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La “Cuestion popular” na de las maneras por la que el capi- Ui central desarrollado supera el descenso de la tasa de plusvalor y ganan- cia, sus crisis periédicas, su sobrepobla- cin y hasta la superproduccién, en fin, porsterga su derrumbe, es por medio de la obtencién de ganancia extraordinaria y por la transferencia de plusvalor de la periferia al centro, no sdlo por el inter- cambio de mercancias (fruto de capitales con diferente composicién organica y con salarios que juegan funciones diver- sas), sino igualmente por el pluscapital que se acumula desde el interés alcanza- do del capital crediticio extrafdo al capi- tal periférico, diversos modos de compen: saciOn de la baja de la tasa de ganancia, y de plusvalor en su fundamento. Pero el capital periférico, al no tener por su parte otro capital dependiente del cual pudiera obtener- plusvalor por trans- ferencia, debe afrontar solo todos esos tipos de explotacién en la competencia intracapitaliste, y por ello aumentara la extraccién de plusvalor del trabajo vivo, del trabajo asalariado, del trabajo subsu- mido por el capital global mundial a través del capital periférico. Y de alli que la contradiccién absoluta y concreta en el sistema capitalista mundial se produce CRISTIANISMO Y SOCIEDAD, No. 84,1985 nrique Dussel: en el enfrentamiento del capital global mundial (con su contradiccién interna, pero no por ello menos real, entre capital central y periférico) con el trabajo asala- riado (del campo y la industria urbana) de los paises periféricos y subdesarrolla- dos. Es decir, ‘capital mundial versus trabajo vivo periférico”, el que es subsu- mido en concreto por el capital periféri- co (0 en la expansion de la porcién tras- nacionalizada por el capital productivo central) de los paises o naciones depen- dientes, y que, en la tendencial disminu- cién relativa de sus salarios, permiten una obtencién creciente de’ plusvalor, que aumenta dicha tasa, correlativa hoy al nuevo salto tecnologico de la robotiza- cién industrial del capital central. De esta manera, la “‘cuestién de la de- pendencia” (8, del esquema ), sitaa bajo nueva luz las “‘cuestiones” ya tradiciona- les tales como la cuestin colonial” (1. ), la “cuestién nacional” (2. ) y ain como veremos— la cuestion del populismo ruso (3. ), sin dejar de lado las diferencias ya anotadas entre paises desarrollados y sub- desarrollados contrales —como Inglaterra e Irlands— (4. ), y la doctrina del imperia- lismo (6. ), Todas estas “cuestiones”, co- mo es evidente, no podremos analizarlas 81 ANTECEDENTES DE LA “CUESTION POPULAR” Y SU DESARROLLO POSTERIOR 9, Cuestion del Pauperismo (Marx) colonial (Marx) 4. Diferencia entre Ingla- terrae Irlanda (Marx) 1. Cuestién 2. Cuestién nacional (Lenin, etc.) 3. Cuestion 10. Cuestién del folklore y el fascismo (Gramsci) 5. 4Es posible el capitalismo ruso sin colonias? (Lenin, etc.) 7. 4Es posible el socialismo en un solo pas? (Stalin) Cuestién de Ja dependenci 13. lzquierdismos antipopulares 14. Poputismo de capitalismo periférico antidogmatismo ¢— 12. Revolucién de ———» antiimperialismo Liberacién po- antiburgués pular nacional aqui, sino que, como en casos anteriores, situaremos slo el asunto. En efecto, todo ésto cobra hoy en América latina suma urgencia, desde el punto de vista politico, desde los proce- 08 revolucionarios actuales 0 posibles de los paises periféricos, y asf se bosqueja el perfil de una nueva cuestion: la “‘cuestion popular”. Y, repitiendo, toda esta pro- blematica pende de la construccién de las categorfas fundamentales de “‘capital- 82 central-desarrollado” en esencial articu- lacién con el “capital-periférico-subdesa- rrollado” en general, que funda el andli- sis de todas las “cuestiones” indicadas. La “cuestién de la dependencia” tiene ya una larga historia de debates que cum- plen veinte afios; la “cuestién popular” no ha sido siquiera visualizada como “‘cuestion”, ya que, superficialmente, se la ha situado como una deformacién del populismo (en esquema, bajo los name- C.y 8. No. 84 ros 3. y 14. ), 0 se ha descartado a “pue- blo” como una pseudocategorfa imposi- ble de construir analiticamente (posicin 13. ), * 0 se la a confundido con las cate- gorias clase, etnia, grupos subalternos, ete. Intentaremos, para concluir esta obra, indicar cémo es que se debiera intentar comenzar a construir esta categoria po- Iitica, de las formaciones sociales con- cretas, pero analfticamente precisa —y asi la categoria “pueblo” abre la discu- sién de la “cuestién popular” en Amé- rica latina. Para mostrar su importancia y su ine- ludible actualidad, copiemos un largo texto de Fidel Castro: “Entendemos por pueblo, cuando habla. mos de lucha, la gran masa irredenta. . . Ja que ansfa grandes y sabias transforma- ciones de todos los érdenes y esté dig, Puesta a dar para lograrlo, cuando crea” 1 Esta‘es la posicién que asume H. Cerutti, en Filosofia de la liberacién,F CE, México, 1983, P. 818, cuando eserie: 'se ratifica en axpec: tales y decisivos del discurso blero . la reiteracién del concepto de pueblo”, Es decir, para este autor o se rea- liza una interpretacién clasista (que es abs- fracta) o se cae en populismo porque se usa Ia categorfa “pueblo”. En ese caso Fidel Cas- fro, Borg, et, serfan todos populisas para Cerutti. ? Creer es tener fe. Para Cerutti, op.cit., esto seria caer en fidefsmo, Pareciera ignorar la roblemética losSfie, etrictamente floes- la cuestion de la P.e. Kant ha- bia de una “fo raclonal (vernuenftige Clow: be)”, 0 “fe moral” (GMS, BA 64; Cfr. mi obra”, Para una destruccién de la historia de la Gtica, pardg. 15, p. 267). Jaspers habla igualmente de la fe existencisl. Nosotros hemos hablado, como experiencia existencial primera, el ‘‘creer en Ia veracidad de la pal bra del otro” (Cfr. Para una ética de ta lit racién latinoamericana, parégraf. 24; t.II, PP. 528,). ¥ ademés en /bid., pp. 168s. ¥ P. 241, nota, 505, La critica, entonces de “populismo fideista”. (pp.66-67), es simple- mente ignorancia de la problemitics filos5- Nosotros Hamemos pueblo, si de lucha se, trata, a los 600 mil cubanos sin fraba- J0%. . 52 los 500 mil obreros del campo que habitan en los bohios miserables® a los 400 mil obreros industriales y brace- Tos. . .culyos salarios pasan de manos del patron a las del garrotero; a los 100 mil agricultores pequefios, que viven y mue- ren trabajando una tierra que no es suya, contemplandola siempre tristemente co. mo Moisés a la tierra prometida’. ia Jos, 30 mil maestros y Jos 20 mil pequenos comerciantes abr. mados de deudas. . .; a los 10 mil profe- sionales jovenes. . . deseosos de lucha y Nenos de esperanza. . . Ese es el puedio, el que sufre todas las desdichas y- es por tan- to capaz de pelear con todo el coraje! ”. 7 El politico, el economista, el filésofo, deben escuchar la palabra del: pueblo. Transformarse en todo ofdo: “Qué es lo que interesa al pueblo? Porque el pueblo es el que tiene que decir aqui la alabra”.® ® Fe en la persona, en el otro, en alguien, no slo on algo. El “nottrabajador” es “nada plena” para el capital, exterioridad, pauper. 5 Obsérvese que se nombra primeramente al desocupado, lumpen, y posteriorments al “més numeroso—. Sélo en tercer) lugar se nombrs al asslarado urbaso indus: + trial: el obrero. © La relectura del libro del Bxodo, ya reali- zada por Tupac Amaru en su del Jerantamiento on ol siglo, XVIII, es hoy muy mo’ 108 ‘revoluciona- Flos ltinoamericanos, y en la lamade "Teo. logia de la liberacion”., 7 “La historia nos absolverd”, en Fidel Castro, La revolucién cubana (1953- -1962), Era, Me xico, 1975, p, 39. Actualmente, en la Facul- tad de Filosoffa de Ja Habana, se examina a Jos alumnos con Ia pregunta que se enuncia: “ {Qué entiende Fidel Castro por pueblo “cuando de lucha se trata"? * © « El discurso de la victoria”, en Ibid., p. 145. 