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DEFINICIONES:
LA PUBERTAD:
Pubertad es el momento de la vida cuando un niño o una niña madura sexualmente. Es un proceso que suele ocurrir
entre los 10 y 14 años para las niñas y entre los 12 y 16 para los varones. Causa cambios físicos y afecta a niños y
niñas de manera distinta.
En las niñas:
La primera señal de pubertad es por lo general el desarrollo de los senos.
Luego comienza a crecer el vello en la zona del pubis y las axilas.
La menstruación (o período) por lo general es el último paso.
En los niños:
La pubertad comienza generalmente con el crecimiento de los testículos y el pene.
Luego, el vello en el pubis y las axilas.
Los músculos crecen, la voz se hace más gruesa y el vello facial aparece siguiendo el proceso de la pubertad.
Tanto los niños como las niñas pueden tener acné. También suelen tener un aumento repentino en el crecimiento (un
aumento rápido de altura) que dura alrededor de dos o tres años. Esto los acerca más a su estatura adulta, la que
alcanzan después de la pubertad.
LA ADOLESCENCIA:
La palabra adolescencia ("adolescere" en latín) significa transición, crecimiento. La adolescencia es una etapa llena de
cambios físicos y psíquicos durante la cual es normal tener muchas dudas. Los cambios más importantes en las chicas
suelen darse entre los 13 y 15 años mientras que en los chicos aparecen un poco más tarde, entre los 15 y los 17
años.
La adolescencia puberal. ¿Estrenas cuerpo?
A partir de los 10 años en las chicas y más tarde en los chicos se inicia la pubertad, que va acompañada de un cambio
físico notable, aunque no todo el cuerpo se desarrolla al mismo tiempo. Las manos y los pies lo hacen antes que los
brazos y las piernas, y posteriormente se desarrolla el tronco y otras zonas. Así, a la vez que crecen las manos, los
pies y la nariz, se estilizan y alargan las piernas y a continuación el tronco, lo que produce un aumento de la estatura.
En ocasiones, estos cambios se dan de forma muy rápida y necesitamos un tiempo para adaptarnos a ellos. Hemos de
ser pacientes y poco a poco nos iremos familiarizando con nuestro nuevo aspecto físico.
La adolescencia media. ¿Te ves distinta?
A partir de los 13 años aumentan los cambios: se afina el tono de la voz, aparece el acné, los chicos desarrollan sus
músculos y las chicas unas formas más redondeadas representativas de los cambios hormonales que van sucediendo.
Pero además de todos estos cambios físicos, se entra en una etapa en la que probablemente crecen tus sensaciones
de ridículo o vergüenza y te preocupas en exceso por tu imagen corporal. También te vuelves más crítica y receptiva
hacia los demás y sientes una fuerte necesidad de romper con lo establecido. En esta etapa es importante que
aprendas a valorar tus cualidades. Quererte a ti misma no significa verte como un ser perfecto y maravilloso, sino
admitirte tal y como eres, aceptando tus defectos y potenciando tus virtudes.
La adolescencia tardía. ¿Te sientes libre?
Alrededor de los 15 y hasta los 18 años es una etapa en la que la identidad se va definiendo dentro un grupo de
amigos. Una vez superada la fase de aislamiento anterior necesitamos rodearnos de amigos con los que crear un
microcosmos y vestir igual, hablar igual, ir a los mismos lugares, escuchar la misma música y vivir las mismas
experiencias. Una palabra que define muy bien esta etapa es "salir". Salimos para conocer el mundo y todo lo que nos
ofrece: discotecas, bares musicales, conciertos, asociaciones, centros deportivos, cultura, diversión y ocio. El grupo de
amigos es importante en esta etapa. Nos sentimos identificados y comprendidos, pero en ocasiones la influencia puede
ser tal que nos haga sentirnos mal. Ante determinadas situaciones hemos de aprender a decir que 'no'. Una amistad
real hace que nos sintamos apoyados, pero también libres de tomar nuestras propias decisiones.
Post-adolescencia. ¿Buscas la independencia?
La etapa de los 18 a los 22 años es un período de privilegios. Alcanzamos la mayoría de edad y esto nos permite
formar parte activa de la comunidad y obtener más autonomía. A los 18 años ya podemos conducir, votar, etc. muchas
dudas van desapareciendo y nuestra personalidad se hace fuerte. También nos acostumbramos a nuestro nuevo
cuerpo, lo que nos da mayor seguridad en las relaciones sociales y de pareja.
LA MENARQUÌA:
La menarquia es la primera menstruación que tiene la mujer, que normalmente sucede entre los 10 y los 16 años. Se
debe a la activación de los ovarios y la producción de hormonas (estrógenos y progesterona) que estos liberan. Es el
momento en el que también se empezarán a desarrollar otros aspectos de su cuerpo como:
Los senos.
El vello pubiano.
El vello axilar.
Es un periodo en el que comienza la transición hacia la adultez, lo que se considera como pubertad, en el que, entre
otros factores, la mujer ya es capaz de tener descendencia.
