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Ser autónomo conlleva muchas obligaciones, pero en el cumplimiento de estas
obligaciones la Administración aplica incentivos legales que las hacen más
llevaderas. En esta guía sobre los gastos deducibles en el IRPF del autónomo
vamos a centrarnos en estas deducciones como una de las opciones legales de
ahorro a la hora de pagar el IRPF, bien con el modelo 130 de pago fraccionado,
bien mediante la declaración de la Renta.
En esta guía vamos a darte respuesta a preguntas como qué es una deducción
fiscal, qué deducciones van a estar en el punto de mira de Hacienda o qué
documentación debes conservar.
¡Comenzamos!
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1. Deducción fiscal: concepto
A la hora de establecer una relación con Hacienda es fundamental tener claros
los conceptos. No hace falta ser un gurú de la fiscalidad, para eso ya están los
asesores fiscales, pero sí conviene dominar básicamente los beneficios
fiscales para cumplir con el pago de impuestos derivados de los rendimientos
de tu actividad económica. Porque de eso se trata cuando hablamos de
deducción fiscal, de beneficio o incentivo en la actividad económica, conforme
a lo regulado en la Ley General Tributaria.
En el caso concreto del Impuesto de la Renta de Personas Físicas (IRPF), este
beneficio fiscal llega a los autónomos a través de los gastos derivados de su
actividad económica minorando el resultado de los rendimientos que,
recordemos, se calcula bajo la sencilla fórmula: ingresos - gastos.
Debes saber que la deducción de gastos aplica sobre el IRPF, el Impuesto
sobre Sociedades y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), aunque esta guía
rápida se ciña a los gastos deducibles en el IRPF del autónomo.
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3. Gastos deducibles en el IRPF del
autónomo
Como ya has podido comprobar, a la hora de calcular el rendimiento neto de tu
actividad económica podrás desgravarte los gastos claramente relacionados
con su desarrollo siempre que seas autónomo en estimación directa. Ahora
bien, ¿a qué gastos concretos nos referimos?
La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre
Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio, establece
una serie de gastos deducibles distinguiendo por tipo de fuente de renta que
determina el rendimiento neto del trabajo personal, del capital mobiliario o de
la actividad económica.
Los gastos deducibles a la hora de calcular el rendimiento neto de la
actividad económica son los propios del Impuesto sobre Sociedades.
● Compras de mercaderías
Consumos de explotación ● Materias primas y auxiliares
● Combustibles
● Material de oficina
● Pagos de sueldos
Sueldos y salarios ● Pagas extraordinarias
● Dietas
● Retribuciones en especie
● Indemnizaciones
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● Cotizaciones de los trabajadores
Cotización a la Seguridad Social ● Cotización del titular (cuota de
autónomos)
● Intereses de préstamos y
Gastos financieros créditos
● Recargos e intereses de demora
por aplazamiento de pago de
deudas
● alquileres
Arrendamientos y cánones ● cánones
● asistencia técnica
● cuotas de leasing que no sean de
activos no amortizables
● Gastos de mantenimiento
Reparaciones y conservación ● Repuestos y adaptación de
bienes materiales
● Honorarios de economistas,
Servicios profesionales abogados, auditores, notarios,
así como las comisiones de
agentes comerciales o
mediadores independientes.
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● Seguro de enfermedad (propio y
Primas y seguros familiares menores de 25 años).
Límite entre 500 y 1.500 euros.
Además, debe saber que Hacienda permite la deducción del rendimiento neto
en un 5% de gastos de difícil justificación, con importe máximo de 2.000
euros, en el modelo 130 o directamente en la declaración de la Renta de los
autónomos que tributan por el régimen de estimación directa. El importe ha de
coincidir perfectamente con la diferencia entre el importe total de ingresos y
gastos, es decir, no se puede imputar una cuantía distinta o la totalidad de los
2.000 euros.
4. Gastos deducibles en el IRPF del
autónomo
Existen una serie de gastos muy habituales entre los trabajadores autónomos
en los que es realmente complejo demostrar su afectación a la actividad,
motivo suficiente para hacer saltar las alarmas de Hacienda y poner en un
aprieto al autónomo que se lo ha deducido en sus declaraciones sin estar lo
suficientemente claro. De hecho, la deducción indebida de gastos es uno de
los motivos por los que Hacienda puede iniciar un procedimiento de
comprobación. Por tanto, no te la juegues y consulta previamente con tu
asesoría fiscal la conveniencia de esta deducción.
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Pero ¿la deducción de qué gastos pueden ponerte en un aprieto con Hacienda?
Suministros de la vivienda afecta a la actividad
La Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo
permite el 30% de deducción de los suministros de agua, luz, etc., de la
parte proporcional de la vivienda destinada a la actividad. Aplicar esta
deducción no siempre es tarea sencilla ya que exige que la vivienda figure en el
modelo 036 o 037 de Hacienda como afecta a la actividad (exactamente, como
“lugar de realización de la actividad”). Además, no todos los espacios
domésticos son susceptibles de estar afectos a la actividad económica sino
que exigen una serie de requisitos que en este artículo sobre la afectación
parcial de la vivienda a la actividad económica te especificamos.
Gastos de dietas
La Ley anterior también permite la deducción de las comidas que en el
desarrollo de tu actividad económica realices fuera de tu domicilio. Pero de la
teoría a la práctica hay un mundo ya que la propia naturaleza del gasto dificulta
el reconocimiento de la afectación a la actividad económica.
Además, son varios los requisitos que debes cumplir para justificar esto
último. Por ejemplo, que el pago sea telemático o que la comida se realice
en establecimiento de restauración y hostelería emplazados fuera del
domicilio fiscal del centro de trabajo.
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Llegados a este punto, hay que diferenciar entre gastos en comidas con
clientes o proveedores y las dietas del autónomo.
Las comidas con clientes o proveedores serán deducibles íntegramente siempre que
se tenga factura y se pueda demostrar que realmente se han producido. Conviene que
anotes siempre en el dorso de la factura con quién tuviste la comida y guardes los emails
donde se acordó la reunión, como prueba de que realmente estas tuvieron lugar.
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Gastos del vehículo
Si hay gastos en los que resulta muy difícil demostrar su afectación a la
actividad económica esos son los gastos del vehículo. Por este motivo, a
efectos del IRPF solo podrás deducirte los gastos de vehículo afectos al 100%
a la actividad económica. A efectos prácticos solo si eres autónomo dedicado a
actividades de transporte de viajeros, mercancías, enseñanza de conductores
o actividades comerciales podrán aplicar la deducción de los gastos del
vehículo. En concreto, los gastos de adquisición, de combustible, de
reparaciones y revisiones (ITV), de peajes y servicios de aparcamiento.
Hacienda es muy estricta con este tipo de gastos y si decides incluirlos, puede
que tengas que demostrar la utilización efectiva y exclusiva del vehículo en la
actividad.
¿Cómo lo puedes demostrar?
Puede que, incluso aportando todas estas pruebas, Hacienda no admita la
deducibilidad de estos gastos.
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Debes tener muy presente que tampoco será deducible en el IRPF cualquier
otro gasto que no esté claramente relacionado con tu actividad y que, ante una
comprobación de Hacienda, tengas dificultades para probar que está afecto a
la misma y que, por tanto, corresponde la deducibilidad.
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