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Alias María (2015)

La guerra en nuestro país ha sido des pausada y para refrescar un poco la memoria
de lo que conlleva el conflicto y todos sus actores, Alias María es un acercamiento
crudo y duro para entender las consecuencias de la barbarie.
Alias María es una película en constante movimiento, no es necesario tener
antecedentes para entender de qué va, arrancamos con María (Karen Torres)
embarazada y con dudas de si tener su bebe o no, pero antes de que ese conflicto
evolucione tiene que embarcarse en una misión de llevar al recién nacido de su
comandante a una zona segura, con un escuadrón encabezado por Mauricio su
compañero sentimental, Byron y Yuldor un niño 12 años.
En esta primera parte del film se desarrolla la maternidad de una niña de 13 años y
como lucha para ocultar su embarazo de Mauricio mientras atraviesa las zonas
selváticas y padece los síntomas que acarrea su estado. En ese transcurso
podemos ver implícito los lazos que se crean entre los integrantes de la misión,
humanizándolos y acercándolos al espectador, Byron como un hermano mayor
enseñándole a Yuldor mientras que por otro lado María aprendiendo hacer mamá
con el bebé. Todos niños que son las principales víctimas y sufren de primera mano
los efectos de la batalla, Yuldor resulta herido por un balazo en la pierna mientras
que María sufre la presión de abortar.
El movimiento de la película se ve enmarcado en la de cámara que nos hace
participes de esos largos periplos por la jungla, en ese mismo movimiento nos
asfixiamos y sentimos la pesadez que llevan estos personajes. Sin embargo, a
causa de esa misma velocidad algunos detalles se pierden y que hacen
desorientarnos. No tenemos una ubicación espacial, María no tiene una suficiente
introspección de lo que acarrea ser madre y Mauricio con una deducción al mejor
estilo de Sherlock Holmes se da cuenta que María está embarazada. Pero quizá
esos detalles al final no son importantes, como si lo es el encontrar la fuerza para
dejar de obedecer.
Y es que al ser descubierta Mauricio la obliga abortar, pero es acá donde vemos el
arco de transformación de María que pasa de ser una niña que no tiene idea que
hacer a una mujer de 13 años que decide escapar, solo está acción la convierte en
una luchadora y que demuestra el amor de una madre por su hijo, oponiéndose a
ese patriarcado que domina la guerrilla. Pero es aquí donde a través de sus ojos
vemos la cruda que es la guerra, los paramilitares asesinando personas de los
pueblos, sus propios compañeros guerrilleros asesinando camaradas a sangre fría.
Cosas a las que no puede enfrentarse y que finalmente el único camino de salida
es el escape, así que los últimos minutos la vemos sobre las vías del tren dejando
expresado ese significado semiótico de emigrar y no volver.
Alias María no cae en lugares comunes, nos muestra una guerrilla humana y unos
personajes que no son ni buenos ni malos solo son seres que luchan por sobrevivir.
Si bien la violencia está presente no toma un rol protagónico pero cuando aparece
en cámara es fría y contundente, los personajes tienen un manto de invulnerabilidad
ante el horror de la muerte. Hay temas como los niños en la guerra y como le es
arrebatada esa niñez, no es fortuito que nos presenten un campamento con un alto
número de infantes armados, que a pesar de todo sueñan con ser niños “normales”.
El precio de la guerra es caro, pero a veces se pasa por alto el papel del niño y de
la mujer en ella, afortunadamente el director logra poner a la palestra una realidad
que creímos haber superado; con una dirección sobria, correcta, unas actuaciones
que se sienten auténticas. Aunque el hecho de emplear actores naturales en
ocasiones le resta emoción a las interpretaciones, sobre todo en la protagonista que
si bien tiene momentos en los que su expresión facial comunica efectivamente la
intención, en sus diálogos cojea.
Por lo demás, podemos ver un juego interesante con la luz, como si una luz angelical
se posara continuamente en María, algo que resulta curioso con la trama y con su
nombre como si se hubiesen basado en el arquetipo de María la madre de Jesús,
antes de dar a luz; lo cual funciona muy bien ya que parece que la luz le otorgara
un manto de divinidad a la acción de María de cargar a este niño lejos de la guerra.
Pero lo más importante, que creo que le da un valor emocional y coyuntural a esta
película es visibilizar a los niños en medio del conflicto y abrir el debate de ¿cómo
podemos protegerlos? ya que son el futuro de la sociedad.
Una película recomendada para todos los que piensan que las armas son la solución
a nuestros problemas y que la paz con la FARC debe terminar de ser sepultada.

Calificación: 3.5 / 5

Oscar Iván Lasprilla G.


Cineasta.

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