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SAN MARCOS
Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA
DIDÁCTICA EN EDUCACIÓN
DE DESARROLLO
PERSONAL, CIUDADANIA Y
CIVICA
CONTENIDO
ANEXO:
- Bibliografía
- Examen
Incluye el estudio del Derecho civil y el código civil, y el estudio del gobierno con atención
al Papel de los ciudadanos -en oposición a los factores externos- en la operación y
supervisión del gobierno. Dentro de una tradición política o ética dada, la educación cívica
puede referirse a la educación de los ciudadanos. La historia de la educación cívica se
remonta a las primeras teorías de civismo por Confucio en la antigua China y por Platón en
la antigua Grecia. En China, junto con el confucianismo, se desarrolló la tradición del
legalismo. Estas tradiciones, tanto en Oriente como en Occidente, se desarrollaron de
manera diferente, por lo tanto, con la incorporación en el pasado de conceptos diferentes
de los derechos de los ciudadanos y la aplicación de la justicia, junto con diferentes éticas
en la vida pública. Antes de la traducción de la tradición legal occidental al chino que
comenzó en 1839, después de que la influencia por la tradición occidental fue traída a
China, con los períodos de la restauración de la ley china tradicional y de la influencia por
la ley soviética; Específico es el lenguaje ordinario común utilizado en las leyes chinas que
tiene un papel educativo significativo.
Compromiso civil
El compromiso civil es el conjunto de actitudes y actividades de participación en la vida
política y social que impulsan a la sociedad democrática. Se basa en la creación de lazos
sociales y políticos por medio de actos intelectuales y prácticos, de tal manera que los
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individuos se sientan parte integral de una comunidad responsable, que participa en
procesos democráticos y decisiones públicas.
Argentina
Actualmente se enseña en algunos colegios, privados y públicos. Se tratan temas como
los Derechos Humanos y Constitución Nacional.
Chile
Actualmente se incluye el eje formación ciudadana en el currículum nacional chileno,
incluido dentro del subsector de historia, geografía y ciencias sociales para los niveles de
1.º a 8.º básico. También se agregó a la malla curricular de tercero y cuarto medio
Ecuador
Está presente en casi todo el ciclo estudiantil, desde la primaria. Se la incluye como parte
de Estudios Sociales, en la secundaria es considerada como materia básica o
fundamental, en 3.º de bachillerato se presenta con el nombre de «educación para la
democracia o cívica» y en la universidad también está presente dependiendo de la carrera
a seguir.
El Salvador
Para 2017, moral y cívica se impartirá nuevamente, luego de años de ausencia en las
escuelas, y centros privados. Una nueva ley se puso en marcha, y todos los maestros que
la impartirán serán pertinentemente preparados.
España
Francia
En Francia, la asignatura Educación Cívica, Jurídica y Social fue introducida en 2001 para
estudiantes de los últimos cursos de educación secundaria (liceo). Para los estudiantes de
los primeros cursos de secundaria, la educación cívica está integrada en el currículo de
historia y geografía.
Guatemala
Según el Estudio Internacional sobre Educación Ciudadana (ICCS, por sus siglas en
inglés), realizado por la Asociación Internacional para la Evaluación Educativa (IEA),
Guatemala ocupa el puesto 33 en preparación Ciudadana.
México
Recibe diferentes nombres: civismo, educación cívica, educación ciudadana, formación
ciudadana y en la educación secundaria (en algunas ocasiones bachillerato) formación
cívica y ética. sfVI. Fomentar y difundir las actividades cívicas en el Estado; VII. Cuidar de
la debida difusión del Himno Nacional, así como las biografías y gacetas que sirvan de
medio informativo; VIII. Promover el intercambio cívico dentro y fuera del Estado; y IX. Las
demás que le señale el Acuerdo que la crea, publicado en el Periódico Oficial de la
Federación número 74 de fecha 30 de agosto de 1991, así como aquellas que le confieran
los superiores jerárquicos .
Panorama y propuestas
Actualmente, en México se desencadenan muchos conflictos sociales en contra de sus
gobernadores, principalmente por propaganda negativa de dirigentes o insatisfacción de
la misma sociedad. Muchas veces, esta insatisfacción no está sustentada, esto porque la
población no está educada en los temas de nuestro país y de los roles que llevan los
ciudadanos y gobernantes, esto se conoce como educación cívica. El Instituto Nacional
Electoral ha desarrollado una propuesta para impulsar el conocimiento de estos temas en
México, dicha iniciativa se llama Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023
(ENCCÍVICA).
Panamá
Se enseña en escuelas y colegios para ayudar a los jóvenes a ser mejores ciudadanos.
