmente en vaso de pirex o teflón, cubriendo el recipiente
para evitar contaminaciones.
- En recipiente cerrado: normalmente reactores de teflón herméticamente cerrados a
rosca.

Las ventajas del recipiente abierto es que es más simple y económico y el proceso es
fácilmente controlable, pero las muestras se contaminan con más facilidad, se pueden
producir perdidas por volatilidad y se producen vapores nocivos y corrosivos. En el recipiente
cerrado se evitan las perdidas por volatilización, los tiempos de ataque son más cortos y se
utilizan menos reactivos aunque el precio de los reactores es elevado, la cantidad de muestra
limitada (para evitar sobrepresiones) y no es posible hacer un seguimiento de la digestión.

- Según como se lleve a cabo el calentamiento:


- En placa calefactora o baño de arena: es el sistema utilizado con recipientes abiertos,
normalmente son procesos largos y que consumen cantidades importantes de reactivos.
- En estufa: con reactores cerrados a presión, normalmente de teflon con camisa
metálica; se consumen menos reactivos, se reducen los riesgos de contaminación y se reducen
los tiempos de tratamiento. El fundamento de estos reactores es parecido a las ollas a presión,
el efecto conjunto de temperatura y presión hace que la eficiencia de la interacción sea mayor.
- En microondas: actualmente muy popular. Se utiliza tanto en recipientes abiertos
como en reactores cerrados aunque estos últimos son los mas utilizados por sus ventajas (ya
comentadas); en sistemas cerrados tiene las mismas ventajas que los reactores en estufa y
además los tiempos de tratamiento son bastante más cortos, pues la energía se transmite
directamente a la muestra y solo a ella, pues el reactor (normalmente de teflón) es
transparente a la radiación por microondas.
- Con agitación ultrasónica: origina vibraciones que proporcionan agitación a la muestra
mediante la generación de burbujas microscópicas que se contraen y expanden y pueden
provocar el resquebrajamiento de las partículas sólidas facilitando la penetración del ácido en
el sólido. La agitación ultrasónica facilita el proceso de digestión y puede liberar partículas
fuertemente retenidas, este factor puede ser negativo si se utiliza material que no esté muy
limpio, de hecho se recomienda limpiar el material mediante agitación ultrasónica antes de su
utilización.

Mineralización por vía seca

Es un método importante de eliminación de materia orgánica. Requiere la posterior puesta en


disolución del residuo inorgánico por tratamiento vía húmeda.

Hay distintos procesos para la mineralización de muestras por vía seca:


I) en plasma de oxígeno a bajas temperaturas,
II) por combustión en frasco de oxígeno;
III) el calentamiento en horno a elevadas temperaturas. Es el más común y sencillo (y
el que trataremos en este texto).

Mineralización por calentamiento en horno a elevadas temperaturas

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Para llevar a cabo este proceso de mineralización con es importante escoger el material del
recipiente donde tendrá lugar la mineralización, normalmente crisoles de porcelana, cuarzo o
platino. Se recomienda tapar el crisol para evitar la perdida de cenizas y las posibles
contaminaciones. El tratamiento consiste en someter la muestra a elevadas temperaturas. En
ocasiones se mide la variación de peso con el tiempo lo que permite determinar cuando el
proceso de mineralización ha concluido. Al igual que la digestión vía húmeda con recipientes
abiertos el principal problema o limitación de este tipo de mineralización es la pérdida de
analitos volátiles.

Digestión por fusión

Este proceso tiene lugar a elevadas temperaturas y origina cambios bruscos en la estructura
del material, de manera que los componentes de la muestra original se transforman en otros
que se disuelven vía húmeda con relativa facilidad.
Hay fundentes de distintos tipos según se produzca una reacción ácido-base o redox, ahora
bien los fundentes más utilizados son los alcalinos. Dentro de los fundentes alcalinos
encontramos:

• Carbonatos: Se utilizan solos o mezclados. El más utilizado es el Na2CO3. Funde a


