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FUNDAMENTOS DEL SABER ADMINISTRATIVO*

Paola Podestá Correa


PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD EAFIT, COLOMBIA
MAGÍSTER EN CIENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN

Juan Carlos Jurado Jurado


PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD EAFIT, COLOMBIA
MAGÍSTER EN HISTORIA

Resumen
Este artículo, de carácter introductorio para el estudiante de administración, pasa re-
vista a la evolución del saber administrativo, empleando conceptos de filosofía e histo-
ria de las ciencias. Diferencia la práctica del saber administrativo y explica cómo el
segundo se ha ido construyendo y delimitando desde el advenimiento de la sociedad
moderna y el capitalismo. Luego trata acerca de los fundamentos conceptuales, com-
plejos y variados, que ayudan a construir tal saber. Los autores proponen los siguien-
tes: económicos, religioso-culturales y socio-psicológicos, poniendo énfasis en la for-
ma como éstos contribuyen a estructurar, histórica y conceptualmente el saber adminis-
trativo.

E l presente artículo tiene por objetivo


delimitar, de manera general, algunos
de los conceptos más importantes del sa-
contribuir a la comprensión de estos te-
mas por parte de los estudiantes de los
primeros niveles del programa de Admi-
ber administrativo; en primera instancia, nistración de Negocios, en las áreas de su
práctica administrativa y saber adminis- formación básica. Además, se hará una
trativo. Estos conceptos están ligados a los exposición general sobre los fundamen-
que en el texto se denominan fundamen- tos –económicos, religioso-culturales y
tos de la administración, para establecer socio-psicológicos– haciendo énfasis en
consensos sobre algunas expresiones co- la forma como ellos contribuyen a estruc-
munes en el lenguaje administrativo y turar, histórica y conceptualmente, el sa-
ber administrativo.

* El presente texto constituye un documento de área de Pensamiento Administrativo. Con el


estudio para los alumnos que cursan los nive- texto se pretende introducir al estudiante en el
les uno y dos del programa de Administración campo de algunos conceptos propios del área y
de Negocios de la Universidad Eafit, dentro del de la bibliografía básica de la misma.

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1. Génesis del saber administrativo vidades rutinarias establecidas cultural-


mente. Práctica implica todo lo que sea
La Real Academia Española en su Dic- fácil o inmediatamente traducible a la ac-
cionario de la Lengua Española define la ción y reducido a ella. (Abbagnano 2001:
palabra fundamento como: Principio y ci- 939-942). La práctica está en el orden de
miento en que estriba y sobre el que se un conocimiento rudimentario, pragmáti-
apoya un edificio u otra cosa; raíz, princi- co y concreto, que rige la vida cotidiana
pio y origen en que estriba y tiene su ma- en los niveles más primarios de la super-
yor fuerza una cosa no material. (Real vivencia.
Academia 2001). Desde estas acepciones
se entenderá el término «fundamentos» en Para hacer comprensible el concepto
lo que toca al saber administrativo; es de- de práctica en el campo de la administra-
cir, se considerarán fundamentos aquellos ción, es necesario remitirnos a las condi-
conceptos, circunstancias o procesos his- ciones de las sociedades «primitivas», y
tóricos que hayan aportado de una u otra en general precapitalistas, en las que el
manera, a dar forma al saber y a las prác- hombre debe resolver su problema de su-
ticas administrativas más reconocidas en pervivencia. Dado que el hombre ha de-
Occidente. Estos fundamentos son consi- bido enfrentarse al mundo natural para
derados no como principios filosóficos o aprovechar los recursos que garanticen su
teóricos inmutables, sino sujetos al cam- vida, han sido necesarias históricamente
bio, a la historia, a los procesos de confi- una serie de prácticas que podrían deno-
guración que han constituido el saber de minarse como prácticas administrativas,
la administración moderna y, en este or- y que están en el orden del manejo, la ges-
den de ideas, contribuyen a la compren- tión y la administración de recursos, que
sión de las dinámicas de la administración, pueden ser: alimentos, armas, animales,
propias de un determinado momento en herramientas, capacidad de trabajo huma-
el tiempo. Así, el campo de conceptos que no, el fuego, el conocimiento de los cam-
comprende el saber administrativo no está bios climáticos para las siembras o para
al margen de su historia. beneficiarse de las crecientes de un río,
entre otros. Como lo afirman Hernández
Una distinción importante tiene que y Rodríguez:
ver con lo que, para efectos de este artí-
culo, se entenderá como práctica admi- ... poco a poco, la humanidad llegó a
nistrativa, a diferencia de saber adminis- conclusiones sobre cómo debía orga-
trativo. En general, y a modo de ejemplo, nizarse para producir lo que necesita-
la práctica es entendida como todo acto ba, aprendió de los fracasos, también
rutinario establecido por un grupo huma- de sus éxitos y gradualmente formó
no en el orden de la técnica, la religión, la una teoría empírica que se transmitió
economía o la política. Por ejemplo, exis- de generación en generación bajo las
ten prácticas tecnológicas –la fabricación condiciones de cada pueblo (Hernán-
de objetos de piedra–, prácticas económi- dez y Rodríguez, 1994: 37).
cas –el trueque–, prácticas religiosas –ado-
ración de santos– prácticas políticas –el Esta teoría empírica –que se refiere a
voto–; todas ellas en el dominio del que- las condiciones materiales de la existen-
hacer empírico, en el marco de unas acti- cia y a la capacidad del hombre para in-

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sertarse en las relaciones de producción y tiende como «ciencia, o sea como cono-
de trabajo y transformarlas activamente cimiento de algún modo garantizado en
fue durante siglos una práctica económi- su verdad». (Abbagnano 2001: 1027). Acá
ca y cultural de la cual se derivó poste- se adopta el concepto tradicional de la
riormente un saber administrativo. ciencia, es decir, aquel que incluye una
garantía absoluta de validez y es, por lo
Pero existen también actividades más tanto, como conocimiento, el grado máxi-
complejas, que trascienden una relación mo de la certeza. En el sentido más posi-
más directa con la naturaleza, y cuyo ma- tivista de la palabra1, la ciencia se entien-
nejo también hace parte de los propósitos de como un sistema de principios, leyes y
de bienestar que el ser humano debe lo- reglas válidas que superan el conocimien-
grar: actividades en el orden de lo social, to empírico y se abstraen de las condicio-
lo económico y lo político, por ejemplo. nes particulares de la realidad, proponién-
En resumen, la práctica administrativa dose como universales, es decir, como
como tal deviene del hacer directamente, objetivas 2.
teniendo en cuenta la experiencia que se
adquiere a partir de la realización misma El hecho de que el conocimiento de la
de actividades tendentes a obtener un fin administración haya sido durante tanto
determinado –el bienestar general–, a ha- tiempo de orden práctico, no lo desmere-
cer un uso óptimo de los medios con los ce, no supone que ocupe un lugar de me-
que se cuenta para cumplir tal fin, y al lo- nor valor frente al saber administrativo,
gro de la supervivencia individual y la de que en ciertos momentos de su historia
la comunidad. ha sido denominado como una «ciencia».
Durante miles de años la humanidad cons-
El saber, por su parte, se puede enten- truyó conocimiento confiable a partir del
der de dos formas: una, «como conoci- saber práctico, pero es en nuestra época
miento en general y, en este caso, designa cuando las valoraciones excesivas sobre
toda técnica que se considere adecuada el conocimiento científico han desvalo-
para dar información en torno a un obje- rizado otras formas del conocimiento,
to, un conjunto de tales técnicas o, tam- como el conocimiento común, popular y
bién, el conjunto más o menos organiza- práctico.
do de sus resultados»; y otra, que lo en-

