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Etapas de la literatura griega.

A partir de esos temas de discusión, la literatura griega puede abordarse desde los siguientes
enfoques:

1- Géneros literarios: el estudio de la literatura griega desde la perspectiva de los géneros


literarios permite ubicarse en el horizonte de expectativas del poeta y su público, es decir,
lo que ambos participantes esperaban encontrar en una obra y lo que resultaba
sorprendente e innovador en caso de que no se cumplieran esas características genéricas.
Diferenciar los géneros literarios en la literatura griega requiere tener en cuenta los
siguientes aspectos:
- Lugar de creación y ejecución de las obras (en un ámbito específico, por ejemplo, un
festival, o en cualquier ocasión)
- Modo de ejecución: recitación o canto, a través de un intérprete solista o por medio
de un coro, acompañado de danza o no (entre otras posibilidades)
- Público al que estaban destinados: asistentes a un simposio (banquete), participantes
de una festividad religiosa de la polis, público en general presente en un ágora
(mercado de la polis)
- Composición en verso o en prosa
2- Épocas de la literatura griega: el estudio diacrónico de la literatura griega (su desarrollo a
través del tiempo) permite contextualizarla en relación con la historia de la comunidad en
la que la literatura se manifiesta.

Genero literarios.

Los géneros literarios que consideraremos son el género épico (ÉPICA), el género lírico (LÍRICA) y el
género dramático (DRAMÁTICA).

Poesia y prosa

Desde sus orígenes –en la última etapa de la Época Arcaica– la prosa es instrumento de
composición de discursos especializados o técnicos que también pueden considerarse géneros: el
discurso filosófico (Platón), el discurso histórico (Heródoto, Tucídides), el científico (corpus de
escritos atribuidos a Hipócrates) y, ya en época helenística, el ensayo y la novela.

La poesía, en la época en que no existe todavía la prosa, puede ser en líneas generales épica o
lírica. Está compuesta en versos.

1- Bajo el nombre de épica suele incluirse la poesía en hexámetros, tanto poemas narrativos
extensos (Ilíada, Odisea) como didáctico-morales con pasajes narrativos (Teogonía,
Trabajos y Días).
2- La poesía lírica, por su parte, suele dividirse:
a) según el metro en que está compuesta en:
 (poesía elegíaca: compuesta en dísticos elegíacos (dos versos: un hexámetro y un
pentámetro)
 poesía yámbica (compuesta en yambos) b) según el sujeto y modo de ejecución
 coral: cantada por un coro (generalmente con acompañamiento de danza)
 monódica: cantada por un solo intérprete
Sin embargo, la poesía elegíaca y la yámbica también son monodias en el sentido de
que su ejecución (verbal) la realizaba una sola persona y posiblemente hayan sido
cantadas en alguna ocasión, aunque predominara la ejecución recitativa. 3.
3- Por último, la poesía puede ser dramática, o sea, que representa la acción (drama) a través
del enfrentamiento (agón) de algunos personajes entre sí o de alguno con el coro. Esta
poesía dramática, que es yámbica en las partes recitadas y de metros variados en las
partes cantadas y danzadas por el coro, se clasifica por su contenido, personajes, lenguaje,
vestimenta (y también por el desenlace, según se acepta a partir de Aristóteles) en:
a. tragedia
b. comedia

Epocas de la literatura griega.

Podemos decir que en cada época de la literatura griega antigua llega a su punto culminante un
género literario diferente, géneros que nacen y se desarrollan por primera vez en la literatura de
Occidente. Pero ello no significa que no existan simultáneamente. Existe la lírica mientras la épica
llega a su etapa culminante con Homero.

el primer período de la literatura griega es la Época Arcaica, porque las obras literarias más
antiguas que poseemos pertenecen a esa etapa. Dentro de la época literaria llamada “arcaica” se
reconocen tres períodos:

a) el homérico,

b) el propiamente arcaico, y

c) el tardoarcaico.

