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Coleccién «PRESENCIA TEOLOGICA» Gerd Theissen SEMINARIO TEOLOGICO A. & ~~ BIBLIOTECA, EI Nuevo _ Testamento Historia, literatura, religién S49 1 Cartas pseudoepigrafas. La continuaci6n de la literatura de la primera generaci6n Los eseritos pscudoepigrafos del crstianismo primitive, es decir, las cartas escrtas bajo un nombre fas, experimen- taron un gran florecimiento al mismo tiempo que los evan- ¢glios. De las veintiuna cartas del Nuevo Testamento, pro- bablemente diez no son auténticas: de las cartas paulinas, 2 “Tesalonicenses, Colosenses, Besos y tres cartes pastorales (Ly 2 Timoteo, Tito); de las cartas catélicas, 1 y 2 Pedro, Judas y Santiago, A ellas hay que aftadir la Carta a los He= bbreos, la cual, aun cuando no se presenta como procedente de Pablo, quiere sugerirselo al lector. No estamos seguros €en todos Tos cases: incluso algunos exegetaseriticos pien- ‘san que Colosenses y 2 Tesalonicenses podrfan ser auténti- ‘es, pero aumenta el nimero de los exegetas conservadores ‘que piensan que no lo son. La pseudoepigrafia es probable ‘cuando la situaei6n histériea presupuesta en las cartas, su ‘eologfa, lenguaje y estilo, indican un tiempo diferente det de Ia primera generacién del crstianismo primitivo, EI descubrimiento de la pseudoepigrafia en el Nuevo ‘Testamento hizo posible establecer una distineién entre el Pablo auténtico y Ia imagen cristiana primitiva de Pablo. Hasta ese momento se habia leido a Pablo a través del filtro de las cartas erroneamente atrbuidas a 6, Silas cartas pas- torales excluyen a las mujeres de las funciones de direccién en Ia comunidad, hoy sabemos que ello no tiene nada que 18 HL NUEVO Testanaero ver con Pablo. ¥ si obligan a las mujeres a casarse y tener hijos, hoy estamos seguros de que no es tal cosa lo que quiso et Pablo auténtico. Llamamos cartas no auténticas alas falsificaciones que pretenden deliberadamente engaiiar a los lectores a propé- sito del verdadero autor. Cuando, en la exposicién siguien- te, hablemos de «cartas pseudoepigrafas» 0, en el émbito paulino, de «deuteropaulinas», evitamos intencionadamen- {ena valoracién moral. Pero ello no debe ocultar el hecho de que también en la antigdedad se pensaba que las «falsi- ficaciones» eran reprobablés. También entonces existia el cconcepto de la propiedad intelectual. Cuando, a finales det siglo tse descubrié que un presbitero habia falsificado los Hechos de Pablo y Tecla apor ano a Pablo», dicho presbi- tero tuvo que reminciar a su ministeio (Tertuliano, De bap- rismo 17), Esto hace que la siguiente pregunta resulte atin ims apremiante: je6mo pudo suceder que los eristianos, ‘con un evhos ta alto de fa verdad, escribieran tantas cartas no auténticas? Este es un verdadero desafio para la com- prensién histrica . El origen de la pseudoepigratia del eristianismo primitive Las condiciones para la produceién de escritos pseudoepy- sgrafos eran entonces més fayorables que en nuestros dias, Habta pocas posibilidades de descubri a los autores. En Ia eseucla de gramitica los alumnos practicaban imitando tex- tos que debfan parecerse al original todo lo posible. Los autores eristianos primitivos con alguna formacién estaban acostumbrados a asumir Ia funcidin de otra persona y eseri- bir en su nombre. No obstante, esto slo explica emo los eseritores pudieron «téenicamente» escribir cartas no au- {énticas, pero no por qué lo hicieron. Decir que el ctistianismo primitivo continus la tradicién de la pseudoepigrafia judia no expliea mucho, La mayoria ‘cara pseuoewianaras 1” de Los escritos del judaismo helenistico fueron publicados bajo nombres falsos. Las excepciones son muy pocas, y entre ellas se encuentran Jess ben Sira, Flavio Josef y Filon de Alejandra. Sobre el trasfondo de los escritos judi os de aquella 6poca, més sorprendente atin que el hecho de que haya tantas cartas no auténticas en el Nuevo Testa- mento es que contenga tantas cartas auténticas. Pero hay diferencias importantes con