2. No es la postura de los autores promover en


1. A finales del siglo XIX y principios del XX, la este artículo la idea del saber administrativo
manera de hacer ciencia propia de las ciencias como ciencia, sino el reconocimiento de las
naturales se extendía de manera hegemónica al condiciones históricas en que surgió la admi-
resto de las formas de conocimiento, y particu- nistración como saber, cuando Taylor la nom-
larmente a las ciencias sociales y a las formas bra como «ciencia» con su obra Principios de
de organización social. Sin diferenciar entre sus la Administración Científica, publicada en Es-
distintas corrientes teóricas (Comte, Saint-Si- tados Unidos en 1911. En otras palabras, la
mon, Stuart Mill y Spencer), el positivismo pro- noción de saber administrativo aquí promovi-
ponía que «el método de la ciencia, en cuanto da se compadece con la concepción taylorista
es el único válido, se extiende a todos los cam- de la Administración como ciencia, y que his-
pos de la indagación y de la actividad humana tóricamente supone una ruptura epistemológi-
y la vida humana en su conjunto, ya sea parti- ca con los problemas de la administración y de
cular o asociada, debe ser guiada por dicho la gerencia como asunto meramente empírico,
método » (Abbagnano 2001: 936- 937). tal como sucedía hasta la Revolución Industrial.

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La adquisición de un conocimiento la teoría administrativa o a las teorías de


confiable acerca de muchos aspectos diversas disciplinas y ciencias, a la luz de
del mundo ciertamente no comenzó las cuales la administración se ha pensa-
con el advenimiento de la ciencia mo- do y se ha construido a sí misma como un
derna y del uso consciente de sus mé- campo de saber. Es decir, se habla de sa-
todos. En realidad, a este respecto, ber administrativo en términos de un co-
muchos hombres, en cada generación, nocimiento más sistematizado, formal y
repiten durante sus vidas la historia de abstracto. Este conocimiento al que se
la especie: se las ingenian para asegu- hace alusión se refiere a su carácter teóri-
rarse habilidades y una información co, explícito, que trasciende la aplicación
adecuada, sin el beneficio de una edu- pragmática y tiende a convertirse en una
cación científica y sin una adopción elaboración propiamente teórica, no obs-
premeditada de modos científicos de tante sus implicaciones prescriptivas. Este
procedimiento (Nagel 1994: 15). tipo de conocimiento habla de realidades
que rebasan la experiencia cotidiana, su-
Lo relevante en esta diferenciación pera el nivel de un conocimiento empíri-
entre práctica y saber administrativo no co y pragmático de la experiencia, dado
está en privilegiar una sobre otro, sino en que se construye a partir de elaboracio-
resaltar la naturaleza diferente que cada nes abstractas de conceptos y categorías
tipo de conocimiento supone y la forma que están en el orden del discurso (Boni-
como se ha ido conformando histórica- lla y Rodríguez, 1997: 30-31).
mente un campo de saber ligado a una pro-
fesión, que con el tiempo se ha denomi- Con el advenimiento de la sociedad
nado administración. moderna, después del siglo XVIII y, par-
ticularmente, con la Revolución Industrial,
Con el transcurso del tiempo, las so- la velocidad con la que las industrias se
ciedades se han tornado más complejas, expandieron, crecieron y se diversificaron
de manera que culturalmente están mejor hizo que quienes las administraban –en
dotadas para superar el saber empírico y algunos casos los mismos propietarios e
práctico sobre el manejo de sus recursos, inversionistas– se vieran en la necesidad
y convertirlo en un saber teórico. Por su de optimizar sus procesos, de «organizar
sistematicidad y por los procesos históri- la casa», pues si bien existían los medios
cos de su configuración, estos saberes se económicos para que la industria subsis-
han denominado en las sociedades occi- tiera, la idea era que produjera los mejo-
dentales, y principalmente con el adveni- res resultados posibles y que continuara
miento de la modernidad, como «cien- creciendo. Este proceso de creciente me-
cias». Para efectos de este artículo, se pro-
pone el concepto de saber administrati- 3. Para ciertas corrientes contemporáneas de la
epistemología y la historia de las ciencias, in-
vo, suspendiendo por el momento la dis- dagar por el carácter científico de la adminis-
cusión en torno al carácter científico que tración resulta pertinente, pero como se ha di-
algunos le han adjudicado a la adminis- cho, se opta por entender la administración
tración; esto es, si hoy la administración como un «campo del saber» que se ha configu-
rado históricamente en relación con otras cien-
es tenida como una ciencia o no3. cias y disciplinas. Para una mayor ilustración
frente al tema, puede consultarse: Alfonso Cor-
El saber administrativo hace alusión a nellá 1998.

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canización y de reunión de los asalaria- En las etapas más tempranas de su de-


dos en una fábrica o en un taller, donde se sarrollo como saber –a finales del siglo
vieron obligados a trabajar uno al lado del XIX y principios del XX–, las funciones
otro, cuando antes lo hacían de manera de control y organización que tuvo que
separada y espontánea, y la necesidad de enfrentar la ingeniería, derivaron hacia la
que los obreros cumplieran con los ritmos formulación de incipientes teorías carac-
regulares de las máquinas –pues antes tra- terizadas por la observación sistemática y
bajaban de modo irregular y espontáneo– la medición de los tiempos y movimien-
obligó a pensar el problema de la admi- tos, el estudio de las destrezas, el manejo
nistración y del control, como lo plantea de las herramientas y la capacitación como
William Asworth: medios para la regulación del trabajo pro-
ductivo de los obreros y como una forma
Entre los problemas más estrechamen- de organizar técnicamente los talleres y
te relacionados con la introducción de garantizar la eficiencia de sus procesos
la maquinaria, figuraba el de la admi- productivos. Particularmente en los Esta-
nistración y control, un problema que dos Unidos se presentaron propuestas más
consistía en asegurar que las ventajas concretas que apuntaban a la organización
potenciales ofrecidas por el mejora- metódica y planeada del trabajo en los ta-
miento técnico se convirtieran en rea- lleres, a partir de observaciones sistemá-
lidades prácticas, y que todas las va- ticas que llegaron a convertirse en textos
rias divisiones del proceso productivo escritos con pretensiones de cientificidad,
se combinaran de tal modo que con- y que constituyen el cuerpo de conoci-
tribuyeran más eficazmente al resul- mientos que fueron dando forma al cam-
tado final (Asworth 1978: 97). po de saber denominado Administración
Científica. Esta última y otras corrientes
Para esto era necesario recoger expe- teóricas norteamericanas y europeas, que
riencias sobre el manejo de los talleres y tuvieron desarrollos posteriores, han con-
las actividades comerciales y, a partir del tribuido a la configuración de lo que hoy
control sistemático de los tiempos, movi- se denomina Administración.
mientos y habilidades de los obreros, y de
métodos como el contable, hacer que su Charles Babbage (1792-1871), Henry
administración fuera más ordenada, con Laurence Gantt (1861-1919) y Frank
fines establecidos hacia los cuales traba- Bunker Gilbreth (1868-1924) fueron al-
jar y con la posibilidad de prever los re- gunos de los precursores del movimiento
sultados. En este contexto de mayor com- de la Administración Científica, a partir
plejidad de las industrias, fue claro que de los intentos que cada uno hizo de sis-
las elaboraciones de las ciencias y la tec- tematizar y organizar los tradicionales
nología aportaron mayores posibilidades conocimientos prácticos del manejo de los
de eficiencia e innovación para el capita- talleres y darles forma teórica, pretendien-
lismo. De allí que muchas de las prácti- do extractar unos principios generales para
cas y procedimientos administrativos del la organización científica del trabajo. La
siglo XIX se sistematizaran, organizaran labor de estos primeros teóricos se centró
y recogieran en elaboraciones teóricas in- en pensar las prácticas que tradicional-
cipientes, pero que apuntaban a un saber mente se habían asumido en los talleres
«científico» sobre la administración. para organizar el trabajo. Se trataba de un