Esta primera época literaria se inicia a caballo entre los siglos VIII y VII a.C. y presenta límites
confusos en cuanto a su final, en los primeros decenios del siglo V a.C., tanto en la literatura como
en el arte.

Terminado el período tardo-arcaico, comienza la llamada “época clásica” cuyo final suele colocarse
en el año 323 a.C., cuando muere Alejandro de Macedonia. La época clásica está caracterizada por
la hegemonía política y cultural de Atenas. Se reconocen dos etapas:

el siglo V, marcado en lo político por la expansión del poderío de Atenas y en lo literario, por el
predominio de la producción dramática; el siglo IV, de prevalencia cultural ateniense con
predominio de la producción en prosa. En el siglo V se inicia la Historia con Heródoto (narra las
Guerras Médicas) y Tucídides (narra la guerra del Peloponeso).

Con la muerte de Alejandro Magno se iniciaría una última etapa, cronológicamente un tanto
desmesurada, que llega hasta fines de la Antigüedad, en la que se distinguen dos períodos, el
llamado “helenístico”, y el “romano” (porque Grecia y los territorios donde se habla griego forman
parte del Imperio romano desde la batalla de Accio en 31 a.C.).

Se puede llamar “helenismo” a toda esta etapa durante la que la producción en lengua griega se
suele dividir además en dos (con un criterio histórico, pero académicamente aceptado) separando
la literatura tradicional, que empezará a llamarse “pagana” y la literatura cristiana.

1. ÉPOCA ARCAICA (SIGLO VIII -V)


- PERÍODO HOMÉRICO (Homero, Hesíodo)
- PERÍODO PROPIAMENTE ARCAICO (Arquíloco, Solón, Mimnermo, Safo, Jenófanes)
- PERÍODO TARDO-ARCAICO (Píndaro).
2. ÉPOCA CLÁSICA (principios del siglo V hasta 323 a.C.)
- SIGLO V (Sófocles, Aristófanes)
- SIGLO IV (Platón, Aristóteles, Menandro)
3. ÉPOCA HELENÍSTICA (323 a.C. –SIGLO VI d.C.)
- PERÍODO ALEJANDRINO (323 a.C.- 30 a.C., desde que muere Alejandro Magno hasta
que Roma conquista Egipto) (Calímaco, Teócrito, Apolonio de Rodas)
- PERÍODO ROMANO (30 a.C.- SIGLO VI d.C.) (Luciano, Plutarco, Marco Aurelio)

PERÍODO ARCAICO DE LA LITERATURA GRIEGA. ETAPA HOMÉRICA

ÉPICA.

Al estudiar el género épico conviene no perder de vista tres consideraciones:

1) la poesía épica (homérica) integra una tradición occidental de épica literaria que incluye a
Apolonio de Rodas (Argonáuticas), Virgilio (Eneida) y llega al Renacimiento y más allá;

2) la poesía homérica ejemplifica un tipo de narrativa oral tradicional que se encuentra en todo el
mundo, independientemente del contacto entre las culturas en que se ha originado cada una;

3) la poesía épica puede definirse en contraposición con otras formas de poesía arcaica. Esta
última nos será útil en este curso.

No sabemos cuándo comenzaron los griegos a cantar los poemas épicos porque la Ilíada y la
Odisea derivan de una tradición oral que se remonta a la Edad de Bronce (Época Micénica). Debido
a que los hombres de ese tiempo no escribieron sus poemas (época de la escritura silábica
conocida como “lineal B”), es posible conjeturar que tenían

1. cantos acerca de antiguos reyes notables, cantos que diferenciaban claramente de los
2. cantos propios del culto (rituales) o de los
3. cantos compuestos como elogios dedicados a hombres vivos.

Se acepta en general que la Época Oscura (siglos XII-VIII a.C.) fue crucial para el desarrollo de los
temas y el estilo que reconocemos en los poemas homéricos.
En el siglo VIII la versión jonia (costa oriental del Mar Egeo) de este antiguo arte se impuso a los
demás estilos como el mejor modo de cantar las hazañas de los héroes y los dioses.

