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La Educación Superior: Una mirada al pasado, presente y futuro

Joel Manuel Martínez García


Joelmartinez86@gmail.com
Maestría en Innovación Educativa
Universidad de Sonora

Introducción

El crecimiento demográfico, la concentración urbana y el desarrollo económico, son las

principales causas generadoras de la demanda creciente de educación, ya que determinan

tanto el crecimiento de la demanda educativa como la estructura y el grado de absorción de

la oferta de profesionales. El análisis y planeamiento de la educación forma parte del

análisis y planeamiento nacional, económico y social; en tal sentido implica no sólo el

conocimiento y manejo de datos relativos al sistema de educación, sino también de los que

se refieren al contexto geográfico, demográfico, económico, social y político donde la

educación se desarrolla en función del cual debe desenvolverse en el futuro. Podemos

fundar lo anterior en el carácter dual que se atribuye al sistema de educación superior, ya

que debe de dar respuesta, por una parte a la demanda social de educación superior, y

además responder a las expectativas en cuanto al personal altamente calificado que la

sociedad requiere para su desarrollo1.

Ante esta situación, el presente ensayo tiene como proposito analizar desde una perspectiva

personal las siguientes interrogantes: ¿Qué hemos aprendido sobre los cambios en

educación?, ¿Dónde estamos y donde parece que estemos o deberíamos estar yendo en el

futuro?, ¿Cómo han sido o deberían ser los procesos de cambio de la educación?, ¿Qué

aspecto deberían considerar?.

1
“El problema fundamental de la reforma educativa es que la misma profesión no ha experimentado los cambios
necesarios para ponerla al frente del desarrollo educativo” (Fullan, 2002: 6).
¿Qué hemos aprendido sobre los cambios en educación?

Incomoda reconocer que sabemos poco sobre las maneras de mejorar la educación

(Schiefelbein y McGinn, en prensa). El escaso aumento que ha mostrado el aprendizaje de

los alumnos de América Latina (y otras regiones), en los últimos quince años, nos ha

obligado a aceptar que desconocemos la forma de innovar con éxito en educación

(Mulryan-Kyne, 2007); que no hemos sido capaces de reconocer los programas que

probaron ser exitosos (y menos replicarlos); que se desconocía el probable nivel de costo-

efectividad al momento de aprobar proyectos de educación (incluso los realizados con

financiamiento internacional) y, además, que los más destacados especialistas mundiales en

el desarrollo de la educación no siempre coinciden en las soluciones que proponen sus

colegas. Esto sugiere que, hasta ahora, ha sido imposible diseñar soluciones que garanticen

la superación de los problemas (Barber and Mourshed, 2007).  

En ese sentido, hemos aprendido sobre las limitaciones que tiene la actual manera de

tomar decisiones en educación para generar cambios en los procesos 2. Ahora sabemos

distinguir entre una solución (preferida como objetivo en sí) y la manera más eficiente de

resolver un problema. Por ejemplo, estamos conscientes de que la educación inicial, es

importante, pero también tenemos presente que hay diversas maneras de ofrecerla y

conviene usar la estrategia que tiene el mas alto costo-efectividad. 

2
Para ello debemos de estar conscientes que el sistema educativo no puede marchar en solitario, sino que debe
conectarse cada vez más con otros compañeros potenciales, a pesar de que puedan afrontar las dificultades de
estabecer nuevas alianzas con grupos con los que hasta ahora no habían tenido mucha relación en el pasado
(como los padres/la comunidad, los negocios, el Gobierno, las universidades (Fullan, 2002).
¿Dónde estamos y donde parece que estemos o deberíamos estar yendo en el futuro?

En México en los últimos treinta años, el sistema educativo se ha colapsado, por

múltiples factores y complicidades de tipo social, político y económico. Ante los retos que

nos presentan la globalización y la sociedad del conocimiento, se requiere una nueva visión

y misión en materia educativa. En todos los niveles de la educación preescolar, primaria,

secundaria, bachillerato, universidad y postgrado; analizar cuales son los objetivos reales y

concretos, para otorgarle al educando las herramientas necesarias para su preparación y así

las nuevas generaciones edifiquen una sociedad mas justa, eficiente y capaz de continuar la

tarea en un universo en constante transformación.

En ese sentido, estamos inmersos en un proceso educativo donde “La política educativa no

puede prescribir lo que realmente importa” aun cuando la política educativa siga creyendo

poder hacerlo (Bolivar, 2005).

En dónde parece que estemos, en un contexto de incertidumbre, de falta de estabilidad y

entornos turbulentos, cuando la planificación moderna del cambio y su posterior gestión

han perdido credibilidad, se confía en movilizar la capacidad interna de cambio (de las

escuelas como organizaciones, de los individuos y grupos) para regenerar internamente la

mejora de la educación (Bolívar, 2005). En esta coyuntura postmoderna, se aduce que las

organizaciones con futuro serán aquellas que tengan capacidad para aprender.

