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María Terrones “El

efecto placebo”
El Efecto Placebo
Definición del “efecto placebo”
He encontrado numerosas definiciones del efecto placebo, por ello, he
hecho un compendio de todas ellas y he elaborado la definición general (sin
centrarme en la medicina) que me ha parecido más acertada:
“ Un placebo es toda aquella intervención que resulta activa (positiva o
negativamente) para un determinado tipo de problema, pero que, desde la
disciplina científica en que nos movemos, resulta inexplicable y no pueden
establecerse relaciones funcionales entre nuestros postulados científicos
básicos, las características del procedimiento y los resultados obtenidos por
este. En otros términos, no encontramos un nexo de unión entre los
resultados empíricos observados y los principios teóricos de la ciencia en la
cual nos movemos“. (1)

No obstante, es posible que pueda encontrarse una explicación a este


fenómeno desde otra disciplina científica, en cuyo caso dicho fenómeno no
constituiría un placebo para ella. Consecuentemente, cuando hablamos de
placebo es preciso especificar en qué disciplina nos estamos moviendo y
señalar que se trata de un placebo médico, psicológico, etc…. (1)

EFECTO PLACEBO EN MEDICINA:


“Modificación inducida de síntomas, signos u otros indicadores que
experimenta el organismo y que no son atribuibles al mecanismo de acción
específico de una terapéutica, ya sea farmacológica, quirúrgica, ambiental
o debida a cualquier otra situación curativa”. (2)
No siempre el efecto placebo produce efectos positivos o benignos, cuando
produce efectos secundarios indeseables se denomina NOCEBO.

El nocebo es algo que hay que tener en cuenta a la hora de utilizar placebos
y suele estar provocado por el no cumplimiento de las expectativas del
paciente, lo cual hace que el paciente considere la no mejoría como algo
interno a sí mismo.

Bases psicológicas del “efecto placebo”


Las variables que hacen eficaz el placebo para la mayoría de los autores son
variables psicológicas, no siendo un fenómeno unitario pues se trata de un
hecho complejo en el que entran en juego múltiples variables, pero las
cuatro más relevantes a mencionar serían:
1. El tipo de paciente (su sugestionabilidad, dependencia…).
2. La personalidad del terapeuta (credibilidad, competencia, prestigio y
autoridad favorecen la aparición del efecto placebo).
3. La relación terapeuta-paciente
4. Tipo y dosificación de la intervención.
Dobrilla (1987) (1)

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El resto de variables que pueden intervenir son tales como el ambiente, la
satisfacción de las expectativas del paciente, experiencias pasadas… En
ocasiones incluso se ha “demostrado” que simplemente el color de las
pastillas puede afectar a que el efecto placebo sea efectivo.

En lo que prácticamente todo el mundo está de acuerdo es en que para que


el efecto placebo sea efectivo el paciente ha de creer que está siendo
sometido a una intervención eficaz para el tratamiento de su problema.

Nada en psicología se considera placebo, puesto que hay variables


psicológicas subyacentes en la mayor parte de los procesos humanos de las
que se pueden dar razón. (1)
Es decir, médicamente no se puede demostrar por qué una sustancia
químicamente inerte tiene capacidades analgésicas. Sin embargo, tratando
el tema bajo el punto de vista de la psicología podríamos elaborar una serie
de hipótesis que podrían ser valoradas, contrastadas y finalmente
aceptadas o rechazadas en base a los modelos teóricos de la psicología.
En el caso de que aceptásemos dichas hipótesis no podríamos tratar esa
acción como placebo, puesto que las variables que actúan, dentro de la
psicología, no se consideran como inespecíficas.
Además nos podemos encontrar con que no podamos aceptar dichas
hipótesis con las teorías psicológicas. En ese caso sí que nos
encontraríamos ante un placebo psicológico. Un ejemplo muy aclarativo de
placebo psicológico es el de los fenómenos paranormales.

Bases biológicas del “efecto placebo”


Aunque la ciencia médica no puede explicar el por qué de dicho efecto,
experimentalmente sí que se ha conseguido demostrar que hay una serie
de reacciones químicas producidas en el organismo y desencadenadas por
sustancias inertes o principios inespecíficos para dicha dolencia.
Dicho de otro modo, por el mero hecho de creer que se está recibiendo un
principio activo, el organismo responde de tal manera que la dolencia del
individuo se ve aliviada.

Base biológica: El hecho de creer que un “fármaco-placebo” puede aliviar el


dolor es suficiente para que el cerebro despida sus analgésicos naturales:
opioides endógenos, que desempeñan una función importante en el alivio
del dolor y la ansiedad.
En otras palabras, la sensación de “analgesia por placebo” estimula la
producción de dichos opioides en las regiones del cerebro asociadas a la
paliación del dolor. (3)

Este alivio del dolor se cree que es provocado porque la liberación de dichos
opioides endógenos activa una región vinculada a la habilidad de
experimentar un beneficio, el núcleo accumbens.
Se sabe que el núcleo accumbens segrega dopamina, un neurotransmisor
utilizado en conductas de recompensa, provocando el alivio del dolor.

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Actitudes del médico y del paciente ante el efecto placebo
MEDICO:
¿Cuándo puede aplicar un médico la terapia placebo?
En medicina clínica no hay claras evidencias que indiquen cuando usar un
placebo como parte del tratamiento administrado al paciente. Se ha
postulado el efecto del mismo en patologías como asma, dolor y migrañas e
insomnio.
Éticamente se acepta el uso del placebo en circunstancias como:
• Ausencia de un tratamiento efectivo.
• Cuando el tratamiento con placebo es corto.
• Cuando no agrega riesgos relacionados a su patología de base.
• Cuando el consentimiento informado firmado por el paciente ha sido
claro al respecto.
(4)

Actitudes positivas del médico a la hora de aplicar placebo:


Es indispensable la convicción del médico de que a su juicio está utilizando
el método más apropiado y eficaz para el tratamiento del paciente; tal
situación será consecuente con un mensaje de confianza acerca del éxito
del tratamiento utilizado y un estímulo que puede ser decisivo para la
inducción del efecto placebo.

