Coleccién «PRESENCIA TEOLOGICA» Gerd Theissen
SEMINARIO TEOLOGICO A. &
~~ BIBLIOTECA,
EI Nuevo
_ Testamento
Historia, literatura, religién
S491
Cartas pseudoepigrafas.
La continuaci6n de la literatura
de la primera generaci6n
Los eseritos pscudoepigrafos del crstianismo primitive, es
decir, las cartas escrtas bajo un nombre fas, experimen-
taron un gran florecimiento al mismo tiempo que los evan-
¢glios. De las veintiuna cartas del Nuevo Testamento, pro-
bablemente diez no son auténticas: de las cartas paulinas, 2
“Tesalonicenses, Colosenses, Besos y tres cartes pastorales
(Ly 2 Timoteo, Tito); de las cartas catélicas, 1 y 2 Pedro,
Judas y Santiago, A ellas hay que aftadir la Carta a los He=
bbreos, la cual, aun cuando no se presenta como procedente
de Pablo, quiere sugerirselo al lector. No estamos seguros
€en todos Tos cases: incluso algunos exegetaseriticos pien-
‘san que Colosenses y 2 Tesalonicenses podrfan ser auténti-
‘es, pero aumenta el nimero de los exegetas conservadores
‘que piensan que no lo son. La pseudoepigrafia es probable
‘cuando la situaei6n histériea presupuesta en las cartas, su
‘eologfa, lenguaje y estilo, indican un tiempo diferente det
de Ia primera generacién del crstianismo primitivo,
EI descubrimiento de la pseudoepigrafia en el Nuevo
‘Testamento hizo posible establecer una distineién entre el
Pablo auténtico y Ia imagen cristiana primitiva de Pablo.
Hasta ese momento se habia leido a Pablo a través del filtro
de las cartas erroneamente atrbuidas a 6, Silas cartas pas-
torales excluyen a las mujeres de las funciones de direccién
en Ia comunidad, hoy sabemos que ello no tiene nada que18 HL NUEVO Testanaero
ver con Pablo. ¥ si obligan a las mujeres a casarse y tener
hijos, hoy estamos seguros de que no es tal cosa lo que
quiso et Pablo auténtico.
Llamamos cartas no auténticas alas falsificaciones que
pretenden deliberadamente engaiiar a los lectores a propé-
sito del verdadero autor. Cuando, en la exposicién siguien-
te, hablemos de «cartas pseudoepigrafas» 0, en el émbito
paulino, de «deuteropaulinas», evitamos intencionadamen-
{ena valoracién moral. Pero ello no debe ocultar el hecho
de que también en la antigdedad se pensaba que las «falsi-
ficaciones» eran reprobablés. También entonces existia el
cconcepto de la propiedad intelectual. Cuando, a finales det
siglo tse descubrié que un presbitero habia falsificado los
Hechos de Pablo y Tecla apor ano a Pablo», dicho presbi-
tero tuvo que reminciar a su ministeio (Tertuliano, De bap-
rismo 17), Esto hace que la siguiente pregunta resulte atin
ims apremiante: je6mo pudo suceder que los eristianos,
‘con un evhos ta alto de fa verdad, escribieran tantas cartas
no auténticas? Este es un verdadero desafio para la com-
prensién histrica
. El origen de la pseudoepigratia
del eristianismo primitive
Las condiciones para la produceién de escritos pseudoepy-
sgrafos eran entonces més fayorables que en nuestros dias,
Habta pocas posibilidades de descubri a los autores. En Ia
eseucla de gramitica los alumnos practicaban imitando tex-
tos que debfan parecerse al original todo lo posible. Los
autores eristianos primitivos con alguna formacién estaban
acostumbrados a asumir Ia funcidin de otra persona y eseri-
bir en su nombre. No obstante, esto slo explica emo los
eseritores pudieron «téenicamente» escribir cartas no au-
{énticas, pero no por qué lo hicieron.