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proceso de sistematización que sugiere un los precursores de la Administración Cien-


acto de conocimiento que hace que una tífica (Babbage, Gantt, Gilbreth) y el mis-
acción pase del conocimiento empírico al mo Taylor supusieron una alteración en
universo de las ideas estructuradas y de la «formación discursiva» que sirvió como
un pensamiento abstracto para iluminar de soporte para el saber de la administración
nuevo la acción; es decir, elaborar teóri- que se estaba gestando. Con la forma es-
camente las experiencias y los actos para crita que iba produciendo, la administra-
la producción de saber sobre ellos mis- ción ingresaba al campo de:
mos, cuyo objetivo fundamental es el
mejoramiento de la misma práctica. En La investigación moderna, [que] se
síntesis, se pretendía recoger el saber em- caracteriza por su capacidad para or-
pírico que durante décadas se había pro- ganizar y ordenar tradiciones de pen-
ducido en los talleres para, con su teori- samiento de modo que se adecuen tan-
zación, establecer unos principios gene- to a la presentación racional, como al
rales de la organización del trabajo que uso pedagógico y didáctico. La rela-
pudieran aplicarse en estos escenarios, ción entre saber y organización textual
independientemente de sus características es, pues, indispensable para que una
particulares, de los trabajadores y de los cultura ordene y codifique el conoci-
procesos productivos específicos. Enton- miento (Morrison 1995: 178).
ces, a partir de estas propuestas escritas,
se comienza a configurar un campo de El movimiento de la Administración
saber en la administración. Científica logró una mayor forma y difu-
sión internacional con el trabajo de Fre-
El hecho de comenzar a consignar por derick Taylor (1865-1915) titulado Prin-
escrito las observaciones, los conocimien- cipios de la Administración Científica,
tos y todo un saber empírico recogido a publicado en los Estados Unidos en 1911.
lo largo del tiempo, y que se conservó en Gantt y Gilbreth, junto con otros estudio-
la tradición oral, fue otorgando al saber sos de la organización racional del traba-
administrativo que surgía el estatuto de jo, hicieron parte de la escuela de la Ad-
«saber científico». Esta pretensión de re- ministración Científica 4. No obstante la
gistrar en textos escritos tiene que ver con diversidad de interpretaciones sobre la
la preocupación propia del siglo XIX por importancia atribuida a Taylor, la mayo-
una mayor precisión y exactitud en el ría de los autores adjudican a éste un pa-
cuerpo de los conocimientos que aspira- pel fundamental en la formulación del
ban a convertirse en ciencias. La forma- movimiento científico, lo cual supone su
ción textual de un saber que tradicional- capacidad para sistematizar y formular
mente fue oral contribuyó a originar cri- con mayor coherencia teórica los princi-
terios de orden, racionalidad, exposición
fáctica, medios de verificación y argumen- 4. Junto con los mencionados autores, también
tación propios de las ciencias, con la fi- hicieron parte de esta escuela Carl Barth (1860-
nalidad de crear un corpus teórico suscep- 1939), Harrington Emerson (1853-1931) y Li-
tible de ser difundido ampliamente en la lian Gilbreth (1878-1961), quienes contribuye-
ron con sus conocimientos sobre aplicación de
sociedad, más allá de los círculos espe- métodos y técnicas de Ingeniería Industrial, a
cializados del saber, y ello sólo fue posi- la organización del trabajo en las fábricas (Chia-
ble con la producción de su escritura. Así, venato 1999: 50).

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pios básicos de un saber que cada vez se de gran importancia la cooperación entre
configuraba como un campo teórico rela- el capital y el trabajo, dado el permanente
tivamente autónomo respecto de la inge- conflicto y enfrentamiento que el desarro-
niería y la economía. Para Aktouf, por llo del capitalismo fue desatando entre
ejemplo: ellos y que se evidenciaba en el trabajo
en las fábricas. Se trataba de rescatar los
Taylor no inventó nada que fuese to- intereses comunes entre directivos y tra-
talmente nuevo, pero efectuó la sínte- bajadores para garantizar la aplicación de
sis de las ideas que germinarían y se- los principios de la ciencia creada para el
rían reforzadas en Gran Bretaña y los trabajo.
Estados Unidos durante el siglo XIX
y las presentó en un todo coherente y Así, a partir de Taylor y los teóricos
razonado. A una serie de iniciativas y que lo precedieron, o que fueron sus con-
experimentos disparatados les dio una temporáneos, la administración dejó de
filosofía y un título (Aktouf 1998: 47). estar exclusivamente circunscrita a un
conjunto de prácticas culturales y econó-
Con Taylor fue más claro que la ge- micas orientadas al manejo, control, ges-
rencia científica consistía en un intento de tión y organización de recursos, y entró
aplicar a la organización de las fábricas al campo de lo que podría denominarse
una sistemática y precisa observación, un en general como las ciencias, a partir de
espíritu de investigación objetivo y el es- la racionalización del trabajo que preten-
tablecimiento de principios derivados de dieron estos autores. El nuevo escenario
la experimentación, resultado de los avan- de la administración se situó entonces en
ces en la mecanización y en la masifica- la industria moderna, dejando de estar cir-
ción del trabajo: cunscrito a las prácticas del manejo y ges-
tión de los recursos de las sociedades agra-
Su objetivo era el de garantizar que rias y campesinas precapitalistas.
cada trabajador, cada herramienta y
cada máquina de una empresa se utili- Hacia las décadas de 1930 y 1940, los
zaran con su máxima eficiencia. Se tra- avances en psicología, sociología y antro-
taba de conseguir esto, dando a cada pología permitieron a la administración
trabajador un incentivo para que tra- pensar nuevas problemáticas organizacio-
bajase lo mejor posible en lugar de nales relacionadas no sólo con la produc-
prolongar su tarea, descubriendo el tividad del trabajo en sí, sino también con
mejor modo en que podía realizarse las relaciones humanas y el mundo labo-
cada operación e insistiendo luego en ral como fenómeno social y humano. En
la aplicación uniforme de ese método, este sentido, la administración no es un
y planificando previamente la jornada campo de saber puro, sino que es una
de trabajo que había de hacer cada uno, construcción interdisciplinaria en la que
de modo que no hubiese interrupción se retoman las conquistas de diversas cien-
en el ritmo de trabajo de una fase a cias para posibilitar una comprensión más
otra (Asworth 1978: 102). amplia de su objeto de estudio: las orga-
nizaciones (López 1999b), y también para
Para Taylor, dentro de esta organiza- implementar acciones gerenciales con el
ción metódica y científica del trabajo, era fin de intervenirlas.

