INTRODUCCIÓN
Teóricos de la Hermenéutica
Integración epistemológica
Planificación de la investigación
Así entendida, la técnica de la entrevista es, en gran medida, un arte; sin embargo,
lógicamente, las actitudes que intervienen en ese arte son, hasta cierto punto, susceptibles
de ser enseñadas y aprendidas; como ocurre en muchos otros campos de la actividad
humana, sólo se requiere disposición e interés en aprender.
La técnica de la entrevista se puede, y quizá se debe, utilizar igualmente en el estudio
psicológico, educacional, sociológico, etc. De grupos, organizaciones y culturales. En estos
casos, la práctica común (no aconsejable) es usar cuestionarios estructurados anónimos,
pruebas o técnicas similares de carácter cerrado, enviados, en ocasiones, hasta por correo.
El valor de los cuestionarios estructurados y cerrados queda limitado, sobre todo, por el
hecho de que el investigador decide previamente, sin conocer a las personas que van a
contestarlos, qué es y qué no es importante para ellas, tampoco permite que esas personas
digan lo que podrían y quisieran decir (ni siquiera si al final del cuestionario se deja un
espacio para observaciones, ya que es rara la persona que lo utiliza), descontextualiza las
preguntas al sacarlas del contexto que les da significado, desintegra las estructuras al aislar
los elementos, evade el estudio de las disposiciones o estructuras cardinales (Allport) que
son la clave para la comprensión de cada persona, y otras limitaciones relacionadas con la
actitud de mucha gente hacia este tipo de técnicas. Resulta evidente que los aspectos más
importantes de los fenómenos estudiados no afloran con estos procedimientos; necesitan
una exploración y una relación mucho más profunda, cercana y confiable con los miembros
más capaces y representativos de los grupos, con los miembros que tienen posiciones
estratégicas o privilegiadas para los fines que persiguen la investigación.
Si, por ejemplo, deseamos conocer cuál es la imagen que tiene el gobierno entre los
miembros de una determinada población, o, dicho de otro modo, cuál es la opinión mediante
un cuestionario bien elaborado y probado; pero si deseamos conocer el nivel de eficiencia de
ese gobierno deberemos tener en cuenta que la verdad no coincide “democráticamente” con
la opinión de la mayoría, sino que se alcanza –y aun así sólo de manera parcial y
aproximada- a través del juicio de personas capaces, calificadas y expertas en la materia.
Debido a ello. Será necesario estudiar a fondo la opinión de estas personas. Por desgracia,
en muchas investigaciones a menudo se confunden estas cosas: parece que lo que se
busca es una técnica que nos ahorre el tener que pensar, lo cual nunca dejará de ser una
ilusión. En esta época, en la que la parte técnica y de cálculo se asigna cada vez más a las
máquinas, el investigador debería concentrarse, sobre todo, en el análisis, la interpretación y
la reflexión teórica.
Esta etapa de la investigación culminará con la producción y el ordenamiento del
material protocolar, que podrá consistir en unos cuantos documentos escritos y grabaciones
de audio y de video. Este material será el objeto concreto de estudio de la etapa siguiente.
….para la discusión viva hay algo de verdad en toda idea. Nada es entera e indiscutiblemente
verdadero; nada es absolutamente absurdo y falso. Al confrontar las tesis, el pensamiento busca
espontáneamente una unidad superior. Cada tesis es falsa por lo que afirma en forma absoluta, pero
verdadera por lo que afirma relativamente (Bleger, 1972, pág. 264).
Esta realidad nos lleva a constatar que la conducta humana, toda acción humana, es
susceptible de múltiples interpretaciones, y que la mejor o más acertada en cada caso se
descubrirá sólo con un detallado y cuidadoso análisis estructural de sus dimensiones y del
todo de que forma parte. Estamos aquí, de hecho, en una posición diametralmente opuesta
a la sostenida por J. S. Mill y la tradición positivista, que se apoya en los “datos brutos”
pensando que éstos tienen una sola interpretación, que “los hechos hablan por sí mismos”,
debido a ello, usan descripciones físicas de la conducta humana o definiciones
operacionales, es decir, basadas en los datos brutos. La definición operacional, en efecto,
es más una solución pragmática que una solución esencial: le da al investigador una cierta
consistencia, pero evade el verdadero problema del significado del fenómeno (véase
Martínez M., 1983). En la orientación fenomenológica y hermenéutica, en cambio, se
considera que el significado es el verdadero dato (Giorgi, 1983), que la magnitud de un
dato está dada por su nivel de significación y que este dato se presenta en un contexto
individual y en una estructura personal y social que es necesario conocer para interpretarlo.
A continuación expondremos los criterios (reglas, normas o cánones hermenéuticos)
que han utilizado algunos distinguidos autores para interpretar las “acciones humanas” y,
más adelante, expondremos nuestro “esquema dimensional” con el mismo fin.
Existencialismo
Autonomía
Falta terminar
Determinismo
Estimulación
Interna Externa
La explicación de (…) hechos (..) señalando la parte que toman dentro de un sistema general (…), la
manera en que están relacionados unos con otros dentro del sistema y la manera en que este sistema
está relacionado con el entorno físico (….). el enfoque funcional (….) insiste, por tanto, en el principio (….)
de que cada parte llena alguna función vital, tiene alguna tarea que cumplir, representa una parte
indispensable dentro de un todo organizado (Polkinghorne, 1983, pág. 148).
Los efectos del sentido que descifra expresan relaciones de fuerza. De allí proviene la ambigüedad
aparente del discurso freudiano: parece operar con nociones que pertenecen a dos planos de coherencia
diferentes, a dos universos de discurso, el de la fuerza y el del sentido (…). Ese discurso mixto no es algo
equívoco por falta de clarificación: encierra la realidad revelada por la lectura de Freud y que podemos
denominar la semántica del deseo. Todos los filósofos que reflexionaron sobre las relaciones entre el
deseo y el sentido enfrentaron el mismo problema. Desde Platón, que establece un parangón entre la
jerarquía de las ideas y la jerarquía del amor, hasta Spinoza, que liga los grados de afirmación y de acción
del conatus con los grados de claridad de la idea (pág. 168).
Yo visualizo un fluir potente de vida subjetiva, consciente e inconsciente, una corriente de fantasías con
memorias fluctuantes de eventos pasados, corrientes de complejos litigantes, de conspiraciones y
contraconspiraciones, de insinuaciones llenas de esperanza e ideales (…). Una personalidad es un entero
congreso de oradores y grupos de presión, de niños, demagogos, anarquistas, traficantes, no
comprometidos, sobornantes, vendidos, camarillas, oportunistas, césares y cristos, maquiavelos y judas
(…). Y a un psicólogo que no reconozca esto en sí mismo, cuya mente esté cerrada y bloquee el flujo de
imágenes y sentimientos, habría que animarlo a hacerse psicoanalizar y a buscar amigos entre los
diferentes miembros de su familia (Hall y Lindzey, 1970, pág. 165).
En la entrevista –es decir, durante el diálogo-, habrá que tener muy presente esta
importante dimensión de la realidad. Ésta se puede hacer patente de muchas maneras,
sobre todo mediante el lenguaje no verbal. La conciencia del entrevistado puede estar
concentrada en el contenido verbal, pero, al mismo tiempo, su cuerpo puede estar
realizando una actividad motora mucho mayor, por ejemplo, cuando observamos sus ojos
fijos en cierto punto o en ciertas cosas, sus manos se mueven sin concierto, su cabeza gira
de un lado a otro, sonrié sin motivo y, en general, exhibe ciertas expresiones faciales que no
concuerdan y hasta desmienten lo que dice verbalmente. Es preciso advertir, junto con el
contenido “intencional” de las palabras, las imágenes y metáforas que usa, la voz, el modo y
los tiempos verbales, cierta clase de términos, etc. Todo esto pone un “fondo elocuente” que
puede modificar sustancialmente el significado de las palabras.
Por todo esto, resultará fácil constatar que en el sistema general de una personalidad
hay muchas estructuras psíquicas donde no todo es armonía, ni coordinación, ni orden.
Puede haber subestructuras que tirantizan y esclavizan a otras; puede haber estructuras en
franco progreso y otras en proceso de desintegración. De ese modo, el impulso sexual (con
todas sus implicaciones de recuerdos, sentimientos, imaginaciones, etc.) puede adquirir un
dominio opresor sobre la estructura, por ejemplo, de los valores éticos, o derrumbar la
estructura de la autoestima o imagen de sí mismo, etc. En general, la personalidad bien
integrada tiene menos luchas y conflictos internos de subestructuras; en cambio, las
personalidades neuróticas pueden ser auténticos campos de batalla donde hay todo tipo de
intrigas, con complejísimas estructuras que desafían la pericia profesional del psicólogo en el
momento de su cabal desciframiento y comprensión (Martínez, 1982, pág. 106-107).
Sin embargo, un análisis funcional cuidadoso hará ver las “razones ocultas” y cómo la
irracionalidad no es tanta como puede parecer a primera vista. La personalidad enferma, en
efecto, tiene que convivir con cuerpos extraños y, como un organismo físico invadido por
gérmenes patógenos, tiene que aislarlos y neutralizar sus posibles efectos dañinos sobre el
resto del cuerpo.
En la comprensión de la función, resultarán de gran utilidad las ideas que pudieran
surgir del análisis y contenido de algunos conceptos psicoanalíticos matrices tales como
“tendencias impulsivas o instintivas”, “represión”, “resistencia”, “dinámica inconsciente”,
“mecanismos de defensa” (introyección, proyección, racionalización, sublimación, etc.),
“libido”, “yo-ello-superyó”, “inhibición”, “síntoma”, “símbolo”, “transferencia”,
“contratransferencia”, “ideas latentes”, “trauma”, “narcisismo”, “complejo”, “interpretación
onírica”, etc., y las analogías y metáforas relacionados con ellos.
d) Determinación del nivel de condicionamiento ambiental y cultural. Cada ser
humano ha nacido en un tiempo y en un país con una tradición cultural: una lengua, ciertas
costumbres, normas y patrones de conducta, valores, un modo de ver y juzgar la vida y todo
lo que rodea la existencia humana; asimismo, existen modos de enfocar los problemas y las
soluciones ya hechas para los mismos: formas de pensar, de evaluar y de juzgar las cosas,
los eventos y el comportamiento humano. Todo esto hace que cada persona nazca y viva
en un ambiente cultural, así como el pez nace y vive en unas aguas que quizá no conozca
mucho, pero que forman su propio medio de vida y, en gran parte, determinan su forma de
ser.
Durante su crecimiento y desarrollo, el ser humano va efectuando todo un
aprendizaje: el desenvolvimiento natural y espontáneo de las cosas va moldeando su ser y,
en una dialéctica continua con el medio (interacción de asimilación y acomodación, según
Piaget), se va formando la estructura de la personalidad, con las características y rasgos
individuales que lo definen como persona. Este aprendizaje es lo que es para cada
persona, pero pudiera también ser muy diferente, como, de hecho, lo es para otras personas
que han nacido y han crecido en otros ambientes familiares y culturales.
Esta dimensión de la realidad pone también un “fondo”, un contexto, un horizonte,
que dará significado y ayudará a comprender muchas acciones y conductas humanas que,
de otra manera, resultarían indescifrables.
Al analizar esta dimensión, convendrá tener presente algunos conceptos
conductistas básicos tales como “estímulo”, “respuesta”, “condicionamiento”, “programación”,
“refuerzo positivo o negativo”, “control”, “modelaje”, “aprendizaje social”, “desensibilización”,
“conducta operante”, “conducta aversiva” y muchos otros, con las analogías y metáforas que
ellos sugieren.
Las tres dimensiones señaladas (intención –significado, función y condicionamiento)
forman un esquema de comprensibilidad para las acciones humanas. En el diálogo
exploratorio con la persona entrevistada y, sobre todo, en el estudio sistemático posterior de
las grabaciones, estas dimensiones serán como radios de una rueda que llevarán el
pensamiento continuamente del centro (acción o conducta humana) a cada una de ellas y
sus contextos, y de cada una a las otras, como se ilustra en la figura 7.3. Evidentemente,
la buena investigación requiere mucha preparación en el área específica objeto de estudio,
pues ella nunca puede ser fruto de ciertas técnicas o trucos metodológicos (“mito de la
metodología” de Kaplan, 1979, “fetichismo metodológico” de Koch, 1981), que se espera
resuelvan los problemas como por arte de magia y, por supuesto, con ayuda de la
computadora.
A continuación expondremos con mayor detalle el proceso señalado, que será
también un análisis que busca una síntesis, un ir de las partes al todo y del todo a cada una
de las partes.
4. Descripción de la estructura o sistema de relaciones. La meta de toda
investigación consiste en lograr una “descripción” que explique lo más precisa y claramente
posible el objeto estudiado. Esta descripción debe adecuarse a la naturaleza específica de
ese objeto. En nuestro caso, la acción o conducta humana es una estructura de alto nivel de
complejidad; debido a ello, unos resultados numéricos o cuantitativos no forman el lenguaje
más apropiado ni ilustrativo (véase cap. 4); el medio de expresión más rico y complejo
inventado por el hombre es el lenguaje verbal, y sólo una expresión verbal precisa, rica y
matizada es el medio o instrumento adecuado para fijar y trasmitir el resultado de la
investigación sobre la conducta humana; asimismo es el punto de referencia para determinar
el nivel de validez intersubjetiva correspondiente.
¿Qué entendemos con la expresión “descripción de la estructura” y a través de qué
proceso se logra?
a) Descripción de la estructura particular y del proceso implícito. Merleau-
Ponty, en su clásica obra La estructura del comportamiento (1976), afirma que el
comportamiento no es una cosa, ni tampoco una idea, sino una forma (pág. 183). En
efecto, un comportamiento o una conducta humanos están “formados” por una estructura o
sistema psíquico, es decir, por un complejo organizado de elementos aparentemente
diferentes (como impulsos, sentimientos, recuerdos, percepciones, pensamientos, acciones,
etc.) que se sobreponen, se entretejen, interactúan, expresan gran interdependencia y tienen
un significado, función o propósito común. Cada una de dichas estructuras psíquicas está, a
su vez, compuesta por subestructuras de menor amplitud o complejidad; y todas las
estructuras psíquicas de un individuo forman su “personalidad”, la cual es la estructura
psíquica más amplia, y expresa su filosofía de la vida, su estilo personal o su modo peculiar
de ser (Martínez, 1982, pág. 105).
El mismo Merleau-Ponty señala que “conocer es siempre aprehender un dato en una
cierta función, bajo una cierta relación, en tanto que me significa o me presenta tal o cual
estructura” (ibid., pág. 275).
Lo peculiar de la estructura es su sistema dinámico de relaciones, donde –como
expresa Köhler- cada parte conoce dinámicamente a las otras; por esto, ante cualquier
perturbación de la estructura, se ayudan, se compensan, se sustituyen y mantienen su
función dentro del todo.
Así pues, para la comprensión de lo específico de la estructura no es suficiente –como
ya señalamos –el concepto de “unidad de correlación” como en los sistemas físicos, sino
que es necesario el concepto de “unidad de significación”. En los estudios de Eysenck, por
ejemplo, la “estructura factorial de la personalidad” está fundamentada en una unidad de
correlación; de igual modo proceden todos los estudios de orientación empírico-
experimental.
En estos estudios, “el coeficiente de correlación, que expresa la magnitud y dirección
de la relación entre dos variables; es el corazón del análisis multivariado” (Kerlinger, 1981b,
pág. 238); sin embargo, Guilford y Fruchter, en su conocida obra Fundamental Statistics
in Psychology and Education (1978), señala algo que nos será de gran trascendencia al
utilizar el concepto de “correlación” como elemento explicativo:
Todo esto, en la práctica, equivale a decir que cualquier estudio o investigación sobre el
ser humano será siempre individual, particular, idiográfico, y poco generalizable.
Según Merleau-Ponty, “en psicología y en biología, la aprehensión de las estructuras
debe ser reconocida como un tipo de saber irreductible a la comprensión de las leyes”
(ibid., pág. 221); es decir que habrían una oposición entre dos tipos de comprensibilidad: la
coordinación por leyes o enunciados legaliformes (donde está siempre latente el prejuicio
determinista) y la coordinación por el sentido, que sería nuevo tipo de intelección.
El elemento diacrítico en este punto, como en tantos otros, es siempre el mismo: el
concepto de dialéctica. La estructura se encuentra ligada al concepto de sentido o
significado, y este concepto implica dinámica, interacción o dialéctica entre el conocedor y lo
conocido, como también entre los elementos de la estructura: a veces basta el cambio de un
elemento para que se modifiquen el sentido y la estructura, como sucede –por dar un
ejemplo simple y concreto- cuando a una persona le hacen una cirugía estética en la nariz y
nos parece “otra persona”.
La descripción que debemos construir no debe reducirse a ilustrar uno o varios
elementos o fragmentos de la personalidad, como se hace en la mayoría de los estudios
sobre la personalidad, los cuales la desintegran para relacionar cada fragmento con los
fragmentos correspondientes de otras personalidades. Estos estudios comparativos nos
serán útiles, pero nos servirán de mucho, pues nunca nos darán la comprensión de una
persona. Nuestra descripción debe centrarse en el análisis de verdaderas partes de la
personalidad y no en remotas abstracciones. Para ello, es preciso que el análisis se realice
a elevados niveles significativos, y esto sólo se logra de manera concreta si se mantiene,
como mínimo, al nivel de subsistemas con un grado de complejidad igual o mayor al de los
valores, intereses, disposiciones personales, actitudes, motivaciones autónomas, decisiones
importantes, etc. (Allport, 1966, pág. 631, 664). Realizar un análisis de menor nivel, como el
de actos reflejos, reacciones neurofisiológicas, elementos o aspectos aislados de la
personalidad, etc., sería proceder a su desintegración, donde ya no trataríamos con
acciones humanas y, por consiguiente, perderíamos la posibilidad de encontrar sentido a los
hallazgos.
La descripción de tales partes de la personalidad (con el señalamiento de sus atributos y
propiedades e interdependencia de los mismos) tiene que ser global, completa, contextual,
de modo que las acciones estén relacionadas de manera inteligible, constituyendo una
unidad bien entrelazada. Esto producirá la comprensión de la estructura psíquica
subyacente, y nos permitirá “ver los hechos como cargados de significación en relación con
la totalidad” (Spranger). En otras palabras, una descripción con estas características será
también la mejor explicación de los hechos observados, producirá evidencia y, por
consiguiente, también validez intersubjetiva.
Tenemos ejemplos ilustrativos y muy elocuentes de estas descripciones en la síntesis
interpretativa que hace un buen detective cuando ha descifrado la trama de un crimen con
todas las acciones y los hechos humanos que la acompañaron. Sólo entonces será posible
distinguir la intención consciente que animó la acción del actor, la función que ese
comportamiento juega en el desarrollo de su vida, y hasta dónde su personalidad y conducta
han sido moldeados o influenciados por el ambiente sociocultural.
A continuación transcribimos, por vía de ejemplo, una descripción muy condensada de la
estructura personal que determinó la “decisión de cambio de carrera” de un estudiante
universitario después de tres años de haber ingresado en la carrera de medicina:
El medio ambiente familiar (condicionamiento) de este estudiante le había fomentado desde pequeño
una imagen profesional, para su futuro, prestigiosa, lucrativa y cómoda. En los últimos años del
bachillerato, esta imagen se centró en “ser médico”, los padres le repetían frecuentemente que el médico
“tenía buen nivel social”, “ganaba mucha plata”, “no trabajaba mucho” y, además, sentían dentro de sí (sin
decírselo) que “es siempre bueno tener un médico en la familia”. Por otro lado, este joven tenía un amigo
íntimo que iba a estudiar medicina porque era la profesión que “siempre le había gustado”. Como era muy
inteligente, en los dos primeros años obtuvo calificaciones excelentes. Pero su personalidad era la de un
joven que buscaba la independencia y la libertad (intención); por ello, se mostraba inconforme con todo,
rebelde y hasta agresivo cuando no conseguía lo que quería. Cuando en el tercer año de la carrera oyó
hablar mucho de perfil profesional del médico como una “vocación de servicio” (abnegación, entrega,
sacrificio, disposición incondicional día y noche para atender a los pacientes), se le creó un conflicto
interno: le atraían el prestigio y la posición socioeconómica que vislumbraba para el futuro (función,
motivación básica), pero rechazaba y no quería ni pensar en eso de la “vocación de servicio”. Este
conflicto, en parte inconsciente, le llevó a odiar la medicina, los profesores y todo lo universitario y,
lógicamente, a fracasar en forma rotunda en el tercer año. En el servicio de orientación psicológica, el
psicólogo lo llevó poco a poco a tomar conciencia de la división interna que vivía, de cómo se había
creado el conflicto, cuáles eran sus valores personales, los rasgos más importantes de su personalidad y
las posibles carreras profesionales que “sintonizaban” con su modo personal de ser y con su “filosofía de
la vida”. El joven se orientó hacia la economía y se graduó después brillantemente en esta profesión.
Represión
Rechazo
del
hermano Bajo
Ira hacia la Miedo
madre a ser
maltratado escolar
Aislamient
o
FIG. 7.2. Asma y bajo rendimiento escolar en un niño, derivados de una estructura personal más compleja.
Intención y
Significado
Función
Condicionamiento
Intención y
significado
Función
Condicionamiento
pág. 155 pendiente las flechas
CONTEXTO
Intención
Pensa-
miento
Significado
Función
Condicio-
namiento
CONTEXTO
He aquí una descripción muy abreviada de la estructura común que emerge del
estudio de 15 casos sobre la “decisión de cambio de carrera”. Todos estos estudiantes
llevaban al menos dos años en la carrera abandonada, y uno o más en la nueva.
La personalidad del estudiante que decide cambiar de carrera a mitad de sus estudios universitarios es
una personalidad con un nivel de madurez inferior al “normal”, y revela un alto grado de dependencia en
sus decisiones personales. De aquí que la elección de la primera carrera no es un acto plenamente
personal, sino, más bien, resultado de los intereses y ambiciones de los padres o familiares o de la
necesitad de mantener una “imagen personal respetable” ante los comentarios e ironías de los
compañeros y amigos. Está presente, también, y se manifiesta una falla en la identidad personal
presente y una confusión del “yo ideal” del futuro. La vida universitaria eleva el nivel de madurez de
la personalidad, y los años de estudio de la carrera acentúan un perfil profesional que está en
antagonismo con el “yo ideal” que también se ha clarificado cada vez más. Todo esto agudiza el conflicto
interno que se viene sintiendo en forma más bien inconsciente desde hace años, y la conducta del
estudiante se vuelve agresiva contra todas las personas (padres, profesores, compañeros, etc.), y,
académicamente, baja de nivel. Estos factores, unidos a una ayuda por parte de los servicios de
orientación profesional, revelan poco a poco al estudiante la verdadera trama de su situación, elevan el
grado de toma de conciencia y permiten adquirir un mayor nivel de autonomía y madurez personal. Con el
trasfondo de esta realidad se hace posible ver una nueva relación entre las inclinaciones, intereses y
valores personales y la naturaleza de una profesión diferente de la que se está estudiando, y terminar
haciendo una verdadera elección profesional personal más cónsona y realista.
DISCUSIÓN, EXPLICACIÓN Y
EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS
que, perspectiva o punto de vista (toda observación está “cargada de teoría”), y los
datos que no recogemos así, los sacamos de su contexto real, los descontextualizamos y
desnaturalizamos para poderlos manipular y hacer el tratamiento estadístico (media,
desviación típica, correlaciones, análisis factorial, análisis de la varianza, etc.); y, por último,
la interpretación de los datos debe recurrir de nuevo al marco teórico para ponerlo como
fondo y dar sentido a los resultados. De aquí la conclusión de Polanyi de que “la ciencia es
un sistema de creencias con las cuales estamos comprometidos” (1974, pág. 171).
Muchos investigadores de orientación positivista hacen caso omiso de todo esto en la
forma más acrítica, y después se vuelven hasta obsesivos en el tratamiento y análisis de
esos “datos artificiales”. A éstos habría que aplicarles aquello del Evangelio: “cuelan el
mosquito y no se dan cuenta que antes se tragaron un camello completo”.
Podemos aclarar un poco más este problema con una analogía: si vamos a comprar un
apartamento en el décimo piso de un edificio, no sólo estará bien que lo examinemos
detalladamente en sus dimensiones, ambientes, piso, paredes, puertas, ventanas y
demás accesorios, sino que también será muy importante que analicemos la
estructura general y la solidez de todo el edificio, sobre todo si se encuentra en una zona
sísmica y tiene muchos años de construido. Pues bien, el esquema de la metodología
“científica” que aparece en muchos manuales tiene muchos años de construido, ya que es
del siglo pasado, ha sido roto en sus pilares básicos por las conmociones científicas de
principios de siglo xx: la teoría de la relatividad y el principio de indeterminaciones, y
actualmente se apoyan en terreno muy sísmico, es decir, en la ingenuidad de muchas
corrientes epistemológicas superficiales. Es muy conveniente recordar aquí lo que ya
Descartes escribió al final de su Quinta meditación,que ninguna ciencia está capacitada
para demostrar científicamente su propia base.
El nivel de validez de nuestros resultados dependerá del rigor y la sistematicidad de
todo el proceso interpretativo. La aplicación de los cánones de Radnitzky y de Kockelmans,
y la exploración rigurosa propuesta de las dimensiones de la estructura de la conducta
elevarán ese nivel de validez. Sin embargo, conscientes de las limitaciones humanas que se
dan en todo intento de lograr conocimientos sólidos y confiables, proponemos que además
se apliquen, en el análisis y discusión de los resultados obtenidos, las pruebas o criterios
para establecer la validez de su interpretación (validez de la estructura o teoría obtenida):
Junto con estos criterios o pruebas para establecer el nivel de validez de los resultados
de una investigación de esta naturaleza, resultará muy útil comparar el proceso por el cual
se llega a los resultados finales, con el procedimiento que se sigue en un proceso judicial
para encontrar “la verdad” de los hechos y emitir un veredicto, es decir, la manera como los
jueces llegan a imputar las acciones a sus autores. Tengamos presente que en estos casos
(procesos judiciales), se toman decisiones de gran trascendencia para la vida de los seres
humanos (incluso la decisión de suprimir su vida). Popper, Feyerabend, Ricoeur, Radnitzky,
Hart y otros autores observan un paralelismo muy grande entre ambos “procesos” Hart,
especialmente, pone las bases para una teoría general de la validación en las ciencias
humanas mediante el uso del procedimiento argumentativo del razonamiento jurídico y las
manera como los jueces llegan, a través de un conflicto de interpretaciones (refutación
de excusas, pruebas de testigos, demostraciones del abogado acusador o defensor, rechazo
de falsas evidencias, etc.), a establecer la interpretación final: el veredicto (dicho verdadero),
el cual, sin embargo, es aún apelable (Radnitzky, 1970, pág. 24; Ricoeur, 1971, pág. 552).
Hay tres hechos sobresalientes en esta comparación:
A continuación expondremos, como ejemplo, el proceso vvido por Judi Marshall, una
gran investigadora que trabaja, siguiendo básicamente este enfoque, en el Centre for the
Study of Organizational Change and Development, de la Universidad de Bath, en Inglaterra.
El contenido del documento fue preparado por ella misma para un seminario de posgrado,
reflexionando sobre las implicaciones del proceso a lo largo de un año. El texto que
presentamos es una traducción libre y abreviada (Reason y Rowan, 1981, págs.. 395-399).
Parto de la idea de que en los datos recogidos existe un cierto orden, y que este orden
puede aflorar. Por ello, trato de estar abierta y ser receptiva para facilitar que ese orden
emerja. Troto de entender lo que está allí, y representarlo en toda su complejidad y riqueza,
pero de tal forma que estas personas puedan entenderlo, porque es más humano que una
tabla de números.
Primeros pasos
En el primer momento, cuando preparo y realizo las entrevistas, todo parece interesante
y puedo sortear las dificultades sin mayores problemas; sin embargo, después, cuando
tengo el material en las manos y quiero que funcione, se presenta una etapa de cierta
confusión en que dominan las impresiones: aquella persona me pareció habladora, la otra
infeliz, aquella otra triunfadora, etc.; en fin, tengo muy diferentes impresiones. Si trato
entonces de dar una forma concreta a esas impresiones, estaría equivocada, pues van en
las direcciones más raras. Tengo la sensación de que algo está por emerger de los datos,
pero si me preguntan qué es, no sabría decirlo, y no quisiera que me presionaran a hacerlo.
Pero, al mismo tiempo, tengo un cierto miedo de no sacar nada de esta investigación y
quedarme con un montón de cintas grabadas. Hay que aprender a vivir con estos
sentimientos, encontrarlos interesantes y no verlos como un problema.
Uno de los problemas prácticos es cuándo reducir todo el material recogido a una forma
manejable. Si yo dispongo de algunas categorías elegidas con anterioridad, pero introducir
el material en ellas; pero eso me da cierta inseguridad, ya que parece privar a la persona de
su totalidad; por esto, si lo hago, trato de compensarlo con una apreciación global de la
persona. Entonces pienso que puedo hacer perfiles de las personas y compararlos entre sí.
Siempre me han llamado la atención ciertos libros que tratan acerca de cómo hacer un
análisis de contenido (…), pero donde las unidades de significación –actitudes hacia (…) o
sentimientos en relación con (…)- son obvias (…). Lo que yo hago es dejar que se formen
las categorías al poner juntas las cosas que van juntas. Creo que esto es cuestión de
decidir cuánta ansiedad e incertidumbre se desea tolerar y por cuánto tiempo; pienso que
cuanto más se pueda, mejor funcionará el análisis.
Al hacer el análisis como tal, se pueden lograr buenas ideas e intuiciones sobre los
datos. Usualmente, yo lleno cada día varias páginas de pensamiento y destellos de
inspiración que después me resultan muy importantes para la estructuración. Algunos de
ellos tienen que ver con la forma teórica que está tomando el material, es decir, cómo los
conceptos y categorías se relacionan unos con otros: a menudo, éste es el armazón que
dirige el resto de la redacción. Otros son modos de ver a las personas que preservan y
enfatizan su estructura total y las relacionan con el armazón teórico.
Continuamente trazo diagramas y flechas, y hago esquemas que me sirven como parte
del desarrollo conceptual. No todos funcionan ni sobreviven al análisis, pero todos me
resultan valiosos para una mejor comprensión.
Este tipo de trabajo requiere en realidad mucha concentración: no se puede hacer con
retazos de tiempo. Se necesita gran atención para vencer la inercia inicial. Es muy difícil
entrar en el material si también se piensa en otras cosas. Por esto, yo he visto que se
realiza mejor si se le dedican espacios largos de tiempo; a veces he tenido que dedicarle
todo un día y no esperar mucho de las primeras dos horas.
Cuando me dedico así, las cosas comienzan a adquirir sentido y se presentan
intuiciones que parecen provenir de una especie de nivel inconsciente. El análisis avanza
bien y yo dirijo mi atención a muchas cosas que parecen conectarse y que veo sobre el
horizonte en todas las direcciones. Infinidad de ideas, de las cuales no había sido
consciente por años, vienen a la conciencia y mi mente es capaz de conectarlas a todo tipo
de niveles. Mi atención se vuelve muy activa. Tengo la sensación de estar concentrada y
ser perspicaz sin esfuerzo por lograrlo. Mientras que al principio del análisis me afanaba,
tenía que esforzarme y concentrarme y sólo conseguía atender lentamente las cosas, una
vez que el proceso “arranca”, avanza solo: sin esfuerzos de atención, sin presionar las
cosas, sin empeño de dedicación; es una actividad independiente de la externa y de
superficie. Parece como si yo pudiera dirigir la actividad de superficie, pero no las otras
formas de atención; como si éstas vivieran, se dedicaran al problema que me ocupa a mí
en la superficie y me superaran en velocidad.
Siento como si hubieran dos partes actuando en mí: una, relajada, que observa el
material, lo entiende y lo valora por lo que es; y otra, activa y dirigente, que manipula,
empareja y encaja los datos. Parece que ambas trabajan bien. Si no entiendo las cosas
pero aun así trato de introducirlas en categorías, el asunto no funciona; si las entiendo pero
la otra parte está inactiva o “apagada” (no conectada), no voy a ninguna parte.
Esta atención activa es difícil de distraer: trabaja a pesar de todos los obstáculos, en una
sala donde hay gente, en el tren, con la TV prendida, etc. es muy difícil “desconectarla”; por
eso, no es raro que vaya a tomar un refresco con algunos amigos y termine hablándoles de
las personas que estoy estudiando y que para mí son más reales que lo que me rodea.
Asimismo, necesito una almohadilla y papel junto a mi cama para cuando me despierto en la
noche y todo me perece claro; en todas partes anoto ideas en pedazos de papel.
Yo no sé de dónde viene esta atención. A veces creo haber trabajado bastante en una
parte de la investigación y deseo ponerla por escrito, pero la cosa no funciona; aunque
trabaje durante horas y horas…. Es inútil. Por eso, lo dejo y me voy a hacer otras cosas.
Hacia el final del análisis se presenta una fase difícil. Me siento como sobrecargada de
cosas y cansada, y necesito ponerlas en orden y concluir. En los últimos momentos, siento
que verdaderamente conozco de qué se trata y cuál es la estructura final de los datos.
Esto me produce una sensación de alivio: sé que el trabajo mereció la pena, que he logrado
algo valioso, que lo puedo poner en orden y redactarlo; es como si hubiera captado la
esencia de las cosas y esta vez todo fuera más sólido y más comprensible.
Validez y parcialidad
Este trabajo nunca lo he hecho en colaboración con otras personas, ni he discutido con
ellas cómo interpretar los datos. No niego que, quizá, resulte útil proceder así y observar los
datos desde diferentes perspectivas; no obstante, creo que eso sería un intento de
intelectualizarlos. Siento que mi visión de la rectitud es importante: que es importante lo
que yo he hecho, lo que yo he hallado e interpretado de los datos. Mi postura es algo que
yo aprecio, es parte de mí como investigadora. Mientras es importante para mí y para otros
el reconocer que ésa es mi postura personal, conviene destacar que eso es en realidad lo
que yo puedo dar como investigadora, que ésa es mi contribución, que es coherente y
sentida como tal, y que tiene muchas otras características que me hacen valorarla más que
un esfuerzo distanciador con el fin de ser objetivo. Yo trabajo desde una posición particular;
aprecio las otras posiciones y sé que cada una tiene su propia integridad y su propia validez.
El método fenomenológico
Fundamentación teórica
ETAPAS Y PASOS
Etapa descriptiva
El objetivo de esta etapa, que se realiza en tres pasos, es lograr una descripción del
fenómeno en estudio que resulte lo más completa y no prejuiciada posible y, al mismo
tiempo, refleje la realidad vivida por cada sujeto, su mundo y su situación, en la forma más
auténtica. Una buena descripción es una conditio sine quanon para poder realizar una
investigación digna de respeto, lograr conocimientos válidos y no embarcarse por un camino
de ilusión, engaño y decepción.
Estos procedimientos no son excluyentes, sino que, más bien, se integran en la práctica.
Segundo paso: Realización de la observación, entrevista, cuestionarios o
autorreportaje. El proceso de la observación fenomenológica, la realización de una
entrevista, la preparación y aplicación de un cuestionario o la relación de un autorreportaje,
tendrá presente, ante todo, como precaución y alerta, las siguientes realidades:
Para que la observación sea “más objetiva” se aplicarán las reglas de la “reducción”
fenomenológica:
Reglas negativas (para no ver más de lo que hay en el objeto y no proyectar nuestro
mundo interno):
Reglas positivas:
1. Ver todo lo dado, en cuanto sea posible: no sólo aquello que nos interesa o
confirma nuestras ideas, aquello que nos es más importante vitalmente, aquello que
andamos buscando o deseamos confirmar, etcétera.
2. Observar la gran variedad y complejidad de las partes.
3. Repetir las observaciones cuantas veces sean necesario; para ello tomar las
precauciones que se indicaron en el primer paso.
Esta descripción será el “protocolo” sobre el cual se centrará el estudio constituido por
los pasos de la tercera etapa, la etapa estructural. La descripción de un “buen” protocolo
puede no tener más de 5 ó 6 páginas, dependiendo de la naturaleza y complejidad del
fenómeno descrito.
Lógicamente una descripción con estas características exige mucha atención y cuidado,
y bastante trabajo: no es tarea que se pueda realizar con decisiones del tipo “más o menos”;
por ello, las investigaciones de esta naturaleza deben centrarse en el estudio de un número
reducido de casos
Etapa estructural
*Para agrupar estas partes en la misma unidad temática se tuvieron también en cuenta los elementos no verbales
que ofrece la grabación sonora.
El objeto de esta etapa es relacionar los resultados obtenidos en la investigación con las
conclusiones de otros investigadores para compararlas, contraponerlas, entender mejor las
posibles diferencias y, de ese modo, llegar a una integración mayor y a un enriquecimiento
del “cuerpo de conocimientos” del área estudiada.
En la metodología fenomenológica, la discusión de los resultados sigue un camino muy
diferente al del método científico tradicional. En este último, la medida de variables
aisladas, la correlación de las dimensiones y su diferencia significativa es el criterio básico
para señalar relaciones, hablar de dependencia, formular generalizaciones empíricas e
interpretaciones causales derivadas de los promedios de grupos anónimos, creer en causas
y efectos, etc. la medida es una clase de descripción que parece apropiada para explicar
las realidades cuantificables, característica de las ciencias naturales. Debido a ello, el
enfoque causal y determinista –que trata de descubrir una secuencia lineal y mecánica de
influencia es el que guía toda la búsqueda de la conexión de eventos y fenómenos. En este
tipo de explicaciones, la matemática, con su alto nivel actual de sofisticación, tiene el papel
principal.