respecto a la pseudoepigratia {ndia: los eseritos judfos escogian como autores pseudéni ‘mos a figuras antiquisimas (como Henoc, Abrahan y Moi 63), cuya autoridad estaba respaldada por el Antiguo Testa- nto. A menudo, la eleccdn de tales pscudénimos estaba ‘motivada por el deseo de presentar en los eseritos apocalip- tieos el pasado de la historia como profecia cumplida, con el fin de dar eredibilidad a las profeeias atin no eumplidas Este motivo esté ausente del Nuevo Testamento. Aqui nombres de figuras contempordneas que ain eran coneci das por Ios destinatarios sirvieron como pseudénimos. En el tinico Apocalipsis del Nuevo Testamento, ef autor no se esconde bajo una figura antquisima, sino que da su nom- bre, Juan, y no oculta el hecho de ser eontemporineo de los (3,25). ;Acaso la Carta a Filemén habta dspertado tantas expectativas entre Tos esclavos que les habia llevado a supoaer que la comunidad tes ayudaria siempre en los conflicts cotidianos con sus amos? 6) Bfesios La Carta a los Efesios sigue el modelo de la Carta a los Colosenses. Fn el circulo paulino en que fue eserita Colosenses, se hizo necesaria (ya antes del aio 100 «LC.) tuna segunda edicién de esa carta, en la que se desarrollara 1a teologia pautina. A diferencia de Colosenses, esta nueva versién no contiene ninguna polémica: por el contra, 188) 1 NUEVO TeSTAMERETO insiste mis que Colosenses en que el mensaje de Pablo reconcilia a los judeoeristianos con los paganocristianos y vence el odio entre judios y gentiles (EF 2,11-22). Pablo, ‘que fve una carga para la paz social ene crstianos y judi os durante toda su vida, es presentado aqui como el gran apsatol de la paz. Esto corresponde ciertamente aun anhe= lo de Pablo, pero contradice la realidad, Sus diseipulos hhabian experimentado que Pablo s6lo podia Hegar a set maestro de la Iglesia como apdstol conciliador. También limaron las asperezas de su enseanza en otros lugares. Asi, para Pablo habia una tensién insuperable entre vinculos Imatrimoniales y religiosos. Los esposos estén divididos entre su eGnyuge y el Seftor (1 Co 7,328). Bfesios trans- forma este conflicio en una relacién modélica armoniosa (desarrollando el eédigo doméstico de Colosenses): el ‘matrimonio es una imagen de la relacién de Cristo con Iglesia y esta configurado por un patriarcalismo mitigado por el amor; en el matrimonio, ef marido no asume el papel del amo, sino el de Cristo que se entrega a si mismo; pero sigue siendo también superior, como Cristo es superior ala Ilesia, Para Efesios lo importante es que en el matrimonio toda persona puede evar una vida santa, y Ins relaciones sexutles matrimoniales en esta vida santa son imagen det imisterio de la Iglesia (Ef 5,22-33). Raramente en el Nuevo ‘Testamento es la sexualidad tenida en tan alta estima como en este texto, donde esti rodeada de un aura de santidad, Aqui y en otros lugares de Biesios inrumpe el deseo pro- fundo de una gran armonia y unidad. Cristo es el que lo resume todo en si y leva a la unidad, La Iglesia es precur- sora de esta unidad de la humanidad. Y la unién sexual es tuna imagen de esta unidad, Es posible que Efesios fuera concebida dese el princi- pio para una coleccién de cartas de Pablo. Si ponemos las ‘eartas de Pablo en el orden més atestiguado, sorprende que estén dispuestas segén su extensi6n, de mayor a menor, y {que este principio de ordenacién empiece de nuevo dos ‘CARAS PSELDOEPCRAFAS 189 veces, Las cifras siguientes ofrecen en cada caso el nimero, de letras del texto griego: Coleccion original Primer apénice Segundo apace Rm sao) [a0 Tim 309 1Co 32767] | Hp Ko 2Im 6338 2¢0 2020) | cx 7897 "3a Got ts Fan 27s 4055 El nuevo comicnzo dl principio de ondenacién indica tm apéndice a una colecién ya existete. A una colecciGn tga de eartasautémicas (Romanos, | y 2 Corintos y Galata) se aad, en una segunda vediciny, un segundo ‘grupo de carla, en el que se alteman caries auténtiasy no futentcas:Hfesios, Fiipeses, Colosenses, | Tesalonicen- sen 2 Tesalonicenses y