Decir que el ctistianismo primitivo continus la tradicién
de la pseudoepigrafia judia no expliea mucho, La mayoria
‘cara pseuoewianaras 1”
de Los escritos del judaismo helenistico fueron publicados
bajo nombres falsos. Las excepciones son muy pocas, y
entre ellas se encuentran Jess ben Sira, Flavio Josef y
Filon de Alejandra. Sobre el trasfondo de los escritos judi
os de aquella 6poca, més sorprendente atin que el hecho de
que haya tantas cartas no auténticas en el Nuevo Testa-
mento es que contenga tantas cartas auténticas. Pero hay
diferencias importantes con respecto a la pseudoepigratia
{ndia: los eseritos judfos escogian como autores pseudéni
‘mos a figuras antiquisimas (como Henoc, Abrahan y Moi
63), cuya autoridad estaba respaldada por el Antiguo Testa-
nto. A menudo, la eleccdn de tales pscudénimos estaba
‘motivada por el deseo de presentar en los eseritos apocalip-
tieos el pasado de la historia como profecia cumplida, con
el fin de dar eredibilidad a las profeeias atin no eumplidas
Este motivo esté ausente del Nuevo Testamento. Aqui
nombres de figuras contempordneas que ain eran coneci
das por Ios destinatarios sirvieron como pseudénimos. En
el tinico Apocalipsis del Nuevo Testamento, ef autor no se
esconde bajo una figura antquisima, sino que da su nom-
bre, Juan, y no oculta el hecho de ser eontemporineo de los
(3,25). ;Acaso la Carta a Filemén habta
dspertado tantas expectativas entre Tos esclavos que les
habia llevado a supoaer que la comunidad tes ayudaria
siempre en los conflicts cotidianos con sus amos?
6) Bfesios
La Carta a los Efesios sigue el modelo de la Carta a los
Colosenses. Fn el circulo paulino en que fue eserita
Colosenses, se hizo necesaria (ya antes del aio 100 «LC.)
tuna segunda edicién de esa carta, en la que se desarrollara
1a teologia pautina. A diferencia de Colosenses, esta nueva
versién no contiene ninguna polémica: por el contra,188) 1 NUEVO TeSTAMERETO
insiste mis que Colosenses en que el mensaje de Pablo
reconcilia a los judeoeristianos con los paganocristianos y
vence el odio entre judios y gentiles (EF 2,11-22). Pablo,
‘que fve una carga para la paz social ene crstianos y judi
os durante toda su vida, es presentado aqui como el gran
apsatol de la paz. Esto corresponde ciertamente aun anhe=
lo de Pablo, pero contradice la realidad, Sus diseipulos
hhabian experimentado que Pablo s6lo podia Hegar a set
maestro de la Iglesia como apdstol conciliador. También
limaron las asperezas de su enseanza en otros lugares. Asi,
para Pablo habia una tensién insuperable entre vinculos
Imatrimoniales y religiosos. Los esposos estén divididos
entre su eGnyuge y el Seftor (1 Co 7,328). Bfesios trans-
forma este conflicio en una relacién modélica armoniosa
(desarrollando el eédigo doméstico de Colosenses): el
‘matrimonio es una imagen de la relacién de Cristo con
Iglesia y esta configurado por un patriarcalismo mitigado
por el amor; en el matrimonio, ef marido no asume el papel
del amo, sino el de Cristo que se entrega a si mismo; pero
sigue siendo también superior, como Cristo es superior ala
Ilesia, Para Efesios lo importante es que en el matrimonio
toda persona puede evar una vida santa, y Ins relaciones
sexutles matrimoniales en esta vida santa son imagen det
imisterio de la Iglesia (Ef 5,22-33). Raramente en el Nuevo
‘Testamento es la sexualidad tenida en tan alta estima como
en este texto, donde esti rodeada de un aura de santidad,
Aqui y en otros lugares de Biesios inrumpe el deseo pro-
fundo de una gran armonia y unidad. Cristo es el que lo
resume todo en si y leva a la unidad, La Iglesia es precur-
sora de esta unidad de la humanidad. Y la unién sexual es
tuna imagen de esta unidad,
Es posible que Efesios fuera concebida dese el princi-
pio para una coleccién de cartas de Pablo. Si ponemos las
‘eartas de Pablo en el orden més atestiguado, sorprende que
estén dispuestas segén su extensi6n, de mayor a menor, y
{que este principio de ordenacién empiece de nuevo dos
‘CARAS PSELDOEPCRAFAS 189
veces, Las cifras siguientes ofrecen en cada caso el nimero,