La metodología fenomenológica no se restringe a esta clase de explicaciones, ya que
nada expresan acerca del proceso, ni de cómo o por qué suceden las cosas; dichas
explicaciones simplemente señalan una secuencia lineal. Es más, en relación con los
fenómenos humanos, se piensa que no son explicaciones suficientes y que, en ocasiones,
fallan por completo como tales. En efecto, no puede aislarse una variable en la vida humana
y, menos aún, controlarla en forma rigurosa, sino mediante una manipulación artificial de la
situación y el aislamiento de la experiencia fuera de su contexto natural. Las variables no
son personas. Es lógico que, al hacer esto, no se puedan generalizar las conclusiones o
que se llegue a deducciones erróneas y, a menudo, contradictorias.
Todo esto hace pensar que la perspectiva cuantitativa ha vuelto absoluta la
mensurabilidad en forma indebida. En cuanto a las ciencias humanas, no se ha respondido
todavía a la pregunta de si la cuantificación de los datos es una necesidad, un mero hábito o,
simplemente, algo que se aplica porque es accesible computacionalmente.
Muchas investigaciones científicas buscan una técnica para medir un fenómeno, y
después determinan su significado con base en la dimensión, cuantía o volumen de esa
medida. En el enfoque fenomenológico, se puede decir que el significado es la
verdadera medida. Esto es, se va directamente al significado del fenómeno por un
método que explora de manera sistemática y directa el significado, sin pasar por la medida.
No es que la dimensión de una cosa (su tamaño, volumen, nivel, peso, etc.) no tenga
importancia; lo que se afirma es que puede no tener importancia; y a menudo la tiene, ya
que algo pequeño y hasta insignificante en apariencia, puede tener un papel determinante y
decisivo.
Para entender el significado de una conducta debemos entender su significado
funcional, y para entender el significado funcional de todo acto conductual hay que
entender su relación con el todo. Ahora bien, sólo una descripción cuidadosa puede hacer
explícita, de manera adecuada, la forma en que un acto de conducta “encaja” en el contexto
de una situación y así descubrir su significado. Esta operación se opone por completo a la
del análisis con que muchas veces se trata de “interpretar” los datos. Tal análisis
frecuentemente consiste en separar, dividir, aislar, atomizar y hasta viviseccionar una
realidad. Desde el punto de vista fenomenológico, este camino se considera el menos
fecundo y el más aleja de una verdadera comprensión.
Habrá que tener en cuenta todas estas ideas, y muchas otras más, a la hora de
comparar nuestros resultados con los de otras investigaciones.
Llegamos, de esta manera, a establecer los dos conceptos que nos parecen
fundamentales para la comprensión de la conducta humana: la estructura y la función.
Estos dos conceptos, bien entendidos y aplicados, podrían dirimir incontables controversias
entre posiciones opuestas, y también ayudar a superar el viejo problema del dualismo
cartesiano entre mente y cuerpo. En el enfoque fenomenológico, ambos conceptos se
integran en la vida auténtica y real. La estructura está compuesta por una red de
“elementos” que pierden su condición de tales al unirse entre sí en forma
interdependiente, y al relacionarse con ella mediante el desempeño de una
función. El cuerpo se une a la mente en esta forma: las partes corporales se integran y
crean la estructura mental cuando se unen entre sí y con el todo, desempeñando una
función. De esta manera, se puede entender la conclusión a que ha llegado Rothschild –
desarrollada con amplitud en neurofisiología y psiquiatría- de que “la mente es el significado
del cuerpo” (Polanyi, 1969, pág. 222).
Resulta evidente que una buena investigación psicológica, pedagógica, sociológica, etc.,
debería terminar delineando la “estructura psicológica, pedagógica, sociológica, etc.,
general” del fenómeno estudiado. Ello arrojaría mucha luz sobre la naturaleza relacional de
las realidades humanas.
El procedimiento orientado a lograr estas estructuras y la búsqueda del significado y la
función de cada elemento cambian radicalmente el paradigma básico de la investigación, ya
que exigen actitudes y métodos diferentes de los usados cuando es la medida la que
determina todo el proceso. En los últimos tiempos, Rychlak (1977) ha abogado por una
tradición completamente diferente en la ciencia, la tradición dialéctica, más que la
tradición demostrativa, la cual ha dominado la escena de la psicología y de otras ciencias
humanas. A. Moreno (1981) analiza y propone un enfoque semejante en una profunda y
perspicaz síntesis sobre la ciencia, el conocimiento y la verdad. Ciertamente, al tratar de
descifrar un significado a partir de la bipolaridad dialéctica “sujeto –objeto”, estamos usando
un nuevo modo de pensar y de construir teorías.
En síntesis, desde el punto de vista práctico podemos decir, con Rolf von Eckartsberg
(Valle R.S. y King M., 1978, pág. 196), que la comprensión de una historia que se narra, ya
que la vida humana es una historia que puede ser narrada. Una historia no llega a tener
pleno sentido si no se responde a un mínimo de preguntas necesarias. Aristóteles exigía
seis elementos o dimensiones para explicar, analizar y evaluar bien la tragedia (drama,
personajes, pensamiento, melodía, dicción y espectáculo), y en la Edad Media se hicieron
famosos los siguientes versos escolásticos, en hexámetro, que señalaban las interrogantes
que había que contestar al tratar un tema:
Quis, Quid, Ubi (quién, qué, dónde)
Quibus Auxiliis, Cur, Quomodo, Quando (con
qué medios, por qué, cómo, cuándo)
Para ampliar y explicitar un poco más estas dimensiones, podemos afirmar que, al
responder las ocho preguntas-dimensiones que siguen, quedarían suficientemente
esclarecidos los constituyentes del drama de la acción humana, y, al mismo tiempo,
ayudarían mucho a contemplar y perfeccionar la descripción de la estructura general de que
se trató en el sexto paso:
Eckartsberg sugiere la imagen de octaedro regular –una doble pirámide opuesta por la
base (véase figura 8.1 y 8.2) como una
Figura ideal para simbolizar las ocho caras de esta estructura esencial de todo evento
humano. El estudio del significado de dichas dimensiones, caras o facetas, en su
interdependiente y simultánea acción, daría una comprensión muy exhaustiva de los
constituyentes de toda vida psicológica humana, por supuesto, muy superior a una simple y
lineal explicación “causal”.
Para obtener una ampliación de los conceptos de confiabilidad, validez y explicación en
el método fenomenológico, consúltense los postulados 18, 19 y 21, en el capítulo 6, y
también lo que se expresa al respecto al tratar el método etnográfico en el capítulo 10.
Es evidente que una conducta humana estudiada en todas estas dimensiones presenta
es estudio más concreto y empírico que se pueda imaginar, pues trata de captar en toda su
realidad y con todos sus matices lo que esa conducta es y significa desde su marco de
referencia interno, sin constreñirla a entrar en categorías, esquemas o teorías extraídas de
otra realidades. Naturalmente –como ya señalamos e ilustramos en la figura 7.4, al tratar del
método hermenéutico-dialéctico-, también aquí, cuanto más ampliemos la extensión
(generalización de la muestra estudiada) menor será la comprehensión (conjunto de notas
o características que forman la estructura).
Por otro lado, los hallazgos logrados con esta metodología se prestan a ser comparados
y contrapuestos con las conclusiones de otras investigaciones cuyos autores hayan seguido
otro método igualmente riguroso, sistemático y crítico.
MÉTODO COMPRENSIVO
La expresión “vida” denota lo que es más familiar e interno para cada uno, pero al mismo tiempo lo más
oscuro e imponderable (…); se puede describir; se pueden aclarar sus rasgos más peculiares y
característicos; se puede preguntar por su tono, ritmo y melodía; pero no se pueden analizar plenamente
todas sus partes, ya que no es resoluble en esa forma. Su naturaleza no se puede expresar en una
forma simple y con una explicación. El pensamiento no puede estar completamente por encima de la
vida, ya que él mismo es expresivo de la vida (citado en Polkinghorne, 1983, pág. 25).
Asimismo Dilthey señala que la vida psíquica se ubica en el nivel de las vivencias, las
cuales implican ya un significado, y que si la ciencia humana se concentra en un nivel
inferior, con fenómenos menos complejos y más aislables (como sensaciones, instintos y
reflejos), entonces se perderá el verdadero objeto de las ciencias humanas, es decir, la vida
misma.
Pero, ¿qué es comprender una vivencia ajena? La conducta humana no es un mero
acto o movimiento físico; tiene una meta y está animada por una intención; debido a ello,
comprender una conducta humana es percibirla, de algún modo, desde adentro, desde el
punto de vista de la intencionalidades, la del sujeto conocedor y la del sujeto conocido; quien
dice comprensión dice posibilidad de acceso a una vivencia psíquica que no es la nuestra, lo
cual remite a una cierta forma de coexistencia con el prójimo, de vivencia vicaria, de alter
ego.
La comprensión de una vida humana exige, a su vez, ir más allá de ella en cuanto
realidad individual. “La vida individual –señala Dilthey- es parte de la vida como un todo”. La
vida individual no es una realidad aislada; se halla mezclada e integrada en varios niveles de
intensidad con la de otros seres o grupos humanos e, incluso, por medio de la cultura, con la
vida de la humanidad en general. Debido a ello, los individuos no pueden ser estudiados
como realidades aisladas; necesitan ser comprendidos en el contexto de sus conexiones con
la vida cultural y social. De esta forma, el objeto de la investigación de las ciencias
humanas incluye no sólo las esperanzas, los miedos, los pensamientos, los actos, etc., de
los individuos particulares, sino también las instituciones, que son el producto de la actividad
y vida humanas y que, a su vez, establecen el contexto en que se forma la experiencia
individual.
En cuanto al proceso heurístico del método comprensivo, Dilthey puntualiza que las
vivencias psíquicas se manifiestan de diferentes formas, entre ellas expresiones faciales,
gestos, posturas, acciones, lenguaje hablado y escrito y expresiones artísticas. La tarea de
las ciencias humanas consiste en examinar estas manifestaciones de la vida experiencial
tanto en sus expresiones individuales como sociales. El científico de las ciencias humanas
debe hacer explícitos sus principios de organización y estructuras. Esto se logra mediante la
identificación de las categorías de vida, que son procesos que implican relaciones y
significado. Por esto, el fin de una ciencia humana es explicar dichos procesos, no buscar
relaciones causales. El reconocimiento y la comprensión de las “categorías de vida”
requiere una visión del contexto lo más amplia posible, y la investigación más completa de
las manifestaciones de la vida. Un acto aislado, una persona aislada, un periodo histórico
aislado, no revelan el aspecto interactivo de las categorías, tampoco el desarrollo y cambio
histórico de los patrones de vida, ni las estructuras de la organización social. Es necesario
abordar, estudiar y comprender la interacción de las estructuras vitales individuales y
sociales.
Es conveniente precisar –y Dilthey lo señala expresamente que las “categorías de vida”
que dan coherencia a la expresión vital de una persona no necesariamente son conscientes
para esa persona en el momento en que se produce la expresión. De aquí la necesidad de ir
más allá de lo prescrito por el método fenomenológico cuando necesitamos estudiar ciertas
realidades psíquicas con componentes no conscientes o no totalmente conscientes.
Los positivistas declararon que el conocimiento debía derivarse de la percepción, como
una manifestación de los objetos físicos trasmitida por el aparato sensorial a la conciencia.
Dilthey hace hincapié en que hay otro tipo de experiencia “perceptual” y es la que deben
utilizar las ciencias humanas. Nosotros –afirma- no sólo reconocemos los objetos físicos,
también reconocemos su significado. No sólo vemos manchas negras en un libro, también
percibimos el significado de ese escrito; no sólo oímos los sonidos de la voz humana,
también captamos lo que significan; no sólo vemos movimientos faciales y gestos, también
percibimos intenciones, actitudes y deseos. La comprensión de los significados es un modo
natural de entender de los seres humanos.
Dilthey establece tres condiciones para comprender mejor el significado que tiene las
expresiones de la vida psíquica de otras personas:
a) Es necesario familiarizarse con los procesos mentales mediante los cuales se vive y
se expresa el significado; esto constituye la vida cotidiana de todo ser humano, pero
el investigador debe ser más riguroso, sistemático y crítico en ello.
b) Se necesita un conocimiento particular del contexto concreto en que tiene lugar una
expresión: una palabra se entiende en el contexto de una frase, una acción en el
contexto de su situación, etcétera.
c) Es necesario conocer también los sistemas sociales y culturales que proveen el
significado de la mayoría de las expresiones de la vida: para entender una frase hay
que conocer la lengua; para comprender el comportamiento de una persona hay que
conocer su formación y medio cultural, etcétera.
MÉTODO NATURALISTA
…las realidades actuales, entidades sociales y percepciones humanas, así como existen y se
presentan en sí mismas, sin intrusión alguna o contaminación de medidas formales o problemas
preconcebidos. Es un proceso dirigido hacia el descubrimiento de muchas historias y relatos
idiosincráticos, pero importantes, contados por personas reales, sobre eventos reales, en forma real y
natural (..) La investigación naturalista trata de presentar episodios que son “porciones de vida”
documentados con lenguaje natural y que representan lo más fielmente posible cómo siente la gente,
qué sabe, cómo lo conoce y cuáles son sus creencias, percepciones y modos de ver y entender
(Guba, 1978, pág. 3).
Por su parte, Gutmann, que es un psicólogo interesado sobre todo en los estudios de
cruce de culturas, hace una distinción interesante entre el “naturalista” y el “teórico”:
Para mí, la esencia del método naturalista reside en el hecho de que no trata la naturaleza como
pasiva. El supuesto naturalista en cualquier campo es que existe “ahí fuera” un orden intrínseco, y que
estas regularidades organizarán y dirigirán los eventos aunque nuestras teorías no las tomen en
cuenta. Por el contrario, el supuesto implícito del experimentalista es que la naturaleza es pasiva, que
existe porque existen las teorías, y que el papel del ambiente es suplir los datos que demostrarán o
refutarán la teoría (…). Así, las técnicas o instrumentos del naturalista tratan de descubrir o sacar a la
luz cierto orden implícito en el área de su interés, y convertir el orden implícito en datos explícitos
(Willems y Raush, 1969, pág. 162).
Ante estas descripciones del método naturalista y otras similares de otros métodos de
naturaleza estructural, es frecuente oír objeciones relacionadas con su nivel de rigor. Se
piensa que lo que no es controlado de manera sistemática en cada uno de sus elementos,
no es serio y no tiene rigor científico; y se juzga así aun cuando ese modo de proceder
(control sistemático) desvirtúe la realidad estudiada, la distorsiones y, en último análisis, sea,
de hecho, un alejamiento del rigor y sistematicidad especiales requeridos por la naturaleza
del objeto de estudio. Wolf y Tymitz (1977) señalan con claridad esta falacia:
La corroboración estructural es el proceso de reunir los datos y la información y usarlos para establecer
los lazos que eventualmente crean un todo apoyado por partes de evidencia, que constituyen el todo. La
evidencia es corroborada estructuralmente cuando las piezas de evidencia se validan unas a otras. Tómese
como ejemplo de corroboración estructural el trabajo del inspector Poirot en la novela de Agatha Christie,
Asesinato en el expreso de oriente. El inspector se encontró con un hombre muerto, asesinado en el tren,
y el problema de saber quién lo mató. Poco a poco, Poirot va poniendo piezas en relación, de tal manera que
no haya contradicciones y que se apoyen unas a otras, hasta que, finalmente, es resuelto el problema de quién
asesinó al hombre. En el caso del expreso de oriente las piezas son todas las personas del tren con las cuales
el hombre asesinado tuvo algún contacto. En la escena final del libro (llevado también al cine), Poirot presenta
su caso a los asesinos en el “vagón de estar” del tren mientras éste se aproxima a Estambul. El brillante uso
que Poirot hace de las pruebas tiene lógica y da solidez a sus conclusiones (Guba, 1978, pág. 63).
d) Un esfuerzo explícito para comprender los eventos con el significado que tiene para
quienes están en ese medio social.
Perspectiva naturalista-ecológica
Son muchos los estudios y las investigaciones que avalan la tesis de que la conducta
humana está influida significativamente por el medio en que se da; que las tradiciones, roles,
valores y normas del ambiente se van internalizando poco a poco, generan regularidades,
guían y hasta pueden determinar la conducta posterior. Es pues, necesario estudiar los
eventos psicológicos o educacionales en su ambiente natural. Por otra parte, dicha
necesidad la demuestra también la diferencia de resultados entre los estudios de laboratorio
y los de campo; conclusión a que han llegado igualmente los etólogos en sus
investigaciones con animales.
En particular esta situación se constata en la incapacidad de las teorías clásicas del
aprendizaje para explicar la mayoría de los procesos que tienen lugar en el aula escolar. La
situación experimental, en efecto, crea una atmósfera y un ambiente propios y especiales,
con su dinámica e influencia en la conducta, que se revela en asumir el rol de sujeto de
investigación, el cual, a su vez, implica dudas o sospechas sobre la verdadera intención de
la investigación, un sentido de la conducta apropiada o esperada, una relación interpersonal
especial con el investigador y un deseo de ser evaluado positivamente. Resulta evidente
que todas estas fuerzas pueden moldear la conducta en una forma y dirección extraña a lo
que se busca en la investigación.
Hipótesis cualitativa-fenomenológica
EL PROCESO DE LA INVESTIGACIÓN
El principio subyacente que guía este tipo de investigaciones es la idea de que los
individuos están formados por ciertas estructuras de significado que determinan su
conducta. La investigación trata de descubrir en qué consisten estas estructuras, cómo se
desarrollan y cómo influyen en la conducta; y, al mismo tiempo, intenta hacerlo en la forma
más comprensiva y objetiva. En el examen del proceso de la investigación etnográfica, de
acuerdo con Wilson (1977), podríamos distinguir las etapas que aparecen a continuación.
La etnografía parte del siguiente supuesto: lo que la gente dice y hace está moldeado
consciente o inconscientemente por la situación social. El etnógrafo es, por consiguiente,
muy sensible al modo como se introduce en un ambiente, y establece con cuidado el rol que
le pueda facilitar la recolección de la información. Ya que el nivel de participación y
compromiso que el etnógrafo acepte influirá el concepto de la gente hacia él, sigue con
atención las reacciones ante su entrada oficial o no oficial en el seno de la comunidad o
grupo a estudiar.
Esto es válido tanto si la comunidad es una tribu primitiva o si se trata de un aula
escolar. En cualquier caso, nunca se identificará con una parte o grupo de ese ambiente,
sino tratará de percibir cómo es visto por los miembros del grupo: lo que dicen cuando están
a solas con él, lo que dicen a otros ante él y lo que dicen cuando están a solas con él, lo que
dicen a otros ante él y lo que dicen a sus espaldas. Esto le ayudará a buscar su rol. Es muy
probable que los miembros del grupo o comunidad lleguen a confiar y valorar al investigador
que tiene un contacto esporádico con la gente, que sólo aplica un cuestionario o hace una
entrevista ocasional y trata la información con métodos cuantitativos.
Recolección de la información
Nivel de objetividad
Estudiantes
Involucrados: El observador puede comprender que ellos perciben el
hecho de golpear como un juego, que no desean
interrumpir la clase, y su confusión ante la reacción del
maestro
Otros
Estudiantes : El observador puede conocer qué estudiantes ven el
golpear como un juego, quiénes lo ven como un desafío al
maestro y quiénes lo ven de otra manera, como, por ejemplo,
un acto específico de agresión.
Es razonable esperar que todo científico que aplique este método disciplinado de
investigación llegue a reunir la misma información y a concluir con los mismos resultados.
Confiabilidad. Una investigación con buena confiabilidad es aquella que es estable,
segura, congruente, igual a sí misma en diferentes tiempos y previsible para el futuro. La
confiabilidad tiene dos caras, una externa y otra interna: hay confiabilidad externa cuando
investigadores independientes, al estudiar una realidad en tiempos o situaciones diferentes,
llegan a los mismos resultados;
Hay confiabilidad interna cuando varios observadores, al estudiar la misma realidad,
concuerdan en sus conclusiones.
Dada la naturaleza particular de la investigación etnográfica y la complejidad de las
realidades que estudia, no es posible repetir o replicar un estudio estricto, como se puede
hacer en muchas investigaciones experimentales. Debido a ello, la confiabilidad de estos
estudios se logra usando otros procedimientos rigurosos y sistemáticos.
Para alcanzar un buen nivel de confiabilidad externa, se aconseja (LeCompte y Goetz,
1982) recurrir, entre otras, a las siguientes estrategias:
d) Para que sea posible una cierta réplica es imprescindible la identificación de los
supuestos y metateorías que subyacen en la elección de la terminología y los métodos de
análisis. Los conceptos de “cultura”, “ciencia”, “método”, “análisis”, “datos”, “codificación” y
muchos otros pueden diferir sustancialmente entre diferentes investigadores.
Validez. Una investigación tiene un alto nivel de validez si al observar, medir o apreciar
una realidad, se observa, mide o aprecia esa realidad y no otra cosa. Este hecho constituye
la validez interna. Hay también otro criterio de validez, la validez externa, que consiste
en averiguar hasta qué punto las conclusiones de un estudio son aplicables a grupos
similares.
Si la confiabilidad ha representado siempre un requisito difícil para las investigaciones
etnográficas, debido a la naturaleza peculiar de éstas, no ha ocurrido lo mismo en relación
con la validez. Al contrario, la validez es la fuerza mayor de estas investigaciones. En efecto,
la aseveración de los etnógrafos de que sus estudios poseen un alto nivel de validez deriva
de su modo de recoger la información y de las técnicas de análisis que usan. Esos
procedimientos los inducen a vivir entre los sujetos participantes en el estudio, a recoger los
datos durante largos periodos, revisarlos, compararlos y analizarlos de manera continua, a
adecuar las entrevistas a las categorías empíricas de los participantes y no a conceptos
abstractos o extraños traídos de otro medio, a utilizar la observación participante en los
medios y contextos reales donde se dan los hechos y, finalmente, a incorporar en el proceso
de análisis una continua actividad de realimentación y reevaluación. Todo esto garantiza un
nivel de validez que pocas metodologías pueden ofrecer. Sin embargo, también la validez es
perfectible, y será tanto mayor en la medida en que se tengan en cuenta algunos problemas
y dificultades que se pueden presentar en la investigación etnográfica. Entre otros, habrá
que prestar especial atención a los siguientes:
´
Análisis de los “datos”
El análisis de los datos y el desarrollo de una teoría cónsona y coherente con ellos, son
parte esencial de toda investigación etnográfica. El etnógrafo no se precipita en aplicar
teorías externas en la interpretación de sus datos; más que otros investigadores, se
encuentra preparado para aceptar la posible unicidad del ambiente, grupo u organización
estudiada. Sin embargo, conoce los resultados de investigación y teorías paralelas que le
pudieran ayudar en la interpretación y comprensión de la suya; por eso, compara sus
hallazgos con los de otros investigadores para corroborarlos o contraponerlos a los mismos.
El desarrollo de una teoría basada con firmeza en los datos, y que emerja de ellos, no
es fruto del azar; se logra mediante una descripción sistemática de las características que
tienen las variables de los fenómenos en juego, de la codificación y formación de categorías
conceptuales, del descubrimiento y validación de asociaciones entre los fenómenos, de la
comparación de construcciones lógicas y postulados que emergen de los fenómenos de un
ambiente con otros de ambientes o situaciones similares. Así, las proposiciones e hipótesis
que dan fe de los datos y que los explican de manera adecuada, se van desarrollando y
confirmando. Si en la investigación experimental se buscan unos datos para confirmar una
teoría, aquí se busca una teoría que explique los datos encontrados; en efecto, la
experimentación es una verificación de hipótesis, mientras que la etnografía trata de generar
hipótesis o teorías.
Los etnógrafos utilizan una gran variedad de estrategias para el análisis y la generación
de teorías: depende de la naturaleza, el tipo y las variables que entran en juego en cada
investigación. Entre las técnicas más comunes, LeCompte y Goetz (1982) enumeran los
procesos inductivos y deductivos, los esfuerzos sistemáticos para generar modelos de
procesos, los exámenes comparativos de inducción analítica, las técnicas de comparación
constante, los análisis tipológicos, los sistemas enumerativos y los protocolos
estandarizados.
La investigación endógena
JUSTIFICACIÓN FILOSÓFICA
Los miembros de una cultura o grupo especial condividen una estructura propia
subyacente de razonamiento que por lo general no es explícita, pero que se manifiesta
en diferentes aspectos de su vida. Este modo de pensar y de ver las cosas explica y da
razón de su comportamiento en las áreas más diferentes: estructura de su lógica,
organización social, jerarquía de valores, concepto de los externos al grupo, etc. Toda
investigación seria deberá entrar plenamente en este mundo interno si desea comprenderlo.
La investigación endógena parte de la idea de que los miembros de esos grupos están
en posición privilegiadas para estudiar sus problemas; no cualquier miembro, pero sí
muchos, entre los cuales habrá que seleccionar algunos, de acuerdo con ciertos criterios y
según el problema que se desea estudiar.
En esta exposición sobre la investigación endógena seguimos, fundamentalmente, las
ideas de M. Maruyama, quien ha publicado una doce de obras sobre el tema, las cuales
están sintetizadas en las dos que aparecen en nuestra bibliografía (1981ª, 1981b).
Maruyama investigó, sobre todo, los problemas de violencia en las cárceles, pero coincide
básicamente, en su metodología y conclusiones, con Elden (1981), quien estudió problemas
de obreros y empleados en empresas, y con Worth y Adair (1972), que estudiaron las tribus
Navajo (E. U. A.).
El hecho básico que pone Maruyama como fundamento de la investigación endógena
es que las diferentes perspectivas de una realidad radican, al fin de cuentas, en diferentes
concepciones epistemológicas. Si un grupo étnico, cultural o situacional tiene una estructura
lógica y de pensamiento propia, tiene, por eso mismo, una teoría del conocimiento, una
epistemología especial.
El estudio de un grupo o una cultura en forma exhaustiva se realizará en varios pasos:
PROBLEMÁTICA Y COMPLEJIDAD
Filosofía de la comunicación
Disonancia de intereses
Disonancia de la “crítica”
En algunos ambientes o grupos, la vida implica varios tipos de peligros, de los cuales el
investigador puede no ser consciente. Los miembros de un grupo, que son conscientes de
que el investigador no conoce esos peligros, temen que, sin desearlo, permita la divulgación
de la información fuera del ámbito de seguridad. En estas circunstancias proporcionarán
falsa información con el fin de autoprotegerse. Este hecho suele llamarse distorsión de los
datos debido a la disonancia de la crítica, es decir, una disonancia en la apreciación de
los riesgos de dar información. Los peligros de los miembros de la comunidad temen puede
provenir ya sea de las personas relacionadas con el sistema de autoridad impuesto, como
también de otros miembros de la misma comunidad.
Podemos ilustrar el fenómeno de la disonancia de la “crítica” con lo ocurrido con el
proyecto de investigación en la prisión. En el ambiente carcelario el peligro provenía: de los
compañeros de prisión, debido a la escasez extrema y su urgencia por cubrir las
necesidades humanas básicas; de los guardias, que podían acentuar el vejamen y el abuso;
de los espías que trabajan para las autoridades de la cárcel, interesadas en impedir que
salga información comprometedora para ellas (abusos de autoridad, irregularidades, etc.); de
los espías y contraespías que trabajan para otros compañeros prisión; de muchos peligros
posibles o imaginados que pudieran derivarse de esa situación y ambiente concretos.
Resulta natural que en un medio como éste hubiera serias sospechas, por parte de los
prisioneros, de que los investigadores fueran espías disfrazados o, por lo menos, de que la
información dada por ellos los pudiera comprometer de alguna forma. Asimismo, era lógica
que las autoridades de la prisión temieran que los investigadores obtuvieran información
comprometedora, que la investigación interfiera con las actividades de rutina, que alterara el
balance de poder entre los grupos o su estatus tradicional, que amenazara la seguridad
psicológica de las autoridades o el conocimiento y la competencia que creían tener en
cuento a la política y el trato de los prisioneros, etcétera.
METODOLOGÍA ENDÓGENA
Procedimientos metodológicos
a) Permitir suficiente tiempo “un mes” para que las reuniones de “grupo de encuentro”
desarrollaran una buena solidaridad y dedicación.
b) Permitir al equipo que diseñara un proyecto valioso y útil para el grupo a que
pertenecían.
c) Permitir suficiente tiempo (tres meses) para la conceptualización, selección del foco
de interés, diseño de la investigación y realización de las entrevistas.
d) Proporcionar el tiempo necesario (hasta siete días) para que cada entrevistado
pudiera expresar sus experiencias y puntos de vista, en una atmosfera acogedora y
como un invitado.
e) Tomar todas las precauciones para prevenir la difusión de la información
confidencial.
f) Dar suficiente tiempo (varios meses) a la población carcelaria para que alcanzara
gran confianza en el proyecto.
Habilidad de los investigadores endógenos para conceptualizar
El documento completo de los dos equipos superaba las 1200 paginas dactilografiada a
espacio simple. Además de registrar las 18 dimensiones o factores para 241 incidentes de
violencia, los investigadores endógenos también registraron los siguientes cinco ítemes para
cada uno de los 42 entrevistados:
Validez y confiabilidad
En otra de sus obras (1969), Maruyama trata ampliamente los métodos que los
investigadores endógenos desarrollaron para contrastar la validez y confiabilidad de sus
resultados, y hace ver que su nivel de sutileza, sofisticación y habilidad con que lo hacen.
Asimismo, plantea la cuestión de si los datos obtenidos por esos investigadores son
diferentes de los obtenidos por investigadores sociales desde afuera. La respuesta es
afirmativa: a numerosos actos de perspicacia y discernimiento, tanto en el nivel conceptual
como en el factual. De ellos se ofrecen muchos ejemplos.
El método de la investigación-acción
FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA
Toda metodología incluye unos presupuestos filosóficos, ya que no hay valores
absolutos en el conocimiento científico.
La revolución copernicana enseñó al mundo que el movimiento que percibimos en el
Sol no está en él sino en nosotros como observadores en la Tierra; por tanto, que todo
observador puede proyectar su propia realidad contextual en el objeto observado y, así,
percibe las realidades personalizándolas.
Posteriormente, Kant consolida una auténtica revolución epistemológica general en el
mismo sentido. Para él la mente humana es un participante activo y formativo de lo que ella
conoce. La mente construye su objeto informando la materia amorfa que le ofrecen los
sentidos por medio de formas personales o categorías como si le inyectara sus propias
leyes. El intelecto es, entonces, de por sí, un constitutivo de su mundo, y el conocimiento
será una construcción de cada individuo, grupo, comunidad o cultura. En la medida en que
sus miembros hayan tenido la misma educación, coincidirán en sus representaciones y
lograrán un cierto consenso, una cierta objetividad, pero los sujetos pertenecientes a
culturas muy diferentes discreparán en gran medida.
Hacia fines del siglo pasado y primeros de éste, la Psicología de la Gestalt estudiará
muy a fondo y experimentalmente el proceso de la percepción y demostrará que el fondo de
la figura o el contexto de lo percibido, que son los que le dan el significado, serán
principalmente obra del sujeto y, de esta manera, coincidirá, básicamente, con las ideas de
Kant.
Estas mismas ideas serán aceptadas por los representantes más calificados de las
principales disciplinas: por los físicos, en la física cuántica, a principios del siglo; en la
lingüística por De Saussure en la segunda década; en la biología por Bertalanffy en los
años 30; en la filosofía de la ciencia por Wittgenstein en la década de los 30 y 40, y, por la
totalidad de los epistemólogos en los años 50. De esta manera, a fines de la década de los
60, en un simposio internacional (Urbana, USA, 1969), se pudo levantar el acta de
defunción del positivismo lógico. Sin embargo, paradójicamente, no es nada raro encontrar
aún hoy día profesores dictando clases de “metodología” como si nada de todo esto hubiera
ocurrido, exhibiendo un retraso de medio siglo en su actualización.
Siguiendo a los filósofos y científicos sociales de la Escuela de Francfort, y
especialmente a Habermas en su teoría crítica de la ciencia, podemos distinguir tres
categorías del proceso de investigación que dan origen, a su vez, a tres tipos de
conocimiento, según que estén regidos por el interés técnico, el interés práctico o el
interés emancipatorio. Según Habermas (1982), “para estas tres categorías de procesos
de investigación puede demostrarse una interrelación específica entre reglas lógico-
metodológicas e intereses directores del conocimiento. La misión de una teoría crítica de la
ciencia es burlar las trampas del positivismo”. Por esto, toda pretendida neutralidad científica
es una pseudoneutralidad, como toda pretendida objetividad cognoscitiva es simplemente
una ilusión, una peluca de objetividad, pretensiones y actitudes que una ciencia social
crítica deberá hacer conscientes y superar.
En cada tipo de conocimiento, el sistema de referencia fija reglas tanto para la
construcción de teorías como para su comprobación crítica. El interés técnico (que sus
promotores presentan frecuentemente como si fuera el interés de la sociedad en su
conjunto) produce un racionalidad o conocimiento instrumental, que explora las
interrelaciones hipotético-deductivas, la covariación de magnitudes observables, y es útil
para la manipulación y control del mundo físico o social. En su aplicación concreta al mundo
social, la ciencia instrumental es doblemente cuestionable: ética y metodológicamente. Bajo
el punto de vista ético, porque el ser humano será siempre sujeto último de derechos, y
nunca medio, instrumento o recurso para otros fines externos a sí mismo: las organizaciones
existen para servir a las necesidades del hombre y el hombre no existe para servir a las
necesidades de las organizaciones. Y, bajo el punto de vista metodológico, porque, estando
el hombre dotado de niveles mayores o menores de libertad y autonomía, no podrá nunca
programarse ni controlarse al estilo de las realidades físicas. De aquí, la sobresimplificación
y reducción de la complejidad de las realidades humanas y el frecuente y reiterado fracasos
que estos métodos producen en las Ciencias Humanas.
El interés práctico genera, según Habermas, las ciencias histórico-
hermenéuticas. En nuestra interacción con otros seres humanos, aprendemos a interpretar
correctamente el significado de sus acciones. Esta comprensión recíproca implica empatía,
aprecio y aceptación. El mundo del sentido de las cosas para el otro se nos esclarece por su
similitud con el nuestro. El que comprende establece una comunicación entre ambos
mundos. El acto físico en sí de un hombre no es humano: lo que lo hace humano es la
intención que lo anima, el significado que tiene para el actor, el propósito que alberga, la
meta que persigue; en una palabra, la función que desempeña en la estructura de su
personalidad. Por esto, no podemos definir las acciones humanas con “definiciones
operacionales”, que se entran en el acto físico. Necesitamos definiciones “intencionales”,
definiciones “motivacionales”, definiciones “funcionales”, como suelen utilizar el método
hermenéutico, el fenomenológico, el etnográfico y otros.
Por último, el interés emancipatorio produce el conocimiento crítico y de la
acción, fundamental en ciencias como la psicología, la sociología, la economía, la política,
etc. Aunque estas ciencias produzcan un saber nomológico, una ciencia social crítica dice
Habermas (1982)- se esfuerza además por comprobar cuándo los enunciados teoréticos
captan leyes invariantes de la acción social en general y cuándo reflejan relaciones de
dependencia ideológicamente congeladas, pero en principio mutables. Si éste es el caso, el
interés cognoscitivo emancipatorio desatará una autorreflexión y generará una crítica
ideológica que producirá un saber crítico sobre la ley que, si no la deroga, por lo menos la
deja sin aplicación y sin efecto. La ciencia social critica busca hacer a los seres humanos
más conscientes de sus propias realidades, más críticos de sus posibilidades y alternativas,
más confiados en su potencial creador e innovador, más activos en la transformación de sus
propias vidas, en una palabra, más autorrealizados como tales; sin embargo, es consciente
de su papel y por lo tanto, trata al mismo tiempo de respetar su libertad y de ayudarlos pero
no sustituirlos en sus decisiones, para que sean ellos los forjadores de su propio destino.
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN
Principios de la IA
VALIDEZ Y CONFIABILIDAD
Una investigación tiene un alto nivel de validez si al observar, medir o apreciar una
realidad, se observa, mide o aprecia esa realidad y no otra; es decir, que la validez puede
ser definida por el grado o nivel en que los resultados de la investigación reflejan una imagen
clara y representativa de una realidad o situación dada.
Las ciencias naturales producen un conocimiento que es eficaz para tratar con el
mundo físico; ellas han tenido éxito con la producción de un conocimiento instrumental que
ha sido explotado lucrativa y políticamente en aplicaciones tecnológicas. Pero el
conocimiento instrumental es sólo una de las tres formas cognitivas que contribuyen a la
vida humana.
Las ciencias histórico-hermenéuticas (ciencias interpretativas) producen el
conocimiento interactivo que subyace en la vida de cada ser humano y de la comunidad de
que forma parte; igualmente, la ciencia social crítica produce el conocimiento reflexivo y
crítico que el ser humano necesita para su desarrollo, emancipación y autorrealización.
