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I.

DESARROLLO HISTÓRICO
En nuestros días, los romanistas, es decir la iglesia católica romana profesa, en lo
concerniente a los orígenes del Papado, una doctrina que puede llamarse de fe y de
la que no debe apartarse todo aquel que quiera mantenerse en la ortodoxia. De
esta manera se atribuyen la idea de que el propio Cristo determinase el lugar y la
función del Pontífice en la economía de su Iglesia.
Por otro lado, la iglesia romana atribuye la institucionalidad del papado en la
persona del apóstol Pedro, a quién refieren como el primer Papa. Por tanto, diremos
que las pretensiones romanistas distan de la tradición eclesiástica y mucho más no
tiene base bíblica alguna; por cuanto, ni Pedro, ningún otro padre de la iglesia, se
atribuyó autoridad universal alguno con respecto a la iglesia. Ante este hecho, es
menester precisar que, el origen y el propósito de la iglesia cristiana; se debe a
Cristo, por cuanto él es la cabeza y el Señor de la iglesia, por ende diremos:
Primero, la iglesia no fue fundada, como una institución autoritaria que obligue al
mundo a vivir conforme a las enseñanzas de Cristo, sino solamente como institución
que testificara de Cristo al mundo en general. En este sentido, Cristo mismo, y no la
Iglesia, es el poder transformador en la vida humana.
Sin embargo, la iglesia romana y básicamente el papado, tiene sus bases en el
sistema gubernamental imperial que en aquel entonces predominaba; a partir de
entonces, poco a poco empezó a asumir para sí una forma de gobierno como el del
mundo político en que existía, y llegó a ser una vasta organización autocrática
regida por los dirigentes superiores1.
Finalmente debemos decir que, originalmente iglesia cristiana, se caracterizaba por
la sencillez de su gobierno, pocos era los oficios y no muchas las órdenes que
aquellos cristianos derivaron de la Sagrada Escritura, y que ejercían sin ninguna
ostentación ni ceremonia. Empero, la extensión de la iglesia, que iba conquistando
nuevas comarcas; el aumento de sus congregaciones; la necesidad que había que
tratar de un modo especial a los lapsos y a otras clases de individuos.
Por tanto, el papado, fue una evolución gradual que a cada paso incrementaba e
introducía a la organización de la iglesia nuevos matices en su política de gobierno,
hasta asociarse posteriormente con el Estado.
A. PRETENSIONES DE SUPREMACÍA
Antes de revisar y hacer un recorrido histórico del origen del papado, es
menester definir el término Papa. Esta palabra significa "padre". Fue aplicada
primeramente a todos los obispos occidentales. Cerca del año 500 comenzó a
limitarse al obispo de Roma, y pronto llegó a significar, en el uso común, " padre
universal," es decir, obispo sobre la Iglesia entera. En la lista Católica romana de
Papas se incluye a los obispos de Roma desde el primer siglo en adelante. Pero
durante 500 años los obispos de Roma no fueron Papas, o sea obispos
universales. La idea de que el obispo de Roma debía tener autoridad sobre la
Iglesia entera fue de crecimiento lento, combatida denodadamente a cada paso,
y nunca, en ningún tiempo, ha tenido reconocimiento universal.

1
Juan Fletcher H. Historia Compendiada de la iglesia Cristiana, pg. 91
2

De esta manera, según la tradición católica romana se le atribuye a Pedro como


el primer Papa es neta y llanamente una ficción. No hay evidencia histórica
alguna de que haya sido obispo de Roma jamás. Tampoco reclamó jamás para sí
mismo una autoridad tal como pretenden sus "sucesores." Pareciera que Pedro
tuviese un presagio divino de que sus "sucesores" se ocuparían principalmente
de "enseñorearse sobre las heredades del Señor", en lugar de ser "dechados de
la grey" (1 Ped. 5:3).
Como se puede notar, en la historia de la iglesia, no hay una fecha específica
que enmarque su punto de partida, menos existe indicio alguno del sistema papal
tanto en la iglesia primitiva como en la iglesia patrística; por cuanto ni Pedro, ni
ningún padre de la iglesia se atribuyó dicha autoridad; muy por el contrario como
ya se dijo, esta organización es un proceso gradual.
B. CONSTANTINO Y LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA
La organización de la iglesia bajo Constantino 2, se convirtió en un imperio menor
dentro de los límites de otro mayor. Continuó la sencillez en el gobierno hasta
fines del segundo siglo; desde entonces, se acentuó la tendencia hacia una
constitución más compleja; tendencia que se había dejado sentir durante las tres
cuartas partes del siglo anterior al Constantino.
Una vez unificada la Iglesia y el Estado bajo Constantino, éste último en muchas
ocasiones usurpando sus funciones y tomaba algunas decisiones en el entorno
de la iglesia, sobre todo en cuestiones políticas, aunque en cuestiones
doctrinales nada pudo hacer. De esta manera la Iglesia inmediatamente llegó a
ser una institución de gran importancia en la política del Estado.

