A) La insolación: Es la cantidad de radiación solar recibida por la superficie
terrestre. Varía mucho a lo largo del año debido a causas astronómicas como la diferente duración del día y la noche. El relieve también influye, puesto que favorece la formación de nubes que reducen la cantidad de radiación solar recibida. B) La nubosidad: Se mide en porcentaje de día cubiertos al año y se usa el celiómetro para medir la altura de las nubes. Reduce la insolación, y también dificulta el enfriamiento de la superficie, ya que refleja de nuevo hacia la tierra parte del calor irradiado por ella. La niebla es un fenómeno muy frecuente en zonas de montaña, y en valles y cuencas fluviales. Se forma si la temperatura del suelo desciende por debajo de la temperatura de capa inferior de aire y se produce la inversión térmica. La nubosidad es el porcentaje de días despejados durante un año. VIENTO Es el movimiento horizontal del aire atmosférico. Al aire que se mueve verticalmente se le llama corriente aérea. Los vientos tienen gran importancia geográfica porque transportan: masas de aire frío desde las zonas frías a las cálidas y viceversa, originando variaciones en la temperatura; y humedad desde los océanos y mares a los continentes, provocando zonas de abundante lluviosidad.
¿Cómo son los vientos? Algunos se caracterizan por la dirección que toman. Ésta
se halla determinada por los cambios de presión. El viento se desplaza desde las zonas de alta presión hacia las de baja presión; y, además, en su trayectoria, se desvía por acción de la rotación terrestre.
La dirección de los vientos se aprecia mediante la veleta y el anemoscopio y su