Cada forma de conocimiento tiene sus propios intereses, sus propios usos y sus
propios criterios de validez; por esto, debe ser justificada en sus propios términos, como se
ha hecho tradicionalmente con la “objetividad” para las ciencias naturales, como hizo Dilthey
para la hermenéutica y como hicieron Marx y Engels para la teoría crítica. En las ciencias
naturales, la validez ésta relacionada con su capacidad para controlar el ambiente físico con
nuevas invenciones físicas, químicas y biológicas; en las ciencias hermenéuticas la validez
se aprecia de acuerdo al nivel de su habilidad para producir relaciones humanas con alto
sentido de empatía y vinculación; y en la ciencia social crítica esta validez estará
relacionada con su capacidad de recuperación de obstáculos para favorecer el crecimiento y
desarrollo de seres humanos más autosuficientes en sentido pleno.
La validez es la fuerza mayor de las investigaciones cualitativas. En efecto, el modo de
recoger los datos, de captar cada evento desde sus diferentes puntos de vista, de vivir la
realidad estudiada y de analizar e interpretarla inmensos en su propia dinámica, ayuda a
superar la subjetividad y da a estas investigaciones un rigor y una seguridad en sus
conclusiones que muy pocos métodos pueden ofrecer.
El concepto tradicional de confiabilidad implica que un estudio se puede repetir con el
mismo método sin alterar los resultados, es decir, es una medida de la replicabilidad de los
resultados de la investigación. En las ciencias humanas es prácticamente imposible
reproducir las condiciones exactas en que un comportamiento y su estudio tuvieron lugar. Ya
Heráclito dijo en su tiempo que nadie se bañaba dos veces en el mismo río. Además, la
confiabilidad no está dentro del círculo de intereses inmediatos de la IA, ya que su fin es el
mejoramiento y aplicación a su grupo de estudios y no a otros, de la misma manera que el
médico está interesado en curar a su paciente. Si ese estudio, ese tratamiento y ese plan
de acción o patrón teórico pueden, después, transferirse y aplicarse en otros pacientes o a
otros campos similares, tanto mejor: se irá haciendo ciencia más universal, pero ése no
es el fin primario de la IA.
En los estudios realizados por medio de la investigación-acción, que, en general, están
guiados por una orientación naturalista, sistemática, fenomenológica, etnográfica,
hermenéutica y humanista, la confiabilidad está orientada hacia el nivel de concordancia
interpretativa entre diferentes observadores, evaluadores o jueces del mismo fenómeno, es
decir, la confiabilidad será, sobre todo interna, interjueces. Se considera un buen nivel de
esta confiabilidad cuando alcanza un 70%, es decir, que, por ejemplo, de 10 jueces, hay
consenso, entre 7.
CONCLUSIÓN
KURT LEWIN
Einstein solía decir que la ciencia consiste en crear teorías. Ciertamente, si tomamos
en cuenta la función que tienen las teorías en el avance científico, podemos decir que su
construcción es el fin principal de la ciencia. Incluso, la formulación de nuevas leyes sigue
muy de cerca a la invención de teorías; es decir, que las nuevas leyes son, muchas veces,
las viejas leyes reinterpretadas o reformuladas gracias a la invención de una nueva teoría
que las explica.
La historia de la ciencia nos permite ver en la forma más palpable que sus avances
más revolucionarios y significativos no provienen de investigaciones empíricas aisladas o de
la acumulación de hechos, sino de teorías novedosas inicialmente desconcertantes. Esta
historia, al fin de cuentas, consiste en el reemplazo sucesivo de teorías insuficientes por
otras más completas; sin duda, las nuevas teorías también avanzan en la medida en que
toman en cuenta las viejas, pues las teorías nuevas más que refutar a las viejas, las
reestructuran o reformulan.
En este capítulo, nuestra finalidad no consiste en probar estas hipótesis generales, ya
que ello requeriría un análisis epistemológico más amplio y sistemático. Dado el
desconocimiento reinante en todos los niveles de nuestros medios académicos sobre la
importancia de la investigación teórica, trataremos, más bien, de ilustrar su naturaleza, sus
procedimientos metodológicos y su evaluación. Esta ilustración puede realizarse de manera
provechosa y útil desde muchos puntos de vista. Nosotros lo haremos desde la perspectiva
psicológica y, más específicamente, poniendo como base la concepción del hombre y de su
actividad mental y creadora que defiende la psicología humanista.
Asimismo, si bien las ideas aquí expuestas tienen valor y alcance generales en el
sentido de que pueden aplicarse a todo tipo de investigación teórica, también es cierto que
emanan y tienen el marco de referencia conceptual propio de las ciencias humanas,
especialmente de la psicología, la sociología y la educación, y al sugerir relaciones y
aplicaciones hemos pensado más específicamente en estas aéreas. Por cierto, son estas
disciplinas de nuestro quehacer académico las que, debido a su naturaleza, continuo
progreso y cambio, exigen que se estimule y promueva, en la reflexión teórica, la
reconceptualización de sus bases y estructuras y también que se propongan con audacia
nuevos modelos teóricos y prácticos en la infinita gama de áreas de aplicación que la vida y
la sociedad modernas han ido creando. Fomentar y ayudar la reflexión creativa en este
campo será el objetivo de este capítulo.
Axiomas
Postulados
Supuestos
Hipótesis ALTO
Teoremas
Intermedios MEDIO
Teoremas
Inferiores BAJO
Fig. 13.1. Teoría axiomática con tres axiomas iniciales. Las flechas indican la dirección de la deducción lógica.
Hay teoremas que se deducen igualmente de dos axiomas.
Axioma
Teoremas inferiores
más alto nivel a las más bajas. Sin embargo, conviene tener presente que la dinámica
psicológica de la mente humana no respeta esta lógica, y de ordinario identifica o
“descubre” ciertas generalizaciones antes que los axiomas de los cuales pueden luego
derivarse. Es un hecho histórico que la mayoría de los teoremas aparecen antes que los
axiomas, aunque los axiomas sean lógicamente anteriores a los teoremas. En términos
generales y desde el punto de vista psicológico, podríamos decir que la dinámica personal
de los investigadores muestra que lo primero que “descubren” son las generalizaciones de
bajo nivel, luego otras más amplias, después, ciertas relaciones lógicas entre éstas, y por
último identifican algunas de estas generalizaciones que pueden servir como axiomas, o
inventan premisas de nivel más alto a partir de las cuales pueda derivarse el cuerpo del
conocimiento disponible, para terminar con la sistematización, formalización o
axiomatización parcial o plena del cuerpo del conocimiento en cuestión.
Conviene señalar que aunque este proceso puede hacer pensar en una inducción
empírica, de hecho no es así, como veremos, ya que a lo largo del proceso las partes
cambian de significación y, por tanto, de naturaleza.
Un concepto de máxima importancia y relevancia para una cabal comprensión de la
naturaleza de las teorías es el que exponemos a continuación. En resumen, podemos decir
que una teoría es un sistema de “leyes”; pero el sistema no es una estructura de elementos
en una determinada configuración epistémica. Más bien, la estructura es la configuración
misma. Así como la trama de una novela no es simplemente un conjunto de palabras, ni la
armonía de una sonata consiste en un conjunto de notas, ni el diseño arquitectónico de un
edificio se reduce a la mera suma de más o menos ladrillos, así las leyes se alteran al entrar
en una conexión sistémica: cada ley, al formar parte de una nueva familia, toma en sí misma
algo de la sustancia de las otras, cede algo de sí misma y, en definitiva, queda reformulada
o, al menos, reinterpretada. La teoría no es un agregado de leyes sino su conexión; de este
modo, explica las leyes no como algo que está por encima de ellas, sino dándole a cada una
de ellas la fuerza y señalándole la meta que proviene de las otras.
En suma, se puede decir que la teoría da una nueva significación a cada una de las
leyes que la forman. Esto es algo difícil de entender para toda mentalidad positivista. Los
positivistas siempre han practicado lo que podríamos llamar un “sustancialismo”: la
búsqueda de entidades y estructuras, más que de procesos y funciones. Este punto de vista
es una continuación del materialismo del siglo XIX, abandonado desde hace mucho tiempo
incluso por la misma física, pero que, de manera anacrónica, aún trata de modelar la imagen
de la “ciencia” que tiene algunas personas ocupadas en el estudio del hombre. Básicamente,
su falacia yace en la insistencia en que los términos teoréticos son interpretables, en último
análisis, como observacionales, si nuestros instrumentos son suficientemente refinados e
ingeniosos (Kaplan, 1979, pág. 323); y en que no se capta la naturaleza, importancia y papel
que juega el significado sistémico de una configuración.
PROCEDIMIENTOS METODOLÓGICOS
Hay un método general de la ciencia basado en la logicidad, la criticidad y la
sistematicidad. Esos rasgos generales son aplicables a toda ciencia. Sin embargo, cada
ciencia particular tiene su propio objeto de estudio cuya naturaleza exige y dicta métodos
especiales, los cuales son otra cosa que la aplicación de esa lógica, de esa crítica, y de su
carácter sistemático, a los problemas particulares de la misma. Esto indica que cada ciencia
es independiente y debe regirse por el principio de la autonomía de investigación.
Al referirnos a procedimientos “metodológicos” en la investigación teórica, conviene
destacar algunas ideas de especial significación en la misma.
Niels Bohr dijo en cierta ocasión a Heisenberg que “cuando se trata de átomos, el
lenguaje sólo se puede emplear como en poesía; al poeta le interesa no tanto la descripción
de hechos cuanto la creación de imágenes” (Bronowski, 1979, pág. 340). Esto es lo que
ocurre en la física, la más objetivable de las ciencias, cuando se va al fondo de las teorías en
que se sustenta. Lo que yace debajo del mundo sensible es siempre algo imaginario (los
electrones no son objetos observables, sino inferidos), y todas las formas de imaginar lo no
sensible son siempre metáforas, es decir, semejanzas que extraemos del mundo del ojo, del
oído o del tacto.
En ninguna clase de investigación es tan cierto como en la teórica que “el lenguaje sólo
se puede emplear como en poesía”. Ésta es una idea que no debiéramos olvidar a lo largo
de nuestras reflexiones sobre la teoría y, de manera especial, sobre los procedimientos
metodológicos.
¿Cómo se origina una teoría en nuestra mente? Esta pregunta ha sido objeto de mucha
especulación y no tiene una respuesta simple. Cundo mucho, podemos decir que una teoría
es el fruto de un salto de la imaginación, de la inspiración, de la inducción o de la conjetura.
Einstein dijo que “la cosa menos inteligible del mundo es que (el mundo) es inteligible”
(Davies, 1973, pág. 78). Si tenemos presente todo esto, podremos aceptar con mayor
facilidad el papel que tienen las analogías y las metáforas en el surgimiento de las teorías.
Cierta vez, cuando preguntaron a Newton acerca de cómo hacía sus descubrimientos,
respondió que no lo sabía con exactitud, pero que quizá su habilidad estaba en su capacidad
de poner una esmerada atención en el problema, de pensar en éste de manera constante y
con gran aplicación, hasta el punto de quejarse de que “la luna” era el único objeto que
siempre le daba dolor de cabeza.
Si reflexionamos un poco más y tratamos de descubrir la dinámica psicológica de
nuestra mente en el momento de que conoce algo, constataremos la importancia de una
determinada condición previa y la naturaleza del proceso en sí mismo.
La condición previa es una inmersión lo más completa posible en el campo fenoménico
que se va a estudiar. Cuanto más completa y duradera sea esta inmersión, cuanto más se
estime y aprecie el campo objeto de nuestro conocimiento, cuanto más abierto se esté a los
detalles, matices y sutilezas del mismo, más fácil será la captación de un nuevo
conocimiento.
Los psicólogos de la Gestalt han demostrado que cuando la mente humana, y también
la de algunos antropoides, contempla serena y atentamente un determinado fenómeno, en
medio de esa quietud comienza como a “jugar” con sus elementos, y “de golpe” algo llega a
la mente: puede ser una relación, un ritmo, una estructura o una configuración. “El
organismo humano, cuando obra libre y no defensivamente, es quizá el mejor instrumento
científico que existe, y es capaz de sentir esta configuración mucho antes de poderla
formular de manera consciente” (Rogers, 1968, págs. 62-63). Kepler, Einstein y otros
grandes científicos tenían gran confianza en esta captación intuitiva.
De las investigaciones y los estudios sobre los procesos creativos podemos extraer
algunas ideas que ayudarán a esclarecer el origen de una teoría en nuestra mente. La
mente consciente puede buscar en la memoria y relacionar datos e ideas apropiados para la
solución de un problema, pero esto casi lo hace relacionando el planteamiento del problema
con nuestra estructura cognoscitiva personal, la cual activa las ideas antecedentes
pertinentes y las soluciones dadas a problemas anteriores parecidos que, a su vez, son
reorganizadas y transformadas en forma de proposiciones de solución al nuevo problema
exige relaciones o estructuras novedosas u originales, la mente consciente toma con
facilidad la dirección errónea, la dirección de lo conocido, de lo viejo, de lo trillado, es decir,
nos lleva por un camino estéril. Sin embargo, este esfuerzo no es inútil; por lo contrario, es
muy provechoso, pues selecciona muchas ideas pertinentes y que, de alguna manera,
tienen conexión con el problema. Estas ideas, cuando la mente consciente deja de forzarlas
en una determinada dirección, se unen entre sí con otras pertinentes y adecuadas que ellas
movilizan de acuerdo con su propia naturaleza; no es que se enlacen al azar, pues el azar
no es creativo. La unión de estas ideas, por sus características y naturaleza, y a un nivel
preconsciente o subliminal, da como resultado el hallazgo, la invención o el descubrimiento.
No se podría explicar de otra manera que esos resultados aparecen durante momentos de
reposo, pero después de un gran esfuerzo mental sobre los mismos.
Veamos de cerca cómo es el de la física. Newton tomó de los experimentos de Galileo,
y otros italianos, algunas nociones generales acerca del comportamiento de los cuerpos: que
se mueven en línea recta, que van a una velocidad uniforme que continúan moviéndose así
a menos que una fuerza los desplace, etc. Newton supuso que las normas generales que
parecen obedecer los cuerpos de tamaño medianamente grande son verdad para cada
partícula de materia, sea cual sea su clase y tamaño. Después de poner en práctica esta
idea, construyó por sí mismo un nuevo universo hecho con los fragmentos más pequeños de
la materia, donde cada uno de los cuales sigue las mismas leyes o axiomas. Este universo
es una construcción como el universo abstracto de la geometría que Euclides construyó a
partir de sus axiomas.
Por su parte, Niels Bohr también concibió su famosa teoría atómica, en 1913, al hacer
una síntesis de dos teorías preexistentes, la teoría atómica de Rutherford y la teoría
cuántica de Max Planck, y creó así la imagen moderna del átomo.
Resulta natural que en las disciplinas ya establecidas no se presente un estadio
plenamente preteorético, si no es en campo o áreas muy particulares; siempre habrá alguna
teoría más o menos afín que ayude en el trabajo de la nueva construcción mental, ya sea
mediante el aporte de ideas o la sugerencia de planteamientos, como en los casos de
Newton y Bohr.
En el campo de las ciencias humanas, la construcción y reconstrucción, la formulación
y reformulación de teorías y modelos teóricos o de alguna de sus partes mediante elementos
estructurales de otras construcciones teóricas, es el modo más común de operar y hacer
avanzar estas ciencias. Paul Ricoeur, por ejemplo –como ya señalamos en el capítulo 7-,
utiliza ideas de la fenomenología, del psicoanálisis, del estructuralismo francés, de la teoría
lingüística de Ferdinad de Saussure y de la hermenéutica para construir una teoría
metodológica para el estudio de los fenómenos humanos. Su trabajo no es una amaalgama,
o un simple eclectismo, sino una unificación e integración de esas partes, y además una
adecuación para atender los requerimientos especiales de las ciencias humanas. Einstein
mismo llegó a afirmar en repetidas ocasiones que su Teoría de la Relatividad Especial no
encontró entidades aisladas ni hechos anteriormente desconocidos, ya que sus elementos
estaban en el ambiente desde hacía cincuenta años; lo que él propuso fue una nueva
manera de clasificar y relacionar cosas ya conocidas. Y Leibniz afirmó: “mi sistema toma lo
mejor de todos los lados” (Morín, 1983, págs. 23).
Con el fin de abundar acerca de la línea metodológica, podemos preguntarnos: ¿qué
procedimientos existen que nos aseguren o, al menos, nos guíen en la dirección feliz de un
descubrimiento? Einstein responde sin ambages: “no existe un camino lógico para estas
teorías generales; solamente la intuición que, apoyada en una comprensión benévola de la
experiencia, puede llevarlas a cabo; no hay, desde luego, un camino lógico que lleve al
establecimiento de una teoría, sino sólo intentos constructivos por tanteo, controlados por
una cuidadosa consideración del conocimiento factual” (Davies, 1973, pág. 1).
Si tenemos presente el concepto de teorías antes expuesto, es decir, que la teoría es
una construcción mental, una invención y no un mero “descubrimiento” o inducción, es
evidente que no pueden existir unas reglas de oro cuya aplicación mecánica produzca
teorías científicas. La invención no es un procedimiento mecanizable. No existe ni puede
existir una teoría de la construcción de teorías, ni una técnica para formar genios, ni una
metodología de la originalidad. Todo esto es algo autocontradictorio conceptualmente y nos
lleva al mito de la metodología, que Kaplan considera bastante extendido entre algunos
estudiosos de la ciencia de la conducta (1979). La propuesta de inventar un conjunto de
reglas para la invención de teorías ocasiona una regresión infinita; si establecemos que tiene
que haber reglas de la producción de reglas, terminaremos en un callejón sin salida, y, para
evitarlo, debemos admitir que, en un punto u otro, interviene la originalidad.
En síntesis, no tenemos técnicas de la construcción de teorías y no las tendremos
nunca. Por esta razón, aunque tenemos teorías de los automatismos, no poseemos ningún
plano del autómata teorizador. Sólo podemos saber, en relación con la construcción de
teorías, que éstas no se consiguen manipulando datos, con la ayuda de computadoras o sin
ella, sino inventando una esquematización ideal del objeto de la teoría y complicándola luego
en forma gradual, o sea, introduciendo más conceptos teoréticos y relaciones más complejas
entre ellos, como lo exija y permita nuestra imaginación, pero con la ayuda y el control de la
razón y la experiencia (Bunge, 1975, pág. 497).
Como ha sido señalado por numerosos científicos, desde Einstein en adelante, sólo se
llega a una buena teoría mediante el ejercicio de la imaginación creativa. Tal vez se podría
hablar de “descubrir” leyes, pero, si se trata de teorías, solamente se puede decir que son
“inventadas” o “construidas”, ya que la formación de una teoría no consiste en descubrir o en
destapar un hecho “escondido”; la teoría es un modo de mirar los hechos, un modo de
organizarlos y representarlos. Aunque la teoría se ajusta y acomoda en cierto modo al
mundo exterior, en otro sentido importante crea un mundo propio (Kaplan, 1979).
Kepler solía usar un admirable método de pensar: formaba en la mente un esquema o
diagrama del estado enredado de las cosas que deseaba estudiar, omitiendo todo lo que en
su opinión era accidental, y luego observaba las relaciones sugestivas entre las partes del
diagrama, realizaba diferentes experimentos (mentales) sobre el mismo o sobre los objetos
naturales, y anotaba los resultados.
Por todo lo que hasta aquí hemos expuesto, parece evidente concluir que lo más que
podemos hacer en relación con los procedimientos metodológicos en la construcción de
teorías, es ofrecer unos cuantos consejos. Estos consejos podrían ser los que siguen:
Además de estos “consejos” para la elaboración de teorías, también son una buena
guía, en la estructuración de las mismas, cada uno de los criterios de evaluación señalados
más adelante. Al fin de cuentas, esos criterios fijan los atributos que deben caracterizar a
una buena teoría.
En la presentación de una teoría, lo que de ordinario ocupa el mayor espacio y atrae
más nuestra atención es eso que podríamos llamar el desarrollo de la teoría. El desarrollo
de una teoría implica al menos los siguientes aspectos (Achinstein, 1968):
a) Introducción de supuestos adicionales que, aunque no sean centrales o distintivos de
la teoría, pueden ser necesarios o al menos útiles. Pueden ser principios tomados de
otras teorías o supuestos muy razonables con una sólida base intuitiva o estética.
b) Reformulación de algunos supuestos para darles una forma o expresión más
fácilmente manejable, como cuando la naturaleza de la materia tratada permite
traducirlos a términos matemáticos.
c) Explicación del significado de los supuestos por medio de citas, ilustraciones o
analogías, o de la definición de los conceptos empleados.
d) Introducción de nuevos conceptos.
e) Derivación de principios generales como consecuencias directas de los supuestos
centrales y distintivos de la teoría.
f) Aplicación de los supuestos centrales y distintivos, o de sus consecuencias directas, a
sistemas que satisfacen ciertas condiciones y determinación y examen de los
resultados.
g) Uso de los supuestos centrales y distintivos de la teoría, o de sus consecuencias
directas, como base para resolver ciertos problemas sobre las entidades, propiedades
o relaciones postuladas por dichos supuestos, cuando la solución de tales problemas
no se sigue inmediata o solamente de los supuestos centrales o de sus
consecuencias directas.
Es evidente que todos estos criterios se pueden dar en menor o mayor grado. La
aceptabilidad de una teoría dependerá de ello. Si el nivel de aceptación es bajo, la teoría
deberá reestructurarse o remodelarse y, si no es posible, deberá ser desechada. Al fin de
cuentas, una teoría es un instrumento conceptual para entender el mundo y actuar en él.
Si sirve, se retiene; si no sirve, se tratará de “ajustarla” para que sirva; y si esto no es
posible, habrá que desecharla. Davies (1973, pág. 76) usa una buena analogía para explicar
esta misma idea: una teoría es como un automóvil; uno hace una predicción confiando en
él (llegaré a tal ciudad a las 6 p.m.). Si no lo consigue debido a que el automóvil (la teoría)
no funciona bien, trata de ver si el daño es reparable y lo repara (ajusta o modifica la teoría);
pero si uno tiene que hacer continuas revisiones y reparaciones al automóvil (a la teoría),
pierde su confianza en él, y entonces quizá comience a pensar que es preferible venderlo y
comprar otro (buscar otra teoría). Sin embargo, con frecuencia sucederá que es preferible,
dadas las circunstancias, aceptar las limitaciones del viejo automóvil (vieja teoría) porque es
suficientemente bueno y útil para muchos fines, aunque no para todos, y madurar con mayor
prudencia la decisión del cambio.
ALEJANDRO MORENO
INTRODUCCIÓN
La crisis de los métodos cuantitativos (demasiada técnica para tan pobre captación de la sociedad en
movimiento) y de las grandes elaboraciones teóricas (demasiada ambición explicativa rápidamente
invalidada por la historia inmediata) justifica el renacer de los antiguos procedimientos. El sujeto, lo
cotidiano, las prácticas sociales y su sentido, según la fórmula de D. Berta Ux, se sitúa en el centro de
los objetivos de la investigación. El método de las historias de vida renovado, nuevamente se pone como
fundamental (Balandier, 1983).
En esta cita, Balandier habla de la historia de vida como método renovado. En efecto,
no se trata hoy de reaparecer el pasado, sino de retomar la biografía con un enfoque
cualitativamente distinto.
Dollard, en 1935, definió con claridad, para la psicología, a la historia de vida como un
instrumento técnico para superar las reflexiones especulativas entorno a la personalidad, y
elaborar una teoría sobre bases más objetivas. En cierto modo, Dollard resume una actitud
predominante: servirse de los documentos biográficos en vista de una objetividad y
generalidad que se sitúa más allá del sujeto y del individuo.
La nueva orientación, en cambio, toma al sujeto y al individuo como el centro mismo
del conocimiento y la historia de vida no como técnica, sino como el método adecuado para
llegar a ellos. El sujeto lo que se ha de conocer, pues es el único hombre que existe en la
realidad concreta, y es en su historia donde se le puede captar con toda su dinámica.
Además, el sujeto lleva en sí toda la realidad social vivida. En él se concreta cada grupo
social a que ha pertenecido y toda la cultura en la que ha transcurrido su existencia. Al
conocer al sujeto, se conoce el grupo y la cultura tal como se dan en concreto, de manera
subjetiva, vivida.
Ferrarotti (1984) titulada el capítulo quinto de Una Teología per Atei con el epígrafe:
el control social del sujeto.
Según él, tanto para Durkheim como para Freud, el individuo es un “peligro público” y,
por ello, tales autores desconfían de la espontaneidad que sería en el fondo “anarcoide y
caótica”. De aquí la necesidad de someter el individuo al grupo, y la conclusión de poner a
la sociología y la psicología al servicio de las instituciones formalmente codificadas.
El sometimiento del sujeto a lo social no es una preocupación exclusiva de Durkheim o
de Freud, sino que en realidad está inserto en toda la teoría y la praxis de la sociología,
desde Comte hasta nuestros días.
Ello está claro como planteamiento epistemológico fundante, común a ambas
orientaciones sociológicas, capitalista o marxista. En la una, por el procedimiento
metodológico básico de llegar a lo singular sólo a partir de la multitud, esto es, de llegar a lo
idiográfico solamente como paso para arribar a lo nomotético. El uno sometido al número.
En la otra, por el olvido del sujeto en busca de la estructura o disolviendo el sujeto, que se
nadifica, en la única realidad-estructura.
La variedad múltiple de teorías, métodos, interpretaciones, conceptos, categorías de
todo el universo semántico, que fracciona la superficie del discurso sociológico, se revela
ficticia cuando descubrimos este cemento uniforme que, colándose en los intersticios de la
dispersión, la compacta y homogeneiza.
¿Qué plantea, en cambio, el actual movimiento metodológico?
Para Ferrarotti, es una “apuesta epistemológica” (1981) inherente al método mismo.
Según esto, la historia de vida no es solamente un método de investigación en el campo
social, sino una manera propia de conocer lo social, un enfoque epistemológico; no sólo
distintos, sino “otro”.
A partir de estos planteamientos se entiende la frase del mismo Ferrarotti (1981): “el
método biográfico pretende atribuir a la subjetividad un valor de conocimiento”.
Resulta tímido el “pretende”. Una epistemología de lo concreto particular atribuye, sin
complejos, conocimiento a la subjetividad.
Por eso, todos los estudios biográfico que no han llevado “al corazón del método, los
materiales primarios y su subjetividad explosiva” (ibid.), están situados en el campo de la
ciencia histórica, en el otro epistemológico y, por lo mismo, han tomado a la historia de vida
como un ejemplo o un instrumento. Han pasado por ella.
Desde mi punto de vista, la historia de vida es para quedarse en ella, es el objeto-fin a
conocer. Sólo en el sujeto total, en su praxis real, lo social-subjetivo existe, y es posible, así,
exorcizar las abstracciones sujeto y sociedad.
Mi interés actual se centra en elaborar un conocimiento –personal y comunicable-
compartible- en torno al vínculo afectivo existente en concreto, tal como circula en las
relaciones sociales de los habitantes de un barrio marginal.
Tal vínculo no existe en abstracto, sino que es una realidad general-subjetiva que sólo
se puede aprehender en la historia real de sujetos concretos. Debido a ello, la historia de
vida es el método apropiado para ese conocer, y el lugar epistemológico desde el cual
abordarlo.
En este texto se estudia la historia de vida de un solo sujeto, aunque para el futuro será
necesario cruzar varias historias para obtener un panorama más amplio del problema. De
todos modos, creo importante insistir en que el estudio de un solo sujeto puede ser
perfectamente suficiente, dado que el individuo lleva en sí toda la realidad social del y de los
grupos en que se ha desarrollado y se desenvuelve su existencia. La historia que estudio
aquí, dada la riqueza de experiencias y temas que ofrece, prueba cuanto acabo de afirmar.
Me atrevo a sostener, por otra parte, que esta riqueza no es exclusiva del sujeto en
estudio, sino que toda historia de vida puede ser igualmente rica y heurísticamente valiosa.
EL SUJETO
Pedro tiene veinticuatro años. Está casado. Es padre de un hijo propio y de dos que su
esposa ya tenía. En la actualidad, su esposa está de nuevo embarazada.
Su profesión es la de herrero-soldador y chofer de camión. Lleva un año desempleado.
Se mantiene con trabajos ocasionales y reduciendo al mínimo los gastos. Algunos días no
ha tenido lo necesario para alimentar a la familia. La ayuda de los demás ha resuelto
transitoriamente el problema.
Desde 1980 dedica sus mejores esfuerzos, durante toda su tiempo libre, a trabajar en
servicios comunitarios, especialmente organizando actividades de todo tipo con los niños del
barrio.
Muy activo en la comunidad cristiana, es uno de sus principales líderes. Dirige los
cantos y la participación popular durante las funciones religiosas, organiza las fiestas
navideñas y las misas de aguinaldo en el mes de diciembre de cada año, se responsabiliza
de toda la compleja actividad de la Semana Santa, organiza y actúa en el plan vacacional
para los niños durante el mes de agosto, y durante todo el año hace reuniones con los niños
y jóvenes en el Centro Juvenil, organiza con ellos paseos y salidas, actividades deportivas,
etcétera.
Forma parte de un grupo de adultos organizado para la acción comunitaria, en el que
constituye un importante punto de referencia.
En todo el barrio es muy estimado, tanto por niños y jóvenes como por los padres de
ellos y la mayoría de los adultos.
Los padres se fían de él y le encomiendan sus hijos sin temores. Basta que él esté
entre los organizadores de alguna salida a la playa, aunque sea algún campamento por
varios días, para que los representantes den permiso tanto a sus hijos como a sus hijas,
sean niños, adolescentes o jóvenes.
Además, se ha convertido en el consejero de los jóvenes de ambos sexos, quienes le
escuchan y muchas veces siguen sus orientaciones. Por su parte, se preocupa por todos y
está y está atento a detectar los problemas que se les pueden presentar, tanto en la familia,
como en la calle.
Se trata de un voluntario completamente entregado al servicio de su comunidad,
siempre que los deberes de la familia se lo permitan.
Pedro se involucra afectivamente de tal modo en este trabajo, que constituye para él
una verdadera vocación.
Su historia, sin embargo, no parece haber sido la más propicia para producir una
adultez tan entregada a un conjunto de valores sociales.
Precisamente la pregunta: ¿qué hay en la vida de Pedro que lo lleva al punto en que
hoy se encuentra?, motiva en gran parte mi interés en elaborar su historia de vida.
A pesar de sus actividades de líder social, ya reseñadas sucintamente, no constituye
un “caso único”, sino es más bien un individuo representativo en muchos aspectos de los
distintos grupos sociales a que de algún modo pertenece.
Representativo del grupo de los dirigentes de comunidades marginales, hoy cada día
más numeroso en los barrios de Petate y del resto del país. Con características individuales,
no es, por supuesto, el único en su propio barrio ni fuera de él. Los dirigentes de comunidad,
los comprometidos en actividades de servicio voluntario, especialmente en los grupos
cristianos de base, constituye un grupo social que todavía no atrae la atención de los
investigadores, pero que constituye una novedad significativa en el movimiento de las
fuerzas sociales de la Venezuela actual.
La historia de vida de algunos miembros representativos de este nuevo grupo
constituye el método adecuado para conocer en toda su realidad este movimiento y sus
implicaciones sociales.
Por otra parte, Pedro es representativo de la mayoría de los jóvenes de zonas
marginales que viven desde su infancia en la miseria, en un ambiente familiar inestructurado
y conflictivo, carentes de figura paterna estable, etc. Constituye, además, un caso típico de
la emigración desde la marginalidad campesina a la marginalidad urbana.
Finalmente, para nuestro interés, ilustra de manera clara, las vicisitudes por las que
suelen pasar la mayoría de adolescentes y jóvenes de las zonas marginales en su
desarrollo: el grupo delincuente o semidelincuente, el alcohol, la droga, la prostitución, la
promiscuidad sexual con todas sus consecuencias, etcétera.
Síntesis el texto
La historia de Pedro puede ser dividida en tres momentos o etapas principales. El paso
de una a otra se marca con claridad por dos rupturas que cambian de manera significativa el
rumbo de su vida.
Infancia
Adolescencia
Llega a S., Barrio de Petare, que desde ese momento será el centro fundamental de su
residencia; pensaba encontrar a sus tías que allí vivían, pero cuando llega, éstas se han
mudado. Pasa la primera noche en la calle hasta que, por la madrugada, un conocido de M.
lo encuentra y se lo lleva a su casa. Empieza a trabajar, pero a los once meses lo despiden
por ser menor.
La mamá se entera y, como trabaja en Caracas, le envía dinero para que se mantenga
sin tener que trabajar. Pero vuelve a encontrar trabajo.
El papá lo busca, pero él se le esconde. Finalmente se desentiende de él.
Se muda a otra casa, donde vivirá como un hijo más de la señora. Al cumplir los quince
años, los hijos de esta señora lo sonsacan y lo llevan a la parte baja del barrio donde hay
licor, baile, mujeres. Se inicia en esa vida.
Bebe mucho. Sus relaciones sexuales son prostitutas de baja ralea. Participa en fiestas
donde se ven “cosas raras”, donde hay droga, que él, sin embargo, no consume.
Participa en actos violentos con cuatro prostitutas a las que violan en grupo, y se ve
envuelto en persecución de los “malandros” que las protegen, e incluso en el allanamiento
que ejecuta la policía a la casa donde vive, dado que uno de los hijos de la señora roba
motos.
En ese tiempo se lleva a una muchacha. Queda embarazada. Poco tiempo después la
devuelve a su casa, y trata por todos los medios de librarse de ella. Nace una hija suya pero
no tendrá contacto con ella hasta el día del bautizo. Empieza a tener mujeres en el barrio y
en otras partes, ya no sólo prostitutas.
Hace cualquier cosa por aprovecharse de las mujeres y no comprometerse ni
enamorarse. Al parecer lo logra.
Va de vacaciones a Monagas, a casa de unas tías paternas y allí se queda a trabajar
con los primos. Conquista otras mujeres, incluso tiene novias formales, a las que
abandonará
Pretende a cierta mujer y se hace evangélico, pues ella lo es. Nunca se comprometió
en eso ni creyó en ello. Cuando se cansó de que lo vigilaran, desertó.
Regresa a S. “ya tenia más experiencia sobre mujeres y llegué haciendo desastres…
enamoraba pero no me enamoraba…toda mujer que yo tuviera tenía que obtenerla, y listo”.
Tiempo de borracheras. Probó de todo. Incluso drogas, marihuana, que no le produjo
efecto, y otra cosa que le dieron (no sabe qué) que le hizo sentirse raro. La experiencia
terminó ahí.
Tiene algún pequeño problema con la policía y se aleja un tanto de esas compañías.
Vuelve a Monagas, con una tía; de allí se fuga trayéndose a una de las primas, en
contra de la familia, que lo persigue incluso con tiros de escopeta.
Convive con ella un año en Tejerías en casa de otra tía.
La deja y vuelve a S.Reanuda relaciones con la novia formal, pero no le guarda
fidelidad. Toma mucho porque se acordaba de la prima. Parece que llegó a quererla un
tanto.
ADULTEZ
Cumplidos los 18 años, luego de pasar por las más variadas experiencias, Pedro toma
contacto, inesperadamente, con el campamento organizado por un movimiento juvenil
cristiano en su barrio.
“Empecé a pensar diferente. Cambió completamente mi vida”.
Lo invita al campamento una muchacha que ha sido su novia y a la que ha dejado,
pero de la que aún es amigo.
Congenia inmediatamente con el sacerdote encargado. “le caí en gracia y él me cayó
en gracia a mí”.
Se va involucrando cada vez más con él.
Cuando termina el campamento, el seminarista se ha hecho muy amigo de P., y
seguirá visitando el barrio y fundará el centro juvenil.
P. será para él, un guía fundamental. Le reconoce principal importancia a sus consejos
y a las experiencias compartidas con él.
Deja definitivamente el ron y olvida a las mujeres. Se centra en su novia oficial más en
serio. Organiza su vida. Se siente mucho mejor.
Empieza a actuar como dirigente de la comunidad. Funda y atiende a un grupo de
adolescentes. Mientras tanto, forma parte activa del grupo juvenil de mayores.
Dedica todo su tiempo libre a estas actividades e incluso buena parte de su sueldo.
Comienza a cambiar su imagen y a ganarse la confianza de la gente que por su vida
anterior había empezado a rechazarlo.
Hay un breve periodo de vuelta a lo anterior, especialmente a causa de una mujer;
pero reacciona por su propia cuenta.
Empieza a pensar en una relación de pareja estable. “Tuve relaciones con muchachas
jóvenes, señoritas, y no me sirvieron para nada porque viví con ellas un mes, dos meses;
entonces se me metió en la cabeza: cualquier mujer que me trate bien, sea quién sea, ésa
es la persona con quién me quedo”.
Piensa además que esa mujer debe apoyarle en sus orientaciones sociales. Si no
acepta esa actividad, no le servirá. Debido a ello, rechaza a más de una. Por un breve
periodo regresa a Maturín, dado que toda su familia, materna y paterna, ahora vive allí o en
M.
Dura poco. La nueva vida en S. y la imposibilidad de llevarla en Maturín le deciden a
regresar. Puede más su orientación que la familia.
Aparece F., su esposa actual, y entabla una relación con ella. Quiere casarse, pero ella
no está dispuesta al principio. Tiene experiencias negativas y dos hijos ya. A él no le importa
eso.
Se casa finalmente; hay conflictos pero, con tesón, va configurando una buena relación
de pareja que mejora progresivamente.
Nace su propio hijo y se despierta su sentido de la paternidad.
Ahora se siente satisfecho, aunque sea pobre y tenga dificultades económicas por
estar sin trabajo.
