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Reseña Histórica
Tipos de
Murales
Base de datos
Fichas de
Murales
Bibliografía
Agradecimientos
Créditos
Objetivos Objetivos
Tipos de
Murales
Pintura mural
Tiene como
soporte el muro,
unido
indisolublemente
a éste. El arte
mural está
estrechamente
relacionado con
la arquitectura,
dependiendo de
ella, no sólo en
su conservación,
sino también en
su consideración
visual.
Tradicionalmente,
la técnica original
de pintura mural
renacentista ha
sido el fresco y
sus variantes al
medio fresco o en
seco. La
aplicación de
pinturas al óleo y
posteriormente
las sintéticas, son
técnicas
características de
los murales
actuales,
combinados con
otros materiales
y bases diversas
con que se trata
previamente el
muro. Dentro de
esta clasificación
podemos
mencionar
aquellas obras de
grandes
dimensiomes
realizadas sobre
tela, lienzo,
soportes
metálicos u otro
tipo de soporte
rígido (plástico,
de madera, etc);
que luego son
fijadas al muro.
Relieve escultórico
Sobre la base del muro, la obra escultórica se
trabaja directamente sobre él. Puede tratarse de
un sobrerrelieve o de un bajorrelieve, dependiendo
de su espesor en relación con el fondo. Pueden
realizándose en materiales como cemento, piedra
reconstituída, mármoles, resinas sintéticas,
madera, etc. La luz tiene un papel de especial
significado, ya que permite detacar el relieve y
vislumbrar las figuras modeladas.
Mural cerámico
La obra pictórica está realizada sobre una base
cerámica. Los murales de mosaicos, en sus
vertientes venecianos, bizantinos y/o romanos,
son horneados para fijar los colores y/o los
esmaltes y luego adheridos al muro por medio de
un mortero o mezcla adhesiva. El famoso
"trencadis" de azulejos partidos del modernismo
catalán, admirablemente diseñado por Antonio
Gaudí en Cataluña, es un maravilloso ejemplo de
mural cerámico.
Teselas
Aplicados tanto en pisos, como en muros, los
mosaicos de distintos tamaños, se componen de
materiales que no son cerámicos. Pueden ser
granitos, mármoles, arcillas y también vidrios.
Mural Esgrafiado
Visualmente podría considerarse un relieve
escultórico. Sin embargo, su técnica particular
combina la pintura mural con el trabajo
escultórico. Los colores se aplican sobre diferentes
capas de cemento, retirándose el material
excedente de acuerdo al boceto deseado y a los
colores que van descubriéndose en capas
sucesivas.
Vitraux
La composición tradicional se realizaba con vidrios
de colores engarzados en plomo. Utilizado
históricamente en edificios religiosos, el paso de la
luz a través de los vitrales, no sólo enfatizaba el
carácter del templo, sino que también las
imágenes elegidas, eran referentes histórico
religiosos de las ciudades que representaban.
Actualmente, los vidrios pueden fijarse por medio
de nervios de cemento, al modo de muros de
ladrillos de vidrio. La unión de las piezas vidriadas,
mediante resinas sintéticas, fue una de las
innovaciones técnicas realizada por el artista Luis
Seoane.
Reseña Histórica
La pintura mural, por definición, es aquella obra de arte que forma parte inseparable
de los espacios arquitectónicos. No nos referimos a una composición plástica
independiente, más cercana a la pintura de caballete, sino que se encuentra
profundamente vinculada a los muros de la arquitectura sobre los que se asienta.
Por sus dimensiones y su ubicación en el espacio arquitectónico, el arte mural es
también un medio de transmisión sociocultural, que necesita para mostrarse,
insertarse en un ámbito de exposición pública.
El comienzo de la pintura mural fue la iconografía de las pinturas rupestres, luego el
arte mural surgió en las ciudades antiguas, en sus plazas, templos, viviendas y
tumbas; ilustrando escenas de la vida cotidiana y del universo religioso. Las escenas
de los libros sagrados, tuvieron también la misión de transmitir la historia y la fe de las
religiones organizadas.
En la era moderna, el mural se ha identificado con las luchas revolucionarias y de
búsqueda de cambios sociales entre oprimidos y opresores. La más importante obra de
arte del siglo XX, el "Guernica" del artista Pablo Picasso, es el máximo exponente del
arte mural como protesta ante la guerra civil española.
En nuestra ciudad, desde la primera mitad del siglo XVIII, se realizaron murales sólo
en el ámbito de las iglesias.
Cuenta el Arq. José María Peña que el mural más antiguo de Buenos Aires se ubica en
la Iglesia del Pilar, ocupando la pared trasera del altar de la Dolorosa. Ejecutado al
fresco, data de 1735.
También nombraremos las obras decorativas de Jean León Palliére (1823 - 1887), en
el Coliseo Argentino, primer teatro de envergadura de Buenos Aires, inaugurado el 16
de julio de 1804. Estaba ubicado en la esquina de las entonces San Martín y La Merced
(actuales Perón y Reconquista). Demolido en 1873, los frescos desaparecieron con el
edificio.
