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COLOMBIA
por
Raúl R. Vera
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© FAO 2004
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INDICE
1. INTRODUCCIÓN 5
2. SUELOS Y TOPOGRAFÍA 7
5. EL RECURSO PASTORIL 11
Las sabanas 12
Sabanas orientales de Colombia 12
Las sabanas del Caribe 13
Las sabanas interandinas 13
8. REFERENCIAS 15
9. CONTACTOS 16
10. EL AUTOR 16
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje 5
1. INTRODUCCIÓN
Colombia está localizada en el extremo norte de Sudamérica con acceso al mar Caribe y a los océanos
Atlántico y Pacífico (Figura 1). Sus coordenadas geográficas son: 4º 00 N, 72º 00 W. Las fronteras
terrestres se extienden por 6 004 km e incluyen en orden decreciente de longitud a: Venezuela, Brasil,
Perú, Ecuador y Panamá. Sus divisiones administrativas incluyen 32 departamentos y un distrito capital.
Su área terrestre es de 1 141 748 km2 y en 1993 la población era de 37 664 711 (Dane Censo, 1993);
la estimación de julio 2000 llega a 39 685 655, distribuida entre 73% urbana y 27% rural. La tasa
de crecimiento demográfica es de 1,68% (estimación 2000). La fuerza de trabajo es de 16 800 000,
distribuida entre los siguientes sectores: servicios 46%, agricultura 30% e industria 24% (1990).
Las tierras arables se estiman que cubren 54 060 km2, unas 0,16 ha/capita, aunque el potencial es
sustancialmente mayor. Las tierras de cultivo incluyen 9,7% regadas y 4% áridas. Las tierras de pastoreo
permanente son 406 000 km2, equivalentes a 0,88 ha/capita. Las selvas cubren 48% de la superficie. La
población ganadera de Colombia es grande (Cuadro 1), equivalente a 0,62 unidades ganaderas (UG)
per capita. La topografía es extremadamente variada e influye sobre las condiciones climáticas. El
clima varía desde desértico en la frontera norte con Venezuela, a selva lluviosa a lo largo de la costa del
Pacífico y en las fronteras sureñas con Brasil, Perú y Ecuador.
El país es extremadamente rico en recursos naturales renovables y no renovables, incluyendo petróleo,
esmeraldas, oro, numerosos metales, carbón, y una flora y fauna ricas. Las principales exportaciones de
Colombia son petróleo y café. A pesar de la perturbación social continua desde hace largo tiempo, la
economía es fuerte pero las inversiones han quedado atrás.
El sector agropecuario comprendía el 18% del PBI de Colombia en 1997. El Cuadro 2 muestra
como el PBI agropecuario cambió en el período 1990–1994, con el café disminuyendo su contribución
y la ganadería haciéndose relativamente más importante. Es probable que la tendencia mostrada en el
Cuadro 2 haya continuado durante la segunda mitad de la década de 1990. La diversidad climática y
topográfica de Colombia permite el cultivo de una amplia variedad de cultivos y productos forestales.
Cacao, caña de azúcar, cocos, bananas, plátanos, arroz, algodón, tabaco, yuca y la mayoría del ganado
de carne de la nación son producidos desde las regiones calientes al nivel del mar hasta los 1 000 msnm.
Las regiones templadas –entre 1 000 y 2 000 msnm– están bien adaptadas para café, ciertas flores, maíz,
hortalizas, frutas así como ganado lechero. Las elevaciones más frescas –entre 2 000 y 3 000 msnm–
producen trigo, cebada, papas, hortalizas de climas fríos, flores, ganado lechero y avicultura. A pesar de
la variedad de productos agropecuarios, solo una pequeña fracción del total de la tierra está disponible
para la producción. De las casi 115 000 000 ha de Colombia, 13% son consideradas arables y solo 27%
de esas están bajo cultivo. Alrededor de un 20% de toda la tierra cultivada está cubierta con cafetales.
Desde 1960, el sector agropecuario comenzó a crecer más lentamente que el resto de la economía.