Hay pues una diferencia sustancial entre el vínculo materno y el paterno. Por otra parte,
no puede hablarse de vínculo con la pareja porque para él ésta nunca ha existido.
Los vínculos son, pues, con cada progenitor por separado, como seres individuales,
nunca un vínculo con la pareja como estructura dual pero única.
La ausencia de pareja, y por tanto de la relación primaria del niño con ella, marca de
manera significativa la afectividad del sujeto que no tiene en su acervo emocional la
vivencia de pareja. La pareja, en cuanto concepto y en cuanto posibilidad y proyecto para su
vida, tendrá que ser construida ya de adulto, con elementos externos a él, sean ellos éticos,
conceptuales, valorativos, sociales o afectivos por modelaje extrínseco. La ausencia de la
experiencia de pareja parental en un alto porcentaje de nuestra población, y en la mayoría
de los niños de zonas marginales urbanas y campesinas, puede estar en la base de la
dificultad que tiene gran número de ellos para formar pareja cuando son adultos. De hecho,
en Venezuela, la formación y la estabilidad de la pareja es una de las cosas más difíciles
de lograr. Aun cuando dos personas viven juntas por largo tiempo, casadas o no, pocas
veces llegan a constituir esa unidad afectiva que los hace concebirse y sentirse como parte
integrante de un todo dual que los engloba y supera como individuos. La pareja venezolana,
en general, se ve más como la convivencia de dos individualidades que coinciden en
intereses, gustos, etc., que como un grupo diádico estructuralmente constituido como nueva
realidad.
En Pedro, además de que sus vínculos son con cada uno de los padres por separado,
las características de uno y otro son significativamente diferentes. Incluso desde el punto de
vista cuantitativo – si se puede hablar así en este caso- es mayor, mucho mayor el amor y la
fuerza de la vinculación que siente con la madre, que la que siente con el padre. El padre se
encuentra muy por debajo de la madre de la madre, de la esposa y de los hijos. Incluso
podemos sospechar que cae por debajo de la relación que siente con alguno de los amigos
más importantes en su vida, y que han desempeñado el papel de verdaderos padres para él,
como varias veces lo reconoce, aunque esto no aparezca en el texto que comentamos.
Es significativo que en toda la historia no aparece un solo reproche para la madre, ni el
más mínimo indicio de que se guarda hacia ella algún afecto negativo. Al menos me parece
no haberlo encontrado.
No obstante, su presencia física ha sido intermitente y relativamente precaria. Quizás
fue constante durante los dos o tres primeros años de vida. Luego sus ausencias por
necesidades económicas fueron numerosas y prolongadas. Sin embargo, el niño ha
percibido su presencia protectora, su preocupación por él, tal vez mediante los aportes
económicos, la ropa que le mandaba, etc., como manifestación del afecto y no de simple
cuidado maternal. Cómo esa mujer ha logrado este afecto no aparece en la historia, pero el
hecho es que Pedro, durante su infancia, muestra tener presente la vivencia del afecto
materno, no obstante la ausencia física.
El niño en ningún momento manifiesta sentir la falta de la madre. La necesidad de
madre parece plenamente satisfecha.
Pero, además, el vínculo materno es el único verdaderamente fuerte en su vida hasta
la adultez. La relación con la abuela materna que es el familiar con el que mayor tiempo ha
convivido, es completamente negativa, cargada de reproches, de malos recuerdos, de
vivencias de marginación, de maltrato físico y psicológico, de explotación en el trabajo, de
desatención a sus deseos de superación escolar, etc. Quizás eso mismo ha contribuido a
preservar la figura materna como madre buena.
De todos modos, la madre es la única fuente de satisfacción afectiva profunda, de
percepción de ser amado por alguien, y de valer para alguien.
En esto, la experiencia de Pedro se convierte en el paradigma donde entran gran parte
de los niños venezolanos, sobre todo de las zonas marginales.
El único vínculo en verdad fuerte, estable, cálidamente afectivo, es el de la madre. Por
eso, la madre ocupa un lugar importante en la afectividad venezolana, hasta el punto que
con frecuencia se hace exclusivo o, por lo menos, de tal manera predominante que puede
convertirse en rival de otros vínculos necesarios, aun en la vida adulta.
Cuando este vínculo materno, por numerosas y diversas circunstancias, no se modifica
sustancialmente durante la adolescencia y permanece casi inalterado en la adultez, el
venezolano-en este caso me refiero al varón- se percibe a sí mismo permanentemente como
hijo, más que como hombre autónomo. En consecuencia, su afectividad se encuentra
dominada por la relación materna y, debido a ello, se hacen difíciles también por esta vía los
vínculos de pareja y la asunción plena de la paternidad. El que vive como hijo permanente,
difícilmente podrá vivir como padre.
Si para Pedro la figura materna, y por lo mismo el vínculo afectivo con ella, está
preservada de toda sombra, la figura paterna y el vínculo correspondiente están marcados
por numerosos y significativos signos de negatividad. Del estudio atento del texto de la
historia se deduce que lo característico de la relación con el padre es el sentimiento nunca
superado de abandono. La ausencia del padre, lo cual significa la carencia de su afecto, y en
consecuencia la necesidad frustrada de tenerlo, es el tono que marca la afectividad del
vínculo.
De este modo, el niño Pedro, y el joven y el adulto Pedro, busca inconsciente y luego
conscientemente, un padre a su alrededor, y cuando encuentra alguien que está dispuesto a
desempeñar sin interés ese papel, se entrega a él con ilusión y confianza.
Por fortuna ha encontrado en su vida más de una persona con esta disposición, o que
por lo menos le ha brindado una clase de amistad que él ha podido tomar como figura de
paternidad, llenando de manera subjetiva su necesidad de padre.
También en esto es Pedro plenamente representativo del grupo de niños que crecen
sin padre y que buscan con afán un sustituto, lo encuentren o no.
A pesar de que la ausencia de padre tiene ya entre nosotros una larga historia, de
muchas generaciones, parece que no ha habido una adaptación tal que permita a nuestros
niños tomarla como natural y prescindir del padre sin mayores conflictos.
Probablemente el ser humano necesita las dos figuras parentales, y esta necesidad es
no sólo un rasgo cultural, sino un elemento antropológico fundamental.
Pedro no conoce a su padre hasta que tiene cinco años.
Mientras tanto, ha recibido informaciones contradictorias sobre él. La abuela le dice que
ha muerto y que era malo. La madre le dice a escondidas que no ha muerto, y que es bueno,
aunque a ella le hizo una cosa mala.
Así pues, hasta los cinco años su imagen es vaga y ambigua. Por otra parte, se da
cuenta de que otros niños (quizás menos de los que él cree) tienen un padre que los protege
y, por lo mismo, siente que el suyo, si está vivo, no es bueno para él pues no lo viene a
buscar.
Cuando se presenta, resulta interesante la discusión entre la hermana, de cuatro años,
y él, quienes escondidos observan a este señor que habla y discute con la abuela. ¿será tu
papá o mi papá?
Cada uno sabe que sus papás no son los mismos.
Cuando el papá se lo lleva, primero siente una gran alegría y una ilusión de cambiar su
vida; pero al llegar a Gramovén, donde encuentra a la madrastra y sus otros hermanos, “yo
pensé que llegaba a un mundo mejor y prácticamente parece que no, parece que llegué a
algo peor”. Empiezan los maltratos y las discriminaciones. No encuentran en el papá la
protección necesaria. El papá se lo entregó a la madrastra. Aunque hay en Pedro algunos
recuerdos buenos del papá, cuando ellos dos solos conversaban, y el padre le confiaba
cosas que no hablaba con otro, sin embargo, la constante principal era su ausencia y la
presencia negativa de su esposa.
Finalmente, el papá cede y se vuelve a separar de él, entregándoselo a la abuela
paterna. De nuevo ausencia del padre.
Y es el mismo papá el que lo va a entregar en M. a la otra abuela, sacándolo del único
lugar donde ha sido feliz hasta ahora, de José Félix y la escuela de Fe y Alegría.
Recuerda con reproche la conducta del papá ante otro hermano suyo, habido fuera del
matrimonio, que es llevado a casa por un tío. La esposa se enfurece y amenaza con echarle
agua hirviendo al niño si no se lo quitan de delante. Pedro presencia cómo su papá no
defiende a su hijo, sino que acepta la exigencia de su mujer.
Esto se le graba y quizás el niño Pedro piensa que eso mismo sucede con él. El papá
no lo va a defender.
La ambigüedad del vínculo con el padre está patente en el episodio doloroso de la
despedida cuando su padre lo entrega a la abuela materna.
Mi papá se quedó ese día conmigo, se quedó dos días conmigo, y yo dormía con mi papá… Cuando mi
papá se venía yo recuerdo que yo me puse a llorar y yo me estaba despidiendo de mi papá y mi papá
también se puso a llorar. Entonces mi papá me cargó y me dio un beso. Entonces cuando me soltó me
dijo: vete para adentro que yo me voy. Y yo me puse a llorar y aguantaba a mi papá y aguantaba al
poste, o sea, que yo no quería quedar, que yo me iba con él. Entonces le dije que me iba con él, y lo
agarré por aquí (por el saco), y entonces fue cuando llegó mi abuelaa y me llevó cargado a juro para
la casa, y yo me aguanté duro de ese poste; que yo me voy con mi papá. Le decía a mi mamá: dile que
me suelte, que yo me voy con mi papá.
Si uno tiene a su papá, uno se cría distinto, se cría como un muchacho solo. Claro que mi mamá me
sirvió mucho. Pero el papá es como la pieza fundamental; es como una casa dependiera de dos
columnas; si te quedas con una parece que la casa está de medio lado, porque aquí falta el hombre. Yo,
teniendo un papá como ese tipo así (el amigo a que me referiré en seguida), yo no hubiera llegado a lo
que llegué, yo hubiera sido un muchacho más, a lo mejor hubiera sido un muchacho que estudiara,
porque a mí siempre me interesó estudiar.
En esta vida dicen que no hay milagros. Yo sí creo un poco en esas cosas, porque éste es un señor que
apareció de repente y se fue de repente. Apareció y lo vi cuando llegó, y no lo vi cuando se fue y dejó
bastante. Entonces, mira, de dónde apareció no sé; para dónde fue, tampoco, porque ahorita ni la cara
de él me acuerdo. Sí me acuerdo que era alto, moreno, pero nada más, y tanto, tan noble era aquella
persona conmigo, que yo deseaba que ése fuera mi papá.
Voy a dejar la palabra al mismo Pedro para que narre todo el episodio. Resulta un poco
largo, pero me parece indispensable para entender el papel de padre sustituto.
Opto por resumirlo muy poco pues considero que es indispensable tomar contacto con
toda la carga de vivencia subjetiva tal como aparece en el relato, para tener un real
conocimiento de la figura y su función.
Me acuerdo de pequeño –más nunca lo vi y si lo veo no me acuerdo de él; a lo mejor se murió; no sé,
pero me acuerdo prácticamente de aquel señor que era como mi papá-yo estaba vendiendo arepas y se
para un carro de esos de Panamericana de Protección, de esos blindados. Y yo le dije: Señor, ¿va a
comprar arepas?
Y me dice… Se me queda viendo; y él se echa a reír.
-¿y entonces, señor? Cómpreme la arepa que es la que me queda y quiero ir para la escuela.
Entonces él se reía conmigo. Y yo le rogaba:
-pero, ande, Cómpremela que yo quiero ir para la escuela. Si no, mi abuela no me va a dejar ir.
Entonces me dijo: -sí vale, yo sí te voy a comprar las arepas; pero no me las voy a comer. Me las voy a
llevar. O si no, te las pago y tú te las llevas. ¿A ti te gusta estudiar?
-Sí, a mí me gusta estudiar, pero mi abuela no me deja porque yo tengo que vender arepas.
-¿Y a ti te gustaría que yo hablara con tu abuela para que te dejara ir para la escuela?
-A mí, sí; yo quiero ir para la escuela.
Y entonces me dice:
-¿Qué grado estudias tú?
-¿Yo? Yo estoy en cuarto, y tengo muy buenas notas.
Y él me decía:
-Entonces a ti te gusta ir para la escuela.
-Sí, a mí me gusta porque a mí me gusta pasar.
Porque yo siempre tuve una ilusión y mi ilusión era que yo algún día sería médico. No la pude cumplir,
pero ésa era mi ilusión. Yo decía:
-yo quiero estudiar porque yo quiero ser doctor.
Entonces me decía:
A ti te gusta la escuela.
Me decía:
-Caramba, yo no tuve hijos pero tú eres chévere. ¿Y a ti no te gustaría ser un tipo como yo, así, que
trabaje y que tenga plata?
-Sí sí me gusta.
Entonces él me compró las arepas y se bajo del carro y me dice:
-¿Cómo te trata tu familia?
-No, vale, mi abuela me trata mal; lo que me da es medio para ir a la escuela, pero eso a mí no me
alcanza.
Entonces un muchacho me dijo:
-Mentira, que a ti lo que te dan es una locha.
Y yo le decía:
-No le pares.
-Pero dime la verdad –me decía él.
Entonces yo le dije la verdad:
-Mi abuela me da una locha pa´ la escuela y una locha vale una torreja. Y todo el mundo compra torrejas,
empanadas, refrescos y de todo, y yo compro torrejas nada más.
Entonces el tipo me dice:
-Bueno está bien. ¿A qué hora tú te vas para la escuela?
-Si tú me compras, ahorita yo me voy para mi casa, me visto, como y me voy. Como a las once me voy.
Eso era en la mañana.
Entonces me dice:
-Bien está. Yo te compro la arepa y tú te vas pa´ tu casa. Yo voy pa Caripito. ¿Y dónde tú vives?
Yo le enseñé la casa.
-¿Y tú me puedes esperar aquí, en la bodega?
Y le digo:
-¿pa qué?
-No. Espérame en la bodega que yo te voy a regalar un broma…. Y tal.
Le dije:
-No.
En aquel tiempo le metían miedo a uno. Y que se robaban los muchachos. Y yo no era desconfiao. Me
caía en gracia el tipo, pero me daba miedo. Entonces fui y le conté a mi abuela:
-No, muchacho, de repente es uno de esos tipos que te quieren llevar, y tal.
Pero pasé sobre las órdenes de ella y me vine pa´ acá. Yo me vine.
-Yo voy a ver. A mí no me va agarrar. Yo corro.
Y me vine en vez de irme pa´ la escuela. Agarré los cuadernos y me vine a esperarlo en una piedra. Y
siempre me acuerdo del cornetazo.
La corneta de ese carro sonaba muy buena.
Y escucho el cornetazo por allá lejos, y entonces cuando llegó, vino, paró el carro en la bodega, el carro
blindado, y me agarró y me cargó.
Entonces yo le digo:
-Qué, tú me vas a llevar?
-No. ¿Tú crees en esas tonterías? –me decía él.
Y me dijo:
-Toma.
Me traía torrejas, empanadas, y me dio real, que por primera vez en la vida yo veía un billete de veinte
así.
-Y por qué tú me das esto?
-Bueno, eso es pa´ que tú lo guardes y lo lleves todos los días para la escuela. Pero no se lo enseñes a
nadie porque te lo van a quitar.
-Y pa´ mis hermanos?
-Bueno, tú les das a ellos escondío, porque si se los das a tu abuela y te los quita….
-Está bien.
-¿Qué es lo que tú necesitas en la escuela?
-lo que yo necesito ahora es cuadernos, lápiz, sacapuntas y esas cosas así.
Yo le digo:
-¿por qué? ¿Tú me lo vas a regalar?
Me dice:
-Bueno, puede ser. Si tú quieres, yo te lo regalo.
-No, eso es mentira. Tú no me vas a dar nada.
-Tú no sabes lo que yo cargo ahí.
Le digo:
-No.
-Yo ahí lo que cargo es real.
-¿Adónde?
-Ahí.
Yo voy a asomarme.
-No, no tengas miedo. ¿Ves que yo llevo real ahí? Lo llevamos para el banco. Nosotros usamos armas.
Y tal.
Y yo le decía:
-Así como la tuya. Mi papá tiene uno igualita.
Porque mi papá portaba armas.
Y me decía:
-¿Entonces, te vas para la escuela?
Le dije:
-Sí.
-O. K., amiguito, nos vemos mañana, que yo paso por aquí todos los días.
El tipo parece que era de Caracas.
Ahí ya yo me entusiasmé más por vender arepas. Ahí sí me entusiasmé. Ahí sí me dio ganas. Por verlo a
él todos los días. Por verlo que pasaba. Y todos los días se paraba. Era una costumbre que él agarró.
Yo ni el nombre me acuerdo.
Yo decía:
-Concha, ya éste no viene hoy.
Y me decían:
-No, él no viene.
-Sí, él viene. Él me dijo que venía, y viene. Yo no me voy pa´ la escuela hasta que él no venga. Él viene.
Entonces un día veo que pasa un tipo y veo que no era él. Entonces me puse a llorar.ellos compraban
arepas siempre. Entonces yo voy y le pregunto:
-Mira, ¿y por qué no viene?
-No, sí viene. Lo que pasa es que se enfermó y no pudo venir, pero te mandó un saludo y te mandó esto.
Un paquete así con unos cuadernos. Y decía –de eso sí me acuerdo y me acordaré siempre, que decía:
“pa´ mi mejor amigo, de tal, pa´ Pedro”. Y yo contento. Primera vez que veía un cuaderno con resorte,
que yo lo iba a tener. Porque todos lo tenían, todo el mundo lo usaba menos yo. Yo usaba los cuadernos
que me daban y los cuadernitos de a medio, “Caribe”, que me compraba mi mamá.
Cuando vino mi mamá, una vez que vino a visitarme, yo le conté.
-Y me dijo:
-Pero, muchacho.
-No, no es mi papá, ya sé, pero es mi amigo.
Entonces no sé cuál era la enfermedad que daba. Y vino un día y yo salí corriendo y me tiré en los
brazos. Y me cargó y me llevó a la bodega y debimos fresco. Compró arepa, y él me llevaba siempre
cosas de Maturín.
Y entonces me dice:
-Mira, aquí está lo que te traje.
Llevaba un bulto grande, un bulto completo. Yo siempre había anhelado tener un bulto de ésos. Pues ahí
llevaba el bulto con media docena de cuadernos de resortes y un cuaderno de esos gruesos; me llevaba
una cajita de lápiz “Mongol” ahí no los usaba casi nadie porque eran muy caros ahí. Una caja de color de
64 colores que en mi vida la había tenido. Yo lloré de alegría por ver aquello. Me parecía que era un
sueño…
Lo esperaba todos los días. Él hablaba conmigo antes de irse pa´ Caripito. Se iba y de regreso hablaba
conmigo y se iba.
Todos los días. Ya era una costumbre.
Entonces yo le digo:
-¿Tú crees que a ti nunca te cambien de aquí?
-Sí, puede ser. A mí en cualquier momento me cambian de aquí.
¡Ah, bueno! En aquel momento yo ya sabía la broma de católico por que llegó un padre que era
italiano…
Ahí yo le dije al tipo:
-Yo voy a pedir por ti pa´ que no te cambien de aquí nunca.
Porque prácticamente era como mi papá . lo que no me dio mi papá me lo dio él.
Y a él se le salieron las lágrimas.
-vale, yo no me voy a ir de aquí. Yo no te voy a dejar solo.
Ahí llegué mal porque resulta que cuando llego lo cambiaron. Y, claro, me sentí mal. Y alegría porque
cuando llegué a mi casa había un bulto que era para mí. Tenía pantalones, camisas, lápices y cosas así,
y le había dado a mi mamá 50 bolívares para que me comprara el anillo de promoción de sexto grado.
Mi abuela agarró esos reales y los gastó y yo no pude comprar mi anillo.
Cuando mi mamá me entregó todo esto, ahí sí lloré fuerte. Lloré como si se me hubiera muerto un
familiar, o algo así, porque yo… no por lo que me daba, sino por el cariño, que ya yo me había
acostumbrado. Estando en el plan me acordaba: “estará mi amigo pasando todos los días por ahí y yo no
estoy…”.
No iba a la escuela en esos días. Me paraba todos los días a sentarme en el murito. Y pasaba el carro
de la Panamericana y me decía el hombre:
-no. Al él lo cambiaron. Él te quería mucho, vale.
Yo lloraba mucho y decía:
-¿por qué a él y no a otro?
Bueno, volvía a lo mismo. Las cosas eran distintas (..) y los cuadernos que él me dio yo no los quería
gastar, yo los tenía guardados porque no los quería gastar y si los usaba, los guardaba, porque esos
cuadernos eran de mi amigo…
Por lo menos, cuando cumplí catorce o quince años, estos muchachos, los hijos de ella )la señora en
cuya casa vivía) me sacaban: vamos pa’ allá abajo, que tal…que si esto… Empecé a andar con ellos.
Entonces todo lo que yo ganaba, yo lo botaba, tomando. Yo tomaba, y tal. Entonces había una parte por
allá abajo, en casa de una señora llamada…. Que ahí bailábamos y todo eso. Viernes, sábado y
domingo.
Y entonces yo pasaba ahí sábados y domingos, ahí dormía con esas viejas que estaban ahí y tal, y ahí
gastaba todo el dinero.
El lunes salía limpio de ahí.
Empecé a ir al campamento, y tal; a trabajar en el campamento. Y limpia pa’ acá; que si operación
limpieza. Fue cuando (lo) conocí, y parecía que yo era la mano derecha de P. (el seminarista) y el padre.
Entonces fue cuando P. empezó a meterse de lleno en el barrio y ahí empecé yo. Por eso te digo que los
consejos de él me valieron muy fuerte. Parece que a él le habían contado toda mi vida (…). Entonces
empezó a hablar conmigo (…). Ya no bebía aguardiente, ya yo no me trasnochaba, ya yo nada de eso.
Y ahí fue que comencé a cambiar mi vida.
No se trata en realidad de una conversión violenta. Parece que la pedagogía de P.
nunca fue autoritaria o impositiva, sino que le mostró amistad, cambiara o no cambiara de
vida.
El cambio fue paulatino y sin presiones, como se ve en el texto de la historia. Su actitud
hacia quien puede asumir la figura de padre, la expresa claramente:
Yo siempre he tenido la costumbre de que…Parece que todo ha sido así. Yo cuando estoy en un trabajo
trato de ganarme al patrón donde sea. Quiero portarme bien con las personas. Apoyarme en una
persona porque siempre me he sentido solo. Desde pequeño me he sentido solo y siempre he buscado
un apoyo, una persona que yo sé que le puedo confiar mis cosas, como lo hice con P. y ahora como lo
hago contigo.es que cuando uno está así, uno se siente como un niño, hasta que llega un momento en
que se libra de todo.
La alegría grande, la alegría más grande mía fue cuando yo escuché: vamos a comprar el rancho de
José para fundar el Centro. Ésa fue una de las alegrías que yo he tenido desde pequeño, después que
me pasó aquello con mi amigo, el de los reales y todo eso (…). Me acordaba en la broma de que yo todo
lo daba. Entonces, claro, yo recibí, y ahora estoy dando. Así de lo que él tenía compartía conmigo. Por
eso yo mis reales los compartía con ellos y eso siempre lo tengo en mente y lo llevaré en mente.
Se afirma que los métodos empíricos están presentes en toda las etapas de la
investigación: en la etapa de la preparación se determinan los métodos que van a ser
utilizados para el estudio del objeto, en la etapa de ejecución se aplican estos con el objetivo
de recopilar la información necesaria (la recogida de datos es la principal función de los
métodos empíricos), en la etapa del procesamiento se analizan los datos recogidos como
producto de la aplicación de este tipo de método, y en la etapa de la redacción del informe,
se refleja la argumentación de los métodos utilizados para poner a prueba las hipótesis y/o
dar solución al problema científico y se incluye los instrumentos empleados.
Los métodos empíricos posibilitan el reflejo de la realidad desde el punto de vista de sus
propiedades y relaciones accesibles a la contemplación sensorial. Funcionan sobre la base
de la relación práctica más próxima posible entre el investigador y el objeto a investigar. Son
los métodos que permiten al investigador recoger los datos necesarios para verificar las
hipótesis.
Las principales funciones de los métodos empíricos son las siguientes:
BIBLIOGRAFÍA
BUNGE, M.: La investigación científica. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1972.
NOCEDO, I. y E. ABREU: Metodología de la investigación pedagógica y psicológica.
Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1984.
PÉREZ, G., G. GARCÍA, I. NOCEDO y M.L. GARCÍA: Metodología de la investigación educacional. Ed.
Pueblo y Educación, La Habana, 1996.
TEMA 3
EL MÉTODO DE OBSERVACIÓN
SUJETO OBJETO
SUJETO
OBJETO
2. Según el grado de conocimiento (por parte del “objeto”) de que está siendo
observado, la observación puede ser: abierta o encubierta.
Abierta: los que son observados saben que están siendo objeto de estudio.
Esta es la variante más frecuente de observación, pero la menos recomendable, debido
a que las personas al saberse observadas (como tendencia) alteran su comportamiento
habitual.
Encubierta: los sujetos se desconocen que están siendo observados. En ocasiones se
apoya en recursos que permiten mantener oculto al observador (cámaras, grabadoras,
paredes unidireccionalmente transparentes y otros).
EL REGISTRO DE LA OBSERVACIÓN
Las observaciones deben ser registradas mediante la utilización de guías que pueden
tener un mayor o menor grado de estructuración y puede o no reflejar de modo cuantitativo
la información a recoger.
A continuación se presenta un ejemplo de guía de observación que tiene el objetivo de
registrar, mediante el cronometraje, los períodos de actividad e inactividad de un grupo de
alumnos (como indicadores del desarrollo de la fatiga) como se muestra en la tabla 4.
Para calcular el nivel de actividad del colectivo es necesario:
El error del tanto porciento de actividad del grupo se calcula por la formula:
TABLA 4
EJEMPLO DE CRONOMETRAJE
ESCUELA:_______________________________________ FECHA:_________________________
ACTIVIDAD:______________________________________ HORA DE INICIO:_________________
GRADO:_______________ HORA DE TERMINACIÓN:___________________________________
TABLA 5
MODELO PARA PROCESAR EL CRONOMETRAJE DE VARIAS CLASES
Sin embargo, la descripción higiénica más cuidadosa no puede dar una caracterización
ni explicación compleja a la multiplicidad de factores que influyen sobre el organismo de
niños y adolescentes. Por eso, además de este método, resulta necesaria la aplicación de
otros que permitan dar las características cuantitativas y cualitativas del objeto de estudio.
VENTAJAS Y LIMITACIONES DELMÉTODO
DE OBSERVACIÓN
Ventajas
Permite registrar los fenómenos en el momento y lugar en que ocurren (de forma
inmediata y directa.) Al registrarse mediante la observación los fenómenos “aquí –
ahora” (durante el proceso real de su ocurrencia) se evitan posibles distorsiones
relacionadas con el paso del tiempo y con otros factores de orden subjetivo. Por
ejemplo, observando el curso de una clase, el investigador obtiene una serie de datos,
que no lograría recoger completamente si, a posteriori solo realizara una entrevista al
maestro con el mismo fin.
La observación en todas sus variantes (exceptuando la interna), es independiente de la
capacidad (o disposición) de los observados a hablar de sí mismos.
Es aplicable a sujetos de cualquier edad, nivel cultural e intelectual.
Se adapta bien a las investigaciones educacionales debido a su capacidad de operar
en situaciones naturales, resultando imprescindible cuando no es posible utilizar otro
método para recoger información.
Constituye uno de los métodos básicos para el descubrimiento de hipótesis.
Limitaciones
La mayor desventaja de este método es el tiempo que ocupa, pues depende del tiempo
real en que se desarrollen los hechos observados.
Cuando se opta por la observación abierta, puede alterarse la conducta habitual de los
sujetos por la presencia de extraños.
Factores subjetivos, por parte del observador, puede alterar la objetividad de los datos
recogidos mediante este método.
Algunos aspectos como las motivaciones, deseos, intenciones y otros, no son
directamente observables.
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
TEMA 4
EL MÉTODO EXPERIMENTAL
=
NO
SI
VI (Método tradicional)
(Método A)
+ -
GE GC
COMPARAR
Ahora bien, qué pasaría si en el grupo experimental estuvieran los mejores estudiantes,
el mejor profesor, o las mejores condiciones ambientales: pues que nadie podría asegurar si
los mejores resultados del grupo experimental se deben a la acción de la variable
independiente (método A) o a una combinación de esta con variables ajenas o extrañas. Por
tanto, cuando esto sucede, el experimento queda invalidado.
¿Qué hacer entonces para evitar que variables ajenas contaminen la relación causa-
efecto entre las variables independiente y dependiente?
Hay que hacer equivalentes u homogéneos (en todas aquellas variables extrañas
relevantes) los grupos experimental y de control, de modo que la única diferencia importante
entre ellos se relacione con la presencia de la variable independiente en el grupo
experimental.
En un experimento el control se ejerce de modo peculiar en cada tipo de variable:
Aleatorización
Constancia
Apareo
Bloqueo
Balanceo
Contrabalanceo
Aleatorización: como se muestra en la figura 2 se deben seguir las fases siguientes:
POBLACIÓN
(a)
MUESTRA
G1 (b) G2
(c)
GE GC
(Tı) (T◦)
Constancia: Las variables ajenas se mantienen a un igual nivel en todos los grupos: iguales
condiciones ambientales, edad de los sujetos, sexo, etc.; o se eliminan totalmente (ejemplo:
los ruidos, objetos que distraen, etcétera).
Apareo: se forman grupos equivalentes partiendo de aquellas variables ajenas que, a juicio
del investigador, pueden contaminar la variable dependiente. La equivalencia se establece
formando pares de sujetos con igual puntuación en la variable ajena relevante que se
denomina en esta técnica, variable de pareo; como se muestra en la tabla 6.
Bloqueo: cuando se forman más de dos grupos experimentales, en lugar de aparearlos,
pueden formarse bloques partiendo de variables de bloqueo. Los sujetos son asignados al
azar dentro de cada bloque; como se muestra en la tabla 7.
TABLA 6
TÉCNICA DEL APAREO. (ADAPTADO DE ARNAL ET AL. 1994)
Puntuaciones en prueba Asignación de los sujetos A CADA GRUPO (*)
de inteligencia Pares GE GC
1. Esther 30 1 Israel Emma
2. Pedro 33 2 Conrado Sara
3. Conrado 34 3 Pedro Jacinto
4. Emma 35 4 Esther María
5. Mario 28 5 Rosa Mario
6. Caridad 27 6 Caridad Manuel
7. Israel 35
8. Rosa 28
9. Jacinto 33
10. María 30
11. Manuel 27
12. Sara 34
TABLA 7
TÉCNICA DEL BLOQUEO. (ADAPTADO DE ARNAL ET AL. 1994)
Puntuaciones en prueba Bloqueo inteligencia
de inteligencia Alta Media Baja
1. Esther 30 Conrado Esther Mario
2. Pedro 33 Emma Pedro Caridad
3. Conrado 34 Israel Jacinto Rosa
4. Emma 35 Sara María Manuel
5. Mario 28
6. Caridad 27
7. Israel 35
8. Rosa 28
9. Jacinto 33
10. María 30
11. Manuel 27
12. Sara 34
TABLA 9
TÉCNICA DEL BALANCEO (ADAPTADO DE ARNAL ET AL. 1994)
Grupos Sexo
Masculino Femenino
Grupo control Israel Esther
Conrado Caridad
Pedro Emma
Grupo experimental Jacinto María
Manuel Rosa
Mario Sara
TABLA 10
TÉCNICA DEL CONTRABALANCEO
(ADAPTADO DE ARNEL Y EL AL. 1994)
T1 T2 T2 T1
Ana Ana Ana Ana
Ignacio Ignacio Ignacio Ignacio
Rafael Rafael Rafael Rafael
… … … …
… … … …
… … … …
Orquídea Orquídea Orquídea Orquídea
Reynaldo Reynaldo Reynaldo Reynaldo
Media 1 Media 2 Media 3 Media 4
TIPOS DE EXPERIMENTO
De acuerdo con el criterio del grado de control de las variables los diseños de
investigación de corte experimental, pueden ser clasificados en:
1. Experimentos verdaderos.
2. Cuasi-experimentos.
3. Pre-experimentos.
Al igual que en los experimentos verdaderos, en este tipo de diseño se utilizan grupos
experimentales y de control, con el objetivo de comparar los resultados.
La particularidad de esta modalidad consiste en que tiene lugar en situaciones de
campo (reales.) Se utiliza cuando el investigador encuentra obstáculos para alterar la
configuración de los grupos naturales o considera más apropiado trabajar con estos últimos
(sin alterar su configuración creando grupos artificiales mediante técnicas aleatorias o de
otro tipo).
En estos tipos de diseño el investigador varía deliberadamente los niveles de la
variable independiente para estudiar los efectos de esta en la variable dependiente, pero
muchas variables ajenas quedan sin controlar.
El hecho de trabajar con grupos verdaderos y no con grupos artificialmente creados
(como ocurre en el experimento verdadero) favorece la extrapolación de los resultados a
situaciones reales similares a aquellas en las que se realizó el experimento.
El investigador aquí solo trabaja con grupos experimentales (no existen grupos de
control). En esta modalidad se registra el estado de la variable dependiente (pre-test),
luego se introduce la variable independiente (o el tratamiento) y después de la intervención
se vuelve a registrar el estado de la variable dependiente (post-test.) El investigador
compara los valores de la variable dependiente antes y después de actuar la variable
independiente, como se muestra en la figura 5.
La deficiencia fundamental que se le atribuye, es que no se puede determinar con
certeza, si las diferencias entre los resultados del pre-test y del pos-test, se deben a la
acción de la variable independiente o a la acción conjunta de esta con otras variables
extrañas, tales como la maduración u otros factores no controlables, asociados el paso del
tiempo.
GE
VI MÉTODO A
COMPARAR
Fig. 5. Pre-experimento.
Una virtud indiscutible del pre-experimento es su mayor comodidad, puesto que al
trabajar solo con grupos experimentales, el proceso de obtención de los resultados se hace
menos complejo que en los diseños de corte paralelo.
En la tabla 11 se presentan las características fundamentales de los diseños de corte
experimental.
TABLA 11
CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE LOS DISEÑOS DE CORTES
EXPERIMENTAL
Experimentos Cuasi-experimentos Pre-experimentos
verdaderos
Grupo Control Sí Sí No
Grado de control Alto Medio Bajo
De variables
Muestra Grupos Grupos reales Grupo real
Artificiales (2 o más) (1 ó más)
Creados
(2 o más)
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
LA ENCUESTA
Tareas:
1. Determinación de los objetivos específicos de la encuesta, teniendo en cuenta:
• Correspondencia con el diseño teórico-metodológico (problema, objetivos,
hipótesis, características de la muestra (o grupo de personas que serán
encuestadas, etcétera).
• Claridad y precisión respecto al tipo de información que se desea obtener, en
función de los indicadores empíricos de las variables estudiadas.
Ejemplo:
Nuestra institución está realizando un estudio acerca de las condiciones de vida de los
estudiantes becarios, con vistas a conocer los problemas existentes y buscar las soluciones
apropiadas. Para lograrlo, necesitamos que nos ayude y conteste con sinceridad algunas
preguntas sencillas. Esta información tiene carácter anónimo; no tiene que escribir su
nombre en el cuestionario.
2. Preguntas.
Ejemplo:
Al suponer que se pretende aplicar una encuesta a padres y madres con la finalidad de
determinar las prácticas educativas empleadas con sus hijos e hijas en el ámbito de la
disciplina familiar, se establece una categorización de la variable atendiendo a tres estilos
esenciales. Una vez conceptualizada la variable, son determinados los indicadores que
interesa evaluar en el contexto del trabajo, y en correspondencia con estos, se formula una
propuesta de contenidos, que posteriormente serán redactados como preguntas, luego de
seleccionar los tipos correspondientes, como se muestra en el cuadro que aparece en la
página 42.
Preguntas de contenido: son las que se relacionan directamente con los objetivos de la
investigación y la encuesta, ofreciendo información significativa directa para la evaluación de
las variables e indicadores.
Preguntas de control: su función es comprobar la consistencia y veracidad de las
respuestas del sujeto. Para lograrlo, se redacta una pregunta de contenido con su
correspondiente pregunta de control, que trata exactamente la misma cuestión, pero
expresada en forma diferente. Ambas deben aparecer en lugares diferentes al realizar el
ordenamiento del cuestionario. Además, hay que considerar la pertinencia de las preguntas
de control, incluyéndolas solo cuando son indispensables, para evitar el recargamiento del
instrumento.
Preguntas de filtro: permiten al investigador saber si el sujeto conoce o no acerca de la
temática tratada, si está en condiciones de brindar algún tipo de información significativa al
respecto, lo que determina la pertinencia de incluir preguntas de contenido sobre ese
aspecto.
Ejemplo:
Antes de formular la pregunta de contenido: ¿Cuál es su opinión acerca del nuevo plan
de estudios para las carreras pedagógicas?, hay que cerciorarse si la persona conoce dicho
documento, pues en caso contrario puede suceder que, dada la presión por responder al
cuestionario, se vea impelida a expresar criterios al azar. Tal situación puede evitarse
elaborando una pregunta de filtro como: ¿Conoce Ud. El nuevo plan de estudios para las
carreras pedagógicas? Si el individuo responde negativamente, entonces debe contemplarse
una instrucción que lo remita a otra pregunta, sin pasar por la correspondiente de contenido.
