Para los atletas de alto rendimiento acostumbrados a un ritmo de entrenamiento
constante ha sido sumamente difícil acostumbrarse al periodo de cuarentena, y mas aun para los atletas que venían entrenando el ciclo olímpico, que a propósito nunca antes en la historia se había pospuesto su fecha de inauguración, ni siquiera durante la segunda guerra mundial, lo cual ha causado un impacto bastante considerable en el desempeño de los mismos.
Considerando lo anteriormente expuesto existe un sesgo psicológico en atletas y
entrenadores, que se manifiesta en la dificultad para acoplar la mente y el cuerpo, lo que a su vez influye en la capacidad para asimilar las instrucciones del entrenador y la eficacia o no del resultado del mismo. Por esta razón es de suma importancia abarcar ese aspecto antes durante y después del entrenamiento y tener la disposición de brindarles las mejores estrategias para resolver ese tipo de situaciones. Ahora bien tomando en cuenta la inactividad física de muchos atletas, se debe hacer una evaluacion completa de cada una de las valencias físicas de los mismos ya que al romperse los principios del entrenamiento lo cual deriva en una serie de consecuencias físicas y psicológicas, para la vuelta al entrenamiento, deben cumplirse ciertos protocolos médicos necesarios, así como también el apoyo de un equipo multidisciplinario, para la prevencion y cuidado de posibles lesiones en los deportistas, cuidando especialmente la dosificación de las cargas para su nivelación física. Del mismo modo cuidar todo lo referente a la higiene y protocolos médicos para la prevencion del covid-19, elaborar planes de acción para el regreso a los espacios de entrenamiento y que estén debidamente equipados y adecuados a las nievas normativas sanitarias propuestas por el máximo ente deportivo nacional (IND).