Flemén (las carts no astntces aparecen en cusiva), Efesios fue concebida desde el pin- tipio como la cata inteductoria de este apéndice. Esto explica por qué no mencions ninguna drecign al comien- zo de it carta, Se dig a los santos ali, La expesion ‘en Efeso» afta en Tas traducciones es una ain se- andar al texto. En st coleccin de las carta de Pablo, fut ley6 como to Cintas antes de Ia introduc a a arta) # los Romanos», «A Tos Coriaton», «A los Gil tase. Cominus eseribiendo «A los Efesiosh pero olvids «ue tales datos sobre los destnatarios no pertenecen a fs aris originales, sino tncamente a a olecckin como un todo. Debido 2 que desde el principio quiso continue Ia coleccién de las ears de Pablo, po cantenarse con una referencia este titulo y drgise a Tos santos alin (es decir lo cristianos de Eto: 1,1). Ademds, tenemos fun- dds razones para suponer quo el primer apénice Tas ats de Pablo se compuso en Fes, porque era ali donde Inejr se conoctan ls cuatro cartas del colecién orginal Romanos, quiz por medio de una copia enviada a Efeso; 1 190 EL NUEVO TESTAMENT {2 Corintis y Glatas, porque fueron escrta total o par- ‘ialmente en Efeso. Asf pues, Ia carta inroductria del apéndice dirgida a Ffeso indica probablemente el lugar donde se compuso el primer suplementa de as ert de Pablo, 4) Las cartas pastorales El principio de ordenacién empieza de nuevo con las earas pastorales: una ver mds, se aftadié un suplemento en una tercera edicién de una coleccin ya existente de las earas de Pablo. De nuevo encontramos indicios de conexiones ‘con Efeso: la situacién fictcia de 2 Timoteo es que Pablo hha dejado a Timoteo en Ffeso, y ahora Ie enseia c6mo tiene {que dirgir la comunidad. Tal vex esto sea un indicio de que ‘Timoteo y Tito (los supuesios destinatarios de las eartas ppastorales) realmente sostuvieron las doctrinas contenidas en ellas. En este caso tendriamos en ellas tradiciones de ‘Timotco y de Tito, no tradiciones de Pablo, En cnanto al ‘contenido, se trata de instrucciones précticas sobre la dee: de la comunidad. Las imfgenes de la comunidad son poco paulinas, Falta la imagen del cuerpo de Cristo, en el ‘que todos los miembros tienen los mismos derechos, En su lugar apatece la imagen de la casa, presiida por un vinico pier familias: el obispo, que tiene disconos just a él y al ‘mismo tiempo pertenece a un colegio de presbfieros. Las Pastorales funden aquf dos consttuciones para la coma dad: una procede de la esfera paulina, con obispos (episko- poi) a la cabeza, y Ia otra procede del judcocristianismo, con un presbiterio como drgano de direccién, En cualquier caso, la direceién de la comunidad es institucionalizada y restringida. A la cabeza de la comunidad s6lo puede haber varones, pues las mujeres no pueden ensefiar (1 Tm 21 {yun obispo tiene que ser «apto para ensefiar» (3.2), Para Pablo todo cristiano tiene todavéa un earisma (un don para ‘contribuir la direccidn de la comunidad); en las Pastorales slo el obispo tiene un carisma (2 Tm 1,6). Pablo conside: ‘exems PstuDogricRAras 191 raba el celibato como una forma de vida superior al matri- 'monio; por el contrario, las Pastorales quieren obligar a las mujeres a easarse y luchan contra el ascetismo sexual (pro: bablemente porque da a las mujeres una independencia que podria parecer sospechosa). Pablo escribe una carta al amo ‘de un esclavo, y los eddigos domésticos en Colosenses y Elesios exhortan todavia a esclavos y amos en una cierta simetrfa; por el contrario, en las Pastorales encontramos, s6lo exhoctaciones a los esclavos y no-alos amos: 1‘Tm 6, 2 teme por la buena reputacion del cristianismo silos escla- ‘vs cristianos no respetan suficientemente a sus amos (cris- tianos) ~si toman en serio la Carta a Filemén y fomentan tuna relacién fraterna entre el esclavo y su amo, Lo Iiamati- ‘yo en todas estas correcciones al Pablo auténtico es que pre cisamente donde las Pastorales se oponen directamente a Jas afirmaciones de las cartas auténticas de Pablo, el autor presenta a su