Está en la página 1de 6

Universidad abierta para adultos

Asignatura
Anatomía y fisiología del SN
Tema
Tarea5
Facilitador
Lucy Cedano de Piña
Participante
ANABEL MELO
17-8607
Luego de consultar la bibliografía señalada y otras fuentes de
interés científico para la temática objeto de estudio, se
aconseja que realices las siguientes actividades:

1. Elabora un mapa conceptual donde relaciones los distintos


receptores sensitivos con las estructuras del sistema nervioso
que influyen en cada uno
2. Elige una de las siguientes situaciones y redacta con detalles
cómo sucede el proceso, mencionando las implicaciones del
sistema nervioso en él:

Percibir del sabor dulce de un helado.

El sabor no solo se localiza en la boca, se percibe con el cerebro, un centro de


recepción multisensorial que nos alerta del rechazo o aceptación de los alimentos

Imágenes que muestran el progreso de maduración del cerebro. EFE/NIMH


Cuando tomamos un sorbo de café, su sabor impacta en primer lugar en las papilas gustativas
de la lengua, del paladar o del esófago y produce una reacción que viaja de forma inmediata a
través de las neuronas de los nervios faciales hasta llegar al cerebro que lo percibe como algo
aceptable o rechazable en el caso de que nos repugnara.
Nuestro sentido del gusto hace además que se activen otras áreas cerebrales que nos
permiten recordar ese sabor del café, porque lo hemos probado antes, e incluso podemos
reconocer diferentes matices en el mismo sabor y comparar con otros que hemos guardado en
nuestra memoria.

Y el cerebro nos capacita para ir


más allá; ante una humeante taza de café podemos anticipar e imaginar cómo sabrá e incluso
tener la sensación de estar ya paladeándola.
Todo un mecanismo cerebral que se pone en marcha con varias acciones a la vez: “La primera
vez que probamos algo, ese sabor impacta en las papilas gustativas, se envía al cerebro y llega
a los centros de recepción sensorial que se encuentran en la zona postcentral del lóbulo
parietal”, explica el neurólogo Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología
(SEN).
Pero parte de esa información también se va a distribuir en las áreas del cerebro que
seleccionarán si nos resulta un sabor agradable o no, algo de lo que se encarga la amígdala
cerebral, que se encuentra en el lóbulo temporal. También en este lóbulo se encuentra el
sistema límbico, que alberga la memoria capaz de hacernos recordar si ya hemos probado
antes ese sabor.

“Hay personas que cuando toman chocolate les puede producir una reacción tan compleja que
llega incluso a desestresarles. Y esto ocurre porque se activan áreas como el centro de la
recompensa del cerebro y les produce una sensación de satisfacción “como de premio”, indica
el especialista.

Controlar la percepción
La percepción se puede manipular. Ante una comida, podemos tomar los alimentos sin apenar
reparar en lo que comemos, de forma mecánica, porque nuestra atención está puesta en otra
cosa, en la conversación de negocios que estamos teniendo durante ese almuerzo, por
ejemplo.

Cosa bien distinta es cuando vamos ya predispuestos a disfrutar del menú que nos ofrecen y
estamos preparados para retener los sabores en nuestra memoria. “Y cuando le contamos a
alguien lo que hemos sentido con esos sabores a veces ni siquiera encontramos una palabra
para describirlos y tenemos que buscar una comparación”.

EFE/John Amis
“Por eso muchas veces un sabor nos puede despertar una sensación musical o asimilarlo a un
color, es lo que se llama sinestesia”, apunta el neurólogo.
En consulta, se puede conocer “la vía gustativa de una persona haciendo que saboree
determinados alimentos mientras le estamos haciendo una resonancia, aislado de cualquier
otro estimulo externo que no sea el sabor, para ver qué partes del cerebro son las que se
activan. Y nos encontramos con que nunca hay una única área, sino que la información se
activa por las distinta áreas de interés del cerebro”, explica Carlos Tejero.
Cuando existen lesiones que afectan a algunos de los circuitos y se
pierde o disminuye el sentido del gusto, se produce un trastorno
denominado ageusia que puede estar provocado por diferentes
causas como la alteración de los receptores de la lengua, de los
nervios que transmite la información al cerebro o del propio cerebro.
“En algunas parálisis faciales podemos estudiar hasta qué nivel se ha alterado el nervio
poniendo un poco de sal en la punta de la lengua”, señala el neurólogo.

Sensación de dolor después de pincharse con una aguja.

Identificar que es tu canción favorita la que suena en la radio.

Percibir el olor a quemado cuando estamos cocinando.

También podría gustarte