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Bolivien 12 Ruthsatz WM PDF
Bolivien 12 Ruthsatz WM PDF
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Bárbara Ruthsatz
Universität Trier
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All content following this page was uploaded by Bárbara Ruthsatz on 05 August 2015.
by Barbara RUTHSATZ, Trier, Germany (traducido al español por Cecilia PEREZ, Santiago de Chile, Chile)
Abstract: Total plant lists of a representative selection of cushion plant peatlands from the high Andes of Bolivia
(3800 – 4800 m) were used as basis for their description and classification. All of them correspond to minerotrophic
fens, which are fed by seepage water from springs and brooks. The occurrence of the cushion forming Juncaceae of
the genus Distichia, Oxychloe and Patosia is used as criterion for the subdivision of the peatlands, because they are
forming the water retaining peat layers. A great part of the flora however is bound to different small habitats inside
the peatland complexes. They develop from natural conditions and processes, the activity of the native fauna and the
use of the peatlands as grazing land for Lamas, Alpacas and the domestic animals with European origin. The ecological
conditions registered comprise sea level, exposition and inclination of the peatlands as well as the ion contents of the
spring or brook water entering from the watershed area.
The distribution of the most important cushion plants on the highlands of Bolivia is demonstrated on maps based
on own investigations including the adjacent areas of Peru, Chile and Argentina. Due to differential species groups
it can be proven, that the cushion plants itself and their accompanying flora follow a site gradient of humidity and
salinity respectively, which runs from the humid northeast to the arid southwest of the Bolivian highlands. In this
direction the precipitation diminishes and the salt content of the spring waters increases, influenced also by the
young volcanism in the southwest. A DCA calculation, using the measured site conditions and the weighted species
lists of the peatlands, shows that sea level and salt content of the water samples are the most important factors in
arranging species and plots. The distribution of typical Bolivian peatland species along the Andes from its southern
end to Colombia is pointed out. The corresponding data base consists of own observations and the species lists of
the involved countries.
Keywords: Bolivia, cushion plant peatland, flora, ecological gradients, water chemistry, distribution areas, Distichia,
Patosia, Oxychloe, Andes.
Plantagináceas y Poáceas. Además se agregan plantas juncos. Muchas especies poseen características de
herbáceas de otras familias. Las Fotos 1 y 2 muestran especies pioneras: reproducción vegetativa rápida y
el aspecto general de esta formación de turberas al- extensa a través de yemas laterales o estolones sub-
toandinas y varias de sus particularidades. terráneos, alta producción de semillas bajo condicio-
Los bofedales constituyen un hábitat de extraor- nes apropiadas, rápida colonización de superficies de
dinaria importancia para un gran número de especies suelo mineral saturadas de agua, dispersión de frutos
de animales nativos como también para los campesinos y semillas de tipo endo y epizoocórica, que les permi-
del lugar, debido a que durante el invierno seco brin- ten alcanzar lugares apropiados por medio de aves y
dan forraje para el ganado. En particular, el ganado de animales de pastoreo.
llama y alpaca de los Andes bolivianos dependen de Las comunidades vegetales y la flora de los bofedales
grandes extensiones de este tipo de bofedales. Los bo- de los Andes centrales han sido ampliamente estudia-
fedales bajo vertientes, sobre laderas y en valles tienen das. A continuación se nombran algunas de las nume-
también una importante función en el balance hídrico rosas publicaciones de Bolivia y de los países limítrofes:
del paisaje, debido a que el almacenamiento de agua en Perú: Gutte 1980, Rivas-Martínez & Tovar 1982,
el cuerpo del bofedal permite el flujo de agua en forma Galán de Mera et al. 2003, Salvador 2008, Cooper et
gradual minimizando así la fuerza erosiva de las aguas. al. 2010.
Una serie de autores ha tratado de clasificar los bo- Bolivia: Ostria 1987, Seibert & Menhofer 1992, Sei-
fedales en forma fitosociológica de amplia y extensa bert 1993, Navarro 1993, Ruthsatz 2000, Alcérreca et.
validez de acuerdo a distintas combinaciones de espe- al. 2001, De la Barra 2003, Coronel et al. 2004, Mo-
cies y en base a graduados niveles de condiciones ecoló- lino et al. 2007, Deil et al. 2011, Navarro et al. 2011.
gicas (Gutte 1980, Rivas-Martínez & Tovar 1982, Chile: Villagrán et al. (1981), Troncoso 1983, Arroyo
Seibert & Menhofer 1992, Seibert 1993, Navarro et al. 1984, Ruthsatz 1993, 1995, 2000, Teillier 1998,
1993 entre otros). Esta tarea no es fácil debido al Luebert & Gajardo 2000, 2005, Cepeda et al. 2006,
cambio en la dominancia de las especies de bofedal y Squeo et al. (2006).
sus especies acompañantes desde el norte al sur. Así Argentina: Cabrera 1957, 1968, Ruthsatz 1977, 2000,
mismo, debido a que los bofedales no se componen 2008.
sólo de plantas en cojín, sino que también están entre- En la región altoandina de Bolivia, y también en el
mezclados en forma natural por otras comunidades noroeste de Argentina, los bofedales se distribuyen
de plantas las cuales han colonizados determinados preferentemente entre los 4000 y 4800 m.s.n.m. Al-
microambientes, tales como pozas, canales, esteros, gunos de ellos se pueden encontrar bajo los 4000 m y
cauces de agua, sedimentaciones de arenas y gravas, por sobre 5000 m. En estos bofedales toman parte los
y solevantamientos de terreno temporalmente secos, tres géneros típicos de juncáceas.
etc. (Navarro et al. 2011). No se trata entonces, en la El objetivo de este trabajo es producir un primer
mayoría de estos bofedales, de coberturas de plantas cuadro sinóptico de los bofedales altoandinos de Bo-
en cojín puras, sino de un complejo de comunidades livia. Para ello se abarcaron suficientemente las regio-
vegetales diferentes, engranadas unas con otras. nes del oeste, sur y este en dos viajes durante Enero-
Este mosaico de hábitat esta afectado tanto por la Febrero de los años 1999 y 2000. También se realizó
acción de herbívoros nativos (vicuña, guanaco, ñan- un viaje corto en Septiembre del 2001 durante el cual
dú, gansos andinos y otras aves, roedores y otros se estudiaron algunos bofedales, pero en un período
pequeños mamíferos) como también por el uso in- de tiempo poco apropiado. Sólo en forma insuficiente
tensivo y persistente de bofedales como lugares de se pudo estudiar los sectores norte y sur de la cordi-
pastoreo con diferente tipos de ganado. Los bofeda- llera oriental de Bolivia. La descripción de la región
les pueden ser irrigados para mejorar la calidad del de Kallawaya realizada por Seibert & Menhofer
pastizal y a menudo también ser ampliados en forma (1992), entrega un detallado estudio de los bofedales
artificial. Cuando el agua del bofedal es utilizada para del noreste de Bolivia. Estos estudios pudieron ser
otros fines, o cuando en algunos años disminuyen las completados a través de un viaje al sur de Perú y la
precipitaciones en las cuencas en donde se origina el visita corta a siete bofedales ubicados al norte de Are-
agua de los bofedales, éstos se pueden secar parcial quipa (Galán de Mera et al. 2003).
y temporalmente. Las turbas limosas ocasionalmente En forma similar a los estudios sinópticos de la ve-
son extraídas para la construcción de cercos o ado- getación de los bofedales de Chile (Ruthsatz 1993),
bes. En caso que la presión antropogénica cese o que noroeste de Argentina (Ruthsatz 2008) y a nivel más
las precipitaciones aumenten, la vegetación se puede extenso y general (Ruthsatz 2000), los resultados del
recuperar paulatinamente reestableciéndose el creci- presente estudio no se basan en muestreos fitosocio-
miento y la cobertura de las plantas en cojín, en tanto lógicos, sino en listas completas de especies que se
que los daños no hayan sido muy profundos. Por lo diferencian por frecuencias relativas de las especies
tanto entre las comunidades vegetales del complejo típicas y acompañantes y por su vínculo a microam-
de turberas se pueden encontrar además distintos es- bientes de los bofedales. Con ello se pudo establecer
tados sucesionales. la distribución regional de las plantas en cojín típicas
La flora de estos bofedales se compone en su to- y de la flora acompañante en las regiones altoandinas
talidad de especies que están adaptadas a condicio- de Bolivia, la formación de grupos de especies eco-
nes cambiantes de hábitat incluyendo los cojines de lógicamente diferenciados, como también el área de
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 135
2 Área de estudio
2.2 Clima
El Clima del altiplano está caracterizado por lluvias
de verano provenientes de los vientos alisios de tipo
monzónico desde el noreste de la cuenca amazónica
(Ammann 1996, Aceituno 1997, Garreaud et al.
2003, Strecker el al. 2007). Esta época del año tam-
bién se denomina “invierno boliviano“ debido a que
Fig. 2. Relación entre precipitación anual y grados de latitud sur
el invierno de calendario es por el contrario seco y so-
en el altiplano de Bolivia. Datos de Tabla 1.
leado, sin embargo con heladas nocturnas frecuentes
y a veces intensas. El efecto de sotavento es muy mar- Fig. 2. Relationship between the annual precipitation and the
cado a lo largo de la cordillera, en donde las laderas southern latitude on the highlands of Bolivia. Values from Table 1.
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136 B. Ruthsatz
Tabla 1. Datos de clima de estaciones meteorológicas del altiplano Boliviano. Fuente de datos: Di Castri & Hajek (1976), Ruthsatz
(1983), Navarro & Maldonado (2004), Olivera (2006).
Table 1. Climatic data of meteorologic stations on the highlands of Bolivia. Database: Di Castri & Hajek (1976), Ruthsatz (1983),
Navarro & Maldonado (2004), Olivera (2006).
$OWLWXG $xRV 3UHFLS 7HPSHUDWXUD
/XJDU /DWLWXG /RQJLWXG PVQP &PP PPD &PHGLDD
&DODFRWR
&DODPDUFD
&DOFKDGH/LSH]
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 137
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138 B. Ruthsatz
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 139
ceas (Phylloscirpus, Zameioscirpus, Carex, Eleocharis) maritima y Festuca cf. humilior. Cuando existe una
y muchas otras plantas que conforman los bofedales alta proporción de estas especies en los bofedales se
(e. g. Poaceae, Plantago). De tal forma se aseguran la evidencia un desecamiento o una degradación por
polinización en los ambientes altoandinos abiertos. sobreutilización del area.
Otras pocas especies, a partir de su morfología flo- Los efectos directos e indirectos del hombre sobre
ral, parecen ser polinizadas por insectos, al menos de los bofedales tienen especial importancia para el es-
forma facultativa (e. g. Gentianella, Ranunculus). En tado actual de este complejo vegetacional. Junto con
general, las plantas tienen asegurada la producción el ganado doméstico nativo (llama, alpaca), la intro-
de semillas bajo condiciones bióticas favorables. En ducción de distintos animales europeos de pastoreo
particular, las plantas en cojín y algunas especies de la (cabras, ovejas, vacas, burros y caballos) ha producido
flora acompañante se pueden desarrollar bien vegeta- un cambio tan fuerte en los bofedales que hace difí-
tivamente o por lo menos mantener su crecimiento en cil reconstruir su estado original. La introducción de
el bofedal. Las especies en cojín y sus especies acom- animales europeos no ha producido la fuerte y gene-
pañantes colonizan en forma exitosa el suelo mineral ralizada degradación de los bofedales como lo ha sido
desnudo, arenoso, de buen drenaje o cercano a la napa el fuerte aumento del ganado de pastoreo por uni-
freática. La velocidad de crecimiento de las plantas en dad de superficie (Ellenberg 1979, Ruthsatz 1983,
cojín es bastante alta con un buen aprovisionamiento Seibert 1983). Solamente el carácter pionero de la flo-
de agua. Se puede reconocer claramente la potencia ra adaptada a situaciones siempre cambiantes ha per-
del crecimiento en base a diferencias notables de las mitido la sobrevivencia de la vegetación de bofedales.
longitudes de hojas y tallos de diferentes individuos.
La dispersión de semillas a larga distancia es po-
sible por la acción del viento en las especies con alta
producción de semillas pequeñas. Una dispersión
efectiva es aquella que logra alcanzar los ambientes
apropiados por medio de animales asociados a bofe-
dales como aves, pequeños mamíferos, los camélidos
nativos y en particular el ganado doméstico. Muchas
especies de la flora acompañante sólo pueden estable-
cerse cuando ya están presentes las plantas que for-
man cojines, ya que proveen de refugio en condicio-
nes climáticas adversas y contra daños mecánicos. Es
muy probable que los ambientes apropiados para los
bofedales puedan también ser colonizados por sus es-
pecies, aún cuando parezcan estar distribuidos como
oasis en el desierto.
