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En este texto,perteneciente a la obra El lazarillo de Tormes,podemos ver cómo su autor,

que sigue siendo anónimo, redacta la vida de lázaro reflejando a la sociedad del siglo
XVI, siglo en el que se publicóesta obra, concretamente en el año 1554. La
críticaconsiderala obra como precursora de la Novela Picaresca, género que se
desarrollará en el siglo XVII.Este fragmentopertenece al capítulo en el que
Lázaro está con su segundo amo, el clérigo, que es descrito como un hombre avaro,
codicioso y un mentiroso que solo se preocupa por él mismo.En esta época, España era
un país poderoso en “el que nunca se ponía el Sol”. Sin embargo, la sociedad española
era pobre y se moría de hambre como nos dicen el protagonista en el primer
párrafo, concretamente: “En las piernas de pura hambre” donde Lázaro nos explica su
situación actual con el clérigo.Así pues, el autor nos muestra un país decadente y
pobre, un tema recurrente en la literatura barroca. Por tanto, esta obra nos puede
recordar a algunas obras de Quevedo, poeta perteneciente al siglo XVII que también
refleja la situación de su tiempo en España. En la época de Quevedo, la pobreza
que podemos observar en el pícaro empeorará y la sociedad se volverá aún más
pobre debido a la gran cantidad de impuestos que tenían que pagar.Asimismo, si
buscamos un relación con la crisis actual por la que atraviesa nuestro país y
aunque los tiempos hayan cambiado, después de casi 500 años la historia se
vuelve a repetir y si en el siglo XVI los españoles conseguimos recuperarnos de la
crisis, en el siglo XXI que tenemos más recursos también lo haremos, porque la
historia es un ciclo que se va repitiendo.Debemos ser optimistas y buscar
posibles soluciones ante los problemas que se nos plantean aligual que los
hicieron en el pasado.Por otro lado, Lázaro nos dice: “Él un ojo tenía en la gente
y el otro en mis manos” para hacer referencia al clérigo e indicar la codicia y avaricia
del mismo. De hecho, el clérigo nos explica en el propio texto cómo debe ser un clérigo
y como él no es, por lo tanto, es mezquino. Ahora bien, ¿son todos los clérigos
así?Actualmente, podemos ver en las noticiasla polémica que hay con el Papa
Francisco, ya que a diferencia de sus antecesores, agran parte de ellos, defiende
que la Iglesia Católica debe ser pobre, ya que su labor es obrar el bien y ayudar
a los necesitados.Son muchas las referencias religiosas que aparecen en la obra, como
crítica social, pero si leemos las noticias cada día, observaremos que el interés por
la religión y sus instituciones no ha variado.

En relación a la expresión “estoy sin blanca”, actualmente la usamos para decir que
no tenemos dinero y aunque muchos puedan pensar que esta expresión es moderna
podemos observar como Lázaro ya usa la palabra “blanca” para referirse al dinero.
Este hecho es debido a que así era como se le llamaba a la moneda usada en el siglo
XVI y Lázaro usa esta palabra para hacernos ver que la sociedad no tenía dinero y con
ello reflejar la falta de poder adquisitivo de la misma.Por otra parte, Lázaro nos dice
que está deseando la muerte de alguien para poder comeren los entierros, ya que
antiguamente cuando un ser querido se moría, sus familiares velaban al muerto en su
casa y hacían como una especie de celebración.En este aspecto, podemos ver cómo la
cultura ha cambiado, porque lo que antes era una costumbre ahora se ha convertido
en una rareza que solo ocurre en algunos pueblos mientras que lo normal es velar al
fallecido en los tanatorios.En conclusión, El Lazarillo de Tormessupone un ejemplo de
novela realista en la que se tratan diversos aspectos de crítica social de una
sociedad sumida en la desesperación como consecuencia de la crisis económica
que atravesamos en los Siglos de Oro. Asimismo, aunque hemos podido
comprobarsimilitudes con la sociedad actual, nos gustaría concluir nuestro comentario
con una expresión de optimismo que recoge el sentir del cometario:“Detrás de la
tormenta viene la calma, y tras las nubes el cielo siempre es azul”.

 ironiza las costumbres y los valores sociales de la época, en un tono que se ha


cultivado hasta la fecha: el satírico o picaresco. 

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