EL ARTE EN EL SIGLO XXI: DE LO ESTÉTICO A LO COMERCIAL

El mundo; y esto gracias a la llegada del internet, avanzaba a un ritmo vertiginoso.

Los cambios desmesurados y el crecimiento exponencial en los grandes sectores
de la economía, generaron de manera sosegada, uno de los problemas
ambientales más grandes vistos en la era de la existencia humana, centrado en el
proverbio de la innegable capacidad del ser humano para buscar mejores
soluciones a problemas cotidianos de una manera “sistemática”.

Pero no todo era malo, las artes comenzaron a tomar fuerza en respuesta a la
industrialización del mundo, la tecnología permitió el acceso a nuevas obras y
formatos, que generaron el empoderamiento de las masas entorno a la misma
obra.

El “siglo de la innovación”; como fue conocido, visibilizó un ritmo de vida tan

acelerado, que cualquier tendencia, gusto o preferencia, no era más que un simple
deseo momentáneo.

El arte y sobretodo la música, pasó de ser una cualidad estética intrínseca del ser
humano a convertirse un servicio, ofrecido por los grandes amos del mundo, que
aún en este siglo predominan en la mayoría de las decisiones de las personas.

La cantidad de listas de reproducciones, canciones y artistas, sobre ofertaban de

manera insubordinada la capacidad del oyente, en ocasiones artistas sin ningún
talento ni contenido en su trabajo, lo que contradecía los principios más básicos
del arte.

Un fiel ejemplo de lo anterior sería el reggaetón, quien traería consigo la

monetización de la música, explotando los canales de difusión a pesar de su
carencia de contenidos, privilegiando el lucro por sobre la estética e incluso la
dignidad humana.

Países como Cuba, Guatemala y Honduras fueron los pioneros en la prohibición de

este género, lo que marcó paulatinamente el decline del mismo y con ello el
surgimiento y posicionamiento de otras expresiones artísticas.
Por eso en vez de considerarse el siglo de la innovación, será recordado como el
siglo de la deconstrucción y nueva era de la música.

María Adelaida Villa Rodas