Preguntas colchón: su función es bajar los niveles de ansiedad del sujeto, inspirarle
confianza, tranquilizarlo, romper el hielo, etc. son generalmente preguntas triviales o neutras,
que muchas veces no se toman en cuenta al evaluar el cuestionario. Se utilizan en
ocasiones al inicio de la encuesta o en su desarrollo, cuando hay un grupo de cuestiones
con gran carga e intensidad que pudieran provocar reacciones negativas en el individuo.
2.2.2. Según el grado de libertad de respuesta, pueden formularse preguntas abiertas,
cerradas o mixtas.
Ejemplo:
Preguntas cerradas: son denominadas también preguntas de alternativas fijas, ya que las
posibilidades de respuesta del sujeto están expresamente fijadas con anterioridad. Estas
preguntas pueden ser dicotómicas o politómicas.
Dicotómicas: las respuestas se refieren a variables dicotomizadas o polarizadas, por lo que
solo existen dos posibilidades: Sí o No, verdadero o falso, De acuerdo o En desacuerdo,
etcétera.
Ejemplo:
¿Está Ud. De acuerdo con que los hombres y las mujeres tengan los mismos derechos y
deberes?
____Sí
____No
Ejemplos:
¿Está Ud. De acuerdo con que los hombres y las mujeres tengan los mismo derechos y
deberes?
____Deben tener los mismos derechos y deberes en todas las esferas de la vida.
____Deben tener iguales derechos y deberes solamente en algunas esferas de la vida.
____No deben tener iguales derechos y deberes en ninguna de las esferas de la vida.
En esta formulación constatamos la importancia que tiene establecer con claridad y
precisión las categorías de respuesta, ya que si se plantea de modo dicotómico, obligamos
al sujeto a adoptar una de dos posiciones extremas, obviando que en la esfera de los
intereses, opiniones y actitudes, existen infinitos matices, propios da cada individualidad:
La profesión de maestro:
____Me gusta mucho.
____Me gusta más de lo que me disgusta.
____Me es indiferente.
____Me disgusta más de lo que me gusta.
____No me gusta nada.
Otro ejemplo que puede ilustrarnos acerca del proceso de construcción de preguntas
de alternativas múltiples a partir del trabajo con los indicadores de las variables es el
siguiente:
En el proyecto de transformación de la secundaria básica desarrollada por el Ministerio
de Educación, se aplican técnicas de recogida de información para la valoración de la
experiencia en las escuelas seleccionadas, mediante un sistema de indicadores cuantitativos
y cualitativos. En el caso de los cualitativos se establecieron los siguientes, cada uno de los
cuales fue definido operativamente:
1. Actividad grupal
2. Motivación, sentido personal
3. Cohesión
4. Estilo de dirección
5. Relaciones emocionales y pertenencia
6. Evaluación y autoevaluación
1. Totalmente de acuerdo.
2. En parte de acuerdo.
3. No sé qué opinar.
4. En parte en desacuerdo.
5. Totalmente en desacuerdo.
Preguntas mixtas: Constituyen una combinación de las abiertas y las cerradas, donde se
ofrecen alternativas de respuestas cerradas (dicotómicas o politómicas), pero al mismo
tiempo el sujeto tiene la posibilidad de explicar su punto de vista. Generalmente en estos
casos se deja un espacio, instruyendo a la persona para que exponga sus razones,
fundamente, amplíe, etcétera.
Ambos tipos de preguntas se diferencian desde el punto de vista de los objetivos para
los cuales son apropiadas. Las abiertas son adecuadas cuando el tema es complejo, sus
dimensiones relevantes no son conocidas, el interés de la investigación reside en la
exploración o en la formulación de un nuevo asunto. Deben utilizarse cuando los puntos de
interés son la formulación del tema por parte del sujeto, indagando acerca de cómo este lo
percibe y vivencia, cuáles son los elementos significativos para él, sus intereses y
motivaciones, etc. O sea, que nos ofrece una perspectiva más individualizada, por cuanto
existe la posibilidad de extenderse en determinado punto crucial sin ceñirse a aspectos
predeterminados.
Las preguntas cerradas son más eficaces cuando las posibilidades de respuesta son
conocidas de forma general, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo, es decir, que
resulta en extremo operativo, cerrar las preguntas referidas por ejemplo a los niveles de
educación cursados, la edad, el sexo, el estado civil, los ingresos percibidos, y otras muchas
variables de tipo demográfico y sociológico. También puede definirse con precisión
alternativas de respuestas cuando existen estudios previos sobre las variables en cuestión.
Estas preguntas permiten asimismo que el individuo centre su atención puntualmente,
tomando en consideración aquellas cuestiones que el investigador necesita conocer, sin
desviarse hacia otras dimensiones no significativas. Sin embargo, solo ofrecen información
de un determinado resultado, recogido en una alternativa, sin esclarecer otros aspectos
subjetivos, sobre todo lo referente a la elaboración personal que hace el individuo en este
sentido.
Por otra parte, en las preguntas abiertas y cerradas hay diferencia en cuanto a la
clasificación de las respuestas. En las primeras, la evaluación de las respuestas es más
completa: deben ser elaboradas categorías de análisis y codificadores. Solamente después
de realizar el trabajo directo de categorizados, es que los datos pueden ser beneficiados con
programas computarizados para su ordenamiento, clasificación y tratamiento estadístico.
Las cerradas son fácilmente clasificables, sencillas en su administración, son
respondidas con relativa rapidez, y el análisis resulta en extremo sencillo, por cuanto están
precodificadas, pudiendo ser fácilmente tratadas mediante técnicas computarizadas. Al
mismo tiempo, permiten garantizar que el sujeto responda teniendo en cuenta la dimensión
exacta que resulta significativa para la investigación.
Por ejemplo, cuando se formula la pregunta abierta: ¿Con qué frecuencia asiste Ud. A
la biblioteca escolar? El sujeto puede contestar de modos muy diversos: cuando tengo una
prueba, cuando no tengo turno de clases, etc., sin reflejar la dimensión que nos interesa, la
frecuencia. Si se cierra la pregunta, es factible en marcar cada respuesta en término
utilizables (todos los días, una vez por semana, etcétera).
Además, las respuestas alternativas pueden ayudar a aclarar el significado de la
pregunta, la dimensión a lo largo de la cual se busca la respuesta. Sin embargo, pueden
llegar a forzar un juicio de opinión en un tema para el sujeto no tiene formato su criterio, de
ahí la necesidad de contemplar la alternativa “No sé”, o aquella referente a “Otros criterios”.
2.2.3. Según el grado de coincidencia entre el objetivo de las preguntas y su contenido, estas
pueden ser clasificadas en directas o indirectas:
Preguntas directas: coinciden el contenido de la pregunta y el objetivo de interés del
investigador, o sea, que el sujeto percibe claramente qué es lo que se está indagando.
Ejemplo:
Ejemplo:
Señale por orden de preferencia las profesiones que según su opinión son las mejores:
1. _______________
2. _______________
3. _______________
2.2.4. Según su correspondencia con la realidad concreta del sujeto, las preguntas pueden ser
incondicionales o condicionales:
Preguntas incondicionales: Se refieren a situaciones reales, verdaderas que viven y
experimentan el sujeto, y a sus ideas, opiniones y criterios al respecto.
Ejemplos:
Ejemplo:
Ejemplo:
¿No es cierto que la profesión de maestro tiene una gran significación y valor social?
Se debe emplear la llamada “técnica del embudo” para ordenar las preguntas,
comenzando por las más sencillas, neutras o menos significativas, e ir progresivamente
avanzando hacia las que constituyen el núcleo de la indagación, siendo más complejas y
hasta embarazosas.
El orden inadecuado de las preguntas puede ejercer una influencia negativa e
incontrolable en las respuestas de los sujetos. Por ejemplo, si no hay un adecuado balance,
puede manifestarse una tendencia a responder en cierto sentido, siguiendo un patrón (Sí o
No), fenómeno denominado “contaminación”.
Al mismo tiempo, las preguntas deben ser agrupadas atendiendo a áreas o temáticas,
para garantizar el ordenamiento lógico y la organización mental del encuestado.
El instrumento debe presentarse a los encuestados con una letra clara y de tamaño
fácilmente legible, en hojas con suficiente margen inferior y superior y escrito a dos espacios
como mínimo. Hay que dejar suficiente espacio para escribir las respuestas a preguntas
abiertas, o anexar una hoja adicional. En el encabezado debe identificarse el nombre de la
institución, el título del instrumento, los datos generales del sujeto que se requieran (datos
sociodemográficos como edad, sexo, estado civil, nivel educacional, ingresos, etc.) las
claves y códigos necesarios, la consigna, entre otros aspectos.
LA ENTREVISTA
Tipos de entrevistas:
Existen variadas clasificaciones propuestas por distintos autores. En este trabajo
trataremos de integrar los elementos esenciales que se contemplan, considerando dos
tipologías no excluyentes, atendiendo al grado de formalización o estructuración de la
entrevista y a la cantidad de entrevistados:
1. Según la estructura, la entrevista puede ser no estandarizada, estandarizada o
semiestandarizada.
Por otra parte, aunque no nos proponemos aquí abundar al respecto, es importante
considerar que existen otros criterios propuestos por diferentes autores para clasificar los
tipos de entrevistas. Por ejemplo, algunos, atendiendo a su función, diferencian las
entrevistas informativas (dirigidas a recoger datos sobre las personas) de las terapéuticas u
orientadoras (que se emplean usualmente en el campo de la psicología, la pedagogía y otras
ciencias afines con la finalidad de ofrecer orientación consultiva o desarrolladora). Otros
especialistas identifican entrevistas exploratorias, descriptivas o explicativas, en
correspondencia con los objetivos de la investigación y las consiguientes estrategias
empleadas.
• Inicio o apertura
• Parte central, desarrollo o cuerpo de la entrevista
• Parte final, conclusión o cierre
Inicio o apertura: su objetivo primordial es el establecimiento de una relación (rapport)
adecuada con el sujeto, lo que posibilita garantizar que la persona:
• Acepte ser entrevistada
• Se interese por la entrevista
• Coopere activamente, ofreciendo la información requerida
Para el logro del rapport es fundamental plantear desde el primer momento la
consigna o demanda de cooperación, en la cual quedará claramente establecido:
• La identidad y competencia profesional del investigador
• El valor de la investigación
• La importancia de las respuestas del entrevistado
• La promesa de reserva y discreción respecto al manejo de la información
ofrecida por el entrevistado (confidencialidad)
Es por tanto imprescindible una actitud que ponga de manifiesto la capacidad
profesional del entrevistador, que va desde su apariencia externa, hasta el respeto, la
cordialidad, el trato cálido y amistosos que facilite un clima de confianza y apertura. Muchas
veces es necesario vencer tendencias defensivas y las objeciones iniciales en el
entrevistado, apelar a la persuasión para asegurar su cooperación, revertir la desconfianza
que expresa ante una situación en que se le solicita ofrecer información concerniente a
esferas de su propia vida o la ajena.
En el ejemplo siguiente, observamos que el sujeto se muestra reticente a ser
entrevistado. Aquí pueden estar en interjuego diversos factores: la actitud defensiva
generada por la preocupación de que su nombre sea controlado por alguna entidad que
desconoce, o falta de confianza en sus propios conocimientos, en su competencia como
fuente de información. Puede suceder también que las razones anteriores no sean más que
pretextos para evitar una situación percibida como inconveniente porque le roba su tiempo
libre, entre otras razones.
Por tanto, la función del entrevistador se centra en ofrecerle información para atenuar
su actitud defensiva, reiterarle nuevamente los propósitos de la entrevista, haciendo énfasis
en el valor de la información que puede aportar, con lo cual lo compromete a cooperar.
• Entrevistado: la verdad, a mí me preocupa saber cómo Ud. Consiguió mi nombre,
quién le dijo que me entrevistara………
• Entrevistador: su nombre fue seleccionado al azar, a partir de un listado de todos los
maestros primarios que trabajan en las escuelas de este municipio y nos fue facilitado
por la Dirección Municipal de Educación. A nosotros nos interesa conocer, como le
expliqué inicialmente, el estado de opinión general de los maestros acerca de los nuevos
programas.
• Entrevistado: yo lo que no veo es cómo le puede interesarle mi opinión. Estoy acabado
de graduar y tengo poca experiencia en la docencia…….
• Entrevistador: precisamente, Ud. Puede ofrecernos un punto de vista interesante, que
nos permitirá valorar cómo piensan los maestros jóvenes y qué problemas reales tienen
que enfrentar para desarrollar los nuevos programas.
• Parte central: su objetivo es explorar la temática investigada para obtener la
información que se busca. Aunque haya sido elaborada una guía de entrevista de gran
calidad, la indagación puede fracasar si no se toma en consideración algunas
sugerencias prácticas como son entre otras:
a) La meta de la entrevista es obtener información por parte del sujeto. Por ello, no debe
ser de ningún modo un intercambio de información. Así, el entrevistador debe hablar
solamente lo indispensable, tiene que evitar intercalar comentarios, empleando en lugar
de estos, frases sencillas como: “Continúe Ud., por favor”, “¿Ud. Decía?”, etc. tiene que
evitar la tentación de expresar sus propios criterios, de demostrar sus conocimientos e
información. En otras palabras: tiene que dejar hablar a la persona entrevistada.
b) El papel del entrevistador es recoger información, por lo que no puede erigirse en juez;
sus actitudes, opiniones y juicios no pueden interferir el desarrollo de la entrevista,
resultando contraproducente que tome partido, critique o censure.
Ejemplo:
• Entrevistador: ¿Considera Ud. Que las relaciones sexuales prematrimoniales en los
jóvenes son correcta?
• Entrevistado: Bueno, a mí me parece que en las muchachas no son correctas. La
mujer tiene que cuidar su prestigio y su honra, mientras que el hombre eso no se
interpreta igual.
• Entrevistador: ¿De modo que el hombre sí y en la mujer no? ¿No le parece que esa
posición es claramente machista y discriminatoria hacia el sexo femenino?
c) Es esencial garantizar que la entrevista no se desvíe de sus propósitos, que no se pierda
el hilo conductor. Cuando tal cosa sucede, hay que traer de nuevo al sujeto al foco
central de la indagación con frases tales como: “Estábamos hablando de….”, etcétera.
d) Hay que respetar los silencios del entrevistado, no forzarlo con preguntas apresuradas,
dejarlo que reflexione y se tome el tiempo necesario para ello.
e) Es importante observar atentamente al sujeto para captar indicios subliminales, anotar
sus gestos expresiones, las inflexiones de la voz, los silencios, los bloques y las
interrupciones. Estos son fuentes importantes de información complementaria, y a veces
primaria.
Conclusión o cierre: sus finalidades son resumir brevemente la entrevista, agradecer
al sujeto la información brindada y el tiempo dispensado, promover sentimientos de
satisfacción y agrado, para que considere la entrevista como una experiencia provechosa y
no se sienta simplemente utilizado. Consecuentemente, el cierre nunca debe ser abrupto,
sino adecuado a las características concretas de cada situación.
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
ANDER-EGG, E.: Hacia una metodología del trabajo social. ECRO, Buenos Aires, 1976.
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ZDRAVOMISLOV, A.G.: Métodología y procedimientos de las investigaciones sociológicas.
ENPES, 1984.
TEMA 6
LAS PRUEBAS PSICOLÓGICAS Y PEDAGÓGICAS
Este grupo comprende pruebas que valoran el grado de éxito que obtienen los sujetos
antes tareas que, de acuerdo con los criterios de los autores, son indicadores importantes de
su intelecto.
En esta categoría puede ser incluida, por ejemplo, la escala Bines-Simon: primer test
de inteligencia construido en Francia por Binet en colaboración con Simon en el año 1905.
En su versión original esta escala cuenta con treinta problemas de dificultad creciente que
pretenden medir lo que sus autores consideraban como componentes de la inteligencia: el
juicio, la comprensión y el razonamiento.
La escala Bines-Simon tuvo posteriormente varias revisiones. En la revisión efectuada
en el año 1916 se utiliza por vez primera el coeficiente intelectual, (CI), que consiste en la
relación que se establece entre la edad mental (EM) determinada mediante el test y la edad
cronológica del sujeto (EC). Esta relación se expresa en tanto por ciento:
EM
CI = - 100
EC
En el año 1937 Terman y Merril, en Estados Unidos, hacen una nueva revisión de la
prueba de Binet que se conoce con el nombre de Test Terman-Merrill. Esta prueba
contiene problemas a solucionar por sujetos de diferentes edades. Por ejemplo, a los niños
de dos años y medio se les solicita identificar objetos por su uso, reconocer partes del
cuerpo de una muñeca, nombrar objetos, cumplir sencillas órdenes y otras. Los problemas
van siendo más complejos para sujetos de más edad. En el nivel superior del adulto
aparecen análisis de proverbios, ejercicios de vocabulario, solución de problemas y otros.
Otra prueba muy utilizada dentro de la categoría de los llamados tests de inteligencia
es la creada por Wechsler en Estados Unidos en el año 1937. Este test incluye problemas
de tipo verbal y de ejecución. Se calcula un C 1 verbal y otro de ejecución. Está compuesto
por doce subtests. La escala verbal contiene subtests de información, comprensión
cálculo numérico, semejanzas entre objetos, memoria para la reproducción de dígitos,
problemas aritméticos y preguntas sobre palabras de dificultad creciente. En la escala de
ejecución se deben relacionar números con símbolos, completar figuras, ordenar imágenes y
demás.
El test de Wechsler, al igual que la escala Binet-Simon, tuvo posteriormente
diferentes revisiones y adaptaciones, como la escala de inteligencia Wechsler para adultos
(WAIS) y la escala de inteligencia Weschsler para sujetos de cinco a quince años (WISC).
Con la intención de valorar la inteligencia en sujetos analfabetos, de habla extranjera o
con trastornos del lenguaje, fueron creados los denominados tests libres de la influencia
cultural (Free cultura tests). El término con el que se denomina a este tipo de test resulta
criticable, ya que supone un divorcio artificial entre las capacidades y la cultura cuando, en
realidad, las capacidades tienen una determinación histórico-social, es decir, se desarrollan
como producto de la apropiación que hace el sujeto de la cultura sin desestimar el papel que
desempeñan las aptitudes o predisposiciones naturales en el desarrollo de las capacidades
generales y específicas.
Como ejemplo de este tipo de test no verbal libre de la influencia cultural está el
test de matrices progresivas creado por Penrose y Raven en Inglaterra en el año 1938.
Esta prueba, que puede ser aplicada individual o colectivamente, valora la capacidad para
percibir relaciones. Al sujeto se le presenta figuras que debe completar con la parte que
selecciona. Las instrucciones son sencillas y las tareas que se presentan son de complejidad
creciente.
Este tipo de prueba pretende valorar la esfera motivacional, las necesidades, los
sentimientos y otros aspectos de la esfera efectivo-volitiva de la personalidad.
En este grupo puede incluirse, por ejemplo, el Inventario Multifásico de Personalidad de
Minnesota (MMPI) creado en Estados Unidos por Hathaway y Mc Kinley en 1940 para
utilizarlo en el dignóstico psiquiátrico y otras investigaciones de rasgos de personalidad. Ésta
compuesto de una serie de proposiciones o ítems que el sujeto debe responder en una hoja
aparte, preparada al efecto, en forma de Verdadero-falso. Las respuestas del sujeto son
calificadas y clasificadas como normales o como clínicamente significativas, de acuerdo con
la puntuación alcanzada.
En la segunda mitad del presente siglo se desarrollo un tipo nuevo de pruebas: las
proyectivas. El primero que utilizó el término de proyección con un sentido psicológico fue
Sigmund Freud, psiquiatra austriaco (1856-1939), creador de la teoría del psicoanálisis. El
consideraba la proyección como un mecanismo de defensa inconsciente consistente en
adscribir al mundo exterior deseos, ideas y características propias que resultarían
desagradables para el sujeto si se les permitiera penetrar en la conciencia.
En las pruebas proyectivas el examinador no expresa (o lo hace de modo parcial) sus
verdaderos propósitos al requerir una respuesta por parte del sujeto. Un ejemplo de este tipo
de pruebas es el test de apercepción temática (TAT) creado por Murray y Morgan en
Estados Unidos en el año 1935. El test se encamina a la evaluación de aspectos tales como
las necesidades, los impulsos, los estados de ánimo y las presiones ambientales. Está
compuesto por láminas extraídas de revistas y de pinturas procedentes de fuentes artísticas.
Su aplicación consiste en presentar al sujeto examinado una serie de láminas, sobre la base
de cada una de las cuales deberá hacer una historia. La interpretación del test incluye el
contenido y los aspectos formales (lo que relata el sujeto y cómo lo relata). Las historias se
analizan de acuerdo con una lista de necesidades: realización, adquisición, dominancia,
independencia y otras.
Aunque se dice que el TAT es aplicable a niños hasta de cuatro años, el test ha sido
adaptado para sujetos jóvenes. Una de estas adaptaciones es el test de cuadro relato
para adolescentes y el test de apercepción para niños (CAT). Este último contiene
láminas de animales en lugar de personas ya que estas recuerdan los dibujos característicos
de las historias infantiles y representan situaciones típicas de la niñez: alimentación,
educación en cuanto al aseo, relaciones padre-hijo, rivalidad entre hermanos y otras.
Los afectos afectivo-volitivo de la personalidad han sido explorados también mediante
las llamadas técnicas proyectivas de tipo expresivo. Se considera que estas no solo sirven
para el diagnóstico sino que, al proporcionar al sujeto una vía para la auto expresión,
contribuyen a aliviar sus tensiones, constituyendo de este modo, un método terapéutico. Así,
por ejemplo, en esta categoría se pueden incluir: el dibujo, las técnicas recreativas y el
psicodrama. El dibujo de la figura humana (o test “dibuja-una-persona”) es una prueba
característica de la técnica proyectiva de tipo expresivo. Se basa en el supuesto de que, al
dibujar una figura humana, cada sujeto proyecta sus principales características psicológicas
de tipo y modo inconsciente.
Por el tipo de respuestas que provocan, las pruebas pedagógicas pueden ser
clasificadas en dos tipos:
Pruebas de desarrollo
Este tipo de pruebas se basa en la capacidad del estudiante para elaborar y expresar
las ideas con claridad y precisión, de forma oral o escrita.
Las pruebas de desarrollo, especialmente la de tipo oral, presentan la ventaja de que
permiten al evaluador conocer el grado de dominio que el estudiante posee en relación con
las temáticas abordadas, pero tienen la desventaja de que la subjetividad del evaluador
puede influir en la puntuación otorgada al sujeto. En este sentido se ha observado que una
misma respuesta recibe, con frecuencia, calificaciones diferentes cuando es evaluada por
distintos examinadores. La redacción de las claves antes del acto de evaluación minimiza
esta posible fuente de error. Otra dificultad que presenta este tipo de prueba es la
relacionada con el tiempo que se requiere para responderla y calificarla, aunque
comparándola con el otro tipo (pruebas de respuesta breve) tiene la ventaja de que su
redacción es mucho menos compleja.
Este tipo de prueba tiene una serie de ventajas: facilidad y rapidez en la aplicación y
calificación, así como mayor objetividad en la puntuación. La principal desventaja consiste
en que no permite al evaluador determinar el grado de profundidad del conocimiento
adquirido por el sujeto. Por otra parte, para cumplir verdaderamente su cometido requiere de
una elaboración muy cuidadosa.
Las pruebas de respuesta breve pueden ser elaboradas con preguntas de verdadero-
falso, completamiento, selección múltiple, enlace y otras.
A continuación se presentan algunos tipos de pregunta, de respuesta breve:
a) Verdadero-falso
Ejemplo:
Recomendaciones
• Evitar términos absolutos como: siempre, ninguno (indican
proposiciones generalmente falsa).
• Evitar términos relativos como usualmente, a veces (indican
proposiciones generalmente verdaderas).
• Evitar proposiciones negativas (tienden a confundir).
• Evitar proposiciones largas (indican proposiciones generalmente
verdaderas).
b) Completamiento
Ejemplo:
Recomendaciones
• No dejar muchos espacios en blanco.
• Mejor los espacios vacíos al final de la proposición.
c) Selección Múltiple
Ejemplo:
Recomendaciones
• Deben presentarse cuatro o cinco proposiciones.
• En el núcleo debe aparecer la mayor información posible.
• Evitar incongruencias gramaticales.
d) Enlace
Ejemplo:
COLUMNA A COLUMNA B
Métodos teóricos Observación
Muestreo accidental
Métodos empíricos Modelación
Inducción-deducción
Métodos estadísticos Muestreo estratificado
Experimentación
Análisis-síntesis
Recomendaciones
• Deben formularse más respuesta que preguntas (para evitar el azar).
TABLA 12
VALORACIÓN DE LOS DIFERENTES TIPOS DE PRUEBA
RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
ANASTASI, A.: Tests psicológicos. Selecciones Gráficas, Madrid, 1967.
FRIECRICH, W.: Métodos de la investigación social marxista-leninista. Ed. Ciencias Sociales, la
Habana, 1988.
PETROVSKI, A. V.: Psicología general. Ed. Progreso, Moscú, 1980.
SELLTIZ, C., M. JAHODA, M. DEUTSCH, y S. W. COOK: Métodos de investigación en las relaciones
sociales. Rialp, S.A., Madrid, 1973.
VAN DALEN, D.B. y W.J. MEYER: Manual de técnica de la investigación educacional. PAIDOS,
México, 1994.
TEMA 7
LA SOCIOMETRÍA
Los lazos y relaciones que se forman entre las personas en el transcurso de su vida
social encuentran expresión en las relaciones subjetivas. Las relaciones subjetivas entre las
personas son un reflejo de las relaciones objetivas entre los miembros de un grupo.
En los grupos siempre se encuentra la tendencia a establecer determinada
organización o estructura interna, que consiste en que espontáneamente surgen entre los
miembros relaciones de simpatía y antipatía, comunicación activa o aislamiento de algunos;
determinados sujetos se erigen en dirigentes, jefes o líderes; pueden surgir subgrupos, y
demás.
Tanto para la pedagogía como para la psicología resulta importante el conocimiento de
las relaciones interpersonales y sus características.
La sociometría es un método que tiene como objetivo el estudio, medición y
modelación de las relaciones interpersonales en grupos pequeños.
Este método sociométrico surge en Estados Unidos en los años 30 del siglo XX. Su
creador, el psiquiatra D. Moreno, discípulo de Freud y representante de la Filosofía
burguesa, da una interpretación idealista a la comunidad entre las personas en los grupos
pequeños.
Los investigadores del campo socialista, partiendo de la Filosofía marxista-leninista,
realizan una negación dialéctica de la sociometría, sometiendo a serias críticas los aspectos
negativos de la teoría de Moreno y prestando al mismo tiempo atención a sus aportes y
descubrimientos.
“Actualmente la sociometría se utiliza ampliamente para revelar las simpatías o las
antipatías que existen entre los miembros del grupo y que ellos mismos pueden no darse
cuenta o no tener conciencia de que existan o no tales inclinaciones”.
Este método es aplicable a cualquier grupo de individuos con cierta permanencia o
estabilidad, pero ha sido más frecuentemente utilizado en los terrenos educaciona, industrial
y militar.
La sociometría puede considerarse como un método útil para el estudio de las
relaciones afectivas entre los miembros de grupos simples, pero resulta insuficiente para el
estudio de otras características distintivas de grupos de un nivel de desarrollo más elevado,
en particular para el colectivo, por lo que muchos investigadores en la actualidad se
encuentran enfrascados en la labor de crear nuevos métodos que permitan evaluar el grado
de desarrollo de los colectivos como formas superiores de agrupación humana.
El método sociométrico se busca en que cada miembro del grupo seleccione, de
manera privada, a algunas personas con las que le agradaría participar en determinado tipo
de actividad y a otras con las que no les gustaría participar en dicha actividad.
En dependencia del tipo de pregunta que se formule a los sujetos, se pondrán en
evidencia dos tipos de grupo:
El psicogrupo
El sociogrupo
Psicogrupo: es el grupo que se forma sobre la base de las afinidades afectivas entre los
miembros. Este se manifiesta cuando el tipo de actividad que se sugiere a los sujetos es
informal; por ejemplo: ¿Cuáles son los compañeros de tu grupo con quienes desearías ir de
paseo? ¿Cuáles son tus mejores amigos del grupo?, u otras. Un grupo de amigos constituye
un psicogrupo.
Sociogrupo: se manifiesta cuando el tipo de actividad sugerida al grupo tiene un carácter
formal; por ejemplo: ¿Cuáles son los compañeros de tu grupo con quienes desearías
estudiar? Y otras similares. Un equipo de trabajo o de deporte, constituye un sociogrupo.
Pudiera resumirse la diferencia entre el psicogrupo y el sociogrupo, planteando que en
el primero se aplica un criterio de tipo afectivo, mientras que en el segundo prima el criterio
del rendimiento funcional.
El hecho de que se hagan dos tipos de pregunta a un mismo grupo de sujetos (uno
basado en el criterio afectivo y el otro basado en el criterio del rendimiento funcional) obliga
un tanto a los sujetos a designar compañeros diferentes para cada tipo de actividad. Por
tanto, puede suponerse que se den respuestas diferentes, no porque en la práctica se elijan
a distintas personas para una u otra actividad, sino porque se detecta una presión implícita
en la orientación que se ofrece a los sujetos.
En realidad la afectividad influye tanto en las elecciones para el sociogrupo como para
las del psicogrupo, por tanto, no debe establecerse una diferenciación tajante entre los dos
tipos de elección.
Los niños en el círculo infantil son invitados uno a uno al vestidor; a cada uno se le dan
tres objetos (juguetes, láminas u otros), se les pregunta cuál es el que le gusta más, cuál le
gusta en segundo lugar, y cuál le gusta menos. Después se propone a cada uno repartirlos
SECRETAMENTE entre los demás niños de su grupo, colocándolos en la taquilla que
corresponda a aquellos a quienes desearía regalarles. Sobre la base de la distribución de los
regalos es posible confeccionar un sociograma y poner en evidencia cuáles son los niños
más populares dentro del grupo (los que recibieron más regalos), cuáles son los que gozan
de menos popularidad y cuáles no resultan simpáticos para sus compañeros.
El profesor aclarará que debe dar el número uno al que prefieran en primer lugar, el
número dos al que le siga en su preferencia y así sucesivamente.
Hará énfasis en la necesidad de que las respuestas de cada alumno sean
desconocidas para los demás y en que se mantendrá reserva sobre lo respondido por cada
uno. Se orientará además que las selecciones deberán abarcar solo a los miembros del
grupo, por tanto, no deberán escogerse sujetos fuera de este. Puede explicarse también que
en función de las respuestas serán reorganizados los equipos de estudio del aula o se dará
una nueva disposición a los pupitres. Se puede o no decir a los alumnos que escriban su
nombre en el papel. Es recomendable sin embargo, si existen buenas relaciones entre el
profesor y los estudiantes, que se firmen los papeles. Si se decide que la información sea
anónima deberán codificarse de antemano las hojas para poder identificar la respuesta que
corresponde a cada alumno.
TABLA 13
NOMBRE DE LOS SUJETOS QUE SELECCIONAN Y DE LOS SELECCIONADOS
Alumnos seleccionados
3. Para tener una idea global de la estructura del grupo y de la posición de cada miembro de
este, es conveniente confeccionar una segunda tabla (de doble entrada) en la que los
sujetos se identificarán por sus números y el orden de selección por medio de letras,
como se muestra en la tabla 14.
TABLA 14
NÚMERO DE LISTA DE LOS SUJETOS QUE SELECCIONAN Y DE LOS
SELECCIONADOS
Alumnos que Alumnos seleccionados Total de
selecciona 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 1 1 emisiones
0 1 2
1 c a b 3
2 c b a 3
3 c b a 3
4 b a c 3
5 c b a 3
6 b c a 3
7 a c b 3
8 c a b 3
9 b c a 3
10 c b a 3
11 b c a 3
12 c b a 3
Total de
recepciones 5 3 0 1 8 4 1 2 5 2 3 2 36
En esta tabla 14 se representan con la letra “a” las primeras selecciones, con la letra
“b” las segundas selecciones y con la letra “c” las terceras selecciones. Así, por ejemplo, el
alumno No. 1 (Roberto) escogió en primer lugar (a) a Elisa (la No. 6), en segundo lugar (b) a
Josefina (la No. 9) y en tercer lugar (c) a Ángel (el No. 4).
En general, la tabla No. 14 contiene los mismos datos que la 13, pero presenta la
ventaja de que la sumatoria individual de las recepciones ofrece ya una información
importante: unos alumnos son seleccionados mayor número de veces que otros; por
ejemplo, ya en esta segunda tabla podemos observar cómo la alumna No. 5 (Aurora) ha
recibido el mayor número de selecciones, mientras que el alumno No. 3 (Luis) no ha sido
seleccionado.
4. Ya con este cuadro puede procederse a la confección del sociograma, que es la
representación gráfica de un grupo, en la que se expresan las relaciones existentes entre
sus miembros con arreglo a un determinado criterio, en este caso respecto a la pregunta
que les fue formulada inicialmente por el profesor. Aquí los sujetos son representados
mediante determinados símbolos (círculos, triángulos u otros) y por sus respectivos
números (es común también identificar a los sujetos por la primera sílaba de su nombre),
como se muestra en la figura 6.
Cuando (como en este caso) el grupo es mixto, se acostumbra a representar con
símbolos diferentes a los individuos de cada sexo.
Las relaciones entre los miembros del grupo se representan mediante líneas
terminadas en flechas que parten del sujeto que hace la selección y terminan en el sujeto
escogido o seleccionado. Se recomienda que en este gráfico las flechas que indican cada
selección se diferencien por el color o por cualquier otro indicio. Por ejemplo, podemos optar
por identificar todas las primeras selecciones del sujeto por el color rojo, las segundas por el
color azul y las terceras por el color verde.
Leyenda:
Fig. 6 Sociograma.
Es recomendable, para ubicar los símbolos, seguir determinado orden. Para ello se
pueden situar estos, según la cantidad de selecciones, en diferentes zonas de cuatro
círculos concéntricos, ubicando hacia el centro los sujetos que recibieron un número mayor
de selecciones y hacia los extremos, en orden decreciente, los símbolos de los sujetos que
obtuvieron menor cantidad de selecciones, de tal manera que queden en el último círculo
concéntrico los sujetos que no fueron seleccionados por nadie. En el interior de las zonas
intermedias se colocan los símbolos de los sujetos cuyo número de selecciones corresponde
a más de la mitad del número máximo, y en el exterior los que han obtenido menos de la
mitad del número máximo de selecciones recibidas.
En la confección del sociograma deberá tenerse presente no repetir símbolos, es decir,
el número de estos debe corresponderse con el número de sujetos. Por otra parte, con
vistas a dar claridad al sociograma para su posterior interpretación y en función de la
estética, se tendrá en cuenta que las flechas no atraviesen los símbolos y que no sean
quebradas ni curvas.
Ejemplo:
Aurora Ibrahím
Aislados: son los individuos que no han sido escogidos por nadie en el grupo.
Ejemplo:
Luis
Cadenas: una persona escoge a otra que a su vez escoge a una tercera y así
sucesivamente.
Ejemplo:
Islas: son parejas u otros grupos más amplios, separados del resto del grupo, es decir, no
escogidos por ninguna otra persona fuera de su pequeño círculo. Se trata de circuitos
cerrados en forma de parejas (dos miembros), triángulos (tres miembros), o rectángulos
(cuatro miembros).
Ejemplo:
Carmen
Mario Amanda
Polarizadores de primer grado, estrellas o líderes: son los individuos que reciben el
mayor número de selecciones.
Ejemplo:
siempre
De esta forma, las elecciones más intensas se inscribirán en la columna de la izquierda
(siempre), las menos intensas en la columna de la derecha (nunca), y las demás quedarán
distribuidas en las columnas intermedias de acuerdo con las inclinaciones del sujeto
sometido al test.
La referentometría es una variante del método sociométrico que permite poner en
evidencia un círculo de personas significativas para el individuo por su valoración de las
cualidades de la personalidad, los modos de comportamiento, las opiniones y orientaciones
y demás, es decir, su grupo de referencia (que no se descubre empleando el método
sociométrico tradicional). El método referentométrico consiste en lo siguiente: después de
cumplida la tarea propuesta al grupo por el investigador en relación con la apreciación mutua
(por ejemplo, sobre quién es verdadero compañero o alumno capaz), las evaluaciones se
colocan en sobres separados con el nombre y apellidos del evaluador; después se propone
a cada miembro del grupo conocer las opiniones de los compañeros, pero de las treinta o
cuarenta personas que emitieron juicios, se observa que el sujeto sometido a prueba, busca
conocer la valoración de aquellos miembros del grupo que para ella tienen mayor
significación, de acuerdo con aquellas cualidades que más estima, y revela de este modo
involuntariamente su grupo de referencia.
RESUMEN
El método sociométrico tiene como objetivo conocer la estructura de un grupo dado,
basándose en las atracciones y repulsiones que cada miembro manifiesta hacia los demás.
De acuerdo con los resultados obtenidos de la aplicación sistemática y rigurosa del
método, el maestro puede elaborar estrategias para modificar dinámica de grupo, al ser
detectadas dificultades en este.
Uno de los más importantes resultados de la aplicación del método sociométrico es la
detección de alumnos aislados por sus compañeros, puesto que permite investigar las
posibles causas del aislamiento y buscar medios para integrar estos individuos al grupo.