850º C. En ocasiones se mezcla con K2CO3 .
• Hidróxidos alcalinos: Menos universales que los carbonatos. Los más usados son
NaOH i KOH. Funden aproximadamente a 350º C.
• Boratos: Meta y Tetraboratos. Funden a 970º C. Se utilizan para materiales altamente
resistentes y cerámicas altamente refractarias.
También encontramos fundentes ácidos:
• Sulfatos ácidos y disulfatos: Poco oxidantes y fuertemente ácidos (actúan como
ácidos de Lewis). Funden a 500º C.
• Fluoruros: Muy eficaces para la descomposición a baja temperatura de minerales
altamente resistentes. Los más usados son fluoruros de hidrogeno, de potasio y de
amonio. El fluoruro de hidrogeno funde a 260º C y el de potasio a 850º C.
• Ácido bórico y óxido de boro: Son los fundentes no oxidantes más eficaces
juntamente con los boratos.
Y finalmente Fundentes con características rédox:
• Fundentes oxidantes: El más utilizado es el Na2O2. Funde a 675º C. Se suele utilizar
mezclado con hidróxidos o carbonatos.
• Fundentes reductores: La fusión se lleva a cabo en dos etapas: primero la muestra
con un fundente ácido-base y después se añade el agente reductor (carburos, cianuros
alcalinos, etc.)

¿Como se lleva a cabo la fusión?


Para llevar a cabo la fusión se debe mezclar íntimamente la muestra con un exceso importante
de fundente (entre 5 y 15 veces el peso de muestra) y una vez mezclados se introducen en un
crisol adecuado (normalmente Ni, Zr o Pt) recubriendo la mezcla con un poco de fundente y
se calienta despacio la mezcla hasta una temperatura tal que se obtenga la completa fusión y
reacción entre los sólidos. La masa fundida, ya fría o en ocasiones en caliente se trata después
de separada del crisol por vía húmeda (Burriel Martí et al., 1989).

La descomposición por fusión se lleva a cabo en aquellas muestras que no pueden ser
atacadas por otros métodos (vía húmeda), los principales inconvenientes de este tratamiento

24
de muestras es la presencia de grandes cantidades de metales alcalinos que pueden producir
un efecto matriz importante en la determinación analítica y el hecho que se utilizan grandes
cantidades de reactivos, lo que además, si estos no son muy puros, es una fuente importante
de contaminación.

Alternativas a la completa disolución de las muestras

En algunos casos y para algunas técnicas es posible el análisis directo de suspensiones


(slurries) con lo que no se hace necesaria la disolución de la muestra. El análisis de
suspensiones no puede llevarse a cabo con todas las técnicas analíticas pero algunas sí lo
permiten como por ejemplo las técnicas espectroscópicas atómicas, siempre y cuando se
utilicen los nebulizadores adecuados.
Otra alternativa es el análisis de parte de la muestra, sin la necesidad de la completa
disolución de esta, sino solo una disolución parcial o extracción. En estos casos podemos
hablar de extracciones únicas, con el disolvente adecuado, o extracciones secuénciales con
distintos disolventes, normalmente desde las condiciones más suaves hasta las más drásticas.
De esta forma se puede, además, obtener información sobre la forma química en que se
encuentran los elementos constituyentes de la muestra.

Técnicas de separación y/o preconcentración

En ocasiones el tratamiento de la muestra incluye una etapa de separación de los analitos entre
si o de la matriz y/o la preconcentración de estos; para este fin se utilizan normalmente las
siguientes técnicas de extracción:
- Extracción líquido-líquido
- Extracción con fluidos supercríticos
- Extracción en fase sólida (SPE), actualmente muy utilizada.

La finalidad o finalidades que se pretenden conseguir mediante esta etapa de separación


pueden ser:

- Mejorar la sensibilidad consiguiendo la preconcentración de los analitos


- Mejorar la selectividad mediante la eliminación de las posibles interferencias.
- Eliminar los efectos de matriz.
- Favorecer la detección de los analitos en el nuevo medio.

Estas técnicas, muy utilizadas en el tratamiento de muestras para el análisis de analitos


orgánicos se describen en el siguiente apartado.

Tratamiento de la muestra para el análisis de analitos orgánicos

El objetivo de la preparación de la muestra es obtener el analito en el estado más puro posible


para proceder al análisis cromatográfico. El primer paso es la extracción que tiene como
finalidad separar la sustancia o sustancias a determinar de la matriz (sólida o líquida). Para
algunas muestras la extracción puede ser el único pretratamiento necesario antes de la
inyección en el cromatógrafo mientras que para muestras más complejas puede ser sólo un
paso de un proceso que implica varias etapas.