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2. Un recorrido por los fundamentos unidades y las transacciones entre ellas


del saber administrativo 5 transcurren entonces internamente. Son
operaciones coordinadas y vigiladas por
Para hacer más comprensible la constitu- empleados asalariados, que sustituyen a
ción histórica y conceptual del saber ad- los mecanismos de mercado»6 (Chandler
ministrativo, es necesario tratar los ele- 1994: 120). En ese escenario inicial se
mentos fundamentales que contribuyen a desarrollan unas singulares formas de di-
construir tal saber. Estos fundamentos son visión del trabajo, de organización de los
bastante complejos y variados, y su elec- recursos y de gestión de las relaciones
ción depende de la mirada que el estudio- sociales que le son propias. Tal escenario
so del tema quiera privilegiar. Recono- hace su aparición única y exclusivamente
ciendo esta posible diversidad, se propo- con la Revolución Industrial –siglo XIX
nen los siguientes fundamentos y, dentro especialmente–, es decir, con una econo-
de ellos, algunos conceptos derivados: mía capitalista moderna que rompe con los
fundamentos económicos, religioso-cultu- antiguos esquemas de organización de los
rales y socio-psicológicos, que serán de- recursos de las sociedades antiguas y de
sarrollados a continuación. la medieval europea.

2.1. Fundamentos económicos Como ya se ha sugerido, la mayor


complejidad de las sociedades supone una
Para comenzar, es vital conocer y com- serie de prácticas que superan la supervi-
prender el contexto que rodea el saber vencia inmediata en una relación directa
administrativo, en particular el proceso con la naturaleza. Así, las prácticas admi-
conocido como Revolución Industrial. El nistrativas se van orientando hacia la or-
escenario inicial de la administración es ganización de las instituciones sociales, la
la empresa económica capitalista, que se- construcción del mundo material de las
gún Erich Gutenberg se limita a «una en- ciudades, el gobierno, y los mecanismos
tidad que busca la optimización de sus políticos y culturales necesarios para la
factores productivos» (López 1999b: 31). organización de una sociedad, superando
Posteriormente esta empresa se hace más así la etapa en la que las prácticas admi-
compleja y trasciende la producción in- nistrativas se limitaban al manejo de re-
dustrial, incursionando además en la ofer- cursos que resultaban de actividades ex-
ta de servicios. Según Alfred Chandler, tractivas de la naturaleza: agricultura, ga-
conocido economista norteamericano del nadería y minería, para llegar a plantear
siglo XX, la empresa pone varias unida- la necesidad de sistematizar, ordenar las
des bajo su control, actúa en diversos lu- enseñanzas derivadas de tales prácticas,
gares, lleva a cabo diversos tipos de acti- y así señalar el camino hacia un saber más
vidades económicas y produce varios bie-
nes y servicios. «Las actividades de esas 6. Para la administración contemporánea, lo que
interesa como objeto de estudio son las orga-
nizaciones en general, según la propuesta de
5. Los términos utilizados para denominar los fun- autores como Omar Aktouf y Francisco López,
damentos a los que se refiere este texto han sido dada la complejidad del mundo empresarial que
tomados de Omar Aktouf, a partir de los cur- trasciende el escenario inicial de la empresa
sos de la Maestría en Ciencias de la Adminis- orientada exclusivamente a la producción in-
tración, Universidad Eafit, 2000. dustrializada.

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sistematizado y ordenado, fruto de las pre- segundo grupo de sociedades –los gran-
ocupaciones alrededor de esas nuevas so- des imperios antiguos de Egipto y Roma,
ciedades. por ejemplo– ha organizado sus recursos
basado en el mando de una autoridad cen-
En este sentido interesa delimitar el tral «que cuida que sean realizadas las ta-
concepto de división del trabajo, enten- reas necesarias» (Heilbroner 1985: 27)
dido en su dimensión social, como aque- adjudicando por autoridad a cada grupo
llas actividades que los diferentes inte- aquellas actividades que le son encomen-
grantes de la sociedad realizan como re- dadas: construcción, agricultura, alfarería,
sultado de una división de funciones, para comercio, defensa del territorio, culto re-
el logro de los objetivos que la benefician. ligioso y gobierno.
Para Carlos Marx esta división tiene sus
inicios en la separación entre el campo y Estas dos primeras formas de gestio-
la ciudad y las distintas actividades eco- nar los recursos para resolver la supervi-
nómicas y materiales que ello supone, y vencia (la tradición y la autoridad central)
particularmente en la diferenciación de los corresponden a sociedades cuyos sistemas
grandes géneros del trabajo: comercio, de producción son anteriores al capitalis-
agricultura, ganadería, minería, industria, mo, es decir, sus sistemas de producción
etc. Es así como en una sociedad unos fa- son esencialmente manufactureros y sus
brican bienes materiales, otros siembran integrantes están organizados de acuerdo
la tierra, otros imparten conocimientos, con su condición étnica, su procedencia
otros curan las enfermedades y otros crean de castas, linajes o su posición política7.
obras artísticas; todos se benefician mu- Después de un milenario proceso históri-
tuamente del trabajo de los demás. En tan- co bastante complejo, y que no interesa
to es una forma de organizarse para apro- detallar acá, la sociedad de mercado rom-
vechar al máximo los talentos y habilida- pe con las maneras tradicionales de divi-
des de los diferentes grupos sociales en la dir el trabajo e instaura lo que la sociolo-
búsqueda de un beneficio común, la divi- gía ha llamado las clases sociales, de
sión del trabajo es una práctica adminis- acuerdo con la relación que establecen las
trativa asumida históricamente por las personas con los factores de la produc-
sociedades, noción que se ajusta a la que ción8. Estas clases sociales son denomi-
se ha propuesto anteriormente.

