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LECCIÓN 1 de 2

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Utilizar términos consistentes y con un único significado para ellos

Ello significa que debemos utilizar un solo conjunto de términos para cada idea, para que no se contradigan o tengan
significados diferentes además de perder la conexión entre premisas y conclusión. Si atribuimos un único significado para
cada término, evitaremos la falacia de ambigüedad que luego desarrollaremos. Por ejemplo:

El fin de una cosa es su perfección

La muerte es el fin de la vida

La muerte es la perfección de la vida

En este caso se evidencia que el término “fin” está utilizado de manera distinta en las premisas del razonamiento.

Síntesis conceptual

Dar un argumento significa ofrecer un conjunto de razones o pruebas que apoyan a una conclusión, no
significa simplemente la afirmación de ciertas opiniones, sino como intentos de apoyar ciertas opiniones con
razones; tienen un el carácter esencial. Un buen argumento es una posibilidad óptima de encontrar pruebas y
razones, para que otras personas puedan formarse sus propias opiniones por sí mismas.

Para poder escribir un buen ensayo basado en argumentos debemos usar razones tanto como medio para
indagar, como para explicar y defender las propias conclusiones. Resulta necesario examinar los argumentos
contrincantes y luego escribir el ensayo mismo con un argumento defendiendo los puntos de vista propios
como argumentos y valorando críticamente los postulados por la parte contraria.

Reglas generales:

Distinguir entre premisas y conclusión.

Atender a la existencia de las premisas implícitas, llamadas entimemas.

Presentar las ideas en orden natural.

Partir de premisas fiables.

Usar un lenguaje concreto evitando términos abstractos o vagos.

Evitar usar un lenguaje emotivo.

Usar términos consistentes y con un único significado para ellos, con lo que se evita la falacia de ambigüedad.

Argumentos deductivos y no deductivos1

[1] Copi, Irving. Introducción a la lógica. Eudeba, Buenos Aires, 1994. Pág.25 a 28

Los argumentos deductivos



Son los que pretenden que sus premisas ofrezcan fundamentos concluyentes, la verdad de sus premisas, son prueba
suficiente para garantizar la verdad de sus conclusiones, ellas se encuentran lógicamente implicadas por las premisas. La
relación de deductibilidad es una relación de tipo lógico que no depende del contenido informativo de las proposiciones sino
de la forma lógica. Veamos un ejemplo:

Si hoy es lunes, entonces mañana es martes


Hoy es lunes
Por lo tanto, mañana es martes

La primera proposición es un enunciado condicional o hipotético en donde encontramos la un antecedente y un consecuente


(si p entonces q). Él nos ofrecerá certeza si las premisas son verdaderas:

Si hoy es lunes, entonces mañana es miércoles


Hoy es lunes
Por lo tanto, mañana es miércoles

En este caso tenemos un procedimiento válido pero la conclusión es falsa debido a que la primera premisa es falsa. En la
vida real rara vez son ciertas, razón por la cual debemos tomar con cuidado este tipo de silogismos, ellos nos ofrecen una
forma adecuada de organizar argumentos pero deben ser controlados con precisión.

Los razonamientos inductivos



No nos ofrecen fundamentos concluyentes para asegurar la verdad de la conclusión solo nos dan algún motivo o razón,
pueden ser mejores o peores pero no válidos o inválidos. Ellos tendrán un grado de probabilidad o verosimilitud que
verificaremos en las premisas encargadas de conferir tal carácter a la conclusión.

Sócrates es hombre y mortal


Platón es hombre y mortal
Aristóteles es hombre y mortal
Por lo tanto probablemente todos los hombres sean mortales

La conclusión de carácter universal se deriva de premisas particulares, este hecho también es una nota recurrente de este tipo
de enunciados, aunque puede haber casos contrarios de igual forma. Por ello, no es conveniente creer que los razonamientos
deductivos son aquellos en donde obtendremos una conclusión particular a partir de premisas generales; en caso de los
inductivos el correlato seria afirmar que únicamente derivan las conclusiones de carácter general a partir de premisas
particulares.
En el primer caso es más acertado estipular que la conclusión se desprende con absoluta necesidad (DEDUCCIÓN) y en el
segundo la misma se sigue con alguna probabilidad (INDUCCIÓN).