¿Cuándo ocurre?
No existe un momento concreto en el que se pueda determinar cuándo se va a producir la menarquia, aunque suele
ocurrir en algún momento a lo largo de los dos años siguientes al inicio del desarrollo de las mamas. A principios del
siglo XX, la menarquia solía darse a los 16 o 17 años como media, pero hoy en día lo normal es que se produzca
alrededor de los 12 años. Los factores socioeconómicos, hereditarios, nutritivos o de estilo de vida pueden hacer que
se produzca antes o más tarde. La edad de la madre también puede ser un indicativo para saber cuándo se va a
producir la menarquia: entre un 50 y 75 por ciento de las mujeres la tienen a la misma edad que sus madres.
LA POLUCION NOCTURNA:
Una emisión nocturna o polución nocturna (coloquialmente conocida como sueño húmedo) es
una eyaculación involuntaria de semen durante el sueño. Las poluciones nocturnas son más comunes durante los
últimos años de la adolescencia, aunque se presentan también en el adulto. Pueden estar, o no, acompañadas por
sueños eróticos. Algunos hombres se despiertan durante la eyaculación, mientras que otros siguen durmiendo y
solamente se dan cuenta al despertarse y comprobar que la ropa interior está manchada de semen, o ni siquiera lo
notan si es que ésta se ha secado. Con frecuencia no recuerdan ningún tipo de sueño con contenido sexual, salvo los
casos en que sus características particulares (sensación de realismo, intensidad) los graban en la mente.
Durante la pubertad, el 13% de los hombres experimentan la primera eyaculación de su vida o espermarquia durante
una polución nocturna. Según los estudios de Kinsey, los varones que tienen su primera eyaculación como
consecuencia de una polución nocturna, presentan la espermarquia por término medio un año después de aquellos que
la alcanzan por estimulación física, independientemente de que ésta sea por masturbación o relación sexual.
LA AUTOSUFICIENCIA:
La autosuficiencia, también conocida como autoabastecimiento, es una forma de vida en la que una persona se
encarga de obtener todos los bienes económicos necesarios por gestión propia. De esta forma, cualquier necesidad
respectiva a la supervivencia, quedaría en manos del propio individuo, rechazando cualquier ayuda externa. Esto es, a
menudo, visto como la máxima expresión de la autonomía personal y la independencia individual. Algunos optan por,
incluso, convertirse en productores/consumidores, es decir, estarían encargándose de la confección u obtención de
cada uno de los insumos que utilizarían en su vida diaria. Este estilo de se ha popularizado desde los años 60, cuando
la generación hippie abogó por una sociedad en la que los consumidores, se convirtiesen en los productores.
Esta práctica no sólo es puesta en marcha por personas que están plenamente relacionadas con la vida alternativa.
Algunas comunidades, observando las ventajas que pueden traer para su vida y bienestar general, deciden desarrollar
proyectos para colaborar con el medio ambiente y que no interfieran con su rutina. Mientras algunos deciden incluir por
completo el modelo autosuficiente, otros prefieren tomarlo parcialmente, concibiendo formas auto sostenibles de
energía o electricidad, producción de alimentos o, simplemente, conseguir dinero sin la gestión de otra persona.
LA ACTITUD:
La actitud es el comportamiento que emplea un individuo para hacer las labores. En este sentido, se puede decir que
es su forma de ser o el comportamiento de actuar, también puede considerarse como cierta forma de carácter, por
tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario que impulsa y orienta la acción hacia determinados
objetivos y metas.
Las características sexuales primarias son todas aquellas en el cual está la presencia de los órganos necesarios para
la reproducción, como son:
• En mujeres: ovarios, trompas de Falopio, útero, vagina.
• En hombres: testículos, pene, escroto, vesículas seminales, próstata.
Son signos fisiológicos de la madurez sexual que no involucran directamente a los órganos reproductores.
• En mujeres: crecimiento de los senos, aparición del vello púbico, vello axilar, cambios en la voz, cambios en la piel,
ensanchamiento y aumento de la profundidad de la pelvis, presencia de la menstruación.
• En hombres: vello púbico, vello axilar, vello facial, cambios en la voz, cambios en la piel, ensanchamiento de los
hombros, presencia del semen.
El principal signo de madurez sexual en las niñas es la menstruación. En los varones, la primera señal de la pubertad
es el crecimiento de los testículos y escroto y el principal signo de madurez sexual es la presencia de semen en la
orina, siendo este fértil tan pronto exista la evidencia de esperma.
El principal signo de madurez sexual en las niñas es la menstruación. En los varones, la primera señal de la pubertad
es el crecimiento de los testículos y escroto y el principal signo de madurez sexual es la presencia de semen en la
orina, siendo este fértil tan pronto exista la evidencia de esperma.
