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ENTRANDO A LA CIUDAD

Y habiendo salido de allí, caminaron juntos por Galilea: y no quería que nadie lo supiera.
Marcos 9:30

La tierra vencida de las calles

hundida en los labios

hace de la sed otro verbo.

El hombre que viene a mi lado

anuncia que va a morir

por las manos de otros hombres.

Yo,

que tantas veces lo he escuchado

en estas desvencijadas esquinas.

Solo pienso en la sangre

que me arde en la garganta

a falta de agua.

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