Está en la página 1de 16
SS maser on pes Ste ién desea que el mercado funcione en sus aspects plulinay eel mercado debe su seed al. Se entiende que el economista puny | hs pid dl mead sin socal a ocala do haya de ibordiaie sla wonomiy MO 8 aba mod de in que la nocidn de sistema a ‘ra engariosa, De See ue hace el «capicalismoe? nado capitaliseaesté smal cariruto 8 OPINION PUBLICA ietatio exclusivo de todo el capital es tagonista de las cconomias 5 (personas concretas) o etsonal? Si es el mercad como sostcngo, entor afirmar que todos ‘nada el problema ces es necesario Soh de juego eglas que ordenan los conflictos, fo a imponer estas eglas por medio de dos de opinién preferentemente aueSnomos © preferentemente eterno hnacen Law and Public Opinion in England, Lond, instrumentos anénimos que no puede 2 ca, con un interlocutor de came y hues «atin hablan con voces eisintas, presencan Los idee de opinién son, por lo tanto las de ondas con d "pero con mayor razén cada grupo escucha a un dd opinién local h: arse en el papel y la ubicacién, en los intlecr Land, Posoa! infer Nace Yo, Fee Pres du evel proce de comunicacén de mites Barony valde a, The Pople Chi Nuon Yor, 1948; 8 Ben, .F. Lm, “ng Sn of Opin Formation i Prete Compe Chere, Uae st, 1 Ret rc Ca em ow del siglo Xv, constituyen de expresin se convierte en sorganizacién de la opiniéne. A ELEMENTOS DE TEORIaFOLITICA ue la fe en Ia o impar- | Sehha dicho ya de pasada que la 0 a. Exisen también deme fa, ha sido golpeada por dos hechos nes de masa y la propaganda vor et contrastada por contavoces: poco més, de sistemas pol {parte a todos aquellos patses en vias de d ‘aciones de masas son verdaderamente sul ‘mo sucede con la opinién piiblica. Mientras que es asactada por una de fechas es una coraza que liza el tiempo dela coraza, traba el caso 6primo opues- +. de por coralitarias. Los ejemplos por antonomasia son el régimen de largat la mirada y mi- ler, la Unién Sovi Jos paises comunistas del Este y el régimen de Mao ina. Se entiende que, al igual que ninguna democracia teal es tuna demo- ura, del mismo modo ninguno de los to ster (si se compara, por ejemplo, con el mundo 10 modo, al igual que las democracias libera- los palses de dietadura comunista son més © menos toulitarios y el grado de su eotalismo» varia no sélo entre uno u 181 Tercero, el muni 180 desea parémetros externos, ———— en la 6ptica que nos compas ments dee No babjemo: ue este flujo de informaciones acid» en e sionado. ¥, por To tano, se puede hablar leitimamente aque es,en as democracias occidentale, relativamente completa cualquier medio, incluyeado la \luso si el idedlogo fandtico no la perc 'a). Ast un flujo de informaciones se transforma en su opuesto desinformacién y mistificacién, * Respecto al modelo de cascada, sigue existiendo la cascada: pero 1 todo depésico es inicimente una caja de resonaneia, Los fendmenos de béveda son simples, tanto en su arqui= fectura como en su politica, Una béveda se sostiene porque todas las dowlat del arco esti en su lugat, pero se rompe ai una sola dovela se cae. En uns bb veda de miedo puede datse en que todas las dovelas hummanas que la ‘mantienen descen, en el fondo de su corazén, la exida; pevo, al tener miedo, ue se salga de la béveda. A la espera contindan pasin. Para mantener a lo largo de toda la linea una roacciones), a, ala opinién heterénoma le falta todo lo postive de I opi- por lo canto la propia pos de sopinién informadan. los dos fendmenos reside en lo negativo, y tanto en eventuales reacciones de rechazo, Si la propaganda toralitarie impide a linin a formulacién en positivo deo sistemas de opiniSn distineos A Siudy of Men Persian, Camidge, Harvard Bw Aa in Suet Pct, Cambie, Harr Une nd te Pyehalog of Torin: A Stay of Brine rman, H.Zimine (ed): The Masipaanon of Harare Baer ot ino, el profundo anils de M, Tad, Clampo Norte 183 ELEMENTOS DE TEONA POLITICA Gel ue pop le bombardeo y onla, elude la presa, no creyendo, o bien reresindose: se cicrraen sf mismo, se defiende mediante la apatls y ter almente por reacionar con una hostilidad ge blemente cierto que, en el nivel de las masas, ‘mas creyentes en el del Este europeo, A la puede fracasar. Pero a, es des puede fracasars6lo en lo que comer ie vende, En’ mo fracasa en la parte en la lel rechazo sea fii vada recupe- grupos de referencian se argumenta en clave di lecadencia; pero es un: trada a corto o medio plazo, E fo my bien y la