Pablo hablando en primera persona del singu Jar. Sabe que en estos puntos no puede convencer por medio dde una nueva interpreticién de los textos paulinos, sino gni= camente por medio de una (upuesta) retractacién del ‘mismo Pablo, He aquf los dos casos mis importantes de lo que Annette Merz ha llamado «referencias fictcias a sa propio texto», que hablan por si mismas: «Yo no permite {que la mujer ensefie ni que domine al hombre. Que se man tenga en silencio» (1 Tm 2,12). «Yo quiero, pues, que las {i6venes se casen, gue tengan hijos y que gobiernen fa pro- pia casa y no den al adversario ningin motivo para hablar ‘mab> (5,14). BI hecho de que el yo ficticio de Pablo sea interpolado precisamente en estos casos muestra que esta- nos ante una preocupacién importante de las Pastoales, saber: mantener aleadas alas mujeres de la direccidn de la ‘comunidad. No tienen que ensefiar, sino que deben casarse ¥ tener hijos. Sin las Pastorales e] Nuevo Testamento seria ‘mucho més amable con las mujeres. 192 1. NUEVO TestaMETO 73. Las carias catélieas Con las carts catéticas cambian las condiciones de la for- rmacién de los escrtos pseudoepigrafos. El legad de Pablo ‘continu ejerciendo influencia en una escuela pavlina viva ‘(que probablemente tuo su centro en Efeso). En cambio, no hay una escuela petrina que diera origen a las cartas de Pediro, ni una escuela de Santiago que diera origen a lacaria que leva su nombre. Més bien, estos nombes pseudénimos indican corrientes generales en el cristianismo primitivo: Pedro representa a todo el eistanismo; Santiago y Judas, al judeocristianisimo. Y las cartas atsibuidas a ellos tienen siempre como objetivo corregir a Pablo o et paulinismo provedente de Pablo. a) 1 Pedro 1 Pedro pretende In acogida de la teologta paulina en toda la Iglesia poniéndola en boca de Pedro, Pero también aqui Pablo es corregide de facto. La parénesis sobre el Estado en 1 P2,11-17 tiene nuevos aventos en comparacion con Rm 13,1-7: falta la prohibicién de la resistencia. EL Estado es un corden creado por los seres humanos y tiene ka trea de cas- tigar el mal y promover el bien. Una tare en la que los eris- tianos deben colaborar como personas libres, El emperador eS tralado como cualquier otra persona; las exhortaciones: ‘ das 8), La critica alos poderes esta- bba ya difundida particularmente en la esfera paulina, En Coiosenses, Jesis triunfa sobre ellos (Kkyriatétes) (Col 1,16), y hay una amonestacién contra el culto a los angeles (Gol 2,18). La Carta de Judas se dirige contra tanta impic- dad, Ni siquiera el arcingel Miguel se atrevié a pronunciar cconira el diablo «juicioinjurioso» Judas 9), 1d) 2 Pedro La Carta de Judas fue aceptada en la Segunda carta de Pedro. También ésta quiere corregir a Pablo, Adverte con- tra Ia falsa interpretacién de las cartas de Pablo. Pero el ejemplo que cita no es muy convincente, Resulta demas 196, 1 NUEVO TESTAMENTO do claro que é1 mismo quiere establecer wna interpretaciin unilateral de la escatologta de Pablo. Después de advertir contra toda esperanza en el fin inminente, escribe: «La paciencia de nuestro Seftor juzgadla como salvacién, como (0s lo escribié también Pablo, nuestra querido hermano, segui la sabiduria que le fue otorgada. Lo escribe también em todas las cartas en las que habla de esto» (2 P 3,15-16), Lo que vale es justamente lo contrario: Pablo ha manteni- do en todas sus cartas la esperanza en el fin inminente, Pero 2 Pedro quiere que sea interpretado de una manera muy diferente. Su problema es el retraso de Ia parusia. 4C6mo lo afronta? Settalando lo siguiente: 1) Ante el Sefior, mil afios son como un dia, 2) El retraso es una opor- ‘unidad para la conversion. 