Es así que, Constantino con la finalidad de unificar la iglesia para fortificar su


gobierno; atribuyéndose obispo de los obispos, convocó al concilio de Nicea
(325), y lo presidió3. Este Concilio dio a los obispos de Alejandría y de Antioquia
plena jurisdicción sobre sus provincias, así como al obispo romano sobre la suya,
pero sin la menor indicación de que aquellos estuvieran sujetos a Roma.
Posteriormente en el Concilio de Calcedonia (451), ya podemos encontrar
indicios de concentrar el poder papal en la ciudad imperial; para este fin, al
parecer se han unido el obispo León y el emperador Teodosio; por cuanto, la
madre de este último escribió una carta para enviar al mencionado concilio en la
que se expresa lo siguiente:
“Viendo que es justo en todo preservar esta ciudad (Roma), que es la señora de
todas las ciudades”.4
Como se puede ver, hasta Calcedonia, el argumento de la supremacía de la
iglesia de Roma todavía no se basaba en la hipótesis de su fundación por Simón
Pedro, sino en la importancia de la capital de Italia. Este esfuerzo fue inútil, ya
que al final el concilio ratificó el gobierno de la iglesia por sínodo provincial,
aunque la autoridad final descansaba en Constantinopla.

2
Juan Fletcher H. Op. Cit., pg. 91
3
H.H. Muirhead. Historia del Cristianismo, pg. 181
4
H.H. Muirhead. Op. Cit, pg. 183
3

Por otro lado, cabe recalcarse que en varias ocasiones hubo este intento, aunque
el resultado final fue contrario a las pretensiones romanas. Básicamente los
primeros siete siglos, Roma no pudo conquistar la preeminencia, pero no
abandonó sus pretensiones, hasta que por fin consiguió su propósito en
occidente. En este sentido, el Señor Muirhead, 5 nos presenta varios factores que
favorecieron al pontificado romano, y estos son:

 La hipotética fundación de la iglesia de Roma por Simón Pedro, y el supuesto


primado suyo concedido por Cristo.

 La preeminencia temprana de la capital italiana libre de las rivalidades locales


en el occidente.

 El traslado de la metrópoli imperial de Roma a Constantinopla y la debilidad


de carácter de los emperadores occidentales después de la división del
imperio.

 La invasión de los bárbaros junto con el establecimiento de gobiernos rivales


en el sur de Europa.

 El hecho de haber sido mayor a partir del siglo quinto.

 El crecimiento del cristianismo en el occidente que en el oriente.

 El debilitamiento del cristianismo en el oriente, cansado de las controversias


doctrinales.

 Y la lucha contra las fuerzas persas y mahometanos, las cuales fueron


apoderándose poco a poco del territorio cristiano.

C. PERSONAJES QUE CONSOLIDARON EL PAPADO


El primer lugar, León I, el Grande (440-61), llamado por algunos historiadores
como el primer Papa. Los infortunios del Imperio fueron la oportunidad del
Papado. El Oriente estaba dividido por controversias; el Occidente, bajo
emperadores débiles, se deshacía ante los bárbaros. El Papa era el único
hombre fuerte del momento. León, 452, d.C., persuadió a Atila el huno, a que
perdonara la ciudad de Roma. Después, en el 455, indujo a Genseríco el Vándalo
a que tuviera misericordia de la ciudad.
Esto acrecentó grandemente su reputación. León reclamaba ser, por
nombramiento divino, primado de todos los obispos, y obtuvo del Emperador
Valentiniano III el reconocimiento imperial de sus pretensiones en el año 445,
aunque su reconocimiento sólo fue por el lado occidental (regional). De esta
manera se proclamó señor de la Iglesia entera, abogó a favor de un Papado
exclusivo y universal; dijo que resistir la autoridad suya era un camino seguro al
infierno; y abogaba a favor de la pena de muerte para la herejía. El Concilio de
Calcedonia (451), el cuarto Concilio ecuménico, a pesar de lo hecho por el
Emperador, dio al patriarca de Constantinopla prerrogativas iguales a las del
Patriarca de Roma.

5
H.H. Muirhead. Op. Cit, pg. 185
4

En segundo lugar, Gelasio I, (492-496). Una vez en la silla papal, Gelasio no


perdió tiempo y empleó todos los medios a su alcance, a fin de aprovecharse de
la gestión emprendida y conquistada por León I. Su propósito fue la de extender
la supremacía papal de manera universal, hecho como se ha dicho, León I no lo
había logrado. En este intento expansionista, planteó al imperio lo siguiente:
“Declaraba que el mundo debía ser gobernado por dos poderes, el
pontifical y el real, de los cuales aquel era más serio e importante que
éste, puesto que el pontífice respondía ante Dios de los actos de los
reyes... aun cuando los reyes gobiernen a los hombres en el mundo,
deben someterse a los prelados en los caso espirituales, no siendo reyes
en las órdenes divinas, sino súbditos” 6.