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Hemos de señalar que la mayoría de las técnicas analíticas aplicadas en la determinación de
compuestos orgánicos es necesario que los analitos estén en disolución. Por tanto, para
muestras sólidas se emplea un líquido (comúnmente un disolvente orgánico). En el caso de
muestras líquidas, aunque los analitos ya se encuentran en disolución, es necesario a menudo
el cambio de disolvente (por requerimiento de la técnica de determinación final a utilizar), la
preconcentración del analito o la limpieza de los extractos para eliminar posibles
interferencias.
La técnica de extracción a emplear va a depender por tanto de las características físico-
químicas de los compuestos a determinar y de las interferencias potenciales así como de la
técnica cromatográfica elegida.
A continuación se presenta una breve revisión de las principales técnicas de extracción
utilizadas en la determinación de compuestos orgánicos tanto en muestras sólidas como
acuosas.

Extracción sólido-líquido

El proceso de extracción consiste en poner en contacto una cantidad determinada de la


muestra sólida con un disolvente apropiado para disolver el compuesto a extraer. Las técnicas
más utilizadas para este fin son las siguientes:

Agitación. Es un procedimiento simple y suave en el cual se somete a agitación manual o


mecánica la mezcla de la muestra y el disolvente. La eficiencia de la agitación puede ser
mejorada considerablemente utilizando radiación de ultrasonidos. Una vez finalizado el
proceso el disolvente conteniendo el analito se separa de la matriz mediante filtración. En
general, previamente a la determinación final se evapora el disolvente para conseguir una
preconcentración del analito.

Extracción Soxhlet. En esta técnica la muestra se pone en contacto de forma continua con
disolvente “fresco” condensado procedente de un matraz de destilación. Cuando el líquido
alcanza un determinado nivel el disolvente conteniendo el analito disuelto es devuelto al
matraz de destilación mediante un sifón. Este proceso se va repitiendo hasta conseguir la
extracción completa del analito (típicamente durante un tiempo entre 12 y 24 horas). Dado
que se utiliza un volumen elevado de disolvente será necesaria la evaporación posterior del
mismo. Mediante la extracción en soxhlet se puede conseguir la recuperación de compuestos
orgánicos fuertemente unidos a la matriz, lo cual no es posible con técnicas más suaves. Sin
embargo esta técnica solamente es aplicable a analitos que resisten la temperatura de reflujo
del disolvente.

Extracción asistida por microondas. La muestra sólida se coloca en un recipiente de teflón


(normalmente cerrado) junto con el disolvente y se somete a la radiación de microondas. Se
calienta de este modo el disolvente con lo que se consigue una extracción eficaz en un tiempo
corto. Los equipos comerciales disponibles permiten un control de la temperatura, presión y
de la potencia de la radiación, que son los parámetros a optimizar.
Extracción acelerada con disolvente. Este sistema emplea disolventes a presión y temperatura
elevadas para conseguir extraer los analitos de la matriz sólida de forma muy eficaz. El
inconveniente principal es que requiere de un equipo especial diseñado para este fin.

Extracción con fluidos supercríticos (SFE)

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Un fluido está en estado supercrítico cuando la temperatura y la presión están por encima de
sus valores críticos. Los fluidos supercríticos tienen propiedades fisicoquímicas únicas que los
hacen adecuados para la extracción de compuestos orgánicos de muestras sólidas. Su
viscosidad es entre 5 y 20 veces inferior a la de los líquidos y por tanto la difusión en la
matriz sólida es más rápida y eficiente. Además la densidad suele ser entre 100 y 1000 veces
superior a la de los gases, por lo que tienen un poder solvatante más parecido a los líquidos.
El fluido supercrítico más ampliamente utilizado es el CO2 debido a que es químicamente
inerte, no tóxico, no inflamable o explosivo y su punto crítico se puede alcanzar fácilmente
(31ºC y 71.8 atm). Se puede eliminar fácilmente del extracto y no crea problemas
ambientales. Tiene carácter apolar por lo que no será adecuado para la extracción de
compuestos relativamente polares. En estos casos se ha utilizado N2O.

