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UNIVERSIDAD AUTONOMA GABRIEL RENÉ MORENO

CARRERA DE PSICOLOGIA

“El psicoanálisis”
Tarea #10

NOMBRE: GUTIERREZ CAMACHO ANA GABRIELA


REGISTRO: 219023492
MATERIA: PSICOLOGÍA I
GRUPO: 2A
DOCENTE: LIC. JOSE ERNESTO VARGAS
Definición del psicoanálisis
El psicoanálisis es un método creado por el médico y neurólogo
austríaco Sigmund Freud (1856–1939) que tiene como objetivo la investigación
y el tratamiento de las enfermedades mentales. Se basa en el análisis de
los conflictos sexuales inconscientes que se originan en la niñez.
La doctrina psicoanalítica sostiene que los impulsos instintivos que
son reprimidos por la conciencia permanecen en el inconsciente y afectan al
sujeto. Es importante tener en cuenta que el inconsciente no es observable por
el paciente: el psicoanalista es quien debe volver accesibles dichos conflictos
inconscientes a través de la interpretación de los sueños y los actos fallidos y
de la asociación libre.
Según Freud, la asociación libre era la regla fundamental del psicoanálisis; se
trata de una técnica que consiste en que el paciente exprese, durante las
sesiones de terapia, todas sus ideas, emociones, pensamientos e imágenes tal
y como se le presentan, sin restricciones ni ordenamientos. Ante esta apertura,
el psicoanalista debe determinar qué cosas, dentro de esas manifestaciones,
reflejan un conflicto inconsciente. Cabe mencionar que, a pesar de contener el
término libre, esta práctica también está sometida a las decisiones de nuestro
cerebro.
Resulta interesante señalar que el psicoanálisis ha detectado
diversos mecanismos de defensa que consisten en procedimientos
psicológicos no razonados destinados a minimizar las consecuencias de un
acontecimiento que genera estrés. Veamos algunos de ellos a continuación:
* la represión, que mantiene alejados de la conciencia los elementos dolorosos;
* la condensación, los sueños que conjugan diversos fragmentos en un mismo
elemento;
* el desplazamiento, que se da cuando las ideas se desplazan de un hecho
inaceptable o peligroso a uno aceptable.
Durante un tratamiento de psicoanálisis, los pacientes suelen descubrir cosas
acerca de ellos mismos que no quieren aceptar, o que les resultan demasiado
difíciles de entender; muchas veces, ante tales hallazgos, huyen despavoridos
de la terapia, para nunca regresar. Es importante que los terapeutas se
antepongan a estas situaciones, que son especialmente comunes en los casos
de personas que no se han psicoanalizado antes.
Durante una sesión, los psicólogos pueden intervenir hasta un cierto punto, y
esto depende de la escuela a la que pertenezcan; lo más común es que se de
al paciente el tiempo necesario para ahondar en su interior, descubrir
gradualmente detalles de su persona que han permanecido ocultos durante
años, y guiarlos para que los entiendan, los acepten y trabajen sobre ellos.
Además de dar el espacio para que los pacientes descubran poco a poco las
raíces de sus problemas e intenten comprenderlos, se recomienda no proponer
medidas violentas, sorprendentes, que acarreen cambios bruscos e
inesperados, ya que esto suele generar un efecto negativo y contraproducente.
A menudo los psicoanalistas se sirven de la ayuda de los psiquiatras, cuando
consideran que una persona puede beneficiarse del consumo de algún
fármaco. Esta decisión es adecuada en muchos casos, pero es fundamental
que no la comuniquen a sus pacientes sin prepararlos para ello.
Existen opiniones muy diversas con respecto a la terapia: muchas personas
temen buscar ayuda en el psicoanálisis, por creer que este recurso
corresponde solamente a alguien con graves trastornos mentales.
Sin embargo, ante etapas de profunda depresión, incluso los incrédulos
acuden al diván, pero no sin ciertas reservas; se trata de un paso muy
importante, de una decisión delicada que puede desmoronarse si no se recibe
el trato adecuado. Cuando alguien se siente vulnerable, lo último que necesita
es que se critique bruscamente su comportamiento o sus ideas, sobre todo si
esto viene de un ser en quien confiamos.
Por último, el fenómeno conocido como transferencia se refiere al momento de
la terapia en la cual el paciente transfiere en la figura de su psicólogo ciertas
experiencias vividas en el pasado, por lo general relacionadas con la distorsión
de las figuras paternas y maternas.