De esta manera, el pontificado papal con todo su poderío se preparaba para un


dominio absoluto en el imperio, aunque no fue decretada bajo ningún concilio.
Por su parte Símaco (498-514) “estableció la impecabilidad del papa como
dogma de la iglesia”.
Después de la muerte del emperador Teodosio, la anarquía prevaleció en Italia.
Otro personaje clave en este desarrollo fue Gregorio I (590-604). Este último, es
generalmente considerado como el primer Papa. Apareció en un tiempo de
anarquía política y de grandes calamidades públicas en toda Europa 7. Italia,
después de la caída de Roma en el 476 d.C., había llegado a ser un reino godo, y
luego una provincia bizantina bajo control del emperador del Oriente. Ahora era
saqueada por los lombardos.
La influencia de Gregorio sobre los diferentes reyes tuvo un efecto estabilizador.
Estableció un control completo sobre las iglesias (de Italia, España, Galia e
Inglaterra (cuya conversión al cristianismo fue el gran evento de los días de
Gregorio). Procuró incansablemente la purificación de la iglesia; depuso a
obispos negligentes o indignos, y -se opuso con gran celo a la práctica de la
simonía (la venta de puestos). Ejerció gran influencia en Oriente, aun cuando no
reclamaba jurisdicción sobre la Iglesia oriental. El entonces Patriarca de
Constantinopla se hizo llamar "Obispo Universal." Esto irritó grandemente a
Gregorio, quien rechazó el título como "palabra viciosa y orgullosa," y rehusó que
se le aplicara a si mismo.

Sin embargo, prácticamente ejercía toda la autoridad que aquel título


representaba. En su vida personal era un buen hombre, uno de los más puros y
mejores de los Papas; incansable en sus esfuerzos a favor de la justicia para los
oprimidos, y sin límite en sus caridades para con los pobres. Sí todos los Papas
hubieran sido tales, cuán diferente concepto tendría el mundo del Papado.
Finalmente, el periodo de Carlomagno (768 - 814), fue el momento cumbre del
papado, por cuanto en este periodo, el Estado y la Iglesia unen esfuerzos para
conquistar el mundo entero.
En el año 713 Carlomagno destruyó el imperio de los lombardos, apoyó y
aumento los estados papales y se declaró “rey de Italia”. Después de muchas
6
H.H. Muirhead, Op. Cit. pg. 187,188 (Todas las cursivas)
7
Ibid., pg.190
5

conquistas, fue coronado emperador por el propio papa León III, resurgiendo así
el viejo Imperio Romano de occidente. “El Santo Imperio Romano”. El crecimiento
del poder papal iba de la mano con el franco desenvolvimiento del imperio
carlovingio, y avanzó paralelamente, de modo que el aumento del uno contribuyó
al progreso del otro.
De esta manera, los misioneros católicos contaban con el apoyo de los poderes
civiles en el afán de exterminar la herejía y el paganismo. Y cuando los medios
moderados se mostraban inútiles a sus designios, la iglesia no titubeaba en pedir
el empleo de medidas violentísimas, obteniendo luego la aprobación del Estado.
En conclusión, bien pudo afirmar el Señor Muirhead en el sentido de que “La
“Santa Iglesia Romana” y el “Santo Imperio Romano” fueron considerados partes
homogéneas, y el propósito de la una era la meta del otro: la conquista y
dominación del mundo entero”.8
D. LA CONSOLIDACIÓN DEL PAPADO Y SUS REPERCUSIONES
Como hemos podido notar, los personajes fundamentales para este fin fueron el
Papa León I y Gelasio (440-496), por cuanto a partir de entonces la iglesia
romana se consolidó en sus ideales.
Por otro lado, cabe notarse que el papado se desarrolló grandemente en medio
de las invasiones de los pueblos bárbaros a la ciudad imperial. En este trance,
León I por ejemplo intervino ante los hunos y los vándalos a que tuviera
misericordia a la ciudad; hecho que en alguna manera acrecentó su reputación;
por cuanto debido a la flaqueza de sus gobernantes, se mostraba como el único
líder buscando la salvaguardad de la ciudad.

Posteriormente con la reconquista de la ciudad imperial, por Carlomagno fue otro


hecho benéfico para la organización papal; pues de ahí en adelante, tanto la
iglesia (papado) y el Estado, se unen con un mismo propósito la conquista y
dominación del mundo entero. A este periodo de la consolidación papal (814-
1054), los historiadores conocen como el periodo más oscuro de la historia de la
iglesia cristiana,9 por las siguientes razones:

 La idolatría, la superstición, el clericalismo, el monaquismo,el despotismo


papal y todo lo que señala un triunfo del error y de los principales
anticristianos, llega a su más alto apogeo.

 La doctrina de la salvación por obras substituye a la justificación por la fe.

 Los obispos que se sentaron en Roma, en vez de gobernar al cristianismo,


llegaron a creerse semi-dioses en la tierra. Pretendían tener el derecho de
destronar a los reyes a su antojo, y exigieron al mundo la más ciega y
humillante sumisión.

 Las orgías del papa superaban en mucho las más abominables de las cortes
paganas. En este sentido bien califica Varreto y dice que en el papado se

8
H.H. Muirhead, Op. Cit., pg. 193
9
Juan C. Varreto. La Marcha del Cristianismo, pg.224
6

introdujo “pornocracia”10 debido a que el gobierno eclesial estuvo compuesto


por las amantes de los papas, al que denomina Varreto como el “gobierno de
rameras”.