Argumentos deductivos típicos

Argumentos categóricos2

[2] Copi, Irving. Introducción a la lógica. Eudeba, Buenos Aires, 1994. Pág. 167 a 175

Las proposiciones categóricas son aserciones acerca de clases que afirman o niegan que una de ellas este incluida en otra de
manera total o parcial.

Encontramos cuatro formas típicas:

TODO S ES P NINGÚN S ES P ALGUN S ES P ALGUN S NO ES P

(S: sujeto y P: predicado)

La misma se denomina universal afirmativa la relación de inclusión es de carácter completo o universal. Un ejemplo sería:
“Todos los políticos son mentirosos”.

TODO S ES P NINGÚN S ES P ALGUN S ES P ALGUN S NO ES P

(S: sujeto y P: predicado)


Llamada universal negativa, la primera clase está excluida de la segunda, niega que exista una relación de inclusión y lo hace
universalmente. “Ningún político es mentiroso”.

TODO S ES P NINGÚN S ES P ALGUN S ES P ALGUN S NO ES P

(S: sujeto y P: predicado)

De tipo particular afirmativa, significa que “al menos uno” entra en la clase, no lo afirma universalmente sino parcialmente.
“Algún político es mentiroso”.

TODO S ES P NINGÚN S ES P ALGUN S ES P ALGUN S NO ES P

(S: sujeto y P: predicado)

Particular negativa, en ella al menos un miembro está excluido de la clase que designa el predicado. “Algún político no es
mentiroso”.

Todos los razonamientos deductivos pueden afirmarse en base a estas formas, no siempre son simples ya que pueden ser
expresiones más complejas y no palabras aisladas.

Debemos diferenciar calidad de cantidad, la primera hace mención al carácter afirmativo o negativo de la proposición, y la
segunda al hecho de ser “universal” o “particular”, refiriéndose a todos, alguno o ninguno, los mismos toman el nombre de
cuantificadores. Como vimos en los ejemplos presentados, entre los términos S y P aparece algún tiempo del verbo ser, esto
se denomina cópula.
Distribución

En el caso de la proposición universal afirmativa: todos los diputados son ciudadanos, se produce la distribución del término
S, esto quiere decir que todos los miembros de la clase que designa S no incluye a todos los miembros que designa P. Por lo
tanto, concluimos que la proposición distribuye un término si se refiere a todos los miembros de la clase designada por él.
En el caso de la universal negativa se distribuye tanto el sujeto como el predicado. Por ejemplo: ningún atleta es vegetariano,
esto afirma de cada atleta que no es vegetariano, que son todos los miembros de la clase S, es decir está distribuida. A la vez
afirma que toda la clase de los vegetarianos está excluida de los atletas, de esta forma distribuye la clase P.
La particular afirmativa como sería “algunos soldados son cobardes” no afirman nada de la totalidad de los soldados ni de
los cobardes, por lo tanto ambas clases no están excluidas ni incluidas totalmente, por ello no distribuye ni S ni P.
La proposición particular negativa por ejemplo: algunos caballos no son de pura raza, en ella vemos que no se dice nada
acerca de todos los caballos sino de algunos, quienes están excluidos de la totalidad de la clase pura raza (P). Cuando
decimos que algo está excluido de una clase hacemos referencia a la totalidad de ella por lo tanto se distribuye el predicado.
Podemos concluir que la cantidad de una proposición determina que el sujeto esté distribuido o no, las universales son las
encargadas de hacerlo. En cambio la calidad de una proposición determina que el predicado sea distribuido, quienes lo
realizan son las negativas solamente.

Silogismo categórico

Silogismo categórico3
Es un razonamiento deductivo del cual se infiere la conclusión a partir de la premisa. Posee tres proposiciones categóricas y
tres términos de los cuales el que aparece como predicado de la conclusión se llama término mayor en cambio el sujeto de la
conclusión es el término menor, el restante se denomina término medio. Las premisas que los contengan adquieren el
nombre de mayor y menor respectivamente.

[3] Copi, Irving. Introducción a la lógica. Eudeba, Buenos Aires, 1994. Pág.205 a 212

Observamos que el término mayor y menor aparece en premisas diferentes del razonamiento. La forma típica de
este silogismo es que encontremos la premisa mayor primero luego la menor y por último la conclusión. Pueden
diferir por la posición de los términos medios, quienes pueden ser sujeto de la premisa mayor, predicado de la
menor, predicado de ambas o sujeto de ambas.

