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-Su último movimiento es un final coral sorprendentemente inusual en su época

que se ha convertido en símbolo de la libertad.

-El poema de Friedrich Schiller An die Freude (noviembre de 1785), traducido


como A la alegría, y conocido como Oda a la alegría que Schiller publicó en 1786
en la primera versión y 1808 póstumo en la versión definitiva (clásica), provocó en
Beethoven la intención de musicalizarlo ya desde 1793 cuando tenía 22 años. Se
suele distinguir entre Oda a la alegría para denominar al poema original de
Schiller, e «Himno a la alegría» como denominación del cuarto movimiento de
la Novena sinfonía de Beethoven, que incluye una selección del texto de Schiller,
las palabras introductorias de Beethoven, y, por supuesto, la música.

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