Según Heilbroner, las sociedades se 7. Cabe anotar que aunque Heilbroner hace la di-
ferenciación entre sociedades organizadas por
han organizado de tres maneras para re- tradición y organizadas por autoridad central,
solver el problema de la supervivencia. las prácticas administrativas de ambas no son
Para este autor algunas sociedades –agra- necesariamente excluyentes. En ellas la divi-
rias, campesinas, antiguas, medievales, sión social del trabajo, y otras prácticas admi-
nistrativas, pueden darse de manera combina-
entre otras– se han organizado a partir da por tradición y por autoridad central.
de la tradición, «transmitiéndose de ge- 8. Para la sociología clásica funcionalista, las cla-
neración en generación, de acuerdo con ses sociales son los grandes agrupamientos de
la costumbre y el uso, los distintos oficios la sociedad dentro de los cuales existen subgru-
pos que contribuyen a su funcionamiento ge-
y actividades necesarias» que la división neral. Las relaciones que se establecen entre las
social del trabajo estructura para su super- agrupaciones dan posibilidades de generar una
vivencia (Heilbroner 1985: 26 y 27). Un conciencia de su lugar en la sociedad, «concien-

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nadas por los clásicos estudios sobre el desde siempre, no se les había explotado
capitalismo como burguesía y proletaria- como recurso productivo y no existían
do9 (Mijailov 1997: 13). Para Heilbroner, como entidades abstractas, como «‘agen-
el sistema de mercado propio del mundo tes’ de producción», como entes econó-
capitalista moderno es la tercera forma de micos impersonales (Heilbroner 1985:
organización de los recursos y en ella se 36). Estos factores existían materialmen-
propone que: te, pero no eran concebidos como «mer-
cancías» movilizadas para generar rique-
... cada cual actuara de acuerdo con lo za. En el sistema de mercado estos facto-
que fuera para él más ventajoso mo- res de producción son dinamizados por el
netariamente. En este sistema es el proceso de oferta y demanda regido por
móvil de la ganancia, no el impulso de la lógica de la ganancia, ideal que fue aje-
la tradición o el látigo de la autoridad, no a la Edad Media, y particularmente a
lo que encamina a cada cual hacia su la doctrina católica que condenaba la acu-
actividad. Pero, aunque cada cual goza mulación, la usura y toda ganancia que
de libertad para encaminarse hacia superara el «precio justo» de un bien,
donde le lleva su olfato de lucro, la como se verá más adelante, y que fue un
acción recíproca de unos hombres so- elemento fundamental para la instauración
bre otros, trae como consecuencia que del capitalismo moderno.
se realicen las tareas necesarias para
la sociedad (Heilbroner 1985: 28). A partir de lo expuesto hasta ahora, es
pertinente delimitar la noción de división
Para este autor, el sistema de mercado del trabajo, en su acepción técnica, pues
logró instaurarse tras un complejo y con- este concepto constituye un antecedente
flictivo proceso histórico que él denomi- que será asumido por las teorías clásicas
na «revolución económica» y que se de- del saber administrativo como uno de sus
sarrolló entre los siglos XII y XIX. Como fundamentos. Para Marx, la división téc-
parte del desarrollo de este nuevo siste- nica del trabajo se funda en las manufac-
ma, la tierra, el capital y el trabajo fueron turas, que se desarrollaron en la Europa
comprendidos como factores generadores de los siglos XVI al XVIII, pero se acen-
de riqueza que, si bien habían existido tuó en la Revolución Industrial con la
maquinización de los procesos industria-
cia de clase», y esto es particularmente visible les y la mayor complejidad de la organi-
en las sociedades modernas industriales a par- zación social. Más específicamente, se tra-
tir de la Revolución Industrial, donde las fun-
ta de aquellas actividades que se realizan
ciones técnicas y económicas juegan un mayor
papel en la organización de la sociedad en su desglosadamente en los talleres y que ha-
conjunto (Gurvitch 1963: 193). cen alusión a las sucesivas fases de la pro-
9. El mundo capitalista moderno se instaura con ducción y de la especialización de los
la Revolución Industrial, entendida según Mi-
obreros. Esta problemática, entonces, no
jailov como «… el proceso del paso del trabajo
manual, en el oficio y la manufactura, a la pro- ha sido ajena al pensamiento económico
ducción maquinizada (fabril). La principal con- occidental; por el contrario, es un tema
secuencia social de este proceso fue la forma- esencial de su tradición.
ción de las dos clases fundamentales de la so-
ciedad burguesa –la burguesía industrial y el
proletariado fabril– y el surgimiento de la lu- En este sentido, para Omar Aktouf:
cha entre ellas» (Mijailov 1997: 13).

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Fundamentos del saber administrativo 91

Adam Smith, Frederick Taylor y, adi- 2.2. Fundamentos religioso-culturales


cionalmente, Charles Babbage, son
tres de los grandes pilares, hasta la A partir de lo expuesto hasta ahora, los
actualidad inamovibles, del conjunto fundamentos religiosos y culturales no
del pensamiento administrativo predo- pueden comprenderse de manera aislada,
minante en el occidente industrializa- sino en relación con los fundamentos eco-
do. Uno de los principios más eviden- nómicos. La formación del sistema de
tes y fundamentales de este pensa- mercado supone la construcción de unos
miento, de los más determinantes y dispositivos técnicos y materiales propios
más persistentes, desde Smith, es la del mundo capitalista, que se va desarro-
división y la especialización del tra- llando en Occidente, pero también la cons-
bajo, principio que progresivamente ha trucción de dispositivos éticos y cultura-
llegado hasta la elaboración de las ac- les sin los cuales no habría sido posible la
tuales concepciones que presiden la aparición del capitalismo.
dirección del trabajo y la repartición
de roles dentro de la empresa (Aktouf Como se ha visto hasta el momento,
1998: 35). la organización de un sistema de merca-
do supone una nueva forma de relación
Si bien el concepto de división del tra- entre el hombre y el trabajo, más eviden-
bajo es una herencia principalmente de la te a partir del siglo XII en el occidente
sociología y de la economía para explicar europeo, donde se desarrolló una activi-
el funcionamiento de la sociedad, a la ad- dad comercial y una vida urbana más ac-
ministración le interesa particularmente la tiva que darían lugar posteriormente a la
manera como el trabajo se divide y espe- formación de la economía capitalista. En
cializa en las organizaciones, entendida especial después del Renacimiento (siglos
como «la división continua y la subdivi- XV y XVI), el comercio y las actividades
sión de las tareas o funciones en activida- artesanales urbanas fueron ganando espa-
des minuciosas altamente especializa- cio, desplazando a las actividades agríco-
das…» (Ritzer 2002: 192). Aunque no es las propias de una economía cerrada don-
objeto de este artículo profundizar sobre de los señores feudales monopolizaban el
este particular, es importante señalar que poder económico y político. En este nue-
existe diversidad de posiciones frente a las vo escenario de relaciones económicas, el
consecuencias que trae consigo la división sistema de mercado se ve sustentado en
del trabajo en la organización. valores y formas de vida que van confi-
gurando un campo ético y moral secular
Se concluye entonces que la división –propio del mundo de la economía y los
técnica del trabajo es un concepto cen- negocios– que se independiza de la ética
tral de la administración, en tanto com- católica tradicional que condena la ganan-
promete la dinámica propia de las organi- cia. Según la doctrina católica, «los me-
zaciones insertas en el mundo capitalista, dios de enriquecerse, que humanamente
donde el desarrollo de la tecnología ha considerados parecen estar justificados de
contribuido a que el trabajo se organice todo punto, se hallan en contradicción, no
de forma tal que permita la articulación sólo con el espíritu del Evangelio, sino con
de los procesos organizacionales con la prohibiciones expresamente hechas por
lógica del capitalismo. Jesucristo y sus Apóstoles» (Groethuysen

