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Tiemp o e histor ia

Martín Heide gger

edició n y tradu cción


de Jes(Js Adriá n Escud ero

MINIMA TROTTA
La edición de esta obre< hcl contado con lci élyudéi de Goethe-tnstllut

N uf,¡ sulne f.¡ pn:selllt' edició11 ............ . ')

El con...:eptu de tiempo en la ciencia lti~t••JI• .1

(IY15) ........................ ........................ ........ .

tv11NIMA TROTTA El trabajo de investigación de Wilhelm Dilthn \


la actual lucha pur una concepción hi~rórica
Títulos originales: Der Zei!begriff in der Geschichtswissensch aft (1915) y
Wilhetrn Díltheys Forschungsarbeit und der gegenwartige Karnpf urn eíne del mundo (1 Y2S) ........................ ..................... . 3')
historische Weltanschauung (Kasseler Vortrage. 1925)

© Viltorio Klostennann. Frankturt am Mam. 1978


Breue glos.zríu tenninológico ........................ ...... .

© Jesús Adrián Escudero. 2009

©Editorial Trotta. S.A.. 200'1


Ferraz. 55. 28008 Madrid
Teléfono, 915430361
Fax: 91 543 14 88
E-maiL editorial@trotta.es
htlp: \ \www.trotta.es

ISBN: 978-84-9879-036-8
depósito legaL S. 526-2009

impresión
Gráficas Varona. S.A.

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EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
DE \"X'ILHELM DILTHEY Y LA ACTUAL LUCHA
POR UNA CONCEPCIÓN FJISTÓRJCA
DEL MUNDO

CONFERENClAS DE KA<;SEL ( 192S)''

Diez conferencias impanid;¡s en K<1ssel del 16 de abril ,.¡ 21 dr


abril de 1925. Tr;o¡scripción de "\"Xlrdter fhikker. Fdici(•n a c:ugn d<" Frithjnf
Rndi (Rochum}.
[144) El tema quizá pueda parecern os dí::>tante y resultar
algo deSLOno cido, pero encierra un problem a fundame n-
tal que recorre roda la filosofía occiden tal: el problem a
del sentido de la vida humana . ¿Qué tipo de rc:alidad es
la vida? Para la cuestión de la realidad se torna en con-
sideració n la realidad inmedia ta, es dc:cir, d mundo, la
l. lutruducLi <'>n. El Ctma, la modalid:.1 d dc tratanucn tu >' la es- naturale za. Pero en esta cuestión ya siempre está incluida
Lrllctura de b;, !>iguiente s discusion es. la cuestión dd ser del hombre mismo. El descubr imiento
11. la vida y las obra:, de Diltht:y. del sentido propio del ser y de la realidad de la vida hu-
IIL La proble111á tt;.;a diltheyan a: la pregunta por el sentido de la mana tiene una historia confusa. Sólo en tieinpos recientes
historia.
IV La influencid de Dilthey sobre la 6losofía contt:mp oránea.
se ha llegado a un punto que permite investig ar esta his-
Los límites de la probkmá tica diltheyan a. La posibilida d de toria de una m.anera científic a y filosófic a. El trabajo de
reton1ar esta problemá tica en la fenorneno logía. Dilthey ocnpa una posición central en la historia de este
V. I .a esencia y los objetivos de la fenomeno logía. problem a. Eu conexió n con este problem a se ha produci-
Vi. La pregunta knotneno lógica por el sentido de la historia como
do simulrán ean1ente una transfor n1ación profund a de los
prt:gunt<l por el ser del hombre.
VII-VIII. El tiempo curno determin ación fundamen tal del hom- planteam ientos filosófic os, una crisis de la filosofía enten~
bre. dida como ciencia. Y la filosofía no es la única ciencia en
IX. El tiempo u>lllo determin ación de la histona. crisis. Tódas las ciencias y todos los grupos de ciencias
X. La esen...:ia del st:r histórico. Regreso a Dilthey. están pasando por una gran revoluci ón, una revoluci ón
realmen te product iva que abre nuevos planteam ientos,
nuevas posibilid ades y nuevos horizont es. En la física ha
aparecid o la teoría de la relativid ad; en la matemá tica,
donde los fundame ntos se han vuelto problem áticos, se
habla de una crisis de los fundame ntos; en la biología
se realizan intentos para liberarse del mecanic ismo; en
las ciencias históríca s se plantea el problem a de la com-
prensión de la realidad histórica , de la posibili dad de

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interpretar el pasado; incluso en b teología, es decir, en respecto al mundo y a la propia existencia. tina actitud
la teología protestante, se está consumando un rechazo formada y apropiada por el hombre mismo. Esta posihi··
de la mera historia de la religión, se piensa de una ma- Iidad aparece por pritnera vez con el Renacimiento, con
nera totalmente nueva sobre su tema y las modalidades la emancipación de los vínculos religiosos. En un sentido
de su tratamiento. 1,a filosofía se encuentra también en más amplio, se habla t~11nbién de una concepci6n natur<~l
esta cns1s. --·· La crisis se remont::~ al período anterior a del mundo que todo hombre en cuanto tal ya trae consigo
la guerra. J--la nacido, pues, en continuidad con la crisis por la determinación que ejerce el ambiente, la situaci6n,
de 1::~ ciencia, y esto es una garantía de la seriedad y b la educación, etc. En este caso se habla de una concepción
certeza de sus transformaciones. precientífica del mundo que se distingue de la propiamen-
De entrada, tenemos que aclarar cuál es el tem;:¡_ de te científica, es decir, una posición que se forma sobre h
estas conferencias. ¿Qué significa tener una concepción base de un conocimiento teorético-científico.
histórica del mundo? ¿Qué significa la lucha por una con- Una concepción histórica del mundo se caracteriza por
cepción histórica del mundo? ¿Quién es Dilthey y qué tie- el hecho de que el saber en torno a l;:~ historia determina
ne que ver con todo esto? la comprensión del mundo y de la existencia. Se fund:,1
Por lo pronto pasamos a comentar el tema, el rnodo de en el carácter histórico propio del desarrollo del mundo
tratamiento y la estructura de las siguientes discusiones. y de la existencia humana. - Lucha significa lucha pa1·:1
conquistar una tal posición a partir del saber acerca del
Concepción histórica del mundo carácter histórico del mundo y de la existencia. Se tr:1ta
de convertir estas fuerzas determinantes de la historia en
¿Qné significa esta expresión y cómo surgió el proble- las fuerzas prirnitivas que rigen la formación de la con-
m;-¡? ·····Concepción del mundo: la expresión apareció en vicción y de la conciencia del Dasein. Y esto es sólo posi-
el siglo XVIII. Esta expresión es en sí misma ambigua y, en ble ahí donde la historia, entendida como nuestra propia
1111 sentido literal, no refleja lo que realmente significa: realidad, ha entrado en la conciencia humana. Esto no es
[ 14S 1 tener una concepción del mundo, de la naturale- nada evidente. Los pueblos primitivos viven sin historia,
za. L<1 expresión retnite al mismo tiernpo a un saber en incluso nosotros n1ismos vivimos durante 1nucho tiempo
torno a la vida, en torno al propio ser en el mundo. A sin historia. Sin dud<1, los griegos también tenían una cier-
partir de este saber se forman detenninadas posiciones ta experiencia de lo que es histórico. Ahora bien, un cierto
que regulan la acción. La concepción del mundo implica., saber acerca del cambio no form<1 todavía un<~ concien-
pues, una cierta actitud. La concepción del mundo no es cia histórica. Esta conciencia está ligada a determinadas
únicamente un saber teorético, sino que también encie- presuposiciones. En el 1-Jun1anisn1o y en la Refonna se
!T:l una ;:~ctitud pníctic::1; e.;; drcir, se tr::1ta de una actitud despertaron la crític::1 histórica y el enfrentamiento cnn
que nn es nJonlent":ÍtH~:1, sino que se rn:1ntiene firrne con el catolicisrno. Se pretendí::1 volver ;.' las form3.s pttr<ls ele

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1í->--10 es uua ¿pu ca que Jil,c ltl h¡er
zas cre< ltiva s
17~0
la vida cn~tiana, lu L1ue reco ndu cía a Id histo ria. Pur otra r. ·¡¡as el desu loru ·
onal de los pue blos que hoy uo som os C<lp aces Je Ítlla gilla
part t:, se des< Jrrol ló la conc ienc ia naci la rdle x ión sobr e Ll
prop io orig en. Pero narn ient u de la filos ofía hege lian a,
pan icul ares que:: busc aban con ocer ::.u . Se In;u ltuv u el lTa·c
de "con cÍé:I h:Ía hisc- real idad hist óric a sufr ió un retro ceso
todo esto toda vía no bast a pa1·~1 lubl ar hist oria , mie ntra s
ider a de tal ma- bajo posi tivo y siste mál ico en t.orn o a la
róric a". Sólo cuan do la hist oria se cons del ser hist óric o.
prop ia real idad en desa pare cía la preg unta por el sent ido
nera que uno ve silll uhán eain entt : la natu rale za las
r que la vida tien e En esos 1non 1enr os fuer on las cien cias de la
este con text o hist óric o, se pue de deci isn1 o a la hora de
encu entr a, qut: hay que asm nier on nue vam ente el prot agon
un sabe r de la hist oria t:n la que se ndo en los años se-
a se exp erün tilta form ar la conc c:pc ión del mun do. Cua
una conc ienc ia hist óric a. La prop ia époc sobr e sí mism a, esto
a el pres ente mis- sc:nt a la filos ofía volv ió a refle xion ar
com o la situa ci('m e-n la cual se encu entr hist óric o a Kan t, es
ecto al pasa do, sino al n1is tno se prod ujo en el mar co de un reto rno
ITIO, Y esto no sólo con resp y, en pan icul ar, de
deci dirá o se deci - deci r, del auto r de las tres Crít icas
tiem po com o la situ ació n en la que se ce una teor ía de la
ia de la conc ienc ia la Crít ica de /.:1 razó n pura , la cual ofre
dió el futu ro. Así, la aler ta y la vigi lanc filos ofía se ente n-
vida . Se trata , más cien cia mat emá tica de la natu rale za. La
hist óric a no es algo obv io y dad o a la hech o que se con-
dió con1 o teor ía del con ocim ient o; un
bien , de una tare a a desa rrol lar. burg o. La illus ofía
mun do, el sa- sum a en la escu ela neo kan tian a de Mar
[146 j En una con cepc ión hist óric a del icul ares e ir má"
o de la con cepc ión ya no inte nta don lina r las cien cias part
ber hist óric o se con vier te en el prin cipi ta a un carn po que
oria devi ene hist oria allá de sus resu ltad os, sino que se lüni
glob al de las cosa s hum anas . La hist ía de la cien cia. F1t
ido tien e la hist o- le es prop io: se con virt ió en una teor
univ ersa l. --- La cues tión es: ¿qué sent o excl usÍv <lme ll
den tom ar de aqu í su prim era Crít ica, Kan t hab ía elab orad
ria? ¿Qu é fines de la exis tenc ia se pue de la natu rale za.
met as a las vida s a te una teor ía de la cien cia mat emá tica
para el futu ro? El hec ho de asig nar lado las cien cias his
desd e el siglo xvm : - Mie ntra s tant o se hab ían desa rrol
part ir de la hisrm -ia se ha desa rrol lado de una amp liac ión
os com part en la idea tóric as. Así surg ió la tare a inm edia ta
Kan t, Her der, Hur nbo ldt, Heg el. Tod una teor ía de las
el desa rrol lo con - de esta teor ía, colo cand o junt o a ésta
fund ame ntal de que , a fin de cuen tas, esta prob lem átic a
la libe rtad . (He gel: cien cias hist óric as. Con el retr oces o de
duc e al hom bre de la serv idum bre a lo de la inve stiga -
enca rnad a en el a fina les del sigl o XIX y con el desa rrol
la hum anid ad de las cult uras euro peas el sent ido del ser
cam ino de la auté n- ción hist óric a con cret a, la preg unta por
Esta do.) Que da así libr e y exp edit o el apre mia nte. La pre-
cias que perm iten hist óric o misn 1o se hizo cada vez n1ás
tica inve stig ació n hist óric a y de las cien les reem plaz ó a la
a la hist oria a part ir gun ta por los fund a1n ento s Jnat eria
acce der teor étic a y cien tífic arne nte . (Tro eltsc h en co-
críti co (Wo lff, Nie - preg unta por los fund an1e ntos form ales
de fuen tes aseg mad as por un trab ajo reci ben sus imp ul-
cher Ran ke Jaco b nex ión con Win delb and y Rick ert, que
buh r, Savi ngy, Bop p, Bau r, Sch leie rma ' '. e de esta posi ción .)
sos de Dilt hey. Spe ngle r tam bién part
Grir nm) .

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La moderna filosofía de la historia debe sus impulsos y lógicas' que Dilthey calificó como una ohra que hac('>
estímulos a Dilthey. Pero la teoría moderna no ha compren- época). Veremos que le~ verdadcre~ realidad histórica es el
dido la verdadera tendencia de Dilthey; de hecho, procu- Dasein humano mismo y ex:-1minaremos las estructuras dF"
¡-() que esta tendencia permaneciera enterrada hasta hoy. este Dasein hurnano. Su deterrnin::Jción fundamental nn
Así, pues, intent:<lmos aprehender el sentido de la con- es otra que el tiempo. J\ partir de la determinación del
cepción histót-ica del mundo de una tnanera mucho más tiempo mostrarernos que el hombre es histórico. c:nn
precisa, [ 14 7J es decir, hay que caracterizar el saber rela- la pregunta por el tiempo topamos con otro probletna, a
tivo al ser históricó del mundo. La elaboración de este saber, el sentido del tiempo en b teoría de la relativichd.
saber es un<l tarea que compete a la filosofía y <l las cien- Intentaremos, a su vez, comprender fi.losóflcarnente este
cias históricas mismas. La posibilidad de un<1 concep- sentido. De la historicidad del I )asein regresaremos él
ción histórica del mundo depende del grado de claridad Dilthey con el fi.n de plantearnos críticamente la totali-
y transparencia que alcancemos de la condición humana. dad de su trabajo.
J)cbemos tener bien clara esta condición. La lucha por una Con todo esto queremos alcanzar una relación con las
concepción histórica del mmHJo no se dilucida, por tanto, cosas, que se vea que se trata de cosas que conciernf'n a 1
en el marco de una discusión sobre la imagen histórica hombre. Nuestro [1481 propósito es despertar h concien-
del mundo, sino sobre el sentido del ser histórico mismo. cia de que en las ciencias modernas se trabaja de rnane
- Hablarnos del trabajo de investigación de Dilthey. Hay ra realmente productiva y de que no hay ningún motivo
que examinar cómo la problemática filosófica procura la para la resignación. Se trabaja sin al<1rdes y sin ruido; de
transparencia necesaria para formar una concepción his- esta forma, la ciencia resulta ejemplar para la existencia
t6rica del mundo. Pcn tanto, nos planteamos la pregun- de toda nuestra nación.
t:l: ¿qué realidad es propi::~mente histórica? ¿Qué significa
histúrico?
De entrada, seguirnos a Dilthey en su camino. Fue
1. E. Husserl, 1,ogische U11tersuchunge11. l. T'rolegomena zw· reh1f'11
Dilthey quien, en Jos aiios sesenta (junto con el conde Logik, Halle a. d. Saale, 1990; 11. Unterstlchtmgetr zur T'hihzomenoln!{Íf'
Yorck), tuvo una conciencia realmente radical de este rmd Theorie der Erkemttt1is, Halle a. d. Saale, 1901; ahora en E. 1 lusserl.
Gesammelte Wer·ke (Husserliana), volumen XVIII, tomo primero: Prole·
problema. Adentrarse en este trabajo implica que no- gomerta zur r-einen Logik (texto de la l .• y de la 2." edición, editado p<~r
sotros tnisrnos preguntemos, que nos planteemos las E. Holenstein), y volumen XIX/1 y volumen XIX/2: tomo segundo, pn·
mismas preguntas que movieron a Dilthey. Nos pregun- mera parte y romo s~gundo, segund_a parte: Chrtersu.chunge,, z¡~r Phibw
menologie und Theone der Erkemtf1HS (texto de la l. y de la 2. ediciÓn,
tamos si Dilthey resolvió el problema, si sus recursos ampliado con anotaciones y hojas del manuscrito, edita~o por U. Pan:z.er),
filosóficos eran capaces de resolverlo. Así, pues, pregun- Den Haag, 197'i y Dordrecht/Boston/London, 1984. [F. FhJSSeJ:l, lmwstt·
gaciottes lógicas. ·¡_ Prnleg6menos a la 16gica ¡mm y 2.. lnuestiRaetone; pan<
tanlos más allá de él, y lo hacetnos precisamente so- la (e1wmenologfa y la teoría del cmrocimiento (trad. cast. dr: José ( .ans Y
bn':' el terreno de In fcnonwnnlogía (bs Tnuestigaciones l\·1anuel Garcf>~ l'v1orente}, 1\li;:uw:>, l'v1a<lrid.
7
1 °R ".1

