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Análisis Jurisprudencial 19 Nº1
Análisis Jurisprudencial 19 Nº1
Tribunal Tribunal
Constitucional, Constitucional,
rol 220-1995 rol 704-2007
Tribunal Constitucional, rol 3729-2017
✤ “VIGESIMOTERCERO. Que, como se observa, existen
diferencias entre ambos fallos. En primer lugar, el rol
del legislador. En el fallo de la muerte encefálica,
definir cuándo termina la vida humana es algo que puede
hacer el legislador, no comprometiendo con ello el
derecho a la vida. El legislador tiene plena capacidad
para normar situaciones vinculadas a la vida y la muerte
de las personas, como tradicionalmente lo ha hecho. En la
sentencia de la píldora del día después, en cambio, el
Tribunal sostiene que la Constitución toma una opción
respecto del no nacido, de modo que el legislador no
puede modificar o intervenir. En segundo lugar, mientras
en el fallo de muerte encefálica se sostiene que, de
acuerdo a la Constitución, la vida comienza desde el
nacimiento y termina con su muerte, en el fallo de la
píldora del día después, se sostiene que esta comienza
con la concepción;”
✤ “CUADRAGESIMOSEXTO. Que, en segundo lugar, la
Constitución manda a la ley proteger. Lo
primero que cabe señalar es que la
Constitución marca una diferencia en su
regulación con lo establecido en el inciso
primero. Mientras ahí establece "el derecho a
la vida y a la integridad psíquica y física
de la persona", utilizó aquí un lenguaje
distinto. Desde luego, porque no habló de
derechos; encarga a la ley proteger. No es
que la Constitución no establezca la
protección; es que le encarga al legislador
hacerlo. Introduce, por tanto, una mediación.
Entregó a la ley un rol, sin asumirlo
directamente. También porque habló "del que
está por nacer", en circunstancias que en el
inciso primero habla de "la persona”.”
¿Cuándo cesa la protección de la
vida?
Sexto: Por su parte, el Capítulo Tercero, que se
refiere a los derechos y deberes constitucionales,
asegura en el artículo 19, Nº1, “El derecho a la vida y
a la integridad física y psíquica de la persona”. A
falta de disposición que regule en instante en que
dicha protección cesa, debe entenderse que lo es hasta
su muerte, hecho en virtud del cual deja de ser persona
y como tal no le son aplicables las garantías
inherentes a ella.
Lo anterior se desprende del enunciado del artículo 19
que expresa: “La Constitución asegura a todas las
personas…”.
El resto de sus derechos constitucionales se refiere a
la protección de los atributos que las personas tienen,
amparándose, por ejemplo, su igualdad ante la ley, la
igual protección en el ejercicio de sus derechos, el
respeto de su vida privada y pública, su libertad y
seguridad personal, su propiedad, entre muchos otros.