PRIMERO: Que ante el Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso, con
fecha 28 de febrero de 2019, comparece don Carlos Andrés González Manquilepe, chileno, de profesión maestro en construcción, cédula nacional de identidad número 15.97.393-9, domiciliado para estos efectos en calle 1 Oriente 252, oficina 203, comuna de Viña del Mar, quien de acuerdo a las disposiciones de los artículo 7, 8, 171, 423, 446, 485 y demás pertinentes del Código del Trabajo, interpone demanda en procedimiento de aplicación general por despido vulneratorio de derechos fundamentales, en particular garantía de no discriminación, y cobro de prestaciones, en contra de mi ex empleador Empresa Constructora Alborada Limitada, RUT 76.004.090-8, del giro de su denominación, representada legalmente por don Jaime Sanhueza Moreno, ignoro profesión u oficio, RUT 7.968.241-1,ambos domiciliados para estos efectos en Edmundo Eluchans 612, Viña del Mar, en atención a las siguientes consideraciones de hecho y derecho que reproduce en el tenor literal que sigue: I. RELACION CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS 1. ANTECEDENTES DEL DESARROLLO DE LA RELACIÓN LABORAL INICIO DE LA RELACION LABORAL Comencé a prestas mis servicios para la demandada con fecha 12 de diciembre de 2017, con el cargo de canguero, en la obra denominada "Vista Bahía", ubicada en Ibsen 235, Valparaíso. El día 8 de enero del 2018 suscribí un nuevo contrato de trabajo con la denunciada, esta vez para trabajar en la obra ubicada en Avenida Los Carreras 01250, comuna de Quilpué. La función para la que fui contratado fue, nuevamente, de canguero. De acuerdo a la cláusula 4° de dicho contrato, el mismo estaba pactado con una duración hasta el día 6 de febrero de 2018. Sin embargo, el inciso segundo de dicho contrato señala que "la conclusión del presente contrato de trabajo se producirá al momento de concluir sus servicios específicos conforme al avance de la obra, según lo determiné la empresa, dada la necesidad de separar paulatinamente al personal, al paso y medida que va concluyendo la respectiva faena y demandando menor mano de obra". Esto es claramente una contradicción en la naturaleza misma del contrato: por una parte se señala que este tendrá una duración determinada por un plazo, pero por otra, señala que este concluirá al momento de terminar los servicios específicos para el que fue contratado, es decir, la obra Terra Sol. Respecto al contrato anterior, este solo fue finiquitado con fecha 10 de enero de 2018, es decir, cuando ya se encontraba vigente nuestra nueva relación laboral. Con fecha 7 de febrero de 2018, es decir, encontrándose ya vencido el plazo de nuestra relación laboral, la empresa me entregó un anexo de contrato, el cual señala que expresamente que se renueva mi contrato de trabajo, que seguiría desempeñándome como canguero, y que el mismo se extendería hasta el "término tabique piso 14, departamento 1411". El 6 de julio de 2018, se me entregó un nuevo anexo de contrato de trabajo, el cual indicaba que mi contrato duraría hasta el término maquillaje fachada norte tramo 1, nuevamente trabajando como canguero. Finalmente, suscribí un último anexo de contrato de trabajo con fecha 1 de septiembre de 2018, el cual señalaba, en su cláusula 1, que trabajaría como canguero en la obra denominada "Terra Sol" - aquella en la que ya venía trabajando -, sin especificar ninguna faena en particular que debería efectuar en la misma. LUGAR DE PRESTACION DE SERVICIOS Tal como señalé previamente, partí mis labores en la obra denominada "Vista Bahía", ubicada en Ibsen 235, Valparaíso. Posteriormente, y hasta el término de mi relación laboral, cumplí funciones en la obra "Terrasol", ubicada en Avenida Los Carreras N° 01250, comuna de Quilpué. LABORES REALIZADAS De acuerdo a mi contrato de trabajo, y a los anexos posteriores que suscribí, mis funciones eran de "Canguero". Esta labor consiste en realizar picadas, excavaciones, canales y todo lo que se puede realizar con esta herramienta. El cango o "demoledor" es una herramienta que actúa por martillo de percusión, con una punta de fierra que va golpeando una superficie dura para romperla, derribarla, roerla o perforarla.
Se trata de una herramienta de varios kilos de peso, entre los 4 y 12
kilogramos de peso. Esta labor de "Demolición" es de alto impacto y no puede realizar por periodos prolongados, pues genera un alto impacto en articulaciones y cuerpo en general, como se aprecia en las fotografías. JORNADA DE TRABAJO Mi jornada de trabajo era de lunes a viernes, de 08:00 a 18:00 horas. REMUNERACIONES Y FORMA DE PAGO La remuneración mensual, para efectos del artículo 173 del Código del Trabajo, que pactamos con la demandada era de cuatrocientos cincuenta mil pesos ($ 450.000.-.). II. DESPIDO DISCRIMINATORIO: DESPIDO DEL TRABAJADOR ENFERMO (Vulneración de la garantía de no discriminación e integridad física) 1. LESIONES SUFRIDAS POR LA FALTA DE MEDIDAS DE PREVENSIÓN Cumplí funciones de canguero, que tal como se señaló previamente, significa que debía utilizar un martillo cuyo peso va entre los 4 a los 12 kilos. Desarrollé estas labores durante largos periodos de tiempo, sin contar con las medidas de prevención de riesgos necesarias, lo que finalmente terminó por accidentarme. El trabajo con el cango se realizaba en condiciones inseguras, desconsideradas con la salud de los trabajadores y abusiva. Así era como debía todo el día estar trabajando con el cango, sin parcelar los esfuerzos, como manda un mínimo criterio; esto todos los días de la semana, por meses. La demandada debió hacernos descansar un tiempo razonable antes de continuar las labores con el cango, o combinar nuestras labores con otras propias de ayudantes, como aseo y similares, pero NO explotarnos como lo hizo. En efecto, durante el mes de marzo del año 2018 las secuelas de estos trabajos excesivos se manifestaron, con grandes dolores. Por esto acudí al médico, y con fecha 26 de abril del año 2018 me fue diagnosticada una Epicondilits Lateral Derecho- más conocida como "codo de tenista"-, con rotura parcial, producto de un sobre esfuerzo físico excesivo. Producto de esta lesión me fue recomendado reposo y tomar calmantes. En esa oportunidad, incorrectamente, la mutual de seguridad catalogó mi enfermedad como común, y no tuve licencia médica, solo reposo y labores sencillas al interior de la empresa. En el mes de agosto del 2018 se me ordenó volver a cumplir funciones con el taladro demoledor, lo que provocó que los dolores volvieran muy rápidamente, lo que me obligo a volver a acudir a la mutual de seguridad para nuevos exámenes, comenzando una licencia médica a partir del mes de noviembre, la que se extendió hasta pasado el momento en que fui despedido.
