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Economía Argentina

Módulo 1:

Principios de la economía:

La economía es el estudio de cómo las personas administran los recursos escasos. Por recurso nos
referimos a los factores de producción: tierra, capital y trabajo.

Si bien estos recursos son escasos, se deben usar para satisfacer las necesidades infinitas de la
población. De esta forma, los gobernantes se enfrentan a tres problemas económicos:

- ¿Qué producir? Dependerá de las necesidades de la población y de los recursos que posee.
- ¿Cómo producir? Refiere a la tecnología disponible. También debemos considerar la
frontera de posibilidades de producción, para realizar una distribución correcta de re cursos.
- ¿Para quién producir los bienes? Se considerará la distribución de los bienes en la
población, de acuerdo a las necesidades de la misma.

La respuesta a cada una de estas preguntas tendrá que ver con el modelo que tome el gobierno en
cuanto a la economía:

- Mercado libre o sistema capitalista: no interviene en la economía y el mercado se rige por el


libre juego de oferta y demanda, teniendo como principio que la intervención genera fallas.
- Economía planificada o socialista: el Estado tiene gran participación y define las tres
preguntas anteriores con base en patrones de consumo preestablecidos.
- Economía mixta: hay cierto grado de participación. Considera que el mercado tiene fallas
que no permiten asignar correctamente los recursos y por eso debe intervenir el Estado.

El estudio de la economía tiene varias facetas pero está unificado por varias ideas fundamentales.
- Principios sobre cómo las personas toman decisiones: el comportamiento de una economía refleja
el comportamiento de sus individuos. Por eso, nombramos los siguientes principios que regulan a los
individuos en su forma de tomar decisiones:

• Las personas enfrentan disyuntivas: al obtener lo que queremos, en general tenemos


que renunciar a algo que también nos gusta, elegir entre dos objetivos.

Ejemplos en una sociedad son las disyuntivas entre gastar en defensa nacional o bienes de consumo
y entre el ambiente limpio y el alto nivel de ingreso. Pero nos focalizaremos en la disyuntiva entre
eficiencia y equidad: por eficiencia entendemos que la sociedad extrae el máximo beneficio posible
de sus recursos escasos; y por equidad, que los distribuye igualitariamente entre sus miembros.

• El costo de una cosa es aquello a lo que se renuncia para obtenerla: debemos tomar
decisiones (nos enfrentamos a disyuntivas) es importante analizar sus costos/beneficios.
El costo de oportunidad de una cosa es aquello a lo que renunciamos para conseguirla.

• Las personas racionales piensan en términos marginales: suponemos a las personas


como racionales, es decir que, dadas las oportunidades, sistemática y deliberadamente
harán todo lo posible por conseguir su objetivo.
Los economistas utilizan el término cambio marginal para describir los pequeños ajustes que
hacemos en nuestros planes de decisión (Ejemplo: duermo una hs más o no?); y las personas
racionales tomarán decisiones basados en la comparación de beneficios y costos marginales.

• Las personas responden a incentivos: un incentivo es algo que induce a las personas a
actuar (puede ser recompensa o castigo).

Las autoridades no deben olvidar los incentivos, ya que muchas veces las medidas que tomaron
alteran los costos/beneficios que enfrentan los individuos y su conducta. Además, el hecho de no
considerar cómo sus medidas repercuten en los incentivos, puede llevar a resultados no deseados.

- Principios sobre cómo interactúan las personas: las decisiones que tomamos en la vida nos
afectan, pero también muchas afectan a los demás.

• El comercio puede mejorar el bienestar de todos: el comercio entre dos países no es una
competencia donde uno gana y el otro pierde, sino que ambos se benefician de él y
mejoran su propio bienestar.

También compiten las familias, ya sea en el supermercado o en la oferta del mercado laboral, pero
esa competencia también nos beneficia a todos, ya que de no existir un beneficio recíproco entre
todos, cada familia debería cultivar sus alimentos, elaborar su propia ropa, etc. El comercio nos
permite especializarnos en lo que hacemos mejor y disfrutar de una más amplia gama de bienes.

• Los mercados son un buen mecanismo para organizar la actividad económica: en las
economías de mercado, las decisiones son tomadas entre millones de empresas y
familias (y no centralizadas). Tanto las empresas como las familias interactúan en el
mercado, donde los precios y el interés personal orientan sus decisiones.

En el libre mercado, coexisten muchos compradores y vendedores que buscan su beneficio propio.
Sin embargo, este modelo demuestra la capacidad de organizar la actividad económica para
promover el bienestar general. Así, cuando el gobierno impide que los precios se ajusten
naturalmente a la oferta y demanda, impide también la coordinación de las decisiones familiares.

• El gobierno puede mejorar algunas veces los resultados del mercado: una de las razones
por las que necesitamos al gobierno es porque necesitamos instituciones que hagan
valer los derechos de propiedad de las personas para ejercer el control sobre sus
recursos escasos.

Todos dependemos del sistema de justicia que el gobierno proporciona, ya que hace que se
respeten los derechos sobre las cosas que producimos. Pero, además, debe promover la eficiencia y
la equidad en la asignación de recursos.

En cuanto a la eficiencia, los economistas consideran fallas de mercado a la situación en la que el


mercado no asigna por sí solo eficientemente los recursos. Una de las posibles causas puede ser una
externalidad (impacto que las acciones de una persona tienen sobre el bienestar de otra); otra
puede ser el mismo poder de mercado que posee una persona o empresa en poder influir sobre los
precios de un producto en el mercado.

Ahora, si hablamos de la equidad, una economía de mercado recompensa a las personas según su
habilidad para producir bienes. Por eso es que muchas de las políticas sociales del estado están
destinadas a este fin… no para lograr la equidad total, sino para garantizar una distribución un poco
más equitativa entre todos.
- Principios sobre cómo funciona la economía: la economía está conformada por todas las
decisiones e interacciones de los individuos.

• El nivel de vida de un país depende de la capacidad que tenga de producir bienes y


servicios: la variación que hay entre los países en el nivel de vida se refleja en diferentes
indicadores. Casi todas las diferencias que hay en el nivel de vida, pueden justificarse
con una variación en el nivel de productividad, es decir, en la cantidad de bienes y
servicios producidos por cada unidad de trabajo.

La relación entre productividad y nivel de vida también tiene profundas implicaciones políticas, ya
que el Estado debería pensar medidas que afecten el nivel de vida buscando afectar la capacidad de
producir bienes y servicios (ya sea asegurando un buen nivel de estudio en los trabajadores,
ayudando a que dispongan de las herramientas necesarias, o a mejores tecnologías).

• Cuando el gobierno imprime demasiado dinero, los precios incrementan: en este caso,
hablamos de la inflación, es decir, del incremento en el nivel general de precios.

En la mayoría de los casos en que la inflación es alta es culpa de la cantidad de dinero en circulación.
Cuando un gobierno emite cantidades de dinero, el valor de éste disminuye.

• La sociedad enfrenta a corto plazo una disyuntiva entre inflación y desempleo: si bien a
largo plazo, el incremento en la cantidad de dinero nos traerá inflación, en el corto plazo
es más complicado:
o Estimula el nivel total de gasto, estimulando la demanda.
o Con el tiempo, el aumento en la demanda puede ocasionar que las empresas
aumenten sus precios, pero antes estimula a las empresas a producir más y
contratar más trabajadores.
o Un aumento de la cantidad de personas trabajando recude el desempleo.

Así es como la economía debe enfrentar la disyuntiva “inflación vs desempleo” en el corto plazo. En
un período de uno o dos años, varias políticas influyen en la inflación y el desempleo en sentidos
contrarios. Y esta disyuntiva es clave en el análisis del ciclo económico (fluctuaciones irregulares e
impredecibles de la actividad económica).

A corto plazo, los diseñadores de políticas económicas pueden explotar esta disyuntiva con diversos
instrumentos, como aumentando el nivel de gasto, el monto de impuestos, etc.

Modelos económicos:

- Diagrama de flujo circular: la economía se simplifica en empresas y familias. Las empresas


producen bienes y servicios con factores de producción o insumos (trabajo, tierra y capital).
Las familias son las propietarias de esos factores y consumen todos los bienes y servicio s que
las empresas producen.

Las familias y las empresas interactúan en dos mercados: el mercado de bienes y servicios (familia
compra y empresa vende), y mercado de factores de producción (familia vende, empresa compra).

Dentro de este diagrama, se presentan dos circuitos diferentes, relacionados entre sí. El circuito
interior representa el flujo entre insumos y productos, mientras que el exterior representa el flujo de
dinero en la economía.
Las familias gastan dinero para comprar bienes y servicios a las empresas, las cuales destinan parte
de ese ingreso para pagar los factores de producción que le compraron a las familias. El dinero
restante será ganancia para los dueños de las empresas, que también representan a las familias.

- Frontera de posibilidades de producción: vamos a suponer que la economía produce sólo


dos bienes y que, para ello, se emplean todos los factores de producción que tenemos. La
FPP es una gráfica que muestra las diferentes combinaciones de producción que la economía
está en posibilidades de producir. Dentro de esa FPP, tendremos los extremos, en donde se
podrá producir mucha cantidad de un bien y cero del otro (posibilidades extremas).

Del mismo modo, podremos ir alterando el uso de los factores para ir obteniendo combinaciones
posibles en donde se gasten todos los factores disponibles. Un resultado eficiente si la economía
obtiene el mayor provecho posible de los recursos de los que dispone (puntos sobre la línea de FPP).

Este modelo está muy relacionado a los principios de “disyuntivas” y “costo de lo renunciado”, ya
que para producir más de un bien debemos dejar de producir algún número del otro bien, y al
hacerlo vamos a renunciar a esa producción adicional para cambiar nuestro enfoque.

Análisis normativo y análisis positivo: una afirmación positiva es descriptiva y refiere a cómo es el
mundo. En cambio, las normativas son prescriptivas y se refieren a cómo debería ser el mundo.

La diferencia fundamental es la forma en que se juzga su validez: las afirmaciones positivas pueden
refutarse o confirmarse analizando pruebas, mientras que evaluar las afirmaciones normativas
implica tomar en cuenta tanto valores como datos.

Ventaja absoluta: se utiliza este término para comparar la productividad de algo (persona, empresa,
nación) contra otra cosa. El productor que requiera la menor cantidad de insumos para producir
tendrá una ventaba absoluta en dicho bien.
Costo de oportunidad: en vez de costear por la cantidad de insumos necesarios para la producción
de un bien, también podemos hacerlo por el costo que nos resulta de sacrificar algo para poder
llevar adelante esa producción. El costo de oportunidad mide la disyuntiva que enfrentan dos
productores al decidir qué bien les conviene producir.

Con el objetivo de describir el costo de oportunidad de dos productores, los economistas usan el
término de ventaja comparativa. El productor que sacrifique menos cantidad de un bien para
producir una unidad más del otro, tendrá una ventaja comparativa para producir dicho bien.
Podemos decir entonces que este término refiere a la habilidad de producir un bien con un costo de
oportunidad más bajo que otro productor.

Si las personas se especializan en producir aquel bien en el que tienen ventaja comparativa, el total
de la producción se incrementa y el tamaño de la economía crece, ayudando al bienestar de todos.

