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JURISPRUDENCIA

Roj: STS 5349/2004 - ECLI: ES:TS:2004:5349


Id Cendoj: 28079110012004100854
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Civil
Sede: Madrid
Sección: 1
Fecha: 19/07/2004
Nº de Recurso: 3735/2000
Nº de Resolución: 735/2004
Procedimiento: CIVIL
Ponente: JOSE RAMON FERRANDIZ GABRIEL
Tipo de Resolución: Sentencia

SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a diecinueve de Julio de dos mil cuatro.
Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Magistrados al margen indicados el recurso
de casación contra la sentencia dictada en grado de apelación por la Sección Once de la Audiencia Provincial
de Barcelona, como consecuencia de autos de juicio incidental sobre protección del derecho al honor, seguidos
ante el Juzgado de Primera Instancia nº 21 de Barcelona, cuyo recurso fue interpuesto por el Procurador
D. Felipe Juanas Blanco en nombre y representación de D. Ediciones Zeta, S.A.; siendo parte recurrida el
Procurador D. Antonio Barreiro-Meiro Barbero, en nombre y representación de Dª Luz ; siendo asimismo parte
el Ministerio Fiscal.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO. La representación de procesal de D. Romulo Gonzalvo Boix, interpuso demanda de protección
del derecho al honor, contra Ediciones Zeta, S.A. y D. Bartolomé , y alegando los hechos y fundamentos
de derecho que consideró de aplicación, terminó suplicando al Juzgado se dictara sentencia por la que se
condene solidariamente a los demandados: Ediciones Zeta S.A. y D. Bartolomé , a: Indemnizar a Dª Luz en la
cantidad de 15.000.000 de Ptas. por daños morales producidos hacia su persona con su actuación, más los
intereses legales desde esta interpelación judicial.- A reclamarse de los demandados los negativos y positivos
de fotografía que tuvieran en su poder sobre la persona de Luz , así como escritos ológrafos de la misma,
y que en ambos casos no hubieran hecho entrega al Juzgado todavía por el procedimiento penal seguido,
para que los entreguen y se proceda a su inmediata destrucción.- Y a la publicación de la Sentencia firme que
recaiga en su encabezamiento y fallo dispositivo sin que resulte necesaria la publicación de los antecedentes
fácticos ni fundamentos jurídicos, en la Revista Interviú, dentro de los cinco días siguientes a la notificación
de la Sentencia firme, debiendo hacerse en espacio idéntico o similar a aquél en que se produjo su difusión.- Y
con imposición de costas del pleito a los demandados si se opusieran a la presente demanda por su temeridad
y mala fe civil. Compareció también el Ministerio Fiscal interesando se dictara resolución en el sentido de
desestimar la demanda interpuesta por Dª Luz .
SEGUNDO. El Ilmo. Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de Primera Instancia nº 21 de Barcelona, dictó sentencia
con fecha 19 de febrero de 1.998 , cuyo fallo es el siguiente: " Estimar parcialmente la demanda interpuesta por
Dª Luz representada por el procurador D. Rómulo Gonzalvo Boix contra EDICIONES ZETA, S.A., representada
por el procurador D. Jose Pedro , contra D. Bartolomé , declarado en rebeldía, y, por tanto, condenar a la
demandada a abonar a la actora 7.000.000 de ptas. en concepto de indemnización, a que entreguen en este
Juzgado los negativos y positivos que posean de fotografías de la actora así como escritos del puño y letra
de la misma, a publicar en la revista "Interviú" el encabezamiento y fallo de esta resolución, sin hacer expresa
imposición de las costas causadas." La Audiencia Provincial, Sección Once de Barcelona, dictó sentencia en
grado de apelación en fecha 24 de Mayo de 2000 , en la que confirmó íntegramente la anterior.
TERCERO. El Procurador D. Felipe Juanas Blanco en nombre y representación de Ediciones Zeta, S.A., interpuso
recurso de casación articulado en tres motivos. El Procurador D. Antonio Barreiro- Meiro Barbero, en nombre

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y representación de Dª Luz , presentó escrito de impugnación al mismo. El Ministerio Fiscal presentó escrito
impugnando los tres motivos del recurso. No habiéndose solicitado por todas las partes la celebración de vista
pública, se señaló para votación y fallo el día 28 de junio del 2004, en que tuvo lugar.
Ha sido Ponente el Magistrado Excmo. Sr. D. JOSÉ RAMÓN FERRÁNDIZ GABRIEL