83 4 En la I Declaracién de la Habana, ex- clama Castro: “1 pueblo se ha reunido hoy para discu- tir imy custiones. . . Porque nues- tro.pueblo sabe lo que esté defendiendo, nuestro pueblo sabe 1a batalla que esté li- brando. . . y puesto que nuestro pueblo es pueblo batallador y un puedlo valiente por eso estén aqui presente los cubanos. .. Nuestro pueblo tenfa el derecho de ser un dia (sic) pueblo libre. . . con gobemantes que pusiesen los intereses del pueblo, los intereses de los campesinos,” los intereses de sus obreros, los intereses de sus jovenes, Jos intereses de sus nifios, los intereses de sus mujeres, los intereses de sus ancianos, por encima de los intereses de Jos privile- giados y de los explotadores”." Si la categoria “‘pueblo”*no tuviera un sentido preciso, ,cémo es posible que la, usen tan profusamente todos los lideres del Tercer Mundo, desde Mao o Agosti- nho Neto, hasta Ho Chi-ming, el FREM- LINO 0 el Comandante Borge? Si ‘“pue- blo” lo usan los “populistas”, gserén to- dos estos politicos revolucionarios “‘po- pulistas”, incluyendo al mismo Marx?! 4No serd que la categoria “pueblo” nos est sefialando una cuestion esencial en Vésse que signifies “Escuchar la voz del otro”. ‘De ‘nuevo se antepone a los campesinos con respecto a los obreros industriales. F, Castro, loc.cit., pp. 218-219. En la cuestién de la “Acumulacién primiti- va” (El Capital, 1, cap. 24): “Empobreci- miento de las masa populares (Volksmasse)” (vol. 3,899; MEW, XXIII, 746); “pauper ubi- que iacet” (902; 749); “las tierras del blo” (906; 752); “para los pobres expropia- dos” (906; 753); “pobreza popular ( Volksar- mut)” (907; 763); “las clases populares (Volkskiassen)” —cita de Price (909; 754); “robos, ultrajes y opresién que acompafia a Ja_expropiacién violenta del pueblo” (910; 156); ete., ete.— ;Seré también Marx popu- lista por usar Ia categoria pueblo ligado a po- ‘bre? Para Cerutti ciertamente. 84! 7 10 a los procesos revolucionarios, de trans- formaciones histéricas, cuando la “‘cla- se’’ no puede “pasar” a la nueva época histérica de una formacién social? Vea- mos la cuestién por partes. Marx planteé, en un primer momento, la “cuestion colonial”? teniendo en vis- ta, sin embargo, no la relacion de un po- sible capital periférico subdesarrollado, sino, lo que las colonias aportaban para la comprensi6n del “capital en general”’, de hecho, en las naciones europeas. No se analizaba la cuestion desde el “merca- do mundial”, sino, como la “competen- cia”, como un momento del capital en general en si mismo.’ No era simplemen- te europefsmo, era, realmente, el tener que terminar la primera parte de su tra- bajo, el “capital en general”, y el no po- der, por ello mismo, llegar a tratar teori- camente —de manera precisa y analiti- ca— una cuestién muy posterior en su discurso, Por ello, serd la “cuestién del populis- mo ruso” la que mas se liga, como ante- cedente, a nuestra problemitica. Es ne- cesario no olvidar lo que indica José Ari- co: “La posibilidad de una forma no-occiden- tal de transformacién social, defendida por Marx y los populistas —eseribe el es- ‘tudioso™*— en los afios ochenta, y cuestio- *? Véase el Cuaderno XIV de apuntes de obras, del Museo Briténico de Marx, se ocupa sobre la “‘cuestion colonial” —todavia es un Cua- derno inédito, Londres, 1851. *? Era todavfa una consideracion “abstracta’ Cfr, José Aricé, Marx y América latina, Alian- za Ed. Mexicana, México, 1982. * Cfr. Rubem César Fernandes, Dilemas do So- cialismo, Paz y Tierra, Rio, 1982, Excelente trabajo sobre la cuestién del populismo ruso. En V. Aleksandrovna Tvardovskaia ET popu- lismo ruso, Siglo XXI, México, 1979; ver en especial la ‘obra de Lenin, Contenido econd- mico del populismo, Siglo XXI, Madrid, 1974. Sobre el tema dedicaremos algin trabajo fu- C.y 8.No, 84 nada teéricamente por Lenin en los no- venta, quedé précticamente sepultada en octubre de 1917: el camino bolchevique resultaba ser el ‘inieo posible y por tanto 1 tinico deseable”."