Está en la página 1de 15

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER

POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y


TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS
PROGRAMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
SOCIOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN

LA MODERNIDAD: UN DEBATE INCONCLUSO

Papel de trabajo

Autor:
Rafael López

Facilitadora:
Florirma Carpio

San Juan de los Morros, mayo del 2020


PAPEL I

PARADIGMA POSITIVISTA: Situación actual

Sin duda alguna la configuración de nuestro mundo actual está marcada por la poderosa

influencia del período histórico denominado Modernidad cuya máxima corriente de

pensamiento o paradigma es el denominado positivismo, creado y defendido por el filósofo

francés Augusto Comte. En efecto, la principal característica de esta etapa es la de otorgar

un papel protagónico a la razón en todos los ámbitos de la persona y de la sociedad. Esto

lleva a considerar a la ciencia como la fuente única para todas las respuestas y por

consiguiente, la oportunidad de valerse de la técnica y de la tecnología como herramienta

utilitaria para mejorar las condiciones de la persona en la búsqueda del progreso.

Las razones anteriores permiten caracterizar entonces a la Modernidad y a su corriente

paradigmática el positivismo, como la visión influyente en todos los aspectos de la vida

social hasta bien entrada la actualidad mundial, donde se presenta un debate o quiebre

paradigmático denominado postmodernidad. Ahora bien, en torno a este debate, es

importante señalar el fin último del positivismo para tener una mejor comprensión de los

argumentos planteado en el mismo.

Al respecto, cabe señalar que el positivismo en el pensamiento filosófico de Augusto

Comte, tenía como fin último la conformación de una nueva sociedad, mediante la

aplicación de las bases científicas naturales en los estudios sociales. Por supuesto los

antecedentes de este pensamiento se remontan al éxito de la ciencia Moderna practicada


durante los siglos XVII y XVIII, particularmente con su método de observación en las

ciencias naturales. Sin embargo, es pertinente señalar que los primeros referentes para el

desarrollo de esta visión en el pensamiento del filósofo se remonta a la corriente del

pensamiento social de Claude Henri de Rouvroy, Conde de Saint Simon (1760- 1825) cuyo

pensamiento estaba marcado por la impronta de la crisis institucional de la Francia post-

revolucionaria y que desde su experiencia como militar en América y el contacto directo

con el auge de la ciencia y de la industria, permitieron dar una estructura a su visión

filosófica que consistía fundamentalmente en la instauración de una organización social

asentada e inmersa en la producción industrial y tecnológica.

Este pensamiento tenía como consecuencia inmediata una visión de gobierno donde la

forma de distribución de la propiedad y el desarrollo económico generado por la

producción industrial asentaría las bases para un régimen social pacífico y ordenado. Así,

esta nueva forma de política debería atenerse a los parámetros científicos, legitimando a sus

líderes políticos desde las facultades técnicas científicas y no por la divinidad o la soberanía

del pueblo. De esta manera, puede observarse cómo el argumento cientificista de saint

Simon se contrapone o replica a las filosofías políticas propias del iluminismo,

consideradas por éste como dogmas metafísicos. Ante esto, se debía defender los “valores

positivos” que requerían sólidas leyes empíricas.

Como complemento a las ideas esbozadas, resulta importante señalar que el

pensamiento Saintsimoniano tiene sus continuadores pero en senderos que se bifurcan tanto

a su izquierda como a su derecha. En ese sentido, observamos por un lado la corriente de

izquierda expuesta en la obra de Karl Marx y su materialismo dialectico. Por su parte, en el


sendero de la derecha, se consolida el espíritu positivo en el pensamiento de Augusto

Comte discípulo de Sant Simon.

Como se puede inferir, el positivismo de Comteano resulta una prolongación actualizada

del pensamiento saintsimoneano. De acuerdo con esta prolongación, Augusto Comte afirma

y detalla la ley de los tres estadios del conocimiento humano. Esta ley explica que cada una

de las ramas del saber deben transitar, sucesivamente, por tres niveles distintos de teoría o

estadios a saber: el estado teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto y el estado

científico o positivo, quien marcaría el “fin de la historia” donde el conocimiento humano

se reducirá a la observación y la lógica ya no para descubrir cómo nace el universo, sino

para entenderlo, explicarlo y predecir sus devenires.

