Las pastorelas
El inicio formal de las pastorelas es ubicado por algunos
historiadores en 1527, cuando se presentó en Cuernavaca
la comedia de los reyes.
La pastorela nació en nuestra tradición cultural
decembrina como una forma de diseminación de la
doctrina cristiana que rápidamente se convirtió en una
auténtica manifestación de teatro popular.
La primera representación que se recuerda en Jalisco se
ubica en Zapotlán, hoy Ciudad Guzmán, donde se
presencia la primera batalla entre San Miguel y Lucifer ,
en lengua indígena. En los primeros años las pastorelas se
convierten en importantes elementos de comunicación y
participación social. Así para fines del siglo XVI, pueden
encontrarse referencias a una pastorela propiamente
mexicana, sobre todo en estados de antigua influencia
jesuíta: Puebla, Querétaro, Guanajuato y Jalisco.
En Jalisco las pastorelas siguen presentándose en forma
tradicional en casi todos los municipios, destacándose muy
especialmente las que se hacen en Tuxpan, San Martín de
las Flores y en Cuquío.
Las posadas
Las posadas fiestas tradicionales de fin de año, se celebran
en México desde hace 398 años.
Los religiosos encargados de la evangelización
representaron en las posadas el peregrinar de José y María
a su salida de Nazaret en camino a Belén y,
posteriormente, el nacimiento de Jesús. Esta
representación se conforma de nueve posadas, que se
inician el 16 de diciembre y consiste en solicitar
alojamiento en ese simbólico camino a Belén hasta el día
24, fecha del nacimiento de Jesús.
Como atractivo se le agregaban a la celebración luces de
bengala, cohetes, piñatas y villancicos, cantos populares
que se ejecutaban en diferentes festejos.
Lo más importante de las posadas tradicionales es que
reúnen al barrio o la comunidad ya que, por el hecho de
ser repartido cada día entre una familia o un grupo de
familias, entran en competencia amigable y sobre todo en
un mayor esplendor de alegría navideña.
Las piñatas
El complemento indispensable en las posadas son las
piñatas que tiene un origen bastante incierto, aunque
llegaron a México por medio de los colonizadores
españoles y éstos, a su vez, las conocieron por los
italianos.
Por algunas informaciones se atribuye a Marco Polo haber
llevado las piñatas a Italia en el siglo XII después de que
las conoció en oriente.
Entre todas las interpretaciones que se les han dado a las
piñatas, la más común es la de que representa la lucha que
sostiene el hombre valiéndose de la fé, simbolizada por el
palo para destruir el maleficio de la pasiones, que
originalmente tiene siete picos que representan los siete
pecados capitales de la religión cristiana.
Con el empleo de la piñata durante todo el año para
cumpleaños y fiestas populares han proliferado figuras de
historietas, películas y programas de televisión. También
ha cambiado la elaboración, pues tradicionalmente se
utiliza una olla de barro a la que se le pegan los elementos
decorativos ya que actualmente sólo se usa cartón y papel.