de letras del texto griego:
Coleccion original Primer apénice Segundo apace
Rm sao) [a0 Tim 309
1Co 32767] | Hp Ko 2Im 6338
2¢0 2020) | cx 7897 "3a
Got ts Fan
27s 4055
El nuevo comicnzo dl principio de ondenacién indica
tm apéndice a una colecién ya existete. A una colecciGn
tga de eartasautémicas (Romanos, | y 2 Corintos y
Galata) se aad, en una segunda vediciny, un segundo
‘grupo de carla, en el que se alteman caries auténtiasy no
futentcas:Hfesios, Fiipeses, Colosenses, | Tesalonicen-
sen 2 Tesalonicenses y Flemén (las carts no astntces
aparecen en cusiva), Efesios fue concebida desde el pin-
tipio como la cata inteductoria de este apéndice. Esto
explica por qué no mencions ninguna drecign al comien-
zo de it carta, Se dig a los santos ali, La expesion
‘en Efeso» afta en Tas traducciones es una ain se-
andar al texto. En st coleccin de las carta de Pablo,
fut ley6 como to Cintas antes de Ia introduc a a
arta) # los Romanos», «A Tos Coriaton», «A los Gil
tase. Cominus eseribiendo «A los Efesiosh pero olvids
«ue tales datos sobre los destnatarios no pertenecen a fs
aris originales, sino tncamente a a olecckin como un
todo. Debido 2 que desde el principio quiso continue Ia
coleccién de las ears de Pablo, po cantenarse con una
referencia este titulo y drgise a Tos santos alin (es
decir lo cristianos de Eto: 1,1). Ademds, tenemos fun-
dds razones para suponer quo el primer apénice Tas
ats de Pablo se compuso en Fes, porque era ali donde
Inejr se conoctan ls cuatro cartas del colecién orginal
Romanos, quiz por medio de una copia enviada a Efeso; 1190 EL NUEVO TESTAMENT
{2 Corintis y Glatas, porque fueron escrta total o par-
‘ialmente en Efeso. Asf pues, Ia carta inroductria del
apéndice dirgida a Ffeso indica probablemente el lugar
donde se compuso el primer suplementa de as ert de
Pablo,
4) Las cartas pastorales
El principio de ordenacién empieza de nuevo con las earas
pastorales: una ver mds, se aftadié un suplemento en una
tercera edicién de una coleccin ya existente de las earas
de Pablo. De nuevo encontramos indicios de conexiones
‘con Efeso: la situacién fictcia de 2 Timoteo es que Pablo
hha dejado a Timoteo en Ffeso, y ahora Ie enseia c6mo tiene
{que dirgir la comunidad. Tal vex esto sea un indicio de que
‘Timoteo y Tito (los supuesios destinatarios de las eartas
ppastorales) realmente sostuvieron las doctrinas contenidas
en ellas. En este caso tendriamos en ellas tradiciones de
‘Timotco y de Tito, no tradiciones de Pablo, En cnanto al
‘contenido, se trata de instrucciones précticas sobre la dee:
de la comunidad. Las imfgenes de la comunidad son
poco paulinas, Falta la imagen del cuerpo de Cristo, en el
‘que todos los miembros tienen los mismos derechos, En su
lugar apatece la imagen de la casa, presiida por un vinico
pier familias: el obispo, que tiene disconos just a él y al
‘mismo tiempo pertenece a un colegio de presbfieros. Las
Pastorales funden aquf dos consttuciones para la coma
dad: una procede de la esfera paulina, con obispos (episko-
poi) a la cabeza, y Ia otra procede del judcocristianismo,
con un presbiterio como drgano de direccién, En cualquier
caso, la direceién de la comunidad es institucionalizada y
restringida. A la cabeza de la comunidad s6lo puede haber
varones, pues las mujeres no pueden ensefiar (1 Tm 21
{yun obispo tiene que ser «apto para ensefiar» (3.2), Para
Pablo todo cristiano tiene todavéa un earisma (un don para
‘contribuir la direccidn de la comunidad); en las Pastorales
slo el obispo tiene un carisma (2 Tm 1,6). Pablo conside:
‘exems PstuDogricRAras 191
raba el celibato como una forma de vida superior al matri-
'monio; por el contrario, las Pastorales quieren obligar a las
mujeres a easarse y luchan contra el ascetismo sexual (pro:
bablemente porque da a las mujeres una independencia que
podria parecer sospechosa). Pablo escribe una carta al amo
‘de un esclavo, y los eddigos domésticos en Colosenses y
Elesios exhortan todavia a esclavos y amos en una cierta
simetrfa; por el contrario, en las Pastorales encontramos,