Muchos bofedales se encuentran al borde de aguas
corrientes y quietas, o incluyen pozas, lagunillas o es-
teros (De la Barra 2003, Coronel et al. 2004, Moli-
na et al. 2007). Dentro de éstos o en a sus bordes cre-
cen plantas acuáticas, cañas, y comunidades de pastos
y Carex. Gran parte de estas especies ingresa al bofe-
dal a partir de semillas, estolones y rizomas, cuando el
bofedal está saturado de agua y no es muy denso. En
otros casos las plantas en cojín pueden crecer hacia
las aguas y cubrir los cursos de agua y pozas. Estos
complejos de comunidades serán estables sólo en tan-
to que las plantas asociadas encuentran condiciones
ecológicas apropiadas. Condiciones extremas (sequía,
ingreso de material erosionado, sobrepastoreo, dre-
naje) pueden rápidamente cambiar el mosaico de co-
munidades y favorecer de nuevo a especies pioneras.
Como transición a la vegetación zonal de los alre-
dedores se han formado zonas ecotonales de distinto
Fig. 3. Bofedales con Distichia muscoides del sur de Perú, de
ancho que dependiendo del relieve poseen condicio-
Bolivia, del norte de Chile y noroeste de Argentina (Ruthsatz
nes de humedad muy fluctuantes. A medida que se
1995, 2008 y del presente trabajo), incluyendo datos de Ostria
mejora el aprovisionamiento de agua, puede avanzar
(1987) y Seibert & Menhofer (1992).
la vegetación de bofedal. Por el contrario, en condi-
ciones de sequía prolongada avanzan las plantas típi- Fig. 3. Peatlands with Distichia muscoides from southern Peru,
cas del ecotono en los ambientes de turba superficial Bolivia, northern Chile and northwestern Argentina (Ruthsatz
del bofedal. Especies típicas de estos ecotonos son 1995, 2008 and the present paper), including data from Ostria
Phylloscirpus deserticola, Lachemilla pinnata, Carex (1987) and Seibert & Menhofer (1992).
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140 B. Ruthsatz
Hoy en día, los bofedales ubicados en las cercanías de Festuca cf. nardifolia, Festuca cf. humilior, Gentia-
grandes mineras también se ven amenazados debido nella pseudocrassula, Lachemilla pinnata, Senecio
a que el agua es extraída para el aprovisionamiento de breviscapus, Trifolium amabile.
la población o para las operaciones mineras, tal como Flora acompañante de las plantas en cojín que tam-
el mal uso que se les da al ser utilizadas como depó- bién se encuentran en ambientes zonales adyacen-
sito de los lodos de desecho de la minería. En gran- tes: Arjona pusilla, Baccharis caespitosa, Bartsia
des ciudades como La Paz los bofedales son drenados div. spec., Deyeuxia curvula, Gentiana prostrata,
para extraer la turba que es utilizada como suelo para Huperzia saururus, Luzula racemosa, L. vulcanica,
producción de pastos en rollos. La complejidad de los Perezia coerulescens, P. pygmaea.
factores que actúan sobre los bofedales dificulta la in- Flora acompañante de las plantas en cojín de ambien-
terpretación de las relaciones entre la cobertura actual tes de aguas superficiales y bordes de esteros: Are-
de la vegetación y las condiciones del ambiente. naria serpens/rivularis, Caltha sagittata, Cotula
mexicana, Halerpestes cymbalaria, Juncus stipula-
tus, Lachemilla diplophylla, Lilaeopsis macloviana,
5.2 La flora del complejo bofedal y su
Poa perligulata, Ranunculus breviscapus, R. uniflo-
asociación a microambientes
rus f. bolivianus.
El mosaico de hábitats del cual se componen los bo- Flora de vertientes: Callitriche heteropoda, Cardami-
fedales andinos es muy diverso y con ello también su ne bonariensis, Epilobium denticulatum, E. fragile,
flora. En la literatura se utiliza el término “humedales”
para todo el espectro de zonas de praderas húmedas
en la cordillera de los Andes. En las publicaciones so-
bre los bofedales altoandinos de Chile, Argentina y
Bolivia (Ruthsatz 1993, 1995, 2000, 2008) se refiere
sólo a aquellos que poseían plantas en cojín de Juncá-
ceas. Para abarcar toda la amplitud de ambientes eco-
lógicos que poseen estas plantas en cojín se incluyen
también aquellos bofedales que poseen pocos cojines
de estas especies. En síntesis, se distinguieron en estos
bofedales los siguientes microambientes que se dife-
rencian por su flora típica.
Capas continuas y compactas de cojines formadores
de turba: Patosia clandestina, Distichia muscoides,
D. filamentosa, Oxychloe andina, Zameioscirpus
atacamensis (en ambientes salinos).
Coberturas continuas de Ciperáceas en cojín de cre-
cimiento plano que penetran ocasionalmente en
los bofedales: Zameioscirpus muticus (Dhooge
et al. 2003), Phylloscirpus boliviensis (Dhooge &
Goetghebeur 2004). En el borde y en ambientes
más secos: Phylloscirpus deserticola, Plantago rigida.
Hierbas enanas en ambientes húmedos a estacional-
mente húmedos. Plantas aisladas o entre los es-
pacios de los cojines y como flora acompañante:
Calandrinia compacta, Carex aff. humahuacaen-
sis, Carex microglochin, Carex vallis-pulchrae,
Cuatrecasasiella argentina, Deyeuxia rigescens,
Eleocharis albibracteata, E. tucumanensis, Hypo-
chaeris taraxacoides, Lobelia oligophylla, Ourisia
muscosa, Plantago tubulosa, Werneria heteroloba,
W. pygmaea, W. solivifolia.
Fig. 4. Bofedales con Oxychloe andina (triángulos grandes) del
Plantas aisladas o asociadas a pequeños grupos, prefe-
sur de Perú, de Bolivia, del norte de Chile y noroeste de Argen-
rentemente entre las plantas en cojín: Aa paludosa,
tina (Ruthsatz 1995, 2008 y del presente trabajo), incluyendo
Castilleja pumila, Colobanthus quitensis, Gentia-
datos de Ostria (1987) y Seibert & Menhofer (1992). Presen-
nella hieronymi, Lysipomia pumila, Oritrophium
cia en Chile y Argentina: triángulos pequeños.
limnophilum, Werneria spathulata.
Flora acompañante de las plantas en cojín de ecotonos Fig. 4. Peatlands with Oxychloe andina (big triangles) from
con sequía estacional: Astragalus micranthellus, A. southern Peru, Bolivia, northern Chile and northwestern Ar-
minimus, Calandrinia acaulis, Carex maritima, De- gentina (Ruthsatz 1995, 2008 and the present paper), includ-
yeuxia velutina, D. vicunarum y otras D., Eleocha- ing data from Ostria (1987) and Seibert & Menhofer (1992).
ris cf. atacamensis/melanomphala, Eudema friesii, Occurrence in Chile and Argentina: small triangles.
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 141
5.3 Distribución de las plantas en cojín de los Fig. 5. Bofedales con Patosia clandestina del sur de Perú y Bolivia
bofedales altoandinos en Bolivia y regiones (Ruthsatz presente trabajo).
limítrofes de Perú, Chile y Argentina Fig. 5. Peatlands with Patosia clandestina from southern Peru
and Bolivia (Ruthsatz present paper).
En la Fig. 1 se muestran los bofedales que se han es-
tudiado en el presente trabajo (puntos grandes) y en
trabajos anteriores (puntos pequeños) de Bolivia, del
sur del Perú, norte de Chile (Ruthsatz 1993, 1995) y probablemente a la falta de estudios. Esta región está
noroeste de Argentina (Ruthsatz 2008) y completa- escasamente poblada y con difícil acceso. No debe-
dos con el trabajo de Ostria (1987) del valle Hichu ría haber una causa ecológica para este hiato debido
Kkota al norte de La Paz y el área de estudio de Sei- a que Oxychloe no está ausente del lado de Chile. La
bert & Menhofer (1992) cerca de Ulla Ulla. Se mues- tercera especie formadora de cojines de bofedal es
tra claramente la distribución preferente de los bofe-
Patosia clandestina (Fig. 5). Esta especie tiene su cen-
dales en los macizos cordilleranos sobre el altiplano y
tro de distribución actual en el centro de los Andes de
a lo largo de la cordillera oriental y occidental. Aun
Argentina y Chile, y un área disjunta hacia el norte:
cuando el estudio se realizó en una selección pequeña
de bofedales, ella se puede considerar representativa en Bolivia y el sur de Perú (Kirschner 2002). Sin em-
de su área de distribución general. Se observa que en bargo también se ha encontrado Patosia al norte de
el altiplano central casi no hay bofedales. Argentina (Zuloaga et al. 2008). La presencia de esta
En Bolivia las especies Distichia muscoides y Oxy- especie en Comanche, y entre Oruro y Cochabamba,
chloe andina son las juncáceas más frecuentes que ha sido documentada desde hace tiempo. De acuerdo
forman bofedales. Distichia se encuentra ausente sólo al presente estudio esta especie también se encuentra
en pocos bofedales al suroeste de Bolivia (Fig. 3). tanto alrededor de Potosí como hacia el norte de esta
También por el lado chileno es una especie rara. Esta localidad.
región de los Andes tiene un clima fuertemente ári- Las tres especies de juncáceas se encuentran re-
do y está afectada por volcanismo reciente. A ambos gularmente acompañadas por dos ciperáceas que
lados del límite se han formado una gran cantidad de forman cojines planos y más someros y no dan ori-
salares, lo que se continúa hacia el sur tanto por el gen a una turba considerable: Zameioscirpus muticus
lado chileno como argentino. Por el contrario, Oxy- y Phylloscirpus deserticola (Figs. 6 y 7). La especie
chloe andina se encuentra en casi todos los bofedales Zameioscirpus muticus crece preferentemente al inte-
de las regiones suroeste y noroeste del altiplano de rior del bofedal llenando los espacios y hendiduras,
Bolivia (Fig. 4). Sin embargo posee un hiato en la dis- tanto grandes como pequeños que dejan entre medio
tribución en la cordillera oriental que se continúa ha- los cojines de juncáceas, estabilizando así el cuerpo
cia Argentina, mientras que se encuentra nuevamente del bofedal. La especie Phylloscirpus deserticola se en-
en Chile y Argentina en ambos lados del límite con cuentra sobre todo en los bordes de los bofedales y
Bolivia. El hiato en la cordillera occidental se debe en islas más secas. Ambas especies no presentan dife-
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142 B. Ruthsatz
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 143
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144 B. Ruthsatz
Tabla 2. Correlationes según Pearson entre las concentraciones de iones en meq de las aguas de manantiales analizadas.
Table 2. Correlations after Pearson between the ion contents in mval of the analyzed water samples.
. 1D &D 0J &O 62 12
&RQGHOHFW
.
1D
&D
0J
&O
62
PVQP
S+
Q
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 145
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Tabla 3. Tabla de frecuencia de las plantas de los bofedales de Bolivia y del sur de Perú.
146
Explicaciones y abreviaturas: Análisis de agua: Valores de mediana. Valores de 75 y mayores: en letras negrillas. P: bofedal de Patosia. D: bofedal de Distichia. O: bofedal de Oxychloe.
Za: bofedal de Zameioscirpus atacamensis. PD, DO, ZaO: bofedales con dos de las especies nombradas. Od: bofedal de Oxychloe con bajas cantidades de Distichia (d). Las subunidades
(1, 2, 3, 4) a la decreciente humidad del ambiente de los grupos de bofedales.
Table 3. Table of plant frequency of the peatlands of Bolivia and southern Peru.
Explicacions: Water analysis: median values. Values of 75 and higher: en bold letters. P: bofedal of Patosia. D: bofedal of Distichia. O: bofedal of Oxychloe. Za: bofedal of Zameioscirpus
atacamensis. PD, DO, ZaO: bofedales with two of the cushion plants. Od: bofedal of Oxychloe with small amounts of Distichia (d). The subunits (1, 2, 3, 4) correspond to the decreasing
humidity of the sites of the peatland groups.
7LSRVGHERIHGDOHV 3 3' 3' 3' 3' 'R ' ' ' ' '2 '2 '2 '2 '2 2G 2G 2G 2 2 2 =D2 =D IUHF
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&DODQGULQLDFRPSDFWD
:HUQHULD DIIS\JPDHDDSLFXODWD
(OHRFKDULV FIDOELEUDFWHDWD
&ROREDQWKXVTXLWHQVLV
147
5DQXQFXOXVXQLIORUXV IEROLYLDQXV
148
7LSRVGHERIHGDOHV 3 3' 3' 3' 3' 'R ' ' ' ' '2 '2 '2 '2 '2 2G 2G 2G 2 2 2 =D2 =D IUHF
$VWUDJDOXV FIPLFUDQWKHOOXV
(OHRFKDULVDWDFDPHQVLV PHODQRPSKDOD
'H\HX[LDFKU\VDQWKD YDUSKDODURLGHV
(XGHPDIULHVLL
3RD FIODHWHYLUHQV
)HVWXFD FIQDUGLIROLD
6HQHFLRVHUUDWLIROLXV
(OHRFKDULV FIWXFXPDQHQVLV
'H\HX[LD VSHFKRMDUtJLGD
'H\HX[LD FIFXUYXOD
%DFFKDULVFDHVSLWRVD
'H\HX[LDHPLQHQV
7ULIROLXPDPDELOH
6HQHFLREUHYLVFDSXV
'H\HX[LDVSLFLJHUD YDUFHSKDORGHV
eschweizerbart_xxx
3HUH]LDFRHUXOHVFHQV
&DUH[YDOOLVSXOFKUDH
$VWUDJDOXV FIPLQLPXV
&DODQGULQLD FIDFDXOLV
'H\HX[LDFKU\VDQWKD YDUFKU\VDQWKD
(VSHFLHVGHSR]DVHVWHURVHWF
6WXFNHQLDILOLIRUPLV
0\ULRSK\OOXPTXLWHQVH
/HPQDPLQXWD
$]ROODILOLFXORLGHV
5DQXQFXOXVWULFKRSK\OOXV
(ORGHDSRWDPRJHWRQ
&KDUD VSHF
/LODHDVFLOORLGHV
+DOHUSHVWHVF\PEDODULD
5DQXQFXOXV FISV\FKURSKLOXV
B. Ruthsatz
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 149
eschweizerbart_xxx
150 B. Ruthsatz
Tabla 4. Listas de especies de bofedales de Patosia y Distichia (PD, Do) del sur de Perú. En algunos casos se encontraron pequeños
cojines de Oxychloe (o).