En cuanto al precio, para que ambas entidades ganen con el comercio, el precio al que comercian
debe situarse entre los costos de oportunidad de cada una de las partes.

Instrumentos de política económica:

Política Monetaria:

La política monetaria hace referencia a las acciones aplicadas por el BCRA para mantener constante
o modificar la cantidad de dinero o la tasa de interés. El mercado monetario se compone de la oferta
monetaria (establecida por el BCRA, independiente de la tasa de interés) y la demanda de dinero : la
oferta monetaria (cantidad de dinero disponible en el mercado para comprar bienes, servicios, etc.)
se desplaza ante modificaciones en redescuentos, encajes bancarios, y las operaciones del mercado
abierto; la curva de demanda agregada muestra la cantidad total demandada de bienes y servicios
en la economía a cualquier nivel de precios. Tiene pendiente negativa por tres motivos:

- El efecto riqueza: a menor nivel de precios, aumenta el valor real de la cantidad de dinero.
Mayor riqueza real estimula el consumo y aumenta la cantidad demandada.
- El efecto tasa de interés: un menor nivel de precios recude la cantidad de dinero que las
personas quieren tener. Como las personas tratan de prestar su excedente, la tasa de interés
disminuye y con ella se estimulará el gasto de inversión, aumentando la demanda.
- El efecto tipo de cambio: el reducirse la tasa de interés por un menor nivel de precios, los
inversionistas mueves sus fondos al extranjero buscando mejores réditos. Este movimiento
hace que el poderío económico real del país se deteriore y que los bienes nacionales se
vuelvan más baratos en comparación con los importados. La variación en el TC estimula el
gasto en exportaciones netas y la cantidad de bienes demandados.

Teoría de preferencia por la liquidez: según Keynes, la tasa de interés se ajusta para equilibrar la
oferta y demanda de dinero. Esta teoría refiere a ambas tasas de interés (real y nominal).

- La oferta de dinero: la regula el BCRA. Para modificarla compra o vende bonos públicos:
cuando compra, los dólares que paga suelen depositarse nuevamente, volviendo a ser
reservas; cuando vende, los dólares que recibe se retiran del sistema financiero, achicando
reservas. Esos cambios de reservas modifican la capacidad de préstamos de cada banco.
También puede regular modificando la cantidad de dinero que presta a los bancos (una baja
en la tasa de descuento estimula el endeudamiento bancario y aumenta la oferta de dinero;
mientras que una suba reduce la oferta monetaria).
- La demanda de dinero: su liquidez explica su demanda. Las personas deciden tener dinero
en vez de otros activos, ya que éste puede usarse para otras cosas. Un incremento en la tasa
de interés aumenta el costo de mantener el dinero y reduce la cantidad demandada de
dinero; una baja en la tasa reduce el costo y aumenta la cantidad.
- Equilibrio en el mercado de dinero: la tasa de interés se ajusta y equilibra la oferta y la
demanda de dinero a una tasa de interés de equilibrio donde la demanda es igual a la oferta

Ahora, supongamos que el nivel general de precios aumenta, ¿qué pasa con la cantidad demanda de
bienes y la tasa de interés de equilibrio?

A precios mayores, se intercambia más dinero cada vez que se vende un bien. Por eso, las personas
decidirán mantener consigo una mayor cantidad de dinero. De esta manera, un incremento en los
precios de P1 a P2 desplaza la curva de demanda de dinero hacia la derecha. Ahora, dada una oferta
fija, la tasa de interés debe aumentar para equilibrar la oferta y demanda de dinero.

Luego, al haberse incrementado la tasa de interés, también habrá repercusiones en la cantidad


demandada de bienes. A un nivel más alto de tasa de interés, el costo de pedir prestado y el
rendimiento del ahorro son mayores. Menos particulares deciden pedir prestado para consumir.

Resumiendo: 1) un aumento de precios aumenta la demanda de dinero; 2) una mayor demanda de


dinero provoca aumento en la tasa de interés; 3) una mayor tasa de interés reduce la demanda.

Lo mismo ocurre en sentido contrario. Esta relación de “aumento de precio” vs “baja de la


demanda” es lo que explica la pendiente negativa de la curva.

Los cambios en la política monetaria que buscan expandir la demanda agregada pueden ser
incrementos en la oferta de dinero o reducciones en la tasa de interés; mientras que los que
busquen contraerla serán contracciones de la oferta de dinero o aumentos en la tasa de interés.

Política Fiscal:

La política fiscal refiere a las decisiones del gobierno respecto a los niveles generales de impuestos y
compras gubernamentales. A corto plazo, la política fiscal se refleja en la demanda agregada.

Cuando los diseñadores de la política económica modifican la oferta de dinero o los impuestos,
desplazan indirectamente la curva de demanda; pero si el gobierno modifica sus propias compras, la
desplaza directamente. Para medir esos desplazamientos, contamos con dos efectos:

- Efecto multiplicador: refiere a las compras del gobierno. Cada dólar que el gobierno gaste
para la compra de bienes o servicios, será un dólar que terminará a manos de una familia (ya
sea trabajador o dueño de la empresa), y eso hará que la expansión en la demanda no sólo
sea por el precio total que está pagando el gobierno por su compra, sino por mucho más.

Mayor demanda provoca mayor ingreso, lo que a su vez aumenta la demanda. Al sumar todos estos
efectos, el impacto económico es mucho mayor al precio final pagado por el Estado en su compra.

También podría suceder que la empresa a la que el Estado compra busque mejorar equipos o
construir una nueva planta para cumplir con el pedido estatal. A esta retroalimentación positiva de
demanda a inversión se la llama acelerador de la inversión.
Para calcular este efecto debemos tener en mente la Propensión Marginal al Consumo (PMC), es
decir, la fracción de ese ingreso extra que los particulares destinan al consumo en vez de al ahorro.

Veamos un ejemplo: el gobierno pide a Boeing aviones por $20.000 millones, y la PMC es de $0.75

Para medir el impacto de la demanda agregada sigamos paso a paso: primero el gobierno gasta
$20.000 millones, lo que implica que el ingreso nacional se incrementa por esa cantidad. Ese
incremento aumenta el gasto de consumo PMC x $20.000 M, aumentando también el ingreso de los
trabajadores y los dueños de la empresa, por lo que a su vez aumenta el gasto de consumo de ellos:
PMC x (PMC x $20.000 M). Y de esta forma se repite en cada cambio de consumo, siendo:
Cambio en las compras gubernamentales = $20.000 M
Primer cambio de consumo = PMC x $20.000 M
Segundo cambio de consumo = PMC2 x $20.000 M
Tercer cambio de consumo = PMC3 x $20.000 M
Cambio total en la demanda = (1+ PMC + PMC2 + PMC3 + …) x $20.000 M
ó Multiplicador = (1 / (1 – PMC)) x Gasto inicial

- Efecto desplazamiento: al contrario del efecto anterior, aunque un incremento en las


compras estimula la demanda agregada, también provoca un aumento en la tasa de interés,
lo que reduce el gasto de inversión y ejerce presión a la baja sobre la demanda agregada.
Este efecto desplazamiento, entonces, será la baja en la demanda agregada como resultado
de una expansión fiscal que aumenta la tasa de interés.

Siguiendo el ejemplo pasado, incrementar el gasto gubernamental incrementa el dinero disponible


por las familias y los dueños de la empresa proveedora. Así, aumenta la demanda de dinero.

Una vez que la DM aumenta, desplazándose su curva hacia la derecha, y sin que haya una variación
de parte del Banco Central de la oferta de dinero, para mantener el equilibrio debe aumentar la tasa
de interés. Este aumento en la tasa reduce la cantidad demandada de bienes y servicios.

Otro instrumento importante de la política fiscal es el nivel de impuestos, el cual también se afecta
por los dos efectos de antes

Política cambiaria:

Implica elegir un régimen cambiario entre fijo o flexible: en el fijo, se establece un valor y se intenta
mantenerlo comprando o vendiendo dólares; en el flexible el valor es libre a la oferta y demanda.

Al modificar el tipo de cambio, puede devaluarse/depreciarse (necesitamos más unidades de


moneda local para comprar una de moneda extranjera), o revaluarse/apreciarse (lo contrario).

Recordemos que el tipo de cambio afecta las operaciones de comercio exterior (importaciones y
exportaciones), generando variaciones en la demanda agregada.

A lo largo de la historia se han aplicado diferentes métodos de conversión:

- Caja de conversión: fija el tipo de cambio por ley y requiere que el BCRA tenga el 100% de
reservas en moneda fuerte para respaldar la Q de dinero en circulación. (Aplicado en los 90).
- Crawling peg: se ajusta de a poco y gradualmente el tipo de cambio para que no se
identifique un tipo de cambio real. (Aplicado con Arturo Illia).
- Control de cambios: el gobierno interviene en operaciones de compra y venta de moneda
extranjera mediante reglamentaciones administrativas (Perón (1973) y última dictadura).
- Flotación sucia: se establece un valor mínimo y máximo entre los cuales el dólar puede flotar
libremente, sin intervención del estado. Fuera de ellos, el BCRA debe intervenir (N Kirchner).

Política arancelaria:

Se refiere a la aplicación de impuestos u otras restricciones al comercio internacional.

- Retenciones a las exportaciones: impuestos que reducen el precio del bien en el mismo
monto de la retención. Beneficia a los consumidores y perjudica a productores. Con esto, el
estado logra recaudar más dinero pero no se aprovechan las ventajas comparativas del país
sobre la producción de determinados bienes.
- Aranceles a la importación: aumentan el precio de un bien en el mismo monto del arancel.
Beneficia a productores locales y perjudica a consumidores. El Estado recauda más pero hay
pérdidas de eficiencia por producir bienes de los cuales no tenemos ventajas comparativas.
- Restricciones cuantitativas a las importaciones: límites en las cantidades importables. Tiene
los mismos efectos que el arancel, salvo por la recaudación del Estado.

Regulaciones: toda intervención que realiza el Estado y que afecta el funcionamiento del mercado.
Involucra desde controles de precios hasta intervenciones para solucionar fallas del mercado; pero
no siempre serán positivas, ya que algunas veces son ellas las que generan las fallas de mercado.

Todas las medidas anteriores son conocidas como políticas horizontales, ya que afectan a toda la
economía en su conjunto. Pero cuando afectan a un sector en particular, se rán políticas verticales.

Modelos macroeconómicos:

- Modelo de oferta y demanda agregada: nos permite estudiar cómo las medidas que afectan
al mercado de bienes y servicios afectan al nivel de precios y producción de una economía.

A corto plazo, se centra en el comportamiento de dos variables: la producción de bienes y servicios


de una economía (medida por el PBI real), y el nivel promedio de precios (medida por el IPC).

o Oferta agregada: es una curva con pendiente positiva, pero no siempre. Existen
casos extremos que indican ciertos supuestos sobre la economía.

- Si la economía tiene pleno empleo de los factores de producción ( FPP), la oferta agregada será
vertical porque estamos en el valor del PBI potencial y cualquier cambio en la demanda generará un
aumento en el nivel de precios, ya que no se puede producir más cantidad de los bienes en cuestión.

“En el largo plazo, el trabajo, el capital, los recursos naturales y la tecnología determinan la cantidad
ofrecida de bienes y servicios, sin importar el nivel de precios.”