Al principio, parece que el género épico no tuvo un nombre, aunque eventualmente fue llamado
épica. Cuando la tradición crítica occidental fue fundada por Platón y Aristóteles, la poesía
homérica era llamada “epopeya” (ἐποποιία) con el significado de “composición en verso” o
“composición en hexámetro”. Más adelante consideraremos la relación entre épica y tragedia, que
Aristóteles establece en su Poética.

Para ello tendremos en cuenta:

1) el contexto del canto, en qué ocasión se presenta ante el público

2) su forma

3) su contenido, es decir los temas de que habla

4) la relación entre el poeta y la audiencia

Como en cualquier sociedad compleja, la Grecia arcaica reconocía solo ciertas clases de discursos,
ritmos, melodías como apropiados para determinadas ocasiones. De allí que particulares
contextos generaran sus correspondientes tipos de canto.

Homero nos muestra que la narración propiamente dicha se inicia con una invocación a la Musa
para que “cante” (en la Ilíada) o “diga” (en la Odisea) una cierta historia. La invocación podía ser
repetida más tarde en el poema para indicar una transición a nuevos temas.

Los primeros siete versos de la Ilíada y los primeros diez de la Odisea preparan al oyente para oír
una clase de poesía que ha sido llamada por Bowra “épica heroica”. La narración refiere las
acciones de hombres y mujeres notables del pasado del pueblo en que se originó el poema.

Para un observador moderno, lo que hace a un poeta épico profesional era un largo y dedicado
aprendizaje de temas y estilo. Para Homero, son las Musas las que hacen aedos (ἀοιδοί) a algunos
cantores y garantizan con ello que su canto sea superior al que podría ofrecer un aficionado.

Estilo.

señalaremos algunos rasgos de estilo reconocible en la poesía arcaica en general y otros propios
de la poesía épica en especial.

- Estilo paratáctico: procede por acumulación de detalles, unidos por enumeración (con
o sin nexos de unión)
- Composición en escenas típicas
- Uso de lenguaje formulario 
- Extensos símiles 
- Composición en anillo: un ejemplo en los relatos de Odiseo a los feacios (cantos IX-XII):
. Libro IX: Troya. Cicones
. Desvíos. Demoras. Peligros mortales
. Nekyia ( Odiseo en las puertas del reino de los muertos)
. Desvíos. Demoras. Peligros mortales
. Libro XII: Feacios. Ítaca

HOMERO.

El peor destino que puede acontecer a un hombre en Homero es morir akleés [privado de fama],
sin dejar la historia que podría preservar su memoria en una comunidad de hombres.

A fines del siglo VIII a C. los griegos habían desarrollado una escritura alfabética mucho más
apropiada para su propio lenguaje. Sin embargo, a causa de los siglos de cultura oral precedente y
de la limitada tecnología de la escritura, la palabra hablada o cantada, continuó ocupando un lugar
privilegiado.

La actuación oral conduce al público a una respuesta total, física y emocional, así como intelectual.
La poesía recitada y/o cantada en tales circunstancias implica una relación intensamente personal
entre poeta y público.

Tres condiciones se cumplen en la poesía homérica para incluirla en la poesía oral:

1) oralidad de la composición
2) oralidad de la comunicación (performance): emisor y destinatario comparten la
corporeidad y emotividad de su presencia en un tiempo y espacio determinados y
comunes, y un grado similar de realidad y concreción
3) oralidad de la transmisión (tradición confiada a la memoria)

Implica que el poeta o los poetas que compusieron la Ilíada y la Odisea y los primeros oyentes o las
originarias audiencias de los poemas eran iletrados, no utilizaron la escritura. Homero hizo uso de
un acervo de fórmulas que se habían ido formando a lo largo de los siglos, por la labor de los
aedos o poetas que componían y cantaban esos poemas épicos. Las fórmulas son frases o
miembros de frases que se repiten adaptados al hexámetro.

