Caracas, Venezuela
RESUMEN
A partir de la invitación permanente a leer el mundo y nuestro lugar en él, legada por el
educador popular brasileño Paulo Freire, iniciamos un recorrido por la lectura de la
relación Humanidad-Naturaleza que preservan konukerxs y Maestrxs1 Pueblo, la lectura
<no occidentalista> de esta relación hecha por colectivos de investigación; y la
expresión de esta relación en cosmovisiones ancestrales, experiencias todas que
comparten, vivencian y sentipiensan la relación con la naturaleza como un tejido de
interrelaciones espirituales.
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Empleamos en este artículo la “x”, la “e” y la “@”, como signos que buscan la inclusión de las diversidades sexo-genéricas en el
lenguaje escrito, para dar cuenta tanto de l@s cis-géneros y sexualidades binarias (femenino y masculino) como a quienes, no
conformes al género ni al régimen heteronormativo, se autodesignan por fuera de tal binarismo patriarcal y su lenguaje sexista
(como les intersexuales, queer y otrxs). Sobre el particular, puede revisarse a Diana Maffia, “Del Derecho androcéntrico a la
polifonía de los Derechos Humanos”, Defensoría del Pueblo, 2012; Mariela Castro Espín, “A propósito del Barrio Rojo (carta de la
directora)”, CENESEX, 2011; Alda Facio Montejo, “El derecho a la no discriminación”, IIDH, 2009 / “Repensarnos como mujeres
para reconceptualizar los Derechos Humanos”, Centro de Estudio del Género, 1995; Victoria Ferrara-Bardile, “Uso No Sexista del
Lenguaje en la Constitución Bolivariana de Venezuela”, La Otra Mirada, 2001; Marcela Lagarde, “Identidad de género y derechos
humanos”, IIDH,1998 / “Los Cautiverios de las mujeres”, México, 1994.
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En tercer lugar reflexionamos sobre la descolonización onto-epistemológica y las
rupturas con la jerarquía del antropocentrismo, la lecturaleza, la no separación materia-
espíritu, la espiritualidad en la siembra bioregional del agua, y el aprendizaje amoroso
que implica dialogar y comprender la crianza mutua con la naturaleza en una
comunidad de vida.
Aprender tanto a leer el entorno como el lugar de la propia persona en el ambiente, algo
que implica una lectura dentro de la vida toda, es una práctica educativa que puede ya
encontrarse en algunas obras de educación popular. En tal sentido, ejemplar es el texto
“La importancia del acto de leer” del educador popular brasileño Paulo Freire (1981), en
el que hace una relación entre la lectura del mundo y la lectura de la palabra:
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… todo eso fue mi primer mundo
… Y fue con ellos, (con mis padres)… en cierto momento de esa
rica experiencia de comprensión de mi mundo inmediato… que
comencé a ser introducido en la lectura de la palabra…
(subrayado nuestro)
En esta lectura del mundo que nos propone Freire encontramos un aprendizaje de la
naturaleza no sólo sensual, sensorial, perceptual, sino también sutil, franqueando la
frontera de lo natural a lo sobrenatural, de lo sensorial a lo extrasensorial, de lo
mundano a lo ultramundano, de lo numinoso a lo místico, de lo telúrico a lo espiritual, de
lo nocturno a lo diurno. En ella nos vincularnos integralmente, incluyendo el propio
cuerpo (sus sensaciones y percepciones), en la contemplación de lo vívido, en la
familiaridad del ser humano con elementos de la naturaleza.
Partiendo de saberes orales, los hermanos Juan José y José Ramón Escalona (2005)
Betancourt, sistematizaron con conuqueros y conuqueras en el libro “Maestro Pueblo”,
propuestas como Calendarios Agrícolas, el Currículum Comunitario, la Escuela de
Líderes Campesinos, Universidad Campesina, el Banco de Semillas Autóctonas y un
listado de más de 100 semillas alimenticias, medicinales, tintóreas, aromáticas, textiles,
condimentos y forestales, autóctonas de la bio-región. La biodiversidad bioregional,
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expresada en sociodiversidad cultural, quedó expresada en la definición que hacen los
morochos Escalona Betancourt sobre la semilla: “Una semilla es como un abuelo o
abuela que se conserva y siembra con amor para que nazcan hijos e hijas, nietos,
bisnietos, tataranietos, chosnos de vidas; sabor, color y permanencia. La herencia
ancestral unida a la tierra y al plato” (p.11) (subrayado en negritas nuestro).