El método sociométrico presenta una serie de ventajas que hacen recomendable su
conocimiento y utilización por parte del maestro, aunque este debe tener presente las
limitaciones que le son características.
BIBLIOGRAFÍA
INVESTIGACIÓN APLICADA
Investigación teórica
fundamental
Investigación teórica
Fundamental orientada
Investigación
aplicada
Fig. 2 Interacción entre los diferentes tipos de investigación y su incidencia en la práctica social.
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
CONSISTENCIA LÓGICA
FORMULACIÓN ADECUADA
La hipótesis debe formularse en términos científicos, sobre la base del arsenal teórico-
metodológico de la ciencia y presentar una redacción clara y precisa. Los conceptos que la
integran deben estar definidos correctamente, tanto desde el punto de vista teórico, como en
sus manifestaciones concretas. Se deben precisar los aspectos observables de los
conceptos teóricos de manera que se puedan confirmar. La claridad en la formulación de
una hipótesis constituye una condición importante para someterla a comprobación empírica,
así como también para comunicarla a otros investigadores.
La hipótesis debe tener el mayor grado de generalidad posible respecto a los hechos
disponibles. Es decir, debe abarcar el mayor círculo de fenómenos de la realidad dentro de
lo permisible, atendiendo al número y calidad científica de los datos empíricos que la validan.
El grado de generalidad de la hipótesis está íntimamente vinculado con otras
características como la información y la abstracción. La información expresa la capacidad de
la hipótesis para reflejar las cualidades y regularidades esenciales de la realidad. Está
relacionada con su nivel de abstracción teórica, o sea, con su capacidad de profundizar en
las cualidades y leyes esenciales de la realidad.
Las relaciones entre estas características de la hipótesis son las siguientes: a mayor
nivel de abstracción teórica, mayor capacidad de información y generalidad.
El nivel de información, generalidad y abstracción teórica de la hipótesis se
correlaciona positivamente con su fuerza lógica. La fuerza lógica expresa la potencia
deductiva de una formulación científica y la posibilidad que ésta ofrece para que a partir de
ella se puedan inferir otras proposiciones científicas. El metodólogo M. Bunge señala al
respecto: “De dos hipótesis, la de mayor capacidad lógica, será aquella a partir de la cual en
forma deductiva, puede obtenerse la otra”.
Esto significa que las hipótesis teóricas, en una disciplina científica, presentan un
mayor grado de generalidad e información que las hipótesis empíricas, ya que las primeras
sirven de punto de partida para inferir estas últimas. Es decir, mientras mayor sea el nivel
teórico de las formulaciones científicas mayor será su fuerza lógica.
Las hipótesis no solo persiguen explicar los fenómenos, sino también pronosticar los
hechos desconocidos. Por ejemplo, para la psicología educacional es importante poder
pronosticar con cierto grado de probabilidad, el comportamiento de un grupo escolar ante
determinadas situaciones, el rendimiento intelectual de un alumno ante las tareas futuras,
etcétera.
La capacidad predictiva de la hipótesis es directamente proporcional a su nivel de
generalidad, abstracción, información y fuerza lógica: mientras mayor sea el círculo de
fenómenos que abarca la hipótesis, así como el grado de información que proporciona sobre
estos, mayor capacidad de predicción presentará. De igual modo, a mayor fuerza lógica
(capacidad deductiva), mayores serán las conclusiones empíricas que pueden derivarse de
ella, por lo que se eleva su capacidad predictiva.
Un requisito importante que debe cumplir toda hipótesis científica, es que se pueda
someter a un proceso de confirmación empírica mediante la práctica social. Además, debe
reunir las condiciones para poder someterse a contrastación empírica, ya sea en el proceso
de la investigación científica o en otras modalidades de la práctica social (técnica,
pedagógica, cultural, económica, etcétera).
NIVELES DE LA HIPÓTESIS
Está dado por el grado en que la hipótesis está avalada por el sistema de
conocimientos científicos ya establecidos.
La fundamentación teórica de la hipótesis eleva la probabilidad de que esta pueda dar
un conocimiento verdadero y profundo sobre la realidad. Atendiendo a su nivel de
fundamentación podemos señalar diferentes grados de elaboración de la hipótesis:
Suposición. Es una simple conjetura del investigador que no está fundamentada
científicamente. La suposición es el resultado de la actitud exploratoria del científico, la que
genera ideas intiutivas y especulativas sobre la naturaleza de los fenómenos. Además de no
estar fundamentada teóricamente, la suposición carece regularmente de claridad y es difícil
de comprobar por medios empíricos, si la suposición es lo suficientemente analizada y
procesada puede formarse a partir de ella una hipótesis de trabajo.
Hipótesis de trabajo. Es una hipótesis provisional que utilizamos como un medio
auxiliar en el proceso de investigación. La hipótesis de trabajo es una conjetura razonable,
pero que presenta un nivel de apoyo muy limitado en el conocimiento científico establecido,
aunque suficiente para que lo aceptemos provisionalmente como hipótesis. También
contribuye a instrumentar la investigación y a orientar la búsqueda de datos empíricos.
Las investigaciones exploratorias se basan, por lo general, en hipótesis de trabajo. Este
tipo de estudio persigue justamente revisar, precisar y enriquecer la hipótesis de trabajo, así
como encontrar datos empíricos que posibiliten su fundamentación, de manera que se
pueda convertir en una verdadera hipótesis científica. Por ejemplo, un experimento
pedagógico puede estar dirigido a buscar datos empíricos que apoyen la hipótesis de trabajo
siguiente: las actividades docentes X1, X2, X3, contribuyen a formar convicciones morales
en el educando.
Hipótesis científica. Es una conjetura razonable que cumple una serie de requisitos y
se caracteriza por presentar una fundamentación teórica sólida. Como ya hemos explicado,
la hipótesis científica se infiere lógicamente de un sistema de conocimientos teóricos
empíricos, lo que eleva su probabilidad de que sea verdadera. La hipótesis científica es
deducible de leyes conocidas.
Este criterio nos permite distinguir dos niveles de hipótesis en el plano cognoscitivo:
Una de las fases más difíciles del proyecto de investigación exigido para el grado es la
elección de un problema adecuado. Es probable que el principiante elija un problema que
sea demasiado amplio y ambicioso. Esto puede ser debido a su falta de comprensión de la
naturaleza de la investigación y de la sistemática en la solución de problemas. Y puede
también deberse a su entusiasta –pero ingenuo-deseo de solucionar un importante problema
rápida e intuitivamente.
Los que tienen mayor experiencia saben que la investigación es muchas veces
aburrida, penosamente lenta y en raras ocasiones espectacular. Saben que la búsqueda de
la verdad y la solución de problemas importantes exigen una gran cantidad de tiempo y
energía y la intensa aplicación del pensamiento lógico. La investigación hace su contribución
al bienestar humano mediante innumerables pequeñas adiciones a la cultura. El investigador
tiene alguna de las características de la hormiga que lleva al hormiguero su simple grano de
arena.
Antes de considerar los modos de identificar los problemas parece aquí indicada una
discusión sobre algunas de las características de la investigación y las actividades del
investigador. La investigación es con más frecuencia una cuestión de equipo que de
individuo. Los investigadores que trabajan en grupo atacan los problemas por diversos
caminos, poniendo en común sus conocimientos y comparando los resultados de sus
afanes. Los descubrimientos muy divulgados resultan de los esfuerzos acumulados de
muchas personas trabajando en equipo durante largos períodos de tiempo, y raramente son
el producto de un solo individuo que trabaja aislado.
II.1.1. Notas
Los trabajos universitarios de investigación han estado sujetos a bastante crítica, por
parte de la comunidad académica y por el público en general. El primer proyecto de
investigación de un estudiante es, por lo común, una exigencia de la Universidad para
satisfacer en parte los requisitos de un curso o para la obtención de un grado superior. La
motivación inicial puede no ser el deseo de entregarse a la investigación, sino la necesidad
práctica de satisfacer una exigencia.
II.2.1. Limitaciones
Por desgracia, pocas investigaciones llevadas a cabo para satisfacer las exigencias
universitarias contribuyen de un modo significativo al desarrollo de nuevas teorías o a la
mejora de la práctica educativa. Las limitaciones de tiempo y de recursos financieros, la falta
de experiencia de los investigadores, y el uso académico de partir de proyectos de
investigación relativamente seguros, actúan obstaculizando y limitando el logro de
contribuciones significativas en este campo.
Pero los proyectos de esta clase se hallan justificado sobre la base de que cuando el
estudiante haya adquirido cierta competencia en los métodos de investigación, usará su
“conocimiento” para buscar soluciones a problemas educativos, aportando así su
contribución al cuerpo de doctrina sobre el que se basa la práctica profesional.
Muy a menudo estas esperanzas no se cumplen porque relativamente pocos
estudiantes que han pasado por esta experiencia de la investigación, particularmente en
educación, llevan a cabo investigaciones posteriores.
II.2.2. Explicaciones
Esta falta de una fuerte tradición investigadora en pedagogía es lamentable, por lo que
debe ser explicada parcialmente.
No todos los estudiantes graduados en educación lo son de dedicación completa, y, en
consecuencia, suelen ser víctimas de las exigencias competitivas de enseñanza, supervisión
de actividades, atender conferencias y actos o participar en actividad administrativa. Muchos
de ellos no se encuentran en la institución educativa en la época de redactar su tesis o
disertación, y carecen del estímulo intelectual continuado de la facultad universitaria, de las
discusiones de sus compañeros graduados, de los recursos disponibles de la biblioteca, y de
la oportunidad que tiene un estudiante en dedicación completa para absorber la atmósfera
académica de la comunidad universitaria.
Estos estudiantes tienden a seleccionar problemas estrechos, prácticos, que se
encuentran relacionados cerradamente a su experiencia escolar. Estos problemas suelen
ser investigaciones de bajo nivel con muy poca influencia para la teoría.
II.2.3. Trabajos y tesis
II.3.2. Sugerencias
La lista siguiente puede sugerir algunas áreas problemáticas para las cuales es posible
definir cuestiones de investigación.
Para aquellos miembros de la clase que no son profesores, algunas de las áreas de
problemas relacionadas pueden ser idóneas en una agencia social, hospital o en situaciones
industriales.
1. ¿Es éste el tipo de problema que puede ser eficazmente resuelto mediante el
proceso de la investigación? ¿Pueden ser recogidos datos relevantes para probar la
teoría o encontrar la respuesta al problema bajo consideración?
2. ¿Es el problema significativo? ¿Se halla implicado en él un principio importante?
¿Produciría la solución alguna diferencia en lo que se refiere a la teoría y práctica
de la educación? Si no es así, existen indudablemente problemas más importantes
que esperan ser investigados.
3. ¿Es nuevo el problema? ¿Se dispone ya de una contestación al mismo? La
ignorancia de estudios anteriores puede conducir al estudiante a perder
innecesariamente el tiempo en problemas ya investigados por otros estudiosos.
Aunque la novedad u originalidad es un dato importante, el hecho de que el
problema haya sido ya investigado no significa que merezca un estudio posterior.
Hay ocasiones en las que es adecuado replicar (repetir) un estudio para verificar
sus conclusiones o extender la validez de sus hallazgos a una situación diferente.
4. ¿Es factible la investigación? Una vez que el proyecto de investigación haya sido
evaluado, queda el problema de si es adecuado para un investigador particular.
Aunque el problema sea bueno, ¿es adecuado para mí?, ¿podré llegar a una
conclusión valiosa? Algunas de las cuestiones que se presentan son las siguientes:
c) ¿Tendré los necesarios recursos financieros para llevar a cabo este estudio?
¿Cuánto importará el equiparme para recoger los datos, la imprenta, los tests,
los viajes y los gastos de oficina? Sin el proyecto es caro, ¿qué posibilidades
tengo de obtener una beca?
Este intento de enfocar una meta clara proporciona dirección al proceso. Debe ser
suficientemente limitado para que sea posible una conclusión definida. La afirmación o
cuestión principal debe ser seguida por otras secundarias.
Las áreas problemáticas que han sido seleccionadas previamente en este capítulo no
son establecimiento de problemas. Sólo constituyen amplios sectores respecto de lo cuales
es posible seleccionar cuestiones.
Un problema sugiere una respuesta o conclusión específica. En general, existe una
controversia o diferencia de opinión. Una relación causa-efecto sólo puede ser sugerida a
base de la investigación y la experiencia personal. ¿Los niños que han tenido la experiencia
de jardín de la infancia deben demostrar mayor rendimiento en el primer curso que aquellos
que no la han tenido? ¿La participación en las competiciones deportivas en la enseñanza
secundaria perjudica el logro académico? ¿La segregación racial posee un efecto dañoso
sobre la autoimagen en grupos de niños de una minoría? ¿El conocimiento de participar en
un experimento tiene un efecto estimulante sobre el rendimiento lector de los que participan?
Estas cuadro preguntas son probablemente afirmaciones. Implican más que una recogida de
datos. Sugieren respuestas y conclusiones y proveen de un foco para la actividad
investigadora.
II.5.1.1. La hipótesis.- Aquí puede ser apropiado formular una hipótesis principal y
algunas hipótesis secundarias. Este proceder establece con claridad la naturaleza del
problema y la base lógica de la investigación, dando dirección al proceso de recogida de
datos. Una buena hipótesis tiene cuatro características básicas, y debe ser:
a) Razonable.
b) Que presente consistencia en su relación a los hechos o teorías conocidos.
c) Enunciada de modo que pueda ser comprobada y hallarse como probablemente
verdadera o falsa.
d) Expresada en términos tan sencillos como sea posible.
Es importante definir todos los términos poco usados que pudieran dar lugar a malas
interpretaciones. Esta definición ayuda a establecer el marco de referencia dentro del cual el
investigador se acerca al problema. Los supuestos que éste hace, unidos a las limitaciones y
restricciones que reconoce, deben ser expuestos abiertamente. Este reconocimiento ayuda
a dirigir la atención hacia objetivos válidos y hace disminuir los peligros de generalizaciones
excesivas.
Las variables que han de considerarse deberían ser definidas con claridad, y sin
ambigüedad en términos operacionales. Términos cuales como rendimiento académico e
inteligencia son conceptos útiles, pero no deben ser utilizados como criterios, a menos que
se definan como muestras de conductas observables. Los grados académicos asignados por
los profesores o las puntuaciones sobre tests tipificados de rendimiento son definiciones
operacionales de rendimiento. Una puntuación sobre un test de inteligencia tipificado es
una definición operacional de inteligencia. Estas medidas conducen a valores numéricos
tangibles que hacen posible deducciones estadísticas.
El énfasis debe necesariamente colocarse sobre el proceso más que sobre el resultado
o sobre su contribución a la mejora de la práctica pedagógica. Un estudio elegido para este
primer proyecto puede no tener importancia bastante para servir de tema a una tesis.
La actividad investigadora de un proyecto a escala completa puede ser una empresa
individual o de grupo. Grupos de tres a cinco estudiantes pueden trabajar juntos
ventajosamente en el planeamiento del estudio. Los sistemas de obtención de datos pueden
ser elegidos o estructurados en común. Los datos pueden obtenerse en la clase
universitaria, en la clase de enseñanza media, en las escuelas primarias o en las
comunidades donde practican la enseñanza los miembros del grupo. Sin embargo, se
recomienda que la etapa siguiente organización y análisis de los datos y redacción del
informe final-sea una tarea individual. En un proyecto de grupo existe siempre el peligro de
“dejar hacer todo a uno”, y que, incidentalmente, ese “uno” se deje escapar lo valioso de la
experiencia.
Recomendar la combinación del esfuerzo de grupo en las etapas iniciales y el esfuerzo
individual en las finales representa un compromiso que parece eficaz, y permite a los
estudiantes realizar un estudio en un período de tiempo corto con una razonable oportunidad
para el progreso personal en este proceso. Para quienes piensan redactar una tesis como
parte de los requisitos para obtener un grado universitario, este primer proyecto puede servir
de preparación. Para otros puede ser la iniciación de un estudio susceptible de subsiguiente
ampliación en una tesis.
II.8. RESUMEN
1. Los siguientes temas de investigación son inadecuados. revisar cada uno de tal
modo que pueda ser apto para un proyecto de investigación de curso o indicar por
qué es impracticable revisarlo.
1. Grupo muestra.
2. Instrumentos de recogida de datos.
3. Métodos de análisis
i) Proponer el horario.
II.10. BIBLIOGARFIA
Toda investigación responde a una pregunta central. A partir de ella es posible formular
hipótesis, supuestos o más preguntas. Puedes formular las hipótesis en oraciones
afirmativas o negativas (nulas o estadísticas). Plantea los supuestos como aseveraciones.
Las hipótesis y los supuestos relacionan dos elementos (variables), pero hay una diferencia:
la hipótesis tiene que ser comprobable estadísticamente. Es posible que una investigación
sólo tenga uno o varios de estos elementos, los cuales necesitan estar relacionados con la
pregunta central. En cualquier caso, hipótesis, supuestos o preguntas deben concordar con
la definición del problema de investigación, los objetivos, el diseño y el análisis de la
información que llevarás a cabo.
Por lo general, las hipótesis se usan cuando la investigación es cuantitativa; en cambio,
los supuestos y las preguntas se emplean principalmente en investigaciones cualitativas.
El vocablo hipótesis es de origen griego, pero llega a nuestro idioma por medio del latín. En
español se utiliza indistintamente en singular y en plural. Sin embargo, algunos autores aún
emplean hipótesis para el singular e hipóteses para el plural, tal como se dicen en latín.
En general, se recomienda usar los vocablos en español y, por tal motivo, se prefiere
hipótesis en ambos casos.
En las hipótesis y los supuestos hay implícita una relación entre dos elementos llamados
variables. Las variables son los atributos que se miden en las hipótesis. Son factores que
explican los resultados y determinan las diferencias entre éstos para establecer
comparaciones. Son los elementos relacionados en una hipótesis.
Por ejemplo, si la hipótesis es: “Existe un mayor número de plantas comestibles en
climas cálidos que en climas fríos”, los elementos que se están relacionando son: 1. Plantas
comestibles, 2. climas cálidos, 3. climas fríos. Estos tres elementos son las variables.
Se le llama variable independiente al elemento que actúa sobre el otro, el cual se
conoce como variable dependiente. En este ejemplo, las variables independientes son los
climas. La variable dependiente es “plantas comestibles”.
Cuanto mayor sea el número de variables, más complejo es el problema. Lo
importante es que en la redacción de las hipótesis se considere la relación entre dos o más
elementos.
“Los alumnos que asisten al curso especial de metodología escriben sus tesis entre
los seis meses y al año de haber terminado su carrera. Aquellos que no llevan un
curso especial tardan más de un año en realizar su tesis”. (la segunda parte de este
ejemplo se considera hipótesis alternativa).
“La computadora con regulador trabaja 100% del tiempo sin fallar. La computadora
que se utiliza sin regulador solamente trabaja 80% del tiempo sin fallar”. (la segunda
parte de este ejemplo se considera hipótesis alternativa).
“Las plantas amargas son venenosas”. Ésta no puede ser una hipótesis válida, pues
se tendría que especificar qué tan amargas y qué tan venenosas deben ser. Así es un
supuesto.
Ejemplo:
En esta hipótesis se indica que se espera que haya diferencias, pero no se plantea la
dirección que tendrán. Dicho de otro modo: no se sabe si los niños de mayor coeficiente
tendrán un nivel más alto o más bajo.
La misma hipótesis planteada direccionalmente sería: “Los niños con coeficientes
intelectuales altos tendrán un nivel de ansiedad mayor que los niños con coeficiente
intelectual bajo”.
La hipótesis nula también se conoce como hipótesis estadística. Se llama así porque
permite al investigador determinar con cuál método de probabilidad o estadístico se
obtendrán los resultados de la investigación. Además de la probabilidad, también se puede
establecer el grado de relación que existe entre las variables. Estas hipótesis se redactan en
forma negativa.
Ejemplo:
Si utilizamos el ejemplo anterior, la hipótesis nula es: “No existe diferencia en los niveles de
ansiedad entre niños con coeficiente intelectual alto y aquellos que tienen coeficiente
intelectual bajo”.
Al utilizar la hipótesis nula, es posible determinar el análisis estadístico que se llevará a
cabo. Cuando el trabajo finaliza, es más fácil validar una hipótesis nula que una hipótesis
direccional. La primera representa exactamente lo contrario del supuesto del investigador,
quien la utiliza porque, si en los resultados se rechaza la hipótesis nula, la hipótesis del
investigador habrá sido comprobada. Aunque no corresponde a los autores de este manual
explicar si es o no conveniente utilizar la hipótesis nula, se aconseja emplear la hipótesis
direccional cuando la teoría es tal que se tiene una dirección concreta. En otras palabras,
debes usarla cuando la teoría incluye evidencia persuasiva para que exista esa
direccionalidad. En caso contrario, es mejor emplear la hipótesis nula.
En informes de investigación no son necesarios los adjetivos y los adverbios. Ejemplo: Ese servicio que
ofrece la universidad es necesario por la mala organización con que cuenta. El adjetivo mala es
innecesario. Si se elimina, la oración no cambia. Recuerda que el escrito debe ser objetivo. No tiene que
mostrar los juicios del autor y, por lo general, los adjetivos y los adverbios revelan cómo éste percibe la
situación. Entre menos palabras utilices, más objetivo será tu trabajo. Ejemplo: como vimos
anteriormente, esto es parte del proceso. En este caso no necesitas escribir la primera parte. Es
mejor iniciar con el sustantivo correspondiente a “esto”: la frustración es parte del proceso. Además,
evita las palabras que muestran juicio como: bueno feo, grande. También evita vocablos que generalicen
como: todos, siempre, nunca.
Formula la hipótesis de manera que la predicción completa que propones pueda ser
manejada con una sola prueba. No es posible rechazar una parte de la hipótesis sin
rechazarla del todo. Es mejor dividir la hipótesis en dos. Siempre es preferible tener varias
hipótesis pequeñas que una grande, ambigua y difícil de validar en su totalidad. Cuando las
variables que deseas presentar son múltiples, es recomendable presentar la más importante
en primer término y subordinar a ésta las secundarias o aquellas que son variaciones de la
primera.
Formula la hipótesis de la manera más sencilla posible. Se recomienda mantener la
hipótesis con una sola variable independiente y, desde luego, una sola variable dependiente.
Cuanto más variables incluyas en una hipótesis, más completa será ésta y tal complejidad
se refleja en tu trabajo. Si tienes diferentes variables independientes, lo mejor es establecer
más de una hipótesis.
Los siguientes son algunos criterios para formular hipótesis:
Escribe las hipótesis con claridad. La falta de precisión no sólo confunde al lector, sino al
propio investigador. Recuerda que una hipótesis consiste en una relación entre dos
variables. Dicho de otro modo: cuando la variable independiente mejora, la dependiente
empeora, mejora también o queda igual, pero algo debe sucederle a esta variable. Si no
existe esta relación, no hay hipótesis. Por claridad, es indispensable definir las variables y
que éstas sean medibles estadísticamente.
La diferencia entre las hipótesis y los supuestos es que, aunque éstos también son
soluciones tentativas a tu problema de investigación, su validez se comprueba mediante
información empírica, reglas de lógica o en forma cualitativa, no estadísticamente. Los
supuestos son conjeturas acerca de características, causas de una situación específica,
problemas específicos o planteamientos sobre el fenómeno que vas a estudiar. Los
supuestos no se redactan en términos estadísticos, aunque es posible utilizar estadística
descriptiva para respaldar o rechazar los supuestos. Su validación puede ser sólo cualitativa
y no cuantitativa. No tienes que plantearlas por fuerza en términos de causa-efecto o de
relaciones entre elementos concretos.
Los siguientes son supuestos:
Los videojuegos afectan la lectura que los niños de primaria llevan a cabo en sus
tiempos libres.
El tiempo de lectura ha disminuido en los niños de primaria desde que existen los
videojuegos.
En ninguno de estos casos puedes cuantificar los sustantivos que se utilizan en las
oraciones; por tanto, debido a que no tienen las características de una hipótesis, ambas son
sólo supuestos. Plantea un supuesto cuando no puedas validar las variables en el aspecto
estadístico.
Ciencias
Agrícolas ¿Cuáles son las Existen ventajas y Determinar las Existen mayores
ventajas y desventajas de la ventajas y ventajas que
desventajas de la monocultura de la desventajas de la desventajas de la
monocultura de la cosecha en el estado monocultura de la monocultura de la
cosecha en el estado de Morelos. cosecha en el estado cosecha en el estado
de Morelos? de Morelos. de Morelos.
Las ventajas de la
monocultura de la
cosecha en el estado
de Morelos son…
(igual para
desventajas)
(hipótesis)
¿Qué teorías Los orígenes de la Distinguir las teorías La teoría de Darwin
fundamentan los agricultura tienen que fundamentan los fundamenta los
orígenes de la diversas teorías. orígenes de la orígenes de la
agricultura? agricultura. agricultura.
(supuesto)
Naturales ¿Cuál es la toxicidad Es necesario Precisar la toxicidad LA toxicidad de las
de las solanáceas? determinar la de las solanáceas. solanáceas depende
toxicidad de las de su género y
solanáceas. especie.
(Supuesto)
¿Cómo se explican Los huracanes del Explicar las causas En el Caribe existen
físicamente los Caribe son físicas de los causas físicas
huracanes del físicamente huracanes del Caribe. específicas de la
Caribe? explicables. región que provocan
los huracanes.
(Hipótesis
(continúa)
Cuadro 8.1
Ejemplo de hipótesis, supuestos o preguntas (continuación)
salud ¿Qué diferencia hay en el Hay una discrepancia en Mostrar las El proceso de
proceso de recuperación el proceso de diferencias en el recuperación
postoperatorio entre los recuperación proceso de postoperatorio en los
pacientes que reciben postoperatorio entre los recuperación pacientes que reciben
acompañamiento pacientes que reciben postoperatorio entre acompañamiento
psicológico y los que no lo acompañamiento los pacientes que psicológico es más
reciben? psicológico y aquellos reciben rápido que en
que no lo reciben. acompañamiento aquellos que no
psicológico y los que reciben este
no lo reciben acompañamiento.
(Hipótesis)
¿Cuál es la relación entre Existe una relación entre Revelar la relación La salud mental
salud mental y estado salud mental y estado entre salud mental y depende del estado
civil? civil. estado civil. civil.
(Supuesto)
Sociales ¿Cuál es el efecto del El déficit federal tiene un Exponer el efecto del El efecto del déficit
déficit federal en la efecto en la economía en déficit federal en la federal en la
economía de México? México. economía en México. economía en México
es la falta de liquidez
(Supuesto)
¿Cuál es la relación entre Hay una relación entre Correlacionar los Hay una correlación
los hábitos televisivos de los hábitos televisivos de hábitos televisivos de estrecha entre la
los adolescentes y la los adolescentes y la los adolescentes y la delincuencia en el
delincuencia en el Distrito delincuencia en el delincuencia en el Distrito Federal y los
Federal? Distrito Federal. Distrito Federal. hábitos televisivos de
sus adolescentes.
No hay correlación
entre…(Hipótesis)
¿Cuál es el efecto de las Existe un efecto de Verificar el efecto Las tareas disminuyen
tareas en el rendimiento las tareas en el de las tareas en el el rendimiento escolar
escolar de los alumnos de rendimiento escolar rendimiento escolar de los alumnos de
primaria? de los alumnos de de los alumnos de primaria (Hipótesis)
primaria. primaria.
Ingeniería y arquitectura
Ingeniería ¿Cuáles son las Los procesos de la Manifestar las Las consecuencias
consecuencias ecológicas de manufactura de los consecuencias ecológicas de los
los procesos de la metales para uso ecológicas de los procesos de la
manufactura de los metales espacial tienen procesos de la manufactura de los
para uso espacial? consecuencias manufactura de los metales para uso
ecológicas. metales para uso espacial tienen que
espacial. ver con la
contaminación del
aire, agua y tierra.
(Supuesto)
Arquitectura ¿Cuáles son las diferencias En la ciudad de Comparar las Las diferencias en las
entre las características de la Puebla se pueden diferencias entre características de la
arquitectura clásica y la comparar las las características arquitectura clásica y
medieval en la ciudad de características de de la arquitectura la medieval en la
Puebla? la arquitectura clásica y la ciudad de Puebla se
clásica y la medieval en la observan en las
medieval. ciudad de Puebla. columnas, techos,
cimientos…(Supuesto)
8.13 Resumen
Los dunne-za, una rama de la tribu de los atabascos, dicen que una persona que habla
desde la autoridad de su experiencia “sabe un poquito de algo”. El conocimiento, dicen los
mayores, da poder para vivir en este mundo con inteligencia y comprensión (Ridington
1990). Los hombres y mujeres de los dunne-za tienen la esperanza de que sus hijos
obtengan poder mediante la observación de los animales y de las fuerzas de la naturaleza
que los rodea, consistentes en una serie de búsquedas llamadas “búsquedas con la vista”.
Cada uno “sabe algo” a partir de estas experiencias y de los relatos que surgen de ellas.
Las metas de los docentes-investigadores, como las de los dunne-za con sus
“búsquedas”, consisten en “saber un poquito de algo” sobre las habilidades y estrategias de
aprendizaje de sus alumnos. El nuevo conocimiento no sólo capacita mejor al docente para
comprender a los alumnos y su mundo, sino también les confiere poder a los aprendices
mismos.
Los docentes-investigadores de todos los niveles (desde el de educación inicial Hasta
el universitario) se vuelcan cada vez más a los métodos cualitativos o etnográficos de
investigación. Los estudios observacionales ayudan al docente a comprender el mundo del
alumno desde el punto de vista del alumno en lugar de hacerlo desde el punto de vista
de la propia cultura de los educadores. En la investigación docente, los alumnos son
informantes que nos ayudan a comprender las recetas para desenvolverse en su cultura y
las estrategias de aprendizaje que emplean. Y resulta central para el rol de informantes que
sean colaboradores activos en la tarea.
A menudo, tan pronto como comienzan su investigación en el aula, los adolescentes se
sienten abrumados; hay tanto para estudiar que se preguntan cómo pudieron empezar otros
colegas. Como escribe Glenda Bissex: “Un docente-investigador puede no empezar con una
hipótesis para comprobar, sino con un interrogante por resolver” (1987, p. 3). Todos los
adolescentes tienen interrogantes que vale la pena profundizar. El comienzo de la
investigación docente consiste en trasformar esos interrogantes en pregunta.
Se hace referencia aquí al nivel educativo que se denomina Parvulario en España, Jardín de Infantes en la Argentina
y Kindergarten en los Estados Unidos. El lector encontrará en la página 278 un cuadro comparativo de niveles educativos
en diversos países. (T)
Metodología utilizada en el proceso de adquisición de la lectoescritura. (T)
Observo que, cuando me muevo por el aula para preguntar”¿Cómo marcha eso?”, obtengo muy pocas
respuestas.
Con frecuencia termino sintiéndome como una intrusa, que interrumpe sus procesos…También me
resulta difícil saber cómo y cuándo dar espacio a las consultas. Por ejemplo, hoy tenía cinco alumnos
listos para hacerme preguntas sobre el primer borrador de su redacción, pero tuve tiempo sólo para dos.
Durante una consulta, otros alumnos me interrumpieron tres veces. Y no tuve tiempo de hacer otras
breves de contenido. Me siento confundida y sobrepasada.
A medida que el período lectivo avanzada, Kim pudo guiar sus preocupaciones hacia
las preguntas de investigación: ¿Cuál es el papel de la consulta en un taller de
escritura de la escuela secundaria? ¿En qué difieren las consultas entre
compañeros de la consulta al maestro?
La maestra de primer año Christina Randall utilizó también la escritura para
concentrarse en sus preocupaciones sobre su interacción con los alumnos. Pero sus
observaciones la llevaron a preguntas muy diferentes:
Hay situaciones en que se tiene que trasladar la clase y eso provoca desorden entre los niños. Ir a
almorzar es uno de esos momentos. Necesitamos quince minutos por lo menos para lavarnos las manos,
ponernos los abrigos y limpiar el aula. Normalmente, hay otra clase esperando. La semana pasada
ocurrió prácticamente lo mismo.
En camino hacia el edificio principal, lo descubrieron. La fila se detuvo. “¿Qué es eso?”. “¿Es una estrella
de mar?”.”¿Qué hace esa estrella de mar sobre una almeja?”. “Miren, la almeja abrió su concha.” Las
preguntas son tan rápidas que no hay tiempo para contestarlas. Todos estamos fascinados con el
acuario de agua salada. De mala gana, me alejo de la pecera con un “Vamos, niños. Más tarde podemos
volver a verlo”. Las preguntas continúan después del almuerzo y durante el resto de la jornada. A los
pocos días, el acuario empieza a asomarse en las composiciones.
Para crear un entorno lingüísticamente rico, aproveché el interés en el tema. Escribimos un relato en
grupo, fuimos a buscar material y volvimos al edificio principal con el cuaderno de notas en mano.
¿Momento de enseñar? Como docente en busca de temas estimulantes, no podía dejarlo pasar.
Momento de enseñar. Práctica apropiada para el desarrollo. Enfoque procedimental. Aprendizaje
cooperativo.
Medio ambiente no restrictivo. Lengua integral.
Estos términos en boga sugieren que se pase de concentrarse en la manera como el niño tiene éxito con
el currículo a la manera como el currículo tiene éxito con el niño.
¿Pero el éxito está determinado por el resultado de las pruebas o por los procesos
observados y documentados?
Si el currículo es rico y variado en actividades de construcción del lenguaje, ¿Qué ocurre con
las clases de apoyo como la terapia del lenguaje? ¿Es necesario separar a los niños y
ponerlos en clases de apoyo para trabajar en habilidades específicas?
Como Christina, muchos docentes tienen que dar vueltas hasta llegar a las preguntas.
Con frecuencia las preguntas de investigación empiezan con una sensación de tensión.
Christina quiere ver más allá de los seductores términos de moda y de una implementación
rápida de nuevos métodos de enseñanza para tratar de entender qué sucede realmente con
el desarrollo del lenguaje en sus alumnos y qué implica esto para los sistemas de
intervención establecidos en las escuelas. Kim desea comprender por qué sus expectativas
sobre las consultas están con tanta frecuencia a contramano de las de los alumnos y cómo
podría afectar esto las futuras consultas con los alumnos.
No resulta sorprendente que en inglés la palabra ‘questión’ [pregunta] derive de
‘quest`[búsqueda]. Los docentes-investigadores se embarcan en un tipo nuevo de búsqueda
cuando procuran encontrar en el aula temas de investigación. Quieren preguntas de
investigación que puedan guiarlos a una nueva visión de sí mismos en tanto docentes y de
sus alumnos en tanto aprendices. Esas preguntas implican, a menudo, ver los alumnos bajo
otra luz.
Jack Campbell, un docente investigador de Fairbanks, Alaska, advirtió la necesidad de
observar con más detenimiento a sus alumnos y su cultura si deseaba ayudarlos a ser
mejores escritores.
En el último año ha observado que a los escritores nativos les cusa confusión el modo como se corrigen
sus escritos. Al recibir la retroalimentación, de su grupo…. O de mí, a veces pierden la seguridad porque
se toman la crítica como algo “personal”. Cuando estas críticas se dirigen a trabajos basados en
experiencias personales….
Parecen interpretar que sus escritos son defectuosos.
Cuando un escritor novel produce su ensayo sobre sus experiencias personales, y en su momento se lo
critica, quizá por razones técnicas legítimas, su voz pierde autoridad y se desorienta. La crítica, cuando
se ejerce sin explicaciones, se vuelve una forma de tiranía cultural.
Cuando Jack pensó en modificar su enseñanza para satisfacer las necesidades de los
alumnos, quiso documentar cómo estas estrategias los afectaban. Trabajó esa dificultad de
su enseñanza hasta llevarla a las siguientes preguntas: ¿Cómo pueden dar firmeza a su
voz en la escritura los nativos de Alaska?
Natalie Goldberg aconseja a los escritores ser concretos: “No auto, sino Cadillac. No
fruta, sino manzana. No pájaro, sino gorrión. No un hombre dependiente, neurótico, sino
Harry, que corre a abrirle el refrigerador a su esposa, pensando que ella quiere una
manzana, cuando ella se dirige a la hornalla de la cocina para encender un cigarrillo…
Vayan más allá de la etiqueta general y particularicen” (1990, p. 3). Goldberg hace hincapié
en que el mejor modo de crear una pintura vívida y real con palabras es por medio de
imágenes específicas, tangibles y concretas. Lo mismo se puede decir de una buena
pregunta de un docente-investigador. Todos ellos empiezan con momentos concretos de
tensión en sus aulas: una falta de conexión en las instancias de consulta, cierta posibilidad
de lograr que los alumnos formen fila, sentimientos vulnerados cuando se sugiere una
corrección. Al mismo tiempo que los docentes-investigadores reflexionaban sobre estas
tensiones, empezaban a concentrarse en temas más amplios de la cultura, el aprendizaje y
la estructura escolar. Las preguntas que se hicieron no apuntaban a soluciones fáciles de
errores en la técnica del aula. Mientras que esos interrogantes podrían ser de ayuda para su
metodología, las exploraciones tienen consecuencias aun mayores: implican la comprensión
de los alumnos y de la enseñanza de maneras más profundas.
Frecuentemente, esta intención de una nueva comprensión va más allá de las puertas
del aula. Joan Merriam, una maestra de cuarto año de sala de materiales, estaba feliz con el
éxito de sus alumnos. Pero su estudio del caso de Charles empezó cuando se dio cuenta de
que ninguno de los que participaban en la educación escolar de Charles compartía su
definición de éxito:
En una reunión de padres nocturna, LA FAMILIA COMPLETA DE Charles entró en mi aula a la hora
convenida. Charles eligió algunos libros de poesía, sentó a su hermana menor en el sofá y le leyó
mientras yo hablaba con sus padres.