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. Los hechos básicos que en la instancia llevaron a condenar a D. Jose Pedro , como autor de los
reportajes, y a Ediciones Zeta, S.A., como editora de la revista en que los mismos se publicaron, a indemnizar
a la demandante, Dª Luz , por intromisión ilegítima en sus derechos a la intimidad personal y propia imagen,
son los siguientes:
Los números novecientos treinta y seis y novecientos treinta y siete de la revista Intervíu incluían sendos
reportajes (con los titulares "el médico fotografiaba desnudas a sus pacientes", "imágenes de escándalo",
"indignación popular contra el médico pornográfico") con información de que un médico de una pequeña
población aragonesa había fotografiado desnudas a sus pacientes en la consulta. Los reportajes estaban
ilustrados con diversas fotografías en color de dichas mujeres, entre ellas la demandante, sin mostrar sus
rostros.
El recurso de casación de Ediciones Zeta, S.A. se compone de tres motivos, todos ellos fundados en el artículo
1.692.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1.881 .
Antes de entrar en el examen de los mismos hay que insistir en que la Sentencia recurrida concedió la tutela
judicial reclamada por la actora, por entender probada la intromisión ilegítima en los derechos a su propia
imagen e intimidad personal.
I. Se trata de derechos de la personalidad con una estrecha relación entre sí, pero autónomos ( Sentencia del
Tribunal Constitucional 81/2.001, de 26 de marzo ) y con un contenido propio y específico ( Sentencias del
Tribunal Constitucional 156/2.001, de 2 de julio, y 83/2.002, de 22 de abril ), por lo que el enjuiciamiento de
cada una de las lesiones reclama un examen singular. No en vano la captación y reproducción de una imagen
puede lesionar conjuntamente el derecho a la intimidad y el derecho a la propia imagen; tal sucede en los casos
en los que la imagen difundida, además de mostrar los rasgos físicos que permiten la identificación de una
persona determinada, revele aspectos de su vida privada y familiar que se han querido reservar del público
conocimiento.
II. El derecho a la intimidad personal tiene por objeto garantizar al individuo un ámbito reservado de su vida,
excluido tanto del conocimiento como de las intromisiones de terceros, se trate de poderes públicos o de
particulares (entre otras, Sentencias del Tribunal Constitucional 144/1999, de 22 de julio, 115/2000, de 10 de
mayo, 119/2001, de 24 de mayo, 292/2000, de 30 de noviembre, 83/2002, de 22 de abril, y 127/2.003, de 30
de junio ).
III. El derecho a la propia imagen atribuye a su titular la facultad de disponer de la representación de su aspecto
físico que permita su identificación, lo que conlleva tanto el derecho a determinar la información gráfica,
generada por los rasgos físicos que le hagan reconocible, que puede ser captada o tener difusión pública,
como el derecho a impedir la obtención, reproducción o publicación de su propia imagen por un tercero no
autorizado ( Sentencias del Tribunal Constitucional 81/2.001, de 26 de marzo, y 156/2.001, de 2 de julio ).
SEGUNDO. Mediante el primero de los motivos Ediciones Zeta, S.A. acusa la violación del artículo 7.5 de la Ley
Orgánica 1/1.982, de 5 de mayo , y de la jurisprudencia que lo interpreta, en relación con los requisitos que han
de concurrir para que las intromisiones ilícitas puedan entenderse producidas.
Al fundamentar el motivo la recurrente niega que las fotografías permitan reconocer a la demandante, al no
aparecer el rostro de ninguna de las mujeres fotografiadas. En apoyo de su argumentación aplicable a ese dato
fáctico invocó la doctrina sentada en las Sentencias de 4 de octubre de 1.990, 29 de noviembre de 1.991, 29
de septiembre de 1.992, 5 de abril de 1.994, 12 de junio de 1.996, 30 de enero de 1.998 y 18 de julio de 1.998 .
El motivo no merece ser estimado.
I. La intromisión ilegítima en el derecho a la propia imagen exige, efectivamente, que en ella se reconozca
al titular. Lo propio cabe decir, en este caso, de la intromisión en el derecho a la intimidad personal de la
demandante, ya que en su escrito de demanda señaló la publicación de las fotografías como el instrumento
de la lesión de su derecho por el que reclamó la tutela judicial.