Solicité a la mutual de seguridad una re consideración de mi lesión, y con fecha
28 de enero de 2019, el diagnostico cambió a "enfermedad profesional". Particularmente se señala que esto se debe a una exposición a vibración directa del segmento estudiado - exactamente lo que ocurre al manipular un taladro para moler hormigón - y al sobre esfuerzo físico que conlleva dicha labor, por no contar con el descanso apropiado. El mismo informe señala que esto se condice con los factores de riesgo señalados en la empresa. La sobre explotación se debe a que, durante todo el tiempo que trabaje, jamás se cumplieron las más básicas medidas de seguridad respecto al tiempo máximo en que debía utilizarse la herramienta de cango, por lo que podía pasar largos tramos de tiempo, sin descanso, utilizando la misma, lo que conllevó las lesiones que hoy por hoy me afectan. De acuerdo a la Asociación Chilena de Seguridad, uno de los riesgos a los que se encuentran expuestos los operadores de este tipo de herramientas es, precisamente, el sobre esfuerzo producto de la enorme exigencia física que se requiere para operar estas máquinas, que se manifiesta en lesiones propias en los codos, hombros y muñecas, producto de la vibración del taladro demoledor. Es por ello que se señala, como medida básica de seguridad, que estas labores deben ir acompañadas de un mínimo tiempo de descanso y de la alternancia de faenas, lo que en mi caso nunca ocurrió. 2. DEL DESPIDO DISCRIMINATORIO El día 21 de diciembre del 2018, me fue comunicado mediante carta de aviso que mi contrato finalizaría por la causal del artículo 159 numeral 5 del Código del Trabajo, esto es, por conclusión del trabajo que dio origen al contrato. En particular, se señaló que mi contrato finalizaba por que la faena "término maquillaje fachada norte tramo 1" se encontraba terminada. A continuación explicaré a su S.S. como la aplicación de esta causal, es un intento de burlar a la ley, que incluyó una serie de fraudes relativos a la verdadera naturaleza de mi relación laboral en lo relativo a su duración, y que el verdadero motivo por el cual se me desvinculó es por mi condición de trabajador aquejado por una enfermedad laboral, por lo que ya no reportaba utilidad práctica para la denunciada (despido del trabajador enfermo). 3. VERDADERAS RAZONES DE MI DESPIDO Y CARÁCTER INDEFINIDO DE LA RELACIÓN LABORAL EXISTENTE. Tal como fue señalado anteriormente, comencé a trabajar con la empresa en diciembre del año 2017, y mi contrato fue adaptándose, en su duración, a lo que la empresa determinada de acuerdo a sus necesidades. Prueba patente de esto es que incluso antes de finiquitarme, ya tenía un nuevo contrato con la denunciada, suscrito con fecha 8 de enero del 2018, el cual se encontraba vigente incluso antes de firmar el finiquito del contrato suscrito el año 2017. Esto no hace sino evidenciar el hecho de que el finiquito que suscribí con la denunciada era absolutamente ficticio, toda vez que el mismo nunca tuvo por objeto poner término a nuestra relación laboral, como es el objeto de todo finiquito en materia laboral, sino que solo buscaba trasladarme de una obra a otra, a fin de continuar prestando servicios para la denunciada (como parte de su plantilla fija). Sobre este punto, es menester recordar que el finiquito, como acto jurídico, debe reunir tantos los requisitos de validez como de existencia de los mismo. En este caso, estamos hablando de la finalidad que las partes persiguen al momento de suscribir el mismo, ya que el finiquito tiene, como objetivo, poner término a la relación laboral habida entre las partes, lo que en la especie no se produce, ya que, incluso antes de haber suscrito el mismo, la denunciada y yo ya contábamos con una "nueva" relación laboral vigente. Respecto al contrato que suscribimos con la demandada el 8 de enero de 2018, este también revierte una situación confusa: por una parte establece una duración determinada por un plazo fijo (6 de febrero de 2018) pero, en seguida, señala que la conclusión del mismo será determinada por la conclusión de los servicios específicos, conforme al avance de la faena, sin señalar ninguna especificación respecto a que servicios específicos deberían concluir para que mi contrato terminara. Esta contradicción es evidente, ya que no puede plantearse que un contrato de trabajo tenga una duración determinada por un plazo determinado y, a la vez, determinada por la conclusión de un servicio específico, aún más si este último no se encuentra determinado en ninguna cláusula del contrato. ¿Cuál era, entonces, la duración pactada del contrato? Para resolver esta duda, es necesario acudir a los principios generales del derecho del trabajo, particularmente al principio de aplicación de la regla más favorable al trabajador, de acuerdo al cual si en una situación concreta es posible aplicar más de una norma, debe preferirse aquella que sea más favorable al trabajado. Aplicando este principio al caso particular, al no existir claridad respecto a la duración del contrato, y siendo la contratación transitoria (sea a plazo o por obra o faena) una excepción a la norma general de la contratación - que es la contratación indefinida -, necesariamente debemos entender que la naturaleza de mi relación era indefinida. Esto se refuerza si tomamos en cuenta el principio de la continuidad laboral: al no haber estipulado claramente una duración a la relación laboral, debemos entender que esta es indefinida. Luego se presenta el siguiente escenario: con fecha 7 de febrero de 2018, es decir, estando ya vencido el plazo del contrato de fecha 8 de enero del año en curso - si es que tomamos dicha fecha como la estipulada para el término de la relación laboral, de acuerdo a las consideraciones efectuadas con anterioridad -, y sin que se me entregara carta de aviso de terminación de contrato, ni proyecto de finiquito, ni que se me mencionara de forma alguna que íbamos a concluir nuestra relación laboral, por medio de un anexo de contrato se pactó la renovación de dicho contrato, señalando que la relación laboral estaría determinada, esta vez, por el término de una nueva faena, la cual fue mencionada ya previamente. Así, la demandada buscó "renovar" un contrato a plazo que ya se encontraba vencido, y modificarlo de tal manera que cambia, esencialmente, en la modalidad de contrato convenida originalmente. Todas estas confusiones por parte de la empresa hacen que sea necesario determinar cuál era, realmente, la duración del contrato que me vinculó con la misma. Sobre este punto, esta parte señala que, de acuerdo a la legislación imperante, la norma general en materia de contratación laboral es la contratación indefinida, lo cual obedece a uno de los principios inspiradores de esta rama del derecho, el cual es el principio de estabilidad en el empleo. De forma excepcional, por lo tanto, se permite la contratación temporal, ya sea durante un periodo de tiempo, o para realizar una tarea determinada. La sociedad, a través del Derecho, ha reconocido la importancia del trabajo y su estabilidad para asegurar subsistencia. Por eso la ley prefiere y decanta los vínculos laborales hacia términos (duración) indefinidos, con pretensiones de durabilidad. Así, se privilegia el contrato de trabajo a jornada completa e indefinida. En razón de lo anterior, los contratos de duración parcial son la excepción, y están sujetos a reglas especiales, precisamente porque establecen diferencias sustanciales entre los trabajadores. De esta forma, toda regulación del contrato de trabajo por término definido, como es el contrato por obra o faena, está sujeta a una serie de condiciones particulares, las cuales, si no se cumplen, no permiten aplicar su estatuto especial, sino el propio del contrato indefinido. En consecuencia, el estatuto general es del contrato de trabajo por jornada completa y de duración indefinida. Así, el contrato