Problema holi heal

Esta pretensi�n de separaci�n absoluta puede generar competencia, y cuando esta

competencia no est� guiada por ideales naturales y comunes a todo ser humano, la
consecuencia es una sociedad confundida donde en aras de la libertad y la
satisfacci�n
personal, el otro se convierte en un producto de consumo o en un mero instrumento
para
saciar las necesidades e instintos m�s b�sicos de uno. Al negar las dimensiones
sutiles de la
realidad, nos encontramos frente a un universo �duro�, donde los cinco sentidos
externos y
las sensaciones provenientes de ellos se vuelven nuestra �nica ventana para
experimentar e
interpretar lo externo e interno.

Este hiper-individualismo, promovido por

filosof�as positivistas y adoptado por los medios de comunicaci�n masiva para su
propio
lucro, est� creando sociedades ego�stas, consumistas y soberbias. Si bien los seres
humanos
somos distintos de la naturaleza que nos rodea, nos creemos absolutamente separados
de ella
olvidando que �nuestra vida en esta tierra es una de muchas formas de vida, y que
el homo
sapiens vive horizontalmente al lado de otras especies en vez de en dominancia
sobre
ellas� y adem�s olvidamos que somos nosotros quienes dependemos de
la naturaleza y no al rev�s.

Siendo la sexualidad uno de los modos m�s profundos y personales de relaci�n entre
los seres humanos, no ha sido ajena a la influencia cultural previamente
mencionada. La
gravedad de este hecho consiste en que est� sostenido por una cosmovisi�n
eminentemente
dualista, la cual ha surgido del af�n del hombre por separar todo en categor�as
especializadas;
ya sea para su estudio por medio de las ciencias o en el �mbito pr�ctico de la vida
cotidiana,
ponemos a los opuestos uno en contra del otro en una batalla por el dominio, en vez
de verlos
como partes complementarias de una unidad. Oscuridad y luz, mal y bien, femenino y
masculino, sexo y castidad, misticismo y ciencia, esp�ritu y materia, etc.