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La velocidad es la frecuencia máxima en la que es posible que un individuo pueda cubrir

una distancia o realizar un movimiento en un periodo de tiempo específico.


La velocidad es una combinación del tiempo de reacción y el tiempo de movimiento.

Podemos clasificar la velocidad según la forma de manifestarse en velocidad de


reacción, gestual o de desplazamiento:

 Velocidad de reacción: es la capacidad de ejecutar un movimiento en el


menor tiempo posible tras responder a una señal determinada. Es fácil medirla,
ya que es el tiempo que transcurre entre la señal o estímulo (un pitido, una luz,
un lanzamiento,...) y la respuesta del movimiento a ejecutar.

 Velocidad gestual o de movimiento: podemos entenderla como la capacidad


para realizar un movimiento en el menor tiempo posible.

o Si el gesto se localiza en una parte del cuerpo, como lanzar una bola de
peso desde parado, estaremos hablando de velocidad segmentaria.

o En cambio, si el movimiento implica a todo el cuerpo, como sería el


hecho de realizar una voltereta hacia delante, la
denominaremos velocidad de movimiento global.

 Velocidad de desplazamiento: es la capacidad para recorrer una distancia en


el menor tiempo posible. Vendrá determinada por la velocidad con la que
realicemos un gesto o movimiento. Por ejemplo, en el caso del ciclismo, nuestra
velocidad de desplazamiento vendrá dada por la velocidad en la pedalada; en
las carreras de atletismo, por la zancada; en natación, por la brazada; en
piragüismo, por la palada...

La calidad de un entrenamiento puede medirse en cinco parámetros: velocidad,


resistencia, fuerza, recuperación y determinación. Es importante practicar y mejorar cada
uno de estos aspectos para poder cumplir nuestros objetivos deportivos. Aquí te damos
10 tips para que puedas mejorar tu velocidad.
1.  Varía tus entrenamientos
Prueba distintas rutinas destinadas a mejorar tu velocidad. No caigas en el tedio y
verás que mejorar será más sencillo.
2. Descansa
Al día siguiente de un entrenamiento de velocidad descansa o realiza sólo un trote
ligero para recuperarte.
3. Cuida la altura
No es lo mismo correr a nivel del mar (donde tu rendimiento puede mejorar) que correr
en otras alturas. Si estás entrenando para aumentar tu velocidad, cuida este
importante detalle.
4. Cuida tu ritmo
Si quieres aumentar tu velocidad en una carrera, recuerda iniciar despacio y poco a
poco aumentar tu ritmo. No te precipites porque de hacerlo tus músculos perderán
fuerza.  
5. Cuida tu postura
Revisa la posición de tus hombros, de tu espalda, de tus brazos, de tus pies, etc. cada
vez que corras. Mantenerte ligero y sin tensar te ayudará a evitar lesiones al mismo
tiempo que te servirá para aumentar tu velocidad.

 
6. Sesiones progresivas
Procura que tu entrenamiento sea progresivo. Es decir, aumenta poco a poco la
dificultad o duración, pero siempre repite los ejercicios con los que iniciaste tu proceso
de entrenamiento.
7. No olvides la pista
El camino donde entrenas debe ser cómodo y no lastimarte. Una pista sintética es
ideal para entrenar.
8. Sube poco a poco
Que tu entrenamiento mantenga su ritmo. Puedes incluir subidas cortas que te ayuden
a mejorar tu velocidad, pero esto debe ser paulatino para evitar lesiones.  
9. Cuida tu peso
Aproximadamente cada medio kilo que pierdes te hace dos segundos por milla más
veloz. Esto quiere decir que si pierdes cinco kilos serás 20 segundos más rápido. No
dejes de prestar atención a tu peso y aumenta tu velocidad.  
10. Usa un pulsómetro
Un buen tip para empezar a aumentar tu velocidad es usar un pulsómetro que te
ayude a medir el progreso de tu entrenamiento y a tener claras tus capacidades y
límites físicos.  
Recuerda que para mejorar tu velocidad debes también aumentar tu fuerza física pues
es lo que determinará muchas de tus posibilidades; también debes cuidar tu
capacidad de recuperación y determinación: aumentar la velocidad es un proceso y
para lograrlo debes ir paso a paso sin rendirte.

Al realizar ejercicios de fuerza fortaleces e incrementas la cantidad de masa muscular de tu


cuerpo y una mejor composición corporal y acelerar tu metabolismo, lo cual también ayuda
a protegerte de la pérdida de masa muscular. Entrenar la fuerza es la base para disfrutar de
un running sin lesiones y llevar un plan de entrenamiento con kilómetros, velocidad y ritmo
considerables.
 
 

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