* Pero, para Mars, la cuestion de los po- pulistas rusos —que acogié con simpatia y comprensién cientifica—, se vincula a otra cuestién que ya hemos planteado: “Si el subdesarrollo irlandés (namero 4. del esquema 35) es el producto de la polf- tica y de las exigencias de la acumulaci en Inglaterra y en los paises metropolita- nos, la mostracién flagrante de cémo la acumulacién de riqueza en un pueblo sig- nifiea. . . degradacion moral en el pueblo ‘opuesto, . . Desde fines de Ia década del sesenta en adelante Marx ya no abando- n6 su tesis de que el desarrollo desigual de la acumulacién capitalista desplazaba el centro de la revolucion de los paises de Europa occidental hacia los paises depen- dientes y coloniales”." Marx pensaba en sus dltimos afios que de la experiencia de la obschina o comu- na rural rusa primitiva, se podria pasar directamente al socialismo —sin necesi- dad de transitar por el proceso capitalis- ta.— No estaba tanto, como se habia pen- sado hace aiios, con la posterior posicion antipopulista de Engels o Lenin, Més bien Marx se acercaria a la posicién de un Bujarin sobre “el asedio de las ciuda- delas del capitalismo por el campo mun- dial de los paises dependientes y coloni- zados”!7 turo, para mostrar que el Marx difinitivo es- tuvo més de acuerdo con los “populistas ru- s08” que quizé con aquellos que adoptaron ‘en su tiempo la posterior postura de Lenin, 'S 5. Aricd, op. cit., p. 44. on Ibid., pp. 63-68. Lo paradéjico —y contra lo que pien- san algunos—'® es que si el capitalismo es una etapa necesaria hacia el socialismo (contra el concepto que el viejo Marx se iba formando, pero de acuerdo con Le- nin, y principalmente con Stalin), esta tesis no podia ser al mismo tiempo una tesis antipopulista —ya que éstos defen- dian la posibilidad de un paso inmediato de la sociedad preburguesa al socialis- mo-. Desde 1985 Stalin proptso, tam- bién en América latina, la politica de los “Frentes” con las burguesfas “‘democré- ticas” contra el nazismo y fascismo, fun- dado en el “etapismo” antipopulista ru- 80. Si ésto lo ligamos a la cuestién nacio- nal —de pais periférico se bosqueja de pronto una problemética particular. Si- guiendo al viejo Marx —contra el etapis- mo-, desde la imposibilidad de que un pais periférico subdesarrollado Legue a ser central en el capitalismo —por no te- ner capital dependiente del que pueda extraer plusvalor o ganancia extraordina- ria—, las contradicciones del capitalismo se viven en la periferia como crisis perma- nente y explotacién creciente. Siendo las clases oprimidas de la periferia los que +8 Cerutti me acusa de populista por “‘etapista”, Tepetidas veces, Més bien debi6 criticarme Ge leninista, eatalinista © astralando in poet clon de Mao en “La Nueva Democracis” Pee ro no de populista por esta causa. Pareciera confundié. el sentido de un texto de Lenin: “El populismo se convirti6 casi por comple- to en la ideologfa pequefio burguesa, levan- tando una barrera entre él y el marxismo”” (Op. Cit., p. 186), Quiz& por ésto reitera tan- to nuestro “antimarxismo” de los afios 60s. (que en realidad era antidogmatismo), anti- althusserianismo, o el no poder adoptar la posieién polftica del PC argentino, ya que se habia separado del pueblo al seguir is inca eatalinlana de érdenes y eontradrdenes, No es asunto de denigrar a las personas “imputacion ideolbgica” de ant fo + mo otros, al mismo tlempo, nos imputan ser marxiatas, por razones igualmente polfticas). 