Francisco Paolo Parisi, autor de las pinturas murales de la Catedral Metropolitana ganó
el concurso que le permitió realizarlas; todas obras en las que utilizó la técnica del
encausto, consistente en mezclar los colores con cera fundida. Este pintor italiano se
radicó en Buenos Aires hacia fines del siglo XIX, pintando numerosas obras en la
Catedral, que iniciadas en 1890, se mostraron a los feligreses un año después.
De la misma época son los murales del cielorraso de la antigua farmacia La Estrella, de
Carlos Barberis.
Otro artista de la escuela italiana fue Nazareno Orlandi, cuya obra clásica puede
apreciarse en numerosos edificios de carácter público: la Iglesia del Salvador, el
Colegio Mariano Acosta, el Salón Dorado de la Casa de la Cultura (ex edificio de La
Prensa) y el hermoso edificio del que fuera el Cine Teatro Grand Splendid, entre otros.
A fines del siglo XIX, los murales se observan tanto en interiores, como en las fachadas
de edificios de estilo art nouveau, también conocido en algunos países europeos como
Jugendstil, Modern Style, Liberty, Floreal. En nuestro medio son de gran valor las
obras continuadoras de las vertientes del Modernismo Catalán y la Secesión Vienesa,
especialmente representados por la obra de Julián García.
Hemos seleccionado en esta muestra, los edificios de Moreno 1330/32, Paraguay 1330
(La casa de los azulejos), Av. Rivadavia 2031 (La casa de los lirios), Luis Sáenz Peña
274 del Arq. Julián García, así como las del Arq. Virginio Colombo de Av. Rivadavia
3220 e Hipólito Yrigoyen 2562.
El aporte del art nouveau al paisaje de la ciudad, conserva su notable calidad plástica.
En estos edificios, las fachadas y muros interiores presentan ornamentaciones con
relieves escultóricos, y/o también, hermosas combinaciones de azulejos, cerámicos,
mayólicas y vidrios pintados.
Hacia 1930, el art nouveau deja lugar a otras expresiones vanguardistas, en la que
arquitectura del Bauhaus y los aportes racionalistas comienzan a arribar a estas
tierras. La década del 30, marca la irrupción del movimiento muralista mexicano,
desde las enseñanzas y postulados de David Alfaro Siqueiros (1890 - 1974), Diego
Rivera (1886 - 1957) y José Clemente Orozco (1883 - 1949). Siqueiros ansiaba
trasladar la experiencia mexicana a otros países sudamericanos, con pinturas que
exaltaran las luchas sociales, combatiendo los privilegios de clase, reivindicando las
culturas precolombinas, defendiendo la revolución contra el capitalismo y sobre todo,
siguiendo la consigna: "¡Abajo la pintura de caballete!".
La obra de Siqueiros titulada "Ejercicio Plástico", para la quinta de Don Torcuato "Los
Granados", del director del diario "Crítica" Natalio Botana, fue pintada en 1933.
Del equipo participaron Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y Lino Enea Spilimbergo.
El carácter de los murales mexicanos y su fuerte contenido revolucionario, no fue
dominante en Argentina. Las condiciones políticas eran otras y al respecto Berni
escribió: "Tomar como pretexto la voluntad de hacer una experiencia técnica no puede
justificar la ausencia de contenido. Siqueiros, para realizar una pintura mural, tuvo que
tomarse a la primera tabla que le ofrecía la burguesía"
Berni, era partidario de hacer cuadros de gran tamaño que pudieran transportarse,
como sus obras: "Chacareros", "Desocupados" y "Manifestación".
En 1944, nace el Taller de Arte Mural, formado por Juan Carlos Castagnino, Antonio
Berni, Demetrio Urruchúa y Lino Enea Spilimbergo. Junto con Manuel Colmeiro realizan
en 1946, los frescos de la cúpula de las Galerías Pacífico, (Bon Marché Argentino). Este
es uno de los conjuntos murales de mayor significación y envergadura en la ciudad.
Siguiendo otro camino, el de testimoniar la vida, colores, trabajo y gente del puerto
del Riachuelo, del barrio de La Boca, Benito Quinquela Martín, pintó una serie de
murales que hoy apreciamos en la Escuela Museo Pedro de Mendoza, en el Teatro de la
Ribera, y en otros edificios públicos, como el ex edificio de Obras Sanitarias de la
Nación, en Marcelo T. de Alvear y Av. Callao, los del Teatro Regina y tantos otros,
algunos de los cuales hemos incorporado a esta selección.
Se destacan en la Escuela Museo, especialmente los realizados en cerámica, y de
ambos: "El desfile del circo", fabricado por los talleres de la Escuela Otto Krause.
Entre los muralistas de temática claramente combativa, es Ricardo Carpani, uno de los
más representativos. Sus pétreas y fuertes figuras humanas, luchadoras, sin
claudicaciones, llevan su sello distintivo. El tema reiterado en su obra es del trabajo en
las fábricas, las chimeneas, las manos de grandes puños cerrados como símbolo de
lucha.