También se aborda en algunas universidades y en algunos trabajos.y sin embargo con el
fin de ayudar a todas las personas del mundo entero,también podemos aprenderlo en casa
no solo en la escuela o colegio.
Perú
En colegios nacionales, por lo general se enseña como un curso independiente y en
colegios particulares se le suele relacionar con el Área de Ciencias Sociales y Civiles. A
grandes rasgos se puede decir que transmite las normas de convivencia social.que es
como persona social.
Uruguay
De acuerdo a la reformulación de programas realizada en el año 2011, la asignatura recibe
diferentes denominaciones de acuerdo al curso en el que se dicta, en tercer año de Ciclo
Básico de Educación Media se le llama Educación Social y Cívica,5 en quinto año de
Bachillerato Educación Ciudadana6 y en sexto año Derecho y Ciencias Políticas.7 Los
Venezuela
Es enseñada en colegios privados y liceos públicos durante el 1er año básico de
bachillerato (o 7mo grado) bajo el nombre de Formación Familiar y Ciudadana,se enseñan
valores además de la estructuración social de la nación, como el Poder Público Nacional.
República Dominicana
Se enseña tanto en colegios públicos, como en privados. Se enseña desde primaria hasta
bachiller, y también en las universidades dependiendo de la carrera que tomaste.
En el ámbito educativo, una de las materias o asignaturas que más pasa desapercibida pero
que llamativamente más importante debería ser para la convivencia en comunidad es
aquella que se puede denominar Educación Cívica o Ciudadana, aunque dependiendo del
país o de la época este nombre cambie.
En el caso de Latinoamérica, todas estas cuestiones siempre han dependido en gran parte
de los períodos históricos y así mientras bajo dictaduras la Educación Cívica sirvió para
contemplar con más fuerza los valores de la obediencia, la moral y el respeto a las
autoridades, en épocas de democracia aparecen con mayor poder los valores republicanos
y democráticos. La convivencia social se construye a partir de la elaboración más o menos
consensuada de estos contenidos y de los deseos de los Estados de aportar o controlar a
esa construcción.
¿Qué tal si le dijeran que el principal valor cívico es el respeto a las personas, que no existen
valores cívicos si no se consideran los valores humanos y que sin esta práctica no podría
hablarse de civismo?
Claro que también alguien podría explicarle que la cívica es considerada como una ciencia
de tipo social que involucra al individuo en el desarrollo integral de su patria, partiendo de los
valores formados desde el hogar y desarrollados a través de su conciencia cívica, del mundo
y el medio en el que se desenvuelve y amparado por las leyes que rigen al Ecuador.
Pero para que todo esto sí basta con practicar normas de respeto, comunicación,
participación y colaboración en la familia, la escuela y en la comunidad.
Quizás para muchos la educación cívica siga encerrada y enterrada entre palabras bonitas
y conceptos simpáticos que pocos respetan y peor practican. Continúe atrapada en el
simbolismo de la Bandera, el Himno y el Escudo. Agonice entre fervorosas celebraciones de
fiestas patrias de las cuales ya olvidamos su origen, tradición e historia.
Otros, como la profesora Jéssica Patiño (CEM G5), refieren que la educación cívica no
debería ser solo teoría sino práctica, llena de ejemplos y modelos por seguir. Es tarea de los
mayores mostrar sus efectos y aportes. El maestro y los padres de familia son los moldes en
los que se miran los menores.
Hay que insistir en recuperar la cultura, por la trascendencia que esta tiene para los pueblos,
así como procurar una educación integral para lograr el desarrollo social y psicológico de los
niños y jóvenes.
Muchos lectores seguramente recordarán los días en que pasaron por las aulas de clases,
donde su mayor aventura era repetir de manera cansina palabras tras palabras para
memorizar alguna idea.
La educación cívica era una materia con muy poco contenido y a muchos estudiantes nos
parecía que estaba para rellenar y de escasa seriedad. Hoy esos tiempos están lejos. Para
Jorge Escala, miembro del Consejo Nacional de Educación, la tarea de los profesores es
educar para la libertad, la solidaridad, la patria y no descuidar al ser humano.
Nuestro comportamiento cívico debe estar basado en las reglas de la convivencia pública y
rescatar valores importantes de la sociedad como la solidaridad y el respeto mutuo entre las
personas.
Valores
La gran tarea de la cívica es buscar que los alumnos y personas en general comprendan y
asuman los valores que la humanidad ha creado y consagrado como producto de su
historia: respeto y aprecio por la dignidad humana, libertad, justicia, igualdad, solidaridad,
tolerancia y honestidad.