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92 esan-cuadernos de difusión

1985: 354). Así pues, esta moral católica al que daba lugar el desarrollo del capita-
no daba lugar a la ganancia ni a la usura, lismo y de la burguesía, por las notables
pues se las condenaba como prácticas que ganancias que producía y la acumulación
permitían la acumulación de riqueza y, por de capital que de allí se derivaba. Mien-
medio de ésta, el apego del hombre al tras que el comercio en pequeña escala o
mundo terrenal. artesanal era visto como un comercio
«honrado» que supuestamente no perju-
Dado que la Iglesia Católica promo- dicaba a otros y que no era injusto a la luz
vía la valoración de lo sobrenatural y la de la moral católica. En este sentido, el
idea de que el mundo terreno era algo efí- lucro sólo era aceptable dentro de los már-
mero y no definitivo, toda valoración ex- genes de supervivencia que permitía el
cesiva de lo material, en este caso el afán trabajo mismo. Por ello, se sospechaba del
de lucro de los nuevos empresarios bur- comerciante que buscaba la ganancia (lu-
gueses, era combatido por los teólogos y crum) por su acumulación excesiva de
sacerdotes como actividades pecaminosas fortuna. Dentro de la visión de la Iglesia,
y reprobables. Éste fue un largo y com- sólo era lícito el comercio para el propio
plejo debate entre dos visiones contradic- sustento (sustentatio) y el que se invertía
torias del mundo: el burgués y el de la en obras de caridad, mientras que la acu-
Iglesia entre los siglos XII y XVIII, y que mulación a gran escala de mercancías y
se inscribe en el contexto de la Revolu- artículos de primera necesidad con pro-
ción Económica expuesto por Heilbroner. pósito especulativo se consideraba como
La postura católica que condenaba la ge- avaricia. Sólo el comercio en pequeña es-
neración de ganancia y por ende el espíri- cala transado con el justo precio (iustum
tu capitalista, puede ejemplificarse con lo pretium) de los artículos se consideraba
dicho por un representante de la teología lícito, mientras que el comercio practica-
católica en 1783: do «racionalmente» –el que buscaba la
ganancia– era calificado de pecado (Von
Dios, que en la Sagrada Escritura está Martin 1976: 121 y 122).
ordenándonos constantemente despre-
ciar la riqueza, Dios, que nos pone ante El debate teológico sobre la ganancia
los ojos con terribles imágenes de sus se desarrolló de manera más clara a partir
fatales consecuencias, Dios, que dice del siglo XII en la Europa Occidental,
que la codicia, que constituye el moti- cuando aparecieron los burgos o ciudades
vo principal de todas las grandes em- donde el comercio dinamizaba la econo-
presas mercantiles, es la fuente de todo mía agraria estática y cerrada de la Edad
mal, Dios no creó al hombre para amon- Media. Los burgos dieron lugar a un nue-
tonar dinero y poner en circulación este vo actor social, la burguesía, cuyo prota-
dinero para gloria del comercio y del gonismo económico fue más claro a par-
Estado; creó a los individuos lo mismo tir del Renacimiento (siglos XV y XVI) y
que a los estados para su propia gloria fue socavando el poder de los discursos
(Groethuysen 1985: 369 y 370). teológicos tradicionales que combatían la
nueva ética del capitalismo.
Es de aclarar que la condena de la Igle-
sia Católica sobre el comercio se dirigió La aparición de la burguesía está liga-
básicamente al comercio en gran escala, da a la secularización que sufrió la socie-

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Fundamentos del saber administrativo 93

dad europea, donde la economía moneta- tras el luteranismo en sus comienzos hon-
ria ganaba un creciente terreno como for- ró el trabajo, apreciando el oficio en sí y
ma de organización económica. En este su valor de utilidad a la comunidad –mas
mundo de mayores intercambios comer- no de utilidad en el sentido monetario–
ciales la actitud del nuevo empresario, in- que redundaría en un hombre más rico, el
telectual, individualista y más racional que calvinismo propendió a un reconocimien-
supersticioso, estaba acorde con unas nue- to del interés en términos monetarios,
vas actitudes de racionalidad y de expli- como resarcimiento por el tiempo en el
cación del mundo natural, a partir de las cual un hombre dejaba de percibir bene-
ciencias del cálculo y las matemáticas, y ficios por un dinero que había prestado a
donde los valores eran intercambiables, otro; es decir, la acumulación individual
impersonales, abstractos, mercantilizados. pasó a ser lo deseado y lo socialmente
Este nuevo empresario burgués fundó una aceptado. Países como Alemania o Sue-
serie de valores éticos, cuya aparición his- cia siguieron la línea luterana, pero Sui-
tórica fue más clara hacia el siglo XVIII za, Inglaterra y los Estados Unidos tienen
con el mundo de la Ilustración: la inicia- una marcada influencia calvinista.
tiva individual, el sentido de ganancia, la
valoración del trabajo como motor del En este sentido, la administración
progreso social y como elemento de dig- moderna hereda unas complejas tradicio-
nificación moral del hombre, la valoración nes éticas y religiosas que fueron soporte
de la propiedad privada, la disciplina la- para el capitalismo, donde se inscribe el
boral, el ahorro, la austeridad en el gasto, moderno escenario de acción del hombre
la valoración de la ciencia en oposición a de negocios.
la fe, y la creencia de que el hombre era
dueño y señor de su destino, lo cual lo li- 2.3. Fundamentos socio-psicológicos
beraba de aceptar un orden social que la
Iglesia proclamaba como inmutable e in- Dentro de lo que se entiende como «uni-
cuestionable. Todos estos valores hacían versalidad de la administración», se ha-
parte de una nueva racionalidad que se bla de los aportes que los desarrollos de
expresó en el homo economicus y que fue diversas ciencias y disciplinas han hecho
reforzada por la ética protestante. al campo del saber administrativo; es el
caso de las ciencias sociales, y particular-
El protestantismo, que surgió de una mente aquellas que durante el siglo XIX
división del cristianismo, ofreció una ma- arrojaron nuevos conocimientos sobre el
nera de aproximarse al trabajo del hom- hombre y el trabajo, en parte motivadas
bre como camino del bien y de la salva- por los nacientes interrogantes y proble-
ción. «Max Weber señala que la ética re- mas sociales que suscitaban la moderni-
ligiosa del movimiento protestante crea un zación y la revolución industrial.
clima económico y ético que fue altamente
favorable para el desarrollo del capitalis- Como ya se planteó anteriormente,
mo y la industrialización en Inglaterra, desde la sociología fue claro que el nue-
Escocia, Holanda y, más tarde, en Nueva vo escenario económico capitalista esta-
Inglaterra» (Hernández y Rodríguez 1994: ba conformado por dos actores sociales
44). El protestantismo se dividió posterior- que antes no existían, denominados cla-
mente en luteranismo y calvinismo. Mien- ses sociales: burguesía y proletariado. Las