El poeta oral aprende de oído a combinar expresión y contenido de su poesía: cada nombre tiene
su epíteto según el caso gramatical, su lugar en el verso y la combinación con otros elementos de
la frase.

un estudioso alemán (Arend) centraba su atención en otro fenómeno semejante: la existencia de


lo que él llamó “escenas típicas” (equivalentes a los temas de Parry). Notó que ciertas acciones o
acontecimientos son presentados mediante las mismas expresiones en un orden constante:

• la acción de lavarse y untarse el cuerpo con aceites perfumados,

• la de saciar la sed y el apetito,

• el salto a tierra de un guerrero desde su carro,


• la ruidosa caída de un guerrero en combate,

El poeta oral adapta todo ese material a su temática, a su repertorio, juega a su gusto con las
frases hechas y revela su capacidad combinando todo con mayor o menor pericia o sensibilidad.

Al mismo tiempo, las fórmulas preexistentes le sirven para crear otras nuevas sin salirse de la
pauta que marcan las antiguas. De este modo, memorizando e improvisando, el aedo canta un
cantar que antes ha oído y a la vez un cantar nuevo.

EL POETA Y SU LEYENDA

La Antigüedad creyó en la existencia de Homero. Nada se sabe sobre este autor, que no aparece
en su obra excepto en la forma de pronombre personal y nada dice sobre sí mismo. Este silencio
se explica por la ausencia de toda referencia a un auditorio preciso o a las circunstancias
particulares de la performance. La primera mención al nombre de Homero se remonta a mediados
del siglo VII a.C. (por parte de Calino) y en el último tercio del siglo VI con Jenófanes, Heráclito y
Simónides.

El origen de las biografías se remonta sin duda a los rapsodas que en sus recitaciones “cosían” y
unían versos de los cuales no eran autores. Más precisamente habrían sido los “Homéridas”, un
gremio de rapsodas establecidos en Quíos que pretendían descender de Homero y era
especialistas en la recitación de poemas épicos. Atribuirse un antepasado ilustre no era un
fenómeno raro en un gremio: los médicos de Cos remontaban su origen a Asclepio.

El nombre mismo “Homero” es problemático. Nadie lleva ese nombre antes de la época
helenística. Es claro que le fue atribuido por razones etimológicas. A continuación, ofrecemos
algunas de esas etimologías:

1. durante un tiempo, “rehén” (en griego homêros) de gente de Quíos, de los habitantes de
Colofón o del Gran Rey, o su padre habría sido entregado en cautiverio a los persas por la gente de
Chipre.

2. habría llegado a ser “ciego” (homêros en dialecto eolio, etimología que daba sustento al
argumento de que Homero era de origen eolio).

3. siendo niño, Homero habría aceptado “acompañar” (en griego homêrein) a los lidios cuando
abandonaron Esmirna, etimología que daba sustento al reclamo de Esmirna como patria de
Homero).

4. El Certamen Homeri et Hesiodi así como la mayor parte de las Vidas le dan un nombre que
subraya su relación con Esmirna y su río Meles (el más frecuente es Melesígenes pero también
Meleságoras o Melesiánax).

5. Pero el autor del Certamen lo llama también Auletes –nombre más que evocador pues significa
“el que toca el aulós, el flautista”.

Sus Genealogias.
Los antiguos hicieron también al poeta hijo de sus obras y le dieron por padre a Telémaco, hijo de
Ulises, o por padre adoptivo a Femio, el aedo de Ítaca, y por madre a la hija de Néstor, Polycasta,
que aparecía una vez en la Odisea. También crearon una genealogía que lo asocia con Hesíodo y
con otros famosos poetas míticos.

Su patria.

“Prácticamente todas las ciudades y sus habitantes reivindican el nacimiento de Homero”


(Certamen). Por esto a Homero se lo llama “hombre de muchas ciudades” (polypatris), “ciudadano
del mundo” (kosmopolytes). Cinco ciudades (Quíos, Esmirna, Colofón, Kyme, Ios) están en todas
las listas de patrias de Homero que ofrecen las Vidas. La lista se enriqueció hasta llegar a veinte en
la enciclopedia conocida como Suda. Esto refleja la extensión del helenismo a partir de las
conquistas de Alejandro y, más tarde, por el Imperio Romano.