Indicación de abundancia de las especies: presencia = 2, ausencia = “.“. Solamente en el caso de plantas en cojín importantes se distingue
entre 1 = escaso, 2 = presente y 4 = dominante. Números entre paréntesis: observado solamente en el borde del bofedal.
Table 4. Species lists of peatlands with Patosia and Distichia (PD, Do) from southern Peru. In some small cushions of Oxychloe (o)
could be observed.
Details about the frequency of the plant species: presence = 2, missing = “.“. Only in the case of important cushion plants it will be
distinguished between 1 = seldom, 2 = present and 4 = dominant. Numbers in brackets: observed only on the border of the peatland.
7LSRVGHERIHGDOHV 3' 3'R 'R 'R 'R 'R ' )UHF
1~PHURGHERIHGDO
([SRVLFLyQ ( 11: 6 1(
,QOLQDFLyQHQ "
$OWLWXGPVQP
&RQGXFWLYLGDGHOpFWULFD6
1~PHURGHHVSHFLHV
3ODQWDVHQFRMtQ
3DWRVLDFODQGHVWLQD
'LVWLFKLDPXVFRLGHV
2[\FKORHDQGLQD
=DPHLRVFLUSXVPXWLFXV
3K\OORVFLUSXVGHVHUWLFROD
*UXSR
2XULVLDPXVFRVD
3K\OORVFLUSXVEROLYLHQVLV
*XSR
/DFKHPLOODGLSORSK\OOD
&DVWLOOHMDSXPLOD
-XQFXVVWLSXODWXV
'H\HX[LDULJHVFHQV
&XDWUHFDVDVLHOODDUJHQWLQD
/X]XODUDFHPRVDYXOFDQLFD
:HUQHULDVSDWKXODWD
$DDII SDOXGRVD
0RQWLDIRQWDQD
0LPXOXVJODEUDWXV
*UXSR
&DUH[ DIIKXPDKXDFDHQVLV
3ODQWDJRWXEXORVD
+\SRFKDHULVWDUD[DFRLGHV
&RWXODPH[LFDQD
3RDSHUOLJXODWD
:HUQHULDKHWHURORED
:HUQHULDVROLYLIROLD
&DUGDPLQH FIERQDULHQVLV
/DFKHPLOODSLQQDWD
*HQWLDQHOOD FISVHXGRFUDVVXOD
*HQWLDQHOOD FIKLHURQ\PL
*HQWLDQHOODVSHF
(VSHFLHVGHDPELHQWHVPRGHUDGDPHQWHVDOLQRV
'H\HX[LD FIKDFNHOLL
(VSHFLHVGHDPELHQWHVVDOLQRV
%DFFKDULVDFDXOLV
(VSHFLHVWtSLFDV\DFRPSDxDQWHV
/REHOLDROLJRSK\OOD
$UHQDULDVHUSHQVULYXODULV
eschweizerbart_xxx
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 151
:HUQHULDS\JPDHD
/LODHRSVLVPDFORYLDQD
5DQXQFXOXVXQLIORUXV IEROLYLDQXV
:HUQHULD DIIS\JPDHD
(XGHPDIULHVLL
)HVWXFD FIKXPLOLRU
6DUFRVF\SKD DIIFRFFLQHD
(OHRFKDULV FIDOELEUDFWHDWD
6HQHFLRVHUUDWLIROLXV
'H\HX[LDVSLFLJHUD YDUFHSKDORGHV
*HQWLDQDSURVWUDWD IORUJUDQGH
'H\HX[LDFKU\VDQWKD YDU SKDODURLGHV
eschweizerbart_xxx
Tabla 5. Listas de especies de bofedales de Patosia (P) y Patosia-Distichia (PD) de Bolivia. Indicación de abundancia de las especies: de 1 = escasa a 4 = frecuente y 5 = dominante.
152
Table 5. Species lists of the peatlands with Patosia (P) and Patosia-Distichia (PD) from Bolivia. Details about the frequency of the plant species: 1 = seldom to 4 = frequent and 5 = dominant.
7LSRVGHERIHGDOHV 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3' 3'
6XEXQLGDGHVQLYHOHVGHKXPHGDG 3' 3'
1~PHURGHERIHGDO X R )UHF
([SRVLFLyQ ( 6( 6( ( 1: 6( 1( 66: 6: 1 1( 6: 1( 6 6: 6( 6 1: 1 ( :
,QFOLQDFLyQHQ "
$OWLWXGPVQP
&RQGXFWLYLGDGHOpFWULFD6
1~PHURGHHVSHFLHV
3ODQWDVHQFRMtQ
3DWRVLDFODQGHVWLQD
'LVWLFKLDPXVFRLGHV
2[\FKORHDQGLQD
=DPHLRVFLUSXVPXWLFXV
3K\OORVFLUSXVGHVHUWLFROD
*UXSR
&DOWKDVDJLWWDWD
3K\OORVFLUSXVEROLYLHQVLV
eschweizerbart_xxx
&DOOLWULFKH FIKHWHURSRGD
$UMRQDSXVLOOD
*HQWLDQHOODSULPXORLGHV
2XULVLDPXVFRVD
*UXSR
'H\HX[LDULJHVFHQV
-XQFXVVWLSXODWXV
/DFKHPLOODGLSORSK\OOD
&DVWLOOHMDSXPLOD
&XDWUHFDVDVLHOODDUJHQWLQD
0LPXOXVJODEUDWXV
/X]XODUDFHPRVDYXOFDQLFD
$D DIISDOXGRVD
:HUQHULDVSDWKXODWD
0RQWLDIRQWDQD
*UXSR
3ODQWDJRWXEXORVD
+\SRFKDHULVWDUD[DFRLGHV
&RWXODPH[LFDQD
&DUH[ DII KXPDKXDFDHQVLV
B. Ruthsatz
/DFKHPLOODSLQQDWD
:HUQHULDKHWHURORED
&DUGDPLQH FIERQDULHQVLV
*HQWLDQHOOD FISVHXGRFUDVVXOD
*HQWLDQHOOD FIKLHURQ\PL
:HUQHULDVROLYLIROLD
3RDSHUOLJXODWD
*HQWLDQHOOD VSHF
(VSHFLHVWtSLFDV\DFRPSDxDQWHV
/REHOLDROLJRSK\OOD
:HUQHULDS\JPDHD
(OHRFKDULV FIDOELEUDFWHDWD
$UHQDULDVHUSHQVULYXODULV
/LODHRSVLVPDFORYLDQD
*HQWLDQDSURVWUDWD IORUSHTXHxD
)HVWXFD FIKXPLOLRU
$VWUDJDOXV FIPLFUDQWKHOOXV
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia
&ROREDQWKXVTXLWHQVLV
&DODQGULQLDFRPSDFWD
&DUH[PDULWLPD
eschweizerbart_xxx
7ULIROLXP FIDPDELOH
*HQWLDQDSURVWUDWD IORUJUDQGH
(OHRFKDULV DWDFDPHQVLV PHODQRPSKDOD
'H\HX[LD GLYVSHF
:HUQHULD DIIS\JPDHDDSLFXODWD
&HUDVWLXP GLYVSHF
3RD VSHF
6HQHFLREUHYLVFDSXV
(OHRFKDULV FIWXFXPDQHQVLV
5DQXQFXOXVEUHYLVFDSXV
3RD FIODHWHYLUHQV
$GLFLRQDOPHQWH(SLORELXPGHQWLFXODWXP R(SLORELXPIUDJLOH %DUWVLD VSHFR'H\HX[LDYLFXQDUXP 'H\HX[LD VSHF
&DODQGULQLD FIDFDXOLV &DUH[JD\DQD R)HVWXFD FIULJHVFHQV )HVWXFD FIQDUGLIROLD
(VSHFLHVGHFKDUFDVHVWHURVHWF
/HPQDPLQXWD
$]ROODILOLFXORLGHV
0\ULRSK\OOXPTXLWHQVH
$GLFLRQDOPHQWH&KDUD VSHF/LODHDVFLOORLGHV (ORGHDSRWDPRJHWRQ 6WXFNHQLDILOLIRUPLV +DOHUSHVWHVF\PEDODULD X
153
Tabla 6. Listas de especies de bofedales de Distichia (D) de Bolivia. Indicación de abundancia de las especies: de 1 = escasa a 4 = frecuente y 5 = dominante. Para bofedales que se censaron
154
fuera del período principal de crecimiento las denominaciones son: s: escasa, x: mediana, d: dominante.
Table 6. Species lists of the peatlands with Distichia (D) from Bolivia. Details about the frequency of the plant species: 1 = seldom to 4 = frequent and 5 = dominant. For peatlands, which
have been studied outside the vegetation period are valid: s: seldom, x: mean, d: dominant.
7LSRVGHERIHGDOHV ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' ' '
6XEXQLGDGHVQLYHOHVGHKXPHGDG ' ' '
1~PHURGHERIHGDO )UHF
([SRVLFLyQ 6 1: 1( ( 6 6 6: 1( 6 6 1: 6: 6( " 6 :6: :6: 1: 6 6( ( 6( ( 1: ( : 6
,QFOLQDFLyQHQ "
$OWLWXGPVQPP
&RQGXFWLYLGDGHOpFWULFD6
1~PHURGHHVSHFLHV
3ODQWDVHQFRMtQ
'LVWLFKLDPXVFRLGHV G G
2[\FKORHDQGLQD
=DPHLRVFLUSXVPXWLFXV G G
3K\OORVFLUSXVGHVHUWLFROD
*UXSR
*HQWLDQHOODSULPXORLGHV
2XULVLDPXVFRVD [
9LRODS\JPDHD
eschweizerbart_xxx
&DOOLWULFKH FIKHWHURSRGD
2ULWURSKLXPOLPQRSKLOXP
3ODQWDJRULJLGD
$UMRQDSXVLOOD
3K\OORVFLUSXVEROLYLHQVLV [ G
&DUH[PLFURJORFKLQ
+DOHQLDFDHVSLWRVD
+XSHU]LDVDXUXUXV
/\VLSRPLDSXPLOD
&DOWKDVDJLWWDWD
*UXSR
-XQFXVVWLSXODWXV
/DFKHPLOODGLSORSK\OOD
'H\HX[LDULJHVFHQV
&DVWLOOHMDSXPLOD
/X]XODUDFHPRVDYXOFDQLFD [
&XDWUHFDVDVLHOODDUJHQWLQD
$D DIISDOXGRVD
0RQWLDIRQWDQD
:HUQHULDVSDWKXODWD
0LPXOXVJODEUDWXV
*UXSR
3ODQWDJRWXEXORVD
B. Ruthsatz
:HUQHULDKHWHURORED V
&DUH[ DIIKXPDKXDFDHQVLV
+\SRFKDHULVWDUD[DFRLGHV
/DFKHPLOODSLQQDWD
&RWXODPH[LFDQD
3RDSHUOLJXODWD [ [
&DUGDPLQH FIERQDULHQVLV
*HQWLDQHOOD FISVHXGRFUDVVXOD
*HQWLDQHOOD FIKLHURQ\PL
:HUQHULDVROLYLIROLD
*HQWLDQHOOD VSHF
(VSHFLHVGHDPELHQWHVPRGHUDGDPHQWHVDOLQRV
+DOHUSHVWHVH[LOLV
3XFFLQHOOLD FIIULJLGD
(VSHFLHVGHDPELHQWHVVDOLQRV
%DFFKDULVDFDXOLV
(VSHFLHVWtSLFDV\DFRPSDxDQWHV
:HUQHULDS\JPDHD [
$UHQDULDVHUSHQVULYXODULV V [
*HQWLDQDSURVWUDWD IORUJUDQGH [
/REHOLDROLJRSK\OOD
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia
eschweizerbart_xxx
(OHRFKDULV FIDOELEUDFWHDWD
'H\HX[LD GLYVSHF [
:HUQHULD DIIS\JPDHDDSLFXODWD [
&ROREDQWKXVTXLWHQVLV [
/LODHRSVLVPDFORYLDQD
&DODQGULQLDFRPSDFWD V
%DFFKDULVFDHVSLWRVD
&HUDVWLXP GLYVSHF
(OHRFKDULV DWDFDPHQVLV PHODQRPSKDOD
6HQHFLRVHUUDWLIROLXV [
'H\HX[LD FIFXUYXOD
3HUH]LDFRHUXOHVFHQV
&DODQGULQLD FIDFDXOLV
)HVWXFD FIQDUGLIROLD [
5DQXQFXOXVXQLIORUXV IEROLYLDQXV
$VWUDJDOXV FIPLFUDQWKHOOXV
3RD FIODHWHYLUHQV
$GLFLRQDOPHQWH3RD VSHF(XGHPDIULHVLL 7ULIROLXP FIDPDELOH 3HUH]LD VSHF'H\HX[LDRYDWD $VWUDJDOXV FIPLQLPXV
'H\HX[LDVSLFLJHUD YDUFHSKDORGHV [(OHRFKDULV FIWXFXPDQHQVLV 'H\HX[LDFKU\VDQWKD YDUSKDODURLGHV 'H\HX[LD FIYHOXWLQD 'H\HX[LD VSHF%DUWVLD
SHGLFXODURLGHV 'H\HX[LDFKU\VRSK\OOD ;HQRSK\OOXP FISVHXGRGLJLWDWXP ['H\HX[LDHPLQHQV %DUWVLD FIHORQJDWD 'H\HX[LDVSLFLJHUD YDUVSLFLJHUD )HVWXFD FIULJHVFHQV &DUH[
JD\DQD 3RD VSHF
(VSHFLHVGHFKDUFDVHVWHURVHWF
155
5DQXQFXOXV FISV\FKURSKLOXV
6WXFNHQLDILOLIRUPLV
$GLFLRQDOPHQWH/LODHDVFLOORLGHV 5DQXQFXOXVWULFKRSK\OOXV 0\ULRSK\OOXPTXLWHQVH (ORGHDSRWDPRJHWRQ
156 B. Ruthsatz
eschweizerbart_xxx
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 157
Foto 1. A: Bofedal (No. 106) con Patosia y Distichia, pastoreado por alpacas (Potosí). B: Bofedal al sur de Charaña, pastoreado por
Llamas (La Paz). C: Bofedal (No. 117) al este de la Mina Corina (Sud Lipez) dominado por Oxychloe. D: Bofedal (No. 126) al lado
del Río Sulor, que desemboca a la Laguna Colorada (Sud Lipez) con dominancia de Oxychloe. E: Bofedal (No. 133) al pié del Volcán
Uturuncu (Sud Lipez) con Distichia en primer plano. F: Bofedal (No. 148), uno de los “Ojos del Chajnantor” (Sud Lipez) con Distichia
y Oxychloe. G: Bofedal (No. 138) al borde de la Laguna Kalina (Sud Lipez) con Oxychloe y Zameioscirpus atacamensis.