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Esa necesaria identificación de la titular de los derechos puede lograrse, sin embargo, sólo por su aspecto
físico, primer elemento configurador de la esfera personal, reproducido en las fotografías, o por él junto con
otros datos complementarios y circunstanciales.
II. Ello sentado, que la demandante fue reconocida como la mujer que aparece desnuda en algunas de las
fotografías publicadas en los antes indicados números de la revista Intervíu constituye objeto de expresa
declaración del Tribunal de segunda instancia, fundada en la valoración de la prueba practicada en el proceso.
Se trata, en consecuencia, de un dato integrante del supuesto de hecho del litigio, que no puede ser modificado
en casación con la argumentación utilizada por la recurrente.
III. La doctrina sentada en las Sentencias que en la formulación del motivo señaló Ediciones Zeta, S.A. no ha
sido infringida. En todas ellas se exige que el titular del derecho quede identificado o que pueda serlo, lo que,
como se ha dicho, se declaró en la instancia.
La Sentencia de 4 de octubre de 1.990 admitió que la identidad del titular pueda deducirse de las circunstancias
concurrentes; la de 29 de noviembre de 1.991 declaró que bastaba con que la identificación no deje lugar
a dudas; la de 29 de septiembre de 1.992 se enfrentó a un supuesto en que el rostro de la perjudicada
era prácticamente visible y reconocible; la de 5 de abril de 1.994 equiparó a una identificación con nombre
y apellidos cualquiera otra que no deje lugar a dudas; la de 12 de junio de 1.996 contempló el supuesto
de una identificación fácil, obtenida por medio de datos y detalles; la de 30 de enero de 1.998 exigió que
las representaciones de la persona faciliten su recognoscibilidad de modo evidente y no dubitativo o por
aproximaciones o predisposiciones subjetivas; y la de 18 de junio de 1.998 excluyó la necesidad de una
identificación con total claridad en cuanto a los rasgos y características que configuran la integridad de
la fisonomía de la persona, de manera esencial e ineludible, y declaró bastante la medida que permita su
reconocimiento.
La decisión recurrida no contradice la doctrina de que derivan las referidas, sino que la aplica a las
circunstancias concurrentes en el caso.
TERCERO. En el motivo segundo denunció la recurrente la infracción del artículo 8.2.c de la Ley Orgánica
1/1.982 , a cuyo tenor el derecho a la propia imagen no impedirá la información gráfica sobre un suceso o
acaecimiento público cuando la imagen de una persona aparezca como meramente accesoria.
El motivo no merece ser acogido.
I. Los derechos a la propia imagen y a la intimidad personal no son absolutos. Su contenido se encuentra
delimitado por otros derechos y bienes constitucionales (al respecto, la Sentencia del Tribunal Constitucional
81/2001, de 26 de marzo). La recurrente, ha centrado la impugnación en una implícitamente afirmada colisión
entre los derechos a la libertad de información, por un lado, y a la intimidad y propia imagen, por otro.
La Sentencia del Tribunal Constitucional 127/2.003, de 30 de junio recordó que la comunicación que la
Constitución protege es la que transmite información veraz relativa a asuntos de interés general o relevancia
pública.
En el supuesto litigioso, sin embargo, no merecen ser sacrificados los derechos de la actora en beneficio de una
supuesta libertad de información, pues, aunque el contenido literario de los reportajes de que se trata tuviera
interés público, en el sentido de que la información que comunica tiene cierta relevancia para la comunidad, no
sucede lo propio con las fotografías de las mujeres desnudas, cuyo número y significación en el conjunto llevan
a considerarlas, en conclusión evidente, destinadas a dar satisfacción de la curiosidad humana por conocer la
intimidad de otros. Con la Sentencia del Tribunal Constitucional 29/1.992, de 11 de febrero , hay que recordar
que la preservación del reducto de inmunidad protegido con el reconocimiento de estos derechos subjetivos
sólo puede ceder, cuando del derecho a la información se trata, si lo difundido afecta, por su objeto y su valor,
al ámbito de lo público, que no coincide, claro es, con aquello que pueda suscitar o despertar, meramente, la
curiosidad de los otros.
Tampoco cabe considerar las fotografías como accesorias de la información. Esa es una calificación basada,
como se afirma en la Sentencia de 14 de marzo de 2.003 , en la relación con lo que es objeto principal de la
noticia o reportaje, pero que no resulta adecuada en el caso, ya que la imagen de las mujeres, entre ellas la
actora, pudo ser excluida sin que sufriera detrimento alguno el interés de la información. Por el contrario fue
utilizada, en correcta valoración de la instancia, como elemento principal de todo el conjunto.
CUARTO. En el motivo tercero se denuncia la infracción del artículo 9.3 de la Ley 1/1.982 . Ese precepto
establece los criterios conforme a los que se debe determinar el daño moral.

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En el fundamento de derecho quinto de su Sentencia, el Sr. Juez de Primera Instancia aplicó de modo expreso
los referidos criterios para cuantificar la indemnización a que tiene derecho la actora. Ese fundamento, como
los demás, fue hecho propio por la Audiencia Provincial.
La recurrente en realidad lo que discute con el motivo es el resultado de la aplicación de los mencionados
criterios, que es cosa distinta y que no puede ser discutida en casación con la argumentación utilizada.
El motivo y, con él, el recurso deben ser desestimados.
QUINTO. Las costas del recurso quedan a cargo de la recurrente, en aplicación del artículo 1.715.3 de la Ley
de Enjuiciamiento Civil .
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español

FALLAMOS
Declaramos no haber lugar al recurso de casación interpuesto por la compañía mercantil Ediciones Zeta, S.A.,
contra la Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona, Sección Once, con fecha veinticuatro de
Mayo de dos mil, con imposición de costas a la recurrente y la pérdida del depósito constituído al que se dará
el curso legal.
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA pasándose al efecto las copias
necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos .-IGNACIO SIERRA GIL DE LA CUESTA.- CLEMENTE
AUGER LIÑÁN.-LUIS MARTÍNEZ- CALCERRADA GÓMEZ.-JOSÉ RAMÓN FERRÁNDIZ GABRIEL.-JOSÉ MANUEL
MARTÍNEZ- PEREDA RODRÍGUEZ.-Rubricados.- PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia por
el EXCMO. SR. D. José Ramón Ferrándiz Gabriel, Ponente que ha sido en el trámite de los presentes autos,
estando celebrando Audiencia Pública la Sala Primera del Tribunal Supremo, en el día de hoy; de lo que como
Secretario de la misma, certifico.

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