Sin embargo, el episodio más célebre de su biografía, el certamen en que se enfrenta con Hesíodo
durante los juegos fúnebres de Anfidamante de Calcis (730 a.C.), no proviene de los poemas
homéricos.

ODISEA

En Grecia todo comienza con la epopeya, todo se inaugura con ella y permanecerá durante siglos
bajo el signo de Homero. La Odisea es un relato de viaje, tendido en su totalidad hacia el regreso,
ansioso por cerrarse.

El hecho de que Odiseo se acuerde [referencia a los compañeros que lo instan a recordar la patria
cuando está con Circe] no significa que haga un culto del pasado ni que se complazca en la
rememoración. Pretende conservar la memoria de lo que es, y en primer lugar de su nombre.

Tema de la Odisea: El regreso de Odiseo a Ítaca, tras una larga ausencia terminada la guerra de
Troya. Por ello, todo el poema está construido en relación con esa idea central. La acción de la
Odisea se desarrolla en unos cuarenta días, según la observación de Manuel Fernández Galiano

Es útil, por tanto, aun cuando pudiera parecer poco imaginativo, considerar hasta qué punto la
Odisea difiere de la Ilíada y en qué aspectos carece de su altura o la sobrepasa. La Ilíada es
inexorablemente guerrera en tono y en detalle; contiene, como vimos, importantes digresiones,
algunas de ellas con sus propias peculiaridades de lenguaje, pero el estilo en conjunto, así como el
tratamiento de las situaciones y los personajes, se mantiene severo y digno, como podría
considerarse apropiado para una época heroica y una escala heroica de valores. La Odisea, por su
parte, se refiere a una época de paz incomoda -la posguerra troyana, tesis en general admitida,
cuando algunos de los héroes de Troya acaban de llegar a casa y cuando Ulises mismo esta aun
perdido y errante

La Odisea, tal como la conocemos, presenta una estructura externa de veinticuatro cantos. En
cuanto a su estructura interna, es posible descubrir en ella distintas formas de estructurar la
narración. Vamos a considerar dos en esta clase, que permiten considerar la totalidad de la obra:
Teniendo en cuenta que los dos personajes que encarnan el modelo heroico principal en este
texto son Odiseo y su hijo Telémaco, reconocemos dos partes principales según el personaje que
se destaca en cada una:

• los primeros cuatro cantos corresponden a la llamada Telemaquia, el viaje que hace Telémaco
para buscar noticias sobre su padre. A instancias de la diosa Atenea, irá a Pilos, reino de Néstor, y a
Esparta, donde reinan Menelao y Helena. aprenderá acerca de sí mismo, pues deberá intentar ser
un hijo digno de tal padre.

• la segunda parte, a partir del canto V, nos muestra ya a Odiseo en acción continuando el
demorado regreso a la patria, desde la isla donde Calipso lo retiene hasta Ítaca. Es el regreso
propiamente dicho, que incluye dos aspectos, el regreso físico, la llegada a Ítaca, y el regreso al
derecho, es decir la recuperación de su espacio como rey de ese país.

Otra estructura reconocible en la obra se encuentra al considerar los cantos (que son 24) en
grupos de cuatro:

• 1-4: Telemaquia, muestran a Telémaco llegado a la edad en que, animado por Atenea, hace un
viaje a Pilos y Esparta. Nos introducen estos cantos en la situación de Ítaca, el comportamiento
desmesurado de los Pretendientes, la desesperación de Penélope y la necesidad imperiosa de que
Odiseo regrese a su hogar.

• 5-8: En el canto V vemos a Odiseo por primera vez en la isla de Calipso, añorando su patria.
(Recordar la asamblea de los dioses y el envío de Hermes, el mensajero de los dioses, para que
exhorte a Calipso a dejar que Odiseo continúe el regreso a su patria). Del 5 al 8 Odiseo está en la
isla de los feacios.