Mientras que PBI creció a una tasa media anual de 5,5% desde 1960 a 1982, los productos agropecuarios
se incrementaron solo un 4,1%, indicando, entre otras cosas, la creciente importancia de los sectores
manufactureros y de servicios.
Las modernas técnicas agropecuarias se usan principalmente en los valles interandinos y en la región
productora de café. Los fertilizantes químicos se usan ampliamente y grandes extensiones de tierras
planas han sido puestas bajo riego.
Cuadro 2. Composición, en porcentaje, del PBI agropecuario
Cultivos Producción animal Otros
Cultivos Cultivos Café Carne Leche Aves Suinos
estacionales permanentes
(sin café)
1990 23,97 28,62 12,23 15,13 9,00 4,63 1,74 4,68
1994 19,77 32,42 9,73 15,81 9,49 5,67 1,87 5,25
Fuente: CEGA, 1996
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje 7
Muchos hacendados con pequeñas prop- Cuadro 3. Gastos de los hogares en carne y leche
iedades, especialmente en las áreas montaño- Como % de todos Como porcentaje de los
los gastos en gastos del hogar
sas persisten sin embargo en los métodos alimentos
tradicionales de producción. Las formas de Carne Productos Todos los Carne Productos
tenencia de la tierra han permanecido prácti- lácteos alimentos lácteos
camente incambiadas desde los inicios de los 1992 35,73 12,11 34,68 12,39 4,20
esfuerzos de la reforma agraria en la década Fuente: CEGA, 1996
de 1930; la tenencia de la tierra permanece
altamente concentrada. El censo agropecuario nacional de 1971 mostró un obvio desequilibrio en la dis-
tribución de la tierra: 10% de las fincas, incluyendo haciendas, abarcaban 80% de la tierra, y la situación
no ha cambiado significativamente desde entonces.
Las áreas ganaderas se extienden desde las tierras altas de los Andes hasta las planicies orientales. El
rodeo ganadero, alcanzando los 26 000 000 de cabezas (según datos de FAO; varias fuentes las estiman
en 22–26 millones), genera el 5% del PBI, comprende el 25% del PBI agropecuario y está presente en
el 80% de las tierras agropecuarias (FEDEGAN, 2000). En 1994 se estimaba que 849 000 propiedades
rurales (de un total de 1 730 000) criaban ganado. Cuarenta% de la tierra donde se cría ganado también
sostiene algún tipo de agricultura a corto plazo o subsistencia. Los valles de los ríos Sinú y San Jorge en
las tierras bajas del Caribe, las sabanas de las tierras bajas del Atlántico y las planicies orientales son las
regiones con la mayoría del ganado de carne. En las dos décadas anteriores la distribución geográfica
aproximada de la ganadería era de 40% en la costa del Caribe, 40% en los valles andinos y 20% en el este
de Colombia. La lechería está especialmente bien desarrollada en la meseta alta de la cordillera oriental.
La avicultura se ha expandido rápidamente como resultado de la aplicación de técnicas modernas, y ha
crecido más rápido que otras actividades de producción animal.
Colombia ocupa el cuarto lugar entre los países de América Latina en producción ganadera, con un
tamaño de rodeo promedio anual de 24 a 25 millones de cabezas en la década de 1990 (dependiendo de
los ciclos de precios y otros). Esto lo coloca detrás de Brasil, Argentina y Méjico. El tamaño del rodeo ha
sido relativamente estable desde 1970 aunque, durante las últimas décadas, la inseguridad rural ha limitado
la recolección de datos censales confiables. Quince% del ganado es lechero mientras que el resto es para
carne. Colombia produjo 5 445 millones de litros de leche en 1999 (FEDEGAN, 2000). La avicultura y los
ovinos constituyen una larga parte de la producción animal de Colombia. La avicultura ha sido el negocio
no cárnico de más rápido crecimiento. Desde 1976 hasta 1985, el rodeo ovino creció aproximadamente de
2 000 000 a 2 700 000 unidades, pero probablemente desde entonces ha disminuido; la lana producida es de
calidad inferior y generalmente no es usada en la industria textil excepto para consumo local.