 La elección de un papa era siempre ocasión siempre de grandes escándalos


y hasta de derramamiento de sangre. Muchas veces, no pudiendo ponerse de
acuerdo los electores, se elegían dos, tres y hasta mayor número de papas.
Generalmente estas elecciones culminaba en derramamiento de sangre. Este
claro ejemplo se puede ver en Sergio y Formoso; en la que éste último venció
a su contrincante en una batalla cruel, y subió todo ensangrentado al altar
para ser consagrado papa.11

Este hecho, llevó a los habitantes de la ciudad imperial a apelar ante el rey a fin
de poner coto a toda clase desmanes en que los papas se hallaban imbuidos.
Por su parte el papa en vez de acatar los acuerdos del concilio, terminaba
excomulgando a todo el concilio. Este hecho se puede observar con el papa
Juan XII, Benedicto IX, quienes lejos de mostrar vida piadosa y ejemplar a ante
la feligresía, se inmiscuyeron en la más cruentas atrocidades; por cuanto se
dieron licencia para la práctica de toda clase de inmoralidades; es así que a este
último se le conocía como “Simón el Mago” .12
Por otro lado, cabe destacarse que al lado oriental del imperio (Constantinopla),
en vez del papado se mantuvo el sistema patriarcal en el seno de la iglesia. Este
último, no estuvo de acuerdo con el papado romano. Por tanto, Ignasio, patriarca
de Constantinopla reuniendo a un concilio en 867, excomulgó al papa, acusando
a la iglesia romana de haberse apartado de la fe y costumbres.
Una de las acusaciones consistía en que Roma permitía comer queso y tomar
leche durante la cuaresma, otra se relacionaba con la orden de que los clérigos
se afeitasen.13 Como se puede ver, entre ambas sedes no hubo grave cuestión
doctrinal, sino que mas la división se dio por cuestiones de palabras e intereses
materiales. Este hecho se puede ver en la actitud de la cede romana, la cual no
quiso reconocer a Focio, como el nuevo patriarca de Constantinopla; por lo que
hubo una violenta correspondencia entre el papa y el emperador.
Por otro lado, en 1043, hubo un interés entre ambas sedes en inclusión de
Bulgaria a sus respectivas jurisdicciones. Después de largas discusiones,
Constantinopla resolvió no someterse a las pretensiones de los delegados
papales. Ante este hecho, Roma excomulgó al patriarca de Constantinopla. De
esta manera, la iglesia del oriente y del occidente se dividió definitivamente en el
año 867. A partir de entonces, la iglesia del oriente se le denomina la iglesia
Ortodoxa. El cisma quedó así establecido y fue completo. Alejandría, Antioquía,
Jerusalén y todo el Oriente quedó con Constantinopla. El Occidente quedó con
Roma.

II. PENSAMIENTOS Y ACTITUDES PAPALES


10
Juan C. Varreto, Op. Cit. pg. 226
11
Juan C. Varreto, Op. Cit. pg. 227
12
Juan C. Varreto, Op. Cit. pg. 230
13
Juan C. Varreto, Op. Cit. pg. 236
7

A. SU ACTITUD HACIA LA IGLESIA


En cuanto a la actitud de la iglesia, no encontramos ningún acto en beneficio de
la iglesia, por cuanto una vez consolidada sus fuerzas, los papas iniciaron
defender sus propias causas y buscar sus propios intereses personales. Entre
ellos se puede nombrar:
Primero, La difusión de las prácticas y doctrinas infundadas en el seno de la
iglesia; es decir, los papas en vez de difundir las Escrituras a todos los
feligreses; se preocuparon más en batallar con tanto furor por la Misa,
Purgatorio, peregrinaziones i otros semejantes desatinos, de tal manera que
ellos niegan la verdadera piedad 14 poniendo mayor énfasis en las mencionadas
dogmas, aunque ninguna cosa dellas pueden probar por la palabra de Dios.
Segundo, introducción de la idolatría al seno de la iglesia. Esto es, cambiaron la
adoración a Dios por dioses hechos por los hombres; por tanto, apartaron
completamente de las Escrituras y de la enseñanza de los apóstoles; incluso
desacataron la prohibición de la adoración a las imágenes resuelta por un
concilio. En este sentido, Calvino bien pudo decir: “Padre era el que dijo: que
era horrenda abominazion ver una imagen ó de Cristo ó de algún santo en los
templos de los cristianos, i esto no lo dijo un hombre solo, sino aun u conzilio
antiguo determinó, que lo que es adorado no sea pintado por las paredes. Mui
mucho falta para que ellos se detengan dentro destos límites: pues que no han
dejado rincon que no hayan hinchado de imágenes.”15
Tercero, introducción de la doctrina de la transubstanciación en la eucaristía,
esto es porque se difundía que tanto el pan como el vino al momento de su
consagración se convertía en el verdadero cuerpo y sangre de Cristo. “Pasan
pues el límite los que hazen creer, que luego al momento que las palabras de la
conzagración son dichas, la substancia del pan i del vino deja de ser para que
se convierta, o transubstanzie (como ellos llaman) en el cuerpo i sangre de Jesu
Cristo”16.
Cuarto, Se declaró por parte del clero la infalibilidad del Papa como también de
los obispos; por ende eran considerados representantes de la iglesia ante Dios,
al estilo del sacerdocio de Aaron. Como tal, deben ser recibidas y obedecida,
por cuanto ellos supuestamente velaban por el bienestar de la grey. “El Papa de
Roma (dizen ellos) el cual está sentado en la silla Apostólica, i los otros Obispos
que él ordenó i consagró, representan la iglesia, i deben ser tenidos por tales:
por cuanto no pueden errar. ¿cómo así? Porque son pastores de la iglesiai
consagrados al Señor” 17
Quinto, al interior del papado, los cargos eclesiásticos ya no se nombraban por
vocación o por llamamiento divino; si no que se hacía a base de mero interés
económico de por medio; por cuanto los cargos eclesiásticos eran ricas
prebendas, los papas de Aviñón se dieron de lleno al “nepotismo”,18 consistía en