El Dr. Carlos Estrella, director nacional de curriculum del Ministerio de Educación, explica
que la Cívica siempre estará dentro del programa de estudios y pertenece al área de
estudios sociales, que comprende historia y geografía también.
La educación cívica debería ayudar a desarrollar una filosofía de vida fundamentada en los
valores que, como personas y ciudadanos, desarrollamos. Es una cadena en la cual se
entrelazan la ética, la moral y los valores humanos.
Ejercer de manera plena nuestra ciudadanía parte de la convicción de que los niños, las
niñas, los adolescentes y los jóvenes, así como los y las docentes, son sujetos de derechos,
dispuestos a participar activamente en la renovación de su entorno institucional y social, y
aptos para arraigarse a la comunidad que los acoge y representa.
Competencias y capacidades
Las competencias que propusimos desde el fascículo general han incorporado un
conjunto de ajustes y mejoras en cuanto a sus capacidades e indicadores para cada uno
de los ciclos, que permiten evidenciar con mayor claridad la gradualidad y progresión de
las capacidades en función de los indicadores. Esto, debido a un proceso de validación
que hemos experimentado durante el año 2013, producto de los aportes y sugerencias
dados en los talleres de asistencia técnica realizados con especialistas (de DRE y UGEL)
y con docentes de aula. Veamos cómo están organizadas las capacidades de cada una
de las competencias del ejercicio pleno de la ciudadanía:
Interactúa mostrando preocupación e interés por las necesidades del otro y toma parte de
manera asertiva en situaciones de abuso. Demuestra autonomía en el cumplimiento de las
normas y participa en la reformulación de estas cuando las considera injustas. Usa el diálogo
para resolver conflictos, y propone soluciones diferentes y pertinentes a la situación. Debate
sobre temas de interés público sin imposiciones arbitrarias, diferenciando hechos de
opiniones en las distintas posiciones,y formula sus argumentos a partir del conocimiento
básico de distintas organizaciones e instituciones. Planifica y desarrolla proyectos sencillos
que respondan a las necesidades de su entorno inmediato o a la defensa de los derechos
establecidos en el Código del Niño y del Adolescente. Está pendiente del cumplimiento de
las responsabilidades de las autoridades y los líderes de su escuela.
Interactúa con las personas de manera solidaria, reconociendo sus derechos como legítimos.
Actúa como mediador en situaciones de conflicto cuando las partes involucradas lo solicitan,
interviniendo con imparcialidad. Reconoce la importancia de cumplir las normas y leyes como
requisito para una convivencia justa y actúa para minimizar los impactos en su entorno
inmediato. Delibera sobre asuntos públicos, analiza argumentos contrarios a los propios y
acepta aquellos que estén bien fundamentados. Entiende que detrás de las posturas propias
y ajenas hay emociones e intereses diversos, pero es capaz de dialogar con ellos, haciendo
prevalecer los vinculados con principios democráticos, los derechos humanos y la
institucionalidad del Estado. Propone, de manera cooperativa, acciones en espacios públicos
dirigidas a promover y defender los derechos humanos, la diversidad y la gestión ambiental.
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Emite opinión crítica sobre los líderes educativos (pares), tanto respecto del cumplimiento
de sus responsabilidades y acuerdos como del ejercicio de su autoridad.
Algunos indicadores son sencillos de alcanzar frente a otros del mismo ciclo. Es
importante que se entienda que hay aprendizajes básicos que son necesarios para
adquirir otros de mayor complejidad. Por ello, con su experiencia y conocimiento del
contexto y de las características de sus estudiantes, el docente tomará decisiones
para trabajar dichos aprendizajes en primera instancia.
Uno de los propósitos del aprendizaje fundamental del ejercicio pleno de la ciudadanía es
lograr que los y las estudiantes sepan convivir, deliberar y participar; nuestra acción
pedagógica, por tanto, tiene que movilizar un conjunto de capacidades que permitan la
adquisición de dichas competencias. Para ello, debemos tomar en consideración los niveles
de progresión de dichas capacidades, los cuales se evidencian en los indicadores.
Visualizar esa progresión de desarrollo de dichos aprendizajes que nos brindan los
indicadores nos permitirá trazar un conjunto de estrategias de enseñanza-aprendizaje para
que nuestro trabajo pedagógico logre que las y los estudiantes puedan desarrollar las
capacidades y competencias planificadas.
Antes de ver cada una de las estrategias que nos ayudarán a lograr el aprendizaje
fundamental, recordemos aquellos cinco principios pedagógicos para el logro de
aprendizajes ciudadanos, como planteamos en un inicio en el fascículo general (ver página
17 del fascículo general): aprender haciendo, aprendizaje significativo, aumento progresivo
de la complejidad, autoeficacia, y motivación intrínseca y por identificación (Chaux 2012).