El consumo de carne en el país es alto y numerosos estudios han indicado claramente que va a seguir
creciendo aún más si los ingresos de los hogares pueden ser incrementados. Aún así, la compra de carne
y leche es responsable de una porción grande de los gastos de alimentos de los hogares (Cuadro 3).
2. SUELOS Y TOPOGRAFÍA
En el escarpado terreno de los Andes, los ríos han condicionado históricamente la colonización humana
y la producción. El más importante sistema fluvial es el del Río Magdalena; su cuenca, incluyendo la de
su principal tributario, el Cauca, cubre 260 000 km2, una cuarta parte de la superficie del país. Dentro
de ella se encuentran la mayoría de las actividades socioeconómicas de la nación y más de tres cuartos
de su población. El Magdalena fluye hacia el norte entre los Andes centrales y orientales después de
un recorrido de 1 600 km para desaguar en el Caribe cerca de la ciudad de Barranquilla. El drenaje
hacia el este de los Andes está subdividido en dos secciones, las aguas que fluyen en el Orinoco y en el
Amazonas, respectivamente y las que llevan al océano Atlántico. Los principales tributarios del Orinoco
son el Arauca, el Meta, el Vichada, el Inírida y el Guaviare. Entre las corrientes que fluyen al Amazonas
están el Vaupés, el Caquetá y el Putumayo. Los ríos que corren hacia el Oceáno Pacífico son cortos,
descendiendo rápidamente desde la cordillera Occidental al mar. Cargan grandes volúmenes de agua, sin
embargo, porque drenan áreas de lluvias extremadamente fuertes de hasta 7 000 mm/año en algunas áreas.
8 Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
Los suelos extremadamente variados reflejan las condiciones climáticas, topográficas y geológicas.
Aquellos mejor adaptados a la agricultura mecanizada son los aluviales de los principales valles
fluviales, como el Magdalena, Cauca, Sinú, César y Ariguaní. Los antiguos lechos de lagos de algunas
de las cuencas interandinas, notoriamente la sabana de Bogotá y los valles de Ubaté y Chiquinquirá,
también están incluidos en esta categoría. En otros lugares, suelos de origen volcánico, especialmente en
los distritos cultivadores de café de la cordillera Central, pueden ser excepcionalmente productivos si se
protegen de la erosión. El departamento de Quindío (parte de la región cafetalera), al oeste de Bogotá, es
reconocido por sus suelos ricos. Por otro lado, los suelos al este de los Andes son típicamente altamente
lixiviados, de bajo pH, ultisoles y oxisoles. Para más información sobre suelos, referirse a Cochrane et
al. (1985) y al Cuadro 6.
Colombia puede ser dividida en cuatro regiones geográficas: las tierras altas andinas, consistentes en tres
cordilleras andinas y las tierras bajas de los valles intermedios; las tierras bajas de la región costera del
Caribe; las tierras bajas de la región costera del Pacífico, separadas de las tierras bajas del Caribe por
pantanos en la base del istmo de Panamá y el oriente de Colombia, la gran planicie que yace al este de los
Andes y que incluye la porción amazónica del país. La mayoría de la población está concentrada en las
tierras altas andinas y valles, seguida por las tierras bajas del Caribe. La densidad de población a lo largo
de la costa del Pacífico, en las planicies orientales y en las regiones amazónicas es extremadamente baja.
La región andina es el centro del poder político y económico nacional, con la mayoría de la población del
país y grandes ciudades, incluyendo Bogotá, Medellín y Cali, las tres ciudades más populosas. El valle
del Cauca, con su vasta área de suelos aluviales, la sabana de Bogotá y las tierras altas de Antioquia son
quizás los centros más dinámicos de actividad económica y crecimiento.
Debido a la proximidad del país a la línea ecuatorial, su clima es tropical e isotermal pero su
precipitación anual es variable. Las diferencias climáticas están relacionadas con la altitud y con el
desplazamiento de la zona de convergencia intertropical entre las dos principales masas de aire desde
las cuales se originan los vientos alisios del noreste y del sudeste.