14
Juan Calvino. Institución de la Religión Cristiana, pg. xxviii
15
Juan Calvino, Op. Cit, pg. xxxii
16
Juan Calvino, Op. Cit, pg. xxxii
17
Juan Calvino. Op. Cit, pg. xxxvi
18
Justo Gonzales. La Era de los Sueños Frustrados, pg. 65
8

nombrar personas para ocupar cargos, no a base de su habilidad, sino de su


parentesco con quien hace el nombramiento.
De esta manera, muchos podían comprar varios cargos eclesiásticos y hasta
revenderlas para luego sacar jugosos ingresos.
Sexto, Cuando llegamos al periodo del papa Inocencio III (1198-1216), un
elemento o un ingrediente más se introdujo al título que comúnmente el papa
tenía hasta aquel entonces, la cual era “Vicario de Pedro”. Pero a partir de
Inocencio, el primer epiteto se dejó de lado para atribuirse “Vicario de Cristo” 19;
esto es que el se consideró como representante del Salvador, él es el pastor de
toda la iglesia. Los obispos no representan directamente a Cristo, sino que el
papa quien tiene esa representación, y de él deriva toda la jerarquía. De esta
manera el Papa tiene autoridad, no solo para nombrar, sino aun para deponer
obispos.

B. SU ACTITUD HACIA LAS ESCRITURAS


Primero, Hay una actitud de silencio total en cuanto a las Escrituras, puesto que
en ningún papa se puede ver el interés en la lectura y difusión del mensaje
divino; hecho al que la iglesia se debe su existencia; puesto que ella debe de
haber sido la única regla de fe y conducta. Muy por el contrario, se puede ver
entre los papas, defender sus propios intereses meramente políticos, como la
toma de poder, el control mundial de la iglesia, etc. En este sentido, bien suele
llamarse a este periodo como la era del oscurantismo, puesto que no hay indicios
de luz en medio de la iglesia.
Segundo, hay un total olvido en cuanto a las Escrituras, en este sentido existe el
libertinaje, debido a que los papas en vez de ser lideres espirituales y ejemplares
para la comunidad en general, fueron promotores de la maldad; por ende bien
Calvino refirió: “Ellos fázilmente permiten a sí mismoi a los demás ignorar,
menospreziar, no hazer caso de la verdadera religión que nos es enseñada en la
santa Escritura...”.20
Tercero, subordinan la autoridad escritural al magisterio eclesiástico; en este
sentido, sin el consentimiento o sin la aprobación del magisterio eclesial, no se
debía oír la palabra revelada a través de los intermediarios; ello era
terminantemente prohibido. En este sentido, solo el clero estaba autorizado en
tener acceso a las Escrituras. Frente a ello, bien hace la réplica Calvino y dice:
“Padre era el que dijo, que solo Cristo debía de ser oido, del cual está escrito: A
él oid: i que no se debía hazer caso de lo otros antes de nosotros hubiesen
hecho , o dicho, sino de lo que Cristo haya mandado... (en cambio los papas)
Traspasando, pues, también este término, no dudan afirmar que toda la
autoridad de la Escritura depende del arbitrio de la iglesia”.21

C. SU ACTITUD HACIA LA SOCIEDAD

19
Justo Gonzales. Historia del Pensamiento Cristiano, Tomo II, pg. 228
20
Juan Calvino. Op. Cit, pg. xxviii
21
Juan Calvino. Op. Cit, pg. xxviii
9

Primero, la pérdida de la autoridad espiritual. Si bien es cierto que los líderes


eclesiásticos, en este caso los papas son los llamados a practicar la sana
doctrina y las buenas costumbres (moralidad). Muy por el contrario los
mencionados líderes eran amorales difusores de toda clase de maldades
deplorables por las Escrituras, llámese inmoralidad sexual, latrocinio, homicidios,
injusticias, etc. A tal punto que no tuvieron el menor interés en la feligresía. Por
tanto, no pudieron, ni tampoco lo intentaron difundir la moralidad ni menos ser
autoridades espirituales. A pesar de todo ello, apelaban ser autoridades
espirituales del mundo.

