NARRADORA: Cierto día un cóndor estaba sentado en la punta de un cerro, cuando
su amigo zorro se le acercó y le dijo: ZORRO: ¿Compadre cóndor que haces ahí sentado? CONDOR: aquí pues compadre tomando un descanso, (sonido de una brisa) (tiembla un poco) pero hace un poco de frío no? ZORO: ¿frío?, ¿hace frío? para nada… CONDOR: aquí en la altura el frío es distinto (sonido) haber, te propongo algo, porque no pasamos la noche aquí en el cerro y apostamos para ver si aguantas en el frío. ZORRO: De acuerdo compadre, más tarde nos vemos. NARRADORA: Ya por la tarde los amigos estaban listos para empezar la apuesta. (Música) CONDOR: buenas tardes compadre, estás listo para pasar la noche ZORRO: Si claro que si, al amanecer seré el ganador (música) ZORRO: ¿cómo estas compadre? CONDOR: bien, sin frío ¿y tú? ZORRO: Muy bien (música) ZORRO: ¿cómo estas compadre? CONDOR: muy bien compadre NARRADORA: (música) de repente empezó a llover y nevar, el zorro a pesar que empezó a sentir frío siguió preguntando. ZORRO: ¿Cómo estas compadre? CONDOR: Bien ¿y tú? ZORRO: bien, sin frío NARRADORA: (música) el zorro se quedó callado por un buen tiempo, así que esta vez el cóndor preguntó. CONDOR: ¿Cómo esta compadre? ZORRO: sin frío (música)(sonidos de amanecer) CONDOR: ¿Compadre, cómo estás?, ¿compadre? ¿Te has dormido?, despierta está amaneciendo, ayayayay mi compadre parece congelado, ayayay compadre, compadre zorro, pobre mi compadre zorro. NARRADORA: Y así el cóndor ganó la apuesta.