La sabiduría de los pueblos de Sanare y Monte Carmelo (edo. Lara) también ha sido
sistematizada de manera integral -esto es, no fragmentaria- en Calendarios productivos
socioculturales culturales por educadoras y educadores populares con el método
Churuata de registro comunitario de saberes, como herramienta pedagógica e
instrumento de investigación permanente.
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obtenidas por procesos culturales que suponen una integración horizontal “Pueblo-
Territorio-Cosmovisión”, donde el territorio es parte de la cultura, y si éste se daña, se
pierde la cultura.
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que hace énfasis en la profunda unidad de los seres humanos y la naturaleza, cuyos
elementos son considerados nuestros parientes o compañeros.
Otro ejemplo es la filosofía indígena reflejada en la famosa Carta del indio Sealth -
conocido más como Seattle-, “Después de todo quizás seamos hermanos”, publicada
en nuestro país por Fundalatin y el Ministerio del poder Popular para el Ambiente
(2008), la cual expresa la interrelación espiritual entre la Humanidad y los elementos
cósmicos-terrestres tierra, agua y aire, así como con animales y plantas:
Todas las cosas están relacionadas entre si (…) el suelo que pisan son
las cenizas de nuestros antepasados. (…) El murmullo del agua de los ríos
es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos, ellos
calman nuestra sed (…) los ríos son nuestros hermanos y también los
suyos, y por tanto deberéis tratar a los ríos con la misma dulzura con que se
trata a un hermano (…). El aire es algo precioso para el piel roja, ya que
todos los seres comparten el mismo aliento, el animal, el árbol, el
hombre, todos respiramos el mismo aire (…)¿Qué sería del hombre sin
los animales? (…) lo que ocurra a los animales pronto habrá de ocurrirle
también al hombre… Esto es lo que sabemos: todas las cosas están
ligadas como la sangre que une a una familia (…) El sufrimiento de la
tierra se convertirá en sufrimiento para los hijos de la tierra. El hombre no
ha tejido la red que es la vida, solo es un hilo más de la trama. Lo que
hace con la trama se lo está haciendo a sí mismo (subrayado en negritas
nuestro).
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Para comprender y vivenciar tales vínculos, el filósofo y ex˗canciller del Estado
Plurinacional de Bolivia, el amauta aymara David Choquehuanca Céspedes (2016)
habla del conocimiento que, desde el Cosmoser, es Cosmocimiento:
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II
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comunidad de parientes en la que todos son imprescindibles y todos vivimos en
simbiosis y acompañados.
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a escuchar a la comunidad y a los signos de la vida para servirle, para mandar
obedeciéndole, para co-criar la continuidad de la vida. Escuchando, quien dirige va
aprendiendo lo que debe enseñar.
III
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Naturaleza como Madre, es una relación <Mater-ial> y Espiritual a la vez. Siendo así,
una necesaria vivencia descolonizadora ha de impugnar, en consecuencia, las
divisiones modernas patriarcales y occidentalizantes que separan “carne” de “espíritu”,
“cuerpo” de “mente”, “persona” de “la tierra”, “economía” de “ecología”, “inmanencia” de
“trascendencia” y “materia” de “espíritu”.
Dialogar y comprender esto supone realizar una decolonización óntica y ontológica de
la modernidad “occidental” para abrirse a una transontologia del estar siendo nomás
(Rodolfo Kush), lo cual implica romper filosóficamente con la jerarquía ontológica del
antropocentrismo. Tal des-neocolonización formaría parte de un programa de liberación
y emancipación educativa que incluye dos ejes centrales: El cariño y la superación del
antropocentrismo, cuyos antecedentes ancestrales -como hemos expuesto- ya existen
milenariamente en la educación propia originaria y más recientemente, han sido
revaloradas desde la educación popular.