Segundo, hay una actitud de desacralización tanto en el seno de la iglesia como


en la sociedad en general, por ende Calvino expresa: “todos ellos desde el
mayor hasta el menor, en esto concuerdan, o en conservar su reino, ó su vientre
lleno: no hai ni uno dellos que muestre la menor aparenzia del mundo de zelo de
Dios...”22 Por tanto, como se puede apreciar, en esta sociedad no hubo lugar
para Dios. Si los líderes eclesiales se daban el lujo de vivir sin Dios, y de manera
desenfrenada, defendiendo sus propios interese; en medio de estas
circunstancias, no se puede esperar o hallar moralidad alguna en medio de la
sociedad. En este sentido hubo una decadencia espiritual a nivel de la sociedad
en general.
Tercero, llevaban una vida suntuosa y de pompa a costa de los feligreses; por
cuanto a través de las abadías de su jurisdicción tenían ingresos económicos por
diversos conceptos, llámese la celebración de los sacramentos, prebendas,
indultos, etc. Frente a esta situación Calvino exclama y dice: “... pusieron los
vientres oziosos i panzudos de los frailes en burdeles: quiero dezir, en sus
monasterios, para que se engordasen del sudor de los otros...”23

Cuarto, por otro lado, el papado elaboró todo un sistema de impuestos


eclesiásticos; tales impuestos redundaban en perjuicio de la vida religiosa. “Así
por ejemplo un prelado era nombrado para ocupar nueva sede, los ingresos que
ese cargo producía durante un año, que se llamaba “anata”, le correspondía al
papa, por ello, el papado tenía interés en que los prelados fuesen trasladados
frecuentemente”.24
Por tanto, todos los modos posibles de captar ingresos para el papado eran
bienvenidos, por cuanto a través de ella el Papa era grandemente beneficiado
económicamente, por ello, hasta sin que haya necesidad alguna, creaba abadías
y monasterios a lo largo y ancho de todo el imperio.

Quinto, Por otro lado, “la simonía” era otro modo de captar ingresos para la curia
romana; “Simonia, nombre que se le daba porque se decía que Simón el Mago
había sido el primero en querer practicar la que consistía su comprar y vender
cargos eclesiásticos” 25; todo ello, a cambio o al costo de la vida eclesiástica de

22
Juan Calvino, pg. xxix
23
Juan Calvino, pg. xxxii
24
Justo L. Gonzales. La Era de los Sueños Frustrados, pg. 64
25
Ibid, pg. 64, 65
10

los escasos recursos del pueblo, cargado de gravámenes cada vez más
onerosos.
Sexto, En el siglo XIII, una vez que Inocencio se haya atribuido la autoridad para
instaurar y deponer obispos; hecho que no sólo se quedó a nivel de la iglesia;
sino que su aspiración apuntaba a ejercer la autoridad sobre los reyes. Con este
fin “... aunque a menudo con menos éxito de sus sucesores, se desarrolló la
teoría según la cual el Papa posee ambas espadas de modo directo, y, por tanto,
tienen autoridad para deponer reyes y emperadores... culminó en el último Papa
del siglo XIII y primero del siglo XIV, Bonifacio VIII, quien en su bula "Unam
sactam26 (1302)“...” se atribuyó tal autoridad sobre los reyes y los emperadores.

III. CONSECUENCIAS DEL SISTEMA PAPAL

Después de haber revisado la historicidad del papado, es menester precisar


algunas de las consecuencias que trajo el sistema papal. Es evidente que bajo
Constantino la iglesia cristiana se favoreció en gran manera, por cuanto el
mencionado emperador puso fin a las diferentes modalidades de hostigamiento y
martirio, en la que muchos cristianos perdieron la vida.
Por otro lado, con la declaración del cristianismo como la religión universal del
imperio, se introdujo al seno de la iglesia, la idolatría, la superstición, el clericalismo,
el monaquismo, el despotismo papal, etc.; por cuanto el ser cristiano en los días de
Constantino, ya no era por convicción, sino por mera obediencia al decreto imperial.
De esta manera, bajo Constantino se dio apertura al papado, por cuanto el interés
de él era meramente político; por tanto, con este fin, la iglesia y el Estado se unen.
Finalmente, la iglesia post- Constantino, vio un sistema universalista en el imperio,
de lo que tomó el modelo para instaurar el sistema papal. Estas son algunas
consecuencias:
Primero, La divinificación de los obispos que se sentaron en Roma. En vez de
gobernar al cristianismo, llegaron a creerse semi-dioses en la tierra. Pretendían
tener el derecho de destronar a los reyes a su antojo, y exigieron al mundo la más
ciega y humillante sumisión. Todo ello, debido a que Inocencio III (1198-1216), se
había auto proclamado ser el “Vicario de Cristo”. Con este epiteto los papas
aducieron representar directamente a Cristo; quién les habría conferido ser el pastor
de toda la iglesia; y como tal se atribuían autoridad para nombrar y deponer
obispos, además de reyes.
Segundo, el empobrecimiento de las masas; esto, debido a que el papa
elaboraba todo un sistema de impuestos eclesiásticos; tales como la “anata,
simonías, las prebendas, venta de indulgencias”, etc. Dichos impuestos redundaban
en perjuicio de la vida religiosa. Por tanto, todos los modos posibles de recaudar
ingresos para el papado eran bienvenidos, por cuanto a través de ella el Papa
grandemente se beneficiaba económicamente, por ende incluso sin que haya
necesidad alguna, creaba abadías y monasterios a lo largo y ancho de todo el
imperio.