Acababan de salir de una reunión con el maestro del aula de Charles y tenían la preocupación pintada
en su cara. Cuarto año es el primer nivel de nuestra escuela en que se asignan calificaciones, de modo
que estas en el boletín eran una experiencia nueva para los alumnos.
Charles había obtenido una C en ciencias, otra C en estudios sociales e igual calificación en ortografía.
Aunque su maestra había tratado de convencerlos de que la C era una nota promedio, no estaban
convencidos. Mi elogioso informe de los progresos de Charles en lectura con una calificación A no llegó
a aplacar demasiado sus temores. Eran bastante conscientes de que The Boxcar Children [Los niños del
furgón] que Charles estaba leyendo tan bien había sido escrito para el tercer año.
Mientras la madre de Charles rotaría entre cuatro maestros. Ambos padres expresaron su preocupación
por el hecho de que tuviera alguna dificultad en estar al mismo nivel con el resto de la clase al año
siguiente. Mientras yo les aseguraba, con toda mi capacidad de convicción, que Charles progresaba, era
evidente que dejaban la reunión sin abandonar sus dudas. También a mí esa reunión me dejó con
algunas dudas. Los padres de Charles y yo habíamos funcionado en niveles diferentes. Yo estaba
entusiasmada por lo que había avanzado Charles, mientras que ellos estaban muy preocupados por lo
que debía avanzar. Al escribir el informe sobre los progresos de Charles, yo había considerado
solamente su éxito en la única hora por día que él trabajaba en mi aula. Necesitaba ver más allá a fin de
encontrar alguna manera que le sirviera para ayudarlo en su aula y en la casa.
Como resultado de esta reunión, Joan formuló dos preguntas que valía la pena
explorar: ¿Cómo podía ayudar a Charles a alcanzar un nivel de “éxito” más alto en
su aula? ¿Cómo podía ella comunicarse mejor con los padres sobre su progreso?
Joan quería ver más allá de la hora por día de Charles en su aula para entender las
necesidades del niño. La pregunta de investigación de Jack lo llevaría a la cultura de los
nativos norteamericanos para poder comprender mejor qué implicaba la crítica para sus
alumnos. Las respuestas a estas preguntas de investigación no necesariamente
convalidarían las prácticas de enseñanza de los docentes que la formularon. Más
probablemente, estos descubrirán que necesitan cambiar el modo de trabajo con alumnos y
de considerar a sus jóvenes aprendices.
Nancie Atwell, una conocida docente-investigadora de Edgecomb, Maine, recuerda sus
primeros años en esa tarea. Con el tiempo, observó que las preguntas de su investigación
cambiaban al tiempo que cambiaba la visión sobre su propia enseñanza:
Durante seis años estudié la escritura de los alumnos de ese octavo año. A lo largo de ese lapso, la
naturaleza de las preguntas que me hacían en el aula cambiaba, al mismo tiempo que cambiaban los
modos de entender mi investigación. Al principio, quería saber qué debía hacer en el aula, qué pasaría
cuando lo hiciera. Quería medir los efectos de mi enseñanza y probar mis métodos. Inevitablemente, mi
investigación era una variación de la misma pregunta: cuando actúo (por ejemplo, escribo en mi diario
mientras les digo a los alumnos que escriban en los suyos), ¿qué maravillas harán mis alumnos?..El foco
estaba puesto en mis métodos. El foco estaba en mí. Era una versión trunca de investigación en el aula.
Luego, cuando comencé a observar (verdaderamente a observar, a través del prisma de los asombrosos
estudios naturalistas de la escritura de los niños de la última década), hice a un lado aquellos métodos
de enseñanza. Mis alumnos pasaron a un primer plano y se volvieron el centro de atención. Cambié el
curso de la investigación y busqué aprender de ellos sus usos de la lengua escrita y sus puntos de vista
acerca de ella.
(Atwell 1991, pp. 315-6)
1. Lleve un diario de clase al menos durante una semana y, preferiblemente, durante más
tiempo. Resérvese un rato al principio o al final de su horario escolar para escribir en él
y reflexione sobre lo que ha observado en el aula. No hay un formato específico para
este tipo de escritura; para llevarlo a cabo, puede elegir la anotación día por día o bien
apuntar sus observaciones. Si es la primera vez que lleva este tipo de registros, tómese
un tiempo de práctica de alrededor de diez minutos por día. Póngase a anotar y no
deje de mover la mano, escribiendo sobre lo que ocurrió en su aula.
Si se traba, escriba: “Recuerdo que en la clase de hoy…” y siga adelante. Después de
varios días de este tipo de reflexiones, relea los apuntes y busque aquello que lo
sorprenda o intrigue. Vea si hay algún patrón en sus preocupaciones o satisfacciones
que merezca ser investigado.
2. Haga una sesión de tormenta de ideas con la lista de cosas que le provocan preguntas
sobre su aula. Escriba por lo menos diez cosas y no censure su lista. Concierte una cita
con sus colegas para conversar sobre ella. (Le sugerimos un encuentro fuera de la
escuela; por ejemplo, un almuerzo durante el fin de semana o en su cafetería preferida
después de las clases. ¡Gratifíquese yendo a un ambiente atractivo y confortable donde
explorar su agenda de investigación!) Mientras toma una taza de té o comparte una
comida, hable sobre su lista. Pensamos que contarle las posibilidades a un colega de
confianza puede ayudarlo a centrarse en el área que realmente le interesa.
3. Sea concreto en sus preocupaciones. Muchos docentes rechazan las primeras
preguntas o las amplían sin ninguna necesidad. No siempre creen que sus
preocupaciones son dignas de estudio. “¿Qué funciona bien en los talleres de
escritura?”, esta es una pregunta formulada más de una vez por los docentes-
investigadores.
Es demasiado global para que alguien la encuadre.
Pero cuando los docentes-investigadores nos proporcionen preguntas concretas, del
tipo “¿Cómo cambian las percepciones de Julie sobre su rol en las puestas en común a
lo largo del tiempo?”, a menudo a esta pregunta le sigue: “Pero ya sé que este tema no
es demasiado importante para estudiarlo”. Durante mucho tiempo, la investigación en
educación ha tratado de responder grandes preguntas con otras a corto término y de
gran escala que ignoran la complejidad de las interacciones del docente y el alumno.
Su investigación probablemente empezará desde un punto diferente: cada alumno y
sus necesidades en el aula.
Cuanto más concreto sea usted, más fácil le resultará desarrollar procedimientos de
investigación.
4. Una vez que ha delimitado su área, escriba la pregunta, considerándola como un
primer borrador. No se preocupe todavía por la formulación; apenas apúntela en un
papel como pregunta. Escriba tanto como sea preciso, un párrafo entero si fuese
necesario. Dése permiso para jugar, escribiendo de diferentes maneras, hasta que
tenga toda la información que desea.
Ahora, lea la pregunta otra vez. ¿Todavía está interesado? ¿Todavía tiene ganas de
investigar esa área? Si la respuesta es no, examine el proceso y vea dónde perdió el
entusiasmo. Asegúrese de que vuelve a introducir ese aspecto en su borrador antes de
pasar a la etapa de pulido.
5. Cuando esté listo para focalizar su pregunta, revise la muestra de preguntas de este
capítulo. Trate de comenzar con las suyas del mismo modo: “¿Cuál es el rol de…?”.
Puede encontrarse con que necesita hacer ajustes a su pregunta particular, pero estos
comienzos de frase frecuentemente son un buen primer paso.
6. Nuestro consejo final es lo más importante: Dése el tiempo y el permiso que necesite
para modificar su pregunta cuando prosigue con la investigación. Cuando dé comienzo
a su empresa, tenga siempre en mente el consejo del poeta Rainer María Rilke: “Sea
paciente ante todo aquello que no está resuelto en su corazón y trate de amar las
preguntas mismas”.
La caja de herramientas
Del artista
Estrategias para la recolección de datos
La investigación es, a la vez, arte y oficio. Los artistas tienen visión y fe en esa
concepción creativa. Al mismo tiempo, cuentan con muchas herramientas para ayudar a que
cobre vida. Son expertos en la manipulación de las herramientas de su oficio y, con la
práctica, alcanzan un sentido agudo de cómo las diferentes herramientas pueden darle
forma a su visión y complementarla.
Cuando lea este capítulo, imagínese como un carpintero con una caja de herramientas
vacía o como un artista con un taller despejado. Lo que nosotras intentamos hacer es llenar
su caja de herramientas y diseminar por el taller paletas, pinceles y trapos. Ni los carpinteros
ni los artistas usan todas las herramientas al mismo tiempo. Tienen martillos o pinceles
favoritos de los que se sirven a diario. Pero aunque utilicen unas pocas de las muchas
herramientas a mano, saben de qué disponen: los diferentes utensilios que los ayudarán a
explorar íntegramente sus trabajos.
Del mismo modo, cuantas más herramientas para la recolección de datos se tengan,
mejor equipado se estará para responder a cualquier pregunta. Algunas de las herramientas
son probadas y verdaderas, esenciales para el investigador. Pocos docentes pueden
emprender un proyecto de investigación sin tomar apuntes; podría compararse con un
carpintero tratando de construir una casa sin martillo. Otras herramientas que se
presentarán, tales como sociogramas y diversos tipos de encuestas, son mucho más
especializados. Puede ser que nunca se los necesite para responder a las preguntas que se
propongan, o que resulten justamente las herramientas necesarias para afinar la pregunta y
entender mejor los trabajos de los alumnos.
Este capítulo trata acerca de las cuestiones muy concretas: las herramientas que se
pueden utilizar para la recolección de datos. A medida que vaya leyendo sobre estas
herramientas, lo desafiamos a que piense en la importancia de la totalidad: cómo puede
encajar las estrategias de investigación en las rutinas de su aula. Antes de presentar las
diversas herramientas que pueden usar los docentes-investigadores, queremos mostrar
cómo dan forma a la obra de una artista, Rachael Wentworth.
Rachael es una joven pintora que trabaja en Portland, Maine. Ella nos escribió sobre
cómo usa herramientas para apoyar su trabajo. En su análisis, nos da un panorama de cómo
encajan en el conjunto de su proceso artístico:
Como pintora, me resulta importante explorar visualmente mi tema antes de levantar una herramienta
para hacer los primeros trazos. La primera que pongo en acción es el ojo. Me paro en total silencio,
sondeando la disposición de mi entorno, en busca del momento exacto que más me estimule. Ese
momento normalmente evoluciona hacia aquello sobre lo que trata la pintura. Una vez que tengo esa
chispa de entusiasmo, moderada por una rápida comprensión de lo que ocurre en la escena como
conjunto, empiezo a hacer un dibujo preliminar.
Me gusta usar carbonilla en rama, blanda, suave sobre el papel, para planificar mis ideas de
composición. Empiezo tirando líneas más o menos durante cinco minutos, dejando que la carbonilla se
desintegre apenas toca la hoja. Si quiero un área de valores oscuros, uso manos y dedos para esparcir
la carbonilla sobre la superficie. Voy a lo que es esencial aquí; no retoco nada; sólo disfruto con lo que
pasa al principio sin manipularlo ni juzgarlo.
Una vez que he entrado en calor, prosigo dibujando por más tiempo. Utilizo una carbonilla rígida y
compacta; primero del lado grueso para introducir áreas muy fuertes y hacerme de una estructura. Con
cada nuevo trazo, mis ojos se reajustan constantemente a lo que la obra requiera (una goma para un
error de cálculo, un trapo para esfumar una extensa zona de modo que se funda con el resto de la pieza,
las palmas para frotar la carbonilla)…
Aquí ya manipulado. Voy probando los primeros intentos hasta sentir que mi dibujo está completo.
Hago varios dibujos, explorando mi tema desde todos los ángulos, antes de decidirme por el que más me
entusiasma.
¡Ya estoy lista para pintar! Mi paleta de vidrio es enorme y me suministra una gran superficie lisa para
mezclar los óleos. Uso una espátula grande y cacha y mezclo una pila grande de colores que me
resultan satisfactorios, durante una hora por lo menos, antes de hacer algo sobre la tela. ¡Mezclo y
mezclo y mezclo! Observo la evolución de los colores y los comparo constantemente con el color que
veo en mi naturaleza muerta. Trato de lograr los mismos colores de mi visión.
Aplico la pintura primero con un pincel grueso mezclado con trementina, para diluir las grandes áreas de
color que hay en la tela. Más tarde, hago un trabajo de mayor detalle con pinceles y espátulas más
pequeños. Voy alternando herramientas para obtener los diferentes efectos que persigo. A veces pinto
durante horas y termino raspando la tela con una hoja de afeitar, sólo para volver a pintar sobre ella una
segunda impresión. A menudo, debo retirar lo que más quiero, con el fin de darle unidad a la obra. Pintar
es exasperante y tonificante; me exige ser subjetiva y objetiva.
Siempre me tomo el tiempo para dar un paso atrás y mirar lo que va apareciendo. No se puede ser
impaciente. Permanentemente debo renunciar a mi ego para darle cabida a lo que reclama la pintura.
Saco más de lo que dejo y dependo de la fe en mi visión para seguir gozando de la obra.
Hay muchas conexiones entre el proceso de Rachael como pintora y el trabajo de los
docentes-investigadores. La herramienta más importante con que se cuenta, como docente-
investigador, es el ojo y la perspectiva de la vida en el aula. Es preciso observar con igual
rigor a los alumnos en su trabajo. Muchas de las técnicas de recolección de datos que
brindamos a continuación ayudarán a los investigadores a encontrar diferentes perspectivas
de la vida del aula. Por ejemplo, si a usted se le hace difícil entender una escena por las
notas tomadas, tal vez pueda hacer entrevistas o la transcripción de una grabación para
volver a focalizar el asunto. Si sus entrevistas estrechan demasiado la perspectiva de los
encuentros en el aula, tal vez quiera volver al “trazo grueso” de una toma de apuntes rápida.
Rachael pone énfasis, también, en la importancia de tomarse tiempo para permitir que
aparezca la “visión verdadera”.
Hay pocos atajos que hagan sentirse cómodo con las diferentes técnicas de
recolección de datos. Rachael puede trabajar horas o semanas en una pintura, para terminar
descartándola. Ella lo acepta, en parte porque disfruta del proceso de su obra. Se divierte
mezclando colores y jugando con trazos fuertes de carbonilla. El proceso de recolección de
datos debería ser divertido. Nos encontramos con que aprendemos tanto recolectando y
analizando datos que los resultados finales de nuestra investigación se hacen menos
importantes. Como escribe Don Murray, el placer debería consistir en hacer la investigación
no en haberla hecho. Observamos que los docentes-investigadores disfrutan poniendo a
prueba una variedad de técnicas de recolección de datos, aunque sólo sea porque las
técnicas mantienen el proceso fresco y divertido.
No se abrume con las posibilidades de recolección de datos presentadas en este
capítulo. Si usted es nuevo en la investigación docente, puede tener dificultades en
imaginarse cómo conseguir el tiempo o la energía para recolectar tantos datos de tan
diferentes maneras. Sepa desde ya que no es necesario que utilice todas las técnicas de
este capítulo. Algunos de los análisis más agudos y refinados de la vida en el aula realizados
por docentes-investigadores requirieron la utilización de solamente una o dos técnicas.
Puede leer estas posibilidades y usar muchas de ellas. Pero cuando vuelva sobre su
pregunta y comience a diseñar un estudio de investigación, es probable que sean suficientes
sólo dos o tres métodos de recolección de datos. Esto es lo que debería ocurrir. Hay cierto
peligro en reunir demasiados datos, como Miles y Huberman (1984) observan:
[Usted quiere evitar los escollos de] una recolección de datos indiscriminada, parecerse a una aspiradora
que colecta cada dato, la acumulación de una cantidad tal de información que luego no tendrá tiempo
para analizar y los desvíos cuativantes pero que en última instancia son callejones que consumen
tiempo, buena voluntad y posibilidades de análisis. (p. 37)
Fichas biográficas
Muchos de los registros que se guardan como parte de las estrategias evaluativas de
observación de los niños pueden ser útiles sin necesidad de agregar nada. Las notas
tomadas durante las interacciones del grupo de literatura o los debates sobre escritura en los
que participa toda clase pueden resultar suficientes para el análisis. Es posible que no
necesite agregar nada a estos registros. Al mismo tiempo, el solo conocimiento de su
pregunta de investigación probablemente lo lleve a examinar más sus preocupaciones a
medida que toma notas.
Entre las fichas bibliográficas habituales se encuentran apuntes diarios sobre las
reuniones de consulta, planillas sobre la “situación de la clase” (Atwell 1987), listas
semanales de alumnos que deben leer ante toda la clase y los diarios llevados durante los
debates grupales de literatura.
Adaptar su ficha biográfica para satisfacer las necesidades de su investigación puede
no implicar agregados al registro que usted lleva. Por ejemplo, Chris Randall ya llevaba listas
del “estado de la clase” durante el taller de escritura. Su pregunta de investigación a
principios del período escolar de 1991 era “¿Cómo afecta el trabajo en unidades integradas
los géneros y los temas elegidos en el taller de escritura?”. Chris decidió revisar la planilla
de situación de la clase para agregar dos columnas nuevas. Añadió un espacio pequeño
para tomar notas sobre el género y el tema si parecía haber alguna conexión entre la
escritura y el trabajo de una unidad. Añadió además una columna para anotar si podía tener
necesidad de una fotocopia del trabajo.
Con este nuevo formato, fue fácil para Chris recorrer rápidamente la columna
correspondiente a género cada semana y cada mes y anotar porcentajes aproximados de
género ficcionales (F) y no ficcionales (NF) en cada niño. Al final del proyecto, Chris sumó
los números de la clase y cuantificó los usos de diferentes géneros en cada niño y en la
totalidad de la clase.
El nuevo formato complementó la ficha biográfica de Chris ya usada para anotar
hechos durante las consultas de escritura. Estos registros también resultaron útiles en su
investigación (véase fig. 1).
Como Chris, usted desarrollará rápidamente abreviaturas propias en las notas,
conectándolas con el tema concreto de investigación.
Los etnógrafos profesionales tienen dos métodos para tomar notas que dependen del
contexto cultural de su trabajo. Algunos estudios permiten a los investigadores tomar notas
in situ: cuando trabajan con sus informantes. Y lo hacen si llega a la conclusión de que ello
no tendrá un efecto negativo en el estudio.
No obstante, numerosos estudios requieren tomar notas fuera del lugar, lejos de la
cultura en observación. Un investigador que garabatea frenéticamente en los rincones puede
modificar la manera como la gente interactúa a su alrededor. En situaciones en que tomar
notas puede significar una intromisión, es preciso escribir sobre lo que se observó tan pronto
como se abandona la escena, recordando y registrando tantos detalles como sea posible.
El docente-investigador tiene algunas de las mismas restricciones del etnógrafo
profesional. A veces es difícil tomar notas intensivamente y aun así mantener el rol de
docente en la clase. Por esta razón, muchos se reservan períodos breves e intensos de
anotaciones durante el día de clase. Puede hacerlo durante el silencioso período de
escritura en un taller de escritura. Aun cuando estos momentos de toma de notas sean
breves, en esos períodos de diez minutos se puede obtener una llamativa cantidad de
información a lo largo del año.
Algunos docentes eligen tomar notas in situ, o en clase, en los momentos en que no
desean que la atención se centre en ellos. Por ejemplo, Pat McLure toma notas detalladas
durante las se
Pag. 47
NOTAS CRUDAS
Trata de interpretar lo que significan estas notas es una tarea enorme para un docente-
investigador. Cuando aprendíamos cómo se investiga, volvernos diestras para tomar notas
parecía casi una empresa mística. Los antropólogos con quienes hemos trabajado
compartieron con nosotros muchos relatos de guerra de cuando estuvieron en el “campo”,
pero poco acerca de sus procesos de crecimiento en el desarrollo de destrezas para tomar
notas. Nos dijeron que aprenderíamos al hacerlo, cuando nos llegara el momento, pero a
menudo nos sentimos perdidos en esa etapa de “hacerlo”. En el campo había miles de
incidentes y detalles que podían ser registrados. Frecuentemente, ignorábamos si
estábamos registrando los datos correctos del modo correcto.
Desde entonces, hemos aprendido algunas estrategias que nos han ayudado a poner a
punto nuestras habilidades para ello. Las notas “estilo guión” tomadas por Joan son lo que
se conoce como datos “crudos”. Una gran parte del capítulo acerca del análisis tratará sobre
cómo “cocinar” las notas crudas. Cocinar las notas es el proceso de reflexión acerca de lo
que se observa inmediatamente después de haberlas escrito.
Puede ser de ayuda presentar unos pocos ejemplos del proceso de cocción que puede
tener lugar con las notas incluso durante la fase más temprana de la recolección de datos. Si
se aprende a ir cocinando las notas a medida que se las reúne, se observará que la destreza
se desarrolla rápidamente. Aprender a tomar notas es el proceso del entrenamiento del ojo
para buscar incidentes que deleitan, crispan, desconciertan o complican durante el día. Uno
debe aprender a evaluar sus reacciones y a determinar luego rápidamente las posibles
fuentes de estas reacciones.
Un modo de comenzar el proceso de cocción consiste en dejar un amplio margen en el
papel, como hizo Joan en el siguiente ejemplo. Después de escribir sus notas iniciales
crudas, tómese un tiempo para meditar sobre lo que observa y haga anotaciones en el lado
derecho de la página. Cuando Joan reflexiona sobre sus observaciones, descubre que se
concentra en los cambios de Brandy a medida que se desarrolla como poeta.
NOTAS COCINADAS
Notas metodológicas [NM] son observaciones que implican los métodos investigativos
que usted usa. Puede anotar que está con problemas al transcribir las conversaciones
cuando los niños trabajan en pequeños grupos y decidir que necesita instalar un grabador en
el centro de operaciones. Puede no entender las interacciones entre dos niños y decidir que
necesita entrevistar a uno de ellos más tarde. Toda nota que implique cambios en el método
de investigación debería ser rotulada como NM. Pueden incluir cambios en el lugar y el
modo como se estén tomando, en la tecnología que esté utilizando en su investigación o en
el modo como trabaja con co-investigadores (colegas, alumnos o ayudantes de aula).
Notas teóricas [NT] son anotaciones que implican teorías sobre lo que ocurre en el
campo. Estas teorías pueden ser pálpitos personales sobre lo que ocurre o pueden incluir
referencias provenientes de literatura sobre investigación que respaldan lo que observa.
Notas personales [NP] son referencias que implican hechos de su vida o de la vida de
los alumnos que puedan afectar lo que se está observando. Puede ser de ayuda anotar si
está padeciendo un terrible dolor de cabeza o por una reciente discusión con su hija
adolescente la noche anterior a empezar las notas de campo. Si ocurrió algo en la escuela o
en la vida de un alumno que pueda alterar lo que está observando, esto debería ser
anotado. Puede no fijarse en este conjunto de notas en particular durante días, semanas o
meses. Cuando un conjunto de notas carece de sentido o no parece tener contexto, las
discrepancias o problemas suelen originarse en motivos personales. Una breve anotación
personal puede ayudar a recordar estas influencias mucho tiempo después de los hechos. El
cuadro siguiente brinda una idea de los tipos de preguntas que puede hacerse cuando trata
de cocinar las notas crudas usando el esquema de Corsaro.
¿Hay lugares en mis notas que exijan modificar la forma en que investigo?
1. Dónde tomo las notas
2. Cómo tomo las notas (abreviaturas, jergas, configuración de páginas)
3. La tecnología que utilizo (grabador, cámara de vídeo)
4. Cómo trabajo con co-investigadores (colegas, ayudantes de aula, alumnos)
Cabe señalar algo sobre las notas personales: estas notas nunca deben aparecer en
los registros permanentes sobre alumnos. Está bien generalizar o especular como una parte
de la base de la investigación. Pero los administradores recelan (por buenas razones
legales) de pálpitos acerca de conexiones entre el desenvolvimiento en la escuela y en la
vida del hogar cuando aparecen en archivos permanentes.
He aquí un ejemplo de cómo un grupo de notas de campo se cocinaron con el código
de Corsaro:
Escriba rápido. No corrija ni modifique cuando toma notas por primera vez. Cuando
comience a cocinarlas, sabrá cómo necesita refocalizar o volver a orientar sus energías. Son
demasiados los docentes que no se permiten ser agramaticales, descuidados, incoherentes,
obtusos y erráticos en sus notas. Si algunas de sus notas no erran sin destino,
probablemente usted se esté censurando demasiado. Si las escribe después del hecho, un
procesador de textos es algo invalorable. Sentarse en el aula ante el procesador de textos
les da también a sus colegas una sensación de que está haciendo algo importante y se
reducen las interrupciones.
Incorpore sus propios códigos en las estrategias para tomar notas. Cuando
trabaja en darle sentido a lo que observa, ¿en qué confía? Los docentes cuya memoria es
muy visual, a menudo descubren que el dibujo puede ser una herramienta muy útil para
tomar notas. Karen Ernst en su investigación utiliza el dibujo como un modo de observar:
En mi primer día como investigadora, me sentía torpe y cohibida, e inconscientemente recurrí a mi
modo habitual de interpretar (el dibujo) como método para comenzar la observación. Dibujar me
ayudó a observar el aula, me ayudó a concentrarme, a poner el foco en los detalles y me dio un
registro de lo que había notado…
Me imaginé que mi pluma estaba tocando a un niño o un objeto en lugar del papel. A través del
dibujo, pude sentir la energía de dos niñas copiándose los movimientos entre ellas (véase fig. 3).
Mi método principal para la recolección de datos era a través del registro de observaciones en mi
cuaderno espiral de notas “Diario de bocetos”, en el cual solía trabajar tanto dibujando como
escribiendo…mientras dibujaba a Booke, con su vestido verde a listas, trabajando en su mesa con
una pintura, me concentré en su pintura y esa concentración me llevó a entrevistarla, sus palabras
llenaban los espacios alrededor de mi dibujo. Juntos, palabras y dibujo capturaban el momento y el
proceso de interpretación de Brooke.
Los investigadores con quienes trabajamos opinan que sus notas constituyen por lo
común la más importante frente de datos. Suzanne Pelletier considera las notas sobre
sus clases el ingrediente clave de sus conclusiones.
Aprender a tomar notas bien es algo que no termina nunca. De vez en cuando, el
proceso puede resultar frustrante. Pero al fin y al cabo ninguna otra fuente de datos es más
importante para rastrear cómo llega uno a considerar su aula y la pregunta de investigación
de nuevos modos.
Los trabajos de los alumnos constituyen una importante fuente de datos para cualquier
docente-investigador. Los buenos maestros tienen una memoria increíble. A menudo, Con
sólo ver el diario de lecturas o el borrador de la redacción de un alumno se puede refrescar
la memoria y recrear la experiencia de cómo se produjo dentro del contexto del aula.
Una práctica de llevar registros, eficaz para algunos docentes pero esencial para los
investigadores, es la de guardar todo. No permita que el trabajo de un alumno se vaya a
su casa, a menos que se haya asegurado de hacerlo volver. La mayoría de los
investigadores que conocemos permiten que sólo un número limitado de trabajos vayan a
sus casas. Si quiere vigilar cuidadosamente los progresos y cambios de un alumno, siga el
trabajo diario de los estudiantes.
Hay modos de compartir esos trabajos con los padres y aun así asegurarse de que los
guarda para su propio registro e investigación. La maestra de primer año Pat McLure hace
que cada lunes sus alumnos elijan el trabajo que más les gustó de la semana anterior. Estos
trabajos van a casa en sobres de papel manila fuerte y brillante y se devuelven el martes.
Los padres y los alumnos aprenden rápidamente que el lunes es el día en que los sobres se
abrirán, se compartirán y se aplaudirán. El trabajo debe ser devuelto el martes.
Fechar el trabajo también resulta crucial en la investigación. No basta en guardar con
guardar el trabajo del alumno: se necesita saber cuándo fue producido. Si se trabaja con
alumnos jóvenes que tienen problema para recordar la fecha, se podría hacer del fechado
una tarea regular de la clase. Un alumno puede ser responsable de recorrer cada día el aula
con un sello fechador mecánico y marcar el trabajo de cada uno en el lugar del papel que
usted designe.
Esos trabajos no son la única fuente de datos dentro del aula. Los artefactos del aula
incluyen todo lo que, en ella o en la escuela, pueda ser útil para su estudio. Quizá prefiera
hacer copias de la guía curricular, guardar notas del director o de sus colegas, o fotos de la
cartelera antes de que saquen la información. Los docentes también deberían plantearse
qué sale de su aula y queda perdido para siempre. Por ejemplo, notas enviadas a los
padres pueden resultar una importante fuente de datos en muchos estudios. Tal vez desee
hacer copias de ellas antes de repartirlas.
He aquí algunos materiales del aula que sería valioso guardar para su proyecto:
Cuando revise los artefactos del aula, recuerde la máxima del docente investigador: “Si
tiene dudas, guárdelo”. Puede tener, además, un archivo o una caja titulada “Miscelánea”
para estos materiales. Incluso podría crear archivos utilizando como rótulo los ítems cuya
lista acabamos de brindar, para hacer luego más fácil el acceso a los datos. ¡Con el tiempo,
el tamaño de la colección de artefactos puede volverse enorme!
Entrevistas
“El trabajo del entrevistador”, según el docente Ken Macrorie (1987), “es hacer que el
entrevistado se suelte y luego recostarse en el asiento y esperar sorpresas. “ Muchos
docentes son consumados entrevistadores. Si usted usa la modalidad de taller en el aula,
una buena parte del día la pasa preguntando a sus alumnos y escuchándolos. Puede
agregar estas destrezas a las necesarias para obtener datos por medio de la entrevista.
Hay dos tipos de entrevistas por considerar como parte de un diseño de investigación:
formal e informal. Las entrevistas informales tienen lugar a lo largo de todo el proceso de
recolección. Por lo común, son espontáneas, nacen de la interacción diaria en el aula.
Probablemente, usted ya es un experto en sondear a los alumnos durante los talleres para
comprender sus procesos de aprendizaje. La entrevista informal es una extensión o una
adaptación de las reuniones de consulta habituales. Las preguntas de las consultas y las
respuestas de los alumnos resultan una parte importante de su rutina de recolección de
datos.
Muchas de las preguntas más comunes que se hacen durante los talleres se orientan
hacia la investigación. Preguntar a los alumnos por qué y cómo trabajan e inducirlos a
analizar ellos mismos tales procesos le será de ayuda para incorporarlos como co-
investigadores. En este apartado no nos concentraremos en la entrevista informal, pues la
mayoría de los docentes-investigadores son capaces de llevar la información que surgen de
estas interacciones naturales a su registro de anécdotas y notas de campo.
Podemos referirnos al proyecto de investigación llevado a cabo en Atkinson, New
Hampshire, por Donald Graves, Lucy Callkins y Susan Sower en 1980-81, para encontrar
preguntas de entrevista sobre el “proceso”. Reiteradamente, los investigadores interrogaban
de forma individual a los alumnos; las preguntas eran tales como: “’¿De dónde has sacado
la idea para este trabajo?” o “¿Ahora qué vas a escribir?”, para comprender los procesos de
su escritura. ¡A pocas semanas, advirtieron que los propios alumnos con frecuencia se
hacían entre sí estas mismas preguntas! Dado que estas nacieron del proyecto de
investigación, puede servir de ayuda para describir algunas de las ideas en las que se apoya
el trabajo de los alumnos.
Carla Bragan quería observar la influencia del hogar en la cultura escrita de sus
alumnos de primer año. Durante las consultas del taller de escritura, preguntaba a los
alumnos de manera estándar de dónde provenían sus ideas y qué planeaban hacer luego.
Pero para comprender los vínculos entre la cultura escrita en la escuela y en el hogar,
decidió que también necesitaba obtener información de los padres.
Ideó una serie de preguntas para una entrevista a los padres y a los niños y comparó
las respuestas (véanse figs. 4 y 5).
Estas entrevistas le permitieron a Carla formular hipótesis sobre la conducta de los
alumnos en el aula y las concluyó en sus notas (véase fig. 6).
Encuesta sobre cultura escrita para los padres
De los niños de primer año
1. ¿Le han contado un cuento o una historia a su hijo alguna vez, por ejemplo una historia acerca de
cuando ustedes eran niños?
4. ¿Le leen historias reales o ficticias? Den dos ejemplos de cada una.
7. ¿Sigue su hijo (con los ojos o los dedos) el texto cuando ustedes le leen?
10. ¿Hay libros, diarios, revistas a la vista del niño? Nombren dos a su alcance de cada uno.
11. ¿Tiene su hijo acceso a papel y lápiz en el hogar? Sí es así, ¿dónde se guardan?
12. ¿A su hijo le gusta hacer letras y números (imitándolos) cuando ustedes están escribiendo?
15. ¿Su hijo los ve escribir, por ejemplo las listas de las compras, invitaciones, cartas, relatos, poesías
o en un diario?
11. Cuando mamá y papá están escribiendo, ¿te gusta hacer números y letras también?
Stephen
Sra. Bragan
Para Stephen la palabra impresa ha sido un desafío, pero las señales están todas ahí….él quiere leer.
Stephen
Sra. Bragan
Me llamó la atención que Stephen reconociera el Atlas como un libro con información que le mostraba a
su padre adónde ir. A menudo observo a Stephen haciendo girar el globo terráqueo y señalando los
lugares que reconoce. Me pregunto si ese interés le viene de ver el Atlas en casa.
Asimismo, Carla decidió graficar algunas de las respuestas de los padres (véase fig. 7).
Por medio de la representación visual de la información, llegó a darse cuenta de muchas
cosas.
Una fue la discrepancia entre el rol masculino y el rol femenino en los modelos de lectura en
el hogar.
También es posible que usted desee hacer más entrevistas formales al total del aula o
a pequeños grupos, en diversas etapas de la investigación. Se pueden conseguir oralmente
con alumnos o padres, o en forma escrita. Dos de las entrevistas formales más comunes son
las encuestas y los sociogramas.
Encuestas
ENTREVISTA A UN ALUMNO
GE: Cuando estás leyendo y encuentras algo que no conoces, ¿qué haces?
RA: Mmm, trato de pronunciar eso y si no puedo, voy a preguntarle al maestro.
GE: ¿Quién que tú conozcas es un buen lector?
RA: Mi madre lee muy rápido.
GE: ¿por qué es una buena lectora?
RA: Lee verdaderamente muy rápido. Nos lee toda clase de periódicos y cosas así y lee
verdaderamente rápido y no se equivoca en una palabra.
GE: ¿Cierto? Eso está bien. ¿Crees que a veces encuentra una palabra que no conoce
cuando lee?
RA: Sí, palabras muy muy largas. Puede deletrear superfrazalisticoexpedaiosious (?) en
(no) más de cinco segundos.
GE: cuando encuentra algo que no conoce, ¿qué crees que hace?
RA: probablemente busca en el diccionario.
GE: si te enteraras de que alguien tuvo dificultades en una lectura, ¿cómo ayudarías a
esa persona?
RA: Bueno, probablemente saldría y compraría unas casetes de ayuda-memoria o leería
libros o cosas así para ayudarlo.
Ge: ¿Qué haría un maestro para ayudar a esa persona?
RA: probablemente le daría una tarea extra, ayuda, o le preguntaría si quiere esperar un
par de días y que la ayuden.
Ge: ¿Cómo aprendiste a leer?
RA: ¿Cómo aprendí a leer?
GE: ¿Te acuerdas? ¿Cómo aprendiste a leer en el parvulario? ¿Aprendiste a leer en
primer año?
RA: En primer año.
GE: está bien.
RA: La maestra era bastante severa, pero no importa qué… cuánto me equivocaba, ella
arrojaba el diccionario delante de mí y me decía: “Bueno, la primera letra es la D,
correcto”, y aprieta un diccionario en casete-es como un diccionario electrónico- y
entonces me lo lee y uno tiene que decirlo.
Hay muchas posibilidades para utilizar esta información en los estudios de casos o
paragraficar las respuestas de la totalidad de la clase en el Inventario de Burke, cómo hizo
Carla con las entrevistas a los padres.
Otros diseños de investigación requieren formulaciones de preguntas nuevas para la
encuesta. Cyndy Fish, una maestra de sala de materiales, y la maestra de primer año Lynne
Young decidieron hacer un estudio colectivo de la comprensión de la matemática en padres
y alumnos. Las maestras estaban en medio de un cambio de su programa de matemáticas y
querían determinar si los conceptos en proceso de cambio del currículo de matemáticas se
reflejaban en la comprensión de los alumnos y los padres. Crearon encuestas para
estudiantes y padres con la finalidad de obtener un perfil de las comprensiones iniciales y las
historias personales con la matemática. He aquí un ejemplo de las encuestas para los
hogares que desarrollaron:
Estamos realzando una breve encuesta para averiguar qué experiencia ha tenido la gente con
la matemática en su época escolar.
Por cierto, no hay respuestas correctas o erróneas en esta encuesta. Por favor, responda tan
honesta y rigurosamente como pueda. Esperamos utilizar esta información para ayudar a que
la experiencia de su hijo en la matemática sea más valiosa de lo que fue la nuestra.
Si necesitara más espacio, use una hoja nueva o bien la otra carilla de esta.
1. ¿Qué es la matemática?
