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- LUIS DE GÓNGORA

Fue sacerdote porque la iglesia era un lugar que te aseguraba una economía y un ascenso.
Teniendo 14 años, recibió la herencia de un tío suyo y para recibirla tenía que pasar por
unas órdenes menores. A los 24 tomó las órdenes mayores y no se nombró sacerdote hasta
los 55, que es muy tarde, para acceder a una plaza de capellán real que le daba el duque
de Lerma. Su carrera eclesiástica depende únicamente de la escala social.

Tiene una biografía curiosa en cuanto a sus viajes. Su vida está dedicada a ir escalando
puestos en la iglesia y afianzando unas deudas, porque era cabeza de familia y tenía que
pagar las deudas.

Dicen que tenía un carácter mordaz y maldiciente, muy amigo del juego. Jugador
empedernido.

En la época había cierto espíritu de lucha y polémica entre Lope y Góngora. Lope el llano
y Góngora el culto. Se establece entre ellos una relación que se centra mucho en las pullas
ingeniosas. Góngora era más ingenioso que Lope, pero Quevedo todavía más, fue muy
duro.

Lo que sucede con Góngora es que teniendo una poesía tan trabaja, tan minuciosa y
perfecta, él no la pública, además, muchas veces él no disponía de sus mismas obras ya
que se iban difundiendo de forma manuscrita entre unos y otros. En vida le publican poco,
solamente 48 romances en el Romancero general de 1600 y en Flores de poetas ilustres
(1605) de Pedro Espinosa, donde le publican 37 composiciones. Hasta 1605 tenía
publicadas únicamente 85 composiciones en estas composiciones. Hasta después de su
muerte ya no se publica más.

Las Soledades causan gran revuelo, pero no había sido publicadas, sino transmitidas de
mano en mano. Empiezan a hacerse pros y contras de las soledades.

Escribe hasta 1610 sin considerarse en cuenta, a partir de ahí es cuando empieza a
centrarse en la poesía. Fue poeta ocasional, y ya era estimado como el primer poeta de
España, eso solo escribiendo ocasionalmente.

Una vez muerto Góngora, en el 27, el mismo año de su muerte, Juan López de Vicuña
publica la primera recopilación de obras suyas, Obras en verso del Homero español.
Después, en el 30, aparecen ya las Lecciones solemnes a las obras de don Luis de Góngora
y argote, Píndaro andaluz, de Joseph Pellicer de Salas. Es la primera edición con notas
explicativas de sus obras. En el 33, la edición de Gonzalo de Hozes: Todas las obras de
don Luis de Góngora en varios poemas. Después, hasta el 36 hay 4 tomos, recogiendo
más obras, la de Salzedo Coronel, que son obras bien publicadas, con sus grabados, etc.

Hasta que llegamos al gran libro de Antonio de Chacón, amigo de Góngora. Recoge sus
obras, las fecha (por su trato con Góngora) y hace un tomo dedicado al Conde-duque de
Olivares. Antonio Chacón muere en 1628. Desde la muerte de Góngora hasta la suya hizo
la edición. Este es el texto más fiable, es el que se toma como base para las ediciones
modernas.

En 1921 se hizo la primera edición seria, por Foulche-Delboch. Esta, como muchas otras,
procede del Manuscrito Chacón.

Por lo tanto vemos que Góngora había despertado tanto interés y entusiasmo que nada
más morir empezaron a publicarse sus obras, y fueron varios los autores que se dedicaron
a recogerlas.

En cuanto a su contenido sabemos que Góngora hace todo tipo de poesía.

DE UN CAMINANTE ENFERMO QUE SE ENAMORÓ DONDE FUE HOSPEDADO


(1594)

Descaminado, enfermo, peregrino,


en tenebrosa noche, con pie incierto,
la confusión pisando del desierto,
voces en vano dio, pasos sin tino.

Repetido latir, si no vecino,


distinto oyó de can siempre despierto,
y en pastoral albergue mal cubierto
piedad halló, si no halló camino.

Salió el Sol y, entre armiños escondida,


soñolienda beldad con dulce saña
salteó al no bien sano pasajero.

Pagará el hospedaje con la vida;


más le valiera errar en la montaña
que morir de la suerte que yo muero.

En cierto modo tiene una relación con las soledades, pues son un solitario que se había
ido de la corte y que tras unos años de peregrinación es víctima de un apoplejía. Aquí
también hay un peregrino. Tiene una especie de misterio en su manera de contar el caso.
Es un poema donde a primera vista no queda muy claro lo que pasa ahí, se entrevé., de
entrada hay un peregrino descamando y enfermo, con piel incierto, pisando la confusión
en tenebrosa noche. El personaje aparece como que no sabe por dónde va. Va andando y
al mismo tiempo gritando.