85 sufren esta-expoliacién de manera nece- saria, son ellas igualmente las que se trans- forman. en. el sujeto revolucionario por excelencia de la historia universal. No se trata ya de que la burguesia cumpla sus “tareas”, Se trata de acortar.la agonia del trabajo vivo subsumido por el capi- tal. periférico o miserablemente reduci- do a Ja “nada plena” en el pauperismo. Es desde todo este horizonte proble- matico, al que habria que agregar toda- via el redescubrimiento. positive de un Gramsci de la cultura y el folklore, des- de donde surge la ‘‘cuestion popular”. EQué es pueblo? {Es sélo el conglome- rado amorfo que desprecia por una parte Hegel en su Filosofia del Derecho. (como el pueblo masa o multitud),” 0 es, por el contrario, el sujeto mismo invertido de derecho absoluto, el volksgeist?. Ni uno ni otro, El “pueblo” del que hablamos, nies la pura multitud que mas bien habria que denominar masa, ni es el Estado do- minante de una edad del mundo. Pero, pueblo no puede identificarse simplemente con clase. De alli el males- tar de algunos dogmatismos.”” La cate- °° Cfr. nuestra obra Etica filosdfica latinoame- ricana, parégrafo 62 (t. IV, pp. 49ss.), en es- pecial ‘notas 116 a 137, pp. 137s.. Ei senti- do: hegeliano de “pueblo” es equ{voca? por ‘una parte es la multitud, la masa amorfa ¢ in- determinada, lo irracional en la historia: por otra parte, como eategorfa polftica, el “espi- ritu del pueblo ( Volkageist)"” es précticamen- tela divinidad en la Historia. En ningunode ambos sentidos podemos aceptar dicha cate- goria, 20 Bs sabido_que “Miroshevski (lo mismo que Budocio Ravines} 1941, segufa cri- cando a. Mariétegui por sus desviaciones po- pulistas” (Cfr, José Aricé, Mariétegui-y los ‘orfgenes del. marxiamo latinoamericano, Si- glo XXL, México, 1978, p. XXXIXss.), Cier- tos “dogméticos” criticaban a Mariétegui, igualmente, de idedlogo “pequefio burgués” por haber planteado la “cuestion nacional in- digena” pero no dentro de-un clasismo clé- sico. 86 goria “clase’’ se determina al interior de un modo: de apropiacién y de-produc- cion, Asf el “siervo de la espada” medie- val sé determinaba dentro del modo de apropiacién tributario-feudal. Desapare- ce la clase con la totalidad que lo deter- mina: el siervo desaparece con. el feuda- lismo; el esclavo con el esclavismo y el trabajo asalariado con el capitalismo. La clase no puede explicar el pasaje de un modo de apropiacién a otro, yen las épocas de grandes conmociones histéri- cas.como las que vive América latina es necesario. definir aquello que pasa, que permanece, Por otra parte, en los paises capitalis- tas centrales el campesinado feudal fue lentamente subsumido por el capital, y la ampliacion y profundizacién de los mer- cados permitieron una enorme expansion de la produccién. El campesinado se transform, casi en su totalidad, en traba- jo asalariado. No asi en la periferia, don- de un capital débil noha llegado—y quiz nunca legue— a subsumir el ejército tra- bajador de reserva (los lumpen, el ‘‘tra- bajo no-objetivado” de Marx, los “600 mil cubanos sin trabajo” de Fidel Castro, la “nada plena” de los II Manuseritos del 44), y, de todas maneras, el campesino, (sea autoproductor, sea. pequefio propie- tario o asalariado, etc.) sera mayor en nimero y en. conciencia de “exteriori- dad” del capitalismo que el-mismo obre- ro. La clase campesina ha jugado en China, Vietnam, Angola, Mozambique, Nicara- gua, Salvador, etc., la tarea protagénica —dada la situacién del capital periférico subdesarrollado—, tal como la vislumbra- ba ya el mismo Mariategui,?! 21 Ta posicién “mariateguiana’’ en América Lati- antieipa un poco la posicién “gramscia- na”, De la misma manera:el “althusserianis- mo” latinoamericano fue una reproducci6n contempordnea del dogmatisma antimariate: guiano, Cerutti cae en dicho abstraccionismo Gy S.No, 84 La misma pequefia burguesfa, en aque Nos que optan por posicién de clase (y no por originaria situacién, tales como Marx, Lenin, Mao, Carlos Fonseca Ama- dor; ya que un Castro, como el mismo lo expresa, era de alta burguesia terratenien- te) con la causa del-pueblo, es un factor revolucionario en el Tercer Mundo.”