Extracción líquido-líquido

La extracción líquido-líquido ha sido la técnica más utilizada para la extracción y


preconcentración de analitos en muestras líquidas. En esta técnica, la muestra acuosa se agita
con un disolvente orgánico inmiscible y en el cual es soluble el contaminante orgánico de
interés. A continuación se separa la fase orgánica, y habitualmente se seca i evapora el
disolvente previamente a la inyección cromatográfica. Entre las ventajas de la extracción
líquido-líquido se encuentran su simplicidad, la gran variedad de disolventes disponibles y la
posibilidad de modificar el pH o fuerza iónica de la muestra para favorecer la extracción de
un determinado tipo de compuestos. Sin embargo presenta también inconvenientes como la
posible formación de emulsiones y el empleo de volúmenes considerables de disolventes
tóxicos y/o inflamables que hacen esté siendo desplazado por la extracción en fase sólida.

Extracción en fase vapor

Las técnicas que se cometan a continuación están indicadas para analitos que presenten una
cierta volatilidad, puesto que se basan en el reparto de los compuestos orgánicos entre la
muestra (sólida o líquida) y una fase gaseosa.
Espacio de cabeza (Head Space). La muestra se coloca en un vial que se cierra
hermèticamente con un septum de forma que se deja un espacio entre la superficie de la
muestra y el septum. Se deja equilibrar a temperatura adecuada de forma que los analitos
volátiles pasan a la fase gaseosa. Finalmente se toma una alícota de la fase gaseosa mediante
una jeringa y se inyecta en cromatógrafo.
Purga y captura (Purge and Trap). En este caso el compuesto orgánico volátil se extrae de la
muestra empleando un gas inerte que burbujea en la muestra. Los compuestos orgánicos son
retenidos en una trampa criogénica o en un material adsorbente como carbón activo o un
polímero poroso (ej. Tenax). Los analitos son desorbidos mediante un calentamiento rápido y
arrastrados al cromatógrafo de gases.

Extracción en fase sólida (SPE)

La extracción en fase sólida se basa en la retención del analito en una fase sólida y su elusión
posterior con un disolvente adecuado miscible o inmiscible en agua. Después del tratamiento
adecuado del extracto obtenido (evaporación total o parcial del disolvente, redisolución i/o
derivatización del soluto) una alícuota del mismo se inyecta en el sistema cromatográfico. La

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fase sólida adsorbente normalmente se encuentra contenida en un cartucho de polietileno o
vidrio. En primer lugar es necesario acondicionar el sorbente con un disolvente de
propiedades similares a la muestra. A continuación se pasa un determinado volumen de
muestra a través de la fase sólida, quedando los analitos retenidos en ésta. Finalmente,
después de una etapa de lavado para eliminar posibles interferencias, los analitos son eluidos
con un volumen pequeño de un disolvente adecuado.
Actualmente existen una gran variedad de fases sólidas disponibles y también es posible el
uso de un amplio rango de disolventes para la elusión. Las características de la técnica la
hacen muy conveniente para la extracción de una amplia variedad de analitos presentes en
muestras líquidas y para la purificación de los extractos obtenidos mediante las distintas
técnicas de extracción comentadas anteriormente. Una ventaja adicional es la facilidad de
acoplamiento en línea al sistema cromatofráfico.

Microextracción en fase sólida (SPME)

En esta técnica se produce la adsorción de los analitos sobre la superficie de una fibra de sílice
fundida recubierta de un sorbente. Las pequeñas dimensiones de la fibra hacen que sea posible
montarla en un dispositivo parecido a una jeringa, disponible comercialmente. La fibra esta
unida al émbolo de forma que mediante el movimiento de éste es posible retraer la fibra al
interior de la aguja o dejarla expuesta.. La extracción de los analitos se puede llevar a cabo en
el espacio de cabeza (modalidad más adecuada para analitos volátiles en muestras sólidas o
líquidas) o por inmersión de la fibra en la muestra. La desorción puede ser realizada
térmicamente en el inyector de un cromatógrafo de gases o mediante elución con disolventes
(directamente en un vial o a través de una interfase especial acoplada a un cromatógrafo de
líquidos).

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