En las Soledades el joven ve a lo lejos la luz de una hoguera que le sirve de punto de
referencia y se encamina a ella, uno de los miedos es que algo le tapara el lugar donde
tiene que ir. En este poema es un sonido, no una luz, lo que sigue. El sonido es el ladrar
de un perro. Lo pone de esa manera, «sino vecino, distinto», porque dice que lo oye lejos,
pero que aun así se distingue bien. Un perro que siempre estaba alerta, se ve cierto
misterio. El pastor halla piedad, entra al albergue y al salir el sol aparece una «soñolienta
beldad», una pastora, que con amor, «dulce saña» (oposición). A partir de aquí morirá
por ella, se ha enamorado. Aparece al final el “yo” por lo que posiblemente toda la
composición del soneto termine siendo una confesión del yo.

Hay una explicación muy detallada por Salcedo Coronel:

Pondera D. Luis en este soneto su amorosa pasión, describiendo el suceso de que uno que,
habiendo perdido en obscura noche el camino, llegó a una cabana donde le hospedaron, y halló
una hermosa serrana, de quien se enamoró, aún no bien sano de las memorias de otro empeño.
Casi parece el mesmo argumento de la Soledades, escondiendo nuestro poeta es esta ficción el
suceso de algún amigo que, desdeñado de su dama, se ausentó, y halló en otra parte con nuevo
cuidado olvidos para el primero [...] oyó distintamente, aunque apartado, latir sin cesar un perro
siempre despierto [...] en la noche, que es cuando vela su ganado o casa [...] Y mediante haber
oído el latir del perro, llegó a un pastoral albergue mal cubierto de paja [...] Salió el sol, después
de haber descansado el pasajero, y salió entonces también escondida entre armiños; esto es,
vestida de armiños una soñolienta beldad, una hermosa pastora mal despierta, por lo dormido de
sus ojos, que salteó al pasajero, aún no bien sano de las memorias de su ingrato dueño, con dulce
saña, con dulce y honesto desdén [...] Pondera la fuerza de la vista desta pastora.

Servía en Orán al rey


un español, con dos lanzas,
y, con el alma y la vida,
a una gallarda africana,
5 tan noble como hermosa,
tan amante como amada,
con quien estaba una noche,
cuando tocaron al arma:
trecientos cenetes eran
10 de este rebato la causa,
que los rayos de la luna
descubrieron sus adargas;
las adargas avisaron
a las mudas atalayas,
15 las atalayas, los fuegos,
los fuegos, a las campanas,
y ellas, al enamorado,
que, en los brazos de su dama,
oyó el militar estruendo
20 de las trompas y las cajas.
Espuelas de honor lo pican
y freno de amor lo para:
no salir es cobardía,
ingratitud es dejalla.
25 Del cuello pendiente ella,
viéndole tomar la espada,
con lágrimas y suspiros
le dice aquestas palabras:
«Salid al campo, señor,
30 bañen mis ojos la cama,
que ella me será también,
sin vos, campo de batalla;
vestíos y salid apriesa,
que el general os aguarda:
35 yo os hago a vos mucha sobra,
y vos a él, mucha falta.
Bien podéis salir desnudo,
pues mi llanto no os ablanda,
que tenéis de acero el pecho,
40 y no habéis menester armas».
Viendo el español brïoso
cuánto le detiene y habla,
le dice así: «Mi señora,
tan dulce como enojada [...]»

Romance de tipo morisco. A finales del siglo XVI hay una moda por el romance, y el
primero es el morisco. Es un romance muy sencillo pero de una maestría muy grande.

Es uno de los mejores ejemplos de la anadiplosis de Góngora, es decir, hay toda una
secuencia de metáforas enlazadas.

Con «dueño mío» se refiere a la mujer, aunque se ponga en masculino.

Finaliza con una especie de despedida de amor:

Las venas con poca sangre, Ya le regala los ojos,


los ojos con mucha noche, 30 ya le entra, sin ver por dónde,
15 lo halló en el campo aquella una piedad mal nacida
vida y muerte de los hombres. entre dulces escorpiones;
Del palafrén se derriba, ya es herido el pedernal,
no porque al moro conoce, ya despide, el primer golpe,
sino por ver que la hierba 35 centellas de agua. ¡Oh piedad,
20 tanta sangre paga en flores. hija de padres traidores!
Límpiale el rostro, y la mano Hierbas aplica a sus llagas,
siente al Amor que se esconde que, si no sanan entonces,
tras las rosas, que la muerte en virtud de tales manos
va violando sus colores 40 lisonjean los dolores.
25 (escondióse tras las rosas, Amor le ofrece su venda,
por que labren sus arpones mas ella sus velos rompe
el diamante del Catay para ligar sus heridas;
con aquella sangre noble). los rayos del sol perdonen.