¿Para qué sirve el psicoanálisis?
El psicoanálisis y la terapia psicoanalítica sirve para aquellas personas que
sienten que caen en forma recurrente bajo el peso de síntomas psíquicos lo
que impide que puedan desarrollar todo su potencial para ser felices
individualmente, con sus amigos o su familia, así como sentirse exitoso y pleno
en en trabajo o en las tareas habituales de la vida. La ansiedad, las inhibiciones
y la depresión generalmente son signos de conflictos internos. Esto puede
originar dificultades en las relaciones y si no son tratadas pueden tener un
impacto considerable tanto en la vida personal como profesional de las
personas. Las raíces de dichos problemas a menudo van mas profundo de lo
que la conciencia puede alcanzar, esta es la causa por la cual es irresoluble sin
psicoterapia. Es con la ayuda del analista que el paciente puede alcanzar
nuevos conocimientos sobre la parte inconsciente donde anida el conflicto.
Hablando con el psicoanalista en una atmósfera segura éste va llevando al
paciente a hacerse consciente de aquellos conflictos presentes en la parte
inconsciente de su psiquis (esto incluye pensamientos y sentimientos,
memorias y sueños)
Objeto de estudio del psicoanálisis
El objeto de estudio del Psicoanálisis es el sujeto del inconsciente.
Metodos del objeto de estudio
el objeto de estudio no es el individuo, ni es algo concreto. Este hecho
diferencia al psicoanalisis, de otras disciplinas existentes en el campo de la
salud mental que trabajan con el sujeto de la consciencia. Me refiero a
disciplinas tales como: la psicología, la psicología social, la sociología y la
psiquiatría.
Representantes
El primer representante a mencionar es el creador de esta escuela: 
1. Sigmund Freud, "El padre del psicoanálisis":
Sigismund Freud, que, a los veintidós años, habría de cambiar ese nombre por
el de Sigmund, nació en Freiberg, en la antigua Moravia (Hoy Príbor,
Checoslovaquia), el 6 de mayo de 1856. Su padre fue un comerciante de lana
que, en el momento de nacer él, tenía ya cuarenta y un años y dos hijos
habidos en un matrimonio anterior; el mayor de ellos tenía aproximadamente la
misma edad que la madre de Freud -veinte años más joven que su esposo- y
era, a su vez, padre de un niño de un año. En su edad madura, Freud hubo de
comentar que la impresión que le causó esta situación familiar un tanto
enredada tuvo como consecuencia la de despertar su curiosidad y aguzar su
inteligencia.
2. Alfred Adler
Alfred Adler nació en los suburbios de Viena el 7 de febrero de 1870. Era el
segundo varón de tres niños, fruto de un matrimonio de un comerciante judío
de granos y su mujer. De niño, Alfred padeció de raquitismo, lo que le mantuvo
impedido de andar hasta los cuatro años. A los cinco, casi muere de una
neumonía. Fue a esta edad cuando decidió que de mayor sería médico.
Alfred fue un niño común como estudiante y prefería jugar en el patio a
embarcarse en los estudios. Era muy popular, activo y extravertido. Todos le
conocían por intentar superar a su hermano mayor Sigmund.
3. Carl Jung
Carl Gustav Jung nació el 26 de julio de 1875 en una pequeña localidad de
Suiza llamada Kessewil. Su padre, Paul Jung, fue un clérigo rural y su madre
fue Emilie Preiswerk Jung. El niño Carl creció rodeado de una familia muy
educada y extensa que incluía a unos cuantos clérigos y algunos excéntricos
también.
El padre inició a Carl en el latín a la edad de 6 años, lo que desde el principio
aceptó con gran interés, en especial por el lenguaje y la literatura antigua.
Además de leer la mayoría de las lenguas modernas del occidente europeo,
Jung también leía alternativamente varias otras lenguas antiguas como el
sánscrito (el lenguaje original de los libros sagrados hindúes).
Carl era más bien un chico solitario en su adolescencia, no le importaba mucho
el colegio y no soportaba la competición. Acudió a un colegio interno en Basel,
Suiza, donde se encontró frontalmente con los celos de sus compañeros.
Empezó a utilizar la enfermedad como excusa, desarrollando una tendencia
avergonzante a desmayarse cuando estaba sometido a una gran presión.
Aunque su primera elección de carrera fue la arqueología, se decidió por la
medicina en la Universidad de Basel. Allí conoció al famoso neurólogo Kraft-
Ebing, y llegó a trabajar para él. Bajo su influencia, estudió psiquiatría.