En el contexto de este pensamiento, Comte sostiene que el espíritu teológico no es

compatible con la base material del progreso, mientras que el estado metafísico, con la duda

universal, propicia el desorden y el desgobierno. De allí sugiere que se hace necesario el

orden social para el favorecimiento del progreso.

De esta forma, el filósofo estaría dando origen al positivismo como paradigma y a la

sociología como la ciencia que unificaría todas las maneras particulares del conocimiento

del hombre en sociedad. Las ideas hasta aquí expuestas nos permiten analizar el estado

actual del pensamiento positivista caracterizado por protagonizar un intenso debate tal

como se expresó en párrafos anteriores.

De acuerdo con este panorama, vemos como el mito del progreso indefinido de la

ciencia se fue apoderando del pensamiento intelectual a lo largo del siglo XIX. En efecto,

se evidencia un endiosamiento de la ciencia al proponerla como la única modalidad válida


del conocimiento objetivo; trayendo como consecuencia una omnipotencia cognoscitiva

que conduce a la negación de otras modalidades del conocimiento humano como sería la

teología y la filosofía.

Ahora bien, en el siglo XX se asiste a la realidad de dos guerras mundiales

introduciendo a la humanidad en la Era Nuclear, lo que origina la posibilidad de que el ser

humano acabe con su propia existencia. Este hecho obliga a considerar los aspectos éticos

del uso de la ciencia y es aquí donde inicia ese quiebre paradigmático que propicia el

debate de la Modernidad, en opinión del autor de este papel de trabajo.

Al respecto, cabe señalar que a finales del siglo XX se ha dado un auge de nuevas

corrientes de pensamiento que defienden otro tipo de sensibilidad y reflexión filosófica

donde la subjetividad y el pensamiento ecológico vayan de la mano del progreso

tecnológico. Entre esas corrientes ideológicas se pueden citar de manera resumida en cinco

grandes grupos; a) el cientificismo, b) el relativismo moral, c) el materialismo, d) el

evolucionismo reduccionista, y e) el ambientalismo.

Las evidencias anteriores demuestran que se ha introducido la duda respecto a

determinados modelos y paradigmas de la ciencia y de algunos de sus axiomas

fundamentales resultando oportuno destacar las ideas expuestas por autores como Thomas

S. Khun, Lakatos y Foucault entre otros. Estos trabajos han generado un estado de

incertidumbre en la ciencia provocando un movimiento revisionista de los fundamentos y

modelos teóricos que daban significado y sentido a las diferentes disciplinas desde la física,

la astronomía y la química, hasta la historia y la sociología.


De este modo podemos decir que el paradigma del positivismo se encuentra en intenso

debate que ha originado dos vertientes: la de los que ponen el acento en lo que tiene de

opuesto al espíritu moderno, y la de los que consideran que es un resultado inevitable de

una concepción errónea de la razón, sobre la que se asienta toda la modernidad.

PAPEL II

MODELO DE UNA SOCIEDAD ABIERTA: el pluralismo y sus aplicaciones en

diversos ámbitos

En este debate de la Modernidad entra en escena el llamado Modelo de la Sociedad

Abierta propuesto por el filósofo austríaco Karl Raimund Popper. Según él, dicho concepto

estaba en proceso de definición, ya que ha ido perfilándose en formas concretas por medio

de una dinámica evolutiva. Sin embargo, para un acercamiento compresivo del mismo

podrían esbozarse algunas características que permitirían visualizar mejor sus bases

principales.

Sin embargo, es necesario antes de entrar en consideración el análisis del tema en

cuestión, acotar la corriente epistemológica que establece Popper. Al respecto, autor

propone el racionalismo crítico, el cual como su nombre lo indica, hace una crítica a las

teorías establecidas por la ciencia y se opone expresamente al positivismo lógico o

neopositivismo. Asimismo, muestra oposición al empirismo basado en el de la naturaleza y

la experiencia de los sentidos, lo que para su visión acerca de la formación del

conocimiento se trataría de un proceso evolutivo que parte de problemas y tiene intentos de


solución y exclusión de intentos fallidos. Es lo que se llamará el falsacionismo que en una

definición lacónica, significa contrastar una teoría intentando refutarla con un

contraejemplo.