a plazo fijo debe determinarse con toda precisión su duración, y el contrato por obra o faena debe suponer la existencia de una faena determinada al cabo de la cual la vinculación, transitoria, desaparece entre las partes, sin que se deban indemnizaciones a los trabajadores contratados bajo esta modalidad. Así, partiendo de la base que la contratación a plazo y por obra o faena es una forma excepcional de contratación, necesariamente debemos concluir que su mantención - y renovación -, es también excepcional, y solo puede proceder en los casos que la ley señala de forma específica. El artículo 159 del Código del Trabajo se refiere específicamente a la posibilidad de renovar un contrato a plazo por otro de idéntica naturaleza, y solo por una vez. Nada se menciona, en dicho cuerpo legal, sobre la posibilidad de que la renovación de un contrato a plazo, una vez vencido el mismo, se realice alterando la naturaleza del mismo, modificándolo para ser un contrato de aquellos cuya duración viene dada por la realización de una faena u obra determinada. A menos que la modificación relativa a la duración del contrato de trabajo haya ocurrido durante la vigencia del contrato a plazo que dio inicio a la misma, lo jurídicamente correcto en este caso era suscribir el finiquito correspondiente al contrato a plazo original, y, o bien renovar el mismo por un nuevo plazo, o bien firmar un nuevo contrato de trabajo, esta vez por obra o faena determinada. Todos estos argumentos señalados dan evidencia de un largo y continuo proceso de acomodación de mi contrato de trabajo por parte de la empresa para evitar reconocer la calidad que legalmente me corresponde como trabajador, la cual es de tener una relación laboral de carácter indefinido. Los contratos cuya duración viene determinada por la conclusión de una obra o faena son, por su propia naturaleza, contratos excepcionales, que vienen a cubrir una necesidad transitoria de la empresa, en virtud de la cual requieren trabajadores para atender una situación que, esencialmente, debe ser pasajera. Este criterio es confirmado por la Excma. Corte Suprema, que en sentencia rol 432-2017, considerando noveno, señala: "que en efecto, el contrato por obra o faena se caracteriza por ser transitorio o temporal, esto es, su objeto es la ejecución de una obra material o un servicio determinado, donde existe un principio y un fin. A su vez, en cuanto al tiempo, la ley laboral reconoce los contratos de duración determinada, como lo son los contratos a plazo y por obra o faena y, los contratos laborales indefinidos, siendo esta última modalidad la regla general en virtud del principio de la continuidad. Ello necesariamente implica reconducir la relación laboral a su verdadera expresión, más allá de la denominación que le hayan dado las partes. De ello se sigue que los servicios que pueden dar lugar a que opere la causal prevista en el N°5 del artículo 159 del Código del Trabajo, deben ser necesariamente transitorios, de ahí que de extenderse en el tiempo, se presuma la existencia de una conversión a un contrato de duración indefinida, cuya terminación está sujeta a causales diversas a la que en la especie se invocó por la empresa empleador". En este caso particular se hace absolutamente patente este fenómeno, toda vez que fui trasladado de una obra a otra - al margen del finiquito suscrito, el cual, como se mencionó, nunca tuvo la intención de poner término a una relación laboral -, y posteriormente, sin que mediaran despidos ni finiquitos, fui objeto de anexos de contrato en los cuales se acomodaba mi situación para atender no faenas transitorias, sino que labores normales y continuas para la empresa, como lo es la construcción de diversos hitos en una misma obra, sin que mediara entre ninguno de ellos solución de continuidad. Se ha utilizado de manera indebida la modalidad de contratación transitoria por obra o faena; pues ella supone una vinculación accidental, pasajera o circunstancial, y no una de carácter permanente, que en nada se diferencia a una relación de término indefinido, ya que en estricto rigor lo es. De esta forma, la real vinculación laboral fue de naturaleza indefinida, no por haber tenido lugar una sucesión de contratos transitorios, o por haber trabajado determinado tiempo de un lapso también determinado, sino porque estos contratos; (escrituraciones realmente, porque contrato de trabajo ha habido uno sólo y continuo) no dieron cuenta de una vinculación transitoria o eventual, sino que dieron cuenta de una vinculación permanente, continua e indefinida. En consecuencia, el uso de la modalidad del contrato por obra obedeció a conductas elusivas de parte de la denunciada, la que cubrió bajo un manto de transitoriedad una realidad permanente respecto de los demandantes, desconociendo una serie de derechos laborales con el objeto de ahorrar costos de esta naturaleza y, principalmente, desconocer mi antigüedad, que, al término de sus contratos, en concepto de la demandada, no tendría derecho a indemnización alguna. En conclusión, esta parte señala que la relación laboral que me unió con la denunciada nunca fue sujeta ni a un plazo ni a una obra o faena determinada, sino que tuvo el carácter de indefinida, a partir del día 12 de diciembre del año 2017, por los siguientes motivos: 1. Porque el finiquito suscrito con fecha 10 de enero de 2018, respecto del contrato suscrito con fecha 12 de diciembre de 2017, nunca tuvo la real intención de poner término a la relación laboral, en atención a que ya habíamos firmado un contrato de trabajo con fecha 8 de enero de 2018; 2. Porque el contrato de fecha 8 de enero de 2018 no especificaba si la duración del mismo estaba sujeto a un plazo o bien a una obra o faena determinada; y 3. Porque las continuas renovaciones del contrato de trabajo, mediante anexos que especificaban distintas obras a determinar, convirtieron el mismo en un contrato de carácter indefinido, por no constituir faenas transitorias sino que habituales en el rubro de la denunciada. Consecuencialmente a lo anterior, el despido del que fui objeto con fecha 21 de diciembre del año en curso es, en sí mismo, absolutamente injustificado, toda vez que puso término a una relación laboral que era de carácter indefinido, mediante la causal de término de obra o faena. 4. TUTELA DE DERECHOS FUNDAMENTALES: VULNERACIÓN A LA GARANTÍA DE NO DISCRIMINACIÓN CON OCASIÓN DEL DESPIDO Determinada ya la verdadera naturaleza relativa a la duración de mi contrato de trabajo, cabe ocuparnos ahora del verdadero motivo por el cual fui desvinculado de la empresa en la que me encontraba desempeñando mis funciones como canguero, esto es, operario de taladro eléctrico para hormigón y asfalto. Durante el mes de marzo del año 2018, empecé a sufrir fuertes dolores en mis brazos, los cuales se intensificaban cuando cumplía mis funciones laborales. Por esto acudí al médico, y con fecha 26 de abril del año 2018 me fue diagnosticada una Epicondilits Lateral Derecho - más conocida como "codo de tenista"-, con rotura parcial, producto de un sobre esfuerzo físico. Producto de esta lesión me fue recomendado reposo y tomar calmantes. En esa oportunidad, la mutual de seguridad catalogó mi enfermedad como común. Continué prestando servicios para con la denunciada, hasta que finalmente, durante el mes de noviembre, me vi obligado a volver a tomar licencia médica y repetir mis exámenes, comenzando la primera con fecha 12 de diciembre, y manteniéndose las mismas pasado mi despido. Solicité a la mutual de seguridad una re consideración de mi lesión, y con fecha 28 de enero de 2019, el diagnostico cambió a "enfermedad profesional", por identificarse serios factores de riesgo en las faenas que desempeñe, las cuales incidieron directamente en mi enfermedad, la cual ahora avanzó hacia mi codo izquierdo, por lo que debí someterme a una intervención quirúrgica durante el mes