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El PAPEL DEL NARCOTRÁFICO EN EL CONFLICTO ARMADO

NO HUBO TIEMPO PARA LA TRISTEZA


Gonzalo Sanchez
Fecha de publicación:27 de Noviembre 2013
Centro de Memoria Histórica

El único país en Latinoamérica que ha logrado mantener una guerra durante tanto
tiempo ha sido Colombia, cuán grande será su riqueza, que ha permitido prolongar esta
guerra durante más de 50 años, aquel conflicto que no comienza de un simple hecho, sino que
se ha construido en un largo tiempo y ha tenido distintos detonantes; es decir que la guerra en
Colombia se ha configurado a partir de múltiples luchas a lo largo del siglo XX, dejando una
huella histórica de las peores atrocidades que se han visto en el planeta. Ahora bien, esta
barbarie ha tenido su punto más alto durante las décadas de los 80 y 90, la cuales han
marcado la historia de los colombianos.
Por tal motivo, es fundamental reflexionar sobre las dinámicas del conflicto armado,
en relación al motor que mantuvo en pie esta cruda guerra durante este periodo; lo que lleva
a plantear la siguiente pregunta ​¿Cuál ha sido el fenómeno que permitió a Colombia
mantener una guerra durante más de medio siglo? A partir de la investigación
realizada por el ​ Centro de Memoria Histórica, sobre el conflicto armado en Colombia, y
que fue base para la elaboración del documental; “NO HUBO TIEMPO PARA LA
TRISTEZA” es posible analizar el conflicto, centrando la atención en lo que se convirtió en
la columna vertebral de un conflicto que parece interminable en Colombia.

Para ilustrar mejor se puede mencionar que durante la década de los 90 el país vivió
las peores consecuencias de la guerra, con torturas, desapariciones forzadas, empalamiento y
violaciones de mujeres, descuartizamientos, atentados con bombas que llegaron hasta las
grandes ciudades, como es el caso de Cali y Bogotá, secuestros con fines de lucro,
asesinatos indiscriminados, y hasta el reclutamiento a la fuerza de niños y jóvenes en las filas
de la guerrilla y las filas de los paramilitares; esta diversificación de la violencia se debió a la
duración del conflicto.
Indiscutiblemente, una de las causas del desarrollado del conflicto armado en el
campo; era el interés de estos grupos armados por obtener las tierras que se utilizaban en la
producción agrícola, para sustituir estos cultivos por sembradíos de amapola necesarios para
la producción de coca, como resultado los campesinos de diferentes zonas del país se vieron
forzados de manera violenta a abandonar las tierras en donde habían nacido, generando así
un agudo problema agrario y social en todo el territorio nacional.
Ahora bien, se debe resaltar que la lucha armada no era solo en contra de la
población civil, sino que los grupos violentos se disputaban entre sí las tierras que antes
pertenecían a campesinos honrados. Estos hechos, dieron lugar a fuegos cruzados en donde
la población civil siempre estaba en el medio, según el Centro de Memoria Histórica, algunos
de los territorios más afectados por estos episodios sangrientos fueron; San Carlos en
Antioquia, en donde se dio lugar al encuentro entre los bandos terroristas, sitio en el que la
violación de los derechos humanos eran el pan de cada día; los habitantes de Bojayá en
Chocó sufrieron la barbarie que dejó una herida colectiva cuando ocurrió la masacre en la
iglesia del pueblo, donde murieron más de 200 personas, también se menciona la Chorrera
amazonas, y la comuna 13 de Medellín, por mencionar algunos.

Sin embargo no solo se trataba de la producción de coca, ya que este hecho por sí
solo no explicaba aquellas formas de violencia tan crudas y exacerbadas; por lo tanto, hay
que aclarar cuál fue el motor económico que produjo dicho auge del conflicto. Para ser más
específicos, es útil recordar que durante la década de los 80, el tráfico internacional de
drogas ilícitas en Colombia superó en número las exportaciones de los principales productos
característicos del país, motivo por el cual se obtuvo el título de líderes en exportación de
drogas ilícitas en el mundo, como bien lo explica el historiador David Bushnell.

