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FORMATO PARA EL ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA

TÉCNICA DE LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

Nombre del estudiante: JOHANA ISABEL RODRIGUEZ ORTIZ

Grupo al que pertenece: 40002-495

Problemática objeto del análisis: ¨En Nariño, la sustitución de cultivos de


hoja de coca para uso ilícito afronta grandes retos en medio del abandono estatal
y el conflicto¨

El conflicto que generan diversos grupos irregulares que se benefician de la producción


de cocaína, afecta las condiciones sociales de los habitantes, quienes ven con la
inclusión de sus territorios en la primera etapa del Programa Nacional Integral de
Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito una oportunidad de mejora de las condiciones de
vida, tras la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y las antiguas
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en 2016.

Según el Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2017 de la Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, esta zona del país ocupa el primer lugar en
extensión sembrada con hoja de coca, con 45.735 hectáreas, de las cuales 19.516 ha
están ubicadas en Tumaco; seguida de Putumayo, y Norte de Santander.

De acuerdo con un informe de la Fundación Ideas para la Paz, basado en datos de la


Alta Consejería Presidencial para el Posconflicto, el gobierno del expresidente Juan
Manuel Santos destino para el PNIS importantes recursos de la cooperación
internacional y del presupuesto de la Nación:

Por su parte, Daniel Ramírez, coordinador departamental del PNIS en Tumaco, aseguro
que en algunos casos se ha avanzado bastante: En los consejos comunitarios de
Tumaco, Alto Mira y Frontera, territorios icónicos en términos de lo que ha sido el
conflicto armado en Colombia por cuenta de cultivos ilícitos, por cuenta de la presencia
de actores armados, por cuenta de la violación de derechos humanos, y allá está
avanzando el programa de manera muy importante: casi 4.900 familias están en este
momento en el programa .

Lastimosamente el problema radica en la fumigación con glifosato porque van a


envenenar, fumigar y atacar el territorio y población, y las familias se desplazaran a
otra parte para volver a sembrar. El gobierno nacional debió invertir 1.8 billones de
pesos para que las 50.000 familias acabaran con los cultivos de uso ilícito, pero los
recursos comprometidos no llegan a los 50 mil millones de pesos y he ahí la
problemática no alcanzan los recursos para tantas familias que desean cambiar de
cultivos ilícitos a lícitos.
Mientras tanto, Tumaco ha ido volviendo al abandono militarizado de la guerra y las
fumigaciones, y hoy enfrenta situaciones más difíciles.

A pesar de esto, para las comunidades relacionadas con la hoja de coca la


responsabilidad por el comercio de cocaína, un fármaco que usan millones de personas
en el mundo con fines recreativos, no debe recaer en Colombia ni mucho menos en
ellas, que son las que llevan la peor parte de la guerra contra las drogas.

Pero que lastimosamente y por falta de oportunidades, terminan sembrando o formando


parte de grupos al margen de la ley, y que sin la intervención del estado en políticas de
mejoramiento en educación, vivienda, empleo, fuerza de orden público, va a seguir en
un territorio marginado y aprovechado al máximo por las bandas criminales que buscan
enriquecerse a costa de una población sin oportunidades

SEIS SOMBREROS PARA PENSAR


(Eduard De Bono, 1985)

Antes de realizar el análisis de la problemática propuesta por su tutor(a), el


estudiante debe documentarse previamente de otras fuentes, con la finalidad de
profundizar sobre el tema y conocer aspectos como: origen del problema, a quienes
afecta, cómo ha evolucionado el problema, cuáles han sido sus consecuencias e
impactos (ejemplo cifras, estadísticas), etc.