de febrero. Fui despedido mientras me encontraba con licencia médica, siendo este el motivo por el cual tomé conocimiento del mismo solo con fecha 8 de enero de 2019. Ahora bien, tal como se ha mencionado anteriormente, la empresa encubre relaciones de carácter indefinida mediante la suscripción de anexos de contrato o de contratos nuevos, mediante los cuales se traslada trabajadores de una obra a otra, asignando labores sin solución de continuidad. Así es como yo fui trasladado de una obra a otra, y se me asignaban faenas distintas. Sin embargo, al momento de enfermarme, y a diferencia de la mayoría de mis compañeros, quienes han sido destinados con este mismo mecanismo a otras faenas de la empresa, en mi caso esto no ocurrió, siendo despedido. La empresa trabaja con una dotación de maestros de carácter permanente: al igual que yo, casi todos mis compañeros son trasladados de hito en hito al interior de una obra, y de obra en obra cuando esta concluye. Esto, tal como se desarrolló en el capítulo anterior, se opone diametralmente a la idea de la contratación transitoria, la que por su definición está planteada para atender situaciones temporales y de carácter accidental. En mi caso, nada de accidental ni temporal tenían las faenas que realizaba, sino que eran propias del giro de construcción, con una habitualidad que se extendió por más de un año, y que incluyó dos obras distintas, además del cumplimiento de diversos hitos al interior de las mismas. En base a lo que hemos venido desarrollando a lo largo de esta demanda, S.S., esta parte estima que este despido - injustificado por las razones que fueron expuestas previamente -. Obedece única y exclusivamente al hecho de encontrarme aquejado por una enfermedad, la cual ha sido ya diagnosticada como laboral por el organismo correspondiente. En efecto, el despido del que fui objeto no tiene justificación alguna, toda vez que la relación que me unió con la empresa era de carácter indefinido, y solo obedeció al hecho de que yo me encontraba enfermo, y haciendo uso de mi licencia médica. El artículo 2 del Código del Trabajo señala que son actos de discriminación, entre otros, aquellas exclusiones o preferencias basados en enfermedad o discapacidad., los cuales son absolutamente contrarios a los principios de las leyes laborales imperantes. La discriminación en materia laboral contiene dos elementos: a) la existencia de una diferencia de trato negativa; y b) que dicha diferencia de trato se funde en un criterio sospechoso o prohibido. En el caso sub-lite, el primer elemento viene dado por el despido mismo del que fui objeto. El segundo viene dado por la existencia de un criterio sospechoso o prohibido, es decir, de un criterio que sea contrario a la ética social. Este elemento está presente mi desvinculación, toda vez que mi despido está absolutamente injustificado desde cualquier punto de vista racional, ya que no se explica que se haya procedido al mismo por algún motivo que no sea, sencillamente, el hecho de encontrarme aquejado de una enfermedad laboral. Es más, el hecho de que mi enfermedad haya sido producto de las condiciones de trabajo en las que me encontraba, hace más evidente este criterio discriminatorio: sufro de una condición traumatológica que me fue generada por la denunciada, y que cuando alcanzó su punto álgido, sencillamente prescindieron de mí. Aparece así, claramente, la naturaleza discriminatoria de mi despido. Concluye solicitando tener por interpuesta dentro de plazo legal, demanda en procedimiento de aplicación general por tutela de derechos fundamentales, despido injustificado y cobro de prestaciones laborales, en contra de mi ex empleador, Empresa Constructora Alborada Limitada, ya debidamente individualizada en autos, acogerla a tramitación y declarando, en definitiva: 1) La existencia de relación laboral habida entre las partes, desde el 12 de diciembre de 2017 y hasta el día 21 de diciembre de 2018, o desde la fecha que S.S. determine de acuerdo al mérito de autos; 2) Que, en la especie, la duración de mi relación con la denunciada era de carácter indefinido; 3) Que el despido del que fui objeto con fecha 21 de diciembre de 2018 es discriminatorio en los términos del artículo 2 del Código del Trabajo y vulneró mi integridad física (19N° 1).; 4) Que, en consecuencia, opera en la especie la sanciones contempladas en los artículos 489 inciso tercero del Código del Trabajo, así como a las contempladas en los artículos 162 y 168 del mismo cuerpo legal; 5) Siendo a consecuencia de lo anterior, condenada la demandada, al pago de las siguientes indemnizaciones y prestaciones que paso a detallar:
a) Indemnización sustitutiva por falta de aviso previo, de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 162 del Código del Trabajo, por la suma de $ 450.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente; b) Indemnización por años de servicio, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 163 del Código del Trabajo, por la suma de $ 450.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente; c) Indemnización de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 168 del Código del trabajo, por la suma de $ 225.000.-s o bien la suma que S.S. estime pertinente a estos autos; d) Indemnización de acuerdo al artículo 489 del Código del Trabajo, por la suma de $ 4.950.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente a estos autos; e) Feriado legal por la suma de $ 315.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente al mérito de autos; f) Reajustes e intereses g) Costas de la causa.
EN SUBSIDIO, para el improbable caso de que S.S. tenga a bien no otorgar
las prestaciones solicitadas, esta parte viene, en subsidio, a solicitar a S.S. declarar que el despido del que fui objeto es injustificado, indebido o improcedente, en los términos del artículo 168 del Código del Trabajo. A efectos de economía procesal, esta parte se remite a los mismos argumentos que fueron señalados en el cuerpo principal de esta demanda, con la salvedad de lo referido a la vulneración de la garantía de no discriminación. Solicitando, en consecuencia, que se declare: 1) La existencia de relación laboral habida entre las partes, desde el 12 de diciembre de 2017 y hasta el día 21 de diciembre de 2018, o desde la fecha que S.S. determine de acuerdo al mérito de autos; 2) Que, en la especie, la duración de mi relación con la denunciada era de carácter indefinido; 3) Que el despido del que fui objeto con fecha 21 de diciembre de 2018 es injustificado, improcedente o indebido, en los términos del artículo 168 del Código del Trabajo; 4) Que, en consecuencia, opera en la especie las sanciones contempladas en el artículo 168 del Código del Trabajo; 5) Siendo a consecuencia de lo anterior, condenada la demandada, al pago de las siguientes indemnizaciones y prestaciones que paso a detallar: a) Indemnización sustitutiva por falta de aviso previo, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 162 del Código del Trabajo, por la suma de $ 450.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente; b) Indemnización por años de servicio, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 163 del Código del Trabajo, por la suma de $ 450.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente; c) Indemnización de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 168 del Código del trabajo, por la suma de $ 225.000.- o bien la suma que S.S. estime pertinente a estos autos; d) Feriado legal por la suma de $ 315.000.-, o la suma que S.S. estime pertinente al mérito de autos; e) Reajustes e intereses f) Costas de la causa
SEGUNDO: Que, se deja constancia que la parte demandada, Empresa
Constructora Alborada Ltda., notificada el 20 de marzo de 2019 de conformidad a lo dispuesto en el artículo 437 del Código del Trabajo no contesta la demanda, ni se apersona a la audiencia preparatoria ni de juicio.
