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Nombre: Marcos Camacho

Materia: Pneumatologia

Características de los frutos del Espíritu


Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe,  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

El Amor
La palabra “amor” traduce la palabra griega “AGAPE” que es la palabra griega que describe al amor que
más refleja una decisión personal. como detallado en la Biblia, es amor voluntario que se demuestra en el
servicio y el sacrificio por el bien de otros. Y no solamente por el bien de nuestros seres queridos, sino que
especialmente por el bien de extraños o de enemigos. Es el amor que Dios ha tenido por nosotros (Juan
3:16; Romanos 5:8; Mateo 5:43-47).

El Gozo
La palabra “gozo” traduce la palabra griega “CHARA” que significa sentimientos de y actitudes con gozo,
alegría o deleite. Es un sentimiento basado en realidades espirituales. Es el gozo que llena a todo verdadero
creyente al saber con satisfacción que todo está bien entre él y Dios. Este no es un gozo que se base en
nuestro bienestar material, y no es un gozo que se base en las circunstancias de la vida en las que nos
encontremos. Es mas, este “gozo” no solamente no viene de las circunstancias favorables que encontremos
en nuestras vidas, sino que es aún más enfático cuando nos encontramos en circunstancias difíciles y
dolorosas.

La Paz
La palabra “paz” traduce la palabra griega “EIRENE” que es usada en la Biblia para describir la armonía
entre hombres y entre naciones. Todo verdadero creyente puede tener confianza que Dios cumplirá con Su
promesa de que todas las cosas “cooperan para bien” (Romanos 8:28), y esta confianza le da tanto gozo
como paz. Dios le da la “paz” al creyente y éste es ordenado a practicarla (Juan 14:27; Filipenses 4:6-7, 9). El
tener paz no es opción para el creyente, sino que es una respuesta normal. Si un creyente no está
disfrutando la paz de Dios, por cualquier razón (las dificultades de la vida, las malas circunstancias en las
que se encuentre, etc.). Y es probable que la falta de paz se debe a una falta de comunión con Dios, una
falta de sumisión a la voluntad de Dios.

La Paciencia
La palabra “paciencia” traduce la palabra griega “MAKROTHUMIA” que da a entender tolerancia y paciente
sufrimiento. Es decir, el que practica “paciencia” le soporta pacientemente las ofensas (los insultos y todo
tipo de daño) a otros. El que practica la “paciencia” voluntariamente acepta situaciones irritantes o
dolorosas. La “paciencia” es una característica de Dios, Él es lento a la ira (Salmos 86:15). Y es Su ejemplo
que Dios ordena a los creyentes a que practiquen (Colosenses 3:12-13; Efesios 4:2).

La Benignidad
La palabra “benignidad” traduce la palabra “CHRESTOTES” que da a entender un corazón benevolente o
una amabilidad. Describe el ser servicial, generoso, y agradable. El deseo de todo cristiano debe ser el tener
esta benignidad para con todos. “Benignidad” es ordenada por Dios también (2 Timoteo 2:24; 2 Corintios
6:1, 3-6). Pablo nos dio el ejemplo de la benignidad que debemos tener con otros (1 Tesalonicenses 2:5-7).
Nombre: Marcos Camacho
Materia: Pneumatologia

La Bondad
La palabra “bondad” traduce la palabra griega “AGATHOS” que describe aquello que, siendo bueno en su
carácter o constitución, es beneficial en su efecto. Es usada en la Biblia de cosas materiales, pero también
en un sentido moral, frecuentemente de gente y de cosas. La “bondad” es la excelencia moral y espiritual
que todo creyente es ordenado a practicar (Romanos 12:2, 9, 21; 13:3; Gálatas 6:10; 1 Pedro 3:11; Efesios
4:28; 6:7-8; 3 Juan 11).

La Fidelidad
La palabra “fidelidad” traduce la palabra griega “PISTIS” que es usada en la Biblia para describir a alguien
que es fiel, leal, que puede ser confiado, y en quien se puede depender. La “fidelidad” es la manifestación
del fruto del Espíritu que tiene que ver con la lealtad y la confianza. La “fidelidad” o lealtad verdadera es
característica divina (1 Tesalonicenses 5:24; Apocalipsis 19:11). Así como todo fruto del Espíritu, la
“fidelidad” es algo que todo creyente debe tener (1 Corintios 4:1-2; Apocalipsis 2:10).

La Mansedumbre
La palabra “mansedumbre” traduce la palabra griega “PRAUTES” que denota suavidad, humildad, y
docilidad. En su uso bíblico tiene un significado mucho más profundo. La “mansedumbre” bíblica no se
refiere al comportamiento externo de una persona, ni a sus relaciones con otros. Sino que la
“mansedumbre” bíblica se refiere a la gracia del alma tejida en los adentros del creyente, y la práctica de
ésta en particular con relación a Dios. La “mansedumbre” es el temperamento del espíritu del creyente por
el cuál el creyente acepta lo que Dios hace con nosotros como bueno y por tanto no lo disputa o lo resiste,
y no reniega acerca de ello. La “mansedumbre” no es una característica divina, Dios no se resiste a Sí mismo
y no reniega acerca de nada. Él es omnipotente y está en control de todo. En el Nuevo Testamento
“PRAUTES” es usada para describir actitudes que el cristiano es ordenado a tener (Colosenses 3:12;
Santiago 1:21 [“humildad”]; Efesios 4:2).

Dominio Propio
La frase “dominio propio” traduce la palabra griega “ENKRATEIA” que da a entender templanza, o sea, la
virtud que conste de moderar los apetitos. Al igual que la “mansedumbre,” el “dominio propio” no es
característica divina. Dios no tiene que dominar sus apetitos. Él es perfecto y en perfecto control de todo.
Dios encarnado, Cristo Jesús, nos dio el perfecto ejemplo de cómo mantenerse en control y no desviarse de
la voluntad de Dios; Él nos demostró el “dominio propio.” El “dominio propio” también es ordenado de
todo creyente (1 Corintios 9:25; 2 Pedro 1:5-7). Contra estas virtudes no hay ley. Estas virtudes están
presentes en el creyente que anda en el Espíritu. Estas virtudes constituyen el fruto del Espíritu. Así como
un árbol de manzana produce manzanas, el creyente en quien mora el Espíritu Santo produce el fruto del
Espíritu.

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