 Esta zona del país ocupa el primer lugar en extensión sembrada con hoja de coca,
con 45.735 hectáreas, de las cuales 19.516 ha (42,6 por ciento) están ubicadas en
Tumaco; seguida de Putumayo, con 26.589; y Norte de Santander, con 28.244
hectáreas.
 El PNIS es un capítulo especial dentro del primer punto del Acuerdo de Paz
firmado entre el Estado colombiano y las antiguas Farc, hoy en proceso de
reincorporación a la vida legal.
 Los dineros se asignaron a 54 mil familias que se comprometieron a implementar
los planes de sustitución voluntaria definidos en el Acuerdo de Paz. Estos debían
ser concertados por las autoridades nacionales, departamentales y municipales
con las poblaciones afectadas, es decir, cultivadores, no cultivadores y
recolectores.
 Tomando las 54.000 familias vinculadas al Programa, con una asignación por
familia de $36 millones, el PNIS asciende a $1,9 billones en dos años
 Aunque en Nariño el pacto de voluntades para entrar en el programa de
sustitución fue firmado por cerca de 23.500 familias, prácticamente todas de
colonos y afrodescendientes pues los indígenas del pueblo Awá se rehusaron a
entrar al PNIS
 El gobierno nacional debió invertir 1.8 billones de pesos para que las 50.000
familias acabaran con los cultivos de uso ilícito, pero los recursos comprometidos
no llegan a los 50 mil millones de pesos”, según el gobernador del departamento
de Nariño Camilo Romero

 Luego del corto periodo de calma que el proceso de paz trajo a Tumaco, en el
Pacífico nariñense, Clara*, una líder afrodescendiente de este municipio, anhela
que se pueda “ver a los niños correr y jugar sin que nada les pase. Salir a la calle
sin miedo.
 Al igual que ella, Eduardo* dice que sus comunidades quieren que termine la
violencia que la ‘guerra contra las drogas’ ha traído a sus territorios y afirma que
ese pequeño “respiro” que tuvieron, de apenas 4 o 5 meses, los llevó a ser
optimistas.
 Para las comunidades campesinas, indígenas del pueblo Awá y afrodescendientes,
la coca se convirtió en un cáncer durante las últimas tres décadas debido a la
llamada ‘guerra contra las drogas’
 Los resultados de la reducción de cultivos y la apuesta por otras formas de
subsistencia que hicieron las familias que se comprometieron con el PNIS
contrasta con los de la ‘guerra contra las drogas’
 A pesar de esto, para las comunidades relacionadas con la hoja de coca la
responsabilidad por el comercio de cocaína, un fármaco que usan millones de
personas en el mundo con fines recreativos, no debe recaer en Colombia ni mucho
menos en ellas, que son las que llevan la peor parte de la ‘guerra contra las
drogas’.

 La militarización de diversas zonas de la geografía colombiana con el Plan


Colombia y las aspersiones con el herbicida glifosato. Todo ello fue empujando a
los cocaleros desde Putumayo hacia las selvas del piedemonte y la costa Pacífico
nariñense.
 El conflicto que generan diversos grupos irregulares que se benefician de la
producción del clorhidrato de cocaína afecta las condiciones sociales de los
habitantes.
 La política de gobierno frente a este tema, tanto en la administración Santos como
en la de su sucesor, Iván Duque (2018-2022), deja muchos sinsabores entre las
comunidades cultivadoras de la hoja la coca en Tumaco, especialmente por la
manera en que han continuado las operaciones de erradicación forzosa y el
Ejecutivo ha informado sobre la multiplicación de las mismas.
 Las comunidades temen que puedan repetirse hechos como la masacre de El
Tandil, ocurrida el 5 de octubre de 2017, en la que siete personas fueron
asesinadas luego de que la Policía “sin mediar palabra, abre fuego de forma
indiscriminada contra la población” que se oponía a que se arrancaran por la
fuerza sus plantas de coca en el corregimiento de Llorente
 En el Pacífico de frontera nariñense, el programa más largo que ha existido es el
de la aspersión aérea: duró 14 años. No existe un programa que haya durado
tanto en nuestro territorio.
 El presidente Duque promueve la erradicación forzada y el retorno a la aspersión
aérea de glifosato para la erradicación forzosa de cultivos de hoja de coca, a pesar
de las advertencias de reconocidos centros de investigación académica,
organizaciones ambientalistas y hasta autoridades sanitarias
 Mientras tanto, Tumaco ha ido volviendo al abandono militarizado de la guerra y
las fumigaciones, y hoy enfrenta situaciones más difíciles. Para Roberto*, líder afro
de Tumaco, lo más difícil es que “antes la violencia no la hacían los de nuestras
comunidades.
 Mientras en el norte global un gramo de este alcaloide siga comprándose por
precios de entre 80 y 100 euros, como ocurre en Suecia, el negocio de mafias y
autoridades corruptas seguirá sosteniéndose y obligando a quienes viven de la
tierra a irse por la ruta de los cultivos ilícitos

