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Tales de mileto

Narraciones Aristotélicas
Aristóteles describió a Tales de Mileto como el pionero en proponer un
elemento en específico como elemento creativo de la materia.

En otras palabras, planteó la cuestión de la naturaleza última del mundo,


concibiendo las cosas como formas cambiantes de un primer y único elemento:
el agua.

Dentro de los fundamentos que lo llevaron a sacar esta conclusión se


encuentran los siguientes:

– Todos los seres se presentan en uno de los tres estados del agua, ya sean
en su estado sólido, liquido o gaseoso. Pudiendo convertirse el agua en vapor
o en hielo y volver a su estado de liquidez.

– En el universo todo es movimiento. El agua es activa, fluye, se eleva y cae.

- Todos los seres vivos requieren de agua.

– El semen que engendra la vida es líquido, como el agua.

– Después de las lluvias, de la humedad parecen surgir ranas y gusanos.

– En los deltas, la tierra parece brotar del agua.

– Apenas se retiran las aguas del Nilo, todo reverdece.

Este planteamiento llevaría a Tales a ser uno de los filósofos de ese tiempo
que trascendieron con su pensamiento, dejando de lado aquellas explicaciones
basadas en la mitología que se caracterizaban en la época convirtiéndolas en
teorías mucho más relacionadas con la razón humana.

Tales rechazó la heterogeneidad entre la causa y su efecto, es decir, si la


realidad es de carácter físico, su causa también sería de carácter físico.

Como consecuencia de los intercambios de conocimiento que vivió, Tales


marcó la diferencia y dio paso al nacimiento de la filosofía racional. Este es uno
de los aportes que sin duda ha hecho evidente su trascendencia.
A pesar de sus grandes aportaciones, filosofía y logros, Tales de Mileto no dejó
evidencia escrita de su trabajo. Toda información que se conoce acerca de él
está basada en las escrituras de Aristóteles, especialmente en su obra
titulada Metafísica.

Discípulos
Entre sus discípulos se encontró Anaximandro, quien junto
con Anaxímenes formaron la conocida Escuela Jónica.

De este modo, Tales se convirtió en el representante del grupo de los siete


sabios de Grecia, gracias a sus desenvolturas en la práctica filosófica.

Aportes de Tales de Mileto en el campo filosófico y científico

Nacimiento de la filosofía como pensamiento científico y racional

Gracias a sus observaciones astronómicas, Tales pudo anticipar una gran


cosecha de aceitunas que lo hizo muy rico, ya que pudo hacerse de una gran
cantidad de prensas para hacer aceite.

Con estas predicciones, el objetivo de Tales fue demostrar al pueblo griego los
beneficiosos aspectos prácticos de la filosofía.
Al medir sistemáticamente todo lo que le rodeaba, intentó desobedecer las
costumbres y cuestionar las opiniones hegemónicas de la época, basadas
principalmente en la mitología.

Contribuciones a la física

Aunque hubieron varios filósofos griegos que hicieron importantes


contribuciones a la física, algunos de los primeros fueron de la ciudad de
Mileto, comenzando con las ideas de Tales.

Tales rechazó las explicaciones mitológicas para los fenómenos de la


naturaleza. Por ejemplo, postuló que la tierra plana yacía en el océano y que
los terremotos se debían a disturbios en las aguas. 

Además, Tales fue uno de los primeros en definir los principios generales de la
ciencia, al establecer hipótesis. 

Surgimiento de la teología

Tales cuestiona la tradición teogónica, cosmogónica y olímpica de la época,


provocando un gran salto de la teogonía -de carácter mitológico-, a la teología
-de naturaleza racional- sin negar la divinidad, sino poniéndola en el debate
crítico. Es en este momento cuando puede hablarse del nacimiento de la
teología.

El agua como divinidad

Junto a Anaximandro y Anaxímenes, sus discípulos, Tales es considerado uno


de los padres de la Escuela Jónica.

También fueron conocidos como los “físicos”, ya que centraron sus estudios en
determinar lo que era el “arché” o “arjé” (palabra acuñada mucho tiempo
después por Aristóteles), o principio último, la naturaleza y origen de todas las
cosas.

Buscaba algo que fuera universal y presente en todo. Este “arché” o “arjé” sería
ni más ni menos que el agua, unidad indivisible.

Fue considerado como principio elemental constituyente por ser límite, medio
de transportación y por su capacidad de transformar su estado y forma; por ser
fluida, capaz de ocupar intersticios, sutil y a la vez violenta; por cambiar, pero
también sedimentar, permanecer y generar vida.

