¡Bienvenida!

Más que nunca, necesitamos

información confiable y efectiva
para aprender a nutrirnos. A
pesar de toda la información que
tenemos a nuestra disposición, cada
año vemos más enfermedades y
condiciones crónicas... y cada vez
más, las personas están hambrientas
por buena información, por buena
nutrición.

Me preocupa hacia dónde vamos como humanidad, pues

nuestras resoluciones de año nuevo siguen siendo poco
apropiadas para revertir nuestras condiciones de peso y salud.
Nuestros objetivos de tener más fuerza de voluntad
para comer menos y hacer más ejercicio, son en parte
los responsables de tan terrible pandemia de obesidad
y enfermedades. En muchas ocasiones, nuestros objetivos
de salud se basan más en vernos bien que en sentirnos bien.

Y estas estrategias, por más nobles que sean, no nos están

acercando a nuestros objetivos. Al contrario, sabemos ya
que las estrategias (de comer menos, hacer más ejercicio,
controlar nuestro apetito y tener más fuerza de voluntad)
NO FUNCIONAN y que estamos en una evidente necesidad
por sabiduría corporal.

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Nos urge algo que nos funcione, verdaderamente y a largo
plazo. Pero no algo que nos funcione para adelgazar , sino
algo que nos funcione para reconectarnos con nuestro
cuerpo, con nuestros síntomas, con nuestra habilidad para
sanarnos.

En este programa El Arte de Nutrir tu Cuerpo, quiero

invitarte a que te des la oportunidad de pensar diferente, de
ver la comida desde un plano completamente nuevo.

Te invito a que no tengas miedo de

tener hambre.

Tratamos de controlar nuestra hambre y creemos que si

tan sólo pudiéramos controlar nuestro apetito, entonces
podríamos comer saludablemente, en cantidades
pequeñas y sólo así podríamos cumplir nuestros objetivos.

Pero la realidad es que el hambre y el apetito no son malos

y no son tu enemigo. Son mecanismos completamente
naturales de supervivencia. Sin ellos, posiblemente
moriríamos.

Tratar de controlarlos es como tratar de domesticar un

león o tratar de controlar tu necesidad fisiológica de
respirar o de ir al baño.

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Te invito a que te des una nueva oportunidad. Sé que muchas
de ustedes están cansadas, frustradas y están decepcionadas
de su cuerpo porque no lo han podido llevar a donde quieren
ir.

Adoptamos estrategias y herramientas de auto ataque y

auto sabotaje porque no nos gusta nuestro cuerpo. Nos
descuidamos y nos abandonamos.

Hoy, yo te invito a que te des OTRA oportunidad.

No te conviertas en tu enemiga sólo porque tu cuerpo no es

perfecto o porque no has logrado una meta arbitraria que
decidiste que querías lograr (como ser talla X o como bajar
X número de kilos en tantos meses).

Más bien, te invito a que practiques la compasión.

• Date la oportunidad de seguir un plan de alimentación

que sea POSIBLE, no uno que sea perfecto.

• Date permiso de tener hambre y de tener apetito. Pero

sobre todo, date permiso de vivir más y vivir mejor.

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 • Date permiso de LIBERARTE de las creencias tóxicas
falsas que te dicen que tu cuerpo no es perfecto y que
lo tienes que cambiar a toda costa. Estas creencias
posiblemente son las que te llevaron a ese lugar de
desesperación y frustración. Date permiso de soltarlas y
de adoptar nuevas creencias que afirmen lo perfecta y
maravillosa que YA ERES, independientemente la talla o
la condición que tengas.

• Date permiso de sentir tus síntomas de salud. Date

permiso de sentir tu fatiga, tus dolores de cabeza, tu
irritabilidad, tu depresión, tu sobrepeso. Tenemos miedo
de sentirlos e invitarlos a la casa porque creemos que no
vamos a poder con ellos, o que se van a quedar en casa
para siempre.

Sin embargo, si no los invitas a tu casa, no los tratas como

invitados y te das el tiempo de escucharlos, nunca podrán
decirte para qué vinieron a visitarte. Y si nunca escuchas lo
que vinieron a decirte, posiblemente nunca se van a ir.

Tu depresión, tu sobrepeso, tu ansiedad (o cualquier síntoma

de salud que tengas) no está aquí para amargarte la vida.
Está aquí para enseñarte algo. Y en la medida en la que
tú escuches, sólo en esa medida podrás hacer lo que
tienes que hacer para remediarlo.