26
Justo Gonzales, Historia del Pensamiento Cristiano, pg. 230, 231
11

Tercero, la división definitiva entre el imperio oriental y occidental. Las


razones para este hecho fueron básicamente cuestiones políticas de palabras e
intereses materiales. Un claro ejemplo de ello se puede apreciar en la disputa entre
ambas sedes, sobre la inclusión de Bulgaria (1043) a sus respectivas jurisdicciones.
El resultado de ello fue que Constantinopla después de largas discusiones, resolvió
no someterse a las pretensiones de los delegados papales. Por su parte Roma
excomulgó al patriarca de Constantinopla. De esta manera, la iglesia del oriente y
del occidente se dividió definitivamente en el año 867.
Cuarto, la pérdida total del verdadero propósito de la iglesia. En este sentido, el
papado en vez de difundir las Escrituras; se preocuparon más en defender sus
propios interese políticos y económicos; con este fin introdujeron erróneamente al
seno de la iglesia la Misa, el Purgatorio, las peregrinaciones, la idolatría y otros
semejantes desatinos, de tal manera que ellos niegan la verdadera piedad. De esta
manera la predicación de la Palabra fue estancada. La doctrina de la salvación por
obras substituye a la justificación por la fe.
Quinto, la perdida de la verdadera vocación para el servicio cristiano (iglesia),
por cuanto los cargos eclesiásticos se hacía a base de meros intereses económicos
de por medio. De esta manera el nombramiento de personas para ocupar cargos,
no era a base de su habilidad o llamamiento divino, sino de su parentesco con
quien hace el nombramiento. Por tanto, muchos podían comprar varios cargos
eclesiásticos y hasta revenderlas para luego sacar jugosos ingresos.
Sexto, el encubrimiento de las Escrituras y la subsiguiente subordinación de
su autoridad al magisterio eclesiástico. En este sentido, ningún papa se ha
interesado en la lectura y difusión del evangelio; muy por el contrario; el estudio y la
interpretación de las sagradas Escrituras sólo se hacía por intermedio del
magisterio, por lo que un personaje común y corriente no tenía acceso a ella.
Además, la normatividad o la autoridad escritural debían ser acreditados por el
magisterio; es decir, sin la aprobación del magisterio la palabra revelada por sí
misma no tenía autoridad alguna .
Séptimo, la desacralización de la iglesia y de la sociedad en general. Este
hecho, debido a que la iglesia se había apartado por completo de su principal fuente
luz, es decir de las santas Escrituras. En este sentido, tanto la iglesia y la sociedad
en general en vez de someterse a la autoridad escritural, se dieron licencia para la
práctica de todo tipo de atrocidades; por tanto, hubo una decadencia moral y
espiritual a nivel de la sociedad en general.
Por otro lado, la iglesia romana no cumplía su verdadero propósito de ser la sal y la
luz del mundo; decimos esto, por cuanto la iglesia como autoridad espiritual debió
ser la promotora de la piedad, la moral y las buenas costumbres en acorde a las
enseñanzas bíblicas; hecho que no se dio, más el papado se encargó de sembrar
en inmoralidades, latrocinio, homicidios, injusticias y orgías desde el seno de la
iglesia; por ende, muchos historiadores llegan a la conclusión y estiman que las
maldades del papa superaban en mucho las más abominables de las cortes
paganas.
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BIBLIOGRAFÍA

CALVINO, Juan. Institución de la Religión Cristiana, Vol. I, Capellades (Barcelona),


FELIRE, 1994

FLETCHER HURST, Juan. Historia Compendiada de la Iglesia Cristiana, Viladecavalls


(Barcelona), Editorial Clie, 1985.

GONZALES, Justo L. La Era de los Sueños Frustrados, Tomo V, Miami Florida EE.UU.,
Editorial Caribe, (s. f.)

GONZALES, Justo L. Historia del Pensamiento Cristiano, Tomo II, Colombia, Editorial
Caribe, 1992.

MUIRHEAD, H.H. Historia del Cristianismo, Tomo I, (Trad. Por Pereira Alves), El Paso
Texas, EE.UU. Casa Baut. De Publicaciones, 1953.

VARRETO, Juan C. La Marcha del Cristianismo, Buenos Aires, Junta de Public. De la


Conv. Evang. Bautista, 1923.
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INTRODUCCIÓN

A manera de introducción diremos que, el pasado histórico de nuestra iglesia, tiene


muchas cosas en común con la iglesia de nuestros tiempos. Es así que hablando de
manera positiva diremos que muchas de las doctrinas de nuestras iglesias, fueron
formuladas a través de varios concilios, de lo que hoy heredamos muchos de ellos.