El clima de la selva lluviosa tropical en la región amazónica, la costa del Pacífico norte y el valle
del Magdalena central está marcado por una lluvia anual de 2 500 mm y una temperatura media anual
por encima de 23 ºC. Un clima monzónico tropical, marcado por uno o dos meses secos pero aún así
sosteniendo una vegetación de selva lluviosa, ocurre a lo largo de la costa del Pacífico sur, sobre la
costa del Caribe y en lugares del interior, el departamento de Quindío y cerca de Villavicencio, en el
departamento de Meta.
Las sabanas tropicales con alternancia de estaciones húmedas y secas constituyen la característica
predominante de las tierras bajas del Atlántico; la estación seca es de noviembre a abril, y la estación
húmeda (interrumpida por períodos secos) de mayo a octubre. Este clima se encuentra también en las
planicies orientales o región de los Llanos y en parte del valle del Magdalena superior. Se caracteriza
por una lluvia anual de 1 000 a 1 800 mm y una temperatura media anula usualmente superior a 23 ºC.
Un clima de sabana seca prevalece en el litoral del Caribe. Las lluvias normalmente ocurren en dos
breves períodos (en abril y en octubre-noviembre, respectivamente) pero raramente exceden los 700 mm
anuales. La temperatura media es de 27 ºC, con la mayor amplitud térmica diaria cuando la humedad es
baja. Este tipo de clima también ocurre en las quebradas profundas de los ríos Patía, Cauca, Chicamocha
y Zulia y en partes del valle del Magdalena superior. El clima alcanza condiciones cercanas al desértico
en el departamento de La Guajira en el lejano norte, en la frontera con Venezuela.
La temperatura está directamente relacionada con la allitud. La temperatura promedio disminuye
uniformemente unos 0,6 ºC cada 100 m de ascenso. La terminología popular reconoce distintas
temperaturas o pisos térmicos, los que a veces son referidos como tierra caliente hasta 900 msnm, tierra
templada (región cafetalera) de 900 a 2 000 msnm, y tierra fría de 2 000 a 3 000 msnm.
Como se indicó anteriormente, la mayoría de la población reside en la región andina entre los 900 y
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje 9
3 000 msnm. La región templada tiene lluvia moderada y temperaturas entre 18 y 24 ºC. En las tierras
altas, la capital Bogotá, a 2 640 msnm tiene un promedio de 223 días con precipitaciones, una lluvia
promedio de 1 000 mm y una temperatura media de 14 ºC. El clima de las regiones de alta montaña o
páramos, que oscilan entre 3 000 y 4 600 msnm, se caracteriza por temperaturas promedio por debajo
de 10 ºC.
Los sistemas de producción de rumiantes están estrechamente asociados con las respectivas zonas agro-
ecológicas y, por lo tanto, son discutidos en relación con las características ecológicas de cada zona.
con rastrojos de cultivos, cortes de pasto elefante (Pennisetum purpureum), despuntes de caña de azúcar,
silo de maíz y concentrados comerciales. Finalmente, los sistemas de doble propósito emplean grandes
cantidades de trabajo familiar y son una fuente casi diaria de dinero para los pequeños productores.
5. EL RECURSO PASTORIL
Colombia tiene una de las mayores biodiversidades vegetales del mundo, asociada con su complejo
modelo de clima, suelo y topografía. La vegetación incluye los pantanos de manglares en la costa del
Pacífico, los arbustos desérticos de La Guajira, las pasturas de sabana y los ecosistemas de galería de las
tierras bajas del Atlántico y de las planicies orientales, la selva lluviosa de la Amazonia y de la región
12 Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
del Chocó (cuenca del Pacífico) y los ecosistemas de montaña, diversos y complejos, de las pendientes
de los Andes. La intervención humana que comenzó con la población indígena ha alterado la vegetación
original de las tierras bajas del Atlántico y de la región andina. Las selvas probablemente cubrían la
mayor parte del área pero hoy están restringidas a las pendientes más inaccesibles. Por otro lado, las
pasturas, los cultivos y los rastrojos han reemplazado la cubierta original de árboles de hojas perennes y
anchas. Entre las gramíneas se encuentran especies introducidas de África y varias de ellas, incluyendo
Melinis minutiflora e Hyparrhenia rufa, se han naturalizado, un proceso conocido a veces como la
africanización de las pasturas. Desde el punto de vista de la producción de rumiantes en base a pasturas
nativas, las sabanas son particularmente importantes.