Photo 1. A: Peatland (No. 106) with Patosia and Distichia, grazed by alpacas (Potosí). B: Peatland to the south of Charaña, grazed by
Llamas (La Paz). C: Peatland (No. 117) to the east of Mina Corina (Sud Lipez) dominated by Oxychloe. D: Peatland (No. 126) next to
Río Sulor, which flows to the Laguna Colorada (Sud Lipez) with dominance of Oxychloe. E: Peatland (No. 133) on the base of Volcán
Uturuncu (Sud Lipez) with Distichia in the foreground. F: Peatland (No. 148), one of the “Ojos del Chajnantor” (Sud Lipez) with
Distichia y Oxychloe. G: Peatland (No. 138) on the border of Laguna Kalina (Sud Lipez) with Oxychloe and Zameioscirpus atacamensis.
eschweizerbart_xxx
158 B. Ruthsatz
Tabla 7. Listas de especies de bofedales de Distichia-Oxychloe (DO) de Bolivia. Indicación de abundancia de las especies: de 1 = escasa
a 4 = frecuente y 5 = dominante. Para bofedales que se censaron fuera del período principal de crecimiento las denominaciones son:
s: escasa, x: mediana, d: dominante.
Tipos de bofedales DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO
Número de bofedal 72 70 71 221 220 204 61 19 20 18 31 29 26 28 209 27 30 68 211 212 32 213 219 34
Exposición – NW N – ? – S N E SE E W W S ? N SW S NE S – – – E
Inclinación en ° – 25 40 – ? – 10 15 25 30 5 3 5 3 ? 3 28 5 30 ? – – – 10
Altitud: m.s.n.m./10 440 458 437 478 414 444 402 427 443 422 450 451 438 435 504 432 465 413 480 487 442 438 442 440
Conductividad eléctrica (µS) – – – – – – 64 61 44 50 49 157 118 45 - 84 147 – – – 79 – – 385
Número de especies 39 31 19 22 28 25 35 40 37 36 36 38 40 38 13 30 32 35 27 12 35 22 21 40
Plantas en cojín
Distichia muscoides 4 2 2 x x d 4 2 4 2 4 4 4 4 d 4 4 4 x x 2 x d 4
Oxychloe andina 4 2 4 x x x 2 2 2 2 4 2 4 2 x 2 2 4 x d 4 x d 4
Zameioscirpus muticus 2 2 . x . . 4 2 2 2 4 4 4 2 x 2 4 4 x x 1 . x 1
Phylloscirpus deserticola 2 2 4 . . x 2 2 4 2 2 2 4 2 . 4 2 4 x x 4 x x 2
Grupo 1
Ourisia muscosa 2 2 . x x x . 2 4 2 . 1 2 1 x . 2 . x . . . . .
Phylloscirpus boliviensis 2 . . . x x 1 . . 2 2 2 2 2 x 2 . 2 . x . . . .
Arjona pusilla 2 2 2 x x . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Oritrophium limnophilum 2 2 . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Huperzia saururus 2 2 . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Caltha sagittata (2) . . . x x . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Callitriche cf. heteropoda 1 . . . . . . 2 . . 2 . . . . . . . . . . . . .
Carex microglochin 1 . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Halenia caespitosa 1 . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Lysipomia pumila . . . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Gentianella primuloides . . . . . x . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Grupo 2
Juncus stipulatus 2 . . . x x 4 2 2 2 . 2 2 2 . 2 . 2 x . 2 x . 2
Deyeuxia rigescens 2 2 . . x x 4 2 2 2 . 4 2 2 . 2 2 . x . 2 x x 2
Lachemilla diplophylla 2 2 . x x x 2 2 4 2 . 4 . 4 . 4 . 2 x . 2 x x 4
Cuatrecasasiella argentina 2 2 2 x x x . 2 2 2 1 . 2 . . . . (2) x . 1 x x 4
Werneria spathulata 2 2 2 x x x . . . . 2 . . . . . 2 . x x 4 x . .
Luzula racemosa /vulcanica 1 2 . x . . 1 2 1 2 1 2 . . . . 2 . x . 1 . . .
Castilleja pumila 1 2 2 . . . 2 2 1 2 1 2 2 . . . . . . . 2 . . 2
Aa aff. paludosa 2 2 2 x x x . 2 . . 1 . . . . . . . . . 2 . . 2
Montia fontana . . . . . . 2 2 . . . . . . . . 2 . . . 1 . . 2
Mimulus glabratus . . . . . . . 2 . 2 . . 2 . . . . . . . . . . 2
Grupo 3
Plantago tubulosa 2 2 2 x x x 4 2 4 2 1 2 4 4 . 2 2 4 x . . x x 2
Carex aff. humahuacaensis 2 . . x x x 1 2 2 2 2 4 2 2 . 4 2 2 x x . x x 2
Poa perligulata . 2 . x . . . 2 2 . 2 2 . 2 x 2 2 . x . 2 . x .
Werneria solivifolia 2 2 . . . . 1 2 2 2 2 1 2 2 . . 2 . . . 2 . . 2
Werneria heteroloba . 2 . x x x 1 . 1 . 2 2 2 1 x . 2 (2) . . 1 x s .
Hypochaeris taraxacoides 2 2 2 . . . 2 2 2 2 1 2 2 1 . 2 2 4 . . 2 . . 2
Lachemilla pinnata . 2 . . x R 2 2 2 2 . 2 2 2 . 2 2 1 . . . x . 2
Cotula mexicana 1 . . . x . 2 2 2 2 . 2 2 2 . . . 2 . . . x x 2
Cardamine cf. bonariensis . . . . . . 1 2 2 2 1 . . 1 . . . . . . 2 . . 2
Gentianella cf. hieronymi . . . . . . . 4 1 2 . 1 . . . . . 2 . . . . . .
Gentianella cf. pseudocrassula . . . . . . 2 . . . . . . . . . . 1 . . . . . .
Gentianella spec. . . . . x x . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
eschweizerbart_xxx
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 159
Table 7. Species lists of the peatlands with Distichia-Oxychloe(DO) from Bolivia. Details about the frequency of the plant species: 1
= seldom to 4 = frequent and 5 = dominant. For peatlands, which have been studied outside the vegetation period are valid: s: seldom,
x: mean, d: dominant.
DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO
DO3 DO4
35 39 67 65 166 160 161 69 159 158 164 157 163 169 156b 140 154 132 147 135 137 133 142 143 131 148 206 208 216 218 Frec.
E SE S S W E NE SW E Ne W E N S – W S – SE SW W S – S SW – – ? E S
8 30 3 8 25 8 20 15 12 8 10 2 20 2 – 3 3 – 10 5 - 3 – 6 8 – – ? ? ?
437 420 410 395 434 451 463 425 457 476 455 458 471 434 460 458 454 470 460 433 455 472 465 473 462 455 500 502 460 461
428 79 320 713 170 144 97 152 62 63 135 67 181 – 75 108 84 96 94 282 423 67 – 72 164 195 – – – –
31 35 25 21 33 38 28 25 26 21 30 31 20 21 19 24 21 18 17 31 20 21 21 19 14 6 15 14 8 14
. . . . . . 1 . . 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . s 17
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2 2 4 2 3 1 . 2 . . . . . . . . . . . 1 . . . . . . . . . . 24
4 4 4 1 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
4 4 2 . . 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
. . . . . . . . 1 3 . 3 . . 3 1 . . . 1 . . . . . . . x . . 19
. 2 . . 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x x . . 16
1 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
. . . . 1 1 . . . . 3 . . . 1 . . . . . . . . . . . . . . . 9
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
eschweizerbart_xxx
160 B. Ruthsatz
Tipos de bofedales DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO
Subunidades (niveles de humedad) DO1 DO2 DO3
Número de bofedal 72 70 71 221 220 204 61 19 20 18 31 29 26 28 209 27 30 68 211 212 32 213 219 34
Especies de ambientes moderadamente salinos
Halerpestes exilis . . . . . . . . 1 . . . . . . . . 1 . . . . . .
Deyeuxia cf. hackelii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Puccinellia cf. frigida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Especies de ambientes salinos
Xenophyllum incisum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Zameioscirpus atacamensis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Especies típicas y acompañantes
Arenaria serpens/rivularis 2 2 2 x x x 2 2 1 2 2 4 2 2 x 2 2 2 x . 2 x x 2
Lobelia oligophylla 2 . . . x s . 2 4 2 4 4 4 4 . 4 2 2 x x 4 x x 4
Werneria pygmaea 2 2 2 x x x 4 2 2 2 1 2 2 2 x . 2 4 x . 2 x x 4
Carex maritima 2 . . . x . . 2 2 2 2 2 1 2 . 2 2 2 . . 2 . . .
Festuca cf. humilior 2 . . . . . 4 2 4 2 4 . 2 2 . (2) . 2 x x 2 . . .
Lilaeopsis macloviana 2 . . . x x 1 2 2 2 1 2 2 2 . 2 . 2 . . 2 . x 2
Werneria aff. pygmaea/apiculata . 2 . . . . . . 2 . . 4 . . x 2 2 . . . . . . 2
Calandrinia compacta . . . x . . 2 . . . 1 2 2 1 . 2 . (2) x . 1 . . 2
Gentiana prostrata (flor pequeña) . . . x x x 2 . . . . 2 2 2 . . . 1 . x 2 x . 1
Gentiana prostrata (for grande) 2 2 2 . . . . 2 2 2 2 2 2 2 . 2 2 1 x . 2 . x 2
Colobanthus quitensis . . . . x . 1 . . . 2 2 2 2 . 2 . 2 . . 1 . x 2
Eudema friesii . . . . . . . . . . 1 2 . 1 . . 2 (2) . . . x . .
Deyeuxia div. spec. 2 . 2 . . . 2 . . . . . . . . . 2 . . . . . . .
Astragalus cf. micranthellus . . . . . (x) 4 2 1 2 . . 2 2 . 2 2 4 (x) . 2 . (x) 4
Ranunculus uniflorus f. bolivianus . . . . x . 1 2 . . 1 2 2 2 . 2 . 2 . . 2 . x 2
Eleocharis cf. albibracteata . . . . . x 2 2 2 2 . 2 2 2 . 2 2 2 x . 2 x . 2
Deyeuxia chrysantha var. phalaroides 2 . . . . . . . . . 2 . . . . . 2 . . x . . . .