En tal sentido, si no existe la posibilidad de refutarla, dicha teoría queda “corroborada”,

pudiendo ser aceptada de forma provisional, pero no verificada; es decir, ninguna teoría es

absolutamente verdadera, sino a lo sumo “no refutada”. Lo anteriormente expuesto nos

permite arrojar luz sobre el concepto del pluralismo en la epistemología Popperiana.

Así pues, este modelo descansa en tres términos fundamentales: “la sociedad abierta”,

“progreso” y “discusión crítica”. En este contexto, como ya se ha referido, Popper no

ofrece una definición de “sociedad abierta” pero sí establece una contraposición con la

noción de “Sociedad cerrada” destacando que los defensores de la sociedad cerrada estarán

siempre al acecho para buscar la oportunidad de retornar; es cuando habla de los enemigos

de la sociedad abierta.

Por su parte, considera el progreso en la historia social del ser humano como ese paso de

un tipo de sociedad a otro. Ahora bien, dentro de ese progreso al pasar de una sociedad

cerrada a la abierta, ésta última tendrá ciertas características que la harán posible:

 Sociedad crítica y dinámica

 Sociedad pluralista

 Sociedad con individualismo altruista

 Sociedad democrática

 Mercado e intervención estatal

 Defensa de una ética humanitaria


Atendiendo al objetivo de este papel de trabajo centraremos la atención en el segundo

aspecto como lo es pluralismo. En consecuencia, el autor concibe el pluralismo dentro de la

sociedad abierta como una sociedad que practica la tolerancia; es decir, se toleran las

diferencias, no existe uniformidad de pensamiento y de creencias impuestas.

Sin embargo, conviene aclarar que este pluralismo de la sociedad abierta no significa

una tolerancia de “todo vale”, por el contrario, dicha sociedad tiene unos valores absolutos

que pueden hacer pensar que no es tan abierta. Esto es así debido a que dicha sociedad tiene

una religión civil con una fe incondicional en la “razón crítica” de manera que valores

opuestos a esta fe se excluyen definitivamente.

Pero este “no todo vale” en realidad significa que es un pluralismo donde no tiene cabida

ni el subjetivismo ni el relativismo. Es reconocer un espacio común que todos deben

respetar para garantizar la convivencia de gentes que tienen distintas concepciones del

mundo. Esto implica un mínimo moral común propiciado por la razón crítica.

Finalmente, vinculado a este concepto se encuentran los diversos ámbitos de la vida

social, entre ellos:

 La política: la participación de varios grupos sociales en la vida democrática

valorando y promoviendo las diferentes ideologías, tendencia religiosa, cultural y

étnica. De tal manera que el pluralismo permita la ampliación de las bases del

poder.
 Filosofía: tiene una posición metafísica que considera que la totalidad del mundo

está compuesta por realidades independientes e interrelacionadas. Esto se

contrapone al monismo que defiende una realidad única.

 Teología: todas las religiones son caminos útiles para llegar a Dios.

 Ética: reconocimiento de los derechos humanos, al desarrollo, a la protección del

medio ambiente y a la paz.

PAPEL III

ALTERNANCIA ENTRE IDENTIDAD SOCIAL E IDENTIDAD PERSONAL

El presente papel de trabajo aborda un tema de gran importancia dentro del debate de la

Modernidad como lo es la construcción de la identidad personal y social ya que toca

directamente la dimensión de la persona en su esfera individual y colectiva, que de una u

otra manera se amolda o es modificada por la cultura y la socialización. En este orden de

ideas, vemos como desde la Modernidad, el hombre comienza a construir sus identidades

sociales por medio de la interacción y la intersubjetividad con los otros, es decir, se vive un

proceso de socialización.

Como se puede inferir, un determinado paradigma conforma una particular estructura o

sistema de pensamiento que afecta lo que podría llamarse las tres esferas de actuación del

ser humano: la individual, la social y la cultural. Es por ello que la entrada de la Etapa de la

Modernidad generó unos profundos cambios sociales y por ende, las prácticas tanto
individuales como sociales. En este sentido, diversos autores sostienen que este período

produjo profundos cambios sociales. Por ejemplo, Giddens (1987) cataloga al mundo de la

Modernidad como desbocado, mientras que Habermas (1985) sostiene que la modernidad

se caracteriza porque la vida cotidiana se vio arrastrada por el remolino de esta

racionalización cultural y social, disolviendo también las formas tradicionales de vida

diferenciadas a principios del mundo moderno sobre todo en términos de estamentos

profesionales.