TERCERO: Que, con fecha 30 de abril de 2019, se llevó a efecto Audiencia
Preparatoria a la que comparece sólo la parte demandante; se tuvo por frustrado el trámite de la conciliación; acto seguido, se recibió la causa a prueba fijando hechos a probar; se ofreció prueba por la parte demandante y se fijó fecha de audiencia de juico.
CUARTO: Que, en audiencia preparatoria y luego de fracasado el llamado a
conciliación efectuado por el Tribunal, se fijaron hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos los siguientes: 1. Existencia de la relación laboral entre las partes. Fecha de inicio y término de la misma. Labores ejecutadas por el demandante. Jornada y horario de trabajo y remuneración convenida y efectivamente percibida por el trabajador. 2. Naturaleza del contrato suscrito por las partes en cuanto a su duración. Si éste era por obra o faena, o bien, de naturaleza indefinida. Antecedentes o fundamentos de esta alegación. 3. Si la demanda, con ocasión del despido del trabajador, incurrió en actos vulneratorios de sus derechos fundamentales, específicamente, en relación al derecho a la no discriminación y al derecho a la integridad física y psíquica del trabajador. 4. Causas, fecha y circunstancias del término de los servicios, y si éste se produjo por la conclusión de la obra o servicio acordado en el contrato, en cuyo caso, fecha de este término. 5. Monto y periodo adeudado al actor por concepto de feriado.
QUINTO: Que, en Audiencia de Juicio las partes rindieron los siguientes
medios de prueba con la finalidad de acreditar sus pretensiones. PARTE DENUNCIANTE: a.-Documental 1. Informe de Comité calificación de enfermedad profesional, emitido por Mutual de Seguridad referido al actor, de fecha 28 de enero de 2019; recalifica la enfermedad del actor como enfermedad profesional. 2. Informe de ecotomografía emitido por el Centro Traumatológico Comín, de fecha 20 de diciembre de 2018, referido al actor; Diagnostica enfermedad profesional. 3. Ecotomografía de codos bilaterales emitido por Instituto de Seguridad del trabajador, de fecha 09 de enero de 2019, referido al actor; 4. Documento denominado Solicitud de documento, suscrito por Mutual de Seguridad, dirigido a la denunciada, de fecha 02 de enero de 2019; 5. Documento denominado Toma de conocimiento, Proceso de evaluación médica por Ley 16.744, emitido por Mutual de Seguridad, sin fecha; 6. Informe del Comité de Calificación de Enfermedad Profesional, de fecha 26 de abril de 2018, referido al actor; 7. Informe de Ecotomografía emitido por el Centro Traumatológico Comín, de fecha 04 de abril de 2018, referido al actor; calificó la enfermedad como común. 8. Informe de Ecotomografía, emitido por el Centro Traumatológico Comín, de fecha 02 de abril de 2018, referido al actor; 9. Licencia médica del actor, emitido con fecha 12 de diciembre de 2018; 10. Licencia médica del actor, emitido con fecha 31 de diciembre de 2018; 11. Anexo de contrato, suscrito entre el actor y la denunciada, de fecha 07 de febrero de 2018; renueva un contrato hasta el término de la obra que indica. 12. Finiquito de contrato de trabajo, suscrito entre el actor y la denunciada, de fecha 09 de enero de 2018; suscrito en relación a vínculo iniciado el 12 de diciembre a 03 de enero de 2018. 13. Anexo de contrato de trabajo, de fecha 01 de septiembre de 2018, suscrito entre el actor y la denunciada; sólo función de canguero. 14. Anexo de contrato de trabajo, de fecha 06 de julio de 2018, suscrito entre el actor y la denunciada; establece término de contrato hasta término de una obra. 15. Liquidación de remuneraciones del actor, por el periodo noviembre de 2018, para trabajo con la denunciada; 16. Contrato de trabajo, de fecha 08 de enero de 2018, suscrito entre el actor y la denunciada; establece un plazo hasta 06 de febrero de 2018 de la obra que se encuentra realizando….la conclusión del contrato al término de conclusión de sus servicios conforme al avance de las obras. 17. Aviso de término de contrato, suscrito por la denunciada y enviada al actor, de fecha 21 de diciembre de 2018; le pone termino 21 de diciembre de 2018. 18. Reclamo deducido entre la Inspección del Trabajo de Quilpué por el actor, de fecha 10 de enero de 2019; 19. Certificado de cotizaciones previsionales del actor en AFP Capital, de fecha 11 de enero de 2019; cotizaciones pagadas. 20. Certificado de antigüedad laboral suscrito por la denunciada referido al actor, de fecha 20 de julio de 2018; 21. Impresión de captura de pantalla del portal internet "Portal Inmobiliario", publicitando Edificio Costa de Montemar II, propiedad de Constructora Alborada, de fecha 29 de abril de 2019; 22. Captura de pantalla del Portal de Internet "Portal Inmobiliario", publicitando Edificio Terrasol II, Propiedad de Constructora Alborada, de fecha 29 de abril de 2019; 23. Captura de pantalla de Portal de Internet "Portal Inmobiliario", publicitando Edificio Vista Altamar, Propiedad de Constructora Alborada, de fecha 29 de abril de 2019. b.-Confesional demandante: Solicita se cite a absolver posiciones a la audiencia de juicio a don Jaime Sanhueza Moreno, representante legal de Constructora Alborada, bajo apercibimiento dispuesto en el artículo 454 Nro. 3 del Código del Trabajo. No comparece, solicita aplicación del apercibimiento legal del artículo 454 n ° 3 del Código del Trabajo. El Tribunal deja la resolución para la sentencia definitiva. Resuelve no aplicar el apercibimiento legal solicitado por no ser acorde sus conclusiones a la prueba rendida. c.