- Si la economía se encuentra con alto desempleo, la oferta será horizontal. En este caso, cualquier
incremento en la demanda generará aumentos de producción y del empleo, pero no de precios.

- Si la oferta agregada tiene pendiente positiva, ante un incremento de la demanda, se produce


aumento de precios de producción.
Ahora consideremos los desplazamientos para cada caso:

- Si la oferta es vertical, se desplazará cuando se expanda la FPP como consecuencia de agregar


factores adicionales.

- Si tiene pendiente positiva, se desplazará debido a variaciones en el costo de producción


(variaciones en el salario, rendimientos del capital, o precio de insumos) , productividad (cuánto se
puede producir a qué costo) o por cambios en los precios esperados en la economía (precios que los
productores esperan que existan en el futuro.

o Demanda agregada: muestra la cantidad de bienes y servicios que los particulares,


empresas, etc, desean comprar a cada nivel de precios.

DA = C + I + G + XN

Si bien el consumo y la inversión dependen de decisiones privadas, se ven afectadas por el gobierno:
la política impositiva afecta su ingreso disponible, la monetaria afecta la tasa de interés, etc.

https://dokumen.tips/documents/gerchunoff-el-ciclo-de-la-ilusion-cap1.html

Módulo 2:

Crecimiento económico:

La Batalla de Caseros (1852) enfrentó dos grupos con concepciones diferentes sobre el
modelo de país que se deseaba: el liderado por Rosas pensaba a la economía como basada en la
actividad ganadera, y el de Alberdi, que pretendía el desarrollo económico pleno del capitalismo a
través del comercio, la industria y la inmigración de capital y mano de obra. Así, el triunfo de Caseros
es el triunfo de las ideas modernas sobre la organización política, económica y social del país.
La Constitución Nacional de 1853 creó las bases para el desarrollo de la economía argentina
y su posterior integración a la división internacional del trabajo. Se produjo la unidad del mercado
interno y se reglamentó el libre tránsito terrestre y fluvial.
El Código Civil aseguraba una serie de condiciones para la incorporación de las tierras a la
producción y así satisfacer las necesidades del mercado interno y externo; y sienta las bases jurídicas
para el desarrollo del capitalismo en Argentina.
Desde la constitución de estado políticamente independiente (1810) hasta el final de las
presidencias históricas ((1862-1880), la preocupación central de los gobiernos era la eliminación de
amenazas internas y externas a la autoridad estatal.
La designación de Buenos Aires como capital del país y la fundación de la ciudad de La Plata como
capital de la provincia bonaerense en 1881 sentaron las condiciones institucionales para que,
durante 50 años, la República Argentina experimentara un sostenido desarrollo. A partir de la
presidencia de Roca (1880-1886) se puede hablar de un estado nacional con autoridad asentada. El
desafío de esos años pasó a ser la generación del progreso de la nación (“Paz y administración”).

Pero las condiciones a nivel desarrollo en ese momento eran muy precarias: según el censo de 1869
había 1.800.000 personas en todo el territorio argentino; una gran tasa de analfabetismo (más de ¾
partes de la población mayor de seis años que sabía leer ni escribir); en la llanura pampeana se
dedicaban a la ganadería ovina de poca calidad; la agricultura prácticamente no existía y todavía en
los años 70 se importaba trigo. Otro obstáculo evidente para el desarrollo era la imposibilidad de
transportar los productos desde el interior hacia a los puertos (solucionado desde 1870 con los FFCC)

Durante el período 1900-1928, el producto bruto creció a una tasa de 5% anual y la población al
3,2% entre 1869 y 1929.

Las causas que provocaron esta modificación en la estructura económica argentina fueron:
1) El crecimiento de la demanda europea y el precio de productos agropecuarios.
2) Inmigrantes como mano de obra (España e Italia), y la inmigración de capitales (Inglaterra).
3) La incorporación de la Pampa para su explotación.
4) La definitiva organización del país con Buenos Aires y una moneda unificada (1880).

Luego de la derogación de las Leyes de Granos, se marcó una tendencia librecambista en Inglaterra,
la cual le permitió dedicar recursos a la manufactura e importar alimentos y materias primas.
Argentina cumplía con la condición de estar naturalmente dotado para satisfacer entonces las
necesidades que Inglaterra tenía.

Londres era el centro financiero del mundo, y el pbi per cápita inglés era uno de los más altos del
mundo, siendo sólo superado por algunas de sus colonias (Australia, NZ). Además, el poder de sus
inversiones también desbordaba hacia el exterior, y sería justamente ese un cimiento en el cual se
sentarían las bases del desarrollo argentino.

Inmigración, capitales y tierras: en este aspecto, el gobierno tuvo un papel crucial atrayendo y
fomentando activamente la aceleración de la incorporación de factores productivos al mercado que,
de otro modo, hubiera sido imposible.

Una de las condiciones para crecer era poblar “el desierto”. Para el rápido crecimiento que pretendía
Alberdi, el crecimiento vegetativo era insuficiente. Había que recurrir a la inmigración. Así fue,
entonces fomentada por las autoridades a través de la misma Constitución Nacional, con los
artículos 24 (el gobierno fomentará la inmigración europea y no podrá restringir ni limitar con
impuesto alguno la entrada de personas para labrar la tierra) y 20 (los extranjeros gozan de todos los
derechos civiles del ciudadano en territorio Nacional).

Pero las autoridades no se quedaron en los artículos, sino que, por ejemplo, de sde 1820 ya existía
una Comisión de Inmigración. Pero pasado el tiempo, llegamos a 1876 y las condiciones ahora ya
eran propicias para una tarea efectiva: el Congreso creó un Departamento General de Inmigración.

Este organismo no sólo distribuía información sobre la Argentina en Europa, sino que garantizaba a
los inmigrantes un arribo relativamente cómodo: todo extranjero que quisiera trabajar tenía
derecho a ser alojado y mantenido a expensas de la Nación durante cinco días después del
desembarco, etc.

Así y todo, estos esfuerzos del Estado no eran suficientes como para suplir una buena condición
económica local vs una mala condición económica futura en la argentina. De manera que, las olas de
inmigrantes que vinieran a nuestro territorio tendrían que estar muy relacionadas con condiciones
económicas precarias en los países de origen, y una posible ventaja comparativa que los hiciera
querer venir a nuestro país.

En cuanto a la distribución de la inmigración, primero se asentaron en pequeñas colonias de


propietarios en Santa Fe. En Buenos Aires y Córdoba fue mucho más común que los dueños de
grandes tierras dieran a los inmigrantes algunas hectáreas para trabajar con un régimen de
arrendamiento. Las tierras se arrendaban a los inmigrantes por períodos de tres años.

Otras zonas favorecidas fueron La Pampa, Entre Ríos y, en menor medida, el desarrollo vitivinícola
de Mendoza y el de la caña de azúcar en Tucumán.

Pero el empleo inmigrante no sólo estuvo en el sector rural, sino que las obras públicas fueron un
gran aporte (como la construcción de FFCC).

Los principales países proveedores de inmigración fueron Italia y España, seguidos por una amplia
diferencia de Francia, Alemania, Rusia, etc. También fue un factor contribuyente a este fenómeno la
crisis agrícola de Europa.

Cuando ya para 1914 se veía un país repleto de inmigrantes y era necesario que se detuviera esa ola,
el mismo sector externo fue el encargado de favorecer ese fenómeno: aparecía la PGM.

Pero ahora… todo ese desarrollo económico tampoco hubiera podido ser posible de no haberse
contado con dos factores claves: los ferrocarriles, que permitieron el transporte a bajo costo de
productos entre el campo y los puertos; y la mejora en las técnicas de enfriamiento y congelamiento
de carnes.

Si hablamos de los FFCC, podemos ver el crecimiento en los siguientes números:

El primer proyecto grande de transporte fue el Ferrocarril Central Argentino, que comenzó a
gestarse en 1855 y unió a partir de 1870 a las ciudades de Rosario y Córdoba.

Acá vemos de nuevo el papel del Estado como fomento: para atraer la inversión de la construcción
de los trenes, otorgaba una legua a cada lado de las vías a la compañía inversora, sumado a exención
de impuestos, importación libre de aranceles del material pesado y hasta una garantía de ganancias
del 7% anual sobre la inversión original.

El ferrocarril no sólo permitió incorporar zonas de la llanura pampeana relativamente alejadas a la


producción para exportación, sino también integrar los cultivos de Tucumán y Cuyo al circuito
económico nacional; sumado a una amplia valorización de los terrenos cercanos a las extensiones de
las vías férreas.

Pero no fue sólo en el FC en donde se invertía. Si bien sí fue el principal aporte, también se
necesitaban mejorar puertos, trazar rutas, instalar tranvías, establecer comunicaciones telegráficas,
redes de agua, electricidad, etc. Los recursos nacionales eran, sin duda, insuficiente para afrontar
esas inversiones; como lo eran también para la inversión en la exportación, con los frigoríficos, el
comercio y los bancos.

Como ya dijimos, Inglaterra fue el principal inversor, pero debemos mencionar también los aportes
de Alemania y Francia en esa época.

Ahora hablemos de las tierras: la campaña de Rosas expandió bastante las fronteras, pero muchas
tierras no fueron efectivamente ocupadas hasta casi medio siglo después. Esa consolidación de la
frontera tuvo dos motivos, uno militar y uno económico: por un lado la desaparición del problema
del indio con la Campaña del Desierto en 1879; por otro lado, la ganadería era la actividad principal
en la llanura pampeana y con la concentración y el crecimiento de esta actividad (y de la agricultura)
se fue haciendo necesaria poblar zonas “nuevas” hacia el sur y el oeste.

El hecho de que las tierras más alejadas fueran menos aptas para la explotación intensiva, determinó
la distribución de actividades rurales: la ganadería predominó en el oeste /sur de Buenos Aires y La
Pampa, y la agricultura ocupó la mayor parte de las tierras del Litoral (norte Buenos Aires y Sta Fe).

Pero no siempre las tierras fueron codiciadas. En el siglo XIX era normal la cesión de tierras públicas
al ámbito privado, o incluso la venta a precios ínfimos para financiar desequilibrios presupuestarios.
Lo mismo ocurrió luego de la campaña del desierto, donde se regalaron tierras a militares que
habían participado de ella. De esta manera, es innegable que el régimen de tenencia de la tierra
redundó un una distribución del ingreso muy desigual en zonas rurales.

Enumeremos las razones fiscales y monetarias que ayudaron al ingreso de factores de producción:
• El acuerdo de San Nicolás y la sanción del artículo 4 de la Constitución del 1853 permitieron llegar
a un pacto que dividió las atribuciones fiscales entre la nación y las provincias, con lo que concluyó el
conflicto que había fragmentado al país durante cinco décadas.
• Consolidación de las deudas públicas.
• Creación del crédito público.
• Creación de un fondo de amortización durante la presidencia de Mitre.
• Un régimen jurídico con corte de justicia independiente y justicia federal para todo el país.
• Los mecanismos que servirían para impedir el financiamiento del Gobierno con emisión monetaria
fueron: la creación en 1899 de la Caja de Conversión y la creación en 1890 de nuevos impuestos por
parte de Estado. Estos aspectos pusieron orden a las finanzas públicas y permitieron una sustancial
reducción de la tasa de interés de la deuda pública.
Desarrollo agropecuario: desde 1870 la ganadería extensiva (ovina) era la actividad más importante
de la zona pampeana. El ferrocarril y la inmigración fueron dos acontecimientos fundamentales: con
uno se superaba la escasez de mano de obra y el otro integraba la región pampeana al comercio.