Figura 1
Fuente: Elaboración propia
Naturaleza formal

La forma del razonamiento desde el punto de vista de la lógica es su aspecto más importante. Tanto que la validez del mismo
depende de ella, independientemente del contenido específico.

Todo M es P
Todo S es M
Por lo tanto, todo S es P

Este razonamiento es válido en virtud de su forma, por lo tanto otro que tenga la misma también lo será. Podremos
demostrar la incorrección de un silogismo presentando otro que posea la misma forma pero que de antemano conozcamos la
verdad de sus premisas y la falsedad de su conclusión.

Todos los conejos son veloces


Algunos caballos son veloces
Por lo tanto, algunos caballos son conejos

Esta forma puede tener limitaciones propias de nuestro pensamiento, ya que si no es posible lograr hacer una analogía con
premisas verdaderas y conclusión falsa, no significa que la forma sea válida, sino que necesitamos un método más eficaz
para determinar la validez.

Modus ponens

Significa “poner”, puesto “P” se sigue “Q”, en este razonamiento se afirma el antecedente y como conclusión se afirma el
consecuente.
Si P entonces Q

Por lo tanto Q

Un ejemplo sería:

Si los optimistas tienen más posibilidades de éxito que los pesimistas, entonces
Ud. deberá ser optimista.

Los optimistas tienen más posibilidades de éxito que los pesimistas.

Por lo tanto, deberá ser optimista.

Con este tipo de silogismo es posible incurrir en la falacia de afirmar el


consecuente.4

[4] Las cuales serán tratadas en el apartado correspondiente a la temática: Falacias.

Modus tolens

Viene de “tollere” que significa quitar, en este modo realizamos la negación del antecedente para poder en la conclusión
negando el antecedente.

Su forma lógica es la siguiente:


Si P entonces Q

No Q

Por lo tanto no P

Si un perro no conoce bien al visitante, entonces ladra

El perro no ladra

Por lo tanto, el perro conoce bien al visitante

A través del uso de este argumento se puede caer en la falacia de negar el antecedente y no el consecuente.5

[5] Las cuales serán tratadas en el apartado correspondiente a la temática: Falacias.

Silogismo Hipotético6

[6] Copi, Irving. Introducción a la lógica. Eudeba, Buenos Aires, 1994. Pág 263 a 266

En este caso, la condición para que se evidencie el tipo de razonamiento, es que el consecuente de una premisa sea el
antecedente de la siguiente y que luego en la conclusión se enlace el primer antecedente con el último consecuente.

Como vimos en párrafos anteriores, una proposición condicional está conformada por dos proposiciones componentes, el
antecedente (“si”) y el consecuente (lo que sigue a entonces).
Forma lógica:

Si P entonces Q

Q entonces R

Por lo tanto P entonces R

Ej.: Si Ud. estudia otras culturas, entonces comprenderá que existe una diversidad
de costumbres humanas.

Si Ud. comprende que existe una diversidad de costumbres humanas, entonces


pone en duda sus propias costumbres.

Si Ud. pone en duda sus propias costumbres, entonces será más tolerante.

Por lo tanto, si Ud. estudia otras culturas, entonces será más tolerante.

Silogismo disyuntivo

También llamado alternativo, este caso no afirma la verdad de una u otra de sus opciones, sino que al menos una es verdadera
o ambas pueden serlo.

Es importante mencionar que el “o “puede tener 2 sentidos:

I N C L U S I VO E X C L U S I VO
En este caso p o q son verdaderas o bien ambas. Su forma lógica es:

PoQ
No P
Por lo tanto Q

Un ejemplo del siguiente razonamiento puede ser:


Esperamos el progreso mediante el perfeccionamiento de la moral o lo esperamos mediante el perfeccionamiento de la
inteligencia.
No podemos esperar el progreso mediante el perfeccionamiento de la moral.
Por lo tanto, debemos esperar el progreso mediante el perfeccionamiento de la inteligencia.

I N C L U S I VO E X C L U S I VO

Aquí nos encontramos con que una de las posibilidades es verdadera pero no las dos
PoQ
P
Por lo tanto no Q
Ej.: Sólo Carlos o Roberto pudieron haber sustraído el libro
Roberto lo hizo
Por lo tanto, Carlos no lo hizo

La validez de esta clase de silogismo, se evidencia cuando la premisa categórica contradice una de las disyuntivas y la
conclusión afirma la otra, la misma se sigue de manera entimemática.