-Testimonial demandante: 1. DANIELA OJEDA FERNÁNDEZ, dueña de casa, domiciliada en Uno Oriente 252, Oficina 203, Viña del Mar. Interrogada por la demandante señala que conoce al demandante es su pareja, lo son hace 10 años. Él trabajaba en el 2017 en Alborada en Valparaíso, en el 2018 trabajó por la empresa en Quilpué. Sólo trabajó ahí porque vive con él, sabe todo lo que pasa con él. A fines del 2018 tuvo interrupción en el trabajo, tuvo problemas con codos y manos por el trabajo forzoso que realiza en la empresa, él era canguero. Usa el cango para picar cielo, paredes piso, máquina grande que supone mucha fuerza. En noviembre de 2018 por los dolores en sus brazos del codo a la muñeca tuvo dolores, esto por el trabajo pesado de manejar el cango. Trabajaba mucho, lo mandaban a hacer trabajos a última hora y debían usar más tiempo la máquina que lo que se debiera, forzaba todos los días sus brazos para hacer el trabajo. Por eso ella le debía hacer masajes, en noviembre empezó con licencias médicas, fue en forma particular a un centro y estuvo con licencias mientras esperaba el diagnóstico, la última licencia del centro fue en enero, luego fue de la mutual, en diciembre 20 o 21 le llegó carta de despido y ahí estaba con licencia, no conocía a los compañeros de trabajo de Carlos. Pero Carlos le comentó que los compañeros seguían en Alborada, fueron trasladados a una torre al lado de aquella en la que él estaba trabajando. d.-Exhibición de documentos: Solicita que la parte denunciada exhiba, bajo apercibimiento legal establecido en el artículo 453 Nro. 5 del Código del Trabajo: 1. Contratos de trabajo y los respectivos finiquitos suscritos por la denunciada, con trabajadores que hayan estado ejerciendo labores de "canguero", en la Obra Terrasol, ubicada en Avda. Los Carrera 0125, Quilpué, durante el mes de diciembre de 2018 y enero de 2019; 2. Contratos de trabajo y los respectivos finiquitos suscritos por la denunciada con trabajadores que hayan estado ejerciendo labores de "canguero", en la Obra Terrasol II, ubicada en Avda. Condell Sur 1234, Quilpué, durante diciembre de 2018 y enero de 2019; 3. Contratos de trabajo y los respectivos finiquitos suscritos por la denunciada con trabajadores que hayan estado ejerciendo labores de "canguero", en la Obra Edificio Vista Altamar, ubicada en Avda. Central 895, comuna de Concón, por el periodo de diciembre de 2018 y enero de 2019; 4. Contratos de trabajo y los respectivos finiquitos suscritos por la denunciada con trabajadores que hayan estado ejerciendo labores de "canguero", en la Obra Costa Montemar II, ubicada en Avda. Costamar 182, Concón, durante diciembre de 2018 y enero de 2019; 5. Informe técnico de Obra en la Obra Terrasol, de propiedad de la denunciada, ubicada en Avda. Los Carrera 0125, Quilpué; 6. Libro de obra referido a la construcción de la Obra Terrasol, ubicada en Avda. Los Carrera 0125, Quilpué. La demandada no comparece solicita aplicación del apercibimiento 453 n ° 5 del Código del Trabajo. El Tribunal deja la resolución de la solicitud de apercibimiento para la sentencia definitiva. Resuelve no aplicar el apercibimiento legal solicitado por no ser acorde sus conclusiones a la prueba rendida. PARTE DEMANDADA.- Constancia: Se deja constancia que la parte demandada no ofrece medios probatorios, atendida su incomparecencia.
SEXTO: Que, una vez concluida la rendición de la prueba, la parte
demandante procede a observarla en los términos que constan en el audio respectivo.
SÉPTIMO: Que, en la presente causa comparece don Carlos Andrés
González Manquilepe, quien interpone demanda en procedimiento de aplicación general por despido vulneratorio de derechos fundamentales, en particular garantía de no discriminación, y cobro de prestaciones, en contra de su ex empleador Empresa Constructora Alborada Limitada, en subsidio demanda despido injustificado. Funda su demanda en que con fecha 12 de diciembre de 2017 comenzó prestando servicios para la demandada como “canguero” en la obra Vista Bahía, que con fecha 8 de enero de 2018 suscribió nuevo contrato con la demandada para trabajar en otra obra, con la misma función. Que este contrato contenía cláusulas contradictorias, por una parte señalaba duración hasta el 6 de febrero de 2018, por otra que la conclusión del mismo se produciría al momento de concluir sus servicios específicos conforme al avance de la obra, según lo determinará la empresa…. Que respecto del primer contrato fue finiquitado el 10 de enero de 2018. El 7 de febrero se le entrega un anexo de contrato, en el que éste se renueva hasta el término del tabique piso 14, departamento 1411. El 6 de julio de 2018 se le entrega nuevo anexo hasta término maquillaje fachada norte tramo 1, suscribiendo último anexo el 1 de septiembre de 2018 en la obra Terra Sol, sin especificar faena. Su jornada de trabajo era de Lunes a Viernes de 8:00 a 18:00 hrs. Con una remuneración mensual para efectos del artículo 172 del Código del Trabajo de $450.000.- Señala que debía trabajar con un martillo de un peso entre los 4 a 12 kilos desarrollando las labores por largos periodos de tiempo y sin medidas de prevención, lo que lo lleva a accidentarse. Durante el mes de marzo de 2018 comienza a manifestar grandes dolores, acude al médico en abril de 2018 se le diagnostica epicondilitis lateral derecho, “codo de tenista”, con rotura parcial, producto de sobre esfuerzo físico excesivo, la mutual de seguridad calificó su enfermedad como común, no tuvo reposo, sólo labores sencillas al interior de la empresa. En agosto de 2018 se le vuelven a encomendar labores con el taladro demoledor, vuelven los dolores. El 28 de enero de 2019 la enfermedad pasa a ser diagnosticada como enfermedad profesional, que se debe a la exposición a la vibración directa al manipular el taladro para moler hormigón, al sobreesfuerzo físico por no contar con descanso apropiado, que se condice con los factores de riesgo en la empresa. Que, el 21 de diciembre de 2018 se le comunica por carta de aviso el termino del contrato por la causal del artículo 159 nº 5 del Código del Trabajo “término maquillaje fachado norte tramo 1”, pero el verdadero motivo de la desvinculación es la de estar aquejado por enfermedad laboral. Da cuenta de cómo las contrataciones celebradas con la demandada disfrazan una relación de naturaleza indefinida. Que reconsiderada su enfermedad como profesional el 28 de enero de 2019, esta avanza a su codo izquierdo debiendo someterse a intervención quirúrgica en el mes de febrero, siendo despedido mientras se encuentra con licencia médica de lo que sólo se entera el 08 de enero de 2019 en virtud de un despido discriminatorio y vulneratorio de la integridad psíquica.