Sus aportes
• Descubre una nueva zona, el inconciente, esta zona se divide en tres:
inconsciente, preconsciente y consciente..
• El consciente conjunto de pensamientos, recuerdos y decisiones que el
hombre vive y expresa de manera libre.
• "El preconsciente: son elementos psíquicos sobre los que no tenemos control
total, pero que están ejerciendo influencia en nuestra conducta. El inconsciente:
está formado por impulsos, acontecimientos y vivencias que han sido
reprimidos en los primeros años de vida.

Los mayores descubrimientos de Freud.

Freud descubrió, trabajando con sus pacientes histéricas, que los síntomas
contenían un significado oculto. Con el tiempo aprendió que los síntomas
neuróticos eran mensajes que portaban contenidos psíquicos reprimidos e
inconscientes. Esto le permitió desarrollar su “cura por la palabra” lo que
revoluciono la interacción entre los pacientes y sus terapeutas. Freud atendía a
sus pacientes seis días a la semana, escuchando y respondiendo a lo que ellos
quisieran decirle, mientras permanecían tendidos en el diván. Eran invitados a
decir todo lo que transcurriera por su mente, esto proveía a Freud de
asociaciones que provenían de experiencias reprimidas de la niñez, deseos, y
fantasías que eran resultado de conflictos inconscientes. Una vez traídos a la
conciencia dichos conflictos podían ser analizados y los síntomas
desaparecían. Estos 3 procedimientos (encuadre, asociación libre e
interpretaciones) no solamente se transformaron en un potente método de
tratamiento, sino también en una herramienta eficiente para estudiar la psiquis
humana, que mas tarde origino el desarrollo de una cada vez mas sofisticada
teoría psicoanalítica sobre el funcionamiento de la mente y en años recientes
permitió sumar estudios comparativos con el nuevo campo de lo denominado
neuropsicoanalisis. Los tempranos descubrimientos de Freud fueron algunos
los mas innovadores conceptos del psicoanálisis:
1. El inconsciente: la vida psíquica existe por debajo de lo que conocemos
como la conciencia, también por debajo del preconciente en el sentido de que
es aquello sobre lo que podemos volvernos consciente cuando tratamos de
pensar en ello. La mayor parte de nuestra vida mental es inconsciente y esa
parte solo es accesible por la vía del psicoanálisis.
2. Experiencias tempranas de la niñez: son una amalgama de fantasía y
realidad caracterizada por deseos pasionales, impulsos primitivos y ansiedades
infantiles. El hambre despierta el deseo de tragarse todo, pero también el temor
de ser tragado. El deseo de estar en control e independiente esta asociado al
temor de ser manipulado o abandonado, la separación de algunos de sus
cuidadores puede significar quedar expuesto, sin ayuda y abandonado. Amar a
uno de los padres puede ser riesgoso, puesto que el niño puede temer perder
el amor del otro padre. Estos deseos tempranos y temores resultan en
conflictos que no pueden ser resueltos, son reprimidos y se vuelven
inconscientes.
3. Desarrollo Psicosexual: Freud entendió que la maduración progresiva de las