Según Tales, entonces, todo fue agua en un principio. Es “lo divino”, entendido
no como una identidad determinada o delimitada, sino más bien como una
condición, un carácter, un “estar siendo”.

La divinidad como un todo

Se le atribuye a Tales el concepto de “Panta plere theon”, que significa “todo


está lleno de lo divino”, en un término mucho más amplio que el actual (de un
único dios).

El concepto se podría explicar de esta forma: porque existe lo divino –


entendido como algo inteligible, eterno y necesario- se puede entonces hablar
de un todo.

Para Tales, aquello que es principio, por el mismo hecho de ser primero, ya lo
hace divino. Afirma entonces que todo es divino o que “todo está lleno de
dioses”, pero no en el entendido de muchas entidades físicas, sino como un
principio que acoge a la naturaleza entera y es parte de su dinámica vital.

Descubrimientos astronómicos

Ya se ha dicho que Tales le dio mucha importancia al estudio de los astros;


investigó solsticios y equinoccios y predijo y explicó los eclipses del sol y de la
luna.

También, gracias a sus cálculos y observaciones, consideró a la luna 700


veces menor que el sol y calculó el número exacto de los días del año.

Aportaciones a la navegación

En esa época la astronomía era de esencial importancia para los navegantes,


que se guiaban en sus travesías por la constelación de la Osa Mayor.

Tales de Mileto atrajo la atención de los hombres de mar al sugerir seguir la


Osa Menor que, por ser más pequeña, podría dar mayor precisión.
Concepto de semejanza

Gracias a la observación y los cálculos, Tales introdujo el principio de relación


de semejanza entre objetos, explicado en su primer teorema. Esto permitió
avances mucho más rápidos en las matemáticas y la geometría.

Así, estableció criterios de semejanzas en triángulos, ángulos y lados que


dieron lugar a sus teoremas. Por la relación de semejanza entre los triángulos
rectángulos, y mediante la observación de la longitud de las sombras
producidas por el sol, Tales pudo calcular la altura de los objetos.

Su caso práctico más relevante fue el cálculo del tamaño de las pirámides de
Egipto: midiendo con una vara en la hora del día en que la sombra se proyecta
perpendicularmente a la base de la cara desde la cual medía, le sumó la mitad
de la longitud de una de las caras, obteniendo de esta forma la longitud total.

Fundó las matemáticas y la geometría griegas

Por ser el primero en demostrar sus teorías mediante el razonamiento lógico,


se le considera el primer matemático de la historia. Los Teorema de Tales son
fundamentales en la geometría moderna. Los más importantes son:

 Todos los triángulos con ángulos iguales son iguales y sus lados son
proporcionales entre sí.
 Si varias líneas rectas paralelas se intersectan con líneas transversales, los
segmentos que resultan serán proporcionales.

El constante estudio, observación y deducción, permitió que Tales concluyera


otros razonamientos, tan precisos que siguen siendo sólidos en nuestros días:

 En un triángulo con dos lados iguales (isósceles), también serán iguales los
ángulos de su base.
 Un círculo es bisectado por algún diámetro.
 Los ángulos entre dos líneas rectas que se cortan, son iguales.
 Todo ángulo inscrito dentro de una semicircunferencia siempre será un ángulo
recto.
 Los triángulos que tienen dos ángulos y un lado igual, son iguales.
Pensamiento

Tales de Mileto es considerado uno de los Siete Sabios de la antigua Grecia,


un grupo del siglo VII y principios del siglo VI a. C. conformado por filósofos,
estadistas y legisladores que se hicieron famosos en los siglos siguientes por
su sabiduría.

En la próspera ciudad portuaria griega de Mileto, su ciudad natal, la creencia


común era que los eventos de la naturaleza y del hombre eran planeados y
controlados por los dioses del Olimpo. una gran familia de dioses y diosas.

Además, estos seres sobrenaturales todopoderosos controlaban el destino del


hombre, y aunque los ciudadanos podían suplicarles y ofrecerles sacrificios, los
dioses eran sobrehumanos y, a menudo, vengativos.

Aún así, el mundo parecía seguir cierto orden, y todo funcionaba de acuerdo
con la voluntad de estas divinidades.

Entonces, Tales comienza a reflexionar sobre la naturaleza de las cosas del


mundo, su funcionamiento y sus causas, y a cuestionar el verdadero poder de
estos dioses para controlar el universo.

Sin embargo, ese cuestionamiento y reflexión no las hace desde el misticismo


o la excentricidad, sino desde la mente de un hombre que busca respuestas
prácticas.