* En un sentido estricto “pueblo” es un bloque social. No un bloque politico, co- mo definiria Gramsci a los grupos hege- ménicos . Un ‘“‘bloque social’’ de la socie- dad civil, antihegemonico, en cuanto es oprimido y explotado en épocas finales de un sistema, de un modo de apropia- cién y produccién, cuando la estructura no resiste el empuje creador de las fuerzas productivas (o improductivas con respecto al capital) y debe repri- mir el surgimiento' de un nuevo sistema. Castro define bien estos grupos oprimi- dos: los. que guardan “exterioridad”,?? La clase campesina, la clase obrera, diversos estratos de la pequefia burgue- sia. En textos posteriores incluyen atin a los nifios, las mujeres de la sociedad machista y los ancianos —que ya no po- seen fuerza de. trabajo: improductivos para el capital, otra manera de ser “nada”, de simplemente no-ser. En pafses como (en nombre del pensamiento conereto y eri tico). ?? Sartre en la Critica de la Razén Dialéctica re- futa alos “dogméticos” de lamar, simple- mente, a Valery “‘pequefio burgués’ —como Jo hace continuamente Cerutti—. La cuestion dice Sartre,es saber cémo era pequefio bur- gués, en conereto, polfticamente, ideologica- mente (porque, como hemos anoiado, el mis- mo Marx era pequefio burgués en su vida co- tidiana, en sus gustos, ete 23 Liamamos a esta “‘exterioridad” el momento “escatolégico", el ‘‘més-allé”” del sistema, Es- ta denominacién da ocasién, nuevamente, para que Cerutt! ‘‘clericalice” el asunto, des: pectivamente. Se puede igualmente hablar de “trascendentalidad”, México, en Ceritroamérica, el area andina, ete., hay ademas etnias, tribus, grupos diversos residuos de modos de apropia- eién antiguos— que forman parte de di cho “bloque social”, De esta manera pueblo no puede set una clase, ni siquiera tn conjunto de ses determinadas por el capitalismo, sino que lo constituyen también otros grupos sociales que guardan exterioridad con respecto al capitalismo como tal. De to- das maneras, algunos, son interiores:a la totalidad nacional, como el pais dentro de cuyas fronteras el Estado Unifica el todo social. Pero, atin, ¢iertas etnias, por ejem= plo, guardan exterioridad con respecto a Ja nacién (no han sido integradas). Por ello, el bloque social denominado pueblo puede guardar exterioridad atm con tes- pecto a los oprimidos dentro ‘det hori- zonte nacional. Pero, la importancia politica y revolu- cionaria del concepto de pueblo (que es negsdo desde un izquierdisino dogmétt “enfermedad infantil dela jzquicrda latinoamericana”; y que es manipulado desde un “populismo” de vapitalianio nacionalista periférico hegemonizado'pot la burguesfa subdesarrollada de débil ca- pital dependiente) estriba en que es un sujeto historico que atraviesa lds diversos modos de apropiacién de unaformacién social. Asi Bartolomé de las:Casas en el siglo XVI contra la encomienda, Varela contra los espafioles, Mart{ contra Espa- fia pero igualmente con conciencia anti- imperialista norteamericana o Fidel Cas- tro son héroes:del pueblo cubano, Cuauh- témoc ante la conquista, Hidalgo ante la metropoli, Zapata contra la oligarquia terrateniente y los héroes que liberarén a la patria en él futuro, son igualmente lideres del pueblo mexicano. El pueblo no es un conglomerado, sino un“‘bloque” como sujeto. Sujeto colectivo'e histérico, con memoria de sus gestas, eon cultura propia, con continuidad en el tiempo; etc. Es en este sentido que Marx, al hablar 87 de la acummlaci6n primitiva y de la diso- lucién del modo de apropiacién prebur- gués, considera el fendmeno del paupe- rismo io a Ja situacion del pueblo. El pau es el individuo expulsado del modo de produccién preburgués, sin fa- milia, tierra, instrumento ni patria: yace en el ouk-tépos (sin lugar: utopia). Y bien, aunque se escandalicen los dogmé- ticos,”> pueblo es el colectivo