Festuca cf. nardifolia . . 2 . . . . . . . 2 4 2 2 . 2 2 . . . . x . 2
Senecio serratifolius . 2 . x . . . . . 2 . . . . x . 2 . x . . . . .
Eleocharis cf. atacamensis/mela-
. . . . . . 2 . . . . . . . . . . 2 . . . . . .
nomphala
Poa cf. laetevirens . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Deyeuxia eminens . . . . . . . . 2 . . . . 2 . . 2 . x . (2) . . .
Deyeuxia spicigera var.cephalodes . 2 . . . . . . . . . . . . x . . . x x . . . .
Baccharis caespitosa 2 2 2 . x . . (2) . . . . . . . . . . . . . . . .
Carex vallis-pulchrae . 2 . . . . . . . . . . . . . . 2 . . . 1 . . 2
Eleocharis cf. tucumanensis . . . . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Deyeuxia spec. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Adicionalmente: Bartsia cf. peruviana 61:2,20:2, 18:2, 39:2; Cerastium div. spec. 19:1, 18:2, 31:2, 32:2, Senecio breviscapus 20:2, 18:2, 213:x, 219:x; Deyeuxia cf. curvula 27:2, 34:2,
coerulescens 70:2; Bartsia pedicularoides 70:2; Epilobium cf. fragile 18:2; Deyeuxia spicigera var. spicigera 31:2; Deyeuxia chrysantha var. chrysantha 26:2; Bartsia cf. elongata
maea 160:1; Deyeuxia cf. velutina 133:2; Carex gayana 206 206:x.
Especies de charcas, esteros etc.
Lemna minuta . . . . . . 1 2 . . . . 2 . . . . . x . . . . .
Myriophyllum quitense 2 . . . . . . . . . . 2 . 2 . . . 2 . . . . . 2
Stuckenia filiformis . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 . . . . . .
Ranunculus trichophyllus . . . . . . . 2 . . 1 2 1 . . 2 . 2 . . . . . 2
Azolla filiculoides . . . . . . . . . . . . 2 . . . . . . . . x . 2
Adicionalmente: Elodea potamogeton 19:2, 26:2; Chara spec. 65:1, 135:1; Ranunculus mandonianus 142:3, 143:2; Halerpestes cymbalaria 72:2.
eschweizerbart_xxx
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 161
DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO DO
DO3 DO4
35 39 67 65 166 160 161 69 159 158 164 157 163 169 156b 140 154 132 147 135 137 133 142 143 131 148 206 208 216 218 Frec.
. . . . . 1 1 . 1 . 1 3 1 3 . 1 1 . . 1 3 3 . 2 . . . . . . 15
. . . . . 1 . . 3 3 . 1 . . . . 3 3 1 . . 2 . 2 . 1 . . . . 10
. . . . . 1 . . . . . 1 . . . . . 1 3 3 1 . . . . . . . . . 6
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 . 2 . . . . . x 3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1 . . . . . . . . . 2
4 2 2 . 3 3 3 2 1 1 1,5 3 1 1 . 1 3 . 1 1 1 1 1 2 . . x x . x 47
4 2 4 2 3,5 3 3,5 2 3 3 3 3 3 3,5 1 3 1 3,5 . 3,5 1 3 1 2 . . . . x x 44
2 2 2 4 3 3 3,5 2 3,5 3 3 1 4 3 1 . . . . 3,5 . . 1 . . . x x . x 42
. 2 1 2 3 3 3 2 3 1 4 3,5 3 4 3 3,5 3,5 3,5 3 4 3,5 3 3 2 3 1 . . x . 39
. . 4 4 3,5 1 3 . 1 3 3 3 3 3 3 3 3 3 . 3 1 3 . 2 1 . . . . x 34
2 2 2 2 3 1 3 2 1 . . 1 . 1 . 3 . . . 3 3 3 1 . . . . . x . 33
2 2 . . . 3,5 3 2 3,5 1 3 3 3 . . 3 3 1 3 . 1 1 1 2 3 . x x . x 29
. 4 . . 3 1 3 . 1 . 3 1 . 1 3 1 3,5 3 3 . 1 3 . 2 3 . . . . . 28
. 2 . . 1 1 1 2 . 1 1 1 1 . 1 3 1 . 1 . . 1 1 . . . . . . . 27
2 2 . 2 . . . 2 . . . . . . . . . . . 1 . . . . . . . x . x 24
2 2 2 1 1 1 1 2 1 . . . 1 1 . . . . . 1 . . . . . . . x . . 24
. 2 . . 1 1 3 1 3 3 3,5 3 1 . 1 1 3 3,5 3 . . . 1 2 1 . . . . . 24
. . . . 1 1 3 1 1 3 3 3 . . 3 3 3 3,5 3 3 3,5 3 3 2 3 1 . . . . 24
2 2 4 1 3 . 3 . . . 1 . 1 1 . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2 . 2 1 . 3 . . . . . 1 . . 3,5 3,5 . . . 1 1 3 . . 1 . . . . . 23
2 4 2 . . . . . 1 . . 3,5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
. . . . . . . . 1 3 3 1 . 4 3,5 3 3,5 3 3,5 . 3,5 3,5 3,5 2 1 . x . . . 20
. 4 . . . . . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x . 12
. . . . . . . . . . 4 . . . 3 . . . 4 . . . 1 2 . . . x . . 12
. . 2 4 1 3 . 2 . . . . . 1 . 1 3,5 . . 4 . . . . . . . . . . 11
2 . . . 3 3 1 . 3 1 3 1 1 . 3 . . . . . . . 1 . . . . . . . 11
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 . . . . . . . . . . 6
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x x . . 6
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
. . . . 3 3 . . . . 3 . . . . . . . . 3 . . . . . . . . . . 5
. . . . 3 . . . . . 3 . 3 3 . . . . . . . 3,5 . . . . . . . . 5
35:1, 169:2; Astragagalus cf. minimus 31:1, 29:2, 28:2; Bartsia spec. 72:2, 71:2; Poa spec. 20:1, 166:1; Xenophyllum cf. pseudodigitatum 209:x, 206:x; Poa spec. 34:2, 67:2; Perezia
26:(2); Deyeuxia ovata 26:2; Deyeuxia vicunarum 209:2; Deyeuxia curviseta 27:(2); Deyeuxia chrysophylla 30:2; Mimulus depressus 211:x; Carex ruthsatzae 32:2; Perezia pyg-
. . . . . 1 . . . . . . . . . 3 . . . . . . 1 2 . . . . . . 8
. . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 . 3 . . . . . . . 8
. . 2 . . 1 . . . . . . . . . . . 1 1 1,5 3 . . . 1 . . . . . 8
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
eschweizerbart_xxx
Tabla 8. Listas de especies de bofedales de Oxychloe (Od, O) de Bolivia. En los bofedales Od toman parte pocos cojines de Distichia. Indicación de abundancia de las especies: de 1 = escasa a
162
4 = frecuente y 5 = dominante. Para bofedales que se censaron fuera del período principal de crecimiento las denominaciones son: s: escasa, x: mediana, d: dominante.
Table 8. Species lists of the peatlands with Oxychloe (Od, O) from Bolivia. In the peatlands Od few cushions of Distichia can be observed. Details about the frequency of the plant species:
1 = seldom to 4 = frequent and 5 = dominant. For peatlands, which have been studied outside the vegetation period are valid: s: seldom, x: mean, d: dominant.
Tipos de bofedales O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O O O O O O O O O O O O O O (O) (O) O O O O O O O O
Subunidades (niveles de humedad) O/d1 O/d2 O1 O2
Número de bofedal 38 33 36 40 214 136 141 139 126 152 155 203 201 113 117 114 130 129 119 118 115 122 121 174 172 171 173 134 150 151 145 146 144 210 215 Frec.
Exposición E – – NE – NE S – – ? SE SSE – – – SW – – – W E – – NE W W W – NW W W – NW – –
Inclinación en ° 10 – – 8 – 3 3 – – 10 2 15 – – – 30 – – – – 8 – – 5 20 20 10 – 5 – – – 30 – –
Altitud: m.s.n.m./10 403 430 410 400 436 432 462 455 435 452 460 442 447 395 446 400 427 422 432 443 395 442 442 444 436 432 434 419 480 445 467 457 471 428 429
Conductividad eléctrica (µS) 138 492 232 212 – – 137 371 128 594 477 – – 251 101 239 153 97 195 131 260 340 – 226 125 134 201 303 236 404 762 373 382 – –
Número de especies 29 27 36 30 20 21 15 29 27 14 19 19 21 37 27 16 28 34 14 25 20 17 18 21 23 23 19 20 11 20 15 15 10 11 10
Plantas en cojín
Distichia muscoides 1 1 1 1 s 1 1 1 1 1 1,5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Oxychloe andina 2 4 4 2 d 4 5 3,5 5 5 5 x x 4 4 4 4 5 5 4 5 4 4 5 4 1 1 4 5 5 2 2 5 x d 35
Zameioscirpus muticus . 4 . . . 1 3 5 3 3 3 x . 3 3,5 4 3,5 3,5 3,5 4 3,5 4 3 5 4 4 4 4 3,5 3 2 2 1 x . 29
Phylloscirpus deserticola 4 4 4 4 d . . . 2 . . x x 3 1 4 3,5 1,5 . 3,5 3,5 . 3 . 3,5 . . 3 . . . . . x d 20
Grupo 1
Ourisia muscosa . . . . . . . . . . . . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Phylloscirpus boliviensis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
eschweizerbart_xxx
Caltha sagittata . . . . . . . . . . . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Grupo 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Juncus stipulatus 4 2 4 2 . 3 . . . . . . . 4 . . 3,5 3,5 . . 3 . . 1 . . . 3,5 . . . . . . . 11
Deyeuxia rigescens 2 2 2 4 . . . . . . . x x 3 . 1,5 . . . . . . . . . . . . . . . . . x . 9
Werneria spathulata . 2 . . . 3 3 1 . . . x . . 3,5 . 3 3 3 . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Lachemilla diplophylla 4 . 4 2 x . . . . . . x x 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Aa aff. paludosa 1 2 2 2 . . . . . . . . x 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Mimulus glabratus 2 . 1 2 . . . . . . . . . 3 . . . 3 . 3 . . . . . . . . . . . . . . . 6
Cuatrecasasiella argentina 1 . 2 2 x . . . . . . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Luzula racemosa/vulcanica . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Grupo 3
Plantago tubulosa 4 2 4 4 x 1 . 3 1 . . x x 4 1 4 3 3,5 . 3 3 1 3 3 4 4 3,5 3 . 1 . . . x d 27
Carex aff. humahuacaensis 2 2 2 2 x 3 3,5 1 3 . . x . 3 1 . 3,5 3,5 . 3,5 3,5 . . 3 3,5 5 5 1 . . . . . x . 22
Hypochaeris taraxacoides 2 4 2 2 . . . 1 . . . x x 1 . 3 1 1,5 . . 1,5 . . 1 . 3 . . . . . . . . . 14
Werneria heteroloba . 2 2 . . . . . . . . x x . . . 3 3 . . . . . . 3 3 3 . . . 2 . . . . 10
Cotula mexicana 2 . 2 2 x . . . . . . x x 3 1 . 1 . . 3 . . . . . . . . . . . . . . . 10
Gentianella cf. hieronymi . . . . . 1 . . . . . . . 3 . 3 1 1,5 . . 3 . . . 1 3 1 1 . . . . . . . 10
Lachemilla pinnata 2 . . 2 . . . . . . . x x . . . . . . . . . . 1 3 3 3 . . . . . . . . 8
Werneria solivifolia 2 4 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 . 3 3 2 2 . . . 8
Cardamine cf. bonariensis . . 1 . . 3 . . 1 . . . . 1 1 . 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Gentianella spec. 1 . 1 . . . . . . . . . x . . . . . . . . . . . 3 . . . . . . . . . . 4
B. Ruthsatz
Poa perligulata . 2 . . . . . . 1 . . . . . 1 . . . . . . . . 1 . . . . . . . . . . . 4
Tipos de bofedales O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O/d O O O O O O O O O O O O O O (O) (O) O O O O O O O O
Subunidades (niveles de humedad) O/d1 O/d2 O1 O2
Número de bofedal 38 33 36 40 214 136 141 139 126 152 155 203 201 113 117 114 130 129 119 118 115 122 121 174 172 171 173 134 150 151 145 146 144 210 215 Frec.