Por otro lado, como se dice comúnmente, la historia de la iglesia no todo fue color de
rosas, puesto que la iglesia también en su historia tuvo que pasar por muchos
percances y momentos no tan agradables; uno de esos momentos fue, que en el seno
de la iglesia se suscitaron desviaciones doctrinales; hechos que fueron condenados a
través de diversos concilios y que hoy nos advierte a todos a no cometer los mismos
errores que cometieron nuestros antepasados.

En este sentido, el presente prescrito trata de revisar la historia del papado desde sus
orígenes hasta la división entre el imperio del oriente y del occidente, hecho que se dio
precisamente como producto de los interese materiales que dieron origen al surgimiento
del sistema papal. Con este fin, hemos dividido el presente prescrito en tres partes:

En la primera parte, trataremos a groso modo los principales personajes que


pretendieron tener la supremacía gubernamental sobre el Estado y la Iglesia a nivel
imperial, desde los días del emperador Constantino, quién ya se atribuía el epiteto
“obispo de los obispos”, y en alguna manera mantuvo relaciones bilaterales con la
iglesia con fines políticos. Entre estos obispos pretenciosos tenemos: León I (440-461),
Gelasio I(492-496), Gregorio I (590-604), etc. Finalmente veremos la consolidación del
gobierno papal y sus principales repercusiones.

La segunda parte, pone de manifiesto las principales ideas y prácticas del papado con
respecto a la Iglesia, las Escrituras y la sociedad. Muchos de estos ideales
posteriormente se convirtieron en un dogma eclesial; y los que eran ajenos a estos
pensamientos, eran considerados como herejes y enemigo de la iglesia y en Estado.

Finalmente, en la tercera parte haremos una evaluación sucinta de todo el sistema que
en gran manera perjudicó el propósito verdadero y fundamental de la iglesia; por cuanto
el papado en sí, se centró fundamentalmente en busca de sus propios intereses.
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CONCLUSIÓN

A manera de conclusión, diremos que el papado fue todo un sistema que a cada paso
de la historia, ha ido encontrando nuevos matices para su desarrollo; con dicho efecto,
fue favorecida grandemente por el Estado por intermedio del emperador Constantino,
quién además le dio un modelo de organización. Posteriormente después de la
reconquista de Roma por Carlomagno, éste se asoció con la iglesia con fines
expansionistas. A todo lo predicho, es menester enmarcas algunos hechos y
pensamientos importantes que permitieron el desarrollo del papado, y estos son:

Primero, la iglesia no fue fundada, como una institución autoritaria que obligue al mundo
a vivir conforme a las enseñanzas de Cristo, sino solamente como institución que
testificara de Cristo al mundo en general. En este sentido, Cristo mismo, y no la Iglesia,
es el poder transformador en la vida humana. Sin embargo, la iglesia romana y
básicamente el papado, se atribuyó a sí toda autoridad bajo el término de Papa, con la
finalidad de dominar tanto el Estado como la iglesia.

Segundo, los diversos intentos de supremacías papales, finalmente fueron favorecidas


grandemente por la invasión de los pueblos bárbaros a la ciudad imperial, por cuanto el
caos imperante y la debilidad del rey; dio lugar para que el papa León I se reivindicase
como la única autoridad haciendo frente a los invasores pidiendo favores para Roma;
hecho que dio bastante apertura al papado por la población. Con la reconquista del
imperio y expulsión de los bárbaros por Carlomagno, la iglesia y el Estado unen fuerzas
para defender sus intereses, la cual es la conquista y el dominio del mundo.

Tercero, si de los perjuicios se trata, podemos ver que los sectores más perjudicados
fueron la iglesia y la sociedad en general; este último fue empobrecido grandemente;
debido a que el papa elaboraba todo un sistema de impuestos eclesiásticos; con la
finalidad de enriquecerse a costa de los recursos del pueblo. En cambio el perjuicio en
la iglesia se ve debido a que éste había perdió su verdadero propósito, la de testificar el
reino de Dios. A este hecho se suma el encubrimiento y la subordinación de la autoridad
escritural al sistema magisterial. De esta manera la predicación de la Palabra fue
estancada. La doctrina de la salvación por obras substituye a la justificación por la fe.

Finalmente, las pretensiones papales condujeron a la desacralización de la iglesia y de


la sociedad en general. Este hecho se dio, debido a que la iglesia se había apartado por
completo de su principal fuente de luz, es decir de las santas Escrituras. En este
sentido, tanto la iglesia y la sociedad en general en vez de someterse a la autoridad
divina (escrituras), se dieron licencia para la práctica de todo tipo de atrocidades; por
tanto, hubo una decadencia moral y espiritual a nivel de la sociedad en general.
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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

I DESARROLLO HISTÓRICO 1
A. Pretensiones de Supremacía 1
B. Constantino y la Organización de la iglesia 2
C. Personajes que Consolidaron el Papado 3
D. La Consolidación del Papado y sus Repercusiones 5

II PENSAMIENTOS Y ACTITUDES PAPALES 7


A. Actitud Hacia la Iglesia 7
B. Actitud Hacia las Escrituras 8
C. Actitud Hacia la Sociedad 9

III CONSECUENCIAS DEL SISTEMA PAPAL 10

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA

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