 A pesar de esto, y de la lenta implementación del PNIS, un gran número de


familias cultivadoras de coca ha apostado por la sustitución voluntaria en medio
de un ambiente de miedo.
 Daniel Ramírez, coordinador departamental del PNIS en Tumaco, aseguró que en
algunos casos se ha avanzado bastante: “En los consejos comunitarios de Tumaco,
Alto Mira y Frontera, territorios icónicos
 El programa busca que las comunidades campesinas, indígenas y
afrodescendientes eliminen los cultivos ilícitos de hoja de coca, marihuana y
amapola de forma voluntaria a cambio de que se les garanticen mejores
condiciones de vida
 Esta baja en la producción de hoja de coca es considerable, teniendo en cuenta
que el PNIS es rechazado por las mafias mexicanas que compran la cocaína y la
pasta base de coca colombiana, y la presión que ejercen las disidencias de las Farc,
en especial el Frente Óliver Sinisterra y las Guerrillas Unidas del Pacífico, contra los
cultivadores que decidieron apostarle a la sustitución.
 Es claro que el PNIS, con sus inversiones para superar la pobreza de las
comunidades, podría resolver esta violencia, puesto que, como asegura Daniel
Ramírez, “lo más importante para acabar con los cultivos de uso ilícito es
ofrecerles alternativas económicas a las familias que derivan su sustento de esta
actividad”. Sin embargo, hoy reina la incertidumbre sobre si el gobierno
continuará o no con el programa, o bajo qué condiciones lo haría.
 A pesar de esto, para las comunidades relacionadas con la hoja de coca la
responsabilidad por el comercio de cocaína, un fármaco que usan millones de
personas en el mundo con fines recreativos, no debe recaer en Colombia ni mucho
menos en ellas, que son las que llevan la peor parte de la ‘guerra contra las
drogas’.
 El gobierno
 El gobierno busca mediante el PNIS que los cultivos ilícitos de hoja de coca,
marihuana y amapola sean abandonados de forma voluntaria a cambio de que se
les garanticen mejores condiciones de vida a través de proyectos productivos,
créditos, estímulos a la economía solidaria y cooperativa, subsidios, mercadeo y
comercialización, asistencia técnica, infraestructura vial, sistemas de riego,
conectividad, adecuación de tierras, salud, educación, vivienda y servicios públicos
para superar la pobreza que obliga a miles de colombianos a depender de estos
productos y sus peligrosas economías.
 Para mejorar la situación que se presenta en esta zona del país se podría mejorar
Presencia militar total, con inteligencia y contrainteligencia, con renovación de
mandos y de cuerpo militar cada seis meses con el fin de evitar cualquier tipo de
injerencia ilegal, con la vigilancia y supervisión de la defensoría del pueblo y
órganos internacionales de derechos humanos
 Productividad. Medidas de recuperación económica y beneficios de subsidios, o
créditos para garantizar oportunidades económicas a todos los ciudadanos.
Además promover una sustitución de cultivos ilícitos dialogada con los campesinos
 Institucionalidad. Los problemas que se viven en Tumaco desbordan las
capacidades institucionales locales y regionales. El Presidente de la República
debería designar un enlace directo o un gerente en Tumaco, con el fin de
coordinar a nivel municipal, regional y nacional las acciones adelantadas y articular
todas las actuaciones administrativas que sean necesarias implementar.
 Desde lo departamental no es suficiente una gerencia que está a cargo de un
asesor del despacho del gobernador. Debe generarse una reestructuración
administrativa que permita crear una sede alterna del gobierno regional, con el fin
de tomar decisiones desde el lugar en donde están los problemas. Esto para
alcanzar legitimidad y cercanía entre ciudadanía y gobierno regional.
 Educación. Fortalecer la educación en todos los niveles, crear condiciones de
permanencia, cobertura y motivación para los niños y jóvenes tumaqueños.
Aprovechar la presencia de la Universidad Nacional y de Nariño para impulsar un
dialogo entre academia y gobiernos, para establecer acciones concretas a favor del
Municipio. Esto con el fin de definir prioridades y estrategias que deben tener
sustento económico, social, político y académico.

Referencias Bibliográficas (Normas APA)

 Jiménez, J. (2019). Video tutorial: Explicación Fase 3. Análisis de la problemática.


https://youtu.be/s1pVZXsLc58

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