Dilema7

[7] Copi, Irving. Introducción a la lógica. Eudeba, Buenos Aires, 1994. Pág 270 a 274
Esta es una forma de razonamiento bastante común en lenguaje ordinario, ha sido heredada a través del tiempo de la mano de
la Lógica y la Retórica, disciplinas que sin duda estaban más entrelazadas y conectadas que en la actualidad. La última de
ellas toma al dilema como un elemento poderoso e impactante en la persuasión, como arma devastadora en una discusión.

Significa elegir entre dos alternativas que son malas o desagradables, se suele decir que se está “atrapado entre los cuernos
de un dilema” y por ello sea cual fuera la solución estamos obligados a llegar a una conclusión desagradable. Pretende
arrinconar al contrincante y allí aniquilarlo, por decirlo de alguna manera adversarial. Su forma lógica:

p o q.

Si p entonces r.

Si q entonces s.

Por lo tanto r o s.

Ej:

Si dices lo que es justo, los hombres te odiarán

Si dices lo que es injusto los dioses te odiarán

Debes decir lo que es justo o lo que es injusto

Por lo tanto, en ambos casos serás odiado

Para refutarlo es posible transitar distintos caminos:


“Escapar entre los cuernos” siguiendo la terminología de la metáfora empleada. Esto se logra rechazando la
premisa disyuntiva, es el método más fácil para eludir la conclusión de un dilema, no significa demostrar que
la misma es falsa sino simplemente mostrar que el razonamiento no constituye base suficiente para aceptarla.

Tomarlo o asirlo por los cuernos, esto implica rechazar la premisa constituida por la conjunción, para ello
basta con negar una de sus partes, se trata de mostrar que al menos uno de los condicionales es falso.

Replicar con un contradilema, la cual es la manera más entretenida, ya que es necesario construir otro dilema
cuya conclusión debe ser opuesta a la original. Puede ocurrir que las dos conclusiones sean verdaderas, sin
haber refutación alguna, pero en la controversia el público pensara que la réplica demuele el razonamiento
original. Pero puede ser simplemente que direcciona la atención a un aspecto diferente de la misma cuestión,
por ejemplo un optimista diría:

Si trabajo, gano dinero y si estoy ocioso, me divierto

O bien trabajo o estoy ocioso

Luego o gano dinero o me divierto

Un pesimista podría refutar con el siguiente contradilema:

Si trabajo, no me divierto y si estoy ocioso no gano dinero. O bien trabajo o bien estoy ocioso. Luego
o no gano dinero o no me divierto.

Estas situaciones nos muestran maneras distintas de considerar los mismos hechos, no llegan a configurar un desacuerdo de
cuales son los hechos. Otra estrategia muy usada en especial en el análisis del Derecho, es la reducción al absurdo, que viene
a ser una versión del modus tollens.

Su forma lógica es:

Para probar P

Se asume no P (que P es falso)


Se deriva Q

Se muestra que Q es falso

Conveniencia de aceptar P

Veamos un caso:

El mundo tiene un creador que no tiene parecido alguno con el creador de viviendas.

El mundo tiene un creador que es parecido al creador de viviendas.

Si fuera así, él tendría los mismos defectos que los creadores de viviendas. Afirmamos que Dios es imperfecto.

El creador del mundo no tiene parecido alguno con el creador de viviendas.

Para seguir afianzando los conocimientos, te propongo la siguiente lectura obligatoria sobre los "Problemas sobre la
distinción entre razonamientos deductivos e inductivos y su enseñanza".

Problemas sobre la distinción entre razonamientos.pdf


278.1 KB
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Copi, I. (1994). Introducción a la lógica (1ª Ed). Buenos Aires: Eudeba.

Dorantes Parra Roberto y Ortiz Hernández Hector. (2013). Problemas sobre la distinción entre razonamientos deductivos
e inductivos y su enseñanza. Universidad del Caribe. Innovación Educativa vol. 13, número 63.

Redondo, M. C. (1996). La noción de razón para la acción en el análisis jurídico. Madrid: Centro de Estudios
Constitucionales.

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