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nd tllosót i,_ ..L ····-· DílLh cy dc"e;t lu CUll frl::L'll CllLÍa tcucr lll:;.t
1J
e,xisrc ncia 111 .ís tranq uib qtle la que le ofrecí a Berlín . No
s11
era una de aquel las perso uas que tinaliz an fáulm cnte
<lL~on­ la presió n de la Ac~1den11a,
La vid<1 de Dilthe y no Jl1lJCstra cxtern ameu te ningú n tra) · ' al 1nenos bajo
, , ,,, ;1sí
tal.,>.
rccim iento de rdicvc . !.o que realm ente está presen te es
la se vio oblig< 1du a public ar algun os escrit os que, de oua
vida interi or y lo que anima cada una de las pregu ntas del habrí an salido a la luz.
111 anera , jamás
filóso fo. Esto se ptiede expre sar en obras y escrit os que, de Para Dilthe y, la verda dera existe ncia era la del mt~n­
acuer do con su intenc ión prima ria, están inicia lment e al ser- do del espíri tu. Prin1e ro consi deram os el cre~inuento tn-
vicio del tratam iento objeti vo de determ inado s probl emas. terno y el in1pulso , luego las fuerza s deter nunan tes qu_e
De entrad a, trazar emos los conto rnos exteri ores de la vida, arran can de la histor ia y del prese nte. Dilth ey era Ini-
despu és prese ntarem os el ,,mun do espiri tual», las fuerza
s cialm ente teólo go y, con ello, le viene n dados de_ter mJ-
determ inante s de su vida espiri tual y, finalm ente, sus obras
. nados horiz ontes y una apert ura de la existe ncia que
Nacid o en 1 H33, Dilthe y es hijo de un pasto r; en el tambi én se dejan sentir más tarde. La teolog ía mante nía
~l
curso de los años cincu enta y al princi pio de los años sesen- una relaci ón con la filoso fía y con la histori :.1: histort
fía y cien- del cristi anism o y su [l4<Jl hecho funda menta l, la vtda
ta, estud ia prime ro teolog ía y, más tarde, filoso
>
cias histór icas. En 1867 fue llama do a Basile a; en 18 71, de Jesús. Dilth ey proye ctó una histor ia del ~:ristia11isiw
occid ental, pero el estud io de la Edad Medw _rru11 co su
a Bresla u y, en 1882, a Berlín . En 1H87 se convi erte en
miem bro de la Acade mia Lde las Cienc ias]. Muer e el
1 proye cto y todo su program~ de estudi~s teol~)gtcos. 1··.~ 11
de octub re de 1911 en el Tirol. - Encon trarno s anota
- la lucha entre fe y saber , D1lth ey tomo parud o pu1.
cione s de su vida ...:uan do era estud iante en los diario
s saber, por el mund o del más acá. Reaci o a las ...:onc luslu
0
Ethic a (1854 -1 K64)2, que básica mente se muev en en la nes defini tivas) se confo nna en todo nlOJn ento cou4 1~
m
esfera científi...:a. En sus años como profe sor no titula r
se der sonde ar, inves tigar y «mor ir duran te el víaje» • S
pa~·a
relaci ona con el «club de los suicid as» (Sche rer, Grim. m, emba rgo, recibi ó de la teolog ía impul sos esen~iale~
Erdm annsd ürffcr , Usene r). En los aflos 1877- ] 897, co- la con'lp rensió n de la vida huma na y de s:1 lusto na .. su
rrespo ndenc ia con Yorck , que testim onia una rara anlis-
3
pasió n le dispo ne a la explo ració n cientí fica de la v1da
hun'la na.
2. Ethica. Aus den Tagebü chern Wilhelm Dílthey s (1854-
H!64) [Éti- A partir de aquí se comp rende su reacc ión .f1:e~1te a las
rarchiv - la
fuerza s coiHC nlpor áneas de su tiemp o: el posJti VJsmo ,
los diarios Jc Wilbelr n Dilthey 1, publica da para la Literatu
ca. De
en Der ¡unge Dilthey . Ein Lebens bi/d in
Gesells chaft, Berlin, 1915; ahora talme nre
Urie/en U1ld T'agebih :IJern 1852-1 870 [El joven Dilthey . El cuadro de una Escue la histór ica, la filoso fía de Kant (visto esene
, 1933.
vida en canas y diuios] , ed. de Clara Misch, Leipzig !Berlin
Paul Yorck a través de los ojos de Schle ierma cher).
3. Briefzve chsel zwische n Wilhelm Dilthey und dem Gra/en
1Corres ponden cia entre Wilhelm Dilthey y el
ucm Warten burg 13 77-18 97
Schukn burg, Ha-
conde Paul Yorck de Warten burg}, ed. de Sígfrid von der 4. Der junge Dilthey , .:it., p. 87.
lit (Saale), 1923.

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mo, sino precisam ente por los esfuerzo s dirigido s a com·
El positiuis mo francés ofrecía una crítica de la meta-
prender la condició n humana a partir de una compren -
física, busc::1ba un conocim iento puramen te científic o que
sión global del hombre. En este sentido, Dilthey nunca
coincidí a con lo que hoy llamamo s sociolog ía. De este
compart ió la posición extrema de su época ccmtr<1 Hegel;
movimie nto, Dilthey asumió positiva mente la crítica de la
más bien, supo reconoc er el mérito de Hegel, incluso <=m-
metafísi ca y el acento puesto en h realidad purame nte
tes que el neohege lianismo .
TlHIJH.Ian::l. Pero el positivis mo entendió errónea mente la
11501 Dilthey permane ció abierto a todo lo que tiene
vida del espíritu y su histori:1; se empeña ba en determi nar
sustanci8 y se cerró a todo pensam iento vacío e inconsis -
el espíritu como naturale za. De esta manera, Dilthey con-
tente que gira en torno de sí sin alcanzar jam::ís las cosas
sideró que su tarea era salvar b especific idad del mundo
mísmas. Esto le permitió fon11ular · e impulsa r de !Tl<1ner;1
del espíritu y adoptó la tendenci a •<;1 no dejarse engañar
nueva un problem a fundame ntal. El impacto de su obra
por nada» 5 ~ sin embargo , se negó a compre nder el espíritu
fue inicialm ente escaso. Sólo algunas personas de gran ta-
como un product o de la naturale za y echó mano del posi-
lento sacaron provech o de los impulso s de Dilthey. Win~
tivismo sólo como un principi o del conocim iento al servi- 7
delband en su «Discurs o del rectorad o» de 1 R94 : aquí se
cio del;:¡ determin ación de las cosas a partir de sí mismas.
expresan y se da la vuelta a las intencio nes más íntimas de
L<1 Escuela histórica : aquí Dilthey aprendi ó a pensar
Dilthey. Apoyán dose en él, Rickert intenta delimita r las
histórica mente y experim entó la vitalidad de las fuerzas
ciencias naturale s y las ciencias histórica s entre sí de una
efectivas del pasado espiritua l. Dilthey conserv ó fresca esta
manera complet amente vacía y formal. Este tipo de im~
impresió n durante toda su vida (véase el «Discurs o con
pacto de Dilthey respond e al género de sus publicac iones.
ocasión de su septuagé simo curnplea ños,r,). El mundo de
Sólo se publicar on dos obras y atnbas están contenid as en
la historia y su experien cia vital de la investig ación histó-
el volumen 1: La vida de Schleiermache1.P. y la Introduc ción
rica eran el fundame nto a partir del cual Dilthey plantea-
a las ciencias del espíritu 9 • Por lo demás escribió artículos ,
ha la cuestión de la histori;:t.
Dilthey se acercó a la filosofía de Kant esencial mente
con la idea de que Kant plantea la pregunt a por la esencia 7. W. Windelban d, Geschichte u11d Naturwiss enschaft (Stra{5hrn gn
Rektoratsr ede 1894) [Historia y ciencia de la naturaleza (Discur·so del recto-
del conocim iento. Pero, bajo la influenc ia de Schleier ma- rado de Estrasburg o 1894)], en Priiludien. Au(sdtze und Rede11 zw· Philosn-
chet·, Dilthey pensó el conücim iento en relación con el phie und ihrer Geschichte [Preludios. Ensayos y discursos sobr·e la filosofí<~
9
y su historia], vol. 2, Ti.ibingen, 1924, pp. 136-160.
todo de la vida. Los años sesenta fueron determi nantes: 8. Leben Schleíerma chers [La vida de Schleierma cherl, vnl. 1, Berlín,
no en el sentido de que se dejara llevar por el neokant is- 1 870; ahora en GS, XIII.
9. Einleitung in die Geisteswis sntschafte n. Versuch einer Gnmdlc-
gung fiir &1s Studium der Gesellscha ft und der Geschichte IT ntroducció n a
bs ciencias del espíritu. Intento de una fundament ación del estudio de b
5. FnrrPdc (1911) !Pn'Llcioj, <·n Gcsammrl tt' Sclni(te11 [= GSJ, \:
sociedad y de la historia, trad. de Eugeni<> Jm,n., FCF, lvléxico, ; 1949],
Leipzig. 1924,p. 3. vol. 1, Leipzig, 1883; c;s, L
6. RPde 711111 70. Gel>r,rt<taR (1903), en ce;,\-: pp. 7-9.

.')()
5 l
,_.,, tal. Dil the y IHIIJC<l pu··
de adq uirí r<i Ull sign ific ado lll!h l.,,,
._,ornribuc!unc~ a, idea s par
a, en:: .ayo s sob re ... , etc. 'lí_) do ( 1111Ú una par k del mis mu
clt< L Co rno blic ó este trab djo . Ivlá s tard e tl·t war t: 1-::l
y sub re la mar ;ltt v1 • ded ica do a Síg
ma ner a pre linl ina r, inn llnp lcta p~1 ra el vol tun en con nlc tlll 11
ajo s se~ ign ora ron dur ant e vin culo con Lt histo ri<> es
rc:, u)ra do de tud o ello , stts trab ien lo .le/,~ hen nen Jitt Ú .1. 1·1
es inq hlsi ble rech a:t.a r des - 11 acim
mu chu tiem po; per o, a la l,ng a, '- icnc ia es inte rpr eta ció n
dar u, pue s la hist oria en cua ltto
suy os. l-:loy dis pon em os via crít ica filo lóg ico- hist ó-
cub rim ien tos pos itiv os com o los Je las fue nte s fija das por ll!l¡ l pre
efe cto s [de su obr aJ, sin 64) : Inte nto de 1m and lisi s
de la pos ibil ida d de reto ma r los rica . Esc rito de hab ilita ció n ( 1 H
rep etic ión de lo que él un tem a que le obl igó a
ten er que lim itar nos a una sim ple de l..l coll cien cia mor al. De IHJe vo
tna ner a nue va. -~ Ens ayo s sob re Nov alis ,
dijo y seg uir pre gun tan do de una vérs elas con el ser del hom bre .
erie ncia ). Est os esc rito s,
Hü lde rlin , Go eth e (Po esía y exfJ
la pro duc ció n de Dil they ,
que cae n apa ren tem ent e fue ra de
Ill det erm ina do. Se inte nta
tien en en sí mis rno s un sen tido
de ind ivid nos his tóri cos
com pre nde r el núc leo esp irit ual
a Dil the y? d)e qué me - , por util iz;. u la exp re-
¿cu ál es el pro ble ma que pla nte con cre tos (,,a par tir de su cen tro»
Qu ere mo s com pre nde r el the y hab la de «ps icol ogL 1
dio s dís pun e pax a su sol uci ón? sión de la esc uel a de Geo rge ). Dil
bey ana a par tir de sus su Bio gra fía de S'ch leie rnza ,
con tex to de la pro ble tná tica dilt emp íric a». - En ] 870 pub lica
tein por áne os. - He mo s tes ens ayo s que con tien en
obr as y en con tras te con sus con che1: -E n 187 5 esc ribi ó dife ren
nec en inc om ple tos. Ha y a las cien cia s del esp frit u:
vist o que tod os sus trab ajo s per ma el ger me n de su Intr odu cci ón
de car act eriz aci ón del de las cien cías hum ana s,
que ten er cla ro que tod o inte nto "So bre c:l estu dio de la his tori a
inc orn pre nsi ble has ta cció n a las cien cias del es
con ten ido de sus trab ajo s res ulta soc iale s y pol ític as» .- La Intr odu
ilia riza do con la pre gun ta de una fun dam ent aci ón
que no se con oce y se está fam píri tu tien e el sub títu lo: «In ten to
ofr ece mo s tan sól o una la hist oria ». El libr o l ofre
fun dam ent al de Dil they . Por eso de la cien cia de la soc ied ad y de
as con un ojo pue sto en cien cias par ticu lare s del
sec uen cia cro nol ógi ca de sus obr ce una visi ón de con jun to de las
esta pro ble má tica . de una fun dam ent aci ón
esp írit u y pla nte a el pro ble ma
leie rma che r. Aq uí no o JI trat a de la met afís ica
Dis erta ció n: Sob re la étic a de Sch de este gru po de cien cias . El libr
co, sino un pro ble ma que cias , de su dom inio y de su
se abo rda nin gún tem a teo réti com o fun dam ent o de esta s cien
con cie rne a la act itud prá ctic a
del h01 nbr e. ser his tóri co no pue de ser
dec live . El hon 1br e en cua nto
a un con cur so: Sob re las estr uct ura s del mu ndu
En el mis tno per íod o esc ribi ó par com pre ndi do si lo ins erta mo s en
r, es dec ir, la teo ría cien tí- vol um en seg und o del libr o
la hen nen éuti c.:t de Sch leie nna che ent end ido com o nat ura leza . El
y de la inte rpr eta ció n [15 1] que el libr o term ina con
fica de la com pre nsi ón hist óric a nun ca lleg ó a esc ribi rse, por lo
prim ero que elab oró esta ens ayo s, Dil the y llev ó :.1
de tex tos . Sch leie rma che r fue el la Eda d .l\1 edia . En una seri e de
del com pre nde r. La her me - eve n en esta dire cci ón de
teo ría com o una teo ría gen era l cab o otra s ten tati vas que se mu
el pre sen te y en el futu ro
néu tica es una disc ipli na que en
53
52
una antropología: Concepci(m y análisis del hombre ... , El ¿Cuál es la unidad interna de esta producción tan di-
sistema natural de las ciencias di·! espfritu. Para Dilthey, la versa? No encontramos ningún sistema de conceptos, sino
antropología es un tipo de investigación histórica que tie- una pregunta vital sobre el sentido del ser de la historia
ne por objeto comprender c(mHl el holllhre era visto en el y del ser humano. ---Preguntar es un buscar en el campo
pasado. - Contribuciones para 1-esoh•er la cuestión del ori- del conocimiento encaminado a descubrir un<1 realid<1d y
gen de nuestra creencia en el mundo ('Xfel·inr, redactadas sn determinación. En toda pregunta algo es interrogado e
en 1 890, plantean la pregunta: ¿cómo determinar la rela-
ción fundamental dé! hombre con el mundo? - En 1894 der Jienneneutik (El nacimiento de ta henneném ica], en Philosophischr Ah
aparecen las Ideas para una fJsicologfa descriptiva y analíti- hmuilunge11 (dedicado a Chrístoph Sigwart con motivo de su sepmag~simo
cnmpleaños. 2R de marzo de 1900), Tiibingen, 1900, pp. 185-202; c;s. v:
ca (de las que todavía tendremos ocasión de ocuparnos más pp. 317-33 1. - Versuch einer 1\nalyse des momlrschen Bewu{Stsems ( 1 R64)
tarde). - A continuación Dilthey escribió: Contribuciones [Intento de un análisis de la conciencia moral); GS; VI, ?P· ·¡~55. -·- :)a>
Erlefmis und die Dichttmg. Lessiltg, Goethe, Novalts, Holdedm [Poesw Y
al estudio de la individualidad humana. -Al mismo tiem- experiencia. Lessing, Goerhe, Novalis, Hülderlin), Leipzig, 1901'1. -··. Ube1·
po, Dilthey continuaba trab¡¡jando en su biografía sobre das Studium der Geschichte der \'1/issenschaften tmm Meltschett, der C.ese/1-
Schleiermacher, en la Historia del idealismo alemán y en la scha(t u11d dem Staat (1 R75) [Sobre la historia de las ciencias humanas,
sociales y políticas]; GS, V, pp. 31-73. Véase también Vorarbeiten zur Ah·
Histm·ia del jouen Hegel. - Estudios sobre la fúndamenta- hmtdlung vo11 7875 [Estudios preparatorios para el tratado de 187S ], así
ción de las ciencias del espíritu, publicados en 1905, mues- como Fortsetzuttgetl de1· 1\bhatJdlzmg vrm 1875 [Prolongaciones del tratado
de 1875], en GS, XVIII, pp. 17-37 yS7-ll1, respectivamente. --1\uffas-
tran que el pensamiento de Dilthey se mueve en esta época srmg und Attalyse des Menschen im 15. und .16.]ahrhundert (1890/1S91)
en una nueva corriente. Esto responde quizás al efecto de [Concepción y análisis del hombre en los ~iglos xv y xvJJ,.en GS, ll, pp. 1-R q_
- Das natiirlíche System der Geisteswissenscha(te 11 zm 17. jahdumdnt
las lnuestigaciones lógicas de Husserl, que Dilthey conoció
(1892/1893) [El sistema natural de las ciencias del espfriw en el siglo xvnl:
por aque] entonces y calificó de obra que hace época, ade- GS, 11, pp. 90-245.- Beítrage Zllr Jjjsung der Fmge vom Urspnmg zmseres
más [ 15 2] de los muchos años que consagró al estudio de Glaubet1s 011 die Realitdt derAu(Senwelt tmd scinem Recht (1890) [Contn-
buciones para resolver la cuestión del origen de nuestra creencia en el mun-
est<t obr<t con sus estudiantes. En uno de sus trabajos funda- do exterior y de su legitimidad]; GS, V, pp. 90-138.- Ideen über ei11e he-
mentales, La esencia de la filoso(fa (1907), Dilthey reflexio- schreibende und zerg/iedernde Psychologie ( 18 94) [Ideas para una psicologh
descriptiva y analítica]; GS, V, pp. 139-240. · - Beitri.ige zum Studít:m dET
na sobre su propia actividad. - Y, en 1 91 O, redacta La
indiuidualitiit (0her tJergleichende Psychologie) (1895/1896) [Contnhucw·
estnu:tura de/mundo histórico en las cie11cías del espíritu lO. nes al estudio de la individualidad (Sobre psicología comparativa)); GS, \~
pp. 241-.~ 16.- Véase Lebe11 Schleiermache1·s [La vida de Schleiermacher!,
tomo segundo, en GS, XIV, así como Die ]u.gendgeschic~te Hegel_~ t.md an-
1 O. De fJT'ittcipiis ethices Schleiermacher, tesis doctoral, Berlín, 1864 dere Abhan.dlunge11 zur Geschichte des deutschen Idealrsmus [L;~ h1ston<l
(primer<~ parte de la traducción no publicada; segunda pane de la traduc- del joven Hegel y otros ensayos sobre la historia del idealismo alemán],
ción alemana publicada con el tftulo Kr·itik der ethischett Prítzzipiett Schleiet·- en GS, IV. - Studien zrtr Grtmdlegung da Geísteswissenscha(te n (1905)
macher·s [Crítica de los principios éticos de Schleiermacher], en GS, XJ"V, [Estudios sobre la fundamentación de las ciencias del espíritu); GS, Vll,
pp. 33 9-.157. --Das henne11eutische Svstnn Schleien11achers Ílt der Auseittmt- pp. 3-75.- Das Wesen der Philosophie (1907) [La esencia de la filr.:sofí;¡):
dersrtztlttg mil det!iltm·en(Jrotestanti~chnt J1entte11eutik (] 860) [El sistema GS, V, pp. 339-416. -- Der Aufbau der geschichtlichelt \l?elt i11 drn Get5fes-
hermenéutico de Schleiennachf'r en sn confrontación cqn la h<-rmenéurica u./issenscha(ten (1910) [La esrructnr>'~ del m11ndn histót·ico en la~ ci('nci:l'
prot<-stant<" <>ntigw1]; ahnra en CS, XIV; pp. 597-787. --- Dir Entstrhun?, históricas]; GS, VII, pp. 79-188.

55
interrogado ell el marco de una deternlinada perspectiva; d punto de vi::.Lt dt~ :;u L:oll<>c JJJII\'11{(). La vida, t:ll ClldiHu

es decir, se intenoga a lo interrogado por algo. Así, pues, cognosceJlle , se observa .1 sí JllJsJIJ.t en su historia. Fl cu?-
para formular una pregunta se precisa de una intuición noscentc es lo úJI10cÍdo. l;stc e·, t 1 .'>l"lltido de una lu::.tuna
originaria del ob¡ctu interrogado . Ahora bien, (dónde se de las ciencias dd bornhrc y ck '"J estructura.
encuentra el objeto «historia», de tal manera que desde él La formulación epistemolog it il del problema responde
se pueda descifrar el sentido de su ser y del ser-histórico ? al mis1no rnotivo. Aquí tambió1 hay que poner el acento
Este sentido de la pregunta constituye también el sentido en d problema del concepto de la vida. Esta tendencia se
de una crisis ciemítica. Cada crisis está determinada por ha entendido mal hasta hoy. 1-:1 problema surge inicial-
el hecho de que los conceptos anteriormen te en uso ern- mente en el marco de la rra~bcional demarcación entn:
piezan a tarnbalearst: , que se n1uestran nuevos fenómenos ciencias del espíritu y ciencia~ de h1 naturaleza, problema
que obligan a una revisión de esos conceptos. al que había intentado responder antes Stuart Mili com-
¿Qué camino toma Dilthey para acceder a la historia prendiendo la historia con la ayuda de la formación de
con el fin de descifrar el sentido de su ser? 1152] Los si- conceptos en las ciencias naturales. Dilthey intenta hacer
guientes tres canlÍnos: valer la posición singular de las ciencias del espíritu. Pero
1. el cientíílco-hi stórico; su interés no se centra en la doctrina del método y en la
2. el epiMenwlóg ico; elaboración de un siste1na; no se preocupa por saber a
3. el psicológico. qué facultad debe subordinars e una determinada cicJ~t:i.L
Los dos primeros se fundan en el tercero, lo presupo- Rickert se interesó más tarde por este tipo de cuestiones.
nen, y veremos cómo remiten a él. Pero psicología significa El problema central de Dilthey era cómo ver la realidad
algo muy concreto, y la primera cosa que deben1os com- histórica en su propia realidad; no estaba interesado eu
prender es qué entendía el propio Dilthey por psicología. salvar la especificidad de la ciencia, sino la de la reali
La formulación científico-his tórica del problema arran- dad. La intención de Dilthey era hacer comprensib le el
ca con los ensayos sobre la hern1enéuti ca de Schleienna- proceso por el que el hombre se conoce a sí mismo. Al
cher y sobt·e el estudio de la historia de las ciencias, etc. sentido del hombre pertenece no sólo tener conciencia
No se trata simplement e de investigacio nes históricas so- del mundo, sino también, implicada en ella, un saber de
bre la historia de las ciencias, sino que Dilthey intenta sí mismo. El conocimien to histórico es una forma típica
cotnprende r cómo se concebía la vida humana en épocas de conocimien to de sí rnismo. Aquí radica el verdadero
anteriores. A fin de cuentas, lo que realmente le interesa interés de Dilthey; él no quiere desarrollar ninguna teu·
es la pregunta sobre el concepto de vida. La historia de ría científica aislada. Pero el nukntendid o en torno a su
las ciencias históricas tiene un sentido diferente al de la intención llega aquí tan lejos que su propia escuela no
historia de las ciencias naturales. Si se investiga la historia ha comprendid o el verdadero sentido de la tem·ía de la
de las ciencias históricas, se investiga la vida nüsma desde ciencia, afirmando que Dilthey elaboró su teoría contra

56 S7
\Xlin delba nd y Rick ert [ 154] a parti r de un cesib le en la obse rvac ión intet -na de la refle
auté ntico sa- xión , en la
ber del cono cimi ento histó rico. Esto es ciert conc ienci a de sí mism o. Así, 1::~ conc ienci a desig
amen te co- na tamb ién
rrect o, pero se com pren de por sí mism o y carec roda esta regió n de las viven cias (Des c:trte s -
e de todo 1·es cogita ns_)-
inter és. Dilth ey procu ré> dar con el conc epto En cuan to cienc ia, la psico logía es 1<-t cienc ia
inclu so por este cami no epist emol ógic o, y se
de la vida, que ~sruc~w
c::~racterizó el entra mad o de las viven cias, es cienc ia de la
por estar <'lbie rto a todo s los estím ulos. lnclu cono enCl a.
so la filoso fía ) r est·a cienc ia Dilth ey usa todav ía otra deno
de la histo ria de \Vin delba nd y Rick ert, que la 3 . ' . min: 1ción
él habí a ins- que mues tra aún más clara ment e lo qtíe le imp.o
pirad o, pudo tene r un efect o retro :lctiY o sobr rta:. antro ·
e el mism o polog ía. No desea obse rvar proc esos psico lúgJC
Dilth ey, hasta el punt o de male nten der las tend os JUnto a
encia s de proce sos fisiol ógico s; antes bien, su tema es el
su prop io tr<lh ajo. De esta mane ra, la auté ntica hom bre en-·
inten ción tendi do com o ser espir itual , cuya s estru ctura s
perm anec ió inex plora da. son el ob¡e tn
de su inves tigac ión- Éste es tamb ién el signi ficad
Por tanto , amba s direc cione s de inve stiga ción o de la de--
tiene n term inaci ón de -.<psicología empí rica» . Dihh ey
com o obje to conc ebir y evide nciar el fenó men se desm arca
o de la vida. así de la psico logía enten dida espe cífic amen te
Pues bien, esto es lo que Dilth ey inten ta pone en térm inos
r en mar- cient ífico s y natur ales. El hech o de que este
cha en su psico logía , conc retam ente a parti r proy ecto de
de una ciert a pend a de tenta tivas anter iores no meno scab
conf ronta ción con la psico logía tradi cion al que a la nove dad
aban dona fund arne ntal de su inter preta ción . En 1874
e1 senti do prop io del ser de la vida. apar eció la
Psicología desd e Wl tmnt o uisto empí rico de Bren
tano. l Jn
escri to reda ctado en el espír itu del posit ivism
o que acen -
tuaba la nece sidad de toma r en cuen ta el hech
o psíqu ico
IV antes de que pudi era empe zarse a preg unta r
por las leyes
que regu lan el curso del deve nir psíqu ico. Para
La preg unta fund amen tal de Dilth ey gira en logra r un
torno al con- cono cimi ento de la cons tituc ión de tales leyes
cepto de vida. Esta preg unta acerc a del conc se preci sa de
epto de vida un cono cimi ento prev io de las estru ctura s prim
inten ta conc ebir la vida. Por lo pron to, pues arias . [ 1 S 51
, es nece sario Bren tano era origi naria ment e un teólo go catól
acce der de form a origi naria a la vida con el fin ico y alum -
de apre hen- no de Tren delen burg ; aban donó la teolo gía
derla desp ués conc eptu alme nte. Ditlh ey conc en 1 R70 y se
ibe esta tarea dedic ó al estud io de la filoso fía. Con todo , la
bajo el título tradi ciona l de la psico logía . La psico tradi ción his-
logía es la tóric a, con la que entró en cont acto a travé s
cienc ia del alma ; en su conc epció n mod erna de la teolo gía,
, la cienc ia de sigue viva para él (Eda d Med ia y Arist ótele s).
la viven cia. En la medi da en que estas viven La psico logía
cias apar ecen grieg a era algo comp letam ente disti nto a la
en el marc o de un::l ciert; :¡ cont innid ad, se pued psico logía ex-
e habl ar de perim enta l Aquí ht psico logía era la doct rina
llil<l corri ente de L1s viven ci<lS (Jam es). de l::t vida, d!:"l
1 .;1s viven cias son ser hmn ano mism o. (No es solam ente Dilth ey,
una realid~d que no exist e •'n el Inun do, sino sino t::1m bién
que es a.c- Huss erl, quie nes están deter min< ldns por la
psico logía de

SR 59
Brenrano, una psicología que no busGl explicar procesos suponiendo que arnl>as c~k1 .1~. rL-~Itlll:Jl <ü.:cesihlc~ cun el
psíquico:-,, .sino describir constituciones fundamentales.) rnismo llh~tndo.
Dilthey quiere explorar las estrtiCtliLlS psíquicas, y resulta Dilrhcy llama a ~~~ psÍL ( ,¡, ))',LI dcsuHHpusiriva -·-y tam··
esencial que JH• las cornpré:nda comu sí1nples formas de la biéo analítica·-· por upusi< '"'' .1 Ll uHlstnlcCÍtÍJl que ...:a-
existencia psíquica en las que aquéllas quedan incluidas, racteriza al compunamicnto fuJHLunental de la psicología
sino como pertenecientes a la realidad de la vida psíquica científica y naturalista. Al igu.d que la física, esta psicolo-
misma. Esto iudica la posición extrema a la que llega Dil- gía de corte científico y naturalista intenta una reconduc-
they al pc:nsar el concc:pro de vida: las estructuras entendi- ción a los elementos últin1o~. ( :o111o la física construye
das como unidad viviente primaria de la vida misma y no la naturaleza a partir de elelllt:JJtos, se intenta proceder
como simples t:squemas organizativos de su aprehensión. de la misma manet·a con el ah11a. Se ve en la sensación el
En sus ideas para una psicología descriptiua y analíti- elemento último. A partir de complejos de sensaciones se
ca ( 1 g94), Dilthey acomete la demarcación de su psico- busca componer fenón1enos como la voluntad, el odio y
logía con respecto a la psicología positivista y naturalista. otros fenómenos por el estilo. No es una casualidad que
Su psicología es descriptiua y no explicatiu,z, ,uzalítica y esta psicología considere los datos sensibles como elemen~
no constructiua. La psicología científico-naturalista tras- ros originarios, pues en este caso es realmente [15 6] po-
planta los métodos de la física al campo de la psicolo- sible poner en marcha los métodos científicos de apre-
gía y busca apn::hender las leyes midiendo regularidades. hensión por medio de la n1edición. Por ello la psicología
Precisamente purgue hace esto sin interrogarse antes por científica y naturali~:>ta es esencialmente una psicología de
la relación que lo psíquico rnantiene con su ser, tiene Jos sentidos. (ll>davía hoy este tipo de psicología --in-
que recurrir a determinadas hipótesis y presuposiciones fluenciada en parte por la fenomenología-·- ha plantea·
que no han sido demostradas y que no son demostrables. do nuevas preguntas y tiene un aspecto completamente
Una hipótesis se justifica a partir de sus resultados. Ahora diferente al que presentaba en la época de Dilthey.) Para
bien, en la medida en que la hipótesis no está fundada esta psicología, la construcción también era el camino que
en una intuición previa de la cosa interrogada, todo lo servía para ofrecer una explicación de las estructuras psí-
construido sobre ella goza sólo de una certeza hipotética. quicas.
Una tal psicología jamás puede convertirse en la ciencia En contra de estas tendencias, la preocupación inme-
fundamental de la ciencia del espíritu. Éste es el tipo de diata de Dilthey consiste en ver la configuración psíquica.
psicología que intentó Wundt en su Psicología fisiológi- Para él, esta configuración es lo prim.ario, el todo de la
ca11. Lo psíquico se considera en correlación con lo físico, vida misma. La configuración ya siempre está ahí y no se
construye primeramente a partir de elementos. Hay qne
partir de esta configuración primaria y descOinponer sus
1 1. W. Wundr, Gnmdzüge der physiologisc:hen Psychologie (Elementos
Jc la psicología ti~iulógica], Leipzig, 1874. elementos a partir de ella. Esta descomposición no es una

60 61
descompo sición en elementos , sino una descompo sición momento corno un cornport< uniento simultáne :unente r:J-
de las estructura s primariam ente dadas. Originari amente, cional, emotivo y volitivo. La relación interna de estos
);:¡ vida psíquica se da siempre en su totalidad de acuerdo momento s constituye la verdadera estructura de la con-
con tres determina ciones fnndamen tales: ciencia. Esta estructura es algo que es vivido por la vida
l. se desarrolla ; misma, una vivencia, es decir, 11 57] la experienc ia que la
2. es libre y vida psíquica tiene de sí misma; dicho de otro modo,
3 .. est3 determina da por una configura ción bered:1cl.:¡, no es otra cosa que la experienc ia que el hombre tiene
es denr, es histórica. de sí nlistno en cuanto está detern1ín ado por el mundo .
. ~)ara resaltar la especifici dad de esta propuesta , des- Esta determina ci(m no es causal~ la conexión está mucho
cnbnnos el modo corno se intentaba comprend er el ver. más vinculada al motivo y a la motivació n. La vida psí ·
Se pensaba que se podía comprend er a partir de la acu- quica está determin ada corno conexión de intencion es.
mulación de sensacion es. No se ve que el ver mismo es lo Esta determina ción se manifiesta ( ¿ ?) por lo pronto en la
primario, que determina la percepció n y la interpreta ción vida individua l. En la medida en que la vida es vida con
de los datos sensibles; sucede lo mismo e 11 los casos de la otros, resta establecer las estructura s de la vida en comt]n.
memoria y del recuerdo, que se intentan explicar a p::u-tir ¿Cómo se da originaria mente la vida de los otros? En tér-
de la asociación . Por el contrario, la aprehensi ón comón minos epistemol ógicos, la pregunta plantea la cuesfión del
de dos .he~~1os en tiempos diferentes ya es un recuerdo, y conocimi ento de una concienci a extraña. Pero est<l form<J
la asoctacton es sólo un caso particular de recuerdo. de plantear la pregunta es fundamen talmente errónea,
. La determina ción fundamen tal de la configura ción psí- porque pasa por alto el hecho de que la vida es prima-
qtuca es el sí mismo, la ipseidad de la persona, el yo, que riamente ya siempre vida con los otros, conocimi ento de
está condicion ado por su mundo exterior. El mundo ex- sus semejante s. Con todo, Dilthey no profundiz a en estos
terior influye sobre el sí mismo y, viceversa, el sí mismo problema s. Para él, la cuestión esencial es que la confi·-
influye sobre éste. Existe una determina da correlació n de guración estntctura l de la vida es heredada , es decir, que
efectos entre el sí mismo y el mundo exterior. (Del origen está determina da por su historia.
de nuest1:a. ct~eenda e11 la realidad del mundo exteri01· y Ahora bien, 2cómo se ha acogido la investigac ión fun-
de su legttmuda d.) El conjunto de esta conexión entre sí damental de Dilthey? La escuela neokantia na de Marhur-
rnisrno y Inundo se da en cada momento . Sin embargo go, cuyos intereses están esencialm ente determin ados
esta existencia 110 in1plica necesaria mente que Ja vida co~ por cuestione s episten1o lógicas, no muestra ningún in··
nozca esta estructura fundamen tal. Esta conexión tiene la terés por Dilthey. -- La escuela alemana del sud-oeste ,
particuJ;:¡ ridad de ser continu:1. Ln concienci a tiene siem- que estaba bajo la influencia de Kant al mismo tiempo qtH'
pre. algo presente. Desde un;l óptica transversa l, por así bajo la de Fichte, recibió los impul~os de Dilthey. El ··Dis
dec1rlo, el est<1do de h concienci a dehe pPnsarse en cad:1 cm-so del rector::~.do>> de \\'iindelha nd y Los líntites de la

62
(unthlCÚ)n ele dilh:eplus L'fl !L.Js ctCIICtas n.tturales ~
1
de Ric- gía es una ~._tc:ucw natural. l.u~ ;ltaqtlc:s públicus de Ricken
kert. Aquí st:: pas<t de la incompre nsión del problema que contra la t1losofL1 de la vid<! S( >11 st)Ju una cOtlscctJc: nua
planrea Dilrhcy <1 :,u ~.:ou1plcto olvido. El interés último de interna de s11 pbnteami ellto, resultan estérilts para la in--
Dilthey se ce11traha en el ser histórico; a H.ickert no le in-- vestigació n, p~ro ~iy esto es llalllativo !-·· su11 en prin-
teresa realmente el conocimi ento de la historia, sino sólo cipio ciertos. Ricken piensa que para la filosofía se trata
su representa -.:ión. Su resultado: el historiado r represen- de formar 11n concepto de la cosa sobre la que investiga.
ta la singularid ad, el científico natural la universali dad. Esto es cieno, pero obviamen te la filosofía de la vida tam-
l~sre practica la generaliza ción, aquélla individual ización. bién quiert desarrolla r el concepto de vida, elaborar su
Esto es un orden purament e formal, tan verdadero que conceptua lidad. La exigencia de formar un concepto es,
no puede ser contestad o, pero ran vacío que no cabe ex- empero, una exigencia vacía; la verdadera sustancia de la
traer nada de él. Para Windelba nd y Rickert, la psicología ciencia es la relación con la cosa. La modificac ión de tsta
es ciencia gellerdliza nte y, por ranto, es una ciencia natu- relación es igualment e primordia l para cada transform a-
ral; por eso, :,e concluye, no puede fundar la ciencia del ción que sufre una ciencia.
c:spíritu, pues una ciencia de lo universal no puede fundar Si ahora considera mos el trabajo al que Dithey con-
una cienc:ía de lu particular . Inspirado en la relación en- sagró su vida como investigad or, tenemos que plantear el
tre matemáti ca y física, este razonami ento analógico pasa problema crítico y preguntar nos hasta dónde llegó Dil
completan 1ente por alto el hecho de que, incluso en esta they (en su investigac ión], dónde y en qué fracasó. Debe-
misma relación, la univetsali dad es una determina ción pu- mos repetir su pregunta y hacerlo sobre el terreno de una
ramenle formal y vacía. La universali dad de la matemáti- investigac ión que nos proporcio ne los medios adecuado s
ca difiere totalment e Je la de la física; en la matemátic a la para ir más allá de su posición, a saber, la fenomeno logía.
universal idad es una mera forn1aliza ción, n1Íentras que en
la física hay que entenderl a como una generaliza ción. Sin
V
en1bargo, lo reahnente esencial es el hecho de que la es-
cuela neokantia na del sud-este alernán borró la tendencia
positiva de Dilthey de un plumazo. [A los neokantia nos] La forn1ación de una concepció n histórica del mundo se
no les preocupa que Dilthey [158] quisiera elaborar una funda en la investigac ión histórica. - (Yorck: «Nuestro
psicología , que no pretende y no puede ser una ciencia común interés por comprend er la historicida d>>ll). - Se
natural. Sünpleme nte se dice: para nosotros, la psicolo- trata de elabor-ar el ser de lo histórico, es decir, la histo-
ricidad antes que lo histórico, el ser antes que el ente, la

12. H. Rickc:n, Die Grenzen der naturwissens chaftlichen Begriffsbil- de m Gr,¡{t!n P,ud Yonk
13. 13riefwechsel zwischen Wilhelm Dilthey 1111d
dung !Los límites de la formacÍÓJJ de: concepto~ en la!> ciencias naturales],
Tübingen/Le ipzíg, 1 !102. I'On Wartenburg, cír., p. 185.

64 65
realidad antes que lo ¡·ea!. No se trata, por tanto, de un gunta por la historici dad se trata, pues, de traer a donac_ió n
problem a relativo a la investiga ción histórica empírica ; la realidad histórica , de tal manera que se haga legible
incluso con una historia universa l seguiría mos carecien do el sentido de su ser. Extraer los concept os de las cos::ls,
de historici dad. Dilthey se abrió paso en est<l realidad , filosofar a partir de las cosas, puede parecer una obvie-
que es propiam ente en el sentido del ser histórico , a tra- dad. Pero sólo en aparienc ia. Investig ación y vida tienen
vés de !<1 existenc ia hum<Ina , y así logró traer esta realidad
la peculiar tendenc ia a saltar por encima de lo simple, In
al ámbito de donació n, determin ándola como viva, libre e originar io, lo auténtic o y a permane cer en lo complic ado,
histórica . Sin emba.rgo , no plantea la cuestión de la histo-
lo derivado , lo inautént ico. Esto es válido no sólo p8r~l
ricidad misma, la cuestión del sentido del ser, del sentido
c¡1 uestra época, sino para toda la historia de la filosofía .
del ente. Sólo con el desarrol lo de la fenomen ología esta- La filosofía contem poránea es tt·adicio nal; su novedad
mos en condicio nes de plantear clarame nte esta cuestión . consiste en renovar una filosofía dada, no en cuestion ar
Así, pues, debemo s tener presente este tipo de .investig a- nuevam ente las cosas. De entrada, la fllosofía tradicion al
ción que prepara el terreno para nuestt·a cuestión . tiene opinion es sobre las cosas, es decir, concept os que
1159) La expresió n «fenome nología» resulta, por lo no han sido exatnina dos con respecto a su pertenen ci:1
pronto, complic ada y extraña, pero simple en su signif-i-
originar ia en el pasado. Frente a este modo de procede r,
cado. De entrada, aclarem os el sentido de la cosa llama-
la fenomen ología postula la necesida d de abrirse paso en
da «fenome nología» con el fin de compren der el término ,
las cosas tnistnas.
atendien do a las siguient es cinco seccione s:
Obviam ente esto no se logra por medio de un postu·-
l. La actitud fundame nt;:tl de la fenomen ología enten- lado. En un principi o la fenomen ología no era un pro-
dida como una nueva direcció n de la investig ación filo- grama, sino una práctica . Aparent emente trata con cosas
sófica. Su relaci6n con la filosofía tradicion al y contem- totalmen te primitiv as y element ales. Pero hacer evidente s
poránea .
las cosas que permane cen encubier tas en la concien cia co-
2. La primera irrupció n en las Tnvestig aciones lógicas tidiana es siempre el verdade ro cmnino que conduce a
de Husserl.
grandes descubr imientos . Todo gran descubr idor pbntea
J. La caracter ización de sus descubr imiento s decisi- una cuestión fundame ntal. Con su nuevo principi o, re-
vos: intencio nalidad e intuición categori al.
descubie rto después de la época clásica, la fenomen olo-
4. El nombre de fenomen ología. gía no desea tanto colocars e fuera de la historia como no
5. Los límites actuales de la investiga ción fenomen o- sentirse afectada por ella. Pero esto no es posible, porque
16gica.
cada descubr imiento se inserta en una continu idad histó-
La actitud fundame ntal de la fenomen ología está de- rica, está codeterm inado por la histori::1. En la fenomen o-
termina da por un principi o que, por lo pronto, parece
logía misn1a viven motivos que, en parte, condicio nan el
obvio y evidente : a las cosas. ni:' acuerdo con nuestra pre-
modo tradicio nal de fonnuh r las pregunta s y de fijar los

67
o fun -
dci tLi .t l ienc::: un sig ndi cad
ui- viv enc ia de ~dg(J. Est a evi
que enc ub ren el ao. :es o gen Hls est e act o del dir igi r-s
e a
pli nto s de pa niJ a, nto tiv os lug ía dam ent al. Si no: , rep re: ,en tan
que nad a, la fen orn enu co~dado a la vez el hac
ia-- qué de est e dir i-
no a bs cosa~. [ 160 ] An tes de Jgo , nos vie ne
e de la tra dic ión cun el fin 3
nta do en el act o en cue stió n_
deb e lib era rse gra du alm ent kra ~ gir -se [a alg . .1 1 tal cu111u es me
ado y apr op iár sel a verdac do en las det enn ina cio nes
de
acc ede t· a la filo suf ía Jd pas a Ex per im ent am os lo n1e nta
ció n fen om eno lóg ica res ult ten ern os la pos ibi lid ad de in-
me nte . De l tip o de inv est iga ir, su estar~mentado. Po r tan to,
ida d de dir ecc ion es, es Jec nta do des de el pu nto de vis
ta
nec esa ria rne nte una div ers no~ ter rog ar al mu nd o exp eri me
Per o no hay esc uel a fenome ap ren de r a ver el ent e en su
dir ecc ion es del pre gun tar . a de su exi ste nci a. Po der nos
de tra baj o qu e est án suj eta s cie ntí fic a qu e per mi te pre gun

lóg ica . Ha y dif ere nte s lín eas en ser . As í se ob tie ne la bas e
pro po sic ión es vál ida sól o inv est iga ció n fen om eno lóg ica
una crí tic a rec ípr oca . To da nte tar po r el ser del ent e. La
dem ost rad a. Ev ide nte me un a reg ión del ser , sin o qu
e
la me did a en que pu ede ser a~ no con sid era sim ple me nte
tod as las op ini on es person as las reg ion es exi ste nte s con
res ult a im pos ibl e sus pen der su pro pó sit o es esc rut ar tod era
les , pe ro ést as car ece n de pes
o alg un o. tol óg ica . La filo sof ía re.: :up
res pec to a su est ruc tur a on
est a inv est iga ció n se pro du jo del ant e de las cie nci as. Ya
no
La pri me ra irrupc...:ión de nes así la pos ibi lid ad de ir po r
lic aci ón de las Inv est iga cio ra mu y gen era l e ina dec uad
a
en 1 900 /19 0.1 con la pub con sti tu~ tie ne qu e dec ir de un a ma ne e~
lóg ica s de Hu sse rl. Las Inv
est iga cio nes lóg ica s res ya han dic ho de un a man
í lo qu e las cie nci as par tic ula
la fen om eno log ía, per o aqu De la mi sm a for ma qu e en
su
yen d lib ro fun dam ent al de inc lus o ra má s pre cis a y ade cua da. so-
s de su con ten ido . Est o .in o a la geo me tría , la filo
no pod en1 os ren dir cue nta o tno me nto Pla tón abr ió el cam
fen om eno lóg ico , ya qu e un sib ilid ad de abr ir a las cie nci
as
iría en con tra del pri nci pio etr ás- fía tie ne nu eva me nte la po erm i-
est á exp ues to; y est e ir-d arl es con ayu da de det
no pu ed e dem ost rar lo que pli ca un sus ám bit os, de pro po rci on a
am ent e lo ese nci al. Est o im hil o con du cto r nec esa rio par
de~las-cosas es pre cis ni nac ion es fun dat nen tal es el 1
e a nin gú n tip o de bru jer ía fen om eno log ía tie ne su 11
6 1
apr end iza je qu e no obe dec o, sus inv est iga cio nes . As í, la
cie ntí fic o; com o tod o mé tod est iga ció n uni ver sita ria mi
sm a.
de tru co, sin o a un mé tod o qu e, lug ar en el ma rco de la inv en
req uie re nat ura lm ent e de
un a cie rta pre dis po sic ión ud ian tes en filó sof os, sin o
No qu ier e con ver tir a los est
des arr oJl ar tra tan do con las cie nci a de su pro pia cie nci a.
po r sup ues to, sól o se pu ede cie ntí fic os qu e tie nen un a con
efe cto qu e gen era ron Pla tón
y
s.
cos as du ran te 1nu cho s año e Y ést e es pre cis am ent e el
r los des cub rim ien tos dec isiv os qu y en el Lic eo.
h1t ent are mo s acl ara
nta de Ar istó tel es en la Ac ade mi a
eno lóg ica rne nte la pre gu ent e del seg und o des cu-
per mi ten ref orr nul ar fen om Só lo po dem os hab lar bre vem
la int enc ion ali dad y la inrui~ ]a fen om eno log íaj : la int ui-
Di lth ey a par tir de un rod eo: dia , bri mi ent o [fu nd am ent al de
mi rar alg o. En la Ed ad Me nte dis tin gu im os el ser del
<.:ión cat ego ria l. lnt ent io es or- ció n cat ego ria l. An ter ior me
a de ter mi na ció n del cot np el ser no res ult a acc esi ble poc
est a ex pre sió n des ign a un o, ent e. A dif ere nci a del ent e, o~
le. A pes ar de tod o, el sen
sar es un pen sar sob re alg
tam ien to psí qui co. To do pen un a me dio de la int uic ión sen sib
alg o, etc ., tod a viv enc ia es
tod o qu ere r es un qu ere r
69
68
do de este ser, lo que es mentado cuando digo ues,,, debe Vl
mostrarse de alguna maner8. El acto que da acceso a esto
es la intuición categorial. p;¡r;1Dilthey, el verdaden> ser histórico es el Dasein hu·
Conforme a la exigencia de la fenornenología, la fi- mano. Dilthey pone de manifiesto determinadas estruc-
losofía no debería desgastar un concepto, hacer un uso turas en la vida; sin embargo, no plantea el problema del
superficial del mismo, sino facilitar el acceso a lo que es carácter re<tl de !<1 vida mism<t, a saber: ¿cuál es el sentido
mentado en él, ele taltnanera que se muestre en sí mismo: del ser de nuestro propio Dasein? Dado que no plantea
q>ol V<Ífl.E Pov -··- A.óyo<:;. La fenomenología, pues, notnbra :r esta pregunta, tampoco ofrece un<l respuesta a la cuestión
determina aquello que se muestra desde sí misn1o. La in- relativa al ser histórico; por cierto, una cuestión también
dicación del principio se encuentra ya en la misma palabra olvidada por la investigación fenomenológica practicad;:¡
griega: a las cosas. En el momento de su primera irrupción, hasta ahora. La fenomenología presupone la vida. Cuando
la investigación fenomenológica se limitó esencialmente pregunta qué es el hombre, se limita a la respuesta tradicio-
a las vivencias teoréticas, al pensam.iento. l\1ás tarde se nal: animal rationale. Sensibilidad, entendimiento y razón
incorporaron también las vivencias emocionales. No re- como determinacione s más precisas (en Kant). ¿Qué hace
sulta difícil ver que nos haJiamos ante una concepción más que estos ámbitos se mantengan unidos? [1621 ¿cuál es
radical de la psicología tradicional. En gran medida, la el carácter ontológico del ser entero? La fenomcnologí;-~
fenomenología aún seguía trabajando en el marco de la determina al hombre como un conjunto de vivencias que
vieja psicología, cuando ya se había realizado el descu- se mantienen cohesionadas en la unidad del yo entendido
brimiento de la intencionalidad , un descubrimiento que como un centro de actos. Pero no se interroga por el ca-
puso toda la investigación a otro nivel. I--Iusserl mismo rácter ontológico de este centro.
entendió mal el sentido de su propio trabajo cuando es- Ahora quisiéramos intentar ofrecer una determinación
cribió el prólogo 14 [de las Investigaciones lógicas]. Aquí preliminar del sentido del ser del hombre que sirva de
ofreció una interpretación completamente errónea de la
base a una determinación verdadera que n1ostrará que el
fenOJnetJoJogía al concebirla como una psicología mejo-
sentido del ser del hombre es tiempo. Intentarnos esta-
rada.
blecer fenomenológica mente determinados caracteres del
ser a partir del hombre, ver al Dasein hun1ano tal con1o
se muestra en la existencia cotidiana. Nos hallamos ante
una tarea fundamental que, en apariencia, se mueve en el
ámbito de lo más evidente y más inmediato. Sin embargo,
vernos que este ámbito de lo que resulta tan próximo es
1-1. E. l Ius!'crl, Ei11leitunf; zunt 2. Ba11d dm J.ngisr'l'en U11te,·suchungen en realidad el menos descubierto. Esta re<tlidad se ha olvi-
!l11tJ nd11cci rín al ~e¡?.nndo volumen de LlS lm:f!st i?,adnttes lñ?,icas 1. dado debido ;:¡J sedimento de los tr::~dicíonales modos de

70 71
sobre la e:>UucllH a lund<c~nJCllL,I ,k llll aniiual. l'eru o_tquí
pregunta r. P,1ninws de cierras IIHerpn::raciuue~ erróneas
se p<1sa por alto lo eSe11cial si 11<, :-,e ve qw: d animal nene
con el fin de llegar a apreheu derla genuina Jnenre.
\JD JllllJHJO. r\::>iiUISllH>, llOSOlJU:> li1ÍSillOS l<Hllbién est.arnus
tlay una concepc ión fuJJtLuu ental qu~: determi na al
sieinpre en llll nlundo, de tal tnanerd que éste est<Í abierto
h(Hnbre corno yo y que se ren1onta a Descarte s. En sus
para nosotros . Un objeto cmno, por ejemplo , la silla está
Meditac iones busca un fundame nto seguro de la certeza,
simplem ente presente ; toda la vida, en cambio, está ahí,
encontr ándolo en su compren sión del ego como res cogi-
pero de tal manera que el n1undo está co-prese nte para
tans. Partiend o del fundame nto cartesia no y pasando por
la misma.
el modo de pregunta ¡· kantiano , la teoría del conocim ien-
[163] Se trata, pues, de vet· las estructu ras fundame n-
to intenta compren der cómo el sujeto sale de sí rnismo
tales en las que se realiza el estar-en -el-mun do. ¿Córno
para alcanzar el objeto, es decir, cón1o puede conocer -
está dado d mundo? Origina riament e no como objeto de
lo. La teoría del conoLim iento moderna cree ser eminen-
un conocim iento teorético , sino como mundo circunda n-
temente crítica al seguir este camino. En su orientac ión
te, con1o aqudlo en lo que me desenvu elvo, en lo que
geométr ica, el Íllterés de Descarte s se centraba en obtener
llevo algo a cabo, de lo que me preocup o. Los objetos no
para la filosofía ciertos principi os a partir de los cuales
son primaria mente objetos de un conocim iento teorético ,
poder establec er inferenc ias: no trataba de represen tarse
sino cosas con las que estoy in1brica do y que encierra n
el ser entero del hotnbre, sino alcanzar un axioma que
indicaci ones relativas a su función, a su uso y a su utili-
permitie ra una deducció n. Esta concepc ión, según la cual
dad. Lo que se da inicialn1 ente no son cosas material es en
sólo el yo está inmedia tamente dado, es acrítica, pues
el sentido de la física. La descerra jadura de la naturale za
presupo ne que la concienc ia es algo así como una caja,
a partir del mundo inmedia tamente dado es ' de enn·ada '
donde el yo está dentro y la realidad está fuera. La con-
un proceso muy complic ado. El mundo n1ás próximo a
ciencia natural ignora todo esto. Antes bien, la donació n
nosotro s es el de la preocup ación práctica . - El rnundo
originar ia del Dasein respond e al hecho de que está en
circunda nte y sus objetos están en el espacio. Este espacio
el mundo. I ,a vida es una realidad que está en un mun-
del mundo circunda nte no es el de la geometr ía y está
do, y precisan 1ente en el sentido de que tiene un mundo.
esencial n1ente determi nado por los tnoment os de la cer·-
Todo ser viviente tiene su mundo arnbient e no corno algo
canía y la lejanía propios de nuestro trato con el mun-
que está presente junto a él, sino como algo que para él
do, es decir, está determi nado por las posibilid ades del
está ahí abierto, descubie rto. Este mundo puede ser muy
dirigir la atención a algo, etc. El espacio, por tanto, no
simple (para un animal prirnitiv o). Pero la vida y su mun-
tiene la estructu ra homogé nea del espacio geométr ico;
do no son nunca dos cosas yuxtapu estas, corno dos sillas
por el contrari o, tiene deterrni nados lugares. Las distan-
colocad as la una junto a la otra, sino que la vida «tiene»
cias entre tnuebles , por ejen1plo , no se dan en térrnino s de
su r:nundo. Este tipo de conocim iento tan1bién empieza a
medida, sino en dimensi ones que resultan del trato que
abrirse paso progresi vamente en la biología . Se reflexio na
73
72
manten emos con esos mueble s. (Se pueden alcanza r con la transfo rme en un simple mirar ah·eded or: 8E' <•IPt o. Este
mano; es posible desplaz arse entre ellos, etc.) Descub rir
proceso de autono mizaci ón es el verdad ero origen ele la
este espacio del mundo circund ante constit uye tambié n ciencia . La ciencia es el desarro llo del puro contem pbr
la tarea de la pintura . Solame nte a partir de este espacio
una cosa.
circund ante se puede elabora r el espacio geomét rico con 2Pero quién es este Dasein? Inmedi ata y regular rnen
la ayuda de determ inados proceso s.
te no somos nosotro s tnisrnos . Por el contrar io, vivin1o s
Asimis mo, el Dasein de la vida está determ inado por en término s de lo que se dice, de [164] lo que se juzga,
la co-exist enci;:¡ de otras realicbc les que tienen el mismo de cón10 se ven las cosas, de lo que se exige. Este <<SC» o
carácte r de ser que yo tengo: otros hombr es. Tenem os este '<uno» indeter minado es el que gobiern a al Dasein .
una peculia r forma de estar-lo s-unos- con-los -otros. "T()dos El uno ejerce inmedi ata y regular mente un verdad ero do-
compar timos el mismo nnmdo circund ante; estamo s en minio sobre el Dasein , incluso la ciencia se alimen ta del
c1 mismo espacio . El espacio es comün para todos noso- uno. La tradici ón muestr a con1o se pregun ta y se con-
tros, y nosotro s mismos estamo s ahí el uno para el otr·o. cibe la historia . Esta publici dad que gobiern a la vida en
Las sillas en este espacio , en cambio , están simple mente cmnún de los hombre s muestr a claran1 ente que, por lo
present es, no existen las unas para las otras; eviclen ternen- general , no sotnos nosotro s mismos , sino los otros: so-
te todas están en el espacio , pero no dispone n de este es- mos vivídos por los otros. ¿Quién es este uno? El üno es
pacio. --- El estar-e n-el-m undo es, por consigu iente, un invisibl e, indeter minabl e, nadie -- pero no es nada, sino
estar-lo s-unos- con-los -otros. El estar-e n-el-m undo deter-
la realida d más propia de nuestra existen cia cotidia na.
mina la convive ncia incluso cuando ningun a otra perso- Esta existen cia del uno tiene la tenden cia a perders e en el
na está táctica mente ahí. En mi modo natural de vida, mundo del que se ocupa, a caer de sí mismo . El hombr e
yo no rne estoy dado a mí lnisn1o de suerte que pueda es improp io en su vida cotidia na. Y es precisa mente este
contem plar rnis vivenci as. Yo me estoy inmedi atamen te hecho del ser-imp ropio el que define el carácte r primar io
dado a mí mismo en lo que hago, en lo que me ocupa de la realida d del Dasein human o. Esto es especia lmen-
a diario. El Inundo (habita ción, casa, ciudad , etc.) tiene te eviden te en la concep ción del hombr e que ya tenían
un determ inado carácte r de familia ridad. En este mundo los griegos y que utilizar on en su definic ión. El hombre
me veo pálidam ente a mí mis1i1o como real. Yo con1pa - es un (rí)ov AÓyos- EXLuV. Para los griegos , que disfrut aban
rezco en mi n1undo circund ante. El mundo circund ante mucho de la conver sación, el hombr e está determ inado
se da inicialm ente en el horizon te de la circuns pección como hablan te. El habla no se entiend e aquí como una
práctic a. La posibil idad de una investi gación teoréti ca estruct ura fundam ental de nuestro ser. (Sin embarg o, nn
surge só(() gracias a un determ inado cambio de actitud . se debe compr ender el habla en sentido n::~turalist;:~ y psi--
Puedo reorien t:H mi actitud , sep;:~r<1ndo b circuns pección cológic o como rumor. ) El hahl::~ es siempr e un hablar so
de mis propias preocu p.acion es y permit iendo qne ést::~ se bre algo y un expresa r-se sobre algo, un hablar él otros y

7<1
75
con otros. Lo hablado e~ de;,cubie rto y se hace accesible can1ente puedo detennin arlo L~Ull!O 1111 viviente que ~ic111pre

gracias a lo que dicen los otro~. El A.ó¡us- es oqA.oÜI'. Pero tielle un todavía- tlO-ser delanre de sí. Pero cuando ya nu
para d Dasein humano , la posibilid<l-:1 de la habladu ría vivo 111ás, ya no estoy en condicio nes de experiin cntar b
tiene precisam ente la tendenci a a caer. Ésta es la posibili- rotalidad . Cl!ando la vida esrá acabada , cornplct ada, ~std
dad en la que se ampara el uno. Por lo general, el uno se no es más. Uno no debe eludir esta dificulta d. ¿Cómo pue-
caracteri za por d hecho de no surgir de un conocirn ien- de darse el Dasein humano en su totalidad ? Pues sólo de
ro originar io de la cosa. Resulta fácticam ente imposib le esta n1auera uno puede decir algo sobre el concept o de la
que nosotros mismos hayamo s visto y demostr ado todo. vida. El intento de tomar en conside ración la vida plena-
Una gran parte del habla tiene su origen en el oír-decir . mente realizad a de los otros es una mala alternati va. En
Lo que caracter iza a la repetició n es que lo dicho se en- prirner lugar, porque evidente inente esta vida no e~tá más
durece en su validez y, al mismo tiempo, se distanci a de ahí y, en segundo lugar, porque otra vida nunca puede
la cosa. Cuanto ma)'Or es el dominio del uno, tanto más sustituir la propia. El Dasein es en cada caso el propio, el
se encubre el mundo. Así, el Dasein cotidian o tiende al mío, y esta caracter ística es indisoci able del Dasein. llay
encubrim iento del mundo y, con ello, de sí mismo. Esta que tener esto en cuenta, si se quiere encontr ar el sentido
tendenci a al encubri miento no es otra cosa que la huida último del Dasein, de la existenc ia propia. ¿cómo es po-
del Dasein de sí mismo en la publicid ad. Esta huida en sible aprehen der el Dasein humano , que en cada caso es
la publicid ad todavía tendrá consecu encias importa ntes propio, en su totalidad ?
para la compren sión del fenómen o del tiempo.
Aquí no estarnos tratando con actos y vivencia s de la
concienc ia, sino con deternlÍ nados modos del estar-en -el-
Vll
mundo. De entrada , determi namos a este Dasein como
ocupaci ón que trata con el n1undo. Esta ocupaci ón encie- La circunsp ecc10n del Dasein está guiada por una inrer-
rra sien1pre una preocup ación simultán ea por n1í mismo. pretació n pública dominan te. El mundo que esta interpre
El carácter ontológ ico propio del Dasein es, por tanto, el tación determi na resulta por término rnedio accesible a
cuidado . El fenómen o se ha descubie rto hace ya tiempo, cada uno. La manera en que la publicid ad interpre ta el
su concept o y su experien cia son antiguos . Pero nunca Dasein detenní na la vida en la esfera pública. La vida
se ha llegado a conside rar este fenómen o en su origina- singular tiene la tendenc ia a hundirs e y perderse en esta
lidad. publicid ad. Allí donde el Dasein habla de sí mismo, se ve
[165] En este punto necesita mos plantear una pregunt a co1no algo en el mundo, al igual que otras cosas. Por eso
crítica: ¿se puede en general llegar a cualesqu iera concep- la vida se pensó en primer lugar en término s de concept os
tos que detenni nan al Dasein en su totalida d como reali- del mundo y no en término s que le pertenec en originar ia-
dad acabada siguiend o este carnino de la descripc ión? Úni- mente. De entrada, uno se encuent ra en aquello de lo que

76 77
uno se ocupa, en aquello que uno hace, en la profesión , rnos visto que no es posible encontrar una salida a esta
etc. El mundo del que nos ocupamos suministra al Dasein cuestión viviendo la vida de otro, de quien sabemos que
el primer concepto. Así, el hombre se define inicialmen te csd muerto, porque su 1nuerte no es n1i muerte, y no hay
como animal. Y su peculiar modo de ser se expresa sólo algo así como la n1uerte. La muerte es siempre y en c1d<1
en el rationale. Esta definición está completam ente de~ instante la mía. Si se pasa por alto esto, el tema se nc>s
terminada por el mundo. Kant comprend e esta determi~ escapa de las rnanos.
nación del hombre como una unidad del mundo sensible De la misma manera que cada Dasein descubre su mun-
con el entendim ientó y la ¡·azón. Estas determina ciones do, así t<'lmbién cada vida está dada a sí misma como pro-
hay que verlas sin duda en la unidad de una realidad; pero . pi<'~. 1-Iasta ahora hemos hablado de la muerte como lírnítf>.
JHillC<l se interrog;1 por el sentido del ser de esta unidad. Con esto hemos comprend ido tácitamen te la vida corno
La unidad permanec e como una simple suma en la que un proceso que finaliza en alguna parte. La vida se concibe
las partes preceden al todo; el todo es algo merament e se~ como un entramad o de vivencias a las que se pone fin en
cundario. Por el contrario, la totalidad es algo que deter~ algún lugar. Sin e1nbargo, al proceder así, se nos ha vuelto
mina l<1s partes. Por ejernplo, resulta imposible compren~ 8 escapar de las manos lo que habíamos establecid o ante-
der una máquina como una sun1a de ruedas y cosas por el riormente . El Dasein no es un proceso y la muerte no es
estilo unidas de cualquier manera, sino que el todo en su algo que sobreveng a después accidenta lmente. La muerte
significad o [166] detennina el género y la disposició n de es algo que está inminente mente delante del hombre; es
las partes singulares . Se trata de ver la vida en su totali~ algo que la vida misma conoce. Con esto, sin embargo,
dad. Deben1os preguntar por el momento estructura l que todavía no hemos ofrecido una definición de la muerte.
determina la vida como totalidad y por el sentido de esta Muchas cosas se encuentra n delante de mí. iPero aquí hay
totalidad, es decir) por la posibilida d de que esta totalidad una diferencia ! Cuando un acontecim iento se encuentr;:¡
quizás también sostenga nuestro ser en cada instante. An- delante) hablamos de un proceso que me afecta, que me lle~
tes vimos que la vida está esencialm ente inacabada , que ga desde el mundo. La muerte no viene hacia mí desde
siempre hay una parte de ciJa que está todavía delante de un lugar cualquiera , sino que es algo que yo mismo soy; yo
sí. Pero la totalidad implica un acabamie nto. Pero cuan- mismo soy la posibilida d de mi muerte. La muerte es el
do la vida está acabada, en la muerte, ya no es más. Por final más extremo de aquello que es posible en mi Dasein;
lo demás, estamos acostumb rados al hecho de que una es la posibilida d más extrema de mi Dasein. Así, pues, en
cosa es justament e cuando está acabada. Pero éste no es el Dasein hay una posibilida d que está inminente mente
precisarne nte el caso de la vida; cuando tod<~s sus posibi- delante de él, en la que el Dasein lnnnano se encara a sí
lidades se han agotndo ya no es más. L1 person3 muerta mismo como en su posibilida d rnás extren1a. Aquí no se
ha abandona do el mtmdo. La cuestión de h inmortali dad trata de estados de ánimo, sino simpleme nte de ver los
o de la no·i nmortéllid ad no jneg;1 ;:tquí ningt1n papel. He- movimien tos realizados ¡--or el D:::t~f'in ;:¡ partir de la con-

78 79
pec to a la um ert c y, <.d iu ·
la pus 1bi lida d Ill<l S ext r-et na La vid a :>e tran qui liza cur1 n:s
Cie nci a de que la llllJ t:rt: e e~ cun H> alg o ext raf lo, inte
nta
allt c de sí. Yo rnis n1o soy u::r pre tarl a de cie rra 111 ane ra
que tien e inn lÍn t:nl ern ent c del vid a. li.l Da sei n se pre ocu pa
ndo viv o. Nt) se trat a aqu í de bor rar la del h()r i:t.o ute de la
mí mu err e pre cis am ent e cua ; la est ruc tur a del ctti da,l ()
erte , sin u de com pre nde r la por sí n1i srn o e11 la ocu p3c ión
des crib ir mo dal ida des dt: rnu sei n se pre ocu pa a la vez de
vid a. No que ren 1os ofr ece r inc luy e el hec ho de que el Da
mu erte com o pos ibil ida d de la de ale jar esta pos ibil ida d
sin o cot npr end er sus est ruc - sí mis mo . El Da sei n se ocu pa
una IUe tafí sica de la nn¡ ene , nte n1e nte de ella , has ta el
a. Pue s lo difí cil no es mo rir, de la rnu erte . Se ocu pa con sta
tur as ont oló gic as des de la vid d de cui dar se de la mu ertt :
e en el pre sen te. Ha y que pun to que olu ida la pos ibil ida
sin o arr egl árs ela s con la mu ert En est e hui r de la mu erte se
par a la sig uie nte dis cus ión . de una n1a ner a má s rad ica L
rete ner esta ide a de la mu erte -ahí !Da -se in] . En el ant e-q ué
ibil ida d má s ext rem a que el mu est ra pre cis am ent e su ser-
Si la mu ert e es ll6 7] la pos erte . ¿Có n1.o se pt·e sen ta la
e ten er dif ere nte s pos ibi- de la hui da se mu est¡ -a la mu
Das ein mis mo es, el Da sei n deb da de sí mis mo ? ¿Cu ále s son
rad a, que rem os sab er cóm o mu ert e en est a con sta nte hui
lida des de enc ara rla. De ent r est ar- pre sen te? Su ind ete r-
cap tur ado por el uno en- los car act ere s de su pec ulia
la cot idi ani dad y el ind ivid uo Da sei n est á ind ete nni nad a.
rna ner a en que la rnu erte se min aci ón: est a pos ibil ida d del
car an su Inu erte , así cot no la o que par a el Da sei n per -
ar- del ant e-d e-la -mu erte , es Cu ánd o lleg ará la mu ert e es alg
mu est ra a sí rnis rna en est e est ina do. Per o, al mis mo tiem -
cot idia nid ad. Hen 1.o s vis to ma nec e tot alm ent e ind ete rm
dec ir, cóm o com par ece en la e de nos otr os con tod a cer -
ina da por el hec ho de que po, est a pos ibil ida d est á del ant
que la cot idi ani dad est á det erm a tod as las que se pue dan
ndo . La mu ert e com par ece tez a, de una cer tez a que sup era
el Da sei n se pie rde en su mu rto que mo rirá su mu erte .
Exp erim ent a1n os la mu ert e ima gin ar. Par a el Da sei n es cie
a dia rio en la vid a cot idia na. nni nac ión ni la dis min uye .
rtam ent e ind ifer ent e, que el Est a cer tez a no anu la la ind ere
Y sab em os, de una ma ner a cie cot idi ani dad inte nta ale jar
bre de este mu ndo que qui - Al con tra rio , la inte nsi fica . La
n1o rir es una sal ida del hom Ell a cue nta con lo que tod a-
alg ún mo 1ne nro . En est a in- est a cer tez a ind ete rm ina da.
zás tam bié n nos alc anc e en ani dad des pla za la ind ete r-
que con sist e en ale jars e de la vía le res ta al Da sei n. La cot idi
dif ere nci a hay un mo rne nto un no- pen sar -en -ell o.
ert e y la apa rta com o pos i- min aci ón y llev a la cer tez a a
mu ert e. El Da sei n elu de la mu o la má s exr rer na, in-
lejo s que en la cot idi ani dad Así , la mu ert e se rnu est ra com
bili dad . Est a hui da lleg a tan ida d del Da sei n, en la que
und o de que no rno rirá y se det erm ina da per o cie rta pos ibil
se tra ta de con ven cer al mo rib est e Da sei n se enc uen tra del
ant e de sí nlis mo .
su n1u erte . Un o cre e que de de la mu erte no es arb i-
int ent a ma nte ner lo lejo s de Est a det erm ina ció n est ruc tur al
sta ndo un ser vic io al que ceb irla com o a [Jri uri, com o
est a ma1 1er a tod aví a est á pre tra ria ; má s bie n, hay que con
qui líza sól o ant e la per s- ón de la mu erte , una inte r-
se nm ere . El Da sei n no se tran sub yac ent e a tod a int erp ret aci
tam bié n int ent a rec haz arla e pos icio nar se igu alm ent e la
pec tiva de la mu ert e, sin o que pre tac ión fre nte a la cua l deb
erp ret a. Pen sar en la mu ert e e que pen sar en esta det er-
por la Ina ner a en que la int fe. El cris tian ism o tam bié n tien
ía o una hui da del mu ndo .
se con sid era con 1o una cob ard
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mi nación. A tr;:¡vés de la [ 1681 teología cristiana, el pro- nos haga frente puran1ente como lo que es: indeterminada
blema de la muerte apareció por primera vez en conexión con respecto al cuándo, cierta con respecto al qué. Dejar
con la pregunta acerca del sentido de la vida. que esta posibilidad exista como posibilidad, no hacer-
Hemos determinado al Dasein que vive en la cotidia- la efectiva, por ejemplo, por medio del suicidio, signific;:¡
nidad como impropiedad. El impropio estar-delante-de- adelantada. Con ello el mundo se retira, se desrnorona en
la-muerte es, pues, un tipo de evasión. ¿Cuál es entonces el la nada. La posibilidad de la muerte significa que por una
estar-delante-de-la-muerte de la pr·opiedad y qué sentido vez salgo del mundo, que por una vez el mundo no tiene
tiene esto en lo que concierne a la compr-ensión ¡¿consti- nada que decir, qne todo aquello por lo que siento apego,
tución?*] fundamental del Dasein humano?
que todo aquello de lo que me ocupo y preocupo no tiene
. nada que decirme, ya no rne sirve para nada. Entonces el
mundo deja de estar ahí corno algo donde puedo vivir.
VJIJ Tengo que arreglármelas con esta posibilidad exclusiva-
mente a partir de mí mismo. Uno ve así que al Dasein le
Para que la empresa de detenninar el ser de! Dasein re- está dada la posibilidad de elección. El Dasein puede en
sulte exitosa, hay que aprehenderlo en su totalidad. La cada instante comportarse de tal manera que elige entre sí
totalidad está determinada por límites. La muerte es un
mismo y el mundo; el Dasein puede tomar cualquier de-
límite que está ahí para el Dasein mismo. El hecho de es-
cisión a part.ir de lo que comparece en el mundo o a partir
tar delante de este límite como posibilidad indeterminada
de sí mismo. La posibilidad que tiene el Dasein de elegir
y cierta es una característica del ente que tiene el carácter
es la posibilidad de salir de la pérdida en el mundo, es
de la vida humana. El Dasein esquiva esta posibilidad en
decir, de la pérdida en la publicidad. Cuando el Dasein se
la cotidianidad. Ya hemos caracterizado esta forma de en-
ha elegido a sí mismo, resulta que también se ha elegido
carar ímpropiarnente la muerte.- ¿Hay un modo propio
a sí y la elección. Sin embargo, haber elegido la elección
de aproxirr1arse a la muerte que no esté determinado por
significa estar resuelto. Adelantarse significa, por tanto, ele-
la publicidad, sino por el modo en que el Dasein se enca-
gir; haber elegido significa estar resuelto: resuelto no a
ra consjgo rnismo corno en cada caso singular, propio y
morir, [169] sino a vivir. Este elegir y este estar-resuelto
mío? Se trata de aprehender y retener la realidad de esta
es la elección de la responsabilidad que el Dasein asume
posibilidad. HalJarse delante de una posibilidad signifi-
por sí mismo y que consiste en el hecho de que en cada
ca concebirla como posibilidad. Hacer frente a la muer-
actuar me hago responsable de mí mismo a través de la
te como posibilidad significa tenerla ahí, de manera que
acción. Elegir ser responsable de sí mismo significa elegir
la ccmcie1lcía moral como la posibilidad que el hombre
" La Edici.Sn alem:ma di~f': "[ ... ] was isr d:uaus fiir Jj, Grundf¿v?Jer- propiamente es. El rnalentendido en torno a la verdadera
fasmn~ des mensrhhchen Dasel!Js zn cntnehrnen?». fN. dd T.J
estructura antropológica de la ética kantiana es un error

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<Krúan aquellos que viven a partir del illturo. f~stos pue-
de la fenomenolog ía (Scheler). Kant vio que d sentido fun- den vívi1· a partir del pasado y el presente se recdiza pur
damental del Dasein es posibilid,HI, una posibilidad de ser :oí mismo. El tiempo constitnye la totalidad de mi 1)ase in
Y poder escogerse a sí nlisnlo. J>cr() escoger la conciencia y también determina mi prupio ser en cada insunte. l ,a
moral significa al wismo riempu lleg<~r ,¡ser culpable. «El
vida hun1ana no acontece c:n el tietnpo, sino que es el
que actúa carece siempre de collciencia» (Goethe). Toda tiempo núsmo. Esto se comprender á, si logramos mostrar
acción es simultánear nente culpa. Las posibilidade s de que, incluso en d modo de ser cotidiano, lo que deterrnt-
la acción están, en efecto, limitadas con respecto a las exi-
na al Dasein es el tiempo.
gencias de la conciencia. De ahí que emprender una ac- ¿l)e qué manera está presente el tiempo en la cotidiani-
ción genere conflictos. Elegir la auto··respon sabilidad es, dad? Obviamente cuando decido o deterrnino algo acer-
por ranro, llegar a ser culpable en un sentido absoluto. Yo ca de él, cuando miro al reloj y digo ahora. ¿Qué sucede
devengo culpable en la medida en que en general existo, [170] con este ahora? ¿Qué es el tiempo que está detenni-
cuando en general actúo. nado por la regulación del Dasein a través de itinerarios,
¿Qué significan estas conexiones? Este adelantarse a días, semanas y años? En estos n1isrnos medios de orien-
la posibilidad más extrema que me es propia, que todavía tación ya podemos ver que toda la vida está determinada
no soy, pero que seré, es ser-futuro. Yo mismo soy mi fu- de una manera peculiar por el tiempo. Estos modos de
r-uro a través del adelantarse. Yo no soy en el futuro, sino regular el tiempo están determinado s por la ocupación.
el futuro de mí mismo. Llegar-a-ser -culpable no es otra La ocupación tiene el sentido de traer al presente lo que
cosa que llevar-consi go el pasado. Llegar-a-ser -culpable ha sido colocado en el cuidado y, por medio de determi-
es ser-pasado. El pasado se mantiene y es visible en el ser- nados dispositivos , hace disponible lo que todavía no está
culpable. Y, de esta n1anera, el Dasein humano entra ver- disponible. En el cuidado se manifiesta una determinada
daderainent e a fonnar parte del presente a través de sus expectación , es decir, un detern1inad o comportam iento
acciones. En el estar-resuel to, el Dasein es su futuro; en el hacia el f'uturo; yo espero algo del futuro que rne conCier-
ser-culpable , es su pasado; y en el actuar entra en el pre- ne, pero algo que no soy yo misn-.o, pero con lo que tengo
sente. El Dasei11 no es nada más que ser-tiempo. El tiempo que hacer alguna cosa. Pero preocuparse por el futuro t:s
no es nada que nos llegue del exterior del mundo, sino al mismo tiempo olvidar. Lo que nos ocupa y preocu
lo que yo rnisrno soy. En el adelantarse, en el llegar-a-ser- pa pierde el carácter de un haber-sido, está simplement e
c_ulpable y en el actuar está presente el tiempo mismo. El ahí. Su historia queda cubierta. Se convierte en algo co-
tiempo determina la totalidad del Dasein. El Dasein no tidiano. Por tanto, el fenómeno que se opone a la expec-
es solamente en un instante dado, sino que es el mismo tación no es el recuerdo, sino el olvido. La cotidianidad
en toda la extensión de sus posibilidade s y de su pasado. vive siempre en el presente, y en función del presente se
Resulta curioso que en el actuar orientado al futuro se calcula el futuro y se olvida el pasado. Esta tendencia a
vi11ifique el pasado y desaparezca el presente. En realidad
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mantenerse en el presente es la que ha provocado el he- terminar el tiempo no está permitido perder tiempo (re-
cho de que existan relojes. ¿por qué bay relojes? Porque loj de bolsillo). El auténtico ser-temporal no es el actua~
la cotidianidad quiere disponer del curso del mundo en en el tiempo y contar con el tiempo. Hacer uso del reloj
el ahora. Ahora- entonces, entonces, entonces ... nun1e- significa reducir todo el tiempo al presente. [171] Esto se
rosos otros ahoras que deben hacerse disponibles en el ~1 uestra particularmente en los casos en que utilizamos
uno. El reloj es necesario para que tales ahoras resulten el reloj para determinar de manera objetiva los procesos
en general accesibles. de la naturaleza. El Dasein intenta detenninar el mundo
¿Cuál es la génesis del reloj? ¿cuáles son los verda- con la ayuda del reloj. ¿Por qué el Dasein deterrnina el
deros motivos del cálculo del tiempo? El Timen de Pla- nnmdo con el tiempo del reloj? ¿y cuál es el tiempo que
tón: el tiempo es el cielo. Esta experiencia nació de una se mide en las ciencias naturales? ¿Qué significa el uso del
experiencia originaria, pero Platón no pudo aprehender- reloj, es decir, este sistema de cálculo periódico? Significa
la conceptualmente . La cotidianidad orienta la ocupación preparar una posibilidad para comprender el ahora. Pero
según el ahora. La circunspección de la ocupación está la vida pierde así el sentido del tiempo que ella rnism;:¡
determinada en su posibilidad por el ser-día-a-día. Para propiamente es. 1'v1irar el reloj significa: decir ahora. Este
el hombre primitivo, la noche es el tiempo del reposo. ahora, empero, no es mi ahora, sino el ahora del reloj del
El día y el transcurso del día determinan la jornada de que todos podemos hablar, el ahora público en el que to-
trabajo. Mañana, tarde y noche no son datos astronómi- dos convivimos; este tiempo es el tiempo del uno propio
cos, sino puntos de orientación prácticos, puntos del aho- de la publicidad. En este tiempo del uno, por el que nos
ra para ciertos tipos de ocupación. En la medida en que precipita la existencia, se muestra en un sentido extremo
el hombre determina el ahora con respecto al cielo, se el dominio que ejerce la publicidad en nuestro Dasein.
dirige al cielo con sus proposiciones sobre el tiempo. El Este tiempo no es nada más que nuestra misma conviven-
tiempo es el cielo. Para los griegos, se establecieron otras cia, el tietnpo que somos en común.
determinacione s temporales, como el tiempo del merca-
do y el tiempo de las asambleas populares, un tien:1po que
otra vez se orientaba por la ocupación. A medida que se IX
desarrolla la ocupación en común, crece la urgencia para
alcanzar un acuerdo sobre la determinación del tiempo El ser del Dasein en el mundo está determinado como ocu-
Y del ahora. A tal efecto, los griegos inventaron el reloj pación circunspectiva. El Dasein tiene aquí la posibilidad
rural ( ¿ ?). La sombra medida con el pie servía de medida de abstraerse de la ocupación y lograr que la circunspec-
tetnporal. Cuanto más se absorbe el Dasein cotidiano en ción se independice. Así nacen la filosofía y la ciencia en
la.s preocupaciones con1unes, tanto nletJos tietnpo tiene, general. La filosofía es contemplación del mundo y apertu
t:tnro más refinado se hace el reloj. Incluso a la hora de de- ra del mundo en su ser. Aquí el vercLvlcro ente del mundo

86 H7
tanto , L1 cien cia ,_ la dc.T ec:u. y
es la natu ralez a t::11 su inul utab ilida d; pur r1gur a es ya gnJl llétr ica. El arrib a y el abajo
a de la natll - etna eucil dl.II1 .l.
del I11LJ ild(J es, en priw er luga r, desc erraj adur la izqu ierd a son equi vale ntes en la geom
za, de tal rnan e- desp laza nlten ru,
ralez a. 1-iay que h<Ke r pre:o .cute la natu ¡·ale Sus resu ltad os son inde pend ient es del
y en su regu la- s son mua -
ra que resu lte acu.: sible Cll su ser-Í illllu t.ahl e de la rota ción y de la rdle; ..;ión . Sus tcor enla
todo s aque llos . Sobr e la
ridad , de talm ancr ;;¡ qut i.JLH:den excl uido s . ·a bies con resq ecto a estas tran sfon naci· ones ·t·'
lació n y dete r- r n conc 1 )1~) una
mom ciHo s que inter fiere n en la cont emp base de esto s hech os, el mate n1át ico Klet
11

esta tend en- l~s mvanan~es


mina n el acce so a la natu ralez a. De entr ada geom etría en ténn inos de una teor ía de
'
ndo dete rmin adas nes. Lap ro-
cia se ha desa rroll ado no tanto prop onie )ara un dete rnlÍn ado grup o de trans form aCio
cone xion es de leyes com o aseg uran do los conc
epto s recto -·
tlem ática surg ió en torn o a la cont rove
rsia del ax~o·n,w
filos ofía grieg a. la supo sJciO n
res fund ame ntale s. Éste fue el caso de la inde mos trab le de las para lelas . Así, se hizo
s ligad as ser válid o, Y ,se
Inde pend iente men te de roda s las cont inge ncia metó dica de que ese axio ma no pod ía
al acce so, a la med ició n y a la dete rmin ació
n, la físic a as g~(~metnas
llegó ento nces a la elab orac ión de dos nuev
r las leye s fun- adn11t1a que a
mod erna se imp uso la tarea de desc ubri no cont radi ctor ias entr e sí: la elípt ica, que
dar:n enta les del mov in1i ento y de sus dete
rmin acio nes. para lela d~~de
part ir de un pun to no se pued e traz ar una
La teorí a de la rela tivid ad se tom a muy en
serio esta idea los de un tnan -
una recta dada (aqu í la sum a de los ángu
ralez a. No es adm itía que
de un cono cim ient o absu lu.to de la natu ,.ulo es infe rior a 180° ); la hipe rból ica, que
una teor ía acer ca de la valid ez relat iva de
las leye s físic as,
: part ir de un pun to se podí an traz ar diferent~s parak la:o.
de la dete rmi- los angu los del
sino que se inte rrog a por las cond icion es Jesd e una rect a dada (aqu í la sum a de . 1
ebir la natu ra- ( 1~) ~u terne ', a . a
naci ón y de la med ición que perm iten conc trián gulo es supe rior a 18 0°). En e conc
der sus leye s de se p.artl<l de
leza pura n1en te desd e sí rnis1 na y com pren dete rmin ació n de las leye s del mov unte nto,
tiene esta teo- tiem po form aba
n1ov imie nto. - ¿Qu é sign ifica do filos ófico un siste ma de coor dena das en las que el
ría cien tífic a part icula r? Esta preg unta se
justi fica por el teó la pregt~nta
una cuar ta coor dena da, y ento nces se plan
ina sólo [ 172] tico <~ bien s1 las
hech o de que toda cien cia part icula r genu de si resu ltab a pref erib le un siste ma está
la 1ned ida en .n1?v1l. Las leyes
es una filos ofía conc reta , y es genu ina en equi vale ncia s se n1an tenía n en un siste n1a
la relat ivid ad II11tento acel era-
que se fund a f1los ófica men te. La teor ía de new toni anas se tran sfon nan con un nlOV
toda vía no ha sido sufic iente n1en te conf
irn1 ada por los a mantene~ las
do del siste ma de med ida. La tend enci a
cons tatac ione s r el espa c1o Y
hech os. Con todo , ha expe rime ntad o dos leye s del mov inlie nto cond ujo a mo~ifica
los rayo s lumi - t~l man era
de gran imp orta ncia : J) la curv atur a de el tiem po (com o cond icion es de med tda) , d~
la desv iació n de se cons erva ban toda s las leye s del. n.10V d
Jmte rno con
noso s por el efec to de la grav itaci ón; 2) ,rd
te, la teor ía de- que ma e me l a.
la órbi ta de Mer curi o. Mat emá tica men resp ecto a todo s los mov imie ntos del stste
conc epto radi- det:a das para
pend e del hech o de que se logr e obte ner un ¿cóm o hay que defin ir el siste ma de coor
espa cial de una el ttem po que
cal de la geon 1etrí a. No toda prop ieda d logr ar esto ? La cond ició n nece saria es que

88 89
yo mido y los crit(Tios de medida cambien en función del
Éste es el tiempo del mundo sobre el que todos se po-
movirniento. Fl t'spacio y el tiempo cambian, son inde-
nen de acuerdo. Si este tiempo medido no es el auténtico,
pendientes de la materia. Así se hace necesario redefinir
Bergson se equivoca al pensar que aquí se espacializa el
el concepto de m;Heria y de carnpo de fuerzas.
tiempo. Antes bien, el tiempo es reconduci~o del futur?
¿Qué encierran estas determinaciones por lo que hace
al ahora. - No es una casualidad qne la pnmera defim-
al tiempo? El concepto kantiano de tiempo ya no resul-
ción científica se ocupe del tiempo de la naturaleza. Aris-
ta adecu;1do. El nuevo descubrimiento [de la teoría de la
tóteles tomó conciencia de lo que realmente se mide en
relatividad] es que el tiempo es siempre local, que de-
la medición del tiempo. El reloj solar muestra un<t som-
pende del lugar de medición. Medir significa: consultar
bra móvil que cambia constantemente de lugar; la sombra
un criterio de medida de tal mane1·a que resulte visible la
está ahora aquí, ahora aquí, ahora aquí. .. , etc. Así dice
cantidad de Jo medido; lo medido se hace disponible y
Aristóteles: el tiernpo es lo numerado en el movimiento
presente gracias al número. La medición es un tipo de
según el antes y el después. Esta definición se mantiene e~1
presentificación. Uno comprende que el tiempo es un
lo esencial hasta la modernidad. También Kant determi-
tiempo local, si piensa que el sí rnisrno es el tiempo pro-
na el tiempo a partir de la comprensión de la naturaleza.
pio, que el tiempo no es nada que [ J 73] acontezca fue-
Ahora se trata de comprender el tiempo como la realicbd
ra de nosotros, un recipiente del ser, sino que nosotros
que nosotros mismos sotnos. El ser impropio del tien1po
mismos sontos el tiempo; que los procesos del mundo se
es el habitual; cada uno de nosotros mismos es el tiem-
producen en el tiempo. Los procesos descansan en un tipo
po propio. Topamos aquí con la dificultad siguiente: ¿si
de concepción que es capaz de decir «ahora>>.
cada Dasein mismo es el tiempo, cómo puede a pesar de
Así, pues, el tiempo, incluso pensado como tiempo de
todo subsistir el tiempo medido? É,ste es el problema de
la naturaleza, no se puede concebir metafísicamente en
cómo debe comprenderse el carácter específico del Da-
términos absolutos. Esto es uno de los descubrimientos
sein singular en el marco de la convivencia en el tiempo.
básicos de la teoría de la relatividad. El tiempo físico es
- Pero con respecto a nuestra pregunta por el sentido
una multiplicidad unidimensional irreversible de lo an-
de la historicidad debería bastar con las determinaciones
terior y de lo posterior. Cada ahora es irrepetible en su
ofrecidas hasta aquí.
identidad, cada uno tiene su posición unívoca. Las deter-
minaciones últimas de estos ahoras es su apertura; ésta es
sin comienzo y sin fin. Minkowski se propuso reformular
X
n1atc:má tícamente la geometría sobre la base de estas de-
tern1inaciones del tiempc•. Recurriendo al tiempo como
La pregunta propiamente chltheyana tiene que ver con el
cuart:1 dimensi<ín, desarrqJió la geornetría en el marco de
la teorí<1 de- la relatividad. . sentido de la historicidad. Est<~ pregunta está estrechal1Jetl
te lig;1da con l;:~ tendencia ;1 comprender la vida a p:utir

90 Ql
de sí mism a y fl() a pani r de tlll~l reali dad extra
cc:t· lo
t1a. Esto liisto riog ratía (loTo pE:'ll ': inda gar, dar a conu
írnpl ica que hay que ha~;er vbib le la vida
11n acun tecer
rnisn w en su que acon teció ) signí hc1 el conu cin1Í ento de
el <.~a­ ¡Ges dJeh en 1. Se llam a histó rico al mod o de c_ono
cHnJ en-
..:~m.stit~Kión. Dilth ey ha 111os rradu y subr ayad o que
·ico. ~e con- tu 4 ue pen1 1ite dar a cono cer algo pasa do.
l~ste cono c1,
racte r fund amen tal !de la vidaj es -'>er- histór
crític a y la
tent<~ c=>I~ estab lecer este hech o, sin preg unta rse qué
es mien to se desa rroll a en el desc ubrin 1Íen to, la
expo sició n
ser-h iston co y Sin most rar en qué medi da la
vida es his- inter preta ción de las fuen tes, así corn o en la
expr esión
tóric a. Nos hemo s plan tead o esta preg unta parti endo de de lo enco ntrad o en esas fuen tes. ¿Por qué la
desig nar
la feno meno logía )' la hem os prep arad o para
un análi sis "con ocim iento de un acont ecer> > se utiliz a para
acon tecer
del Da_sein )' l J 74 J de su 1·eal idad efect iva, el tiem
po. Con este acon tecer misn 1o? Porq ue se trata de un
tecer qued a
esto disp onem os de unos ciini entos que nos
ayud arán a que nos conc ierne a noso tros n1Ísm os. El acon
él. .
la hora de form ular la preg unta por la histo ricid
ad, que prese rvad o en el cono cimi ento que tene mos de
ífica de la histo -
accH neter einos en rr·es etapa s: Para alcan zar una deter mina ción cient
nto. Pero
l. Histo ria e histo ricid ad. ria debe ríam os prim ero disti ngui rla del rnov imie .
' darn os por satis fecho s con algun <Js In-
2. Histo ricid ad e histo riogr afía. aquí tend remo s que
ente Y es-
3._ _Un ejem plo de cono cimi ento histo riogr áfico
com o dicac iones . Ante s disti ngui mos entre estar -pres
más ampl io,
P~)sJbthdad del ser-h istór ico: la inve stiga ción filos ófico
- tar-e n-el- mun do. Mov imie nto es el conc epto
... a ... ; los
histó rica. alud e al fenó men o del carnb io, del tráns ito de
ria acon tece
A mod o de prep arac ión parti mos de una deter
nlÍna - mov imie ntos discu rren en el mun do. La histo
ntar~e es
ció~ de _los térm inos: histo ria fGesc hicht e] e histo riogr afía conm igo mist no; yo soy ese acon tecer . El adela
io tutu-
tf·itston~J. Las dos pala bras tiene n un orige n com pleta - un mov imie nto que cond uce al Dase in a su prop
amen tal
rnen te dtfer ente y, a pesa r de todo , se inter carn
bian entre ro. Este ir-de lante -de-s í es un tnov itnie nto fund
se desc ubre
sí. Esta posib ilida d no se da por casu alida d. La histo ria que surge de la histo ria, pues graci as a éste
io, t~na
desig na un acon tecer que somo s noso tros mism
os y en el el pasa do. Este acon tecer no es un simp le camb
la med tda
cual estam os impl icado s. Hay una difer encia
entre histo - simp le secu enci a de even tos; ante s bien , en
noso tros so-
ria Y mov imie nto, por ejern plo, de los astro s. Sólo
cuan do que van1 os por dela nte de noso tros n1isn1.os,
ctura de este
los ~érminos se toma n en un senti do muy an1p
lio se pued e tnos el acon tecer misn 1o. Perte nece a la estru
de noso tros
deci r que tamb ién hay una historüot del mun
do. Form al- acon tecer el hech o de que tene1 nos un sabe r
e desc ubie rto ahí.
men te habl ando , la histo ria es un tipo dete
rmin ado de mísn 1os. El acon tecer está origi naria ment
ricid ad de
rnov imie nto. La histo ria es un acon tecer que,
en cuan to Nos apro xüna n1os a esta estru ctura de la histo
po. Som os
pasa do, toda via está ahí, del que tene mos un
ciert o sabe r la misr na n1an era que lo hace mos con el tiem
stro futu-
Y que arras tran1 os con noso tros. En la dete rmin
ació n «pa- histo ria, es decir , nues tro prop io pasa do. Nue
noso tros.
sado » se 111a11ifiesta el 1110111ento del tíen1 po. ro vive del pasa do. Arra stram os el pasa do con

92 93
Esto [ 17 5] se muestra claramente en la convivencia con Jos en lo que es, habrá que evitar las interpolacio nes de tot-bs
otros, en la generación. Dilthey descubrió la importancia aquellas pregunt-as que contradigan la respectiva situación
de este concepto para el fenómeno de historicidad . Cada histórica. Esto implica que la reflexión fundamenta l soht·e
uno de nosotros no es sólo él mismo, sino que pertenece la investigació n histórica también permite desarrollar un
a su generación. La generación precede <ll individuo, está concepto del Dasein que hace posible la interpretaci ón
ahí antes que él y determina su existencia. El individuo de su historia. Esta elaboración del suelo es un elemento
vive d_e ~o que fue pasado, de lo que arrastra el presente fundamenta l del método histórico. Por lo general, en la
y, en ultnno término, de las fuerzas que libera una nueva investigació n histórica objetiva se admite ingenuamen te
generación. que los conceptos heredados de los que se hace uso son
AJ~ora se puede aprehender expresan1en te el pasado, evidentes por sí mismos. Así, en la historia de la filosofía,
e: deCir, ~1oner de relieve aquella conexión de ser del que la escuela de Marburgo también ha intentado compt·en-
der la historia con la ayuda de conceptos kantianos. En la
v1ve la vrda como tema de una investigació n directa. El
pasado está inmediatam ente ahí con1o un presente que filosofía católica se ha interpretado a Aristóteles a partir
ha pasado. Esta aprehensión de un pasado está conteni- de T01nás de Aquino. Y en la guerra entre estas escue~
da siempre dentro de ciertos límites. Esta posibilidad está las, las unas han mostrado un Platón idealista y las otras
d:terminada por el modo en que comprendem os y defi- un Aristóteles realista. En el respectivo presente histórico
mmos nuestra propia existencia. Por ejemplo, el carác- len el que se mueve una investigació n] existe el peligro
ter absoluto de la consideració n de la historia de Spen- de obstruir la historia, de no descubrirla, sino de hacet·la
gler está determinado por la interpretaci ón de culturas inaccesible. Liberarse de tales prejuicios y meditar nueva-
definidas fundamenta lmente como símbolos, expresión mente sobre las condiciones que permiten aprehender el
de un ahna cultural. Esto implica una determinad a in- pasado es una tarea crítica. La investigació n filosófica im-
terpretación de Jos fenómenos, que ya no permite una plica la crítica del presente. En una apertura originaria el
determinaci ón auténtica de los mismos. El alma cultural pasado [176] ya no es sólo la anticipación de un presente,
misma se comprende en términos puramente biológicos. sino que es posible liberar el pasado, de tal manera que se
Esta consi?eraci ón de Spengler es estética, no persigue vea que el pasado es el lugar donde encontramo s las ver-
configt~raciCmes dinámicas de la historia, sino que reve- daderas raíces de nuestra existencia y donde se intensifica
la nn ttpo de botánica disfrazada de historia. El propio la fuerza vital de nuestro propio presente. La conciencia
pre:sente es sólo uno entre otros. - Las tesis de esta in- histórica libera el pasado para el futuro; entonces adquie-
terpretación de la historia son segurament e criticables; re empuje y se hace productivo. Y sólo porque el Dasein
~quí simp!~nlente queremos rnostr8r que d objeto de la es en sí mismo histórico y puede tener su propio pasado,
HJVest1gaCJon se etun;:Jrca ele entradn en un 8 determinad;1 pueden darse t-ambién épocas ahistóricas que no vean e-1
interpre:t;:¡ci 6n. Si h:1y que ;:¡brit· :lut-éntic:nn ente el pas 8 do pasRdo en cu::1.nto tal, sino que quedan absorbidas por

94 95
el presente , algt> que sólo respond e a una deterrni nada ven1os que el habitual ;;~~pectu confuso de Lt historia d<..:
modalid ad del ser- rempoLd y del ser-histó rico. la filosofía resulra realmen te simple. Resulta llamativ o el
Nos re¡wesc: ntamos el significa do de la investig ación hecho de qne los griegos interpt-e taran el ser a p~utir del
histórica y su pllsibilid ad de la mano de Ll historia de la tiempo: ouuí o significa presenci a, presente . Porque el ser
filosofía. No escugem os este ejemplo de manera arbitra- significa esto, se puede decir que el verdade ro ser es aque--
ria, sino porque la fenomen ología ---una de las tendenci as llo que jamás está ausente, es decir, lo que está siempre
más genuina s y radicale s de la filosofí a- se caracter iza ahí: áEL ov. En la tradició n se ha emplead o este concept o
por su ahistoric idad y su animadv ersión hacia la historia: de ser para compre nder la realidad histórica , una realidad
creyend o poder rechaza r lo pasado con1o irreleva nte y que precisam ente no es siempre . Queda claro, pues, que
poder acceder por sí misma a las cosas, la fenomen olo- si la doctrina griega del ser se acepta acríticar nente como
gía quedó presa de planteam ientos tradicion ales a la hora absoluta , resulta imposib le para la investig ación histórica
de formula r sus problern as. Sin embargo ' el sentido de la alcanzar una co1npre nsión de una realidad como la del
. . ~ ~ -
lnvesnga cJon 1enome nológica es reflexio nar siempre de Dasein histórico . Descarte s es una prueba [177] de que la
nuevo sobre sí misma y liberarse cada vez más de tradi- doctrina griega del ser se conserva viva hasta nuestros días.
ciones inautént icas con el fin de activar el pasado en un Descarte s echa mano de la doctrina tomista del ser cuyos
sentido genuino . concept os fundame ntales son enteratn ente griegos. Des-
Un problem a fundatn ental que teníamo s constan te- cartes olvida pregunt ar cuál es el sentido del ser del «yu
ll1ente presente , pero que todavía no habíamo s plantea- soy» que él había descubie rto. Sim.plen tente se conform a
do de manera explícita , guía nuestras consider aciones: la con introduc ir el concept o de ser de la simple presenci a
pregunt a por el ser del ente. La pregunt a por el ser de un mundan a. Este olvido y esta confusió n se han perpetu ado
ente detenni nado todavía no es radical, en la medida que hasta en la fenomen ología. Tampoc o Husserl formula la
no se sepa aún qué se entiend e realmen te por ser. Platón pregunt a por el ser de la concienc ia. Se puede ver, pues,
fue el primero que formuló este problem a central en el que a través de la historia de la filosofía se mantien e una
Sofista. Este problem a se abandon a con el declive de la determi nada interpre tación del ser que determi na toda la
investig ación histórica . 1-Ioy en día, uno se contenta con concept ual idad filosófic a.
decir que el ser es el concept o más universa l y por ello La problem ática histórico -filosófi ca queda así recon-
indefinib le. Ahora bien, lo que resulta decisiv~ para u~ ducida a la pregunt a fundame ntal acerca del ser mismo.
COJ1~epto no es tanto la definició n como el hecho de que Debemo s plantear esta pregunta de tal manera que man-
TemJta a un estado de cosas. Esta pregunt a crítica es la tengamo s la continui dad con el primer planteam iento cien-
pregunt a central y es~ al mismo tiempo, la pregunt a acer- tífico que hicimos en torno al ser en los griegos con el fin
ca del camino que permite acceder a una experien cia del de investig ar su legitimi dad y sus límites fundame ntales.
senti(io del ser. Al plantear la pregunt a en estos ténnino s, Si se logra que la filosofía científic a retome nuevam ente

96 97
sus temas reale-s, se ved que una tal investigación resultará
otra vez fecunda para las ciencias, se verá que la lógica no
es una formulación suplementar ia que se añada al proceder
de la ciencia, sino una exploración preliminar que descubre BREVE GI~OSARIO TERMINOI~ÓGJC:O
los conceptos fundamental es. Para esto precisamos de la
historia de la filosofía, es decir, precisamos de una nueva
comprensió n de los antiguos. Debemos ponernos nueva-
meme al nivel de interrogació n de los griegos. - Yorck
von Wanenburg tenía una idea clara de la necesidad de la
reflexión histórica, quizás incluso más que Dilthey; el21 de El presente glosario terminológi co no tiene ninguna pre-
agosto de 1889 escribe: «Las ondulacione s provocadas por tensión de exhaustivida d. Simplement e nos limitamos a
el principio de excentricida d, que hizo emerger una nueva recoger algunas de las principales expresiones filosóficas
época hace más de cuatrociento s años, me parecen que se empleadas por Heidegger en estos dos textos. De hecho,
han dilatado y aplanado hasta el extremo; el conocimient o ninguno de ellos presenta demasiadas dificultades desde
ha progresado hasta el punto de superarse a sí mismo, y el el punto de vista terminológi co. A diferencia de la com-
hombre se ha alejado tanto de sí mismo que ha desapareci- plejidad conceptual y riqueza terminológi ca que encon-
do de su campo de visión. El 'hombre moderno', es decir, tramos en el grueso de las lecciones heideggerian as an-
el hombre desde el Renacimient o, está listo para ser ente- teriores a la publicación de Ser y tiempo, nos hallamos
rrado>>15. -- Elll de febrero de 1884: <<Porque filosofar es ante dos escritos que sorprenden gratamente por su clari-
vivir, hay a mi parecer -ino se alarme usted!- una filoso- dad expositiva. El primero se limita a presentar el estado
fía de la historia: iquién pudiera escribirla! [ ... ] Es por ello de la cuestión en torno al concepto de tiempo en la cienci:1
que no puede haber más un filosofar real que no sea histó- histórica de un joven Heidegger que acaba de publicar
rico. La separación entre filosofía sistemática y exposición su tesis de habilitación sobre la doctrina de las categorías
histórica es esencialmen te errónea. [ ... J Me alarmo ante la en Duns Escoto. El segundo, como se ha indicado en la
celda monástica del hombre moderno en esta época donde nota a la presente edición, reproduce las conferencia s que
la ola de la vida es tan grande, donde el saber debería ser Heidegger dictó en Kassel ante un público sin una forma-
un poder. Pero si la ciencia tiene una hase, ésta es la de un ción filosófica específica, lo cual explica en gran medida
mundo pasado, la que proporciona n los antiguos» 16 • la relativa sencillez del vocabulario utilizado y la didácti-
ca forma de abordar el tema de la historicidad a partir de
la obra de Dilthey.
l.'>. Jlr-ie(r<:echs('[ Z7f1ÍS<he1! \Vi/he/m J)ifthev rmd dPm c;,afen T'au! Yord?
r•otr \'<~1rte~rbur:r;:, CÍL, p. 8:>. Con todo, creemos útil y necesario acl<'tnu somera-
1¡:;_ Tbid., p. 25 l. mente el uso que hace Heidegger ck los siguientes cuatro

98 99
términos con el hn de evitar posibles malentendidos y fa- entre Historie y Geschichte empieza a perfilarse a partir de
cilitar la c<Jmprensión de la lectura. . la conferencia pronunciada ante la Sociedad Teológica de
En primer lt1gar, hay Ljllt':' tener presente la diferencia lVlarburgo de 1924, "El concepto de tiemp<P', que luego
que se establece en las "Conferencias de Kassel,. (1925) se ve ampliadd considerablemente en el rratado homóni-
entre llistorie (historiografía) y Geschichte (historia). De mo de 1924 3 • En este tratado recientemente publicado en-
entrada, conviene sei1alar que en el temprano artículo «El contramos un profundo análisis de los conceptos de his-
concepto de tiempo en la ciencia histórica» (1915) no se toricidad y de temporalidad que se enmarca en la lectura
distingue todavía con nitidez entre Historie y Geschic:hte, heideggeriana de la correspondencia entre el conde Yorck
historisdJ y gesc:hichtlich. No será hasta las lecciones del de Warrenburg y Dilthey. Un tratado que, por otra parte,
semestre de verano de 1920, Fenomenología de la intuición anticipa estructural, temática y conceptualmente el núcleo
y de la expresión, donde el joven !Ieidegger hable de seis fundamentdl de Ser y tiempo. Así, pues, no cabe ninguna
sentidos de historia; pocos Ineses después, concretamen- duda de que la diferencia entre historia e historiografía está
te en las lecciones del semestre de invierno de 1920/1921 terminológicamente consolidada a la hora de pronunciar
Introducción a la fenomenología de la religión, ofrece su las «Conferencias de Kasseb.
propia visión de la historia J. Asimismo, en su recensión de Así, pues, Historie hace referencia a la ciencia hist<:">rica,
la Psicología de las concepciones del mundo de Kad Jas- al saber histórico, al conocimiento estrictamente historio-
pers de 1919/1920 afirma que la historia (Geschichte), en el gráfico, es decir, a la ordenación cronológica de los he-
sentido de lo que efectivamente acontece, es rigurosamen- chos históricos, al establecimiento lineal y progresivo de
te diferente de la pretensión científica de la historiografía secuencias históricas, a la datación de los acontecimiento:-
(Historie), que convierte la historia en un simple objeto de del pasado. Una tarea que, según Heidegger, ocupa bási-
2
estudio • En sintonía con la Segunda intempestiva de Nietz- camente al historiador. En cambio, el término Geschich-
sche, 1-leidegger atribuye a la historia un sentido positivo te, que comparte la t·aíz del verbo geschehen (acontecer,
y a la historiografía un sentido peyorativo. La distinción acaecer, suceder), remite al acontecer mismo de la histo-
ria, al proceso de gestación histórica al que está some-
tida cualquier parcela de la existencia humana. En este
1. Cf., respecrivameme, Phdnomenologie der Anschauung und des Aus-
druckes (GA 59), Vittol'io Klostennann, Frankfun a. M., 1993, pp. 43-49, sentido, ser histórico significa estar constituido por las
Y Einleitung in die Ph.inomenologie der Religion, en Phiinomeno/ogie des re-
ligiosen Lebu1s (GA 60), Virrorio Klostermann, Frankfurr a. M., pp. 33-45,
1995 (trad. cast. de J. U~catescu, Introducción a la fenomeno/ogia de la 3. Cf., respectivamente, Der Begriff der Zeit (Vortrag 1924), Max Nu::-
religión, Simela, Jv!adrid, 2005, pp. 66-75). rneyer, Tübingen, 1989, p. 25 (trad. case de J. Adrián y R. Gabás, El concepto
2.. Cf. •<Anmerkuugen zu Karl Jaspers 'Psychologie der Wehanschau- de tiempo [Conferencia de 1924}, Trona, Madrid, •2006) y Der Begri/f der Zeit
u ngen',, en Wegmarken (GA 9), Vittocio Klosterrnann, Frankfurt a. M., 1976, (Abhandluttg 1924] (GA 64), Virrorio Klostermann, Frankfun a. M., 2004,
pp. 32--34 (trad. cast. de l-1. Cortés y A. Leyte, Hitos, Alianza, Madrid, pp. 85-103 (trad. cast. de .J. Adrián, El concepto de tiempo Dratado de 19 2-1],
2()0(), pp. 38-40).
Herder, Barcelona, 2008, pp. 109-131 ).

]()() 101
diferentes estructuras de sentido que detenninan nuestra Eduardo Rivera en su vers1on de Ser y tientpo'. En cu::~l­
existencia temporal. Esta distinción también guarda una quier caso, la traducción no es sencilla. Sin entrar en !:1
estrecha relación con la diferencia que se establece entre discusión sobn, las ventajas y desventajas de cada un::1 de
das Vergangene, lo pasado, lo que ha desaparecid o irrevo- estas opciones, tan sólo queremos señalar que el térrnino
cablemente, lo enterrado por el pasado, y das Gewesene, Dasein empieza a adquirir un rango técnico en el Informe
lo sido, la historia acontecida, lo que todavía permanece Natorp (1922) para señalar al ente que se intenoga acerca
vivo y activo para nuestro presente, lo que todavía tiene de su propio ser". Este significado de Dasein se consolida
la capacidad de influir sobre nuestro destino. Además, ju- plenamente en las lecciones de 1923 Ontología. Herme-
gando con el parentesco lingüístico de las palabr·as, Hei~ néutica de la facticidad, en las que Heidegger lo deter-
degger asocia Geschichte (historia) con Geschehen (acon- mina en su valor de indicación fonnal corno el modo de
tecer) y Geschicl< (destino colet1vo). Tras el cambio de ser propio de la existencia humana 7 • Bien es cierto que
perspectiva que sufre su pensatniento en los años sucesi- Heidegger ya emplea, en 1920, la expresión Dasein en
vos a Ser)' tiempo, se hablará de Seinsgeschic hte (historia su reseña del libro de Karl Jaspers Psicología de las con-
del ser), Seinsgescheh en (acontecimi ento del ser) y Seins- cepciones del mundo, para referirse al yo histórico, para
geschíck (destino del ser) 4 • A la luz de estas aclaraciones , indicar la situación concreta del individuo, para señalar
traducirnos Historie por «historiogra fía», Geschichte por la condición de arrojado de la existencia humana y para
«historia>>, Geschichtlic hkeit por <<historicidad>> y Gesche- aludir a la experiencia fáctica de la vida humanaR. De esta
hen por «acontecer» . Y los respectivos adjetivos de hísto- manera, Heidegger toma distancia con respecto al signi-
risch y geschichtlic h por <<historiográfico>> e «histórico». ficado clásico canonizado por Christian Wolff, según el
En segundo lugar, queremos dejar claro el doble sig- cual Dasein equivale a Existe11z (existencia) en el sentido
nificado que tiene la expresión alemana Dasein. En el de \Virklichkeit (realidad efectiva) y Vorhandense i1t (suh-
lenguaje filosófico y en el lenguaje coniente, Dasein sig- sistencia). En cambio, Heidegger utiliza Dasein exclusiva-
nifica básicamente <<existencia». Ahora bien, ya en el jo-
ven t·Ieidegger el término Dasein se convierte en uno de 5. M. Heidegger, Ser y tiempo, rrad., prólogo y notas de Jorge Eduar-
los principales términos técnicos de su pensamiento . El do Rivera C., Trotta, Madrid, 4 2009.
término l)asein se ha traducido por <<ser-ahí», <<ser-aquí,, 6. «Phanornenolog ische Interpretatione n zu Aristoteles. Anzeige der
hermeneutische n Situation»: Dilthey Jahrbuch 6 (1989), p. 3 (trad. cast. de
«estar aquí», «ex-sistencia> > e, incluso, «existir» y <<existen- J. Adrián, Interpretaciones fenomettol6gica s sob1·e A1-ist6tefe~. lndicacifm de
cia hunnna». Pero también resulta cada vez más corriente la situación hermenétltica, Trotta, M.adrid, 2002, p. 31 ).
7. O~ttologie. Hermeneutik der Faktizitiit (GA 63), Vittorio Kloster-
mantener el vocablo alemán sin traducir, con1o hace Jorge mann, Frankfurt a. M., 1988 (trad. cast. de J. Aspiunza, Ontología. Henne··
ltéutica de la facticidad, Alianz.a, Madrid, 2000).
8. «Anrnerkungen zu Karl Jaspers 'Psychologie der \"X!t:ltansdwunn
4. Farn c~tos últimos términos, ,·éase 1\-1. H•.·ídFgger, 7.ur Sachf! des gen',, cit., pp. 8-10, 14-15, 23·21, 29·32 (trad. o:it., pp. 2022, 24-2h.
Dwkern, Max r-.Jiemere-r, Tübingen, 1976, p. 9. ll-33, 35-38).

102 J 03
mente para indi._.:ar Lt ._.:unstÜ ttuon ontológ ica dt~ la vida u1 utros textus del misJno período , sobrevie 11e ele lllla llld-
humana , que se C.lLh:te riza pur su apertur a (Da) al ser nera repenti na y súbita, es decir, se caraLtei -iza por su total
(S'ein) y la capacid ad de interro garse por su sentido . Así, indeter minació n. De ahí la imposib ilidad de planific ar una
pues, cuando Heideg ger utiliza la expresi ón Dasein en el estrateg ia que se ;:¡nticip e a la muerte ; se trata, rnás bien, de
contex to de su interpr etación del trabajo de Dilthey man- tomar concien cia de esta posibili dad extrem a, de asumirl a
tenemo s la traducc ión habitua l de "existe ncia» y cuando propiam ente en cuanto tal e integra rla como un elemen to
apela al sentido más técnico del términ o hemos optado más de la vída human a. En definiti va, en este adelant arse
por manten er el término alen1án «Dasein » sin cursiva . hasta la posibili dad de la muerte se hace patente la radical
En tercer lugar, traduci mos Vorlauf en prefere ntemen - finitud de la propia existen cia.
te por «adelan tarse», descart ando así otras opcione s como La expresi ón se utiliza por primera vez en julio de 1 ~24,
•<an_ti~ipar,, «anticip ación» y «precur sar». A juzgar por la en la mencio nada confere ncia «El concep to de tiempo »,
defimc ión del Diccion ario del Uso del Espat1o l de María para señalar aquel movirn iento por el que el Dasein se
Moline r, el término «anticip ar'' -que signific a «hacer una adelant a hasta su haber-p asado (Vorbei ); en cambio , en
cosa o fijar una fecha para hacerla antes de lo previst o; las leccion es de 1925, Prolegó menos pam una historia del
llegar o hacer lo que se expresa antes de que ocurra una concep to de tiempo , ya se habla concre tament e de un ade-
cierta cosa o antes de que lo haga otro>> - puede llevar a lantarse hasta la muerte 9 • Asimis mo, la situació n límite de
pensar vorlau{ en como la anticip ación de un plan de acción la muerte , al igual que otras situacio nes límites como la
prefijad o raciona l y pragmá ticamen te por el sujeto en lugar angusti a, con las que Heideg ger estaba familia rizado a tra-
de un avanza r hacia el horizon te abierto y finito del Dasein, vés de su lectura del libro de Karl Jaspers Psicolo gía de las
es decir, de un precurs ar la posibil idad ontológ ica de la concep ciones del mundo , adquie re una relevan cia ontoló -
muerte . En el context o heidegg eriano preferim os utilizar gica central en ellnfor nze Natorp como movim iento qnc
10
la expresi ón «adelant arse>> en el sentido que ofrece María se opone a la caída en el uno público •
Moline r de «ir hacia delante », «avanza r», «estar situado de- Y, en cuarto lugar, hemos decidid o traduci r Ví!eltan -
lante de lo que se expresa »; por cierto, un sentido rnuy schauu ng por «conce pción del mundo » en lugar de las ex
próxim o tambié n al de «precur san• que «se aplica a lo que presion es rnás habitua les de <<visión del mundo» y «cosmo ·
anunci a o inicia algo que tiene su comple to desarro llo pos- visión» . lndepe ndiente rnente de la traducc ión cn1plea da,
rerionn ente». En cualqui er caso, hay que tener dara la dife-
9. Cf., r·cspcctiv amenre, Der Begriff der Zeit, cit., pp. 17 ~s. (trad. uL,
rencia entre el hecho de adelant arse hasta un acontec imien-
pp. 44 ss.); Prolegom ena Ztlr Geschich te des Zeitbegri ffes (C/1. 20), Vil t <>t
io
to futuro co1no el fenóme no singula r, cierto, innline nte e Klosterm ann, Frankfur t a. M., 1988, pp. 438-440 (trad. c¡st. de J. A~
irrepet ible de la propia muerte y la acción de anticip arse piunza, Prolegóm enos para una historia del concepto de tiempo, Aliatll.l,
Madrid, 2006, pp. 396-397) .
a una situació n con un plan raciona lmente premed itado. La 10. Cf. «Phanom enologisc he lnterpret ationcn zu Aristutelc:~ .. ", LIL.
muerte , co1no se señala en estas confere ncias al igual que pp. 11-12 (trad. cit., pp. 40-42).

104 105
hay que tener presente que la discusión en torno al posible aceptar que la tarea de la filosofía sea producir una con-
estatuto filosófico de la concepción del mundo está muy cepción del mundo o culminar en ella. Resulta importan-
presente en los primeros cursos universitario s que Heideg- te detenerse por un mornento en este aspecto, porque h
ger dictó en Friburgo, especialmen te en las lecciones d~l proximidad del primer lfeidegger con Dilthey y con las
semestre de emergencia de 1919 La idea de la filosofía y filosofías de la vida puede llevarnos a pensar erróneamen te
el problema de la concepció11 del mu1uio, en las lecciones que la hermenéutic a de la facticidad, es decir, el análisis de
del semestre de verano de 1920 Fenomenolof ?ía de la in- las estructuras ontológicas del Dasein, suministra una suer-
tuición y de la extn·esi6n, y en la ya mencionada recensión te de cosmovisión , una especie de concepción de la vicb
de 1 919/1921 «Observacio nes a la Psicología de las con- hurnana propia de nuestro tiernpo. l.Jna \Y/eltanscha uung
cepciones de/mundo de Karl Jaspers''· Una discusión que se es una visión general de la realidad histórica y natural de
enmarca en las críticas que Husserl ya había lanzado contra la vida humana, capaz de or·ientar la acción del hombre
Dilthey en su famoso artículo de 1911 «La filosofía como en el tnundo. Para Heidegger, desde el realismo crítico
ciencia estricta», en el que afirma con rotundidad que la hasta el neokantismo y la hermenéutic a, la filosofía se ha
filosofía no se puede reducir a una concepción del mundo. esforzado por construir una concepción del mundo racio-
La crítica de Husserl se dirige a las concepcione s del mun- nalmente válida, abierta a los datos de las ciencias e inde-
do que pretenden ser científicas, pero no al hecho de que pendiente de los valores políticos, r-eligiosos y artísticos.
éstas sirvan a los individuos y a las comunidade s a la hora Sin embargo, en Heidegger no encontramo s tal cos;1.
ele orientar las experiencias vitales y las representaci ones Desde los primeros cursos de 1919 y 1920 asistimos a on
simbólicas de unos y de otras. Las concepcione s del mundo enfrentamie nto con las grandes corrientes filosóf-icas con-
elaboran ideales de vida en el marco de una determinada temporánea s: el neokantism o y las filosofías de la vida.
época histórica y, por consiguiente , no tienen validez más Frente al trascendenta lismo del primero y a la exaltación
allá de la misma. En cambio, la ciencia tan sólo se las tiene vital de las segundas, Heidegger defiende siempre una po-
que ver con verdades de tipo apodíctico y universaP 1 • sición fenomenoló gica que se caracteriza por la búsqueda
E11 este punto Heidegget· también se desmarca expre- de una ciencia originaria de la vida 12 • Afirma, contra la co-
samente de 1as tesis del libro de Karl Jaspers. Nutriéndose rriente dominante de su época, que la filosofía no tiene por
de la polémica de Husserl con el historicismo , se niega a objeto facilitar una cosmovisión . Y la razón determinant e

11. Cf. E. Husserl, «Philosophie als strenge \Vissenschaft»: l~ogos l 12. Cf_ Die Idee der Phílosophie und das Weltanschauw1 gspmblem
(1911), pp. 47-52. Y para una valor<1ción más extensa de la crítica husser- (GA 56157), Vittorio Klostermann, Frankfurt a. M., 1987, §§ 18-20 (trad.
lí~na al natu~ali~mo y al historicismo, vé~nse las lecciones de Heidegger del e as t. de .J. Adrián, La idea de la filoso(fa )' el pn_¡h/ema de la co~tcepci6n del
semestre de mv1erno de 192.3/1924, en Id., Ei11(iihnmg i1t die phanome~to­ mu11do, Herder, Barcelona, 2005); Die Grulufp,-obleme der· Phiil10111mrolo-
logisdJP Fmschll7tf5 (GA 17), Vittorio Klostennaun, f'rankfnrt a. l\-1_, 1994, gie (GA 58), Vittorio Klostermann, Fr:mkfurt a_ lvL, 1993, §§ JS-19; Phii-
§~ R~ 1 J y .14 (trad. ca~t. de J- .J. Nono, htttf>,_itt(<iÓII a la imNstigtJci(m 17omenologíe de¡- Anschauung 11nd des Au$d1 ttche~ ((--;/\ S 9), Vittorio Kln~ter·
jf'1tot1te1'toir5gica, Síntt·~is, !vi;¡ drid, 200R). mann, f'ranfkurt <L rvL, 199.1, §§ 2-4_

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cdJt genutno
de ellu no de~..:am,a tanto en las amenazas Je rdativismc> propio; antéuricu, gen ni no, verdaclet o
eige11tlid1
historicista que lluss~,.;rl creía ver en la filosofía de la W/elt- Eigentlichke i t propiedad; attrenticidad
~znschauung, con1o en nn n1otivo, no 1nenos husscrlianu: la Eimnaligktúl singularidad
idea de una ciencia urigi11aria. La filo~ofía no puede, pues, EinzelzuisseJJSL!J.¡ft ciencia panicular
Einzigartigkeil unicidad
ocuparse de proponer una Weltanschauung detenninada; resuelto
entsch/ossen
a lo sumo, debe comprender el lugar estructural que le co- Entschlossen hei t resolución
rresponde a una Weltanschauzmg, determinar su origen y er{assen aprehender, comprender, captar
Er{assung aprehensión, comprensión
establecer su necesidad a partir del ámbito originario de
Erlelmis vivencia
la vida misrna. La idea de una filosofía como ciencia origi- pregunta, cuestión, interrogante
Fn1ge
naria no está dada de antemano; antes bien, ha de ponerse Fragestel hmg probletnática, planteamiento, rnodo de
siempre en acción, esto es, ha de ser desarrollada histórica- formular una cuestión
ganz total, entero
mente. Desde esta perspectiva se entenderá quizás mejor el totalidad
Ganzheit
empeño que pone el joven Heidegger en mostrar cómo es Gegenwart presente
posible realizar filosóficamente esa ciencia originaria de la Gegenwart ige11 presentificar, presentificación, presenta-
vida en el rnarco de una transformación herrnenéutica de ción
Geisteswisse1zscha{t ciencia del espíriru
la fenomenología. En este contexto el encuentro con Dil- generalizan te
general isierend
they, como n1uestran las «Conferencias de Kassel», resulta Gerede habladuría
tremendamente sugestivo y revelador a la hora de com- Geschehen acontecer, evento
Geschichte historia
prender el distanciamiento que Heidegger toma frente a la
geschichtlich histórico
fenomenología transcendental de Husserl. Ceschichtliche (das) (lo) histórico
Geschichtlichkeil historicidad
Geschichtsuiissetzschaft ciencia de la historia, ciencia histórica
GLOSARJO Gewissen conciencia tnoral
Historie historiografía; conocimiento histórico, sa-
Allgemeinhett universalidad ber histórico
Alltaglichkeit cotidianidad, vida cotidiana historisch historiográfico
Auf5emuelt n1undo exterior immerseiend inmutable
Besorgcm preocupación, ocupación hnmersein inmutabilidad
besorgen preocuparse, ocuparse ]etzt (das) (el) ahora
Bestimmung determinación Man (das) (el) uno; se
bevorstehetz estar (inrninenternente) delante, encarar M a {S medida
Bewegung n1ovilniento Mensch hombre
Bewu{5isein conciencia me{5bar mensurable
Bewu(Stseinsstand estado de la conciencia Me(5barkeít mensurabilidad
Dasein Dasein; existencia Messung medición

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Mitdasein coexistencia
l\1 iteinandc11ehc11 vida en con1ún
Miteinandm·sei11 estar-los-unos-con-los-otros , con v1vcncJa
l\1tfi11C11SCIJ semejante
Nat11n1 •isse /1St ·hc1jl ciencia de la naturaleza, ciencia natural
¡, "'('l 1
() ((('/ 111 it publicidad, esfera pública
T\rdf' hahl;:¡
::.,·,¡,1/fd culpa
sch11ldip, culpable
,,¡,,¡/,¡¡!!. tuerden llegar a ser culpable, devenir culpable, ha-
cerse culpable
'('c/¡g!J psíquico
.';cie11des ente
Se in ser
Sclbigkeit ipseidad
Sclbst (das) (el) sí mismo
Sorge cuidado
Souiel (ein) (una) cantidad
tatsachliciJ efectivo, real y efectivo
Umsicht circunspección
umsichtig circunspectivo
Umwelt n1undo circundante, mundo ambiente
Unbestimmtheit indeterminación
uneigen ti ich impropio; inauténtico
Uneigentl;chkeit impropiedad; inautenticidad
urspriinglich originario
\fermt ttoortung responsabilidad
verdeckun?, encubrimiento
\fergangen Í1eit pasado
\fentJeisung referencia
\lorlar1(e11 adelantar·se
W'ahl elección
Weltanschauu11g concepci6n del mundo; vi.,ión del nmn-
do, cosmovisión
Wertbezie!nmg relación de valores, relación valorativa
VVirkliche (das) (lo) real
\Virk/i(hkeit realidad, realidad efectivél
Zukun(t futuro
Zt~saJn111Ptt ht7nf!. collfigur ~cÍ(>n, <?ntr>llll:Hln, rebción. nn1 .
junto, nexo

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