s6lo exhoctaciones a los esclavos y no-alos amos: 1‘Tm 6,
2 teme por la buena reputacion del cristianismo silos escla-
‘vs cristianos no respetan suficientemente a sus amos (cris-
tianos) ~si toman en serio la Carta a Filemén y fomentan
tuna relacién fraterna entre el esclavo y su amo, Lo Iiamati-
‘yo en todas estas correcciones al Pablo auténtico es que pre
cisamente donde las Pastorales se oponen directamente a
Jas afirmaciones de las cartas auténticas de Pablo, el autor
presenta a su Pablo hablando en primera persona del singu
Jar. Sabe que en estos puntos no puede convencer por medio
dde una nueva interpreticién de los textos paulinos, sino gni=
camente por medio de una (upuesta) retractacién del
‘mismo Pablo, He aquf los dos casos mis importantes de lo
que Annette Merz ha llamado «referencias fictcias a sa
propio texto», que hablan por si mismas: «Yo no permite
{que la mujer ensefie ni que domine al hombre. Que se man
tenga en silencio» (1 Tm 2,12). «Yo quiero, pues, que las
{i6venes se casen, gue tengan hijos y que gobiernen fa pro-
pia casa y no den al adversario ningin motivo para hablar
‘mab> (5,14). BI hecho de que el yo ficticio de Pablo sea
interpolado precisamente en estos casos muestra que esta-
nos ante una preocupacién importante de las Pastoales,
saber: mantener aleadas alas mujeres de la direccidn de la
‘comunidad. No tienen que ensefiar, sino que deben casarse
¥ tener hijos. Sin las Pastorales e] Nuevo Testamento seria
‘mucho més amable con las mujeres.192 1. NUEVO TestaMETO
73. Las carias catélieas
Con las carts catéticas cambian las condiciones de la for-
rmacién de los escrtos pseudoepigrafos. El legad de Pablo
‘continu ejerciendo influencia en una escuela pavlina viva
‘(que probablemente tuo su centro en Efeso). En cambio,
no hay una escuela petrina que diera origen a las cartas de
Pediro, ni una escuela de Santiago que diera origen a lacaria
que leva su nombre. Més bien, estos nombes pseudénimos
indican corrientes generales en el cristianismo primitivo:
Pedro representa a todo el eistanismo; Santiago y Judas, al
judeocristianisimo. Y las cartas atsibuidas a ellos tienen
siempre como objetivo corregir a Pablo o et paulinismo
provedente de Pablo.
a) 1 Pedro
1 Pedro pretende In acogida de la teologta paulina en toda
la Iglesia poniéndola en boca de Pedro, Pero también aqui
Pablo es corregide de facto. La parénesis sobre el Estado en
1 P2,11-17 tiene nuevos aventos en comparacion con Rm
13,1-7: falta la prohibicién de la resistencia. EL Estado es un
corden creado por los seres humanos y tiene ka trea de cas-
tigar el mal y promover el bien. Una tare en la que los eris-
tianos deben colaborar como personas libres, El emperador
eS tralado como cualquier otra persona; las exhortaciones:
‘ das 8), La critica alos poderes esta-
bba ya difundida particularmente en la esfera paulina, En
Coiosenses, Jesis triunfa sobre ellos (Kkyriatétes) (Col
1,16), y hay una amonestacién contra el culto a los angeles
(Gol 2,18). La Carta de Judas se dirige contra tanta impic-
dad, Ni siquiera el arcingel Miguel se atrevié a pronunciar
cconira el diablo «juicioinjurioso» Judas 9),
1d) 2 Pedro
La Carta de Judas fue aceptada en la Segunda carta de
Pedro. También ésta quiere corregir a Pablo, Adverte con-
tra Ia falsa interpretacién de las cartas de Pablo. Pero el
ejemplo que cita no es muy convincente, Resulta demas196, 1 NUEVO TESTAMENTO
do claro que é1 mismo quiere establecer wna interpretaciin
unilateral de la escatologta de Pablo. Después de advertir
contra toda esperanza en el fin inminente, escribe: «La
paciencia de nuestro Seftor juzgadla como salvacién, como
(0s lo escribié también Pablo, nuestra querido hermano,
segui la sabiduria que le fue otorgada. Lo escribe también
em todas las cartas en las que habla de esto» (2 P 3,15-16),
Lo que vale es justamente lo contrario: Pablo ha manteni-
do en todas sus cartas la esperanza en el fin inminente,
Pero 2 Pedro quiere que sea interpretado de una manera
muy diferente. Su problema es el retraso de Ia parusia.