Las sabanas
Las sabanas del Nuevo Mundo, o sabanas neotropicales, han sido extensamente estudiadas, especialmente
por Sarmiento (1983, 1994, 1996). Las sabanas tienen aproximadamente 3 000 000 km2 que se extienden
desde México en el norte hasta Paraguay en el sur del continente, pero es en Colombia, Venezuela y
Brasil donde cubren el área más grande y donde tienen la importancia económica más importante. Las
sabanas neotropicales se caracterizan por una cubierta herbácea continua con arbustos, árboles y palmas
dispersos, sostenidas por ultisoles y oxisoles de baja fertilidad, generalmente profundos, entre otros
tipos de suelos. No hay acuerdo general en cuanto al origen preciso de esta formación en la ausencia de
grandes herbívoros nativos, pero una visión bastante compartida apoya la noción de que se originó en
una combinación de accidentes ocasionales, y también en fuego intencional, baja fertilidad y pastoreo.
En Colombia, la formación de sabana es particularmente importante en tres regiones: las planicies
orientales localizadas en la cuenca del Orinoco, las planicies que bordean el mar Caribe en el norte de
Colombia y las sabanas a lo largo de los valles interandinos (Hernández y Sánchez, 1994).
(v) Las terrazas aluviales cubren 12 000 km2, de suelos ácidos de drenaje variable, muy aptos para
el cultivo de arroz.
En general, el 75% de los suelos de sabana se clasifican como oxisoles, 10% como ultisoles y 15% otros.
Basados en la composición de especies, han sido identificados diez tipos principales de sabana o
comunidades de plantas (Blydenstein, 1964), con muchas especies en común entre ellas. La diversidad
de especies es grande, aunque menor que en la sabana brasileña o Cerrados. Estudios recientes
han identificado 158 y 173 especies en las sabanas plana y onduladas, respectivamente (Rippstein,
comunicación personal), con 89 especies comunes a ambas. En general, las Poaceae son predominantes;
especies importantes incluyen Trachypogon vestitus, T. plumosus, Paspalum pectinatum, Mesosetum
pitieri, Andropogon leucostachyus, Andropogon bicornis, Paspalum carinatum, Leptocoryphium
lanatum, y Rhinchospora confinis.
Las sabanas anteriores son contiguas, hacia el sur, con la selva lluviosa del Amazonas dentro de la
cual se pueden encontrar pequeñas áreas de sabana apoyadas mayormente sobre suelos superficiales
(regosoles), arenosos, pero de muy limitada importancia económica.
Las instituciones de investigación del país tienen una larga tradición de investigación de calidad en
sistemas de producción de rumiantes y, por lo tanto, está disponible una considerable cantidad de
conocimiento técnico. Sin embargo, probablemente no se van a poner en uso hasta que los acuciantes
14 Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
problemas sociales (por ejemplo, inseguridad rural, aspectos de tenencia y distribución de la tierra) sean
superados y se cuente con políticas que fomenten la intensificación sostenible del sector.
Desde un punto de vista puramente tecnológico se piensa que la intensificación de los sistemas
de producción de rumiantes en las tierras bajas tropicales (Colombia oriental y la costa del Caribe,
principalmente) aún requieren considerable investigación en la interacción genotipo animal-ambiente.
Numerosos proyectos adecuados para elevar el potencial genético animal pueden ser significativamente
limitados por estrategias mediocres de alimentación. Similarmente, los esfuerzos en el mejoramiento
de pasturas podrían rendir mejores resultados si estuvieran disponibles animales de más alto potencial
genético. Un reciente simposio sobre el punto, referido específicamente a la producción de leche en las
tierras bajas tropicales, estableció explícitamente la hipótesis anterior (Vaccaro y Pérez, 1998).