Especies de ambientes moderadamente salinos
Puccinellia cf. frigida . . . . . . 1 3 1 1 1 . . 1 . . 1 3 . . 1 3 1 3 . . . 3 . 1 . . . . . 14
Halerpestes exilis . . . . . . . 1 1 3 . . . . 1 . . 1 . 1 . 3 . . 1 3 1 . . 3 . . . . . 11
Deyeuxia cf. hackelii . . . . . . . . 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 . 2 2 1 . . 5
Especies de ambientes salinos
Xenophyllum incisum . . . . . . . 3 . . . . . . 3 . . . . 3 . 3 3,5 . . . . . . . . 2 . . . 6
Zameioscirpus atacamensis . . . . . . . 1 1 . . . . . . . . 1,5 . . . . . . . . . 1 . . . . . . . 4
Distichlis humilis . . . 2 . . . . . . . . . 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Triglochin maritima . . . . . . . 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Especies típicas y acompañantes
Lobelia oligophylla 2 2 4 2 x 3 1 1 3 3 3 x . 4 3 3 3 3 3 3,5 3 4 4 3 3 3 3 4 . 1 . . 1 x x 31
Carex maritima . 2 2 2 . . 3,5 3,5 3 3,5 3,5 . . 3 1 . 3,5 3,5 3 3 3 3,5 3 3 3,5 5 5 4 3 5 2 2 3 . x 28
Festuca cf. humilior . . . 4 . 1 3 3 3,5 1 3 . . . 3 3 3 4 3 4 . 3,5 4 3 3 3 3 1 3 1 2 2 3 . . 25
Lilaeopsis macloviana 2 2 4 2 x 3 . 3 3 . 3 . x 3 1 . 3 3 3 1 3 1 1 . . 1 1 3 . 3 . . . . x 24
Arenaria serpens/rivularis 2 4 2 2 x . . 3 1 . 3 . . 3 3 3 1 3 . 3 3 1 . 1 1 . . . . 3 2 . . x x 22
Werneria pygmaea 2 2 4 2 x 3 . 1 . . . x x 4 . 4 3,5 3,5 . . 3 . . 3 4 3,5 3,5 3 . . . . . x s 21
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia
eschweizerbart_xxx
Calandrinia compacta 2 . 2 2 . . . 3 2 . . . . 3 . . . . . 3,5 . 1 1 1 1 3 3 . 3 3 . 2 . . . 16
Deyeuxia chrysantha var. phalaroides . 2 . . . . 3,5 3 2 3 3,5 . . . 3,5 . . 1 1 . . 3,5 3,5 . . . . . 1 3 2 2 3,5 . . 16
Poa cf. laetevirens . . . . . . 1 . 1 1 1 . . 1 . . . 1 . . 1 . . 3 1 3 1 . . 1 2 . 1 . . 14
Werneria aff. pygmaea/apiculata 2 . . . . . . 1 3 1 3 . . . . . . . . 3 . 1 3 1 . 3 3 . 3 . . 2 . . . 13
Sarcoscypha aff. coccinea . . . 2 . . . 1 1 . 1 . . 1 1 . . . . 1 . . 1 . . 1 . . . . 2 2 . . . 11
Eleocharis cf. albibracteata 4 2 2 2 x 3 . 1,5 . 1 . . . 3 . . . . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Ranunculus uniflorus f. bolivianus 2 2 2 . . . 1 . 3,5 . . . . . . . 3 . . 2 3 1 . . . . . 1 . . . . . . . 10
Colobanthus quitensis 2 2 2 . . . . . . . . . . 1 . 1 1 . . . . . . . 1 1 . . . . . . . . . 8
Gentiana prostrata (flor grande) . . 2 2 . 3 . . . . . . x 3 . . . 3 . . . . . . . . . 1 . . . . . . . 7
Eudema friesii . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 . . . . 1 1 1 . . 1 2 2 . . . 7
Astragalus cf. micranthellus 2 . 2 2 (x) 1 . . . . . . . . . . . 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Eleocharis cf. tucumanensis . . . . . . . . . . . . x . 1 . . . . 3 . . 4 . 3 3 . . . . . . . . . 6
Festuca cf. nardifolia 4 2 4 . x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x 5
Deyeuxia cf. curvula . 2 2 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x d 5
Deyeuxia eminens . . . . . 1 . . . . . . . . . 2 . 1 . . . . . 1 . . . . . . . . . . . 4
Adicionalmente: Senecio breviscapus 214:x, 203:x; Senecio serratifolius 203:x, 144:4; Perezia pygmaea 201:x, 113:1; Deyeuxia spec. 115:3, 121:3; Deyeuxia chrysantha var. chrysantha 129:1, 174:1; Poa spec. 36:2; Deyeuxia spec. 214:x; Epilobium
denticulatum 203:x; Baccharis caespitosa 201:x; Carex ruthsatzae 201:x; Ranunculus spec.201:x; Deyeuxia cf. velutina 117:3; Poa spec. 130:x.
Especies de charcas, arroyos etc.
Myriophyllum quitense . . 2 2 x 3 1 3 . . 4 . . 4 4 . 3 3 3 2 . . . . . . . 3 . 3 . . . . . 15
Stuckenia filiformis . . . . . 3 . 3 4 3 3 . . 3 3 . 3 1 . . . 3,5 . . . . . 3,5 . 3 . . . x . 13
Ranunculus mandonianus . . . . x 3 . . . . 4 . . 1 3 . . 3 3 3,5 . . . . . . . . . 3 . . . . . 9
163
Lemna minuta 2 . . 2 . . . . . . . . . . 3 . 1 3 . 3 . . . . . . . . . . . . . . 6
Azolla filiculoides . . 2 . x . . . . . . . . 1 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Adicionalmente: Ranunculus trichophyllus 36:2, 113:1; Lilaea scilloides 113:2, 115:1; Elodea potamogeton 36:2; Halerpestes cymbalaria 114:1; Chara spec. 129:1.
164 B. Ruthsatz
la Sierra de Aguilar (ca. 23° 11‘S) en la provincia ar- pero lo mismo en Perú, sin embargo, la flora de Perú
gentina de Jujuy. (Brako & Zarucchi 1993) no indica información acer-
Ambas especies acompañantes de ciperáceas Za- ca de las provincias en que se encuentra. En los bo-
meioscirpus muticus (Fig. 6) y Phylloscirpus deserti- fedales que he estudiado al sur del Perú esta especie
cola (Fig. 7) se distribuyen desde Perú hasta el centro estaba presente en casi todos. Hacia el sur su área de
de Argentina y Chile. El área de distribución de Z. distribución se extiende hasta la provincia de Mendo-
muticus abarca según Dhooge et al. (2003) desde la za por el lado argentino y hasta la altura de Santiago
provincia de Ancash en Perú hasta la Provincia de La por el lado chileno (ca. 33°S).
Rioja en Argentina y la II Región de Chile. Com- Las especies diferenciales del grupo 1 en su mayo-
prende con ello la región altoandina de Bolivia y Ar- ría alcanzan ya en Bolivia su límite más austral y en
gentina. De acuerdo a los estudios (Ruthsatz 1993 menor parte recién al norte de Argentina y Chile. En
y datos no publicados) la distribución de esta espe- este grupo también se encuentran especies con distri-
cie continúa mucho más hacia el sur. He encontrado bución disjunta que son posibles de encontrar nue-
esta especie en muchos bofedales de Argentina hasta vamente en el sur húmedo de Argentina y Chile (p. e.
el Paso Pino Hachado en la Provincia de Neuquén Arjona pusilla, Caltha sagittata, Carex microglochin).
en donde acompaña los bofedales de Patosia hasta su Todas se encuentran en Perú, muchas en Ecuador, al-
límite más austral (38°40‘S). En el lado chileno de los gunas también en Colombia, y pocas en Venezuela.
Andes pude encontrar esta especie hasta en los bofe- Estas especies poseen altos requerimientos de apro-
dales de la región del Bio-Bio (ca. 37°23‘S). A la altura visionamiento constante de agua y son relativamente
de las provincias argentinas de San Juán y La Rioja, a sensibles a las heladas fuertes.
ambos lados de los Andes, en lugar de Z. muticus se Casi todas las especies del grupo 2 alcanzan su lí-
encuentra ocasionalmente Z. gaimardioides (Dhoo- mite sur en Argentina más al norte del cinturón ári-
ge et al. 2003). La diferenciación ecológica entre am- do el cual cruza los Andes desde el noroeste hacia el
bas especies no ha sido aún investigada. sureste (“Diagonal Arida”, Ammann 1996, Messerli
Phylloscirpus deserticola se encuentra ampliamente et al. 1998). Esta zona se extiende desde el norte de
distribuida en la región altoandina de Bolivia (Fig. 7), Chile hasta las provincias de Catamarca y La Rioja en
Eje 2 = 0.1598
60
40 K
Cl
Na
Eje 1 = 0,3655
0 40 80
20
Patosia
PD
Distichia
DO
Oxychloe
OZa
m s.n.m.
Fig. 16. Ordenamiento de acuerdo a un DCA de los bofedales usando su flora y factores ecológicos (en PC-ORD 5), agrupando los bofe-
dales según las especies indicadores de juncáceas en cojín (ver Fig. 9).
Fig. 16. DCA graphic of the peatlands using their flora and site factors (with PC-ORD 5), plots grouped by the occurrence of the decisive
cushion plants (see Fig. 9).
eschweizerbart_xxx
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 165
Argentina y corresponde a una región límite entre la más escasas en Argentina y la mayoría aún más raras
circulación tropical y el cinturón de precipitaciones en Chile. En estudios comparativos anteriores de los
tropicales en el norte y la zona de influencia de vientos bofedales de Bolivia, Argentina y Chile (Ruthsatz
del oeste provenientes del Pacífico por el sur. Algunas 2000) ya se había documentado que la diversidad de
especies están ausentes completamente en el cinturón especies decrecía fuertemente desde Bolivia hacia el
árido, pero vuelven a encuentrarse más al sur como norte de Argentina y Chile. La razón para este gra-
es el caso de Deyeuxia rigescens y Mimulus glabratus, diente es el aumento de la aridez en el mismo sentido.
o bien están ausentes sólo en la zona altoandina del Este gradiente se encuentra también condicionado
cinturón árido como Montia fontana. La mayoría de por la situación orográfica de la región en donde el
las especies de este grupo se ecuentran en el páramo monto de precipitaciones está dado por los vientos
de Ecuador, Colombia y Venezuela. Las especies del del este (Bookhagen & Strecker 2008). Este efecto
grupo 3 tienen una distribución muy similar a las del se agudiza por la acción del vulcanismo reciente a lo
grupo 2, pero varias de ellas no se encuentran ni en largo de la cordillera oriental de tipo andesítico, que
Ecuador ni en Colombia y Venezuela. enriquece en sales solubles el agua y el suelo.
El grupo de las especies resistentes a la sal tiene
su máximo de distribución en la “diagonal árida”
sudamericana y sus zonas limítrofes. Están ausentes 6 Discusión
en las zonas de mayor precipitaciones ya sea hacia el
norte como el sur de ella. 6.1 Limitaciones metodológicas
De las especies restantes de los bofedales de Bo-
livia las más frecuentes se encuentran en Argentina El estudiar la flora, vegetación y su ecología en paisa-
y la mayoría también en Chile, como son los casos jes desconocidos es un gran desafío. En Chile fue re-
de Lobelia oligophylla, Werneria pygmaea, Lilaeop- lativamente fácil tipificar los bofedales desde el norte
sis macloviana, Gentiana prostrata y Colobanthus hacia el sur, a lo largo de la ladera oeste de los Andes,
quitensis, las cuales están presentes también al menos tanto en su composición florística como ecológica-
hasta Colombia hacia el norte. Las especies encontra- mente ya que el gradiente de ambiente es claramente
das más raramente se restringen a los Andes centrales distinguible. En el estudio comparativo de las listas
como es el caso de Eudema friesii, Senecio serratifo- de especies de los bofedales se pudo observar, a sim-
lius, Deyeuxia eminens, Senecio breviscapus y Carex ple vista, que ellas se separaban de acuerdo al clima
vallis-pulchrae. Las tres últimas llegan hasta el centro y las condiciones de humedad de los habitats. En el
de Argentina y Chile. La mayoría de estas especies se noroeste de Argentina la diferenciación de gradien-
encuentra por lo tanto adaptada a las estaciones del tes climáticos se hace más difícil debido a la subdi-
año cambiantes entre húmeda-fresca y seca-fría. visión de la cadena montañosa en varias subcuencas
Debido a que pequeños cuerpos de agua se en- lo que además ha influído en el cambio a través de la
cuentran en forma natural en muchos bofedales tam- historia de la vegetación y del clima. Sin embargo los
bién su flora fue considerada en estas observaciones. grupos de especies diferenciales definidos para el nor-
Las especies aquí presentes poseen una amplia distri- te de Chile se encuentran nuevamente en el gradiente
bución geográfica y ecológica debido a sus ambientes noreste-suroeste del país vecino, el cual se desarrolla
relativamente homogéneos en este tipo de hábitat y de norte a sur en Chile y en ambos casos termina en la
a su dispersión muy común por zoocoría. Las espe- “diagonal árida”. Lo que se obtiene de este gradiente
cies observadas en los bofedales de Bolivia también es aplicable también en el altiplano de Bolivia con sus
aparecen en los países vecinos y muchas de ellas se cordilleras altas al este, oeste y sur. Por otra parte aquí
encuentran también por lo menos hasta Colombia y también es posible observar un gradiente de humedad
Venezuela. Excepto por Myriophyllum quitense, es- noreste-suroeste como en el caso del noroeste de Ar-
tas especies poseen un hiato de distribución en los gentina, pero sin embargo más débil. Esto tiene como
bofedales estudiados de la “diagonal árida”. En este consecuencia que las diferencias florísticas tampoco
ambiente el riesgo para las especies acuáticas son los sean tan evidentes. En el noreste el gradiente se extien-
períodos secos durante los cuales los pequeños cuer- de hacia una región fuertemente húmeda, que no se
pos de agua se pueden salinizar, congelar o secar com- consideró en forma suficiente en el presente estudio.
pletamente. Para obtener en relativamente corto tiempo una
En la Tabla 10, junto con los valores de frecuencia idea general de los bofedales altoandinos ha dado
relativa (%) de las especies de los 157 bofedales estu- buen resultado una descripción en forma de listas
diados en Bolivia y al sur de Perú, se entrega también completas de especies con la indicación de su frecuen-
la frecuencia relativa de estas especies de 127 bofe- cia y preferencia de microambientes. Sin embargo las
dales estudiadas en las provincias de Jujuy y Salta de condiciones ecológicas relevantes de los bofedales y
Argentina adyacentes de Bolivia y 60 bofedales estu- de sus especies en particular son más difíciles de de-
diados en el norte de Chile, igualmente adyacentes terminar. En este caso la determinación de la compo-
a Bolivia. Para cada especie los valores mayores se sición química del agua de las vertientes no es sufi-
muestran en letras negrillas. Con ello se evidencia que ciente, sino mas bien sirve para caracterizar la cuenca
muchas especies que se encuentran en los tres grupos de drenaje, más que las condiciones particulares de
diferenciales de los bofedales de Bolivia son bastante las especies del bofedal mismo. Una mejor caracteri-
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166 B. Ruthsatz
Foto 2. A: Oxychloe andina, planta femenina con frutos. B: Oxychloe andina, planta masculina con flores. C: Distichia muscoides, plan-
ta vegetativa con Lachemilla diplophylla y pastos creciendo entre sus tallos. D: Distichia muscoides, planta masculina con flores secas.