Hacia 1914, se exportaba más del 50% de la producción de trigo, 65% de maíz y 85% de lino.

El trigo fue la bandera de la revolución agrícola argentina. Encontró en la llanura pampeana un suelo
fértil y un clima favorable. La abundancia de tierras también fue propicia.

Un rasgo particular en la producción rural argentina fue la interacción entre la ganadería y la


agricultura. Se rotaba en una misma parcela entre la producción de cereales y el engorde de ganado
con alfalfa, que crecía después de tres años de cultivo cerealero.

Hasta la aparición de los frigoríficos, la exportación de carnes se basaban en el tasajo (carne salada)
y el ganado en pie. También eran importantes las exportaciones de lanas y cueros. Pero desde 1877
todo cambió: se transportó exitosamente el primer cargamento de carne congelada desde Buenos
Aires. En pocos años, siete frigoríficos se habían instalado en las cercanías de los puertos.

Al principio la carne ovina fue mucho más importante que la vacuna. De hecho, hacia 1899 los
frigoríficos habían exportado 422.000 toneladas de carne ovina y sólo 29.000 de carne vacuna.

Hacia principios de siglo, Estados unidos abandonó el mercado inglés de carne . La Argentina tomó su
lugar con la carne enfriada (chilled), para la cual contó con una ventaja geográfica: la carne enfriada
no se mantenía por un tiempo suficiente como para llegar a Inglaterra en buen estado desde lugares
como Australia o NZ. Para fines de la primera década del nuevo siglo, la importancia del mercado
inglés se reflejaba en una participación argentina del 90% sobre las importaciones británicas.

Argentina, entre 1900 y 1914, fue beneficiada con un incremento en los precios de los productos
agropecuarios: el índice de precios de exportaciones generales creció en un 38%, el precio de las
exportaciones de granos un 34% y el índice de productos pecuarios un 40%.
El precio de los bienes exportados dependía exclusivamente del mercado europeo. Argentina era
tomadora de precios ya que no podía controlar el precio de los productos exportados.
De esta forma, las dos variables más relevantes del crecimiento del país no podrían ser manejadas
por las autoridades nacionales, lo que hacía que la economía fuera vulnerable al mercado mundial.
Más allá de los ciclos de la economía, la tasa de crecimiento de la economía en este período fue la
más elevada y larga de la historia argentina. La actividad económica se expandió de modo sostenido
durante treinta y cuatro años a una tasa promedio aproximada del 6%.

Industria: en lo que a industrialización refiere, es común mencionar que el exceso de foco en la


producción agrícola privó al país de una industrialización a largo plazo. Pero esa visión de la historia
es equivocada, ya que desde 1880 podemos observar distintos tipos de industria que se originaron
con los eslabonamientos de la producción agrícola y ganadera.

Los casos más fáciles de mencionar son los frigoríficos, los molinos productores de granos y cervezas,
la producción de ropa (gracias a la lana), y los talleres de reparación de material ferroviario.
Comparado con la situación a 1880, el estado de la industria próximo a la PGM era mucho más
avanzado. El motor principal de esa expansión fue el crecimiento del mercado interno. Mucho se
dice que argentina sufrió un “exceso de librecambio” pero la realidad es que el Estado ayudó a
ciertos sectores con medidas proteccionistas para fomentar ciertas industrias.

El sector industrial, en el período 1880-1930, fue dual: constituido por un grupo de industrias chicas
de consumo interno, y grandes establecimientos de exportación (frigoríficos, molinos harina/azúcar)
• La industria harinera comenzó a desarrollarse con el cultivo del trigo en la Pampa, lo que posibilitó
un desplazamiento de los molinos regionales a los centros urbanos. El auge de la producción (fines
del siglo XIX) permitió exportar a Brasil, a pesar la competencia de la harina norteamericana.
• La industria azucarera se desarrolló con la llegada del ferrocarril a Tucumán, permitiendo el
transporte a bajo costo al Litoral. Como consecuencia de esta industrialización, se produjo un
desarrollo económico de la zona, atrayendo mano de obra de Catamarca, Salta, etc. Durante todo el
período analizado, la industria del azúcar fue protegida con elevados aranceles sobre la importación.
• Con capitales ingleses en una primera etapa (a partir de 1887) y norteamericanos en una segunda
(a partir de 1907), se estructuró la industria frigorífica en el país, destinada a abastecer al mercado
inglés. El número de obreros empleados por esta rama industrial fue el más elevado de la época.

Balanza comercial: no siempre fue equilibrada. Durante los años ’80, las fuertes necesidades de
material industrial por los ferrocarriles, sumado a que la agricultura recién estaba creciendo,
hicieron que el saldo sea bastante negativo. Con la crisis de los ’90, se redujo el financiamiento
externo y con ello la construcción de ferrocarriles y sus importaciones asociadas. Además, la
agricultura ya estaba creciendo con fuerza, reflejando grandes excedentes comerciales. Finalmente,
se reanudaron los ingresos en los primeros años del nuevo siglo y el superávit se atenuó.
Caja de Conversión:

El funcionamiento de la economía mundial a fines del siglo XIX y principios del XX tenía su base en la
aplicación del patrón otro. La teoría de la división internacional del trabajo determinaba la
eliminación de restricciones arancelarias y pararancelarias.

El patrón oro es un sistema de tipo de cambio fijo, ya que la autoridad monetaria se compromete a
intercambiar moneda local y oro a un precio fijo. Las reglas sobre las que tenía su base eran:
- Cada país debía poseer una moneda convertible respecto del oro o la libra esterlina.
- Se establecía un tipo de cambio fijo o paridad técnica de cotización respecto del oro.
- Las causas de emisión monetaria eran provocadas por superávits en la balanza de pagos, lo
que equivale a un aumento en las reservas internacionales.

El modelo de la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina fue propuesto como una
respuesta a la crisis de Baring. Su origen data de 1890/91 y su fin en 1935, con la creación del BCRA.
Las reglas principales eran las siguientes:

- La Caja de Conversión tenía el monopolio de la emisión de moneda (peso moneda nacional).


- El tipo de cambio entre la moneda papel y la moneda metálica (peso oro) era fijo.
- La moneda papel era convertible a la metálica.
- La política monetaria era endógena, con ausencia de política monetaria independiente
(quedaron prohibidas las operaciones de mercado abierto para compra/venta de títulos
públicos y préstamos al sistema bancario).
- El Banco de la Nación estaba obligado a sostener una proporción de reservas metálicas en
relación a los depósitos.
- El Banco de la Nación era el agente financiero del Estado Nacional y podía otorgar créditos.
- El Banco de la Nación podía prestar a bancos por “redescuentos” y documentos comerciales.

Recién al iniciar el siglo XX se aplicó este modelo. A partir de 1903, la caja comenzó a acumular oro
porque se reestableció la confianza y mejoraron los precios internacionales de exportación.

Respecto de la creación de dinero secundario, los bancos decidían por sí mismos el monto de
reservas que les parecía prudente, y solían actuar procíclicamente: cuando subían las reservas por
liquidación de exportaciones, aumentaban los préstamos; los retenían cuando las reservas bajaban.

Si bien no existía una convertibilidad con todo el rigor necesario, se logró gran clima económico que
derivó en que, durante los primeros 14 años del siglo XX, el país tuviera superávit comercial.
Módulo 3:

Ascenso y apogeo peronista: (1940-1949)

Al iniciarse la SGM, la recuperación económica ya era un hecho: el PBI que había caído a una tasa del
2.5% anual entre 1929 y 1933, venía creciendo al 4% hasta 1939. Pero el impacto de la guerra estuvo
relacionado a las mayores dificultades para el comercio internacional.

El Plan de Acción Económica propuesto por Federico Pinedo en 1940 fue un intento para minimizar
el perjuicio a la economía nacional que generaría la Guerra. El mismo fracasó por razones políticas,
pero había en él un error en las previsiones, que resultaron ser demasiado pesimistas. De hecho, en
los 5 años siguientes a 1939, el PBI creció a una tasa del 3.6%.

La expansión de la producción argentina provino, sobre todo de la industria. Muchas actividades


manufactureras lograron intensificar la sustitución de importaciones que no llegaban por la guerra.
Se exportaron productos manufacturados a América Latina (especialmente Brasil), e incluso algunos
a EEUU, quien estaba dedicado a la fabricación bélica. Pero el éxito acabó con la guerra.

El efecto de la guerra sobre la industria se replicó en toda América Latina. Si bien se dificultaba el
ingreso de materias primas y bienes de capital, el saldo de la guerra fue favorable. Pero, detrás de la
moderada protección previa a la Depresión no hubo, en general, una política consciente de fomento
a la industria. De todas formas, más allá de su fracaso, el Plan Pinedo fue el primer síntoma de la
nueva mentalidad que se encaraba con respecto a la industria.

Entre 1940 y 1943 se fomentó a la industria con medidas como la política de redescuentos y quince
leyes de promoción industrial. Pero, no estaba bien claro qué industrias debían resultar favorecidas,
donde era clara la distinción entre industrias “naturales” y “artificiales”.

En 1943 el gobierno lanzó un plan de crédito industrial que no distinguía entre los tipos de industria,
y donde se planteaba la necesidad de reemplazar las importaciones, y dar prioridad crediticia a los
productos para el comercio interno.

Perón, en principio no estaba muy de acuerdo con la industrialización, pero a medida que vio la
escasez de algunas materias primas (sumado a su plan de pleno empleo), empezó a mirarla con
buenos ojos.

La relación de Perón con los sindicatos se inició después de la revolución del 4 de junio de 1943, que
derrocó a Ramón Castillo. Por ese entonces, la CGT estaba dividida en dos grupos: la CGT N1 que
agrupaba gremios menos politizados, y la CGT N2 dominada por socialistas y comunistas.

La revolución hizo que los militares tomaran el poder, pasando Arturo Rawson, Ramírez y Farrell.

Las medidas aplicadas por el gobierno generaron la disolución de la CGT N2 y la promulgación de un


decreto de Asociaciones Profesionales que imponían restricciones al movimiento obrero.

Domingo Mercante, amigo de Perón, quedó designado al frente de La Fraternidad y la Unión


Ferroviaria. La creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión (fines de 1943) encabezada por Perón,
ayudó a que los salarios se incrementen y se otorguen subsidios.

Gran parte del apoyo a Perón provenía de los sindicatos. Él era la figura más importante del país y las
fuerzas se definían en base a él.
El 17 de octubre, una movilización popular volcó la crisis a favor de Perón y forzó su restitución al
gobierno. Se llamó a elecciones y fue electa la fórmula Perón-Quijano, fuertemente apoyada por la
Iglesia, los sindicatos y los militares.

Perón se esforzó por diferenciarse del pensamiento de izquierda y opuso el concepto de armonía de
clase al de lucha de clases. Para él, la colaboración entre capital y trabajo (y no su enfrentamiento)
era la clave para el progreso social.