OCTAVO: Que, lo primero que debe tenerse presente en la causa es que la
denuncia se ha deducido por despido discriminatorio por razones de salud que genera vulneración a la integridad física y psíquica del actor. No estamos ante una causa de accidente del trabajo, sino que enfrentamos una tutela de derechos fundamentales. De esta forma el tercer punto de prueba fijado por el Tribunal: “si la demandada, con ocasión del despido del trabajador, incurrió en actos vulneratorios de sus derechos fundamentales, específicamente, en relación al derecho a la no discriminación y al derecho a la integridad física y psíquica del trabajador”, recoge lo medular de la acción deducida. Sin perjuicio de lo señalado, con la finalidad de hacer un adecuado análisis de los eventuales indicios de vulneración invocados en la demanda, es preciso hacerse cargo de los dos primeros puntos de prueba fijados por el Tribunal, los que se desarrollarán a continuación. NOVENO: Que, el primer hecho a probar fijado en la causa corresponde a la: “Existencia de la relación laboral entre las partes. Fecha de inicio y término de la misma. Labores ejecutadas por el demandante. Jornada y horario de trabajo y remuneración convenida y efectivamente percibida por el trabajador”. Éste punto de prueba se encuentra íntimamente ligado con el segundo, “Naturaleza del contrato suscrito por las partes en cuanto a su duración. Si éste era por obra o faena, o bien, de naturaleza indefinida. Antecedentes o fundamentos de esta alegación”. Dan cuenta de la existencia de la relación laboral los contratos de trabajo acompañados, así como los anexos de los mismos, documentos 11 y 13 y 14 de la Audiencia Preparatorio, es decir anexo de contrato, suscrito entre el actor y la denunciada, de fecha 07 de febrero de 2018; anexo de contrato de trabajo, de fecha 01 de septiembre de 2018, suscrito entre el actor y la denunciada; y anexo de contrato de trabajo, de fecha 06 de julio de 2018, suscrito entre el actor y la denunciada; los dos primeros anexos establecen el término del contrato hasta el término de una obra determinada que indican, obras que forman parte del proyecto “Terrasol”, el último tan sólo actualiza la remuneración. Así en virtud del finiquito acompañado de 09 de enero de 2018 se puede colegir que inicialmente existió una relación laboral entre el demandante y la demandada desde el 12 de diciembre de 2017 hasta el 03 de enero de 2018, en calidad de canguero para la obra “Vista Bahía”, que habría terminado por la causal del artículo 159 n º1 del Código del Trabajo, mutuo acuerdo de las partes, éste cumple con las formalidades legales por estar firmado ante notario público, y no consta en él ninguna reserva de derechos, por lo que la relación que corresponde a las fechas indicadas no puede ser considerada como parte de un eventual contrato indefinido en la causa actual. En este sentido contribuye el hecho que dicho contrato guarda relación con una obra totalmente distinta a la de los restantes contratos y anexos, este primero, se finiquita por la obra señalada, mientras los restantes guardan relación con la obra “Terrasol”, además del hecho que entre el término del primer contrato, 03 de enero de 2018, y comienzo del segundo, 08 de enero de 2018 no existe una continuidad absoluta. A continuación le sigue un contrato de trabajo entre las partes de 08 de enero de 2018, para una obra distinta de la anterior, “Terrasol”, también como “canguero”, contrato que tiene una cláusula evidentemente ambigua, por una parte en la cláusula cuarta se señala que “el contrato se extenderá hasta el 06/02/2018”, pero luego en el párrafo siguiente se señala “ que las partes convienen en que la conclusión del presente contrato de trabajo se producirá al momento de concluir sus servicios específicos conforme al avance de las obras, según lo determine la empresa, dada la necesidad de separar paulatinamente al personal, al paso y medida que va concluyendo la respectiva faena y demandando menor mano de obra”. En este sentido resulta evidente que la cláusula que establece la naturaleza y duración del contrato de trabajo es ambigua, y de acuerdo al principio in dubio pro operario debe ser interpretada de la manera que resulte más favorable al trabajador. En este sentido la conclusión más favorable al trabajador, de entre las posibilidades existentes, contrato a plazo o por obra o faena, es que estamos ante un contrato por obra o faena hasta el término total de la obra “Terrasol”, no se entiende de ninguna manera a partir del contrato que se esté ante uno de naturaleza indefinida. Se debe establecer en orden a la letra del mismo que es un contrato a plazo o uno por obra, y lo que más favorece al trabajador de entre las dos posturas es la del contrato por obra hasta el término de la integridad de la faena “Terrasol”. No se puede considerar indefinido porque aparece claro que esa no es la intención de las partes en el contrato, el espíritu del mismo es delimitar su duración. Luego tenemos tres anexos de contrato de trabajo que modifican el anterior, y que son los de 07 de enero de 2018, 06 de julio de 2018 y 01 de septiembre de 2018, los dos primeros renuevan el contrato del actor como “canguero” en la misma obra “Terrasol”, el primero de ellos limita su contratación hasta el “Término tabique piso 14, depto.1411”, el segundo a “Término maquillaje fachada Norte Tramo 1”. El tercero por su parte aumenta la remuneración en cuanto al sueldo base a $288.000.- más bonos y gratificación legal. Los dos primeros anexos reconocen como fecha de inicio de la relación laboral el 08 de enero de 2018. La ambigüedad del primer contrato necesariamente permea a los siguientes anexos, y la conclusión a la que se llega en su interpretación, en cuanto a haberse contratado al actor para la obra íntegra, no permite entender que los anexos que delimitan las obras para las que éste debe prestar servicios sean válidos, ya que el contrato original establece que la obra para la que el trabajador fue contratado, es una de mayor duración que las etapas de la misma a la que se hace referencia en los anexos. Así las cosas aparece establecido que el demandante ingresa a prestar servicios el 08 de enero de 2018 mediante contrato por obra o faena hasta el término de la integridad de la obra Terrasol. Hay en la fórmula de contratación utilizada una muy mala técnica, al considerar un contrato inicial que hace una referencia amplia a la obra en cuestión, que se contradice con el señalamiento de un plazo, y que luego se pretende complementar a través de anexos las etapas de la obra para las que el trabajador habría estado supuestamente contratado. Esto genera falta de claridad y particularmente incertidumbre, que el trabajador no puede tener al momento de presentársele el contrato de trabajo para la firma. Aparece establecido de esta forma el inicio mismo de la relación laboral para efecto de la causa desde el 08 de enero de 2018, mediante contrato por obra o faena hasta el término de la obra Terrasol. Se puede concluir de las liquidaciones de sueldo acompañadas que el demandante percibía una remuneración mensual considerando 30 días trabajados con un sueldo base de $288.000.-, gratificación de $84.600.-, bono líquido pactado $117.601.-, todo lo que arroja un total bruto de $490.201.- Además de los mismos contratos de trabajo se constata que la jornada era de 45 horas distribuida de lunes a viernes, de 8:00 a 13:00 y de 14:00 a 18:00 hrs.