funciones corporales se centraban en las zonas erógenas (boca, ano,
genitales) y se avanzaba esta maduración junto con los placeres y temores
experimentados en relación con sus cuidadores, tomados estos como relación
de objeto. El desarrollo de esta estructura es el camino para la formación de la
mente infantil
. 4. El compejo de Edipo: es el núcleo de toda neurosis. El niño a los 6 años se
vuelve consciente de la naturaleza sexual de la relación entre sus padres, de la
cual él está excluido. Aparecen fuertes sentimientos de celos y rivalidad que
deberán ser resueltos, junto con otros problemas como quien es hombre, quien
mujer a quien se puede amar, con quien se puede casar, como vienen lo bebes
al mundo y que es lo que los niños pueden hacer comparado con lo que hacen
los adultos. La resolución de esos desafíos va a moldear el carácter adulto y al
super-yo (ver adelante en yo, ello y super-yo)
5. Represión: es la fuerza que mantiene inconsciente las peligrosas fantasías
relacionadas con la parte no-resuelta de los conflictos infantiles.
6. Los sueños son realización de deseos: a menudo, los sueños, expresan el
cumplimiento de deseos o fantasías infantiles. Puesto que las escenas en los
sueños aparecen deformadas o disfrazadas ( como escenas absurdas,
estrañas o incoherentes) estas requieren análisis para revelar su significado
inconsciente. Freud llamó a la interpretación de los sueños la vía regia al
inconsciente.
7. Transferencia: es la tendencia ubicua de la mente humana de ver e
identificar cualquier nueva situación sobre la plantilla de experiencias previas.
En psicoanálisis la transferencia ocurre cuando el paciente ve a analista como
una figura parental con el cual puede volver a experimentar los mayores
conflictos infantiles o traumas como si fuera la situación original.
8. Asociación Libre: describe la emergencia de pensamientos, sentimientos y
fantasías cuando no están inhibidas por restricciones como el miedo, la culpa o
la vergüenza. (ver mas adelante).
9. El yo, ello y superyo: El yo es el asiento principal de la conciencia, el agente
de la mente que ejerce la represión, consolida e integra los variados impulsos y
tendencias antes de ser trasladadas a la acción. El ello es la parte inconsciente
de la mente, el sitio donde mora la parte reprimida e incognoscible de la
memoria y de rastros de las experiencias infantiles.
El super-yo es la guía de la mente y la conciencia, el lugar desde donde se
recuerdan las prohibiciones y los ideales por lo cual luchar.
Los principales aportes a la teoría psicoanalítica desde Freud: las diferentes
escuelas y tendencias. Freudianos clásicos y contemporáneos: Sigmund Freud
(1856-1939) creo un modelo de la mente asumiendo unas pocas bases
teóricas: La vida psíquica es activada por energía de dos tipo de fuerza
pulsional (en su primera teoría de las pulsiones fueron la pulsión sexual y la
pulsion de autoconservación, en la segunda teoría de las pulsiones fueron las
pulsiones de vida-pulsiones de muerte o sexualidad y agresion).