detrucién de esd cone lo realmente; no se puede dudar de ‘reyemte yauténticamente pe fracasos acaecidos etsecuciones no en éxito las perse= mbre, que no persiguen, evalecido en | el impacto de las comu, 184 .casar. El puiblico, cansado da. Es proba (OPINION PUBLICA “pa de los que reciben los mensaj prevalecido ha sido también la de ati cuidad, Esta literarura esté basada sobre 0 ‘mite es olvidar, cuando generaliza, que | ciertan inicamente en To que observan en donde lo 0 uno de los més notables exponentes de la ssn denuncl un amie cx palo la cincuenta, y observa que las i ita a observar de forma hipotética que Te nee Sees aoe eee Seine ce cee ‘trapolando desde una situacién limite, Para el segundo punto circulo vicioso— es necesario recordar que para las de -onocimiento cientfico si no la cientficidad de este precepto. Pero seguimos teniendo un interro- ué decir de los pafses en los que no existe investigacién No puede ser de silencio desde el momento en que las tes cuartas partes del género humano no pueden ignorarse. Se produce, asf, una miopia ‘que con frecuencia es pura y simple ignorancia, cuyo procedimiento euristico «s el proyectar los datos del mundo que permite recabarlos —con ajustamien- tos de gradacién mayores o menores— sobre el mundo en el que la investiga- cién no puede entrar. Al final todo se parece, salvo por algunas diferencias de grado: la propaganda totalitara es «menos» inocua; una dictadura es «menos» 1 hrs, Communion i ma, en Bwicepedi del Newent Roma, I dela Enc ‘lopedia Italiana, 1975, vol. 1, p. 913. al na ss om Ponca ‘uando acusamos a alguien de incoherencia con fiecuencia confundimos dos la misma opinién especifica expresada con anterioridad © fas opiniones entre sl. El primer caso es ae segundo, Ala pregunta ce cxsafas con un aut Sino se deja explora et eee pincan lech I los retipuestons Ran fr puede ser sf 1 que no revels, por si mismo, ninguna facia cont € dena opinién que es verdade- sesrdamos que cada respuesta se adapra al contexto en el ques 5 jucho menos frec micaremos 3 profundizar en el pl democracias liberales. ee Elementos y earactertsticas de la opinién publica Pascmos a descomponer la opini (con cada piibico ‘conceptos abstractos"!. de poco a la base de Ia informacién. Ya hemos hablado ia descomposicibn analitica de Conver- ino, ca sf misma, opi- las opiniones. Con respecta al pri~ jones sin informacin; Converse se entre mensije-comores-emitido y el punto que aqui interesa desarrllar es, por lo tanto, el segundo: cémo se relacionan encre st las al interactuar con Ii bese de la informacién. Saltando por encima de las estructuras de disposi- nica de sapinisn» sopuesta por Lane y Sears: «una opini i legaremos dentro ee TERS pinidn es una» respuesta eque se da dela opinion partcalar, Por lo dems se pone en evidencia dos punt Y el problema de cémo ‘mer punto sabemos detiene, por el con cdaderamente cambia de o enterado, o que responde acci +» Che PE. Convene, «Publi Opinion and Vosing Sthaviom, en F. Grecsrn, Poliby le) seat Chee Rallnon Wesey 1975, vo LV, pp 787. Seb el puna pelo reepio en ete veimen- 187 tmayora en el Congreso; donde hay que subrayar no un entramado més también que la mayorta, la nel sistema de creencias 0 bien nes mds es les y segu as. Por el cont En el caso que estamos exa- rensaje de McCarthy era de una simplicidad evidente, y los me- fan dfundido con igual laridad y profi «aso patente de infrainformacién y distorsiOn perceptiva por part, ase, de un clectorado de electiones primarias y por lo tanto de un elec- do que oh VO. Key, Te Repomible Elena: Raroaliy in PridentiatVting 1936-1960 Cambs, Hara Uaivety Pre, 1966 ar LEMENTOS DE-TEORA POLITICA Propaganda y publicidad Sino se ha entendid dido yi dente, que es el cuadeo ue el cuadro propuesta diremos que en un cuadio aren el valor de cada tng de especialistas no ob. sto hay bastante poco de le es sino que el reclame de una Y¥ tomemos al propagan- licitario contratado para una campana a fe pok respecto el propagan- aja en profundidad ue [2 publ ela (puesto que cungue puede ser ergata 190 ‘omMion PUBLICA Jes aquelo que ha compro como vino le a jentras que la propaganda politica puede vender ment ae a acral a en condiciones de consol Finalmen lay a quién hay que Es soln a le i. lidad, y por lo tanto llega. de-un paraiso. va aniplacén e peuatién oct que eda en pol | cenire pals y pals. Donde el personal de rediaesaltamente profesional y esté