LA MESTRUACIÓN O REGLA:
Es la característica más evidente y simbólica de la transición de la niña a la adolescencia, llega de improviso y está
precedido por un sangrado vaginal. Puede ocurrir a los nueve años y medio o hasta los dieciséis años y medio. La
edad promedio de la menarquia es de doce años y medio aproximadamente, por lo regular tiene lugar cuando la niña
se acerca a la estatura adulta y ha almacenado un poco de grasa corporal. En una niña de talla normal, suele
comenzar cuando pesa cerca de 45 Kg.
Es importante, a la hora de tener una buena comunicación familiar, hacer que nuestros hijos se sientan escuchados, no
juzgados. Fomentar la expresión de emociones, hacerles reflexionar sobre las consecuencias de sus conductas etc.
Si logramos una buena relación comunicativa con nuestros hijos, no solamente conoceremos sus inquietudes y
preocupaciones, también conseguiremos aumentar su autoestima, haciéndoles ver, que son importantes para nosotros.
A nivel social la palabra crisis se asocia al caos, y con ello a los problemas que éste trae consigo, sin embargo, existe
la opción de vivir “la crisis” de la adolescencia desde una posición diferente, como un acontecimiento positivo y
necesario para avanzar en el camino de la vida, dejando atrás nuestros quehaceres y preocupaciones infantiles.
Este trabajo de demolición y reconstrucción no se cumple sin tropiezos; diferentes son las problemáticas que deben
vivenciar los adolescentes respecto a los cambios biológicos, psicológicos y sociales con los que inauguran esta nueva
etapa en las vidas.
Todos estos cambios físicos y hormonales repercuten en la percepción que el púber tiene de sí mismo, pues debe
reencontrarse con su imagen. El adolescente debe aprender a reconocerse en el espejo tras esos cambios que lo
hacen ver como una persona nueva.
Crisis Psicológica
El niño del equilibrio, del que hablábamos al principio, es un niño que centra sus miedos y amores en torno a los
ideales de su familia. Es en ella dónde encuentra sus referentes, sus opiniones, sus gustos y sus ideas. Con el arribo
de la pubertad sobrevienen procesos cargados de afectos que van a permitir trasladar esos sentimientos a terceros.
Esta es la época en la que los pares se constituyen en la base de todas las relaciones sociales, momento de la vida en
el que sobrevienen los primeros amores fuera del núcleo familiar. Es el tiempo en el que las personas debemos
enfrentarnos a la búsqueda y satisfacción de esas necesidades fuera del seno familiar.
Es en esta búsqueda que sobrevienen los conflictos, las crisis familiares. Las disputas se centran principalmente en
torno a la familia, en la relación con las figuras parentales, y por extensión con gran parte del mundo de los adultos. Los
adolescentes quisieran realizar esta ruptura con su familia sin perder el amor de sus padres, situación difícil de lograr,
pues para todo padre es difícil empezar a asumir que aquel hijo necesita un poco más de espacios para sí.
El justo medio
El mejor aliado para los padres en esta época de cambios es el equilibrio. Ser muy permisivos, en palabras de los
autores, hará que los hijos los vean como despreocupados, indiferentes. En este sentido se escuchan frases como “da
lo mismo lo que haga, total a ellos no les importa”, desde esa posición el adolescente intenta, a través de diferentes
maniobras provocativas, llamar la atención de sus padres, decirles que está ahí y que los necesita.
En el otro extremo se encuentra la rigidez, el autoritarismo, formas de relación que agravan la oposición propia del ser
adolescente, hasta el punto de poder derivarla en caminos peligrosos.
Lo importante es entender que es una etapa marcada de “paradojas comunicacionales” mientras los hijos sentirán que
sus padres no los entienden, los padres basarán su reproche en que ya no se confía en ellos. Por eso mantener las
conversaciones, demostrar que se está presente, ser el adulto sólido que el adolescente necesita; además ser atentos,
amantes, pero no intrusivos son algunas de las cosas que los púberes esperan de sus padres.
Que vivan la crisis con ellos, pero no por ellos. Dejarlos transitar sus propios caminos, escuchar sus decisiones y
respetar elecciones y gustos son parte de la confianza que el adolescente necesita para ir viviendo esta etapa en un
marco de naturalidad.
4. El consumo de bebidas alcohólicas y otras drogas, producen una reducción en la inhibición, que puede estimular la
actividad sexual no deseada.
5. Carecer de información y conocimientos suficientes sobre los métodos anticonceptivos y el no tener un fácil acceso
a su adquisición, así como la falta de una buena educación sexual.
Además de las anteriores razones, se considera que existen algunos factores de riesgo:
1. La aparición temprana de la menarca (primera menstruación).
2. Desintegración familiar.
3. Relaciones sexuales precoces.
4. Libertad sexual.
5. Búsqueda de una relación.
6. Circunstancias particulares como prostitución, violación, incesto y adolescentes con problemas mentales.
Por lo anterior, se considera que para prevenir el embarazo adolescente es necesaria una completa educación sexual,
el acceso a los métodos anticonceptivos y el apoyo a los padres de los adolescentes para que hablen con sus hijos
sobre sexo y anticoncepción.