En el ámbito internacional, se expresaba una actitud de independencia para con la G uerra Fría entre
EEUU y la URSS, fomentando la autarquía. Por ello, cuando surgió el Plan Marshall para que los
países devastados por la guerra tuvieran acceso a importaciones cruciales, Argentina quedó excluida

Además de eso, el gobierno de Perón debía resolver el problema de las “libras bloqueadas”, ya que
el saldo con Gran Bretaña entre 1940 y 1945 arrojaba un superávit de 1500 millones de pesos, pero
que no podía utilizarse para pagar el déficit que se tenía con EEUU.

Instrumentos de la política económica peronista: Perón se propuso alcanzar los siguientes objetivos

1) Pleno empleo, favoreciendo a los sindicatos y el nivel de actividad económica.


2) La industrialización, con fuerte intervención del Estado, aplicando medidas proteccionistas.
3) Una mejora de los salarios (tanto urbanos como rurales).

Las medidas aplicadas fueron las siguientes:

- Control de cambios: el BCRA controlaba la asignación de las divisas en el país. Se aplicaba un


régimen de tipo de cambio múltiple por el que había prioridades en el uso de divisas. Así, se
castigaba a los exportadores y protegía a la industria nacional. También se aplicaban
restricciones cuantitativas y se requería un permiso previo.
- Instituto Argentino de Promoción del Intercambio: era un organismo estatal que tenía el
monopolio de la venta al exterior de cereales y oleaginosas. Compraba productos a precios
bajos y luego cambiaba las divisas al mayor valor, generando diferencias financieras. Se
aplicó por dos motivos: sus ganancias sirvieron para financiar el gasto público; la situación
de posguerra obligaba a vender a crédito, y el IAPI al ser un organismo del Estado podía
soportar mayores riesgos y plazos.
- Política arancelaria: se aplicaron aranceles a las importaciones para generar proteccionismo
hacia la industria emergente. De la misma forma, se crearon escuelas técnicas para
especializar el sector industrial.
- Cuentas externas: Perón asumió con los términos de intercambio más altos hasta el
momento. Al finalizar la SGM, el país tenía superávit comercial como consecuencia de la
reducción de importaciones. De todas formas, las cantidades exportadas eran inferiores a
1935 y mucho menos que la década del 20.
Esta baja de productividad se debió a las medidas aplicadas, las cuales no estimularon la
producción rural pero sí el consumo.
- Regulaciones y políticas salariales: mediante el congelamiento de alquileres se empezaron a
realizar controles de precios. Entre 1945 y 1956, los salarios apenas habían aumentado, pero
desde 1946 hasta 1949 aumentaron un 62%, lo que llevó a una distribución del ingreso más
equitativa. Además de ser un elemento político (ya que en 1947 se formó el Partido
Peronista, estas medidas buscaban fomentar la demanda agregada y lograr el pleno empleo
Con este incremento del bienestar, el peronismo obtuvo más de dos tercios de los votos en
las elecciones de 1949.
- Aumento del gasto público: se destinaba más que nada a gastos sociales (salud, educación,
viviendas, etc). Además de la nacionalización de servicios hubo inversiones en comunicación,
energía, FFCC y construcción de caminos.
- Nacionalización del BCRA y centralización de los depósitos: los bancos comerciales recibían
depósitos del BCRA que estaban garantizados por la máxima autoridad monetaria. Estas
medidas generaron que los redescuentos superaran los depósitos, lo que indicó gran
creación de dinero.
- Nacionalización de empresas públicas: nacionalizó los FFCC y las empresas de energía.

Desde 1949 empezaron a observarse los dos grandes problemas que se generaron a partir de estas
medidas: déficit en la balanza comercial y gran inflación.

Los problemas comerciales eran consecuencia de: la reducción de exportaciones y el incremento de


las importaciones para la incipiente industria nacional.

En cuanto a la inflación, se debía a distintos orígenes: emisión monetaria, incrementos de salario y


consumo, que derivaban en aumentos de la demanda y contracciones de la oferta.

El cuello de botella externo:

Perón asumió su primer mandato en 1946 y, durante los próximos 3 años, aplicó medidas para
mejorar la distribución del ingreso a favor de los asalariados y fomentar el desarrollo industrial. Estas
políticas derivaron en dos grandes problemas: la inflación y el cuello de botella externo. Por ello es
que desde 1949 algunas de esas políticas se revirtieron, profundizando los cambios desde el segundo
mandato de Perón, iniciado en 1952.

Surgimiento de la inflación: la economía argentina empezó a mostrar síntomas inflacionarios desde


la SGM, pero se consideraba un problema coyuntural que se solucionaría con la paz.

En 1935 se creó el BCRA como sociedad mixta entre Gobierno y sector privado para reemplazar la
Caja de Conversión. En 1946 se nacionalizó el mismo, y el Estado pasó a tener el monopolio de la
emisión monetaria. El objetivo de esta medida era que la política monetaria sirviera para alcanzar y
mantener el pleno empleo.

A través de los bancos comerciales, el BCRA desplegó una política de créditos que permitió a la
industria financiarse y pagar los elevados salarios. Si bien una parte de esos créditos volvía al sistema
financiero como depósitos, siempre éstos últimos fueron menores en proporción, lo que expandía la
cantidad de dinero en circulación y generaba inflación.

Además de la expansión crediticia, el Estado durante los primeros años no recibía tanto dinero como
para pagar su creciente déficit presupuestario. Dos fuentes extraordinarias sobrevinieron: las
ganancias del IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) y el superávit del nuevo
sistema de seguridad social. Pero con el tiempo ambos se fueron agotando y la emisión de moneda
derivó en más inflación.

El Cuello de botella externo: los problemas de la balanza comercial tuvieron varias causas, tanto
internas como externas:
- Externas:
o Los términos de intercambio bajaron un 11% respecto a años anteriores.
o La no participación del Plan Marshall: sólo participo en el 3% de la reconstrucción.
o Supuesto de una nueva guerra que sostuviera la demanda, que finalmente no pasó.
- Internas:
o La política agropecuaria discriminatoria del IAPI redujo la superficie sembrada.
o La sequía de los años 1951-1952.

Argentina exportó en 1949 por un valor de 933M vs 1600 del año anterior. Esa baja de divisas
disponibles, sumada al aumento de precios que se obtenía del exterior obligó a comprimir aún más
las importaciones. Así, se intensificaron controles a la industria, la que no obtenía materias primas.

Los ingresos y gastos subieron fuertemente durante todo el período y más o menos al mismo ritmo
(8% real anual), sin embargo desde el principio los gastos fueron mayores que los ingresos.

Perón sabía que para mantener un aumento salarial, debía incentivar la producción y la inversión,
garantizando ganancias a las empresas. El gobierno actuó fuertemente en favor de la industria
sustitutiva de importaciones. No solo por el nacionalismo, sino por el ímpetu de mantener el alto
nivel de empleo y consumo.

Para llevar esto a cabo, eligió dos métodos: la restricción de las importaciones, y la generosa política
crediticia. Ya en 1944 el régimen de protección y promoción de la industria había mostrado
favoritismo por ciertas industrias de “interés nacional”, elevando aranceles para las industrias
competidoras y con un sistema de preferencias para la importación de materias primas y bienes de
capital. Asimismo, tan decisiva como la política arancelaria fue la política de crédito industrial,
canalizada a través de dos bancos oficiales. El Banco Industrial (1944) y el Banco Central
(nacionalizado en 1946).

De todas maneras, al calificar el desarrollo industrial en el período 1945-1958 podemos decir que, en
el mejor de los casos, el desarrollo de la industria durante el peronismo puede calificarse como un
éxito parcial. Si bien la tasa de crecimiento de las ramas industriales fue despareja, fue más que nada
resultado de una producción manufacturera al costo con pocas posibilidades de exportación.

El crédito total hacia la industria cayó en 1949 y asumió un nuevo equipo económico encabezado
por Alfredo Gómez Morales. Los nuevos conductores aún no veían a la inflación como algo
incontrolable. En 1949 derribaron el último obstáculo para el desarrollo de una política monetaria
independiente y expansiva, al anular la cláusula que obligaba al BCRA a respaldar con reservas
internacionales al menos el 25% de su base monetaria.

En 1951 la inflación superó la tasa de aumento salarial y el superávit de 1950 se transformaba en un


gran déficit en 1951.

El primer plan quinquenal fue en 1947 y con el objetivo de durar 5 años.

El plan económico de 1952: buscaba detener la inflación. El primer paso fue la reducción del gasto
público (23% entre 1950 y 1953), haciendo que el déficit fiscal disminuyera también. También se
recortó el crecimiento en la cantidad de dinero, tomando a la inflación como un problema de primer
orden. Se intentó combatirla con el retraso en las tarifas públicas y el aumento de los subsidios
(entre 20 y 30% del gasto público entre 1952 y 1955).
También se creó una comisión nacional de precios y salarios que instauró un sistema de
negociaciones bianuales, generando una caída en los salarios reales.

Así, la expansiva política salarial dejó paso a las negociaciones bianuales; la liberal política de crédito
se moderó para buscar la estabilidad monetaria; y el impuesto a las exportaciones (implícito en la
política del IAPI) se reemplazó por una política de apoyo al sector rural.

Debemos considerarlo como exitoso, ya que en 1954 la inflación bajó al 3,1%.

Pero a medida que fueron subiendo los salarios y se recuperaron las importaciones, volvió el déficit
comercial.

El segundo Plan Quinquenal, aplicado a partir de 1953 fue de mediano y largo plazo y
complementaba al plan de 1952 (primer plan quinquenal).

La Revolución Libertadora:

Tras la caída de Perón y el breve gobierno de Lonardi (1955-09 a 1955-11), el gobierno de Aramburu
(1955-11 a 1958-04) debió enfrentarse a muchos problemas. El primero fue reconstruir el sistema de
energía y transporte y renovar bienes de capital obsoleto, lo cual se logró aumentando la inversión y
las importaciones de maquinaria y equipos. También había que detener el gran intervencionismo del
que tomaba parte el Estado. Aunque se seguía considerando necesaria su participación, se querían
limitar excesos.

Si bien el gobierno no tenía una idea económica definida, buscaba resolver los problemas más
urgentes, enfocándose en la infraestructura, las cuentas externas y las finanzas públicas. Se debían
obtener fuentes de capital para realizar las inversiones necesarias y poner en marcha el país,
estabilizar la moneda, estimular la producción, las exportaciones y superar la economía regulada por
la intervención estatal.

Como dijimos antes, el primer problema era el de la energía y el transporte. Hasta la SGM, la energía
estaba provista por carbón y coque, ambos importados de Inglaterra. Con el descubrimiento del
petróleo en Comodoro Rivadavia, YPF tuvo el monopolio de su explotación, pero su producción no
cubría las necesidades básicas. Por eso es que se necesitaron importar combustibles. Como el
gobierno subsidiaba los precios para evitar su incidencia en el costo de vida, el consumo subió aún
más, haciendo que las importaciones de este producto llegaran a un cuarto del total.

Además de la energía, teníamos el problema del transporte. No solo se había reemplazado el


material ferroviario sino que había una creciente dificultad para importar camiones, lo que generaba
dificultades en el transporte de las mercaderías (sumado al deterioro por falta de mantenimiento e
inversión de la estructura vial). La restricción venía del lado de las importaciones, las que debieron
limitarse en la medida que no crecían las exportaciones (castigadas con un tipo de cambio bajo).