4C6mo lo afronta? Settalando lo siguiente: 1) Ante el
Sefior, mil afios son como un dia, 2) El retraso es una opor-
‘unidad para la conversion. 3) EI fin Negara tan inespera-
ddamente como un ladrén (2 P 3,3-10), Si, no obstante, la
gente se burla del fracaso de la materializacion del fin
inminente, Pedro lo ha profetizado ya y lo ha rechazado
Por adelantado (3,355). En el caso de 2 Pedro pexriamos
{ener una falsaatribucién de autoria que el lector conte
pordneo podria percibir fécilmente -una pseudoepigratia
abierta sin intencién de engafar. Es evidente que Pedro,
por un lado, advierte contra los falsos maestros posteriores
4 41 y, por otro, actiia como si fuera contemporéneo de
ellos. Estos falsos maestros dicen que los padres estén
muertos ~y Pedro es uno de ellos (2 P 3),
714. La Carta a los Hebreos
Hbreos es la mis independiente de las cartas postpaulinas.
En ningdn lugar se afitma que el autor es Pablo, Pero cuan-
4d el autor dice que quiere encontrarse con Timoteo y vis
tar com él a fos destinatarios de la carta (HD 13,23), se men-
ciona el nombre del més estrecho colaborador de Pablo
para formar un vinculo con el mismo Pablo. El lecior tiene
{que completar 1a conexién pseudoepigrafi que el autor,
muy bien formado, no quiere establecer burdamente, La
‘aR FSEUDOERICRAEAS or
teologia de Hebreos es, de hecho, uno de los tres grandes
cesquemas teol6gicos en el Nuevo Testamento, junto alos de
Pablo y el EvJn, Bn Hebreos se presenta el cristianismo en
ccategorias cultuales, con Jo cual se afronta un problema de
identidad de 1a nueva religiOn. Todas las religiones tenfan
cen la antigiiedad templos, sacerdotes y sacrificios. Pero el
cristianismo no los tenia. Después de 1a destruccion del
‘Templo, esto era manifiesto y definitivo. En esta situaciéa,
Hebreos dice que los cristianos tienen también un templo:
el mundo entero con el cielo Ia tierra, Tienen también un
sacerdote: Cristo, que, como sumo saverdote, ha entrado en,
cl templo celestial. Tenen también sacrifiios: el sacrificio
Uinico de Cristo, que pone fina todos los demas sactificios
Cristo asume el papel del sumo sacerdote, al que se permi
tia entrar en el Santo de los santos slo una vez al ano,
Ahora bien, los cvitianos lo seguirén una vez que él ba
abjero el camino. El es su precursor. Por medio de él se
cconvertirin todos ellos en «stumos sacerdotes» y oblendrin
el privilegio de entrar en el Santo de los santos. Pero la vida
dirigida hacia este destino no es slo una cuestién de entrar
en el santuario edsmico o en uns festa, sino gue implica
tuna travesia por el desierto de la vida (Hb 3,7-19) y los pel
gos de la historia (11,159). En este camino hay que ser per-
severantes. Se corre el riesgo de rezagarse, pues sélo hay
tuna oportunidad de conversiGn (Hb 6,433). Las secciones
cuales, en las que los lectores (como al comienzo de
Hebreos) dirigen ya su mirads al cielo, se aternan con sec-
jones parenétieas, en las que son slentados a persisir
sobre caminos laboriosos. Ambas coineiden en un punto
hay un solo sacrifcio eficaz, cuando Jestis ente6 en el Santo
de os santos. ¥ la conversiGn acontece una sola vez en la
vida. Durante mucho tiempo, Hebreos fue objeto de con-
tuoversia (Sobre todo en la Iglesia occidental), debido & su
rechazo de una segunda conversin.
‘Solo hemos podide presenta los escritos pseudoepigra-
fos desde una perspectiva limitada, Contienen interesantes198 HL NUEVO TESTAMENT
nociones ¢ imagenes que van mas alld de lo que aqui se ha
expuesto. De entre las nuevas aproximaciones a su teologs
s6lo podemos poner aqui de relieve una «conciencia de
reyelacién» desarrollada que tienen en comin, Con fre-
‘cuencia encontramos en ellos el llamado «esquema de teve-
laci6n, la idea de que el misterio de la salvacién ha pee
ianecido durante mucho tiempo escondido, pero ahora ha
‘manifestado en Cristo “como si previamente no hub
a habido una historia de la revelacién en el Antiguo
‘Testamento (véase el final no auténtico de Ia Carta a los
Romanos; 16,25-27; Col 1,26-27; E 1P1,20;2
‘Tm 19-10), En la segunda generacién, el cristanismo pri-
imitivo se hizo cada vez: mas consciente de que estaba pre~
sentando algo nuevo que no consistia simplemente en con-
tinuar eseribiendo la tradicién. Se basaba en una revelacin
que, aun cuando habja tenido Iygar en el centro del tiempo,
procedia directamente de Dios, Este desarrollo encuentta su
Panto culminante en los escrtos joni,