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mayores, pues su sabiduría se halla más llena, permeable y abierta a la relación con la
Naturaleza (sobre todo en la relación de madres-padres a hijas e hijos) (p.136)
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aves, los roedores y los mamíferos son los que en verdad siembran agua, mientras que
nosotros los humanos hacemos solo una parte”.
Cuando preguntamos ¿Qué o quién educa cuando “la Cuenca se siembra sola”?,
recordamos el testimonio de este colectivo a quienes un conuquero contestó que “de
eso se encarga la pereza”, quien comiendo del fruto del árbol de yagrumo lo defecaba
ya abonado (siendo que el yagrumo es un árbol que permite la siembra del agua). De
ahí su humilde propuesta humana de que, en vez de sembrar semillas, había que
“sembrar perezas…Hay que dejar que la Cuenca se siembre sola”. Es decir, dejar
que la relación entre perezas y yagrumo se desplegara con ninguna o muy poca
intervención humana en la cuenca.
Sólo una aguda lecturaleza, término que el promotor de trueke Pablo Mayayo testimonia
como la lectura de la Naturaleza, podría concebir una percepción tan respetuosa de la
Naturaleza, sus relaciones y ciclos.
Para las y lo promotores de este proyecto, las y los Libros Vivientes Sembradores de
Agua son portadoras y portadores de una reserva moral y una base cultural productiva
konukera en resistencia, que es considerada como la fuente fundamental para el
currículo de una escuela rural organizada por cuencas y con visión integral de bio-
región. Estos esfuerzos apuntan a una crianza intergeneracional que fortalece con flora
y fauna la cuenca alta para la crianza del agua, la crianza de territorios conuqueros de
preservación de cuencas, y la crianza de presentes y futuras generaciones amantes,
servidoras y protectores del agua y del bosque.
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De igual forma, en el estado Mérida otras experiencias siembran y crían el agua. Con
ofrendas a las piedras y lagunas, y rituales de veneración y gratitud que fundamentan
cósmicamente la siembra del agua, Liga Parra inició jornadas de didáctica
intergeneracional corazonada y concientizadora, que involucró a más de 3 mil personas
organizadas en comités de riego, en la siembra de vegetación paramera alrededor de
nacientes y humedales para recuperarlo o resguardarlos. Una vez protegidos, el pueblo
los volvió santuarios y altares de los páramos venezolanos.
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IV
CONCLUSIONES
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cuanto maestra, uniéndonos con muchos pueblos originarios que ancestralmente
participan de esta comunidad de vida -como comunidad de aprendizaje e investigación-,
para aprender a realizar una lecturaleza, así como aprender la ética y espiritualidad del
dialogo recíproco en una conversación amorosa-filial, que es la crianza con ella y desde
ella.
Aún tenemos a sabias ancianas y ancianos -con sus saberes-, con quienes en
comunidad podemos aprender esa lecturaleza, esa conversación, esa siembra y
crianza, en fin, esa espiritualidad vital que nos incluye, como parte de su acervo
ancestral e intergeneracional de educación propia y educación popular, donde la
maestra Pachamama nos coloca en situación de crianza mutua con ella para un co-
aprendizaje comunal no antropocéntrico (ni androcéntrico). Aprendemos así de la
Pachamama, de quienes conversan con ella y la “leen”, y de quienes espiritual y
éticamente construyen popularmente comunidades de aprendizaje, educación e
investigación, que integran la siembra y crianza espiritual de la educación propia y la
sistematización comunitaria en la educación popular.
REFERENCIAS
Avellaneda, Andrés. (2018). Las Semillas Culturales. En: Revista Araguaney Nro. 17
“Semilla”, mes de Junio. CRIFPMA Ministerio del Poder Popular para la
Educación. Caracas, R. B. de Venezuela.
Escalona Betancourt, Juan José y Juan Ramón Escalona Betancourt. (2005). Maestro
Pueblo. Ediciones El Cayapo/Macoya, Valencia, edo. Carabobo.
Freire, Paulo. (1981). La importancia del acto de leer. Ponencia al Congreso Brasileño
de Lectura. Campinas-Sao Paulo (Brasil).
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Fundalatin y Ministerio del poder Popular para el Ambiente. (2008). Después de todo
quizás seamos hermanos. Folleto.
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