Ahora bien, de acuerdo con el concepto amplio del término filosofía, esta es:
amor, estudio o búsqueda de la sabiduría, o del conocimiento de las cosas y
sus causas, ya sean teóricas o prácticas.

Por esta razón, muchos consideran que Tales de Mileto, históricamente, se


encuentra en el origen de esta disciplina.

Teoría sobre el mundo físico


La parte filosófica de la obra de Tales guarda relación con su teoría del mundo
físico; es decir, su doctrina del principio que produce las cosas y las hace
desarrollar.

De este modo, esto significó la introducción a algo realmente novedoso con


respecto a la ciencia oriental y la antigua cosmogonía.
Nueva forma de investigar

En primer lugar, esto representó un cambio en el espíritu de la investigación. La


idea de una fundación permanente y una materia que es el origen del devenir
ya estaba implícitamente presente en las cosmogonías.

Sin embargo, Tales ofrece una definición precisa: existe algo que es el principio
original de la generación de todo lo demás. Para este pensador, esta
‘naturaleza’ (physis) o principio es el agua. 

Esto es el elemento o materia imperecedera de todas las cosas, que subsiste


sin cambio bajo la diversidad y el cambio de las cualidades que lo afectan.
Luego, todo lo demás retorna a esto por corrupción.

Entonces, en lugar de explicar la diversidad de lo real por medio de


representaciones antropomórficas y conectarlo con fuerzas misteriosas, Tales
ofrece como fundamento y principio una realidad en la experiencia.

Nuevo método

Por otro lado, su método también es diferente. La leyenda cosmogónica era


una narración; mientras que Tales buscaba dar razones.

Por ello, Aristóteles describía su método como inductivo: a partir de los hechos
dados en la sensación, lo eleva a una proposición universal.

Así pues, de sus observaciones, vio que muchas cosas provenían de una
transformación del agua y luego regresaban al agua.

Entonces, extendió los resultados de esa observación, por una analogía


bastante audaz, al conjunto de las cosas.

Principio fundamental
Tales creía que el arche (principio, realidad fundamental) esencial de todas las
cosas era el agua. Arche significa tanto el punto inicial como el comienzo y la
causa originaria.

El agua es, pues, el comienzo de todo, incluidas todas las cosas no acuáticas
que existan o que hayan existido.
Pero, Tales fue más allá de simplemente ofrecer esta especie de explicación
científica. El agua parece ser la fuente de toda vida y está constantemente en
movimiento.

Y, lo que está en movimiento o causa movimiento también se entiende


comúnmente como estar vivo o tener alma (psique).

Así pues, se afirma que Tales pensaba que todas las cosas estaban hechas de
agua, están vivas y tienen alma.

Consideró los efectos del magnetismo y la electricidad estática, que hacen


mover las cosas, para demostrar que estas tienen alma (por lo tanto, tienen
vida).

Lo divino como causa de la vida


Tales pensaba que todas las cosas están llenas de dioses. Se entendía que lo
divino era el arche de todo, especialmente la causa de la vida.

Así pues, si el agua es el arche, entonces el agua es divina. De acuerdo con


esto, todas las cosas tenían vida, y nada podría llamarse propiamente
inanimado.

Además, otra implicación de lo anterior es que todo lo que en última instancia


es divino en el mundo, e incluso lo unifica, no puede emanar del Caos, como
sugerían la noción de divinidades de Homero y Hesíodo.

De este modo, la explicación del universo o cosmos es simultáneamente una


explicación de la vida y la divinidad.

En resumen, las partes del mundo conocido, el físico y el sagrado- no estaban


separados en distintos compartimentos, sino que todos podían entenderse
juntos en una especie de unidad.

Vivió y murió en Mileto, polis griega de la costa jonia (hoy en Turquía). En la


antigüedad se le consideraba uno de los Siete Sabios de Grecia. No se conserva
ningún texto suyo y es probable que no dejara ningún escrito a su muerte.
Desde el siglo V a. C.. se le atribuyen importantes aportaciones en el terreno de
la filosofía, la matemática, la astronomía, la física, etc; así como un activo papel
como legislador en su ciudad natal.
A menudo Tales es considerado el iniciador de la especulación científica y
filosófica griega y occidental,[2][3][4] aunque su figura y aportaciones están
rodeadas de grandes incertidumbres.