Es muy aconsejable que el médico tenga un buen trato con el paciente,


buena presencia, prestigio, higiene… puesto que todo ello repercute en la
confianza que el paciente va a depositar en la terapia y, por lo tanto, en la
eficacia del efecto placebo.
Hay ocasiones en las cuales la figura del médico influye negativamente al
paciente obstaculizando el efecto placebo pero que, no obstante, no son
causadas por dicho médico sino que el paciente tiene un prejuicio negativo
respecto a los profesionales de la salud.

PACIENTE:
La eficacia del efecto placebo depende de la intensidad y cualidad de la
sugestión, es decir, del conjunto de elementos que inducen a la curación,
que a su vez se asocian a la satisfacción de la expectativa de curación del
paciente.
Las expectativas del paciente se pueden relacionar con:
a) El médico: El prejuicio del paciente hacia el mismo.
b) El ambiente físico/estructural de la situación curativa.
c) La maniobra terapéutica:
→ Vía de administración.
→ Presentación del medicamento.
→ Mensaje no verbal del médico.
→ Convencimiento del paciente las posibilidades de éxito.
→ Modificación de la ansiedad.

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Además, también pueden influir experiencias pasadas relacionadas, cuyo
éxito o fracaso puede afectar a la efectividad del placebo. (2)

Asimismo, se ha determinado que las cualidades y vivencias del paciente


puede afectar considerablemente a la eficacia del placebo, en otras
palabras, es más sencillo inducir el efecto placebo en pacientes con
personalidad sugestionable y dependiente, con una opinión positiva con
respecto al tratamiento, con un nivel cultural no muy elevado…todo esto
hace que las maniobras trazadas por el médico para que el efecto placebo
se dé sean mucho más efectivas.

El efecto placebo y la investigación.


En investigación clínica los placebos se utilizan deliberadamente para
discriminar los efectos farmacológicos de la droga en estudio de aquellos
que no lo son.

En la declaración de Helsinki se establece cuando se puede utilizar el


placebo en investigación clínica:
“Los posibles beneficios, riesgos, costos y eficiencia de todo procedimiento
nuevo deben ser evaluados mediante su comparación con los mejores
métodos preventivos, diagnósticos y terapéuticos existentes. Ello no
excluye que pueda usarse un placebo o ningún tratamiento en estudios para
los que no haya procedimientos preventivos, diagnósticos o terapéuticos
probados. Los ensayos con placebo son aceptables éticamente en ciertos
casos:
- Cuando por razones metodológicas, científicas y apremiantes, su uso
es necesario para determinar la eficacia y la seguridad de un método
preventivo, diagnóstico o terapéutico.
- Cuando se prueba un método preventivo, diagnóstico o terapéutico
para una enfermedad de menos importancia que no implique un
riesgo adicional, efectos adversos o daños irreversibles para los
pacientes que reciben el placebo”
(4)

El placebo es el tratamiento patrón contra el cual se comparan los


tratamientos de los ensayos clínicos. El objetivo es discriminar acciones
farmacológicas de las drogas de otros factores psicológicos o físicos que
puedan modificar los resultados observados. Los placebos siguen siendo
una herramienta a tener en cuenta a pesar de la existencia de
medicamentos específicos.

El método que actualmente se considera más efectivo a la hora de hacer


una investigación con fármacos es el de los estudios doble ciego
controlados por placebo.
En estos experimentos, un grupo de personas recibe la "parte real" - la
sustancia activa que está siendo analizada. La otra mitad recibe un placebo

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diseñado para que se parezca lo más posible a la parte real. Las personas
en ambos grupos no saben si están recibiendo el tratamiento real o placebo
(están "ciegos"). Además, los investigadores que administran el placebo y el
tratamiento real tampoco saben qué grupo recibe cuál tratamiento
(haciéndolo un experimento "doble ciego"). Ésta última parte es importante,
ya que previene que sin querer los investigadores avisen a los participantes
del estudio o, inconscientemente predisponer a su evaluación de los
resultados. (5)

El propósito de este tipo de estudio es eliminar el poder de la sugestión. Es


cierto que las personas que reciben tratamiento placebo, con frecuencia
reportan mejorías en sus síntomas. Sin embargo, si las personas en el grupo
de tratamiento real responden significativamente mejor que quienes están
en el grupo placebo, es un fuerte indicio de que el tratamiento realmente
funciona.

Bibliografía
1. “Un intento de reconceptualización del fenómeno placebo” Mariano
Choliz Montañés y Antonio Capafons Bonet. Psicothema, 1991, vol. 3.
2. “Estudio monográfico sobre el efecto placebo: antecedentes y su
cuantificación en patología osteomuscular asociada a la columna
vertebral”. Sergio A.R. Gutierrez Morales, José M. Garrido Babio…
3. “Desentrañan el fundamento del efecto placebo” Artículo extraído de
ACDC, Universidad de La Laguna.
4. “El placebo en la práctica y en la investigación clínica” S. G. Tempone
Pérez
5. “¿Por qué las terapias complementarias confían en estudios doble
ciego?” http://healthlibrary.epnet.com/ , 2009, Steven Bratman, MD.

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