E: Bofedal (No. 147), uno de los “Ojos del Chajnantor” (Sud Lipez) con Distichia y Oxychloe bien distinguibles. F: Cojín de Patosia
clandestina, colonizando un acarreo pedregoso saturado de agua. G: Parte del bofedal (No. 145) en el valle del Río Chajnantor (Sud
Lipez) dominado por Oxychloe, dañado por una sequía prolongada y el ataque de arácnidos.
Photo 2. A: Oxychloe andina, femal specimen with fruits. B: Oxychloe andina, male specimen with flowers. C: Distichia muscoides,
vegetative specimen with Lachemilla diplophylla and grasses growing between its shoots. D: Distichia muscoides, male specimen with
withered flowers. E: Peatland (No. 147), one of the “Ojos del Chajnantor” (Sud Lipez) with Distichia and Oxychloe clear distinguishable.
F: Cushion of Patosia clandestina, colonizing a stony waterlogged slope. G: Fraction of the peatland (No. 145) in the valley of Río
Chajnantor (Sud Lipez) dominated by Oxychloe, which is damaged by a long-lasting drought and an affection of spider mites.
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 167
Tabla 9. Listas de especies de bofedales de Oxychloe y Zameioscirpus atacamensis (OZa) y Zameioscirpus atacamensis (Za) de Bolivia.
Indicación de abundancia de las especies: de 1 = escasa a 4 = frecuente y 5 = dominante.
Table 9. Peatlands with Oxychloe and Zameioscirpus atacamensis (OZa) and with Zameioscirpus atacamensis only (Za) from Bolivia.
Details about the frequency of the plant species: 1 = seldom to 4 = frequent and 5 = dominant.
Tabla 10. Distribución de plantas típicas y acompañantes de los bofedales de Bolivia a lo largo de los Andes desde su punto sur hasta
Colombia. Base de datos: 150 bofedales de Bolivia, 7 del S de Perú, 127 del NO de Argentina y 60 del N de Chile, todos al N de la
”Diagonal Árida” (vea Ammann 1996). *Información bibliográfica sobre la flora de Argentina y Chile: Zuloaga et al. 2008, de Perú:
Brako & Zarucchi 1993, de Ecuador: Jørgensen & León-Yánez 1999, de Colombia: www.biovirtual.unal.edu.co., de Venezuela:
Hokche et al. 2008, Morillo et al. 2011.
Explicaciones: C = centro, N = en el norte, S = en el sur, x = no diferenciado, () = escaso, . = faltando.
Table 10: Distribution of the typical and accompanying plant species of the Bolivian peatlands along the Andes from its southern end
to Colombia. Data base: 150 peatlands from Bolivia, 7 from southern Peru, 127 from northwestern Argentina and 60 from northern
Chile, all north of the “South American arid diagonal” (see Ammann 1996). *Bibliographical information about the flora of Argen-
tina and Chile: Zuloaga et al. 2008, of Perú: Brako & Zarucchi 1993, of Ecuador: Jørgensen & León-Yánez 1999, of Colombia:
www.biovirtual.unal.edu.co., de Venezuela: Hokche et al. 2008, Morillo et al. 2011.
Explications: C = center, N = in the north, S = in the south, x = in general, () = seldom, . = missing.
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 169
zación se podría lograr seleccionando complejos de en cuestión para muestras de herbario. Dependiendo
bofedales poco perturbados y representativos de re- del desarrollo del tiempo en el año correspondiente
giones de mayor amplitud, como por ejemplo se ha y sobre todo de la presión de pastoreo por el ganado
demostrado en los trabajos de Bosman et al. (1993), doméstico, se encontraron para el caso de Eleocharis
Cooper et al. (2010) y el plan de trabajo de Nava- y las poáceas a veces sólo ejemplares estériles, cuya
rro et al. (2011). Esto requiere sin embargo mayor determinación resultaba difícil, ya que la mayoría de
cantidad de tiempo y personal que el utilizado en el las claves se realiza en base a características morfoló-
muestreo de mapeo general del presente trabajo. gicas de flores, espigas o semillas. Por eso, en muchos
En todos los bofedales estudiados resultó difícil la casos, no se han podido determinar correctamente las
compilación de listas completas de especies. Mientras especies mencionadas en las tablas. Por ejemplo para
se pudo avanzar en el procesamiento sistemático de la designación de Eleocharis cf. albibracteata se tie-
los grupos de especies y en la coordinación acerca de ne identificaciones por especialistas, sin embargo no
la nomenclatura de las especies entre países vecinos. para todos los bofedales, para los cuales se la indica.
Aún cuando los bofedales se visitaron preferente- En otros casos no se reconocieron bien los caracteres
mente durante el periodo vegetativo, no siempre fue importantes de algunas especies en terreno y se tuvo
posible coleccionar material completo de las especies que mencionar dos especies posibles, separadas por
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170 B. Ruthsatz
una barra (p.e. Arenaria serpens/rivularis). También cuando se desarrollan entre los tallos de los cojines.
está el caso en que se pudo determinar sólo el género, Las plantas en cojín pueden retener agua y material
pero no la especie. En tales casos no se pudo determi- de erosión y de esta forma reducen ya al inicio de los
nar su función diferencial en relación a los distintos arroyos los riesgos de erosión bajo eventos de lluvia
tipos de bofedales. A través de una determinación fuertes. Las especies de ciperáceas acompañantes que
más exacta de todas las especies, se hubiera podido lo- forman cojines menos consistentes como Zameioscir-
grar completar las listas de especies diferenciales y así pus muticus y Phylloscirpus deserticola poseen esta ca-
probablemente una mayor subdivisión de los grupos. pacidad en menor grado. Muchas especies herbáceas
acompañantes pueden colonizar hábitats altoandinos
debido a la protección que ofrecen las plantas en cojín
6.2 Tipificación de los bofedales según las
que sin ellas no les estarían disponibles. Las plantas
plantas en cojín presentes
en cojín mismas poseen, como se ha documentado
Unicamente las coberturas gruesas formadas por las varias veces, todas las características para colonizar
juncáceas formando cojines están capacitadas de acu- otros sitios apropiados aunque para ellos alejados y
mular el agua de las vertientes y retenerla durante los establecerse allí en forma exitosa.
períodos de sequía. De esta forma pueden proveer Entre las juncáceas en cojín de Bolivia: Patosia
de un mínimo de agua durante todo el año a la flora clandestina, Distichia muscoides y Oxychloe andina
acompañante. También proveen de protección a cier- se pueden observar signos de competencia en muchas
tas especies ante el ramoneo y la sequía por heladas, Eje 2 = 0.1598
localidades. Los factores más importantes que deter-
Triglo
R.mand
Myriop Zameiosc. atacam.
80 Pucci
Stucke Xenoph
Phyllosc. deserticola
2
K
Ran.ex
Cl
Na
Patosia Eje 1 = 0,3655
0 40 Oxychloe 80
W.het
Arjon Luzul
40 Zameiosc. muticus
Lach.p
C.vali
Viola Ph.bol
C.mic Gen.pr Ouris
Callit Gen.ps
Oritr Distichia m s.n.m.
Montia
1 Lysip
0
Fig. 17. Ordenamiento de acuerdo al mismo DCA mostrando las especies (con PC-ORD5). Se indican las plantas en cojín típicas con
nombres científicos completos. Los grupos 1 y 2 señalan las especies indicadoras de ambientes húmedos y salinos respectivamente.
Fig. 17. DCA graphic of the listed plant species (with PC-ORD 5). Typical cushion plants figure with full names. The groups 1 and 2
show the indicator species for humid sites and saline sites respectively.
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Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 171
minan las preferencias de los ambientes son: sequía, gunda elección“ para el ganado y los roedores. De-
heladas, resistencia a la sal y tolerancia a baja disponi- pendiendo de la época del año y de las necesidades
bilidad de sales minerales. La especie Distichia mus- de forraje, incluso las hojas de Oxychloe con espinas
coides se hace dominante en sitios en los cuales sólo en la punta pueden ser ramoneadas algunos milíme-
raramente son afectados por sequía, heladas o ‘estrés’ tros por vicuñas. En forma preferencial son consu-
salino. El agua de infiltración de sus bofedales sin em- midos los pastos, mientras que muchas de las hierbas
bargo posee la mínima concentración de sales minera- más bien dan la impresión de malezas de pastizales.
les. En los bofedales en donde crece Distichia sólo es El pastoreo de los céspedes y grupos de gramíneas
posible encontrar Oxychloe en donde el agua de una puede traer una ventaja competitiva para las plantas
vertiente o de infiltración posee una alta conductivi- en cojín que necesitan de luz. De esta forma los bo-
dad eléctrica. La especie Oxychloe parece tener una fedales pastoreados pueden ser más estables mecáni-
mayor habilidad competitiva en aquellos bofedales en camente que aquellos poblados por altos pastos que
donde un aprovisionamiento homogéneo de agua de cubren el bofedal, ubicados lejos de los poblados.
infiltración y una protección contra heladas fuertes Todas las juncáceas en cojín son atacadas ocasional-
ya no están asegurados y en donde crece la probabi- mente por ácaros (Tetranychidae). Este es el caso en
lidad de aumentos de infiltración de agua salada. En particular cuando la vegetación sufre de falta de pre-
tales situaciones Oxychloe puede penetrar o cubrir cipitaciones y stress por sequía. Se pueden desarrollar
los cojines de Distichia. Debido a que tales condicio- poblaciones reducidas pero siempre presentes sobre
nes fluctúan fuertemente temporal y espacialmente Patosia, Distichia y en especial de Oxychloe, alcan-
existen transiciones graduales entre los bofedales do- zando colonias que pueden medir varios metros de
minados por Distichia y Oxychloe. El crecimiento de diámetro. Pueden provocar la muerte de cojines in-
Oxychloe pareciera ser, en condiciones intermedias, dividuales o de una cobertura importante de los bo-
mayor y con mayor resistencia mecánica que el de fedales cuando el crecimiento de la vegetación se en-
Distichia. Oxychloe posee hojas más largas, puntia- cuentra limitado por la falta de agua. El daño aumenta
gudas y mayormente lignificadas que Distichia. por falta de agua en el verano tardío. La muerte de los
La segunda especie de Distichia, D. filamentosa la bofedales es sin embargo generalmente parcial y nun-
he encontrado sólo en algunos bofedales al norte de ca del todo el bofedal. En años con lluvia abundante
Chile, al norte de la cordillera oriental de Bolivia y al las superficies dañadas pueden volver a recuperarse.
sur del Perú. Allí esta especie crece siempre cerca o en
el límite superior de las otras plantas en cojín en lu-
gares fuertemente infiltrados por agua, sobre laderas 6.3 Segregación de grupos de especies
inclinadas con sustrato de grava gruesa y a menudo diferenciales
colonizadas también por Senecio serratifolius y otras
plantas herbáceas. Ella forma tapices sueltos y da la De las listas completas de especies se pueden obtener
impresión de una planta colonizadora sobre sustra- grupos de especies diferenciales, de la misma mane-
to móvil. Su hábitat es descrito en forma similar en ra como las plantas en cojín sirvieron para marcar el
Seibert & Menhofer (1992). Esta especie parecie- gradiente climático noreste-suroeste en los bofedales
ra no mantenerse bien en competencia con las otras de Bolivia. Las especies se eligieron en forma inde-
especies de juncáceas en condiciones más favorables. pendiente a su vínculo con los microambientes del
Zameioscirpus muticus puede crecer en todos los bofedal. Estas especies se agrupan en forma casi idén-
sitios de Distichia y Oxychloe incluso en los bordes tica a los grupos seleccionados en el norte de Chile
de los bofedales salinos con Zameioscirpus atacamen- y noroeste de Argentina. Sólo que a algunas especies
sis. Esta especie debería poseer la amplitud ecológica había que correrlas de grupo o agregarlas por su área
más grande. Aparentemente, esta especie no resiste a de distribución ya que no alcanza Chile ni Argentina.
