Este lenguaje tradicional se ayuda de un currículo formal que no incita a una visión
más allá de lo de lo dado o establecido, cuyos mensajes y valores se transmiten
por la selección específica del conocimiento. Sumándole a esto, y a falta de un
juicio racional, “Los profesores quedan reducidos al papel de técnicos sumisos que
ejecutan las instrucciones de los manuales al uso” (Giroux, 1997, p. 43).
Para contrarrestar esta problemática, las escuelas deberían empezar a ser vistas
como lugar de instrucción para futuros ciudadanos activos y críticos, tomando a la
conciencia cultural como el estandarte de este cambio. Los profesores han de
hacer ver a sus estudiantes “cómo la cultura dominante funciona, […] como factor
de desaprobación de las experiencias culturales de las «mayorías marginadas»”
(Giroux, 1997. p. 47). El conocimiento trasmitido debe relacionarse con el tema del
poder, y hacer plantear cuestiones acerca de verdad misma de conocimiento y sus
intereses.
Ninguna de las dos partes se ha puesto de acuerdo en como “las barreras [..]
impiden la comprensión humana y el diálogo acerca de la relación existente entre
el conocimiento socialmente construido y las dimensiones nor-mativas de la
interacción del aula” (Giroux, 1997, p. 90). Lo que no se advierte es que se pasa
por alto que relación existente entre el conocimiento legítimo y aquel construido
socialmente.
La mejor opción, es que tanto los ideales conductistas como humanistas puedan
superar sus limitaciones y clasificar sus objetivos en forma de macro y micro
objetivos. Los primeros estarían “destinados a proporcionar los bloques del edificio
teórico que capacitarán a los estudiantes para establecer conexiones entre los
métodos, el contenido y la estructura de un curso y su significación para la
realidad social en general” (Giroux, 1997, p. 93), es decir, que sirvan de mediación
entre las experiencias cognitivas y no cognitivas de los estudiantes, dentro y fuera
de la escuela.
Por oro lado, los micro objetivos constituirían en las “concepciones impuestas que
constituyen el meollo de una materia determinada y definen el camino que se ha
de seguir para investigarla” (Giroux, 1997, p. 93). Esto representarían el contenido
tradicional dentro del conocimiento seleccionado, y las conexiones entre los
objetivos del curso, las normas y valores. Por lo que se especificaría la
intencionalidad de el desarrollo de habilidades de aprendizaje especializadas y
específicas.