• 9-12: En el palacio del rey Alcínoo, Odiseo cuenta sus aventuras a los feacios desde que
abandonó Troya. Se revela ante ellos, que ya conocían su fama por el canto de los aedos. Dado
que estos tenían el poder de conferir la kleos, gloria, que los héroes querían sobre todo por ser un
modo de inmortalidad, el hecho de que el mismo Odiseo cuente sus hazañas toma un significado
muy especial.

• 13-16: En Ítaca. Comienza la segunda parte del poema. Se enlentece la acción. Atenea ayuda a
Odiseo, a quien los feacios han dejado a salvo en la costa. Lo transforma en un viejo mendigo
Odiseo se encuentra con el fiel porquerizo Eumeo, cuya lealtad comprueba. En el canto 16 se
reencuentra con Telémaco, que ha vuelto a salvo de su viaje a Esparta y Pilos. Comienzan a
planear la matanza de los Pretendientes.

• 17-20: Aumenta la tensión del relato por el inevitable castigo a los Pretendientes. Odiseo y
Telémaco van a palacio separadamente. En estos cantos se enfatiza el tema de la hospitalidad, en
este caso, la ofensa infligida a un huésped, pues en tres de los cuatro libros, Odiseo es golpeado
por los Pretendientes. El canto 17 se focaliza en la entrada de Odiseo a palacio. El 18 retrata a
Penélope y su prudente comportamiento intentando contener a los Pretendientes. El 19 vuelve a
los Pretendientes, los muestra en su ceguera de la situación, su falta de respeto, hybris. Con ello,
el castigo resulta incuestionablemente justo, la audiencia se prepara para su cumplimiento,
aunque los Pretendientes no lo sepan.

• 21-24: Tienen cuatro discretos temas: la tensión del arco (21), la matanza de los Pretendientes
(22), el encuentro de Odiseo con Penélope (23), la reunión con Laertes y la paz con las familias de
los Pretendientes muertos (24).

Hesiodo.

En el pórtico de la literatura griega se encuentra, junto al gran nombre de Homero, el de Hesíodo.


Tienen mucho en común

 son poetas narrativos

 componen sus poemas en hexámetros

 emplean un dialecto artificial muy semejante

 con abundante uso de fórmulas

Pero son muy diferentes, y ya los antiguos los contraponían. Homero es autor de poemas épicos
que cantaban la gloria de los antiguos héroes, propuestos como modelos de virtudes
aristocráticas: los nobles son su primera audiencia. Hesíodo es el cantor del trabajo y de la justicia
y pretende ofrecer una imagen del pasado desde los orígenes del mundo a la creación de las
sucesivas generaciones de dioses y de los hombres. Todo culmina en Zeus, dios justiciero que
castiga a los reyes prepotentes. Hesíodo expone sus ideas en dos poemas mucho más breves que
los homéricos: Teogonía tiene 1022 versos y Trabajos y Días, 838.

Las noticias sobre Hesíodo, en cambio, provienen de sus poemas. En su amplio Proemio de
Teogonía (1-115) nos habla de sí mismo: mientras apacentaba unas ovejas en el monte Helicón, en
Beocia (cerca de su lugar natal en Ascra), se le aparecieron las Musas danzando y le otorgaron el
don de la poesía. En los versos 650-660 de Trabajos y Días completa el cuadro diciendo que solo
una vez atravesó el mar para cantar en los Juegos Fúnebres en honor de un rey Anfidamante de
Eubea, la isla vecina de Beocia.

De aquí nace una tradición que se plasmará en un poema del siglo IV a.C., el Certamen, en que se
presenta la competencia entre Hesíodo y Homero que habría tenido lugar durante esos Juegos
Fúnebres en honor de Anfidamente de Eubea. El vencedor del Certamen es Hesíodo por su elogio
del trabajo.

