Origen musical
El merengue tiene elementos de la contradanza, la mazurca y el vals europeo,
cuya influencia se extendió por Haití, Venezuela y las Antillas, donde se
acompañaba con instrumentos típicos como el tiple, la bordona, el cuatro, el
seis y el doce, más tarde, con la tambora, el güiro, la bandurria y el acordeón.
Según algunos, nació como una melodía criolla tras la batalla de Talanquera
donde triunfaron los dominicanos [cita requerida].
Evolución
El merengue era una danza festiva, para divertirse, por lo que se extendió
rápidamente entre las fiestas del pueblo, venciendo su rechazo inicial . En 1875
Ulises Espaillat inició otra campaña contra este baile que fracasó
estrepitosamente, pues éste ya había cautivado a toda la región de Cibao,
considerada hoy cuna del merengue. A principios del siglo XX, músicos cultos y
muy populares como Juan Espínola y Julio Alberto Hernández apoyaron la
difusión del merengue en los salones de baile.
Como fueron músicos cultos los que fijaron la forma musical del nuevo
merengue, los músicos populares trataron de imitar y seguir este modelo
mientras que el hombre de campo continuó tocando el merengue en su forma
original. Esto dio origen a dos formas de merengue: el merengue folclórico o
típico, que aún se encuentra en los campos, y el merengue de salón, propio de
los centros urbanos. De esta manera, desplazó a algunos otros bailes típicos
como la tumba, que requería gran esfuerzo físico y mental, mientras que la
coreografía del merengue, en la que el hombre y la mujer no se sueltan nunca
era bastante simple, aunque poco a poco fueron desarrollándose diversas
figuras para este baile de salón.
Estructura musical
El merengue se toca en tiempo moderado, compás rápido y ritmo binario,
alternando estrofas y estribillos y su estructura estaba compuesta por el paseo,
que ha sido suprimido, el merengue, que se ha alargado, y el jaleo, modificado.
En torno a la rítmica del merengue se ha generado una extensa y aún viva
polémica, ya que coexisten dos formas de ejecución. Determinados músicos
prefieren ejecutarlo en 2/4, mientras otros lo ejecutan en 4/4.