3) EI fin Negara tan inespera- ddamente como un ladrén (2 P 3,3-10), Si, no obstante, la gente se burla del fracaso de la materializacion del fin inminente, Pedro lo ha profetizado ya y lo ha rechazado Por adelantado (3,355). En el caso de 2 Pedro pexriamos {ener una falsaatribucién de autoria que el lector conte pordneo podria percibir fécilmente -una pseudoepigratia abierta sin intencién de engafar. Es evidente que Pedro, por un lado, advierte contra los falsos maestros posteriores 4 41 y, por otro, actiia como si fuera contemporéneo de ellos. Estos falsos maestros dicen que los padres estén muertos ~y Pedro es uno de ellos (2 P 3), 714. La Carta a los Hebreos Hbreos es la mis independiente de las cartas postpaulinas. En ningdn lugar se afitma que el autor es Pablo, Pero cuan- 4d el autor dice que quiere encontrarse con Timoteo y vis tar com él a fos destinatarios de la carta (HD 13,23), se men- ciona el nombre del més estrecho colaborador de Pablo para formar un vinculo con el mismo Pablo. El lecior tiene {que completar 1a conexién pseudoepigrafi que el autor, muy bien formado, no quiere establecer burdamente, La ‘aR FSEUDOERICRAEAS or teologia de Hebreos es, de hecho, uno de los tres grandes cesquemas teol6gicos en el Nuevo Testamento, junto alos de Pablo y el EvJn, Bn Hebreos se presenta el cristianismo en ccategorias cultuales, con Jo cual se afronta un problema de identidad de 1a nueva religiOn. Todas las religiones tenfan cen la antigiiedad templos, sacerdotes y sacrificios. Pero el cristianismo no los tenia. Después de 1a destruccion del ‘Templo, esto era manifiesto y definitivo. En esta situaciéa, Hebreos dice que los cristianos tienen también un templo: el mundo entero con el cielo Ia tierra, Tienen también un sacerdote: Cristo, que, como sumo saverdote, ha entrado en, cl templo celestial. Tenen también sacrifiios: el sacrificio Uinico de Cristo, que pone fina todos los demas sactificios Cristo asume el papel del sumo sacerdote, al que se permi tia entrar en el Santo de los santos slo una vez al ano, Ahora bien, los cvitianos lo seguirén una vez que él ba abjero el camino. El es su precursor. Por medio de él se cconvertirin todos ellos en «stumos sacerdotes» y oblendrin el privilegio de entrar en el Santo de los santos. Pero la vida dirigida hacia este destino no es slo una cuestién de entrar en el santuario edsmico o en uns festa, sino gue implica tuna travesia por el desierto de la vida (Hb 3,7-19) y los pel gos de la historia (11,159). En este camino hay que ser per- severantes. Se corre el riesgo de rezagarse, pues sélo hay tuna oportunidad de conversiGn (Hb 6,433). Las secciones cuales, en las que los lectores (como al comienzo de Hebreos) dirigen ya su mirads al cielo, se aternan con sec- jones parenétieas, en las que son slentados a persisir sobre caminos laboriosos. Ambas coineiden en un punto hay un solo sacrifcio eficaz, cuando Jestis ente6 en el Santo de os santos. ¥ la conversiGn acontece una sola vez en la vida. Durante mucho tiempo, Hebreos fue objeto de con- tuoversia (Sobre todo en la Iglesia occidental), debido & su rechazo de una segunda conversin. ‘Solo hemos podide presenta los escritos pseudoepigra- fos desde una perspectiva limitada, Contienen interesantes 198 HL NUEVO TESTAMENT nociones ¢ imagenes que van mas alld de lo que aqui se ha expuesto. De entre las nuevas aproximaciones a su teologs s6lo podemos poner aqui de relieve una «conciencia de reyelacién» desarrollada que tienen en comin, Con fre- ‘cuencia encontramos en ellos el llamado «esquema de teve- laci6n, la idea de que el misterio de la salvacién ha pee ianecido durante mucho tiempo escondido, pero ahora ha ‘manifestado en Cristo “como si previamente no hub a habido una historia de la revelacién en el Antiguo ‘Testamento (véase el final no auténtico de Ia Carta a los Romanos; 16,25-27; Col 1,26-27; E 1P1,20;2 ‘Tm 19-10), En la segunda generacién, el cristanismo pri- imitivo se hizo cada vez: mas consciente de que estaba pre~ sentando algo nuevo que no consistia simplemente en con- tinuar eseribiendo la tradicién. Se basaba en una revelacin que, aun cuando habja tenido Iygar en el centro del tiempo, procedia directamente de Dios, Este desarrollo encuentta su Panto culminante en los escrtos joni,

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