Hesíodo combina su saber sobre épica con su saber sobre lírica. Es claro también que este poeta
tenía conocimiento no solo de mitos del territorio helénico sino también de tradiciones orientales
que se evidencian en su poesía.

Hesíodo nos habla también de su hermano Perses: ha habido una desavenencia entre ellos a la
hora de repartir la herencia paterna y ha existido por lo menos un pleito ganado injustamente por
Perses con la complicidad de los “reyes devoradores de regalos”, es decir los nobles de Tespias.
Trabajos y Días

La obra presenta un material heterogéneo, que llevó a los estudiosos del siglo XIX a pensar en una
fusión caótica de materiales de diversas tradiciones. Más recientemente, los estudios sobre este
poema han confirmado que se trata de una obra perfectamente coherente, cuya unidad está dada
por dos conceptos claves y recurrentes: el Trabajo y la Justicia. Zeus es el gran protagonista de
Teogonía porque a él se debe la organización del Cosmos. También en Trabajos y Días Zeus tiene
un papel preponderante porque constituye el garante de la justicia divina, la Dike (Δίκη).

MÉTRICA

El verso utilizado en la composición de los poemas épicos es el hexámetro dactílico El hexámetro


dactílico es un verso formado por seis unidades o pies métricos llamados dáctilos

Una sílaba puede ser larga:

a) por naturaleza: contiene una vocal larga ο un diptongo: Μοῦσα /Musa/

b) por posición: contiene una vocal breve seguida de dos o más consonantes ἔννεπε

En los poemas completos más antiguos que conservamos de la literatura griega, los poemas
homéricos, es posible encontrar claves sobre las nociones de mito, dike y areté. Estos conceptos,
altamente significativos en la cultura griega irán siendo abordados y reconfigurados en las
sucesivas épocas que estudiaremos en este curso.

MITO (En griego, μῦθος/mythos)

“el mito es una realidad cultural extremadamente compleja, que puede abordarse e interpretarse
en perspectivas múltiples y complementarias.” “los mitos describen las diversas, y a veces,
dramáticas, irrupciones de lo sagrado (o de lo “sobrenatural”) en el Mundo.”

A pesar de que las fuentes textuales del mito en la cultura griega pertenecen al ámbito de la
literatura, es posible vislumbrar en esos textos algunos rasgos del mito como fenómeno cultural
primordial.

En la Odisea, la irrupción de lo sagrado o lo sobrenatural se advierte ya en la invocación a la Musa


y también en las variadas intervenciones divinas a lo largo del poema.

“el mito se considera como una historia sagrada y, por lo tanto, una ‘historia verdadera’. Los mitos
fundamentan y justifican todo el comportamiento y la actividad del hombre.

Por ser una historia, tiene la forma de una narración; por ser verdadera se la considera
incuestionable. Por dar fundamento al comportamiento del hombre, el mito es paradigmático y
normativo.

En la Odisea, los narratarios primarios (oyentes del aedo que narra el poema) escuchan la mención
que Zeus hace de la historia de Orestes durante la asamblea de los dioses en el canto I y advierten
el elogio en la voz del dios cuando señala que el joven hizo justicia al dar muerte a Egisto, quien
había asesinado a Agamenón (padre de Orestes) cuando el Atrida regresó victorioso de Troya. Esa
valoración de Zeus indica al oyente que el ejemplo de Orestes es valioso y debe ser tenido en
cuenta.

EXCELENCIA (En griego, ἀρετή/areté)

Cuando Demarato -un espartano que el rey Jerjes ha elegido como consejero en la segunda
campaña contra Grecia (480 a.C.)- describe al rey persa las características del pueblo con el que va
a enfrentarse destaca dos rasgos: su pobreza y su areté .

¿Qué es la areté (ἀρετή)?

En la Ilíada, quien encarna el ideal de excelencia es Aquiles. En la Odisea, el referente de la areté


es Odiseo.

La excelencia no alude a una cualidad única sino a un conjunto de conductas que ponen de
manifiesto esa areté.