Sin embargo, pese a la racionalización de la que habla el autor del párrafo anterior, es

necesario destacar que la vida no solo viene determinada por estructuras de racionalidad

sino por los mundos de vida, las interacciones y las subjetividades, es decir, existen pautas

de socialización que tienden al desarrollo de identidades del yo que obligan a los sujetos a

individuarse.

Las consideraciones anteriores permiten introducir el concepto de identidad, tema

central de este escrito. Por consiguiente, vemos que la identidad se refiere a la construcción

de sentido, atendiendo a uno o varios atributos culturales, priorizándolos del resto de

atributos que se construye por el individuo y representa su autodefinición. Así, se tienen

dos aspectos de identidad en el sujeto que actúan de manera dialéctica o en alternancia

debido a la subjetividad del individuo: identidad personal e identidad social.

Profundizando un poco más se establece que la identidad social es la consecuencia de

definir el yo desde la pertenencia a una determinada categoría social (Ej.”Soy católico”)

mientras que la identidad personal es el resultado de la descripción del yo desde


particularidades personales (Ej. “Soy católico, venezolano, periodista, fanático del

Magallanes, y amante del joropo).

Esta alternancia implica el paso de la identidad personal a la social, o viceversa, y el

contraste entre lo que hace la persona cuando actúa a título individual o como miembro de

un grupo o de un colectivo, es algo presente en la vida cotidiana. Esto permite dar respuesta

a la pregunta generadora de este papel; una identidad pasa a dominar determinado plano por

causa de la subjetividad del individuo.

PAPEL IV

REPERCUSIONES SOCIALES, CULTURALES Y POLÍTICAS DEL


OSCURANTISMO INFORMATIVO EN VENEZUELA FRENTE A LOS MEDIOS
DE COMUNCIACIÓN CON AMPLIA INFLUENCIA SOCIAL

Como se pudo analizar en el papel de trabajo anterior, el individuo o persona se mueve

en tres esferas esenciales: la individual, cultural y social. Del mismo modo, tanto su

identidad personal como social se moldean de acuerdo con el tipo de sociedad que marca la

construcción colectiva y cultural.

Las evidencias anteriores permiten introducir un nuevo elemento en este análisis como

lo es el de los medios de comunicación y su actuación específica en el caso venezolano. En

este sentido, los medios se han convertido en un patrón de legitimidad e identidad social,

haciendo creer que ellos promulgan la verdad, generando con ello matrices de opinión en

contra de estos colectivos sociales. Entre los poderosos instrumentos que se emplean se
encuentran la propaganda y publicidad implementada, sugestionando el inconsciente y la

conciencia de las personas. Este tipo de actitudes repercuten de manera perjudicial ante el

modelo de pluralidad del que se hablaba anteriormente, podría decirse que estas pautas de

conductas de los medios de comunicación los convierte en destructores de sociedades y de

la vida humana sin exageración alguna.

Ante este sombrío panorama comunicacional se hace necesario la práctica de un

periodismo, que a través de la comunicación se encargue de construir una nueva sociedad,

enfocada en una convivencia justa e igualitaria, pluralista. Aquí entra en juego una

consciencia ética debido a que la primera razón de ser un medio de comunicación es

sembrar valores, ser el gestor comunicacional entre los ciudadanos y el Gobierno,

PAPEL V

INFLUENCIA QUE EJERCEN LAS INNOVACIONES TECNOLÓGICAS EN LA

SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

Es indudable que los cambios acelerados que vive la sociedad contemporánea van de la

mano del desarrollo de las innovaciones tecnológicas. Desde la galaxia de Gutemberg hasta

la aldea global de Mc Luhan es ya casi indescriptible todo el avance tecnológico que

avizora futuros tan cercanos que la percepción del tiempo se desdibuja y todo es presente y

pasado de manera fugaz. Así, en estos tiempos de debates paradigmáticos nos enfrentamos

a visiones como la modernidad líquida de Zygmunt Bauman quien define el actual


momento de la historia en el que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo

y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido dando paso a un mundo más

precario, provisional, ansioso de novedades y, con frecuencia, agotador. Del mismo modo,

el transhumanismo movimiento cultural  e intelectual internacional que tiene como objetivo

final transformar la condición humana  mediante el desarrollo y fabricación de

tecnologías ampliamente disponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel

físico como psicológico o intelectual.