la competencia de las otras especies en cojín debido Su valor indicador para el gradiente de humedad-ari-
a su forma y estructura de crecimiento. Esta especie dez se pudo fundamentar en base a datos de su distri-
posee rizomas y hojas suaves, casi sin lignificación bución a lo largo de los Andes (Tabla 10). Debido a
y sin espinas en la punta de la hoja. Penetra con sus que los montos de precipitaciones para los bofedales
rizomas a menudo en pequeños huecos y grietas en de Bolivia son más favorables que para los de Chi-
los cojines y también puede cubrir areas de bofedales le y Argentina, el gradiente en Bolivia es menor y la
pobres en vegetación y de esta forma los protege de diferenciación no es tan marcada. En relación a los
la erosión. Es raro encontrar un bofedal en el cual no contenidos de iones en el agua de las vertientes y de
crezca, si se tiene por objetivo encontrarla. Su distri- infiltración, sólo el Na y Cl pudieron ser utilizados
bución por lo tanto no puede ser utilizada como in- como indicadores de los grupos de especies diferen-
dicadora para el estudio del gradiente climático. En el ciales. La mayoría de las concentraciones de iones en
área de estudio, Phylloscirpus deserticola es más bien las muestras de agua analizadas eran similares a las de
una especie de ambientes secos de los bordes, más que Argentina, pero menor que en los bofedales del norte
de bofedales mismos. Aquí forma amplios céspedes de Chile.
cubiertos de frutos. Al tratar de ordenar los bofedales a partir de las
De forma sorprendente todas estas plantas en co- especies diferenciales, en un gradiente de humedad-
jín, con excepción de sus frutos, constituyen la “se- aridez, se observa que existen grandes diferencias tan-
eschweizerbart_xxx
172 B. Ruthsatz
to locales como regionales, lo cual dificulta tal tarea. miento similar. Este grupo de especies logra retener
Esto no es de sorprender ya que las cordilleras en que el agua de manantiales y de infiltratión subterránea y
se distribuyen los bofedales se encuentran fuertemen- conservarla aún durante la estación seca y fría del in-
te fraccionadas de tal forma que en un espacio redu- vierno. Según la capacidad de competencia que desa-
cido pueden existir bofedales de diferente exposición rrollan las plantas en cojín se pueden o no entremez-
e inclinación. Asimismo, la expansión de la cuenca de clar especies herbaceas individuales y comunidades
drenaje puede ser muy variable y por lo tanto hacer vegetales de otra composición y mayor superficie, en
variar mucho el balance hídrico de los bofedales. A particular de ambientes netamente acuáticos. Además
esto hay que sumarle el hecho de que los diferentes se agrega la vegetación del ecotono a las formaciones
tipos de sustrato geológico afectan en forma diferen- circundantes sin influencia de agua de infiltración.
te el agua de infiltración a los bofedales. Con ello el Probablemente todas las especies, que penetran o
aprovisionamiento cuantitativo y cualitativo de agua acompañan las plantas en cojín de los bofedales, se las
puede variar considerablemente entre bofedales ve- puede encontrar tambien en otros ambientes y otras
cinos lo cual afectará directamente a la flora de los comunidades vegetales, mientras las condiciones
bofedales, en especial a las herbáceas. En el estudio cumplen con sus amplitudes ecológicas. El conjunto
de cordilleras claramente delimitadas estas diferencias de este complejo de comunidades vegetales refleja en
florísticas se podrían fundamentar en forma ecológi- su composición florística las condiciones ecológicas
ca y en casos excepcionales compararlas con los tipos reinantes, influidas por el clima, la calidad y cantidad
conocidos de distribución regional. de agua, el sustrato geológico, la situación geomor-
Lo que sorprende especialmente fue que también fológica y influencia del hombre a través de sus ani-
en las cadenas montañosas y macizos volcánicos en males domésticos y otras intervenciones. Lo que se
la cordillera en el límite con Argentina; es decir, en el trató en el presente trabajo fue establecer, en base a
arco este de la Cordillera occidental se encontrarán en listas completas de especies de los complejos de bo-
forma aislada, pero no en forma rara, algunas especies fedales, la relación entre la flora de los bofedales y las
que son típicas de ambientes húmedos y/o pobres en condiciones ecológicas mas determinantes en el Alti-
sales minerales como Ourisia muscosa, Caltha sagitta- plano Boliviano y sus cordilleras circundantes. Como
ta, Deyeuxia rigescens, Werneria spathulata y Lache- factores mas diferenciadoros resultaron el clima y la
milla diplophylla. También era posible de encontrar composición química de las aguas de infiltración.
en ocasiones no menos frecuentes Distichia muscosa, De este trabajo no se pueden esperar avances para
pero siempre junto con Oxychloe andina. Una expli- la descripción detallada de las comunidades vegetales
cación para esto podría ser que la cordillera oriental involucradas en los bofedales, pero sí una compren-
del sur de Bolivia puede ser una barrera menos efi- sión mejor de su supuesta distribución en la región
ciente contra las lluvias monzónicas del este, debido estudiada. Esta información fué apoyada por resulta-
a su menor altitud. De esta forma las precipitaciones dos optenidos con la misma metodología en los paises
pueden descargarse en la cadena de volcanes que va vecinos.
desde el suroeste al noreste permitiendo condiciones
más húmedas que las que se esperan en la parte sur del Resumen: Los bofedales de la región altoandina de Bo-
altiplano. Esta estrecha relación entre relieve y clima livia se describen y clasifican de acuerdo a listas comple-
fue destacada por Bookhagen & Strecker (2008). tas de especies. En todos los casos se trata de bofedales
mineralotróficos solígenos que son alimentados por agua
de infiltración de vertientes y esteros. Como criterio de
6.4 Comparación de los resultados del clasificación se utilizó la presencia de las juncáceas que
presente trabajo con otros estudios sobre forman cojines: Distichia, Oxychloe y Patosia, ya que son
la flora y las comunidades vegetales de los ellas las que acumulan la turba que restaña el agua del bo-
bofedales altoandinos de Bolivia fedal. Una gran parte de la flora se encuentra asociada a
microambientes dentro del complejo de bofedal, que es-
Los trabajos sobre Bolivia similares al enfoque presen- tán determinados por procesos naturales, la actividad de
tado aquí fueron aquellos que trataron la vegetación la fauna nativa y el uso de los bofedales como praderas de
de bofedales y ambientes acuáticos asociados de áreas pastoreo del ganado. Los factores del ambiente determi-
mas extensas y incluyendo los factores ecológicos de- nados son: altitud, exposición, inclinación y el contenido
terminantes como p. e. Seibert & Menhofer (1992), de iones del agua de las vertientes. La distribución de las
Alcérreca et al. (2001), Coronel et al. (2004), plantas de bofedal más importantes se representa en ma-
Molina et al. (2007), Deil et al. (2011) y especial- pas que abarcan también las regiones limítrofes de Perú,
mente Navarro (2011). Chile y Argentina. A partir de especies diferenciales se
Los bofedales altoandinos se presentan como puede demostrar que la presencia de las plantas, tanto en
complejos de varias comunidades vegetales con in- cojín como sus acompañantes, sigue el gradiente de hu-
fluencias y dependencias mutuas. Los elementos mas medad y salinidad de sus habitats respectivos, el cual se
importantes son las formaciones de las juncáceas Pa- extiende desde el noreste húmedo hasta el suroeste árido
tosia, Distichia y Oxychloe, formando cojines densos en las regiónes altoandinas de Bolivia. En esta dirección
y acompañados por cyperáceas de los géneros Phy- disminuyen las precipitaciones y aumenta el contenido de
lloscirpus y Zameioscirpus con una forma de creci- sales del agua de infiltración, en donde en el suroeste tam-
eschweizerbart_xxx
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia 173
eschweizerbart_xxx
174 B. Ruthsatz
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eschweizerbart_xxx
Appendix
176
Lista de los bofedales estudiados del S de Perú y de Bolivia con informaciones sobre su ubicación geográfica, fecha de muestreo y resultados de análisis de aguas de vertientes.
List of studied peatlands in southern Peru and Bolivia with informations of the geographical location, date of the visit and results of the water analysis.
1R 'HSDUWDPHQWR 5HJLyQ /XJDU )HFKD 7LSR ([SRV ,QFO $OWLWXG /RQJLW /DWLWXG S+ &H6 . 1D &D 0J &O 62 12 1RGH
3HU~ PVQP DQDOLVLVGHDJXDPJO HVSHF
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/D3D] &KDUDxD &KDUDxD '2 (
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/D3D] &KDUDxD 3DLUXPDQL*UDQGH ' :6:
/D3D] &KDUDxD 1&R+XDUL0DUFD ' 1:
/D3D] 6DMDPD 6HSXOWXUD '2 :
/D3D] 6DMDPD (6HSXOWXUD '2 1
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2UXUR 6DMDPD 6DMDPD '2
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2UXUR 6DMDPD &KDFKDFRPDQL '2 (
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2UXUR 6DED\D 0DFD\D 2G (
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2UXUR &DUDFROOR &ROTXLUL ' 6(
2UXUR &DUDFROOR &ROTXLUL ' 1(
B. Ruthsatz
&RFKDEDPED :&RFKDE 1:7DSDFDUL ' 6:
&RFKDEDPED :&RFKDE 1:7DSDFDUL ' 6
&RFKDEDPED :&RFKDE -DSR ' 6
&RFKDEDPED 1&RFKDE 7DKXD&UX] ' 1(
&RFKDEDPED 1&RFKDE 7DKXD&UX] ' 6
&RFKDEDPED 1&RFKDE 63HQLDV ' 1:
&RFKDEDPED 1&RFKDE 63HQLDV ' 6
&RFKDEDPED 1&RFKDE 3DPSLODGDV ' (
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3RWRVt 3RWRVt :9LOOD7DODYHUD 3 6(
3RWRVt 3RWRVt 0LQD&XQXUDQD 3' :
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3RWRVt 3RWRVt 0LQD&XQXUDQD,, ' 1:
3RWRVt 3RWRVt 0LQD&XQXUDQD,, ' 6:
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3RWRVt 3RWRVt ($JXD&DVWLOOD '2 6
3RWRVt 3RWRVt .KHONKDWD 3' 6
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia
3RWRVt 3RWRVt 6DFD6DFD 3 6(
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3RWRVt &RQFHSFLyQ /DJXQD%ODQFD '2 6
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3RWRVt &RQFHSFLyQ 1:9LOOD&RQFHSFLyQ '2 6
3RWRVt &RQFHSFLyQ 1:9LOOD&RQFHSFLyQ '2 6:
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2UXUR 2UXUR +XDQXQL6LJOR;; ' (
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3RWRVt 3RWRVt 6RUDVRUD 3' 1(
3RWRVt 3RWRVt 6RUDVRUD 3' 1
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3RWRVt 6XG/LSH] $ORWD6DQ$JRVWLQ 2 6:
3RWRVt 6XG/LSH] $ORWD6DQ$JRVWLQ 2 (
177
1R 'HSDUWDPHQWR 5HJLyQ /XJDU )HFKD 7LSR ([SRV ,QFO $OWLWXG /RQJLW /DWLWXG S+ &H6 . 1D &D 0J &O 62 12 1RGH
178
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3RWRVt 6XG/LSH] 4XHWHQD 2G 1(
3RWRVt 6XG/LSH] /DJ.DOLQD '2 :
3RWRVt 6XG/LSH] /DJ.DOLQD =D2
3RWRVt 6XG/LSH] /DJ.DOLQD 2G
3RWRVt 6XG/LSH] /DJ.DOLQD '2 :
3RWRVt 6XG/LSH] /DJ.DOLQD 2G 6
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3RWRVt 6XG/LSH] &KDMQDQWRU 2 :
3RWRVt 6XG/LSH] &KDMQDQWRU 2
3RWRVt 6XG/LSH] &KDMQDQWRU '2 6(
3RWRVt 6XG/LSH] &KDMQDQWRU '2
3RWRVt 6XG/LSH] 2MR4XHEU+RQGD 2 1:
3RWRVt 6XG/LSH] )XUFDQFLWR&KLFR 2 :
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3RWRVt 6XG/LSH] 6RQLTXHUD 2G 6(
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B. Ruthsatz
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3RWRVt 3RWRVt /DJXQD&KDOYLUL ' 6
3RWRVt 3RWRVt /DJXQD&KDOYLUL 3' 1
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3RWRVt 3RWRVt 7KRODSDPSD 3 1: "
3RWRVt 3RWRVt 6(9HQWLOOD 3' 6
Vegetación y ecología de los bofedales altoandinos de Bolivia
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179
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