2. ¿le gusta la matemática? ¿Por qué sí o por qué no?
3. ¿Qué experiencia de la matemática tuvo durante sus años en la escuela?
4. ¿Cuánta importancia tiene la matemática en nuestra vida?
5. ¿Es importante la matemática en su trabajo? ¿Por qué sí o por qué no?
6. ¿Cómo utiliza la matemática en su vida diaria?
7. ¿Qué es lo que más le gusta de la matemática? ¿Por qué?
8. ¿Qué es lo que menos le gusta de la matemática? ¿Por qué?
9. ¿Cuál cree, o creía, que es la parte más fácil de la matemática?
10.¿Cuál cree, o creía, que es la parte más difícil de la matemática?
11.Si hubiera tenido un problema en la escuela con la matemática, ¿qué habría hecho?
12.Cuando egresó de la escuela, ¿advirtió que la matemática podía ser importante en su
vida?
13.¿Cree que la formación en matemática es hoy la misma de cuando íbamos a la
escuela? ¿Por qué sí o por qué no?
14.¿Qué cambios, si deseara alguno, le gustaría observar en la formación en matemática
de hoy?
15.¿Qué palabras o imágenes se le representan cuando piensa en la matemática?
Después de hacer que los docentes probaran alguna técnica nueva de investigación,
les pedimos que pensaran qué cambiaría si estuvieran por utilizar esa técnica nuevamente.
Reflexionando sobre su encuesta con padres y niños, Cyndy y Lynne hicieron un balance de
lo que había andado bien y de lo que deberían cambiar.
“El número de respuestas de los padres a la encuesta no fue tan alto como hubiéramos
querido”, explicó Lynne después de compilar los resultados. “Hicimos demasiadas
preguntas”. Utilizaron las mismas preguntas de manera ligeramente diferente cuando
encuestaron a los niños. Cyndy observó que varias resultaban confusas para ellos: “Algunos
dijeron que la matemática es ‘cuando se come la comida en la escuela’. No nos habíamos
dado cuenta de que en el parvulario y en primer año muchas actividades en torno de la
matemática implican cocinar y comer. Incluso, un niño dijo: ‘!uno sabe que se ha terminado
con la matemática cuando está lleno!’”. La encuesta les dio a Cyndy y a Lynne una idea de
las historias de los niños en tanto aprendices.
Cyndy y Lynne advirtieron que, a medida que su investigación tomaba forma, ciertas
preguntas y respuestas carecían de importancia. Pero algo que las investigadoras
descubren con frecuencia es que no saben con claridad qué deberían haber recolectado al
principio del proyecto hasta que están bien adentradas en la investigación. Esta es una gran
dificultad en la investigación cualitativa. Generalmente, uno no sabe que está buscando
hasta que lo encuentra. Y entonces se necesita ser capaz de diagramar el camino hacia ese
destino imprevisto por medio de los datos que se han recolectado y describirlos con claridad.
Las encuestas pueden, incluso, dar una idea acerca del punto de partida de la
investigación. Gail Covello deseaba investigar los muchos roles que asumen los maestros
en su vida profesional. No sabía por donde empezar a explorar el tema. Decidió encuestar a
docentes de su escuela y de otras para orientarse sobre las posibilidades de su
investigación:
Gracias a esta encuesta, Gail descubrió más de setenta roles que los docentes (según
ellos mismos perciben) asumen durante un día en la escuela:
“La encuesta me ayudó a ver lo que necesitaba observar y preguntar”, dijo Gail.
“Entonces pude comprender qué otras estrategias de recolección de datos podían servirme.”
Si usted planifica encuestar a los padres, a otros maestros o al público en general,
puede decidir buscar consejo en investigadores profesionales de encuesta. En la vida diaria
se inunda a la gente cada vez más y más de propaganda por correo, boletines y
comunicaciones escolares. El número de respuestas a las encuestas a menudo es pobre
porque es fácil perderse entre estos papeles.
Una manera de que la gente tome en cuenta una encuesta es ofrecer una recompensa
o incentivo. Con el objeto de alentar a responder, numerosas encuestas de los mercados de
masas incluyen una especie de instructivos o de cupón para un concurso; por ejemplo,
llenando una encuesta se entra en un sorteo, un pequeño obsequio entregado junto con el
formulario o que se entrega al recibir el formulario, o incluso un billete de un dólar adjunto.
Dudamos de que muchos maestros tengan suficiente dinero como para ofrecer un dólar
o un número para el sorteo de un auto.
Sin embargo, observamos incrementos considerables del índice de respuestas cuando
agregan a la encuesta una pequeña etiqueta con una nota cuyo modesto regalo es el
agradecimiento por adelantado por contestar. Es un buen uso para esas etiquetas que los
clubes de libros envían permanentemente a los maestros. Los docentes-investigadores con
que hemos trabajado han observado un salto en el índice de respuestas del 25% al 75% de
participación cuando utilizan esta técnica. Otra alternativa es que los padres llenen las
encuestas el día de open house *o en reuniones de padres, dado que así podrá usted
recogerlas ahí mismo.
Sociogramas
Otro tipo de entrevista formal útil para los datos de referencias es el sociograma. Este
gráfico de relaciones dentro la clase se deriva de entrevistas con sus miembros.
Desarrollado por Jacob moreno (1953) como un modo para entender conexiones y
relaciones entre pares, un sociograma pude ser útil cuando su investigación exige
determinar quién tiene poder en el aula.
Los sociogramas sirven, asimismo, para el estudio de casos pues permiten que el
investigador estudie al niño del caso dentro del contexto social de la clase. Hemos
simplificado para los docentes-investigadores las técnicas de Moreno.
He aquí cómo funciona un sociograma. Usted diseña preguntas para que responda
cada miembro de la clase; el niño tiene que responder con el nombre o los nombres de los
compañeros de clase. Usted se reúne con cada niño y le dice: “Quiero que me des la
primera, la segunda y la tercera elección en respuesta a esta pregunta”. Luego le hace la
pregunta del sociograma. Podría preguntar: “Si pudieras trabajar solamente con uno de tus
compañeros de clases, ¿con quién querrías hacerlo?”. O “si pudieras jugar con unos de tus
compañeros de clases, ¿con quién querrías hacerlo?”. O “¿quién tiene buena ortografía en
esta clase?”.
Es necesario entrevistar individualmente a los niños, en una mesa o en un escritorio, a
cierta distancia de los otros. Si está trabajando con alumnos de nueve años o más, puede
hacerles llenar con repuestas breves una hoja en sus bancos.
Debería terminar las entrevistas en el menor tiempo posible. Cuanto menos tiempo
tengan los alumnos para examinar las preguntas, mejor. Mientras hace las preguntas,
necesita asegurarse de que guarda registro de:
1) El nombre del niño que esta entrevistando y
2) El número de la respuesta para cada pregunta.
Por ejemplo, su planilla podría ser algo parecido a la de Georgianna Ellis. Georgianna
le preguntó a sus alumnos: “¿Con quién preferirías en un proyecto de estudios sociales?”.
En su planilla (véase fig. 8), tildó en un grafico las elecciones de los niños.
A diferencia de las entrevistas informales o las de consulta, sus propósitos en un
sociograma no consiste en establecer la raíz del tema o de los procesos de los alumnos. Es
importante que no se aparte del tema del sociograma para profundizar una respuesta
interesante o confusa. Por ejemplo, si un niño nombra a un alumno con el que acaba de
pelearse como aquel con quien querría trabajar, usted puede querer preguntarle más tarde
por qué lo eligió. Pero en el sociograma de la entrevista, sea conciso y anote sólo nombres
en las respuestas.
Sigue la pagina 84
¿Qué beneficios obtiene los alumnos de las ¿Qué compañero te resulta de mayor utilidad
reuniones de consulta entre pares? en las reuniones de consulta entre pares?
¿Qué influencias ejercen en la escritura de ¿Qué compañeros te gusta que lean sus
los alumnos las sesiones compartidas con redacciones a toda la clase?
toda la clase?
¿Qué influencias ejercen las relaciones fuera ¿Con quién te gusta jugar en el recreo?
de clase en las elecciones de los alumnos en
clase?
Las casetes de audio y de vídeo son recursos maravillosos para los docentes-
investigadores. Pero es peligroso recolectar demasiada información de este modo. Aunque
se cuente con una máquina para transcribir, la transcripción de una casete de audio requiere
un trabajo minucioso. Se debe planificar una hora de transcripción por cada siete minutos de
grabación. Y el tiempo que se necesite para la transcripción de una casete se multiplica si no
se tiene una máquina para transcribir.
Como con todas las fuentes de datos, usted probablemente terminará recogiendo más
información de la que precisa. A medida que la recolecta, esté seguro de analizarla y
clasificarla bien. Etiquete las casetes con cuidado y luego transcriba los fragmentos que
sean necesarios para su investigación.
Es importante que medite cuidadosamente si necesita audio y videocasetes. Hemos
visto investigadores que dejaban de funcionando sus grabadoras todo el tiempo en
diferentes partes de la sala. También se ha vuelto muy común dejar una cámara de video
grabando en un rincón de la sala. Esta práctica sería análoga a escribir notas de campo
crudas sin intentar analizarlas o “cocinarlas” durante la recolección de datos. Las casetes
crudas, sin idea del propósito o la función de los datos, redundarán en demasiados datos y
poca concentración al final del estudio.
Para determinar cómo pueden darle forma a su investigación la audio y la videocasete,
empiece con la pregunta de investigación. Por ejemplo, Grace Offman estudió el caso de un
alumno que parecía tener dificultades para que sus pares lo aceptaran. Por medio de la
grabación de sus interacciones en pequeños grupos en una casete, Grace pudo observar
conductas concretas e incidentes que lo distanciaban de sus pares.
Además, la transcripción de una audiocasete al principio puede ser frustrante. No se
puede estar seguro de la calidad de la casete que se recibe y lo inesperado es la norma en
lo que a casetes se refiere. La docente-investigadora Lynne Young comprobó la verdad de
esto cuando puso a prueba por primera vez técnicas de grabación.
Con el tiempo, Lynne encontró un lugar apropiado para la grabadora. Acotó su campo
de estudio y la cantidad de audiocasetes se redujo a medida que avanzaba la recolección de
datos. Muchos investigadores necesitan adquirir otra grabadora para obtener una calidad de
audio apropiada.
Cuando presente pasajes de las transcripciones de su investigación, tal vez querrá
utilizar algunos indicadores simples de la transcripción. El cuadro 1 presenta algunos
símbolos de transcripción simples usados por los lingüistas.
las anotaciones anteriores son válidas hasta que aparezca algún signo de puntuación, a menos que se anote
algo distinto
/?/ indica imposible de transcribir
/palabras/ entre barras oblicuas indican transcripción incierta
[corchetes] se usan para comentarios sobre calidad del habla y contexto
Corchetes entre líneas indican hablas superpuestas
Dos personas hablando al mismo tiempo
Corchetes en dos líneas
….pausa de un segundo
/?/ imposible de transcribir (cada signo de pregunta indica una palabra ininteligible)
Corchetes entre líneas con texto subrayado indica que los textos subrayados se
superpusieron, esto es, lo hablantes emitieron el texto subrayado al mismo tiempo.
P significan que los padres de Cameron hicieron una pregunta pidiendo información, o
comprobando que comprendieron, o intentando obtener instrucciones
P Indica que la pregunta está hecha en forma de afirmación con entonación ascendente
(las elipsis no fueron incluidas aquí cuando se pudo inferir la forma interrogativa)
El siguiente texto tuvo lugar mientras Cameron y sus padres estaban cenando. Gran parte de la
charla de la cena se centra en un amigo que perdió el trabajo y la proximidad del funeral del tío
abuelo de Cameron. Al principio de esta transcripción, Cameron le ha expresado a la madre su
inquietud por algo que hay en su plato. La afirmación inicial es la respuesta de la madre a la
inquietud de Cameron.
Los símbolos utilizados con mayor frecuencia por los docentes son tres. El uso de
puntos suspensivos para indicar pausas en el habla ayuda a los lectores a tener una noción
del ritmo de la conversación. Los maestros suelen tener curiosidad por el tiempo de espera y
el ritmo de una instrucción, y los puntos suspensivos expresan un sentido del tiempo y del
ritmo.
Otros símbolos de transcripción frecuentemente utilizados son los corchetes ubicados
entre líneas para indicar superposición de voces. Este símbolo muestra los momentos en
que un niño es interrumpido, lo a menudo produce un cambio de tema.
Finalmente los indicadores # o/?/ señalan palabras murmuradas o no entendidas. Este
símbolo ayuda a los lectores a saber que en ese momento las emisiones de los hablantes
son divagaciones o murmullos. Advierten a los lectores que puede estar faltando algo
importante.
Uno de los objetivos de los símbolos de transcripción es dar una idea de la
comunicación no verbal en el aula. Cuanto mejor sea la idea que dé sobre el contexto que
rodea la conversación en el aula, quedará más claro para sus lectores el entorno.
La recolección de datos mediante videocasetes ofrece oportunidades que las
audiocasetes no pueden brindar. Con la grabación de actos y los sonidos de la vida en el
aula, obtendrá un registro de las interacciones no verbales, que añaden un elemento a
menudo desatendido en los datos. El estudio de Judy Fueyo sobre aspectos no verbales de
la lectoescritura en el aula de primer año tuvo una gran ayuda en los segmentos de vídeo,
registrados por ejemplo en el área de los bloques. Y las videocasetes de Pat McLure de las
consultas individuales sobre escritura la ayudaron a desarrollar principios para consultas
exitosas que incluían el tipo de preguntas realizadas y aspectos como el mantenimiento del
contacto visual y respuestas en espejo a las reacciones de los alumnos. Estas conclusiones
surgieron del uso del vídeo como herramienta de recolección de datos.
Por otro lado, la transcripción que requiere el análisis del vídeo lleva tiempo y está
compuesta de muchos estratos. Por este preciso motivo, instamos a los investigadores a
meditar atentamente sobre la inclusión del vídeo. Si usted decide utilizar vídeo, lo mejor, por
lo general, es comenzar a transcribir las casetes después de haber empezado a formular
categorías, así podrá tratar en forma selectiva la gran cantidad de datos en la transcripción.
Volveremos al tema de la transcripción de vídeo y audio como parte del análisis de datos en
el capítulo 4.
Usted no puede comprender las herramientas de recolección de datos hasta que las
prueba. Si planea una investigación docente, el apéndice que sigue lo ayudará a aprender
qué herramientas resultan más adecuadas para sus preguntas. Lo instamos a trabajar con
un colega o con un pequeño grupo al probar estas técnicas.
Actividades
Algunos de los siguientes ejercicios funcionan mejor si se realizan con uno o varios
colegas. Para mayor información sobre la formación de un grupo de apoyo de docentes-
investigadores o sobre la solicitud de subsidios para la compra de equipos especializados,
quizá desee saltar al capítulo 7.
Tomar notas
1. Observe los registros del aula que ya tiene. ¿Se puede corregir de modo sencillo para
ampliar los registros diarios como una fuente de datos?
a. Agregando una columna para “cocinar” lo que observe más tarde en el día
b. Agregando una columna para apuntar lo que hace falta copiar o recolectar
2. Pruebe cada una de las estrategias para tomar notas
a. En el lugar
b. Después del hecho
¿Qué diferencia observa en la manera como recoge información? ¿Es usted más o
menos reflexivo? ¿Sobre qué tiende a concentrarse en sus notas?
3. Pruebe el “Diario de esquemas” de Karen Ernst como una forma de tomar notas. Sin mirar
su papel, haga un dibujo de un alumno de su clase. Si esto le resulta incómodo, haga una
sesión de “tormenta de ideas” con un colega para encontrar las estrategias que utiliza con
el fin de enfocar otras tareas. Por ejemplo, ¿suele realizar mapas o escribir listas?
Encuentre maneras de incluir estas estrategias en su toma de notas.
4. Agregue un margen amplio y convenga con un colega de modo que cada uno cocine las
notas del otro durante una semana, utilizando las NC,NM,NT,NP de Corsaro. ¿Cuál es la
diferencia en su cocción? ¿Qué dice esto sobre las diferencias entre su perspectiva en el
aula y la de su colega?
5. Grave en vídeo dos segmentos cortos (de 5 a 10 minutos) de interacciones en el aula.
Trabajando con un grupo de colegas, muestre uno de los segmentos y tome notas tan
rápidamente como sea posible, al mismo tiempo que pasa el segmento, dejando un
amplio margen. Cuando el segmento haya terminado, intercambie las notas con sus
colegas y añada los indicadores de NC, NM, NT Y NP de Corsaro a las notas de sus
colegas en el margen.
Una vez terminado este ejercicio, ponga el segundo segmento, sin permitir que se tomen
notas durante la exhibición. Cuando el segmento llegue a su fin, escriba lo que ha visto
durante diez minutos tan rápido como pueda y dejando un margen amplio. Intercambie las
anotaciones con sus colegas y aplique nuevamente el proceso de codificación de
Corsaro.
Converse sobre los elementos en común que observa en los modos en que toma notas y
las implicancias que estos tienen para ello como estrategias de su investigación. (Nota:
Este ejercicio se puede hacer con cualquier segmento de vídeo. A veces resulta
interesante utilizar segmentos que no sean de educación; por ejemplo, breves fragmentos
de un documental sobre fauna.)
6. Haga el mismo ejercicio con el vídeo, pero ahora agregue diagramas o ayudas visuales
para apoyar sus palabras. Compare sus elecciones de ayudas visuales con las que un
colega agregue a sus propias notas.
1. Examine cómo organiza el trabajo de los alumnos. ¿Cómo puede ordenar mejor las
carpetas para colaborar con el trabajo? Discuta el tema con los alumnos, quizá tengan
ideas útiles.
2. Examine su sistema de registro. ¿Hay un modo para añadir columnas a la planilla
estándar de registro que ayude a su recolección de datos? Podría agregar espacio para
anotaciones breves o un control de trabajos que sea necesario fotocopiar o un estudiante
que debe entrevistar.
Entrevistas
1. Pruebe el Inventario de Burke con dos alumnos y luego haga por escrito un rápido análisis
sobre lo que le resultó bien y que le resultó confuso. ¿Qué respuestas fueron parecidas?
¿Qué respuestas fueron diferentes? ¿Qué posibilidades de investigación hay? Revise el
inventario para investigar otros aspectos de las nociones básicas que manejan los
alumnos, tales como las nociones básicas en ciencia.
2. Imagine cuatro preguntas para una encuesta a los alumnos y luego grafique una de las
respuestas. Compare su gráfico con el de un compañero de investigación. ¿Cómo
presentó cada uno la información?
3. Piense cómo le responden sus alumnos cuando les hace preguntas abiertas. ¿Cambian
sus respuestas con el tiempo? ¿Cómo? ¿Por qué? Escriba rápidamente durante diez
minutos, después de la entrevista a los alumnos, para explorar el tema y luego
intercambie el escrito con un colega para discutirlo.
Transcripción de grabaciones
Sociogramas
Piense en algún momento del día en el aula, en el que le resulte posible completar
breves entrevistas de sociogramas. Complete las entrevistas. Pensamos que, al principio, es
mejor hacer planillas de anotaciones y gráficos en un grupo de apoyo. Cada uno puede
responder las preguntas del otro a medida que interpreta los datos. Lleve papel grande de
planillas y muchas gomas de borrar; ¡las va a necesitar!
Forma y función
El diseño de la investigación
El diseño de la investigación nos enfrenta al “cómo” del estudio; es el plan para encarar
una investigación sistemática. El diseño arquitectónico tiene mucho en común con la
planificación de una investigación. Como señala Le Corbusier, un plan exige
simultáneamente disciplina e imaginación. Un diseño exitoso debe ser flexible y creativo,
pues el investigador seguirá decubriendo y puliendo nuevas preguntas. Sin embargo, sin un
esfuerzo consciente por darle un orden significativo a su investigación, la posibilidad de
responder a las preguntas que usted se haya hecho es pequeña.
Los diseños arquitectónicos de Frank Lloyd Wright brindan un modelo excelente para
diseños de investigación en el aula. Como los de Wright, los diseños de investigación
deberían ser innovadores antes que imitativos y se construyen en torno de necesidades
especiales. Wright hace hincapié en la importancia de que el diseño de un edificio sea en
función del lugar y de las necesidades de los clientes. Por ejemplo, su construcción más
famosa es Fallingwater, en Bear Run, Pensilvania. Esta increíble estructura se apoya sobre
una gigantesca roca irregular, en un barranco en el medio de una cascada. El edificio está
construido alrededor de un inmenso peñasco natural donde el cliente se había pasado horas
tomando sol. Wright construyó el total de la estructura alrededor del centro, utilizando el
peñasco como base de una chimenea y como centro estable de una estructura en voladizo
sobre la que se apoya el edificio. Más adelante, Wright dijo de su edificio: “Era una expresión
especial del amor de un hombre por ese peculiar sitio y por la música de la cascada” (Willard
1972, p. 107).
Wright buscó de qué manera resolver los problemas especiales de diseño que se le
iban presentando, concentrándose en el contexto del entorno y de las necesidades de los
seres humanos implicados. Los docentes-investigadores construyen, también, sus diseños
alrededor de dos necesidades importantes. Tienen un “peñasco” central como Fallengwater:
el núcleo teórico en torno del cual planifican su investigación.
Cuando usted planifique cómo llevará a cabo su estudio, lo estará diseñando. En este
capítulo, expondremos cuatro problemas básicos que debe enfrentar al diseñar la
investigación (Yin 1989; véase también la exposición en Philiber, Schwab y Samsloss 1980),
además de una especial consideración hacia las demandas de la investigación en el aula.
Estos cuatro problemas básicos son encontrar un foco o pregunta, definir qué datos
son pertinentes, recolectar datos y analizarlos.
En las páginas que siguen, verá cómo trabajaron cinco docentes-investigadores
diferentes al enfrentar estas cuatro preocupaciones básicas cuando se ocupaban de sus
diseños. Sharon Early en su plan de investigación decidió observar a un niño. Antes que
centrarse en un solo niño. Scott Christian decidió considerar los efectos de los diarios de
respuestas en el aprendizaje de los alumnos.Julie Ford prefirió investigar las consecuencias
de una decisión de la Junta Escolar de realizar seguimientos de los alumnos según su
rendimiento académico. Por último, las maestras Bonnie Gaborik y Annie Keep-Barnes
abordaron en su investigación aspectos de la afectividad del trabajo de grupo. Nosotras
observamos los cuatro problemas del diseño de la investigación a través del prisma de la
planificación de estos docentes-investigadores. Por otra parte, si usted deseara examinar
estas planificaciones en su totalidad, puede encontrarlas en el Apéndice A.
Propósitos/destinatario
Preguntas:
Implícitas en nuestro propósito están las preguntas:
• ¿Cuál es el contenido de la charla de los alumnos?
• ¿Qué implicancias tiene esto en los trabajos que hagan en ese momento y en los
subsiguientes?
• ¿Qué ocurre con las actitudes de los alumnos entre sí y hacia los grupos de
respuesta?
• ¿Cómo modificaremos nuestras estrategias de enseñanza?
Hacer una lista de las preguntas que rodean a la principal, como hicieron Sharon, Scott,
Bonnie y Annie, o poner bajo la forma de relato los interrogantes ulteriores, como Julie,
ayuda a preparar el escenario para el segundo problema por resolver en el diseño de su
investigación: ¿qué datos son pertinentes?
Para decidir entre la variedad de datos cuáles resultan pertinentes, concéntrese en el
entorno y en los seres humanos que intervienen. En primer lugar, piense en los contextos.
¿En qué lugares podría recolectar datos? ¿Qué sucede en estos contextos: qué hechos
ocurren? ¿Qué personas participan? ¿Qué interacciones? ¿Qué evidencia física (o
artefactos)?
¿Qué datos son pertinentes, por ejemplo, para responder a la pregunta de
investigación de Sharon Early: ¿Cómo influye un aula cooperativa en un niño
autista y talentoso?
¿De qué manera cambia la escritura de este alumno? Entre los datos que
Sharon necesita para observar los cambios en la escritura del alumno se encuentran
artefactos: copias de redacciones. Las percepciones que le alumno tenga de sus
redacciones y cambios durante el proceso serían también datos pertinentes.
El siguiente paso es, entonces, tomar decisiones acerca de qué datos recolectar y
cómo analizarlos.
Frank Lloyd Wright se basó en las ideas de Sullivan, cuando subrayó que la forma y la
función deberían ser una; “una totalidad orgánica diseñada para cumplir con las
necesidades humanas básicas” (Willard 1972, p. 73). Pensamos que esta noción debería ser
fundamental en los diseños de los docentes-investigadores, especialmente cuando
consideran estrategias para la recolección y el análisis de datos. En la medida en que resulte
posible, ¿cómo pueden ser los procesos de recolección y análisis de datos una parte de la
“totalidad orgánica” de la clase? Tal como Wright lidiaba con los problemas que le
presentaba colocar sus estructuras dentro y no sobre el terreno, los docentes que realizan
una investigación mientras dan clase tratan de hallar los modos de reunir los datos dentro de
la estructura del horario de clases y actividades. En el capítulo anterior, intentamos a armar
una caja de herramientas de técnicas para la recolección de datos que se integrara con
naturalidad dentro de la estructura del día de clase. El siguiente capítulo muestra cómo
puede integrarse también el análisis dentro de sus preocupaciones en la clase.
Probablemente querrá leer esos capítulos antes de intentar el borrador final del diseño. Con
todo, podemos empezar por una mirada al modo como los docentes-investigadores, en el
presente capítulo, crearon diseños “organicos” para cumplir con las necesidades de los
seres humanos dentro de sus clases al planificar la recolección y el análisis de los datos.
Queremos ofrecer una idea de la totalidad (diseños completos de investigadores), antes de
que se concentre en los detalles de la recolección y el análisis de datos de sus preguntas de
investigación.
La pregunta de Sharon, se recordará, ponía el foco en un solo alumno para el estudio
del caso de un niño autista y talentoso. Sharon planea recolectar los siguientes datos:
Recolección de datos
Aunque los planes de análisis de Sharon son tentativos, le suministran una estrategia y
un plan organizador que le permiten empezar muy pronto el análisis. Apropiadamente, llama
“reflexionar” a esta parte del plan:
Reflexionar
Método
Doy clases de Lengua en tres cursos de séptimo año. Cada clase entregará
sus diarios en un día diferente de la semana. Me concentraré cada día en dos
o tres diarios de la clase que me llamen la atención por ser particularmente
reveladores o iluminadores. Llevaré un diario y registraré fragmentos de los
diarios de los alumnos, reflexionaré sobre ellos y haré generalizaciones sobre
el proceso y la forma hasta observar algo concreto que evaluar. Quiero
concentrarme en una pregunta concreta cada semestre. En otras palabras,
los datos me proporcionarán la pregunta. A medida que el año pasado fue
transcurriendo, me encontré probando diferentes técnicas: anotaciones de
diálogos con otros alumnos, extrayendo estructuras generales, variando los
momentos de recolección, modificando mi propia reacción, notas/llamados
positivos, etc., a los padres para alterar la naturaleza de la reacción. Deseo
ser más analítico este año, para determinar qué ocurre, qué debería hacer y
cuán efectivas son mis acciones con la mira puesta en la pregunta concreta.
Una vez definida la pregunta por examinar (dentro de las primeras dos
semanas del trimestre), recogeré una cantidad limitada de datos alternativos
(por ejemplo, cuestionarios breves, comentarios de los padres, comentarios
sobre las reuniones de consulta y las entrevistas, etc.). No me comprometeré
a ultranza con esto último, pero servirá principalmente para apuntalar mis
conclusiones a medida que progresan.
Cuando Bonnie y Annie diseñan los modos de medir la efectividad de los grupos de
respuesta en su clase, deliberadamente planifican estrategias de enseñanza al mismo
tiempo que recolectan datos y los analizan:
Qué intentaremos
A. Empezar con breves anotaciones sobre las actitudes de los alumnos hacia
los grupos de respuesta.
B. Implementar momentos de discusión grupal de preparación para la escritura.
C. Cada nueve semanas replantear las preguntas y modificarlas si lo consideramos
necesario.
D. Implementar grupos de respuestas a los que se les asigne algún género y otros de
elección libre.
E. Usar diarios de metacognición.
Recolección de datos
A. Anotaciones en el diario
B. Grabaciones
C. Notas de campo
D. Muestras de redacciones
Recolección de datos
Análisis de datos
Calendario:
Los plazos fijados, claro está, son necesariamente tentativos. Cuando profundiza la
pregunta y encuentra algo que le exige adaptar el diseño para avanzar sobre un hallazgo
inesperado, ciertamente debería hacerle ajustes al calendario que concibió antes. Dado que
el horario tendría que ser flexible, planificar un calendario puede resultar una estrategia útil.
Por supuesto, al depender de la naturaleza de la pregunta, el establecimiento de los plazos
variará mucho. Su calendario quizá sea tan general, como el de Bonnie y Annie, o más
estructurado, como el de Scott (véase cuadro 2).
Se dará cuenta de que Scott incluyó la solicitud de autorización como parte del diseño.
Lo establece como el primer paso por dar en la primera semana. Bonnie y Annie, por otro
lado, ni siquiera mencionan este tema. El indicador clave para decidir si necesitará conseguir
la autorización de los alumnos y de los padres para los datos que recolectará es el futuro
público de sus datos y conclusiones. Si usted y los demás maestros de la escuela
serán el único público, entonces no necesitará conseguir autorización para ninguno de los
datos. (Con todo, antes de suponer que cuenta con esta libertad, puede ser una buena idea
inspeccionar la política de su distrito.) Entre los datos de la investigación se encuentran
casetes de audio, copias de los trabajos de los alumnos, videocasetes o las observaciones
en su diario de clases o notas de campo. En este caso, la información es información de
diagnóstico esencial sobre un alumno en particular o sobre la comunidad de su aula; la
investigación se diseña con el fin de brindarle a usted la información que le servirá para
satisfacer las necesidades de los alumnos en el aula, en la escuela y en la comunidad.
Por otra parte, si la investigación ha de tener un público más amplio que usted mismo y
los maestros de la escuela, debe conseguir autorización para copiar los trabajos de los
alumnos o para las diapositivas, vídeos o audios que tenga planificado dar a conocer como
ejemplos.
Recuerde, esto incluye cualquier público más allá de los maestros de su
escuela. Si hace una presentación para docentes de su distrito, para padres y para la
comunidad, como trabajo en el marco de un curso universitario, o incluso para cooperativas
de padres y otros tipos de organización de apoyo a la escuela, necesitará tener autorización
para hacer público cualquier de los ejemplos del aula mencionados.
¿Qué significa tener autorización? Esencialmente, significa que protege la privacidad
de los alumnos y familias con quienes trabaja. Por ejemplo, necesita prometer reserva a
cambio de la autorización para
• Hacer públicas las redacciones de los alumnos como parte de un artículo que escriba,
• Mostrar vídeos de grupos de respuesta en acción en un congreso local o nacional, y
• Hacer públicos ejemplos de transcripciones que ha grabado, ya sea por escrito o por
medio de la audición de fragmentos de las grabaciones.
Dado que en muchos casos tendrá planificado compartir sus materiales con un público
más amplio (inclusive, si se trata de un público local), por lo general resulta una buena idea
enviar formularios solicitando la autorización al principio de la investigación. Esta simple
carta modelo, utilizada por un docente que conocemos, puede adecuarse a sus
necesidades:
Estimados padres:
Este año, observaré cuidadosamente las actividades diarias que integran el
currículo de lectura y escritura en nuestra aula. Especialmente deseo examinar
los procesos de pensamiento de los niños cuando leen y escriben. Entrevistaré
a los niños acerca de sus procesos y su lectura y escritura como parte de la
enseñanza, como siempre lo hago. Ocasionalmente, en el presente año, haré
también audiograbaciones de estas entrevistas y de conversaciones. Cuando la
totalidad de la clase comparta la lectura y escritura y las discuta, quizá también
grabe, de vez en cuando, estas conversaciones. El propósito de estos registros
será tener una oportunidad para examinar los comentarios de los niños con
mayor detenimiento y repetidamente, a fin de captar cosas que acaso me
perdería si sólo las oyera una única vez.
También, con su autorización, haré copias de algunas de las redacciones y
dibujos compuestos por los alumnos. Sé que la clase se beneficiará con la
mejor comprensión que tendré de los procesos de lectura y escritura de los
niños. En los informes que surjan de esta investigación, se utilizará un nombre
ficticio para proteger la privacidad del niño. Agradecería su firma debajo de este
formulario, así podré utilizar la información obtenida de su hijo para compartirla
con un público más amplio.
Atentamente,
____________________________
Maestro del aula
___________________________ _____________________________
Nombre del niño Padre, madre o tutor
____________________________
Fecha
[Fecha]
Estoy preparando un libro titulado [título del libro y nombre del compilador si usted no es el autor principal],
para ser publicado por [Heinemann o Heinemann-Boynton/Cook] en o alrededor de [mes y año].
Agradeceríamos su autorización para incluir el siguiente material de [nombre del niño] en esta y en futuras
ediciones del presente trabajo:
[Dé la descripción del dibujo o escrito del niño. Servirá de ayuda la inclusión de una copia del material para el
que se solicita autorización.]
Se adjuntan dos copias de esta solicitud. Por favor, firme ambas copias y devuélvame una, guardando la otra
para sus archivos.
[Su firma]
[Su nombre y dirección mecanografiados o impresos]
Yo (nosotros) doy (damos) mi (nuestra) autorización para el uso del material arriba descripto.
Creemos que se debe preguntar a los alumnos mismos sobre las copias de sus
trabajos. ¡Nos hemos encontrado con que, por lo común, les encanta y a veces incluso
desean que se copien todos sus trabajos!
No obstante, si necesita requerir la autorización de los padres después que ha escrito
la investigación y está próxima la presentación ante el público o su publicación, podría
utilizar un formulario de la editorial tal como el que se muestra en la figura 11.
La elección de nombres ficticios para los alumnos que aparecerán en la investigación
es un procedimiento corriente. Depende de la pregunta de investigación si ficcionaliza o no
el resto de la situación. Dado que Julie presentará su investigación ante La Junta Escolar, no
cambiará el nombre de su ciudad, pero sí los nombres de todos los docentes y alumnos
intervinientes en el estudio. Por otro lado, si cree que su investigación tiene implicancias
mayores y piensa ampliarla a un público nacional, quizá deba extender a su ciudad, a la
escuela e incluso a sí misma la utilización de seudónimos. En la mayoría de los casos, los
docentes hacen figurar el nombre de su escuela y de la ciudad en que trabajan, modificando
sólo los nombres de los alumnos.
Actividades
1. Vuelva a examinar los diseños de investigación de Sharon, Scott, Julie, Bonnie y Annie. A
medida que relee las preguntas de estos docentes-investigadores, pruebe una sesión de
“tormenta de ideas” para encontrar respuestas a los siguientes interrogantes del diseño,
tal como hicimos con la pregunta de Sharon en este capítulo:
Después de haber escrito las preguntas pruebe una sesión de tormenta de ideas para
responder a los interrogantes de 1.
3. Intercambie las preguntas de investigación con un colega o dos y respóndanse entre
ustedes los interrogantes sobre el diseño. Una vez más, le recomendamos que se haga
un rato fuera de la escuela, en una atmósfera confortable, para hablar de estas preguntas.
Incluya algún tiempo para discutir el marco teórico, su “peñasco”.
4. Haga una tormenta de ideas con varias personas que puedan servirle como sistema de
apoyo. ¿Hay alguien en la escuela o en el lugar en que trabaja con quien se sienta
suficientemente cómodo como para compartir su trabajo en curso, alguien que se
abstendrá de juzgar? Puede parecer u requisito extraño, pero trate de elegir a alguien que
comparta su sentido del humor. Esta puede ser la clave del éxito de una colaboración a
largo plazo. Si en la escuela no hay nadie, piense en colegas que conoce de clases
anteriores o en alguien del grupo de apoyo. Después que haya elegido uno o más colegas
con los que se sienta compatible, planifique de modo muy concreto encuentros regulares.
Asegúrese de que esto sea posible (¿Les vendrá bien a ambos una llamada por semana y
un sábado a la mañana por mes?). ¿Y por qué no almorzar juntos en la escuela una vez
por semana? Pueden encontrarse en persona o por carta durante ese tiempo. Tal vez sea
innecesario que se encuentren con mucha frecuencia si usted tiene un fuerte grupo de
apoyo que se reúne mensual o bimensualmente. Como sea, resultará útil de todos modos
tener un colega a mano para discutir los temas de la investigación a medida que van
surgiendo. Una vez que haya hecho algunos planes tentativos, escríbalos como parte del
diseño.
5. ¿Cuánto tiempo piensa que necesita para reunir la información que requiere la respuesta
a la pregunta? Trate de ser tan realista como pueda en el cálculo del tiempo que
necesitará, tomando en cuenta la naturaleza de la pregunta y otras exigencias (exigencias
profesionales y personales). Es preciso que sea flexible con la estructuración de los
plazos que se imponga, pero poner límites realistas le servirá bastante para tomárselos
con seriedad. Una vez más, consignar estos planes por escrito le será útil.
6. ¿Cuál será el público para las respuestas a la pregunta? Si ha de necesitar autorización
para publicar cualquiera de sus datos o conclusiones, cree un formulario como parte de su
diseño. Los ejemplos de formularios incluidos en este capítulo pueden adaptarse para
cumplir con los requisitos de su propia pregunta de investigación.
PREGUNTAS:
OBSERVACIONES:
RECOLECTAR: