MERCVRIO

PERVANO REVISTA DE HUMANIDADES

FUNDADA EN 1918 POR VÍCTOR ANDRÉS BELAUNDE

MVLTA RENASCENTVR
QVAE JAM CECIDERE

Director:
N ° 501 Antonio Belaunde Moreyra AÑO 1991

SVMARIO

Pág.
César Pacheco Vélez / LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA CRISIS
DE IDENTIDAD…….. .................................................................................. 9

Antonio Belaunde Moreyra / EL DEBATE SOBRE EL FIN DE LA HISTORIA….25

Beatriz Cipriani Thorne / APUNTES CRÍTICOS SOBRE "EL OTRO

SENDERO" .............................................................................................. 35

José de la Puente Brunke / LA BUROCRACIA EN EL VIRREINATO

DEL PERÚ (Apuntes sobre los siglos XVI y XVII) ............................................... 49

Armando Morales Bueno / PERÚ 1985-1990: CAOS ECONÓMICO Y

PÉRDIDA DEL HORIZONTE DE DESARROLLO ..................................... 63

Josep - Ignasi Saranyana / ¿A QUÉ LLAMAMOS TEOLOGIZAR Y

FILOSOFAR EN Y DESDE AMÉRICA LATINA? ...................................... 77

Luz González Umeres / LA LIBERTAD EN EL "ESSAI" DE BERGSON.

LA DOCTRINA DEL LIBRE ALBEDRÍO... ................................................. 87

Daniel Bell / LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD. CRÍTICA DE

DOS SIGLOS DE EXPERIENCIA EN LOS EE. UU .................................. 95
Francisco Bobadilla Rodríguez / IUS NATURALE Y ORDEN JURÍDICO
EN EL DERECHO ROMANO......................................................................109

Joan Ginebra Torra / APRENDA A SER LIDER .................................................121

Francisco Herrera Jaramillo / LA ÉTICA PROFESIONAL COMO
DISCIPLINA ACADÉMICA DE LA COMUNICACION SOCIAL....................149
Carlos Llano Cifuentes / TRECE ARGUMENTOS EN FAVOR DE LA
VIDA...........................................................................................................163
Antonino Espinosa Laña / LA RESPONSABILIDAD DEL PERIODISTA............171

Ricardo Blume / MI EXPERIENCIA EN EL TEATRO PERUANO ......................175

Papa Juan Pablo II / TEXTOS DEL MAGISTERIO SOBRE PATERNIDAD
RESPONSABLE .........................................................................................185
 Cerca ya el año del bicentenario de la aparición del primer
MERCURIO PERUANO —el de Unánue, Baquíjano, Rodríguez de
Mendoza y Calero y Moreira—, y después de un receso de dos años,
reaparece el tercer MERCURIO, deseoso de mantener su presencia
cultural en la década de los 90, que apunta a ser la década de la
creatividad.
En el período que va desde octubre de 1988, fecha en la que se
publica el nº 496-500 dedicado a la edición especial del Índice General
de la revista, el MERCURIO PERUANO sufre una pérdida irreparable:
fallece el Dr. César Pacheco Vélez, director de la revista desde 1968,
propulsor y colaborador invalorable de la misma durante más de
cuarenta años. A él nuestro homenaje y reconocimiento.

Agradecemos a quienes en este número colaboran con sus artículos

y notas y esperamos que la revista sea, como lo quería don Víctor Andrés
Belaunde, crisol que avive los valores de la peruanidad.
 La Democracia Peruana: Una larga crisis de identidad

Conferencia dictada por nuestro antiguo Director, doctor

César Pacheco Vélez, en el Colegio Mayor Hispanoamericano
Nuestra Señora de Guadalupe, Madrid, 9 de marzo de 1988.
El texto nos ha sido cedido por su viuda, doña Rosario B. de
Pacheco, con palabras que estimamos pertinente citar: "El
Mercurio Peruano tiene para la familia Pacheco Barandiarán
un significado muy especial, es el de ver las imágenes de don
Víctor Andrés Belaunde y la de César forjándolo y plasmando
en él sus sentimientos de amor al Perú. Amor traducido en
enfocar con preocupación, con verdad —por cruda que ésta
sea— los problemas que aquejan a la Patria, que es uno de
los mensajes importantes de esta Revista de Humanidades...
(Carta del 9-VI I-1990).

Agradezco a todos ustedes su A un historiador se le pide que de

presencia y, desde ahora, su pa-
ciencia; no porque haya de ser
extenso, sino porque no es grato
hablar y escuchar de crisis, al fin de
cuentas los últimos 20 años son de
crisis mundial en muchos órdenes de
la vida. Sin embargo, cuando nos
atañen tan decisivamente como
ahora, resulta inevitable reflexionar
sobre ellas para intentar no sólo
sortearlas sino, de verdad,
superarlas. Y pienso que en este
auditorio cordial todos nos sentimos
comprometidos con la realidad de la
crisis económica, política y social
iberoamericana y, más
concretamente, por la acogida de
ustedes a la convocatoria, con la
grave crisis que sufre el Perú.
razón de lo que ha ocurrido en el
tiempo pasado; no suele salir bien
librado cuando lo que debe explicar
es lo que está ocurriendo; entonces,
por lo general, pasa del azoramiento
a la perplejidad y, por analogía, con
el tiempo pasado, barrunta apenas
algunas hipótesis. Por eso mismo
intento despojar a mi sencilla
disertación de esta noche de lo que
pudiera ser un incitante pero
engañoso coyunturalismo. Intento
tomar alguna distancia en busca de
perspectivas que me permitan arribar
a algunas conclusiones, o; por lo
menos, a preguntas provisionales.
Comenzaré diciendo que la actual
crisis que vive el Perú, dramática-
10 MERCVRIO PERVANO
mente visible en el orden
económico y social, es parte de
otra más honda y más larga: una
crisis de identidad que está en el
sustrato y compromete todas las
estructuras y expresiones de la
realidad peruana. Al cabo de la
revolución de 1910, la reforma
agraria, las nacionalizaciones, la
gran escuela pictórica de Rivera,
Orozco y Siqueiros, la renovación
de la novela, la obra educativa de
Vasconcelos y tantos otros
etcéteras, las voces más lúcidas
de México —Leopoldo Zea,
Octavio Paz, Carlos Fuentes-
expresan armoniosamente, pero
aún con inevitable dramatismo,
la identidad mexicana. Con una
tradición barroca, liberal y
positivista paralela, el caso del
Perú es, sin embargo, distinto.
Nuestras conmociones, nuestras
confrontaciones, nuestras
reformas y revoluciones, han sido
menos profundas, interrumpidas
o frustradas, y corre aún en el
caudal de nuestras sangres una
disputa enconada que se resiste
empecinadamente a la re-
conciliación con nuestro propio
destino, a la lectura completa y
creadora de nuestra propia
tradición cultural, a la conquista,
por tanto, de esa síntesis y de esa
integración nacional que es la
verdadera utopía de algunos de
los más talentosos pensadores
peruanos de este siglo. Si
permanecen hoy en el Perú, como
tensiones dominantes de nuestra
vida histórica, el recelo entre el
Incario, el Virreinato y la
República, entre la costa y la
sierra, entre Lima y las pro-
vincias, entre la lengua española
y la quechua, entre la cultura
europea y los valores autóctonos
americanos o los llevados del
África primero y del Asia
después, se explica entonces no
sólo la dificultad de nuestro
mestizaje, de nuestra integración,
sino también que incluso en el
sector moderno y más
desarrollado de nuestra realidad
hallamos que estamos des-
provistos, en reiteradas
circunstancias, de ese consenso
elemental que permite asumir
nuestra realidad, reconocernos
en ella, identificarnos, estar en
condiciones de adoptar una
opción libre y certera.
Mutatis mutandis, vale para el
Perú mucho de lo que Octavio Paz
dice acerca de México en ese libro
estupendo que se llama El
laberinto de la soledad: el mismo
azoramiento, la misma desazón
existencial, la misma búsqueda
contradictoria y conflictiva de las
señas de la propia identidad, la
misma alienación, a través de
modelos que resultan la evasión,
la parodia, el callejón sin salida;
el mismo resistirse a ser lo que
realmente se es. A Juan Ramón
Jiménez le adjudican la frase:
pobres los mexicanos tan lejos de
Dios y cerca de los Estados
Unidos; más allá de la boutade
esa cercanía ha significado en los
dos últimos siglos una especie de
reto para México; nosotros lo
hemos tenido más difuso y
distante; en el Perú han jugado
otros factores y circuns-
tancias, y hay una relación
 LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA C RI SI S ... 11

de circulo vicioso entre la necesariamente en la calidad de

ausencia de un verdadero proyecto la vida de la sociedad peruana, en
nacional moderno que proceda de la situación real y verdadera, más
una lectura acertada y creadora allá de toda retórica, de esa
de nuestra tradición cultural, la comunidad humana que es, o
ambigüedad existencial del debiera ser, la protagonista de la
protagonista auténtico de la gesta historia. Entremos, pues, en
peruana, que es el mestizo (no me materia.
refiero al mestizo racial sino al
Hace 30 años, al final de la dé-
espiritual, que asume, además de
cada del 50, el Perú estrenaba su
la etnia, otros valores) y, en fin, la
primera ley de promoción
inconsistencia, el hiato constante
industrial, y vivía la ilusión del
y las múltiples contradicciones
"crecimiento desarrollista" con la
que habitan nuestra conciencia
fórmula de la CEPAL de la
histórica.
sustitución de importaciones. En
La crisis actual del Perú no es 8 años crecimos un 20% en
específica ni principalmente industria química, un 35% en
política, aunque el título de esta metal-mecánica. Se construyeron
carreteras, viviendas, aulas. El
disertación se refiera a la
Perú tenía entonces 9 millones
"democracia peruana"; por el
de habitantes; su economía
contrario, y en rigor, hay
estaba diversificada en varios
actualmente en nuestro país
productos de exportación:
normalidad constitucional, Estado
algodón, arroz, muchos
de Derecho: un gobierno legítimo
minerales, petróleo y, por
emanado de elecciones libres,
añadidura, anchoveta
aceptable división y autonomía de abundantísima que nos haría,
Poderes, libertad de prensa, por breves años, los primeros
ejercicio de la oposición productores mundiales —por
democrática, juego de partidos encima del Japón— de harina de
políticos, respeto a los derechos pescado. Disputábamos a Chile y
humanos, pluralismo económico a Venezuela —que ya vivía su
dentro de un esquema de boom petrolero— el quinto puesto
creciente absorción por el Estado en las estadísticas
de ámbitos y actividades que latinoamericanas, después de
antes estaban en manos del sector Brasil, México, Argentina y
privado. No, la crisis no es del Colombia. El déficit social más
sistema político creado por la dramático y decisivo, —el de
Constitución de 4979 —que alfabetos— lo estábamos
reclama por cierto reajustes—una superando a un ritmo que
Constitución muy influida por la imprimía optimismo y confianza
española del año anterior. Tiene en el futuro. Pero se trataba
raíces más profundas, sobre todo de un "crecimiento"
estructurales, económicas y que no estaba coordinado
sociales o de conciencia, como con algunas grandes
antes decía, que se refleja reformas, verdaderas reivindi-
12 MERCVRIO PERVANO

caciones históricas, como la que obligó al retorno a la

reforma agraria, por ejemplo y no democracia. Luego, ya dentro de
podíamos hablar entonces de un sus cánones y en el marco de, la
verdadero "desarrollo" orientado flamante Constitución de 1979 —
por unas fuerzas políticas mediante una legítima Asamblea
oligárquicas y plutocráticas, que Constituyente— dos regímenes
representaban a grupos de poder sucesivamente emanados del
oligopólicos y que no tenían ni la voto popular: la segunda
visión ni la sensibilidad del país administración del Arq. Belaunde
total. entre 1980 y 1985, y del joven
Desde fines de la década del líder aprista Alan García Pérez,
50 hasta el presente se han que pasó ya la mitad de un
ensayado en el Perú diversos mandato que culmina en 1990.
programas e ideologías: formas
Pero, ¿qué ha ocurrido a lo lar-
diversas del populismo
democrático, de la social go de este último cuarto de
democracia, del social siglo?. Las estadísticas
cristianismo, del socialismo con alentadoras de 1960 se han
fuertes ingredientes marxistas y invertido trágicamente. Después
a través de regímenes también de haber logrado duplicar el
diversos: civiles emanados del ritmo anual del crecimiento de la
voto popular, militares más o producción, impulsado por un
menos dictatoriales y de facto. gran auge de las exportaciones
Pero el hecho es que aquel boom primarias (azúcar, algodón,
desarrollista de 1959, que hierro, cobre y, luego, pesca) y
pareció funcionar hasta de haber convertido la
mediados de la década del 60, abundancia de divisas y de
hizo crisis pocos años más tarde, recursos fiscales en
tras los 12 años del régimen electrificación, vialidad,
militar con dos fases claramente infraestructura urbana, creación
distintas: la primera, de de nuevas industrias, expansión
profundas reformas sociales pero de servicios de educación y
diseñadas sin consenso y salud, viene un decrecimiento de
aplicadas verticalmente y sin ese ritmo, el estancamiento y el
participación popular, en crecimiento negativo. La honda
muchos casos diría que
crisis que ahora parece tocar
torpemente "implementadas" por
fondo se caracteriza por el menor
emplear un verbo bárbaro que
precio de nuestros productos de
merecería el dardo más
exportación en los marcos de un
envenenado de don Fernando
Lázaro Carreter; la segunda fase, sistema económico internacional
del 75 al 80, de fractura del injusto, en el peso agobiador de
proyecto militar por la incidencia la deuda externa, en la falta de
de la crisis mundial del petróleo decisión política en el proceso de
y el acrecentamiento acelerado integración subregional andina y
del endeudamiento externo, en un proceso crítico de inflación
 LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA CRISIS...
con recesión. Según las
perspectivas de marzo, la
inflación de 1988 puede acercarse
al 300%, el déficit fiscal se ha
ahondado y se ha creado una
brecha casi insalvable, las
reservas de divisas están en
situación casi negativa; ¡en los
primeros 50 días de 1.988 hemos
perdido 150 millones de dólares
de esas reservas! (3 millones
diarios, nos quedan unos 300
millones que alcanzarán sólo
hasta mayo; no hay ahorro
interno, ni inversión del exterior;
el desempleo y el sub-empleo
llegan a proporciones altísimas de
la población económicamente
activa; la desnutrición, la
delincuencia y la violencia crecen;
el narcotráfico gana día a día
ámbitos de influencia y poder
directo —un tribunal intermedio
acaba de absolver, por falta de
pruebas suficientes, a un capo de
la mafia de la droga, y el cultivo
clandestino de la coca crece en la
vasta e incontrolable amazonía—;
a la violencia terrorista de
Sendero Luminoso mezcla
enigmática de maoísmo y después de la guerra fratricida de
nihilismo asesino— se añade
ahora un brote aparentemente
guerrillero como el de mediados
de la década del 60, bajo el
modelo foquista del Che Guevara,
que el ejército peruano exterminó
entonces en pocos meses, pero
que ahora parece tener mayor
consistencia estratégica. La
calidad de la vida —que suena ya
casi como una etiqueta—
naturalmente se ha deteriorado
mucho en los últimos lustros. Si a
todo ello se añadiera el desacierto
en la conducción del país; la
aplicación errada de los
13
poquísimos recursos con que se
cuenta, la necesaria
confrontación internacional, la
inconducta de la alta burocracia
pública o estatal y privada,
entonces la situación sería aún
más desoladora, y más ardua la
búsqueda de una buena ruta en
el laberinto o en el aparente
callejón sin salida. Todo esto
hace que hoy en el Perú la clase
política y los sectores pensantes
intenten analizar la situación en
profundidad, buscar los orígenes,
desentrañar las causas de los
problemas, acertar en la solución
luego de un reconocimiento de la
realidad, por dura que ella sea.
Del quinto al sexto puesto que el
Perú ocupaba en la primera
mitad de la década del 60, hemos
pasado al penúltimo estadio de
los países subdesarrollados,
junto con Bolivia y dos o tres
países de América Central. Pero
el Perú ha demostrado siempre
su capacidad para superar las
crisis, por profundas que ellas
hayan sido, tomó por ejemplo,
1879, en que nuevas e
insospechadas energías hicieron
posible la "reconstrucción
nacional" como llama Basadre a
esa etapa de nuestra historia.
Creo que el factor de
aceleración de la crisis económica
y social en el Perú ha sido el de
la explosión demográfica; y a él
quiero referirme con algún
detenimiento.
El crecimiento económico de
1959 en adelante tuvo también
insospechadas consecuencias a
 14 MERCVRIO PERVANO
través de la expansión de los
servicios de salud. Por sus
efectos, en las estadísticas vitales
alcanzan inusitada importancia la
erradicación de las epidemias, la
introducción de nuevos
insecticidas y medicamentos, la
elevación de los niveles de
alimentación. El país se unifica
por los nuevos medios de
transporte y comunicación, pero
al mismo tiempo se acentúan
ciertas diferencias regionales y
sociales, y aparecen más
acusados ciertos desequilibrios
que antes no se percibían desde
la perspectiva centralista y radicalmente y se amplió la base
absorbente de Lima. Con un
crecimiento dependiente del
exterior y que tiende a ahondar
brechas internas, resulta desde
luego muy grave soportar por
lustros y lustros una tasa elevada
de incremento poblacional. Este
ha sido el caso del Perú. Europa
no ha llegado a sufrir la llamada
"explosión demográfica" porque,
como parte de su desarrollo
equilibrado, redujo las tasas de
mortalidad casi al mismo tiempo
que las de natalidad, y hoy, en
términos generales, se encuentra
en la tasa 0. En el momento más
alto, el crecimiento poblacional de
algunos países europeos ha sido
del 1% anual. Para nosotros, en
cambio, el subdesarrollo ha sido
crecimiento desigual y de habitantes, pero esta cifra
dependiente en un país que se
moderniza por fragmentos, pero
desintegrado entre una minoría
dominante y una mayoría que no
participa económica, ni política,
ni culturalmente. Y, por Cierto
que agudiza su sub-desarrollo
un país que no puede
sostener un crecimiento
autónomo, al mismo tiempo que
su población crece a un ritmo
geométrico; es decir, que cada día
tiene que repartir menos riqueza
entre más población.
En el contexto que las páginas
anteriores resumen, el fenómeno
reciente de la explosión
demográfica resulta crucial y
definitivo en el Perú de estos
últimos 25 años. La tasa del
incremento anual llegó al 3% en
la década del 60; la estructura
por edades se transformó
de la pirámide por el descenso de
la mortalidad infantil y porque se
elevó la natalidad. El impulso
demográfico se tradujo en
incrementos absolutos anuales
crecientes que, en 30 años,
catapultó el volumen de la
población a niveles casi 6 veces
más altos.
Un cuadro histórico de la
población en el Perú puede ser
ahora muy ilustrativo.
Si prescindimos de exageradas
lucubraciones lascasianas —que
tanto éxito siguen teniendo— la
población del Imperio Incaico al
momento del "encuentro" con los
conquistadores españoles pudo
ser de algo menos de 5 millones
comprende territorios que luego
han dejado de ser el Perú. Hacia
1650, la población de la
Audiencia de Lima, núcleo
permanente del Virreinato del
Perú, es decir, sin considerar
Panamá, Quito, Charcas y
Chile, hasta donde llegaba la
 LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA C RISI S .. .
15

jurisdicción del Virrey de Lima, tasa del 2.87%, una de las más
era de 1'900,000 habitantes (si altas de América Latina y del
sumamos la población de los mundo. Nueve años más tarde,
territorios mencionados, tal vez en 1981, la población es de
llegaríamos a una cifra cercana a 17'755,000 habitantes; el
los 5 millones). En todo caso, el incremento anual ha sido de 422
cálculo comprende la baja mil y una tasa del 2.71%. En
demográfica producida durante la 1988 somos ya 21 millones de
conquista, más que por la guerra peruanos; en 6 años el
y el maltrato, por las epidemias, incremento anual ha sido de me-
y revela, también, un dio millón de almas y bocas, y a
estancamiento poblacional por una tasa del 2.61%, que sigue
limitados cruces en el marco siendo de las más altas de la
institucional y jurídico de las región. Según proyecciones oficia-
llamadas "dos repúblicas", la de les, el año 2,000 seremos 28
indios y la de españoles. Hacia millones, con una tasa siempre
1820, la población alcanza los muy alta: del 2.33%; y en el año
2'200,000 habitantes; es decir, 2,025 habremos pasado a la
que en siglo y medio el población de España: seremos 42
incremento anual ha sido casi millones a una tasa siempre alta
imperceptible. En el censo de de 1.54%.
1876, la población oficial del
Perú es de 2'699,000 habitantes. Según prospectivas
En 50 años el incremento anual autorizadas, la población
ha sido de 0.40%. En 1940, el española seguirá creciendo
censo arroja 6'440,000 lentísimamente hasta el año
habitantes; en 64 años el 2,010, en que llegará a los 41
incremento anual ha sido de 58 millones y medio; a partir de
mil habitantes a una tasa del entonces, luego de una etapa de
1.37%. Aunque las cifras estabilidad, comenzará a
anuncian en este momento el decrecer. Pero el Perú, en cambio,
problema, el clima mental de la ¿cuándo llegará al crecimiento
época impide detectar sus 0?; ¿dentro de 50 ó 60 años
consecuencias. Pero el salto se cuando ya hayamos llegado a los
produce en las dos décadas 80 millones de habitantes?. Claro
siguientes. El Perú no tiene un que si el tema se plantea en
censo general hasta 1961: términos de densidad poblacional
estamos en 10'218,000 pierde aparentemente
habitantes; en 21 años ha habido dramatismo. El Perú tiene 1
un incremento anual de 180 mil millón 300 mil kilómetros
habitantes a una tasa del 2.22%, cuadrados: la extensión de
y estamos ya en pleno fenómeno Portugal, España y Francia
de explosión demográfica. En juntos. Pero esta cifra es
1972, 11 años más tarde, los totalmente engañosa. Nuestras
peruanos somos 14'000,000; en estructuras geográficas son
este breve período el apabullantes. País de himalayas,
incremento anual ha sido de congos, siberias y saharas,
344 mil habitantes a una reunidos y yuxtapuestos, tiene
16 MERCVRIO PERVANO
una escasísima extensión de
tierras cultivables en tanto no se
irriguen sus desiertos del litoral
mediante costosísimos trasvases
de sus cuencas hidrográficas o se
conquiste la selva amazónica, esa
terra incógnita de donde surgen
los mitos primigenios y hacia
donde se proyectaron, con poco
éxito, los Incas, que devoró a
Orellana y a Lope de Aguirre, y
que no hemos civilizado en 170
años de experiencia republicana
autónoma. En términos
geográficos, la explosión
demográfica entraña, pues, una
paradoja y un conflicto. Lo mismo
ocurre en cuanto a las
estructuras económicas por el
secular sacrificio de la
agricultura y la constante
subvención del campo a la
ciudad. Y más dramático es aún
el conflicto en términos políticos,
por la postergación también
secular de las masas campesinas
de la sierra, del hombre andino,
del anfibiológicamente llamado
"indígena", aquella porción aún
por reconocer e integrar, en una
tarea que está en la esencia del
proyecto nacional peruano, pero
una y otra vez postergada, y por
la marginación de la mujer en
una sociedad aún machista.
La explosión demográfica es,
pues, al mismo tiempo, un
fenómeno de migración interna
de la sierra a la costa, del campo
a la ciudad, de los pequeños
pueblos a las grandes ciudades, y
de todo el país a la capital. Unas
cuantas estadísticas ilustrarán,
también, este último fenómeno.
Lima, fundada en 1533 por
Pizarro y 60 vecinos en medio de
señoríos yungas que compartían
la riqueza agrícola del inmenso
valle del Rímac, en rigor
extendido al norte y al sur de los
otros dos ríos vecinos, el Chillón
y el Lurín, alcanzó los 60 mil
habitantes a mediados del siglo
XVII: tenía entonces más
habitantes que Madrid y algo
menos que Sevilla. Pero, la
ciudad más populosa de todo el
imperio español no era Toledo o
Barcelona o siquiera México; no,
lo era la Villa Rica de San Luis de
Potosí, en el Alto Perú, casi a 5
mil metros de altura, en torno de
la mina de plata más rica del
mundo: con 160,000 habitantes.
Pero política y culturalmente,
Lima era la submetrópoli
española de toda la América
meridional. En el siglo XVIII, tras
el tremendo terremoto de 1746 y
la declinación de su poderío
comercial por el auge de Buenos
Aires, su población decreció a
unos 45 mil habitantes. Hacia
1870, inmediatamente antes de la
catástrofe internacional que fue
la Guerra del Pacífico, su
población es de unos 80 mil
habitantes; en el medio siglo
siguiente, hasta llegar a 1920, la
población casi se duplica hasta
alcanzar los 150 mil habitantes.
Luego, en 20 años, hasta el
terremoto de 1940 —los grandes
hitos de la urbe podríamos
llamarlos sísmicos—, la población
casi se triplica y llega a los 450
mil habitantes. Pero de entonces
a hoy, en 40 años, la población
de Lima sufre una explosión ver-

LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA CRISI S...
daderamente catastrófica y se
multiplica por 12 veces, pues
sube de menos de medio millón a
los actuales 6 millones de
habitantes, otra vez más que
Madrid, pero con servicios
completos sólo para un tercio de
sus moradores. En el Perú se
produce así, por consecuencia del
centralismo político,
administrativo y económico, uno
de los más tremendos casos con-
temporáneos de macrocefalia y
anemia reunidas. No es que haya
disminuido la población rural en
cifras absolutas: de 4 millones en
1940, son ahora 6 millones de pe-
ruanos los que viven en zonas
rurales. Lo que ha ocurrido es un
incremento explosivo de la
población urbana, y, sobre todo,
en ciudades de la costa como
Lima, Chimbote y Trujillo y algo
menos en Chiclayo y Piura, todas
ellas en el litoral del centro y
norte del país. Los 6 millones de
limeños, actuales y flamantes,
representan el total de la
población nacional de hace dos
generaciones y media, y, hoy, el
30% de la población total del
país. El poblador andino,
secularmente relegado en las
punas y quebradas de la
cordillera, invade la costa y rodea
la capital. La "Tempestad en los
Andes" de que hablaba
apocalípticamente en 1927 don
Luis E. Valcárcel, el gran
historiador que acaba de morir,
se ha producido en forma
diferente. Yo mismo, mientras era
un joven profesor de la Escuela
Normal Superior de La Cantuta,
cerca de Chosica, tuve ocasión de
presenciar cotidianamente el fe-
17
nómeno al finalizar la década del
50: eran los campesinos de la
sierra central que bajaban, con
sus hijos a la espalda, por la ruta
de la carretera y del ferrocarril,
en largas jornadas de viandantes
hasta llegar a los bordes de la
"ciudad prometida" y crear ese
cinturón que la revolución
industrial formó transitoriamente
en muchas urbes del mundo
occidental, pero que en nuestro
país sigue creciendo sin que
nadie atine a contenerlo.
La explosión de la población
peruana y la explosión social y
cultural, política y económica que
significa, asimismo, su nueva
distribución geográfica, ha
producido lo que José Matos Mar
llama "el desborde popular"; la
anunciada "tempestad" como una
especie de maldición bíblica o de
reivindicación histórica se ha
convertido en la conquista
pacífica de un nuevo espacio que
ha dado al país un "nuevo rostro".
En mi libro sobre Lima, sostenía
yo que esta ciudad, a pesar del
pronóstico de José Carlos
Mariátegui en sus 7 Ensayos de
1928, es hoy mucho más capital
nacional que antes, y aunque la
capital se trasladara hacia la
sierra central —proyecto que
acojo con sincera convicción—
Lima seguiría siendo, por varias
décadas, el gran fermento de la
nueva nacionalidad integrada,
porque allí se han encontrado,
reconocido y reconciliado, gentes
de todas las geografías de ese
archipiélago de oasis que es
nuestra patria según la
certera metáfora del cronista
18 MERCVRIO PERVANO
Vásquez de Espinosa. La
explosión demográfica es también
una explosión de potencialidades
insospechadas. Las minorías
dominadoras han ensanchado
sus bases de sustentación y las
grandes mayorías pesan y Pero, hacia 1975, en un
comienzan a sentirse más. En
1940, nuestra economía tenía el
65% de la fuerza laboral en el
campo, hoy sólo representa el
30%; en esas mismas 4 décadas
los trabajadores urbanos han
crecido en un 400%; la economía
se ha hecho urbana y asistimos
al fenómeno multitudinario y
heroico de los "informales" y de la
economía subterránea. La reforma
agraria del General Velasco
eliminó el antiguo latifundio, pero
no solucionó los problemas
derivados de la escasez de tierras,
ni asistió a los nuevos
propietarios de las inmensas
cooperativas para garantizar el
mantenimiento de la producción,
la productividad y el éxito de las
nuevas formas asociativas de
propiedad, distintas, por cierto,
de la comunidad campesina
tradicional. Y en las ciudades
violentamente acrecidas, sólo uno
de cada dos trabajadores tiene
puesto en los sectores formales
de la economía; la informalidad
es la salida heroica, pero significa
muy bajo nivel de productividad e
ingreso. Ellos son, sin embargo,
los "informales", un testimonio
emocionante de creatividad, de
voluntad de lucha que muy pocos
expertos en desarrollo vislumbra-
ron hace 30 años. La
informalidad es la respuesta a la
emergencia pero no es “la
panacea universal"; debe
suponer una reinserción en una
formalidad y legalidad legítimas,
es decir, justas y dinámicas,
acordes con la nueva realidad.
contexto internacional
sumamente adverso, entra en
crisis el modelo de desarrollo
basado en las exportaciones
primarias y la protección
exagerada de la industria nativa.
Este modelo se vuelve
inoperante, en 1980, por el peso
agobiador de la deuda externa.
Las políticas de "reajuste" han
acentuado la inflación y el
desempleo. El actual producto
nacional per cápita ha
descendido a niveles de hace 25
años, y los mecanismos para la
redistribución de la renta, o
funcionan mal, o generan nuevos
desequilibrios. Ha hecho crisis el
desarrollismo parcial,
dependiente y desintegrado. La
crisis —que consiste en una
gigantesca y creciente distancia
entre la exigüidad de nuestros
recursos y el acceso efectivo a
ellos de una comunidad
integrada—, sin embargo, no es
sólo económica, social, política y
moral; no es sólo coyuntural sino
también estructural; es una
crisis de la sociedad toda, de la
población peruana. Por eso el
asunto de su crecimiento
explosivo sin un programa eficaz
se convierte en un factor
acelerante y agravante de la
misma crisis. Ella es tan grave
que no sólo se cuestionan las
reformas del gobierno militar de
1968 a 1975, hechas con verti-
 LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA C RISIS... 19

calismo y autoritarismo castrense crisis, cuyos gérmenes son

pero seguramente, a pesar del en- anteriores, ese factor está allí,
cono, con voluntad de cambio agravándola e introduciendo
acertado. Se cuestionan también, nuevos obstáculos adicionales,
por sectores radicalizados, los porque conforme se multiplican
marcos formales de las las cifras demográficas se alejan
instituciones democráticas que se los objetivos del desarrollo y los
presentan como ineficaces para pobres se vuelven más pobres,
contener el desborde popular porque son precisamente los
cuando la inflación se eleva, baja sectores de más bajos niveles y
el poder adquisitivo de los de menores posibilidades
salarios, se ahondan la recesión y económicas los que tienen las
el desempleo, y la miseria ya no familias más numerosas. Según
sólo es rural sino principalmente el censo de 1981, el promedio
urbana. nacional de TGF (Tasa Global de
El gigantesco desequilibrio que Fecundidad o número de hijos
es la crisis, tiene, en medio de por mujer) era de 5.2 para el Perú
ella, a la persona humana, a la (siendo 4.2 el promedio de
familia que debe ser la América Latina); en Lima era de
protagonista esencial en un 3.5, en el resto de la Costa 5.1,
programa de desarrollo desde en la Sierra 7.3 y en la Selva 8.0
nuestra perspectiva cristiana, el hijos por mujer. Dentro de la
agente creador de nuestra Lima Metropolitana, esa
solidaridad, el destinatario y superurbe "calcutizada" que
beneficiario de nuestros avances perdió casi todos los encantos de
tecnológicos. En medio de esta la Ciudad de los Reyes, son las
crisis tremenda, muchos mujeres de los barrios pobres las
peruanos están perplejos: que soportan las mayores cargas
intuyen que muchos "sobran" en familiares y las que, aún con
una economía estancada y en menos educación y menores
una sociedad heterogénea y recursos, comienzan a expresar
desintegrada, en la que los en las diversas encuestas que
recursos humanos se frustran o desearían tener un menor nú-
desperdician y la calidad de la mero de hijos. La Tasa de
vida se deteriora día a día, Mortalidad Infantil, sensible
acentuando los contrastes coeficiente de desarrollo
internos entre razas, sexos, económico y social, es también
regiones y grupos sociales, en la muy elevada en el Perú: 94 por
que decrece la esperanza mil, cuando el promedio de
colectiva en el futuro y crece la América Latina es sólo del 58 por
delincuencia, el terrorismo, la mil.
drogadicción y su comercio, y el
La alarmante realidad
irrespeto por los derechos
demográfica ha sido
humanos.
aparentemente ignorada por
Aunque el incremento regímenes políticos, grupos de
demográfico no sea la causa de la poder, sectores ideológicos
20 MERCVRIO PERVANO

e instituciones digamos intensos programas de educación

dirigentes. Hace varios años que de la paternidad responsable que
llegué al firme convencimiento de respeten la dignidad y la libre
que el incremento incontrolado y opción de la persona humana.
acelerado de la población ha sido Se trata de detener la marcha
el detonante y agravante de la de un factor pernicioso que puede
crisis, y de que ningún proyecto llevar la crisis a situaciones
nacional, que verdaderamente sea límites. La Europa occidental y
tal, podrá eludir este problema; cristiana ha llegado desde hace
por el contrario, lo deberá varios lustros a crecimiento 0 en
afrontar con realismo y coraje. paz con su conciencia que
Una última apelación a las América Latina deba seguir
estadísticas acaso sea necesaria. sufriendo un flagelo tan tremendo
Hay en el Perú actualmente 8 como elemento inevitable de su
millones y medio de niños entre 0 subdesarrollo. Si nunca el ser
y 14 años: un 38% de todos esos humano habrá de ser consultado
niños pertenece al sector socio- para ingresar a la vida,
económico alto, medio y medio procuremos entonces una
bajo de familias, que en, todo el sociedad en la que cada nueva
territorio de la República percibe vida —si no todas por lo menos la
el 90% del ingreso nacional; es mayoría de ellas— sea el
decir, que el 62% restante de resultado de un acto de amor y
niños, una sustantiva mayoría, de una decisión libre y
de niños del Perú, pertenece al responsable. Se dirá que la
40% restante, de familias más estabilidad demográfica, de Euro-
pobres del país (aldeas rurales y pa ha sido el resultado de un
sectores urbanos marginales) que siglo de desarrollo y que las tasas
disponen el total de sólo el 10% de fertilidad disminuyen
restante del ingreso nacional. proporcionalmente a los mejores
Tan dramática distorsión no niveles de alimentación. Si., pero
aparece considerada en los un siglo más de crecimiento
programas de estabilización demográfico de Asia, África y
económica que reprimen el América Latina nos llevaría —no
empleo y el consumo popular, ni quiero ser catastrofista ni
por los teóricos que discuten la apocalíptico— a la inevitable
legitimidad de la planificación hecatombe. El desarrollo
desigual, los desniveles
familiar. Pero, de estas últimas
alimentarios, son también
cifras fluye la urgencia de una
consecuencia de un orden
reestructuración socio-económica
económico internacional injusto
que corrija injusticias en la
en que unos países deben vender
distribución de los ingresos y la
sus materias primas exhaustibles
libertad y el derecho de todas las
a precios cada día más bajos y
familias a tener sólo los hijos que
comprarlas transformadas por los
deseen y puedan educar. Se trata países industriales a precios
no solamente por cierto de cada día más altos; el
 LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA CRISIS... 21

sistema conduce, pues, a que los de urgencia con programas

más pobres sean cada día más responsables, con disciplina y
pobres y, por tanto, deban continuidad política. Reconocer y
alimentarse más deficientemente aceptar la realidad es el paso
y, como consecuencia, debamos primero para remontarla,
contemplar —impotentes hasta
La larga crisis de identidad de
hoy— el crecimiento acelerado de
la democracia peruana, la de
la población y la miseria.
estos últimos 30 años, estriba no
Así lo percibe el Papa Juan sólo en la lectura deficiente de la
Pablo II cuando en su última y propia tradición y en los
extraordinaria Encíclica consecuentes conflictos de
"Sollicitudo rei socialis", con una conciencia, sino también en esto:
en que el libre ejercicio de las
clara visión universal, sostiene
militancias políticas, las
que "por desgracia los pobres,
confrontaciones ideológicas, las
lejos de disminuir se multiplican
investigaciones sociales y la
no sólo en los países menos
reflexión universitaria no han
desarrollados sino también en los
servido para detectar el fondo del
más desarrollados". Lo que nos
problema o, por lo menos, para
recuerda que así como Paulo VI que el país tome conciencia de él
sostuvo hace 20 años que el y lo afronte con decisión.
desarrollo era el verdadero
nombre de la paz, él sostiene hoy Hace unos meses, el Presidente
que el verdadero nombre del Alan García dedicó todo un
desarrollo es la solidaridad, extenso y muy emotivo discurso
porque, en efecto, la a este lema ante un público muy
interdependencia universal crea atento en la plaza principal de
vínculos, compromisos y Piura, allá al norte del país, en la
responsabilidades ineludibles; capital de una región
que hoy no es imperativo predominantemente agrícola, de
desprenderse de lo superfluo en gentes sencillas, alegres y
aras de la solidaridad sino despreocupadas. A mí ese
también de parte de lo necesario; discurso me impactó mucho por-
que una cultura y una ética de la que coincidía, en términos
sobriedad deberá imponerse generales, con preocupaciones
sobre el actual culto hedonista que me han visitado
del consumismo y el derroche. constantemente en los últimos
años; pero los rostros de los
Si en una región de América asistentes, hombres y mujeres
Latina tiene el mensaje pontificio jóvenes, maduros y ancianos,
una vigencia más acusada y que la televisión proyectaba "a
dramática, es hoy en el Perú. La nivel nacional", reflejaban el
situación humana, las del las asombro, la consternación, casi
comunidades más débiles, la duda, la perplejidad... No sé si
reclama que se arbitren de el actual régimen estará
inmediato soluciones de fondo y actuando en con-
22 MERCVRIO PERVANO
sonancia con ese discurso
presidencial, o si aquello fue sólo
un impulso como el del cambio
de la capital o los conatos de
propiciar una reelección
inmediata del primer magistrado.
Creo, y lo he dicho ya en una
revista que me envió hace poco
un cuestionario sobre el tema,
que en el Perú vivimos hoy un
abuso de lo que Max Weber
llama "la legitimidad
carismática", cuando
precisamente lo que requerimos
es la plena legitimidad legal,
aquella en que se funda el
Estado de Derecho y que reposa
en el respeto de las instancias,
fueros, autonomías y
jurisdicciones de los Poderes del
Estado y de las instituciones;
aquella en que el poder político
tiene sus plazos, sus límites y
sus mandatos precisos y en que
el gobernante está al servicio de
la Constitución, del Estado y de
la comunidad nacional; es decir,
al servicio del bien común.
Lo que el Perú necesita, como
lo necesitan todos los países
iberoamericanos, es perfeccionar
su institucionalidad civil y su
sistema democrático para
ponerlos, a su vez, al servicio de
un verdadero proyecto nacional
que trascienda los plazos de los
regímenes emanados de las
urnas. La crisis actual, por sus
connotaciones éticas, es acaso la
más grave de toda nuestra
historia. Pero, en el horizonte se
vislumbra una ruta, abierta
precisamente por el pueblo cuyo
incremento explosivo ha
agravado la crisis. En el pueblo
mismo del Perú está la
esperanza. Entre todas las
estadísticas negativas, hay en el
Perú una verdaderamente
alentadora: la estadística y las
cifras de nuestra educación. En
medio siglo, de 1937 a 1987, el
Perú ha pasado de una población
escolar (es decir, de 6 a 15 años)
de un millón a 4'750,000 niños y
jóvenes. De aquel millón de 1937
sólo tuvieron matrícula 350 mil,
es decir, el 30% de la población
en edad escolar. En 1961, los
matriculados eran ya el 58% de
la población escolar; en 1972,
representaban el 78% ; en 1981,
sobre una población en edad
escolar de 4'110,000 jóvenes,
estaban en las aulas 3'699000,
es decir, el 90% ; y el año
pasado, de un total de 4'603,000
niños y jóvenes en edad escolar
(en un lustro habían aumentado
en 600 mil), estaban en las aulas
4'235,000, es decir, el 92%, y de
ellos el 93% de los hombres y el
91% de las mujeres. Creo que las
cifras grafican elocuente,
emocionalmente, lo que significa
para el pueblo peruano la
redención social por la
educación. ¿Quién que conoce el
Perú no ha sido testigo de algún
episodio conmovedor en la gesta
heroica de nuestro pueblo por
transformarse con su propio
esfuerzo? por su propio
sacrificio: esos cientos de miles
de niños que van a la escuela
diariamente sólo con una taza de
té de desayuno y que a media
mañana, gracias a Dios, la
mayoría, reciben una taza de le-
che…
 LA DEMOCRACIA PERUANA: UNA LARGA CRISIS...
Pobreza, desnutrición,
desempleo y subempleo,
delincuencia, violencia, explosión
demográfica, migración interna,
centralismo, hondos
desequilibrios sociales... Ese es
el cuadro. Con una gran
tradición histórica de la grandeza
—Chavin en el 100 a.C., cuando
el predominio sumerio en
Mesopotamia; Wari entre los ss.
IX y XII en plena reconquista
española; y el Tahuantinsuyo de
los Incas los ss. XV y XVI en
plena gesta castellano-leonesa de
la unidad peninsular; predominio
peruano en toda América del Sur
en el s. XVII (cuando Lima era
mucho más grande que Madrid);
momentos de esplendor en el
siglo XIX, que en general fue de
decadencia, cuando el Perú tuvo
el primer barco a vapor de
América del Sur, el primer
telégrafo, construyó el primer
pozo petrolero (1863), el primer
ferrocarril sudamericano el más
alto del mundo (en 1872) ; y
antes había tenido la primera
Universidad, la única de Sud
América a lo largo de un siglo, el
primer diario (en 1790), la
primera revista cultural del
continente (en 1791-1795), el
Mercurio Peruano, que sorprendió
al sabio Humboldt y arrancó
frases de admiración de Goethe o
que envió ya a comienzos del XVI
esos ceramios chimús que
admiraron a Benvenutto Cellini—,
el Perú de hoy no puede vivir del
recuerdo del pasado. Si bien es
verdad, como ya he dicho, que
siempre resurgieron las
energías espirituales que nos
sacaron de trances difíciles, la
23
verdad es que ya somos ni "el
rico Perú" de que habla Torcuato
Tasso en La Jerusalén Libertada,
ni "el Perú de espantable
magnificencia" de Montaigne en
sus Ensayos, ni "el Ofir bíblico"
de Arias Montano, ni El Paraíso
en el Nuevo Mundo de Antonio
León Pinelo, ni El Dorado de
Voltaire, ni siquiera "la agonía de
aqueste oro" de que nos habla el
cronista Oviedo, cuyas
resonancias llegan hasta los
versos hermosos de García Lorca:
"Oh Perú de metal y de
melancolía"; aceptemos que de
todo aquello nos queda la
melancolía; aunque también la
esperanza en el poder
transformador de nuestro propio
esfuerzo. Porque, aunque parezca
paradójico, ese mismo pueblo
que sufre hoy tan baja calidad de
vida, digamos en lo material,
ofrece, al mismo tiempo, una
sorprendente salud espiritual:
señorío, cortesía, hospitalidad,
buen humor, sentido de la
afabilidad, la sonrisa, y hasta el
escepticismo inca y andaluz,
árabe y andino.
Por eso mi utopía para el Perú
inmediato —así como para Víctor
Andrés Belaunde y Jorge Basadre
el desideratum fue la integración
nacional que ellos soñaron
cercana—, es la utopía del
consenso y el rechazo de la
confrontación. Y que, a partir
de 1990, cualquiera sean los
resultados electorales, la
izquierda democrática y
parlamentaria, el socialismo
democrático, el aprismo
socialdemócrata, el
acciopopulismo liberal y reformis-
24 MERCVRIO PERVANO
ta, el partido popular cristiano, el
Movimiento Libertad de Mario
Vargas Llosa, el Frenatraca
tahuantinsuyano y cuantos crean
en el Perú como posibilidad de
una comunidad integrada, libre,
próspera y fraterna, todos
concuerden en un programa de
salvación nacional y en un
programa de recuperación en
cuyo núcleo esté la persona
humana, la familia, la comunidad
de hombres en que se asienta
una sociedad verdaderamente
libre y justa.
Escritas estas líneas leo que el
Presidente García ha llamado a
los diversos partidos para un
"acuerdo nacional" sobre temas
de población, educación,
regionalización y petróleo. Veo
que las primeras respuestas
formulan la condición previa de
un programa económico de
emergencia pues el Perú puede
quedar sin reservas en pocos
meses más —y que ello su-
pondrá un tratamiento severo del
déficit fiscal y un reajuste de la
estrategia frente a la deuda
externa. En cualquier caso,
salvada la coyuntura gravísima,
debe imponerse en el Perú un
programa de consenso para el
mediano y largo plazo, y es decir
un verdadero proyecto nacional.
Como antes decía, la última
Encíclica de Juan Pablo II
reafirma un punto esencial de
reflexión: el de la justicia y la
solidaridad internacional. Apelar
a este argumento por un peruano
que ama profundamente a
España y en estas vísperas del V
Centenario que no debe quedar
ni en la retórica ni en la
improvisación, creo que tiene un
sentido patente que no necesito
explicar. La integración de
Iberoamérica y la consolidación
de la comunidad de los pueblos
hispánicos, creo que son las
grandes tareas con las que
deberemos asumir juntos
nuestro destino al comenzar el
próximo milenio; ello será posible
si ahora mismo imaginamos y
realizamos programas de
cooperación en tantos órdenes de
nuestra vida en que nos
complementamos y nos debe
enriquecer recíprocamente.
Siempre recurro a un gran
escritor francés, que fue no sólo
Premio Nóbel de Literatura sino
una de las conciencias más
lúcidas del mundo occidental, un
moralista en el sentido también
francés de la palabra. Dice Albert
Camus que "si los hombres están
solos en un mundo hostil, deben
unir sus desgracias comunes y
cada individuo debe servir al
prójimo hasta el sacrificio de sí
mismo". Sólo que en este caso el
sacrificio habrá de depararnos
una esperanza también solidaria.
Muchas gracias.
 El Debate Sobre el Fin de la Historia
Antonio Belaunde Moreyra

Decía Todd que la sociedad

1.- La "caída final". soviética era una sociedad
Hace unos trece o catorce años cerrada, de modo que las
tuvo un apreciable éxito de libre- informaciones y datos que sobre
ría, en lengua francesa, la obra ella trascendían y llegaban a los
de un joven publicista anglo- centros de información del
francés de nombre Emmanuel mundo occidental no podrían ser
Todd, titulada "La Chute Finale", comprobados o verificados por
es decir "la caída final", se alguno de los métodos conocidos
entiende, de la Unión Soviética. de las investigaciones sociales.
Expliquémonos. Esta situación, según el autor, es
parecida a la que se presenta al
El autor, Emmanuel Todd, hijo historiador de una sociedad
de un personaje ya distinguido en remota en el tiempo, a la que no
1os medios literarios filosóficos puede acudir a fin de verificar las
del existencialismo francés, era a informaciones que de ella han
la sazón un joven historiador de llegado hasta nosotros, en forma
unos 30 años y pretendía haber de monumentos, documentos,
aplicado los métodos de la monedas, etc. El método histórico
investigación histórica al estudio consiste entonces en, sustituir el
de la sociedad soviética. Ello le criterio científico de verificación
había llevado a conclusiones más positiva, por un criterio que él
bien sorprendentes para el estado llama de "verosimilitud" y que
entonces de la así llamada radica en la coherencia interna, o
ciencia de la "sovietología", que "consistencia", como dicen
como se sabe es la especialidad algunos, especialmente los
en la ciencia política occidental matemáticos, del cuadro inducido
que se ocupa del mundo allende a partir de esos
la entonces existente "cortina de incompletos elementos de
hierro". información. El criterio de verifi-
26 MERCVRIO PERVANO
cación histórica, sobre todo a
medida que la historia se remonta
más lejos en el tiempo, es pues
este sustituto de la verificación o
comprobación positiva, consisten-
te en el alto grado de probabilidad
del cuadro más coherente, el que
logre reunir, sin contradecirse
entre sí, el mayor número de
informaciones significativas.
Y bien, éste era el método que
Todd afirmaba debía aplicarse al
conocimiento de la sociedad
soviética, el único viable en vista
de la imposibilidad de ir allá a
confirmar los relativamente
escasos datos disponibles por ser
ella, o haber sido, si hemos de
estar a la hora presente, una
sociedad clausa, cerrada a los
observadores extranjeros, que
cuando iban más allá de los
límites tolerados o los parámetros
deliberadamente inducidos, eran
tratados como espías.
Todd dedicó las 300 ó 400
páginas de su libro a describir el
cuadro hipotético que de esta
manera había él inferido de los
elementos de información
disponibles. El resumen, aún a
riesgo de simplificar las cosas,
era realmente muy sencillo: en la
Unión Soviética sólo marchan
bien la fuerza armada y la
industria militar; el resto, decía
él, es un cascarón vacío, sobre
todo debido al fracaso de la
planificación central para hacer
próspera su economía, fracaso
compensado y aliviado en parte
por un bastante general
incumplimiento de la ley,
manifiesto económicamente en la
forma de mercado negro.
Este cuadro, como se sabe, ha
sido abrumadoramente
comprobado después, pero en esa
época era un rumor que pugnaba
por acallar las prominentes voces
de la intelectualidad marxista o
marxistoide que entonces, quizá
con la honrosa excepción de
alguna voz crítica, dominaba
todavía la universidad francesa
en lo que, glosando al propio
Marx, el gran pensador Raymond
Aron llamó "el opio de los
intelectuales". Recordemos que
cuando apareció el libro de Todd
era todavía de buen tono ser
marxista y la cátedra
universitaria en Francia, así
como la poderosa prensa
universitaria, y otras, estaba
dominada por las ruedas de
molino de esa escuela que hoy
nos parece tan trasnochada.
Pero lo interesante es que Todd
no limitaba su esfuerzo a un
diagnóstico de la sociedad
soviética, él hacía un pronóstico;
pronosticaba en efecto su caída
final. La razón de esta prognosis
era sencilla, un ejército y una
industria militar
hiperdesarrollados, encaramados
parasitariamente en una
economía en crisis hacían de la
Unión Soviética una potencia en
equilibrio inestable; el cascarón
vacío debía tarde o temprano,
más temprano que tarde,
terminar por resquebrajarse y
derrumbarse.
Todd lanzaba así al aire un
mensaje optimista a los muchos
 EL DEBATE SOBRE EL FIN DE LA HISTORIA
que por entonces veían
recrudecer la guerra fría, bajo la
era de Brezhnev. La célebre
sovietóloga francesa Helene
Carrere D'Encause proseguía
entonces sus profundos trabajos
que le han dado justa fama, en
análisis notables que en suma
confirmaban y ampliaban el
diagnóstico de Todd; pero sin
extremar, cauta sus predicciones;
y el célebre publicista liberal
Francois Revel se dejaba llevar al
pesimismo, al comprobar que las
democracias occidentales cedían
posiciones, marginales por cierto,
en el tercer mundo, ante la
insidiosa arremetida ideológica o
propagandística, y hasta en
algunos casos militar, del
comunismo marxista. Debe
recordarse que la política de
Brezhnev respaldaba por
entonces las llamadas guerras de
liberación de los pueblos contra
la dominación del "imperialismo
capitalista", ocultando el hecho
que ya los únicos pueblos que
quedaban por liberar eran los
oprimidos por el imperialismo
soviético, más intenso y más
extenso que el viejo imperio de los
zares.
El mismo Raymond Aron, que
ya hemos citado, y como bien se
sabe es la gran figura intelectual
de Francia en el período de la
post-guerra y hasta tiempos muy
recientes, cuyo prestigio sobrevive
a la debacle del existencialismo
sartriano y al olvido de toda su
parafernalia, bien, Raymond Aron
expresó su aprecio por el libro de
Emmanuel Todd y en especial por
27
el juvenil aliento que vibraba en
sus páginas, pero aunque
compartía el diagnóstico de la
sociedad soviética, no compartía
el pronóstico, muy a su pesar por
cierto. Decía Aron que una
situación o equilibrio
intrínsecamente inestable podía
durar, si no indefinidamente, al
menos mucho tiempo. El no
creía, pues, que la "caída final"
estuviera dentro del horizonte de
lo inmediatamente previsible, por
lo que Todd se habría dejado
llevar por su impetuosidad
juvenil, a lo que los anglosajones
llaman "wishfull thinking": dar lo
deseado, o deseable, por seguro.
El por su parte se abstendría de
tal extremo.
Pero el viejo sabio se equivocó;
esta vez el entusiasmo juvenil
tuvo razón, aunque Aron no
viviera lo suficiente para verlo.
Vino la muerte de Brezhnev, los
breves interinatos de proyectos
"aparachics" que le siguieron y
por último, el ascenso de
Gorbachov al poder, la
perestroika y la glasnot, y en fin
la apertura de la caja de pandora,
que a un ritmo crecientemente
acelerado ha transformado el
mundo soviético, derrumbando
su antigua estructura férrea y
monolítica como un castillo de
naipes. Hay quienes han
calificado este proceso de
revolucionario, tal es el prestigio
que por una ciega inercia aún
nimba la palabra "revolución". Se
trataría de una gran revolución
pacífica, lo cual, después de todo,
es una contradictio in adyecto. Yo
28 MERCVRIO PERVANO
Prefiero calificarlo de proceso
"desrevolucionario", pues lo que
se está haciendo consiste
precisamente en deshacer la
obra de la revolución de octubre
de 1917. Ya en la revolución
francesa, el movimiento
termidoriano representó un
primer proceso
desrevolucionario; el de ahora es
mucho más significativo,
estamos viviendo la más grande
"desrevolución" de la historia.
2.- Otra notable obra juvenil.
Después de este proemio, que
juzgo un oportuno homenaje al
audaz y profético sovietólogo,
Todd, que vio venir todo esto,
llegamos al motivo central de
este ensayo.
Ha habido hace ya varios
meses un nutrido debate en
Estados Unidos y Europa acerca
de si las consecuencias de la
perestroika y la glasnot
entrañaban el fin de la historia,
entendida esta noción en un
sentido hegeliano. Tal fue la
tesis, o la pregunta, que se hizo
otro joven autor, el filósofo y
analista político norteamericano,
de origen japonés, Francis
Fukuyama, en un sonado
artículo que provocó una viva
polémica a ambos lados del
Atlántico. Fukuyama ha
convertido después su artículo
en un libro, que por desgracia no
ha llegado aún a mis manos. Ha
llegado en cambio la traducción
al castellano de un segundo
artículo suyo en el cual él evalúa
la polémica suscitada por su
audaz pregunta: "The end of
history?".
Por cierto Fukuyama explica
que el final de la historia no debe
entenderse en el sentido que en el
futuro no hayan de darse la
sucesión de acontecimientos
políticos y hasta militares, que es
lo que comúnmente se entiende
por el tejido de la historia. No
hemos llegado todavía, cree él, a
tal estado de enteropía política;
pero ese estado estaría en ciernes
en la medida en que la historia
política es movida por la historia
ideológica, o sea por lo que Hegel
llamó la dialéctica.
El gran filósofo alemán, como
se sabe, concibió el acontecer
histórico como un proceso
dialéctico o debate de
pensamiento mediante el cual se
realiza lo que él llamó el Espíritu,
Idea o Razón, y que para un
cristiano viene a identificarse con
el plan o designio de Dios, o sea
la Providencia; sólo que para
Hegel ese plan o designio era más
bien el proceso en que Dios
mismo, o el Ser, se actualiza en la
vida y la historia de un ente que
en cierto modo lo porta, el
hombre. En fin, como quiera que
haya de entenderse esta ardua
filosofía, está el hecho que
Fukuyama, con Hegel, concibe el
acontecer histórico, según decía
el célebre hegelizante italiano
Croce, como "la hazaña de la
libertad en la historia". Lamento
no poder detenerme a comentar
las complejidades del
pensamiento hegeliano, entre las
que destaca su admirable
concepto de "astucia de la razón",
versión moderna de lo que en la
 EL DEBATE SOBRE EL FIN DE LA HISTORIA
teología tradicional eran los "me-
dios indirectos" de que se vale la
Providencia divina. En todo caso
es cierto que para Hegel la razón
—divinizada— preside la historia
de modo que, como recuerda
Fukuyama, su historicismo no es
relativista, sino cree en una
verdad absoluta que se hará
manifiesta al final: justamente el
triunfo de la libertad al cabo de
su azarosa aventura dialéctico-
histórica. Esto, según Fukuyama
es justamente lo que se habría
producido al triunfar en la Unión
Soviética la perestroika, pues el
comunismo marxista, único rival
serio de la ideología liberal,
habría perdido toda vigencia
ideológica.
Fukuyama comenta que Hegel
creyó en su juventud que el fin
de la historia estaba en ciernes
en el imperio napoleónico, que
siguió a la gran eclosión de la
revolución francesa, y que
difundió la idea libertaria por
toda Europa, llevada en la punta
de sus bayonetas. Es sabido el
episodio cuando Hegel, que ya
empezaba a dejar de ser joven,
acababa de escribir en Jena,
Prusia, de cuya universidad era
profesor, el primero de sus
grandes libros, "La
Fenomenología del Espíritu",
cuando se produjo justamente en
las afueras de esta ciudad la
gran victoria del ejército
napoleónico sobre el prusiano,
que como batalla lleva su
nombre; y que de paso, lo dejó
temporalmente sin trabajo. Hegel
una mañana vio pasar a caballo
29
por las calles de la ciudad
desierta a Napoleón, el gran
hombre, y se dijo poco más o
menos: "He visto pasear al mismo
Espíritu en persona".
Más tarde, repensando en su
madurez su ideal libertario, sin
renunciar del todo a él, Hegel
pensó que el fin de la historia, es
decir, el triunfo de la libertad, se
encarnaría más bien en el Estado
Prusiano. Dado que Prusia era
entonces una monarquía
absoluta, hay quienes han creído
que el filósofo de Jena se había
convertido al totalitarismo. Tal
creencia es por cierto falsa, la
monarquía prusiana era absoluta,
en el sentido que no era
constitucional, pero no era
totalitaria y dentro de ella cabía
un amplio campo de acción para
lo que Hegel llamó la sociedad
civil. El Estado poderoso era para
él la garantía de la libertad
personal, y en la ciencia política,
que salió de su ideología surgió
pronto el concepto de "Estado de
Derecho" que hoy preside en
nuestros regímenes democráticos
la relación justamente entre esos
dos grandes términos: derecho y
Estado.
Es célebre el episodio de un
molinero, vecino del Palacio Real
de Postdam, al que el Rey
Federico II, el Grande, quiso
comprar su propiedad para
ampliar el jardín del palacio;
como el molinero tercamente se
negara a venderlo, el rey le dijo
"Te lo quito", a lo que aquél
respondió con lo que los alemanes
llaman una "Geflügelte-
 30 MERCVRIO PERVANO
wort", una "frase alada": "Hay
jueces en Berlín...". Este episodio
no es sólo una anécdota ya que
tuvo mucha importancia en la
consolidación del derecho
prusiano y el alemán, justamente
en la obra de gobierno de aquel
notable monarca, en contraste con
el maquiavelismo con que
conducía su política externa (no
obstante que en su juventud
había escrito un anti-
Maquiavello).
Tal es pues el sentido en que
Hegel entendía el Estado fuerte
como garantía de la libertad. Y el
modelo prusiano, notable tanto
por la eficacia de su ejército como
de su administración, serviría más
tarde a la exaltación del rol de la
burocracia hecha por el sociólogo
Max Weber en su ingente
contribución al pensamiento
socio-político contemporáneo
(cosa distinta al desprestigio de
esa palabra entre nosotros).
Pero recuerda Fukuyama que el
pensamiento del Hegel maduro no
podía disimular que existían
contradicciones e insuficiencias
en la relación Estado-sociedad
civil de su época, y en particular
dentro de ésta, en la fase inicial
de la industrialización. Esas
contradicciones dieron lugar a la
protesta de la izquierda hegeliana,
de la que pronto surgiría el
marxismo. Por avatares de la
historia que sería imposible
recontar acá, cree Fukuyama que
el marxismo ha producido el gran
obstáculo al triunfo final de la
libertad en los últimos 150 ó 480
años; pero perdida su fuerza
ideológica, con su raigambre
política también perdida en el
Estado soviético, gracias a la
perestroika, este obstáculo ha
desaparecido ya, y la historia
como movimiento dialéctico, es
decir como el gran debate de las
sucesivas tesis y antítesis
ideológicas, ha culminado ahora
en la síntesis final.
En otras palabras, el artículo de
Fukuyama se ha destacado dentro
de la voluminosa literatura
periodística concerniente a la
crisis actual del mundo soviético,
por haber dado a la apreciación de
estos hechos una dimensión
filosófica inusual en el
periodismo. Donde los otros han
visto el término de la guerra fría,
él, extrapolando, con gigantescos
trancos de filósofo, ha creído ver
el final mismo de la historia.
Todos habían visto el final de la
guerra fría, el ha creído ver en eso
el final de la historia misma.
Detrás de su trabajo hay una
intensa labor preparatoria,
realizada no sólo por él en sus
estudios, sino en ciertos
ambientes universitarios de los
Estados Unidos, lo cual también
ha dado ocasión a algunos
sucesos de librería recientes,
como el del profesor Blume, que
ha descrito esos ambientes
profundamente penetrados por la
filosofía hegeliana, desplazando
los lugares comunes del
empirismo y pragmatismo
anglosajones. Tal es la nueva
manera, moda o técnica
intelectual en ese país. El artículo
de Fukuyama se mueve en una
 EL DEBATE SOBRE EL FIN DE LA HISTORIA
problemática más propia de la
ciencia alemana o si se quiere en
una original muestra de
profundidad germánica y crisis del Golfo Pérsico. Pero
practicidad anglosajona, como es
la contenida en sus páginas
dedicadas al debate tripartito
entre Hegel, Marx y Max Weber,
en que Fukuyama sitúa en su
justo nivel el valor determinante
de los factores materiales frente
a los espirituales en la
motivación económica. Todo esto
es de alto nivel y hace del
artículo de Fukuyama una pieza
importante en cualquier
discusión de la escena ideología
contemporánea. También en este
artículo hay un componente de
audacia juvenil que le ha
permitido lanzarse a arrastrar un
debate de altas dimensiones.
3.- El debate.
Sería demasiado fácil responder
a Fukuyama que la prueba que la
historia no se ha detenido es la
grave crisis que vivimos ahora,
suscitada por los acontecimientos
del Golfo Pérsico; pero recordemos
que él no niega que han de
continuar los acontecimientos
históricos. Lo que cree es que,
desaparecido ahora el comunismo
marxista como rival ideológico de
la democracia liberal, y habiendo
sido liquidadas hace ya casi 50
años por efecto de la segunda
guerra mundial, las variedades
fascistas del nacionalismo, queda
ya el campo libre a la ideología
demo-liberal, victoriosa por fin.
Claro, se le ha señalado que hay
zonas de resistencia al liberalismo,
31
sobre todo en el fundamentalismo
y nacionalismo árabes, una de
cuyas variantes ha producido la
Fukuyama considera que el
fundamentalismo árabe no tiene
el atractivo de un llamado
universal, como el de la ideología
liberal y el que un tiempo
tuvieron el comunismo marxista y
el fascismo. El fundamentalismo y
el nacionalismo árabes, son
corrientes espirituales localizadas
en una zona particular,
circunscrita, del globo terráqueo,
y aunque sean susceptibles
todavía de provocar grandes
catástrofes, no tienen vigencia
para el mundo en su conjunto.
Queda, sin embargo, por saber
cuán liberal es el liberalismo
político y económico en Japón.
Este es un punto que no parece
haber merecido suficiente
atención en el último debate.
De otro lado, está el problema
del tercer mundo en su conjunto.
Fukuyama lo silencia como si el
tercer mundo fuera irrelevante al
futuro de la historia, dando por
seguro que también él, y salvo la
resistencia peculiar del mundo
árabe, terminará por triunfar el
liberalismo político y económico,
de lo cual por lo demás hay
signos claros en el sur-este
asiático y la América Latina. En
abono de esta evaluación, él
señala la dependencia, verificable
de hecho, de los ideólogos del
tercer mundo respecto de las
concepciones, más bien de
izquierda que han salido
 32 MERCVRIO PERVANO

hasta ahora importar del primero, bilidades de la tecnología o de la ciencia.

o mundo occidental, sin excesivo En cuanto a las críticas
sentido crítico. Nuestro autor pa- procedentes de la derecha, la más
rece asentarse en la confianza que notable parece ser la de un señor
esta tendencia continuará en el Irving Kristol, de quien me ha
futuro, pero cambiando de signo. llegado la siguiente cita:
Esta es su principal respuesta a
las críticas que le vienen de la "La única manera que conozco
para; liberarse de la
izquierda.
sensibilidad y el tipo de
La cosa sin embargo no es tan pensamiento hegelianos
simple, sobre todo si se vincula la consiste en retornar a
evolución próxima del tercer Aristóteles y a su
mundo a los problemas ecológicos comprensión de todas las
mundiales. El daño que parece formas de gobierno —
haber ya sufrido el equilibrio democracia, oligarquía,
natural de los factores aristocracia, monarquía,
ambientales del globo terrestre, tiranía— son de modo
ha sido básicamente causado por esencial inestables, que todos
los regímenes políticos son de
el desarrollo industrial en la parte
transición por naturaleza, que
norte de nuestro planeta. La
la estabilidad de todos ellos
continuación del proceso y el
se corrompe con el poder
desarrollo económico del tercer
corrosivo del tiempo."
mundo sobre las mismas bases
tecnológicas corre el riesgo de En conjunción con esto,
agravar esa problemática al punto Fukuyama mismo admite la
de volverla insostenible; pero el acción de un factor de tedio, de
tercer mundo reclama su lugar en aburrimiento. El liberalismo como
los beneficios del progreso ideología es susceptible de
universal, que no le puede ser encender los mayores
negado. Sólo cabe esperar que el entusiasmos, aún heroicos,
futuro esté hecho aún de nuevas mientras pugna por realizarse,
transformaciones tecnológicas que pero una vez logrado el triunfo,
permitan continuar el progreso parece caer en la monotonía de
controlando el riesgo ambiental; una rutina en que lo
de otro modo habríamos llegado al determinante políticamente no
punto en que el progreso material son los ideales sino los más
se autodestruye al dislocar el pedestres, y aún sórdidos,
hábitat natural humano. El fin de intereses económicos. Por ahí
quizá esté la fisura, que unida al
la guerra fría parece alejar el
hecho que el pluralismo
holocausto atómico pero queda
democrático admite en principio
aún por saber si aleja el ecológico.
todas las posibilidades, deja el
Al respecto colijo que Fukuyama futuro abierto a la prosecución de
confía optimistamente en las posi- la historia.
 EL DEBATE SOBRE EL FIN DE LA HISTORIA
Fukuyama, en efecto, no ve con
demasiado entusiasmo el mundo
resultante del triunfo de la
ideología liberal. El dice:
"El final de la historia será un
tiempo muy triste. La lucha
por el reconocimiento, la
voluntad de arriesgar la propia
vida por un puro fin abstracto,
el combate ideológico a lo an-
cho del mundo que exigía
audacia, coraje, imaginación e
idealismo, serán reemplazados
por el cálculo económico, la
solución sin fin de problemas
técnicos y preocupaciones
ambientales, la satisfacción de
sofisticadas demandas del
consumidor. En el mundo
post-histórico no habrá arte ni
filosofía, sólo perpetuo cuidado
del museo de la historia
humana, puedo sentir en mí
mismo una poderosa nostalgia
por el tiempo en que la
historia existía. Tal nostalgia
en efecto continuará nutriendo
en alguna medida y por un
tiempo la competencia y el
conflicto en el mundo post-
histórico. Aunque reconozco
su inevitabilidad, tengo el
sentimiento más ambivalente
por la civilización que se ha
creado en Europa desde 1945
y en sus extensiones en el
Atlántico Norte y en Asia.
Quizá este mismo prospecto de
tedio al final de la historia,
servirá para reiniciar la
historia una vez más, más
tarde."
Tal pues la perspectiva poco
entusiasta que nos presenta Fuku-
33
yama del mundo que en su
opinión nos espera y que en todo
caso, los últimos acontecimientos
obligan a posponer un poco.
¿Pero es previsible el futuro?, ¿no
es éste susceptible de sorpresivos
giros que dejan siempre
súbitamente sin pie cualquier
complaciente confianza
tranquilizadora —o aburridora
según se mire— que muy serias
razones permitan vaticinar?.
El mismo Kristol parece haber
dicho de la tesis de Fukuyama:
"No le creo ni una palabra, pero...
no resulta, fácil rechazar o
refutar el brillante análisis". Tal
es pues la coyuntura actual, el
estado de cosas al presente; pero
el presente es siempre huidizo y
susceptible de transformarse.
Como siempre, la última palabra
sólo la dice el futuro.
Es notable en todo caso que en
el enfoque de Fukuyama y en el
debate que le ha seguido, falta la
visión escatológica. El fin de la
historia, para nuestro autor,
carece de la grandeza y el misterio
apocalípticos. No me refiero
específicamente a la escatología
cristiana, la Parusía o segunda
venida de Cristo, de la que en este
contexto no se ha hecho mención
alguna, ni siquiera como
esperanza de millones de seres
humanos. También ciertos
peculiares sobre-tonos de la
escatología hegeliana parecen
haber sido olvidados. El final de la
historia, que para Hegel habría de
ser la síntesis culminante de las
sucesivas tesis y anti-
34 MERCVRIO PERVANO
tesis dialécticas y el desenlace
feliz de todas las alienaciones; en
suma, la realización del Espíritu
Absoluto, se habría producido un
poco de trasmano, "sans nous
apercevoir" como se diría en
francés, sin advertirnos de su
presencia, en el casi vanal
acontecer cotidiano de la noticia
periodística. De allí el mérito de
Fukuyama por habernos leído la
profunda entre-línea; pero en su
versión, el "gran finale"
escatológico debería ser
reemplazado por un milenio de
enteropía histórica, una simple
extinción o agotamiento de los
motivos que hicieron del
acontecer humano hasta ahora
una azarosa y tumultuosa lucha
de ideas, pasiones e intereses; de
ideas sobre todo. Tal visión del
milenio como enteropía es una
posibilidad nueva que no creo
que la teología escatológica haya
considerado hasta ahora.
La teología de la liberación nos
ha dado otra visión del milenio
que quizá no sea demasiado
distinta: el supuesto triunfo,
ahora descartado, de la revolución
universal, en la que utilizando
a Tayllard de Chardin y
bautizando al ateo Marx, algunos
creían ver el "punto omega", es
decir, la segunda venida de Cris-
to, consistente más bien, antes
que redención, en una elevación
del hombre por sus propias fuer-
zas hacia la divinidad. El milenio
marxista ha quedado desfondado
ideológica y pragmáticamente. Es-
to parece ser una conclusión que
podemos sacar del artículo de
Fukuyama y su debate y en suma,
de todo el contexto actual. Pero
¿nos quedará entonces un milenio
de tedio, monotonía y rutina, una
verdadera enteropía intelectual y
política que nada tiene que ver
con la definitiva salvación de la
humanidad, prometida por los
profetas y los salmos?. No lo cree-
mos. Por mi parte opino que ese
milenio de tedio es un error, un
espejismo, nada ilusionante por lo
demás, que quizá no se puede
refutar o rechazar en el momento
por consideraciones teóricas o
fácticas que estén ahora a
nuestro alcance, pero bien puede
suceder que el futuro,
impredictible siempre, se
encargue de refutarlo pronto,
quizá trágicamente.
 Apuntes Críticos Sobre "El Otro Sendero" ( * )
Beatriz Cipriani Thorne

I. Resumen y crítica de la porcentual de los bienes y

principal tesis del libro servicios producidos por los
informales. Y, b) el montaje
"artificial" de un taller de
1. El núcleo del libro lo confecciones con base en la ley
constituye un estudio empírico vigente; se realizaron trámites
sobre la informalidad en Lima: burocráticos para empezar "en
la vivienda, el comercio y el regla" un negocio de pequeñas
transporte. Desde un punto de dimensiones.
vista fáctico, El Otro Sendero
gira alrededor de un hecho 2. Desde el punto de vista
social. Es un libro que está sociológico, este libro introduce
elaborado sobre la base de unos una lógica de lo social; nueva,
datos, muy fatigosamente por lo menos en los estudios
conseguidos, por un equipo de empíricos realizados en nuestro
personas. El trabajo del equipo país. Efectivamente, se trata de
consistió —a grandes rasgos— relacionar entre sí algunos
en dos estudios largos y factores que componen el
laboriosos, pero cuyo proceso entramado de la vida social:
mismo sirve de hipótesis de
a) la legalidad, interpretada
trabajo al autor principal.
por el autor como el poder del
Fueron: a) la elaboración de
Estado, ejercida
estadística acerca de la cantidad
coercitivamente;
de mano de obra empleada en el
comercio informal (ambulantes), b) la costumbre o
el transporte (líneas "pirata" de comportamientos que nacen
microbuses) y la vivienda espontáneamente de la vitalidad
(invasiones y construcción sin humana en contacto con un
licencia) informales; también medio social; y
logran dar una aproximación

(*) De Soto Polar, Hernando, El Otro Sendero. La Revolución Informal, en colaboración

con Enrique. Ghersi y Mario Ghibellini y el Instituto Libertad y Democracia. Prólogo de Mario Vargas
Llosa. Lima, ed. El Barranco, 3a. ed., 1986.
 36 MERCVRIO PERVANO
c) el medio económico, con sus
condiciones objetivas: oferta y de-
manda de mano de obra, a su vez
condicionada por la existencia
misma de empresas.
Pues bien, estos tres factores
no están tratados con igual
profundidad ni rigor en el libro.
3. La relación teóricamente
conflictiva entre el poder
expresado en las leyes del país
(que en el libro aparece del lado
de la burguesía) y la precariedad
del trabajador (el proletario
desposeído: el informal) —tan
cara a los marxistas— es,
inicialmente, una relación que se
acepta, de la que parte De Soto
en su análisis de la composición
social. Sin embargo, esos dos
factores —tesis y antítesis en la
interpretación marxista clásica—
reciben otro tratamiento, son
factores de un proceso distinto al
de la lucha de clases.
Efectivamente, el fenómeno
socio-económico de la
informalidad ha aparecido en las
ciudades del Perú (el libro sólo
trata del caso paradigmático de
Lima) que han recibido grandes
oleadas migratorias desde el
campo. Estas migraciones están
quebrando la estructura agraria
de la población y sus
consecuencias en la producción
agrícola aún no han sido
estudiadas. El fenómeno de la
migración a la ciudad es agresivo
y proliferante; como se sabe, a
partir de la década de los años
60 es masivo. Además, ha roto
todos los esquemas de
previsión y planeamiento
así como la posibilidad de ser
manejado o controlado desde las
decisiones políticas. El Otro
Sendero interpreta el fenómeno
de la informalidad como el
derecho a sobrevivir del
inmigrante campesino a la
ciudad. Un derecho éste que
ejerce al margen del Estado de
Derecho; el trabajo informal viene
a ser parte del derecho a la vida
en fin de cuentas. Contra este
derecho humano se alzaría el
legalismo de una administración
pública altamente burocratizada
y una realidad peruana: la de la
ineficacia unida a la presión in-
moral ejercida por el funcionario
público, que no entiende su
trabajo como un servicio al
público, creando situaciones
sorprendentes como la descrita
por este libro. Por ejemplo: se
tardó la increíble cantidad de 289
días para realizar trámites legales
requeridos para abrir un negocio;
en este caso fue un taller de
confecciones. Este costó 1,231
dólares para su puesta en
marcha (sin considerar insumos).
4. Pues bien, inicialmente la
1ógica del libro se sitúa en esa
especie de confrontación entre la
ley y el trabajador informal,
confrontación que no
desencadena un conflicto sino
que —con estilo muy criollo—
desemboca en un saltarse por
encima las reglas del juego, del
establishment con sus
características conocidas. El
informal pasa de ser inmigrante
campesino al juego del mercado
casi sin solución de continuidad.
 APUNTES CRÍTICOS SOBRE "EL OTRO SENDERO" 37

Estrictamente hablando no es un luz de una doctrina: la del

asalariado, sino, liberalismo económico. No dice el
alternativamente: comerciante, autor que los gobiernos del Perú
fabricante, propietario; es un se hayan guiado por una
pequeño capitalista, con sus más doctrina liberal, sino que sus
o sus menos, evidentemente. habitantes, Los informales—
Tomando pie en los datos sólo— han actuado conforme la
investigados, el libro habla de un doctrina liberal describe al
33% de informales en la trabajador: aceptando el juego
población limeña del mercado libre, creando y
económicamente activa. Es decir, compitiendo libremente entre sí
un volumen de la población lo y con otros (los empresarios
suficientemente significativo formales).
como para concluir que el
fenómeno urbano de la capital Lo cierto es que —al margen
del país —que es reflejo de otras de las definiciones doctrinarias—
capitales de departamento— se este modo de describir las cosas
resiste a ser encuadrado e puede ser cierto y ello no lleva
interpretado dentro de los necesariamente al rechazo de las
estrechos límites de las teorías leyes peruanas, ni al rechazo del
socio-económicas al uso. Estado, en bloque, como parece
Específicamente: del análisis sugerir el autor. Pensar así es
marxista de la sociedad. simplificar tanto las cosas que
parece casi infantil. Además, las
5. La tesis del libro es más condiciones históricas en las que
ambiciosa y está encuadrando la se ha iniciado la informalidad no
investigación empírica dentro de son tenidas en cuenta,
una teoría del hombre y de la adoleciendo, por este motivo, de
sociedad. Con otras palabras: en una perspectiva un poco más
el libro subyace una filosofía amplia que permita la correcta
social y política: el liberalismo. Y, interpretación del fenómeno, así
en este sentido, el libro está lleno como relacionarlo con otros
de generalidades, juicios factores. En concreto, esas
históricos, idealizaciones de la
condiciones que han potenciado
realidad y, en último término, de
la informalidad, se han
una ideología que defiende el
empezado a desarrollar a partir
autor haciendo algo así como
de la década de los cincuenta.
crítica histórica. Tampoco el
Algunos de los datos que tienen
autor se preocupa de
que ver con el tema —y que no
fundamentar mucho su
menciona el autor— son los
exposición en este aspecto.
Porque efectivamente, una cosa siguientes. A partir de 1940 se
son las definiciones y las leyes — inicia un crecimiento constante,
el marco teórico o doctrinal— y también en términos
otra, la realidad. Este libro nos comparativos, de la población de
traza un cuadro (por cierto Lima; así, se pasa de 849,171 en
parcial) y le quiere encontrar 1940 a 3'472,564 habitantes en
soluciones a la
 38 MERCVRIO PERVANO

1972; porcentualmente, respecto más empobrecido a causa de

al total nacional: del 12.1% al estas situaciones, creadas por
25.6%, respectivamente (1) Ello leyes demagógicas. Pero el libro
da una pequeña muestra del que comentamos, carece de datos
problema, más amplio, de la comparativos, haciendo
centralización. También es imposible un tratamiento
pertinente —ya se ha dicho— el histórico de los problemas
problema de la producción iniciales, es decir, del origen de
agrícola en el país, tema que, ciertas desproporciones y, a la
aunque sea de rebote, afecta a la vez, de las migraciones del
cuestión que ahora es central, pe- campo a la ciudad. El origen,
ro que está silenciada por evolución y, por fin, la
completo en el libro. Cabe, sin maduración e incorporación del
embargo, mencionar el tema campesino en una economía de
pues, como veremos, es uno de libre competencia no se estudia.
los factores del subdesarrollo. El hecho es que: "existen los
informales"; "allí están"; "esto es
Pensamos, por otro lado, en la lo que hacen", nos dice De Soto.
historia más reciente del Perú. El Bien. Pero el asunto es,
inicio del despegue industrial entonces, preguntarse: ¿para
data recién de hace unos 25 años cuánto da ese dato? Es decir:
en nuestro país. Es muy probable ¿cómo lo interpretamos? ¿Cómo
que la involución histórica de los se legisla acerca de él?, etc. Y es
doce años de gobierno socialista allí donde el autor empieza a
de facto, recesara la inversión hacer filosofía. Y del más puro
privada, además de causar la estilo liberal.
quiebra del Estado (raíz de la
inflación de nuestra deuda Lo que pasa es que nuestro
externa). Es muy razonable país no se deja encasillar
pensar que el atraso de los fácilmente dentro de los modelos
campesinos del Perú, también se conocidos, a la hora de estudiar
debe a la carencia de la formación y evolución del
infraestructura tecnológica, capital. Coexisten factores
proceso de mecanización que se dispares y ha habido coyunturas
ha visto frenado debido a la históricas únicas en nuestro
colectivización de la pasado —también el más reciente
administración agrícola (porque que inhiben a todo estudioso
el sistema "cooperativo" en la social serio de formular teorías
teoría, en la práctica, fue un generales y modelos de
sistema de administración desarrollo. Y ello no por carecer
"centralizada"). Entonces, de una cantidad considerable de
también es posible mantener la estudios teóricos —que se han
tesis de que el campesino se ha hecho con base en la formación
visto aún más relegado en la del capitalismo en Estados
escala social y aún Unidos, Europa y la Unión

(1) Censos Nacionales de 1940 y 1972.

 A PUN TES C RÍ TICOS SOBRE "E L OTRO SENDE RO"
Soviética—, sino por carecer de
estudios básicos acerca de la
realidad social y socio-económica
del Perú sin cargas ideológicas.
Por ejemplo, no existen en el Perú
estudios que contemplen la
formación de los capitales
privados desde principios de
siglo; de la tasa de beneficios y
del capital reinvertido en las
industrias nacionales; de la
rentabilidad de las Empresas
estatales, una a una, etc. Todo
ello, además, puesto en relación
con las condiciones generales del
Comercio Internacional, de las
políticas fiscales, etc.; en otras
palabras: en relación con las
variables socio-económicas y que debe tener una visión teórica
políticas que inciden en las
acciones concretas de los
peruanos. Es decir: si no existen
estudios es porque no existe la
conciencia de la necesidad de una
interpretación de la realidad pe-
ruana desde el Perú y no desde,
digamos, España o Estados
Unidos. Y, claro, quienes están
llamados a realizar esa
investigación o, mejor, esas
investigaciones, son sociólogos,
economistas, historiadores y no
ideólogos o politicólogos. Este:
tema nos llevaría al otro, más
profundo, de la necesidad de
revitalizar nuestras Facultades de
Ciencias Sociales, hoy en manos
de agitadores políticos. En
cualquier caso, los estudios de
teoría sociológica deben manejar
índices económicos, cuadros de
ingresos comparativos, tasas de
empleo, sub-empleo y desempleo,
de crecimiento y población. Sólo
tras un esfuerzo de síntesis y
39
abstracción se pueden lanzar
fórmulas para el desarrollo,
teniendo en cuenta las tendencias
propias de nuestro pueblo y de
nuestra cultura peruana.
Además, el caso es único
también, porque ni Estados
Unidos, ni Europa, ni Japón
tienen las políticas que hemos
tenido nosotros en lo que va del
siglo. Y es inherente al estudio de
lo social estudiar el influjo de la
política y más cuando se trata del
decisionismo político que nos
caracteriza. Por todo ello ni Marx,
ni Weber, ni Sombart, ni Keynes,
ni Friedmann, ni un largo
etcétera sirven. Sólo le "sirven" al
e histórica capaz de flexibilizarse
para poder interpretar una
realidad con parámetros en otra
dimensión (no las del XVIII o XIX
europeos).
No obstante, el autor que
comentamos está anclado en una
filosofía económico-social nacida
para interpretar algunos hechos
del desarrollo de la historia euro-
pea en el siglo XIX. Curiosamente
interpreta el fenómeno social de
la informalidad aceptando el
análisis de clase: los ricos con el
poder político y la ley en la mano;
los pobres con nada, sino su
coraje, su fuerza de trabajo. Para
luego decirnos que los
trabajadores informales —que él
ha estudiado— quiebran el
esquema y son el futuro de una
sociedad en la que —al fin—
habrá economía libre de mercado:
bienestar económico y felicidad
para todos. Esto
40 MERCVRIO PERVANO

suena a esperanza en un paraíso decir, a modo de ejemplo: de los

idílico. Pero es que, a pesar de 274 mercados de Lima
un análisis cuantitativo bien construidos por informales (83%
hecho, el cualitativo es del total), ¿no hay ninguno que
deficiente. Este tema —el de pague impuestos municipales,
nuestro sub-desarrollo— tan etc.?. Y así, sucesivamente,
complejo, no es posible enfocarlo ateniéndose a los casos
siguiendo linealmente un presentados en el libro, cabría
razonamiento donde los factores hablar del cobro de impuestos a
analizados han sido: la ley (un los microbuses, etc. Lo que
aspecto, y ni siquiera el más quiero decir es que la
esencial de ésta) versus el informalidad es un fenómeno que
comercio informal (o hay que considerar desde más
sucesivamente: transporte y perspectivas económicas que sólo
vivienda). Al carecer de su "puesta en marcha". Es más
perspectiva histórica nos cuenta interesante plantear el fenómeno
"una historia" (como bien dice desde el punto de vista de la
Vargas Llosa en su prólogo), pero iniciativa privada (tan
ésta con un período de vida muy desprestigiada en algunos
corto como para permitirse el sectores), por oposición a la
lujo de alzarse hasta las iniciativa estatal o empresas
increíbles alturas teóricas hasta públicas. Público-privado es un
las que sube. Dice, por ejemplo, binomio más acorde con el
que el Perú es un país fenómeno descrito pues,
mercantilista; sin embargo, efectivamente, la iniciativa
habría que profundizar un privada ha barrido con las
poquito más para equiparar posibilidades que le otorgaba la
nuestro país con la realidad estructura técnica, del Estado.
económica (política, tecnológica, Desde esta formulación, el tema
demográfica, etc.) de la mayoría de la economía informal y sus
de los países de Europa en los logros deja pendiente de un hilo
siglos XVI a XVIII. No lo hace. todo intento de planificación.,
Otra sorprendente afirmación: palabra tan querida a los
todo empresario formal siempre socialistas.
ha estado amparado por el poder
político, a cuyo favor debe el
haber podido iniciarse en el II. A propósito de una economía
negocio. Nada dice de si también política, para el Perú
a los gobiernos se debe su éxito
comercial y financiero... o su 7. Hay dos capítulos del libro
fracaso y quiebra. que pueden considerarse como
un intento de síntesis de
6. Por último, el distinguir economía política en el Perú y en
entre formalidad e informalidad algunos países de Europa. Se
por el modo de iniciarse un titulan respectivamente: "La
negocio o industria, no quiere tradición redistributiva" y "El
decir que permanezca en paralelo mercantilista". El
la clandestinidad. Es primero de ellos es una
 APUNTES CRÍTICOS SOBRE "EL OTRO SENDERO"
generalización muy poco
sustentada en datos y en la que
se insiste en presentar la imagen
de un país oligárquico. Presenta
tesis muy discutibles, que sin
embargo, al faltarles apoyo, no
pasan de ser hipótesis de trabajo
que no llegan a culminar en
demostración y conclusiones.
Todo lo más, ello sirve al autor
para situar al Perú dentro del
gran marco conceptual de las
teorías mercantilistas.
Trataremos de hacer una
síntesis de algunos desarrollos
conceptuales vertidos en estos
capítulos. El autor intenta en
pocas páginas —treinta—
comparar tres siglos de historia
política y económica de cinco
países: Francia, España,
Inglaterra, Rusia y Perú.
El autor nos introduce en esta
etapa de la historia económica
europea con algunos pocos
conceptos. Destaca la siguiente
definición: "Mercantilismo es (...)
la creencia de que el bienestar
económico del Estado solamente
puede ser asegurado por
reglamentación gubernamental
de carácter nacionalista" (p.
251). Destaca el carácter
unilateral de la definición.
Obviamente, el mercantilismo,
en opinión de economistas e
historiadores, agrupa a una serie
de pensadores cuyas doctrinas
tienen una mayor amplitud.
Polanyi, por ejemplo, piensa que
el proteccionismo del Estado
mercantilista fue necesario para
iniciar la unificación de las
economías locales en una
economía de carácter nacional
(cfr. Polanyi, The Great Trans-
41
formation, Rinehart, New York,
1944, p. 65). También Dalton nos
dice: "El mercantilismo interior y
exterior contribuyó al desarrollo
económico de los que habían de
convertirse en primeros países
industriales" (Dalton, Sistemas
Económicos y Sociedad, Madrid,
Alianza, 3a. ed. 1981, p. 34). "A
partir del siglo XVI, los mercados
fueron numerosos e importantes.
Bajo el sistema mercantil se
convirtieron, efectivamente, en
una de las tareas principales del
Estado" (Polanyi, op. cit. p. 55).
¿A qué mercados se está
refiriendo este autor?.
Obviamente, a las Colonias
ultramarinas que sirven para
definir, aún más, las doctrinas
mercantilistas. Según la historia
económica posterior —la época de
la industrialización y de la
aparición de la doctrina clásica
liberal o del laissez faire— el
mercantilismo es considerado
como una etapa de consolidación
nacional. Políticamente, el
mercantilismo se corresponde con
regímenes centralistas o
monarquías absolutas. Francia,
Inglaterra y España fueron países
mercantilistas y nacionalistas con
fuertes gobiernos centrales y una
efectiva burocracia
administrativa. Realmente, la
complejidad de los países sólo
permite generalizar las
características definidas acerca
del mercantilismo. Situar esa
época de la historia del mundo
desarrollado en relación con su
historia nacional y con la de sus
colonias es imprescindible para
entenderla. También resulta un
42 MERCVRIO PERVANO

lugar común —digno de repetirse bien al revés: que esas

aquí, sin embargo— decir que la
gran diferencia con la siguiente
etapa económica consiste en el
paso de una industria artesana y
casera a la fabricación masiva,
debido a la utilización de
máquinas, cuyos costos y escribe
beneficios y cuya utilización de
mano de obra es
cualitativamente muy diversa de
la época anterior. Las teorías
económicas posteriores,
entonces, no se entienden sin la
mecanización.
Otro lugar común es afirmar
que la teoría del Estado durante
la primera industrialización
(1750-1850) varía radicalmente.
Analizar los por qué sería, quién
lo duda, la base para el
desarrollo de la teoría del laissez
/aire o del Estado-policía.
Observar la formación del capital
industrial y analizar
cuantitativamente su out-put y
la determinación de rentas y
precios, sería trazar la historia
de más de 100 años de actividad
económica en Europa Occidental.
Si encuentro pertinente
introducir aquí estas consabidas
generalizaciones, es por lo que
viene a continuación. La delicada
cuestión de la relación entre la
teoría y la praxis está en juego
aquí. Es decir: en un país, los
procesos económicos—
producción de bienes y servicios,
determinación de precios
salarios, políticas fiscales, etc.—
¿están "amparados" por teorías
creadas expresamente ad hoc,
previamente al desarrollo de las
actividades mismas?. O, es más
actividades, fruto de la libertad
de los hombres, sustenta y da
base a la teoría que definen esas
actividades. Parece bastante claro
que la segunda de éstas es la
verdadera. Cuando Adam Smith
La Riqueza de las
Naciones está sentando las bases
teóricas de la incipiente economía
industrial en Inglaterra. Años
después, y sólo luego de observar
los mecanismos del mercado bajo
unas condiciones concretas,
David Ricardo formula una teoría
de los precios en un mercado
libre. Es decir: la relación entre
teoría y praxis en la ciencia
económica (ciencia que —por otro
lado— está constantemente auto-
corrigiéndose) no es exactamente
como parece decir De Soto: todo
empezaría por unas decisiones de
los gobiernos de cara a la
reglamentación de la economía.
La Economía sería un a priori
intelectual conocido y aplicado al
medio para inducir unos efectos.
Pero, son las acciones de los
individuos las que generan
actividad productiva contando,—
entre otros factores—, con una
legislación, que sólo de manera
parcial refleja la realidad de la
actividad económica en un país.
Efectivamente: fiscalizar no es
sinónimo de paralización de
actividad privada, ni tampoco de
su activación. Al menos, no
dentro de un país democrático.
y
Ninguna época nace
completamente reglamentada y
organizada administrativamente.
Todo el proceso de lo que ahora
llamamos economía desarrollada
 A PUN TES C RÍ TICOS SOBRE "EL OTRO SENDERO" 43

tardó alrededor de quinientos tancamiento económico en el

años en consolidarse. Perú son los gobiernos con
legislaciones restrictivas,
Hay pues, muchos aspectos en proteccionistas. Como si el solo
los que Perú dista bastante de la hecho de liberalizar la economía
realidad del XVIII europeo; otro fuera suficiente para determinar
punto no tocado es la situación un flujo tal de capitales hacia el
del campo, que también serviría país, que éste iniciaría un
para ejemplificar esas distancias. despegue violento: algo así como
Perú no conoce aún el fenómeno una revolución industrial en
masivo e intenso de revolución pocos años.
industrial que conoció Europa en
el siglo XIX y, todo lo más, Porque, en definitiva, se trata
algunas pocas industrias de invertir en las costosas
nacionales están incorporadas a tecnologías que están a la base
las tecnologías importadas de de todo proceso de
países desarrollados. Estas, industrialización. El asunto que
entre otras, son algunas de las debe interesar a economistas,
rupturas en el proceso de sociólogos, etc., está en el cómo
"demostración" que se presenta de dicha fase de capitalización
en el libro, con lo cual la del país, para no volver a generar
conclusión de equipararnos al los procesos negativos y
XVIII europeo es muy arriesgada. socialmente perniciosos que
Nada se dice tampoco de la dicho proceso tuvo en los países
explosión demográfica que, junto de Europa. Pero, lo cierto es que
a la apertura de vías de se acusa una inexplicable
comunicación más rápidas que ausencia en la lista de
las conocidas hasta entonces, "responsables" del atraso
abrió mercados más amplios económico en el Perú, precisa-
para Europa. Y, ya en el siglo mente: los grandes capitalistas,
XX, no se menciona la los inversionistas privados.
investigación científica y Sencillamente no se les asigna
tecnológica, además de la alta un papel en esta especie de
cualificación de obreros y cuadro macro-económico que
técnicos, que proporciona la intenta trazar el libro.
plataforma necesaria para
mantener el aparato de la No es difícil observar que el
producción industrializada. Un Perú vive situaciones dispares
esquema de dos factores parece en su realidad socio-económica
imponer las condiciones y cultural. Esta diversidad
absolutas de la evolución comprende desde una
económica: favoritismo estatal producción agrícola insuficiente
del grupo privilegiado y y aún no practicada
legislación deficiente, más intensivamente, hasta la
burocracia corrompida. Se industrialización parcial (con el
pretende, así, llegar a la 80% del out-put industrial
conclusión de que los grandes en Lima), pasando por el
responsables del es- hecho de que nuestro
44 MERCVRIO PERVANO
país no tiene todo su territorio
nacional integrado, ni comercial-
mente, ni culturalmente. Sin
embargo, en toda su extensión
hay pequeños sectores
plenamente integrados en un
mercado internacional (sectores
industriales que exportan al
mundo desarrollado), que
utilizan la Informática en todos
sus servicios, cuyas compañías
cotizan en Bolsa y están atentas
al flujo de precios internacional,
etc., etc. Educacionalmente
sucede otro tanto, aunque cada
día se cuenta con más profesores
cualificados, sobre todo a nivel
básico. Prácticamente toda la
cúpula de gerentes e ingenieros
de la alta empresa (pública y
privada) tienen títulos ganados
en las universidades peruanas y
muchos poseen Masters y y la originalidad del caso pe-
Doctorados de una institución
norteamericana o europea.
Definir la sociedad peruana y
encuadrarla bajo una sola
tendencia "teórica" es muy difícil.
Además, los actuales Estados de
los países desarrollados tampoco
se dejan encuadrar en una línea
conceptualmente clara y Estado que propone De Soto?
definida. En efecto, después del
período keynesiano, el
intervencionismo estatal está
más presente que nunca en el
mundo desarrollado —el que fue
liberal en el XIX. Por lo tanto, la
planificación central de la
economía es hoy realizada y
aceptada por USA
(proteccionismo) y toda la
Comunidad Económica Euro-
pea, tengan sus países gobiernos
socialistas (como España) o neo-
liberales (como Inglaterra, Ale-
mania). Si esto sucede a nivel de
teoría política del Estado, a nivel
de sus componentes sociales y
culturales, la descripción de sus
sociedades se hace mucho más
compleja. La pregunta de si hay
un término de comparación es,
pues, de difícil respuesta. ¿Con
quién hacerlo? ¿Con el XVIII
europeo?. Las comparaciones,
que abundan en la última parte
del libro, dejan la cuestión
planteada y respondida,
equiparando la situación del Perú
en el siglo XX —1986—, con la
Europa mercantilista para, des-
de allí, mirar hacia un futuro de
liberalismo: Europa del siglo XIX.
III. Algunos desaciertos históricos
ruano.
Plantear como modelo de
sociedad, la sociedad liberal de
principios del XIX europeo (es
decir, la del puro y auténtico
liberalismo) es incurrir en una
serie de fallos conceptuales e
históricos. ¿Cuál es el modelo de
¿De qué Estado liberal nos
habla? ¿Del Estado que sólo
ejerce de policía dejando hacer a
los particulares, el del siglo XIX,
el que vio Carlos Marx; el que
tuvo que dictar medidas de
emergencia para evitar la
explotación de los obreros (12 y
14 horas de jornada laboral); el
que abrió los controles y aduanas
librando a los comerciantes de
las trabas e imposiciones para
dejar que los precios
 APUNTES CRÍTICOS SOBRE "EL OTRO SENDERO" 45

los señalara 1a demanda en el No olvidemos que este concepto

mercado?. Ese liberalismo desde no es sólo aplicable al nivel de
luego ya no existe en ninguna producción agrícola e industrial y
parte. renta per capita, sino a otros
factores, tales como: el nivel de
Olvida De Soto que la violencia
educación; el grado de
se inició entre los obreros de las
convivencia de los grupos
fábricas, que trataban de
familiares; la interrelación entre
reivindicar derechos, no —como
los miembros de la sociedad, que
afirma él— "entre los informales
a su vez mide el nivel de, eficacia
perseguidos por las autoridades"
de la solidaridad humana. El
(p. 262).
desarrollo supone, pues, un alto
¿De qué colectivismo comunista grado de vigencia de la dignidad
nos habla al afirmar que, cuando humana, que está unido tanto al
quedaron sepultados los sistemas nivel de las condiciones
mercantilistas en Europa, fueron materiales de la existencia, como
sustituidos por "regímenes de al de los mencionados factores de
economía de mercado o de convivencia humana. Que nuestra
colectivismo comunista"?. Olvida condición de país sub-
De Soto que los Estados de desarrollado respecto a otros
política liberal existen en Europa países —llamados desarrollados—
a partir de la Revolución Francesa es una realidad, no se pone en
y se consolidan en toda Europa a tela de juicio. Pero, que estos
partir de las revoluciones de 1830 otros países tengan la clave y
y 1848. Olvida que el colectivismo hayan logrado superar sus
comunista lo impuso Stalin a tremendas incoherencias teóricas
partir de 1928 en la Rusia semi- y prácticas, por lo cual haya que
desarrollada, previamente mirarlos como modelos esto es
asaltada por los bolcheviques en otro decir.
1918. La verdad es que la historia
no es lo fuerte para De Soto, pero La ley, pues, indica unos
esas simplificaciones resultan condicionantes y señala los
excesivas si de trazar un límites de participación, tanto de
paralelismo histórico, económico individuos y Empresas, como del
y política se trata. Por eso, no es Estado en el quehacer social y
serio querer introducir un socio-económico. Pero la ley no
capítulo de historia en un libro de realiza los proyectos de
investigación empírica para desarrollo, ni siquiera limita por
concluir en una tesis legalista- completo las iniciativas, sobre
política como solución al todo en un Estado tan poco
problema del sub-desarrollo en el integrado como el peruano.
Perú. Creativos son siempre los
individuos, las instituciones que
suman y coordinan sus fuerzas. Y
eso es hablar del factor humano,
Por otro lado, hablar de
que es el componente esencial de
"desarrollo" tampoco es algo unívoco.
 46 MERCVRIO PERVANO

proceso de trabajo industrial o de prioritarias del Estado en un país

servicios. Y el trabajo, o cumple con nuestras características es el
unas condiciones para ser sector de la salud. La salud,
considerado humanamente efectivamente, es un bien
digno, o es sólo trabajo de privado; sin embargo, las
subsistencia y no está prestaciones de salud deben
relacionado con los otros correr por cuenta del ente
elementos de la sociedad. Está a público. Considerando que la
mitad de camino para integrarse mayoría de los peruanos no
en la sociedad. Falla, en otras pueden acceder a la medicina
palabras, un modelo coherente privada (seguros particulares,
de hombre y sociedad. Se echa etc.), resulta un deber del Estado
en falta un modelo o marco proporcionar un servicio
conceptual más sólido y también inmediatamente social y que éste
más acorde con nuestra realidad sea de buena calidad. Es
nacional. conocido en el país el estado en
Hay una posible vía que está que se encuentra el Instituto
siendo ensayada por algunos estatal encargado de tal sector: la
filósofos y sociólogos como crisis administrativa y financiera
posible planteamiento para salir es de un nivel escandaloso. Lo
del escollo en que se encuentran cierto es que este sector no es
las teorías clásicas. Me refiero a productivo, es de interés social y,
considerar nuevamente el además, deber ineludible del
concepto de "privado (trabajo Estado. Pero, al no estar
privado, propiedad privada) al considerado dentro del marco
que habría que revalorizar general de prioridades políticas,
quitando la desmedida tendencia el Estado cae en contradicción
a añadirle el factor "interés con sus propios principios: la
particular" (beneficio propio a medicina se privatiza. Es decir, la
costa de los demás). Privado, calidad no puede ser encontrada
efectivamente, no quiere decir en todos los establecimientos
privativo de unos pocos. Pero . públicos, con lo cual la salud se
verlo así y aplicarlo conforme a torna un bien "privativo" de unos
medidas concretas ya es otra pocos: los más favorecidos
cuestión. A mi modo de ver, ésta económicamente, o los que
es la cuestión social por logran una plaza en un hospital
excelencia. Por eso, los términos de la capital o cabeza de Región.
público y privado son dignos de Un estudio más detenido de este
una mayor aclaración conceptual sector haría ver que resulta
con el fin de delimitar insuficiente la actual oferta
responsabilidades sociales, estatal para el nivel de demanda
teniendo en cuenta la peculiar popular.
manera de afrontar el problema
del trabajo en el país. Quien dice Salud, dice
Comunicaciones y dice
A manera de ejemplo de lo Educación. En este último
anterior: una de las competencias aspecto, sin embargo,
 APUN TES C RÍ TI C OS SOBRE "EL OTRO SENDERO" 47

hay interesantes excepciones a la el país? ¿Sólo con la des-

regla público (interés popular o
social) -privado (interés
económico, reducto de
privilegiados). Tales excepciones
lo constituyen algunas
universidades privadas donde
rige el sistema de pensiones
escalonadas. Con este sistema,
un porcentaje alto de alumnos se
gradúa como profesional tras
concluir estudios con Beca total o
parcial. Resulta que quienes
mantienen a esos estudiantes son
las empresas privadas del país
(benefactoras de la Universidad;
además de gobiernos extranjeros,
etc.). Resulta, entonces, que un
porcentaje de los beneficios de
las empresas de producción pasa
-sin intermediarios-no al erario
público (de esto se benefician las
Universidades estatales) sino al
sector de la educación "privada"
(que a su vez beneficia a los
alumnos más necesitados). Estas
universidades son privadas pero
no privativas. Los resultados de
un estudio comparativo de la
eficacia de las universidades en el
Perú debería dejar bien claro la
necesidad de las universidades
privadas con estas
características.
A manera de Conclusión
reglamentación para lograr un
supuesto "nuevo liberalismo"?
Quizá sirva como medida en
parte desburocratizante. Pero
este factor, por sí solo, no es
capaz de lograr la rápida
integración nacional, el
desarrollo urbano, la elevación de
los niveles de producción agrícola
e industrial, la supresión del
analfabetismo, el acceso masivo a
la medicina avanzada, etc.
A mi parecer, los párrafos que
mejor sintetizan los valores del
libro, y no su contexto teórico,
son los siguientes:
"Esta nueva clase empresarial
(la de los informales) es un
recurso valioso: constituye el
capital humano indispensable
para el despegue económico.
Hoy mismo no sólo ha
permitido sobrevivir a los que
no tenían nada, sino que ha
sido una válvula de escape
para las tensiones sociales. Ha
dado movilidad y estabilidad
productiva al torrente
migratorio y, de hecho, está
logrando lo que el Estado
nunca pudo hacer: la
incorporación de un gran
número de marginados a la
economía monetaria del país"
(p. 297).

No pienso que sea discutible En conjunto, pues, la

que los peruanos poseen las conclusión es que este libro da
condiciones de idoneidad para algunos datos para pensar y re-
lograr —en pocas décadas— formular el papel de los
absorber la tecnología sofisticada individuos e instituciones y el
que está a la base de la papel del Estado en las políticas
industrialización. ¿Cómo lograr económicas y sociales. Pero,
ese rápido desarrollo en desde luego, las insufi-
48 M ERC VRI O PERVAN O

ciencias del marco teórico en (ortodoxos) pueden inventar otra

general —las de un primitivo lucha de clases, distinta a la de
liberalismo— no pueden sus fundadores, porque los
soslayarse. burgueses peruanos ganan hoy
Los economistas que se ocupan menos que muchos "proletarios"
del desarrollo tienen en este (informales). Pero este libro no
estudio datos para considerar una toca el problema del campesino
fórmula adecuada a nuestra y, quizá, debido a eso, los
compleja realidad. Los comunistas maoístas (Sendero)
empresarios formales tienen
se habrán quedado impertérritos.
abierto el reto de hacer Empresa:
es decir, una institución de Sea lo que fuere, hay un largo
personas empleadas en la
trecho por recorrer a la luz de lo
producción de bienes. Pero, quizá
que pienso debería ser una
—y es lo que no advierte De
Soto— tengan mucha más teoría más coherente para el
responsabilidad para con sus Perú. Aquí sólo se han esbozado
paisanos de la que hasta ahora se unas pocas ideas, pero si se han
les reconoce. No hay trabajo sin dicho ha sido sólo por
inversión privada. La informalidad considerar que tan dañino es,
tarde o temprano se integra al para nuestro país, una postura
sistema formal, pero el trabajador abiertamente liberal como lo
informal no posee la capacidad pueden ser las bombas de
necesaria para asumir el reto de
Sendero. Hay que reconocer,
nuestra propia revolución
industrial. Y los socialistas pues, que El Otro Sendero obliga
encontrarán en este libro un a repensar la sociedad peruana
motivo para no jugar toda a su con mayor profundidad a la par
baza de la planificación. Los que con el desinterés propio de
comunistas criollos las corporaciones académicas.
 La Burocracia en el Virreinato del Perú
(Apuntes sobre los siglos XVI y XVII)
Desde hace algunos años viene
siendo en el Perú tema de
análisis y de creciente polémica el
asunto del papel que el Estado
debe jugar en la sociedad de
nuestros días; y algunos de los
males que hoy padecemos son
precisamente atribuidos al hecho
de que el Estado se encarga
directamente de la gestión de una
serie de actividades económicas o
comerciales que podrían quizá
funcionar de mejor modo si
estuviesen en manos privadas.
En cualquier caso, lo que parece
no concitar polémica alguna es la
idea de que existiría un
"sobredimensionamiento" del
Estado en nuestro país; el
debate, pues, se situaría en el
punto referente a cuántas
deberían ser las empresas
públicas cuya privatización
convendría. Y lo que también
parece claro es el hecho de haber
un exceso de personal laborando
en los diversos ramos de la
administración pública.
Señalamos estas ideas
preliminares para referir que el
asunto de la administración pública
José de la Puente Brunke
ha sido también materia de
controversia en otras épocas de
nuestra historia. En concreto,
las funciones y las actividades de
la burocracia fueron asuntos que
suscitaron muchos contrastes de
opinión a lo largo de los tres
siglos comprendidos por la época
virreinal. Sin embargo, en
cuanto a los años
inmediatamente posteriores a la
propia conquista, el problema
que se presentó fue
precisamente el inverso al que
hoy en día nos preocupa: el afán
de la Corona estuvo entonces
dirigido a dar fuerza a su
burocracia en el Perú —
entendida la burocracia, de
acuerdo con la definición dada
por la Real Academia Española,
como la "clase social que forman
los empleados públicos". En
realidad, a lo largo de todo el
siglo XVI la Monarquía tuvo
entre sus principales
preocupaciones la de reforzar su
autoridad en los reinos de las
Indias, y muy particularmente
en el Perú, cuyo territorio había
sido testigo de las luchas más
cruentas de gran parte de los
conquistadores y primeros po-
50 MERCVRIO PERVANO

bladores en contra de los este aislamiento como la

funcionarios que la Corona
enviaba para hacer prevalecer su
autoridad frente a la pretensión
que aquéllos tenían
convertirse en una suerte de
nobleza indiana (1).
monarcas tenían sin
bastante cercanos en el recuerdo
los grandes esfuerzos que la
Corona de Castilla había tenido
que desplegar para imponer su
poder —en un momento en el
que en toda Europa surgía el
Estado moderno.— con el fin de
doblegar a la fuerte nobleza
peninsular. En ese contexto,
parece evidente que
autoridades metropolitanas no
estarían dispuestas a tolerar que
la aristocracia de conquistadores
del Perú pudiese ensombrecer el
poder del propio Estado. En ese
sentido, se pretendió estructurar
la burocracia de acuerdo a dos
criterios fundamentales:
primero, consistente en
otorgamiento a los funcionarios
que se enviaba a Indias de una
serie de distinciones
preeminencias dirigidas a realzar
lo más posible su status; en
segundo lugar, la Corona
siempre pretendió el aislamiento
de esos funcionarios, entendido
separación total de la burocracia
con respecto a los intereses de la
sociedad en la cual ejercía sus
de funciones (2). Ambos aspectos se
encaminaban hacia una finalidad
Los muy loable: la de conseguir que
duda los funcionarios ejerciesen sus
labores del modo más honrado y
objetivo posible.
Pero esta encomiable meta
estuvo muy lejos de hacerse
realidad. Un primer problema
estuvo constituido por el hecho —
general en todas las Indias— de
que el número de funcionarios se
reveló siempre como insuficiente.
las En este sentido, David Brading
ha señalado con respecto al caso
de la burocracia en la nueva
España ,—pero son expresiones
que bien podrían aplicarse a lo
que en el Perú de entonces
ocurrió— que hasta las reformas
borbónicas de la segunda mitad
el del siglo XVIII.
el
"La Corona española
dependía de unos cuantos
y oficiales funcionarios para
gobernar el imperio
americano. La burocracia
judicial de toda la Nueva
España, es decir, los
miembros asalariados de las

(1) La rebelión más significativa en este sentido fue la que enfrentó a gran parte de los primeros
pobladores peruanos —encabezados por Gonzalo Pizarro— con el primer virrey Blasco
Núñez de Vela, por la intención de éste de poner en ejecución las Leyes Nuevas, las cuales —
en su propósito de abolir las encomiendas—suponían el fin de las ilusiones de los beneméritos
del Perú, los cuales esperaban mantener su predominio político, social y económico. Sobre el
trasfondo ideológico de ese levantamiento, cfr, Lohmann Villena, Guillermo, Las Ideas jurídico-
políticas en la rebelión de Gonzalo Pizarro. La tramoya doctrinal del levantamiento contra las
Leyes Nuevas en el Perú, Valladolid, Seminario Americanista de la Universidad de Valladolid,
1977.
(2) Hernández Sánchez-Barba, Mario, "La participación del Estado en la estructura de los grupos
humanos en Hispanoamérica durante el siglo XVI" en Revista de Estudios Políticos, n ° 84
(Madrid, noviembre-diciembre de 1955), p. 207.
 L A BUROCRACIA EN EL VIRREINATO DEL PER Ú 51

audiencia de México y Ya con respecto a la década de

Guadalajara, estaba 1540 conocemos denuncias
constituida por 20 personas. formuladas contra las
Igualmente escasa era la actuaciones de funcionarios
burocracia fiscal, pues aparte reales que se desempeñaban en
de tinterillos y simples el Perú. Así, por ejemplo, en
escribanos, la Tesorería y la carta dirigida al monarca desde
Corte de Auditoria no contaba Lima el 1º de junio de 1550, Fray
con más de 60 empleados. Tomás de San Martín
Salvo las patrullas fronterizas denunciaba que los funcionarios
y la guardia del puerto, las que al Perú eran destinados
fuerzas armadas eran únicamente estaban aquí
prácticamente inexistentes. "de prestado para sólo
Los magistrados de distrito, aprovecharse de la pobre
los alcaldes mayores y los tierra, para poder volver a
corregidores, no llenaban España ricos".
ningún criterio conocido de
Decía el religioso dominico que
burocracia" (3).
no se preocupaban por el
Al parecer, pues, no fue correcto desempeño de sus
suficiente el número de funciones, ni por la prosperidad
funcionarios al servicio del del virreinato, sino tan sólo de
Estado en los siglos XVI y XVII volver a España con una mejor
indianos. Y este aspecto se situación económica:
presentó sin duda como uno de "¿Qué gobernación hará, ni qué
los principales obstáculos en atención tendrá al bien y
orden a conseguir ese perpetuidad de la tierra el
aislamiento que la Corona gobernador que tiene por
pretendía para sus burócratas, ordinario juramento así Dios
dado que el escaso número de los me lleve presto a España?" (4).
mismos podría facilitar el que no
hubiese un eficiente control sobre
aquéllos que tenían una Un ejemplo: los ministros de la
conducta dolosa, aparte del Real Audiencia
hecho de que los sueldos que
La Corona, pues, quiso evitar
percibieron no fueron nunca lo
toda vinculación de sus
suficientemente altos como para
funcionarios con las
que no cayesen fácilmente en la
sociedades donde laboraban,
tentación de obtener beneficios
con el fin de que pudie-
económicos por vías que la
legislación les vedaba.

(3) Brading, David, "Gobierno y élite en el México colonial durante el siglo XVIII" en
Historia Mexicana, vol. 23 (México, 1974), pp. 624-625.
(4) Textos citados en Barnadas, Josep, Charcas. Orígenes históricos de una sociedad
colonial, La Paz, Centro de Investigaciones y Promoción del Campesinado, 1973, p. 134.
52 MERCVRIO PERVANO

sen tener plena libertad en su arraigado en ella y va cada día

acción, y desempeñar con la creciendo una discordia grande
mayor corrección posible su que hace mucho daño a la
trabajo. Pero, obviamente, las justicia y gobierno y le podría
vinculaciones de los hacer mucho mayor" (6).
funcionarios, cuando se daban,
encerraban mayor gravedad Estos problemas, suscitados en
cuanto más alto era el rango de las iniciales décadas de la
los mismos. Por eso se suponía colonización americana,
que habrían de ser persuadieron a la corona para
especialmente negativos los tomar una serie de medidas muy
efectos producidos por las precisas en orden a establecer
vinculaciones que entablaran los claramente cómo deberían
oidores de la Audiencia limeña, desenvolverse las actuaciones de
toda vez que su función principal los ministros de las Audiencias.
estaba constituida por la Fueron muy numerosas las
administración de justicia. Como disposiciones que a lo largo de
ha referido Josep Barnadas, esas los siglos XVI y XVII fue
acciones ilícitas de los ministros estableciendo la Corona en orden
del tribunal limeño los a asegurar ese aislamiento que
desprestigiaban, los despojaban pretendía para sus oidores:
de su libertad de acción, e podemos encontrarlas agrupadas
incluso los indisponían con sus en el título XVI del libro II de la
propios colegas (5), además de Recopilación de leyes de los
ofrecer ocasiones a los oidores reinos de las Indias (7). Entre las
para favorecer a quienes con órdenes más significativas
ellos estuviesen relacionados. Un destacó la prohibición de que los
fiscal de la misma Audiencia ministros de las Audiencias
denunciaba ante el Consejo de pudiesen casarse —ni tampoco
Indias —mediante carta fechada sus hijos o hijas en el distrito
en la capital virreinal el 8 de comprendido por el tribunal en el
diciembre de 1555— las cual prestaban sus servicios (ley
negativas consecuencias de este 82); estaban prohibidos también
tipo de situaciones: de recibir dinero prestado, "ni
otras cosas, dádivas, ni
"Esta Real audiencia está presentes, y no tengan
trabada de muchos familiaridad estrechas, ni las
casamientos, algunos de ellos permitan a sus familias" (ley 69);
poco decentes y otros tan en estaba ordenado que "atiendan al
agraz que de mal maduros cumplimiento de sus obligaciones,
cuasi a todos los del Reino excusen amistades y ne-
hacen dentera, hase

(5) Ibíd., p. 135.

(6) El licenciado Juan Fernández al Consejo de Indias. Carta fechada en Lima el 8 de diciembre
de 1555, en Archivo General de Indias (Sevilla) (en adelante, AGI), Lima, 92. Texto también
recogido por Barnadas, op. cit., p. 135.
(7) Recopilación de leyes de los reinos de las Indias, (edición facsimilar), Madrid,
Ediciones Cultura Hispánica, 1973, 4 vols.
 LA BUROCRACIA EN EL VIRREINATO DEL PERÚ 53

gocios, y se sustenten de sus Indias —como refiere Guillermo

bienes y salarios" (ley 70) ; los Lohmann
oidores estaban también "era una proeza prácticamente
impedidos de visitar a persona inasequible reunir todos los
alguna, o de acudir a requisitos exigidos por la
desposorios o entierros "si no legislación positiva y no
fuere en casos muy señalados y trasgredir uno solo de los
forzosos" (ley 49) ; y cuando un preceptos restrictivos. Así lo
oidor emprendía una visita de la pusieron de difícil y exigente
tierra, no podía ir acompañado las normas dictadas con el
de su mujer ni de sus parientes ilusorio propósito de
(ley 90) ; no podían tener "casas, salvaguardar la imparcialidad
chacras, estancias, huertas ni y de garantizar la libertad de
tierras" (ley 55) ; estaban, acción de los administradores
también, prohibidos de actuar de justicia" (9).
como padrinos (ley 48).
Reiteramos que éstos Especialmente numerosas fue-
constituyen algunos ejemplos de ron las trasgresiones con
las muy numerosas órdenes respecto a la orden que prohibió
expedidas por las autoridades los casamiento de los ministros
metropolitanas, las cuales de las Audiencias en sus
tuvieron el muy serio propósito respectivos distritos. Como el
de conseguir el aislamiento de propio Lohmann señala, un
los funcionarios indianos y, en "procedimiento de evasión de
particular, de los ministros de la las normas legales, que
Audiencias, en razón de su conducía directamente a la
importante misión judicial. integración de los oidores con
el ambiente social en que
Sin embargo, la realidad desarrollaban su ministerio,
discurrió por cauces muy con flagrante menosprecio de
distintos. Conocemos, por la intención que abrigaba la
ejemplo, pedidos reiterados del Corona, estaba representado
virrey Toledo para que la Corona por el casamiento con
insistiese en la disposición que lugareñas de la sede del
ordenaba que ni los oidores ni sus tribunal" (10).
hijos podían casarse en el distrito
de la Audiencia donde aquéllos Ya hemos aludido al hecho de
laboraban (8). En última que en década tan temprana
instancia, la Corona no tuvo éxito como la de la 1540 —la
en imponer esas normas, toda vez Audiencia de Lima fue fundada
que para los letrados en en 1543— ya se

(8) Cfr. Levillier, Roberto, Don Francisco de Toledo, Supremo organizador del Perú. Su
vida, su obra (1515-1582), Madrid, Espasa-Calpe, 1935, vol. I, pp. 116-117.
(9) Lohmann Villena, Guillermo, Los Ministros de la Audiencia de Lima (1700-1821),
Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1974, p. XXI,
(10) Ibid, p. LIX.
54 MERCVRIO PERVANO

produjeron casos de actitudes de hay gran desorden; débese

oidores no ajustadas a lo proveer que ningún criado,
preceptuado por la legislación. deudo ni hermano de oidor o
Sin duda frente a todo ello fue de su mujer pueda tener cargo
que el Pacificador Don Pedro de alguno ni indios en aquellas
la Gasca propuso —en carta partes excepto si en ellas no
dirigida al Consejo de Indias el hubiese estado y servido antes
20 de julio de 1549— que se que el dicho oidor o virrey allá
doblase el salario que los oidores pasase" (12).
percibían, con la finalidad de que
en todo momento pudiesen éstos En efecto, como este texto ex-
proceder con rectitud e presa, los allegados y parientes
independencia económica(11). de los oidores —y también los de
los virreyes y de otros
Las contravenciones de la funcionarias de la Corona—
legislación en este sentido fueron llegaron a poseer indios —es
en aumento a lo largo de la decir, a gozar de encomiendas—
segunda mitad del siglo XVI. y a ostentar posiciones de
Muchos oidores del tribunal de importancia dentro de la
justicia limeño terminaron sociedad limeña, lo cual era
vinculados con la sociedad de la justamente lo que la Corona
ciudad de los Reyes por lazos de quería evitar. En el texto
parentesco o por la dedicación a transcrito se refiere también que
algún tipo de actividad lucrativa. toda esa situación estaba
Elocuentes son las expresiones originando "gran desorden", toda
de un memorial dirigido al vez que las antiguas familias
monarca en las décadas finales beneméritas de Lima —
del siglo XVI, en el cual se descendientes de los conquista-
denunciaban las referidas dores y de los fundadores de las
irregularidades: ciudades, y por ende poseedores
"Muy injusta cosa es y de que de encomiendas— se sintieron
Dios Nuestro Señor y Su heridas por el creciente
Majestad se desirve que los protagonismo que en la sociedad
indios, oficios y cargos y otras iban adquiriendo los aludidos
cosas de aprovechamientos funcionarios, por lo cual se
que hay en la tierra se quiten consideraban perjudicadas, ya
a los antiguos y que han que ellas, como "aristocracia de
servido en ella y se den a la tierra" eran muy conscientes
deudos, amigos y hermanos y de representar el grupo social
criados de los oidores en lo preeminente. Las encomiendas
cual ha habido y en su origen eran mer-

(11) Carta del Pacificador Don Pedro de la Gasca al Consejo de Indias, Lima, 20 de julio de
1549, en Archivo Histórico Nacional (Madrid), Diversos, 90. Texto publicado por Roberto
Levillier en Gobernantes del Perú, Cartas y papeles. Siglo XVI, Madrid, 1921, tomo I, pp.
214-215.
(12) Memorial dirigido a Su Majestad, sin fecha y sin firma, en AGI, Lima, 1623.
 LA BUROCRACIA EN E L VIRREINATO DEL PERÚ 55

cedes que se otorgaban en premio

a los servicios de quienes habían
incorporado los nuevos territorios
indianos al patrimonio de la
Corona. A la luz de esto se
entiende el desagrado que las
tradicionales familias
beneméritas peruanas debieron
sentir ante la posesión de
repartimientos de indios por
parte de funcionarios reales.
Siempre en relación con este
asunto, el mismo memorial
anteriormente citado describía
manejos fraudulentos que se
dieron con el propósito de
apoderarse de encomiendas
algunos parientes de magistrados
de la Audiencia, aprovechando
circunstancias en las que algún
encomendero se hallaba próximo
a la muerte sin dejar herederos:
"(...) dicen y procuran con el
dicho enfermo que se case
con la señora fulana sobrina
del oidor que en ello hará
grandísimo servicio a Nuestro
Señor pues en tal tiempo
dejará remediada una mujer
sin aventurar ni poner nada
de su casa, pues los indios
se han de perder y poner
en la cabeza del Rey
teniendo por cosa perdida
que Su Majestad suceda en
ellos y que si Dios es servido
que no muera qué más quiere
de quedar casado con una
mujer tal que con ella tendrá
el favor del señor fulano su tío
(…)”
Dos oidores denunciados: D. Diego
Cristóbal Messia y D. Alonso del
Castillo de Herrera
En el año de 1865 se enviaron
desde el Perú a la metrópoli unas
cartas dirigidas al monarca y a su
Consejo de Indias, en las cuales
se denunciaban malos
procedimientos y actuaciones
ilícitas en el desempeño de sus
funciones por parte de dos
ministros de la Audiencia limeña:
D. Diego Cristóbal Messia —quien
ya por esas fechas había dejado
la ciudad de los Reyes para
hacerse cargo de la presidencia
de la Audiencia de Charcas— y D.
Alonso del Castillo de Herrera
(13). Dichos personajes habían
ejercido sucesivamente el
gobierno de Huancavelica: D.
Diego Cristóbal Messía desde
1677 hasta 1679; y D. Alonso del
Castillo de Herrera desde 1679
hasta 1682 (14). El de-

(13) D. Diego Cristóbal Messia se desempeñó como oidor del tribunal limeño entre 1664 y 1685,
habiendo sido antes fiscal del mismo y oidor de la Audiencia de Quito. Por su parte, D, Alonso del
Castillo de Herrera había sido también oidor en Quito, luego alcalde del crimen en Lima, y
finalmente oidor en la misma ciudad de Los Reyes. Accedió a este último cargo en 1680. Cfr.
Schäfer, Ernesto, El Consejo Real y Supremo de las Indias, Sevilla, Escuela de Estudios
Hispanoamericanos, 1947, vol. II, pp. 484, 485, 489, 491, 505 y 514.
(14) Lohmann Villena, Guillermo, Las minas de Huancavelica en los siglos XVI y XVII, Sevilla,
Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1949, p. 451. Una real cédula expedida en 1607,
confirmada por otra de 1618, había indicado a los virreyes del Perú la conveniencia de encargar el
gobierno de Huancavelica a un oidor de la Audiencia limeña. Cfr. Contreras, Carlos, La ciudad del
mercurio, Huancavelica. 15701700, Lima. Instituto de Estudios Peruanos, 1982, p. 32.
56
nunciante y autor de las misivas
era el Dr. D. Diego Hurtado de
Mendoza, clérigo presbítero que
durante varios años había
desempeñado su ministerio en
Huancavelica (15). El presbítero
se autotitulaba de "pequeñuelo
indiano", a pesar de su
pertenencia a un noble linaje
peninsular, y refiriéndose a Hacienda en una cantidad mayor
ambos magistrados señalaba que
ellos
"no acordándose de lo que
fueron, se niegan a lo que
deben ser (por lo que son) ni
traen a la memoria que S. M.
(que Dios guarde) los sacó de
meros licenciados y monigotes
trapientos a las luces de un
dosel no para que olvidasen lo
que eran, queriendo pasar de
representación de Deidad, y
adoración de Divinos,
habiendo sido ayer nada".
Ciertamente duros eran los
calificativos —y hasta ofensivos,
cuando hablaba de "monigotes
trapientos"— que el clérigo
utilizaba para describir a los dos
letrados. Pero ¿cuáles fueron sus
delitos? Prevenía D. Diego a las
autoridades metropolitanas en
cuanto a que podía ser muy
grande —por su mucho poder— el
daño inferido por un mal
magistrado en perjuicio de los
propios intereses de la Corona:
"conocerá V. M. cuánto puede el
odio de un juez armado del
poder en estas remotas provin-
(15) Cartas del Dr. D. Diego Hurtado de Mendoza, fechada en Lima el 12 de noviembre de 1685, en
AGI, Lima, 174.
MERCVRIO PERVANO
cias, lejos de V. M. y su real
amparo".
Contaba que é1 mismo, junto
con el tesorero de las Cajas de
Su Majestad de Huancavelica,
Antonio de la Calle, había
denunciado al oidor Messía por
haber defraudado a la Real
de 91,000 pesos, durante el
gobierno de este último.
Continuaba señalando el clérigo
que con motivo de esa denuncia
los referidos oidores lograron
encarcelar al citado tesorero, el
cual permanecía ya siete años en
esa situación. D. Diego Hurtado
de Mendoza llevaba ese mismo
tiempo siendo perseguido por los
mismos magistrados, aunque no
habían podido levantarle ningún
cargo, y en consecuencia se
habían visto imposibilitados de
encarcelarlo. El propio D. Diego
explicaba con detalles en qué
habían consistido los fraudes de
los letrados:
"Yo de mi parte a vuestro
virrey di aviso que la mina
real de azogue de , V. M. la
habían disfrutado y robado
sus estribos, en gravísimo
perjuicio de 1os haberes
reales de V. M., por ser la
dicha mina la preciosa joya
de la Monarquía (...); di
claro aviso del mísero estado
de dicha mina (...) porque sus
cielos se habían venido abajo
por sacarles a golpes de pico
de hierro los metales ri-
 LA BUROCRACIA EN EL VIRREINATO DEL PERÚ
cos de sus estribos (que eran
los atlantes que la
conservaban fijas), y que
éstos usurpados, de
necesidad se venía y había de
venir a tierra, como sucedió
al pie de la letra(...)".
Así, pues, según lo afirmado
por D. Diego, ambas oidores se
habrían enriquecido
grandemente, y a través de
apropiaciones ilícitas, durante
los períodos en los cuales
ejercieron el gobierno de
Huancavelica. El clérigo se
mostraba muy contrariado por el
hecho de que dichos letrados no
hubiesen sido sancionados:
"Los dichos oidores, Señor, se
ven premiados y debajo de un
dosel y en Presidencias, entre
sus deudos, hermanos y her-
manas y en su patria,
casadas las sobrinas con
compañeros togados por
haber procedido bien en sus
gobiernos, siendo su mérito
haber echado a pique la dicha
real mina de V. M.; haber
tratado y contratado
ilícitamente (estándoles
vedado); haber atendido más
a sus conveniencias propias
que a las de V. M.; por haber
quitado a V. M. las fuerzas
para la mayor estabilidad de
su Corona; haber tirado a
empobrecer a V. M. por
enriquecer ellos; pues siendo
la mina real de azogue de V.
M. la que a sus haberes rea-
les da las creces y los
adelantamientos, estos dos
ministros en su tiempo la
arruinaron del todo y echaron
a perder (...)".
57
Señalaba que ya había enviado
"autos detallados" explicando los
malos manejos de ambos
magistrados, y a continuación
relataba las represalias de las
que había sido objeto por parte
de los mismos:
"En pena del servicio que ten-
go referido a V. M., he sido el
blanco de la indignación de
estos dos ministros, en tanto
grado que el uno de ellos
prorrumpió en una ocasión
diciendo que hasta echarme a
un fuerte de Valdivia no
habría de parar, para que yo
conociese lo mal que había
hecho en haberme atravesado
con ellos (...)"
Contaba a continuación que
ese mismo oidor había hecho
muchos "escrutinios" en torno a
su proceder, pero no pudo
encontrar nada ilícito en todo
ello. Sin embargo, tiempo
después el oidor Messía —de
acuerdo con la versión del
clérigo— imputó a D. Diego:
"amistad y trato ilícito con
una criada que me asistía
cargada de mucha edad y
achaques (...) juzgando que
con eso (amedrentado mi celo
con la supuesta calumnia) yo
callaría en su (juicio de)
residencia y no hablaría en
los puntos sobre que trataba
hablar (...)
Siempre según el relato de D.
Diego Hurtado de Mendoza,
sabemos que el oidor
Messía, conocedor de que el
clérigo había tenido
58 MERCVRIO PERVANO
un pleito con un curaca de la
zona —D. Francisco Cuicapusa—
en torno al derecho a una
herencia, prometió a este último
una serie de beneficios si
acusaba a D. Diego del "supuesto
crimen de la amistad ilícita".
Aceptó D. Francisco el trato
propuesto, y "se encargó de este
perverso cuidado" procediendo a
acusar a D. Diego de esa
presunta falta, para lo cual
presentó el curaca por testigos "a
los de su misma casa, súbditos,
parientes y subordinados suyos".
Como consecuencia de ello, al
clérigo le fueron secuestrados
sus bienes y hasta fue solicitado
su destierro. Incluso los jueces
eclesiásticos de Huamanga le
suspendieron del ejercicio del
sacerdocio; decía D. Diego que
esta última medida había sido
tomada por temor al mencionado
oidor, y diciéndole al propio D.
Diego que tuviese paciencia, y
que celebrase misa en otras
partes por sus enemigos.
Además, en medio de todo ello,
"el dicho curaca intruso, viendo
que los dichos dos oidores se
holgaban de mis disfames"
organizó una operación contra D.
Diego: estando é1 en un pueblo
escuchando confesiones, fueron
a buscarle unos indios de dicho
curaca requiriendo su presencia
en su pueblo.—Conayca—, donde
decían que "pedía confesión un
moribundo, porque su cura
estaba ausente". Aunque este
punto era cierto —D. Diego llegó
a Conayca y dos horas después
el enfermo murió— el curaca
aprovechó la presencia del
clérigo en cuestión
para enviar a cien indios y
mestizos contra él —siempre
según el relato de D. Diego. Lo
vejaron, lo llevaron a la cárcel
pública, y desde allí, maniatado,
hasta Huancavelica, donde lo
presentaron ante el oidor D.
Alonso del Castillo, quien lo
recibiría gozoso. En Huancavelica
fue acusado de haber ido al
pueblo de Conayca a dar muerte
al curaca D. Francisco, con
motivo del pleito que antes había
enfrentado a ambos. En sus
cartas a las autoridades
metropolitanas, el presbítero
denunciaba que además de todas
las injusticias que estaba
sufriendo, se había violado la
dignidad de la Iglesia, los fueros
de lo sagrado y las bulas
pontificias, ya que a él le
correspondía ser juzgado por
jueces eclesiásticos y no por
laicos —y menos por los mismos
oidores que lo habían perseguido
por las acusaciones que contra
ellos había formulado. Llegó
incluso a decir que el propio
arzobispo Liñán y Cisneros no
había defendido en ese caso el
fuero eclesiástico.
A pesar de que la opinión de.
D. Diego Hurtado de Mendoza
sobre la catadura moral de los
magistrados Messía y Castillo de
Herrera fue bastante rotunda y
clara —al punto que el detallado
relato que hace de sus relaciones
con ambos togados no deja de
tener ciertos ribetes novelescos—
debemos cotejar su versión con lo
que otras fuentes nos señalan.
En este sentido, habría que
matizar en primer lugar lo referi-
 LA BUROCRACIA EN EL VIRREINATO DEL PERÚ
do por el clérigo en cuanto al
encarcelamiento del funcionario
fiscal Antonio de la Calle Madrigal:
según otra versión, el oidor Messia
abrió causa contra él luego de
haberse conocido un importante
desfalco en cuanto a las rentas que
estaban a su cargo. Según la mis-
ma versión, Calle Madrigal habría
formulado como venganza diversas
acusaciones contra Messia en su
faceta de gobernador de
Huancavelica, la más grave de las
cuales fue el haberle
responsabilizado de un
hundimiento —que en el tiempo de
su gestión se produjo, y que fue sin
duda el mismo al cual se refirió D.
Diego Hurtado de Mendoza en su
versión ya comentada— en las
minas de azogue. Según refiere
Lohmann Villena, Calle Madrigal
hizo la acusación diciendo que
Messia —por razones de lucro
personal— había permitido que se
realizasen explotaciones en lugares
vedados por el peligro que suponía
el laboreo de los mismos. Sabemos
también que además de recibir esta
grave acusación fue también
responsabilizado de otras acciones
incorrectas durante su gestión en
Huancavelica. Sin embargo, esos
cargos no llevaron a una condena
formal; al contrario, el Consejo de
Indias absolvió al oidor de todas las
acusaciones de acuerdo con una
real cédula de 15 de septiembre de
1684 (16). Nos 'limitamos a
consignar las versiones opuestas en
(16) Lohmann, Las minas... cit., pp. 385-387.
(17) Lohmann, Los Ministros... cit., p. LXI.
59
torno a la actuación del oidor
Messía. ¿Fueron unos exaltados el
clérigo Hurtado de Mendoza y el
tesorero Calle Madrigal como para
hacer tan graves acusaciones a los
magistrados, quizá sólo guiados
por la venganza —en el caso del
funcionario fiscal— o por algún
otro innoble motivo de rencor
personal —en el caso del
presbítero—? ¿O, quizá, las
influencias de los oidores lograron
que se absolviese a Messía, siendo
éste culpable?
Un ideal nunca alcanzado
A la luz de todo lo hasta aquí
expuesto, es evidente que
"la Corona fracasó —al menos
en el Perú— en su propósito
de aislar a la alta judicatura
de todo contacto con la
aristocracia de la tierra o la
oligarquía del dinero, es decir,
con la población
económicamente activa" (17).
Especialmente notorios fueron los
numerosos casos de vinculaciones
familiares de oidores, a través de
matrimonios de ellos mismos o de
sus parientes cercanos con los
integrantes de los grupos sociales de
los territorios donde desempeñaban
sus funciones. Como señala
Guillermo Lohmann, un ministro
que en el ejercicio de su cargo no
hubiese optado por el celibato
perpetuo y se hubiese decidido a
establecer una familia de
60 MERCVRIO PERVANO

acuerdo con las normas de la en 1626; dichos indios —sin

Iglesia y de la sociedad civil, duda perjudicados por algún
debía escoger una entre cuatro funcionario designado por dicho
posibilidades: la primera, virrey decían que habiendo
constituida por el matrimonio recibido Esquilache una real
secreto; la segunda era el utilizar cédula para que
la argucia de atribuir a su esposa "quitase los oficios que
una "oriundez inocente", y hubiese proveído a los deudos
señalando como su lugar de de los oidores y ministros de la
residencia uno ajeno a la Audiencia y que tuviese la
jurisdicción de la Audiencia a la mano en la provisión de sus
que pertenecía el magistrado; una criados lo cual por el mismo
tercera vía era la de obtener una caso que se le manda lo ha
dispensa concedida como gracia hecho peor como es notorio
real para poder contraer nupcias; pues sólo atiende a granjear
y la cuarta posibilidad era la de amigos para su (juicio de)
obtener para ello una licencia a Residencia queriendo tener
título oneroso(18). Como es gratos los oidores como
evidente, las dos primeras poderosos a costa de los que lo
merecen" (19).
posibilidades, siendo mucho más
expeditivas, suponían para el En efecto, la tentación de las
interesado el riesgo de ser autoridades —cuando no eran
destituido de su puesto. mayores sus escrúpulos. — de
"granjear amigos" con objeto de
Pero en realidad esos casos — salir bien liberados del juicio de
nos referimos a las residencia al finalizar sus
destituciones— se dieron con funciones, debió ser en muchos
muy poca frecuencia. de los casos irresistible.
Lamentablemente, muchas veces
incluso los propios virreyes Se nos presenta, pues, como
encubrieron o protegieren a evidente el hecho de que fueron
ministros vinculados ilícitamente frecuentes los casos de
con familias limeñas, y en alguna funcionarios y magistrados que
ocasión otorgaron oficios a favor adquirieron vinculaciones de
de parientes cercanos de oidores. diverso tipo con habitantes de las
Este fue el caso, por ejemplo, del ciudades donde prestaron sus
virrey príncipe de Esquilache, si servicios. Hubo personajes que
nos atenemos a una denuncia por esta vía se enriquecieron, o
que contra él realizaron los indios que consiguieron para sus
de la Collana de Lampa en carta familias un alto status social una
vez afincadas en el Perú. Como es
dirigida a Su Majestad, y que el
obvio, habría que estudiar
Consejo de Indias examinó
detenidamente muchos

(18) Ibid, pp. LXII-LXIII.

(19) Carta de los indios de la Collama de Lampa a S. M., en AGI, Lima, 157.
 LA BUROCRACIA EN EL VIRREINATO DEL PERÚ 61

casos para confirmar estas ideas, ejemplo con que procede en su

que podrían parecer bastante ge-
néricas (20). Por nuestra parte,
en un anterior estudio en el cual
analizamos la actuación de
cuatro oidores en la Lima
seiscentista, comprobamos que al
menos dos de ellos habían caído
en flagrantes violaciones de la
legislación, mientras los otros
dos habían tenido al parecer un
correcto desempeño de sus
funciones (21). Si los signos
exteriores de una excesiva y
rápida riqueza nos pueden servir
para sospechar de la rectitud de
un funcionario, el hecho de que
algunos magistrados limeños
hubiesen dejado a sus familias en
situación de estrechez económica
tras su muerte nos puede hacer
en principio suponer que no
recurrió a ilícitos manejos.
Ponemos tres ejemplos de oidores
que murieron en Lima en la
segunda mitad del siglo XVII:
según carta que la Audiencia
dirigió al monarca en 1660
sabemos que el oidor D. Melchor
Domonte y Robledo dejó a su
familia con gran necesidad, y por
ese motivo se solicitaba a la
Corona otorgase alguna merced a
su mujer, "ponderando la virtud y
viudez" (22). El otro caso es el de
la viuda del oidor D. Pedro de
Meneses —Da . Beatriz de Aliende
y Salazar—, la cual dirigió en
1656 una carta al Consejo de
Indias señalando que su difunto
marido había servido a Su
Majestad "más tiempo de
cuarenta años y los últimos
veinte en esta Real Audiencia en
las plazas de fiscal, alcalde y
oidor, con la rectitud, celo y
limpieza que es notorio". Por todo
ello solicitaba Da Beatriz que se
le diese por vía de ayuda de costa
la mitad del salario anual de su
marido, que era lo que
usualmente se pagaba a las
viudas de los ministros togados, y
que en su caso le era de gran
urgencia, por haber ella quedado
"con tres hijos, enferma y pobre"
(23). Otro caso de oidor que
falleció en el ejercicio de su cargo
dejando a su familia en estrechez
material fue el de D. José Calvo,
el cual falleció en Lima el viernes
1 de marzo de 1686, siendo
enterrado al día siguiente en la
Iglesia de San Francisco "con
gran acompañamiento", pero
habiendo dejado "muchos hijos y
a todos muy pobres" (24).

(20) En cuanto a las vinculaciones familiares de los magistrados, cfr. Rodríguez Crespo
Pedro, "Sobre parentesco de los oidores con los grupos superiores de la sociedad
limeña (A comienzos del siglo XVII)" en Mercurio Peruano, nº 447-450 (Lima,
1964), pp. 49-61.
(21) Puente Brunke, José de la, "Los oidores en la sociedad limeña: notas para su estu-
dio (siglo XVII)" en Temas Americanistas, n ° 7 (Sevilla, 1990), pp. 8-13.
(22) Cfr. "Relación de las cartas del distrito de Lima que han venido con los galeones
en 1662" en AGI, Lima, 169.
(23) Carta de Dª Beatriz de Allende y Salazar al Consejo de Indias, fechada en Lima el
6 de septiembre de 1656, en AGI, Lima, 169.
(24) Mugaburu, José y Francisco de, Diario de Lima (1640-1694), Lima, Colección de
libros y documentos referentes a la Historia del Perú (tomo VIII), 1918, p. 176.
62 MERCVRIO PERVANO

En definitiva, volviendo a lo vestían la garnacha de

anteriormente expresado, la meta oidores, prácticamente en
que la Corona se propuso de ministros vitalicios" (25).
aislar a sus funcionarios en
Indias estuvo muy lejos de ser Por todo ello no fueron poco
alcanzada. A ese fracaso no sólo frecuentes los enfrentamientos
contribuyeron los factores que entre los referidos magistrados —
hemos analizado —siendo quizá altaneros muchos de ellos— y los
el más importante de ellos el propios virreyes, quienes por lo
constituido por el hecho de que general ejercieron sus funciones
los sueldos de los funcionarios no por períodos más cortos, y mu-
eran lo suficientemente altos chas veces seriamente preocupa-
como para alejarlos de dos por el resultado de sus
tentaciones de enriquecimiento correspondientes juicios de
por vías que les eran vedadas— residencia, los cuales justamente
sino también el hecho de que — eran incoados por la Audiencia
siguiendo con el ejemplo de los limeña. Pero a pesar de esa
magistrados de la Audiencia— dependencia en la que los
fueron muy dilatados los períodos virreyes podrían encontrarse con
de tiempo en los cuales ejercieron respecto a los ministros togados,
sus funciones en Lima muchos hubo episodios de serios
ministros togados. Este fue, en enfrentamientos entre ambas par-
efecto, un elemento más que tes. Reveladoras de estas
contribuyó al arraigo en la ciudad discrepancias que con frecuencia
de los oidores, y al aumento de se suscitaron entre ambas
sus compromisos. De ese modo instancias son las palabras con
los ministros se veían envueltos las cuales el virrey Don Francisco
en los problemas o conflictos que de Toledo calificó a la Audiencia,
se suscitaban en los lugares institución —según dijo— "donde
donde ejercían sus funciones, con hay tan pocas letras y tanta
el consecuente daño para la recta pasión" (26).
administración de justicia. Más
Frases, en definitiva, que
aún,
revelan las diferencias y
conflictos que entre el poder
"la jerarquía de la Audiencia
ejecutivo y el judicial han
de Lima, en hecho de verdad
existido, tanto en el curso de la
tribunal de término dentro de
etapa virreinal cuanto a lo largo
la judicatura indiana, conver-
de nuestra posterior vida
tía a los togados afectos a su
republicana.
plantilla, sobre todo a los que

(25) Lohmann, Los Ministros... cit., p. XCIII.

(26) Carta de D. Francisco de Toledo a S. M., de 30 de noviembre de 1573, en AGI,
Lima, 29 (lib. I, fs. 50-63v.).
 Perú 1985 - 1990: Caos Económico y pérdida
del Horizonte de Desarrollo
A sólo unos cuantos meses de
haber concluido el gobierno ante-
rior, diversos medios se han
apresurado a presentar un
balance —unánimemente
desfavorable— de la gestión
económica en el período
comprendido entre 1985 y 1990,
como si existiera una convicción
colectiva entre los analistas
acerca de la necesidad de hacer
ver, con la mayor claridad posi-
ble, lo que tal vez sea el único
elemento positivo de la
experiencia de los cinco años
precedentes: una incontrovertible
moraleja acerca de lo que no se
debe hacer en materia
económica.
Si bien el carácter social de la
ciencia económica hace necesario
muchas veces relativizar sus con-
clusiones, cuando los errores de
manejo económico son clamoro-
sos sí permiten una evaluación
indiscutible. A pesar de que los
mecanismos económicos son de-
masiados complejos, se basan en
principios que resultan relativa-
Armando Morales Bueno
mente simples una vez
comprendidos. Generalmente, las
discrepancias surgen a partir de
los criterios de aplicación de
estos principios en la política
económica —como la elección de
un determinado régimen
cambiario o la forma de
determinación de la tasa de
interés— antes que sobre la pro-
pia naturaleza de la relación en-
tre los instrumentos y las varia-
bles económicas. Sin embargo, en
el caso de la gestión del gobierno
anterior, la política aplicada ha
atentado contra los principios de
la ciencia económica de manera
alevosa, como si ningún instru-
mento tuviera importancia decisi-
va y la evolución económica fuera
el resultado de un determinado
concierto de voluntades —la del
gobierno y la de los empresarios
especialmente— en una relación
de pugna que dista mucho de ser
la que explica el acelerado
desarrollo de las nuevas naciones
industrializadas en las últimas
décadas.
 64 MERCVRIO PERVANO
De acuerdo al criterio aplicado
para la política económica, los
precios suben porque los "malos"
empresarios elevan
continuamente su margen de
ganancia, la inversión cae porque
agentes económicos antipatriotas
se llevan su capital al exterior y
las empresas públicas quiebran
porque sus autoridades no tienen
la imaginación suficiente para
racionalizar costos sin tener que
elevar el precio de sus servicios.
Prácticamente en ningún
momento, ni siquiera en los
auspiciosos meses iniciales del
gobierno, se asumió que el com-
portamiento de los agentes
económicos aquí y en cualquier
parte del mundo constituye una
reacción ante las señales que
brinda la política económica
global y sectorial. Ni siquiera los
graves errores de concepción del
modelo económico que se aplicó
desde fines de los años sesenta
muestran este grado de desprecio
por la teoría económica, pues en
todo caso, al menos contaron con
el atenuante de haberse visto
favorecidos por la excesiva
generosidad de las fuentes de
crédito externo y el haber
formado parte de un error co-
lectivo latinoamericano, en el in-
tento de definir una teoría econó-
mica de acuerdo a la realidad de
esta parte del continente, afán
que a estas alturas de la historia
parece no tener objeto.
El resultado ha sido que entre
julio de 1985 y julio de 1990, no
solamente se ha ensanchado la
brecha de desarrollo del Perú
respecto del mundo industrializa-
do, sino que nuestro país se ha
alejado de la tendencia de creci-
miento que han seguido los paí-
ses latinoamericanos, a pesar de
que la región no es precisamente
de las de mejor desempeño en la
evolución de la economía mun-
dial. Este empeño en marcha de
espaldas al mundo en un contex-
to internacional con cada vez ma-
yores interrelaciones, tiene como
contraparte la renuencia a guiar
las decisiones económicas que
afectan el bienestar de las mayo-
rías de acuerdo a las pautas que
han seguido no solamente los
países desarrollados sino también
los países que han asombrado al
mundo por la rapidez de su creci-
miento en las décadas recientes,
pautas que confrontadas con la
experiencia forman parte del
cuerpo doctrinario de la ciencia
económica.
Más grave que todo lo señala-
do, sin embargo, resulta el hecho
de que el fracaso de la gestión
económica se haya dado en un
momento de la historia en que, la
continua postergación de las as-
piraciones legítimas de los menos
favorecidos, ha originado una es-
pecie de ultimátum social. El
planteamiento de alternativas
violentas, a pesar de no contar
con un arraigo mayoritario, tiene
la suficiente base social como
para influir decisivamente sobre
amplias capas de la población,
las que ahora confían muy poco
en las posibilidades -del sistema
 PERÚ 1 9 8 5 - 1 9 9 0 : C A O S E C ON ÓMI C O Y P É R D I D A . . .
para ofrecer oportunidades de
mejora de su nivel de vida. La
lentitud impuesta por la
gravedad de la situación para
revertir la situación caótica del
contexto económico, se confronta
con exigencias sociales que no
están dispuestas a conceder un
margen muy amplio para la
obtención de resultados. Sin
embargo, persistir en el esfuerzo
es el único camino que tiene el
actual gobierno para restaurar el
horizonte del camino al de-
sarrollo, confiando en que al di-
siparse la bruma del
desconcierto sea posible
reedificar la esperanza.
I. Contexto global y etapas de la
política económica 1985-1990
Los primeros años de gestión
económica del gobierno han sido
considerados como exitosos por
defensores y opositores, aunque
cabe señalar que, por un lado, el
éxito estaba prácticamente
asegurado al aumentar la
intensidad de la utilización de
capacidad instalada y congelar el
tipo de cambio, lo que fue
favorecido por la disponibilidad
de reservas para asegurar la
estabilidad del esquema por
algunos meses. Sin embargo, lo
difícil era complementar ese
esquema temporal con una
estrategia para hacerlo estable
en el largo plazo, lo que requería
asegurar un equilibrio en el
mercado monetario que asegure
la estabilidad de precios.
65
El gobierno no solamente dejó
de lado las consideraciones mo-
netarias, sino que incrementó
sustancialmente la cantidad de
dinero en la economía bajo diver-
sas modalidades, como la compra
de certificados en moneda extran-
jera, el crédito al Banco Agrario,
y posteriormente un creciente
subsidio cambiario y un mayor
déficit fiscal. Entusiasmados por
los impresionantes resultados en
la evolución de la producción, el
gobierno creyó encontrar la varita
mágica para un crecimiento con-
tinuo manteniendo su estrategia
inicial y sembrando las bases pa-
ra su desestabilización a través
de desequilibrios fiscales, mone-
tarios y externos, los cuales por
la disponibilidad de reservas y los
frutos del esfuerzo de los últimos
meses del gobierno anterior, no
se manifestaron hasta mucho
después. (ver gráfico 1).
La reducción de la inflación de
un nivel de tres dígitos a 62.9%
en 1986, y un crecimiento econó-
mico de más de 10%, fueron fi-
nanciados con una emisión mo-
netaria creciente y la pérdida de
reservas internacionales netas en
US$ 51.7 millones. Las presiones
fiscales e inflacionarias se venían
incubando bajo un esquema de
control de precios, el desfase
cambiario y el de las tasas de in-
terés. Estos hechos constituyen
la primera etapa de bonanza, que
dura aproximadamente dieciocho
meses desde que se asumió el go-
bierno.
 66 MERCVRIO PERVANO
En 1987, ya resultaba
evidente que la pérdida de
reservas debía ser contenida si
no se quería llegar a una
situación de crisis más aguda a
medida que se postergaban las
decisiones exigidas por la
realidad. La inflación mensual
empieza a acelerarse y el déficit
fiscal se incrementa sustancial-
mente, incluyendo un diferencial
de tipos de cambio que servía
para financiar el consumo de
alimentos importados, creándose
un sistema administrativo para
el control de las reservas,
denominado presupuesto de
divisas, como sustituto del tipo
de cambio. Para la asignación
del ahorro y la inversión se creo
el Fondo de Inversión y Empleo
(FIE) y los Bonos de Inversión
del Tesoro Público (BITEP). El
gobierno pretendía no alterar el
marco macroeconómico que le
venía resultando tan exitoso en
apariencia, y atacar las brechas
interna y externa a través de la
injerencia directa del Estado. La
aceleración de la crisis sin
embargo empieza a ser evidente,
por lo que el propio gobierno
deja de tener credibilidad en su
modelo y pretende radicalizarlo
a través de la estatización de la
banca. A partir de entonces se
rompe la propia lógica de
concertación que pretendía el
gobierno, y dada la magnitud de
los desequilibrios acumulados,
el efecto negativo en las expecta-
tivas empresariales originó efec-
tos inflacionarios y recesivos sin
precedentes en la historia econó-
mica del Perú.
Esta segunda etapa, de crisis
del modelo aplicado, se prolongó
hasta los extremos más inaudi-
tos, inventándose nuevos meca-
nismos administrativos con el
único fin de demorar las impor-
taciones (a un sólo tiempo
existían la licencia previa de
importación, la licencia de
cambio y la autorización de
pagos), ante la incapacidad de
dar respuesta al deterioro
sostenido dentro de la lógica de la
política económica imperante.
Con reservas prácticamente
inexistentes, el producto ya en
caída y una mayor aceleración de
la inflación, a partir de marzo de
1988 se inicia una tercera etapa
de intentos de corrección. (Ver
gráfico 2).
Los intentos de corrección fue-
ron siempre insuficientes, a pesar
de la gran magnitud del ajuste
ensayado en setiembre de 1988.
Todos los intentos fueron
mediatizados por la voluntad
política, lo que hizo necesario
una mayor rotación de
autoridades en el Ministerio de
Economía. Gustavo Saberbein fue
sucedido por César Robles, Abel
Salinas y Carlos Rivas, este
último básicamente encargado de
complementar el incompleto
programa aplicado por su
antecesor, para lo cual intentó
volver a recurrir a la concertación
vía un cronograma de medidas
que fracasó al primer mes de su
aplicación.
 P E R Ú 1 9 8 5 - 1 9 9 0 : C A OS E C O N Ó M I C O Y P ÉRDI DA ...
Lo resaltante fue que muchas
de las medidas ensayadas ante-
riormente no pudieron seguir
siendo aplicadas, imponiéndose
el peso de la realidad. El tipo de
cambio fue unificado, el crédito
al Banco Agrario cayó significa-
tivamente en términos reales, las
tasas de interés activas no
pudieron volver a ser negativas
dada la reducción de la masa
intermediada, la demanda
agregada se contrajo
severamente. Sin embargo, todo
fue realizado sin guardar la
debida consistencia, por lo que
la inflación no se redujo y lo
único que se logró fue una
importante recuperación de
reservas debido básicamente a la
recesión.
La etapa final fue un relanza-
miento del programa inicial, con
todas las limitaciones y condicio-
nantes impuestos por la nueva si-
tuación. El último ministro de
economía, César Vásquez,
estableció una política de retraso
del tipo de cambio, a pesar de
seguirse un régimen de
minidevaluaciones (ver gráfico 3).
El equilibrio fiscal se dejó de lado,
postergándose vía carrusel los
pagos que no era posible afrontar,
estableciéndose impuestos de
emergencia y financiamiento vía
Bonos cuya cancelación se realizó
de modo altamente irregular.
Además de tratar de impulsar la
demanda agregada, lo que tuvo un
efecto marginal en la evolución del
producto y significativo en la
especulación y acumulación de
stocks, el gobierno trató de utilizar
67
la ganancia de reservas
acumulada para impedir el
crecimiento del tipo de cambio
libre, lo que se logró en cierta
medida aunque con las
características de una victoria
pírrica, pues la inflación y la es-
peculación igualmente llegaron a
extremos inconcebibles. Sin em-
bargo, sobre todos los objetivos
económicos —los declarados por
el gobierno y los deseados por los
agentes privados— predominó
con claridad el interés político,
con un costo muy elevado en tér-
minos del bienestar de la mayo-
ría de la población.
II. Brechas macroeconómicas
Generadas
La subordinación de los instru-
mentos económicos al interés po-
lítico de corto plazo, tan común
en los populismos latinoamerica-
nos, implica necesariamente una
alta injerencia del estado en la
actividad económica, la que si
bien era elevada desde hace va-
rias décadas en cuanto a la par-
ticipación del estado en los flujos
económicos, en este período al-
canzó un nivel extremo en las de-
cisiones de corto plazo de toda
índole.
Esta injerencia del estado su-
bordinada al interés político tiene
mucha relación con la crisis ac-
tual, no solamente por la mala
utilización de instrumentos de
política económica, sino por la
falta de criterio empresarial en el
manejo de las empresas
68 MERCVRIO PERVANO
a su cargo. Todo ello ha causado
que los gastos del sector público
no hayan guardado proporción
con sus ingresos, lo que fue un
problema cada vez más grave a
medida que la inflación
aumentaba y erosionaba los
ingresos tributarios, con lo que el
estado fue reduciendo
drásticamente la calidad y la can-
tidad de su provisión de bienes y
servicios.
Esta inflación, que como se ha
visto fue generada en gran parte
por el financiamiento monetario
del déficit fiscal, junto con el uso
de instrumentos que favorecían el
consumo antes que el ahorro —
como tipos de cambio y tasas de
interés desfasados respecto a la
realidad inflacionaria originaron
un déficit de ahorro para fi-
nanciar la inversión. Lo grave de
esta situación es que afecta las
posibilidades de crecimiento futu-
ras, incrementando el esfuerzo
necesario para que el crecimiento
del país permita alcanzar grados
de desarrollo que guarden una
mínima relación con el avance de
la economía mundial y los están-
dares de vida correspondientes.
Como consecuencia de lo ante-
rior, la economía peruana se ha
venido desvinculando de la evolu-
ción del resto del mundo, lo que
se ha manifestado en la capaci-
dad de colocar nuestros produc-
tos en los circuitos comerciales
internacionales. Como hecho
anecdótico — aunque no menos
dramático— se puede señalar el
récord del gobierno anterior de
haber provocado dos crisis de ba-
lanza de pagos en menos de dos
años, sin haber afrontado la car-
ga de la deuda externa.
La grave profundización de las
tres principales brechas
económicas, —brecha fiscal,
ahorro-inversión y Brecha
externa— han originado no
solamente una inflación creciente
y una producción estancada,
sino un clima de elevada
incertidumbre para la actividad
empresarial ante un continuo y
arbitrario cambio en las reglas de
juego. Ello afecta sobre todo la
generación de oportunidades de
empleo, las que han sido mucho
menores a lo que exigía el
crecimiento poblacional y el con-
tinuo flujo migratorio a las ciu-
dades derivado de la desatención
del agro. Como es obvio, las em-
presas se han protegido de mejor
manera que las familias ante la
crisis, lo que ha originado una
mayor participación de las utili-
dades que de las remuneraciones
en un ingreso nacional
decreciente. La compresión de la
masa total de remuneraciones se
refleja tanto en el total de empleo
como en las remuneraciones per-
cápita (Ver gráfico 4).
Los sectores de evolución más
favorable en este contexto, han
sido los que se han desarrollado
al margen de la ley: la banca pa-
ralela, el narcotráfico y la infor-
malidad. El éxito económico o
 PERÚ 1985-1990: C A O S ECONÓMICO Y P É R D I D A . . .
empresarial, —dentro de lo que
es posible considerar como éxito
en nuestro país— ha pasado
prácticamente por abandonar el
sistema económico formal. En los
dos últimos casos señalados,
sobre todo para la gran masa
laboral que el sector formal no
absorbe, paradójicamente ésta ha
sido la única manera de asegurar
la supervivencia.
2.1. Brecha fiscal
Los niveles de ingresos fiscales
se han reducido de más del 15%
en 1985 a menos del 4% en los
primeros meses de 1990. Ello dio
lugar a medidas tributarias con
poco sentido económico pero que
salvaban la caja fiscal, bajo las
modalidades de impuestos de
emergencia. Sobresale la recau-
dación por impuesto a los débitos
en cuenta corriente, que a pesar
del efecto negativo en los depósi-
tos a la vista, originó una recau-
dación tan importante que llevó a
que se opte por el recurso fácil de
duplicar su tasa cuando la es-
casez de recursos se hizo más
aguda. (Ver gráfico 5).
Sin embargo, en otra paradóji-
ca consecuencia del tipo de ma-
nejo económico ejecutado, el ta-
maño del gobierno expresado en
el valor de su capacidad de gasto,
fue cada vez más reducido a con-
secuencia de la inflación genera-
da por su alta intervención en los
flujos económicos. Como conse-
cuencia, al final del gobierno los
recursos fueron aún insuficientes
69
para afrontar las deprimidas re-
muneraciones del sector público,
y mucho más para mantener la
infraestructura de servicios, lo
que alcanza su mayor
dramatismo en la provisión de
salud y educación. El nivel de
inversión pública ha sido cuatro
veces inferior en promedio al
primer quinquenio de la década
de los ochenta, y el deterioro de
la infraestructura económica
origina altos costos que afectan el
normal desenvolvimiento de la
actividad económica, por ejemplo
en lo que se refiere a carreteras,
puertos, transporte, etc.
2.2. Brecha ahorro-inversión
La inversión se pretendió alen-
tar de manera directa, a través de
la concertación entre el estado y
los principales grupos empresa-
riales. Ello originó un crecimiento
de la inversión como porcentaje
del PBI en los primeros dieciocho
meses de gobierno, lo que sin em-
bargo ni siquiera entonces se po-
día considerar óptimo porque fa-
vorecía a las empresas constitui-
das brindándoles condiciones pre-
ferenciales inaccesibles para
agentes económicos distintos a los
grupos empresariales tradicio-
nales. (Ver gráfico 6).
La agudización de la represión
financiera originó que los defectos
derivados de un mercado de
capitales muy incipiente, se ma-
nifestaran con mayor nitidez. El
subsidio de los ahorristas a los
prestatarios a través del sistema
financiero motivó que no se ensa-
70 MERCVRIO PERVANO
ye nuevas formas de financia-
miento y mucho menos que se
incremente la difusión de la
propiedad empresarial. Cuando
los recursos intermediados se
redujeron a niveles no antes
vistos, ni siquiera el subsidio al
crédito pudo seguir siendo
sostenible, a pesar de que la
compensación a los ahorristas
seguía estando desfasada
respecto de la inflación.
El desinterés por el ahorro fi-
nanciero se basaba
supuestamente en la mayor
importancia de los fondos de
reinversión, en una confusión
entre efectos y causas. Sin
reconocer que la preponderancia
de la reinversión se derivaba pre-
cisamente de la represión finan-
ciera que desalentaba la interme-
diación, se trató de diseñar
mecanismos que incrementen su
importancia, lo que fue frustrado
por el intento de estatización de
la banca, como ha sido señalado,
momento en el cual el gobierno
perdió credibilidad en su propio
esquema y pasó a una actitud
prácticamente de enfrentamiento
con el sector empresarial.
La escasez de divisas, la rece-
sión, la aceleración de la infla-
ción y la actitud del gobierno re-
dujeron la inversión privada a un
mínimo, y la falta de recursos
fiscales hizo que la inversión pú-
blica no fuera suficiente ni
siquiera para un adecuado
mantenimiento de la
infraestructura básica. La caída
de la inversión y el elevado saldo
de la balanza comer-
cial como resultado de la retrac-
ción de las importaciones hicieron
que en 1989 el ahorro exceda a la
inversión, pero con un exiguo
nivel para ambas variables, aún
como porcentaje de un PBI decre-
ciente.
2.3. Brecha externa
El retraso cambiario continuo,
originó una retracción de las ex-
portaciones desde comienzos del
gobierno, que fue revertido al fi-
nal del período cuando la recesión
del mercado interno hizo necesa-
rio tratar de compensar mercados
aunque fuera con una rentabili-
dad mínima, orientando parte de
la producción a las exportaciones.
En 1989, los precios
internacionales de los metales
favorecieron un mayor valor
exportado total, que hicieron que
se alcance el mayor nivel de
exportaciones del período, aunque
menor al observado en el primer
quinquenio de la década de los
ochenta y derivado de factores
totalmente ajenos al manejo de
las variables económicas (ver
gráfico 7).
La confianza en los instrumen-
tos para arancelarios como medio
de controlar la demanda de divi-
sas no logró ser un mecanismo
efectivo de control de las importa-
ciones, las que superaron al total
exportado entre 1986 y 1988. La
crisis de reservas de 1988 llevó a
que se dieran medidas correctivas
—de contracción de la demanda
interna y unificación del tipo de
cambio— que originaron una re-
 PERÚ 1 9 8 5 - 1 9 9 0 : C A O S EC ON ÓMI CO Y P É R D I D A . . . 71

cuperación posterior, la que in- pital para generar oportunidades de

creíblemente se aprovechó para empleo de remuneración adecuada.
volver a impulsar la demanda
d) Una proliferación de
agregada de manera artificiosa, al
actividades especulativas, que ha
no haberse creado las bases para
acostumbrado a los agentes
una recuperación sostenida. En
económicos a buscar altas
unos cuantos meses, el gran es-
rentabilidades de corto plazo
fuerzo que realizaron los agentes
aprovechando la inflación, y que
económicos para poder generar
puede dificultar el cambio de
reservas internacionales, se agotó
actitud empresarial necesario en
en un contexto especulativo en el
el nuevo contexto que se
que ni siquiera se cumplió a
pretende implantar.
cabalidad el propósito del
gobierno de propiciar una fugaz e) Un grave aislamiento
reactivación con fines claramente financiero y económico
electorales (ver gráfico 8). internacional, que mantendrá
alejada a la economía del país de
la evolución mundial, en un
III. Situación al final del Gobierno momento en que la definición de
Aprista bloques económicos hace
necesaria una rápida inserción y
definición de estrategias.
f) Un Estado quebrado y
Al final del gobierno, la situa- desprestigiado ante los agentes
ción del país se puede resumir en económicos privados, que a
los siguientes elementos: pesar del cambio de autoridades
estrecha significativamente su
a) Un deterioro del capital fí- margen de maniobra. Por
sico, debido a la falta de manteni- ejemplo, resulta difícil que se
miento de la infraestructura bási- acepte en la actualidad bonos
ca y a la falta de inversión para emitidos por el Estado, o que se
mantener el potencial productivo acepte proveer de bienes y
del país. servicios a sus empresas con pa-
b) Un ensanchamiento de la gos a futuro.
brecha tecnológica con países que
g) Una pérdida de esperanza
sólo cinco años antes mostraban
en conseguir crecientes niveles
un grado de desarrollo similar al
de vida a partir del propio
nuestro.
esfuerzo, que a menos que se
c) Una subutilización del observen resultados
capital humano por la falta de significativos y rápidos en la
oportunidades para aprovechar redefinición de la política
sus potencialidades ante la económica, incidirá
ausencia de recursos tanto de continuamente en la normal
educación básica y de convivencia y el clima social de
capacitación como de ca- los próximos años.
GRÁFICO 1

GRÁFICO 2
GRÁFICO 3

GRÁFICO 4
GRÁFICO 5

GRÁFICO 6
GRÁFICO 7

GRÁFICO 8
 ¿A Qué llamamos Teologizar y Filosofar
en y desde América Latina?(*)
Josep-Ignasi Saranyana

Esta lección va a ser, ante todo, el pueblo filósofo por excelencia

un comentario y —por qué no
anunciarlo de antemano— una
crítica a algunos pasajes del
célebre curso póstumo de Hegel,
titulado : Vorlesungen über die
Geschichte der Philosophie. Como
se sabe, este curso fue dictado
por Hegel en nueve ocasiones. La
primera vez, al comienzo de su
carrera intelectual, es decir, en
Jena, en 1805. La última, siendo
catedrático en Berlín, poco antes
de su muerte, acaecida en 1831,
durante una epidemia del cólera.
Estos textos, publicados en forma
unitaria por sus discípulos,
tuvieron una enorme resonancia,
porque contribuyeron —a mi
entender— al desarrollo y largo de mi lección, que la
difusión de una idea que tendría,
con el paso de los años, una
trascendencia particular: me
refiero a la tesis de que cada
filosofía es fruto de la
idiosincrasia del pueblo que la
engendra, y de que, en definitiva,
es el pueblo alemán.
Ustedes se preguntarán, y con
toda razón: ¿por qué este tema
hoy, precisamente en el Perú?
¿Por qué, en definitiva, habré
elegido yo una cuestión que
afecta, a fin de cuentas, a la
lectura de un filósofo
decimonónico, y que sólo plantea
una cuestión nacionalista, que
tiene que ver con antiguos
contenciosos que los europeos
mantienen entre sí? Pienso, no
obstante, que no me va a resultar
difícil contestar a estas
preguntas. Incluso abrigo la
esperanza de poder mostrar, a lo
cuestión abordada por Georg
Wilhelm Friedrich Hegel, nacido
en Stuttgart y fallecido en Berlín,
tenía tanto que ver con los
alemanes contemporáneos de
Napoleón, como ahora incide en
el horizonte vital de los peruanos.

(*) Conferencia dictada en la Universidad de Piura por el autor, el 14 de junio de 1990.

 78 MERCVRIO PERVANO
En efecto, y como saben
ustedes mejor que yo, en los
últimos años se ha generalizado
la idea de que es preciso filosofar
y teologizar en y desde América
Latina, surgiendo, de esta forma,
uno de los señuelos más
atractivos de la teología y
filosofía de la liberación. Y así se
ha dicho, por parte de algunos
conocidos historiadores latino-
americanos —Enrique D. Dussel,
por ejemplo—, que la filosofía y
teología que aquí se ha
desarrollado y enseñado, desde
los primeros momentos de la
presencia europea en América,
hasta nuestros días, no ha sido
otra cosa que una trasposición
de las filosofías y teologías
europeas; y, que, por ello, tales
filosofías y teologías se han
constituido, automáticamente, en
instrumentos de opresión y
sujección sectorial. Los europeos,
por su parte, lejos de desmentir
esta tesis —que es a todas luces
exagerada, como intentaré
mostrarles a lo largo de mi
lección— no se han preocupado
excesivamente de rebatirla,
halagados, al fin y al cabo, por
una críticas que son, en última
instancia, un reconocimiento
implícito de una supuesta
superioridad filosofadora y sacudir la opresión ideológica de
teologizadora. Me explicaré con
un ejemplo: es indiscutible que
Julio César y Marco Antonio
criticaban el tamaño excesivo de
la nariz de Cleopatra. Pero no es
menos cierto que Cleopatra
aceptaba con agrado las críticas
y los denuestos de ellos,
sabedora de que, precisamente
por la excesiva longitud de su
nariz, tenía dominados a personalidad; a tiempo
los dos hombres más influyentes
del momento, y de que ese
"pequeño" defecto físico era, en
última instancia, la causa de su
superioridad sobre ambos... y, lo
que es más importante, sobre
todas las mujeres de su tiempo...
Pero, continuemos con nuestro
tema.
Frente a este fenómeno
histórico, así diagnosticado, de
una supuesta dominación de
Europa sobre América, en virtud
de la imposición de las ideas
filosófico-teológicas de aquélla en
este lado del atlántico, se ha
pretendido —y se pretende—
promover y fomentar una
filosofía y una teología
autóctonas; es decir, se intenta
promocionar una reflexión en
América y desde América, o sea,
desde las realidades
históricosocio-culturales de aquí,
para sacudirse ¡por fin! el yugo
de la opresión ideológica, que es,
en definitiva, como se afirma, el
más pesado de todos los yugos.
Resulta evidente que, con este
razonamiento, se evita el escollo
de Scilla; pero, también parece
incuestionable que se encalla en
las rocas de Caribdis. Me
explicaré. Se quiere, en efecto,
Europa sobre América; pero se
apela a una filosofía europea,
esta vez hegeliana, como
instrumento de tal
emancipación. En otros
términos: se desea evitar la
"europeización" de América,
rompiendo así determinadas
ataduras culturales que —se
dice— constriñen su auténtica
que,
 ¿A QUÉ LLAMAMOS TEOLOGIZAR Y FILOSOFAR EN... 79

sin embargo, se toma prestada, los cuales cada uno, aislado,

para tal rebelión emancipatoria, existe por sí, y cuya conexión
una herramienta típicamente única es el antes, el después y la
europea, quizá la herramienta más simultaneidad o el tiempo" (p. 8).
genuinamente europea de todas las Hegel halla también, además de
herramientas filosóficas: la la relación de sucesividad o
concepción hegeliana de que la simultaneidad, una relación
filosofía tiene carácter nacionalista. esencial con respecto a un fin, a
una objetividad, a una
Y puesto que Hegel trata esta
generalidad, a un todo. Tal
cuestión de la "nacionalidad" de
"significación es principalmente
la filosofía en sus Lecciones
conexión con lo general —dice—,
sobre la Historia de la Filosofía,
o sea, con lo universal, referencia
conviene que nosotros
a un todo, a una idea".
discutamos aquí qué es esto que
llamamos "Historia de la Así, pues, y continúo mi larga
Filosofía". cita de Hegel: "La Historia de la
filosofía no tiene por objeto
Vayamos ahora a las
sucesos o acontecimientos
Vorlesungen hegelianas que he
externos, sino que ella es la
citado al comienzo (O. Hegel
evolución del contenido de la
advierte, en el proemio, que la
filosofía, o sea, cómo el contenido
Historia de la Filosofía es
aparece en el campo de la
"historia" y es "filosofía", lo cual
historia". Por ello, según Hegel,
es tan evidente, que casi parece
coinciden filosofía e historia de la
una tautología, aunque no lo es,
filosofía (p. 9). Así, pues, los
como tampoco cuando el mismo
hechos de la historia de la
Hegel expresa la proposición de
filosofía "son los actos del libre
la identidad (A es A) (p. 343), o
pensamiento; son el mundo
afirma —en otro lugar— que "la
intelectual: cómo se ha originado
historia de la filosofía es
y cómo se ha producido" (p. 10).
enteramente ella misma y no
otra cosa" (p. 74). Así, pues, la "Pero —y aquí Hegel termina su
"historia de la filosofía" es largo y penoso razonamiento—, el
"historia" y es "filosofía". Pero, pensamiento no es susceptible de
qué entiende Hegel por ningún cambio; no ha existido ni
"historia". Con palabras suyas: ha pasado, sino que es" (p. 17).
"La historia se nos aparece como Por consiguiente, la historia de la
una serie casual de filosofía tiene que vérselas con lo
fenómenos particulares, como universal, por una parte, y con lo
un relato de acontecimientos de particular, por otra. Con lo uni-

(1) Seguimos la impresión más reciente en lengua castellana, publicada por Ediciones Aguilar,
Madrid, 1990, traducida por Eloy Terrón. Esta versión sólo reproduce la "Introducción". Una
edición completa de las Lecciones ha sido publicada por el FCE, México, 1955, en tres
volúmenes (última edición, en 1985), y en traducción de Wenceslao Roces.
80 MERCVRIO PERVANO
versal, es decir, con el
pensamiento, que no es
abstracto, por el hecho de ser
universal, sino concreto; y con lo
particular. Esto último, lo
particular, o sea, la de-
terminación del pensamiento, no
sólo consiste en ser simultáneo
con una determinada
configuración de un pueblo (p.
356), sino en ser —y esto es digno
de nota para conocer la síntesis
hegeliana— "la flor más elevada
(...), la conciencia y la esencia
espiritual de todo un Estado, el
espíritu de una época en cuanto
espíritu que se piensa" (p. 357).
"Ha llegado la época —concluye—
no sólo de que se filosofe, sino de
que exista una determinada
filosofía en un pueblo, la cual
debe desplegarse" (p. 358).
Tres conclusiones, pues, se
imponen después de leer a Hegel,
en el tema que nos ocupa:
1) Que la historia de la
filosofía es la filosofía misma o,
en otros términos, que la filosofía
es, en definitiva, su propio
despliegue histórico;
2) Que tal despliegue, que es
histórico, expresa lo universal del
pensamiento filosófico, un
universal que no es abstracto,
sino, por el contrario, bien
concreto;
3) Que, al tiempo que
universal, la historia de la
filosofía tiene que vérselas con lo
particular, es decir, con el
espíritu de un determinado
pueblo, en una época bien
determinada, de modo que surge
de esa realidad particular, de la
que adquiere los temas y la forma
propios.
La primera conclusión, relativa
a la identificación de "filosofía"
con "historia de la filosofía",
vamos a pasarla por alto ahora.
Nos llevaría por derroteros que
nos desviarían del propósito de
nuestra lección. Nos haría
reflexionar sobre si una filosofía
es necesariamente histórica, lo
cual constituye un tema
actualísimo, como se advierte por
la orientación de los programas
de estudios medios en el
bachillerato español, por citar un
caso que conozco bien.
Equivaldría a preguntarse, en
última instancia, qué sentido
tiene la sucesiva aparición de
tantos sistemas filosóficos
—sobre todo en la Edad
Moderna—, que se suceden unos
a otros, dejando insatisfechos a
sus propios cultivadores; es
decir, si tal sucesión debe
interpretarse como una prueba
de la imposibilidad fáctica de
alcanzar la verdad o, por el
contrario, si ha de tomarse como
una confirmación de que el
intelecto humano se aproxima
asintónicamente la verdad, según
las leyes de un proceso histórico
evolutivo indefinido...
La segunda conclusión, sobre el
carácter universal del despliegue
histórico de la filosofía, implica la
constatación de que la verdad
filosófica es una, a pesar de la
diversidad de soluciones
expuestas. Es más; esta
conclusión señala que la variedad
de sistemas filosóficos postula la
unicidad de la verdad.
 ¿A QUÉ LLAMAMOS TEOLOGIZAR Y FILOSOFAR E N . . . 81

Este tema, el de la unicidad ardor en Europa, con ocasión de

veritativa, tiene —en clave los trabajos historiográficos de la
hegeliana— un sentido distinto ciencia alemana. Caso
que para la tradición aristotélica, paradigmático lo constituye la
como es bien sabido por Uds. obra monumental del protestante
Para el Teutón, la verdad, que Adolf von Harnack, titulada
tiene primariamente carácter Lehrbuch der Dogmengeschichte,
ontológico, es única, aunque se "Historia de los Dogmas",
manifiesta por su despliegue; terminada por los años ochenta
para el Estagirita, hay tantas del pasado siglo. En ella, Harnack
verdades ontológicas cuantas sostenía —como Uds. saben
cosas existentes, aunque para bien— la siguiente tesis: la salida
cada una de ellas, la verdad es del cristianismo, desde Palestina
única y se identifica con el a Grecia, obrada por San Pablo
propio ser de las cosas. Pero, (2), supuso su helenización y, con
también vamos a pasar por alta ella, una cierta traición a los
esta cuestión, interesantísima elementos más genuinamente
por tantos conceptos, para cristianos, que eran,
centrarnos en la que va a ser precisamente, de carácter
objeto de nuestra atención en lo semítico o palestinense.
que me resta de conferencia. Posteriormente, la discusión fue
asumida por otros especialistas,
Llegamos así, por fin, a la ter- como Werner Jaeger, y pasó
cera conclusión, es decir, que también al campo de intereses de
toda filosofía es —según Hegel— los teólogos católicos, con
la conciencia y la esencia trabajos de Romano Guardini,
espiritual de un Estado, el Albert Lang, Michael Schmaus y
espíritu de una época, en cuanto Joseph Ratzinger, sobre la
que espíritu que se piensa y se "esencia del cristianismo".
despliega en el tiempo, según las Posteriormente, y siempre dentro
leyes históricas, que son, al del campo católico, abocó en la
cabo, las leyes del propio polémica sobre el "específico
espíritu. cristiano", que tanto preocupó a
los moralistas por los años
Las relaciones de la filosofía
sesenta y setenta más recientes.
con el marco en que ella ha
Pues bien, y volviendo a la
surgido —y lo mismo vale para la
discusión sobre la inculturación
teología— constituyen una anti-
del cristianismo en los primeros
gua cuestión, que —por
siglos de nuestra Era, las
influencia de Hegel y del
posiciones oscilan entre la actitud
romanticismo— comenzó a
pesimista de quienes estiman que
discutirse con gran

(2) "Por la noche. Pablo tuvo una visión: un macedonio le rogaba: Ven a Macedonia y ayúdanos.
Después de esta visión, procuramos enseguida partir hacia Macedonia, convencidos de que Dios nos
"
había llamado a evangelizarlos (Act. 16, 9-10). A partir de este pasaje comienzan los llamados
Wir Stücke, pues Lucas se suma a la evangelización y narra los sucesos como testigo directo de
ellos.
82
la helenización del cristianismo —
si es que hubo realmente tal
helenización— habría supuesto la
adulteración del mensaje
evangélico; y el punto de vista
optimista de otros, como el del
Cardenal Ratzinger, que ofrece
una curiosa y sugerente exégesis
de Ioan. 12, 20-28, pasaje que
narra el encuentro de Jesús con
unos griegos (3): el interés de los
griegos por Jesús anunciaría la
glorificación del Hijo, es decir: el
encuentro de Jesús con esos
griegos piadosos significaría el
encuentro del Evangelio con el
mundo helénico, lo cual habría
llenado de gozo el alma de Cristo,
al ver cumplida ya la hora de su
glorificación. Así, pues, tal
encuentro preanunciaría la
sobreabundante eficacia del
Sacrificio de la Cruz. Con todo,
tal encuentro no habría sido sin
un especial dramatismo — inculturación
presignificado también por la
crudelísima muerte de Cristo—,
como se advierte por la
persecución de los judaizantes
contra la predicación de San
Pablo.
Con estos presupuestos, o sea,
a sabiendas de las interminables
discusiones que han sacudido el
solar europeo desde que Hegel
formuló su tesis de que toda
filosofía es la conciencia refleja
del espíritu de un pueblo, ¿qué
podríamos entender por filosofar
o teologizar en y desde América
(3) "Unos griegos que habían subido a adorar durante la fiesta, se acercaron a Felipe, que era de
Betsaida de Galilea, y le pidieron: Señor, queremos ver a Jesús. Felipe se lo dijo a Andrés, y
ambos fueron a decírselo a Jesús. Jesús les respondió: Ha llegado la hora en que el Hijo del
Hombre va a ser glorificado".
MERCVRIO PERVANO
Latina? No se olvide que éste ha
sido, precisamente, uno de los
principales sueños de la filosofía
y teología de la liberación...
A mi modo de ver, podríamos
entender básicamente dos cosas:
a) una filosofía y una teología
universales que reflexionan sobre
los problemas concretos latino-
americanos; y,
b) una filosofía y una teología
universales que se vierten en y
desde las categorías
latinoamericanas de
pensamiento, y se expresan a
partir de ellas.
Hemos dicho, en primer lugar,
una filosofía y teología "universa-
les" que reflexionan sobre la
realidad cotidiana
latinoamericana. Pongamos, ante
todo, algunos ejemplos de temas
filosóficos: el estudio de la
y de la
transculturación como formas de
encuentro de dos o varias
culturas (criollismo e
indigenismo, y éstos, en su
vertiente antropológica, es decir,
como reflexión temática desde las
condiciones universales de la
naturaleza humana); el análisis
de algunos aspectos de la vida
cotidiana y de la organización
social (por ejemplo, concepción
del poder y de la autoridad,
sentido de la vida familiar, modo
de entender la condición
femenina y masculina, formas de
organización política y de expre-
 ¿A QUÉ LLAMAMOS TEOLOGIZAR Y FILOSOFAR EN... 83

sión de las libertades turas autóctonas americanas con

individuales, maneras de llevar a
cabo la actividad económica,
como los contratos y el sentido
de justicia, etc.); las reflexiones
lingüísticas sobre cómo se
vierten las nociones filosóficas
básicas en lenguas no
indoeuropeas (ser, naturaleza,
persona, substancia); etc.
Más específicamente teológicas
serían: la consideración de deter-
minadas formas de religiosidad
popular, como invariantes
religiosas de un pueblo,
sublimadas por la gracia; la
cuestión de la salvación por la fe
y las obras, es decir, qué hay que
creer para ser salvo y qué
practicar; la expresión de los
artículos de la fe católica en los
modos culturales indígenas o
criollos; las nuevas formas
litúrgicas, o sea, las variaciones
accidentales en la expresión de lo
substancial evangélico; etc.
Todos estos temas, y otros
muchos, tanto filosóficos como
teológicos, fueron expresamente
tratados, aunque a veces desde
perspectivas distintas de las
nuestras por los grandes
evangelizadores del siglo XVI,
como es el caso del P. José de
Acosta, en su De procuranda
indorum salute, o en los escritos
de Bernardino de Sahagún,
Toribio de Motolinía y otros
franciscanos novohispanos, por
citar sólo los ejemplos
emblemáticos y menos
polémicos. Es decir, y indigenismo—,
manifestado sin ambages, debe
afirmarse que hubo, desde los
inicios del encuentro de las cul-
el mundo europeo, una reflexión
filosófica y teológica sobre lo
americano, con un intento sincero
y recto de penetrar el alma del
nuevo continente, recién
descubierto por los navegantes
castellanos y portugueses.
Testimonio irrefutable de este mi
aserto es la Relación de Ramón
Pané, reportada posteriormente
por Hernando de Colón, que
constituye un hermoso intento,
quizá el más antiguo, de con-
templar con amor las inveteradas
tradiciones de los tahinos.
Ahora bien; algunos de Uds.
podría objetarme, y con razón,
que tales reflexiones lo han sido
efectivamente sobre lo
latinoamericano, pero desde las
categorías de pensamiento
europeo. Es decir, han sido
reflexiones al modo de Alexander
Von Humboldt, producto más
bien de la admiración europea por
una realidad ignota y curiosa, que
del interés por dar razón de lo
propio. Ciertamente: al menos en
un primer momento, la filosofía y
teología que se cultivó a este lado
del Atlántico fue sólo la reflexión
de los que pasaron aquí con sus
formas mentales adquiridas en las
universidades de la metrópoli,
aunque llevada a cabo con todo el
cariño y respeto por lo americano.
Pero, en cuanto hubo pensadores
autóctonos —es el fenómeno del
criollismo, del mestizaje y del
arrancó una
reflexión genuinamente
americana, aunque sobre bases
universalistas.
84 MERCVRIO PERVANO

Podría decirse, por entendidas como ciencia. Uno de

consiguiente, que hasta entonces
sólo había habido una mera
transposición de lo europeo a
América, con escasos atisbos de
originalidad; después vendría
una corriente caudalosa de
filosofía y teología sobre la
realidad americana. Este
fenómeno de transposición se
llevó su tiempo, y ya estaba
maduro en la segunda mitad del
siglo XVII y, muy
particularmente, en el siglo
XVIII. Como consecuencia lógica
vendría la posterior
emancipación...
Pasemos ahora a la segunda
forma de filosofar en y desde
Latinoamérica, que antes he
anunciado: la versión de los
temas clásicos, universales y
eternos, en categorías
latinoamericanas. Esta cuestión
delinea una problemática mucho
más compleja y difícil. Se trata,
en definitiva, de considerar si es
posible una forma de filosofar y
teologizar propiamente
americana. En otros términos, si
la ciencia, en cuanto tal, admite
apellido.
Todos conocemos las intrinca-
das polémicas bajo medievales
sobre las condiciones de
posibilidad de la ciencia,
entendida ésta como un saber
universal y necesario, por
causas, sobre Dios y nuestra
alma, y sobre el mundo que nos
circunda y en el que nos
hallamos. La aparente dicotomía
entre lo singular y concreto, y lo
abstracto y universal, definió
entonces una radical disyuntiva
que arruinó, al menos
teóricamente, la posibilidad de
toda filosofía y teología,
los espíritus más clarividentes de
aquellos momentos, Guillermo de
Ockham, pudo formularlo
magistralmente con su doctrina
sobre la intuición intelectual y la
abstracción. Por consiguiente,
parece que las condiciones de
posibilidad de la ciencia dependen
de la concreta gnoseología que se
tome en consideración y, muy
particularmente, del modo de
considerar el intelecto humano y
sus leyes cognoscitivas. En
definitiva; una filosofía y una
teología latinoamericana
implicarían una ratio especulativa
típicamente americana, lo cual
equivaldría a postular, en última
instancia, que el homo
americanus sería una subespecie
propia, como lo sería también el
homo europaeus.
Esta cuestión no es nueva,
ciertamente, pues ha sido traída
por los filósofos de la cultura y de
las religiones, con ocasión de la
filosofía hindú y de otras de corte
oriental. Se ha llegado a afirmar,
a mi modo de ver, con
exageración, que algunos pueblos
orientales construyen su
pensamiento prescindiendo del
principio de (no)-contradicción,
como si prescindir de uno de los
primeros principios del
pensamiento —del hábito del
intelecto— fuese lo mismo que un
cambio de base aritmética o un
cambio de lenguaje en la
programación de los ordena-
dores.
En definitiva, postular una
razón especulativa distinta, según
 ¿A QUÉ LL AMA M OS TEOLOGIZAR Y FILOSOFAR EN...
ciertas supuestas diferencias
sub-específicas de unos hombres
con respecto a otros, ¿no
equivaldría a discutir el principio
de la unicidad de la naturaleza
humana?
Llego ya al término de esta
lección. Decía, al comienzo, que
la hipótesis de una filosofía y una
teología en y desde latinoamérica
se formula como elemento auto-
afirmativo frente a una supuesta
colonización europea. Y añadía
que, tomando esta hipótesis como
criterio diferenciador, se
adoptaba uno de los temas más
genuinamente europeos de la
filosofía de la modernidad.
Hablaba, pues, de una
disyuntiva, casi de un dilema...
Ahora, después de nuestras
reflexiones, quizá estemos en
condiciones de acotar mejor los
términos del problema.
Hemos distinguido, a lo largo
de nuestra exposición, entre una
razón especulativa —relativa a las
cuestiones universales y decir, de la Revelación, en la vida
abstractas, eternas, en algún
sentido, y permanentes— y una
razón práctica —ocupada de las
cuestiones cambiantes y propias,
tanto de épocas distintas, como
de lugares diferentes—. Así como
no puede negarse, por la
información que nos ofrece la
Historia de la Filosofía, que unos
pueblos han tenido más espíritu
filosófico que otros; es claro, por
eso mismo, que todos han
filosofado, puesto que han
reflexionado ampliamente sobre esas
cuestiones que denominábamos
universales y constantes, como:
la vida, la muerte, la natura-
85
leza cambiante de las cosas, el
bien y el mal, el origen del
cosmos, etc. Y, por ello, parece
también obvio que todos los
pueblos han manifestado, de una
forma u otra, amplios esbozos de
teología natural. Es innegable, en
mi opinión, que muchas de estas
formas de reflexión han apelado
al mito, como sucedáneo de una
especulación científica rigurosa.
Pero, con todo, pienso que mi
hipótesis puede sostenerse, y
que, en definitiva, no habría que
ser tan riguroso —como
pretendían los positivistas del
siglo XIX— con las formas
míticas de pensamiento.
En el orden de la razón
especulativa, por tanto, las
diferencias cualitativas entre las
filosofías y teologías de unos
pueblos y otros son menos
importantes de lo que, a primera
vista, podría pensarse. En sentido
absoluto, la gran novedad es la
irrupción de lo sobrenatural, es
de los hombres; pero esto
constituye un tema que escapa
ahora al objeto de la investigación
que nos hemos propuesto. En
este ámbito, pues, de la razón
especulativa no cabe una filosofía
o una teología puramente latino-
americanas. Los mismos mitos se
repiten —con pocas variantes
substanciales— de una cultura a
otra, a pesar de las distancias
espacio-temporales. Los
problemas filosóficos se plantean
una y otra vez de formas
similares. Tales coincidencias en
lo fundamental, aún cuando no
pueda negarse una
86 MERCVRIO PERVANO

progresiva profundización en las primera hora, al entrar los

grandes cuestiones filosóficas, "descubridores" en contacto con
dieron lugar, precisamente, a los las grandes explicaciones
primeros esbozos de "historias de religiosas de los imperios
la filosofía", como comprobamos nucleares americanos. Una
ya en los escritos de Platón y de muestra magnífica de esa reflexión
Aristóteles. La necesidad de —dialogada según el gusto
plantear correctamente el estado humanístico— la constituyen los
de la cuestión, y de averiguar Coloquios sahaguntianos, que
qué habían pensado otros sobre datan de 1564, inspirados en los
el mismo tema, impulsaban a los "memoriales" de los Doce. Una
filósofos a preparar sumarios prueba irrefutable es, finalmente,
resúmenes histórico-filosóficos la Historia General del propio fray
sobre las cuestiones en que se Bernardino, redactada en las mis-
ocupaban. De esta forma se ha mas fechas, es decir, sólo
conservado la noticia de los más cuarenta años posterior a los
antiguos pensadores eleáticos, o comienzos de la evangelización
de algunos mitos cosmogónicos novohispana.
primitivos, tanto egipcios como
caldaicos. Tales tradiciones, bien Así, pues, la propia identidad
en su estado pre-científico, o ya de un pueblo puede muy bien
propiamente filosóficas, expresarse en algunos aspectos
atestiguan, de algún modo, las de su tradición filosófico-
grandes invariantes del teológica; pero, esa propia
pensamiento especulativo. identidad debe ceder a lo
universal y permanente cuando
Por el contrario, la razón una nación, es decir, quienes la
práctica, es decir, la reflexión constituyen, reflexionan sobre los
aplicada a lo concreto y temas capitales que interrogan al
específico de cada pueblo, hombre desde los mismos
admite, por ello mismo, una orígenes de la humanidad. En
notable diversificación. Y, en ese otros términos: la coincidencia en
orden, cabe —y existe real- los temas fundamentales
mente— una filosofía y una demuestra la comunión natural
teología genuinamente de unos hombres con otros; las
americanas; y no sólo en el siglo diferencias en los filosofemas y
XVIII, cuando soplan en teologúmenos "concretos" o
Occidente los aires de amor por prácticos, denotan las riquísimas
lo popular y folklórico; o en el posibilidades y variaciones en que
siglo XIX, auspiciadas por la puede expresarse el espíritu
moda romántica; sino ya desde humano a lo largo de la Historia.
 La Libertad en el " Essai" de Bergson
La Doctrina del Libre Albedrío (*)
Luz González Umeres

Como es sabido, el "ESSAI" de

I) Introducción
En un trabajo doctoral de
1973, anoté: "Las críticas al libre
albedrío en el ESSAI desconocen
las dimensiones metafísicas del
problema de la libertad"(1).
Recojo esa observación y la
desarrollo en una comunicación
para el Encuentro Internacional
de 1988 —XXV Reuniones
Filosóficas de la Universidad de
Navarra— con cuyas grandes
líneas de trabajo me solidarizo y
a las cuales asisto por primera
vez.
Bergson fue compuesto entre los
años 1884 y 1888. Esa época
estuvo notablemente influida por
la psicofísica de Fechner y por los
planteamientos del determinismo
universal de John Stuart Mill. En
ese contexto histórico, el valor
objetivo de la experiencia de la
libertad se había puesto en duda
en nombre de los criterios de
"cientificidad", tanto en el pensa-
miento filosófico como en los con-
cretos experimentos psicofísicos,

(*) Este texto fue preparado en Piura y leído el día 29-VIII-88 en la Universidad de Navarra
en el marco de las XXV Reuniones Filosóficas que congregaron a más de 400 filósofos
de diversos continentes y tuvieron como tema de fondo "El Hombre: inmanencia y
trascendencia".
He juzgado oportuno entregarlo para que se publique en el n° 501 del "Mercurio
Peruano" por varios motivos. Uno de ellos es sumarme a quienes escribieron en esta
Revista décadas atrás, sobre temas bergsonianos, filosofía que influyó notoriamente en
la enseñanza de las Universidades Peruanas durante este siglo. Y otra, enlazar así las
orientaciones que recibí del Dr. Mariano Ibérico, miembro fundador del "Mercurio
Peruano", al elaborar mi tesis doctoral en Lima, en 1972, con el trabajo en filosofía que
vengo realizando en Piura desde 1969.
(1) González Umeres, Luz, "Duración y Libertad en el ESSAI sur les données inmediates de
la conscience de Henri Bersgon", Tesis doctoral, Universidad Católica del Perú, Lima,
1973, p. 158 (inédita).
 88 MERCVRIO PERVANO

especialmente de la escuela la cual pretende medir las

alemana (2).
Henri Bergson, parisino, forma-
do en L'Ecole Normale, en un am-
biente medularmente positivista,
comprueba en su juventud, las
graves consecuencias que acarrea
confundir en la vida psicológica
la cantidad con la cualidad (3),
confusión de la cual se despren-
den líneas de trabajo erróneas y
conduce al desacierto de aplicar a
este tipo de vida, el método cuan-
titativo de la física.
Si bien Bergson detecta en el
ESSAI tales errores, se percibe en
toda la obra, una tendencia a
considerar la libertad humana
como la simple constatación de la
espontaneidad psicológica (4).
II) La Psicofísica
Gustav Theodor Fechner publi-
có en 1860 "Elemente des
Psychophysik", obra que alcanzó
gran difusión. Propuso las bases
de la "nueva ciencia exacta" que
estudia las relaciones funcionales
entre el alma y el cuerpo. Esa
ciencia es la psicofísica. Formula
entonces una ley, que se conoce
como la Ley Weber- Fechner, con
sensaciones (5).
En el primer capítulo del ESSAI,
Bergson dedica amplios análisis a
las sensaciones y a las emociones
profundas, con la finalidad de
mostrar que es un grave error
colocar en un mismo plano y en
una misma ecuación, tanto
elementos psicológicos como ele-
mentos matemáticos (5). Se esfuer-
za por mostrar que la llamada
magnitud intensiva es una unidad
de medida contradictoria: extraída
del mundo físico, ha sido extra-
polada al mundo psíquico el cual
no admite medida pues no tiene
extensión. Bergson niega rotun-
damente que se pueda y deba me-
dir las sensaciones. Estas no son
susceptibles de ser medidas. Se
mide la cantidad, pero en ningún
caso la calidad. En efecto, es po-
sible medir los objetos yuxtapues-
tos en el espacio, más no las expe-
riencias cualitativas que aparecen
en la conciencia. Los psicofísicos
aceptan acríticamente, —dice— las
afirmaciones del saber vulgar o
sentido común. Las personas
corrientes afirman que hay un
"más o un menos" en las
sensaciones, y en realidad, es un
modo figurado de decirlo. La
tosquedad de las

(2) Pesnina, A., "Le illusioni della consciencia e I'intuizione come metodo. La impostazione del
ESSAI de Henri Bergson". En: Rivista di Filosofía Neo-Ecolastica, Milano, Gennaio-marzo 1987,
p. 96 y ss.
(3) Bergson, Henri, "ESSAI sur les données inmediates de la conscience" PUF, París, 1970, p. 6.
(4) Bergson, ESSAI, p. 143.
(5) Fechner aplica a todos los campos sensoriales, la fórmula de Weber para el sentido táctil y
muscular. La fórmula de la Ley Weber-Fechner dice así: el aumento de las sensaciones es
proporcionalmente constante al sumando de los estímulos.
 LA LIBERTAD EN EL "ESSAI " DE BERGSON. LA DOCTRINA...
palabras que se usan para expo-
ner lo que acontece en el mundo
exterior, es inadecuada para
explicar la sutileza de lo que
acontece en el mundo psíquico.
Sin embargo, sin percibir que se
filtra ese "grueso error", se usan
corrientemente. Y aparece la
convicción de que se dan
diferencias de cantidad en
nuestras sensaciones. Bergson se
niega a seguir el método
matemático de los psicofísicos
para estudiar la vida psíquica y
propone otra vía: sumergirse en
la conciencia inmediata y percibir
allí, la verdadera naturaleza de
los fenómenos psíquicos (6).
III) La Duración
Para penetrar en la vida psico-
lógica, llamada por Bergson vida
del espíritu (7), es preciso
abstraer el espacio, categoría
extraída del mundo físico que
distorsiona nuestra inteligencia
(8). En efecto, cuando éste no se
abstrae, se corrompen en su
misma fuente, las
"representaciones" del mundo in-
terior pues tenemos el hábito de
formularlas al modo de las repre-
sentaciones del mundo exterior.
Nuestra concepción de la dura-
ción —es decir, la sucesión de ex-
periencias en la conciencia psico-
(6) Bergson, H. op. cit. p. 7.
(7) El contenido "moderno" del concepto de espíritu en Bergson es patente
(8) Se refiere a la inteligencia "geométrica" introducida en, la filosofía francesa por Descartes. Cfr.
Bergson, ESSAI, p. 56.
(9) Bergson, E. La Pensée et le Mouvant en "Oeuvres", PUF, París 1970.
(10) Bergson, ESSAI, p. 20.
(11) Bergson, ESSAI, p. 20.
(12) Ibídem., p. 20.
89
lógica— se ve viciada por esta
forzada asimilación.
Así, la aspiración de Bergson
fue la siguiente: ¿Cómo se podría
asir la duración interior? ¿Cómo
verla sin medirla? ¿Cómo
sorprenderla sin detenerla?
Relata en el ESSAI, que
emprendió su búsqueda en la
Historia de la Filosofía y vio que
todos los problemas filosóficos
debían replantearse desde la
perspectiva de la duración (9).
Por ello inevitablemente se vio
"forzado" a plasmar un nuevo
método filosófico, la intuición
(10).
Hay en el ESSAI, diversas des-
cripciones de lo que es la intui-
ción. Voy a escoger dos, que me
parecen significativas y se com-
plementan entre sí:
"Es conciencia, conciencia in-
mediata, que es identificación, vi-
sión clara, coincidencia y hasta,
contacto" (11). La intuición
conoce de modo semejante al
conocimiento instintivo de los
animales, y allí se adquieren las
importantes "evidencias del
propio yo" (12). Y más adelante
dice: "Es la forma que toma la
sucesión de nuestros estados de
conciencia cuando nuestro yo se
deja vivir, cuando se abstiene de
establecer una separación entre
el estado presente y los esta-
90
dos anteriores" (13). Así penetraría-
mos en la pura duración. En este
contexto, aparece la libertad que el
joven Bergson ha redescubierto,
pese al ambiente cientificista de
1888, aunque a unos niveles que
precisaremos posteriormente.
IV) ¿Qué es la libertad?
En España, en 1916, Bergson
propone el asunto de la libertad:
"El mundo material, tal como nos
lo presenta la ciencia, —dice— es
una inmensa máquina, una espe-
cie de reloj, cuyas piezas encajan
perfectamente unas en otras;
todo en él es mecanismo y
cuando con los hábitos de la
ciencia, consideramos al hombre,
somos necesariamente impelidos
a percibirlo como un mecanismo
incluido en otros mecanismos,
como un ser que funciona
automáticamente. Toda libertad
parece imposible. Cierto es que
protesta el sentido común y ha
protestado siempre contra esa
idea de que el hombre sea una
especie de autómata. Evidente
nos parece, que la voluntad goza
del poder de elección" (14).
Treinta años atrás, en el ESSAI,
Bergson había criticado frontalmente
el determinismo universal,
(13) Ibídem., p. 20.
(14) En este texto Bergson formula el determinismo universal en boga, el cual rechaza. Cfr.
Bergson, H. L"Ame Humaine", texto español de Manuel García Morente.
Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid, el 2-V-1916. En: " Les Etudes Bergnniennes" ,
Vol. IX, PUF. 1970, p. 51 y ss.
(15) Bergson, ESSAI, p. 38.
(16) Ibídem., p. 38.
(17) Ibídem., p. 38.
(18) Ibídem., p. 39.
MERCVRIO PERVANO
mostrando la evidente libertad de
que goza el hombre: "En este mo-
mento soy libre, según parece, de
volverme hacia la derecha o hacia
la izquierda. ¿Será hacia la dere-
cha? ¿Será hacia la izquierda? Me
decido por la derecha. He aquí,
según todas las apariencias, algo
incalculable, algo totalmente im-
previsible, y por mucho que se
nos diga y repita que la ciencia,
si estuviera cabalmente informa-
da, podría calcular de antemano
todo lo que sucede en el mundo,
este hecho parece eludir en abso-
luto el cálculo y la previsión" (15).
Entonces, Bergson comenta: "la
libertad, es precisamente eso: la
facultad de burlar la ciencia que
está esperando la posibilidad de
burlar la matemática en su
pretensión de universalidad" (16).
Y más adelante, también en el
ESSAI, indaga sobre la
naturaleza de la libertad: es una
fuerza que surge de las
profundidades de la conciencia,
es el yo de abajo que sube a la
superficie (17). En una palabra,
el acto libre recoge toda nuestra
experiencia profunda de la vida,
"lo que hemos sido y lo que
somos" (18). Ese acto es
profundamente espontáneo y
creador, en él emerge la
personalidad en-
 LA LIBERTAD EN EL "ESSAI" DE BERGSON. LA DOCTRINA… 91

tera, la expresa, y tiene con ella determinismos mecanicistas y

esa indefinible semejanza que se
encuentra a veces entre la obra y
el artista (19).
De todo lo dicho, parece perti-
nente anotar que el acto libre,
para Bergson, es
fundamentalmente aquél cuyo
autor es sólo el yo, quien se
encuentra a sí mismo eligiendo lo
imprevisible, y emerge desde la
profundidad vital del sujeto
humano.
VI) La Doctrina del Libre
Albedrío
Es bien sabido que la filosofía
clásica sostiene, desde la
antigüedad que el hombre es
libre, es decir, que su voluntad
tiene la posibilidad de hacerlo
actuar careciendo de coacción y
de necesidad o determinación
interna.
El énfasis puesto en la capaci-
dad de elegir como componente
psicológico del libre albedrío se
registra a lo largo de la historia
de la filosofía occidental, y en el
ambiente cientificista en el que
se mueve Bergson, este
componente era negado por los
fisiológicos a los que alude el
profesor Millán Puelles (20).
Las formas variadas de deter-
minismo "consideran nuestra vo-
luntad como una potencia unívo-
ca y necesariamente definida en
sus operaciones" (21)
oponiéndose así a la posibilidad
de que "un sujeto haga lo que ha
decidido hacer". Esta posibilidad
negada por el determinismo es la
afirmación primaria de la
doctrina del libre albedrío (21).
Sin embargo, no basta al libre
albedrío la simple autodetermina-
ción que en cierto modo, también
poseen los vivientes inferiores,
vegetales y animales. Esa es
libertad de espontaneidad, pero
no aún de libre albedrío (2). El
libre albedrío se da cuando se
decide hacer algo —porque se
sabe que es bueno—y se hace
(23).
Actuando así, el hombre ejer-
cita plenamente sus capacidades
espirituales y alcanza de modo
progresivo la perfección de su
naturaleza, que desde épocas tan
antiguas fue denominada como
felicidad por Aristóteles y a la que

(19) Ibídem., p. 39.

(20) Cfr. Millán Puelles, A., "Fundamentos de Filosofía", 11ª edición, 1981, Rlalp. Madrid. Afirma allí
que el determinismo fisiológico consiste en reducir la operación volitiva a un simple acto reflejo
y tiene como su más notario representante a Spencer; y que el determinismo mecanicista trata
de suprimir las diferencias entre la voluntad y las fuerzas naturales físico-químicas. (pp. 377 y
ss.).
(21) Nos remitimos a los argumentos en favor del libre albedrío y con los que se rechaza el
determinismo, argumentos que han sido reseñados por el profesor Millán Puelles (cfr. ibídem.,
p. 377 y ss.
(22) Ibídem, 378.
(23) Ibídem, 378.
92
el hombre tiende con toda la
fuerza de su ser (24). Esta
tendencia manifiesta el
ordenamiento de los seres hacia
un fin. Esa finalidad, negada tan
persistentemente por el
pensamiento moderno es, sin
embargo, la clave del sentido del
ser humano (25).
Fue el cristianismo el que ilu-
minó la doctrina clásica del libre
albedrío, mostrando por un lado,
las huellas del pecado original en
la naturaleza del hombre, huellas
que dificultan el ejercicio de la
libertad, y por otro, la grandeza
de su dignidad humana que
teniendo una naturaleza libre, se
convierte en signo eminente de la
imagen divina (26).
VII) Las Alusiones al Libre
Albedrío en el ESSAI.
Antes de confrontar la doctrina
del libre albedrío con la libertad
del "ESSAI", mencionemos las
"críticas" del capítulo III a los
defensores del libre albedrío (27).
Bergson argumenta en favor de la
duración como sustrato básico e
intenta mostrar que el acto libre es
una imprevisible decisión nacida de
las profundidades vitales del yo, y
que carece de un proceso
(24) Aristóteles. Ética a Nicómaco, libro I.
(25) Maritain, J De Bergson a Sto. Tomás de Aquino, Buenos Aires, 1967, p. 56.
(26) Vaticano II.
(27) Cfr. ESSAI, p. 114 y ss.
(28) Stuart Mill, "Philos. de Hamilton", p. 551. En: Bergson "Oeuvres", p. 115.
(29) Bergson, ESSAI, p. 114.
(30) Bergson, ESSAI, p. 120.
MERCVRIO PERVANO
deliberativo: acaece súbitamente.
Critica, Bergson, en este
contexto, a los "defensores del
libre albedrío" —no menciona
autores ni escuelas— y también a
los deterministas. Cita además,
textos de Stuart Mill (28). Ambos,
afirma, colocan la cuestión de la
deliberación bajo una ilusión de
la conciencia mecanicista: la
suponen bajo "términos
espaciales". Dice: "Toda la
oscuridad proviene de que unos y
otros representan la deliberación
bajo forma de oscilación en el
espacio, cuando consiste en un
progreso dinámico en el que el yo
y los motivos mismos están en un
continuo devenir como
verdaderos seres vivos" (29).
E insiste: "el yo, infalible en
sus comprobaciones inmediatas,
se siente libre y lo declara; pero
en el momento en que trata de
explicar su libertad no se percibe
más que por una especie de re-
fracción a través del espacio"
(30).
Hasta aquí escuetamente, lo
que piensa el joven Bergson,
sobre la libertad creadora y sus
argumentos en contra del uso de
la razón —geométrica— para
intentar explicaciones del acto
libre. Razón "racionalizante" que
también atribuye a los
"adversarios del determinismo".
 LA LIBERTAD EN EL "ESSAI " DE BERGSON. LA DOCTRINA...
VIII) El Plano de la Libertad en
el ESSAI.
En la apretada exposición que
antecede, aparece bocetado el
pensamiento del joven Bergson en
torno a la libertad, noción inespe-
rada de la "duración" en la cual
se instala para repensar todos los
grandes problemas de la Filosofía.
También hemos expuesto, más
sucintamente aún, la doctrina
clásica del libre albedrío.
Corresponde enfrentarlas
brevemente.
Veamos a modo de esquema,
las principales observaciones que
esa confrontación ofrece:
a) El plano desde el cual estudia
la libertad, es una frontera
divisoria movediza que cabal-
ga entre la vida física y la
vida psíquica.
b) Desde la perspectiva de la
duración —experiencia de la
secuencia de la propia vida
psíquica—, constata la liber-
tad como espontaneidad que
se manifiesta en los datos in-
mediatos de la conciencia.
e) La libertad que Bergson recu-
pera para la filosofía sería la
"libertad de espontaneidad"
distinguido ya por la filosofía
clásica al analizar el acto li-
bre.
d) La libertad creadora de Berg-
son es súbita aparición de
una decisión, no precedida
por ningún proceso delibera-
tivo, sino una irrupción vital
93
en la que no interviene la
inteligencia. Es una libertad
sentida.
e) El joven Bergson no parece
conocer bien la filosofía clá-
sica, pese a haber sustentado
una tesis sobre el "lugar" en
Aristóteles. Ese poco conoci-
miento se refiere sobre todo a
la ética. Por ejemplo, al men-
cionar a los defensores del li-
bre albedrío, les atribuye, co-
mo hemos visto, un modo de
utilizar la razón "more
geométrico" que es
incorrecto.
f) Se percibe una ausencia gra-
ve en Bergson, al estudiar la
libertad: la noción de fin. Es-
ta ausencia que se inicia en
el ESSAI, permanecerá en las
siguientes obras del filósofo.
g) Aunque Bergson intenta
recuperar la libertad negada
por la psicofísica y por el
determinismo, sólo logra dar
un paso adelante. Le quedan
pendientes los planos más
profundos del don de la
libertad
h) El "espíritu" que afanosa-
mente redescubre el joven
filósofo, es una realidad com-
puesta de emociones profun-
das, sentimientos y también
sensaciones.
No se puede esperar que un
filósofo descubra, con las solas
Luces de su razón, las verdades
naturales sobre el hombre y el fin
de éste aún si su tiempo las niega.
Aunque, siglos antes del cristia-
94 MERCVRIO PERVANO

nismo, ya lo hicieron con algunas intentar redescubrir la verdad so-

de esas verdades, los filósofos Bergson dejó una profunda in-
antiguos, parece más arduo quietud metafísica en discípulos
recuperarlas después que la suyos, y algunos de ellos
filosofía las ha perdido. reencontraron esas sendas
perdidas. Por eso y por su talante
Sin embargo, sea cual sea el de auténtico filósofo, lo
mérito y el esfuerzo que ello com- consideramos un digno
porte, la filosofía tiene la misión exponente de la filosofía con-
de hacerlo en cualquier época. Al temporánea.
 La Sociedad Civil, Garantía de Libertad (*)
Crítica de Dos Siglos de Experiencia en los Estados Unidos

Daniel Bell

El auge y decadencia de nacio- para derrumbarse? Las historias

nes e imperios es un misterio que
desde siempre ha fascinado a
filósofos e historiadores,
incitándolos a albergar
grandiosas visiones de un
espectral demiurgo que dirige los
acontecimientos, como en el caso
de Hegel, o de algún drama
wagneriano de desafío y respues-
ta, de purificación y heroísmo,
como ocurre con Arnold Toynbee.
¿Cómo explicar la repentina
reunión de fuerzas que impulsa a
un pueblo a imponer su poderío a
través de océanos y continentes y
después yacer exhausto —quizá
para nunca volverse a levantar—
como el imperio de los asirios, en
el Cercano Oriente, como los
mongoles, que para el siglo XIV
habían conquistado China y
extendido su dominio a lo largo
de Eurasia hasta el Danubio, sólo
de Occidente suelen comenzar
con el auge y decadencia de
Roma y, tras un largo intervalo,
el cambio de fuerzas del
Mediterráneo al litoral del
Atlántico, con el repentino na-
cimiento y muerte de los imperios
holandeses, español y portugués
y, más cerca de nuestra época, la
enorme expansión y después con-
tracción del poderío británico
mundial.
Aunque no existe una sola teo-
ría que sea del todo persuasiva,
no podemos perder de vista el he-
cho sorprendente de que cada na-
ción, cuando empieza a reunir
sus fuerzas (militares, políticas y
económicas) para hacer una
aparición decisiva en el escenario
de la historia, se define a sí
misma en términos de su
singularidad. Y luego, cuando
empiezan a apare-

(*) Extracto publicado en: NUEVA REVISTA DE POLÍTICA, CULTURA Y ARTE, N° 4, mayo
1990, Difusiones y Promociones Editoriales S.A. (DIPROEDISA), Madrid, pp. 24 a 33. La
presente reproducción ha sido posible gracias a la autorización gentil de esta magnífica
revista madrileña.
 96 MERCVRIO PERVANO
cer indicios de mortalidad, surge
la cuestión (y la esperanza) de
una exención de la decadencia,
de un "excepcionalismo". En los
USA siempre ha habido una
fuerte creencia en el caso
excepcional norteamericano.
Desde un principio, los
estadounidenses han creído que
el destino ha señalado a su país
distinguiéndolo de todos los
demás; que los USA son, en la
maravillosa frase de Lincoln,
"una nación casi escogida". La
grandeza norteamericana se
asemejaba a un campo magnético
que moldearía los contornos de la
nación de un mar a otro, y la
expansión a través de un vasto
continente pareció confirmar ese
destino manifiesto. El poderío
norteamericano después de la
Segunda Guerra Mundial, cuando
los USA surgieron como la
suprema potencia mundial,
pareció definir el "siglo
norteamericano".
Pero ahora, al acercarse a su
fin ese siglo, surgen dudas sobre
si los USA pueden conservar su
grandeza, si puede estar cerrán-
dose el telón tras el acto principal
del episodio norteamericano. Así
surge la siguiente pregunta:
¿cuán excepcional es, en
realidad, el caso de los USA?
En estas especulaciones y
debates se entremezclan tres
diferentes cuestiones históricas
que deseo destacar.
La primera y más espectacular
es la que abordé al principio: el
enigma del auge y decadencia de
los imperios, y su posible aplica-
ción a los USA hoy. En el último
año o dos, varios libros han
hecho hincapié en el tema de la
decadencia norteamericana:
Mortal Splendor, de Welter
Russell Mead; Beyond American
Hegemomy, de David P. Calleo, y
The Rise and Fall of the Great
Powers: Economic Change and
Military Con f lict from 1500 to
2000, de Paul Kennedy.
La evaluación de la importancia
de la decadencia nacional se
complica por la posibilidad de
que las naciones sean cada día
menos las unidades pertinentes
de análisis a medida que surgen
diferentes estructuras en la
sociedad mundial; por ejemplo,
un conjunto internacional e
integrado de mercados para el
capital y la inversión. También en
la cultura observamos un
creciente sincretismo en que la
comunicación y los mercados en
masa moldean la cultura popular
—especialmente la de los
jóvenes— y la cultura convencio-
nal en todas partes. De tal
suerte, si las fuerzas económicas
y sociales están debilitando las
fronteras nacionales, ¿qué
queremos decir por "auge y
decadencia" de las naciones o
imperios nacionales?
Definición de estilos nacionales
La segunda y muy distinta cues-
tión es la de la singularidad de cada
nación o cultura. Aquel sabio
psicólogo de Harvard, Henry A.
Murray, hizo notar en cierta oca-
 LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD
sión que cada uno de nosotros es
en algunos sentidos como todos
los demás y en otros sentidos co-
mo nadie. Lo que es válido para
los individuos también es válido
para las naciones. Todas las so-
ciedades se enfrentan a los pro-
blemas de ejercer la autoridad, de
organizar y distribuir los
recursos. Muchas sociedades se
parecen en cuanto son, digamos,
democráticas o partidarias del
libre mercado. Y cada sociedad
tiene una historia idiosincrásica,
determinada por su topografía y
ubicación geográfica, sus
tradiciones y cultura, y aquel
menos definible elemento de sprit
o moeurs que vuelve
característicos su cultura y su
pueblo. Ese contorno idiosin-
crásico llamémoslo estilo nacio-
nal— es con frecuencia la princi-
pal característica que debe identi-
ficarse a fin de entender la histo-
ria, la política o el carácter de un
país.
Pero unicidad no es sinónimo
de excepción. Todas las naciones
son en cierta medida únicas en
un sentido o en otro. La idea de
la excepción, tal como se ha
usado para describir la historia y
las instituciones
estadounidenses, supone no sólo
que los USA han sido distintos de
otras naciones, sino que son
excepcionales en el sentido de ser
ejemplares ("una ciudad sobre
una colina"): una luz para las
naciones, inmune a los males
sociales y la decadencia que han
aquejado a todas las demás
repúblicas en el pasado, una
97
nación exenta de las leyes
sociales del desarrollo que todas
las naciones a la postre
obedecen. Es esta idea del
"excepcionalismo" como tema
histórico bien determinado, y no
la "unicidad" o el "auge y
decadencia", la que deseo
desarrollar.
Un aspecto persistente y mani-
fiesta de la doctrina del "excep-
cionalismo norteamericano" se
desprende de la convicción, here-
dada de los Padres Fundadores,
de que los USA son la nación pro-
videncial, aquella cuya consagra-
ción a la libertad y a la dignidad
del individuo sienta las bases
para un mundo nuevo y mejor.
Los Fundadores creían que los
estadounidenses evitarían la
decadencia y degeneración de
repúblicas anteriores ya que la
nueva nación sería moralmente
superior a cualquiera que
hubiera existido antes, y que la
moralidad serviría de fundamento
a su orden político. Así interpretó
Madison a Montesquieu,
especialmente en lo que toca al
destino de Roma; y así interpretó
John Adams al historiador
italiano Davila en lo referente a
los resultados de la revolución.
Esta creencia en la excepción no
era del todo descabellada. Deístas
como Jefferson veían en los USA
el designio de Dios realizado en
una tierra virgen y paradisíaca.
Otros, como el más mundano y
escéptico Franklin, contemplaban
la posibilidad de que los USA
fueran ejemplares y, por tanto,
una esperanza para el futuro.
98 MERCVRIO PERVANO
Pero, ¿acaso todo esto se ha ido
a pique? En la esfera
internacional, el idealismo
wilsoniano ha resultado ser
ineficaz ante el realismo del Viejo
Mundo, y las tiranías del Tercer
Mundo. En el terreno político, la
moralidad parece haber dado
paso al simple moralismo y al
oportunismo político. Sin em-
bargo, aunque el futuro de los
USA tal vez sea más incierto que
en cualquier momento de los
últimos 200 años, aún existen
algunos perdurables valores de
carácter e incluso una poderosa
veta de idealismo. Intuimos, al
reflexionar sobre la historia
estadounidense, que hubo algo
excepcional en la historia de la
nación y el carácter nacional que
creó; excepcional no
necesariamente en el sentido de
estar exenta de cualesquiera "le-
yes" de evolución social que pue-
dan existir, sino en el sentido de
ofrecer una "gracia salvadora" (el
término teológico es apropiado)
que tal vez siga haciendo de ella
un ejemplo para otras naciones.
Dos revoluciones
Al meditar sobre los 200 años
de historia estadounidense,
inevitablemente surge la
comparación con Francia, que
acaba de celebrar el bicentenario
de su revolución. El concepto
tradicional, como el de Hannah
Arendt en su libro On Revolution,
es que los franceses, o al menos
los jacobinos, intentaron una
revolución social que inauguraría
un maravilloso orden nuevo
y encarnaría la religión de la
humanidad"; y que, dada la natu-
raleza del hombre, ese intento es-
taba destinado al fracaso. Los
USA, por contraste, intentaron
una revolución política que, podía
tener éxito, (quizá al no
intervenir en el orden social ofre-
ciendo así a la gente la posibili-
dad de dar salida a sus pasiones
mientras el orden político hacía
las veces de mediador en la
consecución de sus intereses).
Hay mucho de verdad en esta
comparación. Pero la fácil divi-
sión entre lo político y lo social
oculta el hecho de que se intentó
un nuevo tipo de orden social en
este continente. En realidad,
este orden puede ser la causa
del "éxito" de la sociedad
norteamericana, y por esto
entiendo el establecimiento de
una base institucional que ha
protegido las libertades
individuales y ha proporcionado
cierto grado de continuidad y
consenso, y por lo mismo una
estabilidad social, sin paralelo
en la historia.
En los años veinte y treinta un
gran número de regímenes
parlamentarios europeos —
Italia, Portugal, Austria,
Alemania, España— se
derrumbó y se volvió fascista o
autoritario. En el último siglo,
casi toda América Latina ha
tenido dictaduras militares o
autoritarias intermitentes. Las
sociedades de un solo partido
abundan en la mayor parte de
las "sociedades estables" del
mundo. Empero el Reino Unido,
desde el final de
 LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD
su guerra civil en el siglo XVII, y
los USA (con excepción de su
guerra civil en la década de
1860), más un puñado de
naciones más pequeñas (Suiza y
los países escandinavos), han
alcanzado la estabilidad política.
¿Cómo se logró esto?
Me gustaría concentrarme en
el Reino Unido y los USA.
Existen algunos factores
comunes obvios, de manera
particular el aislamiento
geográfico. Inglaterra no ha sido
invadida desde 1066. Los USA
no han sido invadidos desde
1814, y sus guerras tuvieron
lugar fuera de sus fronteras.
Además, al desarrollarse ambos
países, hubo diversas válvulas
de escape para personas
potencialmente descontentas,
así como una creciente riqueza.
En la Gran Bretaña hubo
puestos administrativos o milita-
res en el imperio para "segundo-
nes" y en Austria para los
convictos; en los USA hubo las
granjas gratuitas de las leyes
Homestead, educación pública
gratuita, nuevas y florecientes
industrias y la promesa
inalterada de oportunidades
para las generaciones venideras.
Otro factor común a la Gran
Bretaña y los USA ha sido menos
obvio: el sistema legal. En con-
traste con el sistema legal conti-
nental, con sus poderosos magis-
trados inquisitivos, el procedi-
miento legal angloamericano es
antagonista y hace hincapié en
los derechos. El sistema legal
continental busca descubrir la
99
verdad; el sistema
angloamericano trata de
establecer la culpabilidad. El
poder del estado está restringido
por las facultades que crearon el
derecho consuetudinario y la
Constitución.
¿Pero, qué decir de los USA
mismos? ¿Existe un elemento
distintivo en su historia y
configuración sociológica que
haya contribuido a su
estabilidad? Me parece que sí lo
hay, y la respuesta comienza,
curiosamente, con ese
extraordinario metafísico alemán,
G. W. Friedich Hegel.
La tierra del deseo
Para Hegel, los USA fueron
siempre la encarnación de la mo-
dernidad, "la tierra del futuro... la
tierra del deseo para todos
aquellos que están cansados del
histórico cuarto de trastos de la
vieja Europa". Empero, Hegel
también dijo, en la introducción a
sus conferencias sobre la filosofía
de la historia, que los USA eran
aún sólo un sueño, y al seguir la
de las vicisitudes de la evolución
histórica, en que lo racional con-
tinuamente trataba de convertirse
en lo real, se retiró "al Viejo Mun-
do, el escenario de la historia
mundial". En la actualidad, si
tenemos presente lo que es —aún
cuando no sea racional—
tenemos que ocuparnos de los
USA, que son el actor principal
de la historia del mundo. El
siglo XX sigue siendo el siglo
norteamericano Los USA
son la primera potencia
100 MERCVRIO PERVANO
militar y tecnológica, y el dólar
representa los incómodos cimien-
tos de la economía mundial. Los
USA son el centro de los medios
de información así como el mer-
cado cultural (si no el centro cul-
tural) del mundo. Lo más impor-
tante es que siguen siendo, con el
Reino Unido, una de las pocas
naciones del mundo que
conservan su estabilidad
institucional, de suerte que los
inversionistas, nacionales y abierta. Cada hombre era libre de
extranjeros, siguen
considerándolo un refugio seguro.
¿Cuál es, pues, el rasgo
distintivo de los USA, el que ha
constituido su fuerza a todo lo
largo de su historia? Es,
sencillamente, que los USA han
sido la sociedad civil completa
(para emplear un término
hegeliano), quizá la única en la
historia política. Hegel pensaba
que Inglaterra, como nación bur-
guesa, ejemplificaba su concepto
de la sociedad civil por su énfasis
en el interés individual y en el
modo utilitario de pensamiento.
Pero Hegel (y Marx, que vivió en
Inglaterra durante casi toda su
vida adulta) jamás entendió el ca-
rácter denso de Inglaterra: el sim-
bolismo de la Corona, la fuerza de
las clases hacendadas, la
posición central de una iglesia
establecida, el deseo de la
burguesía (o de sus hijos) de
pasar a formar parte de la
pequeña aristocracia, el peso de
la clase dirigente y el atractivo de
títulos y honores; la realidad bá-
sica de que Inglaterra era una
sociedad en que el orden social
hereditario dominaba los órdenes
político y económico.
Los USA jamás tuvieron seme-
jante orden social. Más bien, fue-
ron construidos por una abirraga-
da diversidad de novi homines,
vagabundos, aventureros, convic-
tos, caballeros desposeídos y pro-
testantes disidentes desde
cuáqueros hasta puritanos,
reforzados en el siguiente siglo
por una inundación de
inmigrantes de todos los países de
Europa. Eran una sociedad
"hacerse a sí mismo" y de forjar
su fortuna. Marx advertía
constantemente a los radicales
alemanes que no fueran a los
USA, pues sentía que la atmósfera
democrática e igualitaria
estadounidense suplantaría las
viejas creencias socialistas
engendradas en Europa. Para
estos inmigrantes, la atracción
del futuro no era alguna idea
cósmica y universal, sino el
anhelo de ser tratados como
personas y el deseo de oportu-
nidades y progreso: característica
que Marx mismo reconoció, pero
sólo en las notas al pie de página
de Das Kapital (El Capital), donde
escribió con asombro sobre el
número de personas que podían
moverse libremente y cambiar de
ocupación "como quien cambia de
camisa, por Dios".
En el sentido de Hegel, no había
"estado" en los USA: ninguna vo-
luntad unificada, racional, que se
expresara en un orden político,
sino sólo el interés individual y
una pasión por la libertad. En to-
das las naciones europeas (con la
excepción parcial de la Gran Bre-
 LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD
taña), el Estado regía la sociedad,
ejerciendo un poder unitario o
cuasi unitario respaldado por un
ejército y una burocracia. Para-
dójicamente, incluso sin tomar
en cuenta la Guerra Civil, los
USA tal vez experimentaron más
violencia interna y más lucha de
clases que la mayor parte de los
países de Europa: las luchas
agrarias contra los intereses de
las clases adineradas y, más
particularmente, los conflictos de
los trabajadores con los
capitalistas. Pero éstos no fueron
intentos por tomar el "poder del
estado". Fueron primordialmente
conflictos económicos contra
determinadas sociedades
anónimas y —en las grandes
acciones sindicales de los treinta
en los renglones de la hulla, el
acero, la fabricación de autos y el
caucho— contra industrias ente-
ras. De hecho, las tremendas ac-
ciones de organización contra el
poder económico empresarial de
los treinta fueron emprendidas
con el apoyo de la Administración
Roosevelt.
Si no había un Estado, ¿qué
había entonces? Para hacer una
distinción semántica pero
también real, había un gobierno.
Este gobierno era un mercado
político, un campo en que los
intereses competían entre sí (no
siempre con igualdad) y en que
podían hacerse tratos. Casi por
azar, el Tribunal Supremo se
convirtió en el árbitro final de
las disputas y el intérprete de
las reglas que permitían el
funcionamiento del mercado
101
político, con la única salvedad de
que hubiera una enmienda a la
Constitución, que de nuevo era
interpretada por el Tribunal. La
Constitución y el Tribunal se
convirtieron en la base de la
sociedad civil.
El tema filosófico subyacente
de la Declaración de Independen-
cia es el de los derechos inaliena-
bles con que el Creador dotó a
todos los hombres. Estos
derechos fueron conferidos a
individuos, no a grupos, y se
crearon instituciones para
representarlos y protegerlos. La
Constitución fue un contrato
social aceptado por el pueblo
soberano. Ha sido el contrato
social más atinado de la historia,
en gran medida por la debilidad o
incluso la ausencia del Estado.
Viraje hacia el populismo
Detrás de la Constitución se
erguía una cultura política
distintiva. En los primeros años
de la formación del país, los
estadounidenses se sabían
ciudadanos de "la primera nación
nueva"; no la nueva utopía cuasi
religiosa proclamada en la
revolución francesa, sino una
república nueva y libre fundada
mediante el recurso a los
principios básicos de gobierno.
Paralelamente al fuerte acento
republicano había una preocupa-
ción cívica (ajena al estatismo)
por una especie de virtud
republicana, derivada de
reflexiones sobre la historia de
la república romana
 102 MERCVRIO PERVANO
y el deseo de evitar las enferme-
dades degenerativas —lucha civil
engendrada por las facciones, el
uso de un ejército de
mercenarios y no de ciudadanos
y la concentración arbitraria del
poder— que habían dejado
inválidas a repúblicas
anteriores. Vemos esta doble
preocupación —evitar tanto los
peligros centrífugos de la facción
como los riesgos centrípetos del
poder centralizado— en The
Federalist (El Federalista), con
sus ecos de Montesquieu, y en
los escritos de John Adams.
Se creó intencionalmente una
base intelectual para este "nuevo
orden". Pero a medida que la na-
ción creció y surgieron partidos
políticos —eventualidad no
deseada ni prevista por los
Fundadores— la competencia
política estimuló el igualitarismo
y el populismo que han sido las
características distintivas de la
política norteamericana desde
1830. Hubo un cambio del
intelectualismo y el pensamiento
(el énfasis lockeano, en cierto
sentido) al sentimiento y la
emoción (un extraño rasgo ru-
soniano), pues mientras el inte-
lectualismo implica una preten-
sión al mando basada en la sabi-
duría o el conocimiento, el
pensamiento afirma el
igualitarismo al apelar a un
sentimiento común entre todos
los hombres. Este cambio se
reflejó también en un ale-
jamiento del pasado y de Europa
y un acercamiento a las tierras
inexploradas del Oeste, cuyos lí-
mites se desplazaban continua-
mente. Todo esto estuvo simboli-
zado en la elección, en 1828, del
general Andrew Jackson de Ten-
nessee, el primer presidente "del
Oeste" (y la apertura de la Casa
Blanca al pueblo).
El otro elemento transformador
de la política norteamericana fue
el imperio del dinero. Con el sur-
gimiento de la plutocracia, el di-
nero pudo emplearse con
facilidad para obtener influencia
e inducir a una franca corrupción
(situación que llegó a su apogeo
durante la Administración de otro
héroe de guerra, el general
Ulysses S. Grant, en 1870).
El resultado de estos cambios
es la extraña estructura de la
política norteamericana interna
de hoy, que pocos extranjeros, y
no muchos estadounidenses,
comprenden. El orden político
norteamericano tiene dos niveles:
el presidente es escogido en un
referéndum plebiscitario, en que
la persona, no el partido, es el
centro de la identificación y el
juicio, el foco de las pasiones de
las masas; al Congreso, sin
embargo, se le elige para
responder a los intereses de
grupo, aunque hoy no ne-
cesariamente los intereses del di-
nero.
No es casualidad que tantos
presidentes hayan sido héroes de
guerra, muchos de ellos
generales (desde Washington
hasta Einsenbower), casi
siempre elegidos inmediatamente
después de una guerra, en un
país que hasta hace
 LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD
poco nunca había tenido un gran
ejército permanente. Se conside-
raba a los héroes como
individuos "por encima" del
partido, mientras que durante
los períodos de normalidad los
presidentes han sido hombres
sosos e incoloros como McKinley,
Harding o Coolidge. (El único
intelectual reconocido, Woodrow
Wilson, profesor de ciencia
política y antiguo presidente de
la Universidad de Princeton, fue
elegido en 1912 en virtud de la
única división triple de la
fórmula que haya tenido
importancia en la historia de los
USA, y su reelección, durante la
guerra en Europa se dio porque
se pensaba que podría mantener
a los USA alejados del conflicto),
la Segunda Guerra Mundial
como Truman, Nixon, Carter y
Reagan han sido abiertamente
populistas, contendiendo contra
lo que ha dado en llamarse la
"clase dirigente".
La mentalidad populista tam-
bién caracterizó la cultura de las
ciudades pequeñas (no la cultura
moderna de los medios de infor-
mación), que era en gran medida
religiosa: protestante,
moralizadora y fundamentalista.
También era, dado su énfasis en
la verdad literal de la palabra
bíblica, antiintelectual y anti-
institucional. Desde luego, no
había tradición aristocrática o
herencia artística fuerte; las
artes eran trabajos manuales:
simples, sencillos y utilitarios. Y
la tradición católica —que en
Europa dio una base
103
intelectual firme a la teología y la
dogmática, belleza a la letanía y
la liturgia, y estilos distintivos a
la arquitectura y la escultura,
todo lo cual se fusionó con una
alta cultura histórica— estuvo
representado en los USA por la
iglesia irlandesa, compuesta en
su mayor parte de inmigrantes y
hombres que habían triunfado
por su propio esfuerzo.
Así, encontramos una sociedad
muy individualista y populista
cuya fluida modernidad era mol-
deada por la vasta extensión del
territorio y el imperio del dinero,
y cuyas riquezas llegaban a ma-
nos de individuos vigorosos y de-
cididos a perseguir sus propios
fines. El Gobierno no ponía tra-
bas ni al ambiente ni a la econo-
mía. En efecto, de 1870 a 1930 el
Tribunal Supremo frustró
muchos esfuerzos de legislación
social y reglamentación, con la
única excepción de las leyes
antimonopolio. La libertad se
definía principalmente en
términos económicos
individualistas. Ese era el
consenso. Ese era el marco de la
sociedad civil norteamericana.
En el último medio siglo han
surgido en los USA los lineamien-
tos de un Estado —instituciones
para moldear y hacer cumplir
una voluntad unitaria por encima
de los intereses particulares— co-
menzando con el "Nuevo Trato" de
Franklin D. Roosevelt. Por lo
general, el "Nuevo Trato" ha sido
interpretado ideológicamente (por
la izquierda) como la salvación
104 MERCVRIO PERVANO
del capitalismo o (por la derecha)
como la institución de un "socia-
lismo progresivo". Aunque hay
algo de verdad en ambos
argumentos, ninguno es muy
satisfactorio. El surgimiento del
Estado en la nación
estadounidense no fue planeado
ni ha sido en modo alguno
sistemáticamente ideológico. Fue
una respuesta concebida en tiem-
po de crisis, a tres cosas: aumen-
tos en la escala de la sociedad,
alineamientos políticos cambian
y la lógica de la movilización para
una guerra total.
El crecimiento del Gobierno
El problema de la escala fue
fundamental. Para los treinta los
USA se habían convertido en una
sociedad nacional: de 1900 a
1930 las sociedades anónimas
habían empezado a operar en
mercados nacionales. Pero el
poder político contrarrestante
estaba ineficazmente distribuido
entre los Estados. Cuando la
economía se vino abajo durante
la Gran Depresión, la
Administración Roosevelt res-
pondió en primer lugar con la
Administración Nacional de Recu-
peración Industrial, estableciendo
códigos a nivel nacional y fijando
precios a las industrias más im-
portantes. Adoptó, de hecho, los
principio del Estado corporativis-
ta, como lo habían pedido con
insistencia muchos capitalistas.
Cuando el Tribunal Supremo de-
claró inconstitucional esta medi-
da, el Nuevo Trato empezó a ale-
jarse de la planificación corpora-
tivista y a depender más de los
mecanismos de reglamentación
para controlar los mercados. El
"Nuevo Trato" se convirtió así en
una "igualación de escalas",
creando instituciones políticas
nacionales y reglas políticas
nacionales para igualar el poder
económico nacional.
La lógica de la estabilidad y el
control condujo a una creciente
dependencia respecto al código
fiscal para orientar la inversión
privada, y el naciente Estado
asumió la responsabilidad de
promover el crecimiento
económico e influir sobre la
distribución de los recursos.
Además, el realineamiento
político interno, en que los
trabajadores, los agricultores y
las minorías pasaron a formar
parte de la columna democrática,
condujo a subsidios agrícolas na-
cionales y a la protección de los
grupos menos privilegiados. Más
ampliamente, condujo a la idea
de prestaciones sociales y a un
Estado benefactor concebido
para proteger a la gente de
riesgos económicos y sociales.
El tercer gran impulso que
recibió el estatismo fue la guerra
y la política exterior. La guerra
ha sido siempre y en todo lugar
un motivo decisivo para crear un
Estado. Enfoca las emociones
contra un enemigo peligroso y
requiere energía y unidad; obliga
al Estado a movilizar los
recursos humanos y materiales
de la sociedad.
 LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD 105

Significativamente, las presio- por sí mismos; en los USA, sin

nes externas de política exterior y embargo, muchas personas
los factores nacionales internos toman a mal los impuestos,
no estaban entrelazados. La polí- sintiéndolos como "nuestro
tica de gran potencia que carac- dinero que "ellos" toman. La
terizaba las relaciones exteriores creciente reglamentación de
norteamericanas no era una todas las áreas de la vida
respuesta refleja a las presiones económica y social ha creado re-
nacionales (pese a los rumores de sentimiento contra la intrusión
un "complejo militar-industrial"), del Gobierno.
aunque algunas regiones y
empresas inevitablemente se
beneficiaron. La expansión de los Una sociedad civil moderna
subsidios y las prestaciones
sociales durante la Es evidente que el problema del
Administración Johnson no "Estado" se ha vuelto vital para la
dependió de la movilización para teoría y la práctica políticas,
la defensa. De hecho, al tanto en los USA como en el ex-
intensificarse las presiones pre- tranjero. La cuestión de las rela-
supuestarias, ambos tipos de ciones Estado-sociedad, del
gasto empezaron a competir cada interés público y el apetito
vez más entre sí, lo que permitió privado, será claramente el
a la Administración Reagan problema descollante del
reducir la reglamentación, los Gobierno en las décadas
subsidios y las prestaciones venideras. Y con la expansión de
sociales en la esfera nacional y al la escala de actividades económi-
mismo tiempo aumentar cas y políticas, el Estado nacional
considerablemente el se ha vuelto demasiado pequeño
presupuesto de defensa. Así, ja- para los "grandes" problemas de
más hubo en realidad un Estado la vida (por ejemplo, las mareja-
nacional unitario. das de los mercados de capital y
divisas) y demasiado grande para
Todas estas actividades se los "pequeños" problemas (por
reflejan en el crecimiento del ejemplo, los de vecindad y comu-
Gobierno, del empleo en el sector nidad). La política exterior, que
público (incluida la defensa) y — una vez forjó la unidad, ahora
especialmente en la última incita a desacuerdos pues la idea
década—del déficit del de un interés nacional sistemáti-
presupuesto federal y la deuda co ha perdido fuerza, en tanto
nacional. El nuevo estatismo se que las pasiones ideológicas
refleja también en descontentos siguen emergiendo y decayendo.
cada día mayores. En muchas La idea de una economía
sociedades, los impuestos se administrada ha perdido
consideran una adquisición de credibilidad ante las dificultades
servicios públicos que los de la "sintonía fina", y ha habido
individuos no pueden comprar un regreso a los meca-
106 MERCVRIO PERVANO
nismos del mercado. En la
mayoría de las sociedades, las
burocracias se han vuelto
demasiado centralizadas y Volkstum y Staatstum en orden de
onerosas. En forma creciente, los
individuos desean ocuparse del
bienestar social, el ambiente y la
calidad de vida en un nivel en
que puedan controlar las
decisiones. De hecho, resulta
notable que en un país tras otro
la idea de que la sociedad civil, y
no el Estado, debe constituir el
ámbito principal de las
actividades políticas ha pasado a
ser un tema importante de
estudio y debate, ahora que las
viejas ideologías han
desaparecido.
En los últimos años vemos,
pues, el retorno de la idea de la
sociedad civil. Pero, ¿de qué tipo?
Para Hegel, la sociedad civil se
caracterizaba por un interés pro-
pio anárquico: un individualismo
económico que había destruido
las instituciones tradicionales de
la familia y el pueblo, pero no
podía reemplazarlas con
Moralität, las abstractas
creencias racionales en una
voluntad unificada y universal.
Hegel se equivocó en su
romántico y exagerado contraste
entre el tradicionalismo sin me-
diación y el utilitarismo egocén-
trico y apetitivo; contraste que
sólo un Estado podía dominar.
Sin embargo, este romanticismo
ha corrido como un hilo escarlata
por el pensamiento alemán. En
las ciencias sociales nos ha dado
la sencillez de la dicotomía Ge-
meinschaft/Gesellschaft (comuni-
dad/sociedad). En filosofía y po-
lítica nos ha dado la visión, en-
carnada en la lealtad de Heideg-
ger hacia los nazis, de un heroico
batalla contra el odiado comercia-
lismo de la sociedad burguesa.
(En alemán, se emplea un solo
término para designar a la socie-
dad civil y a la "sociedad burgue-
sa": bürgerliche Gesellschaft.) .
La demanda de un retorno a la
sociedad civil es la demanda de
un retorno a una escala maneja-
ble de vida social,
particularmente en aquellos
aspectos en que la economía
nacional ha quedado inmersa en
un marco internacional y la
política nacionalista ha perdido
cierto grado de independencia.
Hace hincapié en las asociaciones
voluntarias, las iglesias y las
comunidades, argumentando que
las decisiones deben tomarse a
nivel local y no deben estar con-
troladas por el Estado y sus
burocracias. ¿Utópico? Tal vez,
pero más probable ahora gracias
a las nuevas tecnologías, con su
promesa de una nueva industria
descentralizada y empresas más
pequeñas.
Este concepto de una sociedad
civil no significa una vuelta a la
idea europea tradicional del
humanismo cívico o virtud
republicana. La virtud
republicana clásica (que no es el
republicanismo de Adams o
Jefferson) se basaba en la idea de
que la comunidad tenía siempre
preferencia sobre el individuo. El
bien común era un bien unitario.
Pero una sociedad civil
 LA SOCIEDAD CIVIL, GARANTIA DE LIBERTAD
moderna —heterogénea y con fre-
cuencia multirracial— tiene que
establecer reglas diferentes: el
principio de tolerancia y la nece-
sidad de que las comunidades
plurales convengan en reglas que
rijan los procedimientos dentro
del marco del constitucionalismo.
Todos estos temas ocupan hoy a
los filósofos políticos. Sin embargo,
la existencia real de la sociedad
civil ha sido un fenómeno
distintivamente norteamericano,
moldeado en sus inicios por los
107
variados impulsos del individua-
lismo vigoroso y el populismo ra-
dical. Empero, en la medida en
que se requiere una renovada
apreciación de las virtudes de la
sociedad civil a fin de definir un
nuevo tipo de orden social que
limite al Estado y realce los
propósitos individuales y de
grupo (alcanzando por ello los
objetivos del liberalismo), se
trata también de un episodio
más en la larga historia de la
excepción norteamericana.
 Ius Naturale y Orden jurídico en el Derecho Romano
Resulta sumamente esclarece-
dor para la ciencia jurídica con-
temporánea entender el significa-
do propio del ius, extraño a nues-
tras concepciones de derecho
subjetivo y derecho objetivo. El
ius romano no pertenece a estas
categorías modernas.
Un intento de esta naturaleza
no es ocioso, ni supone una suer-
te de gimnasia jurídica. Antes
bien, pienso que puede resultar
provechoso para la ciencia jurí-
dica, dado que la concepción ro-
mana del derecho es una vía idó-
nea para hacer que la ciencia
jurídica retorne a la realidad, de
la cual ha huido refugiándose en
un excesivo culto a la ley y a la
racionalidad abstracta, cuyas
limitaciones se perciben con
claridad.
Por esta razón interesará mucho
conocer, en primer lugar, cuál es
el contenido exacto del ius (dere-
cho) romano, para luego mostrar
(1) "ius est ars boni et aequi (D.1, 1, 1 pr.)"; "iuris prudentia est divinarum atque humanarum
rerum notitia, iusti atque iniusti scintia (D.1,1,10,2)"
Francisco Bobadilla Rodríguez
cómo se integran el derecho civil,
el derecho natural y el derecho de
gentes en el orden jurídico roma-
no. Se verá, cómo todos ellos son
verdadero ius y, por tanto, vigen-
tes y exigibles, no en razón de
planteamientos morales, sino en
razón de su propia identidad jurí-
dica: son derecho y se aplica en
la solución justa de los casos.
DEFINICIÓN DEL IUS
(DERECHO)
1. El "ius" en el Derecho Ro-
mano.- Los juristas romanos no
son muy dados a las definiciones
y a la elaboración de teorías, por
eso, en los textos de Justiniano,
no se encuentra uno en el que se
recoga la definición expresa del
ius. A este respecto, nos interesa
indagar qué es el derecho para los
romanos en sí mismo,
planteamiento distinto a saber
qué entendían por ciencia del
derecho (1).
 110
1.1. "Ius" y "Iustitia": A la pre-
gunta qué es el derecho, los
romanos nos responderán como
juristas, no como filósofos o como
políticos. Así, el ius derivaría de
la iustitia, en razón de la cual son
llamados sacerdotes, pues rinden
culto a la justicia y profesan el
saber de lo bueno y de lo justo (2).
Como se ve, el derecho —ius-
tiene que ver con la "justicia",
pero, ¿será lo mismo "derecho"
que "justicia"?, y de no ser así,
¿cómo se relacionan ambas reali-
dades en el Derecho Romano?. La
respuesta la encontramos en el
mismo Digesto: iustitia est cons-
tas et perpetua voluntas ius suum
cuique tribuendi (D. 1,1,10). La
justicia es para los juristas roma-
nos, en la misma tradición aristo-
télica de los griegos, "la voluntad
perpetua y constante de dar a
cada uno su derecho".
"Justicia" y "derecho" no son lo
mismo, pero tampoco son ele-
mentos que se oponen. En la con-
cepción romana, el derecho es el
objeto de la justicia, aquello en lo
que termina el acto de justicia.
En este sentido, se deja ver con
claridad que lo que se da en el
acto de justicia es un derecho, es
algo concreto. La justicia y viene
bien insistir en este punto, no da
"facultades" o "normas",
(2) Cfr. D.1, 1, 1. La crítica moderna no admite ese origen etimológico del vocablo " lus " , p.
ej., DI PIETRO, Alfredo " Ius fasque est " , en Prudentis luris, 1V° 1, Agosto 1980, Buenos
Aires, pp. 91 y ss.
(3) Cfr. VILLEY, Michel, Compendio de Filosofía del Derecho Definiciones y Fines del
Derecho. EUNSA, Pamplona, 1979, p. 108
(4) D.1,1,5.
MERCVRIO PERVANO
da derechos, otorga "lo justo".
1.2. "Ius" y realidad: Ulpiano
dirá que la jurisprudencia es el
conocimiento de las cosas (rerum
notitia) divinas y humanas, cien-
cia de lo justo e injusto. La cien-
cia del derecho es, en la concep-
ción romana, conocimiento de la
realidad, es decir, de cosas que
son justas, discerniéndolas de
las "cosas injustas". Lo justo o
injusto es atribuible al derecho
que es una res (cosa).
El ius es una res (cosa) en
cuanto justa o ajustada a
derecho. Y así, se puede decir
con Villey (3) que el Derecho
Romano es el estudio de
realidades. Es búsqueda de lo
justo y de lo injusto en la rea-
lidad social, a partir de un cono-
cimiento de las cosas. Personas,
bienes, acciones: los diversos
estatutos de las personas y las
condiciones de los bienes, en sus
relaciones recíprocas, y las
acciones judiciales por las cuales
se atribuyen a las personas,
cuando hay litigio, los bienes y
las cargas.
El derecho tiene que ver con
cosas, con realidades, de allí que
se hable del matrimonio, de la
procreación y educación de los
hijos; de las guerras, reinos,
comercios (4).
 IUS NATURALS Y ORDEN JURIDICO EN EL DERECHO ...
2. " Ius", ley y norma.- El dere-
cho —ius— no es un conjunto de
leyes o normas. En el Derecho
Romano hay una clara diferen-
ciación entre el ius (derecho) y la
lex (ley). No son términos sinóni-
mos: "entre el ius, creado por la
autoridad de los prudentes, y la
lex creada por la potestad del
magistrado, hay una clara
antítesis. En principio, la lex no
modifica el ius, y si se dice que
es fuente del ius, esto se debe a
que los nuevos datos de la ley
pueden ser asimilados por la
jurisprudencia... Pero la ley del
magistrado se refiere casi
siempre a asuntos políticos y
criminales extraños al ius; sólo
en una mínima proporción las
leyes interesan a la jurispru-
dencia, y aún éstas, en su mayo-
ría, no son leyes comiciales, sino
plebiscitos" (5).
La ley es un precepto y tiene
su propia lógica y definición que
no se confunde con la de ius (6).
En el Digesto, por ejemplo, se
recoge la concepción estoica de
ley dada por Demóstenes: "es ley
aquello a lo que todos deben
obedecer, entre otras muchas
razones, principalmente porque
toda ley es hallazgo y don de
Dios, dogma de hombres
prudentes, corrección de las
faltas tanto voluntarias como
involuntarias, y convenio
común de la ciudad, según
el cual deben vivir
(5) D'ORS, Álvaro, Derecho Privado Romano, Pamplona. EUNSA, 1977, p 63.
(6) D.1,3,1.
(7) D.1,3,2.
(8) D.50,171.
(9) D.1,1,11 y 1,1,12.
111
todos los que en ella se encuen-
tran" (7).
El ius tampoco es una norma,
precepto o regla. Se puede perci-
bir esto último en D.1, 3, 2 in
fine, en donde se afirma que "la
ley es regla de lo justo y de lo
injusto" y, como hemos visto en
1.2., lo justo o cosa justa es el
ius. De donde resulta, que la ley
es regla o medida del derecho,
pero no es el derecho en sí
mismo, en sentido primario y
estricto.
Abundando en argumentos,
este otro texto del Digesto
confirma lo dicho: "Es regla lo
que describe brevemente cómo es
una cosa. No que el derecho
derive de la regla, sino que ésta
se abstrae del derecho existente"
(8).
La ley, la norma, la regla son
medida —o si se quiere— son lec-
tura en la realidad de cosas
justas (= derechos, iura). Más
aún, la regla se deriva del ius. No
es derecho en sentido principal,
lo es por analogía y en sentido
derivado, precisamente cuando
describe bien la cosa ajustada al
derecho.
3. Acepciones del término "ius":
Según aparece del Digesto (9), el
término ius se emplea en las
siguientes acepciones:
a) Como derecho natural: lo
que siempre es justo y bueno;
 112
b) Como derecho civil: lo útil
para todos en una ciudad;
c) Como derecho honorario:
el de los pretores;
d) El lugar en el que el pretor
aplica el derecho; y,
e) Como acepción
parentesco: "tengo derecho
cognición o de afinidad".
Este texto es muy ilustrativo y
nos permite precisar, a la luz de
lo que ya hemos visto acerca del
ius, que los juristas romanos en-
tendieron el ius como término
análogo, es decir, hay una acep-
ción principal del ius y existen
acepciones secundarias del ius,
que se nutren de la acepción
principal, pero que tienen un
aspecto diverso que las
singulariza. Estas derivaciones
sólo son ius en la medida en que
se parecen a su acepción
principal, esto es, al derecho
como cosa justa.
Este uso analógico del término
ius explica los diversos matices que
puede encerrar el ius en los textos
de Ustiniano. No son con-
tradicciones, —como a primera
vista podrá parecer—, ni falta de
ideas claras sobre el particular;
son sólo usos analógicos del tér-
mino ius, que encierra "concepcio-
nes" en parte igual y en parte di-
(10) 1.1 2,11: "sed naturalia quidem jura, quae mines gentes...". FASSO, en su Historia de la
Filosofía del Derecho, traduce este texto como "las normas jurídicas (iura) naturales...";
ORTOLAN, en la edición de las INSTITUTAS traduce como "las leyes naturales...". En
ambos casos, se habla de normas y es evidente que el texto latino sólo dice iura, es
decir, derechos.
(11) D.1, 1, 2 in fine; 1.1,1,4.
MERCVRIO PERVANO
ferente a la acepción principal
que ya hemos examinado en otros
apartados de este estudio.
Conviene resaltar que el ius,
entendido como la cosa justa, no
corresponde a nuestro actual de-
de recho objetivo que es entendido
de como "conjunto de normas que
regulan las conductas de las per-
sonas... "El ius romano no entra
en esta categoría moderna de
derecho objetivo. Ya hemos visto
que el ius no es ley, ni norma, ni
regla. El término latino ius o su
plural iura —es género neutro—
deben traducirse como derecho o
derechos, pero no como "norma" o
"ley" o "precepto" (10). En cual-
quier caso, el derecho entendido
como norma o precepto, cuando
así aparece de modo explícito en
los textos latinos del derecho ro-
mano, tiene un sentido analógico
derivado respecto del ius como
cosa justa, o, lo que es lo mismo,
la norma es ius, por analogía (11).
Por otro lado, ¿qué decir de la
noción de derecho subjetivo res-
pecto del ius romano?. La
respuesta no es sencilla y la
polémica entre los romanistas no
acaba de terminar sobre los
términos del problema. Hay
romanistas que niegan la
acepción de derecho subjetivo en
el ius romano (Villey,
 IUS NATURALE Y ORDEN JURIDICO EN EL DERECHO…
por ejemplo), los hay también
que lo afirman (Arangio Ruiz,
Kaser) y los hay también que
afirman una significación
específica para el ius entendido
como "posición justa" en donde
cabrían usos subjetivos del ius
(D'Ors, Di Pietro). El tema, en
profundidad, escapa al objeto de
este trabajo.
A este respecto me inclino a
pensar que entendido el ius como
"cosa justa", no cabe hablar de
derecho subjetivo en el ius roma-
no como acepción principal, e in-
cluso, los aspectos subjetivos
que podrían presentarse en el
ius, no tienen una
correspondencia con el concepto
de derecho subjetivo que ahora
manejamos. En todo caso, parece
más ajustado a la concepción
romana del ius, concebirlo como
"posición justa" en la que pueden
vislumbrarse giros subjetivos del
ius, sin ser esto derecho
subjetivo, tal como lo entiende la
ciencia moderna del derecho. De
otro lado, es interesante resaltar
que en el derecho romano se
habla del derecho de uso —ius
utendi— y no de "derecho a uso",
de derecho de herencia y no de
derecho a herencia (ius heredi-
tatis), etc. La construcción gra-
matical es siempre en genitivo y
no es casualidad, pues el
genitivo da más idea de
pertenencia actual, a diferencia
de nuestra locución castellana
"derecho a" que apunta más bien
a una posibilidad futura.
(12) D.1,1,1,2.
(13) Gai.1,1.
(14) D.1,1,11.
113
EL IUS PRIVATUM
1. Derecho Público y Derecho
Privado.- El Derecho Romano es
público y privado: "Publicum ius
est quod ad statum rei romance
spectat, privatum quod ad singu-
lorum utilitamtem: sum enim
quaedam publicae utilia,
quaedam privatim (...). Privatum
ius tripartitum est: collectum
etenim est ex naturalibus
praeceptis, aut gentium, aut
civilibus" (12) .
Nos interesa el derecho privado,
el cual consta de preceptos natu-
rales, de gentes y civiles. Esta
tripartición del derecho privado
no es compartida por todos los
juristas romanos. Gayo habla
sólo de derecho civil y de derecho
de gentes (13) y Paulo habla de
derecho natural y derecho civil
(14). No obstante esta falta de
uniformidad de criterios para
concebir al derecho privado, es
claro que esos tres órdenes
tienen ubicación en el derecho
romano. Asimismo, el uso
indistinto del derecho natural y
del derecho de gentes nos habla
también de una proximidad muy
cercana entre ambos órdenes
que, en la práctica
jurisprudencial, probablemente
tendía a combinarse, no por falta
de criterio del jurista, sino más
bien por la cercanía conceptual
de ambos órdenes, como lo
veremos más adelante.
El ius civite, para los propósitos
de este trabajo no ofrece ma-
 114 MERCVRIO PERVANO
yores complicaciones. Baste
decir que toma su nombre de
cada ciudad (15) y dimana de
"las leyes, los plebiscitos, los
senadoconsultos, los decretos de
los príncipes y la autoridad de
los prudentes" (16).
2. Ius naturale y ius gentium.-La
compilación justiniana, respecto
al tratamiento del derecho
natural, muestra el diverso origen
y evolución que su
conceptualización alcanza en
Roma (17). El concepto del
derecho natural de la Roma
pagana aparece en el texto que es
atribuido a Ulpiano: "ius naturale
est quod natura omnia animalia
docuit, pues este derecho no es
propio del género humano, sino
común a todos los animales de la
tierra y del mar, también es
común a las aves. De ahí deriva la
unión del macho y la hembra que
nosotros denominamos matrimo-
nio; de ahí la procreación de los
hijos y de ahí su educación. Pues
vemos que también los otros ani-
males, incluso los salvajes, pare-
cen tener conocimiento de este
derecho" (18).
En Justiniano, en cambio, el
ius naturale tiene un origen
divino dado por Dios sólo para
los hombres, como aparece en
las Institutas: "sed naturalia
quidem iura, quae apud gentes
peraeque servantur, divina
(15) 1.12,2.
(16) D.1,1,7.
(17) Cfr. D'ORS, Álvaro. "La actitud legislativa del emperador Justiniano". En: Nuevos
papeles del oficio universitario, Madrid, Ed. Rialp S.A., pp. 280 y ss.
(18) D.1,1,1,3.
(19) 1.1,2,11.
quedam providentia constituta,
semper firma atque inmutabilia
permanent" (19).
Sin entrar a mayores profundi-
zaciones que nos tendrían que
llevar a analizar los textos
aristotélicos que hablan de la
naturaleza y del derecho natural,
fuentes inspiradoras del derecho
romano, es patente que el
derecho natural romano tiene su
propio perfil conceptual, su
propia fuente que no se confunde
con las fuentes del derecho civil.
Para el jurista romano, existe
una naturaleza común y/o
humana que debe ser conocida
racionalmente e imprime su
lógica en el orden jurídico. En
este sentido, el jurista sólo cono-
ce la ratio naturialis, no lo crea
como en el derecho civil.
El ius gentium tiene otra enun-
ciación: el derecho de gentes es
común a todos los hombres, por-
que todos se han dado ciertas re-
glas que exigen el uso y las nece-
sidades de la vida. Se han susci-
tado guerras, y por consecuencia
de ellas la esclavitud y la servi-
dumbre, contrarias al derecho na-
tural, pues que naturalmente en
el principio todos los hombres na-
cían libres. Este derecho de gen-
tes ha introducido casi todos los
contratos, como la compra-venta,
 IUS NATURALE Y ORDEN JURIDICO EN EL DERECHO... 115

locación conducción, la sociedad, Igual mixtura, se ve, también, en

el depósito, el mutuo y otros
innumerables contratos (20).
3. Relaciones entre el “ius na-
turale" y el "ius gentium": Es im-
portante establecer las relaciones
entre el ius naturale y el ius gen-
tium: no son órdenes iguales, pero
tampoco se trata de órdenes inco-
municados. De hecho, el ius gen-
tium es el que más evoluciona en
Roma, pero como todo ius, desde
el inicio, se trató de un derecho
vigente (21).
Entre el ius naturale y el ius
gentium no hay la distancia que
existe entre ambos órdenes y el
ius civile. Hay más bien un tráfico
continuo de préstamos y lugares
comunes entre ambos derechos;
incluso, se encuentran textos en
los que se utiliza indistintamente
ambos derechos como términos
sinónimos. Así, por ejemplo, se
dice que "las cosas llegan a ser
propiedad de los particulares de
muchas maneras. En efecto, se
adquiere el dominio, o por dere-
cho natural, llamado, como
hemos dicho, derecho de gentes, o
por el derecho civil" (22).
este otro texto: "...este principio
se halla sancionado por la ley de
las Doce Tablas, lo que no impide
que con razón se diga que
procede del derecho de gentes,
esto es, del derecho natural" (23).
Esta utilización del "derecho de
gentes", como sinónimo de "dere-
cho natural", no revela contradic-
ción interna, ni ligereza por parte
de los juristas romanos, ni error
o frivolidad en la redacción del
texto. La explicación es otra y
más profunda, y tiene que ver
con el sentido y semejanza que
hay entre el derecho de gentes y
el derecho natural. En definitiva,
se trata de una confusión
"intencional" y querida en la
redacción para querer significar
que algunos derechos del ius
gentium tienen su fuente en el
ius naturale o que también son
de derecho natural.
Expliquémoslo.
Es indudable que debe
afirmarse la singularidad del ius
gentium (no todo derecho de
gentes es de derecho natural, p.
ejm., la esclavi-

(20) 1.1,2,2.
(21) "El ius gentium empezó por ser entendido como el ordenamiento comercial común a
Roma y los otros pueblos relacionados con ella. La institución de la guerra intervenía en
tal ordenamiento a modo de causa justa de la trata internacional de esclavos.
Desaparecida en el 212 la diferencia entre romanos y peregrina, el ius gentium es
como una fuente histórica de algunas instituciones comunes, pero, sobre todo, de la
esclavitud y de la guerra que la ocasionaba; lo que hizo que el pensamiento cristiano
separara el derecho natural del derecho de gentes, pues, para tal pensamiento, la
esclavitud no era ya de derecho natural. Finalmente, el ius gentium acabó por
entenderse como centrado en la guerra y la paz...D' ORS. "En torno a la definición
"
isidoriana del ius gentium En: Nuevos papeles del oficio universitario, Madrid, Ed.
Rialp, 1961, p. 287,
(22) 1.2,1,11.
(23) 1.2,1,41.
116 MERCVRIO PERVANO
tud) y de igual modo ha de afir-
marse que tiene con el derecho
natural canales de comunicación,
puntos de contacto. Esto último,
nos da la clave para entender esa
"mixtura intencional" de ambos
órdenes que encontramos en los
textos del derecho romano. Pues,
si hemos dicho que algunos dere-
chos del ius gentium son de dere-
cho natural, quiere decir, que
ambos órdenes guardan una ratio
implícita que hace posible la co-
municación. En este orden de
ideas, el ius gentium sería una
derivación racional y discursiva a
partir del derecho natural. Es de-
cir, el ius gentium tiene de dere-
cho natural su apego a la natura-
leza de las cosas y las personas,
pero tiene también de temporali-
dad, en cuanto que es orden de
las relaciones contingentes e
históricas "comunes a todos los
hombres, porque todos se han
dado ciertas reglas que exigen, el
uso y las necesidades de la vida".
Por esto último, el derecho de
gentes puede introducir ciertos
derechos que no corresponden a
la naturaleza del hombre, como
las guerras y la esclavitud.
4. El ius naturale como derecho
vigente. Como ya lo hemos hecho
notar, el derecho natural romano
tiene su fuente en la naturaleza
del hombre, en cuanto es común
(24) D.1, 1, 1, 3.
(25) D.1, 2, 2,12.
(26) D.41, 1,1.
(27) D.5, 5, 8.
(28) D.7, 5, 2.
con la de los vivientes (24). No hay
confusión de fuentes, en este
sentido, con el derecho civil que
tiene su propia lógica (25).
Ius civile y ius naturale son ór-
denes que se aplican en la prác-
tica judicial romana; sin embargo,
en casos de conflicto, el derecho
civil cede ante el derecho natural,
como se aprecia en los siguientes
textos: "el derecho de gentes se
formó antes, con el mismo género
humano" (26); "las obligaciones
que contienen una prestación
natural no se extinguen con
capitidisminución, porque el
derecho civil no puede alterar los
derechos naturales"(27); "...por
este senadoconsulto..., ya que la
autoridad del senado no puede
cambiar la razón natural" (28). En
este último texto, se muestra cla-
ramente el límite que tiene la vo-
luntad del legislador, respecto a
la ordenación de la realidad. No
basta la sola voluntad o incluso la
sola potestad para dictar
preceptos, éstos no pueden violar
los derechos naturales y no deben
alejarse de la razón natural.
El ius naturale informa al ius
privatum desde dentro, se comple-
menta con el derecho civil y con el
derecho de gentes y es, como
ellos, derecho vigente. Regula la
misma realidad que en parte es
 117
IUS NATURALE Y ORDEN JURIDICO EN EL DERECHO.. .

dada por naturaleza, y en parte emancipados, conservan el dere-

es ordenada por el quehacer de
los jurisprudentes, los senadores,
etc.
Esta complementariedad puede
observarse en los siguientes tex-
tos : "también entre una madre y
un hijo que son colibertos debe
salvaguardarse el deber de piedad
conforme a la naturaleza" (29); "el
mismo Pomponio dice que el pre-
cio de la compra venta es
naturalmente lícito a los
contratantes engañarse" (30);
"aunque el hijo deba por razón
natural dar alimento a su
ascendiente, sin embargo, se ha
dicho en algún rescripto que no
debe ser obligado a pagar las
deudas ser obligado a pagar las
deudas de éste" (31); "es de
justicia natural que nadie se
enriquezca a costa de otro" (32);
"como la libertad es de derecho
natural y la esclavitud ha sido
introducida por el derecho de
gentes, en la condición la razón
de lo debido o de lo indebido debe
entenderse por naturaleza" (33);
"por derecho civil, los esclavos no
son personas, pero no por
derecho natural, pues, por lo que
respecta al derecho natural, todos
los hombres son iguales" (34); "en
tanto los hijos de sangre y los
dados en adopción, al ser
cho natural de descendientes"
(35); "quien destruyó la vivienda
ajena contra la voluntad del
propietario y en aquel construyó
baños, aparte la regla natural de
que lo edificado pertenece al
dueño del suelo, queda también
sujeto a acción de daño causado"
(36); "es conforme al derecho
natural que los impúberes se
hallen en tutela, a fin de que el
que no ha llegado a mayor edad
sea defendido por otro" (37); "y
según el derecho natural son
cosas comunes a todos: el aire, el
agua corriente, el mar y sus
costas" (38); etc.
Estos ejemplos ilustran sufi-
cientemente cómo los juristas
romanos integraron el derecho
natural en el arte del derecho y
en el oficio del jurista, siendo en
todos los casos derecho vigente
y/o factor de interpretación del
derecho en cuanto ratio
natura1is.
El derecho natural no es en
Roma un "derecho racional,
ideal e inmutable" al que deben
aspirar todos los hombres (39).
Esta última concepción del
derecho natural es extraña al
derecho romano y sostenerla es
no haber entendido la

(29) D.37,15,1,1.
(30) D.4,4,16,4.
(31) D.25,3,5,16.
(32) D.12,6,14.
(33) D.12,6,64.
(34) D.50,17,32.
(35) D.38,6,4.
(36) D.9,2,50.
(37) I.1,20,6.
(38) I.2,1,1.
(39) Cfr. KASER. Derecho Romano Privado., Ed. Reus, Madrid, 1968; p 30.
118 MERCVRIO PERVANO
especificidad propia del derecho
natural como integrante del ius
privatum romano. No es exacta,
por esto, la afirmación de Kaser
quien sostiene que el derecho
clásico romano, el derecho
natural es tan sólo un derecho
ideal, tal como lo entendía
Aristóteles. Como ésta, hay
opiniones parecidas entre otros
romanistas que juzgan el
derecho natural romano con
categorías propias del llamado
"iusnaturalismo racionalista"
que, repetimos, son extraños al
realismo jurídico de Aristóteles y
los romanos (40).
Quede, pues, sentado que el
derecho natural romano es un
derecho vigente y que goza de la
misma exigibilidad jurídica que
el ius civile, precisamente porque
es verdadero ius. Asimismo,
tampoco se confunde con unas
reglas de moralidad: es derecho
vigente y, como tal, entra en la
solución justa de los casos.
5. El "ius privatum" como or-
den jurídico. Modernamente, es
habitual entender que el ordena-
miento jurídico forma una uni-
dad. En este sentido, el derecho
en cuanto estructura
ordenadora, para ordenar debe
constar de unos principios o
factores internos que, para que
sean eficazmente ordenadores,
han de ser coincidentes o
complementarios.
(40) Cfr. GUTIERRES ALVIZ. Diccionario de Derecho Romano. Ed. Reus, Madrid, 1948, p.
297.
(41) Ya hemos señalado que el derecho romano no es un conjunto de normas.
El derecho privado romano, en
este sentido, formaba un orden
jurídico "tripartito", integrado por
el derecho natural, el derecho de
gentes y el derecho civil. Todos
ellos eran verdadero derecho
vigente aplicado a hallar la
solución justa de los distintos
"casos" reales que, parte tienen
componentes naturales y en parte
tienen componentes positivos, es
decir, puestos por la ciudad
(derecho civil)
En el derecho privado romano
no se puede hablar con propiedad
de que la unidad más elemental,
a partir de la cual se
estructuraría el orden jurídico
romano, sería la "norma jurídica."
(41)
En efecto, ya hemos visto que el
ius no es norma en sentido prima-
rio, sino tan sólo en sentido deri-
vado o analógico. Más aún, el ius
es anterior a la norma, ésta últi-
ma es sólo lectura de la realidad,
pero no el primun del derecho.
El orden jurídico romano se es-
tructura a partir del ius que tiene
modos de ser diversos: como
derecho natural, como derecho de
gentes y como derecho civil. En
cuanto que ius, todas las órdenes
que integran el derecho privado
romano son "cosas o situaciones
justas". Y, en cuanto que son
derecho natural, de gentes o civil,
el ius toma perfiles específicos en
 IUS NATURALE Y ORDEN JURIDICO EN EL DERECHO... 119

razón de su diversa fuente, pero sitivo), separados y paralelos, en

es esencialmente el mismo en una especie de tensión entre lo
cuanto que es verdadero derecho ideal y lo real. Para los romanos
vigente en la ciudad. no hay más que derecho —la so-
lución justa de los casos reales—,
En suma, "no hubo en los ju- dentro del cual juegan factores
ristas romanos, como no la hubo naturales (naturales ratio) y fac-
en Aristóteles, la idea tores positivos (civiles ratio), co-
introducida por la Escuela mo en Aristóteles el derecho vi-
racionalista del Derecho Natural, gente en una ciudad es en parte
de dos ordenamientos jurídicos natural y en parte positivo" (42).
(el natural y el po-

(42) HERVADA, Javier. Historia de la Ciencia del Derecho Natural. EUNSA, Pamplona, 1989, p.
81.

I Donde no hay distinción hay
confusión.
Etimológicamente, liderazgo —
del inglés "to lead"— se relaciona
con conducción, dirección o
mando y resulta equivalente a
palabras de resonancias no grata
para quienes vivieron la Segunda
Guerra Mundial y escucharon
términos como "caudillo", "duce"
o "fuhrer".
Quizás sea por esquivar esas
connotaciones por lo que,
también en las lenguas latinas y
germánicas, se haya difundido
tanto en la literatura de negocios
el uso de este barbarismo.
A un empresario hispano-
parlante no le incomoda que le
llamen líder de su empresa; pero
no se sentiría a gusto como "el
caudillo". Ni un italiano quiere
ser confundido con el "duce". Ni
un alemán con el "fuhrer".
(*) Documento técnico (DGN-68 Nov. 1987) del Instituto Panamericano de Alta Dirección de
Empresa (IPADE), México.
Aprenda a Ser Líder (*)
Joan Ginebra Torra
Pero el uso difundido de esta
palabra en el campo empresarial
ha tenido lugar con acepciones
diversas: una, de sentido amplio,
identifica liderazgo con gobierno
o mando, casi a cualquier nivel. Y
se habla de formación de líderes
para referirse a un curso para
gerentes divisionales o
funcionales o aún para simples
supervisores. Desde este punto
de vista la teoría del liderazgo se
confunde con la teoría de la
Dirección; ser buen líder es
dirigir bien.
Cuando la idea que se tiene de
lo que es dirigir empresas se con-
funde con una actividad de
adaptación a la presión
competitiva, y a las nuevas
tecnologías, aunque esta
actividad se revista de
"profesionalismo" competente
para el cambio, que busca una
seguridad no paternalista, ser
líder se reduce prácticamente a
ser tecnócrata.
 122 MERCVRIO PERVANO

Si dirigir se concibe, con más a una inmediata precisión de

amplitud y profundidad, como la nuestra parte; por aquello del vie-
acción de conducir de una jo "distingo" escolástico, nacido
situación dada a otra del hecho de que donde no hay
previamente imaginada y elegida distinción hay confusión.
y supuestamente mejor en
términos de eficacia y de justicia, Incluso en la literatura sobre
el concepto de liderazgo, según estas cuestiones existe no poca
este sentido, se confunde con la desorientación. Estamos, por
función social de elevar a los ejemplo, de acuerdo con Zaleznik
hombres al bien; ser líder es (1) cuando dice que Maquiavelo
tener y difundir valores sociales escribió para los directivos y no
positivos. En el límite, ser líder es necesariamente para los líderes.
ser Santo. Sentimos que Gracián percibió
más claramente la naturaleza del
Otro uso muy frecuente del liderazgo y lo trató más
vocablo restringe su sentido al debidamente. Pero son muchos los
arrastre de otras personas sin que ven las cosas de otro modo.
necesidad de potestad. El
liderazgo opera en la esfera de las Para nosotros el liderazgo es en
relaciones informales, es una parte una cualidad personal y en
preminencia personal que parte un fenómeno situacional
arrastra, al margen —y en cierto que produce o ayuda la
modo en contra— de lo convergencia de una organización
formalmente estatuido, del poder hacia un propósito, más allá de lo
oficial. Ser líder es ser dirigente- que esta convergencia esté
defensor de un grupo. O, incluso, impulsada también por otros
ser líder es ser la oposición. procedimientos que "actúan"
sobre la organización.
Algunos identifican el liderazgo
con la ejemplaridad o con la Para nosotros ser líder no quiere
posesión de cualidades decir ser buen directivo, ni ser
destacadas que en una u otra santo, ni tener prestigio, aunque
forma afectan la historia de la todo esto puede ayudar a serlo.
humanidad. Para éstos ser líder
es ser un gran hombre. Nuestro concepto es un
concepto fundamentalmente
El hecho de que existan y se técnico en cuanto al efecto
mantengan éstas y otras acepcio- producido por el liderazgo.
nes tan diferentes entre sí, obliga En cuanto a la causa la

(1) A., Zaleznik, "Managers and leaders: Are they different? H.B.R. May-Jun. 1977. En dicho
artículo hay no obstante varios otros puntos de los que discrepamos. Zaleznik cofunde
la acción "conductora" del líder con el pensamiento estratégico de elección de futuro que
no es específico del líder y que es común a líderes y a Directivos no líderes.
 APRENDA A SER LÍDER
detectamos en parte en la
persona y en parte en la
situación: Hay personas que
poseen y producen liderazgo en
muchas circunstancias: aunque
también son a veces las
circunstancias las que hacen el
líder (2).
Pero todo esto quedará más
especificado en las páginas que
siguen. Lo importante ahora es
retener que se puede hablar de
liderazgo desde distintas
acepciones. Y que a los efectos
nuestros es bueno retener los
siguientes postulados:
— Se puede ser un buen
Director General sin ser
líder (aunque el serlo
facilita la tarea).
— Y se puede ser líder y mal
Director General.
— Ser Santo no es ser líder
(Tomás Moro no lo fue).
— Ser líder no quiere decir ser
buena persona (Hitler o
Pedro el Grande).
— Ser líder no significa
necesariamente ser amado.
— Se puede ser líder al
margen del poder formal
(Gandhi), o dentro de él
(Churchill, o Romey).
— La situación de vértice no
presupone el liderazgo
(Stalin) pero a veces lo hace
probable (Walesa).
(2) Para distintas posiciones a todo este respecto ver W. O. Jenkins. "A review of leadership
studies with particular reference to military problems". Psychological Bulletin 1947, 44.
123
— Un gran hombre o figura
histórica puede no ser nada
líder (Einstein, Beethoven).
II EL Proceso de Dirección:
Elección de Futuro y
Procesos Espontáneos.
Para comprender el alcance
preciso que tiene el liderazgo en-
tendido en su sentido propio y en
el campo de los negocios, hay que
remitirse al contenido de todo el
Proceso de Dirección.
Una primera tarea de la
Dirección General consiste en la
Elección del Futuro, es decir en
la configuración, en el ámbito del
propósito, de la clase de empresa
que se quiere llegar a ser, de los
perfiles del negocio o negocios a
que se quiere la empresa dedicar
y de los rasgos que han de definir
el modo propio de estar en el
mercado y de actuar. Esta
elección estratégica del futuro
exige del Director capacidades
intelectuales específicas de
imaginación realista y de
decisión. Dirigir es, en parte,
imaginar y decidir.
Pero este futuro tiene que
hacerse. Y el que se sepa hacer
de un modo eficaz es tan
importante que una buena
implementación puede convertir
en éxito una elección mediocre y
una mala im-
 124
plementar puede hacer fracasar
una elección brillante. Y el
Director no puede hacerlo todo
por sí solo. Y se ayuda de la
Estructura, entre la que reparte
la acción directiva. Dirigir es
imaginar, es decidir y es también
hacer y empujar la estructura.
Pero aún con el futuro mejor
elegido y la estructura directiva
más capaz e incluso con la
debida comunicación de aquella
elección estratégica a toda; la
estructura, si no se piensa cómo
tiene que actuar toda la
organización y no se establecen
los Procedimientos que hay que
aplicar para que actúe de tal
forma no se conseguirá aquel
futuro que se eligió.
A veces la organización no ca-
mina como un todo hacia aquel
futuro porque en el diseño
estratégico faltó la referencia
específica a tal o cual política de
un área funcional decisiva para la
nueva acción. Tal es el caso de
aquel Director (3) que decidió,
entre otras cosas, poner el énfasis
de su acción comercial en la
rapidez de entregas a clientes, por
lo que anticipó la entrada en
fabricación de algunos modelos del
producto a fin de conseguir la
reducción en el ciclo de entrega.
Pero como las políticas de
retribución de vendedores
primaban el tamaño en
dólares de cada pe-
(3) Citado por Hemermesh, Folleto Harvard ICCI' 9.383.015, 1982.
(4) Para la descripción de este concepto ver J. L. Lucas. "El concepto de SOP Estratégico".
IESE DGN-41 y Antonio Valero. "Alta Dirección y Futuro de su empresa" DGN-233,
1981. IESE.
(5) Ph. Selznick. "Leadership in administration". Harper & Row 1957.
MERCVRIO PERVANO
dido y como éste crecía cuanto
más lo hacían las peculiaridades
que el cliente solicitaba, esta
anti-estandarización anuló por
completo el esfuerzo programado
en producción e inventarios.
Pero no se limitan a estos erro-
res o carencias del Sistema
estratégico general de Objetivos y
Políticas (4) los orígenes de las
dificultades en la realización del
propósito. El caso es que en el se-
no de toda organización se gene-
ran una serie de procesos
espontáneos que se interactúan y
que no necesariamente convergen
—casi nunca lo hacen— hacia el
futuro elegido. Y no es realista
pensar que simples indicaciones
verbales o escritas resuelvan la
cuestión.
Las bases de estos procesos
espontáneos han sido estudiadas
desde hace ya bastantes años (5).
Tales procesos se interrelacionan
en un sistema informal de nexos
interpersonales que constituye
una gran reserva energética (de
hecho la organización formaliza-
da es sólo una parte del conjunto)
para bien o para mal.
Estos procesos espontáneos se
alimentan de los distintos grados
de comprensión o de asunción del
futuro elegido; de las discrepancias,
rivalidades y aún antago-
 APRENDA A SER LÍDER 125

nismos sobre los modos de la táneos de la misma converjan —

acción; de las diversas apetencias avancen— hacia el logro del
y objetivos individuales que se propósito.
interfieren entre sí y de otros
elementos de similar naturaleza. No se trata, naturalmente, de
En el seno de tales procesos late un ajuste perfecto; pero hay
una búsqueda de seguridad muchas herramientas a manejar
personal. Y todo ello tiende a con el fin de obtener esta
crear "ideologías" directivas, dinámica de la organización:
grupos de intereses y élites Dirigir es imaginar, es decidir y
propias (estas últimas son uno de hacer y empujar la estructura y
los tipos de liderazgos citados en es crear y manejar
el apartado anterior). Y la cosa se Procedimientos de Avance.
complica todavía más por cuanto La infinita variedad de
no siempre, o mejor casi nunca, Procedimiento de Avance se
las personas son capaces de puede agrupar en cinco grandes
concretar en objetivos los fines epígrafes: Precisar, enseñar,
que subjetivamente persiguen. Es medir, castigar o premiar.
realmente arduo señalar qué
cosas nos conseguirán de verdad Los dos primeros tipos de
la "felicidad" o el "bienestar" o la procedimientos están conectados
"realización" u otros fines (aunque no son su causa
subjetivos de este tipo (6). Y esta exclusiva) con la motivación
dificultad de definición vuelve intrínseca (8) es decir con la que
menos gobernables todavía los nace de la propia realización de
procesos espontáneos porque, la acción: Cuanto más preciso
como volveremos a comentar, nos está el futuro elegido y cuanto
sumerge éstos en un medio más nos preparan para
emocional no racionalizable. alcanzarlo más se goza corriendo
hacia é1 y menos las fuerzas
sociales afectan su desarrollo.
III Procesos Espontáneos y Los dos últimos pertenecen al
Procedimientos de Avance. campo de la motivación extrínseca
de lo que nos empuja o nos
Tal como hemos señalado en otra
arrastra "desde fuera" de la
ocasión (7), el Director de una
acción en sí misma. En cuanto al
organización puede establecer
medir, está parcialmente en los
innumerables "Procedimientos"
dos campos: Cabalga entre la
para que los procesos espon-
constatación interior de que
somos capaces de avanzar

(6) J. A. Pérez López, "Teoría de la organización". IESE. FHN-119, 122. 1979.

(7) J. Ginebra y A. Valero, "Procesos y Procedimientos de Avance", I. P. A. D. E., I. E. S.
E. DGN-267, DGN-73.
(8) Manejamos el esquema motivacional de J. A. Pérez López en la op. cit.
126 MERCVRIO PERVANO

(motivación intrínseca) y supone alcanzar realmente el futuro

al mismo tiempo una sanción ex- elegido), tendrá mayor o menor
terna —con buena o mala atractivo para los individuos que
"calificación"— de nuestro la componen (10).
trabajo. Y a veces es la base del
premio o castigo. Y por tanto Pero, repetimos, los
desde estas dos últimas Procedimientos de Avance no son
perspectivas lo hemos de producto —o instrumentos— del
contemplar como motivación liderazgo, sino de la Dirección,
extrínseca. aunque comprenden acciones
que a veces se catalogan
Sin entrar ahora en la elección impropiamente como
y mantenimiento, o renovación, pertenecientes al liderazgo; así,
de los Procedimientos de Avance por ejemplo, "la coordinación de
—de que ya hemos tratado en las relaciones humanas".
otra ocasión (9) — podemos Coordinar con eficacia las
retener aquí que el conjunto de relaciones humanas sigue siendo
tales Procedimientos deberá ser un problema de ingeniería, social
más o menos "vigoroso" según (9) y no de fines (que como
sea más o menos arduo el logro veremos más adelante son
del propósito y según sean más o ingredientes imprescindibles del
menos inertes (a la acción ajena a liderazgo) y decimos ingeniería
ellos mismos) los procesos porque lo que se hace en estos
espontáneos. Y esto va a ser cometidos es "medir" factores,
materia de los apartados ordenar compatibilidades,
siguientes. "premiar" o "castigar" actitudes
de forma que se obtenga
IV Procesos, Procedimientos y racionalidad en la actuación.
Liderazgo.
Pero el caso es que hasta aquí
Todo lo que acabamos de co- no hemos hablado todavía de
mentar cierra el ciclo del Proceso liderazgo. ¿Qué es el liderazgo?
de Dirección propiamente dicho. ¿Qué le añade esta cualidad a la
Con é1 podemos referirnos a todo capacidad directiva?
el caminar de una empresa. Y
podemos incluso entretenernos Estamos ahora en condiciones
en análisis valorativo de las de establecer un concepto técnico
posibles composiciones del de liderazgo, en sentido propio, que
paquete de Procedimientos. resulta muy preciso: El liderazgo
Según donde se sitúe el acento de es, en el límite, aquella capacidad
tal conjunto, la Organización de conducir una organización hacia
para un determinado nivel de el futuro elegido sin necesidad
eficacia (de capacidad para de Procedimientos de

(9) J. Ginebra y A. Valero, op. cit.

(10) Ph. Selznick, op. cit. usa el término “ ingeniería humana”
 APRENDA A SER LÍDER 127

Avance o, en otras palabras, es la ("transactional") y el transformador

cualidad que hace, por sí sola,
converger los Procesos
Espontáneos de una
Organización hacia el logro del
propósito.
El liderazgo es una cualidad
personal distinta de la capacidad
para dirigir. Ser buen director
supone elegir bien el futuro,
estructurar bien el equipo
directivo, establecer los debidos
sistemas de información y control
y, "gobernar" los Procesos
espontáneos de la Organización
con los Procedimientos
adecuados que impulsen
convergencia de aquellos hacia el
futuro elegido. Ser, además, lí-
der supone una cualidad
complementaria: La organización
—los "seguidores"— tienen una
identificación subconsciente con
el líder en el sentido de concretar
en lo que él propone aquellos
fines subjetivos a que nos hemos
referido: Haciendo aquello "me irá
bien", haciendo aquello "yo me
realizo"; "me conviene" hacer
aquello; "hacer aquello es bueno
para muchos y para
organización". Cuanto mayor el
liderazgo son menos necesarios
los Procedimientos de Avance.
Este concepto de liderazgo,
que nos separa su naturaleza de
la del simple dirigir, deja en otro
plano las distinciones de Bunhs,
Bernard Bass y Zaleznik (11)
entre el líder negociador
("transformational"). Entendemos
que estas calificaciones se deben
aplicar genéricamente al directivo,
sea líder o no: Hay directivos
"negociadores" y
"transformadores"... Pero crear la
armonía negociando es un
problema de pura ingeniería social,
un manejo de los Procedimientos
de Avance y no de liderazgo.
Quizás el directivo transformador,
el que crea cosas, tiene más de
líder (más contenido de reto, de
misión) pero tampoco
necesariamente tiene que serlo.
la
Nuestra sociedad necesita de
directivos "transformadores" sean
líderes o no. Y trata más bien de
producirlos en el campo de
simples directivos. Porque los
líderes son más incómodos para
la sociedad. Y a veces,
finalmente, tienen menos calidad
de resultados.
El proceso de formación de
liderazgo es más emocional que
racional. Y puede generarse con
la independencia de las
circunstancias (el líder a quien se
sigue para lo que sea), aunque lo
más común es que se ligue a
ellas: Para aquello y en tales
circunstancias el seguidor
identifica su propósito personal
con el que la presenta el líder. Y
por tanto es bastante común que
"Las circunstancias hacen al
líder". Churchill, De Gaulle,

(11) Ver sobre esto el debate que recoge John Junkerman en "Leadership", H. B. S. Bulletin, Junio 1984.
Es curioso el subtítulo que pone Junkerman a su reseña: "La búsqueda del héroe". Baltasar Gracián
titula "El Héroe" uno de los mejores trabajos que sobre liderazgo tiene la literatura universal.
128 MERCVRIO PERVANO
Adenauer o Reagan tenían sus
personales capacidades muchos
años antes de que las
circunstancias históricas les
proyectasen al liderazgo.
Lo que llevamos anotado nos
señala además las características
básicas para que se de el
liderazgo: El seguidor ha de
pensar que
1) "vale la pena hacer aquello" y
2) "mandando él me irá bien,
porque sabe y quiere mi bien". Es
decir que al líder se le ve con
competencia técnica, con afecto al
de abajo y con magnanimidad
para acometer objetivos que se
vean como buenos para las
personas de la organización y
para otros.
Esto último nos conecta, por
otra parte, con lo que antes
hemos comentado del atractivo de
una organización. Y es que tal
atractivo nace por un lado de la
motivación intrínseca que
contengan los Procedimientos de
avance y por otro de la motivación
trascendente —hacer aquello
porque es bueno para muchos—
que se encarna de un modo
singular en el líder: El seguidor
sigue al líder en último extremo
cuando percibe que éste persigue
a su vez un ideal.
En resumen, pues:
1) Se puede dirigir bien sin ser
líder. Pero el serlo facilita la
buena Dirección.
2) Cuanto más liderazgo se
posea menos vigorosos han
de ser los Procedimientos de
Avance.
V Ruptura, Procedimientos y
Liderazgo.
Cuando el futuro elegido por la
Dirección difiere muy poco del
que se venía persiguiendo hasta
entonces, no es elevado el grado
de resistencia de la Organización
a caminar hacia él. En definitiva
los procesos espontáneos ya se
habían ido acoplando al
propósito estratégico perseguido.
Y esta situación es la más
común en la vida de las
empresas: Cada reapreciación
estratégica, cada nuevo plan es
en realidad el desarrollo natural
de los anteriores; en cierto modo
es solamente una nueva etapa
del mismo camino hacia aquel
futuro de la compañía por el que
hace tiempo se viene bregando:
El desarrollo de tal nueva línea
de Productos es una concreción
del objetivo, ya existente, de una
determinada participación global
de mercado; la realización de
tales o cuales activos forma parte
del propósito (formulado hace
cinco años) de mantener un
elevado nivel de liquidez; el
traslado de la planta A a las
instalaciones donde radia la
Dirección General es el
desarrollo, en la próxima etapa,
de aquella política de contacto
inmediato de los altos directivos
con los problemas productivos...
etc. Se trata en definitiva de
elecciones "normales".
En ocasiones, sin embargo, la
elección estratégica presenta una
fuerte ruptura con la trayectoria
 APRENDA A SER LÍDER 129

anterior de la compañía: La red de vendedores propios para

American Motors de Rommey (12) entregar las ventas a tres
que lanza el coche compacto, que distribuidores, y reducir la gama
juega a la no integración para de productos e integrar en la
mantener bajo el punto de propia compañía una serie de
equilibrio, que invierte sumas partes que se fabricaban en el
importantes en el mantenimiento exterior... Añadir un nuevo
y recuperación de distribuidores, producto puede ser rutina (uno
que decide apartarse de los ciclos más) o ruptura (de producir
de lanzamiento de modelos comodity a producir producto
impuestos por los tres grandes... acabado).
etc. tiene poco que ver con la
American de los años Como es de suponer, cuanto
precedentes. Y la Chrysler de mayor es el grado de ruptura que
1976, de la mano de Riccardo y presenta la nueva elección
Iacocca supuso un viraje radical estratégica respecto a la anterior,
a la de Townsend, en el sentido tanto más difícil es conseguir la
de abandonar el concepto de re-orientación de los Procesos
"coche mundial que éste espontáneos y en consecuencia
preconizaba, así como su tanto más "vigoroso" tendrá que
expansión internacional para ser el conjunto de Procedimientos
regresar fuertemente al mercado de avance, que, por otra parte,
doméstico y buscar el coche más deberán ser reconsiderados en su
reducido, de eficiencia en conjunto.
consumo y trabajar en la
modernización de sus viejas
plantas de producción liquidando Y como la implantación de
activos en el extranjero y aún cualquier nuevo mecanismo de
jugando fuertemente al hobby impulso o de frenado se
político que, con base a ser encuentra con determinada
Chrysler el mayor empleador de inercia por parte de la
negros en Detroit, consiguió que Organización, el resultado final es
el propio Congreso garantizara que todo cambio estratégico que
parte de la deuda de la compañía suponga ruptura presenta
(13). enormes dificultades: Aunque ya
hemos comunicado el nuevo plan
Esta ruptura se da en esos y aparentemente todos lo han
casos y en tantas otras entendido, en realidad por tiempo
compañías menos notorias, y tiempo la organización sigue
donde de pronto se decide, por viviendo con los viejos esquemas,
ejemplo, frenar la expansión, y con los viejos propósitos y con el
cerrar las oficinas en tal plaza y viejo talante: su lógica
liquidar a toda la

(12) American Motors (A) DG-40, I. P. A. D. E. publicado en español con permiso de la H. B.

S.
(13) J.L. Bower, "The two faces of management", Houghton Mifflin CO. Boston, 1983.
 130 MERCVRIO PERVANO

propia, su tradición y su inercia propia vida, su convivencia y su

se inclinan por lo probado y de- permanencia; no se trata de
mostrado y se oponen al riesgo y hacer algo en el entorno sino de
la novedad (14). vivir en él, de adaptarse.
Es precisamente en estas Pero Organización e Institución
situaciones donde mejor se hace no son dos realidades
sentir la aportación que el excluyentes, sino estados
liderazgo hace a la capacidad dominantes en momentos o
directiva: Cuanto mayor sea el etapas sucesivos. Un grupo
liderazgo menor será la dificultad humano se forma, se constituye
del viraje. O, en sentido en Organización, para hacer algo.
contrario, cuanto mayor grado de Pero en el mismo momento inicia
ruptura tenga una nueva su tránsito hacia la Institución,
elección estratégica tanto mayor hacia un ser o modo de vivir, y
es la exigencia de liderazgo. de pervivir, en un tejido de
objetivos personales que rigidiza
la organización inicial.
VI Empresa-Institución,
Cuanto más Institución es una
Procedimientos y
empresa tanto más sus
Liderazgo.
elementos tiene establecidos sus
Existe otro aspecto que, como valores ("institucionalizar" es dar
hemos señalado ha sido valores), sus patrones de
estudiado ya desde hace muchos conducta, sus grupos de interés,
años (15), que nos conecta el sus propias élites y sus propias
liderazgo con los Procesos "ideologías"... Y este conjunto
espontáneos y la evolución de que se interactúa y contrapone
éstos en sí mismos, es decir en tantos puntos, adquiere su
independientemente de su propio "statu quo", su particular
relación con el propósito de la "modus vivendi", su equilibrio;
Organización. que se establece como la
resultante de la respectiva
El análisis de estos aspectos búsqueda de seguridad de cada
parte de la diferencia que hay uno; seguridad en un sentido
entre Organización e Institución. amplio que comprende tanto las
Organización es aquella "realidades" materiales como las
agrupación de personas "perspectivas" en tantas y tantas
coordinadas para hacer algo; el órdenes.
grupo adquiere sentido, se hace
significativo, precisamente con
referencia a esa acción. Cuanto más Institución —en
Institución es, en cambio, aquel definitiva cuanto más antigua—
grupo de personas cuya sea una Empresa, más interte re-
significación fundamental es su

(14) J.D. Rockefeller III, "The Second American Revolution", Harper & Row 1973, New York.
(15) Ph. Selznick, op. cit.
 APRENDA A SER LÍDER
sulta a la acción de los
Procedimientos de Avance. Y, por
lo mismo que antes hemos
comentado, tanto más precisa de
un fuerte liderazgo para moverse
con agilidad hacia el logro de un
futuro nuevo.
En definitiva, este hecho junto
con el recogido en el apartado
anterior, conduce a la siguiente
matriz que nos conecta el
Liderazgo con el grado de
Ruptura y con el de
Institucionalización.
Este gráfico elemental recoge el
hecho de una mayor exigencia de
liderazgo cuanto mayor sea el
grado de "Ruptura" del futuro
elegido y cuanto más elevado sea
el nivel de "Institucionalización"
de la organización. De un modo u
otro el hombre de vértice debe
pasar de "dirigir una
organización" a "ser líder de una
Institución".
A nivel de las estructuras
políticas de un país se
comprende que el nivel de
institucionalización es
sumamente elevado; los cuerpos
burocráticos del Estado están
"muy hechos" y, además las
propias legislaciones
administrativas impiden el
establecimiento y el manejo ágil
de los Procedimientos de Avance
(los premios económicos, por
ejemplo, no se contemplan en las
estructuras de retribución y
castigar exige un complicadísimo
expediente). Por ello exige tanto
nivel de liderazgo mover un
Gobierno hacia un proyecto
político que rompa los moldes
131
anteriores. Y por eso, también, el
liderazgo es más imprescindible
para los políticos de los sistemas
democráticos. Un gran
empresario puede serlo sin el
menor carisma de líder y es en
cambio difícil que un gran
estadista de un país democrático
haya producido objetivos de
"ruptura" en la sociedad de su
tiempo sin un elevado liderazgo
personal. Esta es la razón por la
que a la hora de poner ejemplos
surgen espontáneamente los
nombres de ciertos políticos.
En una vieja y gran empresa es
ya algo más fácil que en las
estructuras estatales el manejo
de los Procedimientos de Avance;
pero la pesadez institucional
exige también un grado elevado
de liderazgo para conseguir un
significativo "cambio"; por eso es
más de destacar el liderazgo de
Rommey en la American Motors
de los años 50 o el de Riccardo en
la Chrysler de la segunda mitad
de los 70, o el que produjeron S.
Sánchez Terán y Antonio Valero
en los Ferrocarriles Españoles en
1974-75 al conducir aquella em-
presa estatal a resultados de
equilibrio por primera vez en toda
su larga vida de pérdidas
constantes.
VII El contenido del liderazgo:
capacidades del político de
empresa
¿Cómo se traduce
prácticamente, en una empresa la
conducción que hace el líder?
 132 MERCVRIO PERVANO

Una manera de exponer esta ellas para acometer con

cuestión es recoger el siguiente
inventario de acciones (16).
1 Mantener la brecha directiva:
El líder "sabe más". Y el
seguidor lo percibe. Y siente
su propio desarrollo ligado a
este hecho, que le impulsa a él
mismo a crecer. Y el líder
crece a su vez para mantener
la brecha.
2 Seguir pagando el precio: El
líder alcanzó su preeminencia
"social" a costa de un precio
determinado (dedicación es-
fuerzo,...) El precio para man-
tenerse es el mismo que para
alcanzar. El seguidor constata
que el líder sigue, en efecto,
manteniendo todas aquellas
actitudes, dedicación y previsión. Y esto a su vez
abnegación, que le condujeron
al vértice.
3 Soltar lastre; Es ésta una de
las acciones más difíciles de
realizar: La costumbre, la
seguridad que da la dedicación
a las "conocidas" tareas que
precisamente promovieron el
ascenso, o la desconfianza en
los demás tienden a "retener"
en el que sube no pocas de las
responsabilidades anteriores.
El líder sabe desprenderse de
plenitud las tareas del vértice.
4 Jerarquizar: El líder sabe
insistir en los detalles; pero
no se pierde en ellos. La
insistencia permite señalar al
seguidor la importancia de la
atención al detalle, pero
mantiene siempre muy clara
la jerarquía de prioridades.
5 Apoyar con soluciones de re-
cambio: Una de las cosas que
más estrechamente vincula el
seguidor al, líder es que
encuentre en él la solución
para los obstáculos que surgen
en el camino de la acción.
"Cuando todo falla, él tiene
aún la fórmula para superar el
obstáculo". Este modo de hacer
supone, claro éste, sentido de
indica inteligencia, por aquello
de que el hombre inteligente
preve y el que no lo es cons-
tata.
Esta acción no es
precisamente recomendable
como acción directiva (17)
pero sí es una Acción común
del liderazgo.
6 Hablar con imágenes que ex-citen.
"la muerte de los dinosaurios"
que tan bien manejó G.
Romney en sus tiempos de

(16) Estos párrafos incluyen específicas aportaciones de Rubén Aguilar Monteverde y son
tributarios del modelo que él implantó en Banco Nacional de México, S.A. a partir de la
"Main Event Management Corp." y su MODELNETICA. Recogemos algunas de las
acciones citadas allí, excluyendo otras que en realidad se atribuyen impropiamente al
liderazgo siendo en realidad normales del proceso directivo.
(17) Carlos Llano Cifuentes, "El director de empresa ante problemas". Mayo-Junio 1972,
ISTMO Nº 80.
 APRENDA A SER LÍDER 133

la American Motors o el el líder su defensor más

"sangre sudor y lágrimas”: decidido. Cada seguidor siente
que repetía Churchill a los vivo "el espíritu de la
ingleses en la Segunda organización". La relación de
Guerra Mundial son imágenes esto con lo anterior permite
enormemente plásticas para concretar como segundo gran
hablarnos respectivamente de papel del líder (el primero es
la inconveniencia de los suplir y complementar los
coches grandes o del alcance procedimientos de avance) el
del sacrificio humano. Es infundir la característica
propia del líder la elevada competitiva.
capacidad de verbalizar, de
8 Estar en el sitio conveniente
destacar —casi como un gran
en el momento oportuno
creativo publicitario—
aquellas quinta esencias de
una idea que una vez Cuando se rompió aquella má-
expresadas con aquella quina en el turno de noche;
imagen aparecen ya para cuando el dirigente sindical
siempre ligadas a ella. había llegado a una situación
un tanto violenta en su
Esta capacidad de
conversación con el gerente de
dramatización incluye la
la planta; cuando el banco
personificación de los fines
anunció al Director de
por el líder, de los fines y no
Finanzas que aquel cheque de
del poder personal (18). De
un cliente importante no tenía
Gaul1e encarnaba "Francia".
fondos. .. é1 siempre estaba
Y el primer jefe que yo tuve,
allí.
en una empresa importante
de forja en Cataluña, 9 Tener sentido de la acción:
encarnaba —él sólo—"La "Las guerras no se evitan
Farga Casanova". Esto es lo aplazándolas y diferirlas
que arrastra la gente a redunda en provecho del
esfuerzos que de otro modo enemigo" (19). La falta de
no harían. resolución se reviste en
ocasiones con la idea de que
7 Defender la identidad del
"conviene ganar tiempo",
grupo humano. Los
aunque las más de las veces
colaboradores, en tanto que
sabemos que el problema más
grupo social relacionado con
bien empeorará. La resolución
aquella misión, pero con su
del líder infunde en el
propia personalidad (y sus
seguidor una fuerte sensación
propias élites), encuentran en
de seguridad.

(18) IPADE DGN-25. Traducido de "Business Policy. Tex and Cases" por Learned.
Christensen Andrews & Guth.
(19) N. Maquiavelo, "El Príncipe", Editorial Mateu. Barcelona 1963.
134 MERCVRIO PERVANO

10 Tener éxito: El líder es un cincuenta hombres en el agua

vencedor; tiene en su haber y la pérdida potencial de otros
un buen repertorio de cosas trescientos más que se hallan
que hizo bien. Nada puede a bordo de la corbeta, en el
sustituir el éxito como caso muy probable de que ésta
elemento de atracción del sea torpedeada. Decide, no
seguidor. obstante, recoger a los sobre-
vivientes.
Es difícil que alguien se
quiera uncir al carro del "Resultado. Finalmente la
perdedor. Y el éxito acaba corbeta no es torpedeada y el
siendo, justa o injustamente, capitán es aclamado como un
el único criterio de valoración héroe".
de una acción: Main Event "Segunda situación. Varias
Mgt. Corp. (20) glosa como semanas más tarde, a pleno
ejemplo, dos hechos por N. día, un barco del convoy ha
Monserrat en su novela "El sido torpedeado. Una vez más
Mar Cruel" que relata la la corbeta es asignada a la ta-
acción de una corbeta inglesa rea de rescatar a los
que escolta un convoy en la sobrevivientes. Con su equipo
Segunda Guerra Mundial: especial, los tripulantes de la
"Primera situación. Es de no- corbeta han detectado la
che y uno de los buques tan- ubicación precisa de un
que componentes del convoy submarino enemigo y se
ha sido torpeado. La corbeta encuentran en condiciones de
ha sido asignada a la labor de destruirlo. El submarino se
recoger a los sobrevivientes. halla justamente debajo de los
Al llegar al lugar del sobrevivientes del barco
incidente, el capitán de la torpedeado".
corbeta observa que en el "Decisión. Otra vez el capitán
agua se hallan de la corbeta se ve en la
aproximadamente cincuenta necesidad de tomar una
hombres". decisión crítica: Afrontar la
Decisión: El buque en llamas pérdida irremediable de medio
ilumina a la corbeta de tal centenar de hombres si lanza
modo que si el capitán se de- las cargas de profundidad
tiene para recoger a los capaces de destruir al
sobrevivientes su barco se submarino, pero la salvación
convertirá en un blanco fácil de muchas personas más si
para los submarinos que hay logra destruirlo. Opta por esto
en el área. El capitán debe, último". Resultado. Los
pues, sopesar la pérdida de hombres que estaban en el

(20) Ver cita ut. supra.

 APRENDA A SER LÍDER
agua mueren. El submarino
no es destruido por las cargas
de profundidad, dado que lo
que se tomó por dicha
embarcación resultó ser sólo
el casco de un buque
hundido. El capitán es
despreciado por su
tripulación y guarda un
terrible recuerdo del suceso".
En el primer caso el capitán
arriesga 300 hombres para
salvar a 50; pero las cosas le
salen bien. En el segundo
arriesga a 50 para salvar a
muchos; pero las cosas le
salen mal...
11 Tener sentido de las
circunstancias: No cabe duda
que cuando uno se siente en
su peor momento es cuando
más inclinado se halla a
seguir a quien aparentemente
puede sacarnos de las
adversas circunstancias: un
hombre con perfil de vencedor
y con sentido de la acción. Es
útil recordar tantos ejemplos
históricos que a este respecto
se han citado:
Moisés necesitó encontrar al
pueblo de Israel oprimido en
Egipto para que decidiera
seguirle, movido por el afán
de salir de su esclavitud. Era
preciso que Ciro para erigirse
en rey de los persas, los
encontrara descontentos por
el yugo de los medos, y a
(21) N. Maquiavelo, op. cit.
(22) D.C. McClelland & D.H. Burnham, "Power is the great motivator", HBR, Nov.-Dic. 1973.
135
estos débiles por largos años
de paz. Teseo no hubiera
podido dar muestras de
inaudito valor de no haber
hallado dispersos a los
atenienses. No cabe la menor
duda de que semejantes
ocasiones constituyeron la
fortuna de estos grandes
hombres. Pero su genio les
hizo conocer la importancia de
dichas ocasiones (21).
Y en el campo más inmediato
de las experiencias
empresariales podemos insistir
en los casos de American
Motors y Chrysler y su
angustiosa situación en los
momentos en que Romney y
Ricardo, respectivamente, se
hicieron cargo de ellas.
12 Administrar el poder: Algunas
investigaciones de la pasada
década (22) han contribuido a
revisar algunos enfoques sobre
la motivación de los hombres
de vértice.
Según ellas los buenos
directivos no están realmente
motivados por la grandeza
personal, ni por la realización
(eficiencia) de la tarea, ni por
la necesidad de sentirse
estimados (paternalismo) ni
por su orientación a las
"personas" sino por el poder; el
poder como capacidad de
manejar a otras
 136
personas. Un poder con auto-
control un poder puesto al
servicio de la institución y
vivido con madurez, es decir
sin egoísmo, sin actitudes
personales defensivas o de
propia estima; pero poder al
fin.
Este hallazgo referido a todo
tipo de directivos se puede por
antonomasia referir al líder.
El seguidor siente que la
administración de este poder
crea una congruencia en la
acción y una justicia de trato,
una predictibilidad de
conducta que en último
término confiere seguridad.
13 Poner una vez colorado y no
diez amarillo:
Como cirujano eficiente el lí-
der sabe sajar rápidamente
limpiamente y a fondo.
Cuando la situación que se
hereda exige dureza, se aplica
ésta de una vez e
inmediatamente para no tener
que estar aplicándolas todos
los días.
Esto permite tranquilizar
después al seguidor ("se hizo
lo que había que hacer") al
que después se puede ya
dosificar los premios (esos
poco a poco, para que se
puedan saborear mejor). El
Mr. Hows de Multi-products
(23) actuó claramente así. Y
tantos otros.
(23) Multiproducts. IPADE DG-82. Traducido con permiso de la HBS.
(24) N. Maquiavelo, op. cit.
MERCVRIO PERVANO
Esta constatación fue elevada
a categoría de norma por
Maquiavelo (24) y Napoleón
anotó, al margen, de su puño
y letra: "El precepto es
inmejorable y la deducción
lógica".
14 Tomar partido. Los neutrales
nunca hicieron la historia. La
neutralidad suele ser síntoma
de falta de fuerza o de
debilidad de carácter.
Esta actitud de "tomar
partido" se manifiesta en
campos muy diversos: En las
opiniones sobre los
acontecimientos del entorno
social o político; en el arbitraje
sobre los problemas de los
niveles inferiores, o en el
comportamiento en aquellas
organizaciones sectoriales o
similares (asociaciones,
cámaras, etc.) de las que se
forma parte. Observemos, en
este último caso, que resulta
lógico rechazar cualquier
petición de parte o a favor de
la neutralidad; el que lo hace
nunca es amigo; si lo fuera
nos pediría apoyar su causa y
no neutralidad.
15 Elegir gente leal: El seguidor lo
siente como una congruencia,
como una advertencia y como
un estímulo en el mismo
sentido. Si los colaboradores
inmediatos del líder no son
elegidos antes que nada
 APRENDA A SER LÍDER
por su condición de
"seguidores" leales, de
personas que piensan en el
líder y no en ellos mismos, y
que piensan " a través" del lí-
der y no de ellos mismos, se
bloquea la identificación en
los niveles inferiores.
Obsérvese que esto no ocurre
en el caso de muchos buenos
dirigentes y que hasta es
defendible que lo contrario es
lo eficaz. Esto demuestra una
vez la distinción entre ser
directivo y ser líder.
16 Asumir lo malo y repartir lo
bueno.
Es la otra cara de la lealtad;
hay una lealtad hacia arriba y
una lealtad hacia abajo. El lí-
der sabe asumir en primera
persona, sólo él, la
responsabilidad de lo que
salió mal. Y saber atribuir a
sus colaboradores es el mérito
de lo que salió bien.
17 Dar sentido. Es decir, no
aludir al cómo se hacen las
cosas, sino al para qué; al
significado de los
acontecimientos y de las
decisiones.
De Gaulle hablaba sin parar
de "la grandeur de la France"
y raramente de cómo ésta se
iría construyendo. Segura-
mente pensaba, como aquel
otro general, que esto último
(25) Ver "Los orígenes de la Barcelona traction", Barto Roig EUNSA, colec. IESE 1970.
137
eran simplemente "cuestiones
de intedencia". O coincidía
con Nietzsche en que "quien
tiene un para qué encontrará
casi siempre el cómo".
En el campo empresarial este
hacer se concreta en la
insistencia en el rol o misión
de la compañía por encima de
cualquier otra cosa una
insistencia que se
corporativiza, que se convierte
en "carácter", en el seno de los
procesos espontáneos, a cuyo
"día a día" confiere significado
y propósito de largo plazo. Y en
el bien entendido que la misión
no puede ser oportunista ni
utópica, aunque está más
cerca de lo segundo que de lo
primero. Cuando Pearson y
Carlos Montañés fundan la
Barcelona Traction (25), su
propósito constituía
ciertamente toda una misión:
Electrificar Cataluña. Y de ella
hablaban constantemente y
casi a esta expresión reducían
su conducción humana, su
forma de impulsar la
organización. Y la misión era
ardua. Pero valía la pena y su
insistencia en ella era
obsesionante. Como lo fue
también la de Thomas Watson
Jr. por "la atención al cliente"
hasta el punto de que práctica-
mente hasta su retiro escribió
personalmente para sus
ejecutivos de IBM los detalles
 138 MERCVRIO PERVANO

sobre cómo visitar a los en acciones directivas norma-

clientes llegando hasta señalar les como la aceptación de un
el traje para la visita (26). riesgo financiero con un
cliente nuevo, pero también en
Este "dar sentido" viene a ser manifestaciones no comunes y
la médula misma y también la que "galvanizan" la
coronación del liderazgo. organización como el gesto de
Como ha verificado Romney de bajar su propio
ampliamente por Viktor sueldo en un 40%.
Frankl, la acción con sentido
es uno de los tres grandes Y algo similar ocurre si nos
elementos —con el amor y el fijamos en la capacidad
sufrimiento— de realización de analítica o en la creatividad,
hombre. Por eso el hombre se ambas indispensables para
siente movido, arrastrado por realizar una buena pero
quien sabe proponérsela. "normal" elección de futuro, lo
mismo que para perfilar una
Estas acciones suponen, "misión" como la de
naturalmente, unas concretas "electrificar Cataluña".
capacidades en quien las lleva
a cabo, es decir responden a No obstante, a tenor de
un contenido objetivo de la nuestras observaciones, entre el
persona del líder. Discernir conjunto de las citadas por A.
dichas capacidades específicas Valero se pueden subrayar como
y separarlas de aquellas que más específica del líder: el afán
hacen de una persona simple- de superación; el impulso para
mente un buen directivo (aún actuar en la incertidumbre; la
sin ser líder) no resulta nada respuesta frente a lo inesperado;
fácil porque a veces la misma el despertar la confianza; y sobre
capacidad se puede traducir todo la cualidad personal
en simples acciones directivas significativa.
o en reales acciones de A ellas podríamos añadir:
liderazgo. —Resolución: Capacidad de
Así por ejemplo si nos fijamos pasar con rapidez del
en la confianza en sí mismo pensamiento a la acción.
(27) esta capacidad se actúa — Creatividad verbal y simbólica:
Capacidad de formular expre-

(26) T. J. Peters, "La excelencia en administración". Revista USEM, mayo-junio 1981.

(27) Tomamos aquí el inventario identificado por Antonio Valero en "Capacidades del
Político de Empresa", DGN-133 IESE. 1973 que contempla las siguientes: Inteligencia
generalista, concreta y "científica"; capacidad analítica e integradora; profesionalidad;
respeto a los otros; prudencia y firmeza; constancia; afán de superación; impulso para
actuar en la incertidumbre; creatividad; imaginación realista; confianza en sí mismo;
iniciativa; respuesta frente a lo inesperado; despertar la confianza y cualidades
personales significativas.
 APRENDA A SER LÍDER
siones o imágenes que expliquen
el sentido de la acción y exciten
el interés por é1; expresiones o
imágenes que dramaticen y se
carguen de simbolismo.
—Relación espontánea:
Capacidad de relacionarse con los
demás no como resultado de un
proceso racional sino en forma
intuitiva y empática.
—Visión apasionada: Con
independencia de la pasión en la
acción, el directivo en general es
frío en los análisis que conducen
a la elección estratégica. El líder,
en cambio, también llega
apasionadamente a ver aquel
futuro y así lo trasmite al
seguidor.
— Fuerza interior: Capacidad de
sentir su papel preeminente y de
traslucirlo; su papel en la
historia, o en la creación o
desarrollo de algo —una empresa,
una institución que "vale la
pena".
—Capacidad de impresionar. En
un reciente libro, Nixon (28)
insiste en la idea de Churchill de
que una de las señales que
caracterizan a los grandes
hombres es su capacidad de dejar
impresiones imborrables en las
personas que les conocen.
"Algunos —dice— logran causar
esa impresión gracias a su
presencia física, otros gracias a
su capacidad intelectual. Creo
que no es en absoluto una
coincidencia que prácticamente
todos los grandes líderes que he
conocido fueran excepcio-
(28) Nixon, Richard, "Líderes", Ed. Planeta, Madrid. 1983.
139
nalmente hábiles en un arte que
tiende a desaparecer: el de la
conversación cara a cara. El
liderazgo depende de la capacidad
de persuasión, y el líder que no
consigue parecer un conversador
interesante y capaz de
impresionar a sus contertulios,
difícilmente podrá ser persuasivo
o actuar como líder.
Los magistrales monólogos de
McArthur, los elocuentes
discursos de De Gaulle, el humor
auto-crítico de Yoshida, los
destellos poéticos de Zhou Enlai
tenían la misma superioridad
sobre la charla vulgar de
nuestros días que la pintura de
Rembrandt sobre los bocetos de
los aficionados. La conversación
de todos estos hombres tenía
estilo y fondo, era animada y
profunda, evocaba en el oyente
un profundo respeto por la
inteligencia que dejaba traslucir
sus palabras, y esta clase de
impresión es uno de los métodos
por los cuales el líder de categoría
reafirma su poder y ejerce la
persuasión".
—Instinto para lo concreto. Es
una especial capacidad práctica
de fijarse en lo particular, en
aquello que resuelve de raíz un
problema o compromete positiva-
mente a un hombre: Hacer un
favor a tiempo; descubrir que en
un momento dado todo un futuro
ambicioso lo propiciamos con
aquella medida concreta.
140
—Laboriosidad infatigable: La
capacidad de trabajar por horas y
horas y la actuación de esta
capacidad en largas y largas
jornadas de entrega a la tarea
son un extraordinario acicate
para el seguidor.
Es de esperar que este elenco
de capacidad se vaya perfilando,
en el futuro. Su identificación ha
de ser un elemento
imprescindible para el fomento
del liderazgo en nuestra
sociedad: Conocer las
capacidades que hacen de
alguien un líder permite
plantearse cómo inducirlas, o
desarrollarlas, en un grupo de
personas. Sin embargo, no debe
incurrirse en la simplificación de
pensar que la sola posesión de
tales cualidades haga de un
hombre un líder. Por una parte
existe un fenómeno situacional:
Hay circunstancias "que están
demandando un líder", que casi
le provocan; otras son inertes al
liderazgo o incluso son anti-
liderazgo. Y lo mismo se puede
decir de las "culturas" de los
grupos sociales: Hace muchos
años un estudio francés de
psicología política señalaba cómo
la mayor dificultad que tenía el
pueblo catalán para convertirse
en nación totalmente
independiente era que no
aceptaba (ni creaba) el liderazgo;
al que, contrariamente, ha sido
siempre tan inclinada Castilla.
(29) Son valiosas en este campo las observaciones de Baltasar Gracián en su tratado sobre
"el Héroe" (ver-"Tratados Políticos", Luis Miracle. Ed. Barcelona 1941).
MERCVRIO PERVANO
Por otra parte tampoco hay que
deducir que tienen que
presentarse todas estas
capacidades, o ni siquiera que
uno es tanto más líder cuanto
mayor número de ellas puedes
exhibir.
En definitiva el liderazgo no es
la consecuencia racional y
razonable de un repertorio de
capacidades determinadas. El
mecanismo, básicamente
emocional, que hace que el
"seguidor" se identifique
subconscientemente con el líder y
por esa identificación asuma el
propósito que aquel le indica y a
él dirija su propia acción y
energía, es una de las complejas
cuestiones de la psicología. Antes
hemos señalado algunas de las
características del líder que
conducen a esta identificación
(competencia técnica, afecto al de
abajo, magnanimidad y servir a
su vez a un ideal) pero sigue en
la zona de lo impreciso por qué
proceso el seguir adjudica estas
características al líder.
VIII El líder también se hace:
recomendaciones.
No obstante lo que acabamos
de señalar, son bastantes las
observaciones nuestras y de otros
autores (29) que descubren lo
que puede tener de técnica, de
aprendizaje, esta capacidad de
 APRENDA A SER LÍDER 141

despertar tal adhesión en el En las reuniones de dirección

"seguidor". Las pautas que vienen era común su bloqueo de
a continuación ilustran cómo, en cualquier iniciativa novedosa
efecto, se puede aprender a ser con argumentos de
líder: imposibilidad o irracionalidad
técnica, ante esta situación
a) Practicar incomprensibilidades
nuestro hombre decidió
de caudal. Esta es la
practicar nuestra treta: Se
expresión con que Gracián se
pasó tres meses estudiando
refiere a un fenómeno
secretamente uno de los
verificado por nuestra parte
procesos principales y más
en numerosos casos. Gracián
controvertidos de la
completa la expresión
empresa…esperó.
añadiendo: Todos te conozcan,
ninguno te abarque; que con Y un buen día surgió la
esta treta lo moderado oportunidad de empezar a
parecerá mucho; y lo mucho preguntar y a cuestionar...
infinito; y lo infinito, más. Desde aquel día se acabaron
Es una inferencia cotidiana los problemas:
que la gente se impresiona b) No arriesgarse inútilmente:
cuando descubre en quien ha- Tantear la suerte: Evitar el
ce cabeza nuevos y nuevos riesgo es importante no sólo
campos de conocimiento o de en tretas como la anterior,
habilidades: "Impresionan" los sino en cualquier iniciativa
ingenieros que saben de que se plantea para
derecho o de contaduría; a los granjearse el liderazgo. Como
abogados que saben de ya hemos señalado no hay
electricidad. No cabe duda sustituto para el éxito. Los
que estos descubrimientos resultados de cualquier
mantienen "la brecha directriz han de ser exitosos.
directiva", o alientan Y la mejor manera de
esperanzas en las "soluciones asegurar el éxito es que antes
de recambio". lo hayamos probado, siquiera
Por supuesto que esa práctica en pequeña escala; y qué
exige tino, y no prodigarse, y bueno que el seguidor no sepa
asegurar cada movida. Bien lo que lo hicimos. Así el éxito
sabía aquel Presidente, recién aumentará "la
nombrado, de una compañía incomprensibilidad de nuestro
química cuyo director técnico caudal".
estaba resentido —porque
pensaba que él debió haber c) Preferir los empeños
ocupado aquel puesto— y que plausibles:
llevaba su resentimiento a un Aceptando la verdad del
enfrentamiento subterráneo aforismo "si el sabio no
con aquel muchacho que no aplaude, malo; si el necio
conoce de nuestros aplaude, aunque sea el de los
problemas". ignorantes.
 142 MERCVRIO PERVANO
Porque el tronar de los
aplausos refuerza el carisma y
arrastra incluso a otros
menos necios a unirse al
carro del vencedor.
El Director General de una
gran empresa mexicana
concretaba este consejo con la
designación de "algún
enemigo con el que había que
acabar". Se trataba de crear
un mito (los pueblos y las
empresas necesitan mitos)
que excitara el empeño y que
hiciera sentir —cierto o no—
que cada uno estaba sirviendo
una gran causa.
d) Fijarse metas próximas y
alcanzables con seguridad:
Alberto Ullastres, artífice del
llamado milagro español de los
años sesenta, y hombre de
excepcional poder de atracción
en la España de aquellos años
subrayaba con insistencia este
punto señalando la enorme
importancia de reconocer ante
el público la catastrófica
situación de que se partía,
como justificación de las duras
medidas que se adoptaban,
pero al máximo tiempo fijar
plazos no superiores a tres
meses en los cuales tal o cual
prohibición se podría levantar.
Cuando un poco antes del
plazo —decía—se presenta uno
en público para anunciar el
cumplimiento de aquello y así
lo hace dos o tres veces
(30) Trató especialmente este tema en una conferencia que dio en Senegal, Dakar, en 1964.
seguidas la adhesión que se
produce es indiscutible (30).
e) No tener afectos: Un cierto
distanciamiento, un cierto
misterio, genera atractivo. A la
perfección se le ve trivial con
la proximidad. Y lo familiar se
desprecia. Y un afecto es
siempre una puerta por la que
acaban midiendo "el caudal".
f) Cuidar la liturgia: Hay quien se
escandaliza de que al paso de
un Jefe de gobierno se paralice
la circulación en una calle o
de que el Director de una
compañía establezca ciertas
prerrogativas para el
estacionamiento de su auto o
ciertos requisitos para acceder
a su oficina. No entendieron lo
positivas que son estas cosas;
ignoran que hay una liturgia
del poder que no puede
descuidar jamás si se quiere
fomentar el liderazgo.
g) Pero ganarse el afecto. Y
Gracián añadiría que hay que
ganarlo "aunque sea
traicionando el concepto",
porque hay que alargar la
mano "tanto a las hazañas
como a las plumas". O en
otras palabras hay que
ganarse la "buena prensa". Y
esto tampoco cuesta tanto, si
uno se lo propone. Y es
compatible perfectamente con
los dos puntos anteriores.
 APRENDA A SER LÍDER 143

Y la buena prensa se adquiere incienso, aunque no debe

cuidando los detalles con las dejarse desvanecer por él,
personas (a veces simple cosa que le resulta difícil (31).
problema de secretaria), Con referencia a su propio
recordando sus nombres, etc. caso, añadía que si no le
Todo el que haya tratado a la alabaran con ponderación, el
gente sencilla en cualquier pueblo le creería inferior a un
empresa ha podido constatar hombre vulgar.
cómo recuerdan "el cariño con
que D. José me preguntaba h) Pero lo más seguro es hacerse
por mis hijos" o temer: Parece un contra
manifestaciones similares. Y sentido que se pueda señalar
no es que D. José anduviera esto cuando se trata de
todo el día haciendo lo mismo; liderazgo, y más después del
pero sí sabía dosificarlo punto anterior.
oportunamente. Ciertamente es mejor ser
Este comportamiento lo amado que temido, pero
manejó magistralmente De asegurar lo primero es mucho
Gaulle que hermanaba a la más difícil que conseguir lo
perfección su tradicional segundo. Y el caso, aunque
distanciamiento con el parezca sorprendente, es que
aprenderse los nombres de las también un cierto temor —que
esposas e hijos de su personal se liga a autoridad y a
y preguntar por ellos. Y seguridad— refuerza el
también aquel admirado liderazgo.
amigo mío que hasta sabía i) Aparecer austero: Es
entrar a la cocina a felicitar a compatible con cuidar la
la cocinera cuando era liturgia del poder. Manifestar
invitado a cenar por amigos de el despegue personal del lujo,
confianza. andar a veces en un auto
A veces esta buena prensa sencillo o mantener quizás
conduce a rodearse de una oficina, de trabajo
aduladores, cosa que sale más enormemente sobria enaltece
o menos sólo en determinados la conexión del líder con la
ambientes y culturas que causa. Se trata de seguirle a
cultivan bien la él hacia una misión; la meta
"lambisconería hacia arriba". es la misión, no el líder. Y su
Napoleón señalaba que los sobriedad es cómo una
aduladores son en cierto modo evidencia de su propio
necesarios pues un príncipe servicio a aquella causa. Y
no puede prescindir de su esto refuerza el arrastre.

(31) Maquiavelo, op. cit.

144
j) Dosificar el esfuerzo: Está
ligado con el instinto de lo
concreto. No se trata, en
efecto, de sacar buenos
promedios sino de conseguir
algo "cuanto más falta hace.
Podríamos referirnos a aquel
jugador de un club catalán de
fútbol con actuaciones
habitualmente mediocres,
cuando no malas, que tenía la
rara habilidad de resolver el
partido crítico en el momento
crítico: Contó por años con el
apoyo incondicional de los
seguidores, a pesar de su
escaso rendimiento promedio
a lo largo de la temporada.
Esta dosificación del esfuerzo
es importante también en
materia de esfuerzo físico.
Aunque hemos señalado como
una capacidad del líder su
laboriosidad infatigable, no
cabe duda que ésta a veces es
simple consecuencia de
administrarse bien. Cuando
Nixon se refiere a lo
incansable que aparecía
Adenauer en los setentas y a
su capacidad para seguir
sosteniendo reuniones largas
y de noche, no olvida citar que
dormía la siesta, aunque no lo
reconocía.
k) Darse cuenta que no es actor:
El líder está siempre ahí, en el
escenario; lo sepa o no lo se-
pa; lo quiera o no lo quiera. Y
esto obliga a desarrollar la
(32) Stanley & Inge Hoffman, "The will for Grandeur: De Gaulle as Political Artist" citado por
A. Zaleznik en op. cit.
MERCVRIO PERVANO
habilidad histriónica. Y a esto
pertenecen los largos ensayos
que Churchill hacía de sus
discursos (incluso ante el
espejo) para aprenderlos de
memoria y lucir así su "gran
capacidad de improvisación. Y
de De Gaulle se ha dicho que
"cada uno de sus actos
políticos importantes, con
independencia de lo tortuoso
que hayan sido los medios o
los detalles, ha sido único,
indivisible inconfundiblemente
suyo, a semejanza de un acto
artístico" (32). Se trata en
definitiva de seguir
practicando "in-
comprensibilidades de caudal".
l) Cuidar la compostura. D.
Quijote le aconsejaba a
Sancho que anduviera
despacio y que no se turbara
"pues viendo que no te turbas
ninguno vendrá a turbarte".
Y es que ciertamente son
muchos los que prestan su
adhesión a quien se produce
exteriormente como hombre
"ponderado" (aunque tenga a
veces terribles
apasionamientos de juicio). Y
es tener compostura y
manifestar gravedad no subir
las escaleras corriendo,
aunque se sea joven (cuando
uno es viejo lo bueno puede
ser correr) y no discutir en
público con los colaboradores
(mejor correr) y no dis-
 APRERIDA A SER LÍDER 145

cutir en público con los te retirarse a tiempo, buscan-

colaboradores (mejor se toma
nota y se los llama después) y
usar oportunamente del
silencio como arma de
expresión. Y no sentarse ni
vestirse de cualquier manera...
m) Descubrir tu mejor prenda:
Otra vez de la mano de
Gracián, hemos de señalar que
es mejor ser eminente en lo
pequeño que mediano en lo
mediano. Se trata de vivir,
durante la trayectoria de
ascenso al liderazgo, el sólido
"oficio" en aquello que nos
ocupe. La eminencia en la
tarea empuja a tareas
superiores. Si hasta ha habido
que definir el ascenso "al nivel
de incompetencia"...
do los movimientos "laterales"
que al tiempo que evitan el
desgaste acumulan curriculum
que nos sigue empujando.
p) No caer en la afectación: Es
malo alabarse. Y es
innecesario si se ha cuidado la
buena prensa. En realidad si
ésta opera debidamente se
puede decir que una de las
mejores vías de conseguir el
poder es hacer como que no se
busca.
q) Manifestar gusto por lo
relevante Hay que apreciar en
todo la calidad excelsa: en un
vino, en un cigarro, en una jo-
ya. Es prenda de líder tener
una gran esposa.

n) Y ahí buscar la excelencia de r) Hay que alternar con líderes:

primero: Salomón no podía Una manifestación del gusto
emular a su padre, como por lo relevante es apreciar el
guerrero. Y se tira por la paz; liderazgo en otros. Aunque
pero a campeón de la paz. Y lo sean competidores. Y es
mismo hace Sadat después de excelente alternar con ellos y
Nasser (aunque Sadat es más mantener una buena relación.
un dirigente que un Líder). Y tratar de emular a los
grandes, especialmente a
o) Pero saber retirarse a tiempo. aquellos que ya murieron.
La aplicación de nuestra mejor
capacidad y la eminencia que s) Manejar la ambigüedad: Es
ello produce tienen su período un ejemplo clásico en este
de oportunidad. Continuar sentido (33) la carta que Sloan
más tiempo en aquella tarea dirige a Du Pont (que
puede perjudicar la imagen de controlaba la General Motors)
eficacia espectacular. El sexto señalando cómo había
sentido es justamen- pospuesto, de hecho, el
proyecto de Kettering —que
Du Pont apoyaba— so-

(33) Zeleznik, op. cit.

 146 MERCVRIO PERVANO
bre un nuevo motor enfriado
por aire. Creó precisamente
una división que puso bajo la
dirección de Kettering para
aquel desarrollo. De hecho era
una vía muerta. Pero pudo
asegurar en la carta que
"Kettering está de acuerdo
absolutamente en todo... y
aparecer haber recibido la
sugerencia entusiastamente".
Y en la planta se siguió con el
enfriamiento por agua.
t) Procurar que hablen de uno:
La anécdota se cuenta de un
veterano político español, el
Conde de Romanones; ante el
requerimiento de consejo que
le hacía un joven ministro le
señaló: "Procure que hablen
de usted, aunque sea bien".
Y se puede ser muy creativo
en este dar que hablar a
través de la forma de
manifestarse —como hizo el
Mr. Hows de Multiproducts
con aquel joven al que —le
ofreció unas acciones y ante el
movimiento de duda de éste le
retiró la oferta porque "tenía
usted diez segundos para
decidirse y ya pasaron"— o en
la manera de castigar, o en el
modo de premiar: Cuando
algún colaborador realiza una
acción destacada hay que
saber premiarla en forma
también peculiar y destacada,
para que se hable de ello.
u) No consultar excesivamente:
En la época de la "dirección
consensada" y otras simple-
zas por el estilo no se suele
entender esta recomendación,
que es práctica común en los
líderes. Y cuando el líder pide
consejos tiene la suficiente
picardía para que las buenas
acciones no aparezcan nacidas
de aquellos, sino de la
prudencia y sagacidad del
propio líder.
v) Que te conozcan alguna
debilidad. El comportamiento
derivado de las pautas
anteriores crea una imagen
incómoda y nada amable que
por algún sitio el seguidor
necesita ver rota. Es necesario
algún pequeño desliz que
"humanice" la figura, que la
haga algo más próxima. A
veces se trata de que nuestro
líder pierde habitualmente la
compostura y grita cuando va
al fútbol; otra veces tiene una
pequeña manía absurda —
como comer caramelos de
eucalipto— sin lo cual no
puede iniciar ninguna junta...
IX El líder y el hombre.
El apartado anterior puede
haber producido en algunos
lectores una cierta repugnancia.
Es lógico que en un hombre
normal, equilibrado, con dosis de
ambición no exageradas y con
actitudes honestas, toda esta
serie de mecanismos para
ganarse la identificación del
seguidor, es decir para alcanzar
el liderazgo, suenen a
manipulación, a instru-
 APRENDA A SER LÍDER
mentalización intolerable de las
situaciones.
En algunos puede haberse
producido incluso un juicio de
total incompatibilidad entre la
práctica de tales "técnicas" y la
corrección ética. Esta reacción ha
sido muy común en la historia de
los últimos cuatro siglos al
enjuiciar muchos de los estudios
publicados sobre estas
cuestiones; la palabra
maquiavelismo, por ejemplo, ha
venido, a ser sinónimo de
inmoralidad y de actitudes
satánicas.
Desgraciadamente los ataques
que se merece la obra de
Maquiavelo y de sus seguidores
se han conducido a veces en
forma indebida y en algunos
casos hasta contraproducentes.
En el siglo XVII Lucchesini
escribió un "Tratado de las
tonterías descubiertas en las
obras de Maquiavelo" que se
volvió cruelmente contra su autor
pues los libreros, para abreviar,
la llamaron sencillamente "Las
Tonterías de Lucchesini".
Pero con independencia de la
mejor o peor fortuna de tales
ataques hemos de convenir que,
sin mengua de lo que pueda tener
como análisis del liderazgo, "El
Príncipe" es inaceptable por ideas
intrínsecamente malas, que han
demostrado además que
conducen a la tiranía. El que
hayamos hecho aquí algunas
citas ocasionales quiere
simplemente recoger, junto a
147
muchas otras fuentes que hemos
utilizado, aquello que ésta puede
tener de aceptables inferencias
sobre la relación "líder-seguidor"
y el proceso psicológico, nada
simple que la sustenta.
Hemos de aceptar como natural
y aún de una elevada calidad
ética que quien piensa que su
juicio es mejor que el de quienes,
con menor categoría manejan mal
las riendas del poder, busque,
hasta abnegadamente, hacerse
con ellas; lograr el poder para
acabar así con gestiones
mediocres, o incluso con
finalidades menos rectas; para
barrer aquellas personas que se
aferran al cargo para servirse de
é1 y no para hacer cosas por los
demás desde y con el cargo. Y si
una de las formas nobles de
conducir desde el cargo una
organización es el liderazgo, es
legítimo buscarlo.
Por otra parte es de
observación cotidiana que las
recomendaciones anteriores
funcionan. Y no es menos cierto
que algunas de ellas es fácil
encontrarlas en personas de
ejemplares valores éticos.
Pero ¿son todas aceptables? o
¿de dónde nace la prevención que
puede generar su lectura?.
Nuestra opinión es que hay de
por medio una cuestión de
autenticidad: Si estas
recomendaciones funcionan es
porque el seguidor adivina a
través de ellas un determinado
tipo de hombre, ese tipo de
hombre del que se fía. Ma-
148 MERCVRIO PERVANO
nejarlas como simple técnica, sin
fomentar al mismo tiempo el con-
tenido humano que significan, es
un fraude. Y entonces no son me-
dios éticos.
El gusto por lo relevante, la no
afectación, la apariencia austera,
la compostura, están apuntando
a un hombre de innato señorío.
Una cierta liturgia; un no tener
afectos; un aplicarse a la mejor
capacidad propia, a la mejor
prenda, buscando en ella la
excelencia de primero; un no
consultar excesivamente y un
mostrar incomprensibilidades de
caudal, perfilan un hombre
seguro de sí mismo y capaz:
distante, ciertamente, pero por
ello mismo con donaire, con
desenfado, cualidades que, como
dice Gracián, "son la perfección
de la misma perfección e indican
que hay otro mundo que
gobernar". Y el tanteo de la suerte
y el buscar empeños plausibles y
la fijación de metas próximas y
alcanzables y la exhibición de
laboriosidad y el manejo de la
ambigüedad suenan a prudencia
a sentido práctico y a entrega.
(34) Gracián, B. op. cit.
Y con el gusto relevante se nos
conecta también la grandeza de
ánimo.
Todo lo cual nos regresa a aquella
característica básica de afecto al de
abajo, competencia y magnanimidad
de que ya hemos hablado.
El seguidor realmente anda
buscando, detrás del líder que
halla brillante, al hombre que
dice —y persigue— cosas serias,
al hombre cabal. Y tras la imagen
de confianza en sí mismo que el
líder irradia, el seguidor piensa
en el hombre de valor, de valor
físico y, sobre todo de valor
moral. Y cuando el líder busca el
afecto del seguidor, de una u otra
forma recibe de éste la respuesta,
implícita en tantas actitudes, de
que el mejor filtro para ser amado
es amar.
A ese gran estudioso del
liderazgo que fue Gracián (34) se
le apareció clara esa construcción
del hombre cuya grandeza "no
puede fundarse sino en Dios, que
lo es todo", porque ser líder del
mundo "poco o nada es; serlo del
cielo, es mucho". Es el todo,
añadiríamos nosotros.
 La Ética Profesional como Disciplina Académica
de la Comunicación Social
1. Uno de los derroteros de la
comunicación social en nuestros
días es el de su reconocimiento
académico por parte de las
universidades. Y tenía que ser
así, pues la universidad no podía
pasar indiferente ante una
profesión que se fundamenta en
la socialidad del hombre, a
través de la comunicación.
2. La comunicación social no
es otra cosa que el vínculo actual
de la común unidad que señala
el fin racional, en otras palabras,
es la que logra que la comunidad
se torne en sociedad, gracias a la
aprehensión del fin racional.
Aquí es importante detenernos
un poco: cuando hablamos de
comunidad estamos haciendo
alusión a la común unidad entre
varios seres, a la unión de vida y
de destino que surge de la
naturaleza, o de una derivación
de ésta, ligando íntimamente a
los individuos entre sí. El
concepto sociedad, en cambio, es
más elaborado, pues aparece el
Francisco Herrera Jaramillo
fin racional como punto de unión:
reunión estable de hombres que
se unen para realizar un fin
racional, siendo, por tanto, un
conjunto de voluntades que
adhieren a una idea directriz,
constituyendo una entidad
orgánica en constante cambio,
pero permaneciendo en su mismo
ser.
3. El ejercer cualquier profe-
sión es una actitud ética, ya que
recae sobre algo referente a los
actos humanos. Ahora bien, el ac-
to humano tiene dos grandes ele-
mentos: el cognoscitivo y el voli-
tivo, y un efecto natural: la res-
ponsabilidad.
a) Elemento cognoscitivo: La
racionalidad tiene tres
facultades: inteligencia, memoria
y voluntad. Por medio de la
inteligencia el hombre conoce (al
paso que la memoria reconoce). El
acto humano se caracteriza
porque el sujeto sabe lo que va a
hacer, es decir, está
advertido. Conoce sus
150 MERCVRIO PERVANO

consecuencias, sus calidades, necesario connotar el significado

sus modalidades y la maldad o de tal palabra. Erróneamente se
bondad del acto que pretende ha entendido por libertad la sim-
realizar. Es la representación ple locomoción, y en ese orden
mental del acto, la proyección de ideas llegaríamos al absurdo
intelectual de sus de predicarle la libertad a un
características. caballo, por ejemplo. Y el error
iría más allá: si el irracional
b) Elemento volitivo: No fuese libre, por el hecho de no
basta con conocer el acto, hace tener coaccionada su
falta apetecerlo. Es la facultad locomoción, tendríamos que
de querer realizar dicho acto, afirmar que es moralmente
porque lo vemos conveniente y responsable, y esto es un
acorde con nuestro modo de ser. contrasentido lógico, ontológico y
Aquí radica la libertad, pues, moral. La verdadera libertad es
como dijo Locke arguyendo exclusiva de la persona. Es fruto
contra Filmer—, ésta es la de la racionalidad. Ya hemos
facultad de obrar con conciencia afirmado que la libertad es la
y apetencia de las finalidades. facultad de obrar con conciencia
Los nominalistas de la Edad y apetencia de las finalidades.
Media cayeron en un craso error: Porque el hombre puede
creer que la razón y voluntad trascender el espacio con su
pueden entrar en conflicto, lo pensamiento, y prever una
cual contradice la unidad del finalidad, puede actuar libre-
acto humano. La voluntad es mente, y como es obvio dicha fa-
una parte de la razón, es el cultad debe estar regulada por
apetito racional —que regula el una norma racional que lo hace
apetito sensitivo, porque lo responsable: por que conozco y
supera— y, por lo tanto, es quiero, actúo libremente. Y
imposible que la especie porque mi acto es libre, soy
contradiga al género. Lo que sí, necesariamente, responsable. De
observamos es la contradicción ahí que el máximo ejercicio de la
que se presenta entre el apetito libertad es el compromiso.
sensitivo y el apetito racional, Ontológicamente está
cuestión en extremo diferente. incapacitado para obligarse
quien no es libre, y aquí vemos
c) El porqué el acto humano
la dimensión liberadora de la
es moralmente responsable: Si
obligación —manifestación plena
examinamos la naturaleza del
de la trascendencia racional—.
acto humano, encontraremos
fácilmente la respuesta a la La responsabilidad no
inquietud que algunos se significa castigo, el aspecto
plantean: ¿por qué somos negativo con el cual se
responsables? Por la libertad que entorpece la misión liberadora
acompaña a nuestros actos de la obligación. Responsa-
humanos. La libertad es la base bilidad significa, ante todo,
de la responsabilidad. Por ello es responder libremente por el acto
 LA ÉTICA PROFESIONAL COMO DISCIPLINA ACADEMICA...
libre. Cuando decimos que
respondemos libremente, no
insinuamos que sea a nuestro
capricho, pues ello sería lo
opuesto a responsabilidad —es
decir, irresponsablemente—, sino
con conciencia de la finalidad
legítima que engendra todo acto
libre. Responsable, pues, designa
la unidad racional de inteligencia
(que previó), memoria (que
reconoció) y voluntad (que
apeteció). Responder implica una
explicación del proceso que
conozco, lo cual me enaltece
como persona.
Repetimos: ser responsable no
es sinónimo de castigo. Otra cosa
diferente es que la
responsabilidad es el fundamento
del premio o castigo de un acto
humano. La relación es la
siguiente: el acto humano es
libre. Por ser libre es respon-
sable. Por ser responsable merece
premio o castigo. La libertad,
pues, es el quid del asunto. La
responsabilidad es el fundamento
de una obra de justicia que recae
sobre la humanidad libre.
4. Ética profesional. Antes de
definir lo que es la ética profesio-
nal, es conveniente examinar lo
que connota una profesión, la
cual, por esencia, supone una
actitud moral con proyección
moralizante.
La palabra oficio se deriva, se-
gún Isidoro De Sevilla, del verbo
efficere, y se dice officium en vez
(1) TOMÁS DE AQUINO, II-II, q. 183. a. 3.
(2) Ibidem, II-II, q. 183. a. 1.
(3) Ibidem, II-II, q. 183. a. 2.
(4) Ibidem, Contra Gentiles, III, 34.
151
de efficium por eufonía. Y puesto
que el obrar (efficere) se refiere a la
acción, los oficios se distinguen por
sus actos (1).
La diversidad material de los
actos humanos es infinita. Por
eso no se distinguen los oficios
atendiendo a ella, sino
atendiendo a la diversidad
formal, que se toma de las
distintas especies de los actos (2).
"La eficiencia, de donde, como
se ha dicho, se deriva el nombre
de oficio, implica una acción que
tiende a un término distinto del
sujeto. Por tanto, los oficios pro-
piamente se distinguen por actos
relativos a los demás. En este
sentido se dice que el doctor o el
juez desempeñan un oficio. Por
eso dice Isidoro que el oficio
consiste en hacer lo que a nadie
daña y a todos es útil" (3).
"Como hay muchas cosas nece-
sarias para la vida de un hombre
que uno no puede obtener por sí
mismo, es preciso que las cosas
diversas sean hechas por
distintos hombres; por ejemplo,
que unos sean agricultores, otros
constructores, y así en otros
casos. Y como la vida de los
hombres no sólo necesita las
cosas corporales, sino
principalmente las espirituales,
es preciso también que algunos
se dediquen a las cosas
espirituales en beneficio de los
demás" (4).
152 MERCVRIO PERVANO
Por lo dicho, cabe pensar que
la profesión consiste en profesar
un oficio, o en otras palabras, la
profesión implica la actividad pro-
pia al servicio de los demás, por
vocación o por propia elección (5),
—Actividad propia: El oficio o
profesión requiere siempre, indis-
pensablemente —nos dice Royo
Marín—, la propia actividad. El
dueño de un campo que jamás lo
cultiva por sí mismo no puede
llamarse propiamente agricultor,
aunque sea su propietario. De
donde se deduce —como corolario
inevitable— que la profesión de
"propietario" no existe (aunque a
veces se alegue como tal) y que,
si los ricos no hacen nada, "ocu-
pan un lugar en balde y no se
justifica su presencia en la socie-
dad" (6).
—Al servicio de los demás: Es el
segundo elemento esencial de la
profesión. Se trata siempre de
una actividad de carácter social.
La profesión supone una
sociedad organizada, dentro de la
cual los distintos trabajos y
quehaceres se distribuyen entre
los hombres para lograr entre
todos el bien común de la
sociedad, o sea, la satisfacción de
todas sus necesidades y el
bienestar general.
"Esta función social de la pro-
fesión no impide, sin embargo,
que se atienda también al bien
(5) A. ROYO MARIN, Moral fundamental y especial (Madrid, BAC, 1979), p. 725.
(6) Ibídem, pág. 726.
(7) Ibídem.
particular del que la ejerce, per-
fectamente compatible con el bien
común. Ordinariamente, el bien
particular es el lucro honesto, o
sea, el necesario para proporcio-
narse los medios de subsistencia
para sí y sus familiares confiados
a su custodia (hijos pequeños,
etc.), pero cabe también una fina-
lidad particular perfectamente al-
truista y desinteresada— como
sería, v. gr., el arte, la cultura, el
progreso de las ciencias, etc." (7)
—Por vocación o por propia
elección: Estamos ante la libertad
de la persona humana para
determinar el quehacer propio.
José Todoli nos manifiesta
magistralmente, el asunto que
nos ocupa: "El problema
fundamental de la profesión es la
vocación. Toda la psicología
actual, la psicotécnica en su
capítulo más trascendente, está
orientada a descubrir la vocación
de un individuo para llegar a una
profesión idónea o, si fuera
posible, a su verdadera y
auténtica profesión, en la que
pusiera en juego todas sus
posibilidades y sus más
profundos afectos. Este capítulo
lo lleva a cabo la psicología,
tratando de descubrir las
inclinaciones naturales del indivi-
duo. La vocación, en último tér-
mino, no es más que una inclina-
ción natural a un trabajo deter-
minado. Descubrir por todos los
medios esa inclinación es la tarea
de la orientación profesional.
 LA ÉTICA PROFESIONAL COMO DISCIPLINA ACADEMICA...
-Pero esta inclinación natural
no puede confundirse nunca con
el interés que el sujeto pueda
presentar en determinados
momentos y circunstancias. Este
es un concepto bastardo de la
vocación. De aquí que la recta
intención, unida al atractivo
natural, constituya el elemento
fundamental psicológico de la
vocación.
"Pero no basta. El psicólogo
deduce la vocación del individuo
a una profesión determinada por
sus aptitudes para realizarla (...)
A la vocación hay que añadirle
en el orden psicológico, la
aptitud. Y así, la recta intención,
el atractivo y la idoneidad son los
elementos constitutivos de la
vocación, que es, a su vez, la
base psicológica de la profesión.
"Por desgracia, la profesión no
siempre coincide en el objeto con
la vocación. Esto constituirá
siempre un desequilibrio
psicológico en el sujeto y una
fuente de malestar en él y de
perjuicios para la empresa. Por
el contrario, cuando la profesión
coincida con la vocación, ésta
será la fuente de las mejores
creaciones" (8).
5. El trabajo: objeto de la pro-
fesión. El ser humano es trabaja-
dor por naturaleza en virtud de
su racionalidad —que le
representa la necesidad de
laborar y de su aspecto
netamente volitivo (racio-
(8) J. TODOLI, Moral profesional (Madrid, 1954), págs. 6 y ss.
(9) Vide J. HERVADA, Diálogos sobre el amor y el matrimonio (Pamplona, EUNSA,
1974), págs. 22 y ss.
(10) J. LOCKE, Ensayo sobre el gobierno civil, Cap. IV, Nº 21.
153
nal, también), el cual apetece la
coordinación transformadora. El
hombre se personaliza a través
del trabajo, he ahí su dimensión
ontológica. Poco se ha entendido
esto, y en el lenguaje vulgar se
asimila el trabajo a la dificultad,
al cansancio, a una actitud
resignada ante la cual es un mal
menor ceder.
No es digno quien no trabaja.
La dignidad humana se funda ne-
cesariamente en la actividad per-
sonalizada del individuo de la es-
pecie humana: toda actividad
legítima que realice el hombre es
un trabajo. Como se desprende
de la lectura de un buen libro del
profesor catalán Javier Hervada
(9), hasta el manifestar amor es,
no nos quepa la menor duda,
trabajo. No todo ejercicio
intelectual o manual es trabajo,
pues si la actividad no
perfecciona, impide la formación
del trabajo. En otras palabras: la
actividad humana legítima, sin
excepción, es trabajo. La torpe ta-
rea será movimiento distorsiona-
do, pero nunca trabajo. Aquel que
sin orden alguna hace cosas —
intelectuales o manuales— no
trabaja, tan solo se mueve.
Sabemos que el trabajo es un
ente personalísimo, como lo
señala acertadamente el
padre del liberalismo
filosófico John Locke (l0), que
ordena las partes que aborda
 154
—logrando, a veces, la transfor-
mación— y hace que el hombre
manifieste su señorío sobre las
entidades de su entorno.
Podemos definir el trabajo como
el movimiento perfeccionador que
el hombre imprime a las cosas
corporales e incorporales para
realizarce como persona.
Es un movimiento, esto es, el
paso de la potencia al acto,
según lo esbozó el Estagirita
(11). La potencia es la
disposición material apta para
ser informada. Y el acto nos
indica la realidad desplegada. El
movimiento supone la
actualización y exige la
presencia de cosas potenciales
dispuestas para recibir la acción
(que puede ser la humana), con
el fin de manifestarse de forma
perfeccionada en la realidad.
Perfeccionador: Como lo
habíamos anotado, no todo
movimiento es trabajo. Se
requiere algo más: que sea
perfeccionador, es decir, que
logre que la cosa participe más
intensamente del Ser (Acto Puro
y Perfección Absoluta). Per-
fección viene del término latino
perfectio, que significa "efectua-
ción" o "devenimiento",
acabado, en otras palabras:
realizado. El hombre y las cosas
laboradas por él poseen sólo
perfección por participación,
dentro del espacio que le
permite su esencia. Como anota
(11) ARISTÓTELES, Metafísica, Libro XI, cap. 9.
(12) W. BRUGGER, Diccionario de Filosofía (Barcelona, Herder, 1978), pág. 399.
(13) ARISTÓTELES, Of cit., libro V, cap. 24.
(14) TOMÁS DE AQUINO, I. q. 2. a. 3.
(15) F. SUAREZ, Disputaciones metafísicas, Disp. II, Sec. 4, Nº 6.
MERCVRIO PERVANO
Brugger, "en sentido
preferentísimo atribuimos
perfección al estado final en el
que están realizadas todas las
posibilidades de un ente, en el
que, por lo tanto, éste ha al-
canzado el fin o ideal a é1
señalado" (12).
Que el hombre imprime: El Ser
es motor inmóvil, según la
sentencia de Aristóteles (13). El
ser humano, que es por
participación (14), será también
motor, en canto es movido por
otro. El hombre, que es animal
racional, imprime el movimiento
perfeccionador, pues es el único
animal que en virtud de su
racionalidad logra captar las
finalidades, gracias a su libertad,
pues no en vano ésta es la fa-
cultad de obrar —lo repetimos—
con conciencia de las finalidades,
motivo por el cual decimos que el
trabajo es un elemento liberador
del hombre. Por carecer de
libertad, los demás animales no
trabajan: son movidos sin su
aporte único por la naturaleza:
están determinados, al paso que
el hombre apela a su libertad
para transformar la escala de
elementos que le brinda la
naturaleza.
A las cosas corporales e incor-
porales: El movimiento perfeccio-
nario del hombre recae sobre las
cosas. Por cosa entendemos el
ente en cuanto tiene esencia real
(15), y su noción puede dividirse
 LA ÉTICA PROFESIONAL COMO DISCIPLINA ACADEMICA...
en dos: corporal o incorporal, se-
gún tenga o no la posibilidad de
aprehensión sensorial. El trabajo
intelectual, por ejemplo, puede re-
caer sobre las cosas corporales
que el hombre con su entendi-
miento ordena para lograr deter-
minado efecto formal, o puede
versar exclusivamente sobre cosas
incorporales, v. gr., el ideólogo
que compara los conceptos exis-
tentes de la realidad política para
derivar una forma mixta de go-
bierno.
Para realizarse como persona:
Como sabemos, por persona la fi-
losofía ha entendido con Boecio la
sustancia individual de naturaleza
racional (16). En otras palabras,
la noción de persona, como dice
Hervada, hace referencia a un ser,
que es tan intensamente ser, que
domina su propio ser (17), a
quien es por si, dueño de sí. El
trabajo personaliza al hombre en
cuanto lo capacita para
dominarse a si mismo, y, por
ende, a todas las cosas, siempre y
cuando no afecte a su semejante.
El trabajo es un medio necesario
—nunca contingente— para la
personalización —acto de ser de
la persona—del individuo
humano. Quien no trabaja en
absoluto, subsiste, pero no se
personaliza. Vive, más no convive.
6. Definición y elementos de la
ética personal. Podemos aproxi-
(16) BOECIO, De duabus naturis et persona Christi, capítulo Ill.
(17) J HERVADA, Introducción crítica al derecho natural. (Pamplona, EUNSA, 1986),
pág. 116.
155
marnos, en primera instancia, a
la ética profesional, manifestando
que es una posición intermedia
entre la ética social y la ética in-
dividual, ya que es la que dirige
al individuo hacia el bien común
a través del trabajo que se pro-
fesa.
La ética profesional es aquella
parte de la ética que regula al in-
dividuo en su trabajo profesional,
dirigiéndolo al bien común, de
acuerdo con los principios de la
prudencia.
a) Es una parte de la ética: No
hay que olvidar que el ejercicio
de la profesión es una actitud éti-
ca, esto es, una labor coordinada
que se dirige al bien. No es lícito
buscar el bienestar privado a tra-
vés de la profesión, siempre y
cuando no afecte el interés gene-
ral. La tarea profesional supone
libertad y por ende hay, necesa-
riamente, responsabilidad.
b) Que regula al individuo en
su trabajo profesional: La ética
profesional va a buscar al hom-
bre, como único e irrepetible, en
su actividad personalizante: en
el trabajo que ha asumido
libremente como profesión. ¿Por
qué ha de regular al individuo
en su profesión? Para hacer
realidad la función social de la
persona humana en sus oficios,
partiendo de la común unidad
racional que tiene, por un lado,
y de su condición de
156 MERCVRIO PERVANO
único e irrepetible, por otro. La
ética profesional garantiza que el
ser humano no se torne en una
pieza aislada de la sociedad y
que no caiga en el otro extremo:
masificarse.
c) Dirigiéndose al bien común:
Este es el punto donde la ética
profesional establece un lazo de
conexión entre la ética individual
y la ética social Parte del supues-
to singular: se regula a un hom-
bre que es único e irrepetible, pe-
ro lo dirige hacia la comunidad,
esto es, encamina los esfuerzos
individuales, de acuerdo con las
peculiaridades de cada cual,
hacia la común unidad en el
bienestar. El que asume una
profesión debe buscar el bien
común, pero no interpretado
como algo ajeno al trabajador,
sino, por el contrario, como un
todo que enmarca su propio
bienestar. El bien común es
finalidad legítima de toda activi-
dad profesional.
d) De acuerdo con los princi-
pios de la prudencia: Como el ser
humano es racional y libre debe
regirse por las normas de la pru-
dencia, que son objetivas, así la
ejecución particular sea
subjetiva. La prudencia es una
virtud —hábito operativo
bueno— intelectual, plasmada de
recta razón para dirigir al hombre
de acuerdo con la bondad del
acto humano.
La prudencia no sólo establece
los enunciados de la ley natural,
sino que promulga principios éti-
(18) G. DEL VECCHIO, Filosofía del Derecho (Barcelona, Bosch. 1980), pág 320 y ss.
cos conocidos por la recta razón,
tales como el del voluntario indi-
recto, el mal menor, el de totali-
dad, el de la guarda del secreto
profesional, el respeto a la cláu-
sula de conciencia y otros que
son de aplicación diaria en la
ética profesional.
Como conclusión tenemos que
la ética profesional es la garantía
de la personalización del
hombre. Lo llama al crecimiento
por medio del ejercicio
prudencial que dirige hacia la
perfección individual y social,
dentro del concepto universal de
bien común. La profesión es un
oficio que se profesa libremente
de acuerdo con una vocación
especialísima, conveniente a la
armonía social. Se encausa la
libertad. Hablamos de libertad,
he ahí el punto más importante
de la ética profesional. En aras
de la libertad, por ejemplo, se
establece la inviolabilidad de la
conciencia dentro del ejercicio
profesional. La integridad de la
decisión ideológica que el hom-
bre hace es inviolable, y esto se
traduce en la cláusula de
conciencia, por ejemplo.
7. El derecho a la información
manifestación ética. Como lo
anotó el máximo ius filósofo del
presente siglo, Jorge Del
Vecchio, el derecho no está
separado de la ética, puesto que
recae sobre los actos humanos y
se fundamenta en un deber, el
cual tiene por esencia
connotación ética (18). Por falta
 LA ÉTICA PROFESIONAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA...
conocimiento de la ética y de su
corolario jurídico a veces el
informador hace apología del
delito y logra que las gentes se
connaturalicen con el absurdo.
Así no puede haber democracia,
y sin democracia es difícil que
haya paz social a nivel
autárquico en el sentir del
común. La sutileza de J. S. Mill
nos saca de un error frecuente:
creemos que la ética en la de-
mocracia consiste en la simple
elección. Es cierto que toda
democracia supone el sufragio,
pero no se limita a él. Ante todo,
la democracia es particular
concepción y comunal decisión,
participación y discusión. Y para
lograr los elementos anteriores
es básico un derecho humano: la
información.
7.1. Definición descriptiva del
derecho a la información.: Por tal
entendemos el derecho humano
originario y derivado que tiene to-
da persona a ser informada de la
verdad con el fin de poder juzgar
por sí misma sobre la realidad.
Discurramos sobre cada una
de las partes de esta definición,
desde una óptica ius filosófica,
dando como resultado la
aprehensión de uno de los
derechos inalienables de la
persona.
a) Derecho humano: es derecho
humano (natural, fundamental o
racional, no importa la denomi-
nación, sino su esencia) aquel
que nos es debido por título natu
(19) J. HERVADA, Introducción crítica al derecho natural, ob cit., pág. 92.
157
ral, en nuestro caso, la
naturaleza humana (esencia del
hombre como principio de
operación) y cuya medida (el
ajustamiento entre lo debido y lo
dado) es natural, no positiva (el
alcance de la información veraz
viene determinado, no por el
invento cultural del hombre, sino
por la naturaleza de las cosas,
en nuestro caso, la verdad).
b) Originario: Como advierte
Hervada (19), el derecho natural
puede ser originario o
subsiguiente. Será lo primero si
es una manifestación directa de
la esencia humana, y será
subsiguiente cuando emana de
una situación cultural creada
por el hombre, pero como reflejo
de la naturaleza humana. Como
el hombre está abierto
naturalmente al conocimiento, y
apetece innatamente la verdad,
es obvio que el derecho a la
información es un derecho na-
tural —o humano— originario.
c) Derivado: A su vez, los
derechos naturales originarios se
subdividen en primarios y en
derivados. Cuando el bien debido
representa un elemento propio
de nuestra naturaleza —vida,
salud, libertad, integridad física,
etc.— es un derecho natural
originario. Pero cuando el bien
debido —en nuestro caso, la
información— constituye un
medio auxiliar para nuestra
naturaleza racional, será un
derecho natural originario
derivado.
 158 MERCVRIO PERVANO
d) Que tiene toda persona a
ser informada: como el ser
humano está abierto al
conocimiento, y no descansa
hasta encontrar la verdad —que
lo libera—, es una necesidad
espiritual que nuestra especie,
sin excepción, acuda a la
información de lo que acontece
con los semejantes, para poder,
con base en la información, corre-
gir lo corregible o perseverar en
los logros y marcar su pauta de
progreso, pues el ser humano tie-
ne la obligación de crecer.
A nadie se le puede negar el de-
recho a la información, pues ello
no sólo lo degrada como persona,
sino que lo aliena de forma fatal,
con la consecuente decadencia
personal y social. Todo hombre es
titular, por el mero hecho de ser-
lo, a la información, ya que tiene
el deber de participar en la vida
social, la cual cuenta con su par-
ticular cuota de análisis informa-
tivo.
e) De la verdad: este es el ele-
mento objetivo por excelencia, ya
que consiste, no en la interpreta-
ción, sino en la adecuación de lo
que se piensa (en nuestro caso,
de lo que se informa) con lo que
es. El ser da legitimidad a la
información. El sujeto del
derecho a la información, con la
posesión de la verdad informada,
puede llegar a un estado
psicológico recomendable: la
certeza, que consiste en un
estado de la mente que se adhiere
firmemente, y sin ninguna vacila-
ción, a una verdad (a veces llega-
rá a la evidencia, cuando la reali-
dad se presenta como inequívoca
y claramente dada, esto es, la vi-
vencia de la certeza).
f) Con el fin de poder juzgar
por sí misma sobre la realidad:
cuando el hombre capta la reali-
dad —aquello que es percibido
por el entendimiento, pero que
es independiente de nuestro
pensar—, no se limita a
depositar esa información en su
intelecto, sino que luego actúa,
esto es, juzga —analítica o
sintéticamente. Aparece también
algo que es motor del progreso
ideológico: la opinión personal,
cuando con base en la
información objetiva que se nos
debe, nuestra mente asiente a
una de las afirmaciones que sur-
gen como disyuntivas, pero con
la duda de que nuestra posición
adoptada sea la correcta. Lo que
nos mueve a opinar es la
elección de la voluntad que le
inclina hacia una parte más que
hacia la otra.
7.2. Fundamento del derecho a
la información: ¿Por qué se nos
debe la información? ¿En qué se
asienta el deber de los
informadores de darnos la
noción objetiva de la realidad?
En dos inclinaciones naturales
del hombre y en la presencia de
un factor trascendente: el deber
de informar, por un lado, y de
informarnos, de otro. Veamos
estos supuestos doctrinales:
a) Inclinación natural a comu-
nicarnos: El hombre es esencial-
mente comunicativo, por lo tanto
 LA ÉTICA PROFESIONAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA...
crece, esto es, se perfecciona, con
base en la comunicación de sus
naturalezas capaces de abstraer.
Los animales también se comuni-
can, pero no trascienden en la
comunicación, por falta de
raciocinio: de ahí que no han
progresado. Los hombres
tenemos la capacidad natural de
comunicar nuestras
actualizaciones discursivas, base
del crecimiento, escapando, con
la gracia del pensar, a las di-
mensiones espacio-temporales,
así la realización de nuestra
abstracción se limite al tiempo y
al espacio.
El amor es la manifestación
primaria de la comunicación en-
tre los seres humanos. Luego vie-
ne la expresión de todos sus deri-
vados, para dar significación con-
ceptual a nuestro pensamiento, y
ello no es otra cosa que la pala-
bra. Esta es una manifestación
cultural, pero se deriva directa-
mente de la natural tendencia a
la comunicación del ser humano.
b) Inclinación al conocimiento:
El hombre no es un sujeto pasivo
dentro de la naturaleza. Está
abierto al conocimiento, el cual
es la representación intencional
del objeto conocido en el sujeto
que conoce, con el fin de
asimilarlo, bien para amarlo, bien
para transformarlo, bien para
dominarlo. El hombre tiene
necesidad natural de conocer:
está abierto a la información.
c) Deber de informar y de infor-
marnos : El deber de informar, en
159
algunos casos —la mayoría es
delegable a unos especialistas,
más el deber de informarnos es
una obligación moral (que se tra-
duce en un derecho) irrenuncia-
ble, pues nuestra apertura al co-
nocimiento y la connatural comu-
nicabilidad nos retienen en este
deber moral de poner los medios
para crecer.
7.3. Limites del derecho a la in-
formación: Como todo derecho,
tiene unos límites impuestos por
la naturaleza del bien común. No
hay derechos absolutos, por una
sencilla razón : si el sujeto de de-
recho es limitado y, además, fini-
to y contingente, es apenas lógico
que el objeto dominado —la res
iusta, esto es, el derecho mismo—
sea también limitado, pues lo re-
lativo no podría dominar lo ab-
soluto, ni lo contingente a lo ne-
cesario, ni lo finito a lo infinito.
Como el sujeto del derecho a la
información es social (lo que
comporta unos deberes que con-
trolan sus pretensiones
individuales) se exige que el
objeto jurídico protegido, la
información, sea igualmente
social, para que no se rompa la
armonía entre sujeto y objeto.
El derecho a la información es-
tá limitado por el orden público,
las buenas costumbres y,
además, por la presencia de los
demás derechos inalienables de
la persona.
a) Orden Público: esta noción
del derecho público tiene que ex-
plicarse con mayor profundidad.
 160
Erróneamente se le ha venido
confundiendo con el manteni-
miento del sistema. No, el orden
público es aquel que surge del
goce efectivo del bien común, y
tiene como requisitos la
tranquilidad, la salubridad, la
seguridad y la moralidad
públicas. Una información que
altere el orden público (no
entendido, repetimos, como la
supervivencia de un sistema
económico-político vigente, como
han pretendido algunos) no es
debida, por lo tanto no puede ser
exigida.
b) Buenas costumbres: La ética
es la ciencia llamada a definirnos
lo que son las buenas
costumbres, pues su origen es la
regulación del ethos hacia la
perfección (bien) debida. La
buena costumbre es la repetición
constante y uniforme de actos
coordinados hacia la perfección
social. Lo que vulnere esto, no es
debido, ya que no existe derecho
a la imperfección, lo que
implicaría el absurdo de una pre-
tensión fundada en el no ser (la
imperfección, o sea, el no ser de
la perfección).
e) Por la presencia de los de-
más derechos inalienables de la
persona: Como señala Kant, la
persona es fin en sí misma (20).
Luego no puede jamás ser ins-
trumentalizada por los demás, no
puede ser cosificada. Hay una es-
fera personalísima, invulnerable,
(20) I. KANT, Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Madrid, 1974, págs. 446 y
ss
MERCVRIO PERVANO
que no puede ser alterada en el
supuesto de un derecho a la
información. Sobre esa intimidad
personal, que es la auto
contemplación del ser humano,
manifestación de su dominio
sobre sí, nada puede hacer el
informador ante la opinión
pública. Si sabemos que esa
persona esconde algo, que atenta
contra el orden público, es
diferente: pues está guardando
algo que es del legítimo interés
general, por afectar el bien
común. Más no todo lo que
concierne a un hombre público
puede ser informado, tan sólo lo
referente a su función pública,
pero no lo que es inherente a su
intimidad.
El derecho a la información no
puede lesionar, por ejemplo, el
derecho al honor, ni poner en
peligro el derecho a la vida, ni
reducir el derecho a la buena
fama, pues el informador no tiene
título jurídico para ello, ya que
ningún derecho puede vulnerar
un deber equivalente.
Corolario: Derecho de informa-
ción: Así como existe un derecho a
la información, también hállamos
el derecho de información pública,
cuyos titulares son los que tienen
la profesión de comunicar al
público lo que, natural-mente,
interesa al bien común. Este
derecho descansa sobre el deber
que tienen los especialistas de
informar. Deber que le ha indicado,
 LA ÉTICA PROFESIONAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA...
bajo imposición —justificada por
el título jurídico del derecho a la
información y por el bien co-
mún—, la sociedad civil. Es una
delegación que hacen los
ciudadanos a unos profesionales,
en virtud de la idoneidad, factor
que hace más perfecta la
información debida.
La ética, esa ciencia que estudia
los actos contingentes de los hom-
bres de acuerdo con principios ne-
cesarios, no debe ser factor ajeno a
ninguna disciplina académica-
161
profesional, ya que toda labor or-
ganizada es, por naturaleza,
ética. La Universidad es
consciente de su misión formativa
en los valores más encumbrados
de la ética, por ello tenía gran
razón el pedagogo colombiano
Agustín Nieto Caballero, cuando
insistía en formar antes que
instruir. La Universidad no puede
limitarse a capacitar para un
oficio, sino que debe, con
antelación, inspirar al educando
en las perennes metas filosóficas
de todo oficio, para lograr así la
armonía social.
 Trece Argumentos en Favor de la Vida (*)
En la consideración de la mo-
ralidad e inmoralidad del aborto
debe tenerse en cuenta que en
este tema —como en muchos
otros que son decisivos para el
fenómeno humano— entran en
conflicto dos perspectivas éticas
radicales.
Los partidarios de la legaliza-
ción del aborto suelen adoptar
como punto de vista lo que
puede llamarse ética de las
consecuencias, respondiendo a
esta pregunta: si se legaliza el
aborto ¿las consecuencias serán
mejores o peores que las que se
obtienen con el aborto ilegal? Se
alegan así las beneficiosas
consecuencias en el orden de la
higiene, al evitar la
clandestinidad; la disminución
del número de abortos, cuando
la presunta madre tenga la
oportunidad, sin sigilos ni
vergüenzas, de ser juiciosamente
aconsejada, etc.
Quienes se oponen, en cambio,
a la legalización del aborto adop-
(*) Artículo de la prestigiosa Revista ITSMO Nº 162, Ene. 1986, México.
Carlos Llano Cifuentes
tan comúnmente la perspectiva
que puede denominarse ética de
los principios. Se adopta como
punto de partida el principio del
respeto a la vida humana. Y en-
tonces la pregunta que debe res-
ponderse es la siguiente: el fruto
inmediato de la concepción ¿es
un ser humano?. Ante la
respuesta a esta pregunta, el
análisis de las consecuencias —
buenas o malas— resulta
secundario. Pues —adoptado el
principio del respeto a la vida
humana— nadie analizaría la
cuestión de si prescindir en este
momento de la mitad de la
humanidad, o de los ancianos, o
de los débiles mentales,
acarrearía buenas o malas conse-
cuencias sobre el resto de los que
quedarían con vida. Si se admite
el principio del respeto a la vida
humana la cuestión se centrará,
como dijimos, en saber si el em-
brión es vida humana, y si hay
otros principios de más valor que
el de la vida del embrión, en nom-
 164 MERCVRIO PERVANO
bre de los cuales pueda
practicarse el aborto.
Francisco José Herrera Jarami-
llo ha tenido el acierto de
abordar, como una parte de su
extensa obra (1), la cuestión del
aborto precisamente a la luz de
la ética de los principios, y
precisamente del principio de la
defensa de la vida. Al hacerlo,
desmonta, uno por uno, con rigor
lógico y científico, los
argumentos contemporáneos en
pro del aborto, que se han po-
pularizado tristemente, basándo-
se en una ética pragmática o
consecuencialista.
Antes de abocarse de lleno a
esta contra argumentación, hace
una descripción de los métodos
empleados en el aborto, pues la
mayoría de las personas que de-
fienden su despenalización igno-
ran cómo éste se lleva a cabo.
Esta argumentación no es
propiamente moral, pero acude al
mismo terreno sentimental al que
suelen recurrir las
argumentaciones en pro de la
legalización del aborto. Acto
seguido aborda ya la discusión
ética del aborto, por medio de
argumentaciones y contra ar-
gumentaciones, de las que damos
a continuación un sucinto resu-
men.
1. El fruto de la concepción es
una parte de la madre, no es un
ser humano. En tal caso, puede
prescindirse de él por causas ra-
zonables, como se practica la
amputación de un miembro u
órgano enfermo.
Crítica. El sistema de inmuno-
logía de la madre reacciona para
expulsar al intruso, como si fuera
un ser extraño, y éste logra
mantenerse en el seno materno
gracias a sus propios medios de
defensa, muy delicados. En algu-
nos casos esta defensa no es tan
eficaz como debiera, y el nuevo
ser se malogra dando lugar al
aborto espontáneo. En cualquier
caso se trata de dos organismos
distintos que, desde el punto de
vista de la inmunología, se atacan
y defienden autónomamente.
2. Si bien es cierto que el fruto
de la concepción tiene vida pro-
pia, ésta no es humana. La prue-
ba es que no tiene ni siquiera fi-
gura humana.
Crítica. La vida del embrión es
humana porque su esencia (lo que
es radical y en último término) es
humana. Del embrión humano no
puede desarrollarse un ser
distinto del ser humano; luego ya
es humano desde el principio, de
modo parecido a como, la bellota
es encina y no nogal. El hecho de
que no tenga figura humana no es
exacto, pues figura humana no
equivale a figura de adulto. El
embrión tiene la figura humana
que corresponde al embrión, no al
adulto. Y la figura del embrión
humano es microbiológicamente
tan distinta de la de un caballo,
como distinta es la forma adulta
de éste y la del jinete.
 TRECE ARGUMENTOS EN FAVOR DE LA VIDA
3. El feto no es un individuo
porque depende absolutamente
de la madre.
Crítica.- Se trata de un ser dis-
tinto e individualizado, aunque
dependa efectivamente de la ma-
dre. Y aún esta dependencia
puede incluso someterse a
discusión. Con la fertilización in
vitro se ha visto que la vida
puede surgir fuera del claustro
materno, y que la relación entre
madre e hijo es posterior, si bien
esta relación es necesaria para el
desarrollo sub-siguiente del ser
humano concebido. Este es ya
una unidad, con un código
genético único e irrepetible, al
que sólo le falta desarrollarse.
4. La mujer es dueña de su
propio cuerpo. La mujer, como
persona que es, tiene derecho a
disponer de su propio cuerpo.
Negar este derecho a la mujer es
una discriminación sexual,
porque la mujer, al ser obligada
a mantener el embarazo no
deseado, no disfruta de la misma
libertad que el hombre tiene
sobre su propio cuerpo.
Crítica.- Es cierto que la mujer
como toda persona, tiene
derecho sobre su propio cuerpo.
Pero tal derecho no es absoluto,
pues está limitado por deberes
morales —por ejemplo, no
atentar contra la propia
integridad física— y por los
derechos de los demás. Entre los
derechos ajenos se encuentra el
derecho a la vida del no nacido;
luego la madre no pue-
165
de disponer arbitrariamente de su
cuerpo, si ello ocasiona la muerte
de una persona. El derecho a la
vida del hijo está limitando el
derecho de la madre a disponer
sobre su propio cuerpo. Rige aquí
el principio moral del respeto al
derecho ajeno. Así lo entendieron
los revolucionarios franceses,
inspirados por Robespierre, 1793,
al estipular en el artículo 6 de la
Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano: "la
libertad es el poder que pertenece
al hombre de hacer todo lo que no
dañe a los derechos de los
demás". Y el artículo 4 de una
declaración análoga de 1789: "La
libertad consiste en poder hacer
todo lo que no dañe a dos demás".
5. El aborto es una garantía
para la libertad sexual. La
naturaleza misma nos enseña que
la virilidad está referida a la
feminidad, y viceversa; luego el
acto sexual es algo natural y, por
lo tanto, debe ser libre. Hemos de
liberarnos de tradiciones
oscurantistas y religiosas, según
las cuales el acto sexual está
ordenado a la procreación. La
mujer debe ser libre de buscar el
placer sexual sin las ataduras de
un embarazo no deseado.
Crítica. Es cierto que debe haber
una libertad sexual, pero ordenada
a unos fines. Entender por libertad
sexual el practicar el coito
irresponsablemente, equivale a
despersonalizar las relaciones hu-
manas; es, si vale la expresión,
animalizar al hombre. No se pue-
166 MERCVRIO PERVANO
de negar, desde el punto de vista
científico —y no sólo religioso-, la
correspondencia que hay, por
naturaleza, entre unión sexual y
reproducción: la atracción sexual
tiene por fin la reproducción de la
especie humana. Esta atracción
con vistas a la reproducción se
pone ya de manifiesto entre el es-
permatozoide y el óvulo. El esper-
matozoide se dirige fatalmente al
óvulo, y tiene así lugar la gene-
ración.
6. Si los llamados defensores
de la vida humana se oponen al
aborto, porque en él se destruye
un organismo vivo portador de 46
cromosomas, ¿por qué no se opo-
nen también a la extirpación de
un riñón, el cual es otro organis-
mo viviente con 46 cromosomas?
Crítica. El ser portador de 46
cromosomas, por sí solo, no sig-
nifica necesariamente que
estemos frente a un ser humano.
El riñón está ordenado a vivir
como parte del hombre, y al
servicio de la totalidad de éste. Lo
cual no ocurre en el embrión
humano, el cual es una persona.
Y no está en potencia de ser
persona, sino que es ya persona
en acto, aunque no del todo
desarrollada.
7. El embarazo es una enfer-
medad y, por lo tanto, no se pue-
de obligar a la madre a padecerlo.
La mujer tiene un derecho
natural que ha de ser respetado
por todos: el derecho a la salud.
Ahora bien, el embarazo supone
un malestar, que en ocasiones se
torna grave :
obligar a la mujer a padecerlo es
una indiscriminación injusta.
Critica. El embarazo no es una
enfermedad, sino un proceso
natural, y la mujer encinta está
desarrollando una función
específica del sexo femenino: la
maternidad, que está dentro del
orden de la naturaleza.
8. En caso de peligro para la
vida humana de la madre, o de
gran riesgo para su salud, ha de
permitirse el aborto. Este es el
llamado aborto terapéutico, de
gran acogida en los países euro-
peos. La madre se encuentra en
un estado de necesidad, y la
única forma de salvar su vida
humana, o su salud, es
practicando el aborto, el cual no
se hace arbitrariamente, sino en
atención al cumplimiento de un
deber moral: conservar la vida
humana.
Crítica. La madre no tiene una
calidad de vida superior a la del
hijo no nacido, pues la vida hu-
mana, en su naturaleza misma,
hace que sea imposible la evalua-
ción de calidad, ya que toda vida
humana es única e irrepetible.
Por tanto, en el supuesto
conflicto de los derechos entre la
madre y el hijo, no se puede
optar por ninguno de los dos,
pues son iguales ante la Ley y su
titulo de humano tiene la misma
fuerza. Preferir la vida humana
del hijo, o la vida humana de la
madre, es una clara violación del
artículo 7 de la Declaración
Universal de los Derechos
Humanos de 1948: "Todos
 TRECE ARGUMENTOS EN FAVOR DE LA VIDA
son iguales ante la ley, y tienen,
sin distinción, derecho a igual
protección ante la ley". El artículo
3 de dicha declaración dice: "Todo
individuo tiene derecho a la vida";
como el no nacido es, como diji-
mos en 1, un individuo de la
especie humana, tiene tanto
derecho a la vida como su propia
madre.
No se puede comparar el aborto
terapéutico con la legítima defen-
sa —que es un derecho natural
subsiguiente del derecho de la vi-
da— porque el feto no es un agre-
sor injusto. En el aborto no hay
cumplimiento de ningún deber
porque "el dejar morir o dejarse
morir cuando no hay medios líci-
tos para impedirlo, no es ningún
pecado" (Adeva).
9. Cuando se observa que el fe-
to tiene malformaciones físicas
graves o que puede llegar a pade-
cer desequilibrios psíquicos, el
aborto se hace necesario como
una medida de prevención.
Aristóteles incluso era partidario
del aborto y del infanticidio
eugenético, al decir que "hace
falta una ley que prohíba
alimentar a todo hijo deforme"
(Política, IV, XIV).
Crítica. Es necesario recurrir
nuevamente a la teoría de la iden-
tidad sustancial de la calidad de
vida de todo ser humano (Decla-
ración de los Derechos Humanos,
Art. 2, 3 y 7), ya que el derecho a
la vida es universal, esto es, lo
tiene todo ser humano sin impor-
tar sus accidentes y circunstan-
cias. Lo que importa es su condi-
167
ción de persona y, si es persona,
no importa que sea joven o
anciana, enferma o saludable,
útil o inútil. Además ¿con qué
autoridad podemos decir que la
vida de un malformado o
psíquicamente desequilibrado es
de inferior calidad a la vida de un
hombre normal?
Sobre este respecto es conve-
niente recordar una anécdota
ocurrida al partidario del aborto,
Monod, en un debate de la
televisión francesa. Si usted sabe
—le dijo el biólogo Lejeune— de
un padre sifilítico y de una
madre tuberculosa que tuvieron
cuatro hijos: el primero nació
ciego; el segundo murió nada
más al nacer; el tercero nació
sordo mudo; y el cuarto es
tuberculoso. La madre queda em-
barazada de un quinto hijo. ¿Qué
haría usted? —Yo interrumpiría
ese embarazo— respondió Monod
con toda la seguridad del caso; a
lo que su contrincante, con una
sonrisa le contestó: —Pues
hubiera matado usted a
Beethoven.
El aborto fue el primer
eslabón de la cadena inhumana
de los nazis. Al concluir el
famoso proceso de Nuremberg,
un juez americano respondió a
otros, que se admiró de que las
cosas hubiesen llegado a tal
extremo: "llegaron a este extremo
la primera vez que se condenó a
un inocente".
10. El aborto es lícito en casos
de violación o incesto. La elimi-
nación del feto se hace entonces
 MERCVRIO PERVANO
168
necesaria para salvar el honor de
la madre.
Crítica. No es cierto que la pro-
hibición del aborto obligue a la
mujer a ser madre, pues ella ya
es madre; la cuestión no radica
en si tiene o no que ser madre (ya
que la mujer no necesariamente
ha de ser madre) sino en si ya es
madre, pues en caso positivo, por
su condición de socio, debe con-
vivir con su hijo, por lo menos
mientras éste necesite de su
cuidado exclusivo. En el caso del
incesto (relación sexual entre
consanguíneos próximos: madre
e hijo, etc.), tanto si haya habido
violación o como si ha sido
consentido, ha de tenerse en
cuenta que la sociedad le debe el
respeto, pues la mujer no se ha
deshonrado a sí misma (en caso
de violación incestuosa) y que, en
cualquier caso, el ser humano
engendrado no tiene por qué
pagar la culpa de su padre. En el
caso de incesto consentido el hijo
no es que deshonra a la madre,
sino que es ella misma la que se
ha deshonrado, y el aborto no
recupera la honra perdida.
Agustín de Hipona afirmó a este
respecto: "la fornicación de la me-
retriz es obra exclusiva suya; el
alumbramiento del hijo es obra
de Dios... y el apetito torpe de
lucro... con el auxilio divino se
torna... amor materno".
11. La ley humana no puede
castigar o prohibir todos los ma-
les, ya que, al pretender evitar los
males, se seguiría también la su-
presión de muchos bienes. Por
tanto, puede permitir o legalizar
el aborto, como lo sugiere Miret
Magdalena. (Introducción a1 libro
de M. M. Litchfield, Niños para
quemar, Barcelona, 1977).
No toda infracción de la ley
natural puede insertarse en la ley
positiva o civil, pues, como dice
Santo Tomás (I-II, Q. 91, a 4), la
ley humana no cohíbe todos los
vicios, sino, los más graves, y
principalmente los que redundan
en daño de otros, sin cuya
prohibición no podría
conservarse la sociedad, como los
homicidios y robos.
Crítica. Es evidente que dejar
impune un homicidio constituye
un grave atentado a la conviven-
cia social. El homicidio no es un
mal tolerable, porque va en per-
juicio de otro. El aborto es un
homicidio (según vimos en 1, 2 y
3). El deber de respetar la vida
ajena lo tiene el hombre porque
es socio. No hay ningún derecho
contra tal deber. La ley no puede
permitir el homicidio porque con
ello desconocería una base
fundamental para que los
asociados puedan convivir. Si se
desconoce el derecho a la vida
¿qué otro derecho puede haber?
12. Despenalizar no es lo mis-
mo que legalizar. Se dice que con
la despenalización del aborto no
se está legalizando una conducta
nociva, sino tan sólo permitiendo,
en determinadas condiciones, tal
conducta. A nadie se le está obli-
 TRECE ARGUMENTOS EN FAVOR DE LA VIDA
gando abortar; no es un mandato
sino una permisión, que es dife-
rente.
Crítica. Los actos de la ley se
clasifican en preceptivos,
prohibitivos, permisivos y trolados, contra dos millones de
punitivos (Santo Tomás, I-II, Q.
92, a. 2). Despenalizar el aborto
significa, lógicamente, permitir el
homicidio, ya que legalizar es lo
mismo que el acto permisivo de
la ley. En el Estado de Derecho
los particulares pueden hacer
todo lo que no esté prohibido por
la ley, al paso que el Estado sólo
puede hacer lo que le está
permitido. La única fórmula de
legalizar no es mediante un
precepto, sino mediante una
legislación que permita una
determinada conducta; luego el
permitir el aborto significa
legalizarlo.
13. La ley que prohíbe el abor-
to se torna ineficaz y es causa de
que las prácticas abortivas,
hechas en la clandestinidad,
sean poco higiénicas, provocando
graves peligros a la madre.
Crítica. Aunque éste es un
razonamiento típico de la ética de
las consecuencias, puede verse
que las consecuencias de la
despenalización del aborto no
son tan beneficiosas como sus
partidarios las quieren. Se ha
demostrado (J. C. Wieke) que la
legalización del aborto no
conduce a la disminución de los
abortos clandestinos: en Suecia,
nos dice la revista Lancet, "la ley
sueca en su forma actual
no ha sido capaz de disminuir
el aborto criminal". Cristo-
169
pher Tietze dice que "es dudoso si
este objetivo se ha alcanzado en
algunos de los países estudiados".
Igual sucede en Japón, en donde
se da un millón de abortos con-
abortos (Family Planning in Ja-
pan, a record of failure, "Asahi
Journal", Oct. 1, 1966, pág. 52).
Los doctores Hilgers y Shearin de
la Clínica Mayo, recopilaron 21
estadísticas de 10 naciones dife-
rentes. En 8 de estos países, la
liberalización del aborto no influ-
yó en la disminución de los abor-
tos clandestinos, y en dos países
aumentó el índice de la clandesti-
nidad (Hilgers-Shearing, Induced
Abortion a document report, Cap.
7, 2a ed. Enero 1973). En Inglate-
rra el Real Colegio de Obstetricia
y Ginecología manifestó que
"nuestras cifras indican que a
pesar de un marcado número de
abortos legales, desde 1968 a
1969, desafortunadamente no
hubo un cambio significativo en el
número de abortos clandestinos
que requerían ingreso en un
hospital. El hecho de que la
legalización del aborto no haya,
hasta el momento, reducido
materialmente el número de
abortos, ni de muertes producidas
por abortos de todas clases, no es
sorprendente. Esto confirma la
experiencia de la mayoría de las
naciones y fue pronosticado por el
Colegio en su declaración de
1966" (British Medical Journal,
Mayo 1970).
De todo lo anterior podemos
concluir que el aborto democrá-
 170 MERCVRIO PERVANO

tico no tiene fundamento, ya que A esta conclusión se llega, como

no todo derecho se reconoce a lo hace Francisco José Herrera
través de la votación. Hay Jaramillo, cuando se analizan no
asuntos que no son objeto de las supuestas ventajas del
opinión o de opción, sino de aborto, desde un punto de vista
conocimiento y estudio; no de de una ética de las
elección sino de verdad (Hervada, consecuencias, sino el derecho a
Derecho natural, democracia y la vida, desde el punto de vista
cultura, en "Persona y Derecho", de la ética de los principios.
VI, 1979, pág. 198).
 La Responsabilidad del Periodista
Al fundarse, en 1950, la Federa-
ción de Periodistas del Perú, esta-
bleció como principios fundamen-
tales la libertad y la responsabili-
dad del ejercicio profesional y la
búsqueda de una decorosa condi-
ción económica para el periodista.
Así entendía la dignidad del gre-
mio; el logro material debía ser el
sustento de una conducta de alta
calidad ética.
Toda Ética tiene que cuidar de
la adecuada relación entre los
medios y los fines. Los medios
tienen que ser también morales
en sí mismos, cuando se ponen
en camino para alcanzar los
fines.
Y ahora queremos aquí reflexio-
nar sobre la responsabilidad de
las personas que trabajan en los
llamados "medios de comunica-
ción". En la perspectiva moral en
que tiene que situarse su difícil
tarea, como lo proclamaban, en el
documento fundacional de su Fe-
deración, al afirmar simultánea-
mente libertad y responsabilidad.
Antonino Espinosa Laña
Antes que nada libertad. Tene-
mos que recalcar: Sin libertad no
hay periodismo auténtico, y, tam-
bién a la inversa, sin periodismo
auténtico no hay libertad.
La Democracia es el poder
transparente. Pero ¡cuánto hemos
sufrido en América el poder
esotérico de las dictaduras!
Cuando no se sabía qué pasaba,
realmente, y cuando la ley era
sólo el resultado oscuro de una
imposición brutal o sutil.
Por el periodismo libre fluye la
verdad. La norma, que viene del
Poder al pueblo, es racional, y la
realidad sube del pueblo al
Poder, para inspirar y motivar el
mejor gobierno.
La Democracia reclama una
recta opinión pública.
Parafraseando a Sarmiento
podemos decir: Si el pueblo es el
soberano, tenemos que informar
al soberano.
Hay aquí una cuestión básica.
Y no podemos olvidar que esa
172
libertad fundamental puede estar
proclamada en la Constitución, y
puede estar cantada en los
discursos de los que mandan,
pero puede resultar socavada, en
la práctica, por la provisión de
papel, por la concesión de una
señal, por el crédito que el Estado
distribuye, o por el avisaje oficial.
Se trata pues, como todas, de
una libertad amenazada. Una li-
bertad imprescindible, que todos
amamos y que todos tenemos
obligación de honrar y defender.
Esa libertad es la fuerza del pe-
riodismo. Y ha advertido Marshall
Mc Luhan —el mayor experto en
comunicaciones de nuestros días:
"La inconsciencia de los efectos
de cualquier fuerza es un
desastre, especialmente de una
fuerza que hemos creado nosotros
mismo".
Sí, para la fuerza del periodis-
mo es indispensable la toma de
consciencia de su
responsabilidad moral, de su
auto-regulación ética (no
pensamos en nada parecido a
una censura que le venga de fue-
ra). Nuestra responsabilidad está
en razón directa con la suma del
poder que tenemos. A más poder
más responsabilidad.
Los periodistas tienen un enor-
me poder, ciertamente, y por con-
siguiente, una enorme
responsabilidad.
(1) "El medio es el mensaje " , Paidos. Buenos Aires 1969.
MERCVRIO PERVANO
Ha escrito el mismo Mc Luhan:
"Estamos penetrando en un mun-
do de compromiso total, donde
cada uno está profundamente en-
vuelto en la vida de los otros…
y es responsable de ellos" (1).
Así es, sin los periodistas no
podemos conocernos bien, ni a
nosotros mismos ni a los demás,
y por ende no podemos aprender
a colaborar socialmente.
De ellos depende, en gran
parte, que los hombres se sientan
como hermanos, y tanto el
desarrollo, como la integración y
la paz, sólo pueden ser fruto de
hermandad.
Necesitamos de los periodistas
una fuerte contribución a la paz,
a la solidaridad.
Queremos el uso más humano
de los medios de comunicación.
Un sentido básico de su propio
deber debe interpelar la concien-
cia de cada periodista. Para que
se respete la verdad en cada
información. Para que se respete
la honra de cada persona.
Debemos cuestionarnos, por
ej., ¿cómo ser solidarios en el
tratamiento de los problemas
sociales, precisamente para evitar
que un enfoque "tremendista" los
agudice, en vez de aportar a su
solución o alivio?
 LA RESPONSABILIDAD DEL PERIODISTA
En un mundo minado por la
violencia —de todo tipo-, pene-
trado por la violencia, ¿quién se
atreve a ser vocero de
solidaridad?, ¿de soluciones a
base de entendimiento, de
conocimiento recíproco, de
aceptación libre de sacrificios por
los demás?
Pero sin disimulos ni Utopías
(que es el disimulo del futuro
real). Partiendo de la verdad, con
todo su drama.
Cuando una estudiante de
periodismo que fue enviada por la
revista en que trabajaba, a
Ayacucho, a cubrir información
en los días terribles de la
matanza de Uchuracay, fue
preguntada si no había pensado
entonces en su familia, en lo que
le podía pasar allá, en los riesgos
que corría, contestó: "En ese
momento no piensas en tu gente,
sino en descubrir la verdad.
Nosotros no tenemos interés
político, nuestro interés es sólo
saber la verdad y transmitirla a
todos".
¡Qué bien expresado¡ Ese es el
servicio que todos esperamos del
periodista. El servicio a la verdad.
Esa es su fuerza más auténtica.
También el servicio al desarro-
llo humano. Integral, no sólo de
las variables económicas o de las
estructuras sociales. El desarrollo
de lo personal en el hombre; lo
que supone racionalidad, trato
justo, vinculación solidaria...
¡Cuánto esperamos de esa liber-
tad que se pone al servicio de los
173
hombres! ¡Cuánto necesitamos de
ella!
Por ejemplo, de su conocimien-
to, de su comprensión, acerca de
los factores que determinan el
progreso económico del país.
Acerca de las posibilidades de
empleo de los recursos humanos
y materiales; de las limitaciones
para invertir, de las dificultades
del crédito, del desánimo o de la
voluntad de producir. De todas
las limitaciones —a veces
frustraciones— y de las
posibilidades con que los
peruanos tropiezan o se levantan.
De las virtualidades, latentes mu-
chas veces, en espera de la volun-
tad creadora que sepa
aprovecharlas.
Cuánto es aquí lo que puede
ayudar, al país entero, la mirada
perspicaz del periodista, su capa-
cidad de análisis certero.
Por consiguiente es oportuno
volcar nuestra reflexión en inte-
rrogantes que cuestionen la labor
periodística.
Los medios aunque no lo sepan,
aunque no lo quieran, son forma-
tivos o deformadores. Así lo reco-
gió el art. 10 de la Ley General de
Educación: "Los medios de comu-
nicación social del Estado están
al servicio de la educación y la
cultura, los del sector privado
colaboran obligatoriamente con
dichos fines, dentro del espíritu y
la práctica de la libertad de
expresión y las necesidades de la
comunidad".
174 MERCVRIO PERVANO
Preguntémonos, entonces: ¿Có-
mo pueden concretar su aporte en
la formación para el desarrollo
humano integral?
En tiempo como el nuestro en
que tanto se miente, cínica o disi-
muladamente, se difunden mitos
con gran facilidad y, peor aún,
con enorme apoyo económico,
¿qué estamos preparando? ¿cómo
formar para la racionalidad?
¿Cómo promover el sentido de la
dignidad humana, si vg. se atro-
pellan, la intimidad personal, y
familiar, con crueldad, hasta con
sadismo?
¿Cómo formar para la solidari-
dad, si invitamos, de tantas ma-
neras a la violencia, al propagar
su aparente eficacia, o al respal-
dar subrepticiamente su
"legitimidad"?
¿Cómo asentarnos,
encarnarnos, en la realidad, si se
la disfraza con habilidad, o se, la
tapa con maligno encubrimiento?
¿Cómo despertar, con persua-
sión segura, la responsabilidad
de productores y consumidores, la
aceptación, por cada uno, de su
deber social?
Sólo podremos tener esperanza
en un futuro mejor si arrancamos
hoy de un severo examen de con-
ciencia, de una vigorosa toma de
decisiones conscientes, correcto-
ras.
Así el rol que los periodistas
cumplen en la vida nacional, hará
posible, facilitará y enderezará
las cosas —a veces tan tensas,
tan dificultosas para que nuestro
pueblo logre una paz genuina, y
para que entre con firmeza en un
proceso de hermandad activa,
inteligente, en provecho común.
(Apuntes para la intervención del Dr.
Espinosa en un Panel en el Seminario
"Periodismo y Desarrollo", organizado
por la Asociación Acción y Pensamiento
Democrático - Arequipa, 3-8-89).
 Mi Experiencia en el Teatro Peruano
Aunque naturalmente empecé a
interesarme y a trabajar en él un
tiempo antes, señalo como fecha
"oficial" de mi entrada al teatro el
29 de octubre de 1952, que fue el
día en que se estrenó "La mu-
jerzuela respetuosa" de Jean-Paul
Sartre, en el teatro de la Escuela
de Bellas Artes, por el grupo Tea-
tro de Arte, dependiente de la re-
vista "Ballet". Yo hacía un papel
en esa obra que dirigió Luis Alva-
rez. Lo que significa que, si Dios
quiere y el cuerpo aguanta, este
año cumpliré treintiocho de acti-
vidad.
Sin embargo, trece de esos
años los he vivido fuera del Perú.
Cuatro en España (1956-1960) y
nueve en México (1971-1980). Mi
experiencia en el teatro peruano
debo contarla, pues, en tres
bloques. El primero, desde que
empecé hasta que me fui a
España (1952-1956); el segundo,
desde que regresé de España
hasta que me fui a México (1960-
1971) y el tercero, desde mi
regreso de México a la fecha.
Ricardo Blume
¿Qué encontré en el teatro pe-
ruano cuando empecé? Antes de
responder a esta pregunta debo
hacer una aclaración. Me refiero
a teatro peruano por comodidad,
puesto que, en realidad, debería
referirme a actividad teatral en el
Perú; y más propiamente en Li-
ma. Creo, y lo he repetido
muchas veces, que sólo se podrá
hablar con propiedad de teatro
peruano cuando haya autores
peruanos representados
constantemente, con el favor del
público. Valga la salvedad y el
paréntesis.
Encontré la inercia de un
movimiento que hoy llamaríamos
"una política teatral del Estado.
Me explico. Durante el gobierno
de José Luis Bustamante y
Rivero, y siendo su ministro de
Educación Luis E. Valcárcel, se
dio la Ley de Fomento del Teatro.
Esta ley creaba un impuesto
para promover el teatro nacional.
El precio de una butaca de
platea de cada cine y de cada
función en toda la república.
Algo insignificante para el ci-
 176 MERCVRIO PERVANO
ne, que era entonces el
espectáculo de masas. Pero una
ayuda formidable para el arte
dramático.
Con esa recaudación que no
empobrecía al cine ni mucho me-
nos, se creó la Compañía
Nacional de Comedia y la Escuela
Nacional de Arte Escénico
(ENAE). Y todavía sobraba dinero
para organizar los concursos
nacionales de teatro, que tenían
como premio no sólo una suma
de dinero, sino, y esto es lo más
importante, la obligación de
estrenar las obras ganadoras por
la compañía nacional.
Desde una oficina pequeña (la
Dirección de Extensión Cultural
del Ministerio de Educación) con
no más de tres o cuatro emplea-
dos, tuvimos la mejor política
teatral que yo recuerde. Y,
naturalmente, sin título tan
pomposo. Es que Bustamante y
Valcárcel eran hombres cultos
que sabían que no teníamos una
tradición teatral y que había que
crearla. Porque el teatro es una
escuela de humanidad.
Decía que encontré la inercia
de ese movimiento. Y es que en
1952 vivíamos ya la dictadura
militar del General Odría, quien
apenas se enteró de que existía
una compañía oficial de teatro
dijo que "esas eran corruptelas" y
acabó con ella. Yo alcancé, pues,
la cola. Para dar una idea:
mientras yo ensayaba mi primera
obra, se daba en el Teatro
Segura, sede de la compañía,
"Los hermanos Kara-
mazov" de Dostoievski y "La Sal-
vaje" de Jean Anouilh.
Por el lado no oficial existían
instituciones de prestigio que ha-
cían teatro. Como la Asociación
de Artistas Aficionados (que es de
1938), el Club de Teatro, Histrión
Teatro del Arte, el grupo Talía,
entre otros. Es decir, grupos
independientes, que son los que
en la práctica y con sus propios
medios, siempre escasos, han
mantenido la actividad teatral en
el país. Con altibajos, pero
heroicamente y desatendidos.
Creo que podría dar una visión
de lo que entonces se hacía, enu-
merando simplemente las obras
que representé entre 1952 y
1956. Además de la ya
mencionada "mujerzuela"
sartreana (se titula "La putain..."
pero en aquella época hubiera
sido inconcebible anunciar ese
título. No olvidemos que en el
aviso había que poner: "Censura:
impropia para señoritas") actué
en "Todos eran mis hijos" de
Arthur Miller, "Los persas" de
Esquilo, "Antígona" de Sófocles,
"El cíclope" de Euripides, "Los
caballeros" de Aristófanes,
"Collacocha" de Enrique Solari
Swayne, "Ayar Manko de Juan
Ríos y "Sueño de una noche de
verano" de William Shakespeare.
Creo que esta simple
enumeración da una idea de la
excelente calidad de las obras
escogidas. Y estoy mencionando
sólo aquellas en que actué, no
todo lo que hacían otros grupos y
otros actores.
 MI EXPERIENCIA EN EL TEATRO PERUANO
Aquella época tuvo mucho de
heroica, pero también de idealista
e ingenua. Una tragedia griega la
ensayábamos, digamos, unos seis
meses. Dábamos entre tres y seis
funciones, a veces gratis, y como
decimos "no iba ni la familia". Sin
embargo, trabajábamos con gran
seriedad y entrega, sin sentirnos
incomprendidos. Aún no existía la
televisión. Nadie soñaba con ser
famoso ni ganar dinero. Unas
palabras elogiosas en la crítica
era lo más que se podía esperar;
cuando llegaban, porque ¡vaya si
nos pegaban palos!
Para hacernos una idea de
cómo sería aquello desde el punto
de vista profesional, recuerdo que
las palabras claves eran
"condiciones" y "sensibilidad". La
palabra "técnica" tenía una
connotación peyorativa, como
algo frío. Las obras no se
analizaban en conjunto, en lo que
llamamos "trabajo de mesa": se
leían y se empezaban a montar. A
uno le daban los tonos, los
matices, las inflexiones y aquí te
levantas, aquí te sientas... y pare
usted de contar. No habíamos
oído mencionar el nombre de
Constantin Stanislavski.
Sin embargo, la buena elección
de los textos y el trabajo artístico
de ciertos directores (pienso en
Ricardo Roca Rey como paradig-
ma) hacía que el producto resul-
tara atractivo y muy bueno para
la época. Así se fue formando un
público teatral acostumbrado a
ver las mejores obras. Nadie
entonces apuntaba a la taquilla.
177
Trabajábamos literalmente por
amor al arte. Escogíamos las
obras que nos parecían buenas,
no por razones crematísticas ni
ideológicas ni nada que se le
parezca. Ingenua, pues, aquella
época, pero heroica e idealista. De
una pureza hoy inconcebible.
En aquellos años, en 1954 para
ser preciso, cobré mi primer suel-
do como actor. Cuatrocientos so-
les oro por toda la temporada
(unos días) de "Ayar Manko" por
la Compañía Nacional de Comedia
en el Teatro Segura. Yo hacía de
Sacerdote II. Y todavía recuerdo
todos mis parlamentos. Bellísimos
versos de Juan Ríos.- En setiem-
bre de 1956 viajé becado a
España.
Regreso a Lima en febrero de
1960, ya algo fogueado en las ta-
blas españolas. Ya no existía la
Compañía Nacional de Comedia.
La ENAE había sido desmantela-
da, diz que para hacer una
escuela mejor. Lo de siempre.
Hasta ahora existe la que se creó
en su reemplazo. INAD, INSAD,
ENAD, con cualquier
denominación, nunca le llegó a
los talones de la ENAE. Pero así
somos. Guillermo Ugarte
Chamorro despojado de "su"
ENAE forma el Teatro Uni-
versitario de San Marcos.
Continúan los mismos grupos
independientes tradicionales,
unos con mayor brío y brillo,
otros en proceso de decadencia.
La política teatral del Estado se
reduce a subvencionar
anualmente a los cua-
178 MERCVRIO PERVANO
tro o cinco grupos más
importantes. Pero no siempre, no
con todos los gobiernos ni con
todos los ministros. Vuelven por
temporadas los concursos de
autores nacionales y se crea el
premio "Anita Fernandini de
Naranjo", que se otorga a través
de la Universidad de San
Marcos. Es una suerte de premio
nacional que se otorga a auto-
res, directores, escenógrafos,
grupos, técnicos, etcétera. Algo
es algo.
Pero ya ha empezado la televi-
sión. Como éste es un testimonio
personal, creo que lo mejor es li-
mitarme a contar mi experiencia.
El mismo día que llego de
España me ofrecen un papel
para trabajar en la televisión.
¿Qué había pasado? Que había
que hacer programas peruanos
y, por lo tanto, contratar a los
actores de teatro. Prácticamente
todo el elenco de la AAA, al que
lo pertenecía, había sido
contratado para hacer una serie
semanal auspiciada por la
Backus & Johnston.
Después empieza la
producción de telenovelas (que
entonces, como todos los
programas, se hacían en vivo y
en directo, sin videotape ni
apuntador). Y entonces ¿qué
sucede? Que los actores empeza-
mos a ganarnos la vida en la
televisión; trabajando primero a
la hora de las telenovelas
(después de almuerzo) y,
posteriormente, cuando llega el
videotape, grabándolas de ocho
de la mañana a dos o tres de la
tarde.
Por la noche nos dedicábamos a
hacer el buen teatro que nos
gustaba, sin pensar en la
taquilla. Nuestro problema
económico de subsistencia estaba
resuelto con el trabajo en la
televisión; que, si bien en algunos
casos no nos satisfacía
(verbigracia, las telenovelas), nos
daba una tranquilidad económica
para poder hacer por las noches
un teatro gratificante.
De esos años, estoy hablando
de 1960 a 1971, puedo mencionar
algunas obras que representé, pa-
ra dar una idea de lo que
entonces se ofrecía al público: "El
gran teatro del mundo" de
Calderón de la Barca (en los
atrios de la catedral y San
Francisco), "El hijo pródigo" de
Joseph de Valdivieso, "Romeo y
Julieta" de William Shakespeare
(veintitantas funciones en el
Municipal a teatro lleno, con cola
y rochabús a la puerta), "La
mazorca" de Enrique Solari, "Los
bufones" de Juan Ríos, "El
matrimonio del señor Mississippi"
de Friedrich Dürrenmatt y un lar-
go etcétera.
Para mi experiencia profesional
fue muy importante, tal vez un
hito, la fundación del Teatro de la
Universidad Católica en 1961. Allí
organicé, enseñé y dirigí. Fueron
ocho años. Los estudiantes y yo
fuimos aprendiendo al mismo
tiempo. Empezamos con obras en
un acto (Pirandello, León Felipe,
Lope de Rueda, Cervantes) y con-
tinuamos con obras mayores del
teatro clásico (Lope de Vega, Ruiz
 MI EXPERIENCIA EN EL TEATRO PERUANO
de Alarcón, Sor Juana Inés de la
Cruz, Goldoni).
Una vez que tuvimos formado el
equipo, nos dedicamos a hacer
también teatro peruano y latino-
americano (Julio Ortega, Sarina
Helfgott, Osvaldo Dragún, Agus-
tin Cuzzani) y a llevar el teatro a
los pueblos jóvenes, que entonces
sin eufemismo se llamaban
barriadas. Recuerdo haber
llevado teatro a la cárcel de
Lurigancho. ¡Quién lo diría!
Montamos un auto sacramental
de Lope en el atrio de la catedral
de Chiclayo y participamos en el I
Festival Latinoamericano de
Teatro Universitario en
Manizales, Colombia. Editamos
dos libros de teatro peruano y
distribuimos infinidad de libretos
mimeografiados a las universida-
des y grupos teatrales de provin-
cia.
En casi veinte años de activi-
dad, ya se veían en Lima los fru-
tos de los teatros independientes
y universitarios. En Lima había
por lo menos cuatro teatros uni-
versitarios importantes (San Mar-
cos, la Católica, UNI y Lima). Ha-
bíamos logrado interesar al públi-
co en un teatro de calidad. No
apuntábamos a la taquilla, nunca
a la taquilla; sino, como decíamos
entonces "a elevar el nivel
cultural". El Estado ayudaba algo
mediante subvenciones. Pero
poco. Las universidades
empezaron a incluir en sus
presupuestos una magra partida
para el teatro y le destinaron un
modesto local. Pero estábamos
empezando.
179
Para tener una idea de las con-
diciones económicas y de "infra-
estructura" (como se dice ahora,
antes no) en que trabajábamos,
contaré que mi primer sueldo co-
mo director del Teatro de la Uni-
versidad Católica, a tiempo no
completo sino completísimo, fue
de quinientos soles mensuales.
Alguien me dijo una vez que no lo
pagaba la universidad sino que lo
sacaba de su bolsillo el ca-
tedrático José Agustín de la
Puente. Nunca me he atrevido a
preguntárselo. Cuando, por razo-
nes que sería prolijo explicar, re-
nuncié en 1968 mi sueldo era de
diez mil soles mensuales. Yo tra-
bajaba allí tarde, mañana y no-
che; desde dando una clase o di-
rigiendo una obra, hasta cargan-
do una escalera o barriendo un
patio. Apenas dejé la universidad,
un canal de televisión me
contrató por el triple para grabar
de nueve a tres.
Como local tuvimos primero el
Aula Magna de la Plaza Francia,
después un altillo en el jirón
Huancavelica (el ruido y la vibra-
ción de los tranvías eran un
"efecto sonor" irremediable) y por
fin la vieja casona de la calle
Amargura, donde me cogió el
terremoto del 67. Actuábamos en
la AAA, el Segura y La Cabaña
principalmente. Todos los
empleados eran una secretaria
por horas, un conserje guardián y
yo.
¿Cómo se hacían las cosas en-
tonces? Bastante artesanalmente
todavía, pero ya la palabra técni-
180 MERCVRIO PERVANO
ca no era una mala palabra y sa-
bíamos quién era Stanilasvki.
Las obras se analizaban
previamente en un trabajo de
mesa. Pero por lo general el
director lo hacia prácticamente
todo. El actor era una especie de
títere, aportaba muy poco o
nada. Aunque, naturalmente, no
ocurría lo mismo en 1960 que en
1971. Por entonces surgieron
nuevas palabras claves:
vanguardia, absurdo, compromi-
so. Y muchos teatros se auto-
calificaban de "experimentales",
aunque montaran las obras igual
que todos. La moda, sabe usted.
Recuerdo que para contrarres-
tar los ímpetus vanguardistas de
mis alumnos, que todavía
estaban a poncho, les decía:
"Vanguardia supone una
retaguardia". Pensaba que no
podíamos simplemente copiar lo
que nos llegaba de una Europa
cansada sin haber pasado por
una especie de Edad Media
teatral. Como quien dice, no
pasar del cocotero al avión.
Había que crear esa retaguardia.
Tener unas bases sólidas desde
las cuales partir para llegar a
constituir algún día una
vanguardia. No podíamos
empezar por el cubismo cuando
no sabíamos dibujar ni habíamos
hecho pintura figurativa
teatralmente hablando, claro. La
educación es un proceso. No
podíamos hacer avanzada desde
cero ni saltar etapas. Cuando
mucho me apuraban, y para qui-
tármelos de encima les decía que
iba a formar un conjunto que se
llamara "La Caverna, grupo de
teatro retrógrado".
Cuando pienso en lo que hice
en aquellos años siento que era
todo muy cándido, pero útil y
práctico. Ahora lo haría de otra
manera, sin duda. Pero no en va-
no han pasado treinta años. Ni el
mundo ni yo somos lo que
éramos. No obstante, cuando
reparo en que la mayor parte de
los que hoy hacen buen teatro en
Lima son producto o pasaron
alguna vez por el TUC, o son
alumnos de mis alumnos, me da
la impresión de que de algo sirvió
mi empecinamiento de aquellos
años. Humildad, trabajo y amor
fue nuestro primer lema. Añadiría
que también tuvimos respeto, dis-
ciplina, rigor. Y ésas me siguen
pareciendo buenas bases. — En
abril de 1971 me marché a Méxi-
co de vacaciones por siete días.
Me quedé nueve años.
Mientras tanto pasaron aquí
muchas cosas, que naturalmente
repercutieron en el teatro, que es
el termómetro social más sen-
sible. Yo venía casi cada año e iba
notando el cambio. El teatro se
volvió revolucionario y de pro-
testa. Había que insultar a los
burgueses, aunque fuera con
mala dicción. Y comprarse un
—
"poster" del Che Guevara, aunque
se tuviera escondido tras una
cortina.
Se hacía un teatro pobre (pero
no en el sentido estupendo de
Grotowski: despojado de adorno

MI EXPERIENCIA EN EL TEATRO PERUANO
y aparato) sino pobre, sucio,
desaliñado, deliberadamente feo y
deprimente. Y, claro, se fue
espantando al público. A esos
burgueses que son los que
mayormente sostienen los
teatros.
Pero hubo un momento clave.
Una medida bien intencionada,
culturalmente hablando, pero
que resultó un tiro de gracia por
la culata para el teatro nacional.
Muy castrense, por lo demás, tra-
tándose de cultura. Se suprimió
la producción de telenovelas
peruanas porque eran
"alienantes". ¿Qué pasó
entonces? Que los actores se
quedaron sin fuente de trabajo.
Aquella fuente de trabajo que les
permitía vivir y hacer por las
noches buen teatro sin depender
de la taquilla.
Los actores, que nunca han si-
do adinerados, buscaron sótanos
y espacios pequeños para hacer
teatro, para vivir de su profesión.
Y surgieron los cafés teatros. Pri-
mero como una necesidad, des-
pués como una plaga. Recuerdo
haber visto en el café teatro "Las
máscaras" de Miraflores la obra
de Tennessee Williams "Verano y
humo". Pero, claro, eso no rendía
lo suficiente para mantenerse.
Entonces hubo que hacer
concesiones para atraer al
público. Darle "lo que le gusta a
la gente". Ya existía un teatro
comercial barato que nos vino de
España y que tenía público. Los
cafés teatros fueron más lejos.
Los actores y las actrices
empezaron a decir grose-
181
rías y a quitarse la ropa, respec-
tivamente.
Todo esto coincide con la su-
presión de la libertad de expre-
sión. Los diarios, radios y televi-
sión estaban estatizados, recuér-
dese. No había dónde desahogar-
se. El café teatro se convierte así
en el único lugar donde se puede
hacer chistes políticos, burlarse
de los gobernantes militares y
desquitarse, ya fuera
abiertamente o entre líneas. Y
entonces se produce el "boom".
Debido a las circunstancias,
pues, el actor se vende, se prosti-
tuye para seguir viviendo. Se las
busca. Si antes se "cachueleaba"
en radio o televisión, ahora se
convierte en "informal", "micro-
empresario". Escoge el otro sen-
dero. Actores formados en el
buen teatro terminan
compartiendo el escenario con las
calatas o semicalatas, diciendo
groserías para hacer reír y poder
mantenerse. No todos,
naturalmente. Pero muchos sí. Y
algunos en la intimidad lo
lamentan. Esta es mi interpreta-
ción de los hechos. Yo era alguien
que vivía y trabaja afuera. Venía,
veía y me deprimía.
¿Qué me encuentro al regresar
en 1980?. Por un lado, los grupos
de teatro politizados,
ideologizados. Haciendo un teatro
donde no importa tanto el cómo
sino el qué. Y el arte, creo, no
está tanto en el qué sino en el
cómo. Quiero decir que me
encuentro con un teatro mal
hecho pero muy "com-
 182 MERCVRIO PERVANO
prometido con la realidad". Al
que no asisten sino los iniciados.
O que se lleva a los pueblos jóve-
nes como una tarea primordial.
No importa mucho cómo salga.
Todo bastante panfletario.
Los grupos independientes han
ido languideciendo, casi no exis-
ten. El espacio que dejaron los
actores profesionales es ocupado
por un teatro comercial en todo
su esplendor. Y es que, claro, en
una época en que todo era teatro
pobre, sucio, feo, de agresión al
espectador (que ya tenía bastante
con la dictadura militar y la falta
de libertad), éste es ganado por
un teatro digestivo, de evasión,
donde nos pintan la vida de color
de rosa, con dorados, terciopelos
y final feliz. El otro extremo. To-
do el público que habíamos
ganado a pulso en los cincuenta-
sesenta se ha maleado y se ha
ido a los cafés teatros o ha caído
insensiblemente en la sensiblera
comodidad del teatro comercial,
superficial, frívolo y a veces
aparatoso. A este mal teatro, que
también nos vino de fuera, le
nacen cuatro o cinco hijuelos,
Mantienen temporadas estables y
son una fuente de trabajo para
muchos actores que se resisten a
caer en el café teatro, que ya no
es ni café ni teatro.
Salvo una que otra esporádica
y transitoria producción seria de
televisión con actores, ha surgido
otra lacra: los programas cómi-
cos. Chuscos, vulgares, mal he-
chos, ellos representan muy bien
la informalidad y la cultura chi-
cha que nos está invadiendo. El
decano de esos programas es,
desde hace varios años, el que
tiene mayor sintonía de toda
nuestra televisión. Y, a su
manera, ha hecho escuela.
Nuestro deterioro cultural se
manifiesta en el hecho de que
algunos buenos actores de teatro
han tenido que caer, también, en
ese tipo de programas. Y no como
protagonistas sino como actores
de soporte y apoyo.
A pesar de esta situación, con-
tada un poco a grandes rasgos y
con las tintas bastante recarga-
das, los grupos independientes
vuelven a sacar la cara por el
teatro peruano, ante la
indiferencia oficial. Así nacen
Cuatrotablas, Yuyachkani,
Ensayo, Telba, Alondra, Quinta
Rueda, etcétera. Cada uno dentro
de su propia línea de trabajo y
con objetivos diversos, constituye
lo más rescatable del teatro
peruano actual. Y nuevamente
me estoy refiriendo a Lima y
únicamente al teatro que se ha-
ce en locales teatrales.
En estos últimos diez años, los
que llevo viviendo en Lima desde
que regresé, se dan varios
fenómenos curiosos, que no
trataré de detallar ni explicar,
sino sólo enumerar, porque cada
uno de ellos tomaría mucho
espacio. Ellos son, por ejemplo, la
creación colectiva (los actores
quieren hacer un teatro que hable
de nuestra realidad actual, esas
 MI EXPERIENCIA EN EL TEATRO PERUANO
obras no existen. Entonces, entre
todos, las inventan); la especiali-
zación (teatro homosexual, por
ejemplo); el facilismo (todos pue-
den hacer teatro. Y... ¡así sale!);
la falta de rigor (se hace teatro
"así no más"); la democratización,
entre comillas (la democracia es
un sistema político, no un ideal
artístico. Pero...); el teatro-danza
(una especie de intento de
integración de las artes; pero
hasta ahora los experimentos no
resultan ni teatro ni danza; ni fu
ni fa).
¿Y el Estado? Bien, gracias. El
teatro sigue siendo la última rue-
da del coche y ese lugar más dé-
bil por donde dicen que se rom-
pen las sogas. Parodiando mala-
mente a Brecht se podría decir:
"¡Comer primero, luego lo
teatral!".
183
Reparo en que en esta última
parte he hablado del teatro en ge-
neral y no de mi experiencia. Y es
que personalmente siento que no
tengo cabida en el teatro peruano
actual. No hay espacio adecuado
para un profesional de mis ca-
racterísticas, que ni va a descen-
der al teatro comercial ni está en
actitud de integrarse a un grupo
experimental. Digamos que soy,
no un actor emérito (jubilado
suena más real), pero sí, transi-
toriamente, un actor en situación
de retiro. En diez años he
representado tres obras teatrales,
he hecho dos pequeños papeles
en el cine y un capítulo (leyó
bien: un capítulo) como actor
invitado en una serie de
televisión. Así estamos. O así
estoy.
 Textos del Magisterio del Papa Juan Pablo II
sobre Paternidad Responsable (*)
4. Situación de la familia en el
mundo de hoy.
(...) no faltan signos de preo-
cupante degradación de algunos
valores fundamentales, una equi-
vocada concepción teórica y prác-
tica de la independencia de los
cónyuges entre sí; las graves am-
bigüedades acerca de la relación
de autoridad entre padres e hijos;
las dificultades concretas que con
frecuencia experimenta la familia
en la transmisión de los valores;
el número cada vez mayor de los
divorcios, la plaga del aborto, el
recurso cada vez más frecuente a
la esterilización, la instauración
de una verdadera y propia menta-
lidad anticoncepcional".
Familiares Consortio Nº 6.
"(...) existe actualmente una
fuerte mentalidad anti-vida. Esta
se halla más extendida en las na-
ciones desarrolladas, pero
también se está transmitiendo a
las naciones en vías
(*) Tomado del documento "¿Es Lícito el Control Natal?" de Fernando Domínguez Ruiz, México
1989.
de desarrollo y se presentan
como una especie de vía hacia el
desarrollo y el progreso".
Alocución, 25-VIII-85
2. Defensa del Plan de Dios sobre
la Familia.
"La intención y la misión de la
Iglesia son las de servir a la fami-
lia y proclamar a la generación
actual y a las generaciones futu-
ras el plan de Dios que existe
"desde el principio". El futuro de
la sociedad se pone en peligro
donde quiera que se debilite la
familia. El bienestar de los
individuos y de la sociedad se
salvaguarda allí donde las
costumbres, las leyes y las
instituciones políticas, sociales y
educativas contribuyen el forta-
lecimiento del matrimonio y la fa-
milia. La familia tiene que ser de-
fendida y respetada por el bien de
la humanidad.
Alocución 25-VIII-85.
 186 MERCVRIO PERVANO
3. Matrimonio y Procreación.
"Según el designio de Dios, el
matrimonio es el fundamento de
la comunidad más amplia de la
familia, ya que la institución mis-
ma del matrimonio y el amor con-
yugal están ordenados a la pro-
creación y educación de la prole,
en la que encuentra su corona-
ción".
Familiaris Consortio N° 14.
4. Los Hijos, don especial del
Matrimonio.
"En su realidad más profunda,
el amor es esencialmente don (...)
por lo cual (los esposos) se con-
vierten en cooperadores de Dios
en el don de la vida a una nueva
persona humana. De este modo
los cónyuges a la vez que se dan
entre sí, dan más allá de sí mis-
mos la realidad del hijo, reflejo
viviente de su amor, signo perma-
nente de la unidad conyugal y
síntesis viva e inseparable del pa-
dre y de la madre".
Familiaris Consortio Nº 14.
"Vuestra aceptación gozosa de
los hijos como don de Dios a
vosotros redunda en gloria y en
honor vuestros".
Alocución, 25-VIII-85
5. Significado de la Paternidad
Responsable.
"El Concilio Vaticano II hizo
clara referencia a la paternidad
responsable como fuente de sana
espiritualidad matrimonial, con
tal que comporte una actitud
cristiana y eclesial ante la
transmisión de la vida, como acto
consciente y libre del designio de
Dios Creador. No han faltado, sin
embargo, interpretaciones
reductivas —que vosotros habéis
de esclarecer debidamente— las
cuales han querido hacer de la
expresión "paternidad
responsable" casi sinónimo de lo
contrario, esto es, de ausencia de
paternidad y maternidad: en una
palabra, de un "no" a la vida".
Alocución 11-VI.85.
"El recurso a los períodos infe-
cundos en la convivencia conyu-
gal puede llegar a ser fuente de
abusos, si los cónyuges buscan
de ese modo eludir sin justas
razones la procreación,
rebajándola respecto al nivel de
nacimientos moralmente justo en
su familia. Es preciso establecer
este justo nivel teniendo en
cuenta no sólo el bien de la
propia familia y el estado de
salud y posibilidades de los mis-
mos cónyuges, sino además el
bien de la sociedad a la que
pertenecen, de la Iglesia e
incluso de la humanidad entera.
La Encíclica Humanae vitae
presenta la paternidad responsa-
ble como expresión de un alto
valor ético. De ningún modo ésta
se dirige unilateralmente a la li-
mitación y menos aún a la exclu-
sión de la prole; significa también
la disponibilidad para acoger una
prole más numerosa. Sobre todo,
según la Encíclica Humanae
vitae, la paternidad responsable,
 PATERNIDAD RESPONSABLE
pone en acto ‘una relación más
profunda con el orden moral
objetivo, establecido por Dios, y
del que la conciencia recta es
fiel intérprete’ (Humanae vitae n.
10) ".
Alocución 5-IX-84.
6. Amor Conyugal y Sexualidad.
"(...) la sexualidad mediante la
cual el hombre y la mujer se dan
uno a otro con los actos propios
y exclusivos de los esposos, no es
algo puramente biológico, sino
que afecta el núcleo íntimo de la
persona en cuanto tal. Ella se
realiza de modo verdaderamente
humano, solamente cuando es
parte integral del amor con el
que el hombre y la mujer se
comprometen totalmente entre sí
hasta la muerte (...) Esta
totalidad exigida por el amor
conyugal, corresponde también
con las exigencias de una
fecundidad responsable, la cual,
orientada a engendrar una
persona humana, supera por su
naturaleza el orden puramente
biológico y toca una serie de
valores personales para cuyo
crecimiento armonioso es
necesaria la contribución
perdurable y concorde de los
padres. El único lugar que hace
posible esta donación total es el
matrimonio."
Familiares Consortio Nº 11.
7. Cooperadores del Amor de
Dios Creador.
"Dios, con la creación del hom-
bre y de la mujer a su imagen y
187
semejanza corona y lleva a la per-
fección la obra de sus manos; los
llama a una especial participación
en su amor y al mismo tiempo en
su poder de Creador y Padre, me-
diante su cooperación libre y res-
ponsable en la transmisión del
don de la vida humana: "y bendí-
jolos Dios y les dijo: sed fecundos
y multiplicaos y henchid la tierra
y sometedla" (Gen. 1, 28). Así el
cometido fundamental de la
familia es el servicio a la vida, el
realizar a lo largo de la historia la
bendición original del Creador,
transmitiendo en la generación la
imagen divina de hombre a
hombre. La fecundidad es el fruto
y el signo del amor conyugal, el
testimonio vivo de la entrega
plena y recíproca de los esposos
(...)".
8. Las Familias Numerosas.
"Tradicionalmente, la familia
numerosa ha desempeñado un
papel importante en el
fortalecimiento de la vida familiar
y a la hora de decidir el modo en
que afrontan y resuelven los
problemas familiares. En una
situación en la que los cambios
en las condiciones económicas y
sociales tienden a debilitar el
papel constructivo de la familia
numerosa, la entera comunidad
cristiana, en cuanto comunidad
de solidaridad humana y
espiritual, ansiosa de observar el
mandamiento evangélico del
amor, tendría que sentirse anima
da a ofrecer un apoyo concreto a
las familias que lo necesitan y a
188 MERCVRIO PERVANO
promover en la vida pública pro-
gramas adecuados de asistencia y
subsidiariedad".
Alocución 25-VIII-85.
9. La Doctrina y Norma de
siempre de la Iglesia.
"Precisamente porque el amor
de los esposos es una participa-
ción singular en el misterio de la
vida y del amor de Dios mismo, la
Iglesia sabe que ha recibido la
misión especial de custodiar y
proteger la altísima dignidad del
matrimonio y la gravísima res-
ponsabilidad de la transmisión de
la vida humana. De este modo, si-
guiendo la tradición viva de la
comunidad eclesial a través de la
historia, el reciente Concilio Vati-
cano II y el Magisterio de mi Pre-
decesor Pablo VI, expresado sobre
todo en la encíclica Humanae Vi-
tae, han transmitido a nuestro
tiempo un anuncio
verdaderamente profético, que
reafirma y propone de nuevo con
claridad la doctrina y la norma
siempre antigua y siempre nueva
de la Iglesia sobre el matrimonio
y sobre la transmisión de la vida
humana."
Familiaris Consortio Nº 29.
10. La Iglesia en favor de la vida.
"(...) Algunos se preguntan si
es un bien vivir o sería mejor no
haber nacido; dudan de si es
lícito llamar a otros a la vida,
los cuales quizá maldecirán su
existencia en un mundo cruel,
cuyos errores no son ni
siquiera previsibles. Otros
piensan que son los únicos
destinatarios de las ventajas de la
técnica y excluyen a los demás, a
los cuales imponen métodos anti-
conceptivos o métodos aún
peores. Otros todavía, cautivos
como son de una mentalidad
consumista y con la única
preocupación de un continuo
aumento de bienes materiales
acaban por no comprender, y por
consiguiente rechazar la riqueza
espiritual de una nueva vida
humana. La razón última de estas
mentalidades es la ausencia, en
el corazón de los hombres, de
Dios cuyo amor sólo es más
fuerte que todos los posibles
miedos del mundo y los puede
vencer."
Familiaris Consortio Nº 30.
"La Iglesia está llamada a ma-
nifestar nuevamente a todos, con
un convencimiento más claro y
firme, su voluntad de promover
con todo medio y defender contra
toda insidia la vida humana en
cualquier condición o fase de de-
sarrollo en que se encuentre. Por
esto la Iglesia condena, como
ofensa grave a la dignidad huma-
na y a la justicia, todas aquellas
actividades de los gobiernos o de
autoridades públicas, que tratan
de limitar de cualquier modo la
libertad de los esposos en la deci-
sión sobre los hijos. Por consi-
guiente, hay que ordenar y recha-
zar con energía cualquier violen-
cia ejercida por tales autoridades
en favor del anticoncepcionismo e
incluso de la esterilización y el
aborto procurado. Al mismo tiem-
 PATERNIDAD RESPONSABLE
po hay que rechazar como grave-
mente injusto el hecho de que, en
las relaciones internacionales, la
ayuda económica concedida para
la promoción de los pueblos esté
condicionada a programas de an-
ticoncepcionismo, esterilización y
aborto procurado."
Familiaris Consortio Nº 30.
11. No se pueden manipular las
Leyes del Creador: Condena
al Control Natal.
"En esta perspectiva el Concilio
Vaticano II afirmó claramente
que: cuando se trata de conjugar
el amor conyugal con la
responsable transmisión de vida,
la índole moral de la conducta no
depende solamente de la sincera
intención y apreciación de los
motivos, sino que deben
determinarse con criterios
objetivos tomados de la natu-
raleza de la persona y de sus
actos, criterios que mantienen ín-
tegro el sentido de la mutua
entrega y de la humana
procreación, entretejidos por el
amor verdadero; éste es imposible
sin cultivar sinceramente la
virtud de la castidad conyugal,
(Gaudium et Spes Nº 51). Es
precisamente partiendo de la
"visión integral del hombre y de
su vocación, no sólo natural, y
terrena sino también sobrenatu-
ral y eterna" (Humanae Vitae Nº
7), por lo que Pablo VI afirmó,
que la doctrina de la Iglesia está
fundada sobre la inseparable co-
nexión que Dios ha querido y que
el hombre no puede romper por
189
propia iniciativa, entre los dos
significados del acto conyugal: el
significado unitivo y significado
procreador (Ibíd. Nº 12). Y con-
cluyó recalcando que hay que ex-
cluir, como intrínsecamente des-
honesta, toda acción que en
previsión del acto conyugal, o en
su realización, o en el desarrollo
de sus consecuencias naturales
se proponga, como fin o como
medio, hacer imposible la
procreación (Ibíd. Nº 14)".
Familiaris Consortio N° 32.
"Cuando los esposos, mediante
el recurso del anticoncepcionismo,
separan esos dos significados que
Dios Creador ha inscrito en el ser
del hombre y de la mujer y en el
dinamismo de su comunión
sexual, se comportan como "árbi-
tros" del designio divino y "mani-
pulan" y envilecen la sexualidad
humana, y con ella toda la perso-
na del cónyuge, alterando su valor
de donación "total". Así, al
lenguaje natural que expresa -la
recíproca donación total de los
esposos, el anticoncepcionismo
impone un lenguaje objetivamente
contradictorio, es decir, el de no
darse al otro totalmente: se
produce no sólo el rechazo
positivo de la apertura a la vida
humana, sino también una
falsificación de la verdad interior
del amor conyugal, llamado a
entregarse en plenitud personal.
En cambio cuando los esposos,
mediante el recurso a períodos de
infecundidad, respetan la
conexión inseparable de los sig-
nificados unitivo y procreador de
190 MERCVRIO PERVANO
la sexualidad humana, se
comportan como ‘ministros del
designio de Dios y "se sirven" de
la sexualidad según en
dinamismo original de la
donación "total" sin
manipulaciones, sin
alteraciones’.
(Humanae Vitae Nº 14)."
Familiaris Consortio Nº 32.
12. Diferencias profundas entre
el Anticoncepcionismo y el
recurso a los Ritmos
Naturales.
"(...) La diferencia antropológica
y al mismo tiempo moral, que
existe entre
anticoncepcionismo y el recurso
a los períodos temporales. (...).
"Se trata de una diferencia
bastante más amplia y profunda
de lo que habitualmente se cree,
y que implica en resumidas
cuentas dos concepciones de la
persona y de la sexualidad
humana, irreconciliables entre sí.
La elección de los ritmos
naturales comporta la aceptación
del tiempo de la persona, es
decir, de la mujer, y con esto la
aceptación también del diálogo,
del dominio de sí mismo. Aceptar
el tiempo y el diálogo significa
reconocer el carácter espiritual y
a la vez corporal del amor
conyugal, como también vivir el
amor personal en su exigencia de
fidelidad. (...) De este modo la
sexualidad es respetada
prometida en su dimensión
verdadera y plenamente humana,
no "usada" en cambio como un
"objeto" que, rompiendo la uni-
dad personal de alma y cuerpo,
contradice la misma creación de
Dios".
Familiaris Consortio, Nº 32.
13. La Contracepción va en
contra del Amor Conyugal.
"El acto contraceptivo introduce
una limitación sustancial en lo
interior de esta donación recípro-
ca y expresa el rechazo objetivo de
dar cada uno al otro todo el bien
de la feminidad o masculinidad.
En una palabra, la contracepción
contradice la unidad del amor
conyugal."
Alocución 17-IX-1984.
el
14. Los esposos deben ser fieles
a todas las exigencias de la
Ley Divina.
"No se pueden ignorar las difi-
cultades que encuentran los espo-
sos para ser fieles a la Ley de Dios
(...) Es preciso hacer todo lo posi-
ble para que los esposos reciban
ayuda adecuada. En primer lugar
es necesario evitar que se "gra-
dúe" la ley de Dios según las si-
tuaciones varias en que se
encuentran los esposos (...) La Ley
de Dios es expresión de las
exigencias de la verdad de la
persona humana, el orden de la
Sabiduría divina, que si la
observamos en esta vida nos
llevará a Dios y si no la
y
observamos no alcanzaremos a
Dios, como dice San Agustín (De
ordine 1.9). Cabe preguntarse, en
efecto, si la confusión
 PATERNIDAD RESPONSABLE
entre "graduación de la ley" y "ley
de graduación" no encuentre
acaso explicación en una escasa
estima de la ley de Dios. Se opina
que ésta no es apta para todo
hombre ni toda situación, y se le
quiere sustituir con un orden
diferente al divino."
Alocución 17-IX-1983.
"Creer que existen situaciones
en que de hecho no es posible a
los esposos ser fieles a todas las
exigencias de la verdad del amor
conyugal, equivale a olvidar el
acontecimiento de gracia que ca-
racteriza la Nueva Alianza, es de-
cir, que la gracia del Espíritu
Santo hace posible al hombre
abandonado a sus solas fuerzas.
De modo que es preciso sostener
a los esposos en su vida
espiritual, invitarles a que
recurran con frecuencia a los
sacramentos de la Confesión y de
la Eucaristía, para que estén
retornando continuamente y Iglesia debe estar unida y nunca
convirtiéndose sin cesar a la ver-
dad de su amor conyugal."
Alocución 17-IX-1983.
15. La Conciencia no es Autono-
mía, depende de la Ley
Divina.
"(...) los esposos han de ser
guiados por la conciencia, la cual
ha de ajustarse a la ley divina
misma, dóciles al Magisterio de la
Iglesia (Gaudium et Spes 50). Por
otra parte, como enseña la encí-
clica Humane Vitae: todo acto
matrimonial debe estar abierto a
la transmisión de la vida (Nº 11)
191
de ahí que la contracepción y la
esterilización con fines contracep-
tivos sean siempre gravemente ilí-
citos.
Alocución, 27-1-1985.
16. La Iglesia Madre y Maestra
para los esposos en
dificultad.
"(...) La misma y única Iglesia
es a la vez Madre y Maestra. Por
eso, la Iglesia no cesa nunca de
invitar y animar, a fin de que las
eventuales dificultades
conyugales se resuelvan sin
falsificar ni comprometer jamás la
unidad. En efecto, está
convencida de que no puede
haber verdadera contradicción
entre la ley divina de la trans-
misión de la vida y la de favorecer
el auténtico amor conyugal (cfr.
Gaudium et Spes N° 51). Por esto,
la pedagogía concreta de la
separada de su doctrina. Repito,
por tanto, con la misma persua-
sión de mi Predecesor: "No me-
noscabar en nada la saludable
doctrina de Cristo es una forma
de caridad eminente hacia las al-
mas" (Humane Vitae, Nº 29)."
Familiaris Consortio Nº 33.
17. Medios para vivir la castidad
conyugal.
"No hay duda de que entre
estas condiciones (para
comprender y vivir el valor y la
norma moral) se deben incluir la
constancia y la paciencia, la
humildad y la forta-
192 MERCVRIO PERVANO

leza de ánimo, la confianza filial 18. La Familia y la Oración.

en Dios y en su gracia, el recurso
"A los miembros de la familia
frecuente a la oración y a los sa-
cristiana pueden aplicarse de
cramentos de la Eucaristía y la
modo particular las palabras
Reconciliación (cfr. Humanae Vi-
con las cuales el Señor Jesús
tae Nº 25). Confortados así los
promete su presencia: "Os digo
esposos cristianos podrán
en verdad que si dos de vosotros
mantener viva la conciencia de la
conviniereis sobre la tierra en
influencia singular que la gracia
pedir cualquier cosa, os lo
del sacramento del Matrimonio
otorgará mi Padre que está en
ejerce sobre todas las realidades
los cielos. Porque donde están
de la vida conyugal, y por
dos o tres congregados en mi
consiguiente también sobre su
nombre, allí estoy yo en medio
sexualidad: el don del Espíritu,
de ellos" (Mt 18, 19). Esta plega-
acogido y correspondido por los
ria tiene como contenido original
esposos, les ayuda a vivir la
la misma vida de la familia que
sexualidad humana según el
en las diversas circunstancias
plan de Dios y como signo del
es interpretada como vocación
amor unitivo y fecundo de Cristo
de Dios y es actuada como
por su Iglesia.
respuesta filial a su llamada
alegrías y dolores, esperanzas y
Pero entre las condiciones nece-
tristezas, nacimientos y
sarias está también el
cumpleaños, aniversarios de
conocimiento de la corporeidad y
bodas de los padres, partidas,
de sus ritmos de fertilidad. En
alejamientos y regresos, elec-
tal sentido conviene hacer lo
ciones importantes y decisivas,
posible para que semejante
muerte de personas queridas,
conocimiento se haga accesible a
etc. señalan la intervención del
todos los esposos (...) El
amor de Dios en la historia de la
conocimiento debe desembocar
familia, como debe también
además en la educación al auto-
señalar el momento favorable de
control; de ahí la absoluta nece-
acción de gracias, de
sidad de la virtud de la castidad
imploración, de abandono
y de la educación permanente en
confiado de la familia al Padre
ella. Según la visión cristiana, la
común que está en los cielos.
castidad no significa absoluta-
Además la dignidad y respon-
mente rechazo ni menosprecio de
sabilidad de la familia cristiana
la sexualidad humana: significa
en cuanto Iglesia doméstica
más bien energía espiritual que
solamente pueden ser vividas
sabe defender el amor de los peli-
con la ayuda incesante de Dios,
gros de egoísmo y de la agresivi-
que será concedida sin falta a
dad, y sabe promoverlo hacia su
cuantos la pidan con humildad
realización plena."
y confianza en la oración."
Familiaris Consortio N° 33.
Familiaris Consortio N° 59.
 PATERNIDAD RESPONSABLE
"Elemento fundamental e que Dios realiza su acción
insustituible de la educación a
las oraciones el ejemplo concreto,
el testimonio vivo de los padres;
sólo orando junto con los hijos, el
padre y la madre, mientras
ejercen su propio sacerdocio real,
calan profundamente en el
corazón de sus hijos, dejando
huellas que los posteriores
conocimientos de la vida no
lograrán borrar. Escuchamos de
nuevo la llamada que Pablo VI ha
dirigido a las madres y a los
padres: Madres, ¿enseñáis a
vuestros hijos las oraciones del
cristiano? ¿Preparáis de acuerdo
con los sacerdotes, a vuestros hi-
jos para los sacramentos de la
primera edad: confesión,
comunión, confirmación? ¿Los
acostumbráis, si están enfermos,
a pensar en Cristo que sufre? ¿A
invocar la ayuda de la Virgen y de
los Santos? ¿Rezáis el Rosario en
familia?. Y vosotros padres,
¿sabéis rezar con vuestros hijos,
con toda la comunidad
doméstica? Vuestro ejemplo, en
la rectitud del pensamiento y de
la acción, apoyado por alguna
oración común vale una lección
de vida, vale un acto de culto de
un mérito singular; lleváis de este
modo la paz al interior de los
muros domésticos:
‘Paz Huic domvi’. Recordad: así
edificar la Iglesia (Alocución 11-
VIII-1976)".
Familiaris Consortio N° 60.
"¡Qué grandeza y responsabili-
dad a la vez de los padres cristia-
nos, que como fruto de su amor
se convierten en templos en los
193
creadora! Sed conscientes de esta
altísima misión que Dios ha
puesto en vuestras manos; y
haced de vuestras familias un
templo de Dios, una Iglesia
doméstica. Para lograrlo, cultivad
en vuestros hogares la plegaria
que une y orienta rectamente la
vida, enseñad a orar a vuestros
hijos y educadlos en la moral y en
las exigencias de la vida
cristiana. Una tarea a la que
están llamados los padres y las
madres, en mutua colaboración.
Alocución 27-I-1985.
19. La Familia y la Eucaristía.
"El deber de santificación de la
familia cristiana tiene su primera
raíz en el bautizo y su expresión
máxima en la Eucaristía, a la que
está íntimamente unido el matri-
monio cristiano (...) La Eucaristía
es la fuente misma del matrimo-
nio cristiano. En efecto, el sacrifi-
cio eucarístico representa la
alianza de amor de Cristo en la
Iglesia, en cuanto sellada con la
sangre de la cruz (...) En cuanto
representación del sacrificio de
amor de Cristo con su Iglesia, la
Eucaristía es manantial de
caridad y el don eucarístico de la
caridad la familia cristiana halla
el fundamento y el alma de su
"comunión" y de su "misión", ya
que el pan eucarístico hace de los
diversos miembros de la
comunidad familiar un único
cuerpo, revelación y participación
de la más amplia unidad de la
Iglesia; además, la partici-
194 ME RCVR I O P ER VANO
pación en el Cuerpo "entregado" y
en la Sangre "derramada" de
Cristo se hace fuente inagotable
del dinamismo misionero y
apostólico de la familia cristiana."
Familiaris Consortio Nº 57.
20. La Familia y el Sacramento
de la Reconciliación.
"El arrepentimiento y perdón
mutuo dentro de la familia cris-
tiana que tanta parte tienen en la
vida cotidiana, hallan su
momento sacramental específico
en la Penitencia cristiana.
Respecto de los cónyuges
cristianos, así escribía Pablo VI
en la encíclica Humanae Vitae. Y
si el pecado les sorprendiese
todavía, no se desanimen sino
que recurran con humilde
perseverancia a la misericordia
de Dios, que se concede en el
Sacramento de la Penitencia (Nº
25). La celebración de este
sacramento adquiere un
significado particular para la vida
familiar. En efecto, mientras
mediante la fe descubren cómo el
pecado contradice no sólo la
alianza con Dios, sino también la
alianza de los cónyuges y la co-
munión de la familia, los esposos
y todos los miembros de la fami-
lia son alentados al encuentro
con Dios. Rico en misericordia
(Ef. 2, 4) el cual, infundiendo su
amor más fuerte que el pecado,
reconstruye y perfecciona la
alianza conyugal y la comunión
familiar."
Familiaris Consortio N° 58.
21. El Matrimonio camino de
Santidad que pasa por la
Cruz.
"Todos los esposos, según el
plan de Dios, están llamados a la
santidad en el matrimonio, y esta
excelsa vocación se realiza en la
medida en que la persona
humana se encuentra en
condiciones de responder al
mandato divino con ánimo
sereno, confiando en la gracia
divina y en la propia voluntad.
En la misma línea es propio de la
pedagogía de la Iglesia que los
esposos reconozcan ante todo
claramente la doctrina de la
Humanae Vitae como normativa
para el ejercicio de su sexualidad
y se comprometan sinceramente
a poner las condiciones
necesarias para observar la
norma. Esta pedagogía, como ha
puesto de relieve el Sínodo
abarca toda la vida conyugal. Por
esto la función de transmitir la
vida debe estar integrada a la
misión global de toda la vida
cristiana, la cual sin la cruz no
puede llegar a la resurrección. En
semejante contexto, se
comprende cómo no se puede
quitar de la vida familiar el
sacrificio, es más, se debe
aceptar de corazón, a fin de que
el amor conyugal se haga más
profundo y sea fuente de gozo
íntimo."
Familiaris Consortio N° 34.
"Los esposos no pueden mirar
la ley como un mero ideal que se
puede alcanzar en el futuro, sino
que deben considerarla como un
 PATERNIDAD RESPONSABLE
mandato de Cristo Señor a supe-
rar con valentía las dificultades."
Familiaris Consortio N° 34.
"Todo bautizado, y por consi-
guiente también los esposos,
están llamados a la santidad (...)
Todos, incluidos los esposos,
estamos llamados a la santidad y
ésta es una vocación que puede
exigir incluso heroísmo. No hay
que olvidarlo."
Alocución 17-IX-83.
22. Fidelidad al Magisterio en
los consejos.
A los sacerdotes recuerda que
"su enseñanza y sus consejos de-
ben estar siempre en plena conso-
nancia con el Magisterio
auténtico de la Iglesia de modo
que ayude al Pueblo de Dios a
formarse un recto sentido de la fe,
que ha de aplicarse luego en la
vida concreta.. Esta fidelidad al
Magisterio permitirá también a
los sacerdotes lograr una perfecta
unidad de criterios con el fin de
evitar ansiedades de conciencia a
los fieles (...), los teólogos y los
expertos en problemas familiares
pueden ser de gran ayuda en este
diálogo, explicando exactamente
el Magisterio de la Iglesia y el de
195
La experiencia de la vida familiar
(...) Es bueno recordar que la
norma próxima y obligatoria en
doctrina de fe —incluso en los
problemas de familia— es
competencia del Magisterio
jerárquico."
Familiaris Consortio N° 73.
23. Defensa de la Familia: Lucha
contra el Materialismo.
"Quiero dejaros este mensaje:
Aprended a construir vuestra vida
familiar sobre el fundamento del
amor. No cedáis a las fuerzas que
debilitan y destruyen la unidad,
la estabilidad y la alegría de vues-
tras familias. No sigáis la senda
del materialismo y el consumismo
egoístas, que han producido tan-
tos sufrimientos en otras partes
del mundo y que también
vosotros estáis comenzando a
experimentar ahora. No prestéis
oídos a ideologías que permiten
que la sociedad o el Estado
asuman los derechos y las
responsabilidades que pertenecen
a la familia."
¡Qué vuestras familias vivan, en
un clima de amor como la familia
de Jesús, María y José, mediante
la compasión y la gentileza, la
paciencia y la disponibilidad.!
Alocución 25-VIII-85.