1602, el romance de Angélica y Medoro del Orlando furioso. Angélica se encuentra


herido a Medoro, del que se enamora y de ahí que Orlando se vuelva furioso. Este poema
es el momento en el que sucede esto, el encuentro. Se muestra que es muy hermosa y dura
al mismo tiempo («vida y muerte de los hombres»). Baja del palafrén porque ve sangre.
Se observa una imagen, se ha ensangrentado el verde de la hierba. Pero ese rojo sobre el
verde parece flores, por lo que hay un mito detrás, el de Adonis (amante de Venus que
muere por un jabalí, lo desangran y su sangre se convierte, es un mito femenino, las
mujeres cultivaban en la época unos jardines de Adonis y en la primavera se hacia el
entierro de Adonis, de mostraba la idea de muerte-resurrección de la tierra). Ella se
enamora, surge el amor de forma instantánea. «alcones» de amor, los de Cupido. Ella es
dura como el diamante, pero se ablanda con la sangre noble de Medoro. Ella se enamora,
siente como los escorpiones de su carácter, lo que le hace agresiva, cambian y se vuelven
dulces.

Todos sabemos que Amor se venda los ojos, pero en este momento ya no es un amor
ciego, se quita la venda para que con aquello le vandara las heridas, pero ella, en vez de
coger las vendas de amor coge sus propios velos para vendarlo. «los rayos del sol
perdonen» hace referencia al cabello rubio que se ve al quitarse el velo.

Es el mayor representante del Culteranismo (movimiento esencial del Barroco)

Se dice que hay dos épocas de Góngora, la primera en la que manifiesta la búsqueda de
belleza y en la segunda se acerca a lo humano, pero no podemos decir que hay dos épocas
porque él todo lo que compone propone la superposición de las dos tendencias, se dará
constantemente ese acercamiento a la realidad y a la belleza.

Hay dos formas poéticas muy extremas. Poemas de sencillez y transparencia y poemas
complejos. Góngora utiliza los mismos procedimientos en dos tipos distintos de poesía.

Muestra una visión pesimista de la vida. Todos se mueven por interés, no hay virtud,...
Visión jocosa y desengañada de la vida.

FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA, SOLEDADES.

Toma el tema de la Metamorfosis y lo elabora con un nuevo lenguaje. Aunque esto no se


entendía así antes, se afirmaba que esa obra no significaba nada, que era un desvarío.
Algunos decían que por su enfermedad mental hizo esta obra.

Hasta comienzos del siglo XX se tenía la obra culterana por algo que no tenía sentido,
sobre todo las Soledades.

Dámaso Alonso lo fue desentrañando. La edición de las soledades de Millé ve cómo cada
uno de los elementos utilizados por Góngora está perfectamente calculado y con un
sentido muy reflexionado.

Polifemo, es un poema en octavas reales, 63 estrofas y un total de 504 versos. Prólogo,


tres estrofas y el resto 19-20-21. La primera parte es la presentación del lugar (Sicilia) de
los personajes (Galatea y Polifemo) y de los efectos de Galatea en el lugar (todos
enamorados de ella). La segunda parte es el encuentro entre Acis y Galatea. La tercera
parte es el canto de Polifemo y la muerte de Acis.
La fugitiva Ninfa en tanto, donde Salamandria del Sol, vestido estrellas,
Hurta un laurel su tronco al Sol ardiente, Latiendo el Can del cielo estaba, cuando
Tantos jazmines cuanta yerba esconde -Polvo el cabello, húmidas centellas,
La nieve de sus miembros da una fuente. Si no ardientes aljófares, sudando.
Dulce se queja, dulce le responde Llegó Acis, y de ambas luces bellas
Un ruiseñor a otro, y dulcemente Dulce Occidente viendo al sueño blando,
Al sueño da sus ojos la armonía, Su boca dio, y sus ojos, cuanto pudo,
Por no abrasar con tres soles el día. Al sonoro cristal, al cristal mudo