Entonces, como docentes, podemos expresar que para trabajar las competencias
ciudadanas y sus capacidades debemos recurrir a un conjunto de estrategias con enfoques
activos y participativos en el aula. Estas estrategias –como lo expresa Murray Print– permiten
a los estudiantes realizar experiencias de aprendizaje activo. Esto se logra a través de
simulaciones, análisis y reflexión, juegos de roles, diálogos sobre noticias de actualidad y de
interés público, ejercicio de soluciones de problemas, entre otras técnicas.
Print (2003) expresa que la educación ciudadana no solo puede utilizar estrategias activas
en el aula, sino que estas se complementan con un conjunto de estrategias que pueden ser
trabajadas en otros espacios de la escuela y fuera de ella. Por ejemplo, los trabajos de campo
(visitas al Congreso de la República, la Defensoría del Pueblo, visitas a organismos que
fortalecen la democracia como el Tribunal Constitucional, entre otros) pueden movilizar la
reflexión de los estudiantes sobre las funciones que cumple cada organismo estatal en
beneficio de las y los ciudadanos; además, permite que los estudiantes estén en contacto
directo con funcionarios que desarrollan políticas públicas en bienestar de toda la población
y esto último genera interés de los estudiantes por los asuntos públicos. Queremos recalcar
que cuando optemos por las estrategias descritas, como docentes debemos preparar con
nuestros estudiantes un conjunto de preguntas previas que nos servirán para generar
diálogos con los funcionarios públicos o trabajar casos sobre los cuales ellos puedan
preguntar.
Otra de las estrategias es la que permite involucrar a los adolescentes y jóvenes en procesos
democráticos mediante elecciones de sus representantes estudiantiles (elección de
delegados de aula, consejo escolar, entre otros).
A decir de Torney-Purta (2001), existe una relación positiva entre la adquisición de valores y
actitudes democráticos por parte de los estudiantes y la participación activa en un “clima de
escuela democrático”, donde los principios y procesos de la democracia se llevan a cabo. Lo
expresado por Torney-Purta guarda así relación con el primer propósito del ejercicio pleno
de la ciudadanía planteado en nuestro fascículo general, el cual busca la creación de una
cultura democrática que permita enfrentar toda forma de discriminación, en la que se aliente
el pluralismo y el pensamiento, se promuevan las relaciones de respeto, y se auspicien la
autonomía y la crítica. Una cultura democrática que fomente la vivencia de valores de justicia,
libertad, igualdad, equidad y solidaridad, en la que se practique la resolución dialogada de
conflictos.
A continuación, veamos un conjunto de estrategias que nos permitirán desarrollar cada una
de las competencias y sus capacidades, que ayudarán a desarrollar el ejercicio pleno de la
ciudadanía. Su uso y trabajo en el VI ciclo dependerá del contexto en el que desarrollamos
nuestra práctica, así como de las características de nuestros estudiantes, y de los recursos
y materiales con los que contemos para trabajarlos en el aula y la escuela. Recordemos que
La situación presentada nos hace ver que en nuestras escuelas, al igual que en diferentes
espacios de nuestra comunidad, se producen conflictos, problemas, desavenencias, peleas
y pleitos de manera frecuente. Y es importante referirnos a esta amplia gama de situaciones
para no quedarnos entrampados en definiciones conceptuales de lo que se considera,
formalmente, como conflicto. Nos interesa como formadores que nuestros estudiantes
puedan prevenir y manejar, de manera adecuada, todas estas diversas situaciones que se
viven a diario en las escuelas. Por ello, a continuación veamos algunas recomendaciones
para enfrentarlas.
Hay muchos prejuicios y mucha discriminación hacia los pueblos indígenas o hacia la
comunidad afroperuana. Y lo más serio es que sentimos discriminación hacia personas
que son iguales que nosotros.
Pero también vemos a adolescentes que se afirman en su identidad indígena; que usan
el “nosotros” para referirse a los pueblos indígenas; la corrección inmediata del uso de
denominaciones; la valoración de las experiencias que comparten algunos estudiantes;
el cuestionamiento a opiniones sin argumento, etcétera.
Esta situación hace aún más difícil que nosotros, como docentes, nos propongamos
desarrollar en nuestros estudiantes aprendizajes relacionados con la interculturalidad
desde nuestra identidad. Por eso, lo primero que tenemos que hacer como educadores
es aprender a mirarnos al espejo, aceptarnos y valorarnos.