historico de pobre en los momentos limites del aniquilamiento de un sistema y el pasaje a otro nuevo. Por ello, Fidel Castro, no puede ya te- ner ante él trabajadores asalariados o desocupados del capitalismo cubano que esta ya en el pasado. Lo tinico que per- manece de ese pasado, lo que estaba de- bajo y sostenia (sub-stancia historica), lo que sin embargo era digno en ese pasado y por ello puede estar todavia en el nue- vo sistema es el pueblo cubano: antes oprimido ahora liberado. El puebio es la sustancia de una formacién social histé- rica conereta. En las épocas de opresién, en su “desnudez absoluta”, en su “‘po- breza absoluta”, en la “‘objetividad no separada de la persona”, en su “‘inmedia- ta corporalidad”,?* dicho pueblo es la “posibilidad universal de la riqueza”, capacidad explotada por el capital como clase asalariada y otros grupos domina- dos, capacidad autoproductora en un 24 Como hemos dicho, Marx aprecia denominar al “pobre” en latin (pauper) tanto en los Grundrisse como en El Capital (textos cita- dos supra). 25 «La noci6n de pobre, como se verd es una de las nociones claves de la filosof{a de la libera- cin” (Corutti, op.cit., p.30), Por supuesto, para el erftico es un concepto ambiguo por excelencia, 26 Ctr. pardgrafo 7.1.0. de mi obra La produe- gion Tedriea de Mars. Siglo XXI, México, 1986, 88 modo de apropiacién comunitario més’ racional y justo futuro. “Pueblo” no es sélo el residuo y el su- jeto del cambio de un sistema histérico (abstractamente modo de apropiacién o produccion) a otro. En cada sistema his- torico, ademas, es el “bloque social” de los oprimidos, que se liga histérica- mente en la identidad del “nosotros mis- mos” con los “bloques sociales” de las épocas anteriores (modos de apropiacién perimidos) de la misma formacién social. Es por esto que, afios hace, habiamos intuido que pobre y pueblo estaban liga- dos, que ambos consistian, por una par- te, en el oprimido como oprimido (y en uno de sus sentidos son igualmente clase social, pero pueden no serlo),?” pero al mismo tiempo eran el oprimido como exterioridad. En este ultimo sentido con una doble significacién: como pobres desocupados, 0 como pobres definitiva- mente expulsados del sistema sin mas ca- bida en él en su derrumbe (como el traba- jador libre que deja de ser siervo y se transforma en miserable: pauper para Marx). El pueblo, como colectivo histéri- co, orginico —no s6lo como suma o mul- titud, sino como sujeto histérico con me- — 27 Para nosotros, siempre en la Etica, “pobre” significaba, por una parte el oprimido como tal, pero al mismo tiempo como exterioridad: en tanto oprimida es momento de una clase; en cuanto exterioridad del si bro del pueblo (ms concreto). “La nocién de puebio incluye ambos aspectos, es d lo que el sistema le ha introyecto al oprim do y la positividad del oprimido como distin- to que el sistema” (t. IV, p.76). Se captaba explcitamente la diferencia del concepto. clase como la determinaci6n intrasistémica capitelista, y el concepto pueblo que inciuye a las clases oprimidas y ademés estratos tras- cendentes, fuera, exteriores al sistema. Esto podemos ahora formularlo con categoria de Marx —antes eran posiciones metaffsicas pre- marxistas, pero de un hegelianismo antihege- Viano, feuerbachiano a través de Levinas, Gy 8, No, 84) PUEBLO COMO CATEGORIA Y SUJETO DE TRANSFORMACION Y PERMANENCIA DE LAS FORMACIONES SOCIALES CONCRETAS Modo de apropiacién preburgués Dominador siervo, ete. Modo de apropiacién capitalista Modo de apropiacién futu ———>pueblo ——_________> pueblo ——_—_______» moria de identidad, con estructuras pro- pias— es igualmente la totalidad de los oprimidos como oprimidos en un sistema dado (la descripcién de Castro se refiere a los oprimidos del capitalismo cubano en época de Batista), pero al mismo tiem- po como exterioridad. ¥ esto en dos sen- tidos, En primer lugar, como el pueblo que cumple en el sistema capitalista ac- tualmente una existencia con alteridad?