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94 esan-cuadernos de difusión

relaciones de poder y de producción en lumbraba bastante convulsionado, lo que


que los involucraba el mundo de la pro- motivó de parte de la Iglesia intentos de
ducción suponían intercambios humanos conciliación entre las clases sociales y la
muy complejos, conflictivos y de antago- intervención, desde la pastoral católica, de
nismo social, de manera que empezó a las problemáticas sociales causadas por el
evidenciarse la «lucha de clases» y el con- capitalismo, especialmente las relaciona-
flicto social. Era evidente que en el esce- das con la pobreza, la marginalidad y la
nario productivo que resultó de la Revo- explotación obrera. La preocupación de
lución Industrial, la burguesía poseía la la Iglesia por los problemas sociales que
tierra y el capital, y el proletariado la ca- generaba el capitalismo se materializó en
pacidad de trabajo, estando este último la Encíclica Rerum Novarum, publicada
subordinado a las lógicas capitalistas que en 1891 por el papa León XIII y cuyo
definía la burguesía y a procesos sociales objeto eran las relaciones entre el capital
imprevistos que empezaron a ser leídos y el trabajo. Lo que la Encíclica estable-
como fenómenos de descomposición so- cía era:
cial: la pobreza, la explotación, la mendi-
cidad y la desarticulación de las familias ... la alternativa cristiana a la cuestión
campesinas en nuevos escenarios urbanos: social en la que se plantea la necesa-
fabriles, entre otros. Ese nuevo campo de ria contribución de la Iglesia, el esta-
problemáticas sociales que surgió con el do y los interesados –en este caso obre-
capitalismo fue denominado como la ros y patronos– para el encausamien-
«cuestión social» y suscitó, de parte del to y superación del problema social.
Estado, la Iglesia Católica y los empresa- Reivindicando la legitimidad y el ca-
rios, la preocupación por propiciar rela- rácter imprescindible de la interven-
ciones sociales más armónicas y menos ción de la Iglesia en los asuntos socia-
conflictivas que fueran funcionales al ca- les, opta por una actitud menos ideali-
pitalismo. De este modo, las conflictivas zada frente a los problemas sociales
relaciones sociales entre el proletariado y (Martínez Boom et al. 1996: 16).
la burguesía no pondrían en riesgo la via-
bilidad del sistema predominante en Oc- A propósito de la contradicción entre
cidente, amenazado por el comunismo, capital y trabajo, la Iglesia proponía la
que supuestamente surgiría con la disolu- cooperación mutua, obviamente con el
ción del capitalismo y daría paso a la «dic- carácter moralizante con el que veía este
tadura del proletariado». asunto:

En este contexto, entonces, se hace La violencia de las revoluciones civi-


pertinente pensar en la cooperación como les ha dividido a las naciones en dos
un mecanismo impulsado principalmente clases de ciudadanos, abriendo un in-
por la Iglesia Católica y los empresarios menso abismo entre una y otra. En un
para promover unas relaciones sociales y lado, la clase poderosa, por rica, que
productivas que se compadecieran con la monopoliza la producción y el comer-
comunidad de intereses compartidos por cio, aprovechando en su propia como-
capitalistas, directivos y trabajadores. Par- didad y beneficio toda la potencia pro-
ticularmente, a finales del siglo XIX el ductiva de las riquezas, y goza de no
ambiente de antagonismo social se vis- poca influencia en la administración

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Fundamentos del saber administrativo 95

del Estado. En el otro, la multitud des- Nuevamente, la Encíclica Rerum Nova-


amparada y débil, con el alma lacera- rum es ilustrativa al respecto:
da y dispuesta en todo momento al al-
boroto (Rerum Novarum , art. 33). Finalmente, los mismos patronos y
obreros pueden hacer mucho en esta
La reconocida cortedad de las fuerzas cuestión, esto es, con esas institucio-
humanas aconseja e impele al hombre nes –se refiere a instituciones de ca-
a buscarse el apoyo de los demás. De rácter social y de beneficencia– me-
las Sagradas Escrituras es esta senten- diante las cuales atender conveniente-
cia: «Es mejor que estén dos que uno mente a los necesitados y acercar más
solo; tendrán la ventaja de la unión. una clase a la otra. Entre las de su gé-
Si el uno cae, será levantado por el nero deben citarse las sociedades de
otro. ¡Ay del que está solo, pues, si cae, socorros mutuos; entidades diversas
no tendrá quien lo levante!». […] El instituidas por la previsión de los par-
hermano, ayudado por su hermano, es ticulares para proteger a los obreros,
como una ciudad fortificada (Rerum amparar a sus viudas e hijos en los
Novarum, art. 35). imprevistos, enfermedades y cualquier
accidente propio de las cosas huma-
En este sentido, se hace más compren- nas; los patronatos fundados para cui-
sible que las teorías administrativas –cada dar de los niños, niñas, jóvenes y an-
una desde su especificidad teórica e ideo- cianos. Pero el lugar preferente lo ocu-
lógica– fueran permeables a la doctrina pan las sociedades de obreros, que
social de la Iglesia, que tomaba forma a comprenden en sí todas las demás […].
finales del siglo XIX y principios del XX, Es grato encontrarse con que constan-
reivindicando la cooperación como un temente se están constituyendo asocia-
elemento fundamental dentro de las orga- ciones de este género, de obreros so-
nizaciones para lograr los objetivos que lamente o mixtas de las dos clases; es
les son propios. Como concepto, la coope- de desear que crezcan en número y
ración se refiere a la confluencia de inte- eficiencia. Y, aunque hemos hablado
reses entre los actores organizacionales. más de una vez de ellas, Nos sentimos
Este carácter moralizante que alcanzó la agrado en manifestar aquí que son muy
cooperación logró importancia considera- convenientes y que las asiste pleno
ble dentro de la ideología del Mejoramien- derecho, así como hablar sobre su re-
to Industrial (1870-1900)10 que tuvo ma- glamentación y cometido (Rerum No-
yor impacto en los Estados Unidos, y de varum, art. 34).
ella se derivaron significados alusivos tan-
to a las tradiciones católicas como a las Autores tan reconocidos de la admi-
formas no religiosas de agrupación del nistración clásica como Frederick Taylor
mundo obrero: solidaridad, caridad, cola- (1856-1915) y Elton Mayo (1880-1949)
boración, ayuda, asociación y mutualismo. plantearon explícitamente la cooperación
como herramienta fundamental para el
10. S. Barley y G. Kunda. 1992. Plan y dedicación: logro de los objetivos en la organización,
oleadas de las ideologías de control normativo
y racional en el discurso administrativo. Tec-
con un claro significado racional y técni-
nología administrativa. Medellín, Universidad co, ya no moralizante. En el caso del pri-
de Antioquia, n.º 20, pág. 92. mer autor y su teoría:

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96 esan-cuadernos de difusión