Los avances en mejoramiento genético animal y en las estrategias de alimentación requieren prácticas
de manejo más elaboradas que las usadas hasta ahora. Este punto a su vez levanta la necesidad de
desarrollar capacidades de manejo mejoradas entre los hacendados y productores y también la necesidad
de sistemas de apoyo a las decisiones. Estos requerimientos son complicados aún más si se tienen en
cuenta aspectos ambientales y de conservación de los recursos naturales.
En lo que corresponde a las pasturas, una mayor preocupación es la rápida expansión de pasturas
de Brachiaria decumbens basadas en un simple genotipo de la especie. Esto es visto como un riesgo
importante y exige continuar con los esfuerzos en el desarrollo de alternativas superiores y diversificadas
de germoplasma forrajero. Independientemente del genotipo forrajero, la casi exclusiva confianza en
pasturas únicamente de gramíneas, en oposición a las mezclas gramínea-leguminosa, u otros medios para
mantener pasturas productivas y de largo plazo, continua siendo el principal desafío de la investigación
y la política.
Los grupos de productores constituyen una fuerza importante para la coordinación del sector privado
con los programas y políticas agropecuarias. Las organizaciones más importantes de productores como
la federación nacional de ganaderos, FEDEGAN, suministran apoyo estadístico, financian investigación
aplicada y actividades de extensión, gestionan programas y otros servicios para influenciar la política
agropecuaria. Los ganaderos contribuyen con tributos establecidos por ley a los fondos paraestatales,
utilizados para financiar muchas de las actividades mencionadas. FEDEGAN financia parcialmente
y contribuye a la coordinación del programa nacional de desarrollo ganadero el cual involucra a
universidades, CORPOICA, el Ministerio de Agricultura y otros. Otra importante asociación relacionada
al sector ganadero es la Asociación Colombiana de Productores de Semilla (ACOSEMILLA); sin
embargo, la mayor parte del suministro de semillas forrajeras es importado de Brasil. Hay además
numerosas asociaciones de criadores.
El instituto Colombiano Agropecuario fue parcialmente privatizado a comienzos de la década de
1990, para transformarse en una corporación mixta pública-privada, CORPOICA, la cual aún depende
fuertemente de los fondos gubernamentales para financiar sus actividades. No tiene un programa de
investigación en pasturas, pero la investigación en forrajeras se lleva a cabo dentro de los programas
existentes de ciencia animal. Las actividades de extensión financiadas por el gobierno fueron
descentralizadas a nivel municipal durante el período 1989–1993 con el mandato de concentrarse en
pequeños productores. Numerosas universidades públicas llevan a cabo actividades de investigación
y desarrollo en sus respectivas regiones de influencia. Igualmente, varias organizaciones no
gubernamentales son activas en iniciativas de desarrollo rural y conservación de los recursos naturales.
Una institución internacional de investigación, el CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical),
tiene significativas actividades de investigación en Colombia oriental y en uno de los valles interandinos.
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje 15
8. REFERENCIAS
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16 Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
9. CONTACTOS
Instituciones:
FEDERACION NACIONAL DE GANADEROS (FEDEGAN)
Contact: Jorge Visbal Martelo, Executive Director
Avenida 14 No. 36-65
Santafe de Bogota, Colombia
Tel: (571) 232-7129/245-4010
Fax: (571) 232-7153
10. EL AUTOR
El autor de este perfil, Dr. Raúl R. Vera, trabajó16 años en Colombia como Investigador Principal, y
luego Líder del anterior Programa de Pasturas Tropicales, y del Programa de Tierras Bajas Tropicales
del CIAT, Centro Internacional de Agricultura Tropical. Puede ser contactado en:
Raúl R. Vera
2 Norte 443 dpto. 52
Viña del Mar, CHILE 2534194
Fax (Chile) 56-2-552 9435
raulvera@terra.cl
[Este perfil fue editado en inglés por J.M. Suttie y S.G. Reynolds en enero del 2001]
[Este perfil fue traducido al español y editado por Cadmo Rosell y Francisco.A. Mandl en diciembre
del 2004]