Para dónde deberíamos estar yendo en el futuro, considero que debemos de encaminarnos

a afrontar los retos derivados del proceso globalizador imperante. Para ello, es necesario

impulsar un desarrollo científico técnico que repercuta positivamente no sólo en la

productividad integral de las actividades económicas nacionales, sino también en la

solución de los grandes problemas de carácter social, político y ambiental. Para ello, es
necesario desarrollar modelos educativos que promuevan la adopción de los valores éticos

necesarios para la formación de humanos capaces de trabajar por la dignificación de la vida

de los mexicanos. Para apoyar una educación crítica que capacite a los estudiantes en la

identificación, planteamiento y solución de los grandes problemas nacionales. Y de esta

manera desarrollar la capacidad de los educandos para trabajar por el logro de la

sustentabilidad integral de los sistemas: no sólo de los económicos, sociales y políticos,

sino también de los ambientales. Para ello es necesario extender la cobertura de la

educación a la mayor parte de los jóvenes mexicanos.

¿Cómo han sido o deberían ser los procesos de cambio de la educación?

Para dar respuesta a esta pregunta citaré textualmente a Fullan (2002) Los años 60, aunque

nulos con respecto a la implementación, fueron una época de aspiraciones a gran escala

para las reformas masivas en educación. Fue un tiempo en el que las esperanzas con

respecto a la reforma urbana y social eran grandes. El falso, aunque prometedor, comienzo

de los 60 desapareció casi en los 70 y en el comienzo de los 80. En la última mitad de los

80 empezaba a extenderse una conciencia a nivel nacional de que algo había que hacerse,

pero se quedaba en meras quejas y en demandas de actuación inmediata sin sus

correspondientes estrategias.

Ahora, en la mitad de los 90, hemos regresado a la antigua cuestión de una reforma

educativa radical a gran escala. Ahora somos más realistas sobre lo que es necesario hacer.

Cómo deberían ser los procesos de cambio de la educación, considero que estos deben

estar orientados a enfrentar los grandes problemas de carácter social, político, económico y

culturales en los cuales estamos inmersos. Para ello, es necesario, primero tener el sentido

de la esperanza y recuperar la escuela para lograr un cambio radical en la nación.


¿Qué aspecto deberían considerar el cambio educativo?

Desde mi punto de vista considero que la reestructuración de la escuela como motor

principal del cambio educativo. En ese sentido estoy de acuerdo con Fullan (2002) que

sugiere una estrategia de innovación basada en proyectos de cambio en la escuela y cuya

operacionalización habría de respetar los pasos siguientes: i) planificación específica para

cada innovación, ii) clarificación de los apoyos externos, iii) definición del rol a

desempeñar por los directores escolares, iv) formación de los profesores en el contexto del

propio plan innovador, v) recabar información acerca del estado de desarrollo del cambio

en las aulas, los factores que lo dificultan y los resultados que se vayan obteniendo, vi)

planificar, asimismo, la continuidad de la innovación y su ampliación, y vii) revisar su

capacidad para los cambios sucesivos.

Conclusión

A manera de conclusión podemos decir que nos encontramos en el momento justo de lograr

un cambio en la educación. En ese sentido, contamos con la experiencia suficiente, hemos

aprendido de nuestros errores. Ante ello, debemos echar mano de los jovenes estudiantes,

encaminarlos hacia la mejora de la educación, orientarlos hacia la investigación para poder

enfrentar los problemas en que se encuentra inmerso el país en todos los órdenes de la vida

humana; económica, política, social y cultural. Para ello, es necesario reconfigurar la

escuela, empezar a generar estudiantes pensantes con el carácter suficiente para enfrentar

estos problemas.
Referencias bibliográficas

Barber, Michael y Mona Mourshed, 2007, How the world’s best-performing school systems
come out on top, McKinsey & Company, Directorate for Education, OECD. Consultado en:
https://www.u-
cursos.cl/ingenieria/2008/2/IN77C/1/material_docente/objeto/186712+que+hemos+aprendi
do+sobre+los+cambios+en+la+educacion&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=mx

Bolívar, Antonio (2005) "Una mirada al cambio educativo: el viaje a la mejora escolar”
Episteme No. 6 Año 2, Octubre-Diciembre 2005.
http://www.uvmnet.edu/investigacion/episteme/numero5-05/ Fecha de consulta: Agosto,
15, 2009

Fullan, Michael (2002). El significado del cambio educativo: Un cuarto de siglo de


aprendizaje. Profesorado. Revista de Curriculum y Formación del profesorado. Año/vol 6.
N.1-2. Pp. 1-14. Universidad de Granada. 

Mulryan-Kyne, C., 2007, The preparation of teachers for multigrade teaching. Teaching
and Teacher Education, 23(4), 501-514. Consultado en: https://www.u-
cursos.cl/ingenieria/2008/2/IN77C/1/material_docente/objeto/186712+que+hemos+aprendi
do+sobre+los+cambios+en+la+educacion&cd=4&hl=es&ct=clnk&gl=mx

Schiefelbein, E. y Noel McGinn, en prensa, Learning to Educate: Proposals for the


Reconstruction Of Education in Latin America, IIEP, Unesco, Paris. https://www.u-
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