® en una “economia sumergida”, en orga- nizaciones urbanas o politicas, en una cultura popular alternativa,””, etc. Es de- cir, hoy, ain en el capitalismo dependien. te ‘latinoamericano, el pueblo crea una 28 Véase el concepto de “alteridad” en Filoso- fia de la liberacién, parégrafos 2.4.4, 4.1.5. 2, ete.; Para una ética, .. t.L,pp.1186s. pte. 2° Cfr. Néstor Garcfa Canclini, Arte popular y sociedad en América latina, Grijalbo, Méxi~ 0, 1977 (hibliograffa pp, 277-286), cultura de resistencia, una organizacién propia, etc. Esta claro que es necesario una organizacién politica y la formula- cién de una teorfe verdaderamente revo- lucionaria, y no simplemente-populista —y para ello debe contribuir la filosofia Jatinoamericana bajo pena de esterilidad, inutilidad, inautenticidad. En trabajos futuros profundizaremos todo esto. Por hoy sdlo avanzamos lo que el. Marx de los Grundrisse nos permite, aunque evidentemente no hubo en este sentido ninguna formulacién explicita, considerar la diferencia entre la cuestién dela clase, que dice relacion, en el capi- talismo en general, a la esencia de un modo de apropiacién, en cuanto deter- mina a los agentes colectivos dentro de la produccién y la distribucion, inter- cambio y consumo. Pero, en concreto (no ya en general), y con referencia a una formacién social historica (y no me- ramente de un modo de apropiacién o 89 produccién abstractamente considera- dos), la cuestién del pueblo cobra una importancia mayor y es posible; sélo hemos situado la cuestién y no desarro- Mado un anélisis acabado, constituirla como una categoria analitica con un concepto preciso. Es un error mayor, por sus consecuencias politicas —ya que las consecuencias filoséficas no son las mas importantes—,” el haber confundido “pueblo” con “populismo”. Y ésto se debe a un mal asimilado marxismo, abs- tracto, dogmatico, que piensa que con la sola categoria abstracta de clase se puede analizar la totalidad social concreta. Pa- reciera que no hubieran leido el 18 Bru- mario,”" y creen que con el estudio de el “capital en general” se puede analizar toda realidad concreta. Para terminar nos entra la tentacién de citar a Marx, que al comienzo del to- mo I de EI Capital escribié esta cita del Dante en la Divina Comedia, V, 17: “Segui il tuo corso, e lascia dir le genti””, Sigamos nuestro camino pues, el del pueblo latinoamericano que ha entrado en una etapa gloriosa de su historia, la de su emancipacion de la alienante subsun- cin que el capital operé sobre sus vidas, sus culturas, sus alegrias y fiestas, su dig- nidad, que es su sangre, la de sus héroes y martires, con la que no se comercia. . . *° Ee el error de fondo de II. Cerutti en op.cit. . *1 Este estudio coyuntural de Marx muestra la complejidad de una formacién social en un momento dado, no excluyendo, tampoco, la categoria de “pueblo”: “El pueblo proclamé este golpe de mano. . .” (El dieciocho Bru- mario, Ediciones Lenguas Extranjeras, Pekin, s/f, p.13; MEW, VIII, p.118). Volk es un concepto usado por Marx, pero no construi- do —lo que no indica que no haya que cons- truirlo—. iG logosocial Revista Mensual Centroamericana fundade en 1967. Una aproximacion cientifica ¥ petiodistica a los sucesos {que conmueven la realidad latinoamericana y en especial a centroamérica, ena dptica del proyecto histérico de nuestros pueblos. Un intento de pasar revista alos acontecimientos econdmicos, politicos, sociales y culrurales ‘c0n el ojo clinico e incisive que ayuda a encontrar la verdad. Edi: =. Centro de Capacitacién Social ‘Suacribase por correo afreo a ‘Apartado 9A. 192 Calle 66 As. Panamd, RP. Teléfono: 264971 Cone pare Letinoemirics y Eeote S825; EE. UU. , Europe y Canad USS35; ‘Afric, Ava y Oowanie USS40. C.y 8. No, 84)

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