DÉCIMO: Que, el tercer y cuarto hecho a probar se encuentran íntimamente
ligados: “Si la demanda, con ocasión del despido del trabajador, incurrió en actos vulneratorios de sus derechos fundamentales, específicamente, en relación al derecho a la no discriminación y al derecho a la integridad física y psíquica del trabajador” y “causas, fecha y circunstancias del término de los servicios, y si éste se produjo por la conclusión de la obra o servicio acordado en el contrato, en cuyo caso, fecha de este término”. En este punto se debe iniciar señalando que está acreditado a través de del aviso de término de contrato de trabajo que el empleador concluyó mediante despido la relación con el demandante en virtud de la causal del artículo 159 n º 5 del Código del Trabajo “Conclusión del Trabajo que dio origen al contrato”, señalando como las labores que han concluido y justifican el termino, las de término maquillaje fachada norte tramo 1, a la que el último anexo ya mencionado hace referencia como faena. La misma denunciante reconoce el envío de carta por esta causal con fecha 21 de diciembre de 2018, fecha que se contiene en la carta. Sin embargo, y no obstante lo señalado, la demandada no comparece en ninguna instancia de la causa, y encontrándose en permanente rebeldía no acredita el cumplimiento de las formalidades para proceder al despido, en cuanto a la copia a la Inspección del Trabajo, y menos aún el efectivo acaecimiento del término de la obra que invoca. Sin perjuicio de lo señalado, y a mayor abundamiento, si se tiene a la vista los contratos de trabajo del actor para con la demandada, y atendidas las conclusiones a las que se llegaron de la ambigüedad en relación a los mismos, particularmente del de 08 de enero de 2018, esa etapa de la obra no autorizaría para poner término al contrato de trabajo con el demandante. Ahora bien, lo señalado anteriormente trae como consecuencia que el despido deba ser calificado de injustificado y se conceda el monto corerspondiente4 a la indemnización sustitutiva de aviso previo como se señalará en la parte resolutiva del fallo. Pero, ¿se configura a través de este despido un indicio de despido discriminatorio por razones de salud y vulneratorio a la integridad física y psíquica?. En relación con la vulneración de derechos fundamentales, esta se sustenta en un despido discriminatorio por razones de salud que conlleva una vulneración a la integridad física y psíquica del denunciante. La demandante en su denuncia no señala cuales son los indicios de la vulneración o discriminación que alega, se puede inferir de ella que en parte considera como tales la circunstancia de existir dos contrataciones y sucesivos anexos de contrato de trabajo que disfrazan una relación de naturaleza indefinida, frente a lo cual se puede contrargumentar que ha quedado establecido que la relación nunca pudo ser considerada como de naturaleza indefinida, habiéndose considerado al trabajador para dos faenas claramente diferenciadas, lo anterior pese a la mala técnica de la contratación efectuada respecto de la obra “Terrasol”. Por otra parte la existencia de haber comparecido ante la ACHS para efecto de que se determinara su enfermedad como profesional en abril del 2018 tampoco puede resultar indiciaria del despido discriminatorio que se invoca, ya que el resultado de esta gestión es hasta esta etapa que la enfermedad es común, y su resultado se entrega mediante resolución de fecha 26 de abril de 2018, e incluso después de dicha resolución, y en conocimiento de la enfermedad, el empleador realiza dos actos tendientes a demostrar su intención de mantener la relación de trabajo con el actor, que son la celebración de los dos anexos de contrato de trabajo, los de julio y septiembre de 2018. Y luego con posterioridad el demandante tan sólo presenta dos licencias médicas la del 16 de diciembre de 2018 y la de 05 de enero de 2019, la única presentada durante la vigencia de la relación laboral es la primera, que es por 20 días. El hecho de presentarse dicha licencia, y de haberse cursado el despido durante la misma, no puede en ningún caso considerarse indiciario de la discriminación invocada. El único caso en que el despido está limitado durante el curso de la vigencia de una licencia médica, conforme dispone expresamente el artículo 161 inciso final, es cuando se invoca el artículo 161 inciso 1º del Código del Trabajo, y aquí lo que se alega es la causal del artículo 159 n º4, causal que la demandante reconoce haberse esgrimido en el despido, acompañando además la carta de despido por ella recepcionada que la invoca, lo anterior no obstante que no fue acreditado por la demandada la justificación del despido. Así las cosas no existe ni un solo antecedente que pueda configurar un indicio potente de que la demandada cursa el despido en razón de la enfermedad del actor. Por otra parte, y a mayor abundamiento, la resolución que determina el carácter de enfermedad profesional de la dolencia del denunciante, sólo se dicta el día 28 de enero de 2019, más de un mes después del término del contrato de trabajo. De esta forma, no habiéndole puesto término al contrato la demandada diagnosticada la enfermedad, la que no genero reposo, ni licencias médicas sino hasta diciembre de 2018, con una primera licencia durante la cual se concluye la relación laboral, no tenemos ni un solo indicio potente de que el despido haya obedecido al estado de salud del actor.
DÉCIMO PRIMERO: Que, lo razonado en el considerando anterior, debe
enlazarse con lo que se dijo al iniciar el análisis de los hechos a probar fijados por el Tribunal, estamos ante una causa por despido discriminatorio en orden a razones de salud, y lo que se debe probar es que el despido estuvo motivado por la condición de la enfermedad del actor. De esto no existe indicio alguno, es más las actitudes desplegadas por la denunciada entre abril de 2018 y diciembre de 2018 revelan una intención de mantener al trabajador prestando servicios durante al menos el curso de la obra “Terrasol”. En razón de lo expuesto este Tribunal rechazará la demanda de vulneración de derechos fundamentales, sin perjuicio de estimar que el despido ha sido injustificado, lo que se desarrollará en los considerandos que siguen. No obstante lo resuelto en materia de tutela de derechos fundamentales, se debe tener presente que una situación distinta de la anterior, es el estado de salud del demandante, de la que eventualmente podrían derivar responsabilidades, y que debe ser seguida en un juicio diferente, en la que inciden exigencias de prueba totalmente distintas, y que permite la determinación de existir una enfermedad profesional.
DÉCIMO SEGUNDO: Que, respecto del despido injustificado, aparece
claramente establecido que dada la rebeldía de la demandada, si bien se acredita que el contrato es por obra o faena, ésta no logra probar que la obra o faena para la que el demandante fue contratado hubiera concluido a la fecha del despido, con lo que se debe resolver que el despido efectivamente es injustificado, procediendo en este caso el pago de las indemnizaciones legales por el periodo que media entre el 08 de enero de 2018 y 28 de diciembre de 2018, lo que únicamente confiere derecho a la indemnización sustitutiva de aviso previo por la suma de $490.201.-. DÉCIMO TERCERO: Que, respecto del feriado legal demandado, atendida la naturaleza del contrato y la duración del mismo resulta improcedente el feriado legal al tenor de lo dispuesto en el artículo 67 del Código del Trabajo.
DÉCIMO CUARTO: Que, la restante prueba rendida en nada altera las
conclusiones a las que se arriba en el presente fallo.
DÉCIMO QUINTO: Que, no habiendo sido totalmente vencida la
demandada, cada parte cancelará sus costas.
Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1,
7, 63, 73, 160, 162, 168, 173, 420 y siguientes, 453 y siguientes, 485 y siguientes, todos del Código del Trabajo, se resuelve: 1.-Que, se rechaza la solicitud de declaración de contrato indefinido invocado por el demandante Carlos Andrés González Manquilepe, en contra de su ex empleador Empresa Constructora Alborada, estableciéndose que la relación existente entre las partes es por obra, faena o servicio desde el día 08 de enero de 2018, para la ejecución de la obra “Terrasol”. 2.-Que, se rechaza la demanda en procedimiento de aplicación general por despido vulneratorio de derechos fundamentales, en particular garantía de no discriminación interpuesta por Carlos Andrés González Manquilepe, en contra de su ex empleador Empresa Constructora Alborada . 3.-Que se acoge la demanda subsidiaria por despido injustificado y se condena a la demandada a pagar por concepto de indemnización sustitutiva del aviso previo $490.201.- 4.-Que, se rechaza la demandada de cobro de prestaciones por concepto de feriado proporcional. 5.-Que, las sumas indicadas pagar por esta sentencia, deberán serlo con más intereses y reajustes a que se refieren los artículos 63 y 173 del Código del Trabajo. 6.-Que, cada parte pagará sus costas.
RIT T-117-2019 RUC 19- 4-0170263-9
Proveyó don(a) MARIA PAZ BARTOLUCCI KONGA, Juez Titular del
Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso.
En Valparaíso a ocho de octubre de dos mil diecinueve, se notificó por el