Por otro lado, con abultados excedentes comerciales empleados para gastos sin límites y no para
una mejora de infraestructura, era de esperar que cuando todo volviera a la normalidad (en cuanto a
la guerra y las imposibilidades de importar por ella), las demandas de importaciones superaran los
niveles de exportación.
Poco después de asumir, las autoridades del Gobierno militar encargaron a Raúl Prebisch un informe
de la situación de la economía con recomendaciones sobre las políticas que se debían implementar.
En él se hacía notar el estancamiento de la economía argentina, que en una década había crecido
3,5%. Sus recomendaciones buscaban recuperar la capacidad importadora para lograr el
abastecimiento de bienes de capital y cerrar la brecha externa. Para mejorar el intercambio interno
propuso una devaluación que no fuera seguida de aumento de salarios, la eliminación del monopolio
estatal del comercio a través del IAPI y del financiamiento inflacionario.

Sobre las necesidades de equipamiento, sostenía que se necesitaban inversiones para incrementar la
producción de petróleo (cada vez más importante a niveles de importación), recomendaba construir
oleoductos y gasoductos y proponía inversiones en energía y en transporte. Y, como la situación de
divisas no permitía la importación, habría que recurrir al crédito externo a través de empréstitos.

La devaluación de 1956/57: en octubre de 1956 se dispuso un nuevo régimen cambiario, lo que


produjo una fuerte devaluación. Eliminar el enorme atraso cambiario permitía bajar los subsidios a la
producción de cereales y carne. En cuanto a las importaciones, se eliminaron restricciones de
cantidad, permisos previos y se estableció un mercado libre. Se decidió la eliminación del IAPI como
intercambio en la negociación de las ventas.

El Club de París: Argentina, desde la llegada de Perón, había acentuado la tendencia a los pagos de
acuerdo bilateral. Ya en los últimos años del peronismo, se mantenían saldos negativos con algunos
países, debido a la creciente necesidad de importar insumos industriales y manufacturas.

El acuerdo provisional que se alcanzó con el Club de París abarcó tres aspectos:

- Sistema multilateral.
- Consolidación de nuestras deudas.
- Puesta en vigor del sistema de comercio y de pagos.

En 1956, presionado por conflictos gremiales, el incremento de salarios llegó al 35%. Como este
número superó ampliamente al de la producción y no fue absorbido por las ganancias, se generó
nuevamente una alza en los precios, lo que restó efecto a la devaluación.

El saldo en la balanza de pagos siguió siendo desfavorable, compensado en partes por el crédito del
FMI en 1957. Tampoco tuvo mucho éxito el intento de detener la inflación. Incluso con el
congelamiento de salarios de 1957, el nivel de precios subió 24.7%.

Una de las medidas que tuvo más éxito fue el plan de reactivación de YPF, que contempló la
construcción de la red de oleoductos y gasoductos para transportar el petróleo desde los lugares de
producción a los mercados de consumo.
Frondizi, la estrategia desarrollista.

Arturo Frondizi asumió el Gobierno en 1958 y mostró un alinea consistente y decidida que prometía
dar solución a dos problemas: la estabilidad y el desarrollo.

Su gobierno se basó en la tesis del desarrollismo, basado en el pesimismo respecto a las


exportaciones de productos primarios. Según esta visión, desarrollarse era desarrollar las
manufacturas hasta transformarse en una economía industrializada.

Para lograrlo había que tener en cuenta varios elementos:

- Debía aumentar la producción de petróleo y gas, generando ahorro de divisas para la


inversión en otros rubros. Para conseguir el capital necesario para las industrias químicas y
de acero, se requería la exportación de carne y la sustitución de importaciones petroleras.
- Fomentar la siderurgia, explotando los depósitos de carbón y hierro.
- Solucionar permanentemente la provisión de energía eléctrica.
- Incluir las industrias de cemento, papel y maquinaria y equipos industriales.

Una meta en la que se ponía especial foco era la construcción de una amplia red de rutas y
autopistas, al mismo tiempo que se intentaba estimular la producción nacional de autos y camiones.

Se consideraba que el desarrollo industrial debía atacarse en todos los frentes, y para eso se
requería un impulso de inversión. El intento de atraer inversiones extranjeras de los últimos años del
peronismo fueron la base del postulado desarrollista.

Luego de estar casi estancados desde 1956, se aumentaron los salarios y también la inversión
pública. Esto provocó un déficit que rozó el 9% del PBI, el cual fue financiado a través de emisión
monetaria, lo que derivó en inflación.

Plan de estabilización y el FMI: el 29 de diciembre de 1958 fue anunciado un plan integral que, al
realizar un diagnóstico de la situación, concordó en que el principal problema era el nivel de gasto
comparado con el nivel de producción, llevando al déficit y a un bajo nivel de inversión.

Las principales medidas del plan fueron:

- Política cambiaria: se estableció un mercado único de cambios con valor definido por la libre
oferta y demanda. Llevó a una maxidevaluación pero aceleró el proceso inflacionario.
- Política arancelaria: se limitaron los controles al comercio exterior, aboliendo controles
cuantitativos y sistemas de permisos a las importaciones.
- Regulaciones: eliminaron controles de precios y se restablecieron los convenios salariales.
- Política fiscal: se pretendía recudir el déficit a través de limitación en los pagos y el aumento
de tarifas de servicios públicos y combustibles.
- Política monetaria: aumento de encajes y compromiso del BCRA de no financiar operaciones
de los bancos hipotecario e industrial.

El programa contaba con apoyo externo, clave para obtener los recursos necesarios para financiar el
déficit y poder controlar cualquier incremento en el tipo de cambio.

Resultados: los resultados durante la primera mitad de 1959 fueron decepcionantes: gran
devaluación y recargos a las importaciones hicieron encarecer la industria. Las importaciones
cayeron y el PBI bajo un 6.5%, mientras que las exportaciones apenas aumentaban. Se mantuvo la
expansión monetaria como consecuencia de obligaciones ya contraídas y el aumento de los encajes
no se pudo llevar a cabo. La situación del estado era desesperante y se rumoreaba un golpe de
estado, que finalmente llegó en 1962.

Módulo 4:

El gobierno militar:

Nuevamente las fuerzas armadas tomaron el poder el 24 de marzo de 1976, tras interrumpir el
gobierno de Maria Estela Martinez de Perón. El Gobierno se autodenominó como Proceso de
Reorganización Nacional y consideraba que el sector privado debía ser el principal motor del país.

El equipo de Martinez de Hoz buscaba reducir la inflación y solucionar los problemas de


desequilibrio externos. El análisis de las políticas económicas se ha dividido en tres etapas: el
programa del 2 de abril de 1976, el Plan de Estabilización (diciembre de 1983) y la grave crisis de
endeudamiento externo.

- Programa económico de abril de 1976: a cargo del ministro de Economía Martinez de Hoz,
buscaba alcanzar los siguientes objetivos:

1) Estabilidad de precios: disminuir los precios que desde el inicio de 1976 habían alcanzado tasas
muy cercanas a la hiperinflación.

2) Crecimiento económico: mediante la corrección de la balanza de pagos, que había alcanzado


características alarmantes, estando a punto de la cesación de pagos.

3) Distribución del ingreso “razonable”: a medida que las condiciones de la economía lo permitan, ir
realizando una progresiva distribución del ingreso.

En función de esos objetivos, se tomaron las siguientes medidas:

a) Sector externo: para superar la crisis de la balanza de pagos se fijó un tipo de cambio
realista para desalentar las especulaciones. Se aplicó una disminución a los aranceles de
importación, afectando la protección a la industria nacional.
b) Política de ingresos:
o Liberaron precios y congelaron salarios para desalentar la inflación.
o Aumentaron el precio relativo de los productos agropecuarios para incrementar la
producción y exportar.
o Subieron las tarifas de las empresas estatales para disminuir el déficit fiscal.
o Ajustaron tasas de interés para desalentar inversiones hacia activos externos.
c) Sector público: el principal motivo de la inflación era el déficit fiscal. Así, se aplicaron las
siguientes medidas para intentar frenarla:
o Implementación de nuevos impuestos y mejora en la recaudación impositiva.
o Disminución del personal de administración pública (y tomado por el sector privado)
o Racionalización de empresas del Estado para hacerlas eficientes y reducir su déficit.
o Aumento de los precios y tarifas de los bienes y servicios de empresas estatales.
o Reducción de las transferencias de fondos hacia las provincias.
o Transferencia al sector privado de empresas estatales previamente adquiridas para
evitar la desocupación.
d) Sector financiero: se buscaba aumentar la demanda de moneda. Así se intentó un aumento
en los rendimientos reales de activos financieros manteniendo tasas de interés que
contemplaban la inflación.

De todas maneras, el conjunto de medidas tuvo un efecto negativo en la actividad económica,


llevando a la capacidad ociosa a valores muy altos. La recesión fue producto de la redistribución
regresiva del ingreso, ocasionada por la política de liberación de precios, los ajustes permanentes al
tipo de cambio y la rígida política salarial. Sí tuvieron éxito en las finanzas públicas, ya que el déficit
fiscal disminuyó.

- Plan de diciembre de 1978: como el primer programa había fracasado en materia de


inflación, se decidió aplicar un nuevo programa de estabilización basado en lo siguiente:

a) Política arancelaria: se redujeron aranceles a la importación de bienes de consumo, intermedios y


de capital, al mismo tiempo que se recortaron las retenciones a las exportaciones.

b) Política cambiaria: se estableció la evolución del tipo de cambio nominal a través de la “tablita
cambiaria”, la que establecía la cotización día a día del tipo de cambio para dar credibilidad a los
agentes económicos.

c) Política fiscal: se ajustaron tarifas de las empresas públicas para reducir su déficit y alentar la
inversión y producción.

El programa redujo la inflación de 170% en 1978 a 85,5% en 1980. Esta inflación, en combinación
con la tablita cambiaria, generaron un atraso cambiario que afectaba la balanza de pagos: en la
cuenta corriente la apreciación de la moneda incrementó las importaciones y bajó las exportaciones,
provocando déficit comercial; en la cuenta capital, el resultado fue positivo, lo cual compensó los
negativos de la balanza comercial y corriente.

Dos causas llevaron al fracaso del plan: el ritmo lento de la convergencia de inflación interna y
externa más la devaluación; y el inadecuado manejo de la política fiscal y monetaria que generó
presiones sobre el lado de la demanda agregada de la sociedad.

- Crisis de los bancos de 1980 y 1981: la liberación de las tasas llevó a un endeudamiento de
las empresas, llevando a que muchas no paguen. Los bancos, para seguir pagando a sus
depositantes, buscaban captar dinero subiendo las tasas. Y, como los depósitos estaban
garantizados por el BCRA, sería éste quien los pagaría en caso de que los bancos no pudieran
hacerlo. Y así fue: se produjo una crisis que el BCRA afrontó redescontando carteras en su
mayoría incobrables, por lo que varias entidades entraron en liquidación.

Antes de concluir la presidencia de Videla, se decidió devaluar la moneda un 10% (fuera de lo que
indicaba la tabla). Pero cuando se produjo el cambio de autoridades, las devaluaciones crecieron.
El radicalismo:

Raúl Alfonsin asume al gobierno en diciembre de 1983 con una sociedad en gran expectativa por el
advenimiento de la democracia. Pero le tocaba asumir un gobierno con una baja en el PBI entre
1974 y 1984 del 15%, lo que ponía gran presión a resultados favorables. Además, existía un elevado
endeudamiento externo y las reservas internacionales estaban en niveles comprometedores.