permeado por la étca profesional del eto a la verdad, las diferencias entre publicidad y propaganda pueden re far minimas. Por el contrario, el propagandista entra incluso en la escuela, y ctrinamiento sobre todo en las democra- égica. La regla general, o a nor~ in propagandista crece con el aumento de logiraci6n. consciente en los patses caracterizados por el pragmatismo politico, mientras {que se hace preeminence, deliberada y casi sin frenos interiorizados en los pal= a ideolégica, y ello porque una fe ideolipica no ganda fdei. re propaganda y publicidad, de ello se igo hace bien en citcunsceibic su propia atencién a la propaganda politica asi como es justo que el especialista en comunicaciones s¢ interese por cualquier tipo de mensaje. Fl segundo ext4 equivocado, por owa parte, cuando hace un ramo con cada brizna de hierba —o bien porque con- Funde los dos fenémenos, 0 bien por i 1 fo que le leva, 4.la hora de extrzer sus conclusions, ° Cli V. Pala The Hien Pronaden, Nuce Yotk, aches Book, 1957, 191 LEMDVTOS DF TEORIA POLIT FORA POLITICA " OPINION POBLICA ‘error es explicable cuando se a - : ‘dad ee nde ose analizan pas Ju viscosidad. Por otra parte, esté igualmente claro que Berelson no al aunque explica. | pod alguno a unos protagonistas «pasivos, si por pasividad se en momo entiende la mayorla— una cera blanda que se deja feilmente Delo cual e deduce, en conclusién, que los términos actividad y pasv on apropiados para el caso. No slo se ‘mal para descrbir el fo, ano que dan lugar a equivocos: definir al elector como #no p ,odo alguno a decaraclo activo. y entonces, a ott distinci6n, como Ja planteada anes: ‘on negative y opinién pablica en positive. Esta distinc zpone a la opinin pablica en dos vertentes. Berelson, en el passe fepresenta de forma caractersica la vertiente negativa, es deci la las opiniones se anclan sobre todo en los sgrupos de referenciay- representacién, de hecho, los mensajes de los media tienen bien poco pes Tero podremos decir que tienen poco peso precisamente porque el elector al Bloqueatlos al rechazailos, a recodificarlos segtin su propia imagen — y actividad no es bice, por lo canto, para que la publica en cuestion sa en negativo, es decir, fordsima al decir que no, comunicacioncs incluye la ‘sin informacioness, prescindiendo del flujo su punto de vista se centra en ‘Como consecuencia, podemos decir que el estado 10 en ba opinién pl tanto, Ia ca neno —que de hecho no es un sub-fenémeno— ‘naciones, y por lo tanto es el bicos que poseen opiniones aucSnomas, y para ser eficaces debe verficarse y expresarse mediante elecciones libres. Una pregunta: zeste edificio —que es después la teoria de la democracia representativa— reacciona o no a la prueba 195 _____pwevros pe Teowa rourica es que reacciona en los rminos antes expuest ee lo sabemos— el punto yrmacién. Nadie pone en duda que se debs de todas las maneras posibles el z © grado de acabado dy claridad del juego pol de la puesta en juego, es decin, de n segun- se reduce —se hace pequefio y al mismo tiem- informacién almacenada inisica es necesario saber ‘omIN1ON PORLICA 1s el salto que enffenta a quien esti ‘una distibucién discontinus. as zonas 0 especialidades de yor qué encontram coino lo est es deci una Mi los limites entre las distin a aderamente unos limites, ¥ tivo y cudnta en el positive ni tampoco postulamos que debe estar Todo lo. que presuponemos es que la opinién pablica se constituye como unt {gobemantes deben tener en cuenta, La in no se pone, pues, en cuestién. Cierta- pero el sistema politico puede funcionar — cambién 5 Tero sila democracia electoral no nos basta, si pedimos, como se hace hoy, una «democracia participativay enronces hay que rehacer toda el diseurso. Encendmonos sobre sta aueva noci6n, verdaderamente nebulosa, El tini- ida en que democtacia que sigue siendo de tipo indirecto y representative. Georges Bur- ddeau. distingue entre una democracia gobernada y una democracia Ch 6. Baleaw, Tatéde cee Polina ‘1 Phlphie Puig Pats, Libaie Gene de ‘onion ronuica y todo depende de ella. Por lo tanto, ne ELEMENTOS DE TEORA POLITICA _ represenativa ce una demoerscia gobemada (por representantes) pero Burda una democracia ya er gobername cuando lr saitblen eee vase plcg ad popular cuando see ceptor que es activo en la eliminacién d¢ dsl ee eater no sélo ya no nos sirve, sino que se convierte en peligroso, por no decir en ial. Quien decide por sf mismo —no para si mismo, se entiende, sino para todos— debe saber sobre qué decide, y debe también controlar el proble- ina sobre el que decide ‘Hasta ahora hemos hablado siempre tinicamente de sinformacién», quizd formacién comporta scogniciéns, pero sin poner . Sobre todo, hasta ahora hemos pasado por en- inciaba como el inicio de un fin, como un desarrollo degrners fuer, el hecho esque la pia de Burdena no ayuda seen entre Ia demo) ral y una democracia con un funds democraci i fepresentativa auspici {Cuttndo sucede, por i gobrentendiendo que |: nunca les puntos sob ina de la diferencia, a enorme diferencia, que existe entre informacién y cono- timient. La distincién no es esencial cuando se refiere a un electorado elector, pero se hace ericial cuando se refize a un demos que roma decisione. Incluso s ‘una persona memoriza una enciclopedia, y por lo tanto estd s, de referéndum, el ciudadano sl ferédum la opci «pisteme, aque saber que ‘sla comprensién del problema en el que se sitéa una decision y de las conse- cuencias de la decisién que vamos a tomar. Y si la democracia elecriva basta para la tansformacién dela informacién en opinién, la democracia de referén- trnsformacién de la informacién en saber, en eanocimiento, tura sobre la democracia participativa insiste en la {6r- cipando se aprendes y deja entender, 0 sobteentiende, quc la «ver- adera paticipacién» lleva consigo un salto cualitativo. Sin embargo, no es asi; F consiguiente es necesatio desarrollar el discurso en sentido contrario. La in en cuestién ya no es, recordémoslo, la que existe ya de hecho; n activa, generalizada (en el extremo, decide sobre qui dum el ciudadana decide poi Fl referédum hace, pues, de dum neces s se toman por medi wansforma una democracia representativa en una de ida de formas variadas «in crescendo» — dum, Pero inchiso su corns cién de pequefie grupos su ras mo in cuyo denoroe cuenta por decenas@ smo y poi puede comprender que una dem: incluso centenas de réndum: no existe 0 superar la demoeracia repre tuna democracia de referénd tir las cuestiones part tante que actia en nombre suyo. Ahora bien, para este tipo de salto hacia de- lance no nos ayuda el nivel de instruccién (que corre el riesgo de generar, entre que gi sobre las que hay que de: ala decisign del la comunidad politica—se difunden y alcanzan a todo el cuerpo social. ¥ aqui esté el nudo gordiano Es verdad que la intensidad estimula la atencién, pero aquella particular atencién que activa, que estimula la accién. El implicado —y es ciertamente 1 senda de una democracia mas varada qu a de- amente por qué el proms de opts nese. Ena democracia ercntadum nop 198 [LEMINTOS DE TeoRA POLITICA Je quien estamos tratando— no ve, no quiere ver los pros y los ¢ do cttigesy n todo el bien de un lado y todo el mal d ‘para todo: al ser altamente intenso, oquieres simple y fo >, que la intensidad que produce el en la a ir, entonces, que mientras la democracia representativg én suficiente pa tantivo no se eligi al azar: se Porque se entendfa concretamente el opinar, Pero para los ic una democracia de referéndum no basta la opinién, se neces Imence un al ble. Téngase en cuenta: desde el pu ‘mocracia de referéndum integral —es dec a dia— es ahora algo muy eguntas que aparecen en la pantalla tse? Para responder es necesatio comen- la opinién publica Opinion op ci. pp 105-106, 7 Open end Cle Hind Nava Yor, Batic Bool, 1960, 200 v0 del subsistema parlamento dentro del sistema Con respeero al primer aspecto se debate si los p bn, o bien como diafragma entre el pais real y el pals ecto se debate si cl problema es de representatividad (de 2) o bien de sintonia. ¥ nuestra conelusién s que pued semejanza y sintonfa, Si la sintonia ¢s defectuosa, como lo es en. ‘es la culpa es del «bizantinismon del sistema de partidos render Ia tercera investigacién, el estudio de las funciones y el to de los paclamentos. Pero ‘me interesa estudiar un problema ‘mismo y relacivamente nuevo: Ia profesionalizacién de la politica, Profesionalicacién y especializacién ‘Qué se entiende por poltica profesional? En una primera aproximacién, «= luna persona que se dedica de manera estable a la polltica. No son, por lo tan- ‘0, politicos profesionales los que se ocupan de forma ocasional, o durante un | fact ee andi dbo rei Ins pp. 286-32 (omiidas aul) de G, Sacre), 1 Parkamen aliane 1946-196, Nips, Bdont Sensich lilane, 1963, ‘ 201

También podría gustarte