Por ejemplo, en la provincia de Hubei (China), a fines de 2019 se
implementaron fuertes medidas de distanciamiento social. Estas medidas
afectaron las principales actividades económicas del país. Como resultado, las centrales eléctricas y las instalaciones industriales detuvieron su producción. Además, el uso de vehículos disminuyó considerablemente. Todo esto condujo a una reducción dramática en las concentraciones de contaminantes de aire en las principales ciudades chinas ( ESA, 2020a ; CAMS, 2020 , Fig. 1 )
En otras partes del mundo, como Europa, la contaminación también se redujo
drásticamente desde que los gobiernos ordenaron a los ciudadanos quedarse en casa para contener la propagación del nuevo coronavirus. Las principales industrias, así como otras actividades regulares, se han detenido. Por ejemplo, el uso del automóvil se ha reducido, lo que provocó una disminución de los GEI. ( ESA, 2020b ).
Además, las medidas de distanciamiento social adoptadas por la mayoría de
los gobiernos han provocado la limpieza de muchas playas de todo el mundo. Esto como resultado de la reducción de los residuos generados por los turistas que visitan las playas. Asimismo, los niveles de ruido han disminuido significativamente en la mayoría de los países. La disminución en el uso del transporte privado y público, así como las actividades comerciales, ha causado una reducción en el ruido.