PSICOANALISIS COMO TEORIA DE LA PERSONALIDAD

• ESTRUCTURA DE LA MENTE

La mente tiene tres niveles, el primero es el consciente, donde se ponen las


informaciones que se reciben del mundo y las experiencias que se viven,
temporalmente, el segundo es el preconsciente, donde se almacenan los
contenidos mentales y donde tenemos fácil acceso, y por último el inconsciente
y sus contenidos a los cuales se tiene difícil acceso, y suelen ser experiencias
traumáticas e información desagradable que no queremos recordar.
EL INCONSCIENTE El inconsciente no es observable, se manifiesta en los
sueños, que son escenificaciones imaginarias que ocurren mientras dormimos.
Además se manifiesta en los errores que cometemos en nuestro día a día, y es
por eso que en el psicoanálisis todo tiene una causa, incluso los chistes nos
informan de nuestro inconsciente. Sin embargo, hay un tipo de manifestación
dolorosa, los trastornos mentales neuróticos, los síntomas visibles son la
expresión de un conflicto interno. Pero, ¿Qué es el inconsciente? Una cualidad,
un aspecto de la vida psíquica, en el cual no hay lógica, porque los aspectos
contrarios pueden coexistir y una idea se puede presentar en su forma opuesta.
Tampoco hay tiempo, es decir, pueden coexistir hechos ocurridos en periodos
diferentes, ni espacio, lugares distintos pueden aparecer juntos. Para Freud los
sueños tienen una doble función: Relacionados con los deseos, que pueden
proceder de situaciones en nuestra vida cotidiana o del pasado, deseos
reprimidos en la infancia. Y los guardianes del sueño, que hacen que la
excitación emocional del deseo no nos despierte, es decir, logramos una
gratificación alucinatoria, porque los deseos se disfrazan para poder ser
soportados por la consciencia. Y en todo sueño hay un contenido latente (la
realidad del deseo) y un contenido manifiesto (lo que se recuerda al despertar).
Hay varios mecanismos por los cuales el latente se transforma en manifiesto:

• Desplazamiento, un contenido emocional que se asocia a otro objeto.

• Simbolización, una represión del lenguaje que se transforma en símbolos.

• Identificación, alguna persona con la que nos identificamos en el sueño.

• Condensación, muchos deseos juntos.

• Dramatización, el sueño se presenta en forma de historia.

TEORIA ESTRUCTURAL DE LA PERSONALIDAD

Esta visión establece tres agentes dinámicos de la personalidad:

▲ El ello, el id. Es la parte más primitiva e inaccesible, solo tenemos esto


cuando nacemos. Expresa la verdadera intención del organismo, que busca la
inmediata satisfacción de sus deseos. Es un agente irracional e ilógico,
desconoce cualquier valor, solo lo regula el principio de placer.

▲ El yo, el ego. Es un agente de la personalidad, que surge del id, de la


tendencia a evitar lo desagradable, pero soportar un displacer momentáneo si
se obtiene el placer posterior. Y la tarea del ego, es la auto conservación del
individuo, calculando las consecuencias y persiguiendo racionalmente ese
placer. Integra componentes preconscientes, conscientes e inconscientes, y si
hace consciente al inconsciente puede alcanzar la libertad.

▲ El superyó, es un mecanismo de defensa que emerge de la debilidad del yo


infantil. Es decir, la interiorización de las prescripciones paternas: el miedo al
castigo, la necesidad de afecto, etc. Es la voz de los padres, la conciencia
moral, estas, acaban haciéndose inconscientes y pasan a ser controladas por
el yo.

Bibliografía:

 Bleichmar, Norberto M.; Leiberman de Bleichmar, Celia (1997 (reedición


1999)). El Psicoanálisis después de Freud. Teoría y clínica. Con la
colaboración de Silvia Wikinski. México: Paidós. ISBN 978-968-853-351-2.
 Bolognini, Stefano (2004). La empatía psicoanalítica. Buenos Aires:
Lumen.
 Kerr, John (1995). La historia secreta del psicoanálisis.
Barcelona: Editorial Crítica. ISBN 978-84-7423-687-3.
 Carpintero, H. (1993). Análisis de un texto de W. Wundt de 1896. En E.
Quiñones, F. Tortosa, & H. Carpintero (Comp.), Historia de la Psicología.
Textos y comentarios. (págs. 231-241). Madrid: Tecnos.

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