Estos hechos nos recuerdan que vivimos en una época donde el saber y el poder,

conforman una estrecha relación de amplias implicaciones, medido en la magnitud del

desarrollo científico moderno, acompañado de innovaciones tecnológicas a gran

escala. Ahora bien, es importante señalar que el conocimiento implica a su vez una

construcción socio cultural, revestida de características particulares.

Estas circunstancias destacan por la ruptura ética y legal en el manejo del poderío

tecnocientífico, en medio de una globalización ampliamente recolonizante, así como de la

más compleja e inmoral de las conexiones entre dominación, exterminio masivo y

desarrollo tecnológico. Este panorama nos debe hacer conscientes de los riesgos actuales,

derivados de una tecnociencia, que se aplica en los escenarios de la guerra antes que en la

construcción de paz, equidad y desarrollo humano sostenido.

De igual manera, estas reflexiones se aplican igualmente en el escenario de la

geopolítica en que la tendencia bélica militar, involucra extensas zonas geográficas del

planeta, amenazadas por muchos años, bajo el poder destructivo de un aparato científico y

tecnológico militar, que ha demostrado no tener límites ni fronteras, y menos conciencia y


principios humanistas. Pensamos que esta situación se presenta cuando las innovaciones

tecnológicas no se perciben como productos sociales, que vuelven a la comunidad después

de todo el ciclo tecnológico, transformadas y ejerciendo un impacto tan generalizado como

diferenciado.

Por esta razón resulta no sensato considerar a la sociedad, como simple usuaria en

actitud pasiva de las mismas, debido a que es imposible apartar su determinante rol, en su

gestación y desarrollo. Esto quiere decir que la sociedad representa el núcleo de todo el

avance tecnocientífico, de modo tal que es la misma sociedad quien debe propiciar el

eterno debate, sobre el modelo de desarrollo que más conviene, así como el de la clase de

ciencia y tecnología apropiadas.

PAPEL VI

CONVERGENCIA Y DIVERGENCIA ENTRE LAS CORRIENTES

ESTRUCTURALISTAS Y FUNCIONALISTAS

Finalizamos este papel de trabajo abordando un tema no menos importante en este

debate inconcluso de la Modernidad. Nos estamos refiriendo a los fundamentos

convergentes y divergentes en la construcción teórica denominado funcionalismo

estructuralista. Al respecto, es necesario acotar que esta corriente concibe a la sociedad

como un sistema complejo, cuyas partes trabajan juntas para promover la armonía social.
Desde el puno de vista de sus orígenes esta corriente surge después de la Primera Guerra

Mundial en Francia hacia el año de 1919 con los trabajos de  Émile Durkheim Fue

desarrollado en la antropología social británica por Bronislaw Malinowski y Alfred

Reginald Radcliffe-Brown. En el campo de la sociología, el estadounidense Talcott

Parsons es uno de sus mayores exponentes, y sus aplicaciones principales tienen lugar en la

sociología de la cultura.

Cabe destacar que Émile Durkheim en sus trabajos señalaba que en la sociedad existe

prioridad de lo social sobre lo individual, y que todo fenómeno social tiene que ver con

creencias y prácticas y no con actos individuales. En la esfera social, las personas tienen un

estatus o posición social y deben desempeñar su rol de acuerdo con el lugar que ocupan en

la sociedad.

De igual forma, este enfoque considera a la sociedad desde una orientación de nivel

macro, ampliando la visión en las estructuras sociales que conforman la sociedad en su

conjunto y considera que la sociedad evoluciona al igual que los organismos. Es por ello

que nuestra reflexión va dirigida a considerar más las convergencias que las divergencias al

reconocer la existencia de estructuras formales e informales que interactúan

dialógicamente en aras de alcanzar los objetivos organizacionales e individuales. Esta

coexistencia se logra a partir de la complementariedad de las partes.

También podría gustarte