Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para el autor la filosofía debía renunciar a su tradicional preocupación por el estado anterior y destino ultimo del
hombrey dedicarse a generar conocimiento que permitiera a los hombres explotar el mundo natural. Ocuparse del
mundo cotidiano y lograr mejoras allí. Hay un vuelco hacia afuera de la filosofía
Es de destacar que la política de Locke es solidaria con su filosofía, cuyo rasgo dominante es el Empirismo. Su
filosofía política, como el conjunto de su filosofía,
implica el poder del hecho, lo que le conduce a justificar el hecho realizado en cuanto ese hecho le parece
eminentemente razonable. En efecto, para Locke el hombre es un ser razonable y la libertad es inseparable de
la felicidad. El fin de la política – el mismo que el de la filosofía – es la búsqueda de una felicidad que reside
en la paz, la armonía y la seguridad. Así, no hay felicidad sin garantías políticas y no hay política que no deba
tender a extender una felicidad razonable.
Como Hobbes, Locke comienza su indagación con individuos que viven en un estado de naturaleza, aunque en
Locke éstos se encuentran menos determinados o aislados psicológicamente. Locke sostiene que aún en la
situación primitiva del estado de naturaleza, todos tienen conciencia del bien y del mal; todas las personas
tienen plena conciencia de las leyes de la naturaleza, cuya obediencia garantiza que la mayoría de los hombres
no dañe la vida, la salud, la libertad o la propiedad de los demás.
Vemos así que la comunidad pre-política de Locke es en esencia una versión benevolente de su propia
sociedad del siglo XVII, con excepción del gobierno. Aunque atractiva, Locke creía que sólo podía tener una
existencia temporaria.
tal como lo había postulado antes Hobbes, Locke afirma la existencia de ciertas leyes o derechos naturales
presentes ya en el estado de naturaleza:
derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad. Tales derechos no eran obstáculo para una convivencia pacífica
y un relativo orden dentro de la anarquía (entendida no como caos sino como ausencia de gobierno). Sin
embargo, tal situación era extremadamente frágil ya que era grande la tentación de los hombres de hacer
justicia por mano propia, y eso pone de manifiesto la necesidad de un consenso en pos de originar una
instancia arbitral o gubernamental que asumiera tal responsabilidad. Es así como surge en Locke la sociedad
civil como perfeccionamiento del estado de naturaleza.
Esta idea de la separación de poderes o de los controles y equilibrios ha ejercido gran influencia en la
constitución estadounidense (los padres fundadores de los Estados Unidos conocieron las ideas que Locke en
gran medida a través del pensador francés Montesquieu, 1689 - 1755).
El poder legislativo es el alma que da vida, forma y unidad al estado, dicta las leyes después de una serie de
debates y discusiones, y el poder ejecutivo (que, según Locke, incluía el orden judicial) las aplica. De existir
discrepancias entre los poderes legislativo y ejecutivo, el primero deberá prevalecer sobre el segundo.
De allí que lo importante no sea el gobierno de turno sino el imperio de la ley.
Cabe destacar que pese a esta exaltación del poder legislativo, el poder del mismo no es indefinido sino que se
encuentra limitado por los derechos naturales. El poder es, en su principio, poder de libertad. Y esa libertad es
una libertad para la felicidad, una libertad para la felicidad mediante la razón. De este modo, todo poder para
ser político, debe ser, ante todo, justo. Para Locke, como para Kant, el problema del poder se reduce a un
problema moral.