La primera etapa de la gestión, encabezada por el ministro de economía Bernardo Grispun estuvo
destinada a lo siguiente:

1) Incrementar el salario real a través de políticas de incremento de salarios nominales por


encima de la inflación, lo que posibilitó expandir la demanda.
2) Propiciar una distribución en el gasto público.
3) Negociar la deuda externa con el FMI y demás organismos internacionales (firmado en 1984)
4) Mantener una política fiscal y monetaria no contractiva para satisfacer urgencias sociales.
5) Aumentar el tipo de cambio y tarifas de empresas públicas en términos reales.
6) Controles los precios.

Solamente el aumento de los salarios generó un aumento en la demanda representado por un 2.6%
del PBI en 1984. Pero la inflación aumentó al inicio de 1985, llegando a la hiperinflación con tasas del
25% al 35% mensual, sumado a que el déficit fiscal se mantuvo a un nivel muy elevado.

En junio de 1985 se dio un cambio de equipo económico que propuso el denominado Plan Austral
luego de caracterizar a la sociedad con: acelerada tasa de inflación, creciente desmonetización,
recesión en 1985, aumento del déficit por efecto Olivera-Tanzi.
El Plan Austral aplicó las siguientes medidas ante la situación previa:

a) Congelamiento de precios privados, sueldos tarifas públicas y tipo de cambio.


b) En las semanas previas al plan se aumentaron el tipo de cambio nominal, las tarifas y precios
de servicios públicos por encima de la inflación.
c) Se incrementaron retenciones a las exportaciones y aumentaron aranceles a importaciones.
d) El BCRA se comprometió a no imprimir dinero para financiar el déficit
e) Se regularon las tasas de interés con la tasa de inflación futura esperada.
f) Se creó una nueva moneda, el austral, revaluado día a día.

Los resultados del plan fueron muy buenos en los primeros meses. La inflación pasó del 31% en junio
al 6% en julio y 3% en los meses siguientes. Esta caída de la inflación tuvo una consecuencia positiva
en el sector industrial, en el cual la actividad se expandió hasta 1986.

En términos de PBI, de la caída de 4.3% en 1985 aumentó el 5.6% en 1986 y, por el efecto Olivera-
Tanzi el déficit fiscal disminuyó del 8.3% del PBI al 2.5% a fines de 1985.

Uno de los principales motivos de estos buenos resultados fue el incremento de la recaudación
impositiva y de los ingresos de las empresas del Estado.

Pero, como el índice de precios al consumidor seguía subiendo, los salarios comenzaron a indexarse.
El aumento de los precios fue compensado con reducción de las retenciones a las exportaciones. En
abril de 1986 las autoridades “descongelaron” las variables del proceso inflacionario (tipo de cambio
y precios y tarifas de servicios públicos) y fueron incrementándose los precios y salarios, apareciendo
la inflación y agravando el déficit fiscal a fines de 1986.
Motivos por el cual falló el Plan Austral:

1) Al principio, cuando se lanzó el Plan, el equipo económico no controlaba ciertas áreas clave
(BCRA y secretarías del Ministerio de Economía). Una vez que sí lo hizo, la confianza se había
perdido y el plan estaba casi agotado.
2) El equipo económico no contaba con la credibilidad del Partido Radical, ya que era acusado
de ser “monetarista”.
3) La CGT estaba en oposición a él, y el Partido Justicialista, desde el Congreso siempre se
opuso a las medidas que se adoptaron.
4) Si bien tuvo éxito en la eliminación de la “inflación inercial” de corto plazo, no atacó las
causas del largo plazo.
5) No implementó un programa de reformas estructurales para reducir el gasto público.

Lo bueno del plan fue que, con el apoyo de la sociedad, pudo ganar las elecciones de 1985. Pero al
no poder llevar a cabo la política fiscal y monetaria, estaba condenado al fracaso en el largo plazo.

Pero con el mismo deterioro de plan y el fallido intento del plan “Australito” en octubre de 1987, las
elecciones de ese año las ganó el Partido Justicialista a nivel nacional, restando sustento político al
Estado y limitando su capacidad para gobernar hasta la finalización del mandato de Alfonsín.

Un nuevo intento de medidas se dio en octubre de 1987 pero sólo duraría hasta diciembre de ese
mismo año. La tasa de inflación alcanzó un nivel de 174.8%, el PBI aumentó 2.2% y la inversión
medida por el PBI fue de 13.1%. Esa aceleración de la actividad económica redujo el saldo de la
balanza de pagos, que igualmente fue negativo.

Plan Primavera: en abril de 1988, el Estado decidió suspender el pago de intereses de la deuda
externa por la insolvencia del sector externo. La inflación se aceleró y llegó a tener un valor de 28%
en agosto, sumado a una devaluación del 45%. Por el miedo a la hiperinflación, el equipo económico
de Juan Sourrouille lenzó en ese mismo agosto el Plan Primavera.

Uno de los pilares que sostuvo a este plan fue el funcionamiento del mercado cambiario: tanto las
importaciones como el pago de intereses de la deuda debían hacerse a un tipo de cambio libre. Las
exportaciones se vendían a un tipo de cambio oficial fijado por el BCRA, que luego vendería en el
mercado de divisas a los agentes que demandaban importaciones. La diferencia (aprox 25%) era
captada por el BCRA como superávit cuasifiscal.

El tipo de cambio se mantendría fijo por dos meses y luego se realizaría una política de tipo de
cambio reptante (crawling peg). Los precios sólo subieron un 5%, y los salarios fueron fijados por
convenciones colectivas de trabajo. En materia fiscal disminuyó la tasa del IVA, y en política
comercial se redujeron las restricciones paraarancelarias, se eliminaron exenciones de impuestos a
las importaciones de bienes de capital y los aranceles a las importaciones.

Los resultados fueron buenos en materia de inflación: lue go de los elevados niveles de agosto, la
inflación bajó a un 6.8% en diciembre. Pero ese incremento atrasó el tipo de cambio.

La actividad económica durante 1988 y la disminución de la inversión redujeron las importaciones y


mejoraron el superávit comercial. El grado de monetización de la economía cayó un 3.3% del PBI y
las tasas de desempleo y subempleo crecieron, junto con el déficit fiscal.

En enero de 1989 el Plan llegó a su fin por una corrida cambiaria que incrementó el dólar en el
mercado libre, impidiendo al BCRA la venta en el mercado cambiario. Junto con el fin del plan,
apareció la inflación, empezando a subir durante los meses de febrero (9.6%) y marzo (17%) .
La renuncia del equipo económico, la confrontación política de Angeloz y Menem y la ins olvencia
externa llevaron a una huida del peso hacia el dólar, agravando la subida del tipo de cambio y el
aumento de la inflación.

Las autoridades se vieron forzadas a liberar el tipo de cambio, lo que aceleró la inflación. La
disminución de la monetización de la economía hacía imposible hacer política monetaria.

Una lección que dejó el paso del gobierno radical es que una disminución permanente en la inflación
debe tener su base en una reducción del déficit fiscal y en políticas monetarias.

Reformas económicas en la década de 1990:

En julio de 1989, Carlos Men*m asume la presidencia. En diciembre cambia su ministro de economía
a Erman Gonzalez, quien dirige el Plan Bonex. El mismo proponía lo siguiente:

- A partir de 1990, los depósitos a plazo fijo serían canjeados por bonos externos 89. No había
más operatoria a plazo fijo.
- La totalidad de los bonos emitidos por el Gobierno serían convertidos a bonos externos 89.
- Se redujo el gasto público.

Paro en 1991 asume Domingo Cavallo como ministro de economía, profundizando las reformas
económicas y aplicando la ley de convertibilidad:

1) Tipo de cambio fijo: paridad de 10 000 australes = 1 USD. Desde enero 1992 $1 = 1 USD.
2) Se establece que la totalidad de los medios de pago está respaldada por reservas o divisas
internacionales.
3) La única forma de expandir o contraer el dinero es a través de la balanza de pagos (con el
aumento o disminución de las reservas internacionales).
4) Se puso énfasis en la reducción del déficit fiscal a través de la recaudación y el menor gasto.
5) Aplicación de políticas de desindexación de la economía.
6) Continuaron los procesos de privatización de Erman Gonzalez.
7) Solución definitiva a la deuda externa a través de la incorporación Argentina al Plan Brady.
8) Desregulación de los mercados.

Las principales reformas estructurales que significaron un cambio en la estructura de la sociedad


comenzaron en 1989 y fueron:

- Privatización de las empresas de servicios públicos: la Ley de Reforma del Estado normó la
privatización de empresas públicas (teléfono, aviación, FFCC, rutas, puertos, monopolios
naturales).

En esta privatización influyeron los desequilibrios financieros de las empresas, que tenían un
impacto negativo en las cuentas públicas. Todas estas ventas de empresas le permitieron al Estado
recaudar alrededor de 30.000 M de dólares entre 1990 y 2000.

También se sumaron el traspaso de los servicios de educación y salud del Estado hacia las provincias,
sirviendo para aliviar el déficit, pero no necesariamente aumentar la eficiencia de las prestaciones.
- Desregulación y liberalización de los mercados de bienes y servicios: la hiperregulación de
las actividades de hidrocarburos fue totalmente abolida. Desde 1991 se liberaron los precios
del petróleo y derivados.

El Estado sólo establecía el impuesto a la transferencia, el IVA y las regalías. La producción creció de
28 millones de m3 en 1990 a 46 millones en 1996.

En el sector agropecuario se eliminó la intervención del Estado y liberaron los precios de cereales y
oleaginosas. También se liquidó la Junta Nacional de Granos y la Junta Nacional de Carnes para
ahorrar presupuesto, así como también todos los entes que regulaban las ventas de los cultivos no
pampeanos (azúcar, vino, etc), sólo quedando activo el Fondo Internacional del Tabaco.

- Cambios en el sistema de jubilaciones y pensiones: consistió en un traslado, paulatino y


parcial, de los aportes jubilatorios hacia fondos privados de pensión. Si bien ayudó a
germinar capitales de largo plazo, fue un costo fiscal enorme porque por un largo tiempo
significó mucho más gasto que el dinero que ingresaba a manos del Estado.

La canalización de esos fondos se realizó a través de las AFJP, quienes cobraban un porcentaje de
comisión para la administración de los mismos.

- Cambios en las políticas fiscales a través de una reforma en el funcionamiento del Estado:
se aumentó el impuesto a las ganancias de 1% al 2.5%. Como contrapartida de esos
impuestos, creció la importancia del gasto público social.

También se sancionó la Ley de Emergencia Pública y la Reforma del Régimen Cambiario, eliminando
subsidios a los regímenes de promoción industrial y minera.

- Apertura de la economía: se eliminaron restricciones a las importaciones, bajando


progresivamente los aranceles, y se eliminaron las retenciones a las exportaciones.

En el orden comercial, se profundizaron e iniciaron procesos de integración regional, con la Unión


Europea como líder en el mundo y el Mercosur.