No puedo dar la cara si no tengo rostro. Muchos docentes nos oponemos a la educación
intercultural porque no nos atrevemos a reconocer que tenemos raíces originarias. Esta
misma estrategia de reflexión podemos construirla con nuestros estudiantes de primer y
segundo grado. Solo así podremos dar los siguientes pasos para ejercer nuestra
ciudadanía de manera plena.
Para ellos y ellas, acercarse a otras culturas es realmente una experiencia nueva,
especialmente si se pretende que se realice un encuentro intercultural. Aprender sobre
otros pueblos y otras culturas es una experiencia enriquecedora. Veamos con qué
estrategias podemos trabajarlo.
Las experiencias pueden ser diversas: literatura oral, gastronomía, tecnología, arte,
costumbres, espiritualidad, lenguas, instituciones sociales, valores, etcétera.
Es bueno que también les planteen sus opiniones aunque estén cargadas de prejuicios,
en algunos casos, a fin de que las personas invitadas puedan dialogar y, en la medida
de lo posible, debemos ayudarlos a superar sus prejuicios. Para lograr que la actividad
resulte formativa hay que preparar a nuestros estudiantes para estos encuentros
interculturales, dándoles las siguientes sugerencias:
La mesada o mesa es una ofrenda que se realiza para entidades espirituales del mundo
andino como los apus, la Pachamama y otras. Los pagos son los sabios que cultivan la
espiritualidad tradicional y median entre el mundo material y el espiritual.
El pueblo yine habita la provincia de Atalaya. Convive en los centros poblados con la
población mestiza. Tiene una larga trayectoria cultural en la zona.
Los yachachiq son maestros de la comunidad que comparten sus saberes tradicionales.
No son profesores, sino sabios de las comunidades. Se han revitalizado en los últimos
años y han combinado tecnologías tradicionales con tecnologías modernas en el campo
de las actividades agropecuarias.
Como hemos visto, hay diferentes formas para que la cultura ingrese a nuestras aulas.
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Es importante que, como docentes, agotemos todos nuestros esfuerzos para lograr que
se desarrollen estos encuentros interculturales en nuestras escuelas.
En el aula, entonces, tenemos que ir combinando el uso de las estrategias y, por lo tanto,
de situaciones de enseñanza-aprendizaje, si es que queremos que nuestros estudiantes
logren ser competentes en “Delibera sobre asuntos públicos, a partir de argumentos
razonados, que estimulen la formulación de una posición en pro del bien común”.
Veamos conjuntamente qué estrategias proponemos desarrollar en deliberación en el
ciclo:
b. Visualizando los pasos por seguir En primero y segundo de secundaria, para poder
deliberar, los estudiantes deberían manejar y poder explicar información sobre las
funciones generales de los poderes del Estado, los organismos constitucionales
autónomos (por lo menos los cercanos a su vida cotidiana) y, sobre todo, las funciones
de las instituciones del gobierno regional, ya que es lo más cercano a su día a día. No
necesitamos mucho esfuerzo para darnos cuenta de que son temas densos, poco
amigables y, varios de ellos, lejanos al día a día de nuestros estudiantes; y sin embargo,
son fundamentales. Pero ¿cómo hacemos para que nuestros estudiantes aprendan estos
contenidos para el examen y no los olviden el día siguiente? ¿Cómo hacemos para que
permanezcan en su memoria y puedan ser recuperados y aplicados al momento de
Muchas veces, somos nosotros, los docentes, los que decidimos unilateralmente qué tipo
de organizador queremos que hagan nuestros estudiantes: organizador secuencial,
mapa comparativo, organizador de ideas (llamado también de telaraña), esquema de
causa-efecto, etcétera. Sin embargo, parte importante del proceso de dar sentido a la
información, y el consiguiente aprendizaje, es que los estudiantes se enfrenten al reto de
decidir qué tipo de organizador es adecuado para la información que tienen en ese
momento en sus manos. A pesar de lo anterior, en primero y segundo de secundaria no
podemos mandarlos a pensar libremente en cuál sería el óptimo, ya que terminarían
perdiéndose y confundiéndose. En este nivel debemos ofrecerles dos o tres opciones.
Por ejemplo, si queremos que interioricen información sobre los poderes del Estado,
podemos preguntarles:
A partir de esta información, los estudiantes podrían haber elaborado estos dos
productos e identificado, con nuestra guía, como puntos positivos y negativos para
trabajar este tema los siguientes:
2013.
3. http://www.curriculumenlineamineduc.cl/605/w3-propertyvalue-61547.html
9. ¿Cuáles cree usted que son los principales factores en la formación ciudadana y cívica?