“Durante el decenio de 1980 Colombia cobró renombre mundial debido a la


producción y exportación de drogas prohibidas, el fenómeno dio origen a numerosos
informes exagerados sobre la importancia de la droga para la economía Colombiana y
sus ramificaciones políticas y sociales. En todas partes se oía o se leía que la cocaína
había desplazado al café como primer rubro de exportación y que los narcotraficantes
controlaban todo el país.” (Bushnell, 1994, pág. 352)
Se puede decir que el crecimiento de exportaciones de drogas en el país abrió una
oportunidad económica grandísima para subsidiar la guerra, oportunidad que los grupos
armados no dudaron en aprovechar, esta situación, permeo todas las esferas de la sociedad
Colombiana; por un lado, la política tuvo alianzas con grupos al margen de la ley para
financiación de campañas; las fuerzas militares involucrándose en hechos de desaparición
forzada y asesinatos en forma indiscriminada; algunos sectores de la sociedad civil fueron
influenciados puesto que se disparó la cultura del dinero fácil dentro del mismo.
De acuerdo con lo anterior, se podría decir que para los colombianos en aquel
entonces la paz era como una idea Macondiana, digna de la fantasía de Márquez, que solo
se podía concebir en la mente de unos cuantos soñadores que aún no habían perdido la
esperanza o que no eran los directos afectados de una situación tan triste y deplorable. En
concreto, los más desesperanzados eran los campesinos que se veían despojados de sus
tierras para luego verlas convertidas en cultivos de amapola, eso en el caso de los que
valientemente se quedaban y no salían corriendo a otros lugares para proteger sus vidas.

En conclusión se debe resaltar la función del narcotráfico en el desarrollo de esta


guerra que han sufrido varias generaciones, y que hoy por hoy no es un asunto de poca
relevancia; ya que sigue ocupando un lugar importante en la sociedad Colombiana, situación
que se evidencia en los aeropuertos de varios países y también en los de Colombia, en donde
se ha intensificado los controles de salida y entrada. No obstante, se siguen filtrando casos
de personas que son utilizadas de varias maneras para el envío de droga a los diferentes
destinos internacionales.

Referencias
David Bushnell, Colombia una nación a pesar de sí misma, de los tiempos precolombinos a
nuestros días, Editorial Planeta Colombiana S. A., 1994

Estructura Encabezado: incluye los datos de información del texto comentado, de la


siguiente manera: Título del texto No debe ser confundido con el resumen ni con la reseña.
Se puede centrar en un solo aspecto del texto a comentar. Se escribe en tercera persona. Es
un texto que puede ajustarse a cualquier evento comunicativo (un artículo de opinión, una
película, un libro, un ensayo, entre otros). Se recomienda para estudiantes que están cursando
los primeros semestres de su proceso académico. Material diseñado y elaborado por los
docentes del Departamento de Lectura y Escritura Académicas, Universidad Sergio Arboleda.
2 Autor Fecha de publicación Editorial Número de páginas (opcional) Introducción:
contiene la información básica para contextualizar al lector sobre el texto a comentar. En
ningún caso debe ser más extensa que la explicación. Por lo tanto, se debe tener en cuenta: El
tipo de texto: género o disciplina, intención u objetivo El tema general del texto comentado
de manera breve, explícita y práctica. El planteamiento central del comentario. La
formulación de un interrogante, ya que este puede abrir la mente de los lectores y captar su
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argumentada. Es la parte más importante del comentario porque: Confronta los
conocimientos, ideas y opiniones propias con lo expresado en el texto. Contiene
explicaciones breves, pero completas de todos los hechos a los que el documento hace
alusión. Presenta el análisis personal y el juicio crítico sobre el contenido, orientándose con
algunos interrogantes tales como, qué dice el autor, cómo lo dice, qué recursos emplea y cuál
es su propósito, entre otros. Los aspectos anteriores deben justificarse con argumentos que
incluyan ejemplos o referencias concretas, claras y pertinentes del texto, mediante citas
textuales o paráfrasis. Conclusiones: se cierra con una idea global que sintetiza o condensa lo
planteado por el autor y es producto de la reflexión, el análisis y la postura crítica personal de
quien hace el comentario. Debe existir coherencia con lo manifestado en la introducción.
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de puntuación y recursos de sustitución para evitar la repetición de palabras. (pronombres,
sinónimos, entre otros)

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