Biografía

Los datos biográficos de Tales de Mileto son una mezcla de opiniones, hechos
atribuidos a su persona, y citas con mayor o menor grado de verosimilitud, recogidas de
diversos autores de épocas bastante posteriores, reinterpretados y expuestos a la luz de
la mentalidad del narrador.

Mileto, la ciudad de la Jonia griega se encuentra hoy en las costas de la actual Turquía.

Tales de Mileto nació en la ciudad de Mileto(griego: Μίλητος, turco: Milet) c. 624 a. C.,


una antigua ciudad en la costa occidental de Asia Menor (en lo que actualmente es
la provincia de Aydin en Turquía), cerca de la desembocadura del río Menderes. La
mayoría de los historiadores lo presentan como genuino milesio (aunque,
según Diógenes Laercio, doxógrafo griego, fue admitido en la ciudad jonia de Mileto, a
orillas del mar Egeo, después de ser expulsado de Fenicia junto con Nileo). Al margen
de si nació o no en Mileto, está claro que residió en aquella ciudad y que fue allí donde
desarrolló su filosofía, sus investigaciones científicas y sus intervenciones políticas.
Era hijo de Euxamias (o Examio) y de Cleobulinas (o Cleóbula), ambos oriundos de
Fenicia y descendientes de Cadmo y Agenor.[5] Puesto que los jonios comerciaban
frecuentemente con Egipto y Babilonia, es probable que Tales visitara Egipto en alguna
etapa de su vida, y allí podría, por un lado, haber recibido enseñanzas de los sacerdotes,
quienes registraban con mucho celo todo evento astronómico o meteorológico
excepcional por motivos religiosos y que poseían, por consiguiente, copiosa
información al respecto; y, por el otro, haber adquirido conocimientos matemáticos, que
los egipcios habían desarrollado a un nivel práctico con el fin de medir y delimitar las
parcelas de tierra cuyos límites solían borrarse con las continuas crecidas del río Nilo.
Podrían haber sido condiscípulos suyos Solóny Ferécides de Siros. Además, una fuente
lo vincula con Pitágoras, a quien habría recomendado viajar a Egipto y educarse con los
sacerdotes de Menfis y Dióspolis. Sin embargo, estos datos en absoluto son confiables,
puesto que provienen de fuentes muy alejadas de la época de Tales. De los babilonios
pudo también haber obtenido conocimientos científicos. Sí es más seguro que el
filósofo Anaximandro haya sido su discípulo, así como Anaxímenes el de este.
Tanto Heródoto (I, 170) como Diógenes Laercio (I, 25) lo señalan como un sabio
consejero político de jonios y lidios.
Entre las anécdotas que de Tales se cuentan, relata Heródoto (I, 75) que logró desviar el
río Halys para que fuera cruzado por el ejército de Creso (Heródoto mismo descree de
esto, pero modernos especialistas no descartan por completo su veracidad). Aristóteles,
por su parte, cuenta en su Política (I, 11, 1259a) cómo una vez que, habiéndosele
reprochado su pobreza y su falta de preocupación por los asuntos materiales, y luego de
haber previsto, gracias a sus conocimientos astronómicos, que habría una próspera
cosecha de aceitunas la siguiente temporada, compró durante el invierno todas las
prensas de aceite de Mileto y Quíos y las alquiló al llegar la época de la recolección,
acumulando una gran fortuna y mostrando así que los filósofos pueden ser ricos si lo
desean, pero que su ambición es bien distinta. Quizás la anécdota más conocida de Tales
es aquella que nos refiere Heródoto: que predijo a los jonios el año en que sucedería
un eclipse solar (lo que desde 2005 se sabe que fue por el conocimiento de un ciclo de
eclipses babilónico), hacia el año 585 a. C. El eclipse ocurrió, en efecto, en medio de
una batalla, lo que llevó a los contendientes a detenerse y a avanzar un acuerdo de paz,
por temor de que el evento fuera una advertencia divina.
También es muy conocido lo que cuenta Platón, por boca de Sócrates, en su
diálogo Teeteto (174 A): que, al caer Tales en un pozo por ir mirando el movimiento de
las estrellas, una campesina tracia se reía mientras el filósofo se excusaba diciendo «que
tenía ansias de conocer las cosas del cielo pero que lo que estaba... justo a sus pies se le
escapaba»[6]
Apolodoro, en sus Crónicas, afirma que murió a la edad de setenta y ocho
años; Sosícrates, que murió en la olimpiada LVIII, a la edad de noventa años.[7] Otra
fecha en la que se afirma que murió se da en el año 585 a. C.,[8] aunque actualmente se
acepta que murió cerca del año 546 a. C.

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