FILOSOFÍA. 3ºBACHILLERATO TEMA: Problematización de la Metafísica.
PROF. ALEJANDRA VIGNOLI.
CIENCIA Y METAFÍSICA
CARLOS VAZ FERREIRA, “Fermentario”, 1938.
Aunque no hubiera, a favor de la Metafísica, otras razones ni de utilidad ni de
dignidad, habría esta, que parece una paradoja y es una verdad capital: el conocimiento de la Metafísica es indispensable para ser un verdadero positivista en ciencia. El hombre de ciencia que no es a la vez un metafísico, no dejará, si tiene algunas predisposiciones a profundizar las cuestiones, de percibir las deficiencias de sus fórmulas y símbolos como expresiones de la realidad; y, precisamente porque no sabe que no son más que fórmulas y símbolos, puede acabar encontrándolos sospechosos y llenarse de preocupaciones respecto a su uso. Un químico, por ejemplo, si es completamente ignorante en filosofía, quiere ver en su teoría atómica una expresión fiel de la realidad; y como, si tiene algún talento, no dejará de sentir las dificultades y la insuficiencia de esa explicación, será muy fácilmente perturbado en su trabajo científico, en tanto que, si hubiera profundizado aún más, si la filosofía le hubiera enseñado el carácter no trascendente y puramente práctico de tales símbolos, precisamente por eso podría servirse más libremente de ellos para los fines de invención y previsión que son los de la ciencia práctica. Un matemático… La ciencia que le teme a la metafísica noble, es víctima de otra metafísica inconsciente y vergonzante, que la parasita, y que, en vez de depurarla, la enturbia. […] Los ingenuos positivistas de la primera hora aconsejaban abandonar toda especulación filosófica y aplicarse exclusivamente a la ciencia positiva. Si se hace lealmente el ensayo, ocurre como en las telas desflecadas: le cortamos el borde, para dejarlo preciso y neto; pero este se desfleca a su vez; cortamos de nuevo, etc., etc. La tela se nos va yendo de entre las manos; y, sino nos detenemos a tiempo…! En medio del “océano para el cual no tenemos ni barca ni velas”, la humanidad se ha establecido en la ciencia. La ciencia es un témpano flotante. Es sólido, dicen los hombres prácticos, dando con el pie; y, en efecto, es sólido, y se afirma y se ensancha más cada día. Pero por todos sus lados se encuentra el agua; y si ahonda bien en cualquier parte, se encuentra el agua; y si se analiza cualquier trozo del témpano mismo, resulta hecho de la misma agua del océano para el cual no hay ni barca ni velas. La ciencia es Metafísica solidificada. Es sólido, dicen los hombres prácticos dando con el pie. Y tienen razón: y, también nada es más útil y meritorio que su obra. Ellos han vuelto el témpano habitable y grato. Miden, arreglan, edifican, siembran, cosechan… Pero esa morada perdería su dignidad si los que la habitan no se detuvieran a veces a contemplar el horizonte inabordable, soñando en una tierra definitiva; y hasta si continuamente algunos de ellos, un grupo selecto como todo lo que se destina a sacrificios, no se arrojara a nado, aunque se sepa de antemano que hasta ahora ninguno alcanzó la verdad firme, y que todos se ahogaron indefectiblemente en el océano para el cual no se tiene barca ni velas.