... la administración científica se fun- fundamentos religioso-culturales, bien sea


damenta en la firme convicción de que en su vertiente protestante o católica.
los verdaderos intereses de ambos –
patrón y empleado– son idénticos [y Otros aportes de las ciencias sociales,
más adelante agrega] cada obrero de- particularmente de la psicología y sus tra-
biera ser instruido diariamente por sus bajos sobre el comportamiento humano,
superiores y recibir de éstos la ayuda fueron retomados por el pensamiento ad-
más cordial, en lugar de ser, por una ministrativo, aunque de manera aislada, es
parte, compelido o forzado por su ca- decir, sin considerar el contexto o la teo-
pataz, y, por la otra, abandonado a su ría de origen en su totalidad. Según el au-
propia inspiración. Esta cooperación tor Idalberto Chiavenato, aparecieron
personal estrecha e íntima entre la di- «nuevos conceptos, nuevas variables y,
rección y los obreros constituye la sobre todo una nueva visión de la teoría
esencia de la moderna administración administrativa, basada en el comporta-
científica (Taylor 1994: 133-134, 143). miento humano en las organizaciones (…)
mientras que la sociología influyó profun-
Hacia los años de 1930, el segundo damente en el estructuralismo –y más es-
autor, con un enfoque más social y una pecíficamente la sociología organizacio-
preocupación humanista en el contexto del nal» (Chiavenato 1999: 561). Entre los
progreso industrial del siglo XX, también conceptos que se vienen señalando, se
se refirió específicamente a la cooperación encuentran: motivación, liderazgo, comu-
como medio para lograr no solamente los nicación, trabajo en equipo, entre otros.
fines de la empresa, sino que el hombre Más recientemente, la antropología ha
rescatara esa capacidad espontánea y na- permitido reconocer las lógicas simbóli-
tural para la cooperación con los demás cas y sociales que se tejen de manera es-
seres humanos. Mayo reconocía que «la pecífica dentro de las organizaciones y van
colaboración en una sociedad industrial no creando lo que se ha denominado cultura
puede ser librada al azar», en este sentido organizacional.
se refirió al problema de que en la socie-
dad industrializada, «no ha aparecido un En el ambiente de tecnificación, indus-
esfuerzo para desarrollar una habilidad trialización y especialización del trabajo
social o colaboradora que compense o obrero, fue visible un ambiente de «aba-
equilibre el desarrollo técnico» (Mayo timiento moral y de depresión obrera»
1977: 27 y 32). (Aktouf 1998: 219), lo cual evidenciaba
que la visión del homo economicus Taylo-
Hasta hoy día el tema de la coopera- rista se quedaba corta frente a las necesi-
ción es una constante preocupación en el dades e insatisfacciones de los obreros.
pensamiento administrativo y logra ser Éstas no podían ser respondidas sólo des-
interpretada de distintas maneras según de lo salarial, pues el pensamiento admi-
corrientes y épocas. De manera similar a nistrativo de la época se percató de que
lo que ya se mencionó para los fundamen- «los elementos de orden afectivo y emo-
tos económicos y religiosos, en cuanto a cional eran tan importantes para el esfuer-
que no es posible trazar fronteras claras zo y la productividad, como los incenti-
que los separen, ocurre con los fundamen- vos materiales» (Aktouf 1998: 220). En
tos socio-psicológicos en relación con los este contexto se hace necesario plantear

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Fundamentos del saber administrativo 97

el problema de la motivación, concepto sociología, la psicología y la antropolo-


que aparece en la escuela de las Relacio- gía han contribuido a perfilar conceptos
nes Humanas hacia la década de 1930, como los de la cooperación, motivación
orientado a las lógicas de una psicología y liderazgo, entre otros. Estos conceptos
organizacional preocupada especialmen- hablan de las dinámicas que suceden en
te por la relación entre los ambientes so- las organizaciones y que no pueden ex-
ciales de trabajo y la productividad de la plicarse exclusivamente desde perspecti-
empresa. Para la época era claro que los vas tecnicistas o productivistas, pues tie-
problemas de la administración no gira- nen gran contenido social y cultural que
ban simplemente en torno a los procesos se refieren a lo inasible del ser humano.
de la mecanización y al incentivo econó-
mico, como lo plantearon inicialmente los
teóricos de la Administración Científica, 3. Consideraciones finales
sino que también era necesario reconocer
los fenómenos sociales y psicológicos que La administración ha estado tradicional-
se desarrollaban en las fábricas, desde mente inscrita en una concepción de ra-
perspectivas que no eran exclusivamente cionalidad pragmática, que reduce las po-
técnicas, sino propias de las ciencias sibilidades del saber a lo exclusivamente
sociales. útil y productivo. En estas visiones tecni-
cistas, la administración se ha caracteri-
Los nuevos conocimientos que se te- zado por ser prescriptiva: un manual de
nían sobre la motivación humana, parti- recetas de cómo ser exitosos con la em-
cularmente los estudios de Abraham Mas- presa, sin lugar a reflexiones sobre la res-
low (1908-1970) y Frederick Herzberg (n. ponsabilidad ética y las consecuencias
1923)11, sirvieron al pensamiento admi- sociales y culturales que debe asistir a toda
nistrativo para comprender, desde una decisión empresarial.
perspectiva conductista, la motivación
humana; conocimientos que la adminis- Ser conscientes de los fundamentos
tración ha pretendido trasladar a la or- teóricos de la administración abre la po-
ganización, no siempre de manera afor- sibilidad a los administradores de pensar
tunada, para explicar e inducir en los su profesión no simplemente como un
trabajadores ciertas conductas que la be- quehacer práctico que se restringe exclu-
nefician. sivamente a una acción, programa, estra-
tegia o moda, sino como una profesión que
De esta manera puede concluirse que implica actitudes de pensamiento, re-
los planteamientos desarrollados desde la flexión crítica y responsabilidad ética
frente a las decisiones que se toman a dia-
11. Abraham Maslow es considerado como uno de rio en una sociedad que ha delegado, en
los mayores especialistas en el campo de la
motivación humana. Con su obra Motivation
las organizaciones y en sus directivos, el
and Personality, publicada en 1954, propone un manejo de recursos económicos, físicos,
modelo de jerarquía de necesidades humanas. naturales y humanos.
Frederik Herzberg es uno de los teóricos norte-
americanos cuyos aportes en el campo del com-
portamiento de las personas en el trabajo son
Como se ha sugerido en este texto, los
reconocidos a partir de su obra Work and Natu- administradores son herederos de unas tra-
re of Man, publicada en 1966. diciones prácticas y teóricas que han re-

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98 esan-cuadernos de difusión

sultado de la construcción de diferentes campo de saber que ha requerido de mu-


ciencias y de trabajos de pensadores cuyo chos años de historia para conceptualizar
legado está atravesando el oficio diario de el mundo de las organizaciones modernas
quienes dirigen las organizaciones. Des- y los retos que les significan a los admi-
conocer o ignorar estas tradiciones de pen- nistradores con actitudes ético-políticas de
samiento es ignorar la complejidad de un responsabilidad social.

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Fundamentos del saber administrativo 99

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Año 8, n.º 15, diciembre de 2003

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