En el canto III, cuando Telémaco ha llegado a Pilos, donde reina Néstor,

La primera conducta manifiesta en esta cita es la práctica de la hospitalidad por parte de Néstor.
Ofrece comida, bebida, descanso, refugio a los recién llegados y solo comienza a averiguar sobre
su identidad, procedencia y motivos del viaje cuando han terminado de comer y beber, es decir
cuando se espera que hayan recuperado fuerzas para hablar.

La segunda conducta está ejemplificada por Telémaco, quien se dispone a responder “con gran
decisión” es decir con valentía -en este caso infundida por Atenea. El héroe debe ser valiente,
estar dispuesto a enfrentar a un enemigo en batalla, a un rival en los juegos, a un oponente en el
debate.

En esa respuesta de Telémaco podemos observar:

• la consecuencia esperada para quien alcanza la areté: al preguntar y obtener respuestas sobre su
padre, esperaba ganar él mismo “renombre favorable en las gentes”.

• la condición necesaria para aspirar a alcanzar la areté: Néstor es Neléyada “hijo de Neleo” y
Telémaco busca noticias de su propio padre “Ulises divino. Todo héroe puede dar noticia sobre su
linaje, nombrar quiénes son sus antepasados entre los cuales hay un dios. Solamente quien cuenta
con ese linaje puede aspirar a alcanzar la areté.

La areté homérica es la excelencia. Es una excelencia aristocrática porque solo es alcanzable para
aquellos que han nacido en una familia noble (aristoi, los mejores, los nobles), poseen riqueza y
poder , que resultan evidentes y contribuyen a afianzar su renombre. No nacen con areté, sino que
deben alcanzarla con esfuerzo . Tampoco la logran solos, sino con la ayuda, guía de maestros , es
decir mediante la paideia (educación).

Justicia (dike)
Dentro de la esfera semántica de la areté podemos ubicar el concepto de δίκη /dike/ “justicia”.

En Homero, esta noción parece ejemplificada en los primeros versos de la Odisea, cuando Zeus
habla de las decisiones y acciones de los hombres que llevan a castigos merecidos: Egisto y los
compañeros de Odiseo generaron su propia destrucción cuando eligieron desoír las advertencias
sobre sus acciones. La venganza es una forma lícita de justicia, como se advierte en el ejemplo de
Orestes y Egisto. Es un ejemplo de justicia retributiva.

El hombre es responsable por lo que hace, pero no es enteramente responsable; los dioses son
responsables por los actos humanos, pero no enteramente responsables. Esto produce un efecto
muy particular en la poesía homérica, una zona nebulosa que genera la sensación de que el
mundo tiene un orden predeterminado al cual el hombre debe someterse, y un orden pendiente
que paradójicamente le cabe a él mismo definir.

En otras palabras, el mortal confía en la existencia de un orden superior, la parte (Moira) que le
está destinada y que lo fuerza a vivir dentro de ciertos límites, pero eso no impide tener
conciencia de que ese orden no determina su accionar.

LA NOCIÓN DE JUSTICIA MÁS ALLÁ DE HOMERO

Destaca Rodríguez Adrados “el nacimiento del autogobierno, de la democracia en la antigua


Grecia, como un fenómeno único dentro del telón de fondo de los gobiernos autocráticos y
teocráticos del antiguo Oriente y de la misma Grecia micénica.”

Marca este autor que ese nacimiento de la democracia en la antigua Grecia, con los dos escalones
sucesivos de Solón (595 a.C.) y de Clístenes (508 a.C.) se inserta en varias coordenadas:

• en la ascensión social o la conciencia de su inferioridad económica, según los casos, de clases


que reclamaban un poder político y no se contentaban con meras reformas económicas no
acompañadas de la libertad, como las que realizaban los tiranos;

• en la literatura predemocrática, que a partir de Hesíodo proclamaba la igualdad de los hombres


libres y un sentido de justicia ;

• en la necesidad de evitar la guerra civil y reforzar la ciudad con la colaboración de todos.

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