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MEDIDAS DE AHORRO ENERGÉTICO EN EL SISTEMA DE AIRE

ACONDICIONADO
El aire acondicionado es un proceso que calienta, enfría, limpia, circula el aire y
controla su humedad respecto a una base continua y en localidades donde se
presentan climas desde templados hasta extremos, así como en una buena parte
de las instalaciones, el aire acondicionado puede llegar a representar entre un 50
y 60% en el consumo de electricidad, de ahí el gran interés de abatir costos por
este concepto, lo cual se puede lograr implementando estas sencillas medidas.
1. Rendimiento del equipo.
En el aire acondicionado es común referirse al rendimiento del equipo en
términos de la cantidad de BTU’s por watt que es capaz de entregar. A este
parámetro se le conoce como Eficiencia Energética de Refrigeración (EER =
BTU/W).
En la selección del equipo de aire acondicionado es muy importante hacerlo en
términos del mayor rendimiento que los requerimientos permitan.
2. Refrigerante.
A lo largo de la historia del aire acondicionado se han desarrollado una gran
cantidad de refrigerantes, cada uno de ellos con diferentes características, sin
embargo, a partir de los problemas detectados en la capa de ozono por la
utilización de gases “Freon” como refrigerante, los desarrolladores han sacado
al mercado refrigerantes cuyo impacto ambiental sea menos dañino. En
algunos casos, particularmente con algunos refrigerantes hidrocarbonatados,
además de no ocasionar daños ambientales, se tiene la particularidad de tener
un efecto de refrigeración mayor, por lo que el consumo de energía en los
equipos que utilizan este tipo de refrigerante es menos que en aquellos que
usan Freones.
Hoy en día, una alternativa de ahorro de energía altamente rentable en la
utilización de aire acondicionado, es la sustitución del refrigerante Freon 22 por
HC-22, con la particularidad de que no se necesita realizar ninguna
modificación a los sistemas para hacer la sustitución.
3. La Carga Térmica.
La carga térmica a acondicionar está basada en tres conceptos.
a) Las cargas eléctricas. Este tipo de cargas generan una considerable
cantidad de calor, la más importante es la iluminación, por lo que
implementar medidas de ahorro en iluminación, redundarán en una
disminución de la carga térmica del área que se transformarán de
manera directa en ahorros de energía eléctrica en el sistema de aire
acondicionado.
b) Radiación Solar. Una importante cantidad de calor penetra a los
lugares. Debido a que esta carga es muy grande, se recomienda
evitar que los rayos solares penetren en las áreas acondicionadas,
ya sea a través de efectuar modificaciones al diseño arquitectónico,
la instalación de vidrios con características reflejantes para la
radiación solar, así como la instalación de cortinas; son las
principales estrategias de ahorro de energía. La intensidad de la
radiación solar depende de la zona geográfica en la que se
encuentre el área acondicionada. En el territorio nacional, esta puede
andar en promedio; durante las horas de insolación, entre 250 y 500
W/m2.
c) Ganancias de calor por elementos arquitectónicos. Se refiere a la
cantidad de calor que entra a través de paredes, puertas, ventanas,
techos, etc. Se tienen dos formas de ganancia o pérdidas de calor a
través de las paredes y estructuras del edificio: primero, por
transmisión a través de la pared de un lado hacia el otro, y, segundo,
por fugas de aire caliente o frío que está dentro de la zona, así para
que la transferencia de calor sea reducida, la cantidad de aislamiento
en las paredes del local debe mejorarse o hay que dejar espacios de
aire entre las paredes y entre los techos y cielos falsos. Las fugas de
aire pueden reducirse usando ventanas y puertas dobles o por algún
otro medio, para reducir el flujo de aire a través de las rejillas.
Normalmente, los materiales de construcción como ladrillos, yeso y
mortero cuentan con resistencia media, mientras que los que ofrecen
resistencia alta son los aislantes térmicos específicos como lanas
minerales, espumas plásticas, aislantes celulósicos, entre otros.

4. El aceite lubricante.
En la mayoría de las máquinas de aire acondicionado, este aceite circula
por el mismo circuito de refrigeración. El refrigerante va arrastrando al
lubricante por todo el circuito. Esta situación ocasiona que, en lugares de
baja turbulencia del refrigerante, el aceite se acumule y forme una gruesa
capa en el interior de la tubería. El problema es que el aceite es un bajo
conductor del calor y cuando éste se acumula en el evaporador, dificulta la
transferencia de calor y provoca una caída de eficiencia en la máquina y por
consiguiente un incremento en el consumo de energía.
Una buena alternativa de ahorro de energía consiste en instalar
turbuladores antes del evaporador, de manera que se incremente la
turbulencia del refrigerante, se mejora el arrastre del aceite lubricante,
mejora la transferencia de calor en el evaporador y se mejora la eficiencia
del ciclo logrando con ello un importante ahorro de energía.
5. Pruebas de desempeño
Muchos de los problemas en la infraestructura se deben a una mala
ejecución al instalar el sistema. Para prevenir dificultades futuras y
asegurarse del adecuado funcionamiento del sistema, puede
implementarse un proceso de pruebas de desempeño.

Esta metodología se divide en dos etapas:


a) Primero. Verificar que las instalaciones estén de manera adecuada:
soportes, ductos, tuberías, difusores.
Contar con la documentación necesaria para poder comparar los
resultados: reportes de pruebas de fábrica, de arranque, balanceo de
aire y agua, garantía, entre otros.
b) Segundo. Seguir el protocolo para poner a prueba el desempeño por
equipo y sistema simulando diferentes escenarios.

6. Eficiencia energética.
Dentro de lo posible, es necesario escoger los equipos con mejor eficiencia.
Aunque el precio inicial sea alto, los periodos de inversión serán cortos.
La eficiencia energética engloba las acciones de mejoramiento para
minimizar el consumo de energía, y mantener o mejorar las prestaciones de
servicio y calidad. Para su registro y control se utilizan indicadores de
consumo de energía que miden qué tan bien se está aprovechando la
energía disponible. Un indicador de eficiencia energética se define como la
razón entre un servicio, función o valor entregado, y la energía convertida
para proveerlo.

7. Operación y mantenimiento periódico


La operación y el mantenimiento constante de los equipos de aire
acondicionado representan uno de los costos energéticos más altos para
las empresas de cualquier tipo, pero es fundamental para asegurar la
comodidad de los empleados, la productividad del negocio y la calidad del
producto.
El aire acondicionado puede llegar a representar entre un 50 y 60% en el consumo
de electricidad, de ahí el gran interés de abatir costos por este concepto, lo cual se
puede lograr implementando estas sencillas medidas.

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