Este es el momento en el que se unen. Ella sale huyendo de Polifemo. Se trata de una
composición perfecta en lo que él pretendía. Se muestran los dos personajes en el momento en
el que Acis la ve. Esa ninfa fugitiva lega a un lugar donde «Hurta un laurel», es decir, llega a la
sombra de un laurel, «tantos jazmines» es decir, se acuesta a la sombra de un laurel. Se refiere
a la blancura de su piel como jazmines y nieva que cubren la hierba. Al lado de una fuente. Al
acostarse oculta la hierba. Ella lega a la sombra, se acuesta y se duerme «tres soles del día» se
cierran los tres soles, los dos suyos y el sol. «llegó Acis» alrededor de esto viene el cuándo
cómo y porqué. Se parece al comienzo de las soledades. Estaba labrando el can del cielo la
constelación de la canícula, que es al mismo tiempo Salamandria del Sol, es decir, hay un
tópico, una creencia antigua que dice que la salamandra es el único animal que se dice que
puede vivir en el fuego, por tanto la constelación de la canícula era como una salamandra en el
sol porque podía vivir en el fuego. En ese momento hacia tanto calor que es como se estuviera
el Can en el sol. El paréntesis quiere decir que la constelación del Can, el momento de la
intensidad del verano, Acis llega sudando al encuentro. El sudor se describe mediante dos
metáforas: brilla a la luz del sol como las centellas, pero siguen siendo húmedas; también es
como pequeñas perlas ardientes. Por tanto tiene que ver con el agua, con la belleza, con el
calor,... además viene con el cabello lleno de polvo. «y de ambas luces bellas» él llega porque
tiene calor y sed, se acerca a la fuente, donde está ella. Bebía agua mientras la miraba. Se queda
mirándola dormir. En «dulce Occidente viendo al sueño blando» el Occidente es por donde se
pone el sol, al estar el sol puesto, las luces bellas están en un dulce Occidente, es un dulce sueño.

Una construcción metafórica perfecta para una fábula que era muy conocida y además Luis
Carrillo había hecho pocos años antes una obra sobre el mismo tema. Lo que hace Góngora es
mejorarla.

- SOLEDADES

Soledades es una obra muy perfecta y minuciosa.

La Soledad I de Góngora se compuso en el 13. 13-14 la mayor parte de la Soledad II y después


algunos versos que le quedan en el 19 que dejo de escribir. Porque Las soledades iban a ser 4
pero ahora están incompletas. Las soledades tienen 2107 versos. Dedicatoria: 37v. La Soledad
I tiene un total de 1091 y la Soledad II 979.

Las Soledades no tenían un hilo conductor, pero no quiere decir que la gente no lo entendiera.

Hubo polémica, se enzarzaban en cuestiones de esta composición. Entre la sintaxis y el


conocimiento metafórico de los latinistas cultos, se entendía bien la composición. Había que
leerlo y traducirlo a un lenguaje en el que se queden claras las ideas. Después hay que
reconstruirlo, una vez uno sabe a qué se refiere, tiene que volver al texto.

Primeras oraciones de la Soledad I:

Era del año la estación florida


en que el mentido robador de Europa,
media Luna las armas de su frente
y el Sol todo los rayos de su pelo,
luciente honor del cielo, 5
en campos de zafiro pace estrellas,
cuando el que ministrar podia la copa
a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
náufrago y desdeñado, sobre ausente,
lagrimosas de amor dulces querellas 10
da al mar, que condolido,
fue a las ondas, fue al viento
el mísero gemido
segundo de Arión dulce instrumento.

Nos dice que nos encontramos en la primavera. Tauro aparece en su constelación, el sol la luna
las estrellas, aparece luego un náufrago desdeñado, alguien del cual nunca sabremos el nombre.
Sabemos de él que es alguien que ha llegado a las costas de un lugar y que es un desdeñado de
amor y que es joven y guapo.

Esto es un comienzo in medias res, como las novelas bizantinas. Es una especie de comienzo
de novelas bizantinas en las que se van incorporando datos del pasado.

La obra en sí se desarrolla a lo largo de 5 días, 5 jornadas. Tres días en la soledad I y dos en la


Soledad II. Están muy bien marcados los atardeceres y los anocheceres.

Lo que se nos cuenta, lo que hay, que sostiene la historia de este muchacho es que llega al pie
de unos riscos, tiende sus ropas al sol para que se sequen.

Besa la arena, y de la rota nave


Aquella parte poca
Que le expuso en la playa dio a la roca;
Que aun se dejan las peñas
Lisonjear de agradecidas señas.