Perteneciente al Grupo Espartaco, no es ajena la influencia del brasileño Cándido
Portinari.
En el manifiesto titulado "Por un arte revolucionario latinoamericano", los artistas
proclamaron: "Es imprescindible dejar de lado todo dogmatismo en materia estética;
cada cual debe crear utilizando los elementos plásticos en la forma más acorde con su
temperamento, aprovechando los últimos descubrimientos y los nuevos caminos que
se van abriendo en el panorama artístico mundial"
Realizó los afiches de la Confederación General de Trabajadores, entre ellos los de la
huelga general de 1961 y los del Cordobazo y varios murales en edificios sindicales,
entre ellos, el del Sindicato de los Obreros del Vestido en Tucumán 737. Otro
integrante del Grupo Espartaco, Juan Manuel Sánchez, nos ha legado los murales de
Paraguay 1269 y Junín 200.
Carpani pudo aplicar a su obra mural, algunos de los principios que en la década del
30, surgieron de la revolución mexicana. El devenir de la historia y la asimilación de las
luchas por igualdades sociales, habían cambiado las condiciones políticas de 30 años
atrás.
Los inigualables murales cerámicos de los subterráneos, únicos por sus características
en el mundo, adornan las líneas C, E y D; los más antiguos. En la B, se han realizado
otros, desde 1990, de artistas como Mildred Burton, Diego Perrotta, Luis Benedit, Crist,
Margarita Paksa, Marcia Schvartz y Guillermo Roux.
Entre los más recientes, mencionaremos los de Fernando Allievi, en la estación Retiro
de la línea C y los de Hermenegildo Sábat, en el Pasaje Sur de la estación Lima de la
línea A.
Mención aparte merece la Galería Santa Fe, con sus murales, obras de Luis Seoane,
Leopoldo Presas, Leopoldo Torres Agüero, Gertrudis Chale, Noemí Gerstein, Juan Batlle
Planas y Raúl Soldi.
Otras galerías, como la San José de Flores, muestran la obra de Enrique Policastro,
junto a la de Castagnino, Spilimbergo y Urruchúa.
En el Teatro San Martín, encontramos las obras de Juan Batlle Planas, Luis Seoane,
Juan Ballester Peña, Carlos de la Cárcova y José Fioravanti.
Uno de los muralistas de mayor producción en Buenos Aires, Luis Seoane, ha sido
lamentablemente olvidado desde las publicaciones de sus obras.
"Escenas del Libro de Ruth", el hermoso mural de mosaico veneciano, desapareció al
demolerse el Banco Israelita, para dar lugar a la galería comercial Paseo Imperial, en
Av. Corrientes 2510.
Luis Seoane decía: "...El pintor que se sube a un andamio no es el mismo hombre que
el encerrado en su taller. Completa su vida. Su obra será verdaderamente publica y
juzgada por una inmensa mayoría. Está en la calle.
A bastantes murales dediqué cuanto pude de mi destreza de pintor utilizando distintos
recursos técnicos y variando constantemente de procedimientos.
Usé juntamente con materiales nuevos, los naturales y arcaicos como la piedra, los
mármoles, el hierro y el bronce. Técnicas artesanas muy antiguas como la cerámica, el
vitral o el mosaico, cuando no simplemente la pintura con resinas sintéticas producidas
por la química industrial. En cuanto a los procedimientos del pasado resultan siempre
nuevos y conservan el misterio que proviene de su lejana historia..."
Inicio
Bibliografía
- Arte Mural - La Ilustración, Luis Seoane, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1974.
-Argentina en el Arte. Los Murales, José M. Peña, Viscontea Editora, Buenos Aires, 1977.
-Manual Informativo de la Ciudad de Buenos Aires, Instituto Histórico Ciudad de Buenos Aires, Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires, 1981.
-Buenos Aires - Obras Monumentales, Ramón Gutiérrez, Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Zurbarán Ediciones, Buenos
Aires,1997.
-Quinquela, Fermín Fevre, Editorial El Ateneo, Bifronte SRL, Buenos Aires, 2001.
-Panorama de la pintura argentina contemporánea, Aldo Pellegrini, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1967.
-XXXVI Salón Nacional de Artes Plásticas, Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, 1946.
-Revista de Arte ARS, Nº77, 1957; Juan Batlle Planas, Ernesto B. Rodríguez.
-Revista "Todo es Historia", Nº 354, El castillo del escultor Vergottini, Horacio J. Spinetto.
-Revista "La actualidad en el arte" Nº 44, agosto 1985; Sobre los murales, Oscar Félix Haedo.
-La fundación de la Ciudad de Buenos Aires a través del pintor José María Carbonero, Carlos María Gelly y Obes.
-Diccionario de artístas plásticos en la Argentina, Tomos I y II, Vicente Gesualdo, Adolfo Biglione, Rodolfo Santos.
Edit. Inca. Bs. As. 1988.
Agradecimientos
Créditos
Colaboración: Valeria Kovacs