La apertura comercial y el rezago del tipo de cambio hicieron que se produjera un boom de
importaciones, que pasaron de 8400 millones de usd en 1991 a 20.000 en 1994.

Como consecuencia de las protestas por la apertura de las importaciones y la baja competitividad
que tenían los productos locales frente a estos, se implementaron políticas para proteger los
sectores que estuvieran enfrentando una competencia desleal.

Política económica de 1996 a 1999: en mayo de 1995 se realizaron elecciones presidenciales en las
que resultó ganador por segunda vez Carlos Men*m. El triunfo se debía en gran medida a la
actuación del mandato anterior en materia económica. El pueblo votó con el convencimiento de que
era la mejor opción para asegurar la estabilidad de precios y que no hubieran devaluaciones futu ras.
Sin embargo, en la segunda presidencia aparecieron con mucha fuerza los efectos de los programas
de reformas aplicados. Domingo Cavallo siguió siendo ministro de economía hasta julio de 1996,
para ser reemplazado luego por Roque Fernandez hasta el final de 1999.

Uno de los fenómenos que más afectaron el comportamiento cíclico del nivel de actividad fue el
riesgo país, el cual depende de las expectativas que los agentes económicos externos tienen
respecto de las evoluciones macroeconómicas del país. Para medirlo se establece la diferencia entre
el rendimiento de los bonos externos emitidos por el Estado vs el rendimiento de los bonos de libre
riesgo. Esta diferencia es el valor mínimo que los inversores extranjeros deberían recibir para realizar
inversiones en activos reales y financieros en el país.

Una de las primeras reformas de Roque Fernández fue la realización de una reforma impositiva para
mejorar el nivel de empleo y la recaudación. Se incorporaron al régimen de impuestos los
combustibles, gasoil, diésel, kerosén, y gas natural. Se elevó también el impuesto a las ganancias al
33% y se aumentó la renta imponible a trabajadores autónomos.

Por otro lado, se redujeron los aportes patronales para buscar abaratar el costo laboral, además de
reducir los reintegros a las exportaciones y elevar los derechos a las importaciones.

En 1998 se sancionó una nueva reforma impositiva que incluía la aplicación del impuesto a los
intereses y a la renta presunta. La misma fue muy cuestionada por las empresas que veían un
empeoramiento en su situación económica y financiera.

Resultados de las reformas: fueron tanto positivos como negativos. Como positivo destacamos la
estabilización del nivel de precios y, en los primeros años, el aumento del PBI y la productivid ad.

Mientras que como aspectos negativos podemos señalar el alto nivel de desempleo y pobreza: en
mayo de 1995 el desempleo alcanzó el 18.4% y en octubre al 16.6% (condicionados por la fuga de
capitales por el Efecto Tequila). En 1996, a pesar del crecimiento del nivel de actividad en 4.4%, el
desempleo llegó hasta un 17.3% en octubre. Luego, en 1997, la reactivación del 8.1% del PBI llegó a
bajar el desempleo hasta el 13.7% en el mismo mes de este año.

Durante 1998 el PBI creció 3.9%, reduciendo el desempleo hasta alcanzar un 12.4% en octubre.

Esta resistencia a la disminución de la tasa de desempleo fue afectada por los importantes cambios
en la estructura de la demanda y oferta laboral. La demanda se vio alterada por las privatizaciones,
cambiando criterios de contratación laboral y administración de esas empresas basándose en la
productividad y racionalidad, muy diferente a la administración estatal. También podemos señalar la
falta de legislación laboral, el alto costo laboral y de las indemnizaciones por despido.

Con respecto a la oferta laboral, cada vez se fueron incorporando más personas a la población
económicamente activa, básicamente por dos fundamentos: el empeoramiento de la situación
familiar llevó a que más personas de la familia busquen empleo para poder solventarse; y al haber
mayores oportunidades laborales, las personas sacrifican ocio para conseguir mayores ingresos.

Crisis internacionales: desde 1997, Argentina sufrió los efectos de las crisis internacionales (default
de Rusia, crisis del sudeste asiático, devaluación de Brasil en 1999). Éstas afectaron la competitividad
argentina y, al incrementar el riesgo país, derivaron en fuga masiva de capitales. Entre 1998 y 2000
la caída de ingresos se acercó al 20% y el desempleo en las principales ciudades fue cercano al 25%.

Hay dos explicaciones: el atraso cambiario que derivó en la pérdida de competitividad; y la cuestión
fiscal, ya que durante toda la década del 90 el Estado no logró tener superávit fiscal.
Salida de la crisis y el gobierno populista:

El gobierno de Fernando de la Rúa duró dos años: asumió el 10 de diciembre de 1999 y terminó su
mandato el 20 de diciembre de 2001, en medio de una de las más grandes crisis del país.

Al principio de su mandato, se había pronunciado a favor de la continuidad del régimen monetario.


Buscaba generar confianza suficiente para revertir (o moderar) la salida de capitales que
manifestaba un creciente riesgo para el país.

José Luis Machinea consideraba que mostrando señales de austeridad se lograría convencer a los
mercados de la responsabilidad fiscal del nuevo gobierno. Así, hubieron aumentos impositivos y
recortes de gastos. Hacia fin del año 2000 se negoció un préstamo para cubrir los gastos del
vencimiento de la deuda.

Marzo de 2001 fue el mayor momento de salida de capitales en toda la década de convertibilidad. La
crisis económica barría con la estabilidad política: a principio de mes, el ree mplazo de Machinea por
Lopez Murphy generó tal rechazo que se optó por convocar a Cavallo.

En la visión de Cavallo, el problema central que aquejaba la convertibilidad era una escasa
competitividad derivada de la devaluación de todas las monedas del mundo frente al dólar y al peso.

Los aranceles a los bienes de consumo se aumentaron hasta los topes permitidos por la Organización
Mundial de Comercio y se redujeron impuestos para diversos sectores productores de bienes.

Como no se lograba solucionar la grave situación fiscal, Cavallo decidió dar un canje voluntario de
deuda de corto plazo por otra de más largo plazo (con mayores intereses). También se dictó una
política de déficit cero, ajustando el gasto público a los ingresos que tuviera el Estado. La caída de los
depósitos llegó a tal punto que el Gobierno restringió los retiros en efectivo para evitar la caída de
los bancos. La situación explotó en diciembre: en medio de manifestaciones callejeras reprimidas y
saqueos a comercios, renunciaron Cavallo y de la Rúa.

Gobiernos de transición: luego de la renuncia de de la Rúa, se destaca la asunción de Rodriguez Saa,


quien declaró la cesación de pagos de la deuda. Luego de él, asumió Eduardo Duhalde, quien debería
terminar el mandato de de la Rúa. Durante su gobierno aplicó las medidas que sentaron las bases de
la recuperación económica. Primeramente se definió la salida de la convertibilidad, modificando la
política cambiaria y la capacidad del Gobierno de emitir moneda.

Al mismo tiempo, estableció la pesificación de los depósitos retenidos en los bancos por el corralito
financiero. Esta pesificación fue asimétrica ya que se produjo a relación de $1.40 = 1 USD. El valor
del dólar era determinado al libre juego de la oferta y demanda, lo que hizo que a mediados del
2002 el valor fuera de $4 = 1 USD.

Néstor Kirchner: asumió la presidencia el 25 de mayo de 2003 luego de salir segundo con 22% de los
votos. Si bien se debía ir a balotaje, Carlos Men*m, el candidato con mayor votación, se retiraró.

En lo económico, al momento de asumir, el Estado tenía superávit fiscal, y de cuenta corriente y una
reactivación económica en marcha. El superávit fiscal era consecuencia de la mayor recaudación
generada por las retenciones a las exportaciones y el impuesto a las transferencias (Cavallo-2001).
Además, aún no se había resuelto la cesación de pagos, beneficiando el resultado fiscal.

El superávit de cuenta corriente se debía al elevado tipo de cambio real que provocó incrementos en
la competitividad, favoreciendo las exportaciones y encareciendo las importaciones, y fomentando
sectores que sustituyen importaciones. También, había una brecha del producto muy elevada
(diferencia entre capacidad productiva y lo que produce), de modo que había amplio margen para
crecer sin necesidad de nuevas inversiones o mejoras sustantivas de la productividad.

En síntesis, el quinquenio 2003-2007 fue de gran expansión económica y se mantuvo baja la


inflación. Otro hecho importante fue la renegociación de la deuda, que permitió la salida del default.
En 2005, la oferta de canje de la deuda fue aceptada por el 73% de los acreedores. Estos nuevos
términos implicaron una quita en el capital adeudado y un cambio en los vencimientos. A ello se
sumó, en el 2006, el pago total de la deuda que se tenía con el FMI.

Cristina Fernández de Kirchner: si bien heredó un buen contexto económico, empezaron a aparecer
los problemas derivados de las medidas anteriores. Antes de dejar el poder, Néstor incrementó las
retenciones a las exportaciones para asegurar el superávit que le permitiera continuar con el
modelo.

En el 2008 se intentó incrementar las retenciones mediante lo que se conocía como “la 125”,
haciendo referencia a la resolución que lo establecía. Esta medida generó una rebelión rural que
terminó en el Congreso votando sobre ella. Allí, la propuesta fue rechazada por el voto “no positivo”
del vicepresidente Julio Cobos, rompiendo la alianza entre kircherismo y radicalismo.

Además, sufrió la crisis internacional del sector inmobiliario de EEUU, lo cual afectó a Argentina con
la reducción de la compra de materias primas. Para hacerle frente hubo que devaluar, pero sin
contar con las reservas necesarias. Entonces, se definió la estatización de las AFJP, para que el
Estado pudiera usar sus fondos para salir de la crisis. Como la inflación aumentaba, deteriorando el
salario real, se estableció la Asignación Universal por Hijo (2009).

Otro hecho que marcó esta presidencia fue la inesperada muerte de Néstor en octubre de 2010.

En el 2011, Cristina fue reelecta por el 54% de los votos. En este nuevo gobierno, el problema central
era la inflación, que se iba incrementando a medida que pasaban los años.

Las medidas que llevó adelante en esta gestión fueron:

- Política fiscal: expansiva, con incremento del gasto para mantener programas sociales y
subsidios de transporte y energía, generando déficit.
- Política monetaria: emisión monetaria para financiar el déficit. El BCRA monitoreaba las
variaciones del agregado monetario M2.
- Política cambiaria: se seguía una “flotación administrada” donde las bandas de flotación se
iban administrando según las necesidades. En 2012 se agregó un control de cambios para
evitar incrementos desmedidos, pero derivó en la existencia de un “dólar blue” con una
brecha entre ambos de entre 30% y 50%.
- Política arancelaria: se mantuvieron elevadas las retenciones a las exportaciones y los
aranceles a las importaciones para financiar el déficit. También se restringieron las
importaciones y se prohibieron exportaciones.
- Regulaciones: alternadamente se iban estableciendo controles de precios para controlar la
inflación y se congelaron tarifas de servicios públicos.

Resultados: el quinquenio 2003-2007 fue el de mayor expansión del producto por habitante de la
historia. Durante esos años, los salarios y el nivel de empleo se recuperaron, reduciendo la
indigencia y la pobreza. En los últimos años de Cristina, perjudicados por el estancamiento del
empleo y el recrudecimiento de la inflación, las mejoras se frenaron y algunos indicad ores
retrocedieron.

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