Desnudo el joven, cuanto ya el vestido


Océano ha bebido
Restituir le hace a las arenas;
Y al Sol le extiende luego,
Que, lamiéndole apenas
Su dulce lengua de templado fuego,
Lento lo embiste, y con suave estilo
La menor onda chupa al menor hilo.
Imagen del sol estupenda, lamiendo la ropa hasta que queda seca. Al fondo ve una luz a la que
se va a dirigir. Podemos ver que toda la historia está minuciosamente contada. Es muy
interesante que en el camino vieran un castillo, unas torres derruidas. Y el cazador que va con
este joven le dice:

«Aquéllas que los árboles apenas


dejan ser torres hoy - dijo el cabrero
con muestras de dolor extraordinarias -
las estrellas nocturnas luminarias 215
eran de sus almenas
cuando el que ves sayal fue limpio acero.
Yacen ahora, y sus desnudas piedras
visten piadosas yedras,
que a ruinas y a estragos 220
sabe el tiempo hacer verdes halagos.»

Es el triunfo de la naturaleza sobre lo que era firme. Como si la naturaleza conservara y


consolara al poder caído con los verdes halagos.

Después aparecen unas serranas que van bajando por el monte con sus novios y ven como otras
campesinas, que van por separado, se acaban juntando., un hombre mayor que las acompaña,
reconociendo al muchacho como cortesano, por cómo va vestido, habla con él. Le cuenta que
su hijo ha muerto en una expedición marítima y hace una crítica de la navegación, la
colonización de América,... describe el descubrimiento y los distintos viajes a América, lo hace
muy bien. Hay un conocimiento detallado y relatado muy bien. Lo enjuicia como un hecho de
una vanidad y codicia destructora. Nos da una visión de un hecho histórico desde un punto de
vista muy negativo.

Llegan al lugar donde se celebra la boda. Cuando el protagonista ve a la novia le recuerda a su


dama. Después de la boda hay competiciones de lucha, salto y carreras. Es interesante que lo
que aparece en las bodas no es una boda católica sino pagana. Paganismo quiere decir
campesino, la religión que se usa en el campo.

Una vez que se han casado, los últimos versos de la Soledad I:


Solícita Junón, Amor no omiso,
Al son de otra zampoña que conduce
Ninfas bellas y Sátiros lascivos,
Los desposados a su casa vuelven,
Que coronada luce
De estrellas fijas, de Astros fugitivos
Que en sonoroso humo se resuelven.
Llegó todo el lugar, y, despedido,
Casta Venus —que el lecho ha prevenido
De las plumas que baten más suaves
En su volante carro blancas aves—
Los novios entra en dura no estacada:
Que, siendo Amor una Deidad alada,
Bien previno la hija de la espuma
A batallas de amor campo de pluma.

Junón es la diosa del matrimonio. Está junto a cupido. Aparece el mundo clásico con las ninfas.
“astros fugitivos” son bengalas y cohetes. Cuando los caballeros van a la estacada es porque
han quedado en un momento y lugar determinado. Ir al combate en una cita fijada. El ultimo
verso es que en el colchón acaba la noche de bodas, la batalla del amor.

La Segunda parte enlaza directamente con la primera. El protagonista se va con una barca por
la rivera. Yendo de camino el protagonista tiene una especia de solilogio, recapitula su pasado
y nos habla de su amor infausto, no correspondido,...

Llegan a un islote con una ría donde vive un pescador con 6 hijas y 2 hijos. Aquí aparecen dos
personajes nuevos: Onicidas y Nicón. Se describe un fragmento de una caza y con ello terminará
la Soledad II.

Hay un lugar localizado, por Huelva, la desembocadura de Guadiana.

Lo que hay en esta obra, que es curiosa y despierta muchas preguntas. El personaje es un
personaje solitario que se ha ido de su mundo. Se llama soledades aunque en realidad está
rodeado de gente. Pero esta gente no es como él.

Es una serie de escenas de la vida natural, cabreos, serramos, campesinos, pescadores,... no


vistos directamente, sino a través de un caballero que por ser de ciudad, de la corte, lo contempla
de un modo distinto a ellos. Lo que vemos es un mundo feliz, aunque hay alguna excepción,
vemos un mundo de la naturaleza, pero con un lenguaje cultísimo. Es un contrasentido. Es un
‘yo’ que participa en un mundo del que nunca formará parte, lo va viendo pero no se puede
incorporar. El que se siente extraño en el mundo. El mundo es lo que se ve en esas comunidades,
pero él, aunque pasa por todos estos sitios, está en soledad, porque no participa de estas
comunidades.

Nos deja ver el sentido de la obra, de Góngora, el poeta, que contempla el mundo, pero no
forma parte de él.

Es una de las grandes obras de la literatura y seguramente también suma el hecho de que esté
inacabada.

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